1 BERGESIO, Liliana y FANDOS, Cecilia (2009) “Neoliberalismo: ideología y práctica. Su influencia en América Latina de los noventa”. En: LAGOS, Marcelo (director) Jujuy bajo el signo neoliberal. Política, economía y cultura en la década de los noventa. San Salvador de Jujuy: EDIUNJu. ISBN-13: 978-950-721-325-0 NEOLIBERALISMO: IDEOLOGÌA Y PRÀCTICA. SU INFLUENCIA EN AMÉRICA LATINA DE LOS NOVENTA Liliana Bergesio y Cecilia Fandos “Y, sin embargo, el mundo está ahí, con los efectos inmediatamente visibles de la puesta en práctica de la gran utopía neoliberal”. 1 El término neoliberalismo es sin duda una categoría polifacética. Ideología, teoría económica, proyecto político, etapa, conjunto de recetas, modelo, son algunas de las distintas clases de género que figuran en sus variadas definiciones. Por lo general es utilizado de forma genérica en referencia a diversas variantes de aplicación de la teoría neoclásica. Pero más allá del énfasis escogido por la amplia y también difusa literatura sobre el tema, para las generaciones sobrevivientes a las cuatro últimas décadas del siglo XX, el neoliberalismo es experiencia vivida de “una realidad que conocemos por sus efectos”. 2 Dado la complejidad que reviste trabajar con un concepto que analíticamente resulta escurridizo, optaremos por recorrer esa realidad como proceso histórico, en sus orígenes, desarrollo y aplicaciones en la década de 1990. No obstante, este derrotero nos permitirá, a su vez, reconocer los distintos momentos en que el neoliberalismo, tal vez una ideología precisa en los momentos de su nacimiento, fue mutando al compás de las condiciones históricas hacia un proyecto integral –esto es económico, político, ideológico, cultural y social- del capitalismo mundial en las postrimerías del siglo XX e inicios del XXI. Nace una ideología La teoría de origen del neoliberalismo es el libro de Friedrich Hayek titulado Camino de Servidumbre, escrito en 1944. 3 Tomando al Nacional-Socialismo de Hitler y al 1 Bourdieu, Pierre, Contrafuegos. Reflexiones para servir a la resistencia contra la invasión neoliberal, Barcelona, Editorial Anagrama, 1999, p. 146. 2 Anderson, Perry; Borón, Atilio; Sader, Emir; Salama, Pierre y Therborn, Göran, “La trama del neoliberalismo: mercado, crisis y exclusión social”. En Sader, Emir y Gentilli, Pablo (comp.), La trama del neoliberalismo: Mercado, Crisis y Exclusión Social, Buenos Aires, CLACSO/Eudeba, 2003, p. 94. 3 Friedrich August von Hayek, nació en Viena en el año 1899. Murió en Friburgo en el año 1992. Fue uno de los principales economistas del siglo XX, representante de la Escuela Austríaca, tuvo como maestros a Friedrich von Wiser y Ludwig von Mises. Galardonado con el premio Novel de economía en 1974. Su obra más antigua data de 1929 (La teoría monetaria y el ciclo económico) llegó producir más de una veintena de libros. Si bien la obra más citada y referida por los estudiosos del neoliberalismo es Camino de Servidumbre, para este artículo hemos consultado, Los Fundamentos de la Libertad, 1996. Este título fue publicado por primera vez en 1959, y constituye un deliberado intento por rescatar del olvido los fundamentos y principios del liberalismo. El propio autor la divide en tres parte, la primera se trata de una discusión teórica y filosófica y pretende: “Mostar por qué queremos la libertad y lo que esta trae consigo”; la segunda, entra en el ámbito del derecho y la
1. BERGESIO, Liliana y FANDOS, Cecilia (2009) Neoliberalismo:
ideologa y prctica. Su influenciaen Amrica Latina de los noventa.
En: LAGOS, Marcelo (director) Jujuy bajo el signo
neoliberal.Poltica, economa y cultura en la dcada de los noventa.
San Salvador de Jujuy: EDIUNJu. ISBN-13:978-950-721-325-0
NEOLIBERALISMO: IDEOLOGA Y PRCTICA. SU INFLUENCIA EN AMRICA LATINA
DE LOS NOVENTA Liliana Bergesio y Cecilia Fandos Y, sin embargo, el
mundo est ah, con los efectos inmediatamente 1 visibles de la
puesta en prctica de la gran utopa neoliberal.El trmino
neoliberalismo es sin duda una categora polifactica. Ideologa,
teoraeconmica, proyecto poltico, etapa, conjunto de recetas,
modelo, son algunas de lasdistintas clases de gnero que figuran en
sus variadas definiciones. Por lo generales utilizado de forma
genrica en referencia a diversas variantes de aplicacin de lateora
neoclsica. Pero ms all del nfasis escogido por la amplia y tambin
difusaliteratura sobre el tema, para las generaciones
sobrevivientes a las cuatro ltimasdcadas del siglo XX, el
neoliberalismo es experiencia vivida de una realidad queconocemos
por sus efectos.2Dado la complejidad que reviste trabajar con un
concepto que analticamente resultaescurridizo, optaremos por
recorrer esa realidad como proceso histrico, en susorgenes,
desarrollo y aplicaciones en la dcada de 1990. No obstante,
estederrotero nos permitir, a su vez, reconocer los distintos
momentos en que elneoliberalismo, tal vez una ideologa precisa en
los momentos de su nacimiento, fuemutando al comps de las
condiciones histricas hacia un proyecto integral esto eseconmico,
poltico, ideolgico, cultural y social- del capitalismo mundial en
laspostrimeras del siglo XX e inicios del XXI.Nace una ideologaLa
teora de origen del neoliberalismo es el libro de Friedrich Hayek
titulado Caminode Servidumbre, escrito en 1944.3 Tomando al
Nacional-Socialismo de Hitler y al1 Bourdieu, Pierre, Contrafuegos.
Reflexiones para servir a la resistencia contra la invasin
neoliberal,Barcelona, Editorial Anagrama, 1999, p. 146.2 Anderson,
Perry; Born, Atilio; Sader, Emir; Salama, Pierre y Therborn, Gran,
La trama delneoliberalismo: mercado, crisis y exclusin social. En
Sader, Emir y Gentilli, Pablo (comp.), La tramadel neoliberalismo:
Mercado, Crisis y Exclusin Social, Buenos Aires, CLACSO/Eudeba,
2003, p. 94.3 Friedrich August von Hayek, naci en Viena en el ao
1899. Muri en Friburgo en el ao 1992. Fueuno de los principales
economistas del siglo XX, representante de la Escuela Austraca,
tuvo comomaestros a Friedrich von Wiser y Ludwig von Mises.
Galardonado con el premio Novel de economaen 1974. Su obra ms
antigua data de 1929 (La teora monetaria y el ciclo econmico) lleg
producirms de una veintena de libros. Si bien la obra ms citada y
referida por los estudiosos delneoliberalismo es Camino de
Servidumbre, para este artculo hemos consultado, Los Fundamentosde
la Libertad, 1996. Este ttulo fue publicado por primera vez en
1959, y constituye un deliberadointento por rescatar del olvido los
fundamentos y principios del liberalismo. El propio autor la divide
entres parte, la primera se trata de una discusin terica y
filosfica y pretende: Mostar por ququeremos la libertad y lo que
esta trae consigo; la segunda, entra en el mbito del derecho y la
1
2. Comunismo de Stalin como base de experiencias colectivistas
de su poca, Hayekrealiza en esta obra un ataque vehemente contra
cualquier limitacin de losmecanismos del mercado por parte del
Estado, denuncindolo como una amenazaletal a la suprema fuente y
condicin necesaria de los valores morales: la libertad,tanto en la
esfera econmica como poltica. Su interpretacin de la libertad
remiteclaramente al ideario burgus decimonnico.4 Advierte que el
significado delibertad que l adopta corresponde al etimolgicamente
original, pues se definecomo la independencia frente a la voluntad
arbitraria de un tercero.5 Conceptualizaa la libertad como el
estado en virtud del cual un hombre no se halla sujeto acoaccin
derivada de la voluntad arbitraria de otro o de otros.6 En
definitiva, lalibertad es ausencia de coaccin y la coaccin es
entendida como presinautoritaria que una persona ejerce en el medio
ambiente o circunstancia de otra.7La palabra clave que este
pensador resignifica a su propia experiencia histrica es lade la
coaccin. Si esta en la antigedad era ejercida por los amos, ahora
laanulacin de la libertad provena, segn l, de experimentos sociales
que buscaronfundar ordenes sustitutivos como el Socialismo o el
Estado redistribucionista o elEstado providencia.8 En su lectura,
la principal ambicin que inspira al Estadoprovidencia es: [] el
deseo de usar los poderes del gobierno para asegurar una ms igual o
ms justa distribucin de la riqueza. Siempre que los poderes
coactivos se utilizan para asegurar que determinado individuos
obtengan determinados bienes, se requiere cierta clase de
discriminacin entre los diferentes individuos y su desigual
tratamiento, lo que resulta inconciliable con la sociedad libre.9En
contraposicin a stos reclama un Estado de derecho en el cual la
nicacoaccin que ejerza el gobierno sea la de hacer cumplir una ley
conocida y queproteja a la accin privada. Considera que: [] ms bien
que la dimensin de la accin estatal. Lo que importa es la direccin
que se le imprima. La economa de mercado presupone la adopcin de
ciertas medidas por el poder pblico; tal actuacin entraa en ciertos
aspectos facilitar el funcionamiento de dicho sistema.10historia
para examinar las instituciones que occidente a desarrollado para
asegurar la libertadindividual; finalmente, versa sobre las
aplicaciones prcticas de aquellos principios a algunas de
lascrticas situaciones econmicas y sociales de hoy, su anlisis se
centra en las situaciones en que sedaa la libertad. Hayek,
Friedrich, Los Fundamentos de la Libertad, Barcelona, Unin
Editorial, 1996,Tomo I, p. 19.4 Representado por las revoluciones
burguesas de fines del siglo XVIII y del siglo XIX, que
sepresentaban as mismas como un paso importante en la emancipacin
humana, enarbolando lasbanderas de la libertad y la igualdad pero
subordinando claramente el segundo principio al primero,pues si
bien el proyecto capitalista requera de una sociedad que se juzgara
a s misma como libre,igual y fraterna, refrendaba la desigualdad de
las relaciones sociales que se consolidaban con elasenso de la
burguesa. Lettieri, Alberto, La civilizacin en debate. Historia
Contempornea: de lasrevoluciones burguesas al neoliberalismo,
Buenos Aires, Prometeo, 2004, p. 315 Hayek, F., Los Fundamentos de
la Libertad, op. cit., p. 26.6 Ibid., p.p. 26-27.7 Ibid., p. 38.8
Ibid., p. 319.9 Ibid., p. 325.10 Ibid., p. 279. 2
3. En 1947, cuando el estado de Bienestar en la Europa de
posguerra se imponacomo conducta poltica, Hayek convoc a quienes
compartan su orientacinideolgica a una reunin en la pequea estacin
en Suiza de Mont Plerin. Entre losparticipantes estaban no
solamente adversarios firmes del Estado de Bienestareuropeo, sino
tambin enemigos frreos del New Deal norteamericano. En la
selectaasistencia se encontraban, entre otos, Milton Fridman, Karl
Popper, Lionel Robbins,Ludwig Von Mises, Walter Eukpen, Walter
Lippman Michael Polanyi y Salvador deMadariaga. All se fund la
Sociedad de Mont Plerin, una suerte de franco-masonera neoliberal,
altamente dedicada y organizada, con reunionesinternacionales cada
dos aos. Su propsito era combatir el keynesianismo y elsolidarismo
reinante, y preparar las bases de otro tipo de capitalismo, duro y
libre dereglas, para el futuro.11Las circunstancias histricas para
esta prdica eran negativas, pues el capitalismoavanzado estaba
entrando en una larga fase de auge sin precedentes su edad deoro-,
presentando el crecimiento ms rpido de su historia durante las
dcadas de1950 y 1960. Hobsbawm define este estallido econmico
mundial como unageneralizacin del modelo de sociedad industrial
capitalista de Estados Unidosanterior a 1945. El mismo que luego
prolifer por gran parte del mundo- se bas enuna reconversin
industrial mediante el fordismo y el taylorismo,12 la expansin de
laoferta de una amplia y muy variada gama de artculos de consumo,
el desarrollo dela publicidad para consolidar una sociedad de
consumo y la revolucintecnolgica.13 En lneas generales, el Producto
Bruto Interno (PBI) de 56 pases delmundo representantes de los
distintos continentes, de los bloques capitalista ysocialista,
desarrollados y no- que en el ao 1950 era de cinco billones de
dlareslleg a sumar ms de 14 billones de dlares al culminar el ciclo
de los aosdorados, en 1973.14 En el mundo capitalista, sometido
desde siempre a lossacudones de sus comportamientos cclicos, esta
etapa de bonanza tuvo, adiferencias de otras que le antecedieron,
una importante novedad: haba logradoconformar una sociedad de la
opulencia llevando el bienestar a sectores socialesdonde nunca
antes haba rozado. Y en esta expansin de la felicidad tuvieron
unprotagonismo central Estados que innovaban en sus decisiones
econmicasincorporando la planificacin, aumentando sus gastos y
generando recurrentesdficit presupuestario, dando un papel activo a
las organizaciones sindicales einstaurando sistemas impositivos
tendientes a desgravar el consumo y afectar ms11 Anderson, Perry,
Neoliberalismo: un balance provisorio, En Sader, Emir y Gentilli,
Pablo (comp.),La trama del neoliberalismo: Mercado, Crisis y
Exclusin Social, Buenos Aires, CLACSO/Eudeba,2003, p. 2512 Tanto el
taylorismo como el fordismo refieren a nuevos mtodos de organizacin
cientfica deltrabajo aplicado a la produccin industrial por
Frederick Taylor y Henry Ford, respectivamente, entrefines del
siglo XIX y comienzos del siglo XX. En el primer caso, para lograr
una mayor racionalizacinde la produccin se apunto al conocimiento
detallado de las tareas del trabajador, evitando losmovimientos
intiles y a la absoluta separacin entre la gerencia y ejecucin del
trabajo. Por su parte,una de las principales innovaciones
tecnolgicas del fordismo fue la incorporacin de la
cintatransportadora y un mayor rigor en el control de movimientos
de los trabajadores para evitar lostiempos muertos. Adems, de la
mano de Ford se puso en marcha el five dollars a day, que duplicel
salario promedio, incrementando el poder de compra de los obreros,
abriendo paso a la sociedadde consumo.13 Hobsbawam, Eric, Historia
del Siglo XX, Barcelona, Crtica, 1995, p. 266.14 Datos extrados de
Saborido, Jorge, Las transformaciones econmicas, En Arstegui,
Julio;Buchrucker, Cristian y Saborido, Jorge (directores) El Mundo
contemporneo: Historia y problemas,Buenos Aires, Biblos/Crtica,
2001, p. 452. 3
4. las ganancias. En sntesis, era tambin la etapa de los
Estados keynesianos ybenefactores.15Esta realidad era contraria a
los peligros sobre los cules queran advertir losneoliberales. Segn
Anderson la polmica contra la regulacin social, entre tanto,tuvo
una repercusin mayor. Hayek y sus compaeros argumentaban que el
nuevoigualitarismo de este perodo (ciertamente relativo), promovido
por el Estado deBienestar, destrua la libertad de los ciudadanos y
la vitalidad de la competencia, dela cual dependa la prosperidad de
todos.16 Lgicamente la nica igualdad posibleera la igualdad ante la
ley. As lo formula explcitamente Hayek, [] la igualdad de preceptos
legales generales y de las normas de conducta social es la nica
base de igualdad que conduce a la libertad y que cabe implantar sin
destruir la propia libertad [] La igualdad ante la ley, que la
libertad requiere, conduce a la desigualdad material. Con arreglo a
tal criterio, si bien el Estado ha de tratar a todos igualmente, no
debe emplear la coaccin en una sociedad libre con vista a igualar
ms la condicin de los gobernados. El Estado debe utilizar la
coaccin para otros fines.17Desafiando el consenso oficial de la
poca ellos argumentaban que la desigualdadera un valor positivo en
realidad imprescindible en s mismo-, que muchoprecisaban las
sociedades occidentales. La lgica de razonamiento,
queposteriormente dio lugar a la llamada teora del goteo,18 era que
el progreso seligaba naturalmente a la desigualdad; [] el rpido
progreso econmico con que contamos parece ser en gran medida el
resultado de la aludida desigualdad y resultara imposible sin ella.
El progreso a tan rpido ndice no puede proseguir a base de un
frente unificado, sino que ha de tener lugar en forma de escaln con
algunos ms adelantados que el resto.1915 Fue la influencia del
economista ingls John Maynard Keynes (1883-1946) la que ofreci las
basesdel modelo terico del Estado Benefactor donde confluyeron el
pensamiento social democrtico, consu planteamiento de reformas
inmediatas en beneficio de los trabajadores dentro del mismo
sistemacapitalista, y el papel interventor del Estado como va para
solucionar las crisis del capitalismo. Enesta lgica el empleo y las
mejoras salariales implicaban un aumento de la demanda de productos
ypor tanto un estmulo para la economa. El Estado, con ello, a pesar
de incurrir en dficitpresupuestario, puede considerar el gasto
social como una inversin productiva y una solucin a lacrisis. Son
tres las caractersticas ms generales del Estado Benefactor: i)
intervencin directa eindirecta del Estado en la economa como un
medio para enfrentar las crisis del capitalismo, llegandoan a ser
propietario de medios de produccin; ii) implementacin de una serie
de programassociales legales encaminados a paliar los grandes
problemas econmicos y sociales de la poblacintrabajadora, pero al
mismo tiempo para mantener y fortalecer la mano de obra que
necesita laproduccin, aumentando la demanda de productos; iii)
existencia de un sistema de representacin deintereses que expresa
sobre todo en un sistema competitivo de partidos, los cuales
avanzan oretroceden en posiciones de poder dentro del Estado, tanto
mediante la presin poltica como por lademocracia electoral
representativa. Medina Nez, Ignacio,Estado benefactor y reforma
delEstado, En Revista Espiral. Estudios sobre Estado y Sociedad,
Mxico, Centro Universitario deCiencias Sociales y
Humanidades/Universidad de Guadalajara, 1998, N 11; Vol. IV, pp.
28-30.16 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio op.
cit., p. 1617 Hayek, F., Los Fundamentos de la Libertad, op. cit.,
p. 109.18 George Gilder, uno de los tericos de la presidencia de
Ronald Reagan, planteo en la dcada de1980 esta teora, tambin
conocida como teora del derrame, que seala que si se elevan
losniveles de inversin y de consumo de los ricos tambin puede
aumentarse el ingresos de los pobres,pues llega un momento en que
la acumulacin de riqueza derrama, gotea de unos sectoressociales a
otros.19 Hayek, F., Los Fundamentos de la Libertad, op. cit., pp.
62-63. 4
5. En su fase de formacin, la ideologa neoliberal adopt como
discurso la de erigirseen los campeones de la libertad frente a los
avances de los Estadosintervencionista, encontrando all su causa ms
trascendente, su bandera identitariade bien comn para sus
fieles.20El desarrollo del neoliberalismoEl credo de los
neoliberales permaneci en teora por ms o menos veinte aos. Elcambio
de situacin lo provoc la llamada crisis de 1973. Segn Hobsbawm,
lamisma abri una etapa en la que el mundo perdi su rumbo y se
desliz hacia lainestabilidad y la crisis.21 El principal smbolo de
esta recesin fue el sorprendenteaumento de los precios del petrleo
cuadriplicndose el valor del barril de crudo-que precipitaron un
aumento en la emisin de dlares, el desarrollo del mercado
deleurodlar, la inflacin acentuada y el desempleo, originando el
fenmeno de laestagflacin.22 Sin embrago, los sntomas de los
problemas econmicos habancomenzado con la ola inflacionaria del ao
1968, el agravamiento de los conflictoscomerciales entre Estados
Unidos asociado a muestras deficitarias de su balanzade pago- y los
miembros de la Organizacin para la Cooperacin y el
DesarrolloEconmico (OCDE),23 que llevaron al colapso de Bretton
Woods24 y la devaluacindel dlar en 1971.A partir de ah las ideas de
los neoliberales pasaron a ganar terreno. Hicieron supropia
interpretacin de la crisis, cuyas races, afirmaban Hayek y sus
compaeros,...estaban localizadas en el poder excesivo y nefasto de
los sindicatos y, de manerams general, del movimiento obrero, que
haba socavado las bases de laacumulacin privada con sus presiones
reivindicativas sobre los salarios y con supresin parasitaria para
que el Estado aumentase cada vez ms los gastossociales25.El saldo
de estos procesos fue, en el anlisis neoliberal, la cada de los
niveles debeneficio de las empresas y una ola inflacionaria que
detena el crecimientoeconmico. Segn estos diagnsticos las recetas
apuntaban a [] mantener un Estado fuerte en su capacidad de quebrar
el poder de los sindicatos en el control del dinero, pero limitado
en lo referido a los gastos sociales y a las intervenciones
econmicas. La estabilidad monetaria debera ser la meta suprema de
cualquier gobierno. Para eso era necesaria una disciplina
presupuestaria, con la contencin de gasto social y la restauracin
de una tasa natural de desempleo, o sea, la creacin de un ejrcito
industrial de reserva para quebrar a los sindicatos. Adems, eran
imprescindible reformas fiscales para incentivar a los agentes
econmicos (esto significaba reducciones de impuestos sobre las
ganancias ms altas y sobre las rentas). De esta forma, una nueva
y20 Sirlin, Ezequiel, Neoliberalismo. Apuntes sobre una ideologa,
En Marcaida, Elena (Coordinadora)Estudios de Historia Econmica y
Social. De la Revolucin Industrial a la Globalizacin
Neoliberal,Buenos Aires, Editorial Biblos, 2002, p. 224.21
Hobsbawam, Eric, Historia del Siglo XX, op. cit., p. 403.22 Este
trmino surge en la dcada de 1970 para definir la combinacin de dos
fenmenoseconmicos: estancamiento con inflacin.23 La OCDE fue
fundada en 1961 y nuclea a treinta pases del mundo, de los cules
veinticuatro sonconsiderados por el Banco Mundial como de altos
ingresos. Es tambin conocida como el club de losms desarrollados.24
Se trata de un sistema acordado tras la finalizacin de la Segunda
Guerra Mundial para establecerlas reglas de comercio y relaciones
financieras entre los pases ms industrializados del
mundocapitalista. All nace el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional y se impuso el dlar comomoneda internacional.25
Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio op. cit., p.
26. 5
6. saludable desigualdad volvera a dinamizar las economas
avanzadas, entonces afectadas por la estagflacin, resultado directo
de los legados combinados de Keynes y Beveridge (la intervencin
anticclica y la redistribucin social haban deformado el curso
normal de la acumulacin y el libre mercado). La conclusin era que
el crecimiento retomara cuando la estabilidad monetaria y los
incentivos esenciales hubiesen sido restituidos.26La ideologa
neoliberal, bajo las nuevas circunstancias, carg sus tintas sobre
otrosresortes de los Estados intervencionistas y benefactores
apuntando ahora a laineficacia y el costo excesivo de los sistemas
burocrticos que los mismosgeneraban lo que se conjug con argumentos
de tradicin puritana. As, la polticasocial de los Estados en ayuda
de los sectores ms carenciados, comenz a serdenunciada como un
fomento al parasitismo, en la medida en que suprima elprincipal
acicate que obligaba a los pobre a trabajar.27 La batalla librada
entrekeynesianos y neoliberales frente a estas problemticas
econmicas desatadas,segn Hobsbawm, tuvo una fachada de argumentos
que confrontaban tecnicismosde economistas profesionales pero en el
fondo la economa racionalizaba uncompromiso ideolgico, una visin a
priori de la sociedad humana, la que sesustenta en los valores
colectivistas de igualdad y solidaridad, por un lado, y la quese
basa en un egosmo asocial en aras de la libertad individual.28En
este sentido, un rasgo destacable del neoliberalismo es que sus
tericos no seperciben, o mejor dicho, no se muestran a s mismos
como defensores de unaideologa sino de una teora econmica que se
autodefine como la descripcincientfica de la realidad.29 Se razona
aplicando una lgica formal y su principal leyes la del mercado puro
y perfecto. Para Bourdieu este rasgo central del discursoneoliberal
no debe confundirnos pues se trata de una utopa que incluso
comparacon la del marxismo de otros tiempos- puesta en prctica y
convertida en programapoltico. De hecho este autor insiste en una
contradiccin esencial del supuestoprograma cientfico de
conocimiento que proclama el fin de la poltica frente a lasfuerzas
autnomas y automticas del mercado, pues, en definitiva, ello
terminasiendo una forma de hacer poltica. Su proyeccin en el mundo
fue posible slogracias a un inmenso trabajo poltico [] tendente a
crear las condiciones derealizacin y funcionamiento de la teora; un
programa de destruccin metdica delos colectivos.30 As, para que la
utopa neoliberal pudiera tener cabida, se precisde la accin
transformadora y destructora de todas las medidas polticas
protectorasde las estructuras colectivas que obstaculizan el
mercado puro, a saber, la nacin;los grupos de trabajo, los
colectivos de defensa de los trabajadores y la familia.Estas seran
realidades sociales que el neoliberalismo desconoce y destruye
paraconstruir as, en realidad, un sistema econmico conforme a la
descripcinterica.31En este proceso no se puede dejar de mencionar
al vocero ms autorizado de lacorriente monetarista: Milton Fridman,
quien obtiene en 1976 el Premio Novel de26 Ibid., pp. 16-17.27
Sirlin, Ezequiel, Neoliberalismo. Apuntes sobre una ideologa,, op.
cit., p. 226.28 Hobsbawam, Eric, Historia del Siglo XX, op. cit.,
p. 409.29 Bourdieu, Pierre, Contrafuegos. Reflexiones para servir a
la resistencia contra la invasinneoliberal, op. cit., p. 136.30
Ibid., p. 136.31 Ibid., p. 139. 6
7. Economa. Las tesis de Fridman32 representan algo que va ms
all de loestrictamente acadmico, cosa que no sucedi con Hayek.
Fridman fue el grandifusor del pensamiento neoliberal,
principalmente fuera de los crculos acadmicos.Sin embargo, los
postulados de ambos autores no son muy distintos. Por ejemplo,hay
amplios acuerdos en que el poder poltico solo es un instrumento
para preservarla libertad individual y, fundamentalmente, para
garantizar su funcionamiento en ellibre mercado. La idea ms fuerte
de Fridman es que la libertad econmica es un finen s misma, o lo
que es lo mismo, es el fin ltimo. Por ello afirma que la
libertadeconmica no puede ser servicial ni funcional a ningn fin
ulterior, como por ejemplola igualdad, pues si se combate su
reinado se corre el riesgo de quedarse sinninguna de las dos. [] El
uso de la fuerza para lograr la igualdad destruir la libertad, y la
fuerza, introducida con buenas intenciones, acabar en manos de
personas que la emplearn en pro de sus propios intereses. Por otra
parte, una sociedad que ponga en primer lugar la libertad acabar
teniendo, como afortunados subproductos, mayor libertad y mayor
igualdad. La mayor igualdad aunque sea un subproducto de la
libertad, no es un accidente. Una sociedad libre desata las energas
y capacidades de las personas en busca de sus propios objetivos.
Esto impide que algunas personas puedan arbitrariamente aplastar a
otras. No evita que algunas obtengan posiciones privilegiadas, pero
mientras perdure la libertad, sta impide que tales posiciones
privilegiadas se institucionalicen, y dichos individuos estn
obligados a recibir continuos ataques de otras personas capaces y
ambiciosas. Libertad significa diversidad, pero tambin
movilidad.33As, la libertad econmica es una condicin necesaria para
la libertad poltica,aunque no es una condicin suficiente. Por
supuesto, en aras de la libertadeconmica tanto Fridman como Hayek
conceden que puede haber gobierno sinlibertad poltica, pero con
libertad econmica. Como el fin ltimo es la libertadeconmica todos
los medios e instituciones deben estar a su servicio y
paraobtenerla bien se puede llegar a sacrificar las libertades
individuales a nivel polticoy, por ende, las organizaciones
democrticas.34 En palabras del propio Fridman: Nuestra sociedad es
tal como la hacemos. Podemos modelar nuestras instituciones. Las
caractersticas fsicas y humanas limitan las alternativas de que
disponemos. Pero nada nos impide, si queremos, edificar una
sociedad que se base esencialmente en la cooperacin voluntaria35
para organizar tanto la actividad32 La obra principal de Milton
Fridman es: Capitalism and Freedom, publicada en 1962 (University
ofChicago Press; versin castellana: Capitalismo y libertad,
Editorial Rialp, Madrid); y de Milton y RoseFridman: Free to Choose
(la edicin consultada para este trabajo fue la versin en castellano
de1983). En el Prefacio de este ltimo libro se dice que este tiene
dos orgenes, Capitalism andFreedom, ...y una serie de televisin
titulada, al igual que el libro, Libertad de elegir. La serie
seremitida por el Public Broadcasting Service a lo largo de diez
semanas consecutivas en 1980.Fridman, Milton y Fridman, Rose,
Libertad de elegir, Madrid, Ediciones Grijalbo, S.A./Biblioteca
deEconoma, 1983, p. 9.33 Fridman, Milton y Fridman, Rose, Libertad
de elegir, op. cit., pp. 209-210.34 Gmez, Ricardo, Neoliberalismo
globalizado. Refutacin y debacle, Buenos Aires, EdicionesMacchi,
2003.35 En relacin con la tica del mercado hay, segn Fridman, dos
maneras de coordinar la actividadeconmica: a travs de la direccin
centralizada que es la forma coercitiva que elimina las
libertades;y mediante la cooperacin voluntaria en el mercado donde
los individuos en libertad deciden entrar enel juego del mercado e
intervenir en l, sin ningn tipo de coercin. Desde su punto de
vista, laventaja de esta segunda forma es que en estas relaciones
en el mercado ambas partes, comprador yvendedor, se benefician
siempre en la transaccin. 7
8. econmica como las dems actividades; una sociedad que
preserve y estimule la libertad humana, que mantenga al Estado en
su sitio, haciendo que sea nuestro servidor y no dejando que se
convierta en nuestro amo.36As planteadas las cosas, el cuadro se
completa de la siguiente forma: el Estadodebe ser reducido a su
mnima expresin y la sociedad debe regirse en libertadeconmica por
las leyes del mercado. Porque el libre juego de la oferta y
lademanda, es decir, la libre competencia de mercado sin las
constricciones delEstado, funciona eficientemente protegiendo al
consumidor. La perfeccin no es cosa de este mundo. Siempre habr
productos deficientes, charlatanes y timadores. Pero, en conjunto,
la competencia de mercado, si se la deja funcionar, protege al
consumidor mucho mejor que la alternativa ofrecida por los
mecanismos gubernamentales que de forma creciente se ha sobrepuesto
al mercado.37 Uno de los principales argumentos a favor de permitir
la libre manifestacin de las fuerzas del mercado es la gran
dificultad que representa imaginar cul sera el resultado. Lo que es
cierto es que no sobrevivira ningn servicio por el que los usuarios
no estuviesen suficientemente dispuestos a pagar (y hacerlo a unos
precios que generasen para las personas encargadas de dicho
servicio una renta ms adecuada que la de las actividades
alternativas que tuviesen a mano). Ni los usuarios ni los
productores tendran la posibilidad de hurgar en el bolsillo de los
dems para mantener un servicio que no satisface esta
condicin.38Cuando Fridman piensa en un sistema libre de mercado,
considera a los sindicatoscomo particularmente nocivos y cumpliendo
un rol activo al impedir el goteo deriqueza que el crecimiento
econmico puede generar: Cuando los sindicatos consiguen salarios
mayores para sus afiliados restringiendo la entrada en una profesin
o en un oficio, esos salarios ms altos se obtienen a expensas de
otros trabajadores que ven sus oportunidades reducidas. Cuando el
estado remunera a los funcionarios con sueldos ms elevados, estas
percepciones ms altas se conceden a expensas e los contribuyentes,
Pero cuando los trabajadores consiguen salarios y condiciones de
trabajo mejores a travs del mercado, cuando obtienen aumentos
concedidos por empresas que compiten entre s para contratar a los
mejores trabajadores, y alcanzados por trabajadores que luchan
entre s para hacerse con los mejores puestos de trabajo, esos
salarios mayores no se perciben a expensas de nadie. Pueden
provenir slo de una productividad, de una inversin de capital y de
una difusin de los conocimientos y tcnicas mayores. Todo el pastel
es mayor: hay ms para el trabajador, pero tambin para el
empresario, el inversor, el consumidor, e incluso para el
recaudador de impuestos. Este es el modo en el que un sistema de
mercado libre distribuye los frutos del progreso econmico entre
todos los ciudadanos. Este es el secreto de la enorme mejora de las
condiciones de la clase trabajadora a lo largo de los dos ltimos
siglos.39Pero el Estado no desaparece por completo en las ideas de
Fridman sino que su rolprincipal consiste en proteger al mercado y
hacer lo que el mercado no puede hacer36 Fridman, Milton y Fridman,
Rose, Libertad de elegir, op. cit., p. 61.37 Ibid., p. 308.38
Ibid., p. 283.39 Ibid., pp. 341-342. 8
9. por s mismo. As, la principal funcin del Estado es la de
determinar, arbitrar eimplementar las reglas de juego del
mercado.La gran notoriedad que cobran los escritos de Fridman se
debe a su laboriosaexgesis del pensamiento de Adam Smith, su
reinvindicacin del liberalismoeconmico a fines del siglo XVIII y su
firme adhesin al pensamiento mgico de esapoca evidenciada en la
creencia animista de que una mano invisible regula lasacciones de
los hombres y ejerce una influencia bienhechora sobre el mercado-
serevalorizan al proyectarse sobre la escena poltica de los estados
capitalistas; si nofuera por esto, nadie prestara demasiada atencin
a sus ideas econmicas,incorporadas ya desde hace algo ms de un
siglo a la prehistoria de la cienciaeconmica. Por lo tanto, lo que
instala el pensamiento de Fridman en el centro deldebate
contemporneo es su influencia prctica como ideologa burguesa de
unasituacin de crisis y recomposicin autoritaria y conservadora del
capitalismo. Suactualidad proviene as del hecho de que preceptos
fundamentales imperio delmercado, desmantelacin del Estado de
Bienestar y contencin de los avancesdemocrticos- han sido los
principios racionalizadores de conocidas tentativasconservadoras
que, con mayor o menor grado de violencia, se han ensayado en lasms
diversas latitudes.40Las experiencias neoliberales de las dcadas de
1970 y 1980Ahora bien, al promediar la dcada de 1970 comenz en una
vasta regin delcapitalismo avanzado la puesta en prctica de la
ideologa neoliberal. La experienciapionera y ms lograda fue la que
inaugur Margaret Thatcher, en Gran Bretaa, en1979. Su llegada al
poder, luego del llamado invierno del descontento, culmin
congobiernos liderados por el partido Laborista, quienes no
pudieron proteger laeconoma de este pas de los embates de la crisis
mundial, desatada en 1973. Losproblemas de mayor relieve eran el
aumento del desempleo, la inflacin y el parocasi permanente que
propona el sindicalismo ingls. El modelo neoliberal inglstuvo su
sello distintivo en la contraccin de la emisin monetaria, reforma
impositivatendiente a desgravar los ingresos altos, reduccin de
controles en flujos financieros,represin a las huelgas, nueva
legislacin antisindical y un programa deprivatizaciones.Le sigui la
carrera Estados Unidos de la mano de Ronald Reagan, en
1980,impulsando su propia versin neoliberal, ms orientada a
competir militarmente conla URSS, no respet la disciplina
presupuestaria, lanzndose a una carreraarmamentista sin
precedentes.41 Para entender este perfil norteamericano
debemosrecorrer no slo las problemticas econmicas de la dcada de
1970 sino tambinsu situacin externa, considerando que aquel Estado
era el lder capitalista de laGuerra Fra. En este aspecto su
hegemona mundial tambin evidenciaba unadecadencia provisoria, al
punto que, parafraseando al secretario de defensa
JamesSchelesinger, el mundo ya no vea a su fuerza militar como algo
imponente. Enefecto, para 1975, la retirada norteamericana de
Vietnam era la contrapartida delavance de la Unin Sovitica (con
regmenes favorables en frica y en los pasesrabes). En Amrica Latina
un gobierno socialista se inauguraba en Chile con40 Born, Atilio,
Estado, capitalismo y democracia en Amrica Latina, Buenos Aires,
CLACSO, 2004,pp. 117-118,41 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un
balance provisorio, op. cit., pp. 17-18. 9
10. Allende y las guerrillas urbanas y rurales actuaban con
cierta fortaleza en Argentina,Uruguay, Brasil, Per y
Colombia.42Exceptuando a Suecia y Austria, el resto de los pases de
Europa occidental,adoptaron programas liberales en la dcada de
1980.Sobre los triunfos del neoliberalismo de este perodo, Anderson
plantea que laprioridad ms inmediata fue detener la inflacin de los
aos 70.43 Logrndose estecometido tambin se recuper la tasa de
gananciaFinalmente, el tercer aspecto donde el neoliberalismo
obtuvo una perfomanceacorde a sus prioridades fue en el crecimiento
de la tasa de desempleo, concebidocomo un elemento natural y
necesario de cualquier economa de mercado eficiente,lo que sucedi
en forma paralela a la derrota del movimiento sindical. Los
datos,nuevamente proporcionados por Anderson, indican que la tasa
media de desempleoen los pases de la OCDE, que haba sido de
alrededor de 4 por ciento en los aos70, lleg a duplicarse en la
dcada del 80. En suma, el proceso de acumulacin seorient a una
enorme desigualdad de la riqueza; por ejemplo, en el conjunto de
lospases de a OCDE: la tributacin de los salarios ms altos cay un
20 por ciento amediados de los 80 y los valores de la bolsa
aumentaron cuatro veces msrpidamente que los salarios.44Sin
embargo, fue notable la desaceleracin del crecimiento econmico. En
general,en la dcada de 1980 el PBI en las economas avanzadas
tuvieron una tendenciadecreciente o, en el mejor de los casos,
lograron mantenerse. Anderson secuestiona sobre la razn de este
resultado paradojal. Entiende que la explicacinradica en la poca
inversin en los equipamientos productivos en comparacin con
elincremento anual de las dcadas de 1960, 1970 y 1980 (5,5; 3,6 y
2,9 por ciento,respectivamente). A ello se sum la explosin de los
mercados cambiarios, cuyastransacciones puramente monetarias
terminaron por reducir de forma sustancial elcomercio mundial de
mercancas reales. El peso de las operaciones de carcter parasitario
tuvo un incremento vertiginoso en estos aos. Por otro lado, y ste
fue el fracaso del neoliberalismo, el peso del Estado de Bienestar
no disminuy mucho, a pesar de todas las medidas tomadas para
contener los gastos sociales. Aunque el crecimiento de la proporcin
del PNB consumido por el Estado ha sido notablemente desacelerado,
la proporcin absoluta no cay, sino que aument, durante los aos 80,
de ms o menos 46 por ciento del PNB medio de los pases de la OCDE.
Dos razones bsicas explican esta paradoja: el aumento de los gastos
sociales con el desempleo, lo cual signific enormes erogaciones
para los estados, y el aumento demogrfico de los jubilados, lo cual
condujo a gastar otros tantos millones en pensiones.45En cuanto al
resto del mundo, es legtimo insistir en un antecedente perifrico en
laimplementacin del neoliberalismo: Chile, de la mano de la
dictadura militar deAugusto Pinochet, tras el derrocamiento de un
gobierno democrtico y popular, en1973. Salvador Allende fue elegido
presidente de Chile en 1970, siendorepresentante de una coalicin de
partidos de izquierda, la Unidad Popular. Este42 Martn, Gabriel, De
Nixon a Bush II, para entender el Imperio. En:
www.rodolfowalsh.org, 2005.43 Los datos que brinda el autor
reflejan para los pases de la OCDE la cada de la tasa de
inflacindesde un 8,8% a un 5,2% entre los aos de 1970 a 1980. A su
vez en la misma regin la tasa deganancia en la industria se recuper
desde un 4,2%, registrado en los aos 70, a un 4,7% de los
80.Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio, op.
cit., p. 20.44 Ibid., pp. 30-31.45 Ibid., pp. 31-32. 10
11. gobierno nacionaliz la riqueza bsica del pas, entre ellas
el cobre, sin indemnizar asus propietarios, expropi importantes
empresas industriales, todo ello, en el marcode un bloqueo econmico
liderado por Estados Unidos. Tambin increment el gastopblico,
llevndolo al 40 por ciento del PBI. Fue derrocado en 1973 por un
golpemilitar encabezado por el general Pinochet. La prctica
neoliberal del gobierno defacto se orient hacia una poltica de
ajuste antiinflacionario y equilibrio fiscal, laimposicin de un
nuevo cdigo laboral y de desregulacin del trabajo,
programasprivatizadores de seguridad social y de los servicios de
salud y educacin, y aperturaexterna (con reducciones arancelarias
en el comercio y eliminacin de trabas legalesy fiscales para la
introduccin de capital externo), combinado con una ferozrepresin y
violacin a los derechos humanos.En Chile la inspiracin terica era
ms norteamericana que austraca. Ahora, talvinculacin no era del
todo fortuita. Los antecedentes de tal relacin se habannutrido en
los mbitos acadmicos. En 1956 se firm un convenio de
intercambioentre la Universidad de Chicago y la Universidad Catlica
de Chile, interconectandolos departamentos de economa de ambas
universidades. Entre 1959 y 1964 unatreintena de economistas
chilenos se educaron en Chicago, muchos de ellos, luegofuncionarios
pblicos y ejecutivos de empresas, siendo partcipes de una
verdaderatransferencia ideolgica y, a travs de algunas
organizaciones y la prensa, lograronsocializar el neoliberalismo en
la dcada de 1970.46Este caso es interesante no solamente por la
premura en su implementacin, sinotambin porque demostr que era
posible la combinacin de mercado libre yantidemocracia. Era esto
ltimo un aspecto en donde Hayek, a diferencia de
muchospropagandistas occidentales de la Guerra Fra, no encontraba
contradicciones. Estediferenci explcitamente el liberalismo de la
democracia, diciendo que [] la igualdad ante la ley conduce a la
exigencia de que todos los hombres tengan tambin la misma
participacin en la confeccin de las leyes. Aunque en este punto
concuerden el liberalismo tradicional y el movimiento democrtico,
sus principales intereses son diferentes. El liberalismo (en el
sentido en que tuvo la palabra en Europa en el siglo XIX, al que
nos adherimos en este captulo) se ocupa de la limitacin del poder
coactivo de todos los gobiernos, sean democrticos o no, mientras el
demcrata dogmtico slo reconoce un lmite al gobierno: la opinin de
la mayora.47Sin poner en discusin el valor tico y moral del
liberalismo, s lo hace con lademocracia al decir: El uso corriente
e indiscriminado de la palabra democraciacomo trmino general de
alabanza no carece de peligro. Sugiere que, puesto que lademocracia
es una cosa buena, su propagacin significa una ganancia para
lacomunidad. Esto pudiera parecer absolutamente cierto, pero no lo
es.48 Cabraenumerar, entonces, las situaciones en que Hayek
desestima la democracia.Primero, no es un fin en s mismo, por lo
tanto no puede justificarse que un estadodemocrtico pretenda
extenderse, en el sentido de dominar, sobre otro.49 Segundo,el
principio democrtico de soberana popular tiene sus lmites en
principioscomunes, como el reconocimiento de la libertad
individual, y ninguna mayora46 Cceres Quiero, Gonzalo, El
Neoliberalismo en Chile: implantacin y proyecto, 1956-1983,
En:www.uv.es, (s/f).47 Hayek, F., Los Fundamentos de la Libertad,
op. cit., p. 127.48 Ibid., p. 129.49 Ibid., p. 130. 11
12. puede conceder a sus miembros privilegios sobre estos, de
lo contrario se corre elriesgo de la demagogia.50La democracia
aparece, en el diagnstico neoliberal, como el causante final de
lacrisis. Y la terapia propuesta es clara: el prolijo recorte de
las exigencias populares,que la crisis no cesa de incentivar y
reproducir, es lo nico que puede poner fin a lafatal sobrecarga del
Estado y al recalentamiento de la economa. Si la primeragenera
dficit fiscal y erosiona la legitimidad de las autoridades, porque
nadie puedehacer frente a la explosin de demandas, el
recalentamiento de la economavendra a cerrar este presunto crculo
vicioso con la inflacin y el estancamiento. Deah que los tericos
neoliberales exalten la apata y la indiferencia ciudadanas,
laprivatizacin de los problemas del bienestar y muchos otros rasgos
que antaofueran denunciados como brbaros anacronismos en la cultura
poltica de lassociedades perifricas, pero cuya funcionalidad para
la preservacin del dominio delcapital es, durante la crisis,
oportunamente redescubierta. El ataque a los excesosdemocrticos
paralizantes de la presunta vitalidad del mercado, desemboca
enalgunos casos ms explcitamente que en otros- en una apologa del
gobiernoautoritario: el reconocimiento de las tensiones
estructurales de la democraciacapitalista remata en un argumento
por el cual estas se transforma, perversa einexorablemente, en una
estructura ingobernable.51Retomando la mirada por pases, otra
experiencia aislada en Amrica Latina, pues elviraje continental al
neoliberalismo comenz muy a finales de la dcada de 1980 y,sobre
todo, en los 90, fue Bolivia. En este pas, los aos 80 vivenciaron
el freno alcrecimiento econmico que haba estado sostenido en las
exportaciones de estaoen el mercado mundial a precios ptimos. El
principal saldo de esta situacin fue eldescrdito al gobierno
militar de turno, una gran deuda externa, hiperfinflacin ydficit en
la balanza de pagos. En tales circunstancias se produjo la cada
delgobierno de Banzer y la asuncin del gobierno de Siles Suazo, en
1982, aunque nosu estabilidad poltica. En 1985 ste debi renunciar
ocupando la presidencia VctorPaz Estenssoro. Fue quin introdujo las
medidas de corte neoliberal con el Decreto21.000. A diferencia de
Chile, Bolivia present una versin neoliberal msprogresista al
basarse en un rgimen poltico popular.52Ahora bien, en general, los
pases de Amrica Latina revelaron en esta poca undrama comn: la
deuda externa. Un Informe del Banco Mundial del ao 1993 afirmaque
durante los ltimos aos de la dcada de 1970 y los primeros de la de
1980, lamayora de los pases en desarrollo (especialmente los
latinoamericanos)contrajeron deudas externas en forma desenfrenada.
Entre 1975 y 1982 la deudaexterna a largo plazo de Amrica Latina se
cuadruplic, pasando de U$S 45.200millones a U$S 176.400 millones;
en 1982 la deuda total de la regin -que incluye ladeuda a corto
plazo y el crdito del FMI- ascenda a U$S 333.000 millones.
Esteenorme aumento de la deuda se debi a la liberalidad con que la
comunidadfinanciera internacional, en particular los bancos
comerciales, proporcionaron fondosa los pases en desarrollo despus
de la crisis del petrleo de 1973. El ritmo al cuallos pases
latinoamericanos estaban acumulando deudas a fines de los aos
setentay principios de los ochenta -a razn de ms del 20 por ciento
anual- era insosteniblea mediano y largo plazo, e inevitablemente
haba que efectuar algn tipo de ajuste.5350 Ibid., p. 132.51 Born,
Atilio, Estado, capitalismo y democracia en Amrica Latina, op.
cit., p. 246.52 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance
provisorio, op. cit., p. 2453 En general, la razn entre la deuda y
el PBI de un pas no puede exceder de cierto nivel deequilibrio.
Cuando se llega a ese nivel la transferencia de recursos es igual a
la diferencia entre la 12
13. La gravedad de la crisis asombr al mundo; en vez de
producirse una reduccinordenada y lenta de los emprstitos, en 1982
se produjo una grave crisis queprcticamente paraliz las corrientes
netas de capital.54Luego, en el citado Informe se analizan las
polticas aplicadas por los pases deAmrica Latina en los cinco aos
posteriores al estallido de la crisis de la deuda(1982-1987) las
cuales, se afirma, se caracterizaron por la ejecucin de programasde
ajuste de emergencia tendientes a generar supervit muy grandes por
perodoscortos. Se plantea all que, ...dada la interrupcin sbita del
financiamiento externoa partir de 1982, a los pases de Amrica
Latina casi no les qued ms alternativaque usar todos los
instrumentos de que disponan para lograr el cambio de posicinque
necesitaban en sus cuentas comerciales.55 Segn la misma fuente,
esto setradujo en un proceso de ajuste costoso y muy desordenado,
que caus unadisminucin drstica del ingreso real, un gran aumento
del desempleo y una rpidaaceleracin de la inflacin. As, a mediados
de los aos ochenta, como la crisis seprolongaba indefinidamente,
varios pases decidieron experimentar con polticas deajuste
heterodoxas en las cuales se pona nfasis en el control de los tipos
decambio y los precios y se restaba importancia a la regulacin de
la demanda y ladisciplina fiscal. Los planes Austral (Argentina),
Cruzado (Brasil) y APRA (Per),constituyeron los intentos por
ejecutar estos programas econmicos heterodoxosen la regin. Estos
programas rpidamente tropezaron con dificultades y al cabo deunos
pocos meses fueron abandonados.Resumiendo, en la dcada de los 60
las economas latinoamericanas crecieron auna tasa anual del 5,7 por
ciento, y en la dcada siguiente, a pesar de los problemasderivados
de la crisis del petrleo y la recesin en los pases
industrializados, lohicieron al 5,6 por ciento. En los
neoconservadores aos 80, cuando las polticasortodoxas prevalecieron
casi sin contrapeso, la tasa de crecimiento fue de tan slo el1,3
por ciento, incluso se transforma en negativa al tomarse en cuenta
el crecimientode la poblacin. El camino neoliberal hacia el Primer
Mundo, por lo tanto, no es otracosa que un mito, hbilmente manejado
por las clases y fracciones que actualmentedetentan la hegemona en
el sistema capitalista internacional.56El neoliberalismo en la
dcada de 1990Para muchos cientficos sociales los aos 90 del siglo
XX nos adentraron en uncambio de poca, cuyo smbolo central fue la
descomposicin del socialismo real, enla URSS y, con ello la
desaparicin como realidad viva de lo que fue la granalternativa al
modelo capitalista.57 Esto, lgicamente, va a imprimir una nueva
fasede la ideologa neoliberal, ms all de los balances actuales a
sus planestasa de crecimiento del PBI real y la tasa de inters real
multiplicada por el monto de la deuda. Lamayora de los pases
latinoamericanos violaron sistemticamente este principio bsico de
lasolvencia en los ltimos aos de la dcada de 1970 y primeros aos de
la de 1980 (Banco Mundial1993a).54 Banco Mundial, Improvisacin y
desorden: el ajuste en el perodo de 1982-87, En Diez aosdespus de
la crisis de la deuda. Oficina Regional de Amrica Latina y el
Caribe, Washington, D.C.,1993a.55 Ibid.56 Born, Atilio, La sociedad
civil despus del diluvio neoliberal, En Sader, Emir y Gentilli,
Pablo(comp.), La trama del neoliberalismo: Mercado, Crisis y
Exclusin Social, Buenos Aires,CLACSO/Eudeba, 2003b, p. 60.57
Arstegui, Julio y Saborido, Jorge, Hacia una nueva poca? Los aos
90. En Arstegui, Julio;Buchrucker, Cristian y Saborido, Jorge
(directores), El Mundo contemporneo: Historia y problema,Buenos
Aires, Biblos/Crtica, 2001, p. 787. 13
14. econmicos, por cierto, no muy prometedores. En efecto, y en
definitiva, aunque losciclos recesivos58 no cedieron frente a las
polticas diseadas con ajustes fiscales ypresupuestarios, olas de
privatizaciones y despidos masivos de trabajadores, en ladcada de
1990 el neoliberalismo se volvi ideolgicamente hegemnico. Este
pasorequiere varias vetas de anlisis que intentaremos atravesar.En
primer lugar, el proceso de descomposicin de la URRS, sus efectos
mundiales ysu apego al plan neoliberal. Hacia 1980 se pusieron en
evidencia los problemasestructurales de la economa planificada
sovitica, es decir, la ineficacia productiva,el atraso agrcola y la
escasez de bienes de consumo. Esto comenz a ser terrenode discusin
en el Partido Comunista de la Unin Sovitica, cuyo desenlace fue
en1985, el nombramiento como secretario del mismo de un reformista,
MijalGorvachov. Su programa, Perestroika y Glasnot, avanz en lo
poltico hacia lademocratizacin del sistema electoral, la autonoma
financiera y la supresin de lastrabas administrativas, mientras en
lo econmico se apost a la expansin de lasrelaciones mercantiles.
Los primeros resultados de esta poltica no fueron positivos,pronto
se dio una situacin de desabastecimiento, desempleo, crecimiento
delmercado negro, dficit fiscal, inflacin.59 Segn Hobsbawm, [] la
desintegracin econmica ayud a acelerar la desintegracin poltica y
fue alimentada por ella. Con el fin de la planificacin y de las
ordenes del partido desde el centro, ya no exista una economa
nacional, sino una carrera de cada comunidad [] hacia la
autoproteccin y autosuficiencia [] El punto sin retorno se alcanz
en la segunda mitad de 1989.60En pocos meses todos los pases de la
Europa del este que haban permanecidobajo la rbita sovitica, desde
1940, acabaron con el rgimen socialista, siendo suprincipal smbolo,
el derrumbe del Muro de Berln, junto a la retirada de las
tropassoviticas de Alemania oriental.Esto significaba, a su vez, el
fin de la Guerra Fra, justo cuando el Capitalismotriunfante era el
que estaba siendo delineado por Reagan y Thatcher. Los
nuevosarquitectos de las economas poscomunistas en el Este, gente
como Balcerovicz enPolonia, Gaidar en Rusia, Maus en la Repblica
Checa, eran ardientes seguidoresde Hayek y Fridman, con un
menosprecio total por el keynesianismo y por el Estadode Bienestar,
por la economa mixta y, en general, por todo el modelo dominante
delcapitalismo occidental correspondiente al perodo de posguerra.61
El dinamismocontinuado del neoliberalismo como fuerza ideolgica a
escala mundial estaba ahorasustentado en gran parte por este efecto
de demostracin del mundo post-comunista. Los neoliberales podan
ufanarse as de una transformacinsocioeconmica que perdurara por
mucho tiempo ms.62Pero si Gorvachov fue uno de los responsables de
la desintegracin de la URSS ydel boque sovitico, otro actor, Boris
Yeltsin, fue quien introdujo el neoliberalismo apleno en la
flamante Federacin Rusa. As, una nueva asamblea llamada Congreso58
La dcada de 1990 se caracteriza por la inestabilidad, por ejemplo,
estuvo sacudida por sucesivascrisis financieras como la europea de
1992, la del efecto tequila mejicana de 1994, el crac asiticode
1997, la crisis de Rusia en 1998 y la crisis de Amrica Latina en el
ciclo 1998-1999. Ibid., p. 795.59 Mazzeo, Miguel, La va no
capitalista. La economa de planificacin socialista en la
UninSovitica. En Marcaida, Elena (Coordinadora) Estudios de
Historia Econmica y Social. De laRevolucin Industrial a la
Globalizacin Neoliberal, Buenos Aires, Editorial Biblos, 2002, p.
169.60 Hobsbawm, E, Historia del siglo XX, op. cit., p. 482.61
Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio, op. cit.,
p. 33.62 Ibid., p. 34. 14
15. de los Diputados del Pueblo, fue elegida en marzo de 1990
en unas elecciones libresy competitivas. En 1991 Rusia cre una
nueva oficina gubernamental, la presidencia.Para cubrir esta funcin
se celebraron elecciones que conferan legitimidad popularal cargo,
siendo elegido Yeltsin en junio de 1991. El flamante presidente
intentoimponer un programa de reformas econmicas, la llamada
terapia de choque, quepermitiera una rpida transicin de una economa
estatal a una de libre mercado.El impacto del cambio experimentado
en el bloque sovitico alcanz dimensionesms dramticas porque no logr
construir un orden capitalista estable. En Rusia elsaldo principal
al promediar los 90 era una enorme concentracin de la riqueza (un2
por ciento de la poblacin concentraba cerca del 60 por ciento de la
riqueza y el 53por ciento viva bajo el umbral de la pobreza) a lo
que se suman otras cifrasescandalosas, como la de su deuda externa
(180 millones de dlares) y la salida decapitales (cerca de 250 mil
millones de dlares). No obstante, luego de un sacudnfinanciero en
1998 y la devaluacin del rublo, su economa experiment
algunarecuperacin en base a las exportaciones de petrleo y
financiamientos del FMI.63Esta enorme transformacin provocada por
el colapso del socialismo en Europa sehizo en el marco de un
capitalismo triunfante que estaba convencido de conocer laspautas
lgicas y ptimas para el desarrollo econmico en el mundo.
Laquintaesencia de ello iba a consistir en una serie de recetas
econmicas conocidascomo el Consenso de Washington. De acuerdo con
sus principios, el logro debuenos resultados requera de la
liberacin comercial, de la estabilidadmacroeconmica y de la
correcta determinacin de precios; y una vez que elgobierno ha
tratado estas cuestiones en forma satisfactoria especialmente, una
vezque el Estado es apartado de camino-, se asume que los mercados
privadosdistribuirn eficientemente los recursos y generarn un
fuerte crecimiento.64 La seriede recomendaciones en l contenidas
provenan de los organismos financierosinternacionales (FMI, Banco
Mundial) y del Tesoro de los Estados Unidos.Originalmente ese
paquete de medidas econmicas estaba pensado para los pasesde Amrica
Latina, pero con los aos se convirti en un programa general.
Lascondiciones pragmticas enumeradas son las siguientes: 1)
disciplina presupuestaria, entendiendo por ello la eliminacin del
dficit presupuestario como mecanismo para solventar los gastos
sociales y mantener en forma ficticia el pleno empleo; 2) cambio en
la composicin del gasto pblico, para ello se consensuaba en la
prioridad de las reas rentables, dejando de lado todas aquellas
subvenciones a los sectores considerados de baja productividad, por
ejemplo ferrocarriles en lugares marginales, pero tambin esto
apuntaba al sector educativo y de salud; 3) reforma fiscal
encaminada a buscar bases imponibles amplias, para ello, se
eliminaba el sistema tributario progresivo que slo afectaba a los
sectores de ms altos recursos, establecindose impuestos que
afectaran a todos los sectores sociales, por ejemplo, los bienes de
consumo; 4) apertura financiera y liberalizacin de los tipos de
inters, destinado a generar condiciones de libertad en el flujo de
capitales financieros y de dinero; 5) bsqueda y mantenimiento de
tipos de cambios competitivos, que facilitaran las transacciones
financieras;63 Arstegui, Julio y Saborido, Jorge, Hacia una nueva
poca? Los aos 90, op. cit., p. 799.64 Stiglitz, Joseph, Ms
instrumentos y metas ms amplias para el desarrollo. Hacia el
consensopost-Washington, en: Desarrollo Econmico, Revista de
Ciencias Sociales, Buenos Aires, IDES,1998, N 151, Vol. 38, p. 691.
15
16. 6) liberalizacin comercial, reduciendo las barreras
arancelarias, volviendo a un sistema de libertad absoluta en el
flujo de importaciones y exportaciones; 7) apertura de la entrada
de inversiones extranjeras directas, considerando a stos como el
mecanismo mas idneo de consolidar una economa internacional
integrada y para el desarrollo de las economas nacionales; 8)
privatizaciones a partir de las cuales el Estado deje de ser
productor de bienes y servicios; 9) desregulacin de los mercados,
eliminando todas las restricciones al intercambio mundial; 10)
garanta de los derechos de propiedad.65Luego volveremos sobre otras
regiones que adoptaron el Consenso de Washingtoncomo cuaderno de
tareas, adems de varios de los pases ex miembros del
bloquesocialista europeo. Antes es preciso detenernos en un segundo
plano de anlisispara evaluar la fortaleza del neoliberalismo en los
90. El desplome socialista, segnAnderson, provoc el mejor y mayor
triunfo del neoliberalismo, pues se afirmprincipalmente en el plano
poltico e ideolgico al haber diseminado la simple ideade que no hay
alternativas para sus principios, y que todos, partidarios y
opositores,tiene que adaptarse a sus normas [] Este fenmeno se
llama hegemona.66La gran victoria neoliberal tuvo, como amerita la
poca, su propio montajesensacionalista y de difusin mundial a travs
de la obra de Francis Fukuyama, ElFin de la Historia.67 Sus
palabras son ms que elocuentes como para comprender elsignificado
de este nuevo credo: El siglo XX presenci como el mundo
desarrollado descenda hasta un paroxismo de violencia ideolgica,
cuando el liberalismo batallaba con los remanentes del absolutismo,
primero, luego, con el bolchevismo y el fascismo, y, finalmente con
un marxismo actualizado que amenazaba con conducir al Apocalipsis
definitivo de la guerra nuclear. Pero el siglo comenz lleno de
confianza en el triunfo que al final obtendra la democracia liberal
occidental, parece, al concluir, volver en un crculo a su punto de
origen: no a un fin de la ideologa o a una convergencia entre
capitalismo y socialismo, como se predijo antes, sino a la
impertrrita victoria del liberalismo econmico y poltico [] lo que
podramos estar presenciando no es slo el final de la guerra fra, o
la culminacin de un periodo especfico de la postguerra, sino el fin
de la historia como tal: esto es, el punto final de la evolucin
ideolgica de la humanidad y la universalizacin de la democracia
liberal como forma final de gobierno humano.68Para Francis Fukuyama
al fin de la historia se ha llegado porque ya no hayposibilidad de
conflicto ideolgico lo que equivale a decir que el liberalismo
apareceno slo como vencedor sino que es la ltima ideologa
victoriosa, el corpus queconsigui la victoria final. As entendido,
el fin de la historia contiene en s mismotoda una carga terica: la
poltica se convertir en una extensin de los procesosreguladores de
los mercados. El idealismo ser reemplazado por la gestin65 .
Lettieri, Alberto, La civilizacin en debate op. cit., p. 432.66
Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio, op. cit.,
p. 2767 En 1989 Francis Fukuyama escribi un ensayo titulado El Fin
de la Historia, publicado en elperidico de asuntos internacionales
The National Interest. De all nacin el libro The End of Historyand
the Last Man (El fin de la Historia y el ltimo hombre), en 1992.68
Francis Fukuyama, El fin de la Historia, artculo publicado
originalmente en la revista The NationalInterest, 1988, basado en
la conferencia que el autor dictara en John Molin Center for
Inquiry Into theTheory and Practice or Democracy de la Universidad
de Chicago, pp. 2-3. Versin digital:www.fulide.org.bo 16
17. econmica y la resolucin de problemas tcnicos en busca de la
satisfaccin delconsumidor.69Con esta proclama Fukuyama lig la
democracia liberal con la prosperidadcapitalista en un nudo
terminal y enftico.70 Segn Lettieri, la expresin el fin de
lahistoria refiere a una frase de Hegel y a una supuesta definicin
de Marx, peroFukuyama la utiliza errneamente porque el primero la
habra usado para referirse altriunfo del Estado, y Marx no habra
hablado del fin de la historia sino de laprehistoria del
hombre.71Entre las mltiples respuestas crticas a esta visin, la ms
generalizada sostiene suinconsistencia pues basta anteponer el
simple sentido comn de la naturalezacambiante del ser humano. Born,
por ejemplo, se pregunta: acab el movimientode la historia?, al fin
y al cabo, parafraseando a Jean Jacques Rousseau: si Romay Esparta
murieron, qu Estado puede esperar durar toda la eternidad?.72
Unsegundo frente de ataque fue la idea de que su esquema de
pensamiento descuidala perseverancia de la desigualdad y la miseria
en las sociedades capitalistas, lo quenecesariamente matiza el
triunfalismo liberal. Respecto a esta cuestin claveFukuyama
descifra las causas de la desigualdad en razones culturales y se
adhierea la visin oficial de los aos ochenta que concede una
confianza ciega alconsumismo capitalista. Finalmente, el fin de la
historia que propone lejos de ser unestadio perfecto para la
humanidad consiste bsicamente en la eliminacin de
otrasalternativas. 73Pero los aos noventa transitaron con otros
claros indicios de la hegemonaneoliberal. En efecto, adems de los
pases ex -miembros del mundo socialistaeuropeo, otro territorio de
experimentacin neoliberal a pleno fue Amrica Latina. Yahemos dicho
que Chile en primer lugar y Bolivia en menor medida haban sido
dosde los estados del subcontinente ms prematuros en la aplicacin
de polticasneoliberales. Pero, el verdadero clima neoliberal en
esta regin del mundo,encuadrado en el Consenso de Washington y en
la recuperacin de sistemasdemocrticos formales superadores de los
gobiernos y regmenes militaresanteriores-,74 se inici con la
presidencia de Carlos Salinas, en Mjico, en 1988, lade Carlos
Menem, en Argentina, en 1989, la segunda presidencia de Carlos
AndrsPrez en Venezuela y la de Alberto Fujimori (Per) y Fernando
Collor de Mello69 Fukuyama, Francis, El fin del hombre, Madrid,
Ediciones Punto de Vista, 2003, p. 314.70 Anderson, Perry, Los
fines de la Historia, Barcelona, Anagrama, 1997, segunda edicin, p.
98.71 Lettieri, Alberto, La civilizacin en debate. Historia
Contempornea: de las revoluciones burguesasal neoliberalismo,
Buenos Aires, Prometeo, 2004, p. 432.72 Born, Atilio, El
pos-neoliberalismo: un proyecto en construccin, En: Sader, Emir y
Gentilli, Pablo(comp.), La trama del neoliberalismo: Mercado,
Crisis y Exclusin Social, Buenos Aires,CLACSO/Eudeba, 2003c, p.
136.73 Anderson, Perry, Los fines de la historia , op. cit., pp.
99-103.74 En Amrica Latina hubo un predominio de regmenes militares
en la dcada de 1970, las quecorrespondan a distintos perfiles (unas
fueron las dictaduras personales y patriarcales, otros fueronlas
que correspondan a los regmenes burocrticos y desarrollistas, la
tercera categora de gobiernosmilitares nacionalistas y reformistas,
y finalmente, dictaduras de corte terroristas). Al promediar
estadcada algunos pases de esta regin recuperaron sistemas
democrticos siendo el gran impulsodemocratizador el derrocamiento
militar en Argentina, en 1983. Cattneo, L. y Luchilo, L,
AmricaLatina, 1914-1990, En Arstegui, Julio; Buchrucker, Cristian y
Sabordio, Jorge (directores), El Mundocontemporneo: Historia y
problemas, Buenos Aires, Biblos/Crtica, 2001, p. 780. Sin embargo,
setrat de una democratizacin que apenas gan espacio en los
discursos, en retricas, pero donde laciudadana qued cancelada por
las polticas instrumentadas que excluyen de su ejercicio efectivo
agrandes sectores de la poblacin. Born, Atilio, El
pos-neoliberalismo: un proyecto enconstruccin, op.cit, p. 137.
17
18. (Brasil) en 1990. Comparativamente, aqu se aplic con ms
fuerza y rigidez elrecetario de polticas neoliberales.Segn
Anderson, de las cuatro experiencias vividas en esta dcada, podemos
decirque tres registraron xitos impresionantes a corto plazo
(Mxico, Argentina y Per) yuna fracas: Venezuela. La condicin
poltica que garantiz la deflacin, eldesempleo y la privatizacin de
las economas mexicana, argentina y peruana fueuna concentracin
formidable del poder ejecutivo; algo que siempre existi enMxico, un
rgimen de partido nico. Sin embargo, Menem y Fujimori tuvieron
queinnovar con una legislacin de emergencias, autogolpes y reformas
de laConstitucin. Esta dosis de autoritarismo poltico no fue
posible en Venezuela, conuna democracia partidaria ms continua y
slida que en cualquier otro pas deAmrica del Sur, y el nico que
escap de las dictaduras militares y regmenesoligrquicos desde los
aos 50. De ah el colapso de la segunda presidencia deCarlos Andrs
Prez. A pesar de esto sera arriesgado concluir que en AmricaLatina
slo los regmenes autoritarios pueden imponer con xito las
polticasneoliberales. El caso de Bolivia, donde todos los gobiernos
electos despus de1985, tanto el de Paz Zamora como el de Snchez de
Lozada, continuaron con lamisma lnea, est ah para comprobarlo. La
leccin que deja la larga experienciaboliviana es clara. Existe un
equivalente funcional al trauma de la dictadura militarcomo
mecanismo para inducir democrtica y no coercitivamente a un pueblo
aaceptar las ms drsticas polticas neoliberales: la hiperinflacin.
Sus consecuenciasson muy parecidas.75Si nos atenemos a los
indicadores de crecimiento econmico, se puede observarque la regin
recuper su tono expansivo en comparacin a la dcada anterior enla
dcada de 1980 se calcula en un (-)1 por ciento de crecimiento en el
PBI percpita- pero con tasas de crecimiento moderadas, 1,5 por
ciento. Segn se infiere dela grfica siguiente el comportamiento
regional del PBI, adems de moderado puedefragmentarse en dos
momentos. Tanto en 1995 como en 1999 las tasas decrecimiento del
PBI por habitante fueron negativas. Ambas crisis econmicas
estnmotivadas por factores externos que golpean las economas en
fase de transicin.En 1995 fue Mxico quin sufri las consecuencias de
la prdida de confianza de lospropietarios de ttulos de deuda, los
que iniciaron una retirada sistemtica delmercado mexicano. Sus
efectos se hicieron sentir hasta Argentina, donde la
crisisfinanciera internacional adquiri el nombre de "tango". En
1998 y 1999, la depresineconmica de los pases latinoamericanos ha
estado ligada a los efectos de la crisisde la regin asitica, donde
las economas emergentes sufrieron el ataque de loscapitales
voltiles, una vez que se puso en evidencia las presiones
devaluadorassobre sus monedas.75 Anderson, Perry, Neoliberalismo:
un balance provisorio, op. cit., p. 36. 18
19. Fuente: CEPAL, Balance preliminar de las economas de Amrica
Latina y el Caribe, Santiago de 76 Chile, CEPAL, 1999.Este
comportamiento oscilante se vincul al predominio de las
exportaciones y, porende, su sensibilidad al comportamiento de los
mercados externos. Adems,Amrica Latina haba recuperado en esta
dcada el acceso al crdito internacional.Con estas circunstancias
econmicas, dos de los resortes de ataque neoliberallograron
controlarse, la inflacin77 y el gasto pblico. Sin embargo, el
crecimientoeconmico puso de relieve fuertes contrastes con los
indicadores de desarrollohumano, pues el ajuste y reformas
neoliberales fueron posibles slo con fuertesefectos sociales.78En
este marco general, para el caso de Amrica Latina, la poltica
social fueencarada, transitoria e inicialmente, como un conjunto
restrictivo de medidasorientadas a compensar los efectos
inicialmente negativos del ajustemacroeconmico, segn el discurso
generalizado de la poca. Es as que, luego desuperada la etapa
inicial, los neoliberales pronosticaban que la reactivacin y
elsaneamiento de la economa de mercado generaran los equilibrios
bsicos,quedando a lo sumo un minoritario porcentaje de poblacin
necesitado de laatencin pblica.En este marco argumental lo social
se considera ante todo una dimensin del gasto,no de la inversin;
donde el concepto de desarrollo social se diluye y cede terreno
alde compensacin social.79 En consecuencia la poltica social se
contrae, y sus dosfunciones tradicionales -acumulacin y
legitimacin- experimentan severas76 Citado por Yaez, C., Amrica
Latina en los noventa: los dficit del crecimiento,
En:www.americaeconomica.com, (s/f).77 Calculada desde el 200 al 900
por ciento entre 1991 y 1993, consigui reducirse hasta el 25
porciento en 1995, y llegar al nivel ms bajo en 1999, coincidiendo
con la depresin, cuando se sita pordebajo del 10 por ciento78 Yaez,
C., Amrica Latina en los noventa op. cit.79 Bustelo, Eduardo, La
produccin del Estado de Malestar. Ajuste y poltica social en
AmricaLatina, En Minujin, Alberto y otros: Cuesta abajo. Los nuevos
pobres: efectos de la crisis en lasociedad argentina, Buenos Aires,
UNICEF/Losada, 1993. 19
20. adaptaciones. La cuestin de la contraccin de la poltica
social se presta a debate,especialmente en lo que toca a los fondos
asignados a su financiamiento. Por unlado, los registros pblicos o
de organismos internacionales son, en lo referente aeste punto, muy
insatisfactorios y usualmente poco comparables. Por otro lado,
lascifras disponibles usualmente se refieren a las sumas
presupuestadas y no a lasefectivamente ejecutadas, y la diferencia
entre unas y otras suele ser muy grandes.As puede aceptarse que,
salvo en Costa Rica, las cifras de gasto socialefectivamente
ejecutado, por habitante, han tendido a reducirse sensiblemente
enlos 90.80La poltica social neoliberal tiende, adems, a cumplir la
funcin de acumulacin entrminos financieros, o bien ligando el
mejoramiento de la situacin social de losdestinatarios al
desarrollo de actividades microempresariales. Lo primero se
advierteclaramente en el caso de la privatizacin de los sistemas de
jubilaciones ypensiones; independientemente de la discusin respecto
de las ventajas ydesventajas de los sistemas privados, es claro que
un efecto inmediato de laprivatizacin es poner a disposicin del
mercado de capitales recursos financierosconsiderables, dinamizando
los mecanismos de acumulacin. La segunda dimensinde la funcin de
acumulacin corre por cuenta de los programas de inversin
social,orientados hacia las micro y pequeas empresas81, a las
cuales se busca dotar decondiciones de competitividad y
rentabilidad. Esto ltimo es fuertemente fomentadodesde las polticas
estatales en base a financiamientos de organismosinternacionales y
ejecutado por grupos tcnicos privados.82 Sin embargo, muchas
deestas experiencias terminaron en fracaso.83En otros aspectos, la
poltica social del neoliberalismo asume un carctereminentemente
asistencial, apuntando a segmentos determinados de la poblacinen
condiciones de pobreza extrema.84 Deja de tener una funcin
integradora puesmucho ms que incorporar a la poblacin de bajos
niveles de ingreso a condicionessatisfactorias de empleo y de vida,
apunta a impedir un mayor deterioro de lapoblacin que ya se
encuentra en condiciones de pobreza, y presta asistencia a
lasvictimas del ajuste.85 Los riesgos de ineficacia son evidentes
porque una cosa eshacer poltica asistencial cuando los necesitados
constituyen una porcin reducidade la poblacin; otra muy distinta
cuando componen entre el 40 y el 65 por ciento dela poblacin total
-como en muchos pases de Amrica Latina a mediados de los80 Vilas,
Carlos, De ambulancias, bomberos y policas: La poltica social del
neoliberalismo, EnDesarrollo Econmico, Buenos Aires, IDES, 1998a, N
144, Vol. 36.81 Si bien no hay una forma unvoca de definirlas, para
el casa de Amrica latina en general y laArgentina en particular, en
la dcada de 1990 el principal criterio para definir a las empresa
fue lacantidad de ocupados (y no el monto de la facturacin anual,
por ejemplo). Los autores que definan alas distintas empresas con
este criterio distinguan los siguiente tipos: Microempresa: hasta 5
o 10ocupados (dependiendo la fuente); Pequea empresa: de 6 o 11 a
49 ocupados; Mediana empresa:de 50 a 99 ocupados; Gran empresa: ms
de 100 ocupados. Bergesio, Liliana, Ganarse la vida.Trabajadores
cuentapropia del sector familiar en la estructura socio-econmica de
San Salvador deJujuy, Jujuy, FUNDANDES/FHyCS-UNJu, 2000, p. 63.82
Bergesio, Liliana, Ganarse la vida. Trabajadores cuentapropia del
sector familiar en la estructurasocio-econmica de San Salvador de
Jujuy, Jujuy, FUNDANDES/FHyCS-UNJu, 2000.83 En este libro, en el
trabajo de Bergesio et al. se analiza un caso para la provincia de
Jujuy.84 Grassi, Estela, Hitze, Susana y Neufeld, Mara Rosa,
Polticas Sociales. Crisis y Ajuste Estructural,Buenos Aires,
Espacio Editorial, 1994.85 Grassi, Estela, Polticas y problemas
sociales en la sociedad neoliberal. La otra dcada infame [I],Buenos
Aires, Espacio editorial, 2003. 20
21. 90.86 Esta situacin fue calificada de escandalosa por
ODonnell quien comenta losiguiente: En 1990, el 46 por ciento de
los latinoamericanos viva en la pobreza y cerca de la mitad de
ellos eran indigentes carentes de recursos para satisfacer
necesidades fundamentales. La cantidad de pobres es hoy mayor que a
comienzos de la dcada del 70: en 1990 era de 195 millones, 76
millones ms que en 1970. Pero el problema no radica meramente en la
pobreza: no es menos importante el agudo aumento de la desigualdad
que ocurri en la regin durante las dcadas del 70 y/o el 80.87Pero,
como ya se dijo, lo central es que la poltica social es concebida
como algotransicional; se considera (aunque luego los hechos
mostraron la falacia de estepresagio) que despus de un lapso
inicial el ajuste econmico producira crecimientosin inflacin y
generara empleos -efecto de derrame- en el sector moderno de
laeconoma, subiendo los ingresos y haciendo innecesario mantener
indefinidamentelos programas sociales. Esto afecta la capacidad de
la poltica social para cumplir lafuncin de legitimacin y la reduce
sensiblemente pasando a cumplir una funcinbomberil o de apaga
fuegos, es decir, actuar en situaciones limites que
puedenconvertirse en focos de tensin poltica, alimentando la
inestabilidad social, creandofactores de inseguridad que afectan
negativamente al flujo de fondos financierosexternos, y
cuestionando la gobernabilidad del modelo. En este sentido, la
polticasocial resulta estrechamente ligada a la evolucin de las
coyunturas polticas:proximidad de elecciones, conflictos polticos o
sociales, manifestaciones demalestar o descontento.Ahora bien, en
1993 el Banco Mundial afirmaba que, desde haca poco ms de unadcada,
se observaba una transformacin extraordinaria del
pensamientoeconmico en Amrica Latina. La tendencia que preponderaba
antiguamente -unfuerte intervencionismo del Estado, la orientacin
del comercio hacia el interior y laprescindencia del equilibrio
macroeconmico- ha sido desplazada lentamente por unnuevo modelo
basado en la orientacin hacia el mercado. Hasta la ComisinEconmica
para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones
Unidas,paladn tradicional del desarrollo orientado hacia el
Interior y el estructuralismo, hareconocido que a medida que se
acerca el final del siglo el curso de accin msapropiado es el de la
apertura, la competitividad, el equilibrio macroeconmico, ellibre
mercado y los programas sociales orientados hacia los sectores ms
pobres dela sociedad.88El Banco Mundial afirmaba, a su vez, que
tambin exista un consenso crecienterespecto a la necesidad de
redefinir el papel del Estado, afirmando que la mayorade los
analistas convienen en que la presencia cada vez mayor del Estado
en elperodo de 1950-1980 repercuti negativamente en la eficiencia y
el crecimiento y enque el Estado, al concentrarse en la produccin,
se preocup menos por elestablecimiento de programas sociales
destinados a aliviar la pobreza. Por ello sedestacaba en este
informe que a esta fecha (1993) y con el fuerte respaldo
deinstituciones multilaterales, en la mayor parte de la regin se
est llevando a cabo un86 Vilas, Carlos, De ambulancias, bomberos,
op. cit.87 ODonnel, Guillermo, Pobreza y desigualdad en Amrica
latina. Algunas reflexiones polticas, EnTokman, Vctor y ODonnell,
Guillermo (comp.), Pobreza y desigualdad en Amrica latina. Temas
ynuevos desafos, Buenos Aires-Barcelona-Mxico, Paids, 1999, p. 6988
Banco Mundial, Nuevo consenso sobre poltica econmica y reforma
estructural, En Diez aosdespus de la crisis de la deuda, Oficina
Regional de Amrica Latina y el Caribe, Washington, D.C.,1993b.
21
22. proceso de privatizacin masiva que tiene por objeto reducir
drsticamente lapresencia econmica del Estado en la produccin.
Tambin se reconoce all que lamayora de los programas tradicionales
de los gobiernos -como el control de precios,los subsidios
generalizados y los salarios mnimos- no han beneficiado a los
gruposms pobres de la sociedad sino a las clases media y alta
apuntando esto como unacrtica pero a la vez como un tema bien
conocido ahora por los gobiernos de laregin.En este Informe el
Banco Mundial se pregunta: a qu se debe esta transformacinde las
ideas econmicas? Y se responde que esto obedece a varios factores,
entrelos cuales se cuentan el fracaso de los programas heterodoxos
de Argentina, Brasily Per a mediados de los aos 80, y la impresin
generalizada de que la estrategiade desarrollo basada en el Estado
aplicada en los diez aos anteriores se habadesquiciado. Ahora haba
que seguir el ejemplo de Asia oriental, escuchar losconsejos de las
instituciones multilaterales, imitar a Chile que evidenciaba un
granxito-, converger con las posiciones doctrinales de los
economistas formados en lasuniversidades europeas y
norteamericanas. Este grupo de profesionales: [] a medida que
adquirieron prestigio y una creciente influencia, crearon programas
y facilitaron el dilogo entre los gobiernos de la regin y las
instituciones multilaterales. Esos profesionales se convirtieron en
el ncleo central de los equipos de cambio que, dentro de las
burocracias nacionales, se encargaron de los aspectos prcticos del
proceso de transformacin.89Finalmente, el Banco Mundial en este
momento afirma que no se debe exagerar elalcance del acuerdo sobre
cuestiones de poltica, pero s considera que esindiscutible que
muchos sectores de las polticas -e incluso lderes
opositores-reconocen la necesidad de ejecutar profundos cambios
estructurales para alejardefinitivamente a los pases
latinoamericanos de las polticas intervencionistas yorientadas
hacia el interior que aplicaban en el pasado. El nuevo consenso se
refierea cuatro aspectos principales: estabilidad macroeconmica;
apertura del comercio;menor participacin del Estado en la economa,
y alivio de la pobreza.90Llegados a este punto es importante sealar
qu fue el ajuste estructural y lareforma del Estado, pues con ese
formato se propag el discurso neoliberal enLatinoamrica. Aunque as
enunciado perecera uniforme se desarroll con unaimportante
heterogeneidad de formas, segn las opciones adoptadas por las
elitesnacionales de cada pas.91 Como ya se seal, pese a la creencia
de que en losnoventa se produjo una desercin del Estado, defendemos
aqu la hiptesis de unametamorfsis en el modo de intervencin: no hay
menos Estado sino una mayorapertura a las directrices y los
intereses de los capitales concentrados.En ese marco, los ataques
de la fraccin de clase hegemnica no son en contra delEstado en s
mismo. Por el contrario, su objetivo fue el debilitamiento de su
podersocial, pues la crtica se dirigi a las reivindicaciones y a
las presiones sociales delmismo.92 Asistimos as a lo que se
denomina como la paradoja neoliberal:93 seproclama el fin de la
intervencin estatal pero se apela al Estado para que lleve acabo
los procesos de descentralizacin, apertura financiera y
privatizacin. El89 Ibid.90 Ibid.91 Para el caso de la Argentina se
puede ver el artculo de Lagos y Gutirrez en este libro.92 Pipitone,
Ugo, El capitalismo que cambia, Madrid, Alianza Editorial, 1986.93
Vilas, Carlos, Seis ideas falsas sobre la globalizacin, En
Fernndez, J. (Coord.) Globalizacin,crtica de un paradigma, Mxico,
UNAM/ Plaza y Janes, 1998b. 22
23. resultado es un Estado fuertemente interventor a favor de
la centralidad econmica.De hecho, el modelo neoliberal supone una
fuerte intervencin del Estado paraimponer la liberalizacin,
enfrentado para ello cualquier resistencia social, aunquesea por
medios no democrticos, como ya se dijo.Esta redefinicin del Estado
fue necesaria para concretar el plan de ajusteestructural
neoliberal cuyas principales caractersticas, para el caso de
Amricalatina, se pueden resumir en los siguientes puntos. 1. Hubo
una ideologa de corte conservador en las reformas que privilegi la
adopcin de formas de distribucin de bienes regulados por el mercado
(privatizacin y tratamiento de mercado no slo de empresas sino
tambin de bines y servicios. 2. La nueva configuracin de poder que
emerge del triunfo neoliberal se expres en dos ncleos convergentes
de intervencin: las reformas macroeconmicas y las polticas sociales
que tuvieron la finalidad comn de abrir al sector privado
(desregulacin, privatizacin y flexibilizacin mediante) sectores con
potencial rentabilidad econmica que antes estaban vedados al
capital. 3. En forma paralela a la implementacin del ajuste
estructural se asiste a un proceso de (des)ajuste social, con altas
tasas de pobreza y crecimiento de la desigualdad. Las estrategias
de reforma del Estado privilegiaron la estabilidad macroeconmica
por encima de las estrategias de redistribucin y de solucin de la
pobreza. 4. Finalmente, el presupuesto de crecimiento para
solucionar la desigual distribucin del ingreso que esgrimen la
ortodoxia neoliberal ha demostrado ser una falacia. Los pases de la
regin crecieron en los noventa, sin mostrar tasas sustanciales de
reduccin de la pobreza y presentando un aumento de las tasas de
desempleo.En el caso especfico de Argentina, el balance de la dcada
de 1990 nos enfrentacon un Estado que con la liquidacin de sus
activos en empresas y con los pagos deintereses de la deuda
pblica,94 gener una grave situacin de desfinanciamiento delsistema
de seguridad social. Adems se verifica una excesiva carga
tributaria sobrelos sectores de menos recursos, todo en aras de
facilitar la apropiacin de renta porlos capitales ms concentrados e
incluso el incremento sustancial de la remisin deutilidades al
exterior. Si se tiene en cuenta que en este periodo se produce un
fuerteproceso de concentracin empresaria estrechamente vinculado al
proceso deprivatizaciones y valoracin del capital que se gener a su
alrededor, se puedeconcluir que la desaparicin del Estado no ha
sido ms que aparente. Ello en elsentido de que ha jugado un rol
fundamental a la hora de defender los intereses delos grupos
dominantes y de garantizar la lgica regresiva de un modelo
impuestopor una elite dominante, que encuentra en el desempleo, en
la fragmentacin socialy en los crecientes grados de polarizacin a
su arma ms efectiva para alcanzar susobjetivos de acumulacin de la
riqueza nacional.95Una ltima reflexin de este apartado. La dcada
del noventa significo lapropagacin de la ideologa propulsora del
mercado y el liberalismo sobre todo en lallamada periferia del
mundo, mutando hacia una especie de imperialismo neoliberal.94 Fue
le rubro lder en la formulacin de los presupuestos nacionales y
principal causante de laderivacin de los gastos hacia otras reas.95
Gambina, Julio, Estabilizacin y reforma estructural en la Argentina
(1989-99), En Sader, Emir(comp.), El ajuste estructural en Amrica
Latina. Costos sociales y alternativas, Buenos Aires,Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales/CLACSO, 2001, p. 224. 23
24. Apenas un recorrido por distintos pases del mundo
desarrollado sirve para constatarque los principios de aplicacin a
rajatabla del libre mercado, la liberalizacin de lastransacciones
financieras, la eliminacin de regulaciones nunca ha sido aplicado
congran intensidad en ellos, por el contrario sus paquetes polticos
estn cargados desubsidios, protecciones y gastos sociales por
encima del producto bruto.El cuadro trazado por en Banco Mundial
para fines del siglo XX muestra la siguientesituacin: veintiocho
pases con ingresos promedio per cpita anuales superiores alos 9300
dlares; luego, treinta seis donde el ingreso estara entre los 3000
y 9000dlares; unos cincuenta y siete pases con ingresos medios
inferiores, en un rangoque va desde los 760 a los 3000 dlares, y,
finalmente, sesenta y tres pases con uningreso entre 0 y 760 dlares
por persona, por ao. Los de mejor situacin son lospases miembros de
la OCDE a los que se suman Israel, Qatar, Brunei, Kuwait,Emiratos
rabes. En total esos pases desarrollados representan el 72 por
ciento delPBI mundial. De modo que en una franja de 28 Estados se
concentra casi el 80 porciento del producto del mundo y viven 886
millones de personas. En contraste, lospases de ingresos bajos, 63
en total, representan el 6,1 por ciento del PBI total,mientras all
residen 3.536 millones de personas.En sntesis, el siglo XX ha
finalizado sobre la base de una tendencia de la economamundial que
revela una baja de la tasa de crecimiento, un proceso sistemtico
ypermanente de predominio de Estados Unidos y la agudizacin de un
proceso deprofunda desigualdad que tiene como epicentro el
territorio ms directo deaplicaciones neoliberales, Europa Oriental,
la ex URSS y gran parte de AmricaLatina.96Neoliberalismo y
globalizacinEstas asimetras a las cuales recin hacamos referencia
han aumentado,paradjicamente, dentro del esquema del mundo
globalizado. As hemos dadoentrada a un trmino de mxima actualidad,
globalizacin, tambin polismico,ambiguo y polmico. En su acepcin ms
general implica que todas las economasdel mundo estn conectadas
entre s en todos los aspectos pero fundamentalmente