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BIBLIOGRAFIA 281 BIBlIOGRAFIA CARNETS TEILHARD En 1962, en "Editions Universitaires", apa- reció una colección de estudios sobre Teilhard de Chardin, denominada "Carnets Teilhard", En Argentina y durante los primeros meses de 1968 vieron la luz, traducidos a nuestro idioma, esos mismos estudios. Debe consignarse que la índole de estos carnets es de divulgación del pensamiento cen- tral de Teilhard, de su doctrina humanista, y que su propósito anda muy lejos de pretender presentar una investigación técnica. Y por otra parte, en aquellas fechas -1962- todavía no se había publicado el material fundamental para esa clase de investigaciones, aunque de- terminados escritos, hoy publicados, en aque- llos días andaban, inéditos, de mano en mano y eran privadamente comentados. '0 ob tante esta dificultad, la suma del pensamiento teil- hardiano queda cifrada en "El fenómeno hu- mano", aparecido en 1955, siendo este libro su columna vertebral. Además de "El fenó- meno humano", en los "carnets" se citan "La aparición del hombre", "La visión del pasa- do", "El Porvenir del hombre" y "El medio divino". El conocimiento de las anteriores fuentes da un sólido fundamento para noticia de los temas desarrollados en los "carnets". La traducción castellana no sigue estrictamente la numeración de su original francesa. A continuación daré la lista de los títulos que forman esta colección de "carnets Teil- hard": 1-Hubert Cuypers: Vocabulario Teil- hard. 2-Paul Chauchard: Teilhard te tigo del Amor. 3-André A. Devaux: Teilhard y Saint Exupery. 4-Hubert Cuypers: Por y contra Teilhard. 5-Francois Heyer: Teilhard y las grandes derivas del mundo viviente. 6-Moni- que Perigord: Evolución y temporalidad se- gún Teilhard. 7-André-A. Devaux: Teil- hard y la vocación de la mujer. 8-Emile Duroux: Historia natural de la humanidad según Heilhard. 9-Albert Thys: Conciencia, reflexión y colectivización según Teilhard. 10- André Ligneul: Teilhard y el personalismo. ll-Paul Chauchard: Tei Ihard y el optimismo de la cruz. (Todos estos volúmenes aparecie- ron en Editorial Columba, Buenos Aires, Ar- gentina), ] uzgo que no será ocioso el detenerse en alguna de las obras mencionadas porque ellas encierran valoraciones muy atenadas sobre el pensamiento filosófico de Teilhard de Chardin. Como queda indicado, con el número 1 viene el Vocabulario. Teilhard, abundante en ideas originales, hubo de inventar palabras nuevas, neologismos que expresaran con claridad sus pensamientos con toda la riqueza de sus mati- ces. El mismo dejó consignada la necesidad de explicar su lenguaje en forma ordenada, intención no consumada por él. El primero en llevar a cabo esa empresa, fue Cuypers a quien elogian todos los especialistas en Teilhard, por su conocimiento riguroso del pensamiento teilhardiano. Por las razones arriba expuestas, este Vocabulario, aparecido en 1962, es incom- pleto; en él se registran no sólo los términos científicos, sino también los filosóficos y teo- lógicos con admirable propiedad. Desde la aparición de este libro, se han multiplicado los estudios sobre Teilhard y han visto la luz nu- merosas obras del mismo. Todo este material lo aprovechó C. Cuénot en su ouueau lexi- q"e Teilbard de Cbardin, lo mejor que conoz- co a este respecto. El de Cuypers transcribe párrafos de las obras de Teilhard, cuando se quiere acreditar el sentido o interpretación del vocablo. Tal método ha sido adoptado, entre otros, por Cuénot. Paul Chauchard, neurofisiólogo, director de los "Altos Estudios" de París, autor de va- rios libros en torno a su especialidad, como "El hombre y la fisiología del cerebro", tiene varias obras exponiendo el pensamiento teilhar- diano, entre ellas "La pensée scientifique de Teilhard". Una de las preocupaciones de Chauchard ha ido la humanización de la sexualidad. Esta misma tesis se asoma en una u otra forma en la presente investigación. "Del amor -escri- be, p. 21- no consideramos habitualmente ( ... ) más que el aspecto sentimental: las alegrías y las penas que nos causa. Pero aquí me veo llevado a estudiado en su dinamismo natural y en su significación evolutiva a fin de determinar las fases últimas del Fenómeno humano". Cumple su cometido a través de los tres capítulos siguientes: "Los grados de amorización: retrospectiva agapológica", "El porvenir de la amorización. Prospectiva aga- pológica" y "Metafísica y mística del amor". Su conclusión se halla muy concorde con la doctrina general de Teilhard, y queda expre- sada en estos términos: "Esta maduración pro-

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BIBLIOGRAFIA 281

BIBlIOGRAFIA

CARNETS TEILHARD

En 1962, en "Editions Universitaires", apa-reció una colección de estudios sobre Teilhardde Chardin, denominada "Carnets Teilhard",En Argentina y durante los primeros mesesde 1968 vieron la luz, traducidos a nuestroidioma, esos mismos estudios.

Debe consignarse que la índole de estoscarnets es de divulgación del pensamiento cen-tral de Teilhard, de su doctrina humanista, yque su propósito anda muy lejos de pretenderpresentar una investigación técnica. Y por otraparte, en aquellas fechas -1962- todavía nose había publicado el material fundamentalpara esa clase de investigaciones, aunque de-terminados escritos, hoy publicados, en aque-llos días andaban, inéditos, de mano en manoy eran privadamente comentados. '0 ob tanteesta dificultad, la suma del pensamiento teil-hardiano queda cifrada en "El fenómeno hu-mano", aparecido en 1955, siendo este librosu columna vertebral. Además de "El fenó-meno humano", en los "carnets" se citan "Laaparición del hombre", "La visión del pasa-do", "El Porvenir del hombre" y "El mediodivino". El conocimiento de las anterioresfuentes da un sólido fundamento para noticiade los temas desarrollados en los "carnets".La traducción castellana no sigue estrictamentela numeración de su original francesa.

A continuación daré la lista de los títulosque forman esta colección de "carnets Teil-hard": 1-Hubert Cuypers: Vocabulario Teil-hard. 2-Paul Chauchard: Teilhard te tigo delAmor. 3-André A. Devaux: Teilhard y SaintExupery. 4-Hubert Cuypers: Por y contraTeilhard. 5-Francois Heyer: Teilhard y lasgrandes derivas del mundo viviente. 6-Moni-que Perigord: Evolución y temporalidad se-gún Teilhard. 7-André-A. Devaux: Teil-hard y la vocación de la mujer. 8-EmileDuroux: Historia natural de la humanidadsegún Heilhard. 9-Albert Thys: Conciencia,reflexión y colectivización según Teilhard. 10-André Ligneul: Teilhard y el personalismo.ll-Paul Chauchard: Tei Ihard y el optimismode la cruz. (Todos estos volúmenes aparecie-ron en Editorial Columba, Buenos Aires, Ar-gentina),

] uzgo que no será ocioso el detenerse enalguna de las obras mencionadas porque ellas

encierran valoraciones muy atenadas sobre elpensamiento filosófico de Teilhard de Chardin.Como queda indicado, con el número 1 vieneel Vocabulario. Teilhard, abundante en ideasoriginales, hubo de inventar palabras nuevas,neologismos que expresaran con claridad suspensamientos con toda la riqueza de sus mati-ces. El mismo dejó consignada la necesidadde explicar su lenguaje en forma ordenada,intención no consumada por él. El primero enllevar a cabo esa empresa, fue Cuypers a quienelogian todos los especialistas en Teilhard,por su conocimiento riguroso del pensamientoteilhardiano. Por las razones arriba expuestas,este Vocabulario, aparecido en 1962, es incom-pleto; en él se registran no sólo los términoscientíficos, sino también los filosóficos y teo-lógicos con admirable propiedad. Desde laaparición de este libro, se han multiplicado losestudios sobre Teilhard y han visto la luz nu-merosas obras del mismo. Todo este materiallo aprovechó C. Cuénot en su ouueau lexi-q"e Teilbard de Cbardin, lo mejor que conoz-co a este respecto. El de Cuypers transcribepárrafos de las obras de Teilhard, cuando sequiere acreditar el sentido o interpretación delvocablo. Tal método ha sido adoptado, entreotros, por Cuénot.

Paul Chauchard, neurofisiólogo, directorde los "Altos Estudios" de París, autor de va-rios libros en torno a su especialidad, como"El hombre y la fisiología del cerebro", tienevarias obras exponiendo el pensamiento teilhar-diano, entre ellas "La pensée scientifique deTeilhard".

Una de las preocupaciones de Chauchardha ido la humanización de la sexualidad. Estamisma tesis se asoma en una u otra forma enla presente investigación. "Del amor -escri-be, p. 21- no consideramos habitualmente( ... ) más que el aspecto sentimental: lasalegrías y las penas que nos causa. Pero aquíme veo llevado a estudiado en su dinamismonatural y en su significación evolutiva a finde determinar las fases últimas del Fenómenohumano". Cumple su cometido a través delos tres capítulos siguientes: "Los grados deamorización: retrospectiva agapológica", "Elporvenir de la amorización. Prospectiva aga-pológica" y "Metafísica y mística del amor".Su conclusión se halla muy concorde con ladoctrina general de Teilhard, y queda expre-sada en estos términos: "Esta maduración pro-

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gresiva en el amor, que es una buena utili-zación de la carne, que la espiritualiza cadavez más, no podría desembocar en la nada, sinoque conduce al encuentro con la fuente de todaascensión, al encuentro del Dios Amor en unpaso sobre otro plano del ser" (p. 52).

Quien se haya asomado a la literaturasobre Teilhard, habrá tenido oportunidad deapreciar los extremos que se dan en el enjui-ciamiento del sistema teilhardiano. De estascríticas y de estas luchas nos habla Cuypersen "Por y contra Teilhard", en forma somera.Puede dividirse en dos partes, corno quedainsinuado en el título, la de los "testimonios"y la de la "crítica". Los testimonios -el prode la obra- son trascripciones de autores quesobresalen en el conocimiento de las obras deTeilhard, como Jean Piveteau, Paul Brien,André George, Henri Prat, P. H. Sirnon, P. deBoisdeffre, P. Grenet... La tesis común detodas estas autoridades puede resumirse en lassiguientes: "Por una perversión psicológicabastante sorprendente, el hombre del siglo XXse halla más inclinado al pesimismo y la deses-peración que a la acción entusiasta y construc-tiva. Los responsables son ciertos guías, cuyopensamiento conduce a un callejón sin salida.La humanidad está hoy desorientada. Nece-sita ser reconducida, ser sostenida y guiada pordoctrinas valientes y lúcidas, capaces de devol-verle el gusto por el esfuerzo" (p. 13-14). Lasegunda parte, la de las críticas, abarca: a) lageneral, donde se desvanecen los reproches allenguaje poético, a la intención de elaboraruna apologética, de que es marxista; b ) críti-cas de los científicos, a base de su teoría sobrela materia y conciencia, afirmando que "lamateria no es finalmente sino una forma delespíritu. La energía primera de las cosas es,en último análisis, de naturaleza espiritual"(52). Se da la razón a Teilhard en su doctrinarespecto a la "previda y vida", en la que noreconoce hiato esencial entre lo inorgánico ylo biológico; c) crítica de los filósofos, loscuales reprocharon a Teilhard el método, con-sistente en la descripción objetiva de los fe-nómenos tal como son presentados por lasciencias; el antropocentrismo y la engañosa co-herencia de su pensamiento san puntos queesclarece nítidamente el autor; d) finalmentevienen las objeciones de orden teológico, reu-nidas en los problemas de la creación, del alma,del mal y de la gracia.

El carnet N" 5, que lleva por título "Teil-hard y las grandes derivas del mundo vivien-te", por F. Meyer, demuestra que "ciertos datoscientíficos positivos vienen a iluminar y con-firmar las ideas dominantes y esenciales de la

visron que el padre Teilhard se hacía de laevolución, de la cosmogénesis, de la noogéne-sis, es decir: de todas las fuerzas que, segúnél, actúan en el mundo para la ascensión de laconciencia y del espíritu hasta la asunción p05.trera, la del Espíritu absoluto y total" (p. 10).La realización de este propósito la lleva a cabovía científica mediante 11 gráficos que demues-tran estadísticamente diversos, pero fundamen-tales, aspectos de la evolución; los gráficosfueron confeccionados por sabios de reputaciónbien acrisolada. Por ejemplo, en el primerose puede apreciar la aparición sucesiva de lasespecies (facies marinas litorales), prueba con.cluyente contra la fijación de las especies. Eneste libro, el autor confirma objetivamente laley de la complejidad, matriz de la concienciahasta la conciencia refleja.

El carnet, número 6, escrito por MoniquePerigod, tal vez sea el más filosófico de losonce. Habla del tiempo en relación con laevolución, del instante creador. "Si el universodel padre Teilhard de Chardin -escribe enla p. 7)- se presenta bajo el aspecto de unafenomenología de lo cósmico, también se pucode ver en él una fenomenología del disconti-nuo, por el lugar que allí ocupa la idea deinstante como umbral evolutivo, ya se llamesalto, metamorfosis punto crítico o quantum",El tema le obliga a referirse a las tesis fun-damentales del sistema teilhardino, y lo hacecon una suficiencia digna de admiración. Estafilósofa no era desconocida en los círculosfilosóficos costarricenses, porque en el Con-greso II extraordinario interamericano de Filo.sofía, celebrado aquí se hizo presente con dosponecias: "Note sur le problérne de l'instantdans la perspective ontologique conternporai-ne" y con "La signification cosmique de lins-tant chez Pierre Teilhard de Chardin". Laprofundición del instante creador conduce a laautora a dar la razón de la obra de Teilhard:"Se trata, por una parte, de una estructura temoporal irreversible (en oposición al tiempo cícli.co de la Antigüedad) y, por otra parte, de unatemporalidad convergente y fusiforme" (p. 33).

André A. Devaux nos presenta en "Teil-hard y la vocación de la mujer" la filosofíateilhardiana acerca de la mujer, en forma muycompleta y profunda información. El papelcósmico que Teilhard asigna a la mujeraparece con trascendencias metafísicas quepueden resumirse en la frase: materia rna-triz del espíritu. Teilhard hace hincapié enel hombre y la mujer, en su unión sexual,princi pio de su recíproca personalización y dela multiplicación de los espíritus. Profundo esel pensamiento del autor y muy fiel en su

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BIBLIOGRAFIA

exposición: "Teniendo en cuenta los tiemposfuturos en los que la Tierra llegará a la ma-durez de su Personalización, el P. Teilhardpuede afirmar que entonces, sin dejar de serfísico, para quedar físico, el amor se hará es-piritual. Lo sexual para el hombre se encon-trará colmado por lo femenino puro. Esto sóloes posible porque en Teilhard lo físico ya esmetafísico" (p. 59).

Un estudio escrupuloso de la realidad vi.viente para evidenciar las teorías teilhardianas,lo contiene el carnet, número 9, debido al in-geniero Albert Thys. Estudia los grados evo-lutivos de la conciencia hasta alcanzar su ac-tual nivel, la conciencia refleja, en el hom-bre. Los animales poseen una conciencia en-cerrada en una sola vía, señalada por el instin-to de la especie. "Sólo el hombre está dotadode un cerebro del que nace la reflexión; sedirige y evoluciona según Sil voluntad haciadonde quiere y como quiere" (p. 40). Dosaspectos de esta conciencia son estudiados: elindividual y el colectivo; en algunas especiesde insectos, por ejemplo, no existe la concien-cia individual, sino la del grupo. En la hu-manidad existen ambas, la individual y la co-lectiva. El autor declara su concepto acerca dela evolución por medio de las siguientes pala-bras: ..Se desprende ( ... ) de estas compro-baciones que cada especie tiene su origen enel centro del árbol de la vida, en el sentidode que cada una de ellas constituye un nuevointento de la naturaleza, vecino del intento pre-cedente, pero que no tiene allí su fuente. Estoes de una importancia extrema" (p. 15). Talidea de la evolución no creo que coincida deltodo con la de Teilhard. La descripción delestado último de socialización es de gran pro-fundidad y de absoluta fidelidad al pensarnien-to teilhardiano.

André Ligneul, en su "Teuhar y el perso-nalismo", ilustra los aspectos fundamentalesde la loctrina personalista de Teilhard. Re-sulta un estudio donde se demuestra la coin-cidencia de esta doctrina con la de Mounier,quien defiende al hombre contra toda humi-llación proveniente de determinadas estructu-ras políticas, sociales o económicas. Existe unanotable coincidencia entre los dos autores, aun-que no quepa encontrar influencias recíprocasconcretas. Los capítulos III y IV, tituladosrespectivamente "La eminente dignidad de lapersona" y "La comunidad de personas", sontal vez lo mejor logrados. "Ser uno mismo,he ahí la obligación personalista ( ... ) La

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verdadera originalidad es el desarrollo de lasvirtualidades ( ... ) Mounier desconfiaba de laexaltación de lo ético de las grandes figuras.y toma por su cuenta la afirmación de Kier-kegaard: el hombre verdaderamente extraordi-nario es el verdadero hombre ordinario. El seesfuerza por dar fin a lo que él es, dirá a suvez Teilhard" (p. 33). La persona, para apa-recer y crecer, ha menester de la unificación, lacual está -y desde nuestros días-, está con-dicionada por lo que Teilhard denomina: pla-netización y socialización.

En el presente libro se destaca con todaevidencia el papel de la libertad personal den-tro de la socialización; Teilhard repite muchasveces: "La Unión diferencia, es decir, a mássocialización, mayor personalización. Aunquela comporación entre ambos autores sea obvia,no ha de negarse que Teilhard por su teoríade la Tierra o Universo personal, resulta demayor transcendencia para la filosofía de lahistoria.

"Teilhard y el optimismo de la cruz" esun libro debido al Dr. P. Chauchard, dondese estudian problemas metafísicos muy profun-damente. Por "cruz" debe entenderse el sufrí-miento que produce la evolución ascendente;el mal físico, del cual el hombre no es res-ponsable, como "fuego, peste, tempestad, tem-blor de tierra". Pero no sólo este género demal, sino también el mal moral, del que loshombres son responsables por su libertad. Elmal, considerado en toda su amplitud, resulta-ría inexplicable en un mundo estático, y habríaque adoptar una teoría semimaniquea. Peroen una realidad dialéctica, el mal es el preciodel ascenso y de la personalización. "Teilhardno es en nada este utopista ciego perdido enel porvenir: es que muy justamente, partiendodel estado de hoy, nos propone tener voluntadde salir de él" (p. 27). La cruz es inherentea la naturaleza humana. La realidad cósmicaha pasado varios umbrales: el de la vida, elde la reflexión, y el último, el de la glorifica-ción "en el encuentro hacia el fin de la histo-ria de la convergencia del mundo y del hom-bre con el punto omega que es Dios y Cristo"(p. 52). Teilhard murió intensamente angus-tiado, y la razón de ello no fue que dudarade su concepción metafísica, sino porque últi-mamente le fue imposible el diálogo con losfilósofos y los teólogos. Cuando murió, em-pezaron muchos a hablar bien de él.

T. Olarte