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Fénix Gutiérrez Las bienaventuranzas han sido de gran inspiración y consuelo a quienes se han sentido identificados con las descripciones hechas por Jesucristo. Y si bien es cierto que en Mateo 5:1-12; se presenta una redacción más espiritual, por así decirlo, en cuanto a desarrollar la idea de una conducta y forma de vida interior conforme al corazón de Dios: Misericordioso, piadoso, sufrido (1 Corintios 13). Mas, en Lucas 6:20-26; el autor da una connotación más literal Al hermoso discurso de Jesús. Ya no es tan dedicado a lo espiritual, sino a la pobreza y sufrimientos en este mundo, inclusive por ser seguidor de él. Y resumiendo en 4 las bienaventuranzas: 1. Pobres: Donde Jesucristo, quiso quitar el gran peso que había sobre ellos, puesto que se creía que la pobreza se debía solamente al pecado de la persona o de sus antepasados (Deuteronomio 28:15- 68). Mientras que ahora Jesús los reivindica y dice que de ellos es el Reino de Dios. (Lucas 6:20) 2. Hambrientos: Los que tienen hambre, serán saciados, no sintiendo jamás la necesidad de satisfacer una necesidad tan básica. Una promesa de que junto a Él, no les hará falta nada (salmo 23), puesto que Él ahora es su proveedor. (Lucas 6:21) 3. Que lloran: Dichosos, serán los sufrientes, que tienen un corazón desgarrado por inmensas heridas del alma (Isaías 61:1-3). Pues, Jesús, secará sus lágrimas, y huirán el llanto y el gemido. (Lucas 21, Apo 21:4) 4. Rechazados por causa de Cristo: Felices, los perseguidos por la Verdad, los maltratados y aborrecidos, porque así trataron a los profetas de Dios, y al mismo Cristo. (Lucas 6:22-23). El valor moral que tienen estas hermosas promesas, para aquellos que sufren profundamente, es que dan a la sociedad una norma de conducta, que nos enseña a ser empáticos con aquellos que están en desgracia, para no condenarlos y ayudarles en todo lo que esté a nuestro alcance realizar. Puesto que Dios no pide grandes sacrificios, sino un corazón misericordioso que jamás se olvide de las viudas necesitadas, los huérfanos, y afligidos, imitándole a Él. (Santiago 1:27, Miqueas 6:8) “El juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jehová.” (Jeremías 22:16)

Bienaventuranzas Tarea 4 Evangelios 1

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Reflexión de las bendiciones de Cristo.

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  • Fnix Gutirrez Las bienaventuranzas han sido de gran inspiracin y consuelo a quienes se han sentido identificados con las descripciones hechas por Jesucristo. Y si bien es cierto que en Mateo 5:1-12; se presenta una redaccin ms espiritual, por as decirlo, en cuanto a desarrollar la idea de una conducta y forma de vida interior conforme al corazn de Dios: Misericordioso, piadoso, sufrido (1 Corintios 13). Mas, en Lucas 6:20-26; el autor da una connotacin ms literal Al hermoso discurso de Jess. Ya no es tan dedicado a lo espiritual, sino a la pobreza y sufrimientos en este mundo, inclusive por ser seguidor de l. Y resumiendo en 4 las bienaventuranzas:

    1. Pobres: Donde Jesucristo, quiso quitar el gran peso que haba sobre ellos, puesto que se crea que la pobreza se deba solamente al pecado de la persona o de sus antepasados (Deuteronomio 28:15-68). Mientras que ahora Jess los reivindica y dice que de ellos es el Reino de Dios. (Lucas 6:20)

    2. Hambrientos: Los que tienen hambre, sern saciados, no sintiendo jams la necesidad de satisfacer una necesidad tan bsica. Una promesa de que junto a l, no les har falta nada (salmo 23), puesto que l ahora es su proveedor. (Lucas 6:21)

    3. Que lloran: Dichosos, sern los sufrientes, que tienen un corazn

    desgarrado por inmensas heridas del alma (Isaas 61:1-3). Pues, Jess, secar sus lgrimas, y huirn el llanto y el gemido. (Lucas 21, Apo 21:4)

    4. Rechazados por causa de Cristo: Felices, los perseguidos por la

    Verdad, los maltratados y aborrecidos, porque as trataron a los profetas de Dios, y al mismo Cristo. (Lucas 6:22-23).

    El valor moral que tienen estas hermosas promesas, para aquellos que sufren profundamente, es que dan a la sociedad una norma de conducta, que nos ensea a ser empticos con aquellos que estn en desgracia, para no condenarlos y ayudarles en todo lo que est a nuestro alcance realizar. Puesto que Dios no pide grandes sacrificios, sino un corazn misericordioso que jams se olvide de las viudas necesitadas, los hurfanos, y afligidos, imitndole a l. (Santiago 1:27, Miqueas 6:8) El juzg la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. No es esto conocerme a m? dice Jehov. (Jeremas 22:16)