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12 > www.vocesenelfenix.com.ar REFLEXIONES SOBRE LA FLEXIBILIDAD LABORAL UNA COMPARACIóN DE LOS ELEMENTOS CARACTERíSTICOS DE LOS MODELOS DE ACUMULACIóN FORDISTA Y NEOLIBERAL. EL ROL DEL ESTADO EN CADA UNO DE ELLOS Y LOS CAMBIOS AL INTERIOR DEL SISTEMA DE PRODUCCIóN. por EUGENIO HUGO BIAFORE Abogado. Especialista en Derecho del Trabajo. Asesor de sindicatos nacionales y provinciales (Córdoba)

Biafore - Reflexiones Sobre La Flexibilidad Laboral

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    rEflExionEssobrE laflExibilidadlaboral una comparacin dE los ElEmEntos caractErsticos dE los modElos dE acumulacin fordista y nEolibEral. El rol dEl Estado En cada uno dE Ellos y los cambios al intErior dEl sistEma dE produccin.

    porEugEniohugo biaforEAbogado. Especialista en Derecho del Trabajo. Asesor de sindicatos nacionales y provinciales (Crdoba)

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    E xiste acuerdo en que los primeros sn-tomas del agotamiento del modelo de acumulacin generado alrededor del paradigma fordista en las economas

    de los pases industrializados centrales eran notorios en los primeros aos de la dcada de los setenta. El estan-camiento creciente de las tasas de productividad y ga-nancias eran significativas a fines de los aos 60, por lo que la crisis del petrleo de 1973 y su impacto definitivo en el alza de los costos de la energa vinieron a poner en cuestin la viabilidad misma del arreglo productivo, so-cial, econmico, poltico e institucional modelizado en los treinta aos gloriosos. El desempleo y los procesos inflacionarios crecientes se exponen como resultados necesarios de la inviabilidad e incoherencia del modelo respecto de las nuevas condiciones sociales, culturales, econmicas y polticas que el mundo occidental plan-teaba en el ltimo cuarto del siglo XX. Se indicaba que ese arreglo institucional era adems endgenamente in-capaz de dar respuestas integradoras y coherentes a la irrupcin de la informtica en los procesos cotidianos, productivos y de las comunicaciones. Por fin, el perfil institucional de escala nacional del paradigma fordista resultaba contradictorio con el proceso de mundializa-cin o globalizacin de los mercados productivos y comerciales que se manifestaba como tendencia defini-tiva hacia los aos 80. Desde esta perspectiva, la cada del Muro de Berln y del bloque de pases socialistas europeos no hizo sino allanar y potenciar tal tendencia.

    El creciente desprestigio social adquirido por los organismos gubernamentales y las instituciones representativas de los trabajadores debilit su rol en el entramado macroeconmico fordista y potenci los idearios individualistas, conservadores y neo-liberales que propugnaban su cambio.

    Resulta interesante repasar los calificativos y expresiones de carcter simblico con los que se describi tanto las caractersticas del paradigma, como sus componentes y funcionamiento: dureza, rigidez, inflexibilidad, pesadez. Consecuentemente, el nuevo sistema de relaciones industriales que fuere capaz de permitir la construccin de un nuevo modelo de acumulacin superador del anterior,

    deba tener como cualidades su ductilidad, elasti-cidad, plasticidad, maleabilidad, adaptabilidad, lenidad y, por supuesto, flexibilidad.

    Me interesa entonces hacer un repaso de las caractersticas ms importantes y generales del paradigma fordista, con el solo fin de observar sus puntos ms claros y vnculos internos ms desta-cables y que por cierto han resultado merecedores de los calificativos enunciados. Seguimos para ello libre y pobremente al doctor Julio Cesar Neffa en Los paradigmas productivos tayloristas y fordista y su crisis. Una contribucin a su estudio, desde el enfoque de la Teora de la Regulacin.

    El objetivo de maximizar ganancias y beneficios motor del proceso de acumulacin capitalista depende para su logro de la mejora constante de la productividad y la eficiencia de sus procesos. La gestin adecuada de los tiempos de la produc-cin es de fundamental importancia para aquella maximizacin y el taylorismo primero, y el fordis-mo despus, se han diseado inicialmente (y no nicamente) como sistemas de gestin eficiente del tiempo del proceso productivo.

    As a nivel de taller, el fordismo aprovecha y exacerba el concepto instrumentado por Taylor de la divisin social y tcnica del trabajo (que separa en forma tajante el pensamiento, gestin y decisin del proceso de trabajo de su ejecucin) integrndole traccin la cadena de Ford a la lnea de produc-cin masiva de productos homogneos en serie. De esta forma, el ritmo de la misma depende ahora de la velocidad y cadencia que el empresario impone segn su voluntad. Ese ritmo encadena y modeliza el proceso de trabajo logrando la intensificacin de la divisin social y tcnica del trabajo; la mecani-zacin de todo el trabajo manual, y la homogeniza-cin de mquinas, herramientas, piezas, las etapas del proceso y productos elaborados, con el objetivo de producir masivamente.

    A nivel de las empresas propone fundamen-talmente la concentracin de todos los procesos productivos y sus etapas dentro de la misma, fen-meno descripto como gigantismo, con una lnea

    Exclu deliberadamente de la lista aquello que pudiera serante todo redistributivo [...] porque sent que en el Washington delos ochenta haba un desprecio por preocupaciones sobre equidad.

    John Williamson,autor de los diez enunciados del Consenso de Washington

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    gerencial nica y centralizada cuyo norte respecto de las decisiones es fundamentalmente la oferta. Agregamos entonces que la calidad y la variedad del los productos, o la atencin al cliente (orientacin hacia la demanda) juegan slo un papel secundario. Consecuentemente, los productos logrados son homogneos y de consumo durable. La produccin de los mismos desdea la incorporacin de formas de integracin empresarial va subcontrataciones y/o tercerizaciones, integrando la totalidad de los subprocesos necesarios para la produccin central, con funcionamiento constante y permanente. Los procesos de trabajo se caracterizan por ser rgidos, con puestos y funciones fijas, preestablecidas y es-tandarizadas, que determinan a su vez la categora profesional. Esta es central en la construccin y conformacin de las escalas salriales de los conve-nios colectivos de actividad.

    El fordismo se describe tambin por sus carac-tersticas macroeconmicas. En este sentido requie-re y promueve empleos estables de largo plazo, ba-sados en contratacin laboral de tipo dependiente y subordinacin altamente regulada (en el sentido de protegida legal y convencionalmente).

    Tal estndar de proteccin legalmente asegu-rada se despliega en todos los tramos de la relacin laboral: a su inicio mediante la consagracin de un sistema de contratacin de tiempo indeterminado como regla y de tiempo determinado como men de excepcin. En relacin a los elementos consti-tutivos del vnculo o su interior, se destacan en general los sistemas de jornadas mximas rgidas, descansos diarios, semanales y anuales, protec-cin de perodos de suspensin por enfermedad o licencias, y un rgimen salarial fijado en relacin a la ubicacin del trabajador en una categora profe-sional determinada del escalafn, con indexacin permanente va sistemas de negociacin colectiva, o formas estatales de intervencin y relacionada directamente con el costo de vida de los propios asalariados. El salario resulta as relativamente alto, incorporando adems en forma indirecta los benefi-cios de la seguridad social. La lgica de asignacin

    de esos y otros beneficios indirectos como sindi-cales o mutuales es justamente la existencia de un salario. El poder adquisitivo de los asalariados los hace protagonistas fundamentales en la demanda de bienes de consumo, y los ubica en el doble rol de productores-consumidores.

    No se nos escapa que el fordismo es un sistema de intensificacin del trabajo y disciplinamiento de la clase trabajadora, creadora de alienacin y enfer-medad. A cambio instrumenta un concepto de em-pleo entendido como bien durable y de largo plazo,

    El poder adquisitivo de los asalariados los hace protagonistas fundamentalesen la demanda de bienesde consumo, y los ubicaen el doble rol deproductores-consumidores.

    El objetivo de maximizar ganancias y beneficios motor del proceso de acumulacin capitalista depende para su logro de la mejora constantede la productividad y la eficiencia de sus procesos.

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    llave para asegurar el goce de los beneficios directos de su trabajo y de los derivados de la seguridad social, tales como jubilaciones y pensiones, acceso a la salud, asignaciones familiares, subsidios por desempleo, etc. Por otra parte, ese lugar otorga el derecho a la afiliacin al sindicato respectivo del oficio o actividad y a la vez permite dialcticamente a esas organizaciones la representacin legal del trabajador.

    Es evidente que el fordismo exhibe una serie de inflexibilidades tanto en orden a sus manifestacio-nes en el seno del taller y la empresa, cuanto ms en las implicancias macroeconmicas propias de su misma definicin

    La revolucin ciberntica e informtica vino a cuestionar profundamente la rigidez del proceso productivo fordista, ya que este obstaculiza por definicin la incorporacin de las innovaciones tec-nolgicas. Mucho ms cuando esa incorporacin se exhibe como el nuevo horizonte de productividad del sistema que ahora se apoya en la incorporacin de tecnologa al proceso de trabajo, sus mquinas, herramientas y los productos, con altas tasas de reinversin de ganancias en esa direccin.

    La dureza de su lnea de produccin con sus productos homogneos no pareca preparada para enfrentar el hecho cultural de que los propios asala-riados hubieran cambiado sus hbitos de consumo, prefiriendo ahora diversidad, heterogeneidad y calidad en los productos. A nivel de empresas, el gigantismo es reemplazado por fenmenos crecien-tes de desmembramiento de las unidades fabriles, acompaando y favoreciendo las tercerizaciones y subcontratacin, incluso en escala regional o in-ternacional, para aprovechar las ventajas de costos diferenciales de mano de obra, financieros, imposi-tivos y aduaneros entre pases, en especial los del tercer mundo.

    Las ms diversas corrientes de pensamiento e investigacin econmica, poltica, jurdica, adminis-trativa, etc., propusieron explicaciones descriptivas a ese agotamiento. Consecuentemente, elaboraron orientaciones para avanzar en las aguas embrave-cidas de la crisis hacia un nuevo paradigma de acu-mulacin capitalista superador del moribundo. Es claro que, a la luz de las experiencias de los pases perifricos en los aos 90 y los centrales en este siglo, las visiones y versiones neoliberales lograron hegemonizar la dinmica explicativa del problema y sus soluciones superadoras. Lo que ha sido ms grave y doloroso: lograron directa e indirectamente instrumentar polticamente esas visiones. En efecto, sobre el cierre de los aos ochenta, la astucia neo-liberal despleg en forma hegemnica su influen-cia a nivel mundial para imponer e instrumentar polticamente el declogo denominado El Con-senso de Washington, cuya primera formulacin se debe a John Williamson. Sus enunciados se dirigan a encauzar la accin poltica de los organismos internacionales tales como el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Banco Interameri-cano de Desarrollo (FMI, BM y BID), especialmente con los pases latinoamericanos atenazados por la deuda externa y procesos inflacionarios o hiperin-flacionarios.

    La implementacin en nuestra patria de la poltica neoliberal a travs de las directivas de los organismos internacionales de crdito se estableci plenamente en el periodo de la convertibilidad (perodos presidenciales de 1989-99 y 1999-2001, es-pecialmente en este ltimo). Fue establecido como un plan general de retiro del Estado y expansin sin-cronizada a esos espacios de las fuerzas econmicas del capital privado nacional e internacional. El plan fue posibilitado mediante una poltica comunica-cional (y que la una ideolgicamente con la propia de la dictadura militar) que ensalzaba las potencias del capital privado y los idearios individualistas. A su vez, demonizaba al Estado y las corporaciones

    La revolucin ciberntica e informtica vino a cuestionar profundamente la rigidez del proceso productivo fordista, ya que este obstaculiza por definicin la incorporacin de las innovaciones tecnolgicas.

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    intermedias (sindicatos en particular), en los que depositaba la idea de atraso, pesadez y vetustez.

    En este sentido se promovi un desprecio por el rol del Estado en todas sus manifestaciones, que permitieron visualizar y luego instrumentar una ola privatizadora general de empresas pblicas y un achicamiento del sector pblico gubernamental; junto al desmantelamiento de los sistemas de con-troles polticos internos y fronterizos, en especial en lo relativo a las aduanas fsicas y financieras. Se desregul el funcionamiento de los mercados de bienes y servicios, y se envileci la moneda nacional anclada en monedas extranjeras, etc. Pero el ideario neoliberal tuvo obviamente particular ensaa-miento respecto de los extremos que conformaban la relacin salarial en la Argentina y que con sus distancias y determinaciones histricas y cultura-les especficas se ajustaban a grandes rasgos a las caractersticas fordistas descriptas.

    La impronta neoliberal puso especial nfasis en marcar la necesidad de implementar y dotar al capi-tal privado de flexibilidad interna que le permitieran realizar, fcil y gilmente, cambios al interior de sus sistemas de produccin, pudiendo incorporar en forma permanente innovaciones tecnolgicas, as como tambin dividir y achicar las unidades pro-ductivas, integrando empresas mediante sistemas de tercerizacin, intermediacin y subcontratacin empresarial, permitiendo adems adoptar fomas de polivalencia funcional de los trabajadores respecto del puesto de tareas y sus funciones, de tal forma que la produccin fuere sensible y funcional a los cambios impredecibles y mviles de la demanda.

    Tal flexibilidad, como es obvio, requiere para su instrumentacin de otra flexibilidad que, en snte-sis, propugna el desmantelamiento peyorativo de la normativa protectoria laboral individual y colectiva, tanto de naturaleza estatal (ley) como de naturaleza convencional (convenio colectivo). Tambin se di-rige a ganar para s la visin e interpretacin de los operadores jurdicos (jueces laborales; secretarios y

    ministros de Trabajo, miembros paritarios y comi-siones directivas sindicales) y polticos. Esa ligereza y maleabilidad normativa esperada lleva el eufemis-mo de flexibilidad externa. Excede el espacio de la nota el detalle de los cambios normativos operados en el marco de la desarticulacin de la relacin laboral argentina. Fue exitosa a la hora de provocar la reduccin de los costos laborales al inicio y final de la relacin laboral, la intensificacin del trabajo y la instrumentacin de formas de disciplinamiento y control de los asalariados, va la precarizacin labo-ral y el achicamiento de los sistemas de cobertura de la seguridad social.

    En el concepto de flexibilidad interna es posible encontrar dimensiones tcnicas y econmicas no creadas por la argumentacin poltica.

    Por el contrario, la denominada flexibilidad nor-mativa es exclusivamente un dispositivo ideolgico y poltico por el cual se pretende instrumentar peyo-rativamente la desregulacin de las relaciones labo-rales de un pas y una regin en un momento dado. El contenido y desenvolvimiento de tal dispositivo estar directamente relacionado con el grado de soli-dez alcanzado por el sistema normativo protectorio, y por el nivel de resistencia y grado de correlacin de fuerzas de los trabajadores y sus organizaciones frente al cuerpo de cuadros polticos e instituciones que llevan adelante tal implementacin.

    No slo esta flexibilidad es eminentemente un dispositivo poltico-ideolgico sino que tambin lo es la afirmacin respecto de que la incorporacin de la flexibilidad interna al sistema productivo que lo haga coherente con las demandas variables en el marco de una economa global requiere necesa-riamente desmontar el sistema de protecciones laborales de orden pblico.

    El mundo industrializado discute en marco a sus recurrentes crisis econmicas y financieras la nece-sidad de ser maleables y flexibles. Paradjicamente, en nuestro pas, algunos nuevamente tambin. Para esa discusin, sirvan estas incompletas notas.

    La denominada flexibilidad normativa es exclusivamente un dispositivo ideolgico y poltico por el cual se pretende instrumentar peyorativamente la desregulacin de las relaciones laborales de un pas y una regin en un momento dado.