Berkeley, George - Tres diálogos entre Hilas y Filonús.pdf

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  • George Berkeley

    TRES DILOGOS ENTREHILAS Y FILONS

    folio

    Traduccin: A. P. Masegosa

    Nota: Estos dilogos vienen a completar el volumen:Principios del conocimiento humano, cuyaprimera parte, hace tiempo ya, habamos puestoen versin digital. Conservamos la nmeracinde pgina original.

  • Indice

    PRIMER DIALOGO ....................................................................4

    SEGUNDO DIALOGO .............................................................. 35

    TERCER DIALOGO.................................................................. 51

  • TRES DILOGOS ENTREHILAS Y FILONS

    Su designio es demostrar claramente la realidad yperfeccin del conocimiento, la naturaleza

    incorprea del alma y la providencia inmediata deuna divinidad, en oposicin a escpticos y ateos,

    as como descubrir un mtodo para hacer lasciencias ms fciles, tiles y sencillas.

  • PRIMER DILOGO

    FILONS.- Buenos das, Hilas. No esperaba encontrarte fuera tanpronto.HILAS.- No es corriente, desde luego, que suceda esto; pero mispensamientos estaban tan absortos en una materia sobre la que habaestado discurriendo la ltima noche que, viendo que no podaconciliar el sueo, resolv levantarme y dar una vuelta por el jardn.FILONS.- Buena ocasin sta que te permite ver los inocentes yagradables placeres que te pierdes todas las maanas. Pues, hayacaso durante el da un momento ms agradable, o en el ao unaestacin ms agradable? Ese cielo purpreo, esos cantos de lospjaros, silvestres y suaves al mismo tiempo, el fragante esplendor delos rboles y flores, el benigno influjo del sol naciente, todo eso y milhermosuras ms de la naturaleza inspiran en el alma secretostransportes; y al encontrarse tambin sus facultades frescas y vivaces,estn en disposicin de entregarse a esas meditaciones a quenaturalmente nos invitan la soledad del jardn y la tranquilidad de lamaana. Pero temo turbar tus pensamientos, pues parece que estsinteresado en algo.HILAS.- Es verdad, lo estaba, y te agradecer mucho que me permitasseguir discurriendo, lo cual no quiere decir en manera alguna quequiera verme privado de tu compaa, pues mis pensamientos fluyenms fcilmente cuando converso con un amigo que cuando estoy solo;por el contrario, te pido que tengas a bien que yo comparta contigo misreflexiones.FILONS.- De todo corazn; es lo que yo te hubiera pedido si no te mehubieras adelantado.HILAS.- Estaba pensando en el curioso destino de aquellos hombres -los ha habido en todas las pocas- que, por afectar ser distintos delvulgo y por una cierta perversin mental, han pretendido no creer ennada o creen las cosas ms extravagantes del mundo. Esto se podra,sin embargo, soportar, si sus paradojas y escepticismo no trajeranconsecuencias perjudiciales para la humanidad. El mal est en que loshombres que disponen de menos ocio, cuando ven que aquellos que alparecer han gastado todo su tiempo en las tareas del conocimiento,profesan una completa ignorancia de todo o sostienen ideas querepugnan a los principios evidentes y comnmente recibidos, estntentados de sospechar de las verdades ms importantes que hastaentonces ha considerado sagradas e indiscutibles.FILONS.- Estoy completamente de acuerdo contigo por lo que serefiere

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  • a la perniciosa tendencia de algunos filsofos a afectar dudas, o la queotros tienen a imaginar cosas fantsticas. Y yo mismo me he dejado lle-var tanto por esta forma de pensar, que he abandonado alguno de losconceptos sublimes que aprend en sus escuelas y me he atenido a opi-niones corrientes Y te doy mi palabra: desde que me rebel contra losconceptos metafsicos y obedec a los claros dictados de la naturaleza ydel sentido comn, encuentro que mi entendimiento est entraable-mente iluminado, de suerte que puedo ahora comprender fcilmentemuchas cosas que antes eran para m un enigma y un misterio com-pletos.HILAS.- Me alegra ver que no eran exactas las noticias que he odoacerca de ti.FILONS.- Por favor!, cules eran?HILAS.-En la conversacin de la ltima noche se te presentaba comouna persona que sostena la opinin ms extravagante que haalbergado mente humana; a saber, que no existe en el mundo eso que sellama sustancia material.FILONS.- De que no existe eso que los filsofos llaman sustanciamaterial estoy firmemente persuadido; pero si se me hiciera ver quehaba algo absurdo o escptico en eso, renunciara a ello por la mismarazn por la que yo creo que en la actualidad tengo que rechazar laopinin contraria.HILAS.- Cmo! Puede haber algo ms fantstico, ms contrario alsentido comn, o una muestra mayor de escepticismo que creer que noexiste eso que se llama materia?FILONS.- Vayamos despacio, amigo Hilas. Y si se demostrase quet, que sostienes que existe tal materia, eres un escptico mayor portener esa opinin y eres ms paradjico y contrario al sentido comnque yo, que creo que no hay tal cosa?HILAS.- Antes me persuadirs de que la parte es mayor que el todoque, con el fin de evitar el absurdo y el escepticismo, obligarme aabandonar mi opinin en ese punto.FILONS.- As pues, ests dispuesto a admitir como verdaderaaquella opinin que, previo examen, se muestre mas de acuerdo con elsentido comn y ms alejada del escepticismo?HILAS.- De todo corazn. Puesto que te muestras partidario desuscitar discusiones acerca de las cosas ms claras de la naturaleza,estoy dispuesto por una vez a or lo que tengas que decir.FILONS.- Por favor, Hilas! Qu entiendes por un escptico?HILAS.- Entiendo por escptico lo que todos los hombres entienden,una persona que duda de todo.FILONS.- De modo que la persona que no tenga ninguna duda acercade algn punto particular no se la puede considerar escptica.HILAS.- Estoy de acuerdo contigo.FILONS.- En qu consiste la duda? En afirmar o en negar algo?HILAS.- Ni en afirmar ni en negar; pues cualquiera que entienda ellenguaje, no puede menos de saber que dudar significa una actitudsuspensa entre la afirmacin y la negacin.

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  • FILONS.- As pues, de quien niegue algo no podr decirse que dudade eso, lo mismo que no puede decirse de aquel que lo afirme con elmismo grado de seguridad.HILAS.- Es verdad.FILONS.- Y, por tanto, no se le ha de estimar ms escptico que elotro por esa negacin suya.HILAS.- As es.FILONS.- Cmo puede ser, querido Hilas, que t me proclamesescptico, porque niego lo que afirmas, a saber, la existencia de lamateria? Pues, por ms que digas, soy tan perentorio en mi negacincomo t en tu afirmacin.HILAS.- Un momento, Filons; no he precisado bien mi definicin,pero no hay por qu aprovecharse de cualquier paso en falso que d unhombre discurriendo. Dije, sin duda, que escptico es aquel que dudade todo, pero debera haber aadido, o que niega la realidad y laverdad de las cosas.FILONS.- Qu cosas? Quieres decir con ello los principios y lasproposiciones cientficas? Pero t sabes que stos son conceptosintelectuales universales y, por tanto, independientes de la materia; aspues, la negacin de sta no implica la negacin de aqullas.HILAS.- Concedo que es as. Pero es que no hay otras cosas? Y descon-fiar de los sentidos, negar la existencia real de las cosas sensibles, o pre-tender que no se sabe nada acerca de ellas? No es eso suficiente parallamar escptico a un hombre?FILONS.- Bueno, pues examinemos cul de nosotros es el que niegala realidad de las cosas sensibles, o profesa la mayor ignorancia acercade ellas; ya que, si es que te comprendo bien, a se se le habr deconsiderar el ms escptico.HILAS.- Eso es lo que quiero.FILONS.- Qu entiendes por cosas sensibles?HILAS.- Aquellas cosas que se perciben por los sentidos. Puedes creerque entiendo otra cosa?FILONS.- Perdname, Hilas, porque quiera aprehender claramentetus ideas, pues esto puede abreviar grandemente lo que buscamos.Permteme que te haga otra pregunta. Perciben los sentidosnicamente aquellas cosas que se perciben inmediatamente? O sepueden llamar propiamente sensibles aquellas cosas que se percibenmediatamente, no sin la intervencin de otras?HILAS.- No te entiendo del todo.FILONS.- Al leer un libro, lo que inmediatamente percibo son las letrasy mediatamente y por intermedio de las mismas se sugieren en mimente las nociones de Dios, virtud, verdad, etc. Ahora bien, que lasletras son realmente cosas sensibles o que se perciben por los sentidos,de eso no hay duda; pero querra saber si crees que las cosas quesugieren lo son tambin.HILAS.- Ciertamente que no, sera absurdo pensar que Dios o la virtudson cosas sensibles aunque puedan ser significadas y sugeridas a lamente por signos sensibles con los que tienen una conexinarbitraria.

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  • FILONS.- Parece, pues, que entiendes por cosas sensiblesnicamente aquellas que pueden percibirse inmediatamente por lossentidos.HILAS.- As es.FILONS.- Y no resulta por tal motivo el hecho de que, aunque yo veauna parte del cielo de color rojo y otra de color azul, y de ah concluya mirazn que debe haber alguna causa de la diversidad de colores, sin em-bargo no se puede decir que dicha causa es una cosa sensible o perci-bida por el sentido de la vista?HILAS.- As resulta.FILONS.- Anlogamente, aunque yo oiga diversos sonidos no sepuede decir, empero, que oigo las causas de los sonidos.HILAS.- No se puede decir, evidentemente.FILONS.- Y cuando con mi tacto percibo que una cosa es caliente ypesada, no puedo decir ni verdadera ni propiamente que palpo la causade su calor o de su peso.HILAS.- Para evitar cualquier cuestin de esta clase te dir de una vezpara siempre, que entiendo por cosas sensibles aquellas nicamenteque se perciben por los sentidos y que en verdad los sentidos no perci-ben nada que no perciban inmediatamente; ya que no hacen inferen-cias. Pues la deduccin de causas u ocasiones, partiendo de efectos yapariencias, que es lo nico que los sentidos perciben, pertenece por en-tero a la razn.FILONS.- Entiendo que convenimos en un punto, a saber, que soncosas sensibles nicamente aquellas que se perciben inmediatamente porlos sentidos. Adems, dime si es que percibimos inmediatamente por lavista algo ms que la luz, los colores y las figuras; por el odo algo que nosean los sonidos; o por el paladar algo adems de los sabores; por el olfatolo que no sean los olores; o por el tacto otra cosa que no sean cualidadestctiles.HILAS.- NO.FILONS.- As pues, parece que, si suprimes todas las cualidadessensibles, no queda nada sensible.HILAS.- Es verdad.FILONS.- Las cosas sensibles, por lo tanto, no son nada ms queotras tantas cualidades sensibles o combinaciones de cualidadessensibles.HILAS.- No son otra cosa.FILONS.- Es, pues, el calor una cosa sensible?HILAS.- Ciertamente.FILONS.- Consiste la realidad de las cosas sensibles en serpercibidas? O es algo distinto de su ser percibidas y no tiene relacinalguna con la mente?HILAS.- Existir es una cosa y ser percibido es otra.FILONS.- Hablo refirindome nicamente a las cosas sensibles; y aeste respecto pregunto si por su existencia real entiendes unasubsistencia exterior a la mente y distinta de su ser percibidas.HILAS.- Entiendo un ser absoluto real distinto de, y sin relacin con,su ser percibidas.FILONS.- As pues, el calor, si se concede que es un ser real, tendrque existir fuera de la mente

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  • HILAS.- As es.FILONS.- Dime, Hilas: es esa existencia real igualmentecompatible con todos los grados de calor que percibimos? O hayalguna otra razn que hace que se la atribuyamos a ciertos grados y sela neguemos a otros? Te ruego que me des a conocer esa razn, si lahubiese.HILAS.- Sea cualquiera el grado de calor que percibamos por los senti-dos, podemos estar seguros de que existe en el objeto que lo oca-siona.FILONS.- Cmo! Tanto el mximo como el mnimo?HILAS.- Te digo que la razn es claramente la misma en amboscasos, ambos se perciben por los sentidos; bien es verdad que elgrado de calor superior se percibe ms sensiblemente y, porconsiguiente, concediendo que haya alguna diferencia, estamos msciertos de su existencia real que en el caso de la realidad de ungrado inferior.FILONS.- Y no es el grado ms extremado e intenso de calor undolor muy grande?HILAS.- Nadie puede negarlo.FILONS.- Y es capaz de dolor o placer una cosa que no percibe?HILAS.- Ciertamente que no.FILONS.- Es tu sustancia material un ser sin sentido, o es un serdotado de sentidos y percepciones?HILAS.- No tiene sentidos, sin ninguna duda.FILONS.- No puede, por tanto, experimentar un dolor.HILAS.- De ningn modo.FILONS.- Ni, consiguientemente, el calor mximo percibido porlos sentidos, puesto que reconoces que no es un dolor pequeo.HILAS.- As es.FILONS.- Qu diremos entonces de tu objeto externo, es unasustancia o no lo es?HILAS.- Es una sustancia material con las cualidades sensibles que leson inherentes.FILONS.- Cmo puede entonces existir en ella un gran calor,puesto que admites que no puede haberlo en una sustancia material?Querra que me aclararas este punto.HILAS.- Un momento, Filons; temo que no estaba en lo cierto aladmitir que el calor intenso es un dolor. Ms bien parece que el dolores algo distinto del calor y la consecuencia o efecto de ste.FILONS.- Al colocar tu mano cerca del fuego, percibes unasensacin simple uniforme o dos sensaciones distintas?HILAS.- Una sensacin simple.FILONS.- No se percibe el calor inmediatamente?HILAS.- S.FILONS.- Y el dolor?HILAS.- Tambin.FILONS.- Al ver, pues, que ambos se perciben inmediatamente almismo tiempo y que el fuego te afecta solamente con una idea simpley no compuesta, se sigue que esta misma idea simple es ambas co-sas, a saber, el intenso calor inmediatamente percibido y el dolor; y

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  • por tanto, que el intenso calor inmediatamente percibido no es nada dis-tinto de una especie particular de dolor.HILAS.- As parece.FILONS.- Intenta otra vez cogitando, querido Hilas, ver si puedesconcebir que haya una sensacin violenta sin dolor o sin placer.HILAS.- No puedo.FILONS.- Y puedes hacerte una idea de un dolor o de un placersensible en general, con abstraccin de toda idea particular de calor,fro, sabores, olores, etc.?HILAS.- No veo que pueda hacerlo.FILONS.- Y no se sigue, por tanto, que el dolor sensible no es nadadistinto de esas sensaciones o ideas en un grado intenso?HILAS.- No se puede negar; y, a decir verdad, empiezo a sospechar queno puede existir un calor muy grande sino en una mente que loperciba.FILONS.- Cmo! Te encuentras entonces en ese estado escpticode suspensin entre la afirmacin y la negacin?HILAS.- Creo que puedo tomar una actitud positiva en este punto.No puede existir fuera de la mente un calor muy violento y doloroso.FILONS.- No tiene, por tanto, segn t, ningn ser real.HILAS.- Lo admitoFILONS.- Es, pues, cierto que no hay en la naturaleza ningn cuerporealmente caliente?HILAS.- No niego que hay un calor real en los cuerpos. Slo digo que nohay una cosa que sea un calor intenso real.FILONS.- Pero no decas antes que todos los grados de calor eranigualmente reales, y que, si haba alguna diferencia, los gradossuperiores eran indudablemente ms reales que los inferiores?HILAS.- Es verdad, pero era porque no consider entonces elfundamento que hay para distinguirlos, que ahora veo claramente. Y esel siguiente: Como el calor intenso no es sino una clase particular desensacin dolo-rosa, y el dolor no puede existir si no es en un serpercipiente, se sigue que no puede existir realmente un calor intenso enuna sustancia corprea no percipiente. Pero esto no es razn para negarque exista calor, en un grado inferior, en tal sustancia.FILONS.- Pero, cmo podremos discernir esos grados de calor, queslo existen en la mente, de los que existen fuera de ella?HILAS.- No hay dificultad en ello. T sabes que el dolor mnimo nopuede existir sin ser percibido; as pues, cualquier grado de calor quesea un dolor existe slo en la mente. Pero en cuanto a todos los restantesgrados de calor, nada nos obliga a pensar lo mismo de ellos.FILONS.- Tengo entendido que admitiste antes que ningn ser nopercipiente era capaz de placer, as como tampoco de dolor.HILAS.- Ciertamente.FILONS.- Y el calor moderado o un grado de calor ms suave que elque causa malestar, no es un placer?HILAS.- Entonces?FILONS.- Por tanto, no puede existir fuera de la mente en unasustancia no percipiente o en un cuerpo.

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  • HILAS.- As parece.FILONS.- Y puesto que tanto aquellos grados de calor que no sondolorosos, como los que lo son, slo pueden existir en una sustanciapensante: no podemos concluir que los cuerpos exteriores sonabsolutamente incapaces de grado alguno de calor?HILAS.- Despus de pensarlo otra vez, creo que es tan evidente que elcalor moderado es un placer como que un gran grado de calor es undolor.FILONS.- No pretendo sostener que el calor moderado sea un placertan grande como el gran calor un dolor. Pero si concedes que essimplemente un placer pequeo, eso basta para justificar miconclusin.HILAS.- Yo lo llamara ms bien algo indoloro. Parece que no es msque una privacin del dolor y del placer. Y espero que no me negars quetal cualidad o estado puede convenir a una sustancia no pensante.FILONS.- Si ests resuelto a sostener que el calor moderado o ungrado suave de calor no es un placer, no s cmo convencerte, como nosea apelando a tus propios sentidos. Y qu opinas del fro?HILAS.- Lo mismo que del calor. Un grado intenso de fro es undolor, pues sentir un fro muy grande es percibir un gran malestar; nopuede, por tanto, existir fuera de la mente; pero s puede existir ungrado inferior de fro, as como tambin un grado inferior de calor.FILONS.- As pues, se ha de concluir que aquellos cuerpos a cuyocontacto con nosotros sentimos un grado moderado de calor, tienen enellos un grado moderado de calor o tibieza; y se ha de pensar queaquellos a cuyo contacto sentimos un grado semejante de fro tienenfro en ellos.HILAS.- As es.FILONS.- Puede ser verdadera una doctrina que necesariamentelleva al hombre al absurdo?HILAS.- Sin duda que no puede serlo.FILONS.- Y no es un absurdo pensar que la misma cosa sea almismo tiempo caliente y fra?HILAS.- Por supuesto.FILONS.- Supon ahora que una de tus manos est caliente y la otra fra,y que ambas se introducen acto seguido en un mismo recipiente de aguaa una temperatura intermedia; no parecer el agua fra a una mano ycaliente a la otra?HILAS.- S.FILONS.- Y no debemos concluir, con arreglo a tus principios, quees realmente fra y caliente al mismo tiempo, es decir, de acuerdo conlo que has admitido, creer en un absurdo?HILAS.- Confieso que as resulta.FILONS.- Por tanto, los principios mismos son falsos, puesto que hasadmitido que ningn principio verdadero lleva a un absurdo.HILAS.- Sin embargo, hay algo ms absurdo, despus de todo, quedecir que no hay calor en el fuego?FILONS.- Para esclarecer ms este punto, dime: No debemos acasollegar a la misma conclusin cuando se trate de dos casosexactamente iguales?HILAS.- S.

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  • FILONS.- Cuando un alfiler pincha tu dedo, no hiende y separa tusfibras musculares?HILAS.- SFILONS.- Y cuando un carbn quema tu dedo, hace algo malo?HILAS.- No.FILONS.- De tal modo, si t juzgas que ni la sensacin mismaocasionada por el alfiler ni nada semejante est en el alfiler, tendrs quejuzgar, de acuerdo con lo que ahora has admitido, que ni la sensacinocasionada por el fuego ni nada semejante est en el fuego.HILAS.- Bueno, puesto que tiene que ser as, estoy conforme en admitireso, y reconozco que el calor y el fro son nicamente sensaciones queexisten en nuestras mentes; no obstante, hay todava cualidades bas-tantes para asegurar la realidad de cosas exteriores.FILONS.- Y qu dirs, Hilas, si resultase que ocurre lo mismo contodas las dems cualidades sensibles y que no se puede admitirtampoco que existen fuera de la mente, lo mismo que nos ha sucedidocon el calor y el fro.HILAS.- Pues entonces conseguirs algo; pero no confo en verloprobado.FILONS.- Hagamos un examen metdico: Qu opinas acerca de lossabores, que existen o no fuera de la mente?HILAS.- Puede dudar algn hombre que est en sus cabales de que elazcar es dulce y el ajenjo amargo?FILONS.- Y dime, Hilas, es o no es el sabor dulce una determinadaclase de placer o sensacin placentera?HILAS.- Es.FILONS.- Y no es el sabor amargo una clase determinada de malestaro dolor?HILAS.- S.FILONS.- Pues entonces, si el azcar y el ajenjo son sustanciascorpreas no pensantes que existen fuera de la mente, cmo les puedeconvenir la dulzura y el amargor, es decir, el placer y el dolor?HILAS.- Un momento, Filons; ahora veo qu es lo que ha estadoextravindome todo este tiempo. Me preguntaste que si el calor y elfro, la dulzura y, el amargor eran determinadas especies de placer ydolor, a lo que te respond simplemente que s. Pero debera haberhecho la siguiente distincin: esas cualidades, en cuanto percibidas pornosotros, son placeres o dolores, pero no existen en los cuerposexteriores. No tenemos, por tanto, que concluir de forma absoluta queno hay calor en el fuego ni dulzura en el azcar, sino nicamente que elcalor o la dulzura, en cuanto que percibidos por nosotros, no estn en elfuego o en el azcar. Qu dices a esto?FILONS.- Digo que eso no quiere decir nada. Nuestro discurso haversado siempre sobre cosas sensibles que definiste como cosas quepercibimos inmediatamente por nuestros sentidos. No s nada decualesquiera otras cualidades de que me hables distintas deaqullas, ni entran a formar parte de lo que aqu se discute. Puedespretender, desde luego, haber descubierto algunas cualidades que nopercibes y asegurar que esas cualidades existen en el fuego y en elazcar. Pero no entiendo

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  • qu uso se pueda hacer de eso para el propsito que ahora te ocupa.Dime, pues, de una vez, si reconoces que el calor y el fro, la dulzura y elamargor -es decir, aquellas cualidades que perciben los sentidos- noexisten fuera de la mente.HILAS.- Ya veo que no se va a ninguna parte insistiendo, as es que medeclaro vencido por lo que respecta a las cualidades mencionadas. Sinembargo, confieso que suena extrao eso de decir que el azcar no esdulce.FILONS- A pesar de ello, para tu mayor satisfaccin, ten en cuenta lo si-guiente: que lo que otras veces parece dulce resulta amargo para un pa-ladar no normal. Y nada puede ser ms claro que el hecho de que diver-sas personas perciben sabores diferentes en el mismo alimento, pues loque gusta a uno lo aborrece otro. Cmo podra ocurrir esto si el saborfuera algo realmente inherente al alimento?HILAS.- Lo reconozco.FILONS.- Ahora vamos a considerar los olores. A este respecto megustara saber si lo que se ha dicho de los sabores no convieneexactamente a los olores. No son otras tantas sensacionesagradables o desagradables?HILAS.- S.FILONS.- Puedes concebir como posible que existan en una cosano percipiente?HILAS.- No puedo.FILONS.- Y puedes creer que las inmundicias y las basurasproducen en los animales inferiores que se alimentan indistintamentede ellas los mismos olores que percibimos nosotros en ellas?HILAS.- De ninguna forma.FILONS.- Y no podemos llegar, asimismo, a la conclusin, en lo querespecta a los olores, de que no pueden existir sino en una mente osustancia percipiente, lo mismo que las cualidades anteriormentemencionadas?HILAS.- As pienso.FILONS- Entonces, tratndose de sonidos, qu tenemos que pensar deellos, que son o no accidentes inherentes realmente a los cuerpos exte-riores?HILAS.- Que no son inherentes a los cuerpos sonoros es claro, por loconsiguiente: una campana tocada en el vaco interior de una bombaneumtica no produce sonido. Hay que pensar, pues, que el aire es elsujeto del sonido.HILAS.- Tienes que distinguir, querido Filons, entre sonido, en cuantopercibido por nosotros, y en cuanto es en s mismo; o lo que es lo mismo,entre el sonido que inmediatamente percibimos y el que existe fuera denosotros. El primero es, sin duda, una determinada clase de sensacin, peroel ltimo es simplemente movimiento vibratorio u ondulatorio en el aire.FILONS.- Pensaba que haba obviado ya esa distincin con larespuesta que di cuando ibas a aplicarla en un caso anterior. Pero, parano hablar ms de ello, ests seguro, entonces, de que el sonido no esrealmente nada ms que movimiento?

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  • HILAS.- Lo estoy.FILONS.- As, pues, todo lo que convenga a un sonido real se puedeatribuir con verdad al movimiento.HILAS.- S.FILONS.- Entonces, tiene sentido hablar de movimiento como deuna cosa que es pesada, suave, aguda o grave.HILAS.- Veo que ests decidido a no entenderme. No es evidenteque esos accidentes o modos pertenecen nicamente al sonido sensible osonido segn la comn acepcin de la palabra, pero no al sonido en elsentido real y filosfico, el cual, como acabo de decirte, no es nada msque un cierto movimiento del aire?FILONS.- Parece, pues, que hay dos clases de sonido, uno vulgar, quese oye, y otro filosfico y real.FILONS.- Qu razn hay para ello, Hilas?HILAS.- La de que cuando se produce un movimiento en el aire percibi-mos un sonido mayor o menor en proporcin con el movimiento del aire;pero si no hay tal movimiento del aire no omos en absoluto sonidoalguno.FILONS.- Aun admitiendo que nunca oigamos un sonido sino cuandose produce un movimiento en el aire, no veo, empero, cmo puedesinferir de ah que el sonido mismo est en el aire.HILAS.- Es el movimiento mismo en el aire exterior lo que produce en lamente la sensacin de sonido. Pues, al chocar con el tmpano del odo,origina una vibracin que se comunica al cerebro mediante los nerviosauditivos, y el alma queda afectada acto seguido con la sensacin lla-mada sonido.FILONS.- Cmo! Es el sonido una sensacin?HILAS.- Te digo que, en cuanto que lo percibimos, es una sensacin espe-cial en la mente.FILONS.- Y puede existir alguna sensacin fuera de la mente?HILAS.- No, ciertamente.FILONS.- Y cmo puede entonces el sonido, que es una sensacin,existir en el aire, si entiendes por aire una sustancia sin sentidos queexiste fuera de la mente?HILAS.- Justamente.FILONS.- Y el ltimo consiste en movimiento.HILAS.- As te dije anteriormente.FILONS.- Dime, Hilas, a cul de los sentidos crees que pertenece laidea de movimiento? Al odo?HILAS.- Desde luego que pertenece a la vista y al tacto.FILONS.- Por esto, resultar que, segn t, los sonidos reales podranser vistos o tocados, pero nunca odos.HILAS.- Mira, Filons, puedes burlarte de mi opinin, pero eso noalterar la verdad de las cosas. Admito que las consecuencias a que mellevas suenan de un modo un poco raro, pero el lenguaje corriente esthecho por el vulgo y para su uso; no hay por qu extraarse, por tanto,de que expresiones adaptadas a conceptos filosficos precisosparezcan toscas y fuera de lugar.

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  • FILONS.- A este punto hemos llegado? Te aseguro que creo haberprogresado bastante si te apartas tan despreocupadamente de frases yopiniones comunes, ya que una parte importante de nuestrainvestigacin consiste en investigar quin es aquel cuyas opiniones seapartan ms del camino corriente y son ms contrarias al sentido generaldel mundo. Pero crees que no es nada ms que una paradoja filosficadecir que los sonidos reales no se oyen nunca y que la idea de losmismos procede de otros sentidos? No hay en ello nada contrario a lanaturaleza y a la verdad de las cosas?HILAS.- A decir verdad, no estoy satisfecho. Y despus de lasconcesiones ya hechas, admito que los sonidos tampoco tienen un serreal fuera de la mente.FILONS.- Espero que no tendrs dificultad alguna en reconocer lomismo de los colores.HILAS.- Perdname, el caso de los colores es muy distinto. Puedehaber algo ms evidente que el hecho de que los vemos sobre losobjetos?FILONS.- Los objetos de que hablas son, supongo, sustanciascorpreas que existen fuera de la mente.HILAS.- S.FILONS.- Y tienen colores verdaderos y reales inherentes a ellos?HILAS.- Cada objeto visible tiene el color que vemos en l.FILONS.- Cmo! Hay alguna cosa visible que no sea lo que vemoscon la vista?HILAS.-No.FILONS.- Y percibimos alguna cosa con los sentidos que nopercibamos inmediatamente?HILAS.- Cuntas veces tendr que repetir lo mismo? Te digo que no.FILONS.- Ten paciencia, mi buen Hilas, y dime una vez ms si hayalgo percibido inmediatamente por los sentidos que no sea una cualidadsensible. S que afirmaste que no haba, pero querra saber ahora sipersistes en la misma opinin.HILAS.- S.FILONS.- Por favor!, tu sustancia corprea es una cualidad sensibleo est compuesta de cualidades sensibles?HILAS.- Qu pregunta! Quin ha pensado que lo fuese?FILONS.- La razn que tengo para preguntar esto es que al decircada objeto visible tiene el color que vemos en l haces que los objetosvisibles sean sustancias corporales; lo cual implica o que las sustanciascorpreas son cualidades sensibles, o que hay algo adems de lascualidades sensibles percibidas por la vista; pero como acerca de estepunto ya hemos llegado a un acuerdo, que an mantienes, laconsecuencia evidente es que tu sustancia corprea no es nada distintode las cualidades sensibles.HILAS.- Puedes sacar las consecuencias ms absurdas que se te antojeny esforzarte en enredar las cosas ms sencillas; pero nunca mepersuadirs de que no estoy en mis cabales. Comprendo claramente loque quiero decir.FILONS.- Yo deseo que t tambin me lo hagas comprender. Pero sino

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  • quieres que examinemos tu concepto de sustancia corprea, no insistirms sobre este punto. nicamente haz el favor de decirme si los mismoscolores que vemos, existen en los cuerpos exteriores, o son otros.HILAS.- Son precisamente los mismos.FILONS.- |Cmo! Los hermosos colores rojos y purpreos que vemosall en las nubes estn realmente en ellas? O crees que tienen en smismos otra forma que la de una oscura niebla de vapor?HILAS.- Tengo que admitir, querido Filons, que esos colores no estnrealmente en las nubes, tal como parecen estar a esa distancia. Son sola-mente colores aparentes.FILONS.- Los llamas aparentes? Cmo distinguiremos esos coloresaparentes de los reales?HILAS.- Muy fcilmente. Se juzgan aparentes los que aparecen slo acierta distancia y se desvanecen al acercarse.FILONS.- Y supongo que se juzgarn reales los que se descubrenmediante un examen ms de cerca y riguroso.HILAS.- Eso es.FILONS.- Cul examen es ms de cerca y riguroso, el que se hacecon ayuda de un microscopio o el que se hace a simple vista?HILAS.- El que se hace con un microscopio, desde luegoFILONS.- Pero un microscopio descubre a menudo colores en unobjeto diferentes de los que se perciben a simple vista. Y en el caso deque tuviramos microscopios que aumentaran las veces que sequisieran, es cierto que ningn objeto visto a travs de ellos apareceracon el mismo color que muestra a simple vista.HILAS.- Y qu concluyes de todo esto? No puedes argir que no hayreal y naturalmente colores en los objetos, porque en virtud detratamientos artificiales pueden ser alterados o desvanecidos.FILONS.- Creo que se puede evidentemente deducir de tus propiasconcesiones que todos los colores que vemos a simple vista son sloaparentes, como los que hay en las nubes, puesto que se desvanecen alllevar a cabo una inspeccin ms de cerca y rigurosa, lo cual hacemosmediante el microscopio. Y por lo que respecta a las observaciones quehaces como prevencin, te pregunto: Cmo se descubre mejor el estadoreal y natural de un objeto, con una vista aguda y penetrante o con unamenos penetrante?HILAS.- Sin duda que con la primera.FILONS.- Y no nos ensea claramente la diptrica que losmicroscopios hacen la vista ms penetrante y representan a los objetoscomo apareceran a la vista en el caso de que sta estuviera dotada deuna mayor agudeza?HILAS.- Justamente.FILONS.- Hay que juzgar, por tanto, que la representacinmicroscpica es la que mejor pone de manifiesto la naturaleza real de lacosa, o lo que hay en ella. As, pues, los colores percibidos a travs deella son ms autnticos y reales que los percibidos en otra forma.HILAS.- Reconozco que hay algo de verdad en lo que dices.FILONS.- Adems, no slo es posible, sino evidente, que hayanimales

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  • cuyos ojos estn constituidos por la naturaleza de forma que percibanaquellas cosas que por razn de su pequeez escapan a nuestra vista.Qu opinas de esos animales inconcebiblemente pequeos, percibidosa travs de los lentes? Tendremos que suponer que son completamenteciegos? Y, en el caso de que vean, se puede creer que su vista no sirvetambin para preservar sus cuerpos de daos como se ve que ocurre enlos dems animales? Y si es as, no es evidente que tienen que ver part-culas ms pequeas que sus propios cuerpos, las cuales se les presenta-rn en cada objeto con un aspecto muy distinto de aquel que afectanuestros sentidos? Hasta nuestros propios ojos no siempre nos represen-tan los objetos de la misma forma. Todos sabemos que en la ictericiatodo parece amarillo. No es, pues, muy probable que esos animales, encuyos ojos apreciamos una estructura distinta de la de los nuestros ycuyos cuerpos abundan en humores diferentes, no vean en los objetoslos mismos colores que nosotros vemos? Por todo lo cual, no parece de-ducirse que todos los colores son igualmente aparentes y que ningunode los que percibimos es realmente inherente al objeto exterior?HILAS.- As parece.FILONS.- El asunto quedar fuera de duda si consideras que en elcaso de que los colores fueran afecciones o propiedades realesinherentes a los cuerpos reales, no seran susceptibles de alteracin sinque tuviera efecto un cambio en los cuerpos mismos; pero, no esevidente por lo que se ha dicho que al usar el microscopio, al ocurrir uncambio en los humores del ojo, al variar la distancia, sin ninguna clasede alteracin real en la cosa misma, cambian los colores de cualquierobjeto o desaparecen totalmente? E incluso sin variar ningunacircunstancia, si cambia la posicin de algunos objetos, stospresentarn diferentes colores a la vista. Lo mismo sucede cuando secontempla un objeto bajo distintos grados de luz. Y hay algo msconocido que el hecho de la distinta coloracin de un mismo cuerposegn lo ilumine una vela o la luz del da? Adase el experimento delprisma que, al separar los rayos de luz heterogneos, altera el color delos objetos y har que lo ms blanco aparezca azul oscuro o de rojo asimple vista. Y dime ahora si an eres de la opinin de que todo cuerpotiene su color verdadero real e inherente al mismo; y si piensas que lotiene, me gustara saber por ti ms detalladamente qu determinadadistancia y posicin del objeto, qu peculiar estructura y conformacindel ojo y qu grado o clase de luz son necesarios para encontrar eseverdadero color y distinguirlo de los aparentes.HILAS.- Declaro que estoy completamente convencido de que sontodos igualmente aparentes, y que no hay una cosa llamada colorinherente realmente a los cuerpos exteriores sino que est enteramente en laluz. Y lo que me confirma en esta opinin es el hecho de que segn seala luz as son los colores ms o menos vividos; y si no hay luz no sepercibe ningn color. Adems, si se admite que hay colores sobre losobjetos externos cmo es posible que nosotros los percibamos? Puesningn cuerpo externo afecta a la mente a menos que acteprimeramente sobre nuestros rganos de los sentidos. Ahora bien, lanica accin de los cuerpos es el movimiento; y el movimiento no sepuede comunicar si no es mediante

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  • un impulso. De modo que un objeto distante no puede actuar sobre el ojoni puede hacer por tanto que el alma perciba dicho objeto o sus propie-dades. De aqu se sigue evidentemente que hay una sustancia inmedia-tamente contigua que, actuando en el ojo, ocasiona la percepcin de co-lores; y eso es la luz.FILONS.- Cmo! Es la luz una sustancia?HILAS.- Te digo, querido Filons, que la luz exterior no es sino unatenue sustancia fluida cuyas diminutas partculas, al agitarse con rpidomovimiento y reflejarse en formas distintas desde las diferentessuperficies de los objetos exteriores en los ojos, comunican a los nerviospticos distintos movimientos, los cuales se transmiten al cerebro yoriginan all impresiones varias y stas van acompaadas de lassensaciones de rojo, azul, amarillo, etc.FILONS.- Parece, entonces, que la luz no hace ms que sacudir losnervios pticos.HILAS.- Nada ms que eso.FILONS.- Y, en consecuencia, a cada movimiento determinado delos nervios la mente queda afectada con una sensacin, la cual es uncolor determinado.HILAS.- Tienes razn.FILONS.- Y estas sensaciones no tienen existencia fuera de lamente?HILAS.- No.FILONS.- Cmo afirmas, pues, que los colores estn en la luz, ya quepor luz entiendes una sustancia corprea exterior a la mente?HILAS.- Admito que no pueden existir fuera de la mente la luz y loscolores, en cuanto inmediatamente percibidos por nosotros. Pero en smismos son slo los movimientos y configuraciones de ciertas partculasinsensibles de materia.FILONS.- Los colores, entonces, en su sentido corriente, tomadoscomo los objetos inmediatos de la vista, no pueden convenir sino a unasustancia percipiente.HILAS.- Eso es lo que digo.FILONS.- Bueno, puesto que te declaras vencido por lo que serefiere a las cualidades sensibles que son lo nico que toda lahumanidad considera como colores, no importa que sostengas lo quete plazca en lo referente a los colores invisibles de los filsofos. No esasunto mo disputar acerca de ello; slo querra aconsejarte quepienses t mismo si, habida cuenta de la investigacin que tenemosentre manos, sera prudente que t afirmaras que el rojo y el azul quevemos no son colores reales sino que ciertas figuras y movimientosdesconocidos que no vio ni pudo ver nadie, eso es lo que son losverdaderos colores. No son chocantes esas ideas y no estn sujetas atantas conclusiones ridiculas como las que te viste obligado adesechar anteriormente en el caso de los sonidos?HILAS.- Te confieso francamente, amigo Filons, que es intil resistirms tiempo. Los colores, sonidos, sabores, en una palabra, todo aquelloque recibe el nombre de cualidades secundaras, no tienen ciertamenteexistencia alguna fuera de la mente. Pero al reconocer esto, no se ha de

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  • suponer que suprima toda la realidad material a los objetos externos,pues se ve que no es ms que lo que diversos filsofos sostienen, loscuales, sin embargo, estn lo ms lejos que se puede pensar de negar lamateria. Para una comprensin ms clara de esto has de saber que lascualidades sensibles se dividen por los filsofos en primarias y secun-daras. Las primeras son la extensin, la forma, la solidez, la gravedad,el movimiento y el reposo. Y stas son las que ellos afirman que existenrealmente en los cuerpos Las segundas son aquellas que anterior-mente se han enumerado; en una palabra, todas las cualidades sensi-bles que no sean las primarias, las cuales aseguran que son nica-mente otras tantas sensaciones o ideas que slo existen en la mente.Ahora me doy cuenta de que todo esto, sin duda, lo sabes ya. Por miparte, tena conciencia hace mucho tiempo de que era una opinin co-rriente entre los filsofos, pero nunca me convenc completamente desu verdad hasta ahora.FILONS.- Opinas an, por tanto, que la extensin y las formas sonalgo que est en las sustancias no pensantes.HILAS.- S.FILONS.- Y si los mismos argumentos que se alegaron contra lascualidades secundarias son eficaces tambin contra las primarias?HILAS.- Cmo! Entonces me ver obligado a creer que existen tambinen la mente.FILONS.- Opinas que la misma figura y la misma extensin quepercibimos por los sentidos existen en el objeto exterior o substanciamaterial?HILAS.- S.FILONS.- Tienen todos los dems animales buenas razones parapensar lo mismo de la forma y extensin que ven y sienten?HILAS.- Sin duda, si tuvieran por ventura pensamiento.FILONS.- Contstame, Hilas. Crees que los sentidos se concedierona todos los animales para la conservacin y bienestar de su vida? Oslo a los hombres se les dio para ese fin?HILAS.- No dudo de que tengan el mismo uso en todos los dems ani-males.FILONS.- Si es as, no deberan necesariamente tener la facultadde percibir mediante dichos sentidos sus propios miembros y loscuerpos que les puedan daar?HILAS.- Ciertamente.FILONS.- Una polilla, por consiguiente, hay que suponer que ve supropia pata y cosas iguales a ella, o incluso ms pequeas, comocuerpos de bastante dimensin, aunque te parezcan al mismo tiempocomo difcilmente discernibles o, en el mejor de los casos, como otrostantos puntos visibles.HILAS.- No puedo negarlo.FILONS.- Y a criaturas inferiores a la polilla les parecern todavamayores.HILAS.- S.FILONS.- Lo que t tan difcilmente puedes discernir aparecera

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  • otros animales, extremadamente diminutos, como una enorme mon-taa.HILAS.- Admito todo esto.FILONS.- Puede ser una y la misma cosa al mismo tiempo dediferentes dimensiones en s misma?HILAS.- Sera absurdo creerlo.FILONS.- Ahora bien, por lo que has dejado sentado, se sigue quela misma extensin que t percibes y la percibida por la polilla misma,as como anlogamente todas las percibidas por animales an mspequeos, son cada una de ellas la verdadera extensin de la pata de lapolilla; es decir, tus propios principios te llevan a un absurdo.HILAS.- Parece que el asunto est un poco difcil.FILONS.- Vamos a ver, no has reconocido que no se puede cambiarninguna propiedad real inherente a un objeto sin modificarse algo lacosa misma?HILAS.- S.FILONS.- Y cuando nos aproximamos a un objeto o nos alejamos de lla extensin vara; a una determinada distancia es diez o cien vecesmayor que a otra. No se sigue, por tanto, de aqu igualmente que noes algo realmente inherente al objeto?HILAS.- Reconozco que no s qu pensar.FILONS.- Precisars pronto tu juicio cuando te decidas a pensar tan li-bremente, en lo concerniente a esta cualidad, como has hecho tratn-dose de los dems. No se admiti como argumento vlido la afirmacinde que ni el calor ni el fro existan en el agua, porque pareca caliente auna mano y fra a otra?HILAS.- S.FILONS.- Y no es el mismo razonamiento llegar a la conclusin deque no hay extensin o forma en un objeto, puesto que a un ojo parecepequeo, liso y redondo, y el mismo parece grande, desigual y angulosoa otro ojo?HILAS.- El mismsimo. Pero sucede siempre eso ltimo?FILONS.- Puedes hacer la prueba en cualquier momento, mirandocon un ojo a simple vista y con el otro a travs de un microscopio.HILAS.- No s cmo sostener mi tesis, y a pesar de ello me resisto arenunciar a la extensin, pues veo las muchas consecuencias extraasque se deducen de dicha concesin.FILONS.- Extraas? Despus de las concesiones ya hechas esperoque no te parars en barras por esa extraeza. Pero por otra parte, noparecera muy extrao que el razonamiento general, que incluye todaslas otras cualidades sensibles, no incluyera tambin la extensin? Si seadmite que ninguna idea, ni cosa alguna parecida a una idea, puedenexistir en una sustancia no percipiente, entonces se sigue con todaseguridad que ninguna forma o modo de extensin que podamospercibir o imaginar, o de los cuales podamos tener una idea, puedenexistir realmente en la materia; sin mencionar la dificultad especial quetiene que haber en concebir una sustancia material, previa a laextensin y distinta de la misma, que sea el substrato de la extensin.Sea la cualidad

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  • sensible lo que se quiera, forma o sonido o color, parece igualmente im-posible que subsista en algo que no la perciba1.HILAS.- Admito eso por ahora, reservndome el derecho de retractarmede mi opinin en el caso de que se descubriese despus, que se habadado un paso falso en el avance de nuestra investigacin.FILONS.- Es un derecho que no puedo negarte. Puesto que se ha termi-nado con las formas y la extensin, pasemos al movimiento. Puede serun movimiento real en un cuerpo externo al mismo tiempo muy rpido ymuy lento?HILAS.- No, no puede ser.FILONS.- No est la rapidez del movimiento de un cuerpo en razninversa del tiempo que emplea en recorrer un espacio dado? As, uncuerpo que recorre una milla en una hora se mueve tres veces ms rpi-damente que en el caso que recorra slo una milla en tres horas.HILAS.- Estoy de acuerdo contigo.FILONS.- Y no se mide el tiempo por la sucesin de ideas ennuestras mentes?HILAS.- S.FILONS.- Y no es posible que las ideas se sucedan una tras otra en tumente con una rapidez doble que en la ma, o en la de un espritu de otraespecie?HILAS.- Lo admito.FILONS.- Y por lo tanto, le podr parecer a otro que un mismo cuerporealiza su movimiento por un espacio en la mitad de tiempo que te loparece a ti. Y el mismo razonamiento valdr para cualquier otro caso; esdecir que de acuerdo con tus principios (ya que los movimientos estnrealmente en el objeto) es posible que uno y el mismo cuerpo se muevarealmente por la misma trayectoria a la vez muy rpidamente y muylentamente. Cmo es esto compatible con el sentido comn, o con loque t has admitido?HILAS.- No tengo nada que decir a eso.FILONS.- En cuanto a la solidez, o no mientas con esa palabra ningunacualidad sensible, y en ese caso queda fuera de nuestra investigacin, oen caso contrario ha de ser equivalente a dureza o resistencia. Ahorabien, una y otra son, para nuestros sentidos, relativas; es evidente que loque parece duro a un animal aparece como blando a otro que tienemayor fuerza y robustez de miembros. Y no es menos evidente que la re-sistencia que siento no est en el cuerpo.HILAS.- Admito que la sensacin misma de resistencia, que es todo loque inmediatamente percibes, no est en el cuerpo, pero s est la causade dicha sensacin.FILONS.- Pero las causas de nuestras sensaciones no son cosasinmediatamente percibidas y, por lo mismo, no sensibles. Pensaba que yase haba solucionado esa cuestin.HILAS.- Reconozco que s, pero perdname si parezco un poco torpe; no scmo deshacerme de mis viejos conceptos.

    1 Aadido a la 3a edicin

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  • FILONS.- Para ayudarte a salir del apuro considera slo que si sereconoci una vez que la extensin no tiene existencia fuera de lamente, lo mismo hay que admitir tratndose del movimiento, de lasolidez y de la gravedad, ya que todas estas cualidades suponenevidentemente la extensin. Es superfluo, por tanto, investigarespecialmente cada una de ellas. Al negar la extensin has negadotambin la existencia real de todas.HILAS.- Si es verdad lo que dices, me extraa, amigo Filons, que losfilsofos, que niegan la existencia real a las cualidades secundarias, laatribuyan sin embargo a las primarias. Si no hay diferencia entre ellas,cmo se puede explicar esto?FILONS.- No es asunto mo explicar todas las opiniones de losfilsofos. Pero, entre otras razones que se puedan sealar, pareceprobable que una de ellas pueda ser el hecho de que el placer y el dolor sepueden vincular mejor a las secundarias que a las primarias. El calor y elfro, los olores y los colores, tienen algo ms vividamente placentero odesagradable que la afeccin que nos producen las ideas de extensin,forma y movimiento. Y como es visiblemente absurdo sostener que eldolor o el placer puedan estar en una sustancia no percipiente, se apartams fcilmente a los hombres de la creencia en la existencia externa delas cualidades secundarias que de la creencia en la de las primarias. Teconvencers de que hay algo de verdad en esto si recuerdas ladiferencia que hiciste entre un grado intenso de calor y otro msmoderado, admitiendo para uno la existencia real y negndosela al otro.Pero despus de todo, no hay fundamento racional para esa distincin;pues con toda seguridad una sensacin indiferente es tanverdaderamente una sensacin como una ms placentera o msdolorosa; y por tanto, no se puede tampoco suponer que exista en unsujeto no pensante.HILAS.- Amigo Filons, ahora recuerdo que he odo hablar en algnsitio de la distincin entre extensin sensible y absoluta. Ahora bien,aunque se reconozca que mayor y menor, al consistir meramente en larelacin que otros seres extensos tienen con las partes de nuestroscuerpos, no es algo inherente realmente a las sustancias mismas, nadanos obliga, sin embargo, a sostener lo mismo tratndose de extensinabsoluta, la cual es algo abstrado de lo mayor y de lo menor, de esta ode aquella determinada magnitud o forma. As tambin, por lo querespecta al movimiento, rpido y lento son completamente relativos ala sucesin de ideas de nuestras propias mentes. Pero no se sigue, delhecho de que esas modificaciones del movimiento no existan fuera dela mente, que no exista por tanto el movimiento absoluto abstrado delas mismas.FILONS.- Por favor! Qu es lo que distingue a un movimiento de otro,o a una parte de la extensin de otra? No es algo sensible, como uncierto grado de rapidez o lentitud, una cierta magnitud o forma peculiar acada uno?HILAS.- As creo.FILONS.- Estas cualidades sensibles, por tanto, desprovistas detodas las propiedades sensibles, no tienen diferencias especficas onumricas como se dice en trminos escolsticos.

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  • HILAS.- As es.FILONS.- Es decir, que son extensin en general y movimientoen general.HILAS.- Sea.FILONS.- Ahora bien, hay una mxima universalmente admitida quedice que todo lo que existe es particular. Cmo puede entonces existiren una sustancia corprea movimiento en general o extensin en ge-neral?HILAS.- Me tomar tiempo para solventar esa dificultad.FILONS.- Yo creo que el asunto se puede decidir rpidamente. Sinduda que puedes decir si eres capaz de formar esta o aquella idea. Puesbien, deseo plantear nuestra discusin sobre la base siguiente. Si en tupensamiento puedes formar una idea abstracta distinta de movimientoo extensin, despojada de todos los modos sensibles como rpido ylento, grande y pequeo, redondo y cuadrado, etc., los cuales sereconoce que slo existen en la mente, admito la tesis que defiendes.Pero si no puedes, sera irrazonable por tu parte insistir sobre algo de locual no tienes nocin alguna.HILAS.- Confieso ingenuamente que no puedo.FILONS.- Puedes, incluso, separar las ideas de extensin ymovimiento de las de todas aquellas cualidades que los que hacen ladistincin denominan secundarias?HILAS.- Cmo! No es una cosa fcil considerar la extensin y elmovimiento en s mismos, abstrados de todas las dems cualidadessensibles?FILONS.- Reconozco, Hilas, que no es difcil formular razonamientosy proposiciones generales acerca de esas cualidades sin mencionarotras; y en este sentido, considerarlas o tratarlas en abstracto. Pero delhecho de que yo pueda pronunciar la palabra movimiento en s mismo,se sigue que yo pueda formar la idea de l en mi mente excluyendoel cuerpo? O por el hecho de que se puedan hacer teoremas de laextensin y de las formas, sin mencionar grande o pequeo o cualquierotro modo o cualidad sensible, es posible la formacin distinta yaprehensin por la mente, de dicha idea abstracta de extensin sinningn tamao o forma determinados1 o cualidad sensible? Losmatemticos tratan de la cantidad sin considerar las otras cualidadessensibles concomitantes, ya que son completamente indiferentes parasus demostraciones. Pero cuando, dejando aparte las palabras,contemplan las simples ideas, creo que te dars cuenta de que no sonlas puras ideas abstradas de extensin.HILAS.- Y qu me dices del intelecto puro? No puede formar esafacultad ideas abstractas?FILONS.- Puesto que no puedo formar ideas abstractas en absoluto,es claro que no puedo formrmelas con la ayuda del intelecto puro,sea cualquiera la facultad que t entiendas con esa expresin.Adems -para no investigar la naturaleza del intelecto puro y susobjetos espirituales, como virtud, razn, Dios, etc.- resulta manifiestoque las cosas

    1 En la 1a y 2a edicin: tamao, color, formato

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  • sensibles slo se han de percibir por los sentidos o representar por laimaginacin. Las formas y la extensin, por tanto, al ser percibidas origi-nariamente por los sentidos, no pertenecen al intelecto puro. Pero paraconvencerte mejor, intenta hacerte la idea de una forma abstrada de to-das las particularidades de tamao, incluso de otras cualidades sen-sibles.HILAS.- Djame pensar un poco... No veo que pueda hacerlo.FILONS.- Y puedes creer que es posible la existencia real en lanaturaleza de lo que implica una repugnancia en su concepcin?HILAS.- En modo alguno.FILONS.- Si, pues, es imposible incluso para la mente desunir lasideas de extensin y movimiento de todas las dems cualidadessensibles, no se sigue que donde exista una existir all tambinnecesariamente la otra?HILAS.- As parece.FILONS.- Los mismos argumentos, por tanto, que aceptaste comocon-cluyentes en contra de las cualidades secundarias estn tambinen contra de las primarias sin violencia alguna. Adems, si quieresconfiar en tus sentidos, no es evidente que todas las cualidadessensibles coexisten, o que se les aparecen como si estuvieran en el mismolugar? Representan alguna vez una forma o un movimiento despojadode cualesquiera otras cualidades visibles y tangibles?HILAS.- No necesitas decir nada ms a este respecto. Estoy dispuesto aadmitir, si no hay algn error oculto o negligencia en todo vuestro proce-der anterior, que ninguna de las cualidades sensibles existe fuera de lamente. Pero mi temor es haber sido demasiado liberal en mis anterioresconcesiones o no haberme fijado en alguna falacia o en cualquier otracosa. En fin, que no me he tomado tiempo para pensar.FILONS.- A este respecto, amigo Hilas, puedes tomarte todo el tiempoque quieras revisando las distintas partes de nuestra investigacin. Estsen libertad de recobrarte de todos los tropiezos en que hayas podidoincurrir o exponer todo lo que hayas omitido y que sea en favor de tu pri-mera opinin.HILAS.- Una gran negligencia en que incurr fue la siguiente: nodistingu suficientemente el objeto de la extensin. Ahora bien, aunqueesta ltima no exista fuera de la mente, no se sigue, sin embargo, que elprimero no pueda existir.FILONS.- Qu objeto quieres decir? El objeto de los sentidos?HILAS.- El mismo.FILONS.- Es percibido entonces inmediatamente?HILAS.- Justamente.FILONS.- Explcame la diferencia entre lo que es inmediatamentepercibido y la sensacin.HILAS.- Considero que la sensacin es un acto de la mente percipiente, yque adems es algo percibido; y a esto es a lo que llamo objeto. Por ejem-plo, hay rojo y amarillo en ese tulipn. Pero el acto de percibir esos colo-res estn en m solamente y no en el tulipn.FILONS.- De qu tulipn hablas? Es se que ves?

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  • HILAS.- El mismo.FILONS.- Y qu ves adems del color, la forma y la extensin?HILAS.- Nada.FILONS.- Qu diras entonces? Que el rojo y el amarillo soncoexisten-tes con la extensin, no es as?HILAS.- No del todo; yo dira que tiene una existencia fuera de lamente en una sustancia no pensante.FILONS.- Que los colores estn realmente en el tulipn que veo, esevidente, y no se puede negar que este tulipn puede existirindependientemente de tu mente o de la ma; pero que un objetoinmediato de los sentidos, es decir, una idea o combinacin de ideas,exista en una sustancia no pensante o exterior a todas las mentes, esoes una contradiccin evidente. Y no puedo imaginarme cmo esto sesigue de lo que acabas de decir ahora, a saber, que el rojo y el amarilloestaban en el tulipn que viste, pues no pretenders ver esta sustanciano pensante.HILAS.- Tienes un arte especial, amigo Filons, para desviar nuestrainvestigacin de su objeto.FILONS.- Veo que no ests dispuesto a ir por ese camino.Volvamos, pues, a la distincin que has hecho entre sensacin y objeto;si no te entiendo mal, distingues en toda percepcin dos cosas, una quees una accin de la mente y otra que no lo es.HILAS.- Es verdad.FILONS.- Y esa accin no puede existir en una cosa no pensante nipertenecer a ella; pero s puede existir o pertenecer todo lo demsimplicado en una sensacin.HILAS.- Eso es lo que quiero decir.FILONS.- As, pues, si hubiera una percepcin sin acto alguno de lamente sera posible que dicha percepcin existiera en una sustancia nopensante.HILAS.- Lo admito. Pero es imposible que exista tal percepcin.FILONS.- Cundo se dice que la mente es activa?HILAS.- Cuando produce alguna cosa, pone fin a ella o la cambia.FILONS.- Puede la mente producir, interrumpir o cambiar algo comono sea por un acto de la voluntad?HILAS.- No puede.FILONS.- As pues, hay que considerar que la mente es activa en suspercepciones en la medida en que se incluye la volicin en ellas.HILAS.- As es.FILONS.- Al coger esta flor soy activo, pues lo hago por unmovimiento de mi mano, consecuencia de mi volicin; igual ocurrecuando la acerco a mi nariz. Pero es alguno de estos actos oler?HILAS.- No.FILONS.- Acto tambin al aspirar el aire por mi nariz; pues mirespiracin es, ms que otra cosa, el efecto de mi volicin. Pero nada deesto se puede decir que es oler, pues si lo fuera, olera siempre querespirara de esa forma.HILAS.- Es verdad.FILONS.- Oler es, pues, algo consiguiente a todo esto.

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  • HILAS.- As es.FILONS.- Pero no encuentro que mi voluntad est ya en juego. Todo lodems, como el hecho de que perciba tal olor determinado o ningn olor,es independiente de mi voluntad y soy entonces algo completamentepasivo. Encuentras, acaso, que en ti ocurre de otra forma, amigo Hilas?HILAS.- No, es lo mismo.FILONS.- Entonces, por lo que respecta a la visin, no est en tupoder abrir los ojos o tenerlos cerrados o volverlos a un lado y a otro?HILAS.- Sin duda.FILONS.- Pero depende igualmente de tu voluntad que alcontemplar esta flor percibas lo blanco en vez de cualquier otro color? Oque al dirigir tus ojos abiertos hacia las lejanas del cielo puedas evitarver el sol? O es la luz o la oscuridad el efecto de tu volicin?HILAS.- No, ciertamente.FILONS.- As pues, en estos casos te comportas de un modocompletamente pasivo.HILAS.- S.FILONS.- Dime, ahora: consiste la visin en percibir la luz y los coloreso en abrir y dirigir los ojos?HILAS.- Desde luego que consiste en lo primero.FILONS.- Pues si te comportas de un modo completamente pasivo enla percepcin misma de la luz y los colores, qu se ha hecho de aquellaaccin de que hablabas como de un ingrediente de toda sensacin? Nose deduce de tus propias concesiones que la percepcin de luz y colores,al no implicar accin alguna, puede existir en una sustancia noperci-piente? Y no es esto una palmaria contradiccin?HILAS.- No s qu pensar de esto.FILONS.- Adems, si distingues lo activo y lo pasivo en todapercepcin, tienes que hacer igual en la del dolor. Y cmo es posibleque el dolor, por muy poco activo que lo supongas, exista en unasustancia no perci-piente? En resumen, no hay nada ms que considerarel asunto y confiesa entonces francamente si la luz y los colores, lossabores, los sonidos, etc., no son todos igualmente pasiones osensaciones del alma. Puedes, desde luego, llamarlas objetos externos ydarles nominalmente toda la subsistencia que quieras. Pero examina tuspropios pensamientos y dime entonces si no es como yo digo.HILAS.- Reconozco, Filons, que con una observacin imparcial de loque pasa en mi mente no descubro ms que el hecho de ser un serpensante afectado con una variedad de sensaciones; y no es posibleconcebir cmo una sensacin puede existir en una sustancia nopercipiente. Pero entonces, por otra parte cuando contemplo las cosassensibles bajo otro aspecto, considerndolas como otros tantos modos ycualidades, me encuentro con que es necesario suponer un substratomaterial sin el cual no se puede concebir que existan.FILONS.- Lo llamas substrato material? Por favor! Por medio de qusentido conoces ese ser?HILAS.- l mismo no es sensible, slo sus modos y cualidades seperciben por los sentidos.

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  • FILONS.- Supongo, entonces, que has obtenido la idea de l mediantela razn y la reflexin.HILAS - No pretendo tener una idea positiva y adecuada de l. Sin em-bargo, concluyo que existe porque no se puede concebir que existan lascualidades sin un soporteFILONS.- Parece, por lo visto, que tienes slo una nocin relativa de l,o que no lo concibes ms que comparando la relacin que tiene conlas cualidades sensibles.HILAS.- As es.FILONS.- Te ruego, por tanto, que me des a conocer en qu consisteesa relacin.HILAS.- No se expresa suficientemente con el trmino substrato osustancia?FILONS.- Si es as, la palabra substrato implica que est extendidobajo los accidentes o cualidades sensibles.HILAS.- Es verdad.FILONS.- Y por lo mismo, bajo la extensin.HILAS.- Lo admito.FILONS.- As, pues, es algo que por su propia naturaleza es distintocompletamente de la extensin.HILAS.- Te digo que la extensin es slo un modo, y la materia algoque soporta los modos. Y no es evidente que la cosa soportada esdiferente de la cosa que soporta?FILONS.- Supones que el substrato de la extensin es algo distintode sta y que la excluye?HILAS.- Justamente.FILONS.- Dime, Hilas: se puede extender algo sin extensin? Noest incluida necesariamente la idea de extensin en el extenderse?HILAS.- S.FILONS.- En resumen: todo aquello que supongas que se extiendebajo alguna cosa, tiene que tener en s mismo una extensin distinta de laextensin de aquella cosa bajo la cual se extiende.HILAS.- As tiene que ser.FILONS.- Toda sustancia corprea, por tanto, que sea el substrato dela extensin, tiene que tener en s misma otra extensin por la quequeda calificada como substrato; y as, hasta el infinito. Y ahora,pregunto: no es esto absurdo en s mismo y contrario a lo que acabas deadmitir, a saber, que el substrato era algo distinto de la extensin y laexclua?HILAS.- Ay Filons! No me entiendes bien. No quiero decir que la mate-ria est extendida en sentido grosero y literal. La palabra substrato seusa slo para expresar en general la misma cosa que sustancia.FILONS.- Bueno, examinemos entonces la relacin implicada en eltrmino sustancia. No es, acaso, la de estar bajo los accidentes?HILAS.- Eso es.FILONS.- Y no ha de estar extendida una cosa que est bajo otra o lasoporta?HILAS.- Tiene que estarlo. FILONS - Y no es esta hiptesis tanabsurda como la primera?

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  • HILAS.- Continas tomando las cosas en un sentido estrictamente lite-ral; eso no est bien, amigo Filons.FILONS.- No tengo la intencin de imponer sentido alguno a tuspalabras; ests en libertad de explicarlas como te plazca. nicamentete pido que quieran decir algo que yo comprenda. Dime, la materia so-porta los accidentes o est bajo ellos. Y cmo? Como tus piernas sos-tienen tu cuerpo?HILAS.- No, se es el sentido literal.FILONS.- Te ruego que me des a conocer el sentido, literal o no,que veas en esa expresin. Cunto tiempo tendr que esperar larespuesta, amigo Hilas?HILAS.- Confieso que no s qu decir. Alguna vez cre que habaentendido bastante bien lo que significaba la materia soporte de losaccidentes. Pero ahora, cuanto ms pienso en ello menos puedocomprenderlo; en resumen, veo que no s nada.FILONS.- Parece entonces, que no tienes ninguna idea, ni positivani relativa, de la materia; no sabes ni lo que es en s misma ni larelacin que tiene con los accidentes.HILAS.- Lo reconozco.FILONS.- Y no obstante, afirmabas que no podas concebir cmopodan existir realmente las cualidades o accidentes sin concebiral mismo tiempo un soporte material de los mismos.HILAS.- As es.FILONS.- Es decir, que cuando concibes la existencia real decualidades, concibes algo que no puedes concebir.HILAS.- Admito que ha habido un error. Pero, sin embargo, me temoque haya en esto alguna falacia o algo que nos impide ver la verdad.Por favor! Qu opinas de esto? Se me ha ocurrido pensar que la causade todo nuestro error est en que tratas cada cualidad en s misma.Ahora bien, admito que cada cualidad no puede subsistir ella solafuera de la mente. El color no puede existir sin la extensin, ni la formasin alguna otra cualidad sensible. Pero cuando las diversas cualidadesunidas o mezcladas en un conjunto forman cosas sensibles completas,no hay nada que impida suponer que dichas cosas existen fuera de lamente.FILONS.- O ests bromeando, amigo Hilas, o tienes muy malamemoria. Sin duda que hemos examinado todas las cualidades una poruna sucesivamente, pero a pesar de ello, mis argumentos, o mejor dichotus concesiones, no pretendan probar que las cualidades secundariasno existan cada una por separado sino que no existan de ningnmodo fuera de la mente. Sin duda que al tratar de la forma y delmovimiento llegamos a la conclusin de que no podan existir fuera dela mente, pues era imposible, ni aun con el pensamiento, separarlos detodas las cualidades secundarias concibindolos como existentes por smismos. Pero no era se el nico argumento que utilizamos a la sazn,y, en fin (pasando por alto todo lo que se ha dicho hasta ahora y notenindolo en cuenta si as lo quieres), estoy dispuesto a jugarlo todo auna carta. Si t puedes concebir que es posible que una mezcla ocombinacin de

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  • cualidades o un objeto sensible cualquiera existan fuera de la mente,admitir que es as realmente.HILAS.- Si es as, pronto decidiremos la cuestin. No hay nada ms f-cil que concebir un rbol o una casa que existen por s mismos, inde-pendientes de cualquier mente y sin que los perciba mente alguna.En este momento los concibo perfectamente como existentes en estaforma.FILONS.- Cmo dices, Hilas? Puedes ver una cosa que almismo tiempo no es vista?HILAS.- No, sera una contradiccin.FILONS.- No es una gran contradiccin hablar de concebir unacosa que es inconcebible.HILAS.- S.FILONS.- El rbol o la casa de que hablas, son concebidos por ti.HILAS.- Cmo podra ser de otro modo?FILONS.- Y, desde luego, lo que es concebido est en la mente.HILAS.- No hay duda de que lo que es concebido est en lamente.FILONS.- Cmo puedes llegar a decir que concibes un rbol ouna casa con existencia independiente de todas las mentes yexterior a ellas?HILAS.- Reconozco que ha habido un error; pero espera, djame verqu es lo que me ha inducido a error. Es curiosa la equivocacin su-frida. Cuando estaba pensando en un rbol en un lugar solitariodonde nadie estaba presente para verlo, me pareca que era concebirun rbol que exista sin ser percibido ni pensado, y no tena encuenta el hecho de que yo mismo lo conceba durante ese rato. Peroahora veo claramente que todo lo que yo puedo hacer es forjarmeideas en mi propia mente. Puedo, sin duda, concebir en mis propiospensamientos la idea de un rbol, de una casa o de una montaa,pero eso es todo. Y esto est lejos de probar que puedo concebirlosexistentes fuera de las mentes de todos os espritus.FILONS.- Reconoces, pues, que no puedes concebir cmo una cosacorprea sensible existe en otra forma que no sea en la mente.HILAS.- As es.FILONS.- Y, sin embargo, has defendido seriamente la verdad dealgo que no puedes ni siquiera concebir.HILAS.- Confieso que no s qu pensar; no obstante, an mequedan algunos escrpulos. No es cierto que veo cosas a distancia?No percibimos que las estrellas y la Luna, por ejemplo, estn a unagran distancia? No est esto, digo yo, manifiesto a los sentidos?FILONS.- No percibes tambin en un sueo esos objetos y otrossemejantes?HILAS.- S.FILONS.- Y no tienen la misma apariencia de estar distantes?HILAS.- S que la tienen.FILONS.- Y llegas por eso a la conclusin de que las aparicionesde un sueo estn fuera de la mente?HILAS.- En modo alguno.

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  • FILONS.- No debes, por tanto, llegar a la conclusin de que losobjetos sensibles estn fuera de la mente basndote en su apariencia oen la forma en que se les percibe.HILAS.- Lo reconozco. No me engaarn, sin embargo, los sentidos enesos casos?FILONS.- En absoluto. Ni los sentidos ni la razn te informan de queexista realmente fuera de la mente la idea o cosa que percibes inmedia-tamente. Por los sentidos sabes nicamente que ests afectado con cier-tas sensaciones de luz y de colores, etc. Y no dirs que estas sensacionesexisten fuera de la mente.HILAS.- Es verdad; pero despus de todo eso, no crees que la vista su-giere algo de exterioridad o distancia?FILONS.- Al aproximarse un objeto distante, cambianconstantemente la forma y el tamao visibles o parecen los mismos acualquier distancia?HILAS.- Cambian constantemente.FILONS.- As pues, la vista no sugiere ni informa en modo alguno queel objeto visible que inmediatamente percibes exista a una distancia1,ni que ser percibido cuando avances, pues se suceden objetos visiblesen una serie continua todo el tiempo que te vas aproximando.HILAS.- No lo sugiere; pero s, sin embargo, al ver un objeto, qu objetopercibir despus de haber recorrido una cierta distancia; no importaque sea exactamente la misma o no; algo de distancia se sugiere siem-pre en el caso en cuestin.FILONS.- Pero mi buen Hilas! Reflexiona un poco sobre el particular ydime entonces si hay algo ms que esto. Partiendo de las ideas que real-mente percibes por la vista, has aprendido por experiencia a colegir quotras ideas te afectarn (con arreglo al orden establecido de la natura-leza) despus de cierta sucesin de tiempo y movimiento.HILAS.- Teniendo en cuenta todos los aspectos de la cuestin, creoque no hay nada ms.FILONS.- No est claro que, si suponemos que a un hombre ciego denacimiento se le pone de repente en situacin de ver, no podra alprincipio tener experiencia alguna de lo que la vista puede sugerir?HILAS.- S que lo est.FILONS.- No tendra, segn t, nocin alguna de distancia asociadaa las cosas que vio, sino que las considerara como una nueva serie desensaciones que existan slo en su mente.HILAS.- Es innegable.FILONS.- Pero aclaremos an ms la cuestin. No es la distancia unalnea cuyo extremo se encuentra vuelto hacia el ojo?HILAS.- Evidentemente.FILONS.- Y puede percibir la vista una lnea situada de esa forma?HILAS.- No.FILONS.- No se sigue, por tanto, que la distancia no es percibidapropia e inmediatamente por la vista?

    1 Vase el Essay towards a new Theory of Vision y su Vindication136

  • HILAS.- As parece.FILONS.- Otra vez te pregunto: opinas que los colores estn a una dis-tancia?HILAS.- Hay que reconocer que slo se encuentran en la mente.FILONS.- Y no aparecen los colores al ojo como coexistentes en elmismo lugar con la extensin y las formas?HILAS.- As es.FILONS.- Cmo puedes concluir, basndote en la vista, que lasformas tienen una existencia exterior, si reconoces que los colores no latienen? No es idntica la apariencia sensible de ambas cualidades?HILAS.- No s qu responder.FILONS.- Aun admitiendo que la distancia fuese percibida verdaderae inmediatamente por la mente, no se sigue en realidad que existafuera de la mente. Pues todo lo que es percibido inmediatamente es unaidea; y puede una idea existir fuera de la mente?HILAS.- Admitirlo sea absurdo; pero dime, Filons, podemos percibiro conocer algo adems de nuestras ideas?FILONS.- La deduccin racional de las causas a partir de los efectosno pertenece a nuestra investigacin. Apelando a los sentidos es comopuedes decir justificadamente si percibes algo que no sea percibidoinmediatamente. Y ahora te pregunto: son distintas de tus propiassensaciones o ideas las cosas inmediatamente percibidas? Sin duda quems de una vez en el curso de esta conversacin t mismo te has definidoacerca de estos puntos; pero parece ser, por esta ltima pregunta, quete has apartado de tus opiniones anteriores.HILAS.- A decir verdad, amigo Filons, creo que hay dos clases de obje-tos; unos, percibidos inmediatamente y que pueden llamarse ideas;otros, son las cosas reales u objetos externos percibidos por mediacinde las ideas, que son sus imgenes y representaciones. Ahora bien, ad-mito que las ideas no existen fuera de la mente; pero la ltima clase deobjetos, s. Lamento no haber tenido antes en cuenta esta distincin,pues habra cortado en seco tu argumentacin.FILONS.- Perciben los sentidos, o alguna otra facultad, esos objetosexternos?HILAS.- Son percibidos por los sentidos.FILONS.- Cmo! Es que hay alguna cosa percibida por los sentidosque no es percibida inmediatamente?HILAS.- S, Filons, en cierto sentido la hay. Por ejemplo, cuando contem-plo un cuadro o una estatua de Julio Csar, se puede decir en cierta ma-nera que lo percibo (aunque no inmediatamente) por mis sentidos.FILONS.- Parece, pues, que t crees que nuestras ideas, que es lonico inmediatamente percibido, son retratos de las cosas externas; yque stas son tambin percibidas por los sentidos en cuanto quetienen una conformidad o semejanza con nuestras ideas.HILAS.- Eso es lo que quiero decir.FILONS.- Y anlogamente que Julio Csar, en s mismo invisible, espercibido, sin embargo, por la vista; las cosas reales, imperceptibles ens mismas, son percibidas por los sentidos.

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  • HILAS.- As es.FILONS.- Dime, Hilas, cuando observas el retrato de Julio Csar, noves nada ms que ciertos colores y formas, con una cierta simetra ycomposicin del conjunto, no es as?HILAS.- Ciertamente.FILONS.- Y un hombre que no hubiera sabido nunca nada de Julio,no ve otro tanto?HILAS.- S.FILONS.- Por consiguiente, tiene su vista, y el uso de ella, en ungrado tan perfecto como t.HILAS.- Estoy de acuerdo contigo.FILONS.- Y por qu, entonces, tus pensamientos se dirigen alemperador romano y los suyos no? La causa no procede de lassensaciones o ideas de los sentidos que percibas entonces, puesreconoces que no posees ninguna ventaja sobre l a ese respecto. Parece,pues, que debe proceder de la razn y de la memoria. No es as?HILAS.- S.FILONS.- De ese ejemplo no se sigue, en realidad, que se perciba porlos sentidos una cosa que no es percibida inmediatamente. Aunqueconcedo que, en un sentido, se puede decir que percibo cosas sensiblesmediatamente por los sentidos, es decir, cuando por una conexinpercibida frecuentemente la percepcin inmediata de ideas por unsentido sugiere a la mente otras, pertenecientes a otro sentido y quesuelen estar en conexin con aqullas. Por ejemplo, cuando oigo que uncarruaje rueda por las calles, inmediatamente percibo slo el sonido;pero, por la experiencia que tengo de que dicho sonido est en conexincon un carruaje, se dice que oigo un carruaje. Sin embargo, es evidenteque en verdad estricta no se puede or ms que el sonido; y el carruaje noes percibido propiamente por los sentidos sino sugerido por laexperiencia. Igual sucede cuando se dice que vemos una barra dehierro caliente al rojo; la solidez y el calor del hierro no son los objetos dela vista, sino que son sugeridos a la imaginacin por el color y la forma enque son percibidos propiamente por aquel sentido. En resumen, sonpercibidas por un sentido estricta y realmente slo aquellas cosas quehubieran sido percibidas en el caso de que dicho sentido mismo se noshubiera concedido por vez primera. Pues, por lo que respecta a otrascosas, es evidente que slo son sugeridas a la mente por la experienciafundada en percepciones anteriores. Pero volviendo a tu comparacindel retrato de Csar, est claro que si a ella te atienes tendrs que creerque las cosas reales, o arquetipos de nuestras ideas, no son percibidas porlos sentidos sino por una facultad interna del alma, como la razn o lamemoria. Querra saber, igualmente, qu argumentos puedes sacar de larazn en favor de la existencia de lo que llamas cosas reales u objetosmateriales, o si recuerdas haberlos visto anteriormente en s mismos; o sihas odo o ledo que alguien los haya visto.HILAS.- Veo, Filons, que quieres burlarte; pero ello no me convencer.FILONS.- Mi objeto es nicamente aprender de ti la forma de lograr elconocimiento de los seres materiales. Todo lo que percibimos, lopercibi-

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  • mos inmediata o mediatamente: por los sentidos o por la razn y la re-flexin. Y puesto que has excluido los sentidos, te ruego me expongasla razn que tienes para creer en su existencia; o de qu medio puedesechar mano para probarla, a mi entendimiento o al tuyo propio.HILAS.- Hablando francamente, amigo Filons, ahora que considero lacuestin, no veo que te pueda dar ninguna buena razn para eso. Peros parece que est bastante claro que es al menos posible que puedanrealmente existir; y mientras no sea absurdo suponerlas estoy decididoa creer como hasta ahora he credo, mientras no me presentes buenasrazones en contrario.FILONS.- Cmo! A esto hemos llegado, a creer nicamente en laexistencia de objetos materiales, y que tu creencia se base nicamenteen la posibilidad de ser verdadera? T quieres que te d razones encontra, aunque otro creera que lo razonable es que la pruebacorresponda al que afirma. Y despus de todo, esa misma tesis queests ahora dispuesto a sostener sin razn alguna es la que ms de unavez en esta conversacin has visto que por buenas razones se debaabandonar. Pero pasemos por alto todo esto. Si no te entiendo mal,dices que nuestras ideas no existen fuera de la mente, sino que soncopias, imgenes o representaciones de ciertos originales que sexisten fuera de la mente.HILAS.- Me entiendes perfectamente.FILONS.- As, pues, son algo as como cosas exteriores.HILAS.- S.FILONS.- Tienen dichas cosas una naturaleza permanente y estableindependiente de nuestros sentidos, o estn en perpetuo cambio, se-gn que produzcamos algn movimiento en nuestros cuerpos o sus-pendamos, ejerzamos o alteremos nuestras facultades u rganos de lossentidos?HILAS.- Es evidente que las cosas reales tienen una naturaleza fija yreal, la cual permanece siempre la misma, no obstante cualquier cam-bio que se produzca en nuestros sentidos o en la postura y movimientode nuestros cuerpos, el cual podr sin duda afectar a las ideas en nues-tras mentes, pero sera absurdo pensar que tenga el mismo efecto enlas cosas que existen fuera de la mente.FILONS.- Y cmo es posible que cosas perpetuamente fluctuantes yvariables, como son nuestras ideas, sean copias o imgenes de unacosa fija y constante? En otros trminos, si todas las cualidades sen-sibles, como tamao, forma, color, etc., es decir, nuestras ideas, estncambiando constantemente a cualquier alteracin de la distancia, me-dio o instrumentos de la sensacin, cmo pueden determinados obje-tos materiales ser representados o descritos por varias cosas distintas,cada una de las cuales es tan diferente y tan desemejante de las de-ms? Y si dices que el objeto se parece nicamente a alguna de nues-tras ideas, cmo seremos capaces de distinguir la copia verdadera detodas las falsas?HILAS.- Te confieso, Filons, que me encuentro perplejo. No s qudecir a esto.

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  • FILONS.- Pero no es esto todo. Qu son los objetos materiales en smismos, perceptibles o imperceptibles?HILAS.- Propia e inmediatamente no se pueden percibir ms que ideas.Todas las cosas materiales no son, por tanto, perceptibles en s mismas,y se perciben slo por sus ideas.FILONS.- Las ideas, pues, son sensibles, y sus arquetipos u originalesno sensibles.HILAS.- As es.FILONS.- Pero cmo puede lo que es sensible asemejarse a lo que esinsensible? Puede una cosa real invisible en s misma ser semejante aun color, o una cosa real que no es audible ser semejante a un sonido?En una palabra, puede haber algo que sea semejante a una sensacino idea, si no es otra sensacin o idea?HILAS.- Tengo que confesar que no lo creo.FILONS.- Es posible que haya duda a este respecto? No conocesperfectamente tus propias ideas?HILAS.- Las conozco perfectamente, pues lo que no percibo o conozcono puede formar parte de mi idea.FILONS.- Considralas y examnalas, y dime entonces si hay algunacosa en ellas que puede existir fuera de la mente; o si puedes concebir al-guna cosa semejante a ellas existente fuera de la mente.HILAS.- Previo examen, encuentro que me es imposible concebir ocomprender cmo algo que no sea una idea puede ser semejante a unaidea. Y es la mayor evidencia, que no puede existir ninguna idea fuerade la mente.FILONS.- Por tus principios ests, segn colijo, forzado a negar larealidad de las cosas sensibles, pues la has hecho consistir en unaexistencia absoluta exterior a la mente. Es decir, que t eres unescptico manifiesto. As pues, he conseguido mi objetivo, que era ponerde manifiesto que tus principios conducen al escepticismo.HILAS.- Por ahora me encuentro, si no enteramente convencido, almenos reducido al silencio.FILONS.- Querra saber qu ms quieres para quedarcompletamente convencido. No has tenido la libertad de explicartecomo hayas querido? Me he aprovechado acaso de algunos pequeosresbalones que has dado en la discusin, o he insistido en ellos? No sete permiti retractarte o reforzar tus tesis, segn conviniera mejor a tupropsito? No se ha odo y examinado con toda la imparcialidadimaginable todo lo que hayas podido decir? En una palabra, no te hasconvencido en todo por lo que t mismo has odo? Y si puedes ahoradescubrir algn punto dbil en alguna de tus anteriores concesiones, opiensas en algn subterfugio que pueda haber o en una nuevadistincin, pretexto o comentario cualquiera, por qu no lo expones?HILAS.- Un poco de paciencia, Filons. Me encuentro ahora tan sus-penso, vindome metido en tal enredo, como si estuviera prisionero enlos laberintos adonde me has llevado, que por ahora no se puede esperarque encuentre una salida. Me tienes que dar tiempo para echar una mi-rada en torno mo y recogerme.

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  • FILONS.- Atiende, no es sta la campana del colegio?HILAS.- Toca a oracin.FILONS.- Entremos, pues, si te parece, y nos encontraremos aquotra vez maana por la maana. Mientras tanto, puedes dedicar tuatencin a la disertacin que hemos tenido esta maana y ver si puedesencontrar en ella alguna falacia o arbitrar algn medio para salir delatolladero en que te encuentras.HILAS.- Conforme.

  • SEGUNDO DIALOGO

    HILAS.- Te ruego me perdones, amigo Filons, por no haber acudidoantes. Toda esta maana he tenido la cabeza tan ocupada con nuestraltima conversacin, que no he tenido tiempo libre para pensar en lahora ni en ninguna otra cosa.FILONS.- Me gusta que hayas prestado tanta atencin y espero que siha habido algn error en tus concesiones, o falacias en misrazonamientos deducidos de esas tus concesiones, me las descubrirsahora.HILAS.- Te aseguro que desde que te vi no he hecho otra cosa quebuscar equivocaciones y falacias, y con ese fin he examinadominuciosamente todo el conjunto de nuestra conversacin de ayer; perotodo ha sido en vano, pues las opiniones a que me condujo, al revisarlasse me aparecen cada vez ms claras y evidentes; y cuanto ms lasconsidero, tanto ms irresistiblemente me fuerzan a asentir.FILONS.- Y no es esto, creo yo, una muestra de que son autnticos,de que provienen de la realidad misma y estn conformes con la rectarazn? La verdad y la belleza se parecen en que el examen msdetallado las hace ganar; mientras que el falso lustre del error y delengao no puede resistir un examen o una inspeccin demasiadodetallada.HILAS.- Admito que hay mucho de verdad en lo que dices. Y nadiepuede estar ms completamente convencido que yo de esas extraasconsecuencias, mientras tengo ante m los razonamientos que a ellasme han conducido. Pero en cuanto no pienso en ellos, me parece, porotra parte, que hay algo tan satisfactorio, tan natural y tan comprensibleen la manera moderna de explicar las cosas que confieso que no scmo rechazarla.FILONS.- No s de qu manera hablas.HILAS.- Hablo de la manera de dar razn de nuestras sensaciones o ideas.FILONS.- Cmo es eso?HILAS.- Se supone que el alma reside en cierta parte del cerebro, dedonde parten los nervios y se extienden a todas las partes del cuerpo; losobjetos exteriores, mediante las diversas impresiones que producen enlos rganos de los sentidos, comunican ciertos movimientos vibratoriosa los nervios; y stos, que estn llenos de espritus, los propagan al cere-bro o sede del alma, la cual, segn las varias impresiones o huellas deja-das por ellos en el cerebro, queda diversamente afectada con ideas.FILONS.- Y dices que eso es una explicacin de la forma en quequedamos afectados con ideas?

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  • HILAS.- Por qu no, Filons? Tienes algo que objetar contra ello?FILONS.- Querra saber primero si entiendo rectamente tu hiptesis.Dices que ciertas huellas en el cerebro son las causas u ocasiones denuestras ideas. Dime, por favor, si por cerebro entiendes alguna cosasensible.HILAS.- Qu otra cosa crees que podra entender?FILONS.- Cosas sensibles son todas las inmediatamente perceptibles,y las cosas que son inmediatamente perceptibles son las ideas; ystas existen slo en la mente. As lo has admitido hace tiempo, sino me equivoco.HILAS.- No lo niego.FILONS.- As pues, el cerebro de que hablas, siendo una cosasensible, existe nicamente en la mente. Ahora querra saber si creesrazonable suponer que una idea o cosa que existe en la mente ocasionatodas las dems ideas. Y si lo crees as, te ruego que me digas cmoexplicas el origen de esa idea primaria o cerebro.HILAS.- No explico el origen de nuestras ideas por el cerebro que es per-ceptible por los sentidos, pues ste es slo una combinacin de ideassensibles, sino por otro que imagino.FILONS.- Y no estn en la mente las cosas imaginadas tanverdaderamente como las cosas percibidas?HILAS.- Tengo que confesar que sFILONS.- Se vuelve, por tanto, a lo mismo; y has estado explicandotodo este rato las ideas por ciertos movimientos o impresiones en elcerebro, es decir, por ciertas alteraciones en una idea, sensible oimaginable, poco importa para el caso.HILAS.- Empiezo a sospechar de mi hiptesis.FILONS.- Fuera de los espritus, todo lo que conocemos o concebimosson nuestras propias ideas. Cuando dices, en efecto, que todas las ideasestn ocasionadas por impresiones en el cerebro, concibes ese cerebroo no? Si lo concibes, hablas entonces de ideas impresas en una idea yque producen dicha idea, lo cual es absurdo. Si no lo concibes, hablas enforma ininteligible en lugar de formar una hiptesis razonable.HILAS.- Ahora veo claramente que no fue ms que un sueo; se hadesvanecido esa hiptesis.FILONS.- No tienes por qu preocuparte de eso; pues despus detodo, esa forma de explicar las cosas, como llamabas a la hiptesis, nopodra satisfacer nunca a una persona razonable. Qu conexin hayentre un movimiento en los nervios y las sensaciones de sonido o coloren la mente? Y cmo es posible que stas sean el efecto de aqul?HILAS.- Nunca pude pensar que fuera esa hiptesis tan inconsistentecomo ahora aparece.FILONS.- Bien, ests convencido por fin de que ninguna cosasensible tiene existencia real y que eres en verdad un escptcoconsumado?HILAS.- Es demasiado evidente para negarlo.FILONS.- Mira! No estn cubiertos los campos de un verdordelicioso? No hay en los bosques y en las arboledas, en los ros y en lasfuentes claras, algo que deleita, alivia y transporta el alma? A la vistadel ancho y

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  • profundo ocano, o de una enorme montaa cuya cumbre se pierde enlas nubes, o de una aosa floresta umbra, no se llena nuestro espritude un pnico que nos produce placer? Incluso entre las rocas y en los de-siertos, no hay un salvajismo que nos agrada? Qu sincero placer escontemplar las bellezas naturales de la tierra! No se tiende el velo de lanoche alternadamente sobre su faz y no cambia su ropaje con las esta-ciones, para mantener y renovar la fruicin que sentimos por ellas?Cun apropiadamente estn dispuestos los elementos! Qu variedad ycunta utilidad [en los ms humildes productos de la naturaleza]1! qudelicadeza, qu belleza, cunto ingenio en los cuerpos animales y vege-tales! Cun exquisitamente estn dispuestas todas las cosas, tanto parasus fines particulares como para constituir partes opuestas de un todo! Ymientras se ayudan y soportan mutuamente, no se ponen de relieve yse esclarecen entre s? Eleva ahora tu pensamiento desde este globo te-rrestre hacia todas esas gloriosas luminarias que adornan la elevada b-veda del cielo. No son admirables, por su utilidad y orden, el movi-miento y la situacin de los planetas? Se ha visto desviarse de susrbitas a esos (mal llamados errticos) astros, en sus repetidos viajes atravs de un vaco sin senderos? No describen reas alrededor del Solproporcionales a los tiempos? Tan fijas y tan inmutables son las leyescon que el invisible Autor de la naturaleza hace actuar el universo! Quvivo y radiante es el brillo de las estrellas fijas y qu magnfica y rica lanegligente profusin con que aparecen desparramadas por toda la b-veda celeste! Y si coges el telescopio, tienes al alcance de tu vista unanueva muchedumbre de estrellas que no se ven a simple vista. Desdeaqu parece que estn juntas y que son pequeas, pero mirando ms decerca se aprecian inmensos orbes de luz, a diversas distancias que sepierden en los abismos del espacio. Tienes que llamar ahora en tu auxi-lio a la imaginacin. Los sentidos, dbiles y limitados, no pueden apre-ciar los innumerables mundos que giran alrededor de los fuegos centra-les; y en esos mundos se despliega en formas infinitas la energa de unamente absolutamente perfecta. Pero ni los sentidos ni la imaginacinpueden abarcar la extensin sin lmites y todos sus atavos centellean-tes. Aunque la mente potencie y extreme sus facultades hasta el lmite,queda siempre fuera sin abarcar un excedente inconmensurable. Sin em-bargo, todos esos vastos cuerpos que componen ese grandioso conjunto,aunque muy distantes y remotos, estn encadenados mediante un se-creto mecanismo, por una fuerza y un arte divinos, en una mutua depen-dencia y accin recproca, incluso con esta Tierra que casi se haba des-vanecido de mis pensamientos y perdido en la multitud de mundos. Noes todo este sistema inmenso, hermoso, glorioso, por encima de toda ex-presin y pensamiento? Qu tratamiento merecen esos filsofos queprivan de toda realidad a esas nobles y atrayentes escenas? Cmo sepodrn mantener esos principios que nos llevan a creer que toda la be-lleza visible de la creacin es un brillo imaginario completamente falso?Para ser claros, puedes esperar que este escepticismo tuyo no sea juz-

    1. En la 1.a y 2.a edicin: en piedras y minerales.

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  • gado extravagantemente absurdo por todos los hombres que tengan unpoco de sentido?HILAS.- Otros hombres podrn pensar como quieran, pero t no tienesnada que reprocharme. Mi consuelo es que eres tan escptico como yo.FILONS.- En esto, amigo Hilas, permteme que difiera de ti.HILAS.- Cmo! Has admitido por completo las premisas y niegasahora la conclusin, dejando que yo mismo sostenga esas paradojas aque me has conducido? Esto, desde luego, no est bien.FILONS.- Niego estar de acuerdo contigo en esas opiniones que hanconducido al escepticismo. T has dicho efectivamente, que la realidadde las cosas sensibles consista en una existencia absoluta fuera de lasmentes de los espritus y distinta de su ser percibida. Y con arreglo aeste concepto de la realidad, no tienes ms remedio que negar a las co-sas sensibles toda existencia real; es