86
Ecuador RIBLA RIBLA REVISTA DE INTERPRETACIÓN BÍBLICA LATINOAMERICANA Nº 70 Biblia e Integridad QUITO, ECUADOR 2011/3

Biblia e Integridad - CONSEJO LATINOAMERICANO DE … · En seguida queremos iluminar este aspecto de la coyuntura actual con textos bíblicos, buscando caminos alternativos para la

  • Upload
    vukhanh

  • View
    215

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • Ecuador

    RIBLARIBLAREVISTA DE INTERPRETACINBBLICA LATINOAMERICANA

    N 70

    Biblia e Integridad

    QUITO, ECUADOR

    2011/3

  • Ecuador

  • Contenido

    Mercedes Lopes. Presentacin 5

    Jorge ALexAndre oLiveirA ALves. Los significados de la corrupcin 7

    eLsA TAMez. La integridad reflejada en una espiritualidad liberadora. Un aporte de la Carta de Santiago 13

    cArLos MesTers. La humildad nos hace ms semejantes a Jess 24

    zoiLA MeLAniA cueTo viLLAMn. Risp, mujer ignorada. Memoria viva que clama justicia 33

    JuAn esTebAn Londoo. La lengua en ambos testamentos 45

    esTebAn AriAs ArdiLA. Oposicin al proyecto de Dios? Una lectura crtica del libro de Nehemas desde los artfices opositores 53

    MAribeL perTuz geTTe. Seguidoras coherentes, desde Galilea hasta Jerusaln 63

    Agenor guTirrez MAirenA. El milagro de la solidaridad. Construcciones comunitarias para vivir la experiencia de la integridad (1 Reyes 17,1-18,2) 72

    Mercedes Lopes, MJc. Una hospitalidad abierta y recreadora (Prov 9,1-6) 77

    00. Contenido 70:65 19/11/14 8:40 Pgina 3

  • Presentacin

    La idea de organizar un nmero de RIBLA sobre Biblia e Integridad surgi en la lti-ma Asamblea realizada en Bogot-Colombia, en mayo del 2012. Una inspiracin que nacidel deseo de continuar el estudio de la Carta de Santiago que fue conducido por ElsaTamez durante aquel encuentro. Este fue un estudio que encontr resonancia en nuestroscuerpos, heridos por situaciones de violencia y de corrupcin, de impunidad y de falta deposturas ticas en la sociedad en la que vivimos, tanto en las relaciones sociales, eclesialesy familiares como en la poltica, economa y derechos humanos. En la macro y micro rea-lidad de nuestros pases.

    El vnculo del texto bblico con la realidad nos desafa a hacer un anlisis ms pro-fundo de la ausencia de integridad humana en la cultura actual. Deseamos verificar lascausas de la ausencia de valores fundamentales en las buenas relaciones entre personas ypueblos de nuestro tiempo. En seguida queremos iluminar este aspecto de la coyunturaactual con textos bblicos, buscando caminos alternativos para la gestacin de una nuevahumanidad. Los textos bblicos escogidos para este nmero estn relacionados con la inte-gridad administrativa, financiera, relacionados con la justicia, la probidad, la honestidad,la humanidad, sin dejar de lado dos temas transversales muy importantes en la historia deesta Revista: el plan de Dios y la opcin por los pobres.

    El primer artculo es del socilogo Jorge Alexandre Oliveira Alves que nos ofrece unmarco coyuntural para el tema especfico de este nmero, afirmando que la corrupcin esuna negacin del otro, sea el otro un individuo o una sociedad. Esta negacin tiene comoraz la prdida del sentido moral, factor importante para que se desarrolle la concienciatica. Tomando el caso brasileo como ejemplo, el autor parte de la teora del comporta-miento socialmente construido, para afirmar que ste necesita ser relacionado con un an-lisis de coyuntura de las relaciones de poder que la componen y de los intereses que moti-van las acciones corruptas en las sociedades latinoamericanas, hoy.

    Elsa Tamez presenta un estudio de la Carta de Santiago como contribucin impor-tante para la vivencia de la integridad tica. A partir del trmino griego , la autoraexplica el sentido de la palabra integridad como aquello que es completo, maduro, y hacela diferencia entre los cristianos y las cristianas. Teniendo la integridad como teln de fondo,el artculo tiene como foco la espiritualidad cristiana coherente, superando el antiguo dua-lismo entre el discurso religioso y la vivencia cotidiana, para ser verdaderos seguidores deJess, a partir del compartir solidario y de la tica de las relaciones, sobre todo en el controlde la lengua. Para alcanzar estos objetivos y visualizar ms claramente esta propuesta en laCarta de Santiago, Elsa hace un anlisis del texto, a travs de su manifiesta estructura.

    En su artculo, Carlos Mesters ofrece una ayuda con direccin a la nueva humanidad.Muestra la humildad como un paso importante en este caminar, puesto que nos hace mssemejantes a Jess. Pero como nuestra comprensin de la humildad muchas veces fue dis-torsionada con una visin moralizante, el autor empieza su artculo esclareciendo el senti-do de la humildad: es la capacidad de ser verdaderamente humano. As fue Jess, que gus-taba llamarse a s mismo Hijo del hombre, trmino que tiene sus races en Daniel 7 conun sentido colectivo, no individual. Hijo del hombre es el pueblo de Dios que no se deja des-humanizar. Mesters concluye su artculo desafindonos a enfrentar la creciente deshuma-nizacin que oferta el sistema neoliberal, con una humildad que nos aproxime a todas laspersonas, en un dilogo abierto, sin preconcepciones, reconstruida con base a la vidacomunitaria: hospitalidad, compartir. Comunin de mesa y acogida a los excluidos.

    01. Presentacin 70:65 19/11/14 8:40 Pgina 5

  • El artculo de Zoila Melania Cueto Villamn pone de relieve la figura de Risp, pre-sentada en 2Sam 21,1-14. Con determinacin y osada, esta mujer clama por justicia parasus hijos asesinados y tirados a un monte, en medio de las piedras, para que las aves derapia se los coman y no queden rastros de tamaa atrocidad. El texto bblico manipula laimagen del Dios de Israel para justificar las acciones interesadas y deshonestas de David,que entreg a estos jvenes en manos de los gabaonitas, para ser ejecutados. La autoramuestra cmo el poder dominante utiliza el nombre de Dios para justificar esclavitudes,asesinatos, abusos sexuales, robos, maniobras polticas e imposiciones culturales.

    Juan Esteban Londoo nos ofrece un estudio sobre el uso de la lengua en el Primeroy Segundo Testamento. Empieza su trabajo con una provocante metfora que evidencia lagravedad del tema: la lengua puede dar vida o puede quitarla. El uso de la lengua es unasunto reiterativo en la Carta de Santiago, indicando la necesidad de sabidura en el usode la palabra. Sin sabidura, el lenguaje puede destruir a las personas y a los proyectos devida. Para comprobar esta enseanza bblica, el autor recurre a muchos textos que mues-tran la importancia de la intertextualidad en la interpretacin bblica, y recuerda la necesi-dad de coherencia entre el discurso y la vida, entre la disertacin y la accin.

    Esteban Arias Ardila hace un estudio literario del libro de Nehemas e investiga sucontexto histrico, identificando sus protagonistas y los diferentes intereses que represen-tan. Esclarece la identidad de los opositores al proyecto oficial y desvela sus motivaciones.Expone el proyecto alternativo que ofrecen los opositores y exhibe las alianzas que esta-blecen para alcanzar sus objetivos. Al concluir su artculo, el autor sugiere que el estudiopopular y comunitario de la Biblia puede contribuir a la bsqueda de salidas pacficas parael conflicto colombiano.

    El tema desarrollado por Maribel Pertuz expresa un sentido abordaje al evangelio deMarcos, a partir de la experiencia de las mujeres. La autora muestra la coherente y deter-minada adhesin de las seguidoras de Jess desde Galilea hasta Jerusaln. Incluye en estaaudaz e indita aventura espiritual tambin a aquellas mujeres que se encontraron conJess en momentos puntuales, como aquella que sufra de hemorragia, la sirofenicia, laviuda que puso en el cofre del templo de Jerusaln dos moneditas, esto es, todo lo quetena para vivir

    El potico artculo de Agenor Gutirrez Mairena propone el tema de la integridad yla solidaridad como una construccin social, cultural y poltica, en un proceso de interac-ciones, relaciones e interdependencia. Fundamenta su reflexin en el texto de 1Re 17,1-18,2, donde las interrelaciones se amplan y se realizan entre seres humanos y naturaleza,en tiempos y espacios diferentes. Convida, as, a una mirada englobante, no fragmentada,en busca de sobrevivencia de todos los seres. Con este nuevo mirar, se teje la solidaridad,a partir de las experiencias cotidianas.

    El artculo de Mercedes Lopes ejemplariza la postura abierta e incluyente, necesariapara transformar la realidad, generando una sociedad ms humana. Para ello, ofrece unestudio de Proverbios 9,1-6, donde la sabidura es presentada con trazos de una mujercompetente, que construye su casa y prepara con esmero un banquete. Actitud que expre-sa una espiritualidad de la casa, de los clanes, que se va tejiendo con hombres y mujeresque reflexionan sobre Dios y sobre la vida, con los pies en la tierra. El texto de la sabidu-ra personificada ilumina un nuevo paso que se necesita dar en el periodo del pos-exilio,para la construccin de un futuro mejor para todos.

    Mercedes [email protected]

    6 Presentacin

    01. Presentacin 70:65 19/11/14 8:40 Pgina 6

  • Los significados de la corrupcin

    ResumenMucha gente defiende la tesis segn la cual la corrupcin es una falla de carcter nacional, untrazo de identidad cultural de la sociedad brasilea. O, por analoga, y dadas las semejanzashistricas y culturales, de toda Amrica Latina. El presente artculo busca hacer una crtica ala llamada corrupcin poltica, vista como un fenmeno universal, presente en todos los rin-cones del planeta. Muchas sociedades distintas a las nuestras, y algunas milenarias comoChina, la India o la misma Italia (a pesar de ser latina), poseen niveles endmicos de corrup-cin. Segn datos de Transparencia Internacional, Hait y Venezuela figuran entre los vein-te pases ms corruptos del mundo. Y Uruguay est entre los veinte pases menos corruptos!Brasil est en el puesto nmero 69 en niveles de corrupcin, dentro de un grupo de 176 pases.

    AbstractMany people advocate the view that corruption is a national character flaw, a trace of cultur-al identity of Brazilian society, and by analogy, due to the historical and cultural similarities,throughout Latin America. This article offers a critique of the so-called political corruption,seen as a universal phenomenon, present in all corners of the globe. Many societies differentfrom ours, and some ancient as China, India or Italy itself (despite being Latina), have endem-ic levels of corruption. According to "Transparency International", Haiti and Venezuela areamong the twenty most corrupt countries in the world. And Uruguay is among the twentyleast corrupt countries! Brazil is ranked 69th in corruption levels, within a group of 176 coun-tries.

    La temtica de la corrupcin moviliza a todos en la sociedad. Por lo menos a niveldel discurso y de la razn, todos la condenan vehementemente, y esto aunque no siemprese sepa lo que se quiere decir con ello. Sin embargo, al mismo tiempo que muchos se que-dan escandalizados por los desvos de conducta de nuestra clase poltica, de nuestros poli-cas o de los modismos que violentan a aquellos que defienden la moral y las buenas cos-tumbres, son pocas las personas que saben lo que realmente significa el trmino en cues-tin.

    La etimologa de la palabra nos remite al latn corruptus, que significa podrido, algoputrefacto. En los textos religiosos pre-conciliares se hablaba de la corrupcin de la carne enreferencia, unas veces a la muerte y descomposicin biolgica del cuerpo sin vida, y otrasveces a la inmoralidad, en oposicin a la elevacin del alma espiritual, de la conciencia.Tales significados, por diversas razones, fueron dejados de usar en la vida cotidiana de laspersonas, quedando cada vez ms restringido al campo de la literatura o a los discursosmoralistas de carcter medieval.

    Actualmente, cuando las personas se remiten a la corrupcin, sin duda que ellasestn haciendo referencia a otras cosas. Normalmente usamos esta palabra para referirnosal conjunto de prcticas (en su mayora ilegales) por las cuales una persona o un grupo

    Jorge Alexandre Oliveira Alves1

    1 Jorge Alexandre Oliveira Alves, 40 aos, licenciado en Ciencias Sociales por la UERJ, con especializacin en Sociologa por laFacultad de Educacin de la UFRJ. Es profesor de Sociologa en el IFRJ (Instituto Federal de Rio de Janeiro). Jorge es miembrodel equipo de organizacin del Curso de Rio y de los encuentros ecumnicos de formacin pastoral.

    02. Jorge Alexandre 70:65 19/11/14 8:41 Pgina 7

  • 8 JORGE ALExANDRE OLIVEIRA ALVES, Los significados de la corrupcin

    obtienen algn tipo de ventaja financiera o material, al mismo tiempo que viola el Dere-cho. Ciertamente, ese comportamiento tiene dainas implicaciones para la sociedad, todavez que la Ley y el Derecho son burlados y debilitados en funcin de intereses particula-res, a despecho de potenciales prejuicios para la colectividad. Tal cual vemos en las prc-ticas de nuestros agentes pblicos, sean funcionarios del Estado o dirigentes polticos,desde la cervecita o el caf ofrecidos al guardia de trnsito brasileo o al regalopedido por el polica federal en Mxico.

    Tambin, aunque con menos frecuencia, se oye hablar de la corrupcin moral. Esdecir, de las actitudes individuales reveladoras de una moralidad fuera de los patronesaceptados sociales, reflejando una teora tica que se vaca por completo del concepto debien comn. Es por ello que, si escogemos desarrollar una reflexin acerca de la corrup-cin a partir de esta clave de lectura, corremos el grande riesgo de caer en la negligenciade aspectos socio-colectivos que permean la corrupcin, reducindola apenas a una cues-tin de comportamiento individual, como si el problema se resumiera en una falta perso-nal de carcter. Por lo tanto, si deseamos entender este fenmeno en la esfera de las rela-ciones humanas, debemos partir de sus contenidos socio-antropolgicos.

    La corrupcin como fenmeno social

    Mucha gente defiende la tesis segn la cual la corrupcin es una falla de carcternacional, un trazo de identidad cultural de la sociedad brasilea. O, por analoga, y dadaslas semejanzas histricas y culturales, de toda Amrica Latina. Por el bien de la verdad, lallamada corrupcin poltica es un fenmeno universal, presente en todos los rincones delplaneta. Desgraciadamente, se trata de un dato de la condicin humana. Ms all de esto,muchas sociedades distintas a las nuestras, y algunas milenarias como China, la India o lamisma Italia (a pesar de ser latina), poseen niveles endmicos de corrupcin. Segn datosde la ONG Transparencia Internacional, Hait y Venezuela figuran entre los veinte pa-ses ms corruptos del mundo. Y Uruguay est entre los veinte pases menos corruptos!Brasil est en el puesto nmero 69 en niveles de corrupcin, dentro de un grupo de 176pases.

    Estadsticas aparte, lo que diferencia una sociedad de otra es la forma como cada unareacciona frente a este fenmeno. Tal reaccin vara de acuerdo al mirar que cada culturahace de la corrupcin, puesto que esa lectura social implica una accin poltica que puedetanto tolerar como imponer actitudes entendidas como corruptas. Eso depende de lamanera como cada sociedad lea el universo de las leyes y de cmo sta se haya ido desa-rrollando histricamente. Ms an, la corrupcin poltica aquella que se desarrolla invo-lucrando al Estado no es ms que un reflejo de aquello que ocurre regularmente en lavida social. A fin de cuentas, los polticos y dems agentes pblicos no vienen del espa-cio Ellos tambin hacen parte de la sociedad.

    Luego, si deseamos entender lo que ocurre en la colectividad, debemos mirar nues-tra historia social. As, si la corrupcin es un fenmeno universal, la forma como ella ocu-rre en Brasil, y en el proceso histrico de toda Amrica Latina, es inherente a nuestra for-macin social como pueblo. Es decir, el proceso de construccin de nuestra identidad cul-tural y de formacin poltica debe ser la clave de lectura que se debe utilizar si queremosno solamente entender el problema de la corrupcin en nuestra sociedad, sino tambincombatirlo.

    02. Jorge Alexandre 70:65 19/11/14 8:41 Pgina 8

  • REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 70 9

    El caso brasileo

    Si deseamos entender el impacto causado por la corrupcin en la cultura y en lasociedad brasilea, debemos mirar el proceso de formacin de nuestra identidad social alo largo del tiempo. En otras palabras, tenemos que descifrar la constitucin de nuestracarcter nacional, aquello que los antroplogos llaman la brasilealidad, volvindonoscapaces de entender la manera cmo lidiamos con la cuestin de la corrupcin en la actua-lidad.

    La cuestin clave en la discusin de la identidad nacional brasilea para entender elproblema de la corrupcin est en aquello que Roberto DaMatta llama el dilema brasile-o. La eleccin poltica por un aparato legal de base republicana, basado en la ciudada-na y en el presupuesto de la igualdad bsica de todo brasileo es traspasada por una men-talidad aristocrtica, de relaciones sociales fundamentadas en la amistad y en el favor. Esohace que vivamos una dualidad entre la igualdad y la ley, por un lado, y el prestigio deri-vado del estatus social y el compadrazgo, por el otro. As, al mismo tiempo que el impera-tivo legal de la igualdad es propuesto, los intereses privados y las relaciones de amistad,posicin social y poder econmico hacen que en la prctica aquellos que tienen mayorpoder econmico y/o mayor prestigio social, sean ms iguales que el resto de la socie-dad.

    As, las relaciones sociales entre la esfera privada los intereses familiares basados enla informalidad y en la proximidad personal y la esfera pblica, impersonal los intere-ses colectivos ocurren dentro de una dinmica que es muy particular en nuestra sociedad.Sin embargo, como Amrica Latina es heredera de una colonizacin cuyos elementos sonmuy semejantes, es posible afirmar que algunos aspectos de la historia social brasilea yde la construccin de su identidad social pueden ser encontrados en otras sociedades delcontinente.

    De otra forma, podramos decir que en la sociedad brasilea conviven dos mundosdistintos, pero complementarios, que podran ser asociados a dos espacios fsicos cargadosde simbolismos: la casa y la calle. El mundo de la casa representara la esfera privada dela sociedad, donde prevalece la lgica de las relaciones familiares, con una jerarqua quese define por la edad y por el gnero, en el cual cada uno sabe cul es su lugar, donde todosson, de alguna manera, alguien. En la casa, todos somos ciudadanos y ciudadanas.

    En contrapartida, el mundo de la calle sera la representacin del espacio pblico, dela impersonalidad y del universalismo de la ley, el lugar de la indiferencia y de la insegu-ridad, pues el individuo deja de ser alguien para volverse ms una multitud imperso-nal. Sin la red de relaciones de patrn familiar perdemos nuestra identidad para volvernosnadie. Aqu, la disolucin de la jerarqua de la casa puede representar la prdida dellugar, una vez que los papeles sociales quedan indefinidos. De esta manera, lo que en otrassociedades, sobre todo las de patrn anglosajn, signific conquista, aqu se vuelve prdi-da de privilegios. Consecuentemente, en la calle somos reducidos a la condicin de sub-ciudadanos, sin estatus, ni privilegios, exactamente porque nos volvemos iguales a todo elmundo.

    Ahora bien, esos espacios fsicos y las esferas de lo privado y de lo pblico existen encualquier sociedad, sea compleja o de base industrial. Lo que en Brasil es peculiar. Aquest el drama que se materializa en el dilema, en la ambigedad brasilea: la forma por lacual la casa y la calle se relacionan. En la sociedad brasilea hay una subordinacin de laesfera pblica por la lgica personalista de los intereses privados. Dicho de otra manera,la casa subordina y se apropia de la calle. La esfera colectiva es incesantemente reducida a

    02. Jorge Alexandre 70:65 19/11/14 8:41 Pgina 9

  • las demandas de grupos y de individuos que ven en lo pblico un lugar para la satisfac-cin de sus necesidades personales.

    Al mismo tiempo, adoptamos formalmente un sistema legal basado en presupuestosigualitarios, a los cuales muchas veces apelamos cuando nos sentimos perjudicados den-tro de la jerarqua social. Pero, cuando somos beneficiados nos gusta exhibir nuestro pres-tigio, volviendo explcitas nuestras relaciones de amistad que nos favorecen, y as camina-mos paradjicamente bajo dos ticas: una particularista y otra personalista. Esto ocurreporque a los latinoamericanos, desde muy pequeos, les ensean a ser alguien en la viday por su pas. Al final de cuentas, a quin les gustara cambiar y ser visto por los demscomo un don nadie?

    Tal mentalidad es llamada patrimonialismo por los cientistas polticos, y tiene susraces histricas en las monarquas absolutistas de la pennsula ibrica. Portugal y Espaaformaron sus proyectos coloniales de forma muy parecida, cuyos principales beneficiadosera la realeza y sus aliados, los nobles. Las instituciones legales del perodo colonial exis-tan para hacer valer los intereses de los reyes ibricos y sus colaboradores ms prximos.Las rupturas que resultaron de la independencia de las colonias, apenas significaron lasustitucin de una lite patrimonialista por otra excepto en Hait2. En el caso brasileo, semantuvo la forma monrquica de gobierno, con la misma familia real de la metrpoli por-tuguesa.

    En esto reside tal vez uno de los elementos comunes ms poderosos que aproximaculturalmente a todas las sociedades latinoamericanas. La mentalidad patrimonialista queve a la esfera pblica como mera extensin de los intereses privados. La calle no perte-nece a nadie en concreto, pertenece al Estado como si ese ente no tuviese nada que vercon nosotros. Por lo tanto, podemos tener dos actitudes frente a l: o no cuidamos de loque es pblico, pues es del Estado y l debe cuidarlo o, como no es de nadie, nos apropia-mos de las parcelas de la esfera pblica en la misma lgica patrimonial que est a la razde nuestra formacin histrica. Y esto ocurre en todos los estratos sociales, desde el mora-dor del conjunto popular que se apropia del rea colectiva, para aumentar el tamao de sucocina o para abrir un mercadito. Esto ocurre tambin con los moradores de las reas ricasque se asocian para colocar muros y restringir el acceso a calles que son pblicas, hacien-do uso del a seguridad privada para hacer valer sus intentos.

    Es a partir de ah que podemos explicar el fenmeno de corrupcin. Este no es msque uno de los desdoblamientos perversos del patrimonialismo que permea nuestra vidasocial. Si prevalecen intereses privados en la esfera colectiva, si en la espera pblica no con-seguimos ser impersonales, sino que somos personalistas, cmo establecer una sociabili-dad pautada en la igualdad, en la democracia y en el mrito? Ms fcil es el favor, la com-ponenda, el compadrazgo, la amistad, en detrimento de la ley. Y todo ello redunda en lacorrupcin poltica, la propina, el soborno, los negociados, la sobrefacturacin, las mili-cias En eso radica nuestro dilema.

    Por otro lado, esa misma lgica nos volvi capaces de desarrollar soluciones creati-vas para impases que no estaban previstos en la ley o en la impersonalidad necesaria en laesfera colectiva. As, el olvido de un documento importante para la contratacin de un tra-bajador poda solucionarse trayndolo despus, se puede dar un estmulo a desconocidos,en la puerta de una facultad o en los encuentros pastorales, se puede pedir al chofer de un

    10 JORGE ALExANDRE OLIVEIRA ALVES, Los significados de la corrupcin

    2 El proceso de independencia haitiano fue consecuencia de una revolucin liderada por esclavos y ex-esclavos, contra el podercolonial francs.

    02. Jorge Alexandre 70:65 19/11/14 8:41 Pgina 10

  • autobs que pare justo frente a la seal de trnsito, se puede preferir la conciliacin al con-flicto abierto... Estas tambin son formas de redimensionar la esfera pblica, a partir de unpatrn de relaciones sociales basado en la dinmica de las relaciones familiares, ntimas.

    Tales elementos, en la sociedad brasilea son vistos de forma positiva, de la mismaforma que cuando recomendamos a un amigo para un empleo, y l es contratado graciasa nuestra recomendacin. O cuando usamos equipos de trabajo, de la escuela o de la parro-quia para fines personales, y nadie ve eso como algo ruin. En fin, estos tambin son efec-tos, aunque positivos de esa relacin entre lo pblico y lo privado. La ambivalencia delpatrn de sociabilidad tpico de la cultura brasilea tambin ocurre en esa perspectiva delas relaciones interpersonales.

    Construimos una cordialidad que nos permite llamar a cualquiera por su primernombre (y no el sobrenombre, como en Europa o en la Amrica Anglosajona), besamos,abrazamos, tocamos a cualquier persona que acabamos de conocer. Una persona, cuandoes invitada a una fiesta puede llevar a un invitado extra, sin que eso sea visto de maneranegativa. Cuando recibimos una crtica impersonal, lo tomamos del lado personal Aqutambin reside un modelo de vida social donde lo que importa no es el individuo en smismo, como lo defiende el ideario liberal iluminista, sino las relaciones que somos capa-ces de construir. Ellas, ms all de los bienes y el poder adquisitivo que poseemos, esta-blecen jerarquas en la sociedad.

    Pero, de cualquier forma, en nuestro caso la corrupcin que encontramos en la pol-tica, termina siendo una reflexin de nuestra mentalidad y de nuestra organizacin social.Guardadas las debidas proporciones, operan en la misma lgica (patrimonialista) de laspequeas fragilidades cotidianas, como usar una vacante del deficiente transporte pbli-co y del estacionamiento de un centro comercial, hacer doble contabilidad en las empre-sas, evadir impuestos justificando la accin debido a la corrupcin poltica, apropiarse dela calzada que es pblica, como si fuera propia. Hacer conexiones clandestinas de agua yde electricidad, pagar al chofer menos de lo que cuesta el pasaje del autobs y no pasar eltrinquete la lista es enorme

    Quien acumul poder econmico y obtuvo poder poltico promueve un gerencia-miento del Estado de forma tal que pueda perpetuar su propio poder, beneficindose delaparato gubernamental. El capitalismo brasileo adquiri una forma patrimonialista, sepuso a favor de una mercadera valiossima, pero que como en todo el mundo, producedesigualdades y concentra ingresos. Mientras tanto, por aqu la jerarqua econmica espotencializada por las jerarquas constituidas por la relacin entre el mundo de la casa y elmundo de la calle.

    Y el futuro?

    El desafo es saber si es posible conciliar tales aspectos positivos con una efectivaimplementacin de la ciudadana y de la democracia. En este sentido, soy bastante opti-mista con relacin a nuestro futuro. Nuestro poder de realizacin reside en la enorme resi-liencia de los que forma parte nuestra Patria Grande, cuyos pueblos resistirn con gallar-da el peso de la colonizacin europea y del patrimonialismo que perme nuestra forma-cin social. De la misma forma que el capitalismo en Brasil asumi contornos particulares,es posible superarlo con una nueva ciudadana, capaz de delinear la igualdad plena, sinperder esa capacidad de improvisar, que soluciona cualquier impase.

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 70 11

    02. Jorge Alexandre 70:65 19/11/14 8:41 Pgina 11

  • Somos capaces de remodelar prcticas en la esfera pblica, garantizando derechosuniversales para todos, pero sin perder aquella solidaridad que tenemos con los amigos,extendindola a toda la vida social. Sin perder de vista aquel espritu de acogida creativaque hace que cuando llega alguien no previsto para el almuerzo, pongamos ms agua enla sopa. Nuestra versin tupiniquim de cierta multiplicacin de panes y de peces ocurridahace mucho tiempo en los alrededores de Nazaret de Galilea.

    Bibliografa

    DAMATTA, Roberto. A Casa & a Rua: espao, cidadania, mulher e morte no Brasil. 5. Ed. Riode Janeiro: Rocco, 1997.

    __________. O que o Brasil? Rio de Janeiro: Rocco, 2004. (coleo cidadania)

    FAORO. Raymundo. Os donos do poder: formao do patronato poltico brasileiro. 3. ed. PortoAlegre: Globo, 1976.

    __________. A aventura liberal numa ordem patrimonialista. Revista USP, n. 17, p. 14-29, 1993.HOLANDA, Srgio Buarque de. Razes do Brasil. 26 ed. Rio de Janeiro: Jos Olympio, 1994.

    (Documentos brasileiros, v. n, 1)QUINTANEIRO, T.; BARBOSA, M. L.; OLIVEIRA, M. G. M. Um toque de clssicos: Marx,

    Durkheim e Weber. 2. ed. ver. amp. Belo Horizonte: Editora UFMG, 2002 (Aprender)Transparency International (ONG). Global corruption barometer 2013. Disponvel em . Acesso em 05 ago. 2014WEBER, Max. Economia e sociedade: fundamentos de sociologia compreensiva. 2. v. Braslia:

    UnB, 1999.

    Jorge Alexandre Oliveira AlvesInstituto Federal de Rio de Janeiro

    12 JORGE ALExANDRE OLIVEIRA ALVES, Los significados de la corrupcin

    02. Jorge Alexandre 70:65 19/11/14 8:41 Pgina 12

  • La integridad reflejada en una espiritualidad liberadora1

    Un aporte a la Carta de Santiago

    ResumenLa autora analiza la espiritualidad en la carta de Santiago. Se centra especialmente en los tex-tos 1,26-27; 2,1-26 y 3,1-12. En su anlisis constata que para Santiago no debe haber ningunadivisin entre la tica y la fe. La vida espiritual del verdadero seguidor de Jess se muestra ensus obras y en su modo de ser ntegro. La integridad se da tanto en el control de las palabras,como en la solidaridad con los ms necesitados. La integridad muestra la verdadera fe. San-tiago es radical en este punto, al grado de cuestionar la salvacin de aquellos que dicen quetienen fe, pero que en su decir y hacer no muestran esa fe autntica. En conclusin, para San-tiago la fe no salva a las personas que no son solidarias y/o no controlan su lengua. Esto esporque su fe es falsa.

    AbstractThe author analyses spirituality in the letter of St. James. It is centered specially on the texts1.26-27, 2.1-26, and 3.1-12. In her analysis she finds that for St. James there should be no divi-sion between ethics and faith. The spiritual life of the true believer of Jesus is shown in hisdoings and in his way of being righteous. Integrity is proved both in the control of the words,as in the solidarity towards the neediest. Integrity shows the true faith. St. James is radical atthis point, , to the extent of questioning the salvation of those who say they have faith, but theirsaying and doing does not show authentic faith. In conclusion, to St. James faith does not savethose who are not solidary and/or do not control their tongue. This is because their faith isfalse.

    Palabras clave:espiritualidad, fe, obras, solidaridad, control de la lengua.

    Santiago es un libro en el cual la integridad, es decir lo completo, maduro ()es algo distintivo de los cristianos y cristianas. De manera incisiva, de principio a fin, elautor insiste e invita a sus destinatarios, migrantes del Asia Menor2, a ser coherentes en loque dicen y en lo que hacen.

    En este artculo me voy a centrar en el tema de la espiritualidad, teniendo como tras-fondo la integridad. La espiritualidad a la que estamos acostumbrados es aquella quesepara el comportamiento o la vivencia cotidiana de la experiencia de Dios. Es comn verla accin como algo diferente a la oracin. Esto es as porque hemos introyectado la cultu-ra occidental, y sta es dicotmica. En Santiago no es as; sus planteamientos son tan radi-cales que l llega a afirmar que quienes no son solidarios con los necesitados, discriminany no refrenan su lengua no son genuinos seguidores de Jess, y no son salvos. Para probar

    Elsa Tamez

    1 El grueso de este artculo ha sido publicado en un libro preparado en honor a Nstor Mguez. 2 Las doce tribus de la dispora es una metfora para referirse a sus destinatarios judeo-cristianos que viven en distintos luga-res del Asia Menor. Cp. TAMEZ Elsa, No discriminen a los pobres. Lectura latinoamericana de la Carta de Santiago, Navarra: VerboDivino, 2008.

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 13

  • esta afirmacin rotunda de Santiago, me voy a ayudar de la estructura manifiesta delbiblista argentino Ren Krger3.

    La espiritualidad en la estructura manifiesta

    Krger, en su tesis doctoral sobre Santiago, propone una estructura de la carta bas-tante coherente4. Esto es interesante porque muchos comentaristas han desistido de pro-poner una estructura, debido a que es fcil encontrarla por la forma en la que el discursoest construido. La estructura que propone Krger me parece iluminadora, observamosun tejido y con una sola mirada percibimos la intencionalidad primera del autor. La cohe-rencia temtica de la carta se pierde cuando se lee sin un hilo como este, por la aparenteinfinidad de temas. El primer captulo, por ejemplo, presenta una serie de aforismos, esdecir sentencias o mximas (en modo indicativo) que encapsulan temas generales (ej. 1,6:el que duda es semejante a la onda del mar que es arrastrada por el viento y echada deuna parte a otra, o 1,9: El hermano que es de humilde condicin, glorese en su exalta-cin, pero el rico etc.). Esta ha sido tradicionalmente la traba para encontrar la estructu-ra. Sin embargo, parece que hay cierto consenso en que todo el primer captulo es unaintroduccin a la carta, donde se anuncian los temas que sern tratados posteriormente,as lo plantea Richard Bauckham5. Luke Timothy Johnson, por su parte, lo ve como un ep-tome, es decir un compendio en el cual se resumen los temas que se van a desarrollar des-pus6. Segn l, esta era una prctica de la retrica antigua. Krger basndose en unabuena cantidad de autores afirma tambin que se trata de la introduccin de la carta. Poreso en su estructura concntrica el captulo primero abarca la mitad del recorrido temti-co. En este artculo vamos a seguir la estructura concntrica de toda la carta propuesta porKrger7, ya que nos permite verificar el concepto de espiritualidad en Santiago. Las estruc-turas concntricas de textos particulares las hemos variado, sobre todo en cuanto a los ttu-los.

    Encabezamiento de la carta 1,1A 1,2-8 Perseverancia (paciencia). Pedido de sabidura

    B 1,9-11 Exaltacin del hermano humilde - humillacin del ricoC 1,12 Probado en la tentacin

    D 1,13-15 Origen de la tentacinE 1,16-18 El don de lo alto

    F 1,19-25 Hacedores de la PalabraG 1,26 Refrenar la lengua

    H 1,27 culto puro e inmaculadoX 2,1-13 Contra la acepcin de personas

    H 2,14-26 Fe y obras de amor G 3,1-12 El poder de la lengua

    F 3,13-16 Buena conductaE 3,17-18 La sabidura de lo alto

    14 ELSA TAMEZ, La integridad reflejada en una espiritualidad liberadora

    3 Pobres y ricos en la epstola de Santiago. El desafo de un cristianismo proftico, Buenos Aires: LUMEN/ISEDET, 2005, pp. 130-136.4 Ibdem, pp. 130-136.5 James. Wisdom of James, disciple of Jesus the sage, New York: Routledge, 1999, p. 63.6 The Letter of James: a new translation with introduction and commentary (The Anchor Yale Bible), New Haven & London: Yale Uni-versity Press, 2005.7 Ibid., p. 131-132.

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 14

  • D 4,1-3 Origen del malC 4,4-12 Entre el mundo (pecados) y Dios (prueba)

    B 4,13-5,6 Humillacin de los ricosA5,7-20 Paciencia, Ruego por salud. Responsabilidad por el extraviado.

    En este tipo de estructuras concntricas, el centro generalmente cobra mayor impor-tancia. Observemos que el centro est en 2,1-13, el cual habla contra la acepcin de perso-nas. Aqu, en el centro, marcado con la letra X, la enseanza central es la integridad o cohe-rencia que debe haber entre el llamarse cristiano y su comportamiento. El autor ofrece unejemplo de discriminacin a los pobres (2,4), y da la fundamentacin teolgica para que suprctica se oriente a la no discriminacin (2,5-11). Este tpico est enmarcado con exhorta-ciones que apuntan a la coherencia entre la fe y la prctica. 2,1: Sea en la afirmacin: que lafe no se mezcle con la acepcin de personas o en la variante con pregunta (son cristianos yhacen acepcin de personas?). El otro marco lo constituye el cierre de esa seccin: 2,12-13:As hablad y as haced

    Podemos visualizar el centro de esta manera:A. 2,1: El creyente no discrimina.

    B. 2,5-11: Ejemplo prctico de acepcin de personas en detrimento de los pobres.B. 2,12-13: Fundamentacin teolgica (Dios no discrimina, Dios elige a los

    pobres). A. 2,12-13: El creyente es coherente con lo que habla y lo que hace (esta es la ley de

    la libertad).

    Si el centro es, por lo general, algo para subrayar, la enseanza fundamental apuntaa la fe o religiosidad genuina: la coherencia entre el llamarse cristiano y el demostrarlo enla prctica cotidiana.

    Ahora veamos los puntos de la estructura ms cercanos al centro, de manera ascen-dente y descendente. Vamos a ver cmo estos temas estn en sintona y reiteran la impor-tancia de una espiritualidad ntegra e integral.

    Espiritualidad y solidaridad

    En el centro de la estructura vimos que el cristiano ha de distinguirse por su integri-dad o coherencia entre lo que dice y lo que hace. Si vamos hacia los temas cercanos queestn arriba y abajo notamos que hay una saturacin de sentido en cuanto a la vida espi-ritual del creyente, marcada por el centro de la estructura. Recordemos que los enunciadosde arriba anuncian los temas, mientras que los de abajo, es decir las letras primas, los desa-rrollan.

    El tema inmediatamente anterior es el culto puro e inmaculado H (1,27). A primeravista, por la terminologa, un lector moderno pensar en la perfeccin del culto, la alaban-za correcta a Dios por medio del canto y la sinceridad de corazn al dedicar el culto a Dios,y podemos aadir la ausencia de malos pensamientos, especialmente a nivel moral, etc.Sin embargo, el autor ve esta parte como un lado de la moneda, como una parte incom-pleta que pierde su sentido si no se da la otra parte: la muestra concreta del amor al prji-mo ms necesitado. A este tema del culto, anunciado aqu, corresponde la seccin H (2,14-26), donde el autor lo desarrolla ampliamente, con ejemplo y fundamentacin de la Escri-tura.

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 70 15

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 15

  • 8 James, Baker Exegetical Commentary on the New Testament, Grand Rapids: Baker Academic, 2009, p. 128.9 Bauckman, p. 146.

    16 ELSA TAMEZ, La integridad reflejada en una espiritualidad liberadora

    Veamos H (1,27) con ms detalle. La forma quistica visibiliza mejor el contenido: A. La religin pura y sin mcula delante de Dios el Padre es sta:

    B. Visitar a los hurfanos y a las viudas en sus tribulaciones, yA. guardarse sin mancha del mundo.

    La religin pura y sin mancha (A) y el guardarse sin mancha del mundo (A) formanel marco del mensaje central, que es B: socorrer a los hurfanos y viudas. Como se puede ver,no se trata de la pureza ritual juda, ni de la perfeccin de la piedad a travs de los ritos dela religin oficial romana de aquel tiempo, sino de una pureza tica8, que se aparta de losvalores corruptos del mundo9.

    Hurfanos y viudas eran los representantes de los ms necesitados. Dios aparececomo el Padre de los hurfanos y, por inferencia, como esposo de las viudas. El sentido esque Dios es quien vela por ellos a travs de los que practican la religin pura. Para el autor,la religiosidad o espiritualidad autntica es aquella en la cual la pureza de corazn y lahonestidad se muestran en la prctica del amor al prjimo.

    Obviamente, en el texto encontramos ecos del profeta Isaas cuando habla del ver-dadero ayuno (Is 58,5-8). Vale la pena citar el poema:

    Creen que el ayuno que me agrada consiste en afligirse, en agachar la cabeza como un junco y en acostarse con speras ropas sobre la ceniza? Eso es lo que ustedes llaman ayuno, y da agradable al Seor? Pues no lo es. El ayuno que a m me agrada consiste en esto: en que rompas las cadenas de la injusticia y desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a los oprimidos y acabes, en fin, con toda tirana; en que compartas tu pan con el hambriento y recibas en tu casa al pobre sin techo; en que vistas al que no tiene ropa y no dejes de socorrer a tus semejantes (DHH)

    Para el profeta, uno est lleno de Dios cuando lo muestra en su relacin con la comu-nidad. El profeta termina la seccin con una hermosa afirmacin: Entonces brillar tu luzcomo el amanecer y tus heridas sanarn muy pronto. Tu rectitud ir delante de ti y mi glo-ria te seguir (58,8 - DHH). Lo que expresa el profeta alude a una profunda experienciaespiritual: hacer justicia por el camino donde andamos y sentir la gloria de Dios como reta-guardia; irradiar la luz de Dios como el alba y sentir cerca la salvacin, o todo tipo de sani-dad.

    Sigamos con Santiago. En H (2,14-26), el autor se expande y aclara con ejemplos con-cretos y fundamentos bblicos lo que aqu apenas ha anunciado. La pregunta que hace elautor a sus destinatarios es la siguiente: puede salvar la fe o aquella vida espiritual queno se muestra a travs de las buenas obras? Como la pregunta es retrica, requiere una res-

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 16

  • 10 McCartney, p. 155.11 Krger, p. 253.

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 70 17

    puesta negativa: Esa fe no salva. Despus de dar un ejemplo de la vida diaria, y dosejemplos de personajes modelo de la Escritura, concluye otra vez afirmando que no puedesalvar una fe de ese tipo, porque est muerta. Veamos ahora los detalles.

    El argumento es elaborado en tres etapas; al igual que en la seccin X del centro dela estructura, la primera etapa (2,14-17) parte de un ejemplo de la vida diaria entre los cris-tianos: si en la congregacin hay hermanos o hermanas que no tienen abrigo ni comida, yse les desea el bien pero no se les da lo que necesitan, de nada sirve la fe o su vida espiri-tual. La afirmacin contundente de que no salva aparece enmarcada al inicio, en el 2,14 yal final del ejemplo (v. 17): se trata de una fe muerta. Ocurre lo mismo en la exhortacincontra la discriminacin a los pobres (seccin X): creen en Jess y no lo muestran a travsde sus obras (2,1-13). Otra vez el ejemplo nos lleva a H (1,27), que habla sobre la religiosi-dad genuina, pura y sin mancha, enfocada en la solidaridad con los hurfanos y las viu-das.

    La segunda etapa (2,18-19) del razonamiento del discurso la introduce el autor pormedio de un dilogo con un oponente imaginado (v. 18). Este es un recurso literario muycomn en la diatriba grecorromana. El versculo 18 presenta ciertos problemas exegticos,pero lo importante aqu es comprender el movimiento y razonamiento del discurso. Enesta etapa, el punto de Santiago es mostrar dos tipos equivocados de fe o de espirituali-dad: uno, la fe separada de las obras. Es imposible mostrar la fe genuina si de por mediono hay obras que la hagan ver; mientras que lo contrario s es posible, pues a travs de lasobras se puede mostrar la fe, porque las obras buenas son fruto de la fe. La otra clase defe, equivocada, es aquella que consiste slo en aceptar un credo o un dogma de maneraintelectual10. El autor, utilizando nuevamente la irona, le hace ver al oponente que losdemonios tambin creen en un solo Dios y tiemblan (v. 19). Este tipo de fe es improducti-va.

    La tercera etapa (2,20-25) presenta la base teolgica o escriturstica sobre la relacininseparable entre fe y obras. El autor sigue dialogando con su oponente imaginario hastael v. 24, donde cambia de 2 persona singular a 2 persona plural para dirigirse directa-mente a su audiencia. El respaldo de las Escrituras lo hace a travs de dos personajes de lafe, muy conocidos dentro de la tradicin juda rabnica: Abraham y Rahab. l y ella sonpresentados como los modelos que la congregacin debe seguir. A propsito de gneromasculino y femenino, es interesante la observacin que hace Krger en cuanto a la sime-tra en el uso de los gneros. Por ejemplo, en 1,27 se habla de hurfanos y viudas, en 2,15,de hermano o hermana y en 2,25 de Abraham y Rahab11.

    Obsrvese cmo cuatro preguntas retricas marcan el movimiento de esta etapa (vv.20, 21, 22 y 25). Todas las preguntas requieren de una respuesta afirmativa, lo cual da aentender que la audiencia conoce bien la tradicin sobre Abraham y Rahab con respecto asu fe. Aqu, fe hay que entenderla como confianza total en Dios. El autor recalca que la fede Abraham no estaba aislada de sus obras, ms bien para el autor las obras de Abrahameran las que fortalecan y perfeccionaban su vida de fe (v. 22). En el centro de esta ltimaparte de la seccin, versculos 23 y 24 (si consideramos el v. 21 como introduccin), el autorse dirige directamente a su audiencia, dejando atrs al oponente imaginario. Aqu apare-ce la famosa declaracin de Santiago de que el ser humano es justificado por las obras yno slo por la fe (v. 24), declaracin basada en el ejemplo de Abraham, quien crey a Dios

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 17

  • 18 ELSA TAMEZ, La integridad reflejada en una espiritualidad liberadora

    y le fue contado por justicia (v. 23), y fue llamado amigo de Dios. En el caso de Rahab, elotro personaje que sirve como modelo de fe, su buena obra alude a su hospitalidad ofre-cida a los mensajeros de Josu. Ella, arriesgando su vida, los salv de ser destruidos (Jos2,1.5). Por esa accin Rahab, al igual que Abraham, fue justificada por Dios. Obsrvesecomo el centro de esta ltima etapa (vv. 23 y 24) divide los dos personajes radicalmentedistintos, un hombre y una mujer, un hebreo y una cananea, un hombre de buena reputa-cin y una mujer prostituta de oficio. Ambos, sin discriminacin, son acogidos por Diosgracias a sus obras buenas, las cuales muestran una fe genuina en Dios.

    La seccin cierra el discurso con una analoga entre un cuerpo sin espritu y una fesin obras (2,26). Para Santiago, ambos estn muertos. Toda la seccin corresponde a laexplicacin de porqu la religin pura y sin mancha es la solidaridad con los ms desfa-vorecidos. Las personas que actan de esta forma se mantienen apartadas o incontamina-das de los valores de la sociedad, la cual con sus parmetros basados en el patronazgo12 yel cdigo de honor y vergenza, discriminaban a los menos importantes.

    Visualicemos la estructura de la seccin:Primer bloque: ejemplo de la vida diaria:

    A. 2,14: La fe sin obras no salva. B, 2,15-16: Ejemplo de falsa espiritualidad (desear el bien al necesitado

    sin ayudar).A. 2,17: La fe sin obras est muerta.

    Segundo bloque: Discusin con un interlocutor imaginario:A. 2,18: Discusin sobre fe separada de las obras.

    B. 2,19: Ejemplo de falsa espiritualidad (los demonios tambin creen y tiemblan).A. 2,20: La fe sin obras est muerta.

    Tercer bloque: Respaldo de las Escrituras, ejemplos de la tradicin bblica:A. 2,21: Abraham fue justificado por las obras.

    B. 2,22: Las obras cooperaron y perfeccionaron la fe.C. 2,23: Abraham crey y fue justificado y fue llamado amigo de Dios.

    B. 2,24: Las personas son justificadas por las obras y no solamente por la fe. A. 2,25: Rahab fue justificada por las obras.

    Conclusin 2,26: As como el cuerpo est muerto, as tambin la fe sin obras est muerta.

    Encontramos dos tipos de falsa espiritualidad: el desear el bien y no hacerlo, y elcreer en Dios y no demostrarlo a travs del amor al prjimo. El caso de Abraham es clari-ficador, su total confianza en Dios es decir su fe, la demostr en un acto de entrega de loque ms ama, su obra perfeccion su fe. Qu significa eso? Que crey y lo demostr consus actos. Su fe, evidenciada en sus actos le fue contado como justicia, y se convirti enamigo de Dios. Uno es verdadero amigo o amiga de Dios cuando la vida espiritual es com-pleta, ntegra, y genuina. A esto Santiago llama perfeccin cristiana.

    Vayamos ahora a los temas que preceden y siguen a las secciones marcadas con laletra H. Es decir estudiemos las secciones G y G, que tratan el tema del control de las pala-bras o de la lengua. Para Santiago el control de la lengua y la solidaridad estn al mismonivel, ambas prcticas muestran la verdadera vida espiritual.

    12 Cp. Nstor Mguez, Ricos y pobres: relaciones clientelares en la Carta de Santiago en RIBLA 31(1998) pp. 86-89; Krger, p.222.

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 18

  • REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 70 19

    Espiritualidad y control de la lengua

    En la vida cotidiana no es comn que liguemos el uso de las palabras con la espiri-tualidad. Generalmente lo reducimos al hecho de no decir malas palabras o groseras, o amencionar el nombre de Dios en vano. Para Santiago, el control de la lengua es funda-mental en la espiritualidad. Es como un termmetro que indica el grado de la presencia oausencia de Dios en la vida de las personas y de la comunidad. Anuncia el tema en 1,26 ylo ampla en 3,1-12. En 1,19 tambin alude al cuidado de la lengua: hay que ser prontospara or y tardos para hablar. Llama la atencin el hecho de que en un libro tan pequeoel autor le haya dedicado 14 versculos a un tpico que para muchos no es fundamental.Esto significa que el autor quiere llamar la atencin a una cuestin que no se le da la impor-tancia debida. Lo pone, adems, como criterio fundamental para indicar si la vida espiri-tual que llevamos es falsa o verdadera. Es verdad que el tema del control de la lengua espropio de la literatura sapiencial, tanto hebrea como helenstica. Sin embargo, la reitera-cin y amplitud del tema revela que las comunidades cristianas y las personas debentomar muy en serio el cuidado de las palabras.

    Santiago 1,26 presenta una estructura parecida a la 1,27 que acabamos de ver. A. Si alguno se cree religioso entre vosotros,

    B. y no refrena su lengua, sino que engaa su corazn, A. la religin del tal es vana.

    Este versculo, dijimos, es el anuncio de lo que desarrollar en G (3,1-12). Desde yaqueda claro que el refrenar la lengua es el criterio que indica si la religiosidad de la perso-na es una espiritualidad vaca o genuina. De nada vale o de nada sirve toda la devocinque alguien cree tener hacia Dios si no tiene control de sus palabras y se engaa (),o mejor se complace slo a s mismo. En la Septuaginta a veces aparece el verbo como divertir, entretener, dar placer13. El versculo orienta la interpretacin que sedebe dar al tema desarrollado ampliamente en 3,1-12.

    En la seccin G (3,1-12), el autor explica la importancia, el poder y el peligro de lalengua. La introduccin del v. 1 parece extraa y sin conexin con los versculos siguien-tes. Habla de la gran responsabilidad de ser maestro, porque ser juzgado ms severa-mente que los dems; por eso recomienda pensarlo bien si se quiere ser maestro. La nicaconexin que encontramos con la lengua es que los maestros para ensear necesitan usar-la, es decir ellos ensean con sus palabras. Pero esa no es la nica razn del v. 1. En reali-dad podra ser la introduccin a todo el captulo, ya que la segunda parte de ste ser dedi-cada a los sabios y a la sabidura. En todo caso, lo que nos interesa aqu son los versculosque aluden al uso de las palabras. La estructura del discurso es la siguiente.

    El autor comienza afirmando que la persona perfecta (), madura, ntegra,completa, es aquella que no ofende de palabra, porque si logra refrenar su lengua, puederefrenar todo su cuerpo, tiene dominio de s misma. Pero la realidad, l mismo seala, esque de alguna forma, todos fallamos. Despus pasa a hablar del poder de la lengua usan-do tres ilustraciones, dos positivas y una negativa. El caballo es gobernado por medio delfreno o cabestral que se le pone en la boca; slo con eso el caballo obedece al jinete. Losgrandes barcos tambin son gobernados con un pequeo aparato, el timn; no importanlas tormentas y los vientos, por ms grande que stos sean, el timn dirige la nave haciadonde se quiere.

    13 Johnson, p. 211

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 19

  • La ilustracin negativa introduce el poder destructivo de la lengua. Una chispa, unacola de cigarrillo, puede producir un gran incendio y acabar con un bosque. La lengua,dice el autor, es igual. Por un lado se jacta de grandes cosas, como el timn de un barco.Diramos que con un buen discurso retrico se pueden mover masas y llevarlas al puntode vista de quien usa su lengua. Pero, por otro, ese pequeo miembro puede acabar conmuchas vidas, como la chispa con el bosque.

    El v. 6 contina con el poder destructivo de la lengua. El autor describe la perversi-dad mxima a la cual puede llegar el mal uso de las palabras. En estas circunstancias lalengua es manejada por el principio del mal, es decir el infierno: destruye la existencia detodo lo creado, empezando por la vida de la persona y de los que le rodean. Cuerpo puedereferirse a la vida de la persona o al cuerpo eclesial14. Con el v. 7 se responde a las ilustra-ciones: el ser humano ha podido domar todo tipo de animales, terrestres, acuticos y delaire. As como tambin a los caballos con el cabestro o el barco con el timn. Pero no hasido capaz de controlar un pequeo rgano que est en su cuerpo. El autor radicaliza elpoder maligno de la lengua, que como las serpientes, inyecta veneno mortal (3,8). Santia-go es pesimista en cuanto al dominio o control de la lengua. He aqu por qu la personaque lo logra es perfecta.

    El autor termina su discurso sobre la lengua (vv. 9-12) aludiendo al tema de la faltade integridad en el uso de las palabras. Y aqu toca explcitamente la espiritualidad, perono a la verdadera, sino a la falsa, aquella que por un lado bendice a Dios y por otro mal-dice a las personas. Las personas son como imgenes de Dios aqu en la tierra, por lo tanto,al maldecir a las personas se maldice a Dios. Para el autor es imperfeccin bendecir y mal-decir, pues se utiliza el mismo vehculo de comunicacin. Por lo tanto, no hay personasperfectas en la realidad, pero con esta exhortacin es posible corregirse permanentemen-te, meditar en lo que se va hablar. La meta es ser coherente e ntegros. El autor da tres ilus-traciones de la naturaleza: la fuente, la higuera y la vid. La fuente salada siempre da aguasalada, la higuera siempre da higos y la vid siempre da uvas. Hacia esa perfeccin invitael autor a caminar.

    En los evangelios, Jess firma que de la abundancia del corazn habla la boca. La per-sona que habla mal de otra persona, en el sentido de chisme, en realidad no habla de esapersona, habla de s misma, de su corazn. Dice: soy chismosa, soy calumniadora. Por eso,sabiendo el poder destructor de la lengua siempre hay que reflexionar antes de hablar, esbueno preguntarse: esto que voy a decir sobre tal persona, va ayudar o va a perjudicar. Esaevaluacin previa al hablar ayudar a controlar la lengua, aquello que parece incontrolable.

    Visualicemos la estructura de la seccin:3,1: Introduccin a todo el captulo.

    A. 3,2: Todos ofendemos en palabra. Quien no lo hace es perfecto.B. 3,3-4: Ilustraciones: el caballo y los grandes barcos son gobernados por

    algo pequeo.C. 3,5: La lengua, miembro pequeo se jacta de grandes cosas, como una llama pequea, incendia un bosque entero.

    C. 3,6. La lengua tiene un gran poder destructor, puede acabar con toda la creacin.

    B. 3,7-8: Se ha podido dominar todo animal salvaje; pero no a la lengua. La lengua es un mal mortal que domina el cuerpo.

    A. 3,9-12: Llamado a ser ntegro, perfecto, a bendecir a Dios y a los seres humanos.

    20 ELSA TAMEZ, La integridad reflejada en una espiritualidad liberadora

    14 Ibid., p. 259.

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 20

  • La oracin

    Santiago no le dedica un captulo a la oracin como lo hace con el tema de la lenguay de la solidaridad, sin embargo es claro que la oracin es algo que da por sentado. Ocu-rre con frecuencia en distintas partes de la carta. El autor no concibe una comunidad queno ore. La oracin sincera es connatural a la vida del cristiano. De hecho uno piensa enespiritualidad y lo primero que se le viene a la mente es la oracin. Lo que Santiago no con-cibe es que la oracin sea la nica actividad del seguidor de Jess y de la comunidad cris-tiana. Para l, esta sera una oracin hueca.

    Es interesante que en el pasaje que lemos del profeta Isaas sobre el ayuno verdade-ro manifestado en la solidaridad con el prjimo, tambin se aluda al mal uso de las pala-bras. Estos dos temas (solidaridad-lengua) aparecen enlazados en el mismo momento quese ora a Dios. De manera que en la tradicin hebrea aparecen juntas estas tres accionescomo marcas centrales de la espiritualidad. La versin DHH la traduce con ms claridad(Is 58,9-11):

    Entonces, si me llamas, yo te responder; si gritas pidiendo ayuda, yo te dir: Aqu estoy. Si haces desaparecer toda opresin,si no insultas a otros ni les levantas calumnias, si te das a ti mismo en servicio del hambriento, si ayudas al afligido en su necesidad, tu luz brillar en la oscuridad, tus sombras se convertirn en luz de medioda

    Obsrvese cmo estos dos versculos resumen lo que para Santiago es espiritualidadgenuina. La alabanza, las ofrendas, el estudio de la Palabra, la oracin, forman parte delculto, por supuesto, pero resultan inservibles si no se da la manifestacin concreta de lasolidaridad y el control de la lengua. Hasta la oracin queda condicionada a estas dos for-mas de expresar la fe.

    Es sorprendente el nmero de veces que aparece el tema de la oracin. Aqu slo voya mencionar los contextos:

    La oracin en Santiago se puede subdividir en los siguientes temasSaber qu pedir, saber qu no pedir. Dos son las peticiones especficas que Santia-

    go recomienda. La primera es sabidura (). Recordemos que la carta presenta ungnero sapiencial. Para el autor, la sabidura es fundamental para alcanzar la madurez,perfeccin o integridad. Se trata de una sabidura diferente a la griega. No consiste en acu-mular conocimiento, sino en saber cmo conducirse en la vida. Para alcanzar la espiritua-lidad genuina esta sabidura que Santiago llama de lo alto ( , 3,17) es la quela hace posible. Es la sabidura que ayuda a soportar las pruebas en el sufrimiento (1,2-5)y las tentaciones (1,12-15). Es contraria a la envidia, a la rivalidad y a la mentira (3,14). San-tiago exhorta a que se pida a Dios sabidura, porque ella conduce a una vida espiritualsana e ntegra. Aqu usa Santiago el adjetivo pura (). Es importante considerar quetodo lo que tiene que ver con pureza, Santiago lo asocia con comportamiento en relacincon los dems. Usa tres adjetivos distintos en griego, pero que apuntan a lo mismo: puro,sin mancha: (3,17), (1,27), (1,27). Hoy da el trmino pureza serelaciona casi siempre con moralidad sexual. Santiago en ninguna parte alude a lo sexual,seguramente lo da por sentado. Lo que el autor s recalca es la buena relacin comunita-

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 70 21

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 21

  • ria, cargada de solidaridad, compasin, bondad, honestidad paz, justicia. Y rechaza loopuesto: envidia, celos, rivalidades, maldad, parcialidad, hipocresa, etc. (3,14-17). ParaSantiago, pues, primero que todo, si uno va a pedirle algo a Dios, eso debe ser sabidura.

    Tambin la carta indica claramente lo que no se debe pedir. En el captulo 4 el autorhace una arremetida contra aquellos que slo piensan en s mismos, les llama personasadlteras --, porque desean cosas para sus propios placeres (4,3). Son las perso-nas divididas que quieren ser amigas de Dios y tambin amigas de las riquezas. A esas per-sonas les hace un llamado a la conversin, a que se limpien las manos por sus negociossucios, a que sean humildes y puros de corazn (4,8-9). El texto habla por s solo.

    Saber cmo pedir. La oracin debe hacerse con fe, es decir con la total confianza deque lo que se pide va a ser respondido por Dios. Esto aparece en dos ocasiones: 1,6-8 y 5,15.La confianza en que Dios va a escuchar es porque se est pidiendo algo que est dentro delos parmetros de la amistad con Dios. La oracin que se hace con fe o confianza es aque-lla que surge del corazn sencillo y puro. En 1,8 habla de la persona de dos pensamientos,dos corazones, dos caras. El Seor rechaza la oracin que viene de este tipo de persona, lla-mada en griego , de dos vidas. Estas son las mismas personas que aparecen en 4,8,aquellas que deben lavarse las manos y purificarse los corazones, aquellas que piden slopara sus intereses egostas. En 5,15 habla de la oracin que salva y sana, es esa que se hacecon fe o confianza en el poder de Dios.

    Saber cundo pedir. En la carta lo encontramos en tres ocasiones: cuando falta sabi-dura, hay que pedirla (1,5), en tiempos difciles, cuando se est triste, hay que orar (5,3) ycuando alguno de los hermanos o hermanas est enfermo (5,14). En este ltimo caso esmejor la oracin comunitaria, llamar a los lderes de la congregacin para que oren por ly le unjan con aceite en el nombre del Seor. En aquel entonces ungir con aceite tena pro-psitos medicinales, balsmicos y de limpieza, sin embargo aqu tambin observamos unrito simblico ya que se hace en el nombre del Seor. Esta es la oracin que se debe hacercon fe. Dice el texto que el Seor le levantar y sanar, y si cometi pecados tambin lesern perdonados.

    La oracin por medio del grito de dolor. En 5,4 encontramos una oracin hecha sinpalabras, a travs de gritos desgarradores. Se trata de la oracin del campesino, cuyo jor-nal le ha sido retenido por el rico terrateniente. La oracin aparece en un discurso de gne-ro proftico-apocalptico en el cual Santiago anuncia la desgracia de los latifundistas poroprimir, no pagar el jornal al trabajador y por dedicarse egostamente al derroche paradeleite egosta (5,1-6). En 5,4 aparecen dos oraciones provenientes de distintos sujetos, unoes el salario y el otro es el de los trabajadores. La RV-60 traduce los dos trminos, el verboy el sustantivo, con la misma palabra: clama y clamor. En griego, sin embargo, apare-cen dos trminos diferentes. El salario retenido en la bolsa del terrateniente grita ()y los clamores de los trabajadores llegan a los odos de Dios. Aqu la palabra para clamo-res en griego es , de acuerdo a James Adamson15; en la literatura griega clsica se usael trmino para los aullidos de los animales salvajes y en la Septuaginta aparece amenudo como grito de protesta contra las injusticias por falta de pago (Dt 24,15). Estepasaje nos hace recordar, por un lado, el grito de la sangre de Abel por el asesinato come-tido y, por otro, los clamores (Ex 2,23) del pueblo de Israel esclavizados en Egipto. ParaSantiago, Dios escucha tambin este tipo de oracin sin palabras, porque sale del corazn,en situaciones extremas de sufrimiento.

    22 ELSA TAMEZ, La integridad reflejada en una espiritualidad liberadora

    15 The Epistle of James, Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Co., 1976, p.186.

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 22

  • Oracin comunitaria. Debido a nuestra tradicin occidental individualista, a menu-do se olvida que Santiago no est escribiendo a personas individuales sino a comunidadesque viven fuera de Palestina, concretamente migrantes. Sabemos que en los tiempos bbli-cos la categora persona no exista, el marco categorial siempre fue comunitario, de rela-cionamiento y parentesco. Por supuesto que la comunidad est formada por miembros, ycada uno de ellos asume a nivel personal los consejos de la carta. El autor invita a que lacomunidad ore unos por otros por los pecados cometidos (5,16); exhorta a que confiesenlos pecados entre s para orar comunitariamente y sanarse comunitariamente. Santiagotiene en mente una comunidad ntegra en su vida espiritual. Si invita a que confiesen suspecados entre s es porque confa que no habr chismes, malas intenciones, sino transpa-rencia, honestidad y sinceridad entre los miembros de la congregacin. Es muy difcil con-fesar un pecado delante de otro porque no se tiene confianza. Se tiene miedo que el her-mano o hermana hunda al que confiesa por la falta de control de la lengua. Es por eso quedice que la oracin de la persona justa, o sea recta y honesta, puede mucho (5,16). El autorespera que todos los miembros sean as.

    El poder de la oracin. Finalmente, Santiago abunda en el poder de la oracin. A estale dedica 3 versculos seguidos (5,16b-18). El contexto es el de la confesin mutua de peca-dos. Santiago califica de eficaz a esta oracin hecha por la persona justa, aquella que mues-tra una espiritualidad genuina. La base escriturstica que utiliza para hablar del poder dela oracin la encuentra en el profeta Elas (1Re 17,1; 18,1.42-45). Se refiere al gran profetacomo a una persona comn y corriente, sujeto a todas las pasiones humanas (5,17), cuyaoracin hecha con fervor logr cosas imposibles, como hacer llover en tiempos de sequao hacer cesar la lluvia. Santiago cree que las personas de la congregacin tambin puedenorar como Elas, y su oracin puede ser eficaz si se pide como Dios quiere, lo que Diosquiere y cuando se necesite.

    Conclusin

    La espiritualidad en Santiago no es aquella que slo se refiere a la alabanza, los ritos,la oracin, el ayuno, la asistencia constante a la iglesia, el creer en dogmas, doctrinas eincluso en Dios. Esta es apenas una parte de la moneda, la cual queda totalmente relativi-zada e inservible si no va acompaada de la otra cara de la moneda: la solidaridad y el con-trol de la lengua. La unin inseparable de los dos aspectos es la integridad o coherencia delcreyente en cuanto al hablar y hacer, creer y hacer, leer la palabra y cumplirla. A eso llamaSantiago perfeccin cristiana, madurez, pureza de corazn, vida de oracin. Esta es la reli-gin pura y sin mancha, que salva del pecado. Las personas que viven esta espiritualidadson llamadas amigas de Dios, como Abraham.

    Elsa [email protected]

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 70 23

    03. Elsa Tamez 70:65 19/11/14 9:02 Pgina 23

  • La humildad nos hace ms semejantes a Jess

    Resumen Las palabras humildad y humanidad, ambas vienen de humus, tierra. Ser humilde significa serhumano, tener humanidad. Jess recibe muchos ttulos. El ms frecuente es Hijo del Hombre. Ocu-rre 83 veces slo en los cuatro evangelios. Esto viene de la visin de Daniel (Dn 7,1-28), en lacual los grandes imperios son presentados bajo la figura de animales: len, oso, leopardo yfiera (Dn 7,4-7). Los imperios son animalescos; deshumanizan la vida, animalizan a las per-sonas. El Reino de Dios aparece bajo la figura de un ser humano, Hijo del Hombre (Dn 7,13). Elpueblo de Dios no se deja deshumanizar ni engaar por la ideologa dominante de los reinosanimalescos. Su misin consiste en realizar el Reino de Dios como un reino humano, reino queno persigue la vida, sino que la promueve! Humaniza a las personas. Cunto ms humano,tanto ms divino! Cunto ms hijo del Hombre, tanto ms hijo de Dios! Fue lo que Jess viviy anunci. Es humanizando como l se revela como Hijo de Dios. Es lo que este artculo pre-tende demostrar.

    AbstractThe words humility and humanity, both comes from humus, ground. Being humble means to behuman, to have humanity. Jess receives many titles. The most common is the Son of Man.Occurs 83 times only in the four gospels. It comes from the vision of Daniel (Dan. 7.1 to 28), inwhich the great empires are presented under the figure of animals: lion, bear, leopard andbeast (Dan. 7.4 to 7). Empires are animalistic; dehumanize life, animalize people. The King-dom of God appears under the figure of a human being, the Son of Man (Dan 7:13). Gods peo-ple does not allow themselves to be dehumanized or to be deceive by the dominant ideologyof bestial kingdoms. Their mission is to realize the Kingdom of God as a human kingdom, akingdom that does not pursue life, but promotes it! Humanizes people. The more human,much more divine! The more Son of Man, the more a child of God! That's what Jess lived andannounced. It's by humanizing that he reveals himself to be the Son of God. This is what thearticle aims to show.

    Me gust el ttulo que me fue propuesto. La humildad nos hace ms semejantes a Jess.Este ttulo nos suscita tres preguntas: Qu significa la humildad? Cmo era humildeJess? Cul es el proceso para que la humildad nos lleve a ser semejantes a Jess? Ponin-dolo dentro del tema ms amplio de este nmero de la revista (Biblia e Integridad: abrir uncamino para la nueva humanidad), el ttulo suscita una cuarta pregunta: Cmo todo estopuede abrir un camino para la nueva humanidad?

    1. Qu significa la humildad?

    Hay varias maneras de entender la prctica de la humildad. Hubo un tiempo en quese imaginaba humilde a aquella persona que era callada y tranquila, tmida y retrada, quenunca se manifestaba y se anulaba a s misma. En realidad, esta es una falsa humildad; esms una falta de autoestima que impide a la persona luchar por una nueva humanidad.No tiene semejanza con Jess.

    Carlos Mesters

    04. Carlos Mesters 70:65 19/11/14 10:06 Pgina 24

  • REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 70 25

    La palabra humildad viene de humus. Humus significa suelo, tierra. La palbra humusda origen a la palabra humano. Ser humilde significa ser humano, ser suelo, tierra, ser terre-no. Significa tener humanidad.

    Es una coincidencia sorprendente constatar que la misma conexin entre humus (tie-rra) y humano se encuentra tambin en la Biblia. El primer ser humano se llamaba Adam(Adn), porque fue tomado de la adamah (tierra). El soplo divino que nos fue dado (Gen2,7) es para que podamos ser plenamente aquello que debemos ser, a saber: adamah, tie-rra, terrenos, suelo, humus, humanos, humildes.

    2. Cmo era humilde Jess?

    Jess recibe muchos nombres, ttulos y atributos en los escritos del Nuevo Testa-mento. En total son ms de cien! En cada uno de estos ttulos se expresa algo de aquelloque Jess significaba para la vida de los primeros cristianos. Algunos ttulos vienen de lavida diaria y de las tareas que Jess ejerca: vid, pastor, pan, camino, vida, carpintero,maestro, hijo de Mara, etc. Otros vienen del contexto poltico y social de la poca: rey dereyes, alfa y omega, juez de los pueblos, abogado, defensor, etc. Otros tambin viene delAntiguo Testamento: mesas, profeta, rey, sacerdote, siervo, hijo del altsimo, etc.

    No todos estos ttulos son de la misma poca. Es como las fotos del lbum familiar.Algunas son bien antiguas, casi amarillentas de tanto uso. Otras son recientes, coloridas.Algunos ttulos fueron dados a Jess despus de la resurreccin. Otros, ms bien los msantiguos, a l mismo le gustaba usarlos. Entre los ttulos ms antiguos estn estos tres: Hijodel Hombre, Siervo y Redentor (rescatador, goel). Los tres se encuentran en una nica fraseatribuida a Jess: El hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida enrescate para muchos (Mc 10,45). A pesar de ser distintos, hay una semejanza muy grandeentre los tres, como se observa en los anuncios de la pasin, donde el hijo del hombre es elsiervo que ser crucificado para nuestro rescate (Cf. Mc 8,31; 9,31; 10,33-34).

    El ttulo Hijo del Hombre es el ms frecuente de todos los ttulos de Jess. Slo en loscuatro evangelios se repite 83 veces (30 en Mateo, 28 en Lucas, 13 en Marcos y 12 en Juan).A Jess le gustaba identificarse como Hijo del Hombre. Cuando el sumo sacerdote le pre-gunt: Eres t el Mesas, el hijo de Dios bendito?, Jess le respondi: Yo soy, y vers alHijo del Hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo sobre las nubes del cielo (Mc14,61-62). Preguntado si era Hijo de Dios, l dice que es el Hijo del Hombre. Cul es elsentido de Hijo del Hombre?

    El ttulo Hijo del Hombre viene de los profetas Ezequiel y Daniel. En Ezequiel se repi-te 93 veces y acenta la condicin humana del profeta. Algunas Biblias traducen por Cria-tura Humana; otras, por Hijo de Adn.

    En el libro de Daniel, la expresin Hijo del Hombre se da en la visin de los cuatrograndes imperios mundiales (Dn 7,1-28). Los imperios son presentados bajo la figura deanimales: len, oso, leopardo y fiera (Dn 7,4-7). Es que los imperios son animalescos; des-humanizan la vida, animalizan a las personas. En seguida, el Reino de Dios es presen-tado, no bajo la figura de un animal, sino de un Hijo del Hombre, hijo de Adn, de un serhumano (Dn 7,13).

    En esta visin de Daniel, la figura del Hijo del Hombre es un ttulo colectivo. No indi-ca a un individuo determinado, sino al mismo pueblo de Dios, los santos del Altsimo(Dn 7,18). Este Hijo del Hombre, a saber el pueblo de Dios, resiste y no se deja deshuma-nizar ni engaar por la ideologa dominante de los reinos animalescos. Su misin consiste

    04. Carlos Mesters 70:65 19/11/14 10:06 Pgina 25

  • 26 CARLOS MESTERS, La humildad nos hace ms semejantes a Jess

    en realizar el Reino de Dios como un reino humano, reino que no persigue la vida, sino quea promueve! Humaniza a las personas.

    Presentndose a los discpulos como Hijo del Hombre, Jess asume como suya estamisin humanizadora. Es como si dijera: Vengan conmigo! Esta misin es de todosnosotros! Vamos juntos a realizar esta misin que Dios nos entreg, y realizar el Reinohumano y humanizador que l so!. Y fue lo que Jess ms hizo y vivi durante todasu vida, sobre todo en sus ltimos tres aos. Cunto ms humano, tanto ms divino!Cunto ms hijo del Hombre, tanto ms hijo de Dios! Todo lo que deshumaniza a las per-sonas, aleja de Dios. Es humanizando que l se vuelve Hijo de Dios

    As como la humildad indica la humanidad, del mismo modo el ttulo Hijo del Hombreacenta la humanidad. Aun siendo de condicin divina, Jess se hace humano, semejanteen todo a nosotros (Flp 2,6-7), menos en el pecado (Heb 4,15). En Jess, Dios se hizo cer-cano, se hizo humilde, se volvi humus, hijo de Adn, humano. El Papa Len Magno(Siglo V) deca que Jess era tan humano como slo Dios puede ser humano. De estemodo, la humildad slo nos har ms semejantes a Jess, si ella nos hace ms humanos.Cuanto ms humildes - humanos, ms semejantes seremos a Jess, ms cerca de Dios lle-garemos.

    La segunda pregunta era: Cmo fue Jess humilde?, equivale a preguntarCmo fue Jess humano?. La respuesta completa a esta pregunta no cabra en estebreve artculo. Basta mirar de cerca los innumerables episodios narrados por los cuatroevangelios. Humanidad, bondad, ternura y simplicidad son caractersticas de la formacomo Jess acoge a las personas: al viejo Zaqueo (Lc 19,1-10); a las madres con hijos (Mt19,13-14); al leproso que grita a la vera del camino (Mt 8,2; Mc 1,40-41); al paraltico detreinta y ocho aos (Jn 5,5-9); a la joven del perfume en casa de Simn, el fariseo (Lc 7,36-50); al ciego de nacimiento en la plaza del templo (Jn 9,1-13); a la mujer encorvada en lasinagoga (Lc 13,10-13); a la viuda de Naim (Lc 7,11-17); a los nios que nada pueden (Mt21,15-16), y tantas y tantas otras personas a las que Jess defiende sus derechos de peque-os, y reconoce en ellos la sabidura de Dios (Mt 11,25-26). Esta, su forma humana, era con-traria a la actitud de muchos fariseos y escribas que trataban al pueblo de ignorante y mal-dito y que denunciaban a ese mismo pueblo no tena nada para ensearles a ellos (Jn 7,48-49; 9,34).

    En su manera tan humana de convivir con el pueblo y con los discpulos y discpu-las, Jess aparece como una persona que inspira paz y reconciliacin (Jn 20,19; Mt 10,26-33; Jn 20,23; Mt 16,19; Mt 18,18), persona libre y liberada, que despierta libertad y libera-cin (Mc 2,27; 2,18.23). Su cario provoca respuestas fuertes de amor (Lc 7,37-38; 8,2-3; Jn6,66-67; 11,16; 21,15-17; Mc 14,3-9). Siempre presente y servicial, l acoge a los discpuloscuando vuelven de misin (Lc 10,7). Su misericordia, mansa y humilde, invita a los pobres:Vengan todos a m (Mt 11,28). Persona observadora, Jess llama la atencin de los disc-pulos sobre las cosas de la vida (Lc 8,4-8). Servicial, l se preocupa del descanso y de la ali-mentacin de ellos (Jn 21,9; Mc 6,31). Cuando ve al pueblo que lo busca, l renuncia a supropio cansancio y descanso y atiende al pueblo (Mt 9,36-38). Llama a los discpulos ami-gos y comparte con ellos todo, hasta el mismo secreto del Padre (Jn 15,15). Comprensivo,l acepta a los discpulos de la forma como ellos son, incluso la fuga, la negacin y la trai-cin, sin romper con ellos (Mc 14,27-28; Jn 6,67). Comprometido con los amigos, l losdefiende cuando son criticados (Mc 2,18-19; 7,5-13). Persona sabia, l conoce la fragilidaddel ser humano, sabe lo que pasa por sus corazones y por eso insiste en la vigilancia y lesensea a rezar (Lc 11,1-13; Mt 6,5-15). l mismo, persona orante, aparece rezando en todos

    04. Carlos Mesters 70:65 19/11/14 10:06 Pgina 26

  • REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 70 27

    los momentos importantes de su vida, y despierta en los otros la voluntad de rezar (Lc11,1-4; Jn 11,41-42; Mt 11,25; Jn 17,1-26; Lc 23,46; Mc 15,34). En una palabra, Jess aparececomo una persona muy humana, tan humana como slo Dios puede ser humano!

    Siendo humano, Jess acoge a todos como sus hermanos y sus hermanas, y reaccio-na con fuerza e indignacin cuando estos hermanos y hermanos, con una falsa interpreta-cin de la ley de Dios son excluidos de la convivencia humana. Jess no excluye a nadie.l anuncia el Reino de Dios para todos, pero lo anuncia a partir de los pobres y excluidos:las prostitutas son preferidas a los fariseos (Mt 21,3132; Lc 7,37-50); los publicanos tienepreferencia sobre los escribas (Lc 18,9-14; 19,1-10); los leprosos son limpios (Mc 1,44; Mt8,2-3; 11,5; Lc 17,12-14); los enfermos son curados en da sbado (Mc 3,1-5; Lc 14,1-6; 13,10-13); las mujeres hacen parte del grupo que acompaa a Jess (Lc 8,1-3; 23,49.55; Mc 15,40-41); los nios y las viudas son presentados como profesores para los adultos (Mt 18,1-4;19,13-15; Lc 9,47-48; Lc 21,1-4); los hambrientos son acogidos como rebao sin pastor (Mc6,34; Mt 9,36; 15,32; Jn 6,5-11); los ciegos reciben la vista (Mc 8,22-26; Mc 10,46-52; Jn 9,6-7);los posedos son liberados (Lc 11,14-20); la mujer adltera es defendida de los que la con-denaban en nombre de la ley de Dios (Jn 8,2-11); los extranjeros son acogidos (Lc 7,2-10;Mc 7,24-30; Mt 15,22). El pueblo percibe la novedad y dice: Una nueva enseanza dadacon autoridad! (Mc 1,27), diferente a la de los escribas y de los fariseos (Mc 1,22).

    La revelacin plena de este amor tan humano y humanizador fue dada cuando en lacruz Jess ofreci el perdn al soldado que lo torturaba y lo mataba. Confrontado con eldolor y el odio, Jess no se cerr, ni se irrit. No se qued con rabia, ni reaccion con ven-ganza, sino que se dirigi al Padre con esta peticin: Padre, perdnalos! Ellos no saben loque estn haciendo! (Lc 23,34) Era como si estuviese con miedo de que el mnimo de rabiapudiese apagar en el soldado el ltimo vestigio de humanidad que todava quedaba en l.Este gesto increble de fe de Jess en la recuperacin de la humanidad fue la mayor reve-lacin del amor de Dios que l no dej. Jess practic lo que l mismo ense: perdonsetenta veces siete! (Mt 18,22). En un gesto tan grande de amor humano, el veneno del odiono consigue penetrar. Muere fulminado! Aqu, el sufrimiento causado por el orgullo pre-potente de los poderosos agota sus ltimos recursos, y la cruz romana, ese terrible instru-mento de odio y deshumanizacin, es vaciada y transformada en remedio y fuente deesperanza. El centurin romano, viendo como Jess acababa de morir, dice: Verdadera-mente, este Hombre era el Hijo de Dios! (Mc 15,39).

    Para completar la respuesta a la pregunta de cmo Jess era humilde y humano,podemos aadir el significado de otros dos ttulos: Siervo y Redentor, pues en la realidadlos tres coinciden en el significado cuando son aplicados a Jess:

    Siervo de Dios. Este ttulo viene de la profeca de Isaas, en la cual el futuro Mesases presentado como Siervo de Dios (Is 42,1-9). En el tiempo de Jess, algunos esperabanun Mesas Rey (Mc 15,9.32); otros, un Mesas Santo o Sumo Sacerdote (Mc 1,24); otros unMesas Guerrillero (Lc 23,5; Mc 13,6-8), Mesas Doctor (Jn 4,25), Mesas Juez (Lc 3,5-9), Me -sas Profeta (Mc 6,4; 14,65). A pesar de las diferencias, todos ellos esperaban un mesas glo-rioso que hiciese que el pueblo de Dios sea grandioso en medio de los pueblos. Slo lospobres, los anawim, esperaban al Mesas Servidor, anunciado por el profeta Isaas (Is 42,1;49,3; 52,13), y encaraban la misin del pueblo de Dios en este mundo, no como un domi-nio sobre los otros, sino como un servicio a la humanidad. Mara, la pobre de Yahv, decaal ngel: He aqu la esclava del Seor!. Fue de ella y de los pobres que Jess aprendiel camino del servicio.

    04. Carlos Mesters 70:65 19/11/14 10:06 Pgina 27

  • 28 CARLOS MESTERS, La humildad nos hace ms semejantes a Jess

    Este pueblo-siervo es descrito como aquel que no grita, ni levanta la voz, no lanzagritos por las calles, no quiebra la planta aplastada, ni apaga la mecha de una vela que ansuelta humo (Is 42,2). Perseguido, no persigue; oprimido, no oprime. En l, el virus de laviolencia opresora de los imperios no consigue penetrarlo y deshumanizarlo. La actitudresistente del Siervo de Yahv marc la vida de Jess. Jess, el Hijo del Hombre, recorriel camino del servicio hasta el fin, hasta las ltimas consecuencias, y defini su misin: Novine para ser servido, sino para servir (Mc 10,45).

    Redentor de los hermanos. Jess inicia su predicacin proclamando un nuevo jubi-leo, un Ao de Gracia de parte del Seor (Lc 4,19). El objetivo del Ao jubilar era reestable-cer los derechos de los pobres, acoger a los excluidos, reintegrarlos a la convivencia y asvolver al sentido profundo y original de la Ley de Dios. Uno de los medios para llevar abuen trmino el Ao Jubilar era la ley del rescate (Goel, Redentor) (Lev 25,23-55). Jess esel Goel, el redentor de los hermanos que vino a pagar el rescate, para que nosotros poda-mos ser liberados de la esclavitud, y recuperar la vida en comunidad. Mucha gente eramarginada en nombre de la ley de Dios. Jess, a partir de su experiencia de Dios, denun-ci esta situacin que esconda el rostro de Dios a los pequeos (Mt 23,13-36). Como reden-tor (goel, hermano mayor), l ofreci un lugar a los que no tenan lugar. Acogi a los queno eran acogidos, y recibi como hermanos a aquellos que la religin y el gobierno des-preciaban y excluan (Mc 3,34). No teniendo dinero para pagar el rescate, l se entreg a smismo, su cuerpo y su sangre, para que todos pudiesen vivir en fraternidad (1Cor 11,23-26; Mc 14,22-24; Lc 22,20). O, como dice la carta a los Colosenses: Anul el ttulo de deudaque haba contra nosotros, dejando de lado las exigencias legales; hizo desaparecer el ttulo, colgn-dose en la cruz (Col 2,14).

    Jess, Redentor de los hermanos! El trmino hebreo goel es tan rico que no tiene tra-duccin unvoca en nuestra lengua: redentor, salvador, liberador, defensor, abogado, con-solador, parclito, pariente prximo, hermano mayor. El apstol Pablo defini el significa-do de este ttulo: Yo vivo, pero no soy yo quien vivo, pues es Cristo quien vive en m. Yesta vida que ahora vivo, yo la vivo por la fe en el Hijo de Dios, que me am y se entregpor m (Gal 2,20).

    3. Cul es el proceso para que la humildad nos lleve a la semejanza conJess?

    La gran esperanza del pueblo era aquella que el profeta Malaquas expresaba cuan-do deca: Busquen! Les voy a mandar a ustedes al profeta Elas, antes de que venga elgrandioso y terrible Da de Yahv. l har que el corazn de sus padres vuelva a sus hijos,y el corazn de los hijos vuelva al de sus padres; y as, cuando yo venga, no condenar alpas a la destruccin total.(Mal 3,23-24). El pueblo esperaba que el profeta volviese parareconstruir el pueblo y recomponer la armona humana, a partir de su base que eran lasrelaciones de padres e hijos: en la casa, en la familia, en el clan, en la pequea comunidad:marido y mujer, padres e hijos, hermanos y hermanas, parientes y vecinos. As esperabanvencer la amenaza de la destruccin total, causada por la desintegracin creciente de laconvivencia humana.

    Esta esperanza, verbalizada por Malaquas, reafirmada por el Eclesistico (Eclo48,10) y retomada por Juan Bautista (Lc 1,17), comienza a ser realizada por Jess cuandollama a personas para que lo sigan y vayan con l a la misin (Mc 1,16-20; 3,13-15). Es apartir del seguimiento de Jess, que se inicia el proceso de humildad que nos llevar a lasemejanza con l, volvindonos discpulo, discpula, nos har entrar en el proceso de con-

    04. Carlos Mesters 70:65 19/11/14 10:06 Pgina 28

  • versin, a hacer que el hombre viejo, es decir la vieja forma de ser humano d lugar a lanueva forma de ser humano que Jess nos trajo y nos revel (Ef 2,15; Ef 4,17-24; Col 3,10).

    Seguir a Jess significaba

    1. Imitar el ejemplo del Maestro: Jess era el modelo a ser recreado en la vida del disc-pulo o de la discpula (Jn 13,13-15). La convivencia diaria permita una confrontacin cons-tante. En la Escuela de Jess slo se enseaba una nica materia: el Reino de Dios! Yeste Reino se reconoca en la vida y en la prctica de Jess. Jess dej que Dios entr den-tro de s y tomara cuenta de todo. Dios reinaba en l: quien me ve a m, ve al Padre! (Jn14,9).

    2. Participar del destino del Maestro. Tener el coraje de asumir el compromiso de seguira Jess en su manera de ser humano, aunque ello traiga consigo persecucin y sufrimien-to. Quien segua a Jess deba comprometerse con l y estar con l en las tentaciones (Lc22,28), inclusive en la persecucin (Jn 15,20; Mt 10,24-25). Deba estar dispuesto a morir conl (Jn 11,16).

    3. Tener la vida de Jess dentro de s. A la luz de la resurreccin, el seguimiento se pro-fundiza. Ellos deban procurar identificarse con Jess, vivo en la comunidad. Rehacen elcamino de Jess que haba muerto en defensa de la vida y haba sido resucitado por elpoder de Dios (Flp 3,10-11). Se trata de la dimensin mstica del seguimiento de Jess:Vivo, mas no soy yo, es Cristo quien vive en m(Gal 2,20).

    El seguimiento de Jess es en verdad el proceso de humanizacin que Jess, a travsde su vida y de su prctica, irradiaba a sus discpulos y discpulas. Lentamente va toman-do forma la esperanza formulada por el profeta Malaquas.

    a. Jess rehace la relacin humana en la base1

    En una poca en que la religin oficial insista en el espacio sagrado del Templo y enlas cosas ligadas al culto, Jess recupera la dimensin domstica de la fe. El ambiente dela Casa ejerce un papel central en la vida y en la actividad de Jess. Cuando se habla decasa, no se trata slo de la casa de ladrillos o de piedra, ni slo de la familia pequea, sinotambin, y sobre todo del clan, de la comunidad. Hasta la edad de treinta aos, Jess vivien un ambiente comunitario y casero, all en Nazaret. Durante los tres aos que anduvopor Galilea, entraba y viva en las casas del pueblo. Entr en la casa de Pedro (Mt 8,14), deMateo (Mt 9,10), de Jairo (Mt 9,23), de Simn el fariseo (Lc 7,36), de Simn el leproso (Mc14,3), de Zaqueo (Lc 19,5). El oficial reconoce: No soy digno de que entres en mi casa (Mt8,8). Y el pueblo buscaba a Jess en su casa (Mt 9,28; Mc 1,33; 2,1; 3,20). Cuando iba a Jeru-saln, Jess se quedaba en Betania, en la casa de Marta, Mara y Lzaro (Jn 11,3.5.45; 12,2).En el envo de los discpulos y discpulas, la misin de ellos es entrar en las casas del pue-blo y ofrecer la paz (Mt 10,12-14; Mc 6,10; Lc 10,1-9).

    b. Recupera la dimensin sagrada y festiva de la Casa

    Jess, su madre y todos los discpulos participan de una fiesta de casamiento en Can(Jn 2,1-2). Jess acepta la invitacin para almorzar y cenar en las casas del pueblo: deSimn el leproso (Mc 14,3), de Simn el fariseo (Lc 7,36), de Marta y Mara (Jn 12,2), de otro

    REVISTA DE INTERPRETACIN BBLICA LATINOAMERICANA, No. 70 29

    1 En esta parte que sigue aprovechar el texto que Francisco Orofino y yo tuvimos que hacer para el Primer Congreso Brasileode Animacin Bblica de la Pastoral, en Goinia, del 8 a 11 de Octubre de 2011: Jess, Palabra encarnada, Palabra anunciada.

    04. Carlos Mesters 70:65 19/11/14 10:06 Pgina 29

  • 30 CARLOS MESTERS, La humildad nos hace ms semejantes a Jess

    fariseo (Lc 11,37; 14,12). Es en la sala superior de la casa de un amigo donde Jess celebrla ltima pascua con sus amigos (Mt 26,18-19). Enva a los discpulos y discpulas a recons-truir el clan en las aldeas de Galilea, desde las cuatro bases de la vida comunitaria: hospi-talidad, compartir, comunin de mesa y acogida a los excluidos (Lc 10,1-9). Despus de laresurreccin, Jess entr a la casa de los discpulos de Emas, y fue reconocido por stosen el gesto tan casero de la fraccin del pan (Lc 24,29-30).

    c. Reconstruye la vida comunitaria en los poblados de Galilea

    Cmo explicar las palabras duras de Jess, que literalmente dice: Si alguien viene am y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, hermanos, hermanas, y hasta su propiavida, ese no puede ser mi disc pulo (Lc 14,26)? En el antiguo Israel, el clan, es decir la familiaampliada, la comunidad, era la base de la convivencia social. Era garanta de vida para unapersona: garanta de tierra, de proteccin, de defensa, de relaciones, de tradiciones quedaban identidad a una persona. Era la manera concreta del pueblo de aquel entonces deencarnar el amor a Dios y al prjimo. Defender el clan era lo mismo que defender la Alian-za entre Dios y el pueblo. Pero en la poca de Jess, debido a la poltica de los romanos yal sistema de la religin oficial, la vida comunitaria estaba siendo desintegrada. Ms de lamitad del presupuesto familiar era para pagar los impuestos, tasas, tributos, diezmos.Tales polticas excluyentes creaban enfermos, hambrientos, marginados, viudas, hurfa-nos, posedos, pobres. Esta situacin llevaba a las familias a cerrarse en s mismas, impo-sibilitadas de ejercer su debe