4

Click here to load reader

Biblioteca Mexicana (Review Miguel San Román) - 1

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Biblioteca Mexicana (Review Miguel San Román) - 1

Biblioteca Mexicana by Juan Jose De Eguiara y Eguren; Benjamín Fernández Valenzuela;Ramiro Navarro de AndaReview by: Miguel San RománRevista de Historia de América, No. 109 (Jan. - Jun., 1990), pp. 171-173Published by: Pan American Institute of Geography and HistoryStable URL: http://www.jstor.org/stable/20139733 .

Accessed: 30/01/2014 16:01

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at .http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp

.JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range ofcontent in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new formsof scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].

.

Pan American Institute of Geography and History is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extendaccess to Revista de Historia de América.

http://www.jstor.org

This content downloaded from 128.163.8.169 on Thu, 30 Jan 2014 16:01:54 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 2: Biblioteca Mexicana (Review Miguel San Román) - 1

Enero-Junio de 1990 Rese?as

tan fiel y expresivamente como se alimentaban al pintor o grabador con las nociones culturales de su tiempo. Grandes pintores, plasmaron en sus cuadros tremendos anacronismos, Murillo entre otros no dud?

en representar a los doctores de la ley ccn antiparras inventadas doce

siglos despu?s. El propio Bernai D?az, testigo presencial de la Conquis ta, tiene que acudir a s?miles europeos para describir monumentos,

dignidades y trajes de los ind?genas. En el plano de una sana descripci?n es justificable se?alar estos anacronismos, que muchas veces enfati

zan el car?cter ingenuo o la autenticidad de una obra de arte, pero est?n

muy lejos de significar una valoraci?n para su calidad pl?stica y est?tica.

Es meritorio el esfuerzo en se?alar algunas caracter?sticas formales

y en revelar los conocimientos en materia de t?cnica de la representa ci?n que se muestran en las pinturas, as? como la elegancia y delicadeza con que se realzaron las decoraciones complementarias.

Por otra parte es recomendable que para presentar adecuadamente una modalidad pl?stica muy original y pintoresca, se utilicen mejores

y mayores recursos de impresi?n fotogr?fica. La mala calidad de las

ilustraciones llega a ser una mala recomendaci?n para estimar un tra

bajo que requieren tanto de la habilidad como del buen gusto.

Jorge Guerra Ruiz

EGUIARA Y EGUREN, JUAN JOSE DE, Biblioteca Mexicana, Vols. I, II y III, Pr?logo y versi?n espa?ola de Benjam?n Fern?ndez

Valenzuela, estudio preliminar, notas, ap?ndices, ?ndices y coordina

ci?n general de Ernesto de la Torre Villar, con la colaboraci?n de

Ramiro Navarro de Anda, M?xico, UNAM, Coordinaci?n de Huma

nidades, 1986-1988.

La Universidad Nacional de M?xico, en v?speras de la celebraci?n de

los 450 a?os de la introducci?n de la imprenta en M?xico, edita esta

obra "Suma de la cultura mexicana" como la llama su editor. En efecto, la Biblioteca Mexicana es la m?xima obra bibliogr?fica de M?xico, pese a no haberse publicado completa.

Su autor, mexicano de ascendencia vizca?na, fue catedr?tico y rector

de la Universidad de M?xico, gran orador sagrado y excelente te?logo. Miembro destacado de la intelectualidad novohispana y profundo na

cionalista. Perteneci? al destacado grupo de humanistas mexicanos de

la primera mitad del siglo XVIII, que tuvo clara conciencia de su valor

intelectual y espiritual y de formar parte por ello una naci?n con una

171

This content downloaded from 128.163.8.169 on Thu, 30 Jan 2014 16:01:54 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 3: Biblioteca Mexicana (Review Miguel San Román) - 1

Rese?as R.H.A. N?m. 109

doble raigambre, ind?gena y espa?ola, de la que se ufanaban. Para

mostrar la validez de la cultura americana, negada por muchos euro

peos, Eguiara elabor? su Biblioteca, escrita en lat?n, la lengua culta

de la ?poca, en la cual presenta dos aportes fundamentales, el primero mostrar que la cultura novohispana derivaba de la rica herencia de los

pueblos precolombinos y de la europea; y en segundo t?rmino mostraba

que toda cultura se forma con dos elementos esenciales, uno intelectual

y el otro espiritual. De esta suerte puede trazar un diagn?stico inteligente y v?lido de la cultura mexicana.

La Biblioteca est? precedida de numerosa anteloquia, pr?logos, en

los que muestra el origen y esp?ritu de su obra, finalidades y en los

que se esboza con mano maestra la formaci?n, desarrollo y valor de

la cultura mexicana. A esos pr?logos sigue el cat?logo de todos los

mexicanos por nacimiento o por radicaci?n que contribuyen a formar, a trav?s de su producci?n intelectual o su labor espiritual, la cultura

mexicana.

La Biblioteca se imprimi? en 1755. Ese a?o apareci? en primorosa edici?n el primer volumen comprensivo de los pr?logos y del cat?logo en sus letras A, B y C. El resto del cat?logo, hasta la letra J, permaneci? in?dito en un manuscrito que perteneci? a Garc?a Icazbalceta y que fue a parar a la Biblioteca de la Universidad de Texas. Una copia del

mismo se encuentra en la Biblioteca Nacional de M?xico.

El editor hizo copiar el resto del cat?logo que fue paleografiado. La versi?n espa?ola se confi? al humanista michoacano Benjam?n Fern?ndez quien hizo limpia y rigurosa traducci?n y quien elabor? el

pr?logo en el cual revela la influencia virgiliana en el ?nimo de la

intelectualidad criolla. De la Torre escribi? el estudio preliminar que

precisa la personalidad de Eguiara dentro de la sociedad mexicana de

su ?poca, su recia formaci?n human?stica y su labor como catedr?tico

de la Universidad, orador sagrado, te?logo e historiador de la cultura.

En doce apretados cap?tulos se ocupa a m?s de la vida de Eguiara, de

se?alar los remotos antecedentes de la disputa y la calumnia en torno

de Am?rica, de los trabajos bibliogr?ficos que antecedieron a la obra

de Eguiara, como Le?n Pinelo, Nicol?s Antonio y otras m?s, y de

subrayar el valor de la Biblioteca Mexicana dentro de la producci?n cultural de M?xico.

De los tres vol?menes publicados hasta el d?a, van a ser cinco en

total, el primero es la versi?n facsimilar del publicado en 1755; el

segundo contiene el pr?logo de Fern?ndez Valenzuela, el estudio pre liminar y los pr?logos de la Biblioteca as? como el inicio del cat?logo.

El tercer volumen es la continuaci?n del cat?logo hasta el final de la

172

This content downloaded from 128.163.8.169 on Thu, 30 Jan 2014 16:01:54 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions

Page 4: Biblioteca Mexicana (Review Miguel San Román) - 1

Enero-Junio de 1990 Rese?as

letra C. De acuerdo con el proyecto el cuarto contendr? el cat?logo hasta la letra J, tal como lo dej? Eguiara. El volumen quinto, que est?

por aparecer antes del cuarto, es un volumen con ap?ndices referentes a Eguiara y su familia, su biblioteca, su labor bibliogr?fica y juicios en torno de la vida y la obra de Eguiara y Eguren. Los ?ndices del

cat?logo ir?n en el tomo cuarto o en un suplemento si se requiere. La publicaci?n en espa?ol de la Biblioteca Mexicana es una aut?ntica

contribuci?n a la bibliograf?a no s?lo americana sino universal y tam

bi?n al conocimiento de la cultura hispanoamericana. La edici?n pulcra y bellamente impresa a tama?o folio y con los mismos tipos que Eguiara

empleo en el volumen que imprimi? en su propia imprenta, hacen que esta obra sea un digno homenaje a su autor. Esta es una obra que debe estar en todos los grandes centros bibliogr?ficos.

Miguel San Rom?n Instituto de Humanidades, M?xico

GOMEZ, JOSE, Diario curioso y Cuaderno de las cosas memorables en M?xico durante el gobierno de Revillagigedo, (1789-1794), versi?n

paleogr?fica, introducci?n, notas y bibliograf?a de Ignacio Gonz?lez Polo, M?xico, UNAM, 123 pp.

De modo sucinto, esta edici?n ofrece el contexto, no s?lo actual -en

que se halla el original de Jos? G?mez-, sino tambi?n el contempor?neo del alabardero granadino que lo escribi?. As?, el editor y prologuista informa acerca de las caracter?sticas b?sicas formales y de estilo del

Diario y del Cuaderno, igual que del acervo documental del que forman

parte en la Biblioteca Nacional de M?xico. Adem?s, Gonz?lez-Polo

proporciona noticias condensadas referentes a t?picos del gobierno del

segundo conde de Revillagigedo, de quien el editor ofrece bibliograf?a en las p?ginas XXXI-XXXIII.

La segunda parte del volumen est? ocupada por los textos de Jos?

G?mez, en una edici?n cuidadosa, pulcra y bien documentada, en la

que acaso habr?a convenido incluir notas aclaratorias relacionadas di rectamente con hechos narrados por el alabardero. Ejemplos de esto

pueden advertirse en las p?ginas 25 y 81, en donde el cronista habla

de un hallazgo arqueol?gico (el 4 de septiembre de 1790), o de un

impresor de la ?poca (25 de agosto de 1793). Habr?a sido ?til para el lector de nuestros d?as una breve explicaci?n en torno a esos aconte

cimientos.

173

This content downloaded from 128.163.8.169 on Thu, 30 Jan 2014 16:01:54 PMAll use subject to JSTOR Terms and Conditions