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  A un siglo de la inmort alidad de F lorenti no Ameghino Este año se cumplió un siglo de la desaparición física de Florentino Ameghino (Luján, 18/9/1854 – La Plata, 6/8/1911). El 18 de Septiembre de 1911 (en coincidencia con su natalicio) se organizó un “funeral civil” en el Teatro Argentino de la ciudad de La Plata. Allí, el prestigioso político pacifista Jean Jaurès, que estaba de visita en el país, rindió su homenaje de- lante de una inusual escenografía. Se trataba de una suerte de acrópolis dominada por un templo con una representación del sarcófago de Ameghino custodiado por Minerva, símbolo de la ciencia. En la base, las figuras de la Humanidad y la Historia completaban esa guardia de honor. Sobre su nombre se ubicó una representación del busto del sabio, modelado por el escultor polaco Alejandro Perekrest, que más tarde se dispuso en el Zoológico de Buenos Aires. Detrás de todo esto y a lo alto, una gran bandera argentina atravesada por un bando de luto. Ese día se solicitó la presencia de la banda de la Policía de la Provincia de Buenos aires y la impresión –por parte del gobierno- de 2.500 ejemplares del retrato de Ameghi- no y otros tantos folletos sobre la crónica y los discursos de esta ocasión para distribuirlos entre la concurrencia y entre las instituciones universitarias y científicas del país y el extranjero, como perdurable recuerdo del hecho. Entre las muchas personalidades estaban su hermano y colaborador Carlos Ameghino, Clemente Onelli (sentado en primera fila, sostenien- do su bastón y sombrero con ambas manos), José Ingenieros y Eduardo L. Holmberg. Estos dos últimos fueron los oradores protagónicos. Tal como lo dijo Holmberg: “Ameghino supo mirar y ver con ojos geniales; supo abstraerse a la mayor parte de los compromisos de sociedad que absorben y deleitan el tiempo de los desocupados; supo ser independiente y altivo, con la resistencia de un espartano y la dignidad de un héroe; supo merecer sin doblarse y triunfar sin dianas, colocándose en la cumbre junto a los más grandes sabios contemporáneos, sin dislocar a nadie ni despertar envidias… Tuvo el ahínco del conquistador de un mundo de misterios”. Cuesta imaginar hoy homenajes de esta naturaleza para nuestros sabios ac- tuales. Ojalá que este recuerdo impulse los homenajes -que en vida- merecen nuestras grandes figuras. Claudio Bertonatti DE MUSEO  Jean Jaurès pronunciando una arenga en el T eatro Argentino en el funeral civil de Florentino Ameghino. 54  Vida Silvestre 117 | Fundación Vida Silvestre Argentina

Bertonatti (2011) - Funeral civil de Ameghino - Rev Vida Silvestre Nº 117 (2011).pdf

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  • A un siglo de la inmortalidad de Florentino AmeghinoEste ao se cumpli un siglo de la desaparicin fsica de Florentino Ameghino (Lujn, 18/9/1854 La Plata, 6/8/1911). El 18 de Septiembre de 1911 (en coincidencia con su natalicio) se organiz un funeral civil en el Teatro Argentino de la

    ciudad de La Plata. All, el prestigioso poltico pacifista Jean Jaurs, que estaba de visita en el pas, rindi su homenaje de-lante de una inusual escenografa. Se trataba de una suerte de acrpolis dominada por un templo con una representacin

    del sarcfago de Ameghino custodiado por Minerva, smbolo de la ciencia. En la base, las figuras de la Humanidad y la Historia completaban esa guardia de honor. Sobre su nombre se ubic una representacin del busto del sabio, modelado por el escultor polaco Alejandro Perekrest, que ms tarde se dispuso en el Zoolgico de Buenos Aires. Detrs de todo esto y a lo alto, una gran bandera argentina atravesada por un bando de luto. Ese da se solicit la presencia de la banda de la Polica de la Provincia de Buenos aires y la impresin por parte del gobierno- de 2.500 ejemplares del retrato de Ameghi-

    no y otros tantos folletos sobre la crnica y los discursos de esta ocasin para distribuirlos entre la concurrencia y entre las instituciones universitarias y cientficas del pas y el extranjero, como perdurable recuerdo del hecho. Entre las muchas personalidades estaban su hermano y colaborador Carlos Ameghino, Clemente Onelli (sentado en primera fila, sostenien-

    do su bastn y sombrero con ambas manos), Jos Ingenieros y Eduardo L. Holmberg. Estos dos ltimos fueron los oradores protagnicos. Tal como lo dijo Holmberg: Ameghino supo mirar y ver con ojos geniales; supo abstraerse a la mayor parte de los compromisos de sociedad que absorben y deleitan el tiempo de los desocupados; supo ser independiente y altivo, con la resistencia de un espartano y la dignidad de un hroe; supo merecer sin doblarse y triunfar sin dianas, colocndose en la cumbre junto a los ms grandes sabios contemporneos, sin dislocar a nadie ni despertar envidias Tuvo el ahnco

    del conquistador de un mundo de misterios. Cuesta imaginar hoy homenajes de esta naturaleza para nuestros sabios ac-tuales. Ojal que este recuerdo impulse los homenajes -que en vida- merecen nuestras grandes figuras.

    Claudio Bertonatti

    DEMUSEO

    Jean Jaurs pronunciando una arenga en el Teatro Argentino en el funeral civil de Florentino Ameghino.

    54 Vida Silvestre 117 | Fundacin Vida Silvestre Argentina