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Bicicleta reclinada, Ventajas y desventajas La bicicleta reclinada (en inglés recumbent bicycle o bent, en francés veló-couchè) es un tipo de bicicleta en la que el ciclista adopta una posición más cómoda (sobre todo) pero también más aerodinámica, por lo que en terreno llano o favorable es más veloz que la bicicleta clásica. En las subidas dependerá sobre todo del peso (las BR suelen ser más pesadas) ya que las bajas velocidades no le permiten hacer valer su ventaja aerodinámica. Ventajas y desventajas La posición típica también permite: Eliminar "de un plumazo" todos los "dolores y sufrimientos" no asociados directamente al propio pedaleo (de trasero, de espalda, de cuello, de brazos, de manos, de pies...) y sus mitigadores asociados como los guantes o la badana del culote. Imprimir una mayor fuerza al pedaleo pues se apoya en el asiento al hacerlo, a diferencia de una bicicleta normal donde el único "punto de apoyo" es el peso del propio ciclista. Por este motivo conviene estar alerta para evitar sobreesfuerzos que puedan desembocar en tendinitis. Frenar con mayor "dureza", con un mejor apoyo (los pies) y un menor riesgo de vuelco hacia delante. Ajustar los pedales automáticos al mínimo de dureza ya que al no ser los pies punto de apoyo del cuerpo, no se producen movimientos extraños, razón por la cual tampoco es peligrosa una (poco probable) liberación accidental del pie. Tener amplia y permanentemente "a la vista" el paisaje por donde circulamos, incluidas las alturas montañosas y hasta las copas de los árboles bajo los que circulamos. Conducir con una sola mano (con seguridad) hasta en la más peligrosa de las bajadas ya que el manillar no soporta apoyo del cuerpo ni en la más dura de las frenadas. Esto permite hacer fotos o grabar vídeos en marcha con suma facilidad. Pasar menos frío en invierno (sin contar con los parabrisas aerodinámicos) y esto por varias razones:

Bicicleta Reclinada

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Bicicleta reclinada, Ventajas y desventajas

La bicicleta reclinada (en inglés recumbent bicycle o bent, en francés veló-couchè) es un tipo de bicicleta en la que el ciclista adopta una posición más cómoda (sobre todo) pero también más aerodinámica, por lo que en terreno llano o favorable es más veloz que la bicicleta clásica. En las subidas dependerá sobre todo del peso (las BR suelen ser más pesadas) ya que las bajas velocidades no le permiten hacer valer su ventaja aerodinámica.

Ventajas y desventajas

La posición típica también permite:

Eliminar "de un plumazo" todos los "dolores y sufrimientos" no asociados directamente al propio pedaleo (de trasero, de espalda, de cuello, de brazos, de manos, de pies...) y sus mitigadores asociados como los guantes o la badana del culote.

Imprimir una mayor fuerza al pedaleo pues se apoya en el asiento al hacerlo, a diferencia de una bicicleta normal donde el único "punto de apoyo" es el peso del propio ciclista. Por este motivo conviene estar alerta para evitar sobreesfuerzos que puedan desembocar en tendinitis.

Frenar con mayor "dureza", con un mejor apoyo (los pies) y un menor riesgo de vuelco hacia delante.

Ajustar los pedales automáticos al mínimo de dureza ya que al no ser los pies punto de apoyo del cuerpo, no se producen movimientos extraños, razón por la cual tampoco es peligrosa una (poco probable) liberación accidental del pie.

Tener amplia y permanentemente "a la vista" el paisaje por donde circulamos, incluidas las alturas montañosas y hasta las copas de los árboles bajo los que circulamos.

Conducir con una sola mano (con seguridad) hasta en la más peligrosa de las bajadas ya que el manillar no soporta apoyo del cuerpo ni en la más dura de las frenadas. Esto permite hacer fotos o grabar vídeos en marcha con suma facilidad.

Pasar menos frío en invierno (sin contar con los parabrisas aerodinámicos) y esto por varias razones:

Toda la espalda va perfectamente protegida del frío exterior. La incidencia del aire frío es siempre tangencial a brazos, piernas y torso. El calor solar incide verticalmente calentando las zonas mencionadas en el punto anterior. Pasar menos calor en verano por casi las mismas razones expuestas para el invierno: Toda la espalda va perfectamente protegida de la incidencia directa del calor del sol. El calor solar incide sólo en las zonas expuestas a la "refrigeración por aire". Que el viento de cara deje de ser el enemigo número uno del ciclista para ser sólo una

molestia. Pedalear en las curvas sin miedo a que los pedales toquen el suelo. Llevar más equipaje y mejor distribuido al poderse aprovechar el hueco bajo el asiento.

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Desventajas:

Se es menos visible ante los coches, sobre todo por los laterales o muy cerca de ellos. Se ve peor por donde va la rueda delantera en terreno dificiles y en los cruces para otear

el trafico hay que introducir más la bici en la intersección. No se pueden levantar las ruedas. En cambio con una bici erguida es muy facil levantar la

rueda delantera. Es posible levantar toda la bici con un bunny hop aunque no se tengan calapies o pedales automáticos.

Es más incomodo mirar hacia atras. Suelen ser bastante pesadas por lo que las cuestas se suben peor. Tampoco se puede subir

"bailando" sobre los pedales. Iniciar la marcha puede resultar más difícil ya que hay que prescindir del impulso inicial

con el pie en el suelo, por eso es aconsejable evitar arrancar con una "marcha" muy larga ya que exigiría extremar el equilibrio al principio.

La lluvia molestará más al impactar frontalmente en la cara. Utiliza los musculos de forma diferente. No es una desventaja en si, pero retarda la

adaptación hasta reentrenar ciertos musculos. Permite, gracias al apoyo del asiento, mayor carga sobre las piernas por lo que hay que

estar alerta y no abusar de desarrollos para evitar la aparición de tendinitis. Para ir en grupo con ciclistas convencionales, conviene que tu reclinada tenga un peso

similar para no quedarte atrás en repechos y subidas. En llano siempre te tocará tirar a tí ya que a ellos les costará mucho seguirte (cosas de la aerodinámica). Ten especial cuidado en las frenadas, ellos no pueden frenar tan "duro" como tú.

Las bicicletas reclinadas poseen récords de velocidad mundiales, tanto sin carenado como con él, aunque especialmente con él (88 km/h y 130 km/h en sprint de 200 m).

En la BR, el ciclista se sienta boca arriba.

La espalda del ciclista está apoyada en un sillín retrepado que forma con la horizontal un ángulo de entre 50º hasta 20º (las más "radicales") y que más que sillín es un sillón, ya que abarca desde las nalgas hasta los hombros y puede llevar un reposacabezas añadido.

Las piernas van extendidas hacia adelante, pues los pedales se encuentran en esa dirección, más o menos a la misma altura que el asiento.

El manillar puede estar tanto por encima del sillín ASS (Above Seat Steering), como por debajo USS (Under Seat Steering). El tamaño de las ruedas es muy variable, siendo generalmente más pequeña la delantera. La bicicleta reclinada pertenece a la clase de los vehículos de propulsión humana.

Como se dijo al principio, además de todas sus ventajas fisiológicas ¡presentan mejor perfil aerodinámico! gracias a una menor superficie frontal y un mejor coeficiente aerodinámico de forma (CX).

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Sin embargo hay cinco puntos, que considero básicos, y que además no siempre acaban sobre la mesa en la búsqueda de la información:

*** Estatura. Definitivamente es un aspecto que condicionará el modelo a elegir. El mundo reclinado se configura en separaciones de 15 cm. Medir menos de 170 cm nos separa entre la medida S (Small) y la M (Medium). Sobrepasar los 185 cm es entrar en el apartado L (Large). Es así en la mayoría de las marcas (con excepciones en sistemas de asientos complejos), y esto ya relativiza en buena parte la elección de una bici. Por debajo de 170 no nos será muy cómodo llevar una bici con ruedas del 26″ a menos que el cuadro sea del tipo Mid racer o Lowracer. También ser muy altos, entra en el terreno de empezar a considerar reposacabezas y una extensión del tubo de pedalier (boom en inglés) adecuada. Asimismo el tipo de manillar en tallas grandes es relevante si elegimos un modelo de manillar abierto (en inglés cockpit) o de barra rígida. Conclusión: la estatura cuenta, y es un tema que va por delante de la geometría de la bici.

*** Espacio y transporte (plegabilidad). Muchas veces, en medio de la emoción que supone elegir/probar una bicicleta reclinada o trike, se nos olvida el espacio que tenemos en casa, el trastero o en el maletero del coche. Hay que hacer el ejercicio de imaginarnos con el modelo que nos gusta, delante de nuestro portal de casa. ¿Entrará fácilmente en el ascensor?, ¿Será agradable cargar con ella las 7 plantas que hay hasta la puerta de casa?, y ya en casa ¿cabrá debajo de la

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mesa?, ¿incluso plegado? Por otra parte, en lo que a desplazamientos se refiere, las formas de transportar nuestra futura bici reclinada, hemos de imaginarlas tanto para trayectos cortos, como largos. Y también la intermodalidad, plantearnos si serán válidas para transportar por tren, autobuses u otros medios de transporte que podamos necesitar en alguna travesía cicloturista o simplemente urbana. Pensad en ello e imaginar las situaciones más comunes. Os ayudará a descartar opciones y a centrar vuestra búsqueda en modelos que se adapten mejor a las circunstancias de espacio y transporte.

*** Cara al público. Prepárate para hablar con desconocidos. Hay que tener en cuenta que ir sobre una bici reclinada es estar expuestos a ser el centro de atención allí por donde vayas. Con el tiempo se olvida y se hace natural. Pero es bueno advertirlo antes. Llegará un día que el refrán “Cría fama y échate a dormir”, te vaya como anillo al dedo.

*** Kilómetros en un año. La pregunta directa es muy sencilla: ¿cuántos kilómetros al año piensas hacer con la bici reclinada?, ¿5000 km?, ¿100 km?… Si, yo también me he sacado el bono de la piscina y lo he usado sólo dos veces en los doce meses que tenía por delante. Lo mismo puede pasar con la bici que estamos por comprar. Si el uso es extensivo y de largo recorrido, lo mejor es elegir una bici con componentes de calidad, a ser posible con buje interno, Rohloff si el presupuesto lo permite, y con un buen Ventisit que nos permita transpirar si vamos a echar tantas horas sobre la bicicleta o triciclo reclinado. Si el uso es para un finde semana, nos situamos en un punto más conservador. No hace falta tener el mejor grupo Shimano o Sram, ya que el más sencillo con el mantenimiento adecuado nos será suficiente. Si el plan es alternar el camino de Santiago, con salidas frecuentes los fines de semanas, algo intermedio y ajustado a nuestras necesidades es lo que hay que buscar.

*** No es lo mismo. Finalmente, antes de hacerte con la bici de tus sueños no vayas con expectativas excesivamente altas. Casi todo lo que leemos sobre las bicis o triciclos reclinados es fantástico en cuanto a velocidad, comodidad y diversión. Y es cierto. Pero hay que evolucionar despacio sobre la bici e ir de puntillas sobre la idea preconcebida que tenemos en nuestra cabeza. Siempre será buena idea dar tiempo a que nuestro ritmo cardíaco y los músculos alcancen esa imagen de ciclista reclinado que tenemos nada más ponernos al mando de una. Habrá momentos en los que no vayamos tan deprisa como queremos, ni ascenderemos al ritmo pormenorizado que ya nos habían advertido (iremos realmente despacio), o puede que la sujeción del manillar nos cree algo tensión inicial. Pero todo pasa, y nos acostumbraremos a la bici luego de los primeros kilómetros. Esta idea es esencial antes de hacernos con una a largo plazo.

http://www.youtube.com/watch?v=bMkHTd0DjsQ