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Marzo 2001 No. 130 Año 22 Bienaventurados los que construyen la paz

Bienaventurados los que construyen la paz · de paz. En la violencia, que denota prime-ramente destrucción brutal, viola-ción, hay que reconocer también la fuerza vital de la que

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Marzo 2001 No. 130 Año 22

Bienaventuradoslos queconstruyen

la paz

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CONTENIDO

Paz y No violencia¿Es el hombre un lobo para el hombre?Sentido Bíblico de PazUn camino para la Paz: el Sistema PreventivoAlgunas condicionespara la paz en CentroaméricaAcción Cívica No ViolentaRacismo, indígenas y salesianosOtros temas (no incluidos en este PDF):

La violencia no es hermana de la paz

Un verano muy especialEspiritualidadEl saludo de Isabel

Dos nuevos cardenales salesianos

Santidad salesianaMártires de Valencia

TerremotoPerfilConfiesa que ha vivido

Conociendo a Don BoscoEl primero que se lo pensó

DON BOSCO EN CENTROAMERICADirector: Heriberto HerreraDirección: Parroquia María Auxiliadora. Apartado 2324.San Salvador. El Salvador. Teléfono: (503) 225 9019,Fax: (503) 225 9018Correo electrónico: [email protected]

[email protected]

Consejo de administración: José Manuel Guijo, IsidroGonzález, Heriberto Herrera, Rodolfo Guzmán, MauricioPonce.

Consejo editorial: Heriberto Herrera, Miguel Pacheco,Evelyn Carbajal, Victoria Mónico, Mauricio Ponce,Salvador Canjura.

Diseño Gráfico: Mauricio Ponce.Impresión: Imprenta Ricaldone.Final Av. Hno. Julio Gaitán. Santa Tecla. El Salvador

Distribución: Librería Salesiana23 Calle Pte. y 5ª. Av. Nte. No. 335,San Salvador, El Salvador, C.A.Tel. 235-3826; 225-6221

Colaboradores en este número: Mario Olmos, SergioChecchi, Jorge Rodríguez, José Moratalla, RolandoEcheverría, Luis Corral, Jorge Leobaldo Coy Caal, MarioFiandri, Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, FabiolaMeléndez, José Francisco Rómulo Gallegos, EnriqueMorales. Voluntaria Española.

No. 130

Tema del Mes:VIOLENCIA Y PAZEl fenómeno de la violenciaen Centroamérica

BOLETIN IMPRESA

Obtengauna copiaimpresacompletadel BoletínSalesiano

Fotografías de Portada y contraportada:cortesía de El Diario de Hoy.

Librería Salesiana23 Calle Pte. y 5ª. Av. Nte. No. 335, San Salvador,El Salvador, C.A. Tel. 235-3826; 225-6221o al Centro Salesiano más cercano a su comunidad

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“Ayer me asaltaron mientras regre-saba a mi casa...”. “Las peleas entrelos mareros del barrio nos tienen yacansados...”. “Secuestraron al hijode la familia que vive en la esqui-na”.

mación sensacionalista que nospresentaban los periódicos o noti-cieros cada mañana y se ha con-vertido en parte de nuestra vidas.

Robos, secuestros, luchas calleje-ras, linchamientos se presentancomo las nuevas caras que ha asu-mido la violencia en nuestros días.Nuevas, por cuanto la violencia noes un fenómeno reciente en la re-gión centroamericana, aunque sí losean las expresiones que la mismaha tomado.

Un contextomarcado por la violenciaLa violencia no se reduce única-mente a los hechos delictivos quereporta la crónica. La misma com-prende toda acción que coarta lavida de las personas o la condicio-na en el uso de su libertad y de susposibilidades de vida.

Si consideramos que, desde muyantiguo, la región se ha forjado abase de guerras y luchas de domi-nación, está claro que la violencianunca ha estado ausente de su his-toria. Bastaría con revisar la histo-ria reciente de nuestros países paraencontrar una serie de hechos so-ciales y políticos que confirmaríanla falta de libertad y de seguridadcon que han vivido muchos centro-americanos: dictaduras, guerras,amenazas, ausencia de justicia,irrespeto a la vida y a los propiosbienes, etc.

Lo nuevo de nuestros días es quela violencia ha dejado de ser unacaracterística exclusiva de aquellospaíses que antes tenían conflictosinternos, manifestándose hoy contoda su fuerza incluso en aquellosque se consideraban libres de esteflagelo.

El fenómenode la violenciaen Centro América

Mario Olmos

H oy en día casi todos te-nemos historias de vio-lencia que contar. Loshechos tienen que ver

con nosotros o con alguien a quienconocemos muy cercanamente. Laviolencia ha dejado de ser la infor-

La violenciatiene milrostros

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Los orígenes de la violenciaSi nos preguntamos por las causasde este fenómeno podemos en-contrar una serie de hechos, leja-nos y cercanos en el tiempo. Lasraíces más remotas están en la cri-sis de la economía de los años 70,las cada vez peores condiciones devida, la falta de respeto a la vida y ala libertad, las conflictos internosestimulados por la guerra fría.

Entre las causas próximas encon-tramos el hecho de que los paísesque han salido de conflictos hantenido que enfrentar los nuevosretos con unos aparatos de justiciay seguridad principiantes y no siem-pre eficientes, pero también hancontribuido la descomposición delas relaciones entre las personasque generaron los conflictos arma-dos, el deterioro del nivel de vidade muchos sectores, la margina-ción social, la corrupción y el ne-gocio de la droga, así como la enor-me cantidad de armamento que seha comercializado entre la pobla-ción de estos países.

La violenciase hizo parte de nosotrosEl conflicto armado que caracteri-zó a Centro América, desde fina-les de los años sesenta, ha prepa-rado el terreno para las nuevas ma-nifestaciones de la violencia en laregión. Manifestaciones que handesembocado en una cultura deviolencia que condiciona la vida detodos, víctimas y victimarios.

Como se ha hecho evidente en elfenómeno de los linchamientos dedelincuentes, la violencia se ha con-vertido en una manera de actuarincluso del ciudadano común, deaquel que siempre fue considera-do la víctima de los hechos de vio-lencia y no su autor. No es bajo in-cluso el número de personas quepiensan que la mejor manera de

combatir la violencia es con la penade muerte, es decir, con más vio-lencia.

Un problema común querequiere la solución de todosSi la violencia nos afecta a todos porigual, está claro que todos debe-mos empeñarnos en su solución.Si las grandes desgracias naturales

El gerente de la campaña en Hondu-ras, Elmer Pereira, aseguró sin citarporcentajes o cifras, que Guatemalaes les país centroamericano dondese ejerce mayor violencia, maltrato yabuso contra los niños, seguido porNicaragua, El Salvador, Honduras yCosta Rica.

Sostuvo que el mayor porcentaje demaltrato y abuso en contra de losniños proviene de sus padres o tuto-res, “debido a una cultura del golpey el sometimiento a la autoridad. Vena los niños como una propiedad conla que pueden hacer lo que quieren”.

Los padres golpean por ignorancia,pensando que así fueron educadosellos”, dijo Pereira en la inaugura-ción de la campaña cuyo lema es: “Nigolpes que duelan ni palabras quehieran, eduquemos con ternura”.

El mayor porcentaje de maltratoen contra de los niños proviene

de los padres o tutores, “debido auna cultura del golpe”.Fotografíacortesía de EDH

Setenta por ciento de los niños deAmérica Central es víctima de vio-lencia y maltrato, en su mayoría enel hogar, debido a patrones cultura-les que los sitúan como propiedadde los adultos.

Los menores, que representan el 51por ciento de la población de 35millones de la región, se desarrollanen “un contexto de violencia genera-lizada” que tiene su expresión con-creta en el maltrato físico, sicológico,abuso y explotación sexual, señala-ron, al inaugurarse una campaña cen-troamericana contra el maltrato yabuso infantil.

70% de niños centroamericanos víctimas de violencia

suscitan la solidaridad y la creativi-dad para buscar soluciones a susefectos, de igual manera podemosenfrentar de manera conjunta einnovativa las viejas y nuevas cau-sas que alimentan la violencia quecaracteriza a nuestras sociedades.Hoy no es posible ignorar el pro-blema por más tiempo, o conside-rar que la solución puede estar enlas manos de unos pocos. Las ver-daderas soluciones son responsa-bilidad de todos y requieren delesfuerzo de cada uno.

Tomado de La Prensa Gráfica / El Salvador

Hay que daruna oportunidad de vidadigna a nuestros niños

TEMA DEL MES

Violencia y Paz

Fotografía cortesía de EDH

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Y cuando Dios, despojándosede su divinidad, se hace niño,es decir, dependencia, carne,debilidad, e inicia su aprendi-

zaje y crecimiento, eleva el hori-zonte humano a tal medida que loequipara con el divino. Por consi-guiente, el destino, la meta, la uto-pía de cualquier persona ya no estácondicionada tan sólo a sus cuali-dades y potencialidades; por laproximidad de Jesús –Emmanuel-todos hemos recibido la vocaciónde ser hijos e hijas de Dios.

De esta manera Dios posibilita paracada hombre y mujer una aventu-ra única, original, irrepetible. ConMaría, la llena de gracia, hace sen-cillamente cosas grandes. El “hága-se” de una muchachita de catorceaños se identifica con el Verbo enlos albores de la creación. Las dospalabras iguales, la divina y la hu-mana, llegan a tener idéntica vitali-dad y brío; de una surge el cosmos;de la otra, Jesús. Y así Dios rompe,violenta, la normalidad del desarro-llo del hombre y de la mujer altransformar lo mortal en inmortal,lo limitado en infinito, lo humanoen divino. Nace un nuevo paradig-ma de humanidad, de educación,de paz.

En la violencia, que denota prime-ramente destrucción brutal, viola-ción, hay que reconocer tambiénla fuerza vital de la que procede yque para mantenerse como fuerzavital tiende a destruir la vida mis-ma. Violencia y fuerza vital, ambostérminos, derivan de una raízindoeuropea que designa la vida(bios- biasomai; vivo-vis = vida-for-zar; vivir-fuerza). El surgimiento dela violencia acontece en el instintode imperacióndel ser humano,en su deseo deser más. Parallegar a ser se-ñor de la vida elser humano ne-cesita, con ten-sión y pasión, descubrir, crear, per-sonalizar las etapas de su existen-cia: infancia, adolescencia, juven-tud, madurez... y el reino de Diosque irrumpe con Jesús suscita laviolencia: “El reino de los cielos esasaltado con violencia y los violen-tos lo arrebatan” (Mat 11,12).

Es decir, el ser humano para forjarsu vida y alcanzar su fin necesita,en el buen sentido de la palabra,hacerse violencia, y ésta proporcio-nadamente mayor a cuanto mayorel ideal y camino que Dios le hayaindicado, y él decididamente quie-re recorrer, y a las circunstanciasmás o menos adversas, -pobreza,incultura, delincuencia...- de supropio medio.

Un aporte deDios, en este sen-tido, a la humani-dad ha sido la ge-nialidad creativade la pedagogía deDon Bosco, con-densada en el Sis-

tema Preventivo. El Sistema Pre-ventivo se hace amor cuando “pre-viene”, cuando crea un ambienteeducativo donde el educando vivela alegría de la confianza y espon-taneidad al sentirse aceptado ycomprendido en clima de cariño fa-miliar. Es la apuesta incondicionalpor lo bueno, por lo positivo, porla vida; consciente plenamente de

¿Paz y No violencia?

Desde el momentoen que Dios se hacehombre ya no existeen todo el universonada más sublimeni más grandioso

que el ser humano.

José Moratalla

El surgimiento de la violenciaacontece en el instinto de im-peración del ser humano, ensu deseo de ser más.

No hay que permitirque la desesperanzacorroa su joven vida

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que el esplendor de la sola verdades más poderoso que millones dementiras. Este amor se nutre delcorazón del Buen Pastor e inter-preta y culmina las Bienaven-turanzas en la esencia íntima deDios: -“Sean misericordiosos comoel Padre celestial es misericordio-so”

El Sistema Preventivo se hace Ra-zón porque es humano, cercano,dialogable, buscador incansable detransparencia y since-ridad. Pero para poderprevenir, hace falta co-nocer, y conocer muybien, de qué prevenira los jóvenes a quienestanto se quiere. DonBosco dedicó 20 añosde su vida a trabajar encárceles. No sistema-tizó su trabajo ni dejóesa tarea a los salesia-nos. Tal vez utilizó tan-to tiempo para cultivarsu sensibilidad y llenar-se de coraje y creativi-dad en el celo indómi-to de proteger y cuidara sus muchachos. Des-cendió al nivel bajo ce-ro, allí donde anida elmisterio de la iniquidady donde la dignidad delser humano pierde su brillo. Asíaprovechó, y supo muy bien, dequé cuidarlos.

Y el Sistema Preventivo se haceReligión porque orienta y da senti-do a la vida toda trazando simultá-neamente inmanencia y trascen-dencia, esfuerzo humano y gratui-dad. Pudiendo así vivir y saborearel don de la dicha y la felicidad. Laprevención alcanza su plenitudcuando se introduce en el futurohaciéndose proyección y se con-cretiza en proyecto de vida. El“honrado ciudadano y buen cristia-no” de Don Bosco no tiene nadade individualismo. Es a una nuevasociedad, el reino de los cielos,

adonde apunta el objetivo del tra-bajo y de la educación. La solidari-dad –“al paraíso, o entramos engrupo o no entramos”- puntualizael compromiso por todos, especial-mente por los últimos, por los po-bres y abandonados.

El Polígono Industrial Don Boscoquiere ser una búsqueda de aplica-

ción de la pedagogía de Don Bos-co para el “aquí” y “ahora” de larealidad salvadoreña. Así, tal vez,convertirse en alternativa de vidapara jóvenes inmersos en violen-cia extrema, en alto riesgo de pér-dida de su dignidad y de opaca-miento de la imagen divina impre-sa en lo más íntimo de su corazón.

La experiencia es un intento deecharse a la calle, de estar al ladodel joven que está solo, especial-mente de aquél que, por su propiasituación, difícilmente podría tomarél mismo la iniciativa de acercár-senos. El arranque de la aventuraes el reto de asumir hoy el sueñoque Don Bosco comenzó a los nue-

ve años. La lucha contra la pobre-za, contra la violencia se estrenasoñando con Don Bosco; su sueñoabre un futuro de novedad y ale-gría. Este optimismo rompe cual-quier frontera u obstáculo. ConDon Bosco el servicio ya no depen-de de la buena voluntad o de laspropias posibilidades. La acción arealizar la señala el joven sacudidopor la violencia. La alegría de DonBosco, que Domingo Savio la iden-tificó en santidad, convierte, conespontánea naturalidad humana, lamedida de la tarea y del esfuerzoen la respuesta precisa a la necesi-dad del joven.

El Sistema Preventivo es sobretodo para ellos

«Pero para poder prevenir,hace falta conocer, y conocermuy bien, de qué prevenir alos jóvenes a quienes tanto sequiere.»

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F ue el filósofo inglés TomásHobbes (1588-1679) quienhizo célebre la frase homo

homini lupus: “el hombre es unlobo para el hombre”. Era el pun-to de partida de su pensamientopolítico-social: el ser humano esegoísta por naturaleza y, dejado asu arbitrio, no busca más que supropio interés y provecho, no im-portándole pasar por encima de lapropiedad ajena e incluso de la vidade sus semejantes. De ahí que seanecesario un poder político coer-citivo, el Estado con poderes ab-solutos, para frenar la ambicióndesmedida del hombre, que lo lle-varía a una lucha encarnizada detodos contra todos y, en conse-cuencia, a su autodestrucción.

El creador del psicoanálisis, el fa-moso médico vienés SigmundFreud (1856-1939), identificó dosimpulsos básicos de la conducta enel ser humano: eros o principio delplacer y thánatos o principio de laagresividad. Con este último ape-lativo quiere representar Freudsimbólicamente toda ese energíainterna que proyecta al hombre a

hacia la construcción y no hacia ladestrucción. La vida humana encie-rra un compromiso ético ineludi-ble.

A este propósito, el filósofo judíocontemporáneo Martín Buber haceuna interesante distinción. El hom-bre convive con otros seres huma-nos y vive entre las cosas. Se da asípara él una doble relación: la rela-ción yo-tú, caracterizada por elencuentro entre personas y que dalugar al diálogo, en donde hay untrato de respeto, igualdad, apreciode la dignidad de cada uno; y la re-lación yo-eso, que es la relación delhombre con las cosas, caracteriza-da por el dominio, donde las cosasse reducen a instrumentos para elservicio del hombre. Lamentable-mente muchas veces el ser huma-no altera este orden natural y tien-de a convertir a sus semejantes encosas, reduciéndolos a instrumen-tos a su servicio. Es entonces cuan-do priva la explotación, la discrimi-

nación y se caeasí en las diver-sas formas deviolencia y deviolación a losderechos funda-

mentales de lapersona.

Cabría citar aquí lamemorable frase

del filósofo Emmanuel Kant(+1804), que bien merece consi-derarse una regla de oro para laconvivencia humana: actúa de talmanera que en tu acción conside-res a la persona, tuya o del otro,siempre como fin y nunca comomedio. Palabras llenas de sabidu-ría, que bien sintonizan con el man-damiento cristiano del amor. Y esque sin una sólida formación ética,el hombre-lobo seguirá abusandode sus semejantes y las relacionessociales e internacionales continua-rán cobijándose en la popular sen-tencia de que el pez grande secome al chico.

una incesante actividad creativa ylo hace capaz de realizaciones ar-tísticas, técnicas,científicas, socia-les, etc., así comotambién, paradó-jicamente, capazde las más gran-des atrocidadesdestructivas. Y esque lo constructi-vo y lo destructi-vo se suceden enla conducta detodo ser humano, para beneficio operjuicio suyo y de sus semejantes.

En realidad, el hombre es un sercontradictorio: en su corazón seencierran los más bellos ideales yde su interior brotan las más no-bles acciones, pero a veces asomatambién ese “lobo” que muestrasus colmillos sedientos de sangre yes capaz de sembrar el terror entorno suyo: ahí están las inconta-bles guerras y las múltiples formasde violencia para atestiguarlo. Deahí que la vida humana se convier-ta en una misión, en una tarea parasaber gestionar las propias energías

¿Es el hombre un lobopara el hombre?

«el hombre es un ser contradictorio:en su corazón se encierran los másbellos ideales y de su interior brotanlas más nobles acciones, pero a ve-ces asoma también ese “lobo” quemuestra sus colmillos sedientos desangre y es capaz de sembrar elterror en torno suyo»

Rolando Echeverría

No estamos condenadosa oprimir a los más débiles

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La paz es lo que está bien por opo-sición a lo que está mal. En estesentido, «no hay paz para los mal-vados». Por el contrario, «los hu-mildes poseerán la tierra y gusta-rán las delicias de una paz insonda-ble». La paz es la suma de los bie-nes otorgados a la justicia: teneruna tierra fecunda, comer hasta sa-ciarse, vivir en seguridad, dormirsin temores, triunfar de los enemi-gos, multiplicarse; y todo esto endefinitiva porque Dios está con no-sotros. La paz, lejos de ser una au-sencia de guerra, es plenitud de di-cha.

LA PAZ, FELICIDAD PERFECTALa palabra hebrea «shalom» derivade una raíz que designa el hechode hallarse intacto, completo; o elacto de restablecer lascosas en su estado ori-ginal, en su integridad.Por tanto, la paz bíblicano es sólo el «pacto»que permite una vidatranquila, ni el «tiempode paz» por oposiciónal «tiempo de guerra».Designa el bienestar dela existencia cotidiana,el estado del ser huma-no que vive en armoníacon la naturaleza, con-sigo mismo, con Dios.Concretamente, esbendición, reposo, glo-ria, riqueza, salvación,vida.

«Tener buena salud» y«estar en paz» son dosexpresiones paralelas. Para pregun-tar cómo está uno, si se halla bien,se dice: «¿Está en paz?». En senti-do más extenso la paz es la seguri-dad, no temer. Finalmente, la pazes concordia en una vida fraterna:mi pariente, mi amigo, es «el hom-bre de mi paz» La paz es confianzamutua, con frecuencia sancionadapor una alianza o por un tratadode buena vecindad.

Todos estos bienes, materiales yespirituales, están comprendidosen el saludo, en el deseo de paz,con el que en el Antiguo y en elNuevo Testamento se saluda, sedice «buenos días» o «adiós».

LA PAZ, DON DE DIOSEn los comienzos de la historia bí-blica se ve a Gedeón construir unaltar a «Yahveh shalóm». Dios, quedomina en el cielo, puede, en efec-to, crear la paz. De él se espera estebien: «Yahveh es grande, y quiere lapaz de su servidor».

Este don divino lo obtiene el hom-bre por la oración confiada; perotambién por una «actividad de jus-ticia», pues Dios quiere que el serhumano coopere a su estableci-miento en la tierra (aunque su co-

El hombre ansía la paz desde lomás profundo de su ser. Pero a

veces ignora la naturaleza del bienque tan ansiosamente anhela, y loscaminos que sigue para alcanzarlo

no son siempre los caminos de Dios. Por eso debe aprender de la histo-ria sagrada en qué consiste la búsqueda de la verdadera paz y oír pro-clamar por Dios, en Jesucristo, el don de esta verdadera paz.

Sentido bíblico de la paz

Mario Fiandri

¿Estarán estos niños condenados a una vida menguada? Fotografía cortesía de EDH

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operación se muestra ambigua acausa del pecado siempre presen-te).

La verdadera paz se despoja de suslimitaciones terrenales y de sus fal-sificaciones pecadoras, convirtién-dose en un elemento esencial dela predicación escatológica. Losoráculos amenazadoresde los profetas terminanordinariamente con unanuncio de restauracióncopiosa. Isaías sueña conel «príncipe de la paz»,que dará una «paz sin fin»,abrirá un nuevo paraíso,pues «Él mismo será lapaz». Este evangelio de la paz, conla liberación, es realizado por elsiervo doliente, que con su sacrifi-cio anuncia cuál será el precio dela paz. Así pues, «¡paz al que estálejos y al que está cerca!». «Voy aderramar la paz como un río».

LA PAZ DE CRISTOEl evangelista Lucas quiere trazarel retrato del rey de la paz. A sunacimiento anunciaron los ángelesla paz a los hombres, a los que Diosama. Como buen judío, dice Jesús:

«¡Vete en paz!»; y con esta palabradevuelve la salud a la hemorroísa,perdona los pecados a la pecadoraarrepentida, marcando así su vic-toria sobre el poder de la enfer-medad y del pecado. Como Él, losdiscípulos ofrecen a las ciudades,junto con su saludo de paz, la sal-vación en Jesús. Así pues, los discí-

pulos irradiarán la pazhasta los confines delmundo, pues Dios anun-ció la paz por Jesucristomostrándose «el Señorde todos».

Pablo manifiesta el nexoque la paz tiene con la

redención. Cristo, que es «nuestrapaz», hizo la paz, reconcilió a losdos pueblos uniéndolos en un solocuerpo, «reconcilió a todos los se-res consigo, tanto a los de la tierracomo a los del cielo, haciendo lapaz por la sangre de su cruz». Asípues, como «estamos reunidos enun mismo cuerpo», «la paz de Cris-to reina en nuestros corazones»,gracias al Espíritu que crea en no-sotros un vínculo sólido. Todo cre-yente, justificado, está en paz porJesucristo con Dios, el Dios deamor y de paz, que lo santifica «a

fondo». La paz, como la caridad yel gozo, es fruto del Espíritu, es lavida eterna anticipada acá abajo,rebasa toda inteligencia, subsisteaún en la tribulación, se irradia enlas relaciones con los hombres,hasta el día en que el Dios de pazque resucitó a Jesús, habiendo des-truido a satán, restablezca todas lascosas en su integridad original.

Para Juan la paz es fruto del sacrifi-cio de Jesús. No tiene nada que vercon la paz (política) de este mun-do. Jesús es la fuente y la realidadde la paz. Cuando la tristeza inva-de a los discípulos que van a serseparados de su Maestro, Jesús lostranquiliza: «La paz les dejo, mi pazles doy». Esta paz no está ya ligadaa su presencia terrenal, sino a suvictoria sobre el mundo y el mal.Por eso Jesús, victorioso sobre lamuerte, da con su paz el EspírituSanto y el poder sobre el pecado.

VISIÓN CRISTIANA DE LA PAZEl cristiano, firme en la esperanzaque le lleva a contemplar la Jerusa-lén celestial, tiende a realizar labienaventuranza: «Bienaventura-dos los que trabajan por la paz [=los que construyen la paz]», puesesto es vivir como Dios, ser hijosde Dios en el Hijo único, Jesús. Elcristiano tiende con todas sus fuer-zas a establecer ya acá en la tierrala concordia y la tranquilidad. Tresprincipios guían su infatigable pro-secución: sólo el reconocimientouniversal del señorío de Cristo portodo el universo en el último ad-venimiento establecerá la paz de-finitiva y universal; sólo la Iglesia,que rebasa las distinciones de raza,de clase y de sexo, es en la tierra ellugar, el signo y la fuente de la pazentre los pueblos, puesto que ellaes el cuerpo de Cristo y la dispen-sadora del Espíritu; sólo la justiciadelante de Dios y entre los hom-bres es el fundamento de la paz,puesto que ella es la que suprimeel pecado, origen de toda división.

La plenitud de vida debe ser opción al alcance de todos

Cristo, que es«nuestra paz»,hizo la paz, recon-cilió a los dos pue-blos uniéndolosen un solo cuerpo.

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1. El muchacho debe sentirse ama-do por sus papás y educadores.Don Bosco amaba a sus jóvenes,se lo decía, se lo demostraba; yellos se daban cuenta. En el sueñoque él tuvo en Roma en 1884, elguía le dijo: “No basta amar a losmuchachos, es necesario que ellosse den cuenta de que se les ama. Siel educador comparte con los mu-chachos y participa en sus inclina-ciones infantiles, ellos se abren a laconfianza y aprenden a ver el amordel educador también cuando ésteles exige la disciplina, el estudio yel dominio de sí. Aprenderán aobrar con generosidad y amor;porque el que se siente amado,ama”.

2. El muchacho necesita sentirseaceptado y respetado también porlos compañeros.Don Bosco sabía crear en torno aljoven un ambiente de amistad, unclima festivo de acogida y fraterni-dad. A cada joven que entraba nue-vo al Oratorio, Don Bosco le asig-

naba un “ángel de la guarda”, esdecir, un buen compañero que lorecibiera, lo ambientara, lo acon-sejara, se le mostrara amigo. Unejemplo es el episodio de Domin-go Savio cuando encuentra por pri-mera vez al compañero Camilo,que acababa de llegar de su pue-blo: entabla con él un diálogo deli-cioso.

3. Nunca hay que dejar solos a losmuchachos.Fácilmente caen en gestos deegoísmo, prepotencia, envidia ypleitos. Pero si el educador estácon ellos, su presencia previeneesas manifestaciones. Es lo queDon Bosco llamaba “asistencia”, yla inculcaba constantemente a sussalesianos: “Deseo que procurenestar siempre en medio de los jó-venes en tiempo de recreo paraconversar, divertirse con ellos ydarles buenos consejos”. “En lugarde castigos tenemos la asistencia ylos juegos. Las transgresiones de-rivan en gran parte de falta de vi-gilancia”. Con la presencia continuay amistosa de papás o maestros, losmuchachos aprenden a controlarsu lenguaje y sus impulsos.

Un camino para educar en la Paz:el Sistema Preventivo

Sergio Checchi

Cuando un muchacho se muestra violento, agresivo, “malo”con los compañeros, es por-

que él primero ha sufrido algunaforma de injusticia. Quizás su naci-miento resultó indeseado, quizás lamamá prefería al hermano mayor,o tal vez el padre regresaba a casaborracho, gritaba y pegaba; puedeser, incluso, que éste los haya aban-donado para irse con otra. Quizáscuando el muchacho entró a la es-cuela, algún compañero se burló deél; o cuando quiso pertenecer a ungrupo, los amigos lo rechazaron.Tal vez fue tratado siempre con in-sultos, negativas, mal carácter.Ahora él, sin darse cuenta, se estádesquitando. A la sociedad, que nole abrió las puertas ni le dio opor-tunidades, él responde con agre-sión y delincuencia. Es su manerade afirmarse ante sí mismo y antelos demás.

Don Bosco con su sistema educa-tivo nos ha enseñado a “prevenir”estas situaciones. Repasando suvida y sus escritos, podríamos ex-tractar una especie de decálogo,que nos ayudaría a lograr mucha-chos de paz, serenos, respetuosos,dueños de sus sentimientos, pala-bras y gestos; muchachos bien in-tegrados en la familia, en la escue-la, en el grupo.

La violencia no es nuncagratuita, es siempre larespuesta a alguna otraforma de violencia.

Este niño sentado entre basura necesita másque una reparación.

Violencia y Paz

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4. El educador usará con los hijoso alumnos la razón y el diálogo.Precisamente porque ellos sonpasionales e impulsivos, hay que ira su encuentro con la serenidad yla razón: saber escucharlos, expli-carles los motivos de una orden ode una prohibición, ser razonablescuando haya que dar un castigo.“Déjate guiar por la razón y no porla pasión”, escribía Don Bosco,“nunca muestres cólera o deseo devengarte; nunca digas: me la paga-rás”.

5. No cansarse de inculcar en losjóvenes valores positivos. Ante elaluvión de mensajes negativos quereciben y que los incitan al mal, alegoísmo y al irrespeto, papás ymaestros deben ofrecer a los mu-chachos ideas inspiradoras, idealesnobles, modelos de conducta,ejemplos buenos. Don Bosco eragenial en eso: con su predicaciónatrayente, sus “buenas noches”, sus“palabras al oído”, sus muchos li-bros para jóvenes y hasta con losletreros en las paredes, invitaba asus chicos a la santidad juvenil.

6. El clima de alegría, el ambientefestivo. Un niño encerrado y repri-mido se vuelve violento. En la casade Don Bosco, junto al serio cum-plimiento del deber, había tiempode juego y recreación, de canto ybanda musical, de teatro y de ex-cursiones. Las actividades deporti-vas y artísticas permiten a los mu-chachos desahogar sanamente susenergías, sublimar sus impulsos yserenar sus ánimos. Le dijo Domin-go Savio a su amigo Camilo: “Aquínosotros hacemos consistir la san-tidad en estar muy alegres. Procu-ramos huir del pecado, como deun gran enemigo que nos roba lagracia de Dios y la paz del cora-zón”.

7. ¿Y qué decir de la “religión?Era uno de los tres pilares del sis-tema preventivo de Don Bosco.Escribe su biógrafo: “El bien, la ale-gría, el orden de la casa, el éxitode los estudios... nacían de la pie-

dad iluminada, íntima, fervorosaque ahí reinaba”. En la casa de DonBosco los muchachos participabantodos los días en la Eucaristía, seconfesaban con frecuencia, amabana la Sma. Virgen, celebraban confervor las fiestas religiosas, evita-ban el pecado, aspiraban a la santi-dad, soñaban con el cielo. ¿Cómoextrañarse del clima de paz y res-peto que se vivía? Dentro de la ac-tual cultura materialista, que creaambiciones y violencia, es necesa-rio vivir con los hijos y alumnos losvalores religiosos.

porque irritan mucho a los alum-nos y rebajan al educador”. En unacarta a los salesianos de Argentinadecía: “caridad, paciencia, dulzura”;nunca palabras humillantes, nuncacastigos penales, nunca reprochesseveros en presencia de otros”.

10. Cuidar los espectáculos. Hoyel cine, la televisión, los videoga-mes presentan mucha violencia; losniños imitan y aprenden. He vistoa muchos chicos imitar en la callelos gestos amenazadores del kara-teca. Escribe Don Bosco: “La gim-

La casa salesiana debe ser el espacio donde florece la vida

8. Tener a los muchachos siemprebien ocupados. “ La ociosidad, re-petía Don Bosco, es madre de losvicios”. En el Oratorio sus chicosestudiaban y trabajaban duro: “Eltrabajo es la gran defensa de lamoralidad. No estén nunca ocio-sos: si no trabajan ustedes, trabajael demonio”.

9. Nunca humillaciones públicas,nunca castigos crueles. Escribía: “Aser posible, no se castigue nunca.No se corrija en público al mucha-cho, sino en privado, lejos de suscompañeros y usando la mayorpaciencia para hacerle comprenderla falta: El pegar, poner de rodillasen posición dolorosa, tirar de lasorejas y otros castigos semejantesse deben absolutamente evitar,

nasia, la música, el teatro, los pa-seos son medios eficacísimos paraconseguir la disciplina y favorecerla moralidad y la salud. Procúreseúnicamente que la materia de losentretenimientos, los personajesque intervienen y las conversacio-nes que sostengan no sean vitupe-rables”. ¿Es mucho pedir que hoylos papás sepan seleccionar los ca-nales de T.V. y educar a sus hijos aver las películas?

Los tiempos han cambiado. Peroestoy convencido de que si usamoscon los niños y jóvenes la sabiduríapedagógica de Don Bosco, aun contodas las adaptaciones necesarias,cosecharemos un clima social mássereno, pacífico y respetuoso.

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Algunas condicionespara la paz en CentroAmérica

Algunas condicionespara la paz en CentroAmérica

¿Vivimos en paz en CentroAmérica? Sí y no. Consideran-do que los conflictos armadosse silenciaron definitivamente

responderíamos que sí!

En una perspectiva mucho másamplia y a la luz de la Palabrade Dios nos falta todavía mu-

cho. Pero no cabe duda de que nosencaminamos hacia la paz. ElMahatma Gandhi solía decir que nohay caminos para la paz, sino quela paz es el camino.

La paz interesa a todos, porque elúnico y principal acuerdo paraconstruir una nueva sociedad estomar la decisión de que la paz sólocrece donde se siembra paz. Porconsiguiente y frente a este nuevomilenio que estamos estrenandopodríamos enumerar algunos re-quisitos para un camino de paz:

· La paz no puede fundarse sobreuna falsa retórica ni sobre una pa-labrería fácil. Quien dirige la pazdebe decir siempre la verdad. Nohay paz que crezca sobre el terre-no de la mentira.

· La paz sólo crece donde hay jus-ticia social. La paz nos otorga elderecho al pan nuestro de cada día.

· La paz requiere un compromisopermanente contra la corrupción.Quien tolera la corrupción estácreando condiciones favorables ala cultura de la muerte.

· La paz requiere un amor profun-do por la libertad. Sólo quien aspi-ra a ser libre es capaz de entenderque la libertad nunca surge de laguerra ni de la muerte sino de ha-ber sido constructores leales de laconvivencia.

· La paz sólo es posible en el desa-rrollo. Ya lo decía Pablo VI en 1967:“El desarrollo es el nuevo nombrede la paz”

Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga

· La paz requiere la participacióncomunitaria. Requiere que todosnos pongamos a trabajar aquí yahora. Requiere que haya un com-promiso de todos por conseguirla.Lo más grave no son lo hechos deviolencia o criminalidad incontro-lable de quienes actúan en una cul-tura de la muerte en las parcelascentroamericanas. Lo más grave esla omisión de los que debiera tra-bajar por la paz. Lo más grave sonesa mayoría silenciosa y pasiva delos no se atreven a poner un com-promiso claro sobre la balanza dela paz para inclinar a favor de lamisma el respaldo de toda la po-blación.

· Por último; la paz necesita cons-tancia. Cada día debería comenzarcon un agradecimiento a Dios porel don de la vida y con una peticióna Él para que haga de nosotros ins-trumentos de la paz.

«El derecho a la paz como el derecho que hace posible elcumplimiento de todos los demás.» Es responsabilidad detodos construir un mundo mejor

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Mucho me llama la atención el pen-samiento coherente de Juan PabloII cuando habla del derecho a la pazcomo el derecho que hace posibleel cumplimiento de todos los de-más. La paz es un deber que recla-ma acciones en su favor de partede los gobernantes y de los gober-nados. Del industrial, de los religio-sos, en fin, de todos porque nues-tros esfuerzos deben desembocaren la paz.

Tenemos que educarnos en la re-conciliación. Quedan todavía enCentroamérica muchas heridas nosanadas, mucha ira, odio y rencor.Debemos educarnos para la paz.Educar para la paz significa abrirpuestos de trabajo. Significa en al-gunas oportunidades ganar menosde lo que se piensa, pero ganadoen paz. Significa trabajar con ma-yor calidad lo que se produce yproducirlo en paz. Es preciso queentendamos que la paz es posible,que no hay guerras inevitables, quela paz es dinámica y creadora denuevas estructuras de convivenciaciudadana, que la paz debe ser he-

cha tanto en el corazón de cadauno, como en la mano que sale decada uno para estrechar la del pró-jimo.

Construir la paz no es solamentehablar de ella. Más bien podríamoscompararla con un tejido dondecada puntada cuenta. Es necesariotrabajar por la paz.

- Trabaja por la paz la familia don-de se excluye la violencia contra loshijos y de la pareja entre sí.

- Trabaja por la paz la escuela querenuncia al castigo físico y psicoló-gico para reconvenir desde los va-lores a quienes hayan transgredi-do los códigos de la convivencia es-colar.

- Trabaja por la paz el empresarioque paga el salario justo.

- Trabaja por la paz quien laborahonradamente.

- Trabaja por la paz quien aplica elsistema preventivo para no tener

que cortar mañana el árbol que hoyha comenzado a torcerse.

- Trabaja por la paz quien evita lacorrupción por acción y quien parano caer en la omisión de combatir-la, la denuncia.

- Trabaja por la paz quien dice siem-pre la verdad sin pretender utili-dades indebidas.

- Trabaja por la paz quien vive enpaz consigo mismo.

- Y finalmente. Trabaja por la pazen Centroamérica aquel que pro-cura a toda costa la integración desu misma persona, de los países yde Centro América.

Todos hablan de un coeficiente in-telectual para crear el desarrollo ynos hemos dedicado a cultivar di-cho coeficiente intelectual.

Bueno es que en este siglo XXI nospropongamos la educación de uncoeficiente espiritual capaz de ge-nerar la paz.

Atribuyenmil muertes aescuadronesde la muerte

Tomado de La Prensa GráficaEl Salvador / 25 de enero del 2001

Escuadrones de la muerte de lapolicía hondureña asesinaron amás de mil supuestos integrantesde pandillas juveniles (llamadastambién “maras”) desde el añopasado a la fecha, denunciaronayer organismos de derechos hu-manos.

“Los escuadrones de la muertehan estado practicando en la clan-destinidad, con apoyo de la Poli-

cía Preventiva, la ejecución de jó-venes involucrados en “maras”, alos que eliminan por docenas”, ase-guró el presidente del Comité parala Defensa de los Derechos Huma-nos en Honduras (CODEH), An-drés Pavón.

30 asesinatos en el año“Sólo en el 2000 asesinaron a másde 1,000 (pandilleros) y en el 2001ya suman unos 30. Hay al menostres testigos que sobrevivieron y alos que CODEH, con apoyo exter-no, dará protección”, agregó el di-rigente humanitario.

Itsmania Pineda, presidenta deXibalbá, una organización no gu-bernamental encargada de resca-tar jóvenes de las pandillas, dio unalista de 11 jóvenes que esta orga-nización estaba atendiendo y que,asegura, fueron ejecutados.

“No es posible que en un paíscon tanta necesidad(...) se esténejecutando descaradamente anuestros jóvenes, si ellos han co-metido un delito deben ser pues-tos a la orden de los tribunales”,agrego Pineda.

La dirigente señaló, asimismo,que “en Honduras el problemade las maras es producto de uncúmulo de resentimientos socia-les por que en nuestro país nohay apoyo para la juventud.

Más de 100 mil jóvenes hondu-reños pertenecen a pandillas,ocho de cada 10 pandilleros tie-nen educación media y nueve decada 10 consumen drogas, “antela impotencia de cambiar el mun-do que los rodea”, agregó Pine-da.

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preparación.Así mismo, frente a situaciones deopresión en las que los derechoshumanos son violados sistemática-mente, suele creerse que solamen-te la violencia puede conseguir laliberación de los oprimidos.

Sin embargo, frente a una carrerade armamentos que puede llevar ala humanidad a su propia destruc-ción, es razonable preguntarse si lasarmas todavía pueden garantizarnuestra seguridad.

Se trata de encontrar una alterna-tiva a los medios militares median-te la búsqueda y puesta en prácticade una defensa popular no-violen-ta.No hablamos de pacifismo que selimita simplemente a condenar laguerra. La no-violencia, por el con-trario, ofrece la posibilidad de or-ganizar una verdadera resistenciapopular contra una eventual agre-sión.

La estrategia esencial de la acciónno-violenta es el principio de nocooperación, de no colaboracióncon la injusticia.

Se funda en el siguiente análisis: Lafuerza de las injusticias sociales pro-vienen de la complicidad con quela mayoría silenciosa de los ciuda-danos colabora con esas injusticias.La estrategia de la no-violencia in-tenta romper esta colaboración dela mayoría silenciosa por medio dela organización de acciones de nocolaboración con las institucionesy regímenes que mantienen la in-justicia.

Gandhi afirmaba: “Si unos miles deingleses pueden imponer su domi-nio a tantos millones de indios, sólopueden hacerlo con la colaboraciónvoluntaria o resignada de los indios.Los responsables de nuestra de-pendencia no son tanto los fusilesbritánicos, cuanto nuestra coope-ración voluntaria”.

Creemos que la violencia, enten-dida como proceso que genera ladestrucción y muerte del adversa-rio, es ilegítima e inmoral en sí mis-ma y en todos los casos. Ademáses ineficaz y contraproducenteporque, lejos de conseguir el obje-tivo propuesto, agrava más el pro-blema en forma de espiral ascen-dente.

Acción CívicaNo Violenta

Entendemos por acciónno-violenta la búsque-da de métodos y técni-cas de defensa compa-

tibles con el amory con el respeto a la

verdad. Se trata de darmedios de fuerza alamor y a la verdadpara que la justicia

pueda prevalecer.

E s un hecho quehasta el momento, las colectivida-

des no han sabido ima-ginar otro medio paraasegurar su defensamás que el de la vio-lencia: la guerra o su

El recurso a las armases una triste solución

Luis Corral

Tenemos una fe inquebrantable enla fuerza y eficacia del amor y de laverdad para instaurar la justicia.Tenemos un respeto sagrado porla soberana dignidad de toda per-sona humana, aún la del enemigo.Y creemos que para los cristianos,la no-violencia constituye un man-damiento evangélico.

Muchos cuando oyen hablar sobreno-violencia imaginan una actitudde pasividad. Nada más falso. Lasposibilidades de reaccionar frentea los conflictos son tres: la violen-cia, la no-violencia y pasividad re-signada o el miedo. La peor es estaúltima.

Pero la ley del “ojo por ojo” termi-nará dejando ciego a todo el mun-do. Con una pistola podemos ma-tar al enemigo, pero no el mal quehay en él. El mal no se mata conpistolas. Y, al enemigo muerto, al-guien buscará vengarlo para seguirla orgía de sangre.

La historia de las victorias obteni-das con la no-violencia así como losmétodos concretos de actuaciónestán publicadas, pero son escasa-mente conocidas.

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“El indio es haragán, conformista yposee pereza habitual, lo que haceimprescindible continuar con laesclavitud o servicio personal, comoúnica forma de obligarlo a traba-jar”.

Guatemala es el único país de Amé-rica Latina que utiliza la palabra “la-dino” en vez de mestizo para iden-tificar al grupo social que no es In-dio (indígena). De esta diferencia-ción ha surgido una ideología utili-zada para el sometimiento y la ex-plotación de la supuesta raza indí-gena inferior. Abundan los estereo-tipos justificantes de esta discrimi-nación racial

Este proceso de exclusión social haorillado a la población indígena auna situación de subsistencia. Supresencia en el mercado laboralapenas provee los ingresos nece-sarios para comer, quedando des-cubiertas las necesidades básicasde educación, salud y vestido.Su participación en el desa-rrollo socioeconómico delpaís es prácticamente nula.

Esta práctica de someti-miento racial ha ido crean-do su propia justificación conlo que se puede llamar co-lonialismo mental,que da origen aesquemas depureza deraza, some-

timiento, explotación,lucha de clases y ma-nipulación de prácti-cas sociales.

Algunos intelectua-les hablan de Gua-

temalas paralelas.Por un lado, la po-blación que vive en

extrema pobreza,y por otro la po-blación que hapropiciado su

crecimiento económico y el desa-rrollo tecnológico de sus procesosde producción.

Es un hecho innegable que existeny se aplican prácticas racistas porparte de algunos grupos. El infor-me de la Comisión del Esclareci-miento Histórico concluye: La vio-lencia y la violación a los derechoshumanos en los años de represiónfue dirigida desde el estado haciael grupo maya.

Los salesianos llevan sesenta añosde inserción en el mundo indígenaqeqchí, particularmente en los mu-nicipios de Carchá y Chisec, al nor-te de Guatemala. Desde los co-mienzos, se han identificado coneste grupo humano altamente ex-plotado y empobrecido.

Racismo, indígenasy salesianos

Jorge Leobaldo Coy CaalLos indios de Guatemala están luchando

porque se les reconozca su dignidad.

Para ella debe haber una oportunidad respetuosa

La violencia y la violacióna los derechos humanosen los años de represiónfue dirigida desde el estadohacia el grupo maya.

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Violencia y PazViolencia y PazSu preocupación continua y cre-ciente se ha orientado hacia elacompañamiento de las comunida-des indígenas para la superación deun estado de postración humillan-te.

El cultivo de la espiritualidad cris-tiana, el apoyo a diversos progra-mas de desarrollo social y, sobretodo, un esfuerzo gigantesco deacción educativa son líneas de fuer-za para estimular el crecimientohumano de la población indígenaqeqchí.

Actualmente promueven progra-mas de educación formal, informal,proyectos de producción agrope-cuaria, salud y microempresa quevan dirigidos a este grupo predo-minante en la zona.

Este trabajo es producto de la lu-cha constante de cada uno en unproceso que busca proveer a lapoblación de los insumos, capaci-dades y poder de decisión paraenfrentar los nuevos retos deltiempo actual y futuro. La partici-pación de la familia es factor claveen este delicado proceso de creci-miento humano.

Se busca fortalecer la organizacióncomunitaria, el poder local enten-dido como la capacidad que poseenlas comunidades para buscar supropio desarrollo y proponer me-dios disponibles para lograrlo.Además se propicia el proceso dereivindicación de la población alpromover la dignidad entre herma-nos.

Actualmente los proyectos se ge-neran con una visión de desarrollosostenible entendido como desa-rrollo humano, crecimiento de lacalidad de vida (crecimiento eco-nómico) y el aprovechamiento ra-cional de los recursos naturales, sinponer en riesgo la disponibilidad deéstos para las generaciones futuras.

La interculturalidad es el ejetransversal de todo el proyectosalesiano a favor de los indígenas.Se entiende por interculturalidadel respeto y la consideración dediferencias entre personas y gru-pos, el compartir los puntos deconvergencia, los vínculos queunen, los valores comunes, lasnormas de convivencia y sobretodo la identidad nacional paraalcanzar los mismos objetivos.

Soñamos en un pueblo campesino,indígena en su mayoría, que con-viva sin esclavitudes sociales, conplena libertad y conocimiento dela realidad de sí mismos, de suentorno y del país. Que esté pre-parado y organizado para partici-par en la realidad socioeconómicanacional, capaz de aprovechar susrecursos con competitividad einteligencia.

La no violenciaen siete puntos

1. Hacer de mi vida un servicio:Es fundamental salir de la compe-tencia generalizada de la sociedadde hoy. Contribuir a crear una so-ciedad basada en la compasión –esdecir en la participación de sufri-mientos- y sobre la prioridad queha de darse a los más débiles.

2. Aprender a obedecer a la “pe-queña voz interior”.., a veces cu-bierta por los ruidos del mundo.De esta forma se puede estar “en”el mundo sin ser “del” mundo.

3. Soy corresponsable de aquelloque hago, y de aquello que dejo dehacer.

4. Un “trabajo” de purificación enuno mismo y en las relaciones: esalgo necesario a través del ayuno,la oración, la meditación, los mo-mentos de soledad a través de uncamino comunitario y social. Este“trabajo” contribuye al mejor con-trol sobre uno mismo.

5. Vivir la pobreza como una sim-plificación de necesidades. ¡Feliceslos que aceptan vivir en la necesi-dad!

6. Toda acción no violenta debeestar basada en la verdad, sobretodo en la verdad sobre sí mismo,que permita cuestionarse siempre.

7. La no violencia positiva (respetoa la vida, agricultura biológica, edu-cación a la no violencia, ecología,medicinas alternativas...) y activa(lucha por la justicia, distinguiendoel mal en sí mismo de la personaque hace el mal, ayudándola a su-perarlo).

Los salesianos llevan sesentaaños de inserción en el mun-do indígena qeqchí, particu-larmente en los municipios deCarchá y Chisec, al norte deGuatemala.

Desde los comienzos, se hanidentificado con este grupohumano altamente explotadoy empobrecido.