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1 BERGESIO, Liliana y FANDOS, Cecilia (2009) “Neoliberalismo: ideología y práctica. Su influencia en América Latina de los noventa”. En: LAGOS, Marcelo (director) Jujuy bajo el signo neoliberal. Política, economía y cultura en la década de los noventa. San Salvador de Jujuy: EDIUNJu. ISBN-13: 978-950-721-325-0 NEOLIBERALISMO: IDEOLOGÌA Y PRÀCTICA. SU INFLUENCIA EN AMÉRICA LATINA DE LOS NOVENTA Liliana Bergesio y Cecilia Fandos “Y, sin embargo, el mundo está ahí, con los efectos inmediatamente visibles de la puesta en práctica de la gran utopía neoliberal”. 1 El término neoliberalismo es sin duda una categoría polifacética. Ideología, teoría económica, proyecto político, etapa, conjunto de recetas, modelo, son algunas de las distintas clases de género que figuran en sus variadas definiciones. Por lo general es utilizado de forma genérica en referencia a diversas variantes de aplicación de la teoría neoclásica. Pero más allá del énfasis escogido por la amplia y también difusa literatura sobre el tema, para las generaciones sobrevivientes a las cuatro últimas décadas del siglo XX, el neoliberalismo es experiencia vivida de “una realidad que conocemos por sus efectos”. 2 Dado la complejidad que reviste trabajar con un concepto que analíticamente resulta escurridizo, optaremos por recorrer esa realidad como proceso histórico, en sus orígenes, desarrollo y aplicaciones en la década de 1990. No obstante, este derrotero nos permitirá, a su vez, reconocer los distintos momentos en que el neoliberalismo, tal vez una ideología precisa en los momentos de su nacimiento, fue mutando al compás de las condiciones históricas hacia un proyecto integral –esto es económico, político, ideológico, cultural y social- del capitalismo mundial en las postrimerías del siglo XX e inicios del XXI. Nace una ideología La teoría de origen del neoliberalismo es el libro de Friedrich Hayek titulado Camino de Servidumbre, escrito en 1944. 3 Tomando al Nacional-Socialismo de Hitler y al 1 Bourdieu, Pierre, Contrafuegos. Reflexiones para servir a la resistencia contra la invasión neoliberal, Barcelona, Editorial Anagrama, 1999, p. 146. 2 Anderson, Perry; Borón, Atilio; Sader, Emir; Salama, Pierre y Therborn, Göran, “La trama del neoliberalismo: mercado, crisis y exclusión social”. En Sader, Emir y Gentilli, Pablo (comp.), La trama del neoliberalismo: Mercado, Crisis y Exclusión Social, Buenos Aires, CLACSO/Eudeba, 2003, p. 94. 3 Friedrich August von Hayek, nació en Viena en el año 1899. Murió en Friburgo en el año 1992. Fue uno de los principales economistas del siglo XX, representante de la Escuela Austríaca, tuvo como maestros a Friedrich von Wiser y Ludwig von Mises. Galardonado con el premio Novel de economía en 1974. Su obra más antigua data de 1929 (La teoría monetaria y el ciclo económico) llegó producir más de una veintena de libros. Si bien la obra más citada y referida por los estudiosos del neoliberalismo es Camino de Servidumbre, para este artículo hemos consultado, Los Fundamentos de la Libertad, 1996. Este título fue publicado por primera vez en 1959, y constituye un deliberado intento por rescatar del olvido los fundamentos y principios del liberalismo. El propio autor la divide en tres parte, la primera se trata de una discusión teórica y filosófica y pretende: “Mostar por qué queremos la libertad y lo que esta trae consigo”; la segunda, entra en el ámbito del derecho y la

Bergesio y fandos 2009

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  • 1. BERGESIO, Liliana y FANDOS, Cecilia (2009) Neoliberalismo: ideologa y prctica. Su influenciaen Amrica Latina de los noventa. En: LAGOS, Marcelo (director) Jujuy bajo el signo neoliberal.Poltica, economa y cultura en la dcada de los noventa. San Salvador de Jujuy: EDIUNJu. ISBN-13:978-950-721-325-0 NEOLIBERALISMO: IDEOLOGA Y PRCTICA. SU INFLUENCIA EN AMRICA LATINA DE LOS NOVENTA Liliana Bergesio y Cecilia Fandos Y, sin embargo, el mundo est ah, con los efectos inmediatamente 1 visibles de la puesta en prctica de la gran utopa neoliberal.El trmino neoliberalismo es sin duda una categora polifactica. Ideologa, teoraeconmica, proyecto poltico, etapa, conjunto de recetas, modelo, son algunas de lasdistintas clases de gnero que figuran en sus variadas definiciones. Por lo generales utilizado de forma genrica en referencia a diversas variantes de aplicacin de lateora neoclsica. Pero ms all del nfasis escogido por la amplia y tambin difusaliteratura sobre el tema, para las generaciones sobrevivientes a las cuatro ltimasdcadas del siglo XX, el neoliberalismo es experiencia vivida de una realidad queconocemos por sus efectos.2Dado la complejidad que reviste trabajar con un concepto que analticamente resultaescurridizo, optaremos por recorrer esa realidad como proceso histrico, en susorgenes, desarrollo y aplicaciones en la dcada de 1990. No obstante, estederrotero nos permitir, a su vez, reconocer los distintos momentos en que elneoliberalismo, tal vez una ideologa precisa en los momentos de su nacimiento, fuemutando al comps de las condiciones histricas hacia un proyecto integral esto eseconmico, poltico, ideolgico, cultural y social- del capitalismo mundial en laspostrimeras del siglo XX e inicios del XXI.Nace una ideologaLa teora de origen del neoliberalismo es el libro de Friedrich Hayek titulado Caminode Servidumbre, escrito en 1944.3 Tomando al Nacional-Socialismo de Hitler y al1 Bourdieu, Pierre, Contrafuegos. Reflexiones para servir a la resistencia contra la invasin neoliberal,Barcelona, Editorial Anagrama, 1999, p. 146.2 Anderson, Perry; Born, Atilio; Sader, Emir; Salama, Pierre y Therborn, Gran, La trama delneoliberalismo: mercado, crisis y exclusin social. En Sader, Emir y Gentilli, Pablo (comp.), La tramadel neoliberalismo: Mercado, Crisis y Exclusin Social, Buenos Aires, CLACSO/Eudeba, 2003, p. 94.3 Friedrich August von Hayek, naci en Viena en el ao 1899. Muri en Friburgo en el ao 1992. Fueuno de los principales economistas del siglo XX, representante de la Escuela Austraca, tuvo comomaestros a Friedrich von Wiser y Ludwig von Mises. Galardonado con el premio Novel de economaen 1974. Su obra ms antigua data de 1929 (La teora monetaria y el ciclo econmico) lleg producirms de una veintena de libros. Si bien la obra ms citada y referida por los estudiosos delneoliberalismo es Camino de Servidumbre, para este artculo hemos consultado, Los Fundamentosde la Libertad, 1996. Este ttulo fue publicado por primera vez en 1959, y constituye un deliberadointento por rescatar del olvido los fundamentos y principios del liberalismo. El propio autor la divide entres parte, la primera se trata de una discusin terica y filosfica y pretende: Mostar por ququeremos la libertad y lo que esta trae consigo; la segunda, entra en el mbito del derecho y la 1
  • 2. Comunismo de Stalin como base de experiencias colectivistas de su poca, Hayekrealiza en esta obra un ataque vehemente contra cualquier limitacin de losmecanismos del mercado por parte del Estado, denuncindolo como una amenazaletal a la suprema fuente y condicin necesaria de los valores morales: la libertad,tanto en la esfera econmica como poltica. Su interpretacin de la libertad remiteclaramente al ideario burgus decimonnico.4 Advierte que el significado delibertad que l adopta corresponde al etimolgicamente original, pues se definecomo la independencia frente a la voluntad arbitraria de un tercero.5 Conceptualizaa la libertad como el estado en virtud del cual un hombre no se halla sujeto acoaccin derivada de la voluntad arbitraria de otro o de otros.6 En definitiva, lalibertad es ausencia de coaccin y la coaccin es entendida como presinautoritaria que una persona ejerce en el medio ambiente o circunstancia de otra.7La palabra clave que este pensador resignifica a su propia experiencia histrica es lade la coaccin. Si esta en la antigedad era ejercida por los amos, ahora laanulacin de la libertad provena, segn l, de experimentos sociales que buscaronfundar ordenes sustitutivos como el Socialismo o el Estado redistribucionista o elEstado providencia.8 En su lectura, la principal ambicin que inspira al Estadoprovidencia es: [] el deseo de usar los poderes del gobierno para asegurar una ms igual o ms justa distribucin de la riqueza. Siempre que los poderes coactivos se utilizan para asegurar que determinado individuos obtengan determinados bienes, se requiere cierta clase de discriminacin entre los diferentes individuos y su desigual tratamiento, lo que resulta inconciliable con la sociedad libre.9En contraposicin a stos reclama un Estado de derecho en el cual la nicacoaccin que ejerza el gobierno sea la de hacer cumplir una ley conocida y queproteja a la accin privada. Considera que: [] ms bien que la dimensin de la accin estatal. Lo que importa es la direccin que se le imprima. La economa de mercado presupone la adopcin de ciertas medidas por el poder pblico; tal actuacin entraa en ciertos aspectos facilitar el funcionamiento de dicho sistema.10historia para examinar las instituciones que occidente a desarrollado para asegurar la libertadindividual; finalmente, versa sobre las aplicaciones prcticas de aquellos principios a algunas de lascrticas situaciones econmicas y sociales de hoy, su anlisis se centra en las situaciones en que sedaa la libertad. Hayek, Friedrich, Los Fundamentos de la Libertad, Barcelona, Unin Editorial, 1996,Tomo I, p. 19.4 Representado por las revoluciones burguesas de fines del siglo XVIII y del siglo XIX, que sepresentaban as mismas como un paso importante en la emancipacin humana, enarbolando lasbanderas de la libertad y la igualdad pero subordinando claramente el segundo principio al primero,pues si bien el proyecto capitalista requera de una sociedad que se juzgara a s misma como libre,igual y fraterna, refrendaba la desigualdad de las relaciones sociales que se consolidaban con elasenso de la burguesa. Lettieri, Alberto, La civilizacin en debate. Historia Contempornea: de lasrevoluciones burguesas al neoliberalismo, Buenos Aires, Prometeo, 2004, p. 315 Hayek, F., Los Fundamentos de la Libertad, op. cit., p. 26.6 Ibid., p.p. 26-27.7 Ibid., p. 38.8 Ibid., p. 319.9 Ibid., p. 325.10 Ibid., p. 279. 2
  • 3. En 1947, cuando el estado de Bienestar en la Europa de posguerra se imponacomo conducta poltica, Hayek convoc a quienes compartan su orientacinideolgica a una reunin en la pequea estacin en Suiza de Mont Plerin. Entre losparticipantes estaban no solamente adversarios firmes del Estado de Bienestareuropeo, sino tambin enemigos frreos del New Deal norteamericano. En la selectaasistencia se encontraban, entre otos, Milton Fridman, Karl Popper, Lionel Robbins,Ludwig Von Mises, Walter Eukpen, Walter Lippman Michael Polanyi y Salvador deMadariaga. All se fund la Sociedad de Mont Plerin, una suerte de franco-masonera neoliberal, altamente dedicada y organizada, con reunionesinternacionales cada dos aos. Su propsito era combatir el keynesianismo y elsolidarismo reinante, y preparar las bases de otro tipo de capitalismo, duro y libre dereglas, para el futuro.11Las circunstancias histricas para esta prdica eran negativas, pues el capitalismoavanzado estaba entrando en una larga fase de auge sin precedentes su edad deoro-, presentando el crecimiento ms rpido de su historia durante las dcadas de1950 y 1960. Hobsbawm define este estallido econmico mundial como unageneralizacin del modelo de sociedad industrial capitalista de Estados Unidosanterior a 1945. El mismo que luego prolifer por gran parte del mundo- se bas enuna reconversin industrial mediante el fordismo y el taylorismo,12 la expansin de laoferta de una amplia y muy variada gama de artculos de consumo, el desarrollo dela publicidad para consolidar una sociedad de consumo y la revolucintecnolgica.13 En lneas generales, el Producto Bruto Interno (PBI) de 56 pases delmundo representantes de los distintos continentes, de los bloques capitalista ysocialista, desarrollados y no- que en el ao 1950 era de cinco billones de dlareslleg a sumar ms de 14 billones de dlares al culminar el ciclo de los aosdorados, en 1973.14 En el mundo capitalista, sometido desde siempre a lossacudones de sus comportamientos cclicos, esta etapa de bonanza tuvo, adiferencias de otras que le antecedieron, una importante novedad: haba logradoconformar una sociedad de la opulencia llevando el bienestar a sectores socialesdonde nunca antes haba rozado. Y en esta expansin de la felicidad tuvieron unprotagonismo central Estados que innovaban en sus decisiones econmicasincorporando la planificacin, aumentando sus gastos y generando recurrentesdficit presupuestario, dando un papel activo a las organizaciones sindicales einstaurando sistemas impositivos tendientes a desgravar el consumo y afectar ms11 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio, En Sader, Emir y Gentilli, Pablo (comp.),La trama del neoliberalismo: Mercado, Crisis y Exclusin Social, Buenos Aires, CLACSO/Eudeba,2003, p. 2512 Tanto el taylorismo como el fordismo refieren a nuevos mtodos de organizacin cientfica deltrabajo aplicado a la produccin industrial por Frederick Taylor y Henry Ford, respectivamente, entrefines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. En el primer caso, para lograr una mayor racionalizacinde la produccin se apunto al conocimiento detallado de las tareas del trabajador, evitando losmovimientos intiles y a la absoluta separacin entre la gerencia y ejecucin del trabajo. Por su parte,una de las principales innovaciones tecnolgicas del fordismo fue la incorporacin de la cintatransportadora y un mayor rigor en el control de movimientos de los trabajadores para evitar lostiempos muertos. Adems, de la mano de Ford se puso en marcha el five dollars a day, que duplicel salario promedio, incrementando el poder de compra de los obreros, abriendo paso a la sociedadde consumo.13 Hobsbawam, Eric, Historia del Siglo XX, Barcelona, Crtica, 1995, p. 266.14 Datos extrados de Saborido, Jorge, Las transformaciones econmicas, En Arstegui, Julio;Buchrucker, Cristian y Saborido, Jorge (directores) El Mundo contemporneo: Historia y problemas,Buenos Aires, Biblos/Crtica, 2001, p. 452. 3
  • 4. las ganancias. En sntesis, era tambin la etapa de los Estados keynesianos ybenefactores.15Esta realidad era contraria a los peligros sobre los cules queran advertir losneoliberales. Segn Anderson la polmica contra la regulacin social, entre tanto,tuvo una repercusin mayor. Hayek y sus compaeros argumentaban que el nuevoigualitarismo de este perodo (ciertamente relativo), promovido por el Estado deBienestar, destrua la libertad de los ciudadanos y la vitalidad de la competencia, dela cual dependa la prosperidad de todos.16 Lgicamente la nica igualdad posibleera la igualdad ante la ley. As lo formula explcitamente Hayek, [] la igualdad de preceptos legales generales y de las normas de conducta social es la nica base de igualdad que conduce a la libertad y que cabe implantar sin destruir la propia libertad [] La igualdad ante la ley, que la libertad requiere, conduce a la desigualdad material. Con arreglo a tal criterio, si bien el Estado ha de tratar a todos igualmente, no debe emplear la coaccin en una sociedad libre con vista a igualar ms la condicin de los gobernados. El Estado debe utilizar la coaccin para otros fines.17Desafiando el consenso oficial de la poca ellos argumentaban que la desigualdadera un valor positivo en realidad imprescindible en s mismo-, que muchoprecisaban las sociedades occidentales. La lgica de razonamiento, queposteriormente dio lugar a la llamada teora del goteo,18 era que el progreso seligaba naturalmente a la desigualdad; [] el rpido progreso econmico con que contamos parece ser en gran medida el resultado de la aludida desigualdad y resultara imposible sin ella. El progreso a tan rpido ndice no puede proseguir a base de un frente unificado, sino que ha de tener lugar en forma de escaln con algunos ms adelantados que el resto.1915 Fue la influencia del economista ingls John Maynard Keynes (1883-1946) la que ofreci las basesdel modelo terico del Estado Benefactor donde confluyeron el pensamiento social democrtico, consu planteamiento de reformas inmediatas en beneficio de los trabajadores dentro del mismo sistemacapitalista, y el papel interventor del Estado como va para solucionar las crisis del capitalismo. Enesta lgica el empleo y las mejoras salariales implicaban un aumento de la demanda de productos ypor tanto un estmulo para la economa. El Estado, con ello, a pesar de incurrir en dficitpresupuestario, puede considerar el gasto social como una inversin productiva y una solucin a lacrisis. Son tres las caractersticas ms generales del Estado Benefactor: i) intervencin directa eindirecta del Estado en la economa como un medio para enfrentar las crisis del capitalismo, llegandoan a ser propietario de medios de produccin; ii) implementacin de una serie de programassociales legales encaminados a paliar los grandes problemas econmicos y sociales de la poblacintrabajadora, pero al mismo tiempo para mantener y fortalecer la mano de obra que necesita laproduccin, aumentando la demanda de productos; iii) existencia de un sistema de representacin deintereses que expresa sobre todo en un sistema competitivo de partidos, los cuales avanzan oretroceden en posiciones de poder dentro del Estado, tanto mediante la presin poltica como por lademocracia electoral representativa. Medina Nez, Ignacio,Estado benefactor y reforma delEstado, En Revista Espiral. Estudios sobre Estado y Sociedad, Mxico, Centro Universitario deCiencias Sociales y Humanidades/Universidad de Guadalajara, 1998, N 11; Vol. IV, pp. 28-30.16 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio op. cit., p. 1617 Hayek, F., Los Fundamentos de la Libertad, op. cit., p. 109.18 George Gilder, uno de los tericos de la presidencia de Ronald Reagan, planteo en la dcada de1980 esta teora, tambin conocida como teora del derrame, que seala que si se elevan losniveles de inversin y de consumo de los ricos tambin puede aumentarse el ingresos de los pobres,pues llega un momento en que la acumulacin de riqueza derrama, gotea de unos sectoressociales a otros.19 Hayek, F., Los Fundamentos de la Libertad, op. cit., pp. 62-63. 4
  • 5. En su fase de formacin, la ideologa neoliberal adopt como discurso la de erigirseen los campeones de la libertad frente a los avances de los Estadosintervencionista, encontrando all su causa ms trascendente, su bandera identitariade bien comn para sus fieles.20El desarrollo del neoliberalismoEl credo de los neoliberales permaneci en teora por ms o menos veinte aos. Elcambio de situacin lo provoc la llamada crisis de 1973. Segn Hobsbawm, lamisma abri una etapa en la que el mundo perdi su rumbo y se desliz hacia lainestabilidad y la crisis.21 El principal smbolo de esta recesin fue el sorprendenteaumento de los precios del petrleo cuadriplicndose el valor del barril de crudo-que precipitaron un aumento en la emisin de dlares, el desarrollo del mercado deleurodlar, la inflacin acentuada y el desempleo, originando el fenmeno de laestagflacin.22 Sin embrago, los sntomas de los problemas econmicos habancomenzado con la ola inflacionaria del ao 1968, el agravamiento de los conflictoscomerciales entre Estados Unidos asociado a muestras deficitarias de su balanzade pago- y los miembros de la Organizacin para la Cooperacin y el DesarrolloEconmico (OCDE),23 que llevaron al colapso de Bretton Woods24 y la devaluacindel dlar en 1971.A partir de ah las ideas de los neoliberales pasaron a ganar terreno. Hicieron supropia interpretacin de la crisis, cuyas races, afirmaban Hayek y sus compaeros,...estaban localizadas en el poder excesivo y nefasto de los sindicatos y, de manerams general, del movimiento obrero, que haba socavado las bases de laacumulacin privada con sus presiones reivindicativas sobre los salarios y con supresin parasitaria para que el Estado aumentase cada vez ms los gastossociales25.El saldo de estos procesos fue, en el anlisis neoliberal, la cada de los niveles debeneficio de las empresas y una ola inflacionaria que detena el crecimientoeconmico. Segn estos diagnsticos las recetas apuntaban a [] mantener un Estado fuerte en su capacidad de quebrar el poder de los sindicatos en el control del dinero, pero limitado en lo referido a los gastos sociales y a las intervenciones econmicas. La estabilidad monetaria debera ser la meta suprema de cualquier gobierno. Para eso era necesaria una disciplina presupuestaria, con la contencin de gasto social y la restauracin de una tasa natural de desempleo, o sea, la creacin de un ejrcito industrial de reserva para quebrar a los sindicatos. Adems, eran imprescindible reformas fiscales para incentivar a los agentes econmicos (esto significaba reducciones de impuestos sobre las ganancias ms altas y sobre las rentas). De esta forma, una nueva y20 Sirlin, Ezequiel, Neoliberalismo. Apuntes sobre una ideologa, En Marcaida, Elena (Coordinadora)Estudios de Historia Econmica y Social. De la Revolucin Industrial a la Globalizacin Neoliberal,Buenos Aires, Editorial Biblos, 2002, p. 224.21 Hobsbawam, Eric, Historia del Siglo XX, op. cit., p. 403.22 Este trmino surge en la dcada de 1970 para definir la combinacin de dos fenmenoseconmicos: estancamiento con inflacin.23 La OCDE fue fundada en 1961 y nuclea a treinta pases del mundo, de los cules veinticuatro sonconsiderados por el Banco Mundial como de altos ingresos. Es tambin conocida como el club de losms desarrollados.24 Se trata de un sistema acordado tras la finalizacin de la Segunda Guerra Mundial para establecerlas reglas de comercio y relaciones financieras entre los pases ms industrializados del mundocapitalista. All nace el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y se impuso el dlar comomoneda internacional.25 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio op. cit., p. 26. 5
  • 6. saludable desigualdad volvera a dinamizar las economas avanzadas, entonces afectadas por la estagflacin, resultado directo de los legados combinados de Keynes y Beveridge (la intervencin anticclica y la redistribucin social haban deformado el curso normal de la acumulacin y el libre mercado). La conclusin era que el crecimiento retomara cuando la estabilidad monetaria y los incentivos esenciales hubiesen sido restituidos.26La ideologa neoliberal, bajo las nuevas circunstancias, carg sus tintas sobre otrosresortes de los Estados intervencionistas y benefactores apuntando ahora a laineficacia y el costo excesivo de los sistemas burocrticos que los mismosgeneraban lo que se conjug con argumentos de tradicin puritana. As, la polticasocial de los Estados en ayuda de los sectores ms carenciados, comenz a serdenunciada como un fomento al parasitismo, en la medida en que suprima elprincipal acicate que obligaba a los pobre a trabajar.27 La batalla librada entrekeynesianos y neoliberales frente a estas problemticas econmicas desatadas,segn Hobsbawm, tuvo una fachada de argumentos que confrontaban tecnicismosde economistas profesionales pero en el fondo la economa racionalizaba uncompromiso ideolgico, una visin a priori de la sociedad humana, la que sesustenta en los valores colectivistas de igualdad y solidaridad, por un lado, y la quese basa en un egosmo asocial en aras de la libertad individual.28En este sentido, un rasgo destacable del neoliberalismo es que sus tericos no seperciben, o mejor dicho, no se muestran a s mismos como defensores de unaideologa sino de una teora econmica que se autodefine como la descripcincientfica de la realidad.29 Se razona aplicando una lgica formal y su principal leyes la del mercado puro y perfecto. Para Bourdieu este rasgo central del discursoneoliberal no debe confundirnos pues se trata de una utopa que incluso comparacon la del marxismo de otros tiempos- puesta en prctica y convertida en programapoltico. De hecho este autor insiste en una contradiccin esencial del supuestoprograma cientfico de conocimiento que proclama el fin de la poltica frente a lasfuerzas autnomas y automticas del mercado, pues, en definitiva, ello terminasiendo una forma de hacer poltica. Su proyeccin en el mundo fue posible slogracias a un inmenso trabajo poltico [] tendente a crear las condiciones derealizacin y funcionamiento de la teora; un programa de destruccin metdica delos colectivos.30 As, para que la utopa neoliberal pudiera tener cabida, se precisde la accin transformadora y destructora de todas las medidas polticas protectorasde las estructuras colectivas que obstaculizan el mercado puro, a saber, la nacin;los grupos de trabajo, los colectivos de defensa de los trabajadores y la familia.Estas seran realidades sociales que el neoliberalismo desconoce y destruye paraconstruir as, en realidad, un sistema econmico conforme a la descripcinterica.31En este proceso no se puede dejar de mencionar al vocero ms autorizado de lacorriente monetarista: Milton Fridman, quien obtiene en 1976 el Premio Novel de26 Ibid., pp. 16-17.27 Sirlin, Ezequiel, Neoliberalismo. Apuntes sobre una ideologa,, op. cit., p. 226.28 Hobsbawam, Eric, Historia del Siglo XX, op. cit., p. 409.29 Bourdieu, Pierre, Contrafuegos. Reflexiones para servir a la resistencia contra la invasinneoliberal, op. cit., p. 136.30 Ibid., p. 136.31 Ibid., p. 139. 6
  • 7. Economa. Las tesis de Fridman32 representan algo que va ms all de loestrictamente acadmico, cosa que no sucedi con Hayek. Fridman fue el grandifusor del pensamiento neoliberal, principalmente fuera de los crculos acadmicos.Sin embargo, los postulados de ambos autores no son muy distintos. Por ejemplo,hay amplios acuerdos en que el poder poltico solo es un instrumento para preservarla libertad individual y, fundamentalmente, para garantizar su funcionamiento en ellibre mercado. La idea ms fuerte de Fridman es que la libertad econmica es un finen s misma, o lo que es lo mismo, es el fin ltimo. Por ello afirma que la libertadeconmica no puede ser servicial ni funcional a ningn fin ulterior, como por ejemplola igualdad, pues si se combate su reinado se corre el riesgo de quedarse sinninguna de las dos. [] El uso de la fuerza para lograr la igualdad destruir la libertad, y la fuerza, introducida con buenas intenciones, acabar en manos de personas que la emplearn en pro de sus propios intereses. Por otra parte, una sociedad que ponga en primer lugar la libertad acabar teniendo, como afortunados subproductos, mayor libertad y mayor igualdad. La mayor igualdad aunque sea un subproducto de la libertad, no es un accidente. Una sociedad libre desata las energas y capacidades de las personas en busca de sus propios objetivos. Esto impide que algunas personas puedan arbitrariamente aplastar a otras. No evita que algunas obtengan posiciones privilegiadas, pero mientras perdure la libertad, sta impide que tales posiciones privilegiadas se institucionalicen, y dichos individuos estn obligados a recibir continuos ataques de otras personas capaces y ambiciosas. Libertad significa diversidad, pero tambin movilidad.33As, la libertad econmica es una condicin necesaria para la libertad poltica,aunque no es una condicin suficiente. Por supuesto, en aras de la libertadeconmica tanto Fridman como Hayek conceden que puede haber gobierno sinlibertad poltica, pero con libertad econmica. Como el fin ltimo es la libertadeconmica todos los medios e instituciones deben estar a su servicio y paraobtenerla bien se puede llegar a sacrificar las libertades individuales a nivel polticoy, por ende, las organizaciones democrticas.34 En palabras del propio Fridman: Nuestra sociedad es tal como la hacemos. Podemos modelar nuestras instituciones. Las caractersticas fsicas y humanas limitan las alternativas de que disponemos. Pero nada nos impide, si queremos, edificar una sociedad que se base esencialmente en la cooperacin voluntaria35 para organizar tanto la actividad32 La obra principal de Milton Fridman es: Capitalism and Freedom, publicada en 1962 (University ofChicago Press; versin castellana: Capitalismo y libertad, Editorial Rialp, Madrid); y de Milton y RoseFridman: Free to Choose (la edicin consultada para este trabajo fue la versin en castellano de1983). En el Prefacio de este ltimo libro se dice que este tiene dos orgenes, Capitalism andFreedom, ...y una serie de televisin titulada, al igual que el libro, Libertad de elegir. La serie seremitida por el Public Broadcasting Service a lo largo de diez semanas consecutivas en 1980.Fridman, Milton y Fridman, Rose, Libertad de elegir, Madrid, Ediciones Grijalbo, S.A./Biblioteca deEconoma, 1983, p. 9.33 Fridman, Milton y Fridman, Rose, Libertad de elegir, op. cit., pp. 209-210.34 Gmez, Ricardo, Neoliberalismo globalizado. Refutacin y debacle, Buenos Aires, EdicionesMacchi, 2003.35 En relacin con la tica del mercado hay, segn Fridman, dos maneras de coordinar la actividadeconmica: a travs de la direccin centralizada que es la forma coercitiva que elimina las libertades;y mediante la cooperacin voluntaria en el mercado donde los individuos en libertad deciden entrar enel juego del mercado e intervenir en l, sin ningn tipo de coercin. Desde su punto de vista, laventaja de esta segunda forma es que en estas relaciones en el mercado ambas partes, comprador yvendedor, se benefician siempre en la transaccin. 7
  • 8. econmica como las dems actividades; una sociedad que preserve y estimule la libertad humana, que mantenga al Estado en su sitio, haciendo que sea nuestro servidor y no dejando que se convierta en nuestro amo.36As planteadas las cosas, el cuadro se completa de la siguiente forma: el Estadodebe ser reducido a su mnima expresin y la sociedad debe regirse en libertadeconmica por las leyes del mercado. Porque el libre juego de la oferta y lademanda, es decir, la libre competencia de mercado sin las constricciones delEstado, funciona eficientemente protegiendo al consumidor. La perfeccin no es cosa de este mundo. Siempre habr productos deficientes, charlatanes y timadores. Pero, en conjunto, la competencia de mercado, si se la deja funcionar, protege al consumidor mucho mejor que la alternativa ofrecida por los mecanismos gubernamentales que de forma creciente se ha sobrepuesto al mercado.37 Uno de los principales argumentos a favor de permitir la libre manifestacin de las fuerzas del mercado es la gran dificultad que representa imaginar cul sera el resultado. Lo que es cierto es que no sobrevivira ningn servicio por el que los usuarios no estuviesen suficientemente dispuestos a pagar (y hacerlo a unos precios que generasen para las personas encargadas de dicho servicio una renta ms adecuada que la de las actividades alternativas que tuviesen a mano). Ni los usuarios ni los productores tendran la posibilidad de hurgar en el bolsillo de los dems para mantener un servicio que no satisface esta condicin.38Cuando Fridman piensa en un sistema libre de mercado, considera a los sindicatoscomo particularmente nocivos y cumpliendo un rol activo al impedir el goteo deriqueza que el crecimiento econmico puede generar: Cuando los sindicatos consiguen salarios mayores para sus afiliados restringiendo la entrada en una profesin o en un oficio, esos salarios ms altos se obtienen a expensas de otros trabajadores que ven sus oportunidades reducidas. Cuando el estado remunera a los funcionarios con sueldos ms elevados, estas percepciones ms altas se conceden a expensas e los contribuyentes, Pero cuando los trabajadores consiguen salarios y condiciones de trabajo mejores a travs del mercado, cuando obtienen aumentos concedidos por empresas que compiten entre s para contratar a los mejores trabajadores, y alcanzados por trabajadores que luchan entre s para hacerse con los mejores puestos de trabajo, esos salarios mayores no se perciben a expensas de nadie. Pueden provenir slo de una productividad, de una inversin de capital y de una difusin de los conocimientos y tcnicas mayores. Todo el pastel es mayor: hay ms para el trabajador, pero tambin para el empresario, el inversor, el consumidor, e incluso para el recaudador de impuestos. Este es el modo en el que un sistema de mercado libre distribuye los frutos del progreso econmico entre todos los ciudadanos. Este es el secreto de la enorme mejora de las condiciones de la clase trabajadora a lo largo de los dos ltimos siglos.39Pero el Estado no desaparece por completo en las ideas de Fridman sino que su rolprincipal consiste en proteger al mercado y hacer lo que el mercado no puede hacer36 Fridman, Milton y Fridman, Rose, Libertad de elegir, op. cit., p. 61.37 Ibid., p. 308.38 Ibid., p. 283.39 Ibid., pp. 341-342. 8
  • 9. por s mismo. As, la principal funcin del Estado es la de determinar, arbitrar eimplementar las reglas de juego del mercado.La gran notoriedad que cobran los escritos de Fridman se debe a su laboriosaexgesis del pensamiento de Adam Smith, su reinvindicacin del liberalismoeconmico a fines del siglo XVIII y su firme adhesin al pensamiento mgico de esapoca evidenciada en la creencia animista de que una mano invisible regula lasacciones de los hombres y ejerce una influencia bienhechora sobre el mercado- serevalorizan al proyectarse sobre la escena poltica de los estados capitalistas; si nofuera por esto, nadie prestara demasiada atencin a sus ideas econmicas,incorporadas ya desde hace algo ms de un siglo a la prehistoria de la cienciaeconmica. Por lo tanto, lo que instala el pensamiento de Fridman en el centro deldebate contemporneo es su influencia prctica como ideologa burguesa de unasituacin de crisis y recomposicin autoritaria y conservadora del capitalismo. Suactualidad proviene as del hecho de que preceptos fundamentales imperio delmercado, desmantelacin del Estado de Bienestar y contencin de los avancesdemocrticos- han sido los principios racionalizadores de conocidas tentativasconservadoras que, con mayor o menor grado de violencia, se han ensayado en lasms diversas latitudes.40Las experiencias neoliberales de las dcadas de 1970 y 1980Ahora bien, al promediar la dcada de 1970 comenz en una vasta regin delcapitalismo avanzado la puesta en prctica de la ideologa neoliberal. La experienciapionera y ms lograda fue la que inaugur Margaret Thatcher, en Gran Bretaa, en1979. Su llegada al poder, luego del llamado invierno del descontento, culmin congobiernos liderados por el partido Laborista, quienes no pudieron proteger laeconoma de este pas de los embates de la crisis mundial, desatada en 1973. Losproblemas de mayor relieve eran el aumento del desempleo, la inflacin y el parocasi permanente que propona el sindicalismo ingls. El modelo neoliberal inglstuvo su sello distintivo en la contraccin de la emisin monetaria, reforma impositivatendiente a desgravar los ingresos altos, reduccin de controles en flujos financieros,represin a las huelgas, nueva legislacin antisindical y un programa deprivatizaciones.Le sigui la carrera Estados Unidos de la mano de Ronald Reagan, en 1980,impulsando su propia versin neoliberal, ms orientada a competir militarmente conla URSS, no respet la disciplina presupuestaria, lanzndose a una carreraarmamentista sin precedentes.41 Para entender este perfil norteamericano debemosrecorrer no slo las problemticas econmicas de la dcada de 1970 sino tambinsu situacin externa, considerando que aquel Estado era el lder capitalista de laGuerra Fra. En este aspecto su hegemona mundial tambin evidenciaba unadecadencia provisoria, al punto que, parafraseando al secretario de defensa JamesSchelesinger, el mundo ya no vea a su fuerza militar como algo imponente. Enefecto, para 1975, la retirada norteamericana de Vietnam era la contrapartida delavance de la Unin Sovitica (con regmenes favorables en frica y en los pasesrabes). En Amrica Latina un gobierno socialista se inauguraba en Chile con40 Born, Atilio, Estado, capitalismo y democracia en Amrica Latina, Buenos Aires, CLACSO, 2004,pp. 117-118,41 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio, op. cit., pp. 17-18. 9
  • 10. Allende y las guerrillas urbanas y rurales actuaban con cierta fortaleza en Argentina,Uruguay, Brasil, Per y Colombia.42Exceptuando a Suecia y Austria, el resto de los pases de Europa occidental,adoptaron programas liberales en la dcada de 1980.Sobre los triunfos del neoliberalismo de este perodo, Anderson plantea que laprioridad ms inmediata fue detener la inflacin de los aos 70.43 Logrndose estecometido tambin se recuper la tasa de gananciaFinalmente, el tercer aspecto donde el neoliberalismo obtuvo una perfomanceacorde a sus prioridades fue en el crecimiento de la tasa de desempleo, concebidocomo un elemento natural y necesario de cualquier economa de mercado eficiente,lo que sucedi en forma paralela a la derrota del movimiento sindical. Los datos,nuevamente proporcionados por Anderson, indican que la tasa media de desempleoen los pases de la OCDE, que haba sido de alrededor de 4 por ciento en los aos70, lleg a duplicarse en la dcada del 80. En suma, el proceso de acumulacin seorient a una enorme desigualdad de la riqueza; por ejemplo, en el conjunto de lospases de a OCDE: la tributacin de los salarios ms altos cay un 20 por ciento amediados de los 80 y los valores de la bolsa aumentaron cuatro veces msrpidamente que los salarios.44Sin embargo, fue notable la desaceleracin del crecimiento econmico. En general,en la dcada de 1980 el PBI en las economas avanzadas tuvieron una tendenciadecreciente o, en el mejor de los casos, lograron mantenerse. Anderson secuestiona sobre la razn de este resultado paradojal. Entiende que la explicacinradica en la poca inversin en los equipamientos productivos en comparacin con elincremento anual de las dcadas de 1960, 1970 y 1980 (5,5; 3,6 y 2,9 por ciento,respectivamente). A ello se sum la explosin de los mercados cambiarios, cuyastransacciones puramente monetarias terminaron por reducir de forma sustancial elcomercio mundial de mercancas reales. El peso de las operaciones de carcter parasitario tuvo un incremento vertiginoso en estos aos. Por otro lado, y ste fue el fracaso del neoliberalismo, el peso del Estado de Bienestar no disminuy mucho, a pesar de todas las medidas tomadas para contener los gastos sociales. Aunque el crecimiento de la proporcin del PNB consumido por el Estado ha sido notablemente desacelerado, la proporcin absoluta no cay, sino que aument, durante los aos 80, de ms o menos 46 por ciento del PNB medio de los pases de la OCDE. Dos razones bsicas explican esta paradoja: el aumento de los gastos sociales con el desempleo, lo cual signific enormes erogaciones para los estados, y el aumento demogrfico de los jubilados, lo cual condujo a gastar otros tantos millones en pensiones.45En cuanto al resto del mundo, es legtimo insistir en un antecedente perifrico en laimplementacin del neoliberalismo: Chile, de la mano de la dictadura militar deAugusto Pinochet, tras el derrocamiento de un gobierno democrtico y popular, en1973. Salvador Allende fue elegido presidente de Chile en 1970, siendorepresentante de una coalicin de partidos de izquierda, la Unidad Popular. Este42 Martn, Gabriel, De Nixon a Bush II, para entender el Imperio. En: www.rodolfowalsh.org, 2005.43 Los datos que brinda el autor reflejan para los pases de la OCDE la cada de la tasa de inflacindesde un 8,8% a un 5,2% entre los aos de 1970 a 1980. A su vez en la misma regin la tasa deganancia en la industria se recuper desde un 4,2%, registrado en los aos 70, a un 4,7% de los 80.Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio, op. cit., p. 20.44 Ibid., pp. 30-31.45 Ibid., pp. 31-32. 10
  • 11. gobierno nacionaliz la riqueza bsica del pas, entre ellas el cobre, sin indemnizar asus propietarios, expropi importantes empresas industriales, todo ello, en el marcode un bloqueo econmico liderado por Estados Unidos. Tambin increment el gastopblico, llevndolo al 40 por ciento del PBI. Fue derrocado en 1973 por un golpemilitar encabezado por el general Pinochet. La prctica neoliberal del gobierno defacto se orient hacia una poltica de ajuste antiinflacionario y equilibrio fiscal, laimposicin de un nuevo cdigo laboral y de desregulacin del trabajo, programasprivatizadores de seguridad social y de los servicios de salud y educacin, y aperturaexterna (con reducciones arancelarias en el comercio y eliminacin de trabas legalesy fiscales para la introduccin de capital externo), combinado con una ferozrepresin y violacin a los derechos humanos.En Chile la inspiracin terica era ms norteamericana que austraca. Ahora, talvinculacin no era del todo fortuita. Los antecedentes de tal relacin se habannutrido en los mbitos acadmicos. En 1956 se firm un convenio de intercambioentre la Universidad de Chicago y la Universidad Catlica de Chile, interconectandolos departamentos de economa de ambas universidades. Entre 1959 y 1964 unatreintena de economistas chilenos se educaron en Chicago, muchos de ellos, luegofuncionarios pblicos y ejecutivos de empresas, siendo partcipes de una verdaderatransferencia ideolgica y, a travs de algunas organizaciones y la prensa, lograronsocializar el neoliberalismo en la dcada de 1970.46Este caso es interesante no solamente por la premura en su implementacin, sinotambin porque demostr que era posible la combinacin de mercado libre yantidemocracia. Era esto ltimo un aspecto en donde Hayek, a diferencia de muchospropagandistas occidentales de la Guerra Fra, no encontraba contradicciones. Estediferenci explcitamente el liberalismo de la democracia, diciendo que [] la igualdad ante la ley conduce a la exigencia de que todos los hombres tengan tambin la misma participacin en la confeccin de las leyes. Aunque en este punto concuerden el liberalismo tradicional y el movimiento democrtico, sus principales intereses son diferentes. El liberalismo (en el sentido en que tuvo la palabra en Europa en el siglo XIX, al que nos adherimos en este captulo) se ocupa de la limitacin del poder coactivo de todos los gobiernos, sean democrticos o no, mientras el demcrata dogmtico slo reconoce un lmite al gobierno: la opinin de la mayora.47Sin poner en discusin el valor tico y moral del liberalismo, s lo hace con lademocracia al decir: El uso corriente e indiscriminado de la palabra democraciacomo trmino general de alabanza no carece de peligro. Sugiere que, puesto que lademocracia es una cosa buena, su propagacin significa una ganancia para lacomunidad. Esto pudiera parecer absolutamente cierto, pero no lo es.48 Cabraenumerar, entonces, las situaciones en que Hayek desestima la democracia.Primero, no es un fin en s mismo, por lo tanto no puede justificarse que un estadodemocrtico pretenda extenderse, en el sentido de dominar, sobre otro.49 Segundo,el principio democrtico de soberana popular tiene sus lmites en principioscomunes, como el reconocimiento de la libertad individual, y ninguna mayora46 Cceres Quiero, Gonzalo, El Neoliberalismo en Chile: implantacin y proyecto, 1956-1983, En:www.uv.es, (s/f).47 Hayek, F., Los Fundamentos de la Libertad, op. cit., p. 127.48 Ibid., p. 129.49 Ibid., p. 130. 11
  • 12. puede conceder a sus miembros privilegios sobre estos, de lo contrario se corre elriesgo de la demagogia.50La democracia aparece, en el diagnstico neoliberal, como el causante final de lacrisis. Y la terapia propuesta es clara: el prolijo recorte de las exigencias populares,que la crisis no cesa de incentivar y reproducir, es lo nico que puede poner fin a lafatal sobrecarga del Estado y al recalentamiento de la economa. Si la primeragenera dficit fiscal y erosiona la legitimidad de las autoridades, porque nadie puedehacer frente a la explosin de demandas, el recalentamiento de la economavendra a cerrar este presunto crculo vicioso con la inflacin y el estancamiento. Deah que los tericos neoliberales exalten la apata y la indiferencia ciudadanas, laprivatizacin de los problemas del bienestar y muchos otros rasgos que antaofueran denunciados como brbaros anacronismos en la cultura poltica de lassociedades perifricas, pero cuya funcionalidad para la preservacin del dominio delcapital es, durante la crisis, oportunamente redescubierta. El ataque a los excesosdemocrticos paralizantes de la presunta vitalidad del mercado, desemboca enalgunos casos ms explcitamente que en otros- en una apologa del gobiernoautoritario: el reconocimiento de las tensiones estructurales de la democraciacapitalista remata en un argumento por el cual estas se transforma, perversa einexorablemente, en una estructura ingobernable.51Retomando la mirada por pases, otra experiencia aislada en Amrica Latina, pues elviraje continental al neoliberalismo comenz muy a finales de la dcada de 1980 y,sobre todo, en los 90, fue Bolivia. En este pas, los aos 80 vivenciaron el freno alcrecimiento econmico que haba estado sostenido en las exportaciones de estaoen el mercado mundial a precios ptimos. El principal saldo de esta situacin fue eldescrdito al gobierno militar de turno, una gran deuda externa, hiperfinflacin ydficit en la balanza de pagos. En tales circunstancias se produjo la cada delgobierno de Banzer y la asuncin del gobierno de Siles Suazo, en 1982, aunque nosu estabilidad poltica. En 1985 ste debi renunciar ocupando la presidencia VctorPaz Estenssoro. Fue quin introdujo las medidas de corte neoliberal con el Decreto21.000. A diferencia de Chile, Bolivia present una versin neoliberal msprogresista al basarse en un rgimen poltico popular.52Ahora bien, en general, los pases de Amrica Latina revelaron en esta poca undrama comn: la deuda externa. Un Informe del Banco Mundial del ao 1993 afirmaque durante los ltimos aos de la dcada de 1970 y los primeros de la de 1980, lamayora de los pases en desarrollo (especialmente los latinoamericanos)contrajeron deudas externas en forma desenfrenada. Entre 1975 y 1982 la deudaexterna a largo plazo de Amrica Latina se cuadruplic, pasando de U$S 45.200millones a U$S 176.400 millones; en 1982 la deuda total de la regin -que incluye ladeuda a corto plazo y el crdito del FMI- ascenda a U$S 333.000 millones. Esteenorme aumento de la deuda se debi a la liberalidad con que la comunidadfinanciera internacional, en particular los bancos comerciales, proporcionaron fondosa los pases en desarrollo despus de la crisis del petrleo de 1973. El ritmo al cuallos pases latinoamericanos estaban acumulando deudas a fines de los aos setentay principios de los ochenta -a razn de ms del 20 por ciento anual- era insosteniblea mediano y largo plazo, e inevitablemente haba que efectuar algn tipo de ajuste.5350 Ibid., p. 132.51 Born, Atilio, Estado, capitalismo y democracia en Amrica Latina, op. cit., p. 246.52 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio, op. cit., p. 2453 En general, la razn entre la deuda y el PBI de un pas no puede exceder de cierto nivel deequilibrio. Cuando se llega a ese nivel la transferencia de recursos es igual a la diferencia entre la 12
  • 13. La gravedad de la crisis asombr al mundo; en vez de producirse una reduccinordenada y lenta de los emprstitos, en 1982 se produjo una grave crisis queprcticamente paraliz las corrientes netas de capital.54Luego, en el citado Informe se analizan las polticas aplicadas por los pases deAmrica Latina en los cinco aos posteriores al estallido de la crisis de la deuda(1982-1987) las cuales, se afirma, se caracterizaron por la ejecucin de programasde ajuste de emergencia tendientes a generar supervit muy grandes por perodoscortos. Se plantea all que, ...dada la interrupcin sbita del financiamiento externoa partir de 1982, a los pases de Amrica Latina casi no les qued ms alternativaque usar todos los instrumentos de que disponan para lograr el cambio de posicinque necesitaban en sus cuentas comerciales.55 Segn la misma fuente, esto setradujo en un proceso de ajuste costoso y muy desordenado, que caus unadisminucin drstica del ingreso real, un gran aumento del desempleo y una rpidaaceleracin de la inflacin. As, a mediados de los aos ochenta, como la crisis seprolongaba indefinidamente, varios pases decidieron experimentar con polticas deajuste heterodoxas en las cuales se pona nfasis en el control de los tipos decambio y los precios y se restaba importancia a la regulacin de la demanda y ladisciplina fiscal. Los planes Austral (Argentina), Cruzado (Brasil) y APRA (Per),constituyeron los intentos por ejecutar estos programas econmicos heterodoxosen la regin. Estos programas rpidamente tropezaron con dificultades y al cabo deunos pocos meses fueron abandonados.Resumiendo, en la dcada de los 60 las economas latinoamericanas crecieron auna tasa anual del 5,7 por ciento, y en la dcada siguiente, a pesar de los problemasderivados de la crisis del petrleo y la recesin en los pases industrializados, lohicieron al 5,6 por ciento. En los neoconservadores aos 80, cuando las polticasortodoxas prevalecieron casi sin contrapeso, la tasa de crecimiento fue de tan slo el1,3 por ciento, incluso se transforma en negativa al tomarse en cuenta el crecimientode la poblacin. El camino neoliberal hacia el Primer Mundo, por lo tanto, no es otracosa que un mito, hbilmente manejado por las clases y fracciones que actualmentedetentan la hegemona en el sistema capitalista internacional.56El neoliberalismo en la dcada de 1990Para muchos cientficos sociales los aos 90 del siglo XX nos adentraron en uncambio de poca, cuyo smbolo central fue la descomposicin del socialismo real, enla URSS y, con ello la desaparicin como realidad viva de lo que fue la granalternativa al modelo capitalista.57 Esto, lgicamente, va a imprimir una nueva fasede la ideologa neoliberal, ms all de los balances actuales a sus planestasa de crecimiento del PBI real y la tasa de inters real multiplicada por el monto de la deuda. Lamayora de los pases latinoamericanos violaron sistemticamente este principio bsico de lasolvencia en los ltimos aos de la dcada de 1970 y primeros aos de la de 1980 (Banco Mundial1993a).54 Banco Mundial, Improvisacin y desorden: el ajuste en el perodo de 1982-87, En Diez aosdespus de la crisis de la deuda. Oficina Regional de Amrica Latina y el Caribe, Washington, D.C.,1993a.55 Ibid.56 Born, Atilio, La sociedad civil despus del diluvio neoliberal, En Sader, Emir y Gentilli, Pablo(comp.), La trama del neoliberalismo: Mercado, Crisis y Exclusin Social, Buenos Aires,CLACSO/Eudeba, 2003b, p. 60.57 Arstegui, Julio y Saborido, Jorge, Hacia una nueva poca? Los aos 90. En Arstegui, Julio;Buchrucker, Cristian y Saborido, Jorge (directores), El Mundo contemporneo: Historia y problema,Buenos Aires, Biblos/Crtica, 2001, p. 787. 13
  • 14. econmicos, por cierto, no muy prometedores. En efecto, y en definitiva, aunque losciclos recesivos58 no cedieron frente a las polticas diseadas con ajustes fiscales ypresupuestarios, olas de privatizaciones y despidos masivos de trabajadores, en ladcada de 1990 el neoliberalismo se volvi ideolgicamente hegemnico. Este pasorequiere varias vetas de anlisis que intentaremos atravesar.En primer lugar, el proceso de descomposicin de la URRS, sus efectos mundiales ysu apego al plan neoliberal. Hacia 1980 se pusieron en evidencia los problemasestructurales de la economa planificada sovitica, es decir, la ineficacia productiva,el atraso agrcola y la escasez de bienes de consumo. Esto comenz a ser terrenode discusin en el Partido Comunista de la Unin Sovitica, cuyo desenlace fue en1985, el nombramiento como secretario del mismo de un reformista, MijalGorvachov. Su programa, Perestroika y Glasnot, avanz en lo poltico hacia lademocratizacin del sistema electoral, la autonoma financiera y la supresin de lastrabas administrativas, mientras en lo econmico se apost a la expansin de lasrelaciones mercantiles. Los primeros resultados de esta poltica no fueron positivos,pronto se dio una situacin de desabastecimiento, desempleo, crecimiento delmercado negro, dficit fiscal, inflacin.59 Segn Hobsbawm, [] la desintegracin econmica ayud a acelerar la desintegracin poltica y fue alimentada por ella. Con el fin de la planificacin y de las ordenes del partido desde el centro, ya no exista una economa nacional, sino una carrera de cada comunidad [] hacia la autoproteccin y autosuficiencia [] El punto sin retorno se alcanz en la segunda mitad de 1989.60En pocos meses todos los pases de la Europa del este que haban permanecidobajo la rbita sovitica, desde 1940, acabaron con el rgimen socialista, siendo suprincipal smbolo, el derrumbe del Muro de Berln, junto a la retirada de las tropassoviticas de Alemania oriental.Esto significaba, a su vez, el fin de la Guerra Fra, justo cuando el Capitalismotriunfante era el que estaba siendo delineado por Reagan y Thatcher. Los nuevosarquitectos de las economas poscomunistas en el Este, gente como Balcerovicz enPolonia, Gaidar en Rusia, Maus en la Repblica Checa, eran ardientes seguidoresde Hayek y Fridman, con un menosprecio total por el keynesianismo y por el Estadode Bienestar, por la economa mixta y, en general, por todo el modelo dominante delcapitalismo occidental correspondiente al perodo de posguerra.61 El dinamismocontinuado del neoliberalismo como fuerza ideolgica a escala mundial estaba ahorasustentado en gran parte por este efecto de demostracin del mundo post-comunista. Los neoliberales podan ufanarse as de una transformacinsocioeconmica que perdurara por mucho tiempo ms.62Pero si Gorvachov fue uno de los responsables de la desintegracin de la URSS ydel boque sovitico, otro actor, Boris Yeltsin, fue quien introdujo el neoliberalismo apleno en la flamante Federacin Rusa. As, una nueva asamblea llamada Congreso58 La dcada de 1990 se caracteriza por la inestabilidad, por ejemplo, estuvo sacudida por sucesivascrisis financieras como la europea de 1992, la del efecto tequila mejicana de 1994, el crac asiticode 1997, la crisis de Rusia en 1998 y la crisis de Amrica Latina en el ciclo 1998-1999. Ibid., p. 795.59 Mazzeo, Miguel, La va no capitalista. La economa de planificacin socialista en la UninSovitica. En Marcaida, Elena (Coordinadora) Estudios de Historia Econmica y Social. De laRevolucin Industrial a la Globalizacin Neoliberal, Buenos Aires, Editorial Biblos, 2002, p. 169.60 Hobsbawm, E, Historia del siglo XX, op. cit., p. 482.61 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio, op. cit., p. 33.62 Ibid., p. 34. 14
  • 15. de los Diputados del Pueblo, fue elegida en marzo de 1990 en unas elecciones libresy competitivas. En 1991 Rusia cre una nueva oficina gubernamental, la presidencia.Para cubrir esta funcin se celebraron elecciones que conferan legitimidad popularal cargo, siendo elegido Yeltsin en junio de 1991. El flamante presidente intentoimponer un programa de reformas econmicas, la llamada terapia de choque, quepermitiera una rpida transicin de una economa estatal a una de libre mercado.El impacto del cambio experimentado en el bloque sovitico alcanz dimensionesms dramticas porque no logr construir un orden capitalista estable. En Rusia elsaldo principal al promediar los 90 era una enorme concentracin de la riqueza (un2 por ciento de la poblacin concentraba cerca del 60 por ciento de la riqueza y el 53por ciento viva bajo el umbral de la pobreza) a lo que se suman otras cifrasescandalosas, como la de su deuda externa (180 millones de dlares) y la salida decapitales (cerca de 250 mil millones de dlares). No obstante, luego de un sacudnfinanciero en 1998 y la devaluacin del rublo, su economa experiment algunarecuperacin en base a las exportaciones de petrleo y financiamientos del FMI.63Esta enorme transformacin provocada por el colapso del socialismo en Europa sehizo en el marco de un capitalismo triunfante que estaba convencido de conocer laspautas lgicas y ptimas para el desarrollo econmico en el mundo. Laquintaesencia de ello iba a consistir en una serie de recetas econmicas conocidascomo el Consenso de Washington. De acuerdo con sus principios, el logro debuenos resultados requera de la liberacin comercial, de la estabilidadmacroeconmica y de la correcta determinacin de precios; y una vez que elgobierno ha tratado estas cuestiones en forma satisfactoria especialmente, una vezque el Estado es apartado de camino-, se asume que los mercados privadosdistribuirn eficientemente los recursos y generarn un fuerte crecimiento.64 La seriede recomendaciones en l contenidas provenan de los organismos financierosinternacionales (FMI, Banco Mundial) y del Tesoro de los Estados Unidos.Originalmente ese paquete de medidas econmicas estaba pensado para los pasesde Amrica Latina, pero con los aos se convirti en un programa general. Lascondiciones pragmticas enumeradas son las siguientes: 1) disciplina presupuestaria, entendiendo por ello la eliminacin del dficit presupuestario como mecanismo para solventar los gastos sociales y mantener en forma ficticia el pleno empleo; 2) cambio en la composicin del gasto pblico, para ello se consensuaba en la prioridad de las reas rentables, dejando de lado todas aquellas subvenciones a los sectores considerados de baja productividad, por ejemplo ferrocarriles en lugares marginales, pero tambin esto apuntaba al sector educativo y de salud; 3) reforma fiscal encaminada a buscar bases imponibles amplias, para ello, se eliminaba el sistema tributario progresivo que slo afectaba a los sectores de ms altos recursos, establecindose impuestos que afectaran a todos los sectores sociales, por ejemplo, los bienes de consumo; 4) apertura financiera y liberalizacin de los tipos de inters, destinado a generar condiciones de libertad en el flujo de capitales financieros y de dinero; 5) bsqueda y mantenimiento de tipos de cambios competitivos, que facilitaran las transacciones financieras;63 Arstegui, Julio y Saborido, Jorge, Hacia una nueva poca? Los aos 90, op. cit., p. 799.64 Stiglitz, Joseph, Ms instrumentos y metas ms amplias para el desarrollo. Hacia el consensopost-Washington, en: Desarrollo Econmico, Revista de Ciencias Sociales, Buenos Aires, IDES,1998, N 151, Vol. 38, p. 691. 15
  • 16. 6) liberalizacin comercial, reduciendo las barreras arancelarias, volviendo a un sistema de libertad absoluta en el flujo de importaciones y exportaciones; 7) apertura de la entrada de inversiones extranjeras directas, considerando a stos como el mecanismo mas idneo de consolidar una economa internacional integrada y para el desarrollo de las economas nacionales; 8) privatizaciones a partir de las cuales el Estado deje de ser productor de bienes y servicios; 9) desregulacin de los mercados, eliminando todas las restricciones al intercambio mundial; 10) garanta de los derechos de propiedad.65Luego volveremos sobre otras regiones que adoptaron el Consenso de Washingtoncomo cuaderno de tareas, adems de varios de los pases ex miembros del bloquesocialista europeo. Antes es preciso detenernos en un segundo plano de anlisispara evaluar la fortaleza del neoliberalismo en los 90. El desplome socialista, segnAnderson, provoc el mejor y mayor triunfo del neoliberalismo, pues se afirmprincipalmente en el plano poltico e ideolgico al haber diseminado la simple ideade que no hay alternativas para sus principios, y que todos, partidarios y opositores,tiene que adaptarse a sus normas [] Este fenmeno se llama hegemona.66La gran victoria neoliberal tuvo, como amerita la poca, su propio montajesensacionalista y de difusin mundial a travs de la obra de Francis Fukuyama, ElFin de la Historia.67 Sus palabras son ms que elocuentes como para comprender elsignificado de este nuevo credo: El siglo XX presenci como el mundo desarrollado descenda hasta un paroxismo de violencia ideolgica, cuando el liberalismo batallaba con los remanentes del absolutismo, primero, luego, con el bolchevismo y el fascismo, y, finalmente con un marxismo actualizado que amenazaba con conducir al Apocalipsis definitivo de la guerra nuclear. Pero el siglo comenz lleno de confianza en el triunfo que al final obtendra la democracia liberal occidental, parece, al concluir, volver en un crculo a su punto de origen: no a un fin de la ideologa o a una convergencia entre capitalismo y socialismo, como se predijo antes, sino a la impertrrita victoria del liberalismo econmico y poltico [] lo que podramos estar presenciando no es slo el final de la guerra fra, o la culminacin de un periodo especfico de la postguerra, sino el fin de la historia como tal: esto es, el punto final de la evolucin ideolgica de la humanidad y la universalizacin de la democracia liberal como forma final de gobierno humano.68Para Francis Fukuyama al fin de la historia se ha llegado porque ya no hayposibilidad de conflicto ideolgico lo que equivale a decir que el liberalismo apareceno slo como vencedor sino que es la ltima ideologa victoriosa, el corpus queconsigui la victoria final. As entendido, el fin de la historia contiene en s mismotoda una carga terica: la poltica se convertir en una extensin de los procesosreguladores de los mercados. El idealismo ser reemplazado por la gestin65 . Lettieri, Alberto, La civilizacin en debate op. cit., p. 432.66 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio, op. cit., p. 2767 En 1989 Francis Fukuyama escribi un ensayo titulado El Fin de la Historia, publicado en elperidico de asuntos internacionales The National Interest. De all nacin el libro The End of Historyand the Last Man (El fin de la Historia y el ltimo hombre), en 1992.68 Francis Fukuyama, El fin de la Historia, artculo publicado originalmente en la revista The NationalInterest, 1988, basado en la conferencia que el autor dictara en John Molin Center for Inquiry Into theTheory and Practice or Democracy de la Universidad de Chicago, pp. 2-3. Versin digital:www.fulide.org.bo 16
  • 17. econmica y la resolucin de problemas tcnicos en busca de la satisfaccin delconsumidor.69Con esta proclama Fukuyama lig la democracia liberal con la prosperidadcapitalista en un nudo terminal y enftico.70 Segn Lettieri, la expresin el fin de lahistoria refiere a una frase de Hegel y a una supuesta definicin de Marx, peroFukuyama la utiliza errneamente porque el primero la habra usado para referirse altriunfo del Estado, y Marx no habra hablado del fin de la historia sino de laprehistoria del hombre.71Entre las mltiples respuestas crticas a esta visin, la ms generalizada sostiene suinconsistencia pues basta anteponer el simple sentido comn de la naturalezacambiante del ser humano. Born, por ejemplo, se pregunta: acab el movimientode la historia?, al fin y al cabo, parafraseando a Jean Jacques Rousseau: si Romay Esparta murieron, qu Estado puede esperar durar toda la eternidad?.72 Unsegundo frente de ataque fue la idea de que su esquema de pensamiento descuidala perseverancia de la desigualdad y la miseria en las sociedades capitalistas, lo quenecesariamente matiza el triunfalismo liberal. Respecto a esta cuestin claveFukuyama descifra las causas de la desigualdad en razones culturales y se adhierea la visin oficial de los aos ochenta que concede una confianza ciega alconsumismo capitalista. Finalmente, el fin de la historia que propone lejos de ser unestadio perfecto para la humanidad consiste bsicamente en la eliminacin de otrasalternativas. 73Pero los aos noventa transitaron con otros claros indicios de la hegemonaneoliberal. En efecto, adems de los pases ex -miembros del mundo socialistaeuropeo, otro territorio de experimentacin neoliberal a pleno fue Amrica Latina. Yahemos dicho que Chile en primer lugar y Bolivia en menor medida haban sido dosde los estados del subcontinente ms prematuros en la aplicacin de polticasneoliberales. Pero, el verdadero clima neoliberal en esta regin del mundo,encuadrado en el Consenso de Washington y en la recuperacin de sistemasdemocrticos formales superadores de los gobiernos y regmenes militaresanteriores-,74 se inici con la presidencia de Carlos Salinas, en Mjico, en 1988, lade Carlos Menem, en Argentina, en 1989, la segunda presidencia de Carlos AndrsPrez en Venezuela y la de Alberto Fujimori (Per) y Fernando Collor de Mello69 Fukuyama, Francis, El fin del hombre, Madrid, Ediciones Punto de Vista, 2003, p. 314.70 Anderson, Perry, Los fines de la Historia, Barcelona, Anagrama, 1997, segunda edicin, p. 98.71 Lettieri, Alberto, La civilizacin en debate. Historia Contempornea: de las revoluciones burguesasal neoliberalismo, Buenos Aires, Prometeo, 2004, p. 432.72 Born, Atilio, El pos-neoliberalismo: un proyecto en construccin, En: Sader, Emir y Gentilli, Pablo(comp.), La trama del neoliberalismo: Mercado, Crisis y Exclusin Social, Buenos Aires,CLACSO/Eudeba, 2003c, p. 136.73 Anderson, Perry, Los fines de la historia , op. cit., pp. 99-103.74 En Amrica Latina hubo un predominio de regmenes militares en la dcada de 1970, las quecorrespondan a distintos perfiles (unas fueron las dictaduras personales y patriarcales, otros fueronlas que correspondan a los regmenes burocrticos y desarrollistas, la tercera categora de gobiernosmilitares nacionalistas y reformistas, y finalmente, dictaduras de corte terroristas). Al promediar estadcada algunos pases de esta regin recuperaron sistemas democrticos siendo el gran impulsodemocratizador el derrocamiento militar en Argentina, en 1983. Cattneo, L. y Luchilo, L, AmricaLatina, 1914-1990, En Arstegui, Julio; Buchrucker, Cristian y Sabordio, Jorge (directores), El Mundocontemporneo: Historia y problemas, Buenos Aires, Biblos/Crtica, 2001, p. 780. Sin embargo, setrat de una democratizacin que apenas gan espacio en los discursos, en retricas, pero donde laciudadana qued cancelada por las polticas instrumentadas que excluyen de su ejercicio efectivo agrandes sectores de la poblacin. Born, Atilio, El pos-neoliberalismo: un proyecto enconstruccin, op.cit, p. 137. 17
  • 18. (Brasil) en 1990. Comparativamente, aqu se aplic con ms fuerza y rigidez elrecetario de polticas neoliberales.Segn Anderson, de las cuatro experiencias vividas en esta dcada, podemos decirque tres registraron xitos impresionantes a corto plazo (Mxico, Argentina y Per) yuna fracas: Venezuela. La condicin poltica que garantiz la deflacin, eldesempleo y la privatizacin de las economas mexicana, argentina y peruana fueuna concentracin formidable del poder ejecutivo; algo que siempre existi enMxico, un rgimen de partido nico. Sin embargo, Menem y Fujimori tuvieron queinnovar con una legislacin de emergencias, autogolpes y reformas de laConstitucin. Esta dosis de autoritarismo poltico no fue posible en Venezuela, conuna democracia partidaria ms continua y slida que en cualquier otro pas deAmrica del Sur, y el nico que escap de las dictaduras militares y regmenesoligrquicos desde los aos 50. De ah el colapso de la segunda presidencia deCarlos Andrs Prez. A pesar de esto sera arriesgado concluir que en AmricaLatina slo los regmenes autoritarios pueden imponer con xito las polticasneoliberales. El caso de Bolivia, donde todos los gobiernos electos despus de1985, tanto el de Paz Zamora como el de Snchez de Lozada, continuaron con lamisma lnea, est ah para comprobarlo. La leccin que deja la larga experienciaboliviana es clara. Existe un equivalente funcional al trauma de la dictadura militarcomo mecanismo para inducir democrtica y no coercitivamente a un pueblo aaceptar las ms drsticas polticas neoliberales: la hiperinflacin. Sus consecuenciasson muy parecidas.75Si nos atenemos a los indicadores de crecimiento econmico, se puede observarque la regin recuper su tono expansivo en comparacin a la dcada anterior enla dcada de 1980 se calcula en un (-)1 por ciento de crecimiento en el PBI percpita- pero con tasas de crecimiento moderadas, 1,5 por ciento. Segn se infiere dela grfica siguiente el comportamiento regional del PBI, adems de moderado puedefragmentarse en dos momentos. Tanto en 1995 como en 1999 las tasas decrecimiento del PBI por habitante fueron negativas. Ambas crisis econmicas estnmotivadas por factores externos que golpean las economas en fase de transicin.En 1995 fue Mxico quin sufri las consecuencias de la prdida de confianza de lospropietarios de ttulos de deuda, los que iniciaron una retirada sistemtica delmercado mexicano. Sus efectos se hicieron sentir hasta Argentina, donde la crisisfinanciera internacional adquiri el nombre de "tango". En 1998 y 1999, la depresineconmica de los pases latinoamericanos ha estado ligada a los efectos de la crisisde la regin asitica, donde las economas emergentes sufrieron el ataque de loscapitales voltiles, una vez que se puso en evidencia las presiones devaluadorassobre sus monedas.75 Anderson, Perry, Neoliberalismo: un balance provisorio, op. cit., p. 36. 18
  • 19. Fuente: CEPAL, Balance preliminar de las economas de Amrica Latina y el Caribe, Santiago de 76 Chile, CEPAL, 1999.Este comportamiento oscilante se vincul al predominio de las exportaciones y, porende, su sensibilidad al comportamiento de los mercados externos. Adems,Amrica Latina haba recuperado en esta dcada el acceso al crdito internacional.Con estas circunstancias econmicas, dos de los resortes de ataque neoliberallograron controlarse, la inflacin77 y el gasto pblico. Sin embargo, el crecimientoeconmico puso de relieve fuertes contrastes con los indicadores de desarrollohumano, pues el ajuste y reformas neoliberales fueron posibles slo con fuertesefectos sociales.78En este marco general, para el caso de Amrica Latina, la poltica social fueencarada, transitoria e inicialmente, como un conjunto restrictivo de medidasorientadas a compensar los efectos inicialmente negativos del ajustemacroeconmico, segn el discurso generalizado de la poca. Es as que, luego desuperada la etapa inicial, los neoliberales pronosticaban que la reactivacin y elsaneamiento de la economa de mercado generaran los equilibrios bsicos,quedando a lo sumo un minoritario porcentaje de poblacin necesitado de laatencin pblica.En este marco argumental lo social se considera ante todo una dimensin del gasto,no de la inversin; donde el concepto de desarrollo social se diluye y cede terreno alde compensacin social.79 En consecuencia la poltica social se contrae, y sus dosfunciones tradicionales -acumulacin y legitimacin- experimentan severas76 Citado por Yaez, C., Amrica Latina en los noventa: los dficit del crecimiento, En:www.americaeconomica.com, (s/f).77 Calculada desde el 200 al 900 por ciento entre 1991 y 1993, consigui reducirse hasta el 25 porciento en 1995, y llegar al nivel ms bajo en 1999, coincidiendo con la depresin, cuando se sita pordebajo del 10 por ciento78 Yaez, C., Amrica Latina en los noventa op. cit.79 Bustelo, Eduardo, La produccin del Estado de Malestar. Ajuste y poltica social en AmricaLatina, En Minujin, Alberto y otros: Cuesta abajo. Los nuevos pobres: efectos de la crisis en lasociedad argentina, Buenos Aires, UNICEF/Losada, 1993. 19
  • 20. adaptaciones. La cuestin de la contraccin de la poltica social se presta a debate,especialmente en lo que toca a los fondos asignados a su financiamiento. Por unlado, los registros pblicos o de organismos internacionales son, en lo referente aeste punto, muy insatisfactorios y usualmente poco comparables. Por otro lado, lascifras disponibles usualmente se refieren a las sumas presupuestadas y no a lasefectivamente ejecutadas, y la diferencia entre unas y otras suele ser muy grandes.As puede aceptarse que, salvo en Costa Rica, las cifras de gasto socialefectivamente ejecutado, por habitante, han tendido a reducirse sensiblemente enlos 90.80La poltica social neoliberal tiende, adems, a cumplir la funcin de acumulacin entrminos financieros, o bien ligando el mejoramiento de la situacin social de losdestinatarios al desarrollo de actividades microempresariales. Lo primero se advierteclaramente en el caso de la privatizacin de los sistemas de jubilaciones ypensiones; independientemente de la discusin respecto de las ventajas ydesventajas de los sistemas privados, es claro que un efecto inmediato de laprivatizacin es poner a disposicin del mercado de capitales recursos financierosconsiderables, dinamizando los mecanismos de acumulacin. La segunda dimensinde la funcin de acumulacin corre por cuenta de los programas de inversin social,orientados hacia las micro y pequeas empresas81, a las cuales se busca dotar decondiciones de competitividad y rentabilidad. Esto ltimo es fuertemente fomentadodesde las polticas estatales en base a financiamientos de organismosinternacionales y ejecutado por grupos tcnicos privados.82 Sin embargo, muchas deestas experiencias terminaron en fracaso.83En otros aspectos, la poltica social del neoliberalismo asume un carctereminentemente asistencial, apuntando a segmentos determinados de la poblacinen condiciones de pobreza extrema.84 Deja de tener una funcin integradora puesmucho ms que incorporar a la poblacin de bajos niveles de ingreso a condicionessatisfactorias de empleo y de vida, apunta a impedir un mayor deterioro de lapoblacin que ya se encuentra en condiciones de pobreza, y presta asistencia a lasvictimas del ajuste.85 Los riesgos de ineficacia son evidentes porque una cosa eshacer poltica asistencial cuando los necesitados constituyen una porcin reducidade la poblacin; otra muy distinta cuando componen entre el 40 y el 65 por ciento dela poblacin total -como en muchos pases de Amrica Latina a mediados de los80 Vilas, Carlos, De ambulancias, bomberos y policas: La poltica social del neoliberalismo, EnDesarrollo Econmico, Buenos Aires, IDES, 1998a, N 144, Vol. 36.81 Si bien no hay una forma unvoca de definirlas, para el casa de Amrica latina en general y laArgentina en particular, en la dcada de 1990 el principal criterio para definir a las empresa fue lacantidad de ocupados (y no el monto de la facturacin anual, por ejemplo). Los autores que definan alas distintas empresas con este criterio distinguan los siguiente tipos: Microempresa: hasta 5 o 10ocupados (dependiendo la fuente); Pequea empresa: de 6 o 11 a 49 ocupados; Mediana empresa:de 50 a 99 ocupados; Gran empresa: ms de 100 ocupados. Bergesio, Liliana, Ganarse la vida.Trabajadores cuentapropia del sector familiar en la estructura socio-econmica de San Salvador deJujuy, Jujuy, FUNDANDES/FHyCS-UNJu, 2000, p. 63.82 Bergesio, Liliana, Ganarse la vida. Trabajadores cuentapropia del sector familiar en la estructurasocio-econmica de San Salvador de Jujuy, Jujuy, FUNDANDES/FHyCS-UNJu, 2000.83 En este libro, en el trabajo de Bergesio et al. se analiza un caso para la provincia de Jujuy.84 Grassi, Estela, Hitze, Susana y Neufeld, Mara Rosa, Polticas Sociales. Crisis y Ajuste Estructural,Buenos Aires, Espacio Editorial, 1994.85 Grassi, Estela, Polticas y problemas sociales en la sociedad neoliberal. La otra dcada infame [I],Buenos Aires, Espacio editorial, 2003. 20
  • 21. 90.86 Esta situacin fue calificada de escandalosa por ODonnell quien comenta losiguiente: En 1990, el 46 por ciento de los latinoamericanos viva en la pobreza y cerca de la mitad de ellos eran indigentes carentes de recursos para satisfacer necesidades fundamentales. La cantidad de pobres es hoy mayor que a comienzos de la dcada del 70: en 1990 era de 195 millones, 76 millones ms que en 1970. Pero el problema no radica meramente en la pobreza: no es menos importante el agudo aumento de la desigualdad que ocurri en la regin durante las dcadas del 70 y/o el 80.87Pero, como ya se dijo, lo central es que la poltica social es concebida como algotransicional; se considera (aunque luego los hechos mostraron la falacia de estepresagio) que despus de un lapso inicial el ajuste econmico producira crecimientosin inflacin y generara empleos -efecto de derrame- en el sector moderno de laeconoma, subiendo los ingresos y haciendo innecesario mantener indefinidamentelos programas sociales. Esto afecta la capacidad de la poltica social para cumplir lafuncin de legitimacin y la reduce sensiblemente pasando a cumplir una funcinbomberil o de apaga fuegos, es decir, actuar en situaciones limites que puedenconvertirse en focos de tensin poltica, alimentando la inestabilidad social, creandofactores de inseguridad que afectan negativamente al flujo de fondos financierosexternos, y cuestionando la gobernabilidad del modelo. En este sentido, la polticasocial resulta estrechamente ligada a la evolucin de las coyunturas polticas:proximidad de elecciones, conflictos polticos o sociales, manifestaciones demalestar o descontento.Ahora bien, en 1993 el Banco Mundial afirmaba que, desde haca poco ms de unadcada, se observaba una transformacin extraordinaria del pensamientoeconmico en Amrica Latina. La tendencia que preponderaba antiguamente -unfuerte intervencionismo del Estado, la orientacin del comercio hacia el interior y laprescindencia del equilibrio macroeconmico- ha sido desplazada lentamente por unnuevo modelo basado en la orientacin hacia el mercado. Hasta la ComisinEconmica para Amrica Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas,paladn tradicional del desarrollo orientado hacia el Interior y el estructuralismo, hareconocido que a medida que se acerca el final del siglo el curso de accin msapropiado es el de la apertura, la competitividad, el equilibrio macroeconmico, ellibre mercado y los programas sociales orientados hacia los sectores ms pobres dela sociedad.88El Banco Mundial afirmaba, a su vez, que tambin exista un consenso crecienterespecto a la necesidad de redefinir el papel del Estado, afirmando que la mayorade los analistas convienen en que la presencia cada vez mayor del Estado en elperodo de 1950-1980 repercuti negativamente en la eficiencia y el crecimiento y enque el Estado, al concentrarse en la produccin, se preocup menos por elestablecimiento de programas sociales destinados a aliviar la pobreza. Por ello sedestacaba en este informe que a esta fecha (1993) y con el fuerte respaldo deinstituciones multilaterales, en la mayor parte de la regin se est llevando a cabo un86 Vilas, Carlos, De ambulancias, bomberos, op. cit.87 ODonnel, Guillermo, Pobreza y desigualdad en Amrica latina. Algunas reflexiones polticas, EnTokman, Vctor y ODonnell, Guillermo (comp.), Pobreza y desigualdad en Amrica latina. Temas ynuevos desafos, Buenos Aires-Barcelona-Mxico, Paids, 1999, p. 6988 Banco Mundial, Nuevo consenso sobre poltica econmica y reforma estructural, En Diez aosdespus de la crisis de la deuda, Oficina Regional de Amrica Latina y el Caribe, Washington, D.C.,1993b. 21
  • 22. proceso de privatizacin masiva que tiene por objeto reducir drsticamente lapresencia econmica del Estado en la produccin. Tambin se reconoce all que lamayora de los programas tradicionales de los gobiernos -como el control de precios,los subsidios generalizados y los salarios mnimos- no han beneficiado a los gruposms pobres de la sociedad sino a las clases media y alta apuntando esto como unacrtica pero a la vez como un tema bien conocido ahora por los gobiernos de laregin.En este Informe el Banco Mundial se pregunta: a qu se debe esta transformacinde las ideas econmicas? Y se responde que esto obedece a varios factores, entrelos cuales se cuentan el fracaso de los programas heterodoxos de Argentina, Brasily Per a mediados de los aos 80, y la impresin generalizada de que la estrategiade desarrollo basada en el Estado aplicada en los diez aos anteriores se habadesquiciado. Ahora haba que seguir el ejemplo de Asia oriental, escuchar losconsejos de las instituciones multilaterales, imitar a Chile que evidenciaba un granxito-, converger con las posiciones doctrinales de los economistas formados en lasuniversidades europeas y norteamericanas. Este grupo de profesionales: [] a medida que adquirieron prestigio y una creciente influencia, crearon programas y facilitaron el dilogo entre los gobiernos de la regin y las instituciones multilaterales. Esos profesionales se convirtieron en el ncleo central de los equipos de cambio que, dentro de las burocracias nacionales, se encargaron de los aspectos prcticos del proceso de transformacin.89Finalmente, el Banco Mundial en este momento afirma que no se debe exagerar elalcance del acuerdo sobre cuestiones de poltica, pero s considera que esindiscutible que muchos sectores de las polticas -e incluso lderes opositores-reconocen la necesidad de ejecutar profundos cambios estructurales para alejardefinitivamente a los pases latinoamericanos de las polticas intervencionistas yorientadas hacia el interior que aplicaban en el pasado. El nuevo consenso se refierea cuatro aspectos principales: estabilidad macroeconmica; apertura del comercio;menor participacin del Estado en la economa, y alivio de la pobreza.90Llegados a este punto es importante sealar qu fue el ajuste estructural y lareforma del Estado, pues con ese formato se propag el discurso neoliberal enLatinoamrica. Aunque as enunciado perecera uniforme se desarroll con unaimportante heterogeneidad de formas, segn las opciones adoptadas por las elitesnacionales de cada pas.91 Como ya se seal, pese a la creencia de que en losnoventa se produjo una desercin del Estado, defendemos aqu la hiptesis de unametamorfsis en el modo de intervencin: no hay menos Estado sino una mayorapertura a las directrices y los intereses de los capitales concentrados.En ese marco, los ataques de la fraccin de clase hegemnica no son en contra delEstado en s mismo. Por el contrario, su objetivo fue el debilitamiento de su podersocial, pues la crtica se dirigi a las reivindicaciones y a las presiones sociales delmismo.92 Asistimos as a lo que se denomina como la paradoja neoliberal:93 seproclama el fin de la intervencin estatal pero se apela al Estado para que lleve acabo los procesos de descentralizacin, apertura financiera y privatizacin. El89 Ibid.90 Ibid.91 Para el caso de la Argentina se puede ver el artculo de Lagos y Gutirrez en este libro.92 Pipitone, Ugo, El capitalismo que cambia, Madrid, Alianza Editorial, 1986.93 Vilas, Carlos, Seis ideas falsas sobre la globalizacin, En Fernndez, J. (Coord.) Globalizacin,crtica de un paradigma, Mxico, UNAM/ Plaza y Janes, 1998b. 22
  • 23. resultado es un Estado fuertemente interventor a favor de la centralidad econmica.De hecho, el modelo neoliberal supone una fuerte intervencin del Estado paraimponer la liberalizacin, enfrentado para ello cualquier resistencia social, aunquesea por medios no democrticos, como ya se dijo.Esta redefinicin del Estado fue necesaria para concretar el plan de ajusteestructural neoliberal cuyas principales caractersticas, para el caso de Amricalatina, se pueden resumir en los siguientes puntos. 1. Hubo una ideologa de corte conservador en las reformas que privilegi la adopcin de formas de distribucin de bienes regulados por el mercado (privatizacin y tratamiento de mercado no slo de empresas sino tambin de bines y servicios. 2. La nueva configuracin de poder que emerge del triunfo neoliberal se expres en dos ncleos convergentes de intervencin: las reformas macroeconmicas y las polticas sociales que tuvieron la finalidad comn de abrir al sector privado (desregulacin, privatizacin y flexibilizacin mediante) sectores con potencial rentabilidad econmica que antes estaban vedados al capital. 3. En forma paralela a la implementacin del ajuste estructural se asiste a un proceso de (des)ajuste social, con altas tasas de pobreza y crecimiento de la desigualdad. Las estrategias de reforma del Estado privilegiaron la estabilidad macroeconmica por encima de las estrategias de redistribucin y de solucin de la pobreza. 4. Finalmente, el presupuesto de crecimiento para solucionar la desigual distribucin del ingreso que esgrimen la ortodoxia neoliberal ha demostrado ser una falacia. Los pases de la regin crecieron en los noventa, sin mostrar tasas sustanciales de reduccin de la pobreza y presentando un aumento de las tasas de desempleo.En el caso especfico de Argentina, el balance de la dcada de 1990 nos enfrentacon un Estado que con la liquidacin de sus activos en empresas y con los pagos deintereses de la deuda pblica,94 gener una grave situacin de desfinanciamiento delsistema de seguridad social. Adems se verifica una excesiva carga tributaria sobrelos sectores de menos recursos, todo en aras de facilitar la apropiacin de renta porlos capitales ms concentrados e incluso el incremento sustancial de la remisin deutilidades al exterior. Si se tiene en cuenta que en este periodo se produce un fuerteproceso de concentracin empresaria estrechamente vinculado al proceso deprivatizaciones y valoracin del capital que se gener a su alrededor, se puedeconcluir que la desaparicin del Estado no ha sido ms que aparente. Ello en elsentido de que ha jugado un rol fundamental a la hora de defender los intereses delos grupos dominantes y de garantizar la lgica regresiva de un modelo impuestopor una elite dominante, que encuentra en el desempleo, en la fragmentacin socialy en los crecientes grados de polarizacin a su arma ms efectiva para alcanzar susobjetivos de acumulacin de la riqueza nacional.95Una ltima reflexin de este apartado. La dcada del noventa significo lapropagacin de la ideologa propulsora del mercado y el liberalismo sobre todo en lallamada periferia del mundo, mutando hacia una especie de imperialismo neoliberal.94 Fue le rubro lder en la formulacin de los presupuestos nacionales y principal causante de laderivacin de los gastos hacia otras reas.95 Gambina, Julio, Estabilizacin y reforma estructural en la Argentina (1989-99), En Sader, Emir(comp.), El ajuste estructural en Amrica Latina. Costos sociales y alternativas, Buenos Aires,Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales/CLACSO, 2001, p. 224. 23
  • 24. Apenas un recorrido por distintos pases del mundo desarrollado sirve para constatarque los principios de aplicacin a rajatabla del libre mercado, la liberalizacin de lastransacciones financieras, la eliminacin de regulaciones nunca ha sido aplicado congran intensidad en ellos, por el contrario sus paquetes polticos estn cargados desubsidios, protecciones y gastos sociales por encima del producto bruto.El cuadro trazado por en Banco Mundial para fines del siglo XX muestra la siguientesituacin: veintiocho pases con ingresos promedio per cpita anuales superiores alos 9300 dlares; luego, treinta seis donde el ingreso estara entre los 3000 y 9000dlares; unos cincuenta y siete pases con ingresos medios inferiores, en un rangoque va desde los 760 a los 3000 dlares, y, finalmente, sesenta y tres pases con uningreso entre 0 y 760 dlares por persona, por ao. Los de mejor situacin son lospases miembros de la OCDE a los que se suman Israel, Qatar, Brunei, Kuwait,Emiratos rabes. En total esos pases desarrollados representan el 72 por ciento delPBI mundial. De modo que en una franja de 28 Estados se concentra casi el 80 porciento del producto del mundo y viven 886 millones de personas. En contraste, lospases de ingresos bajos, 63 en total, representan el 6,1 por ciento del PBI total,mientras all residen 3.536 millones de personas.En sntesis, el siglo XX ha finalizado sobre la base de una tendencia de la economamundial que revela una baja de la tasa de crecimiento, un proceso sistemtico ypermanente de predominio de Estados Unidos y la agudizacin de un proceso deprofunda desigualdad que tiene como epicentro el territorio ms directo deaplicaciones neoliberales, Europa Oriental, la ex URSS y gran parte de AmricaLatina.96Neoliberalismo y globalizacinEstas asimetras a las cuales recin hacamos referencia han aumentado,paradjicamente, dentro del esquema del mundo globalizado. As hemos dadoentrada a un trmino de mxima actualidad, globalizacin, tambin polismico,ambiguo y polmico. En su acepcin ms general implica que todas las economasdel mundo estn conectadas entre s en todos los aspectos pero fundamentalmente