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E L OYBlAZ—7]MENEZ YMOL L E D A
Catedrático del I ns tituto de L eónCorrespondiente de la R ealAcademia de la His toria .
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comosnnocumemuónm£um
LIBRER ÍA GENERAL D E VICTORIANO SUÁ REZCAL L E . D E P R EC IAD O S
,N'M . 4 8 . MAD R I D
MC M X V I
OBRAS D E EL OYD ÍAZ—JIMENEZYMOL L EDA
L ACASA DE LOS GUZMANES .
JUAN DEL ENCINA EN L EON .
HISTOR IA DE LOS COMUNEROS DE L EON Y DE SU INF LUENCIAEN EL MOVIMIENTO GENER AL DE CASTILLA .
EN P R E PAR AC I O N
EL ARTE DEL SIGLO XVI EN L EON .
COMPENDIO DE HISTOR IA DE LA L ITERATURA .
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León
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E L OY ¡AZ—'1MENEZ YMO L L E D A
Catedrá tic o d elI ns tituto d e L eónCorrespondiente d e la R ealAcademia de la His toria .
IL USTRADA conFOTOGRABADOS v
C0PIOSADOCUMENTACI'NINEDITA
LIBRER ÍA GENERAL DE V ICTORIANO SUÁ REZCAL L E D E P R E C IAD O S
,N'M . 4 8 . MADR ID
M C M X V I
P ROP I EDAD
MADR ID .—Imp . Clás icaEspañola, CardenalCisneros , 10.
—Teléf .º 4430.
U N L I BR O MÁ S
Heme aquí ; sea quienquiera el que me tome en su
mano . D e provinc ias vengo a pedir carta de naturaleza
en esta villa populosa,albergue de tantos ingenios y dis
pensadora de galantes acog idas .
Vengo solo : nadie me presenta; ni siquiera tengo el
amparo de un prólogo de firma conoc ida.
Elque me engendró ha procurado ataviarme con lo
mejor de sus galas ; pero, as í y todo, mucho me temo
que , a través de mis trapillos de cristianar , s e descubra
la flaqueza de su ingenio y lo menguado de su labor .
A pesar de ello, ¡oh lector', si paras mientes en“
lo que
enmi s e dice , y das de mano almodo de decirlo, creo que
encontrarás algo que no conocías,y este algo es una pa
gina de la Historia de las Comunidades de Castilla, que ,
enterrada en los cajones del archivo de la Catedral le
gionense , s e ocultó,o la ocultaron
,a la vista perspicaz
d e los que de tales cosas escribieron .
D iseminadas aquí y allá,en las Actas capitulares
,
las noticias que habían de formar aquélla, y mezc ladas
con multitud de diversos asuntos , mi autor ha puesto
empeño en casarlas unas con otras y en encajarlas den
tro del cuadro general de aquellos malhadados hechos
que inauguraron , en España, el reinado del gran Car
los También procuró , con ahínco, acrecentarme en
lectura,Buscando en elCabildo municipal nuevos datos ;
mas dió conmuy pocos , pues los libros de actas de los
años de las revueltas desaparecieron intencionadamen
te . No podía s er. de otramanera. L as puertas delMuni
cipio , una vez abiertas a los imperiales las de la ciudad,
quedaron francas a las pesquisas delpoder ; no as í las de
la Iglesia, asilo seguro y recinto sagrado, donde has ta la
mano de los reyes s e
S ea como quiera,y a pesar de mi resistencia, el au
tor de mis dias me lanzó alpúblico . Al parecer d e éste
me acojo,porque
,al decir de Cervantes , no hay p adre ni
madre a quien sus hzj os lep arezcan feos , y en los que lo son
del entendimiento corre más es te engaño .
L eói1 durante elreinado de D onFernando
y D oña I sabel
Bien puede dec irse que los tiempos de los Reyes Ca
tólicos fueron de bendic ión , y que , durante su paternal
gobierno, en la vieja ciudad leonesa lo mismo que en
las demás ciudades eSpañolas , volvió a restablecerse el
imperio de la justic ia; aquietárons e los ánimos , pertur
bados por el desacertado gobierno de Enrique IV el Im
potente , y desaparecieron las parcialidades que , más de
una vez, tiñeron sus calles con sangre de hermanos . D e
nuevo guardárons e por todos , as í poderosos como humil
des , los antiguos admirables fueros,y una paz, jamás
soñada,s e adueñó del espíritu de los que moraban en
esta antigua Corte de reyes,en otros siglos teatro de
Concilios famosos,c iudad de familias de tan noble y li
najudo origen como las de los Guzmanes y Quiñones quefiguran en esta vieja historia y escuela de guerreros tan
esforzados como los Villegas , Benaventes y Valderas ,cuya vida
, cuatro siglos ignorada, resucitamos en este
libro a la vista de inéditos documentos de los archivos
de la Catedral y delMunicipio .
D icen las viejas crónicas que el famoso acto de 1468,enque fue juradala infanta Isabel por leg ítima heredera
— 8
del reino español—acto en el cual nuestra c iudad tuvo la
gloria de estar dignamente representada por su obispo
don Antonio de Véneris , nuncio y legado delpapa ce
lebrós e por los leoneses con fiestas y regocijos de extra
ordinario aparato y solemnidad y con desusadas ac la
maciones jubilosas de grandes y chicos, que res onaron
durante algunos días en las de ordinario solitarias pla
zas y calles delpueblo,como si tan espontáneo contenta
miento fuera seguro presagio de la pazque había de traer
a estos reinos,con leyes sapientísimas , aquella soberana
mujer,verdadera encarnación del alma nacional . Y as i
sucedió , en verdad , pues apenas los católicos monarcas
habían puesto sus manos en la obra magna de la rege
neración española, empezaron a notarse en la población
los efec tos de su nunca bien ponderado gobierno . No
tardó en ponerse orden en la administración de la ciu
dad ; quedó garantida en los caminos la seguridad de las
personas ; respetárons e las leyes , y el8 de enero de 1475,pocos días después de s er proc lamada en Segovia, la
reina doña Isabel reprimía las ambic iones desmedidas
del Concejo y de los próceres leoneses,honrando a León
con una expresiva carta, que s e conserva en elarchivo
munic ipal . En ella decia: Por quanto por parte de
vos el Concejo,Alcaldes
,Alguac iles , Reg idores , Caba
lleros,Escuderos
, Ofic iales e omes buenos de la noble
cibdat de León me es fecha relac ion , que a esa cibdat
estan entrados,et tomados por algunos caballeros , et per
sonas,et Concejos de su comarca algunos de sus térmi
nos,et vasallos , et juredicciones ,
.
suplicándome a mi
merced ploguies e de vos los mandar tornar , e restituir , et
facer acerca dello complimiento de justicia; pór ende yo
porlapresentevos seguro, et prometo pormi fe , et palabra
Real,como Re ina et Señora
, que cada,et quando por
vosotros fuere requerida luego sin impedimento alguno
pudiendolo facer buenamente , vos fare restituir , et tor
nar los dichos vuestros términos,et vasallos
,et juredic
c iones , que as i decides , que vos estan antrados et toma
dos,faciendovos sobre ello complimiento de justicia, et
que para ello vos daré,et mandaré darmis cartas
,et
provisione'
s,et todo favor
,et ayuda que pidieres , et
ovieredes menester, por firmeza de lo cual vos mandaré
dar et di la presente firmada de ini nombre et sellada
c onmi sello… »
Y tras esta benefic iosa medida,con la cualmostraba
la reina tanto amor a los oprimidos y a la justic ia,no
tardaron en sucederse múltiples disposic iones que , en
c aminadas almejoramiento moral y material de León ,borraron por completo elcuadro tris tis imo de los desma
nes,de las tiranías y de las desenfrenadas y licenciosas
c ostumbres que había ofrecido la c iudad en anteriores
reinados .
As í, en 1487 , regresando los reyes de Santiago de Ga
licia,adonde habiales llevado su fervor religioso para
orar'
ante la tumba del santo apóstol,el arzobispo de
aquella c iudad, que hasta Salamanca había formado par
te de la reg ia comitiva,dirigiós e desde allí a León y ,
c omo Chanciller mayor del rey , velando por la seguri
dad de la población,en carta que s e conserva en elAr
chivo del Municipio,dió
,en nombre de don Fernando y
doña Isabel,las necesarias órdenes para que , conlama
yor diligenc ia, los jueces y reg idores emplearan una
(1) F R . MANUEL RISCO : His toria d e la Ciudad y Corte d e L eón yd e sus R eyes , pág . 120.
— 10
parte de los bienes y rentas delConcejo , para atender a
las reparaciones de las murallas , hac iendo andamios y
antepechos de madera en los torreones que s e levanta
ban sobre las puertas de la antigua c iudad,tap iando
algunas de éstas , y ordenando,además
,la compra de
doscientos quintales de hierro para la construcción de
algunas máquinas de guerra,pudiendo
,de estamanera,
acudir a la defensa de sus habitantes
Atendidas estas y otras muchas necesidades de orden
material,los Reyes Católicos
,aun a riesgo de caer en el
enojo delpueblo de León , no estuvieron tranquilos hasta
no ver realizada obra tan moralizadora cual era la de
prohibir todas aquellas tradicionales y perniciosas cos
tumbres que , erigidas desde antiguo en leyes , eran fuente
de constantes disturbios en la c iudad y semi llero de odios
entre individuos de unamisma familia, siendo en extre
mo dific il desarraigarlas para siempre de la conc ienc ia
delpaís . En primer término , encaminaron todos sus es
fuerzos a prohibir y castigar , conmano dura, uno de los
abusos más intolerables que existieron hasta fines del
sig lo XV . Consistía éste en que , para examinar y averi
guar la verdad de un hecho , que no podía s er descubierto
por lo medios corrientes , los delincuentes o las personas
que podían manifestar lo que s e pretendía saber , estaban
obligados , en la capital delantiguo reino leonés , a jurar
con la mayor solemnidad y aparato , sobre el arca que
contiene los restos del g lorioso doctor san Isidoro de S e
villa,expuesta a la veneración de los fieles desde elrei
nado de Fernando I,en el antiguo templo de S an Juan
(1) F R . MANUEL R ISCO : His toria d e la Ciudad y Corte d e L eón y »
d e s us R eyes , pág s . 12 1 a 123 .
Bautista. Y,a más de esto
,tenías e como cosa c ierta
,al
igual de lo que sucedía en la mayor parte de las c iuda
des españolas , que juraba en falso toda persona que no
vivía un añ o más desde la fecha en que sobre las reli
quias de un santo cualquiera hubiera realizado aquel s o
lemne ac to
Esta costumbre, que hasta en elmás apartado rincon
de la provinc ia s e reputaba justa y tenías e por santa,fué
suprimida,sin protesta alguna delpueblo , por cédula de
los católicos monarcas,expedida en la villa de Ocaña el
24 de noviembre de 1498,en un todo conforme con las
justas aspirac iones del ilustre Abad delReal Monasterio
de san Isidoro,el cual
,en anteriores años
,y sin ningún
resultado positivo,había ordenado a los canónigos de su
iglesia,bajo pena de excomunión
,no consintiesen que
persona alguna hic iera elacostumbrado juramento sobre
elarca de las reliquias del santo .
Triunfo de feliz recordac ión fue el conseguido por los
mencionados reyes , tanto mayor ymás digno de alaban
za,cuanto que ni elabad ya nombrado , ni la Chancille
ría de Valladolid,ni las piadosas exhortac iones de vir
tuos os prelados pudieron alcanzarlo,chocando siempre
tantos esfuerzos nobilísimos contra tan arraigada eu
pers tición de los leoneses , quienes , ya en 1072 , habíans e
opuesto tenazmente a las decisiones de Alfonso VI , el
cual intentó acabar con el procedimiento que tenían en
León para purgarse de los delitos cometidos pormedio
del fuego y del agua caliente : costumbre que , elevada
anteriormente en el Fuero Juzgo a la categoría de ley ,fué el origen de la prohibida a últimos del sig lo XV .
(1) R I S OO : E sp aña S agrada, tom. XXXVI, pág s . 94 y 95.
— 12
L os judíos no bautizados, que desde tiempo inmemo
rial viv ían en León y sus cercanías,alamparo de la ley ,
d edicados a la industria y al cultivo de la t ierra,consti
tuyeron siempre un peligro inminente para la integridad
de la Religión Católica,profesada por su vecindario ;
d iós e el caso,aunque raro
,de que algún cristiano s e ju
daizara con el frecuente trato con los rabinos,y aquí ,
cómo en otros sitios,antes de 1492
,menudearon las per
s ecuciones y sucediérons e los mot ines,originados por
las diferencias de relig ión .
Todas estas causas influyeron, pormodo decis ivo , en
el ánimo de los Reyes Católicos,y,cuatro meses des
pués de reconquistada la bella Granada,publicaron el
tan discutido edicto de eXpuls ión, corriendo los judíos
establecidos en nuestra provincia la misma suerte que
los demás compatriotas del territorio patrio, y teniendo
que abandonar , con honda pena, sus viviendas , elpais
d onde habían nac ido y sus cuantiosos bienes , viéndose
obligados muchos de sus dueños a venderlos precip ita
damente y a infimos prec ios . D e los que no habían sido
vendidos por sus prop ietarios dispuso el Estado , dando
la orden para su enajenac ión en pública subasta,y a no
pocos próceres , Concejos y Cabildos de España, con sólo
satisfacer pequeñas cantidades , cediérons eles grandes
fincas que habían pertenecido a los hebreos expulsados .
Muchas de las sinagogas s e destinaron al culto cató
lico,y as í sucedió con las de Valencia de D on Juan y
Bembibre— villas importantes de la provinc ia de León
de las cuales, ya conanterioridad al edic to de expulsión
,
s e habían apoderado las autoridades eclesiásticas .
U na gran parte de las fincas pertenecientes a los ju
d ios leoneses pasaron a s er prop iedad del Concejo , s e
gún s e demuestra por varias escrituras que hemos visto ,y por la que dice as í : ( En 4 de enero de 1859 el Estado
vendió a don Bernardo Mallo un prado , que pertenec ía
a los Propios de la ciudad de L eón, en Puerta Moneda,conocido por elp rado de los j udíos , de una fanega y dos
cuartillos ; lindante a Oriente con casas de don Manuel
delAmo y otras,huerto de don Tomás de las Heras y
calle llamada de Cantareros, por la que tiene su entrada
princ ipal ; Mediodía huerto de los herederos de don
Franc isco Rico ; Poniente , prado de donAlejandro Piñan
y calzada de Puerta Moneda,y Norte
,con la muralla de
la c iudad »
D e otros documentos correspondientes a los sig los XV
y XVI dedúces e que los hebreos de León llegaron a s er
industriales,recaudadores de las rentas públicas ymaes
tros en algunas artes mecánicas ; que , además de la calle
de Santa Cruz,la traves ía delmismo nombre y la deMa
lacin,ocupaban algunas de las calles próximas al barrio
de SantaAna,y que muchos de ellos eran propietarios
de grandes extensiones de terreno en elPuente de Cas
tro,las cuales pasaron a aumentar las riquezas de nues
tro Munic ipio y d e nuestro Cabildo - Catedral .
Todas estas nuevas posesiones , que , según s e despren
de de varios documentos de la época,eran de gran va
lor,uniólas elCabildo a la cuantiosa riqueza que ya po
s eía en el sig lo XV , ates tiguada por un libro inédito titu
ladoAp eos de la Catedralde L eón, perteneciente a los ultimos años del siglo m
'
enc ionado,escrito en pergamino
y en letra redonda derivada de los privileg ios . Por él
1ibro sumamente curioso, por contener , entre otras va
(1) Es cri tura procedente delReg is tro de la prºpiedad .
l iosas noticias , los nombres de las calles de nuestra po
blación en la época a que nos referimos— sabemos que,aparte de los innumerables huertos
,molinos y tierras de
labor que la Mesa capitular poseía en las afueras de la
c iudad , y en las que trabajaba una verdadera legión de
c olonos,tenía arrendadas
,dentro del casco de la pobla
c ión , a personas cuyos nombres,apellidos y ofic ios s e
consignan con todo detalle,nadamenos que c iento vein
tiocho casas,cuyos límites y orientación s e determinan
con lamayor exactitud,estando dis tribuidas en la forma
siguiente : Cuatro en la calle de R uviana, veinticuatro en
la calle de la R uaMayor, diez y ocho enla calle de Puerta
Gallega, c inco en la de Calderería, once en la P laga de
tras S anta Maria delCamino, tres en la que va de la R e
villa a la Puerta de CaldeMoros,tres en la que viene de la
Puerta de CaldeMoros á las Tiendas,una en la de la R evi
lla, quince emla de las Tiendas , cuatro enla de Qapateria,cuatro en la CarneseeriaMayor, tres en la de la Trip eria,c inco en la de Calde Es cuderos , tres en la Calde R edes
neros,tres en la que va delP oco Grande de S ant Martino,
entra en la Judería, once en la de la Cap elleria, cuatro
en la de Canta—R anas , una en la de Quintanilla, y nueve
en la que va de Puerta Ceres la Puerta de S ant Marciel
que sale almones terio de S anto D omingo . Y nótese bien
que en esta larga enumerac ión no incluimos los nume
rosos edificios que la Iglesia Mayor poseía en la plaza
de Regla, calles de Villaperez,Ferreria de la Cruz y
S antis idro,ni los que formaban la angosta y larga de la
Canóniga que , siguiendo la dirección Norte , extendiase
entre la torre de las campanas de la Catedral y elactual
c onvento de las Religiosas Descalzas , y que , como el
mismo nombre lo indica,era el lugar donde tenían los
— 16
arzobispo de Sevilla y patriarca de Alejandría, y , porno
citar otros casos , en elmismo sig lo xv , el de don Diego
Anaya Maldonado,obispo de Cuenca y Salamanca y ar
zobispo de Sevilla, que yace en la capilla de S an Barto
lomé , rodeado de sus hijos .
Tan c iertos s onlos hechos referidos,como evidente es
que elcabildo era dueño de lamitad de León y de cuan
tios os bienes,siendo esto uno de los motivos que tuvo
para dec lararse comunero,temiendo que aquéllos , junta
mente con sus prebendas , pasaran amanos de los ambi
c iosos flamencos que , con Carlos V ,vinieron a España.
No es menos c ierto que tan relajadas costumbres fueron
reformadas por los Reves Católicos y por elgran Jiménez
de Cisneros,y que a últimos delmencionado siglo xvy a
princ ipios delXVI , época en que van a desarrollarse en
León los hasta ahora ignorados sucesos de las Comuni
dades , a la sombra de nuestra bella Catedral , nos dicen
sus libros de actas que , trabajando en las obras de la
misma,vivia espléndidamente toda una inmensa leg ión
de vidrieros,como Alfonso Díez, de gentes de la c iudad
que trabajaban bajo la direcc ión delinsigne Juan de Ba
dajoz o de otros renombrados maestros de obras ; de en
talladores,algunos de ellos tan famosos como el alemán
Juan de Colonia; de inteligentes p intores , entretenidos
por aquel entonces en desarrollar , sobre los muros del
gótico c laustro,cuadros religiosos de gran mérito ; de no
pocos famos ís imos p lateros que , siguiendo las indicacio
nes delartista de los artistas,Enrique de Arfe
,dedicá
banse,allá, por los años de 1518 y 1520, a construir la
afiligranada urna, donde , andando el tiempo , habían de
s er depositadas las venerandas reliquias delprelado leo
más S an F roilán. Y es fama que en la Palabra L eonina,
augusta mansión del arte y de la fe , respetábas e a los
hombres de mérito positivo ; traíans e , para que trabaja
ran en sus obras , los más famosos artistas extranjeros ;remunerábas e con creces su labor
,y s e les protegía hasta
el extremo de autorizarlos para que fueran a trabajar a
otras poblac iones,reservando sus plazas en la Catedral .
Al llegar aquí hemos de dec ir , haciendo honor a la
verdad , y adelantándonos a nuestro propós ito, que s i
cuantos vivian a expensas de Santa María la Mayor hu
bieran arrastrado vidamiserable, siendo vejados y opri
midos por el cabildo, en los primeros años del reinado
de Carlos V pres entós eles la ocasión más propicia para
sacudir elyugo de los que les tiranizaran, secundando en
las revueltas de las Comunidades los planes del realista
y revoltoso conde de Luna, don Franc isco de Quiñones ,y negando toda ayuda al cabildo
- catedral que, en unióndel Concejo
,de los frailes del Monasterio de Santo D o
mingo y de la nobilísima familia de los Guzmanes , dispo
nía para la defensa de sus leg í timos derechos , como s e
verá más adelante , de los auxilios y delvalor d e la in
mensa mayoria de los leoneses que habitaban dentro
del casco de la capital y de la desinteresada y decidida
cooperac ión de casi todos aquellos que , como los mora
dores de los barrios de S an Pedro y S an Lorenzo , vivian
extramuros de la c iudad .
Digamos , por fin , que los efectos del gobierno de los
Reyes Católicos notárons e en nuestra poblac ión con el
número creciente de sus habitantes , elmarcado progreso
del comercio y la industria, elapogeo de la ciencia y de
las letras,y el fiorecimíento delarte en su nuevo aspec
to delR enacimiento; pudiendo elmismo Fernando V con
templar tan varias y prósperas manifestac iones de la
18
vida en la visita que hizo a la histórica León , en donde
hubo de extasiarse ante elportento de su incomparable
Catedral, que calificó como la joya más bella del arte
cristiano ; abandonando con hondo sentimiento elpueblo
que guarda las cenizas de sus mayores,y del cual dijo
que le había gustado más que las ciudades de Sevilla y
Toledo .
Ya que hemos hablado delviaje que, al finalizar elsig lo XV ,
hizo Fernando V a la vieja Ciudad de las to
rres,vamos a cerrar este primer cap í tulo narrando tan
importante suceso, que coinc idió con elnomenos impor
tante de la traslac ión de los restos del centurion y mar
tir leonés S an Marcelo (1 ) desde Tánger a la c iudad de
León,donde el santo había nac ido, quedando consigna
dos ambos acontecimientos,para su perpetuo recuerdo,
(1) S an Marce lo , principal patrono de es ta ciudad,nac i ó en la
s egunda mitad del s ig lo II I de J . O. y fué centurión d e la primeracohorte de los Bas tados de la L egión VI I Gémina
,P ia
,F eliz
,D é
cia, Troj ana, que dió nombre a L eón,en d onde habiase acantonad o
,
y el i lus tre mártir confes ó intrepidamente la fe de Jesucris to . Suced ió que al ce lebrarse un d ía con fies tas públicas el cump leaños delemperadorMaximino , elsanto leonés neg óse a quemar inc ienso antela eñg ie delCésar, y , d espojándose d e sus ins ignias militares , arrojólas lejos de s i, d iciendo, alpropio tiempo , que él s ólo adoraba a Jesucris to
,rey de reyes y s eñor de s eñores . P or es tas manifes tac iones
fué reducido a pris ión de orden del pres idente Anas tas io F ortunatoy conducido a Táng er, res idenc ia delvicario de prefe cto , Pretorio ,Aurelio ,Agrícolano, para s er juzgado como reo d e des obed ienc ia aled ic to de D iocleciano y Maximi liano , que prohibía, bajo pena demuerte
,la profes ión de la relig ión cris tiana. Como a presenc ia d el
prefecto se ratificara en su confes ión,fué deg ol lado públicamente
en aque lla ciudad a 29de octubre del298 , s iendo sepultado su cuer
po en el lugar d elmartirio , donde es tuvo has ta elañ o de 1471 , en
que don Gómez Diaz de Is la, abad de S an Marcelo , le l levó de alli ,primero a Jerez y después a Sevilla, tray éndosele a L eón en 1493 .
en acta que levantó el Munic ip io leonés y , andando el
tiempo, publicó elmaestro fray Manuel Risco, en la Es
paña S agrada .
Moria elmes de marzo delaño de gracia 1493 cuan
do, probablemente , hubo d e recibirse en nuestro Conce
jo la carta en que don Fernando V ,siguiendo la tradi
c ional costumbre de sus ascendientes , notíficaría al jus
ticia,reg idores y caballeros
,y a los escuderos
,ofic iales
y hombres buenos de esta nobilí sima c iudad,la nueva
por de más grata de la visita con que , en breve p lazo,honraria a sus vasallos los bravos leoneses , en justa re
compensa de la probada fidelidad y amorosa adhesión
que en todo momento hubieron de manifestar hac ia su
real persona.
L a feliz notic ia comentós e alegremente por todos los
de León , que ansiaban elmomento de besar las manos
de su rey y señor . Llegó a oídos de los canónigos de S an
ta Maria de Reg la y , reunidos en Cabildo, a s on de cam
p ana tañ ida, dispusieron solemnes festejos religiosos y
ordenaron que el día en que el regio viajero llegara a la
c iudad s e tañeran las campanas de todas las ig lesias y
monasterios .
Mientras tanto , los regidores habíans e ayuntado con
toda solemnidad en sus palacios , y aguzaban su ingenio
para redactar una respetuosa contestación a la carta
de S . M . que reflejara, bien a las c laras,la gratitud y
entusiasmo delpueblo por la nuevamerced . Nombraban,a toda prisa
,caballeros comisarios que , saliendo al lí
mite de la provincia con libreas,acémilas
,coches y toda
la grandeza que su representac ión pedía, dieran la bien
venida almonarca español,sirviéndole y acompañan
dole durante el camino . Otros comisarios iban de aquí
para alla,del Monasterio de Santo Domingo al de S an
Claudio,de la casa solariega de los Guzmanes a la del
conde de Luna, y diligentemente daban órdenes y auxi
liaban al señor correg idor en la prevención de hospeda
jes , mantenimientos y regalo de la regía comitiva,dis
poniendo varios regocijos de cañas,torneos y comedias
,
y publicando a los cuatro vientos que , en su d ía, todo el
vec indario adornara las fachadas de sus casas e hic iera
en los balcones << fogueras y luminarias » .
Por fin llegó eld ía 29, y elrey don Fernando entra
ba en la histórica León por PuertaMoneda, una de las
muchas que , en la cerca construída en tiempo deAlfons o XI , miraban ha01a elmediodía. En ella
,el corregidor
los regidores Juan de Villamizar , Alonso Vaca, García
de Quirós , Alonso de Villafañe (el viejo) , sus sobrinos
delmismo _apellido Pedro y Gonzalo y otros,de los cua
les no conservamos noticias , esperaban impac ientes la
llegada, mirandoa lo largo de la antigua y polvorienta
calzada que iba alPuente del Castro .
Elpueblo aclama a la reg ía comitiva que , en pausa
da y solemne procesión , avanza a la cerca nueva de la
c iudad . Vienen con elnoble rey aragonés muchas gentes
infinitas , y rodeándole multitud de grandes señores , fijos
dalgos y caballeros muy principales : elcondestable y el
almirante , elhermanode éste , don Enrique , el contador
mayor don Rodrigo de Ulloa; elVirrey de Galicia don
Fernando d e Acuña y , platicando con él,dos apuestos
próceres leoneses fieles servidores de los Reyes Católi
cos : don Pedro Alvarez Osorio,segundo marqués de As
torga, y donBernardino de Quiñones , segundo conde de
Luna,pundonoros os rñílitares que pelearon conheroísmo
en la guerra contraPortugal y que s e distinguieron por
eluna de las muchas casas que en la c iudad pose ían los
nobles leoneses don Gonzalo de Guzmán y doña María
Osorio padres del célebre comunero don Ramiro
Núñez,y,recorrida toda la calle de R uviana, llega a la
Puerta Cauriense . D e la iglesia mayor de Santa María
de Reg la sale su cabildo, en ordenada y solemne proce
sión, para rec ibir alrey don Fernando junto a las casas
delD eán, situadas , por aquel entonces , a la terminación
niente d e la“
cal le de la R ua,en elmismo s itio que ocupa hoy el
cuartel de la fábrica. S e conc luyó en 1377,y de él s e cons ervan
,en
elMus eo Arqueológ ico Provincial , un gran arco de del icado atauri
que , algunos azulejos , d e los muchos que en los zócalos , frisos , enel intrados y en la guarnición interior y exterior de los vanos , formaban los más ing enios os alicatados
,y una columnita d e a31mez
que perteneci ó a una de sus torres . En dos azulejos , colocados aunoy otro lado d e la puerta de la salaprincipal delmencionado palac io ,
se leía la inscripción s iguiente : <<Es tos palacios mand ó hacer elmuyalto e muy noble e muy poderoso s eñor D on Enrique , que Dios mantenga. Acabárons e en la era de mile cuatrocientos e quince años . »
El emperador Carlos V , por Cédula de 22 de Abri l d e 1528 , ordenó que aquel los se d es tinaran a casa del Correg idor y a cárcel pú
blica. En la referida fecha ins talárons e,además
,en d icho ed ificio
,
las dos salas de aud ienc ia (de la c iudad y delAde lantamiento) y el
Pos ito y la L óndiga.
En 1602 vino elrey F elipe III a L eón,apos entándose en la casa
de los Guzmanes <<porque entonces los Palacios Reales es tabanmaltratados .
»
(1 ) En el l ibro deAp eos d e la Catedrald e L eón, que hemos leídoy es tud iado para recons truir la c iudad de princ ipios del s ig lo XV I ,en el folio 17
,vue lto
,aldeterminar las casas que en la cal le d e
la R úa pos eía elcabildo , se da noticia d e la d e los Guzmanes en la
forma s iguiente : a Iten otras casas a la otra parte de la calle,a
lamano esquierda, que han por linderos de la una parte la d ichacal le e de la otra parte casas de Martín Gonzá lez , aoabachero , e d ela otra parte la cal le de la Casquería e de la otra parte casas e bo
dega de la señora doña María Os orio , mujer que fué de Gonzalo deGuzman» .
d e la calle de la F erreria de la Cruz y entre la puerta
dicha y la capilla dedicada a S an Marcelo
Tocan a vuelo las campanas del Monasterio de S an
to Domingo y las de Santa María de Regla. Por las an
chas y góticas puertas de este templo salen : primero, la
Cruz y las reliquias de la iglesiamayor ; después , en dos
largas filas , van por la F erreria más de cincuenta canó
nigos , con blandones en las manos,revestidos de blan
cas capas de seda y oro ; en pos de ellos,ricamente ata
viados,los graves arcedíanos de Valderas , de Mayorga,
de Saldaña,de Valdemeríel y de Tría—Castella, el Pri
miciero,elcanónigoMayorino, y , cerrando la procesión ,
el dean y el insigne prelado legionens e don Alonso de
Valdivieso .
L as dos procesiones, que en sentido contrario cami
naban, s e encuentran al l legar a la Puerta Cauriens e .
Detienen su marcha cerca d e la primitiva casa s olarie
ga de los Guzmanes , y el señor obispo , revestido de pon
tifical,avanza por entre las dos lineas de canónigos ,
situadas a uno y otro lado de la calle , para besar la
mano de don Fernando V . Elrey , después de ligera in
clinación,acaso le recuerda la conquista de Málaga, en
donde elvirtuoso prelado , en unión de don Fernando de
Talavera,obispo de Avila
,y de don Pedro de Prexamo,
(1 ) El acta que narra la vis ita d elR ey Católico , yamencionada,s ólo d ice que el cabildo salió a recibirle fas ta los casas del D ean .
Nosotros sabemos que d ichas casas es taban en la F erreria de laCruz , por el libro d eAp eos d e la Catedral, que en elfolio 16
,vuelto ,
d ice lo s iguiente : <<Calle d e la F erreria de la Cruz : Yten junto con
puerta cures a lamano esquierda es tauna casa con su bodega, queha por linderos de la una parte la cerca vieja e de la otra partecasas delD eanazgo de la d ichaYgles ía d e L eón e de la otra partela capil la de Sant Marcíel» .
24
obispo de Badajoz ,jugó importantísimo papel bendi
c iendo y consagrando la mezquita mayor para iglesia
catedral,con el t ítulo de nuestra señora de la Encar
nac ión .
Tras breve pausa, las dos procesiones , formando una,
dirígens e , por entre elinmenso gentío que s e oprime con
tra los muros de los edific ios y s e agolpa en sus adorna
dos balcones,hasta dar en lap laza de R egla . Entra don
Fernando en la ig lesia mayor ; cantase el Te d eum
laudamus,y,una vez que hubo adorado la Cruz y hecho
oraci ón con elmayor fervor y recog imiento , fué a de s
cansar a sus palac ios de la calle de la R úa.
Al día siguiente , domingo de Pascua de Flores , llega
ronmensajeros a la c iudad,anunc iando para el lunes la
entrada del cuerpo de S an Marcelo, que fué rescatado el
mismo dia en que el monarca don Alonso de Portugal
conquistó la africana c iudad de Tánger.
A la ig lesia de S an Pedro delarrabal de Puente de
Castro,adonde acudió inmenso gentío , llegaban las
santas reliquias,cuando
,para rec ibirlas con la debida
solemnidad , el clero de la población salía fuera de sus
muros,dirigiéndose hacia el templo de SantaAna del
Santo Sepulcro llamado as í antiguamente por haber
(1) L a fe ligres ía d e SantaAna es tas ituada extramuros de la población,
en la parte merid ional . L a ig les ia tiene tres naves que se
comunican entre s i pormed io de arcos ojívos , único res to deltemp lo
primitivo que ha sobrevivido a la fatal res tauración que s e hizo en
es te ed ificio en 1748. Sobre la puerta de Poniente levantase airosaespadaña que da un aspec to agradable a es te ingres o . Antiguamente s e l lamó la ig les ia SantaAna d el Santo Sepulcro por habers ido fundada
,s in duda alguna, por la Ordenmi litar delmismo nom
bre . Cuando fué suprimida es ta Orden por el papa Inocencio VIII(1484 la ig les ia de SantaAna, como todas las que se encontra
_ 25_
s ido fundado por la Orden militar delmismo nombre ,introduc ida en Castilla en tiempos de Alfonso VII .
ban en su caso , d ebió s er ag regada a la Orden de S an Juan deJerusalén
,viniendo a perd er el s obrenombre del S anto S epulcro
c on que antes era conocida. El párroco tenia nombre de prior, locual prueba con certeza que enun princ ipio el servic io de es ta ig les ia es tuvo a cargo de un Cuerpo coleg iado . Ala juris d icción del
prior d e SantaAna es taba sujeto elcura de S an Salvador de Palatd el R ey ,
de lamisma Orden de S an Juan, que tenía s ólo título devicario .
Que la que hoy es ig les ia parroquial de Santa Ana fué en otrostiempos una espec ie de coleg iata, a cargo de los canónig os regulares d elSanto Sepulcro— que , como es natural , tendrían su conventocontiguo se d emues tra por unos documentos que vamos a repro
duc ir extractadamente,en la impos ibi lidad de hacerlo por extenso .
En una donac ión otorgada porTomás L upo a favor delMonas teriod e SantaMaría d e Carvajal , enmayo de 1193 , se lee , primero : <<Omnísc onventus Monachorum sancti Claudií confirmat » ; y luego : < D e
S ancto Sepulcro confirmat » ; con lo cual s e da a entend er que el
S anto Sepulcro era también convento . En otra donac ión otorgada
p or Martin Petri , su mujer e hijos , en favor delmismo Monas terio,en septiembre de 1201 , hállans e , entre otras , las s iguientes confir
maciones : <<Dominus Og er prior Santi S epulcri confirmat : Mag ís terS antíus Sancti S epulcri conñrmat ; L upus canonicus ,
8anctí S epulcri
confirmat ; R odericus L ong ius Sancti S epulcri confirmat . »
Antes de la supres ión de la jurisd icc ión ec les iás tica en las Orde
nes militares , presentaba elcurato de es ta parroquia elcomendadord e Puente de Orbigo , d e la Orden mi litar de S an Juan d e Jerusalén
,recibiendo el eleg ido la ins titución canónica d e la Sacra
Asamblea.
En la capi lla mayor d e es ta ig les ia tenía derecho exc lus ivo de
s epultura la antigua y noble famí lia Rodríguez de L orenzana, ya
c iendo en e l la los res tos mortales de algunos de sus i lus tres índividuos .
En es ta ig les ia es tuvieron s itas las cofrad ías de S an Pablo y laMag dalena, la de SantaAna, la d e la Trasfí s íón, la del Rosario , lad e S an Roque y la del Santo Sepulcro .
Dentro del teritorio es tuvieron enc lavados,tiempo ha, elSemi
nario de los Niños de la doctrina, con capilla d ed icadaaNues tra S e
Cantando,conhachas de cera enlas manos , y en pos
de la cruz de la Iglesia de S an Marcelo , fueron allí los
frailes descalzos,los del célebre convento de Santo D o
mingo , con su prior a la cabeza; los franciscanos , los ca
balleros de Santiago , y su prior el doc tor donGarc ía R a
mirez,elabad don Juan de Cusanza
,con todos lOs canó
nigos .de la Real colegiata de S an Isidoro y,siguiendo a
la c lerec ía,una imponente multitud de fijos—dalgos , due
ñas y más de dos milhombres que en sus manos llevaban
candelas encendidas .
Desde la ig lesia de SantaAna, cubierta elarca don
de iba el santo cuerpo con un paño de brocado, llévanla…
en andas hasta el suntuoso monasterio de S an Claudio ,en donde s e organiza definitivamente lamajestuosa pro
cesión . Llegan a S an Claudio todos los canónigos de la
Iglesia mayor , y elrey , después de terminada la misa
mayor,a la que había asistido
,dispone la marcha, que
s e realiza ordenadamente,una vez que los sagrados
restos -han sido colocados en monumental carroza que
diez hombres ocultos ponen en movimiento .
Frente al convento de S an“
Francisco,desfilan milla
res de almas que asisten al solemne acto .
Marchan delante de la imponente manifestación reli
g iosa elatambor de la ig lesia mayor , muchos tambori
nés y atabales,diez y ocho descomunales trompetas ,
sacabuches y chirimías, que acompasadamente tocan .
Van detrás la c lerec ía, con todas las cruces de la
c iudad,elpendón de SantaMaría de Reg la y ,
en último
ñora de los Remed ios,d e que era patrono la c iudad y adminis
trador un reg idor , y el hospital de S an L ázaro ,el cual perte
neció al Real Patronato , y en cuya ig les ia se veneraban prec iosasreliquias .
L AMINA — L eón: Convento d e las Concepcione s . R etrato d e
D oña L eonor d e Quiñones
El teatro de la lucha
Con elfin de que el curioso lector pueda formar ideas
c laras y adquirir noticias exactas del asunto histórico
d esarrol lado en esta obra,es d e todo punto indispensa
ble hacer una detallada descripción del teatro donde s e
realizaron los importantes sucesos de los comuneros leo
neses . Al propio tiempo haremos constar que para este
e studio de la c iudad de León, en la época referida,
nos
hemos valido,amás de inéditos y curiosos documentos
delarchivo del Munic ipio y de los que atesora nuestra
Catedral,delya c itado libro deApeos , perteneciente a
los últimos años del siglo XV .
A princ ip ios del siglo XVI , en la c iudad de León dis
tinguíanse dos partes de diferente forma, época y exten
s ión,y ambas estaban perfectamente separadas , como
puede verse en elplano que acompañamos a este libro,
por fuertes y almenados muros con que en distintos rei
nados fueron cerradas para su defensa.
L a parte antigua, asentada en el si tio más elevado,
extendías e hac ia elNorte y estaba formada de viejo ca
serio,de un complicado laberinto de estrechas y retorc i
das calles interrumpidas por alguna que otra espaciosa
p laza y pormultitud de casas solariegas y torreados pa
_ 29 _
lac ios ; pues aun cuando León había perdido el rango de
corte desde los tiempos delsanto rey donFernando, aun
eran habitados por no pocos descendientes de aquellos
nobles que , con sus virtudes y heroicas hazañas , habían
contribuido tanto a la formación de este antiquí simo rei
no y a la autoridad de susmonarcas .
Tan artístico y variado conjunto de la primitiva po
blac ión medioeval estaba realzado por las torres de los
castillos y los antiguos alcazares de los reyes , por las
imág enes que , revelando el fervor religioso de los hom
bres de entonces,s e ve ían encerradas dentro d e senci
llas hornacinas,abiertas enlos gruesos muros de algún
que otro caserón de grandes y volcados balcones , y por
los innumerables monumentos relig iosos , entre los cua
les des tacábans e,en primer término , la gótica catedral
,
la románica iglesia de S an Isidoro,y los restos del
antiguo monasterio de S an Pelayo .
Toda esta aglomerac ión de construcciones estaba de
fendida por los mac izos lienzos de murallas que , después
de haber sido des truida la población por Almanzor , ré
edificó Alfonso V,elde los buenos fueros
,conservando
la forma rectangular de la primitiva cerca y recons tru
yendo sus puertas conmadera y barro en sustitución de
las que los romanos hic ieron de ricos mármoles . Impú
solas elrey cristiano los nombres de Puerta delObisp o a
la oriental,P os tigo a la del Norte
, Cores a la occiden
talyArco a la de Mediodía, por elque de piedra man
dó en ella construir ; nombres que antes de esta restaura
ción llevaban ya algunas de ellas,como el de la del
Obispo, mencionada en escritura del añ o 907,y elde la
d e Ceres o Cauriens e, nombrada en otras dos cartas de
donación pertenecientes a los años 950y 978 . En la pri
mera,al dar las confrontac iones de los términos de la
propiedad que la viuda Eulalia donaba almonasterio de
los Santos Cosme y Damián, s e lee lo que sigue : <<D e tér
mino de Lobon de alia parte Vfb“
. in término degania,de 3
º' parte Zaayti manzor de sua tenda,de 4a parte
Carrale qui d is currit ad portamCauriens e» ; leyéndose en
la segunda que la Corte e iglesia de los Santos Sperato
y Marina, que Leocadia donaba almonasterio de S an
Cosme , confrotaban alOriente con la calle que iba a la
puertaCauriens e y alMediodía, con la que iba a S anMarc elo . Todos los nombres mencionados
,menos eldelP os ti
go , que rec ibió , andando eltiempo , elde Puerta Castillo,cons ervárons e desde el sig lo VI I alXVI , según rezan el
renombrado libro deAp eos y no pocas escrituras,entre
las cuales s e encuentrauna inédita delArchivo Epis co
pal de 1 191 por la cual la reina doñaUrraca López,con
s u hija María Muñoz,hace donación a la ig lesia de la
bienaventurada María de Benevívere de dos casas que
tenían por límites , de una parte lamuralla de la ciudad,
d e otra la Puerta Ceres , de otra la casa de Martín de
Juan,y, por último , el solar del conde don Osorio .
El lienzo oriental de la cerca vieja corría,dejando
fuera de ella los barrios de S an Pedro y S an Lorenzo,
d esde más acá de la puerta de Calde E s cuderos— perte
neciente ya al ensanche de Alfonso XI y designadamo
dernamente con el nombre del P es o por elhistórico
torreón de los Ponces , el ábside de la catedral y por de
trás de la calle de laCanóniga, conocida enla actualidad
con elnombre de Guzmán elBueno ; teniendo elcabildo,
desde tiempo inmemorial , la obligación de reparar , vi
gilar y defender en tiempo de guerra, juntamente conla
puerta del Obispo, la parte de muralla comprendida en
_ 3 1 _
tre ésta y el cubo del Torio, para cuvo fin nombraba un
hombre que recog ía las cantidades que para la reedifi
c ac ión de los muros entregaban anualmente los c lérigos ,las Ordenes relig iosas y todos los vasallos de la iglesia
mayor .
El Concejo de la c iudad pretend10 quitar esta oostum
bre a los canónigos , los cuales , hac iendo valer sus dere
chos,acudieron alrey don Sancho IV ,
quien, por los años
d e 1272 y 1265, confirmóla en dos cédulas dirig idas alca
h ildo,al juez y al Concejo de León , expedidas respecti
vamente en las ciudades de Valladolid y Toledo L a
menc ionada costumbre subsistió durante los siglos XV
y XVI , y as í lo afirman repetidas veces las actas capitu
lares de la Catedral yel l ibro deApeos , en donde , al folio 10
,vuelto
,s e lee que junto con esta dicha casa (la
undéc ima de la derecha de la calle de la Canóniga) está
una callejuela angosta que los señores Dean y Cabildo
apartaron de estas dichas casas para subir a la dicha
c erca, que comienza desde la dicha calle
,y dejáronla
para cuando s e velare e rondare la dicha c iudad , e man
daron poner ala entrada puerta e cerradura como ahora
e stá » .
El lienzo Norte,demenor extensión
,enlazábas e con
eldelSaliente en elcubo delTorío; dejaba dentro delárea
d e la antigua ciudad la primitiva ig lesia de Santa Mari
na y,después de servir para torre de la mi sma uno
(1 ) RISCO , E sp aña S agrada. Tomo XXXV, pág inas 450y 451 .
(2) Al emperador Alfonso VII se deben las primeras noticias
que tenemos de la ig les ia de Santa Marina,toda vez que en el añ o
1148 confirma la donación que su abue lo Alfonso VI hizo a la ig les ia de S an Is idro del ínonas terío de aque l nombre . En 3 de abri ld e 1767
, fecha en que se verificó la expuls ión de los jesuitas , la
32
d e sus al tos cubos llegaba hasta elactual arco delCas
tillo,del cual part1an , en el siglo XVI , tres caminos rea
les mencionados en el repe tido libro deAp eos uno,
que s e dirigía a P resa Viej a; otro, que iba a L aguna de
Calvos , y elúltimo, que iba a Puerta Obisp o en p ar de la
Cava de la cerca. Terminaba ell ienzo Norte , una vez pa
sado elactual convento de los Descalzos , en els itio de la
cerca donde s e abrió lamoderna puerta de Renueva En
este punto comenzaba elocc idental , elcual , sirviendo de
límite a la Real Colegiata de S an Isidoro, defendía, por
elOeste,las casas de la calle de S antis idro (hoy delCid) ;
penetraba por elpatio delpalacio de los Guzmanes , que
hoy admiramos ; cerraba por uno de sus extremos la ca
lle de la F erreria de la Cruz, y, siguiendo la misma línea,iba a morir próximamente a la entrada de la calle de
Azabacberia (hoy del Conde de Rebolledo) , en donde s e
anudaba con el lienzo delMediodía. Este desarrollábas e
paralelamente a las calles deAzabacheria y Triperia, dejaba a la derecha la plaza delPan (hoy Mayor) y unía
s e al oriental por delante de la puerta de Cal de E s cu
deros .
No pasaremos adelante sin demostrar , contra lao pi
níón de los señores Risco,Cuadrado
,Braña y Mingote,
mencionada ig les ia s e hal laba comp letamente ruinosa,y entonces
elprelado d iocesano , en su des eo d e beneñcíar a la c i tada feligres ia
, y aprovechando la coyuntura que le proporc ionaba una circu
lar delConsejo,en la cual s e le rogaba emi ties e su parecer s obre el
d es tino del templo y coleg io d e los regulares expulsados , propusoque se ap licase a ig les ia d e Santa Marina la d elcoleg io de la Compañ ía, exis tente dentro del terri torio de aque l la parroquia. E l reyacced ió a tan jus ta propues ta,
y en 30 d e mayo de 1770s e l levó acabo la tras lación con lamayor solemnidad .( 1) F olio 2 .
ºrecto .
— 33
que lamuralla romana corría por detrás y paralelamen
te a la cerca medioeval descrita, no siendo construída,
enmodo alguno , sobre los c imientos que de aquélla de
jara Almanzor en sus correrías por la c iudad . Este cu
rios o dato s e observó en el trozo de muralla que sirvió
de base alantiguo Tesoro de la catedral y es tuvo situa
do entre la fachada del templo y la artí stica construc
c ión c ívico - mi litar del siglo XIII , descubierta en agosto
de 1910y des truida alpoco tiempo por las intrigas de los
polí ticos liberales de la capital , siendo d on FernandoMerino
,ministro de la Gobernac ión por aque l entonces .
En el lugar arriba indicado s e vieron perfec tamente
separadas las dos construcc iones,y s e notó el revesti
miento interior delmac izo de lamuralla romana,forma
do por sillares regulares y simétricamente dispuestos
consti tuyendo lo que s e llama elaparejo menor .
L a separación entre los c imientos de la muralla ro
mana y la de la Edad Media aparec ió , además , en aná
loga posic ión , en otros puntos de la c iudad,y dejando
siempre un intervalo mayor o menor,como aparec ió
hace años en la casa d e la rinconada d e S an Marcelo,
propiedad de don Enrique Llamas , en los restos des cu
biertos al rebajar la cuesta grande que comunica alR as
tro Viejo con la plaza de S an Isidoro y en'
loe que des cu
brió don Julio Flórez,al derribar parte de la cerca me
dioeval, junto a la presa de la fábrica de harinas de los
herederos del señor Rebolledo .
Con la acc ión del t iempo y , sobre todo ,con las fre
cuentes guerras que Bermudo III sostuvo contra elam
bicios o rey de Navarra Sancho elGrande, quien , después
de tomar la c iudad de Astorga, penetró a viva fuerza en
la capi tal delreino legionens e , las murallas levantadas
_ 3 4 _
por Alfonso V llegaron a los comienzos delsig lo XIII en
tan lamentable estado de conservac ión, que , por los años
12 17 y 1220 elcanónigo de SantaMaría de Reg la Gutier
D ídaz dirigía su restaurac ión por orden de Alfonso IX,
quedando consignado su nombre en una lápida que apa
reció en el interior . de un cubo de la calle de la Canoni
gay en otra colocada en elarco que estuvo situado jun
to a la P latería y que él cons truvó .
El mismo canónigo Gut ier D idaz, único restaurador
de las primitivas fortificac iones medioevales de la ciu
dad,debió dirig ir las obras delhermoso monumento cí
vico - milítar'
ya mencionado, que , cerrando la p laza d e
S antaMaria de R egla por elOriente,existía aún en el si
glo XVI entre la fachadameridional de la Catedral y el
arco de Puerta Obispo .
Su fachada principal , de doce metros de largo , estaba
dividida en dos cuerpos : el inferior formábale el extenso
l ienzo de muralla en cuyo extremo meridional abrías e
una elegante puerta,cons tituida por tres grandes arcos
apuntados , que , uno en pos de otro,formando una gale
ría abovedada, comunicaban elinterior de la c iudad con
el exterior del recinto fortificado . El que ocupaba el
centro de este largo vano , de menor desarrollo que los
dos anteriores, tenía en su intrados la ranura por la cual
corrió el rastrillo que defendíala entrada.
Sobre este'
primer cuerpo—sé elevaba el segundo , que
consistía en una construcc ión de forma rec tangular ce
rrada por tres'
muros : de ºmedio metro de'
espesor elque
miraba a Poniente , de'
uno elque la- limi taba por Orien
te y d e metro y'
med io el que la cerraba por la parte
Norte .
—Por elinterior de. esta grande'
es tancía,y paralelo
a los dos anteriores,corría otro muro que la dividía
en dos largas c r u j í as comunicadas ambas por dos
puertas .
Abríans e seis ventanas en la fachada occ idental y
otras se is en la delOriente . Todas ellas fueron ajimeza
das y de maineles prismáticos , estaban coronadas por
arquillos apuntados de macizados tímpanos , y la severi
dad de sus líneas,la falta de todo ornato y la proporc ión
de sus estructuras,a más de la calidad de la piedra em
pleada en su construcc ión,revelaban que el segundo
cuerpo del edific io era de la misma época de la ca
tedral .
<<Almismo sig lo XIII pertenec ía la chimenea cons
truida en elmuro divisorio de las dos estanc ias y cuyo
hogar s e encontraba en la estanc ia oriental,volando el
trashogar a la cruj ía de Poniente . L a p lanta era rectan
gular ; el cañón , c ilíndrico ; la campana, por la penetra
c ión que de e lla quedaba en elmuro,afectaba forma d e
pirámide,y los fragmentos de la decorac ión del dintel
eran repetic ión de motivos vegetales emp leados en la
Catedral » (1)No es necesario insistir mucho sobre elcarácter c ivi
co—militar de tan orig inal edific io , que estaba patentiza
d o por su construcc ión, que formaba un solo cuerpo con
el l ienzo de muralla por la salida d e la ranura delras
trillo a la parte superior de aquél , y por las tres arpille
ras que , perforando el muro central,dirig ían su tiro al
interior de la galería de Poniente para defenderla de las
revueltas populares , que con tanta frecuencia alteraron
(1) Véas e el es tud io que , con el título <<U mmonumento d e lac iudad de L eón» , public ó el i lus trís imo señor d on Juan Eloy DiazJiménez en elBoletin d e la R ealAcademia d e laHis toria de febrerod e 1911 .
la tranquilidad de la poblac ión . Pero si los datos apun
tados no bastan para demostrar nuestro aserto ,aun dis
ponemos , a fin de llevar al ánimo del lec tor elmás abs o
luto convenc imiento,de los libros de Ac tas cap itulares
de la Catedral . Léanse enlos apéndices de este libro las
correspondientes a los días 8, 12 y 13 de noviembre d e
1520,y la del 5 de diciembre del mismo añ o
,y c lara
mente s e verá que en estas fechas— precisamente la epo
ca de la sublevac ión de los comuneros leoneses el ca
bildo aun defendía y guardaba las llaves de Puerta Obis
p o, anteriormente descrita, y que sobre el la s e alzaba,a
más de la estanc ia en que , en la primera mi tad del s i
glo XV I , los prebendados de la ig lesia de León ce lebra
bran sus cabildos,el cuerpo de guardia,
desde elcual los
canónigos vigilaban la muralla oriental de la c iudad .
Entre la construcc ión c ívico - mi litar y la entrada d e
la calle de la Canóniga alzábas e ,en el siglo XV I , la goti
ca Catedral, presentando alOcc idente trip le portada cua
jada de primorosas esculturas,y de fendida en aquella
época por un severo pretil , interrumpido de trecho en
trecho por seis e legantes y simétricos pilares que osten
taban en la parte superior los escudos de León y Castilla,leyéndose enuno d e los situados frente a la puerta prin
c ipal aquel célebre d ís tíco de fines del siglo XV que de
c ia as 1
Sint licet Hispanis d itis íma pulchraque temp la,Hoc tamen egreg iis omnibus arte príus .
Sobre elpórtico occ idental y defendido a uno y otro
lado por las dos torres que hoy admiramos , s e levantaba
un hastial,perforado en su centro por un rosetón de be
lla tracería; coronando todo este conjunto un frontón
3 7
triangular Enc ima de las tres arcadas del pórtico
correspondiente a los tres ingresos de la iglesia,exten
d ías e,defendida por calada balaustrada de piedra
,am
plia terraza desde la que el Cabildo y las autoridades
de la c iudad presenciaban los torneos , juegos de cañas ,las corridas de toros y otros espectáculos y regoc ijos po
pulares que , para solemnizar los sucesos extraordina
rios y las festividades más señaladas delañ o,celebrá
ronse en la p laza de S anta Maria de R egla desde antes
del siglo XV has ta ,que , a últimos delXVII , s e construyó
la actual P laza Mayor y s e erig ió en su lienzo occiden
talla suntuosa y e legante casa de Ayuntamiento,desde
cuyos balcones los reg idores autorizaban con su asisten
cia aquellos populares festejos
(1) En 1537 fué sus tituido es te frontón por elático de Juan d e
Badajoz .
(2 ) Varios documentos delArchivo Municipal , pertenec ientes ala primeramitad del s ig lo XV I , nos dan notic ias d e las corridas d etoros que en la p laza d e Reg la se ce lebraban el 15d e ag os to , fes tividad de la Asunci ón de Nues tra Señora. En elacta de 4 d e ag os tode 1514 s e lee : <<Es te d icho d ía los d ichos señores d ixeron que porcuanto eran ynformados d elmucho daño que los toros hacían eld ía
de nues tra Señora de Ag os to a las g entes que es tavam d ebaxo d elos portales de las casas que d ixen de las boticas de Reg la, por tanto
que acordavan e mandaban que los moradores de las d ichas casas
que cerrasen los portales d el las , cada uno su frontera s opena de
quinientos maraved is,lamitad para la cámara efisco d e su alteza e
la otrami tad para elgas to d e la fies ta d e nues tra Señora e que se
preg onas e . Tes tigos Alvaro de L eón e Pedro d e Arguel lo, vecinosd e L eón, e Juan Carnero , andador, vecino Trobajo Cerecero . » Yen
la d eld ía 18 delmismo mes y año s e lee : los d ichos s eñores justícia y reg idores d ixeron que acordavan e mandaban quel toro dela cíbdad que sobró d e la fies ta de nues tra s eñora que s e vue lva a
correr eld ía que se acordaré e d isponga d elelmayordomo como le
pares ciere .»
— 38
En el siglo XV I hallábas e la P laza Mayor de Santa
María de Regla limi tada, al Este , por la ig lesia de su
mismo nombre y al Oeste , por una l ínea de diez casas
con soportales, que construyó elcabildo con el fin de eu
sanchar la p laza después de haber demolido otras más
antiguas y más próximas al templo D e la plaza de
Regla partía hac ía elNorte la calle de la Canóniga (hoyde Guzmán elBueno) y la de Villaperez (hoy del I ns titu
to) , que , corriendo paralelamente , desembocaban , s e
gún ellibro deAp eos , la primera, en la <<plaga de la igle
s ia de Santa Marina» y la segunda— a cuya entrada,
y a mano derecha,s e encontraba la casa de <<la lonja
donde labran los pedreros de la dicha ygles ía» <<en la
anchura cerca de Puerta Castillo »
L as diez casas edificadas a expensas del cabildo s e
extendían entre la entrada de la calle de Candamio (4 )
(hoy de Bayón) y la de la F erreria de la Cruz (5) (hoy de
Fernando Merino ) L a de Candamio d írigías e h ac ia
Poniente,atravesaba la de S erranos y moría en la de
S antis idro . L a de la F erreria de la Cruz— cuyo nombre
comprueba la suma importancia que los herrajes alcan
(1) El ensanche se verificó d e lamanera s iguiente : dejando para
p laza <<desde la calle que viene d e S antisidro para la d icha ygles íaa la entrada
,cerca del caño
,e d esde la cal le que viene d esde la pla
za para la d icha ygles ía todo aque l espacio y p laza que es tá entrela d icha ygles ía y las d ichas casas nuevas , salvo cuanto doce pasos ,poco más o menos , que era como cal le para pasar en derredor d el
pate de una parte a otra» — L ibro d eAp eos de la Catedrald e L eón,folio 14 , vue l to .
(2 ) L ibro deAp eos d e la Catedrald e L eón, folio 10recto .
(3 ) L ibro d eAp eos d e la Catedrald e L eón ,folio 10recto .
(4) L ibro d eAp eos de la Catedral d e L eón,folio 10recto .
(5) L ibro d eAp eos d e la Catedrald e L eón,fol io 16 vuel to .
_ 39 _
zarou en nuestra capi tal— seguía la misma direcc ión
que la de Candamio y terminaba en la puerta Cauriens e .
Junto a ésta,y formando con el de Villasinta la entrada
d e la calle de S antis idro, erguías e en el siglo XVI el pri
mitivo y suntuoso palac io de la noble familia de los Guz
manes, que miraba a una calle situada frente a la ante
rior y en cuyo fondo des tacábas e una fachada de la
casa solariega del conde de Luna. Al desaparecer , no
sabemos por qué motivo , su fachada principal , del si
glo XVI , que avanzaba por la plaza delmismo nombre
que aquel prócer , hasta la l ínea del almohadillado to
rreón de dórico friso y grandes ventanas , que aun s e con
serva,dejó ante la vista d elespec tador una construcc ión
mucho más antigua— probablemente del sig lo XI V for
mada por un arco gótico encuadrado en monumental
portada d e líneas rectas , sobre la cual corren tres gra
ciosos arcos de forma semic ircular sostenidos por colum
nas de bajo fuste,con cap iteles bizantinos , y abarcados
todos ellos poruna sola oj iva.
Por último,de la p laza de S antaMaria de R egla par
tía,hacia el Sur
,la calle de Cardiles (hoy de la Paloma) ;
adulan en ella los callejones de Bodega Viej a (hoy de la
S al) y de Varillas , y en su extremo meridional alzábas e
Puerta deArco, que , abierta en el lienzo de muralla que
corría de Poniente a Levante,ponía en comunicac ión la
parte de la c iudad estudiada con la que s e amuralló du
rante el reinado d e Alfonso XI . Al Sur de este lienzo y ,
por tanto, fuera del rec into de la par te antigua de la ciu
dad,eu donde habitaban las más elevadas c lases soc ia
les,extend ías e la nueva. Su forma eramás irregular que
la de la primera,y su población
,de mayor densidad ,
hallábas e encerrada desde la época de Alfonso XI por
— 40
sólida y uniforme muralla de cal y piedra,cuya cons
trucc ión , que databa de 13 24 , fué acordada por elCabil
do de la catedral y el Concejo,en junta celebrada por
ambas corporac iones,el 28 de marzo delmismo año , en
el palacio y bajo la presidencia del obispo legionens e
don Garc ía de Ayerve . En esta reunión s e determinaron
los trozos de cerca que debían edificarse en sustituc ión
de incomp letas v prov isionales tap ias ; s e hizo elcontra
to de la nueva obra con don Juan Sánchez,arcediano de
Tríacas tella,el cual s e obligó por s i y por todos sus bie
nes a daría por terminada en elplazo de quince años , y ,al finalizar éste
,todos los barrios asentados más allá del
torreado rec into de fundac ión romana,reparado después
de la invasión de Almanzor,quedaron defendidos por un
sólido muro , adquiriendo León el ámbito que hoy tiene ,
y añadiendo,a las primit ivas , siete puertas más , cuyos
nombres , si s e exceptúa elde la de F aj eros , s e conserva
ron hasta el siglo -XV I .
Durante aquel siglo , el ensanche de la c iudad leone
s a estaba formado por complicada red de callejuelas,
cons tituidas por viviendas de pobrís imo aspecto y esca
s a altura,con pocos e lementos artí sticos , y levantadas ,
a pesar de su origen relativamente moderno,sin reg la
alguna de urbanizac ión Su aspecto triste y mis erable
acentuábas e más y más según iban alejándose dellienzo
septentrional de la muralla hasta llegar a la calle de
Moros,enclavada en la típica barriada en que v iv ían
no pocas familias moriscas dedicadas a confeccionar pri
morosos tejidos y bordados al estilo oriental y a la con
fección de caprichosas labores arabescas de exquisito
gusto y gran valor artístico . Pero,antes de acercarse a
esta barriada,forzoso era
,en el siglo XV I , haberse in
— 41
ternado por otras no menos típicas e interesantes para
el historiador,más próximas al núc leo aris tocrátíco de
la población y en las cuales habitaban los escuderos
los p ícaros hampones , que por aquel entonces tanto me
nudeaban; la gente dedicada alconzercio y los tenderos ,menestrales ymercaderes
,como c laramente lo indicaban
los nombres de las p lazas del Pan, Carnes ceriaM'
ayor,
Tiendas y F ruteria,y los de las calles de la Contratación,
de la Casquería y de la Trip eria, por no c itar otras . Vi
vían,en fin
,dentro del ensanche de Alfonso XI , los gre
mios de los dis tintos oficios, que , en conformidad con las
costumbres predominantes de la Edad Media y el esp i
ritu de asociación de la época,tenian también designa
das sus calles y p lazas , cual s i a e llos pertenec ieran y
fuesen exc lusivamente de su propiedad . Así,en la calle
de la Azabacheria— que , naciendo en la de la R ua Ma
yor, desarrollábas e paralelamente al lienzo de muralla
que separaba la parte nueva de la ciudad de la antigua,comunicándose las dos por Puerta de Arco habitaban
los que trabajaban elbrillante mineral indicado por su
nombre,y con él hac ían col lares , rosarios , brazaletes ,
cruces y otra multitud de objetos y adornos de formas
variadís imas ; en la de la Olleria— situada dentro delnue
vo recinto y formada por una corta línea de casas que
a la fachada occidental delpalacio de los Guzmanes mi
raban— alzábans e las fábricas de ladrillos , vasijas de
barro y otras piezas de cerámica; justificando los nota
bles ejemplares que atesora nuestro Museo Arqueológ ico ,el grado de extraordinaria perfecc ión alcanzado en la
c iudad leonesa por esta industria.
Tuvieron , delmismo modo , sus calles los maestros de
la orfebrería leonesa en el sig lo XV I ; aquellos joyeros y
plateros que dejaron señales de su notable arte en los
cetros,cruces , cálices y custodias que en las más famo
sas catedrales españolas constituyen la admirac ión de
todos ; los rejeros , lamparis tas , tejedores , alfareros y
guarnic ioneros ; los constructores de abanicos, que en la
de Varillas moraban ; los de calzados, que en la de Zap a
teria vívían,y los de frenos , situados en la de F reneria,
calle que en el sig lo XVI partía de la R uaMayor, pasaba
frente a la antigua parroquia de Nuestra Señora delCa
mino y tenía su fin en elarco de PuertaMoneda . En estos
barrios de la c iudad de León,contados eran los palac ios
de los próceres , pues éstos fueron agrupándos e alrededor
de los alcázares reg ios , as í como las viviendas de los al
tos funcionarios,y las amplias casonas canonicales , s e
hallaban en las inmediac iones de la gótica Santa María
la Mayor,o en las de la románica S an Isidoro . En cam
bio, en dicho ensanche
,apartados del centro d e pobla
c ión de las altas c lases soc iales,y a la sombra de mul
titud de templos , erig idos en aquellos remotos t iem
pos , no sólo por el esp íritu piadoso y acendradamente
mí stico de los soberanos españoles , sino por el de sus
súbditos,vivía lamuchedumbre de los humildes que , ré
signada y trabajadora, confiabamás en Dios que en las
promesas de los hombres : elpueblo , que a principios del
reinado de Carlos V,cansado de sufrir los abusos de los
gobernantes , apenado alver cuán fác ilmente s e concul
caban las leyes españolas , y s emortiñ caba el s entimien
to nac ional,y era corromp ida la moral y escarnec ida a
diario la elevada polí tica con que los Reyes Católicos en
grandecieron la institución monárquica, cambió sus ins
trumentos de trabajo por las armas , y para vengar tan
tos ultrajes,en León
,del mismo modo que en otros
muchos puntos , intervino como autor y actor principal
en aquella imponente revoluc ión llamada de las Comu
nidades castellanas .
L a cerca nueva,arrancando por elOriente más acá
de la Puerta delObisp o en el torreón de los P onces,des
cribía hac ia elMediodía un irregular y enorme arco, que
alPoniente s e anudaba con la vieja por elP os tigo de la
Olleria,después de haber defendido la calle delmismo
nombre'
,la puerta Cauriens e y la parroquia de S anMar
celo,con su antiguo temp lo . En su lienzo oriental— que
daba vistas al barrio de S an S alvador delNido de la Ci
g¿ieña, habitado por gente de vida airada y licenciosas
costumbres,cual lo indicaba elnombre de la calle de la
]II ancebia (l) — abrians e las puertas de Calde E s cuderos ,
D iego Gutiérrez y CaldeMoros , comenzando en la prime
ra la calle de los E s cuderos , que terminaba en la p laza
delPan; en la segunda,la de R odesneros , que tomó el
nombre de los constructores de ruedas de molino,y en
la tercera, la de la Cap elleria, situada extramuros de la
ciudad,y en la cual hallábans e los fabricantes de mantos
a lamorisca,tan usados por los españoles de entonces .
En ell ienzo delMediodía, que separaba la c iudad del
arrabal de S antaAna, del convento de S an Franc i sco ydelmonasterio de S an Claudio
,s e abrían los arcos de
Puerta Moneda y Puerta Gallega. Aquél daba acceso a la
calle de su mismo nombre, que recordaba a los fabrican
tes de moneda,cuyo gremio tantos especialís imos privi
legios obtuvo de los reyes y tanta importanc ia alcanzó
desde el sig lo XI V alXVI,y, por último , s e penetraba en
la de Puerta Gallega, que iba a unirse a la de la R uaMa
(1) L ibro d eAp eos d e la Catedralde L eón, folio 6 vuel to .
yor. No cabe duda que esta vía,una de las más impor
tantes de León durante el siglo por nosotros historiado ,s e hallaba a lamano derecha adornada con artisticos s o
portales . Así lo da a entender el libro de Ap eos en el
cual , aldeslindars e las fincas que en aquel lugar poseía
el Cabildo,s e lee lo que sigue : << Iten seis casas juntas
con dos arcos de p iedra cada una.» En el lienzo de Po
niente, por último , veíans e la P uerta deBurgo Nuevo y la
de S an Marcial, conocida anteriormente con el nombre
de F ajeros .
Tales eran,en los comienzos de laEdad Moderna
,la
disposic ión y la singular fisonomía de León , la manera
de vivir de sus habitantes y sus monumentos,as í c ivi les
como religiosos .
Apenase el ánimo de todo el que , respetuoso con la
tradic ión,fundamento firmís imo delprogreso verdadero
y bien entendido,contempla elcambio que , a través de
rec ientes mejoras,revela el interior de la vieja y silen
c iosa c iudad con la moderna y fría alineac ión que , osa
da,comienza a penetrar en sus misteriosas p lazas , en
sus tortuosas calles,sig los atrás museos delarte y pag i
nas de nuestra historia. Y el dolor crece cuando los
amantes de la patria chica nos es trellamos contra la
indiferencia reinante y la ignorancia de los hombres de
ahora,los cuales
,en su afán destruc tor
,poco a poco
van echando a tierra los escasos restos de toda una
c ivilizac ión .
(1) F olio 17 recto .
D os familias rivales
Aun cuando hac ía tiempo que la corte s e había aus en
tado de la c iudad leonesa,los monarcas españoles conti
nuaron favoreciéndola con sus privilegios , y muy lejos
estuvieron de mermar la preeminencia que siempre há
b ía tenido en los actos públicos delreino . Elrespeto que
su nombre inspiraba a toda la nac ión, s e manifestó , más
que en ningún otro acto,en los celebrados por las Cor
tes de 1406 y 1407 , las cuales declararon que a los pro
curadores de León correspondíales en ellas el segundo
asiento después de Burgos , y conpreferenc ia a los de To
ledo . Sus nobles señores aún influían , alalborear la Edad
Modena, cerca de la realeza,y más de una vez habían
mudado sus decisiones,imponiéndola su voluntad .
L as antiguas familias de los Villaperez, Osorios , Vi
llafañ es,Lunas y Guzmanes
,cuyos individuos fueron
orgullo de la patria y espejo limp í simo donde s e refleja
ron todas las virtudes de los viejos hidalgos españoles ,trabajaron tan hondo por la cultura y la prosperidad
material de su c iudad, que enpleno siglo XV volvió a re
cobrar su antiguo esplendor y a s er una de las más fio
recientes de España. Atraídos irresistiblemente por la
fama que alcanzó , venían a ella, como enperegrinación ,
los más renombrados artistas delmundo para formar el
gusto y estudiar la evoluc ión de las artes p lásticas en
las suntuosas fábricas de S an Isidoro,Nuestra Señora
delMercado,S an Claudio y Santa María la Mayor ; en
los grac iosos ajimeces y p intadas techumbres de aquel
reg io palacio, digno rival del suntuoso alcázar de Sevi
lla,cons truido a lamaneramudéjar por don Enrique II
el Bas tardo; en las representac iones simbólicas,en las
de licadas figuras de santos y monjes , reyes y heraldos ,timbaleros , ballesteros y jug lares , representadas en la
hermosa vidriería artí stica de la catedral ; en las ilumi
naciones,fuerte y brillantemente coloreadas
,de Códices
como los de las Biblias del X y XII,y elde las obras de
Santo Martino, guardados con esmerada solicitud por los
canónigos regulares de S an Isidoro , y tantos otros que s e
custodiaban en la librería de la catedral . Y tras los ar
tis tas , acudían de todas partes sabios y estudiosos , atraí
dos por la inmensa riqueza bibliográfica atesorada en
nuestros archivos y bibliotecas Y elmismo
rey en persona llegaba a León ; aque l gran Fernando V ,
tan batallador,tan rec io de alma y de cuerpo, que , a pe
sar d e su carác ter impasible y frío , ensombrec ido por los
cálculos de la alta política, y de su espíritu poco dispues
to a la emoción,le habéis visto frunciendo el ceño y
,
acaso,herido en su orgullo de soberano al contemp lar la
inusitada fas tuos idad que para recibirle desp legaban los
próceres de estas hidalgas tierras ; conmovido y dejando
escapar lágrimas ante el cuerpo inerte de un santomar
tir,también leonés ; satisfecho delbienestar delpueblo ,
y humilde y fervoroso cuando contemplaba en elmonas
terio de S an Claudio la fiel observancia con que sus
monjes guardaran la reg la de S an Benito , sint iendo ad
— 48
añadiendo poco a poco nuevos timbres de g loria a los
cuarteles de sus escudos,aumentando a la par sus patri
monios con las donac iones reales y contribuyendo am
bas'
al encumbramiento de la patria con sus leg iones, de
santos,h éroes y sabios , sin los cuales no tienen cabal
explicac ión muchos períodos de la Historia de España
Con esto hacemos“
referencia a la ilustre casa .de los
Guzmanes y a la no menos ilustre de los Quiñones . Al
comenzar el s iglo XVI , empujadas por la fuerza de las
c ircuns tancias,
“
declarans e enemigas irreconc iliables y
olvidando hasta elvínculo de la sangre que las unía,las dos luchan denodadamente por su predominio en la
c iudad en la época de los Comuneros,y no cejan en su .
empeño hasta que la de los Quiñones , fiel servidora de
la monarquía,consigue la derrota :y el aniquilamiento
de aquella su rival que con tanto,ardor y valentía tre
moló la bandera de las libertades populares , guerrean
do en defensa de la patria, esquilmada y oprimida a la
sombra del trono .
Si la casa de los Guzmanes contaba entre los suyos
con no pocos nobles que tuvieron la honra de casarse
con hijas de poderosos monarcas , y tuvo otros que sobre
éstos ej erc ieran dec isiva'
infiuencia,cual—hubo de acon
tecer con don Pedro P érez y don Juan Ruiz de Guzmán ;elprimero , ,
mayordomo de Alfonso VIII , y el segundo,hábil y talentudo_político , por cuyas indicac iones don
Pedro I de Castilla hizo vida con la reina doña Blanca
y puso nueva gobernac ión en sus Estados ; no p or ello
e s cas earon en tan ilustre familia guerreros . es forzados
como don Nuño Pérez de'
Guzmán, que hizo proezas en
la memorable jornada de las Navas de Tolosa; don R a
miro Núñez,héroe de la guerra de Antequera y figura
saliente de las Cortes celebradas por don Juan II en
1429; el valiente defensor de Tarifa, y aquel otro don
Pedro de Guzmán,vencedor de la morisma en Almo
dóvar, Carmona, Alcalá del R ío y en el cerco y toma de
Por su parte , la casa de los condes de Lunano
quedó rezagada, ni mucho menos , en esto de la caballe
ros idad , delheroísmo y delamor a la patria. Ahí están,
sin ir más lejos,los nombres g loriosos de Nuño Pérez,
alférez de donAlonso elEmperador ymaestre de la orden
militar de Calatrava Alvar P érez de Quiñones , goberna
dor de León y Asturias por elaño de 1221 ; Pedro Suárez
Quiñones,mayordomo de aquel infante don Fernando
que llegó a s er rey de Aragón ; don Suero del mismo
apellido , que tan notables servic ios rec ibió de la co
rona y que hallós e , por elmonarca castellano,enlas pa
ces tratadas con el ceremonioso rey aragonés , trovador
y cronista,Pedro IV,
y, por no c itar otros
,aquel atil
dado y grave señor don Pedro de Quiñones , formidable
enemigo delcondestable de Castilla donÁ lvaro de Luna,fiel a la parc ialidad de sus cuñados elalmirante y elcon
d e de Benavente, pundonoroso militar , que en memo
rables ocasiones,en las tomas de las fortalezas de Be
namaruel,Benalama y la c iudad de Huesca, mostró toda
la fiereza de su raza.
Si es cierto que en las casas solariegas de los Guz
manes nac ían varones de tan acrisoladas virtudes como
las que adornaran la persona del prelado de Catania
don Diego Ramírez, y santos de la talla del fundador de
la orden de PP . Predicadores , no es menos c ierto que de
los palac ios y castillos de los Lunas surg ían otros que ,además de haber dejado testimonios nada vulgares de
su p iedad y muníficencia, gozaron en vida de singula
res prestig ios como hombres de letras . A este fin bas
tará recordar al paje de Jiménez de Cisneros , el carde
nalF r. Franc isco de los Á ngeles , místico franc iscano
descalzo, confesor del emperador Carlos V ,defensor en
Alemania, pormandato de su rey ,de los intereses de la
Santa Sede y antes de la causa del pontí fice Clemen
te VII,encerrado en el castillo de S antagelo ; nombrado
suces ivamente por elPapa,como premio a sus relevan
tes méritos , protector de los franc iscanos,obispo d e
Cauria en el reino de Nápoles y de Palestina, en los Es
tados Pontificíos , y autor de las obras del renombre de
Comp ilatio omnium p rivilegiorumminoribus conces sorum y
d elBreviarum Colbertinum,dís cutídís ímo en su tiempo,
hecho para us o de Colbert , y que, a pesar de s er acaba
do modelo de liturg ia particular y de merecer la apro
bación de Clemente VII , Paulo III y Paulo IV y Julío III ,fué declarado por la Sorbona contrario a las antiguas
prácticas,no menos que a la devoc ión de los fieles , que
dando prohibida su rec itación por acuerdo de P ío V .
Tampoco debemos olvidar lo que un monje de S an
Claudio dec ía en el sig lo XVII de otro personaje de la fa
milia,en su notable historíamanuscrita delmonasterio
,
alhacer relac ión de los condes en él enterrados : << D on
Claudio de Quiñones,quarto conde
,insigne en dichos y
hechos,en lindeza de su persona, en fuerzas y en des
trezas y en luc idas embaxadas alPapa y al Turco y al
Conci lio de Trento donde murió,y por los años 1592 le
traxeron á esta casa y s e enterró con la grandeza y
pompafuneralque a tan gran prínc ipe convenía. Dura
ron nueve días sus obsequias,y elprimero hizo los offi
c ios el Cabildo y predicó elobispo don Juan AlonsoMoscoso ; el segundo sermón predicó el maestro Fray Juan
51
de los Arcos , abad de esta Casa; el tercero , el maestro
Venegas ; el quarto , elPadre Ulloa; de los demás no me
acuerdo . El túmulo , los lutos , los jeroglíñ cos y poesías ,elgasto de cera y las limosnas
,cada cosa ponía admi
Y añade elanónimo más adelante : <<en su mo
cedad fué dado á las matemáticas y astrolog ía y á las
artes liberales , que tuvo gusto de saber de todo . En cre
ciendo , siempre le ocuparon los reyes . Grande hombre
de justas y torneos y de tirar barra y d e todos juegos y
exerc íc ios de fuerzas ; muy devoto de esta casa donde s e
recog ía las cuaresmas , en el quarto por es o llamado del
Conde,donde bordó por sus manos el hornamento rico
de difuntos que
En todo competían las dos familias rivales . Si la
de los Quiñones extendía su jurisdicc ión por una par
te de la provinc ia de León y por otra no pequeña de
la de Asturias,la de los Guzmanes tenía por c ientos
los vasallos y poseía gran número de heredades y era
absoluta dueña y señora de las villas de Abiados,To
ral,Cañ izar y Vegas del Condado , contando con sub
ditos hasta en las c iudades de Toro,Zamora y Vá
Hubo una época en la cual,de todos los palac ios no
biliarios existentes en León,el d e los Lunas era elmás
artístico … S intiós e herido en su orgullo de noble el obis
po don Juan de Guzmán , y a los pocos años de haberle
sido confiscados la mayor parte de los bienes a su padre
don Ramiro,mandó arrasar desde los cimientos la pri
mitiva casa de sus mayores,y en el solar por ella ocu
pado erigi ó el palac io que hoy s e considera,dentro de
(1) F olios 100—101 .
las construcciones c iviles,como acabado modelo de la
casa española en el siglo XV I .
Afecta la p lanta forma rectangular . L a fachada que
da a la calle de la Herrería de la Cruz,lo mismo que
la que hace frente a la espac iosa plaza de S an Marce lo
,ostentan , en el primer cuerpo
,una serie de hue
cos cubiertos con grandes rejas voleadas , en cuyas
mensulillas de piedra labrada están esculpidos los es
cudos heráldicos de la noble familia. A lo largo del s e
gundo cuerpo extíéndes e hermoso balconaje de gruesos
y labrados barrotes de hierro,decorando los balcones
severos frontispícios triangulares , unos , y otros de me
dio punto .
Corona el edific io,a lo largo de su fachada prin
c ipal , fíanqueada por dos t o r r e s,una elegante ga
lería de arcos de medio punto , y , avanzando desde
la cornisa que los cobija,una serie de fantásticas gar
golas .
Hállas e la puerta princ ipal a un lado, próxima al
ángulo de la entrada de la calle de la Herrería,con un
gran arco de medio punto , fianqueado por estriadas co
lumnas jónicas , con estatuas de dos guerreros enc ima, y
en los tarjetones colocados en las enjutas del arco s e
lee esta sentenc ia: Ornanda es t dignitas domo— Non domo
dignitas tota queerenda.
D a luces al interior de la casa un patio espac ioso de
forma cuadrangular , cuya galería baja está formada por
arcos de medio punto , sostenidos por robustas columnas
jónicas , y los arcos apaínelados de la galería alta que
corresponde al piso principal por columnas coríntias,
adornando los antepechos elegantes y movidas cartelas
en cuyo centro campean alternativamente las calderas
— 54
María de Toledo , mujer de D iego Fernández de Quiño
nes,adquiere
,para elmismo objeto
,la cap illamayor de
S an Claudio , dotándola espléndidamente y cual corres
031va1, elevaron los muros has ta formarmed io punto ; mas como , hecho es to , los arcos formeros d e pies y cabeza de la ig les ia quedabanmás bajos
,tuvieron por neces idad que sup lementarios con los otros
d os,a fin de que enrasaran con los med ios puntos de los muros late
rales . En una palabra: apelaron a es te recurs o como med io más fácilque elde cons truir nuevos arcos .
Cuando , en el s ig lo XVI I , s e abrió la puerta actual que comunica
con el c laus tro,y s e cubrió la plementería de la bóveda con el in
oportuno almohad i llado que hoy tiene , des truyeron las hermosas
p inturas murales que decoraban la ig les ia y d e las cuales han quedado res tos
,d ignos de es tud io, en elintrados d elarco y delmuro d e
ingres o . »
L a opinión s obre elorig en románico de lamencionada capil la,sus tentada por el S r. Díaz - Jiménez (J . E . ) se ha confirmado con
elreciente d es cubrimiento,en elmuro de fondo , de dos ventanas
s imétricas d e aque l mismo es tilo arquitectónico .
L os res tos de las pinturas que exornaban la capi l la, representanla ig les iami litante y eldes tino futuro delhombre correspond ienteales tado d e la conciencia alabandonar es ta vida.
Varios res tos humanos dos esqueletos comp letos dentro de sus
respectivos s epulcros y fragmentos d e altos relieves labrados en ala
bas tro, factura del s ig lo xrv, aparec ieron rec ientemente , s iendo re
cog idos es tos ú ltimos con inte lig ente solicitud por el arquitecto res
taurador de la románica bas ílica. Desgrac iadamente, el lamentablees tado de las ins cripciones , borrosas por comp leto , no ha permitidosaber cuyos eran los res tos all í encontrados .
L os documentos his tóricos nos d irán quienes d e la noble familiade los Quiñones rec ibieron en la capi lla cris tiana s epultura.
D . Pedro Suárez de Quiñones , Adelantado mayor d el reino deL eón
,en el tes tamento que otorg ó en el Real de Alg ec iras el
d ía 5de ag os to d e 1388, d isponía: <<que s e le entierro en elmonas te
rio de S an Is idro de L eón,en la capil la d ó yace su l inaje» (Crónica
de Alfons o VII, por Sandoval , pág . 463 y en el que otorg ó en
Valladolid el27 de julio de 1590D . Antonio d e Quiñones , Comendador d e los Elg es , Señor d e laCasa de Ci lleros y Caballero delHábitode Alcántara
,se lee : “Mando que mi cuerpo s ea l levado a la c iudad
ponde a tan alta alcurnia; los marques es de Toral , si
guiendo este ejemp lo, y en los primeros años delsiglo xv,
el igen la ig lesia de Santo Domingo para su enterramien
de L eón y sepultado , en elmonas terio de S an Is idro, en la capil la delos Quiñones
,en la s epultura que es tán s epultados mis señores padre
madre y hermano . Por cuanto yo teng o mandado enlosar la d ichacapi lla d e los Quiñones , y e s tá ya acavada y hecho su altar, quiero
que s e haga y cump la lo s iguiente : Mand o que s e haga un bus to d ealabas tro muy bueno é l lano ,
en el cual ha d e haber dos figuras debus to
,una d e mi padre y otra de mimadre , el cual bus to s e ponga
sobre la s epultura de los d ichos mis padres , é a la redonda s e ha de
poner una reja de hierro bien labrada d e vara y cuarta de alto con
sus balaus tres,dorada en los lugares y parte que s e requiere , é los
balaus tres d e las cuatro esquinas han de s ermayores é más grues os
que los otros ; en cada uno de es tos cuatro balaus tres ha de es tar
pend iente un escudo de metal , con las armas s iguientes : en eles cudo
d e arriba, alamano d erecha d eld icho bulto , ha de tenerun es cudo
con las armas de los Quiñones y su orla de los Enríquez y una letra
que d iga: Aquí yace D . Antonio de Quiñones,hijo leg ítimo d e D on
Dieg o F ernández d e Quiñones é d e D .
' Juana Enríquez su mujer ;Cond es d e L una; en elotro balaus tre del lado izquierdo , otro es cudo
con las armas de los Acevedos é d e los Marinas,é una letra que d iga:
Aquí yace D .
º' Catalina d e Acevedo,mujer que fué de D . Antonio
d e Quiñones , hija leg ítima d e L uí s d e Acevedo é d e D .
'Jinebra d e
las Marinas ; y en elotro es cudo que ha d e es tar en el balaus tre delos pies al lado derecho con las armas d e los Quiñones
,é una cruz
d elorden d e Alcántara, ha d e decir: Aqui yace D . Diego F ernánd ezde Quiñones , delhábito de Alcántara é hijo primog énito de D . Antonio de Quiñones é de D .
a Catalina d e Acevedo su mujer; y en el
otro,delotro lado , otro es cudo con las mismas armas y otra letra que
d iga: Aquí yace D . Alons o de Quiñones,del hábito de Alcántara é
comendador de los Elg es , hijo s egundo de D . Antonio de Quiñonesy de D .
3 Catalina de Acevedo sumujer.»
S ábes e as imismo que , en el mismo lugar donde fueron enterrados D . Alonso y D . Pedro Suárez de Quiñones , des cansabanel abuelo de és te d el mismo nombre
,Alvarez d e Quiñones , Meri
no Mayor de As turias,y su bisabuelo Alvar Pérez de Quiñones
,
Alférez mayor delrey D . Alfonso IX,y gobernador de L eón yAs
turias en 1221 .
to dotando largamente almonasterio para levantar
le de la postración en que s e encontraba.
Por mi parte , nada quiero decir del comportamiento
(1) Gracias a la his toria inéd ita delmonas terio de S an Claud io ,es crita por un relig ioso d elmismo en elañ o 1620, sabemos que larama primog énita d e los Quiñones , es to es , la que fundó el e s tadode L una, tenia en aque l monas terio su enterramiento .
Abramos sus pág inas para leer lo que elautor anónimo d ice en
elcapítulo que titula: <<D e la dotac ión de la Capi l la mayor por losSeñores Condes de L una.
»
<<L os s eñores que es tán enterrados en es ta capil la y s e tras ladaron de los s epulcros de la ig les ia antigua, s on: D .
aMaría d e Toledo,mujer d e Dieg o F ernández d e Quiñones , que l lamaron de Aller, quefué elque fund ó en forma d e mayorazg o eles tado de L una con los
l lamamientos que tiene . Yaunque no eraConde era tenido porGrande d elreino , por los años d e 1400, y no sé s i él también se enterrócon sumujer.
Pero Suárez de Quiñones y su hijo, y padre delprimero Conde deL una
,no se ha pod ido averiguar s i s e enterró en es ta casa
,aunque
parece habernos dado a es te fin, los mily tres cientos maraved ís d ejuro que d ixe .
D . Dieg o F ernández de Quiñones y D . Bernard ino y D . F rancis code Quiñones primero y s egundo y tercero conde de L una, tampocos é que s e hayan enterrado en es ta casa.
Cuando traxeron aD . Claud io de Quiñones,cuarto conde , ya
es taban enterradas en sus s epulturas las pers onas s iguientes :D .
a Catalina P imentel , mujer d e d icho conde D . Claud io, hija d eAlonso P imente l
,conde de Benavente .
D .
a Victorina de Quiñones , hija d elconde D . Claud io, que murió
doncella,harto niña, aunque en edad que nos hizo algunas mandas
que no hubieron efecto .
D . L uis de Quiñones , quinto conde de L una.
D .
a Beatriz , d ig o , D .
aMaria Cortés , mujer delconde D . L uis , hijad elmarqués delValle , que nos mand ó comprar una heredad d e d osc ientos ducados en dotación de unamisa cantada.
D .
a Catalina d e Quiñones , hija del conde D . L uis y de D .
3 MariaCortés
,y mujer primera de D . F ranc is coAlonso Pimentel , conde d e
Benavente, que hoy vive , y madre d e D . Antonio F ernández Quiñ o
nes , que hoy es conde de L una y suces or en el condado de Bena
— 57
y liberalidad de los condes de Luna para con los mon
jes de S an Claudio . Dichas cualidades resaltarán más
consignando , a este efec to,las siguientes palabras de la
vente . Es tos s eñores es taban ya s epultados en la capil la cuando trajeron elconde D . Claud io
,de Trento .
D .
a Maria de Quiñones Beamonte,hija delconde D . L uis y d e su
segundamujer. Es ta señora fué marquesa de As torga y condesa d e
Treuíñ o como queda d icho,y qued ó harto moza del s egundo matri
monio ; pas ó una vida e jemplar en ejercicios de orac ión y obras d e
piedad y d e cuarenta años d e edad , pas ó de es ta vida elañ o de 1615
D .
a F ranc is ca de Beamonte y Cardona,madre de la d icha s eñ ora
y mujer s egunda delconde D . L uis,murió poco d espués que su hija .
Es tos s on los señores de la casa de L una que has ta agora es táns epultados en nues tra ig les ia. F uera de algunos niños de que no haquedado memoria. » (F olios 99 - 102 )Otra rama d e la familia Quiñones tenía su enterramiento en la
capil lamayor d el primitivo convento d e S an F rancis co . As i cons taen el tes tamento de D .
aAna de Reinoso, mujer de D . Suero de Quiñ ones
,Señor de Inicio
,otorgado en 29de Septiembre de 153 3 , y en
elcual s e lee : <<Iten,mando que , cuando la voluntad de nues tro S e
ñ or fues e de me l levar d es tapres ente vida, quemi cuerpo s ea s epul
tado en elmonas terio de S an F rancis co,en la cap il la mayor en el
enterramiento que tiene eld icho Suero de Quiñones , mi marido . »
Es to mi smo s e halla confirmado por el tes tamento d elmismo Suero ,
otorgado en 27 d e Octubre de 1535en elque s e encuentra la cláu
sula que s igue : Iten,mando que , cuando la voluntad d e nues tro
Señor fuere de me l levar des tafpresente vida, que mi cuerpo sea se
pultado en elmonas terio d e S an F rancis co d es ta cibdad d e L eon en
la s epultura d e mi padre Pedro de Quiñones , ó en baxo , donde amiscabeceros les parecies e y mando que s ea en el suelo , cabe la s epul
tura deAna de Reinoso mi muj er. <<No debe confund irse es te Suerode Quiñones con elcaballero delmismo nombre , famoso en jus tas ytorneos , que a los 25años de edad , en elde 1434 s e d is tinguió en ladefensa d elPas o honroso en elpuente d e'rbig o . Aquél fué hijo d ePedro de Quiñones
,és te d e Diego F ernánd ez Vig i l d e Quiñones ; el
delPaso honroso nació en 1409y murió en 11 d e Julío de 1458 ; eldel tes tamento no s e sabe cuando nació , pero s i que murió a finesd elañ o 1535 o a principios del s iguiente ; pues habiendo otorgadosu tes tamento en 27 de Octubre d e 1535, en 22 d e F ebrero de 153 6 ,
58
citada his toria manuscrita delMonasterio benedictino
<<Siempre estos prínc ipes (los Quiñones ) nos han hé
cho merced,porque las señoras condesas
,el tiempo que
han servido aquí, han dado a la sacristía paños ricos
labrados de sus manos,y corporales y cera
,muchas
fiestas y otros donativos,y los condes as i mismo
,y nos
defienden y amparan en algunas contrariedades que s e
nos ofrecen,y estamos enmucha obligac ión de encomen
darlos a D ios .»
D elnúmero y de la calidad de los servic ios presta
dos en todo tiempo por los marqueses de Toral a la cris
tiandad y a la Santa Sede,testifica la Bula dada por
Clemente VII en elalcázar de Santangelo , a 29 de no
viembre de 1527,y conservada en la ac tualidad por las
Relig iosas Concepcionís tas de León .
Por e lla s e concedía,entre otros próceres , a don R a
miro Nuñ ez de Guzmán y a su mujer doñaMaría de Qui
ñ ones,la grac ia de que pudieran eleg ir por su confesor
a cualquier presbítero idóneo , secular o regular , con fa
cultades para absolverlos durante su vida,as í como a
sus nueras y yernos,a los nietos de ambos sexos y a sus
familiares,y absolverlos de cualquier c lase de sentencias
y censuras ec lesiásticas,aun de excomunión mayor
,sus
pensión y entredicho enque hubieren incurrido y aunque
el tutor de sus hijos presentó alTribunal, para su aprobación, elih
ventario d elcaudal yacente : aquél tuvo el s eñorío de Inic io , és te el
de Naviza; el primero es tuvo casado con Ana de Reinos o ; el se
gundo con D .
'L eonor de Tobar. Además d e és to a ser uno mismo ,
resultaría que contaba cuandomuri ó la inveros ími l edad d e 125añosy no obs tante d ejaba a sus hijos en tierna edad . » (Véas e elarticuloque sobre los Quiñones publicó en la <<Crónica d e L eón de 29 de
Marzo de 1882» elS r. D . Juan L ópez Castri llón. )
— 60
heredero de todo lo que no era mayorazgo y el del
antig uo caballero de lamisma familia que vendió un
lugar suyo en tres miluncias para ir a visitar en Pales
(1 ) Hemos tomado es tas noticias de D . Suero , de un curioso libromanus crito de Santa Maria d e Nogales , referente a la his toria dees te monas terio y es crito por uno de sus relig iosos en 1776 . En el se
d ice , además , que elMaes tro F r. Alons o Ruíz , abad d e d ichomonasterio , dedícó a D . Suero de Quiñones y Zúñiga (al tercero delmismonombre en lo que va delañ o 1434 al 1590) una obramuy docta encaminada a d emos trar la conveniencia del celibato delc lero y la d e
que los fieles comulgasen bajo la sola especie d e pan . Siendo abaddelmonas terio D . F r. Antonio de Acuña
,murió en Val ladolid , D on
Suero d e Quiñones (27 de abri l d e cabal lero del hábito deSantiag o , que fund ó y dotó la capi l la d e los Reyes , donde es tuvoenterrado en unión de sus dos primeras mujeres , D .
a L uc ia de Hérrera y D .
a E lvira de Zúñiga, hija és ta delduque d e Béjar, la cualmuri ó en 14 d e d iciembre de 1565
,honrando en es te d ía sumemoria,
la Comunidad '
d e Santa María de Nogales con la celebrac ión d e unamisa de requiem en lamisma capi l la que fund ó sumarido .
A un hijo deld icho D . Suero d e Quiñones y Zúñiga,también d el
mismo nombre,ded icó elg randramaturg o Tirso d e Molina, su bel lo
l ibro de los Cigarrales d e Toled o en los términos s iguientes :<<AD . Suero d e Quiñones y Acuña, Caballero delHábito d e S an
tiag o , Alferez mayor y Reg idor perpétuo de L eón, Señorde los Concejos y Vi llas de Sena y Hibicus , Tiene V . m. tanto derecho amis es tud ios
, que si ingrato quis ieranegarle eldominio delpresente,me pus iera es te libro pleyto ; y cuando yo no se le ded icara, élmismose acog iera a la s ombra de su amparo , tanto por pagar deudas de su
padre cuanto por el interés que se le s igue de su patrocinio .
No sé qué mejoras l levan los hijos prohijados a los leg ítimos , queen algúnmodo parece s e aventajan a la naturaleza, s i es mas per
fecto lo que elige la libertad que lo que neces ita la g eneración,d i sculpa antigua y admitida de los pocos calificados , cuando responden que s i pud ieran es cog erpadres nacieran con la g eneros idad queles falta.
Mis Cigarrales , a su imi tac ión,enmiendan defectos heredados del
natural, con lapartic ipación deladoptivo , y tengo por c ierto que les
ha de caber parte en la buena fama y g eneral aceptac ión con que
V . m. es amado en es ta Corte, pues a ninguno he comunicado en
tina a Cristo Nuestro Señor,antigua y p iadosa leyenda
en la cual s e funda este lema del escudo de los condes
de Luna:
Conmi quíñ ón d e L eón
d i a España elmejor blas ón.
e lla,de alto a baxo es tado , rico 0 pobre , ignorante y d iscreto que no
se haga lenguas en la alabanza de su apacibilidad ,cortes ía
,nobleza
y demás cualidades con que adquiere elg rado de perfecto cortesanoelque cursa es ta confusa U nivers idad , sin que en es ta parte hayaquien fis calíce— ¡milagro dels ig lo presente'— con ojos para examinarfaltas , s in lengua para alabarperfecc iones . Ya,
es te libro es tá adoptado por V . m. y ya le conoce lamisma fortuna. Si se quexare de la
poca d e quien la eng endró , agradeceríame lamucha que s e le s iguedelPatrón que le he dado, pues por elrespeto de és te no se acorda
rán de los deméri tos delotro .
Guarde nues tro Señor a V . m. con las circuns tanc ias que merecey yo d eseo . El Maes tro
,Tirso de Molina. » (Véase lo ed ic ión de los
Cigarrales , trans cri ta y revisada por Víctor Said Armes to .—Biblio
teca R enacimiento .—Madrid . )
L os Guzmanes als ervicio delinfantedon Fernando
Frente a las ambic iones de Fel ipe el Hermoso, que
representa en la historia la negación de todos los prin
cipios polí ticos llevados a feliz término por los Reyes
Católicos,alzaron enérg icamente su voz de protesta, en
las cortes celebradas en Valladolid el12 de julio de 1506 ,Hernando de Sant - Andrés y Martín Vázquez de Acuña,procuradores por León . Ambos
,siguiendo a los de otras
c iudades y al almirante de Castilla,diérons e buena
maña para desbaratar, por el momento
,los planes del
nuevo monarca,el cual
,conñando en el apoyo de su
privado elarzobispo de Toledo y de no pocos grandes
que a éste seguían , s e propuso, nadamenos , que los cas
tellanos y leoneses le entregaran a él solo elgobierno
de la nac i ón y recluyesen a la reina doña Juana,s o pre
texto de la enajenac ión que padec ía.
D e nada sirvió que las cortes de Valladolid defendie
ran los derechos de doña Juana y juraran a ésta como
re ina prop ietaria de Castilla. Al poco tiempo don Feli
pe hería en lo más vivo los sentimientos de los españ o
les,empezando a despachar por s i los asuntos delEsta
do, sin tener en cuenta para nada la voluntad de sumu
jer, y a conferir los cargos más importantes a sus favo
ritos,señaladamente a los flamencos
,quienes crec ían
en honores y riquezas almismo tiempo que , sin lame
nor considerac ión,s e arrebataban aquéllos a los más
fieles y antiguos servidores de la monarquía,recomen
dados muy encarec idamente por Isabel la Católica, en
su testamento,a su hija doña Juana .
Tantas injusticias,unidas a los malos tratamientos
que don Felipe daba a su esposa, a la despótica privan
za de don Juan Manuel,al desorden en la administra
c ión y al desfalco consiguiente de las rentas públicas ,dieron por resultado que los pueblos de Castilla y del
antiguo reino de León , entre los cuales aumentaba de
d ía en d ía el descontento,s e apres taran a la defensa
,
recordando elpacifico reinado de doña Isabel y echando
de menos alrey don Fernando .
D e organizar la resistencia en la c iudad d e León y
de acaudillar , desde un princ ipio , la confederación de
nobles que s e opuso al partido de los flamencos , s e en
cargó la ilustre familia de los Guzmanes .
El c lavero de Calatrava don Pedro Núñez de Guz
mán,a cuyo cuidado y por mandato de la reina católi
ca s e confió al infante don Fernando,y s us dos herma
nos don Ramiro y don D iego , este último obispo de Ca
tania, propalaron tanto los desafueros delmonarca y la
caut ividad en que tenia a su esposa, y trabajaron con
tal empeño para conseguir la insubordinac ión de los
numerosos pueblos y villas de que eran señores, que
Felipe el Hermoso,reconoc iendo en ellos a sus más
implacables enemigos , trató , aunque inútilmente,de
atraerles pormedio de halagos , haciendo , no sólo la rara
excepción de respetar cuantos cargos públicos disfruta
64
ban,sino la de conferirles otros nuevos . Y
,en efecto
,al
primero a quien hizo objeto de sus distinciones fué a don
Diego ,obispo de Catania en Sic ilia
,des ignándole para
susti tuir a Fray Diego de Deza, ya viejo y achacoso , en
elalto cargo de inquisidor general, as í como también
para ocupar la silla episcopal de León, que el papa
Julio II proveyó , no en la persona indicada por elrey ,
sino en la del cardenal don Juan de Vera,hombre de
vasta erudición,de gran relieve en la corte de Ital ia y
competentís imo en los derechos civily canónico .
F ué tan grande el disgusto del monarca español
cuando tuvo notic ia del nombramiento y de la obedien
cia que el cabildo catedral prestó al agraciado, que le
faltó tiempo para ordenar al correg idor de León , don
Pedro Manrique, que secuestrase todos los bienes y ren
tas del obispado
Cuando el joven rey s e disponía a efectuar los dos
nombramientos en la persona de don D iego Núñez de
Guzmán,una de las fiebres ep idémicas que afiígieron a
Castilla_'
por aquel tiempo,acabó con su vida el 25de
noviembre de 1506 .
A lamuerte de Felipe el Hermoso , los Guzmanes
significaronuna vez más su fidelidad a Fernando V ,
figurando entre los nobles que deseaban nombrarle ré
gente de Castilla, ya que doña Juana, por su débil jui
cio,s e hallaba incapacitada para gobernar .
L os magnates que , como don Juan Manuel , el conde
de Benavente y los marqueses de Béjar y Nápoles , há
bíanmedrado a la sombra de la polí tica extranjera y
vieron en elrey católico un peligro para sus intereses ,
(1 ) Ris co : E spaña S agrada,tomo XXXVI, pág s . 101 y 102 .
dado la educación del infante al c lavero de Calatrava y
al obispo de Catania, donPedro y donDiego de Guzmán .
Ambos próceres acompañaron y sirvieron con toda leal
tad al infante desde muy niño, primero en Alcalá,lugar
de su nacimiento ; después en la histórica Segovia ,
adonde le llevó su abuela; luego en las villas de Arévalo y Simancas
,y, por último , en las de Guadalupe y
Madrid .
En Simancas y en los palac ios de lamadre delalmi
rante vivía el infante , lejos del ruido delmundo y de
las pequeñeces humanas , enpaz y en grac ia de Dios . Sus
frecuentes rasgos de ingenio y agudeza, impropios de su
corta edad ; su prodigiosa memoria, su amor a la ver
dad,la plac idez de su semblante
,con la cual ganaba la
voluntad de cuantos le miraban ; su desdén por los jue
gos infantiles , cuando apenas si acertaba a balbucear
las primeras oraciones que en su candorosa alma iba
grabando con cariño de madre su aya doña Isabel de
Carvajal,y otras muchas y excelentes cualidades le
granjearon , no elafec to cortesano que rodea a los prin
cipes desde la cuna,sino elacendrado amor de sus altos
y poderosos servidores .
Todos s e esmeraban cuanto podían en servirle . Su
maestro fray Á lvaro Osorio de Moscoso,de la orden de
Santo Domingo , de i lustre famil ia leonesa y obispo de
Astorga, y elyamenc ionado prelado de Catania educá
banle,cumpl iendo el encargo de su abuela
,en el santo
temor de Dios ; le enseñaban las nobles artes de la pin
tura y de la escultura, por las que tanta vocación s en
tía,y fomentaban en él el conoc imiento d e la historia
patria con la lectura de las crónicas y el relato .de los
hechos memorables de armas . Su aya la señora de Car
vajal, cuando día tras d ía aderezaba el bien proporcio
nado cuerpo delpequeñuelo ; cuando ponia en orden las
enmarañadas s ortijillas de sus rubios cabellos ; cuando
le enseñaba una senc illa orac ión ; cuando en su camarin
en las silenc iosas noches , le entretenía con la recitacíón
de algún bello romance de los muchos que estuvieron en
boga en elsiglo XV I , y enla expresión delrostro delniño
y en el fulgor de sus ojos adivinaba el sentimiento pro
ducido por la narrac ión , encontraba la noble señora ale
grias y consuelos adormecedores , hasta donde era posi
ble,del hondo sufrimiento que hubo de experimentar
con lamuerte de su marido Sancho del Águila; siendo
almi smo tiempo cosa de ver y admirar cómo elvivara
cho pequeñuelo ibametiéndose alma adentro de la gra
ve matrona y transformando poco a poco en dulce y
suave la férrea energ ía de su carácter .
S obreponías e a todos los delpalacio del infantado la
voluntad de don Pedro Núñez de Guzmán , cuya idea
única era la de moldear el alma del infante a semejan
za de la de su abuelo el rey don Fernando . Todas sus
enseñanzas y todos sus esfuerzos s e encaminaban a que
fuera un hombre poco dado a la liberalidad,sagaz y
cauto,duro para sufrir y nada temeroso, con grandes
afic iones a la vida del campo , las monterías y los ejer
cicios militares . Y a fe que no podia haber disc ípulo tan
s atisfecho delmaestro , ni maestro que lo estuviera tan
to de su disc ípulo . Seguía éste las ind 1cac10nes que le
hac ía don Pedro , tan alpie de la letra, que , según afir
ma su biógrafo y contemporáneo frav Á lvaro Osorio de
Moscoso , antes de llegar a la edad de nueve años ya
era capaz para dar y rec ibir consejo,y naturalmente
amigo de justicia y verdad ,“
en tanta manera que , cuán
68
do algunas veces jugaba con otros niños y por elrespe
to que s e le debía querían favorecerle para que ganase
contra las leyes del juego, no lo consentía. Era as imis
mo tan osado , que casi de nada teníamiedo,y cuando
s e caía o s e descalabraba,no s e quejaba como niño
,an
tes s e prec iaba de sufrir como hombre
Llegó un día (25de s eptiembre de 1505) en el que
la paz y la vida ordinaria de palacio hubo de interrum
pirs e bruscamente con la llegada de un mensajero del
obispo de Catania, portador de una carta firmada en
Valladolid,en la cual hac ía saber a su hermano el
c lavero de Calatrava que el rey don Felipe s e halla=
ha enlos últimos momentos de su existenc ia, y que al
gunos de sus partidarios s e proponían apoderarse del
infante y llevarle a Flandes,ante el fundado temor de
que , en un movimiento popular , fuese proc lamado rey
de Casti lla,postergando a su hermano don Carlos .
Nueva tan desagradable puso en conmoc ión a toda
Simancas Desde que s e supo que en uno de los mesones
de las afueras s e ocultaba c ierta persona,acechando el
momento oportuno de apoderarse del infante y de la
villa,los moradores de ésta vigilaban cautelosamente
los pasos de cuantos infundían sospecha y observaban
sus más íns ígniñcantes acciones . L a zozobra s e apoderó
de todos , presag iando algún trág ico suceso .
Bajo la direcc ión del clavero de Calatrava, cuya s e
renidad era sufic iente para dar ánimo almás tímido,
acudieron los moradores del alcázar para hacer en él
obras de reparac ión y“
defensa. AI pequeño infante s e le
(1) F R . P R U D ENOI O DE S ANDOVAL : His toria del emp erador Carlos V. Madrid
, 1846 , tomo primero , pág . 196 .
— 69
recluyó en sus habitac iones , y todos los que estaban con
sagrados a su servic io le rodearon sin dejarle ni a s olni
a sombra. Esta reclusión , elaumento de los guardianes
delpalac io , las pláticas continuas y secretas sostenidas
por su gobernador c on el correg idor de la villa y las
personas más princ ipales , hic ieron adivinar al infante
lamagnitud delpeligro que le amenazaba
En aquella ocasión don Pedro Núñez de Guzmán dió
muestras de gran actividad . Viós ele ir de casa en casa,
notificando elcontenido de la carta de su hermano . Con
sus discretas razones alentaba elpatriotismo delvecin
dario,obligando a no pocos a prestar juramento de fide
lidad a las personas de la reina doña Juana y del señor
infante . Cabalgando sin descanso recorría las calles y las
plazas,reclutaba gentes de armas , dirigía las obras para
la defensa de la villa,reparaba sus murallas y daba ór
denes para el c ierre y vig ilanc ia de las puertas .
Con cautela, y tomando grandes precauciones , avan
zaba aquellamisma noche, por el solitario y medroso
camino que desde Valladolid s e dirige a Simancas,un
pelotón de treinta a cuarenta soldados de a caballo, que
vestían la librea delrey .
Precedidos de D . D iego de Guevara y D . Felipe de
Avila, gentiles hombres de S . M .
,y armados de todas ar
mas,iban a todo correr ansiosos de llegar al fin de su
camino .
Muy de madrugada,los de la vanguardia dieron vista
a Simancas . Al toque de ¡gente armada'que con la boc i
na dió uno de los vig ías , s e arremolinó enla puerta prin
c ipal unamultitud imponente y amenazadora. Parós e el
grupo de archeros , y cuando elde Guevara y elde Avila
s e acercaban pausadamente almuro,una voz enérgica
_ 70_
y sonora les hizo vac i lar en las sillas de sus corceles .
Era la de D . Pedro Núñez de Guzmán, que , desde lo alto,
les preguntaba quiénes eran y qué pretendían . Entonces,
adelantándose uno de los dos jinetes y empinándos e s o
bre las es triberas,requirió a la villa para que abriera
las puertas , dic iendo que buscaba alClavero de Calatra
va y que los enviaba elrey con c ierto despacho que in
teresaba a su servic io .
'nicamente s e permi tió entrar en la villa a los dos
caballeros . En la primera casa que hubieron a mano , y
en presenc ia de Fr . Alvaro Osorio, maestro del infante ,y de Suero delAguila, su caballerizo mayor
,hablaron
con D . Pedro Núñez de Guzmán . El de Guevara,almis
mo tiempo que rompía el silenc io,dándole nuevas de la
salud delmonarca, ponía en sus manos dos cartas ; launa
era delrey . Bien pronto sospechó D . Pedro que era fin
g ida; porque , según la fecha, estaba escrita en tiempo tan
próximo a la muerte de D . Felipe, que difíc ilmente hu
biera podido firmarla. Su contenido s e reduc ía a una or
den para que elClavero llevase al infante su hijo al cas
tillo que cus todiaba Diego de Cuéllar , a quien D . Felipe
había hecho merced de aquella tenencia,una de las más
importantes de Castilla. L eida dicha carta y la delarzo
bispo de Toledo , D . Fr . Franci sco Jiménez de Cisneros ,en la cual respond ía de la verac idad de la primera, los
dos caballeros fueron conduc idos a palacio , aplazando el
Clavero la respuesta hasta cerc iorarse de la convalecen
cia d elrey o de su fallec imiento .
El ce loso D . Pedro Núñez de Guzmán , procediendo
con lamayor cautela y previsión, dió aviso d e lo que
ocurría a su hermano el obispo de Catania, elcual s e en
contraba en Valladolid,encargándole que notificase a
los oidores de la Chancilleria,como ministros represen
tantes de la Autoridad real,elpeligro que corría la per
sona del infante . Con tanta presteza desempeñó el obis
po la comisión, que , a los pocos momentos, elpregonero
de la ciudad hacía saber a sus habitantes la convenien
cia de que todos s e dirig ieran armados a Simancas para
libertar al infante y traerle a Valladolid, como lugar
más seguro .
Aquella misma tarde,desde una de las ventanas de
Palac io,Fr . Alvaro Osorio vió a lo lejos
,y por elcamino
de Simancas,un gran golpe de gentes , montados unos y
a pie otros,formando un abigarrado conjunto de escude
ros,soldados
,hombres delpueblo
,algún que otro fraile
,
próceres que se destacaban de los demás por sus nuevas
y brillantes armaduras y no pocos c lérigos apasionados
por los azares de la guerra que con tanta frecuenc ia
daba la España de los siglos xv y XVI .
Delante,rodeando alobispo de Catania, que cabalga
ba en briosamula,y atentos a sus órdenes
,iban todos
los Oidores de la Chancillería. A instanc ias de los de Si
mancas,y para evitar algún encuentro peligroso con los
de Valladolid, que pudiera surgir por antiguas rivalida
des que de atrás existían entre ambas poblac iones , los
oidores prohibieron a los suyos la entrada en la villa,
ordenándoles que hasta nuevo mandato permanec ieran
en el campo y a la otra orilla delrío .
Aun no había pisado el obispo de Catania las escale
ras de palac io,cuando s e le acercó el doc tor Juan de la
Parra para dec irle que habia llegado notic ia c ierta de la
muerte delrey . D . Pedro Núñez de Guzmán llamó a los
caballeros D iego de Guevara y Felipe de Avila, y en
presenc ia de su primo hermano Fr . Alvaro Osorio,del
72 _
obispo , de Suero del Aguila y de un escribano , les dijo,como única respuesta a las cartas de que habían sido
portadores, que elrey D . Felipe había muerto y
, por lo
tanto , sus disposiciones no tenían fuerzaalguna, ano s er
que trajeran firma de la reina su señora, a la cual obe
decerían en elacto . Corridos de verg iienza contestaron
los dos enviados que no la traían,y temerosos de s er
maltratados por el pueblo si éste comprendía el objeto
de su comisión,rogaron alClavero que les diera licencia
y seguridades para quedarse allí , con sus archeros , toda
la noche .
Dada la orden por elClavero de Calatrava,de acuer
do con los otros y previas las más exquisitas precaucio
nes,dec idió trasladar al tierno infante a Valladolid . El
obispo fué quien le llevó en sus propios brazos,deposi
tándole,con gran contento de todos
, primero en el cdiii
cio de la Audienc ia, guardándose militarmente sus puer
tas y las de la c iudad ; al d ía siguiente fué trasladado a
las casas del conde de Rivadeo y, por último , al coleg io
de S an Gregorio , que estaba mejor defendido .
El Consejo Real, que a la sazón estaba reunido en
Burgos , exp idió una cédula aprobando la conduc ta de los
Guzmanes en las alteraciones pasadas y encargándoles
de nuevo,en unión de los reg idores de Valladolid ,
la s e
guridad y guarda del Infante D . Fernando,a cuyo servi
cio estuvieron aquéllos durante el tiempo de la regenc ia
del rey católico . No dejaron,ni por un momento
,los
Guzmanes,d e acaric iar la idea de elevar al trono caste
llano alnieto en quien Fernando V había puesto todas
sus preferencias , as í como la d e llegar a s er,andando el
tiempo , los continuadores de aquella politica tradicional
que engrandec ió a Españ a .
mejor sus actos y poder evitar oportunamente que les
inc itaran a s er cabeza de partido, ya que s e vió defrau
dado en sus esperanzas de obtener la regencia del reino .
L os Núñez de Guzmán , a pesar de conocer las dificulta
des que habían de encontrar para la ejecuc ión de su
empresa,estando sometidos a la vigilanc ia delaustero
franc iscano,no tuvieron más remedio que obedecer la
orden y sal ir,en Enero de 1516
,de la villa de Gua
dalupe
El hecho de haber Carlos V aceptado el titulo y la
autoridad de rey de España, sin esperar a cumplir la
edad de veinte años,prefijada por la reina Isabel en su
testamento ; la orden que desde Flandes recibiera elcar
denalJiménez de Cisneros para que en Castilla le pro
c lamaran aljoven príncipe , a pesar de que D .
' Juanano
había sido declarada legalmente incapacitada, y la re
unión a que el cardenal Cisneros convocó en Madrid,a
últimos de mayo,a los prelados y nobles
, para exponer
les el deseo de D . Carlos y su intenc ión de satis facerle
cuanto antes, produjo nuevamente el descontento de los
Guzmanes,quienes
,ayudados por gran parte de la no
bleza,desaprobaron la conducta del regente , s e dolie
ron de la violación de las leyes y, para conseguir sus
fines,levantaron la bandera de la rebelión , presen
tando al infante D . Fernando como el único hombre
capaz de terminar con las ambiciones de los fiamen
cos, que desde su paí s intentaban dirig ir la política es
pañola .
Firmes los Guzmanes en su empeño,día tras d ía in
(1) F E RRE R DEL R io,His toria d elL evantamiento de las Comuni
dades, pág s . 6 y 7 .
— 75
c itaban al infante repitiéndole eldeseo que tuvo su abue
lo de confiarle la regenc ia de Castilla, valiéndose de to
dos los medios hasta llegar a la superchería,según tes
timonio de Fr . Prudencio de Sandoval . He aquí sus pala
bras
También elInfante D . Fernando,aunque de poca
edad,tenía sus sentimientos y altos pensamientos , que
la posesión de muchos que le deseaban rey ,y alver que
le habian quitado la gobernación y otras cosas que el
rey Católico le dejaba en su testamento primero,le le
vantaronmuy altas imaginac iones , tanto que le dieron
unas muy malas cuartanas de pura melancolía, y por
divertirse algo sal ía de ordinario a caza
»Estando de esta manera en Madrid,a 8 de junio de
1516,andando por el monte del Pardo en busca de la
caza,salió a él un ermitaño de extraña figura y hábito ,
representando gran santidad y vidamuy penitente , y le
dijo : Que había de s er rey de Castilla y que no dudase
ni s e apartase de esta pretensión , porque aquella era la
voluntad de Dios . Con esto s e metió por el monte sin
verlo más . Nunca s e pudo saber quién fuese este ermita
ñ o, que debió de s er algún demonio que quería alterar
elreino .
» L os criados también inquietaban alinocente infante ,y tan al descubierto
, que fué necesario quitárselos y mu
darle casa»
Efectivamente,semejante medidano s e hizo esperar .
Elgran impulso que los Guzmanes dieron con su propa
ganda a la causa que representaba el infante,y la s im
(1 ) F R . P RUDENCIO DE S ANDOVAL . His toria d elEmp erador Car
los V. Madrid , 1846 . Tomo I , pág s . 234 y 235.
patia con que éste era mirado, por la circunstancia de
haber nac ido en tierra española, preocuparon s eriamen
te al cardenal Cisneros , el cual , para eludir la respon
sabilidad de los alborotos que pudieran produc irse en
lo sucesivo,una vez que supo que M . Chevres había sido
nombrado gran canciller,s e decidió a enterarle
, porme
dio de una creencia cifrada que confió a D iego López de
Ayala, de las revueltas orig inadas por el Clavero de Ca
latrava y sus hermanos,y de lo conveniente que sería
sustituir los servidores del infante con otras personas
de su confianza.
D . Carlos,al darse cuenta de la gravedad que entra
ñaban tales hechos , y unavez obtenida la aprobac ión de
sus cortesanos,escribió desde Flandes , a princip ios de
septiembre de 1517 , alCardenal y aldeán de Lovaina,para que separasen del lado de su hermano D . Fernando
a sus servidores y los reemp lazasen por M . de L axao y
D . D iego de Guevara. Cisneros cumplió la orden delrey .
U na noche,cuando menos lo esperaban , D . Suero del
Aguila, caballerizo del infante , Fr . Alvaro Osorio,el
obispo de Catania y D . Pedro Núñez de Guzmán,fueron
arrojados a viva fuerza de la villa de Aranda de Duero,
entre el tumulto d e una gran parte del pueblo y contra
la voluntad del Infante, qne profirió contra el Cardenal
palabras más sueltas de lo que a sus pocos años con
venía.
L os Guzmanes,humillados
, pero no venc idos , y des
pojados de las posesiones y rentas que les donara la ge
neros idad delrey católico,emprendieron tristes y solos
el camino de su c iudad de León y encerrárons e en sus
palacios de la calle de la Herreria de la Cruz, meditan
do eh e llos el fracaso de sus proyectos,no sin recorrer
antes las vastas llanuras de la vieja Cast illa, los pueblos
y c iudades del reino leonés , deteniéndose enlos lugares
sujetos a su dominio, a fin de enardecer y disponer a la
rebelión elánimo de sus vasallos, gente leal y fuerte, que
constituían para ellos uno de los medios más formidables
con que vengar las ofensas recibidas .
L a sublevación
En León , el reg idor D . Ramiro Núñez de Guzmán
era querido y respetado por todos : por elc lero, por la no
bleza y por elpueblo . Más adelante tendremos ocasión
de hablar extensamente de la singular y romántica vida
de este noble . Baste saber ahora que la positiva influen
cia que ejerc ía en la c iudad desde que , en 1486 , regresó
de Portugal y las simpatías que habia sabido conquis
tarse tenían razón de s er en los caritativos s entimien
tos que palpitaban bajo la aspereza de su carácter, en
la sencillez con que trataba lo mismo al poderoso que
alhumilde y en la rec titud de todas sus acciones,enca
minadas alnoble fin de engrandecer a su pueblo .
ElMunic ip io y el Cabildo catedral debían al as cen
diente delnoble leonés,cerca del trono
,una larga e im
portante serie de privileg ios y donac iones ; los relig iosos
dominicos la prosperidad de su monasterio,y los des
heredados de la fortuna, que acudían a las puertas de sus
palacios,un sinnúmero de consuelos y de dádivas .
Elúltimo beneficio que , siendo Reg idor , obtuvo para
León en elañ o 1515,ayudado por el Conde de Luna
,de
sus hermanos el obispo de Catania y el c lavero de Cala
trava y de su primo Fr . Alvaro Osorio , fué conseguir que
79
la reina D .
“ Juana revocara la carta por la cual,y a
instanc ias del cardenal D . Luis de Aragón , obispo legio
nens e,dió la administrac ión del Santuario de Nuestra
Señora delCamino al convento de S anAgustin , de Vá
lladolid,ordenando
,a la vez de la revocación de la ex
presada carta, que la c iudad nombrase una persona y el
cabildo otra para que, de acuerdo con el correg idor , ad
minis tras en las rentas de la ermita.
No es de extrañar que la ciudad entera y los lugares
sometidos a su jurisdicción,reconocidos a tantos benefi
c ios,y sin parar
'
mientes enque trabajaban en su propio
daño,hic ieran caso de las sugestiones de Ramiro Núñez,
y siguiendo el ejemplo de Valladolid,Burgos y Medina
,
s e opusieran alalis tamiento de la gente de ordenanza que , en
16 de mayo,decretó Cisneros
,amotinándose de unama
nera ruidosa e imponente . S ábes e que , en Sahagún , el
aposentador Antonio de Mondragón a duras penas hizo
elalistamiento,y en León
,elcapitán enviado desdeMa
drid con idéntico objeto , a poco de su llegada,tuvo que
huir de la c iudad para l ibrarse de lamuerte .
En elarchivo delAyuntamiento de León s e conserva
la carta que el Cardenal Adriano,en nombre de D . Car
los,rey de Castilla y de su madre D .
a Juana, escribió a
dicha c iudad en 27 de mayo de 1516,ordenándola que ,
juntamente con los representantes de las villas y luga
res a ella sometidos,después de avistarse con el capi
tán Hernán Pérez y leí da la instrucción que llevaba,
procediera,en la formamás conveniente , alalis tamien
to de los hombres de a pie que buenamente pudiera ré
clutar Aun cuando enlamenc ionada cartano s e exi
(1) Véas e en los apénd ices eldoc . n.
º L XXIV.
gia a León un número determinado de hombres , sus ha
bitantes,creyendo que s e lesionaban sus inmunidades
,
opus iérons e con firmeza alcumplimiento de la orden,
desoyeron las súplicas de Cisneros y,temiendo que porla
fuerza s e les obligara a obedecer , comenzaron a repa
rar los muros y puertas de la ciudad,s e apres taron en
toda reg la para la defensa y no abandonaron está a'
cti
tud hasta que , en 11 de febrero d e 1517 , el mismo Car
los V'
es cribió desde Flandes una carta concediendo a los
leoneses ciertos capítulos que habían pedido y notificán
doles sus deseos d e aplazar la ejecución del alis tamien
to
Después de este hecho , la ciudad de León protestó
y s e quejó repetidas veces de la ausencia del rey ,de
la provisión en extranjeros de los cargos públicos y de
los nuevos y onerosos tributos que se impus ieron ; enunapalabra
,de la sustitución de la polí tica verdaderamente
nac ional de los Reyes Católicos por aquella otra perso
nalís ima, debida a extrañas influencias . Elmonarca és
pañ ol, ante la firme ac ti tud de los leones es , con los que
hacian causa común Burgos , Valladolid , Salamanca y
Zamora, firmando cartas de hermandad para defender
sus derechos,escribió con presteza alConsejo diciendo
le que hiciera saber a las c iudades descontentas,y muy
singularmente a León, que aplazaba el remedio de los
males por ellas denunc iados hasta su inmediato regreso
a España
(1 ) MANUEL D ANV I L A. His toria critica y documentada de las Co
munidad es d e Cas tilla. Tomo I , pág . 183 .
(2 ) MANUEL D ANVI L A: His toria critica y documentada de las Co
munidades d e Cas tilla, tomo I , pág . 69.
82
por mayoría de votos , dar a D . Ramiro de Guzmán cua
tro milmaravedís para sufragar los gastos de los proeu
radores leoneses que habían de acudir a las Cortes que
las c iudades rebeldes s e propusieron celebrar en Palen
cia,fácilmente s e comprenderá que la actitud inquieta
de los canónigos de la Catedral leonesa s e dibujaba ya
con antelación a la guerra de las Comunidades,y que
la cuestión económica que entrañaban los Breves expe
didos a favor de Carlos V . enmenoscabo de las enantio
sas riquezas de la Ig lesia, fué una de las causas ocasio
nales que despertaron los instintos belicosos delc lero leo
nés,llevándole a guerrear contra el imperialista don
Francisco de Quiñones,tercer conde de Luna,
y a s e
cundar,en la lucha desarrollada en León desde 1520
a 1522,todos los planes de los ofendidos marqueses de
Toral .
Talera elestado de la c iudad leonesa cuando,muerto
el gran Cisneros y recién venido a España el prínc ipeD . Carlos , los reg idores acudían , en uno de los últimos
días delmes de dic iembre , a los palac ios consistoriales ,donde
,una vez reunidos y oído por todos con edifican
te recog imiento el Santo Sacrific io de la Misa,el corre
g idor Sebastián Mudarra abrió la sesión,cuyo princi
pal objeto era nombrar los dos procuradores que habían
de representar a la ciudad en las Cortes que , en enero
del próximo año de 1518, s e celebrarían en Valladolid,
para deliberar si había de reconocerse y alzarse a D on
Carlos por rey , viviendo su madre D .
a' Juana,y sobre si
habían de prestar juramento los procuradores antes de
que aquél jurase guardar los cap ítulos de las Cortes an
teriores .
L eida la correspondiente cédula de convocatoria, y
— 83
visto ellibro llamado de la R ueda,s e nombró para des
empeñar aquellos cargos , con arreglo a turno de an
tigú edad , a D . Francisco de Pacheco y D . Martín Vaz
quez de Acuña. Tan luego como los dichos procurado
res rec ibieron los correspondientes poderes e ins truc
c iones , más los cuatroc ientos ducados que a cada uno
asignó el Munic ip io para la jornada, marcharon a Vá
lladolid dec ididos a cumplir al pie de la letra todos los
mandatos de la ciudad,aunque para ello tuvieran que
jugarse la vida y habérs elas cara a cara con todos los
flamencos delmundo,con elpropio Canc iller de Castilla,
y aun,s i fuese necesario
,con elmismo rey ; que los leo
neses de antaño llevaban a tales extremos la energ ía y
el tesón cuando s e trataba del cumplimiento del deber
y de la defensa de los intereses de la patria .
El día 18 de noviembre de 1517 era rec ibido el joven
prínc ipe D . Carlos, pór la siempre cortés y hospitalaria
Valladolid,con extraordinaria solemnidad
,si bien con
algún tanto de recelo por elpueblo, que curios eaba los
ac tos de la extraña comitiva que acompañaba alrey . El
infante D . Fernando , con la rig idez de su semblante ,reprimíamal el fuego de sus enojos y sus celos , y la ac
titud de la nobleza parec ía demandar más bien merce
des y favores que remedio eficaz para las necesidades
de España.
Apenas s e dió fin a las justas y torneos,en las que
tomó parte el mismo rey ,vista la actitud de los leo
neses y castellanos,y a pesar dela oposic ión de los fla
mencos , s e convocaron aquellas famos ís imas y tumul
tuosas Cortes , en las cuales'
no fué el doc tor Juan Zumel
el único protagonista, sino que a su lado,y en primer
término,s e dibujaban con rasgos vigorosos y bien definí
84 …
dos las nobles figuras de los procuradores leoneses don
Franc isco de Pacheco y D . Martín Vázquez de Acuña.
Rindiendo tributo a la verdad histórica,diremos que
ninguno de los reunidos allí superó en patriotismo y
energ ía a los procuradores leoneses , que , movidos por un
sentimiento de dignidad , fueron los primeros que , s e
candando la conducta del diputado por Burgos , protes
taron resueltamente contra la asistencia a las Cortes
d e los extranjeros M . Sauvage y del doctor Maes trejos ,quienes
,en unión de D . Pedro Ruiz de la Mota
,obispo
de Badajoz, y del letrado D . Garc ía de Padilla,tomaron
asiento en la presidenc ia.
L os leoneses no cesaron en sus trabajos hasta que
lograron convencer a no pocos de los representantes
para que en eld ía de la sesión reg ia s e negaran a pres
tar acatamiento alnuevomonarca, si éste no juraba an
tes guardar los usos , libertades y buenas costumbres del
reino y prometía solemnemente no dar a extranjeros
ofic ios,dignidades y carta de naturaleza.
El5de febrero , y cuando faltaban muy pocas horas
para abrirse las Cortes , s e entrevistaron con Chevres,a
fin de procurar desvanecer la esc isión que amenazaba
estallar en la Asamblea, dirigiendo toda clase de razo
namientos y exhortándole para que favoreciera las jus
tas pretensiones de los diputados .
D . Franc isco de Pacheco y D . Martín Vázquez de
Acuña (1) real izaron el acto más atrevido y enérg ico
que registra nuestra historia, cuando el día 6 de febre
( 1) D e es tos dos procuradores s e sabe, por documentos delAr
chivo delMunicip io d e L eón, que eran personas d e calidad , y queD . Martín Vázquez d e Acuña des empeñó elcarg o de reg idor desde1513 a 1518 .
— 86
ridos al re ino y exponiéndo . los males que traería la au
senc ia delmonarca. L a actitud amenazadora de Valla
dolíd obligó a salir de e lla a la real comitiva. Eldia en
que Carlos I pasó por León , en dirección a Galic ia,todo
elayuntamiento salió a recibirle y a suplicarle que no
s e ausentara de España y que celebrara las Cortes en
Castilla L as mismas petic iones le hicieron los moradores
de las villas de Astorga, Ponferrada y Vi llafranca del
Bierzo .
L a frialdad con que D . Carlos recibió a los que le s á
ludaban y elpoco caso que hizo de sus súplicas obligaron
a los leoneses a pensar seriamente en los dos procurado
res que habían de llevar su representac ión a las Cortes de
Santiago . Con arreg lo al turno establec ido en las orde
nanzas munic ipales de León , de 7 de mayo de 1515 (1)
(1 ) E l nombram1ento de los procuradores d e Cortes no se hizos iempre de lamismamanera; la forma más antigua,
de la cual noquedan noticias concretas
,s e sus ti tuyó
, por ado lecer d e graves defec tos , con elturno que , adoptado alprincipio por concord ia,
fué tra
ducido después en la ordenanza de 7 de mayo de 1525.
E l S r. D . Juan L ópez Cas tri l lón,notable es critor leonés , pu
blicó d icha ordenanza, en los comentarios que pus o al <<Resumen d e
las ceremonias con que s e g obierna la c iudad de L eón. (L eón,im
prenta de Emeterio García Pérez , He aqui el texto en todassus partes
<<Que los reg idores más antiguos vayanpor procuradores de Cortes primero , y luego los demás , d e dos en dos , por su antig iiedad , de
manera que , los que nuevamente fueren recibidos por reg idores , ylos más mod ernos
,vayan a la pos tre : En la muy noble y muy leal
c iudad de L eón,L unes a s iete d ias delmes de Mayo añ o delnaci
miento d e nues tro Señor Jesuchris to d e mil quinientos e quinceaños , es tando dentro de las casas cons is toriales de la d icha Ciudad ,que son a la P laza de S anMarciel
,es tando ay juntos en cons is torio ,
s egún que lo han de uso e cos tumbre , los señores jus ticia e Reg ímiento de la d icha c iudad
,especialmente los señores L icenc iado
— 87
fueron elegidos los señores D . Martín Vázquez de Acuña y D . Francisco Fernández de Quiñones .
D iametralmente opuestas a las gestiones de Quiñ o
Juan Rodriguez de Cas tro , L ugarteniente de Correg idor d e la d icha ciudad
, por elnoble caballero Sebas tiánMudarra, correg idor enel la por la Reina nues tra señora, e D . Martín Bazquez d e Acuña
,
F rancis co Baca,y Rodrigo d e Vil lamizar y L uis Barba e F ernando
d e Vi llafañe,reg idores de la d icha c iudad
,y en presencia de mi
F ernando de S antandrés , e scribano d el Cons ejo , puridad y Consistorio d e la d icha c iudad , y de los tes tig os d e suso es critos , es te dicho d ia los d ichos Jus ticia y Reg idores dixeron que por quitar inconvenient es y d iferenc ias muchas que cada d ia tenían y esperabantener s obre la e lección d e los Procuradores d e Cortes , aviendo res
pecto a algunas capi tulac iones de concord ia que s obre e l lo haviantenido
,las cuales
, por acuerdo y voluntad de todos los Reg idoresjuntamente con la jus tic ia
,se han usado y guardado de mucho
tiempo a es ta parte , en es tamanera: Yendo los Reg idores por Procuradores de Cortes suce s ivamente unos en pos de otros , prefiriendos iempre a los mas antiguos que vayan primero ; por ende que acor
davan y acordaron todos los susod ichos , de un acuerdo e cons entimiento e ninguno d is crepante , que de aqui ade lante en las d ichasProcuraciones de Cortes s e tuvies e la forma s iguiente en es tamanera: que porque cada d ia acaes ce
,aora por renunciaciones o por
vacaciones,avermudanza en los Reg idores , s e entienda que los R e
g idores nuevos no han d e sernombrados por procuradores fas ta quelos antiguos todos primeros Reg idores ayan ido , y d espués que todos los d ichos Reg idores antiguos huvies en ido primero , que los quesubcedies en entren por rueda a correr
,segun huvieran entrado ,
prefiriendo s iempre elmás antiguo alotro que no huviere ido ; quees te as iento y orden de nombramiento de Procuradores d e Cortes s eentienda e guarde asi con los Reg idores que aora son, como con los
que fueren de aqui adelante ; y dixeron que conformándos e con tod olo sus od icho y con lo que tienen de cos tumbre de hacer en s emejantes cas os
, que nombraban y nombraron por Procuradores de Cortes
para es tas Cortes que aora su alteza manda l lamar, a L uis Barba,a F ernando de Vi llafañe , reg idores de d icha ciudad , e d ixeron quesubces ivamente , d espués de los d ichos L uis Barba e F ernando de
Villafaña,han d e ir por Procuradores de Cortes , D . MartínBazquez
d eAcuñ ay D . F ranc is co F ernandez d e Quiñones , Conde de L una,
— 88
nes fueron las realizadas en las Cortes de Galicia por
Acuña . Este siguió lamisma línea de conduc ta que en
las de Valladolid , resplandec iendo en todas sus iniciati
reg idores , y tras los sus od ichos han de ir Gonzalo d e Guzman y R amiro Nuñ ez d e Guzman, reg idores , d e manera que en e l los s e acaba la rueda de los que aora s on reg idores ; que s i en es te tiempo (loque Dios no quiera) muries e alguno o renuncias e su oficio o en otracualquier manera vacase , que el que sucediere en su lugar, s eaavído por nuevo reg idor, e que no sea nombrado por Procuradorde Cortes fas ta que los otros reg idores antiguos ayan ido . »
L a anterior ordenanza fué confirmada por los reyes D .
a JuanayD . Carlos I , en 28 de octubre de 153 2
,en la forma s iguiente : <<D on
Carlos por la Divina Clemenc ia Emperador semper—augus to , R ey deAlemania, D .
“ Juana, su madre y elmismo D . Carlos por la misma
gracia, Reyes de Cas ti l la, d e L eón,d e Arag ón,
de Granada, d e To
ledo , d e Valenc ia, de Galicia, d e Mayorca, d e Sevilla, de Cerdeña,d e Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jaén,
de los Algarbes , deAlg eciras , d e Gibraltar, de las Is las d e Canarias , d e las Is las e Ind ias ytierra firme delmar Océano ; Condes de Barce lona, Señores de Vizcaya y d e Molina
,Duques d e Atenas y de Neopatria, Condes del
R oyxellón y de Cerdeña, Marqueses de Oris tan e d e Grociano,Ar
chiduques de Aus tria, Duques de Borg oñay de Bravante , condes deF landes e d el Tirol
,etc . P or cuanto por parte de vos elCons ejo ,
Jus tícia y Reg idores , caballeros , escuderos , ofic iales y hombres buenos de la c iudad de L eón nos fué hecha re laci ón, d ic iendo que , acausa que en es ta d icha c iudad avía entre los Reg idores muchas d iferencias s obre la e lecci ón d e procuradores de Cortes e por las evitar avíades hecho s obre e l lo una ordenanza úti l e provechosa parala buena g obernac ión,
d e la cual hacíades presentación ante nos enelnues tro cons ejo s ignada de es cribano público , y porque e l la tuvieremayor firmeza
,nos sup licas teis o ped is teis pormerced laman
d ás emos conñrmar o como la nues tra merced fues e , e porque la
d icha ordenanza fué vis ta por los d elnues tro cons ejo , fué acordado
que la d ebíamos confirmar; el tenor d e la cual es es te que s e s i
gue : » (Aquí se tras lada ínteg ra y literalmente la Ordenanza d e 7
d e mayo d e Yd espués viene lo s iguiente<<O tros í d ixeron los d ichos señores Jus ticiay Reg idores que acor
davan e acordaron,de un acuerdo e consentimiento , que los Reg i
dores a quienes empieza por rueda la Procuración d e Cortes , s egun
Vázquez de Acuña,en las sesiones celebradas en
Santiago los días 1 y 3 de abril de 1520, sostuvo , cuan
tas veces fué necesario, que únicamente otorgaría els er
vic io pedido con la condic ión de que antes elrey viera y
contestara a los memoriales,cap itulos e instrucc iones de
los procuradores,sobre asuntos concernientes al buen
servic io de Dios y delEstado . Elconde de Luna, cedien
do a los halagos , honores y mercedes , unió su voto a los
d elgobierno .
—D . MartínVázquez,en las sesiones celebra
das en la Coruña,no pres tó su aprobac ión a nada de lo
sup licado por el emperador ; en cambio,D .
,
Francisco
Fernández de Quiñ ónes transig ió con todo , llegando su
condescendencia hasta votar el crec ido tributo pedido
por aquél para atender a los gastos de su viaje al impe
rio de Alemania.
D . Pedro Laso d e la Vega,al regresar de Galic ia, en
vez de ir a su tenenc ia de Gibraltar, como s e lo había
ordenado elrey ,tomó el camino de su c iudad de Toledo
,
parándose un d ia en la de León,en donde
,con el relato
minucioso que hizo de lo ocurrido en las Cortes de S an
tiago y la Coruña, atizó el fuego de la discordia (1) que ,desde elañ o 1517
,venía alterando la paz de sus habitan
tes y contribuyó a ahondar más la separac ión entre los
dos bandos en que s e hallaban divididos , bandos que ya,enmás de una ocasión y por motivos de escasa impor
tancia,habían venido a las manos . Elmás popular de los
dos era el de los marqueses de Toral . Estaba cap itanea
(1 ) Es te hecho es tá comprobado por tes timonio delobispoAcuñ a
,elcual , encausado, contes tó auna d e las preguntas : <<Que D . P e
dro L aso d e la Vega,d e camino d e la Corte paraToledo, hizo en las
c iudades de L eón,Zamora y Salamanca d i lig enc ias alpropós ito de la
intención d e la c iudad d e Toledo . »
do por D . Ramiro Núñez de Guzmán y contaba con la
mayoría delpueblo dentro de la c iudad y con la que ,
fuera de murallas , vivía enlos barrios de S anPedro,S an
Salvador y S an Lorenzo ; con muchos de los canónigos
de la catedral ; los priores y relig iosos del convento de
Santo Domingo , y elAyuntamiento en p leno , constituído
entonces por los reg idores Sebastián Mudarra, Luis Bar
ba,Fernando de Villafañe
,Martín Vázquez de Acuña
Rodrigo de Villamizar , Juan Rodríguez de Castro, Fran
c isco Baca y Gonzalo de Guzmán .
Elpartido imperialista,'
a cuyo frente s e hallaba don
Franc isco Fernández de Quiñones , no logró echar hon
das .raices en León, por más esfuerzos que hic ieron sus
contados pero entusiastas defensores , e ntre los cuales s o
bresalieron por su braveza y audac ia dos canónigos de
la catedral : elfamoso D iego de Valderas , que tuvo arran
ques para revolver a todo un cabildoy luchar contra toda
una c iudad,y elnomenos audaz Juan de Villafañe
, que ,
el día 4 de febrero de 1519,enla ig lesia catedral
,y sin
respetar la santidad del lugar , agredió repentinamente
alcanónigo comunero Antonio Jurado en elmomento en
que , revestido y con el cáliz entre sus manos,s e dirigía
a celebrar elSanto Sacrificio de la Misa,impidiendo
,a
seguida, por elmismo medio violento, que dijeran Vis
peras los restantes canónigos, y avasallando a los repre
s entantes de la justicia seg lar que , enterados de lo ocu
rrido,acudieron al templo con el fin de reduc ir al au
tor delescándalo .
Al d ía siguiente , el Cabildo,formado en su mayor
parte por adictos a D . Ramiro Núñez de Guzmán , cas
tigó duramente a Juan de Villafañe,decretando su
excomunión y condenándole a pagar veinte ducados de
92
oro,a s er expulsado , por el tiempo de un añ o
,de cuan
tas reuniones celebrara el Cabildo y a s er desterrado de
la población , en la cual no s e le permitiría entrar hasta
que s e hubieran cumplido dos meses
L a medida anterior,tomada con frecuencia contra
los canónigos de ideas .realis tas
,y la incesante propa
ganda de los Guzmanes , unidas a los esfuerzos delprior
de Santo Domingo , Fray Pablo de Villegas , sabio y aus
tero relig ioso, que ya desde la cátedra sagrada, ya en
la p laza pública, no cesaba de ensalzar la causa de los
Comuneros,mermaronde talmanera las filas de los par
tidarios del conde de Luna, que éste , cuando regresó a
León amediados delmes de junio de 1520, viéndose casí
solo , y temeroso de la cuenta que delus o de los poderes
habían de pedirle,y amedrentado por los síntomas de
rebeli ón que en la c iudad s e notaban,hizo venir preci
pitadamente dos milasturianos para custodia y defensa
de su persona.
Aun cuando el conde logró con estos refuerzos aho
gar él conato de rebelión , felicitándole por este servic io
elemperador y el Cardenal Adriano,lo c ierto es que , a
principios de agosto de 1520,era tan comprometida su
situación,tan numerosas las deserc iones de sus partida
rios,y tan grande el ascendiente de Ramiro Núñez de
Guzmán, que s e vió obligado a pedir alrey socorros y
dinero para el sostenimiento de los suyos , diciéndole
que de no llegar a tiempo en su auxilio, le s eria forzoso
retraers e, dejando libre el campo a sus contrarios
(1) Véas e en los apénd ices eldoc . núm. X .
(2 ) MANUEL D ANV I L A: His toria critica y d ocumentada de las Co
munidad es d e Cas tilla,tomo I , pág s . 384 y 480.
94
desde las calles próximas hasta las gradas del estrado
del S acáronle de sus dolorosas meditacio
nes los pasos de los caballeros reg idores , los cuales , uno
en pos de otro,iban ocupando sus asientos , y ,
tras de és
tos,la aglomerac ión , enlas puertas , de una ruidosamul
titud que , siguiendo almarqués de Toral , forcejeaba para
penetrar en la sala de las deliberac iones . Bien pronto fué
completamente invadida por gentes de todas condiciones
y estados ; en abigarrado conjunto mezclábans e los gra
ves señores con el apuesto soldado,el estudiante des
envuelto con el severo relig ioso , los canónigos con los
menestrales y comerciantes , no faltando algún que otro
caballero delhábito d e Santiago .
Altivo y sereno , como quien s e dispone a dictar s en
tenc ia según la más estricta justicia,D . Ramiro Nú
ñ ez de Guzmán,una vez que hubo llegado al estrado
,
impuso silenc io con un gesto imperat ivo , y , con la diestra
extendida y la otramano apoyada en elpomo de la espa
da,s e dirigió a su sobrino polí tico el conde de Luna con
estas enérgicas palabras : D icen que cons entis teis en el s er
vicio, y que excedis teis enmá s de lo que vos f ue
'
mandado; s i
as i es, grande p ena merece
'
is p orello .
Alzós e en la cámara un murmullo de asentimiento
que ahogó las débiles protestas de los imperiales . El
conde,resistiendo elpeso abrumador de la acusac ión y
la penetrante mirada de su rival,aun tuvo alientos
para responder en los siguientes términos : R amiro Núñez,
yo he hecho muy bien lo que debo, y de ello no he excedido un
punto . Entonces , fuera de s i y lleno de ira, elde Guzmán ,al mi smo tiempo que le replicaba, dic iendo : Yo os haré
conocerp or la fuerza de mip ersona a la vues tra, como fuis teis
traidor e hicis teis traición a la ciudad , blandía su espada,
— 95
dirigiendo los golpes a la cabeza del conde,quien , dies
tro cual pocos en elmanejo de las armas , parábalos con
singular habilidad , acometiendo a su vez al adversario .
En reñido combate atravesaron todo lo largo de la es
tancia, rodando , más bien que bajando , confundidos con
lamultitud,las amplias escaleras delConsistorio
En las p lazas de S an Marc iel y de Santa María de
Reg la, y en las calles de la Olleria, R ua Mayor y Hé
rrería de la Cruz,s e generalizó la lucha, durando todo
el dia: fué reñ ida y sangrienta. Cuando la noche cubrió
la c iudad con sus sombras , el choque entre los dos han
dos fué violento y definitivo .
Con tal ímpetu cargaron los comuneros sobre el con
de y los suyos que , mientras éstos , acosados por dos mil
hombres que mandaba elmismo Ramiro Núñez, huían a
la desbandada hacia las afueras de la poblac ión , aban
donando más de c incuentamuertos,otro grupo de hom
bres,menos numeroso
,cap itaneado por el prior de S an
to Domingo , Fr . Pablo de Villegas , s e apoderaba a viva
fuerza del palac io de los condes de Luna, a pesar de la
resistencia de la servidumbre,y apresaba al teniente de
las Torres,arrebatándole las armas que tenia en su casa
para su guarda y defensa.
El conde de Luna s e libraba de una muerte segura,
huyendo en un brioso corcel, que le llevó hasta las puer
tas de Dueñas ; pero ,no siéndole posible entrar en la vi
lla,en la cual también había prendido el fuego de la re
belión s e dirig ió a Valladolid , en donde encontró seguro
asilo .
Después de este acontec imiento,León
,una de las
quince c iudades castellanas de voto en Cortes , levanta
da en favor de las comunidades , s e disponía, como pue
de leerse en la carta que , en primero de septiembre
de 1520, dirig ió aValladolid , amandar sus procuradores
a la Santa Junta de Avila, para que ,en unión de las
restantes ciudades,entendieran
, platicas en y proveye
ran en lo que más cumpliese al servic io de D ios y de sus
majestades y albien y prosperidad del reino
(1) Véas e en los apénd ices eldoc . núm. L XXVII .
—98
de D . Fernando , rey de romanos D . Juan , nac i
do en 1506 , maes tres cuela de la catedral de Salaman
ca y obispo de Calahorra y D . Antonio, del cual
emplazada, d entro de un arco central,la es tatua orante d e D . Mar
tín y s obre el la la s iguiente ins cripci ón
D . O . M.
MAR TI NVS GVZMANVZ. NVNNI .
GVZMANI . F I L I VS . SERENISSIMI . OLIM. CAES .
F ERDINANDI . AVG . S VP R EMVS . CVBI CVL O . P R IEF ECTVS . SIBI . ET. ANNAE . AB. S CI I VM. BVR G .
CONI VG L CAR I S S . V I VVS . POSV I T . AN . DM. D . LXXXI . V I X I T . ANN . L .XXVI .
(1) 'Véase'
elopús culo L a Cas a de los Guzmanes , porE . DIAZ-JI
MENEZY MOLL EDA .
(2 ) S ábese que D . Juan d e Guzmán as is tió a las últimas s es ionesdelConc ilio d e Trentoy sus cribió las actas con es tas palabras: <<Eg o
Joannes Quinnonius Hispanus Epis copus Calagurritanus Calcíaten
sis in provincia Cantabriae d iffíniens que en 10 de
mayo d e 1574 fué subde legado para vis itar la ig les ia de Pamp lona
por elarzobispo d e Zaragoza, D . Hernando de Arag ón,nieto d elrey
D . F ernando elCatólico,y que terminó la vis ita en elañ o de 1575.
F allec ió enPamp lona en 1576,d esde cuya ciudad fué frasladado
a L eón y s epultado en la ig les ia d e Santo Doming o .
S u s obrino paterno , D . Gonzalo de Guzmán,le erig ió s oberbio
mausoleo en el tes tero delcrucero , al lado d el Evang elio . D e él ha
l legado a nues tros d ias la es tatua orante de D . Juan, ornada con lasves tiduras pontificales .
E l s epulcro era d e orden d órico,d ecorado ricamente con es ta
tuas d e mayor tamaño que elnatural,es cudo de armas y bajo - relie
ves . En elarco central se hallaba colocada la es tatua d el obispo .
Es ta s e cons erva hoy en el Mus eo arqueológ ico de L eón,y en el
á tico leías e la inscripci ón s iguiente :
D BO . OPT . MAX .
JOANNI . D . G . E P I SCOP O . CAL AGVR R I TANENS I .
PATR VO . DE . SE : BENEMERITO GONZAL VS . GVZ
MAN. PONEND VM. GVR AV I T . VI XI T . ANN . LXX .
Pocos años antes de sumuerte mand ó de s truir el viejo palacio
l.ÁMI NA — L cón: Mu s eo Arqueológico . Es tatua orantc d e D on j uand e Guzmán
de Toral , en su posada, y a D . Fadrique Enriquez, en
casa de su padre,elalmirante de Castilla.
D . Fadrique , confiando en el parentesco que tenía
con el rey , y deseoso de tomar la venganza por su
mano,s e ausentó de Valladolid para evitar que le noti
ficas en la orden de D .
a Isabel . Esta, al saber que D . F a
drique andaba sue lto,dió una muestra más de su equi
dad,libertando almarqués y asegurándole que no rec i
biria daño ni injuria. Mas al poco t iempo ocurrió que
D . Ramiro Núñez,cabalgando descuidadamente por la
plaza de la villa, fué acometido por tres hombres de a
caballo y encapuchados,apaleándole , en nombre de su
rival,tan despiadadamente
, que dieron con él en tierra,herido y maltrecho .
L a reina,disgustada por el desacato que acababa de
hacerse a su autoridad,y temiendo que los nobles vol
vieran a ventilar entre s i sus querellas,como en los
t iempos de Enrique IV,no s e tranquilizó ni satisfizo
hasta que ,averiguado el paradero de D . Fadrique
,cas
tigó su del ito haciéndole l levar preso por elmismo sitio
en que hubo de cometerse aquél : conduciéndole después
alcastillo de Arévalo , en donde permanec ió más de seis
meses , y siendo , por último, desterrado a Sic ilia,con pro
hibición de tornar a España sin orden expresa de los mo
narcas .
Elaltivo D . Ramiro Núñez de Guzmán no s e dió por
satisfecho con aquel acto de justicia,y s e vengó en
el padre de D . Fadrique, ya que s e le había escapado
elhijo .
Marchó Ramiro a Medina,y,esperando una noche al
almirante,le agredió ymaltrató alsalir delpalacio real .
D .
a Isabel procedió inmediatamente contra el caballero
101
leonés , embargándole cuantas rentas,castillos y forta
lezas tenía en León y Castilla y des terrándole alvecino
reino de Portugal .
Acompañado de treinta leales montañeses llegó , a
princ ipios delañ o 1484 , a la c iudad de Evora, partiendo
desde alli para la de Santaren tan pronto como supo
que sus habitantes s e disponían a recibir , con extraor
dinarios festejos y regoc ijos , a su rey y señor D . Juan y
a la flor de la nobleza portuguesa.
El día siguiente al de su llegada fué el señalado para
que D . Ramiro hablara con elmonarca lusitano . S abien
do aquél que éste iba a oir misa en la iglesia de Santia
go ,s e dirigió a ella. Discurría D . Ramiro por las naves
del templo cuando el alegre repique de las campanas,
el estruendo de la pólvora y elmurmullo delreg io acom
pañamiento le sacaron de sus meditac iones , y pos trán
dose de hinojos en las amplias gradas del pórtico , detu
vo la marcha de su majestad . Reconocido al instante
por elrey , tendióle de buen grado su diestra; pero don
Ramiro de Guzmán,caballero de tanto corazón, no la besó
hasta después de haber tirado delguante que la apris io
naba,dejándola al descubierto
,ante elasombro de to
dos y delpropio soberano , que le dijo : También lo sup iera
hacer yo s i quis iera
Aquel mismo d ía elrey D . Juan puso de manifiesto
la gran estimación en que tenía a D . Ramiro,s entándole
a su lado durante la misa mayor y preguntándole , a
solas,después de terminada la fiesta
,la causa de sus
encuentros con D . Fadrique y elalmirante de Castilla.
U na vez que el de Guzmán satisfizo la curiosidad del
(1) Prudencio d e Sandoval : Crónica delEmperadorAlfons o VII .
102
rey , d ij ole éste que habia obrado como noble y que su honor
quedaba bien satisfecho
Bien pronto tuvo D . Ramiro ocasión de corresponder
generosamente a las distinc iones delmonarca portugués .
En Evora,adonde aquél había regresado para enterar
s e de los asuntos de León,tuvo conoc imiento de la con
juración que contra el rey tramaba el duque de Viseo .
Apresurós e a escribir almonarca ofrec iéndole sus servi
c ios,y D . Juan los aceptó de buen grado, rogándole que ,
sin pérdida de momento,s e dirigiera a Setubal .
Dicen las crónicas que , al llegar D . Ramiro a dicha
c iudad,halló almonarca paseando por la ribera con al
gunos caballeros de su corte,y que , al acercarse e hin
car la rodilla en tierra para besarle lamano , elrey le
tomó del brazo,alzandole del suelo
,y,separándose
con él de la comitiva, le dió cuenta de la conjuración y
del duro escarmiento que hizo en la persona de su primo
Cuando en la cámara reg ia s e reunió el tri
bunal que había de fallar aquella causa,elrey obligó a
D . Ramiro a que tomara asiento en el lugar más prete
rente .
Merced alprestigio y diligenc ia de sumadre , y alfa
vor y gestiones delrey D . Juan,alcanzó D . Ramiro el
perdón de los Reyes Católicos,volviendo a su patria
acompañado de los treinta montañeses que guardaban
constantemente su persona. S e presentó en Alcalá de
Henares a Fernando V,el cual celebró la llegada del
i lustre prócer , honrándole con fraternal abrazo y dándo
le cuentaminuc iosa de los asuntos más importantes acae
c idos en España durante su ausenc ia.
(1) Prudencio de Sandoval : Crónica delEmperador Alfonso VII .
104
Luna, de otros nobles leoneses,de los reg idores de la
c iudad , deldeán y canónigos , en la procesión que ,desde
la sala cap itular , s e dirig ió al coro de la ig lesia, para
presenc iar el solemne acto d e la posesión del obispadolegionens e , tomada por D . Juan Maestro , canónigo de
Jaén , en nombre y como procurador que era delvenera'
Autógrafo delArzobispo de Bari .
ble señor D . Esteban Gabriel Merino,agraciado con
aquellamitra
S e celebró tan solemne acto jurando el canónigo don
(1) Desde elañ o 1517 has ta eld e 1523 gobernó D . Es teban Gabrie l Merino la ig les ia de L eón . D e es ta c iudad
, partidaria, en su
mayor parte , d e las comunidades , se ausentó tan pronto como s e
hubo convencido de que le era impos ible contribuir en e l la altriunfo d e la causa delemperador, no volviendo a L eón has ta que sus
habitantes,después d e los acontecimientos d e Vi llalar, abrieron las
pues tas a los imperialis tas .
He aquí los hechos más notables de la vida d elobispoFué hijo de D . Alons o Merino, natural delreino de L eón,
elcuals irvió a los reyes Católicos en las fronteras d e Granada, y d e d oñaMayor d eAmorcuende, hija de Toribio F ernández , montañés , peroque resid ía en la vi l la d e S anEs teban d elPuerto . S ábes e que , muer
to su padre , D .
a Mayor cuid ó d e educar a su hijo Es teban en elsan
to temor d e D ios , y que un virtuoso sacerdote, conoc iendo las excelentes dotes del joven, le l levó cons igo a Roma. Muerto su bienhechor
,le amparó y proteg i ó el famos o cardenal As canio Maria
S forcía.
L os nuevos servicios pres tados a su nuevo protector, y suade lantamiento eu todo g enero de virtudes , hic ieron que elcardenal le alcanzara una canonj ía en la ig les ia d e Jaén y d espués elarcedíana
105
Juan Maestro,en nombre de su ilustre representado,
guardar y observar todas las instituc iones,ordenanzas
,
privileg ios e inmunidades eclesiásticas ; sentándose des
pués en la silla epi scopal , a ruegos del arcediano de S al
daña,y pronunc iando éste breves palabras paramandar
a todos los leoneses,y muy especialmente a los alcaides
de las fortalezas,merinos
,justic ias
,renteros y vasallos
d e la iglesiamayor , que ,en lo sucesivo
,tuvieran a don
Esteban Gabriel Merino como a su leg í timo obispo y
señor .
to de la de Baeza. En el desempeño de es tas d ignidades demos trósu talento enneg ocios de gran importanc ia, captándos e la es timac ión de príncipes y grandes s eñores .
E l papa L eón X le aprec iaba has ta el extremo d e que , no con
tando Es tebanmás de treinta años , g es tionó para que s e le d iese el
obispado d e L eyden, y ,no habiéndolo cons eguido, en elañ o 1516 le
honró con elarzobispado de Bari .En 1517 , hal lándose D . Es teban en España, inves tido del alto
cargo de nunc io delpapa, el cardenal de Arag ón, que g obernabala ig les ia legionens e , res ignó en D . Es teban es te obispado , delque ,s egún hemos vis to, tomó pos es ión eld ía 11 de abri l de 1517 .
I nspirábanle a Carlos V tal confianza las dotes delprelado que ,
alpartir para F landes y previendo los tras tornos que habían de
ocurrir en España, le nombró jus tic ia mayor de la c iudad de Toled o , a fines delañ o 1521 .
Nues tro obispo s e coronó de g loria en aque lla c iudad , apoderand os e
,con ayuda delcabildo y unos cuantos realis tas , de la artille
ría que defend ía la casa de D .
'Maria de Pacheco , y cons iguiendo ,eld ía 3 de febrero de 1522
,lapacificac ión de To ledo , y con e lla la
d e las revue ltas producidas por las comunidades d e Cas ti lla. Paraconmemorar es te acontec imiento se puso en elc laus tro de la catedral toledana una laudatoria ins cripc ión en que s e menciona a d onEs teban Gabriel Merino
,y aun cuando en e lla únicamente s e le
nombra arzobispo d e Bari , s e sabe , por las ac tas capi tulares de la
catedral leg ionense , que era obispo de L eóny no d e Jaén,como é s
críbióPrudenc io de Sandoval en suHis toria d elEmp eradorCarlos V.
A la s ede de Jaén fué promovido por presentac ión del emperadory
— 106
L as amarguras pasadas en el destierro y la pesa
dumbre de los años no lograron amortiguar elvalor y
las energ ías del caballero leonés , cuya vida, bien puede
afirmarse que ,desde elprincipio al fin
,fué una g igantes
ca lucha con el destino .
Después de haber vencido al conde de Luna en agos
to de 1520 y de conseguir que los leoneses s e declararan
francamente comuneros , excepción hecha de unos cuan
tos,entre los que s e hallaba el alcaide de las Torres .
con asentimiento d elpapa Alejandro VI , no en elañ o 1522 , s ino en
elde 1523 .
En 1526 fué nombrado consejero d e Es tado, por Carlos V , y en
1533 , cardenal , por Clemente VII , as is tiendo a la e lecc ión d e Pau
lo III .
Enmed io d e tantas y tan graves ocupaciones y e levados cargos ,no olvid ó a la ig les ia de L eón,
a la cual leg ó una buena parte desus alhajas .
A es tos datos biográficos , cons ignados , en sumayor parte, porelP . Manue l Ris co (E sp aña S agrada,
tomo XXXVI , pág s . 106 a
hay que unir los que cons tan en varios documentos delArchuivo de Simancas y en los l ibros d e ac tas d e la catedral de L eón.
P or e l los se sabe que D . Es teban Gabrie l Merino aun permanecía
en Roma el añ o 1518,como lo d emues tran las letras d e fami lia
ridad que expid ió desd e aquel la santa c iudad a favor del canó
nigo leonés García R amírez d e Quirós ; que D . Es teban Gabriel s ehallaba al frente de la ig les ia d e L eón eld ía 21 d e mayo d e 1520
,
todavez que en el cabildo ce lebrado en d icho d ía s e nombró unacomis ión para que le vis itara,
formada por los s eñores arced iano deSaldaña, arced iano de Tríacas tella,
Juan de Benavente y Juan d eL orenzana,
y que , desde U beda, adonde fué a ver a sumadre , es
cribia al emperador, enmayo d e 1521 , sup l icándole quitara a Juand e Quirós d elnúmero d e los culpados y le alzara el des tierro que ,hacia un añ o
, pobre y enfermo , es taba cump l iendo fuera delreino .
Añad ía en la carta que s i bien aquel habia ido como procurador de
L eón a Val ladolid para as is tir a la Junta de las comunidades , loc ierto era que al l í es tuvo trabajando en favor de la paz. (Véas e en
los apénd ices eldoc . n .
º II . )
108
Guzmanes en direcc ión a Tordesillas,custodiando las
armas y pertrechos de guerra que necesitaba su señor .
Con la despreocupac ión y la alegría que s e apoderan
d e los ánimos en tiempos de guerra, cuando s e tiene la
seguridad de andar por terreno propio y dominado, la.
comitiva, abriéndose camino, poco menos que a viva
fuerza,entre la multitud de curiosos que la rodeaban ,
recorrió la c orta distanc ia que hay desde aquel pala
cio hasta el final de la calle de S antis idro,doblaron la
esquina que forma ésta con la de'
la Ferrería de la
Cruz,al dar vista a la humilde casa de S an Marciel
,
y una vez que hubo recorrido las calles de Ruviana
y F renéria y atravesado la Puerta Moneda, empren
dió la marcha por el camino real que s e dirigía a Vá
lladolid .
Cuando más distraí dos iban los que formabanla co
mitiva y más avivaban elpaso,obligados por el frio in
tenso de aquella tarde,quiso—la mala suerte que , antes
de penetrar en elPuente delCastro,fueran atacados
”
por
la espalda,cayendo todos ellos y cuanto llevaban
,des
pués de violenta“
lucha,en poder de un grupo , no muy
numeroso,de hombres armados
, que obedec ían la voz
de mandode un clérigo , recio de cuerpo,de rostro s uju
to, que cabalgaba en brioso
'
caballo,dejando
'
ver,'
bajo
los hábitos de negro paño , los quixotes de una brillante
armadura,y luciendo en sus p ies , colocados en férreos
estribos,dos agudos ac icates .
Elautor de semejante hazaña era el famoso canóni
go D iego de Valderas,c lérigo audaz
,s er atávico
,en
quien se ag itaban los instintos ardor'
osos de los antiguos
guerreros delhábito talar y dec idido paladín de la causa
imperialista, el cual contribuyó , no poco, a mantener la
L AMI NAg.
º— L eón: F achadameridional d elpalacio de lo s Guzmanes
110
R eprendido por su fausto y denunciado , repetidas ve
ces, por unir al severo traje canonical profanos ador
nos opone a la acusac ión la injuria, y a la toleranc ia
del Cabildo , que le otorga una jubilación prematura
el desafuero y la ingratitud .
Lisonjeado alverse temido , cabalga con c ínica sere
nidad por las calles de León poniendo en alarma al
vec indario,exci tado ya por las vic isitudes de la lucha
c ivil . Paga espionajes , recibe confidenc ias , prepara em
bos cadas y persigue al comunero, arrostrando las iras y
la venganza de todo un pueblo .
Preocupado el de Guzmán con el último golpe de
mano llevado a cabo por el audaz canónigo cerca del
Puente del Castro,pensó seriamente en poner coto a sus
demasías . Al efecto mandó a su procurador Antón de
Mallo que , el día 5de dic iembre de 1520, presentara al
Cabildo - Catedral un escrito,en nombre de todos los ve
olnos y diputados de la ciudad,denunc iando a D iego de
Valderas por el delito que hubo de cometer elmes de
noviembre,con ofensa de la reina D .
a Juana,de su hijo
elrey D . Carlos y de la santa Junta,y p idiendo que s e
(1 ) Es ta d esmed ida afici ón a la compos tura d e su pers ona preo
cupó. toda la vida a D iego d e Valderas . Cons ta en el libro d e vis itahecha en 1584 por elI lmo . D . F rancisco Truji llo , que Dieg o d e Valderas fué acusado d e l levar lechugui llas en los puños de la camisa .
(2 ) D iego de Valderas , con el fín d e quedar l ibre d e sus obligac iones para poder ded icars e a los asuntos d e la guerra, p id i ó alCah ildo la jubilaci ón el7 de julio d e 1519. Es te s e la conced ió
,impo
niendo a cadauno de los canónig os la cuotad e un ducado d e oro paralos efectos d e lamisma. (Véase en los apénd ices eldoc . núm. XVIII) .
(3 ) En elCabildo celebrado el17 d e febrero de 1520,los canóni
gos Alons o Garcia y Pedro de Joara le denunciaron por haberlevis to cabalgar por las calles de la c iudad . (Véase en los apénd ices eldoc . núm. XXII) .
le obligara a pagar la cantidad de cien milmaravedis,
en compensac ión de los caballos , armas , picas y dineros
que había quitado a los sirvientes de D . Antonio de Qui
ñ ones
Elmismo día en que llegó la denuncia, los canónigos
de la iglesia mayor de Santa María - de Regla s e réunie
ron en cabildo extraordinario . Tras larga deliberac ión ,en la que s e pusieron de manifiesto las parcialidades en
que aquéllos s e hallaban divididos , acordaron nombrar
el tribunal que había de juzgar a Diego de Valderas , el
cual s e constituyó definitivamente el dia 19 de dic iem
bre de 1520,siendo jueces los señores D . Andrés Pérez
de Capillas,arcediano de Tría- Castella D . Juan de Vi
llafañ e,D . Bernardo de Ordás , D . Fernando de Salazar
y D . Bernardino de Quiñones , todos éstos por el coro del
señor obispo,y por el del deán
,los señores arcediano
de Saldaña, D . Nicolás de R asnero,D . Diego de Robles ,
D . Diego de Grajera, D . Juan de Avia y D . Juan de L o
renzana
Por fin,el día 24 de diciembre
,los jueces y el señor
provisor,D . Martín Zabala
,teniendo a D ios
,de quien todo
jus to j uicio p ende, ante sus oj os , s e dec idieron a dar cum
plida satisfacc ión a los deseos del pueblo , dictando una
sentencia por la cual s e condenaba al canónigo realista
Diego de Valderas a restituir a sus dueños las armas,
ropas , caballos, p icas y dineros de que s e había apode
rado, con notoria injusticia; a perder la jubilación que
elCabildo le había concedido,contra todo derecho
,y en
virtud de la cual hacía tiempo que no residía en dicha
(1) Véase en los apénd ices eldoc . núm. X XI .
(2) Véase en los apénd ices los docs . núms . XXXI I y XXXVI I .
112
iglesia y andaba vagando de un sitio para otro y come
tiendo hechos feos , muy deshones tos y contrarios a su orden
y p rofes ión; a no cobrar ni un maravedi de la remunera
c ión que como canónigo le correspondía; a pagar , en
breve plazo ,todas las deudas que hubiera contraído con
la fábrica y lamesa capitular ; a s er desterrado, por un
añ o, de la c iudad de León,y,en el caso de que s e nega
ra a cumplir el destierro, que sufriera prisión en la cár
celpública del obispado ; a no entrar en los cabildos ni
en los demás ayuntamientos que celebraran los canoni
gos de la catedral,y a no cobrar renta alguna,
anual o
perpetua, de la dicha iglesia.
Nótese que al final del documento que esto contiene ,y antes de las firmas de los testigos y jueces , s e manda
terminantemente que , en el caso de solicitarse por elca
nónigo condenado,o por otra persona, la revocac ión de
todas o de alguna de las penas de la sentencia, el que
a la sazón fuere penitenc iario s e abstenga de intervenir
por sí y ante s í en el asunto,convocando
,a lamayor
brevedad,a todos los señores de la iglesia Mayor , que
han d e s er los que acuerden y voten secretamente,y
p or las habas , la absolución o no absolución de Diego de
Valderas . Y , por último, s e impone alpenitenciario que
lo contrario hiciere dos años de destierro y dos mes es de
descuento de su calongia o p revenda
L a fortuna de la causa defendida por Valderas y las
gestiones que en su favor hizo el conde de Luna pus ie
ron término a su castigo, siendo alpoco tiempo repuesto
en su cargo .
Apenas s e vió el canónigo dentro del Cabildo , levan
(1 ) Véas e en los apénd ices eldoc . núm. XL .
U n Cabildo comunero
L as ideas favorables a las Comunidades,delCabildo
de la Catedral leonesa,s e reflejan
,a juic io nuestro
, en la
dec idida cooperac ión que lamayor parte de sus indivi
duos venía prestando,desde 1519
,a la fami lia de los Guz
manes ; en la sentencia que , en armonía con los deseos de
aquélla,del Municip io y del pueblo
,s e había dic tado
contra D iego de Valderas , y , sobre todo , en el ac to que
la mencionada corporac ión ec lesiástica,en pleno
,real i
zé el d ía 14 de agosto delañ o 1520, al dar poder al ca
nónigo comunero Juan de Benavente elViejo,para que ,
unido a los diputados de la ciudad y en nombre de todas
las p ersonas y dignidades de la Ig lesiaMayor , asistiera a
las Cortes 0 ayuntamientos que habían de celebrar los
procuradores de las ciudades,villas
,catedrales y cole
giatas d elreino y en ellas actuara conp lena libertad , es
tando seguro de que los acuerdos por él tomados , sin ex
cepción alguna, serían considerados por todos como va
lederos , j us tos y es tables
Además de lo dicho,otros hechos consignados en los
l ibros de actas de la Catedral,de 1520y 1521
,hasta aho
(1) Véase en los Apénd ices eldocumento núm. XXI V .
—115
ra inéditos,s e encargan de confirmar nuestro aserto , de h
mostrando a la vez que elCabildo de la Iglesia de León ,casi en su totalidad , fué elúnico que , sin vac i lac iones de
género alguno , siguió la causa de los Comuneros,y de
fendió a la Iglesia y al pueblo de los abusos de los fla
mencos,con una alteza de miras
,con una valentía y un
desinterés que no resplandece en los clérigos de otras
poblaciones . Y,en efecto
,no pocos de éstos
,aprove
chándos e del estado anárquico de la nac i ón,abandona
ron el cump limiento de sus deberes relig iosos e hic ieron
una vida licenc iosa,llegando hasta propagar ideas que
tocaban en los lindes de la herej ía . Otros s e alistaban
bajo las banderas de los ejérc itos antirrealis tas sólo por
mejorar de posic ión o alcanzar una mitra,cual sucedió
con don Antonio de Villarroel,hijo natural del abad de
Valladolid, que ambic ionaba regir la diócesis de Palen
cia,y con elmismo don Antonio de Acuña
,acusado
,no
sin fundamento,de asp irar alarzobispado de Toledo .
Con una claridad que no deja lugar a la menor duda,nos manifiestan los libros de ac tas que elCabildo leonés
s e vió , por lo general , libre de los vic ios expresados , y
que , enmedio de su rebeldía, su proceder fué noble y
correc to aun en los momentos más difíc iles y apasiona
dos de la lucha. No encontramos en los acuerdos por
aquél tomados durante la guerra, ni una sola palabra
que hiera la dignidad de sus enemigos . Todos s on trata
dos con gran considerac ión . Siempre que s e habla de la
persona delrey , mani fiesta el Cabildo su incondicional
fidelidad y lleva su cortesía con su inmediato enemigo
el conde de Luna hasta el extremo de enviarle una co
misión,formada por dos prebendados , para que le in
viten a terminar las diferenc ias que entre él y la ciu
dad existían,hac iendo las paces con elmarqués de To
ral
D el entusiasmo y vigor con que nuestro Cabildo ve
laba por la pureza de'
las costumbres , y la defensa de la
relig ión y de las instituc iones creadas por los Reyes Ca
tólicos,da una idea la sesión del dia 18 de octubre de
1520,en la cual
,después de haberse le ído los capí tulos
que Burgos dirig ía alemperador , y de haberlos calificado
en general de santos, jus tos e muy buenos , s e acuerda, si
guiendo las indicaciones del señor abad de S an Guiller
mo,dec ir a los procuradores de aquella c iudad que ln
fluyeran cerca delrey para que s e guardasen y cumplie
s en todos,a excepc ión de uno
,en que s e hablaba contra
la inmunidad ec lesiástica,y que urg ía redactar otro , en
el cual constara la neces idad que habia de s os tener, ayudar
y favorecer la S anta I nquis ición, p or creer que es to redunda
ria en s ervicio de D ios Nues tro S eñor, de sus cesáreas ma
j es tudes e en pro e validez delbien común e quietud e p aci¡i
cación de es tos reinos
Al saberse por los leoneses que el conde de Luna y
D iego de Valderas intentaban , con buen golpe de gente ,reconquistar la c iudad
,de la cual habían sido arrojados ,
tomárons e todas las precauc iones oportunas para la de
fensa. No anduvo remiso en esto el Cabildo—catedral,
coadyuvando a los esfuerzos delpueblo con los acuerdos
d e perseguir y castigar rigurosamente a todos los cléri
gos y seg lares que hablaran contra la Santa Junta; orga
nizar,en el caso de un ataque imprevisto, sus huestes ,
formadas,en su mayor parte , con los moradores de los
(1 ) Véase en los Apénd ices eldocumento núm. XL VI .
(2) Véase en los apénd ices eldocumento núm. XXVI .
— 1 18
importantes como el de hacer un alistamiento de hom
bres de armas que en todo momento estuvieran prepara
dos para luchar en defensa del Cabildo , delTesoro y de
los bienes de la catedral ; elde tener cada dignidad en su
casa, para su defensa,
cuatro de aquellos hombres y dos
cada uno de los canónigos ; el de imponer severas penas
a los señores del Cabildo que no cumpliesen elanterior
mandato ; elde encomendar a los canónigos Juan de Avia
y Juan de Villafañe lamisión,no sólo de rec lutar lamen
c ionada gente de armas , sino la de instruirla y enviar
la,en caso de s er atacada la c iudad por los imperialis
tas,al sitio más peligroso , y elde proceder cuanto antes
a la fortificac ión del tesoro v torres de la ig lesia, cucar
gando de la direcc ión de estas obras a los canónigos An
drés Pérez de Cap illas , arcediano de Tria Caste lla, a Juan
Costilla y Antonio Jurado, por el c oro del señor obispo,
y a Nicolás de R asnero,arcediano de Saldaña
,Juan de
Lorenzana,el mozo
,y Alonso García
, por el coro del
señor Deán
Durante los meses de enero,febrero y marzo de 1521
,
el Cabildo continúa dando disposiciones relac ionadas con
la guerra y la defensa de la c iudad . Para entender en
las cosas relativas a la gobernación y bien general de
ésta,conlos diputados de lamisma
,nombra al canónigo
Juan de las Alas a condic ión de que , ni él por s i mismo ,ni unido a los representantes d e la c iudad
,autorice con
su firma documento alguno por el cual s e trate de tomar
dinero de las rentas reales . El Cabildo vota un crédito
extraordinario para atender a los gastos del viaje que
(1) Véanse en los apénd ices los documentos números XXV ,
XXVIII,XXIX
,XXXIII
,XXXVIII
,XXXIX .
— 119
había de emprender elcanónigo Antonio Jurado a los lu
gares en que s e encontraran el cardenal de Tortosa, el
Nuncio de S . S . y elMarqués de Astorga, para entregar
les eu prop ia mano la contestac ión a las cartas que és
tos le habían dirig ido solic itando elperdón de Diego de
Valderas . Castiga con un e levado descuento en sus habe
res a varios canónigos y dignidades por no tener en sus
casas los hombres de armas , según s e había acordado en
anteriores Cabildos,y nombra
,obligado por las c ircuns
tancias de la guerra, ocho hombres , de los cuales dos ha
bian de ir montados , para que acompañen cons tantemen
te al encargado de cobrar las rentas .
Como si todos estos acuerdos no fueran sufic ien tes
para unir y probar las voluntades de los canónigos , pen
só en realizar un acto público y solemne por el cual s e
obligaran aquéllos,no sólo a trabajar
,sino también a
llevar a cabo los mayores sacrific ios . A este efec to,y
para hacer unamanifestac ión de sus ideas políticas , ré
dacta una fórmula de juramento acerca del s ervicio de
D ios,de la reina, delrey y de la utilidad de la población, en
cargando a los licenciados Alonso de Quirós y D iego
Garc ía y a los bachilleres Alonso García de los Ríos y
D iego de Robles para que corrijan,quiten o añadan al»
gún cap ítulo aldocumento , si lo hubiere menester
Fué el día 9 de marzo de 1521 cuando, después de ha
ber sido c itados por su portero mayor , según vieja cos
tumbre,acudían a la sala capitular de Santa María la
Mayor, para asistir al solemne acto del juramento
,las
siguientes personas : Bartolomé de Soto , escribano publi
(1) Véans e en los apénd ices los documentos XL I , XL II, XL III ,XL V,
XL VII y XL IX .
120
co; Diego de Robles y Garc ía Alonso, notarios y vec inos
de la c iudad ; elprímicíero y chantre delCabildo D . Feli
pé Lita,y los canónigos Nicolás de R asnero, arcediano
de Saldaña,Juan de Betanzos
,Fernando de Salazar
,el
licenciado Alonso de Quirós,Franc isco de Robles
,D iego
de Nava,Juan deAvia, Juan de Benavente el mozo
,Pe
dro de Villada,Alonso de Villalpando, Juan Ramos , Gar
cia de Lorenzana,Juan de Lorenzana el mozo; Anto
nio de Lorenzana,el licenc iado Juan de Mayorga, D ie
go de Suárez, el bachiller Diego de Robles,Gaspar
de Valderas , Juan Bautista de Prado, Juan de las Alas ,Alonso Garc ía
,Alvaro Valenc iano
,Juan de Lorenza
na cl viej o ,Juan Gómez Juan de Villafañe
,Alonso
de Vi llameriel,D iego de Salazar , Alonso D íez de Mor
govejo , el bachiller Franc isco de Colmenares,el ba
chiller Diego de Grajera,Martín de Alisen
,el doctor
Bernardo de Ordas , Miguel de Colomines , Santiago Pona,Gabriel Valenciano
,Antonio Jurado
,D iego Gutiérrez,
elbachiller Juan Xuárez,Pascual Lozano
,Cristóbal Juá
rez y ellicenc iado Diego Garc ía de Vaquerin. En suma,
cuarenta y seis personas que , una vez congregadas en
la sala capi tular y acomodadas en el lugar que a cada
una le correspondía, fueron alzando su voz,una en pos
de otra,y d irigiéndose al reverendo señor provisor y
doc tor D . Martín P érez de Zavalla,le p idieron licencia
para realizar aquel acto . U na vez concedida,todos los
señores allí reunidos prestaron el siguiente conmovedor
juramento .
<<Nosotros e cada uno por si , juramos e jura a D ios e
a Santa María e a las palabras de los santos evanjelios ,donde quiera que más largamente están escritos
,e a
este ligno de la Cruz en que nuestras manos derechas
122
Soto , escribano y notario público, el cual , dirigiéndose a
todos los c ircunstantes,s e expresó en los siguientes tér
minos : <<Que si lo hiciesen e complies en s egund jurado lo
habían , que Dios todo poderoso le s ayudase en este mun
do a los cuerpos , e en elotro a las ánimas donde mas há
bian de durar,sino él s e lo demandare maly caramente
como aquellos que a sabiendas suplicaban en su santo
nombre en vano »
Desterrado Diego de Valderas , tan sólo s e tildaba al
arcediano D . Andrés Pérez de Cap illas de espiar los ac
tos de los comuneros y de favorecer en secreto a los adic
tos del conde de Luna.
Sus ideas realistas, que había sabido ocultar hábil
mente por largo tiempo, s e manifestaron bien a las cla
ras alnotarse su ausenc ia en elac to del juramento,y,
muy princ ipalmente , cuando el Jueves Santo del añ o
1521,al salir del coro
,después de terminadas las tinie
blas en la catedral,y tras empeñada discusión sobre los
asuntos de la guerra, promovió un verdadero escándalo,
acometiendo,en plena nave mayor y delante del S antí
simo Sacramento a D . Franc isco de Lorenzana,arce
díano de Mayorga.
No s on para descritos el terror y la confusión que ,
por elmomento , s e apoderaron de los devotos allí congre
gados . Reñ ían a brazo partido los dos arcedíanos , diri
gíéndos e palabras injuriosas y deshonestas ; daban voces
de alarma las mujeres y , atropellándos e , huían despavo
ridas hac ia las puertas de la iglesia, ansiosas de ganar la
calle ; lloraban los niños ; braceaban y discutían apa
s ionadamente c lérigos , cantores,ministriles y cuantos
(1) Véase en los apénd ices eldoc . n.
º XL VHI .
— 123
hombres había en el templo . A los repetidos y violen tos
empujes de unos y otros,caían de sus altares y eran pi
sados porlamuchedumbre , cruces , blandones , credenci—as
y otra multitud de obje tos destinados al culto
No tardó el sagrado rec into , por obra y grac ia de un
canónigo , en verse transformado en un verdadero cam
po de batalla, en el cual s e acometían,sin duelo
,con es
p adas , broqueles y otras armas ofens ivas y defens ivas , de un
lado los parientes , deudos y amigos del arcediano de
Tria- Castella,y del otro
,una parte de los comuneros
leoneses .
Vencido aquél,trató de huir con todos los suyos
,con
siguiendo, después de mil esfuerzos , acercarse a la puer
ta de Nuestra Señora de la Blanca,situada a los p ies de
la ig lesia. Creyó el buen arcediano que habia llegado el
momento de salvarse ; pero he aquí que s e le interpuso
unamuchedumbre de hombres,mujeres y niños
, que pe
netraban por la misma”
puerta en la catedral , interrum
piéndole elpaso . Era la p iadosa procesión de los D is ci
p linantes , precedida de un gran cruciñjo , que fué a chocar
violentamente contra el desdichado arcediano . Este y
alguno de los suyos abriéndose camino,a duras penas
,
por entre la multitud,aun pudieron huir , no sin que ah
tes lucharan con elportador de la cruz,alcual as es taron
tantos y tan duros golpes que dieron con él en tierra y,
como dice el documento,de hecho le mataran s ino f uera
por D ios que milagrosamente le quiso
L os canónigos Juan de Betanzos , Juan de Mayorga,Pedro de Joara
,Nicolás de R asnero
,Juan de Avia y
Alonso Garc ía,nombrados por el Cabildo para juzgar
(1) Véase en los apénd ices eldoc . n.
º L I .
los hechos narrados , dieron sentencia condenando a Pé
rez de Capillas a comprar dos candeleros de plata, con
sus velas , para alumbrar al Santísimo Sacramento,y a
s er desterrado de la c iudad ; si bien esta última pena le
fué alzada en consideración alestado de guerra por que
atravesaba España.
— 126
que ésta s e celebrase , y acordó tener por valedero todo
cuanto en e lla hic iere , proveyéndole , al efecto , del co
rrespondíente poder
Antes de la sublevación de León salió de esta ciudad
para la de Avila y , una vez en ella,intervino activa
mente en todas las sesiones que celebró la Santa Junta.
Eld ía 24 de septiembre de 1520asistía, en elpalacio
que la reina doña Juana ocupaba en la villa de Torde
sillas,alacto solemne celebrado por los comuneros con
el fin de que dicha señora aprobara el proceder de la
Junta,autorizándola a la vez para gobernar en su nom
bre el reino .
El 25delmismo mes y añ o le encontramos as is tien
do a la reunión de alianza y hermandad jurada,lleva
da a cabo por las c iudades y villas de la nación , y el27
de octubre delañ o preci tado la Junta de Tordesillas de
pos itaba en él toda su confianza para que resolviese los
difíciles asuntos relativos a la salud de la reina y a su
salida de aquella villa
El5de dic iembre continuaba Juan de Benavente en
Tordesillas,y sufría todos los rigores delasedio y ataque
de los imperiales . Apoderados éstos de la plaza,fué dete
nido por D . Juan Manrique y D . Juan de Acuña en el
monasterio de Santa Clara,y entregado como prisionero
al alcalde de Briviesca Ortega de Brañuelos , ¿'
en unión
del leonés D . Antonio de Quiñones y de otros siete dipu
tados de la Junta.
Este hecho s e halla p lenamente confirmado por la
nota de los presos de Tordesillas incluida en la carta que
(1) Véase en los apénd ices eldoc . n.
º XXIV .
(2) MANUEL D ANV I L A. His toria critica y d ocumentada d e las
Comunidad es d e Cas tilla . Tomo II, pág s . 74—77 y 350—359.
127
López de Hurtado escribió al emperador en 10 de di
ciembre y,sobre todo
, por los libros cap itulares de la
catedral de León,en los cuales y en el acta correspon
diente a la sesión del 15de dic iembre s e lee que el hijo
de Juan de Benavente,delmismo nombre y también ca
nónigo, conocido con el apodo de elmozo,pidió licenc ia
para ir a Tordesillas y enterarse de la verdad de lo que
allí había ocurrido a su padre
No debieron s er infruc tuosas las gestiones que reali
zó Benavente , elmozo, para obtener la libertad de su pá
dre , toda vez que éste , en el Cabildo del d ía 13 de julio
de 152 1,reclamó personalmente los rediezmos que había
perdido por no hallarse en la c iudad ; ausenc ia que jus
tificaba con su prisión
Gonzalo Núñez de Guzmán fué hijo primogénito de
D Ramiro ; casó con D .
“ Isabel de Rojas,y de e lla tuvo
un hijo,al cual impuso su mismo nombre .
Enlos libros de ac tas delMunicip io consta que , duran
te los años de 1514 y 1515, fué , a lavez que su padre , ré
gidor de la c iudad de León y que enelde 1517 sirvió alin
fante don Fernando conFr . Alvaro Osorio de Moscoso y
sus tíos el c lavero de Calatrava y el obispo de Catania .
Destituído, por orden d el emperador , del cargo que
desempeñaba cerca del infante,abrazó elpartido de la
Comunidad,figurando al lado de sus paisanos Juan de
Benavente,Antonio de Quiñones y Fr . Pablo de Ville
gas , eu los ac tos llevados a cabo en la villa de Tordes i
llas en los días 24 y 25de septiembre de 1520
(1) Véase en los apénd ices eldoc . n.
º XXXIV .
(2) Véase en los apénd ices eldoc . n.
º L VII .
(3 ) MANUEL D ANV I L A. His toria critica y documentada d e las
Comunidad es d e Cas tilla . Tomo II, pág s . 74
,76 y 79.
— 128
Formó parte de las fuerzas de los comuneros que ,mandadas por el obispo de Zamora
,s e dirig ían a Riese
co,figurando como capitán de su vanguardia. Después
marchó a Valladolid,y en esta c iudad asistió a todas las
sesiones de la Junta generaldelR eino en Cortes , constituí
da por los procuradores que lograron escapar de Torde
sillas cuando fué ocupada por el ejército real .
En la primera sesión , la Junta,además de prohibí
bir que los comuneros tomasen bienes del Consejo,de
los caballeros y personas imperialistas residentes enVá
lladolid,encomendó a Gonzalo de Guzmán lamisión de
Autógrafo de González de Guzmán
reconocer , por dentro yp or fuera, la cerca de la c iudad ,vigilarla y dirigir las obras que en ella debieran ha
cers e .
Elprocurador de León continúa siendo una de las
figuras más notables en las sesiones correspondientes al
mes de enero delañ o 152 1 . En la deld ía primero s e opo
ne al embargo de los juros y rentas de las personas im
perialis tas que no s e encontraron en el desastre de Tor
—130
do con los asuntos de la guerra; estamis ión s e hac ía ex
tensiva a todos los religiosos del convento de Santo D o
mingo
No están en lo c ierto los historiadores de la época
cuando afirman que , en junio de 1520, los habitantes de
León vivían en completa paz. Por la narrac ión que he
mos hecho,fundada en los documentos que publicamos
en nuestra obra,s e ve c laramente la agi tac ión moral y
los preparativos que en favor de las comunidades s e
venían hac iendo en la c iudad ; agi tac ión a la cual tanto
contribuyó Fr . Pablo de Villegas con sus fogosas y cons
tantes predicac iones y arengas para ensalzar las haza
ñas de los rebeldes de otras poblac iones .
Tan pronto como Fr . Pablo vió libre de enemigos a
León,s e dirigió a Avila para unirse a los procuradores
de la Santa Junta. Conocedores éstos de la firme adhe
sión de aquél a su causa,de su esc larec ido talento y de
su actividad,le acogieron con respeto y no tardaron en
confiarle las más difíc iles y arriesgadas empresas .
No tardamos en verle , primero , contendiendo con los
marqueses de Denia,llegando a des tituírles de los car
gos que ejerc ían en elpalac io que en Tordesillas habita
ba la reina D .
ab Juana,y expuls ándoles , a viva fuerza, de
aquella villa después,unido a Sancho Sánchez Cim
bron y a Vázquez de Avila,encaminarse
,a través de
grandes peligros , a Flandes , para depositar en las ma
nos de su rey un extenso y razonado memorial,en el
que los comuneros pedian remedio para los agravios que
(1) Véase en los apénd ices eldoc . n.
º XL VIII .
(2) MANUEL D ANVI L A. His toria critica y d ocumentada d e las
Comunidades de Cas tilla. Tomo II , pág s . 64- 66 .
a la noble y sufrida Castilla venía infiriendo lapolí tica
extranjera,y,más tarde
,al saber que , por orden del
monarca,su compañero Antón Vázquez fué apresado en
Venus y conduc ido a una fortaleza, burlar la vig ilanc ia
del temible Hernán Pérez de Yarca,alcaide de la forta
leza de Irún , y , disfrazado de mendigo , atravesar el te
rritorio francés,huyendo de los eSp ías que le buscaban
paramatarle .
Al regreso de su malograda embajada, le encontra
mos en Valladolid,en febrero de 152 1 , en el crí tico mo
mento eh que la Junta comenzaba a deliberar sobre si
s e había 0 no de conceder la tregua solicitada por los
gobernadores del reino .
He aquí la relac ión de las tumultuosas sesiones enque
s e trató dicho asunto,y laviva y acertada pinturaque del
prior de Santo Domingo hace D . Antonio Ferrer del R ío
<<No bien comenzaba a ocuparse la Junta en con
certar la tregua,interrump ió sus deliberac iones la ines
perada noticia de haber llegado a Valladolid elpadre
maestro Fr . Pablo de Villegas y Sancho Sánchez Zim
brón,aquellos dos procuradores enviados meses antes a
Flandes con elmemorial de los cap í tulos acordados por
los procuradores del reino , y que , notic iosos delmalre
cibimiento que acababa de tener Antón Vázquez de Avi
la,cerca del emperador de Alemania, y de no s er más
benévolo elque a e llos estaba aparejado , rehusaron cuer
damente pasar adelante . Al saber elpadre Villegas , hom
bre de temperamento irasc ible , lo que a la sazón trata
ban 1os procuradores , s orprendiós e mucho , s e enojó más
y deploró, sin duda, hallar desunidas las voluntades que
a su partida dejó concordes ; y era que en no pocos de
los que habían permanecido en Castilla hic ieron mella
las imponderables desventuras de la guerra, hasta elex
tremo de extinguir casi en sus corazones elres entimien
to de ver violadas las leyes del reino por una turba de
codic iosos extranjeros, que gozaban de la predilección
del soberano y poseían enteramente su confianza; mien
tras el fraile traíamás envenenada la cólera, que había
inflamado su alma desde los primeros desacatos delprin
cipe y de sus flamencos,a las prácticas y costumbres de
Castilla,porque en un princ ip io
,si no otorgaba Carlos
de Gante las justas peticiones de sus vasallos , oíalas , al
menos ; y ahora ni escucharlas quería, y a los que s e las
llevaban en nombre del re ino amenazaba con la horca.
Vivo ejemplo ofrec ía elmayor número de los procurado
res que , si hay interrupc ión en los agravios , nos pinta
la imag inación más acerbo elmás rec iente,y el frai le
de que , cuando s e sucede uno tras otro, s e dobla en igual
medida la acritud que su agravamiento produce . En
suma,los procuradores entendían haber errado el camí
no de c lamar por la justicia del reino , y Fr . Pablo de Vi
llegas s e aferraba en defender que , para tan leg itimo fin,brindábales la guerra elmás seguro atajo .
»En la hora de enterarse los procuradores de la veni
da de Fr . Pablo, por aviso suyo
,difirieron la reunión
hasta la tarde . A e lla s e presentó el dominico para dar
cuenta de su infeliz embajada; hízolo con expresiones
que ,sobre fundarse en razón y no tener senci lla y natu
ral respuesta,abundaban enpasión y propendían a exal
tar las cabezas y enardecer los corazones . Dando a su
voz sonoridad y entonac ión profética, y a su ademán
majestuoso y enérg ico movimiento, dijo saber de buena
tinta que el emperador estabamuy sentido y enojado de
los alborotos de Castilla y de cuantos habían atizado el
134
camente de oídas , especies tan graves como las de supo
ner falsedad e ineficac ia en elperdón que diesen los go
bernadores y confirmase elsoberano ; por cuyomedio , un
relig ioso que , no desmintiendo su profesión e investida
ra,estaba obligado a poner paz donde menos s e espera
s e,susc itaba obstáculos que imp idiesen la celebración de
una tregua, mirada por los demás sano juicio como venturos o preliminar de la concordia. S altándos ele de las
órbitas los ojos,pálido elsemblante
,trémulo de ira
,és
candalizado,preguntó el fraile quién era elhombre que
en tales términos s e produc ía,y,averiguando s er Ortiz
y haber venido de Tordesillas a negociar la tregua,re
pentinamente desarrugó su ceño amenazante ; hizo que
s e templaba; s e acomodó en su asiento ; de nuevo , y sin
aparentar alterac ión ninguna, vió entablada la cuestión
de la tregua por los procuradores ; poco después s e salió
dis ímuladamente de la Junta,y
, ya en la calle,a las vo
ces de que había un traidor en la villa, que , s o color de
hacer adelantar a la paz algún camino,venía a infor
marse de la voluntad y ánimo del pueblo,concito a la
turba, que en su rededor formó apiñado corrillo
,a echar
de Valladolid al delincuente o a encerrarle en un calaa
bozo . Dóc iles al mandato y coléricos por la exc i tac ión
del fraile,s íguiéronle grupos de gente armada y pene
traron en la sala donde deliberaba la Junta,clamando
contra el traidor que all í s e les había metido . Fortuna
de Ortiz fué que los diputados alcanzaran a aplacar el
tumulto con palabras mansas y halagiieñas , y que s e re
dujeran a'
evacuar aquel recinto los
(1 ) His toria d ellevantamiento d e las Comunidad es d e Cas tilla,pág s . 200- 202 .
— 135
Si los hechos expuestos no demostraran claramente
que elprior del monasterio de Santo Domingo era uno
de los más temibles enemigos que en España tenía la
causa de los imperialistas , léase , para que no haya lu
gar a duda, la carta dirig ida por el cardenal de Tortosa
al emperador , fechada en Tordesillas a 7 de mayo de
1521,y en la cual s e dice : ahora hallamos los con
trarios mas duros en todo que antes y crehes e que ha
sido causa dello la venida de Fr . Pablo,el cual es ya
buelto de Flandes y estubo en L obanya con el obispo de
Córdoba,y ahora este frai le es ya enValladolid y publi
ca que Vra. Al . no ha de venir , con lo cual da gran áni
mo a los enemigos .» Pero aun hay más ; elAlmirante de
Castilla escribía a Carlos V,el d ía 16 delmi smo mes y
añ o, diciéndole : a que la desventura y desasosiego
de este reino a crec ido con la venida de fray Pablo »
Tan luego como Villegas , en cump limiento de órde
nes que había recibido de la Junta revolucionaria, orde
nó,ayudado por el doctor S an Pedro y el licenc iadoMo
rales,elproceso contra algunos personajes realistas , há
blo, para dicho efec to , con el fiscal , a fin de que éste
preparase la acusac ión,y en la P laza Mayor de Valla
dolid dirig ió la construcc ión de un gran tablado , en don
de,con la solemnidad que el caso requería
,habían de
s er juzgados los des ervidores de la reina y elrey .
Hallándose ocupado en esto debió s er llamado a León
por los Guzmanes , en donde hubo de permanecer hasta
el fin de la guerra, como s e colige de la carta que , en 7
de abril de 152 1,escribió aquella c iudad a la de Vallado
(1) MANUEL D ANV I L A. His toria critica y documentada de las
Comunidad es d e Cas tilla. Tomo III , pág s . 393 , 408 y 415.
— 13 6
lid y en la cual s e dice que no podían de ningunamanera acceder a sus ruegos enviando a Fr . Pablo
,porque su
estanc ia en León era muy necesaria,y que , en vez de
él , enviarían al bachiller Franci sco Diez y a Juan de
Quirós ,”
por sus procuradores
D . Francisco Fernández de Quiñones cuando fué
expulsado de León por Ramiro Núñez de Guzmán , s e di
rig ió a Rioseco, engrosando los ejérc itos de los realistas
Autógrafo delConde de L una
con c ien lanzas y hombres que trajo de Asturias y
de su paí s natal ; gente esta de armas que elhistoriador
Cabezudo califica d e lo más soez y desarrapada que s e
mezcló enlas alterac iones de Castilla
(1) MANUEL D ANVI L A. His toria crítica y d ocumentada d e las
Comunidades d e Cas tilla . Tomo III, pág . 681 .
(2) D . F rancis co F ernández de Quiñones fué hijo d e D . Bernar
d ino de Quiñones,segundo conde de L una. Era sobrino carnal d e
D .
a Maria Juana d e Quiñones,hermana d e su padre , y como és ta
cas ó con D . RamiroNúñez de Guzmán, elconde era sobrino politicod e és te . D . F rancis co , tercer conde de L una,
cas ó con D .
a Maria de
Mendoza,hija de D . Bernard ino de Mendoza,
conde de Coruña. F ue
ron sus hijos : D . Cánd ido,D . L uis y D .
' Catalina Vig i l de Quiñ ones .
(3 ) CABEZU DO . Antiguedades de S imancas . Tomo I, pág . 544 .
138
do de la corte,era grande el ascendiente que tenía cerca
d elrey de España, permi tiéndole esta influenc ia favore
cerlos deseos de cuantos leoneses guerreaban bajo su
mando ; que reiteradas veces renunció el cargo de asis
tente de Sevilla para elque fué nombrado ,en sustituc ión
de Sancho Martínez,a propuesta de su ínt imo amigo el
cardenal de Tortosa,y,finalmente
, que , en 20 de junio
de 1521,la c iudad de León no s e había reduc ido por com
pleto a la obedienc ia del emperador , toda vez que , enla
menc ionada fecha,nuestro prócer escribía al cardenal
lo siguiente : y tambien holgara de tornar allá (a S e
villa) a gastar otro tanto de lo que gasté si pudiera ha
cello,mas ni yo estoy bueno de salud ni tampocomi tye
rra está para que yo la pueda dexar, ni aun las cosasdesta cibdad y de su tyerra tan sosegadas como V . S .
allá piensa, porque aun oy sobre elrepartimyento destoe
peones que an de yr a servir alla a Navarra y sobre los
dineros que s e sacan para pagallos , fueron a un pueblo
desta cibdad un rregídor y un alguacil y un es crivano ,y dieron a las campanas , tras dellos y con ballestas
,ar
mas y con piedras los corrieron,y rrendieron alescriva
no y le hic ieron dar no s e que testimonios . L a pesquisa
s e está sacando y el lo s e castigará como cumple alservi
cio de su magestad y a la pac ificación desta tierra»
Elhecho de haberse negado León a rec lutar y pagarlos hombres que s e pedían , lo conñrman, además delcon
de,los reg idores leoneses , en la carta que enviaron a la
reina y alrey el d ía 7 delmi smomes y añ o,y en la cual
s e lee : <<Vuestras altezas enbíaron amandar a esta cib
dad que hiciese trezientos onbres para esta guerra de na
(1) Véanse en los apénd ices los doc . núms . L XXX ,L XXXI ,
L XXXII,L XXXIII y L XXXIV .
varra, que de presente s e ofrece
,y s e pagase por dos
meses ; en esto s e a puesto y pone toda la diligenc ia ques
posible,mas la tyerra es tan miserable y tan pobre y
esta tan des truyda de las cosas pasadas , ques elmayor
trabajo delmundo sacar los dineros para los pagar aun
que todos tyenenmuy buena voluntad para servir . Su
p licamos a vuestras altezas nos manden enbiar cedulas
para personas particulares desta cibdad y tyerra para
que presten los maravedís que fuesenmenester para ello º
porque la cuenta y la razon de llo podra tener elCorregi
dor desta cibdad »
Como premio a los servicios prestados en la guerra
de las comunidades,elconde pretendió s e le adjudicaran
la hacienda de Ramiro Núñez de Guzmán,las de los de
más . culpados , los oficios de los mismos y la tenenc ia de
las torres y de los palacios de León .
Desde el 14 de septiembre de 152 1 no volvemos a te
ner notic ias de D . Franc isco Fernández de Quiñones,ig
norándos e asimismo cuándo y dónde murió y hasta el
lugar de su enterramiento . El autor anónimo de laHis
toria delmonas terio de S an Claudio (cuyo manuscrito po
s eemos ) , en la pág . 2 1 dice : << D on D iego Fernandez de
Quiñones y D on Bernardino y D on F rancis co, primero ,
segundo y tercer Conde de Luna, tampoco sé que s e há
l lan enterrado en esta casa. »
Epñogo
L os continuados éxitos que en Castilla alcanzaban
los imperiales,fueron apagando el entusiasmo con que
el Cabildo Catedral había luchado,hac iéndole perder la
fe en el triunfo .
L os canónigos , ante la desagradable perspectiva de
los males que sufriría la c iudad si entraban en el la
los realistas sin haber dejado las armas , pensaron , des
de luego, en la paz y en los medios que habían de em
plear para obtenerla.
Atendiendo a los ruegos que elconde de Luna les ha
bía dirigido, y p or .atención, respeto y s ervicio a él
,autori
zarona todos para que pudieran hablar libremente y sin
pena alguna de la revocac ión de la sentenc ia dictada
contra D iego de Valderas , y , después de anularla, termi
naron por reponerlé en su cargo Hecho esto,s e im
pOnía la necesidad de congraciars e con el emperador y
su gobierno , a cuyo efec to,en L º de mayo de 152 1
,diri
gi'
eron un memorial al cardenal de Tortosa,suplicando
el olvido y perdón d e las alterac iones pasadas . Al dia
siguiente , elConcejo , unido aljustic ia, regidores y veci
(1) Véanse en los apénd ices los docs . núms . L III , L I V y L XV .
—141
nos de León,redactaba y dirigía asimi smo a los reyes
una súp lica razonada, pidiendo clemenc ia para las fal
tas cometidas por la c iudad durante elperíodo de la re
belíón.
No cabe duda que , as i como ambos Cabildos es tuvie
ron unidos y en perfecto acuerdo para promover , dirig ir
y mantener ellevantamiento en pro de las comunidades ,lo estuvieron para impetrar de los poderes públicos el
perdón . No tan sólo los hechos referidos,sino también
la lectura de las dos sol ic itudes por aquéllos redactadas ,confirman nuestro aserto . U na y otra tratan de atenuar
la responsabilidad contraída por el vecindario , en ge
neral,de León y el Cabildo Catedral , acudiendo para
ello alespec ioso pretexto de haber padec ido opresión por
fuerzamayor,entorpeciendo
, por lo tanto, su libertad .
El Concejo, por su parte , si bien confiesa haberse su
cedido algunos es cándalos y cosas que fueron en des ervicio de
S . S . A. A. ,llama
,sin embargo, la atenc ión de los me
narcas,diciéndoles que en es ta dicha cibdad (León) no s e
han hecho muerte de hombres , ni quema o derrocamiento de
casas ni des trugción de bienes ni otros es cándalos
Argumento es este por demás inexacto , y que s e halla
en contradicc ión, por lo que respecta a las desgrac ias
personales y la incautac ión de rentas , con los documen
tos y testimonio de historiadores tan respetables y dignos de crédito como Fr . Prudenc io de Sandoval
Ambas corporaciones,como lo demuestran los docu
mentos que venimos analizando , designan , de común
(1) El Memorial delCabildo es tá publicado por D . Manue l D ánvila en suHis toria crítica y documentada de las Comunidad es d e
Cas tilla. Tomo IV, pág . 123
,y eldelMunicipio le publica, en parte ,
Cuadrado,en la pág . 420de su obraAs turias y L eón.
142
acuerdo,las mismas personas eclesi ásticas y seglares
para poner enmanos de S . S . A . A . sus respectivos me
moriales .
L as instrucc iones que s e dieron a los comi sionados
s on curiosas y s e conservan en elarchivo delMunic ipio
de León
A todas estas gestiones unió las suyas el conde de
Luna,escribiendo y remitiendo por medio de los comí
s ionados D iego de Lorenzana, comendador de S an Juan ,y el regidor Fernando de Villafañe , una carta alcarde
nalde Tortosa,en la cual aboga por elperdón de la ciu
dad,empleando los mi smos argumentos que en las súpli
cas anteriores .
A pesar de estos esfuerzos hechos por el Cabildo Ca
tedral,elMunicipio y el conde de Luna
,en la famosa
carta de perdón general leída por Carlos V el día 28 de
octubre de 1522 en la plaza Mayor de Valladolid,ante
elpueblo y la grandeza española, fueron excluidos trein
ta y tres comuneros leoneses . Entre éstos,según la nota
particular que s e conserva en el archivo general de Si
mancas,y otros documentos
,fueron condenados a des
tierro D iego de Castro , Gutiérrez de Campomanes , Cris
tóbal de Anuncibay,Vi llac idro
,Pedro de Hibriga, elbo
ticarío Gaspar de Mayorga, el cuchillero Bernaldo,el
sastre Nardave,el cuchillero conoc ido por elapodo de
elp ortugue'
s, elazabachero Franc isco del Campo , el car
nicero Antón Alonso,el ballestero Franc i sco
,elbarbero
de Santana Juan de Medina,el entallador de la catedral
Vacas,y elmaestro de obras y escultor Juan de Bada
joz, elmozo . Y s e impuso la pena de muerte a Vigil , R ei
(1) Véas e en los apénd ices eldoc . n .
ºL XXV .
144
dades en des ervicio delR ey , no volvieran , sin su espec ial
licenc ia, a levantarse los menc ionados edific ios .
Al derribo de los palac ios y casas de Núñez de Guz
mán s e opuso elpueblo de León , impidiendo por la fuer
za que el correg idor Ledesma cumpliera las órdenes
que había rec ibido delrey. . El mi smo Ledesma as í lo
manifiesta en carta que , con fecha 20d e mayo delañ o
prec itado,dirig ió al condestable de Castilla
,y en la
cual_le dec ía que llegó a León el día 15; que …s i bien la
c iudad estaba relativamente sosegada, . todavía algunos
mal intenc ionados reuníans e en cofradías y ayuntamien
tos,y que , como dicha ciudad era de montaña y la gente
algo arris cada ,era necesario , para
'
que la justicia andu
viese acompañada, que , a lamayor brevedad , le:
envia
s e bastantes hombres . En la referida carta s e dice que
los leoneses s e alteraron alsaber que también s e les de
mandaba ciertas cabezas y des terrados , no teniendo el co
rregidor más remedio , para calmarlos , . que prometerles
escribir alcondestable de Cas tilla pidiendo elperdón de
los comprometidos en la guerra de las comunidades
Demuestra el menc ionado escrito que la c iudad de
León no estaba aun comp letamente reduc ida a la obe
diencia y'
que hubo en ella nuevos conatos de alzamiento
unavez que supo que delperdón otorgado por Carlos .V
habían sido exceptuados no pocos leoneses .
Elaprec io del c lero,la nobleza
,el Concejo y elpue
blo aD . RamiroNúñez de Guzmán era tan grande , que ,desobedec iendo las órdenes del monarca
,no quisieron
ayudar al correg idor Ledesma en el derribo de los pala
c ios de aquél . Enérg ica protesta que dió por resultado
(1) MANUEL D ÁNV I L A. Op . cit .,tomo IV
, pág . 128 y 129.
146
res que rodeaban elpalac io , reunió en él cuantos víveres
tuvo a su alcance y , al frente de los suyos,con animo
sereno y actitud guerrera, esper ó la llegada de sus ad
versarios .
D e lo crítica que llegó a s er enToral la situac ión del
licenciado Lerma, y de cuantos le acompañaban , da idea
la carta que , en 20 de mayo de 1521 , escribió aquél a
los gobernadores del reino . En ella les daba cuenta de
cómo D f”María de Quiñones y el alcaide de la fortaleza
la defendían tenazmente , negándose a entregarla, por
que dicha señora alegaba que era suya y no de Ramiro
Núñez. A continuac ión el licenc iado rogaba a los gober
nadores que expidíes en otra real cédula noti ficando el
secuestro a D .
“ María,y afirmaba que ésta es taba tan
brava como hacia cuatro mes es cuando con su marido s e ha
llaba en comunidad,y que , seguramente , no entregaría de
buen grado sus posesiones .
Elarrojo con que los leales de D . Ramiro defendieron
sus bienes obligó a Lerma a solic itar elauxilio del co
reg idor de León , quienle envió no escasos refuerzos .
Desde Vegas del Condado , a 15 de junio , escribió de
nuevo a los gobernadores , manifes tándoles que elalcaide
delmencionado pueblo y los de Toral , Aviados y Valdo
ré, que eran omicianos y grandes malhechores como toda la
gente'
que tenian, s e burlaban de las cartas y previsiones
delrey ,de las amenazas y notificac iones personales , ne
gándos e a entregar las fortalezas
Por intere santes y numerosos documentos que s e con
servan en elarchivo general de Simancas , pub licados
(1) MANUEL D ANVI L A. His toria critica y documentada de las
Comunidad es d e Cas tilla . Tomo IV , pág s . 129y 130.
por D . Manuel D anvila en su interesante obra, por nos
otros repetidamente c itada,sabemos
,no sólo que s e con
fis caron todos los bienes de D . Ramiro Núñez de Guzmán ,
y que su mujer no se resignó con la que e lla cre ía injus
ta confiscac ión,sino que también , por real cédula fecha
da en Ratisbona,a 10 de julio de 153 2
,tenemos noti
cia de la devolución de parte de los menc ionados bie
nes a los hijos de D . Ramiro,susc itándose
,entre és
tos y los compradores de la hacienda confiscada,un lar
go litig io .
Un curioso documento, procedente delantiguomonas
terio de Santo Domingo de León , conservado en la ac
tualidad en elarchivo de la ig lesia de Nuestra Señora
delMercado,demuestra que D . Ramiro Núñez de Guz
mán vivía con su mujer el25 de febrero de 1526 . Dicho
documento es eltestamento que , con la referida fecha,
otorgó , enVegas del Condado , elnotario D iego Flórez, y
en cuya c láusula9.
a dice a la letra: << Iten mando que el
prior de Santo Domingo enmy nombre tenga encargo d e
rogar a los dichos ramyr nuñez e doña maria,mi s eñ o
ra, que si en algun cargo les s oy de pan e vino e de otras
cosas del tiempo que les serví que me lo perdonen por
amor de D ios y en remunerac ión de los buenos e leales
servic ios que les yo he fecho : miren sus mercedes por
ana rodriguezmi criada y por sus hijos .»
Sabemos, que el jefe de los comuneros leoneses há
b ía sido perdonado por el rey , pues en el traslado del
memorial que dió el limosnero,escrito a continuac ión
d e la nota delperdón concedido en 1527 para solemnizar
el alumbramiento de la emperatriz, hay una c láusula
que dice :
aD oña María de Quiñones suplica que pues V . M . le
148
hizo merced de perdonar a Ramiro Núñ ez, su marido,
perdone también a su hijo mayor .»
Alfred Morel - Fatio,en la página 45 de su His torio
grap hie de Charles—Quint, hace referenc ia auna carta que ,
en 2 1 de octubre de 153 3 , donRamiro Núñez de Guzmán
dirig ió al célebre historiador y humani sta Juan Jines de
Sepúlveda,a la sazón
,residente en Roma y encargado
de dirig ir en los estudios a un hijo de aquél .
El escritor francés,para demostrar que Sepúlveda,
en la referida fecha, ya s e había consagrado al estudio
de la historia y concebido el plan de los Anales de losR eyes de E spaña, publica tomándolos del Ep is tolarum
libri VI I , los siguientes párrafos delmenc ionado ducu
mento :
<< Is mihi nuper s igniñcavit , te Hispanorum R egunhis
toríae expoliendae atque a barbarie vindicandae provin
c iam sus cepis s e , quo mihi nihil gratius afferri potuit .
Sc io enim, qua eloquentiá atque prudentia es
,neque ad
es tilum,neque ad rerrum ges tarum fidem t ibi quídquam
defuturum. Age ig itur , et nos tratiumPrincipumg loriam,
quae vel temporum culpa, vel s criptorum ignoratíone
tamdiu latuit in lucem prefer» .
L as anteriores lineas amplían,con preciosos datos
,
la biografía del jefe de los comuneros leoneses , presen
tándole, a la vez que revelan la íntima amistad de los
dos ilustres españoles del sig lo XVI , como hombre suma
mente ins truido y preocupado del movimiento c ientífico
y literario de su patria.
Mandamiento p ara dar quatro millmaraved is
al s eñ or R amyr nunez
En el Cabi ld o , viernes que fueron trece d ías d elmés d e
marzo d el añ o d el nas cimiento d e nues tro salvad or ihesu
xrís to d e es tand o los s eñores en suCabild o , s iend o
prímicíero el Señor D on F e l ipe , chantre de la d icha ygles ía,es te d ia mandaron dar al Señor R amyr nuñez quatro milmaraved ís d e la arca d el tes oro y mandaron al s eñor canóni
go Diego d e Vald eras tenga cuidad o de cobrar d e lo d e las
p icas y los devuelva a la d icha arca d e aquí ald ía de pas qui
lla y le den para el lo las picas que fueranmenes ter. L os qua
1es maravedis s e le d ieron ald icho s eñor R amyr nuñez paradar a los que van a las cortes d e Palencia. Tes tigos : los s eno
res Alons o d e morgovejo y pedro xuarez, canónigos .
(F olio 21 recto . )
Pos es ión del Obisp ado d e L eón
En el Cabi ld o al to d e la ygles ía d e León, sabado ,víspera
d e pas cua d e resurección, onze dias d el mes d e abri l d e mi l l
e quinientos e d iez e s iete años,es tando es te d icho d ía los
— 154
muy reverendos s eñores d ean e cab i ldo d e la d icha ygles ía
ayuntad os , s egund que lo tienen d e cos tumbre , especialmente ,s iend o l lamad os e ayuntad os para lo d e yuso es cripto por sus
porteros menores e s ey end o prímicíero en eld icho Cab i ldo , a
la s azón, el Reverend o s eñor d on Andrés d e R asnero ,arce
d iano d e Saldaña d e la d icha ygles ía, en pres encia d e myDiego d e Rob les , notario púb lico por la autoridad apos tólica
e notario d e los negocios particulares d e la d icha ygles ía, e
d e los tes tigos d e yuso es criptos , pares ció al d icho Cab i ldo el
venerab le s eñor Juan maes tro ,canónigo d e la ygles ía d e
Jahen en nombre e como procurador que s e mos tró s er d el
Reverendo s eñor d on es tevan gabriel merino ,arzob ispo d e
bari e ob ispo d el d icho ob ispad o de león, e pres entó en eld i
cho cabild o , ante los d ichos s eñores , un yns trumento de pod er
e sub s titución, s ignado d e notario púb lico ,e dos bul las apos
tólicas , la una pend iente el s el lo d e plomo en fi los d e s eda en
colores , e la otra en fi los d e cáñamo blanco e un breve apos
tólico cerrad o e s el lado sub annulus p is catorie, el tenor d e lo
qual todo uno en pos d e otro de verbo ad verbum es es te que
s e s igue :
(Trans cribense los c i tados documentos ys igue elacta en es ta forma: )
L as quales bul las e breve e yns trumento d e pod er, que d e
sus o s e ha tod o ins erto ,ansy pres entado ante los d ichos s eno
res Dean e Cabi ld o,leydo pormi el d icho notario en lamane
ra que d icho es luego ,el d icho Señor Juanmaes tro , canónigo
d e la d icha ygles ía d e Jaen,en el d icho nombre e como pro
curador que s e mos tró d el d icho R everend is imo s eñor ob ispo
d ixo : que ped ía e requería e pid ió e requirió a los d ichos s e
nores que obed es cieren las d ichas bullas e breve e obed es gi
das d ies en ald icho s eñor, en sunombre , la pos es ión corporal ,real , actual , velquas i d e la d icha ygles ía e ob ispado d e león,
s egund e como eran obligados , con protes tagión que en el
d icho hombre fazia e fizo que faciendo lo contrario cayesen
156
acto d el d icho Cab i ld o : Juan d e ped rosa, notario , e luys cañ e
te , portero menor , e Juan vazquez, cantor , e otros e alabto
d el coro e d e la pos es ión los s eñores Cond e d e luna e Ramiro
nuñez d e guzman e otros muchos .
P od er a los s eñ ores que han d e yr a la Congregación
En el cabi ld o al to d e la ygles ía d e león, sabado veynte
d ías d e d icho mes d e Junio del d icho añ o d e] s eñor de mi l l
e quinientos e d iez e s iete años , es tando los s eñores ayunta
d os eu sus cab i ldos , l lamad os por sus porteros menores , s e
gund lo tienen d e cos tumbre , e es tando pres entes en el d icho
cabi ldo los s eñores d on felipe l ita, chantre e primy ciero por
entonces , e d on Juan de avia, arged iano d e Vald emeríel, el
d oc tor d on andrés perez d e capil las , arced iano d e tria cas te
lla e d on alons o cas tanon,abbad d e Sant Gui l lermo , e d on
juan vazquez e fernando d e salazar e ys idro d e mans ilía e
el licenciado alonso d e toro e pedro d e vi l lada e alons o d e
villalpand o é Juan Ramos e garcía ramirez e d iego d e luaces
e juan d e benavente c francis co d e colmenares e el bachi l ler
d e Sahagun e Juan d e lorenzana,elviejo , e garcia d e ocampo
e garcia d e lorenzana e pas cual gargía e antonio d e obregon
e juan d e las alas e antonio d e lorenzana e Diego d e Cas tro e
el l icenc iado alons o d e quírós e pedro lopez e franc is co d e ro
b les e francis co cond e e Diego d e nava e juan d e avia e juan
d e lorenzana e el bachi l ler Diego d e Rob les e gaspar d e Val
d eras e juan baptis ta e alvaro valenciano e pedro suarez e
alons o gargía e alons o d e Villameniel e santiago ponce e ga
brie l valenciano e lorenzo p erez, canónigos d e la d icha ygle
— 157
s ia , es tando asy capitularmente congregados , e renovand osus procuradores , d ieron pod er cump l ido ald icho s eñor arced íano d e Vald emeríel, pres ente , e al bachi l ler d iego de gra
gera, canónigo abs ente , e a cada uno d e e l los ins olidum para
que puedan yr a la congregac ión que s e ha de hazer por los
procuradores d e todas las yg les ias metropol itanas e Cathe
d rales d es tos Reynos en la vi l la d e madrid,o en otra qual
quiera parte que s e hezíes e , e al li trataran e procuras en todas
las cosas que conviníes en al s ervic io d e Dios nues tro Señor e
al b ien d e d y chas yg les ias e a la ynmunidad e l ibertad d e
llas e d el es tad o ; el qual d icho pod er d ieron por sy e por los
otros s eñores abs entes e en nombre d e toda la clerezia d es te
obispad o , e para apellar e sup licar d e qualesquier bul las o
mandamientos que en perjuicio vinieron,e pers eguir las tales
apellaciones o suplicaciones e para que sy fuere necesario ,
juntamente con los procurad ores d e las otras yg les ias , pue
d an nombrar e nombren una o dos pers onas que vayanen s e
guimiento del lo a la Corte d e Roma o la d el R ey nues tro s e
nor; e otorgaron es te pod er en forma con pod er d e subs tituir.
Tes tigos : garcia d e Vi llaverd e , portero , e antonio , e juan d e
Robles , vecinos d e la d icha cibdad d e león, e otros .
(F ol io 39recto . )
Comis ión s obre la licencia del s eñ or D iego de Valderas
Es te d icho d ía (29d e enero d e en eld icho cabi ld o , s e
pid ió l icencia por parte d el s eñor Diego d e Vald eras , canóni
go ,res id ente en corte d e Roma, para que s e pueda venyr d e
la d icha corte , e los d ichos s eñores p laticaron s obre el lo y co
metieron a los d ichos s eñores d eputad os que puedan dar la
d icha l icencia sy vieren que s e le d eve dar. Tes tigos losd e sus o .
(Folio 11 rec to . )
— 158
Como d ieron p or libre al s eñ or canónigo D iego d e Valderas
En elcab i ld o alto d e la ygles ía d e león, martes XX d e abri l
d e mi l l e quinientos e d iez e ocho años , es tando ayuntad os los
s eñores en su cab i ldo, s egun que lo an d e hus o e cos tumbre ,y
s eyend o primy ciero el reverendo s eñor d on F elipe Lita, chan
tre,es te d ía los s eñores d ieron por l ibre al s eñor canónigo
Diego d elVald eras d e la contratación que con elcabi ldo tenia
fecha d e los tres años que avia d es tar en Roma. Tes tigos : loss eñores Diego d e e Juan d e L orenzana elmoco , canónigos .
(F olio 22 vuelto . )
Vis itadores p ara las casas d e D iego d e Valderas
Es te d ía (30 d e abri l d e 1518) los s eñores nombraron por
vis itad ores para la casa d els eñor Diego d e Vald eras , que es a
la canoníga,a los s eñores Juan d e Avia e Juan d e Benavente
canónigos . Tes tigos los sus o d ichos .
(F o lio 23 vue l to . )
Pres taron una ves timenta y un caliz d e p lata
En el coro d e la ygles ía d e león, jueves VI d ías d e mayod e mi l l e quinientos e d iez e ocho años , a la sal ida d e misa
d e tercia, es tando los s eñores juntos , s iendo prímicíero el ré
Comis ión a los d ip utados
Es te d ía (16 d e agos to d e 1518) los s eñores cometieron a
los s eñores d iputad os que vieren lo que s e d eve fazer s obre el
breve que el s eñor Diego d e Vald eras trae d e Roma e que
ellos d eterminen lo que s e le d eve dar por eldicho breve . Tes
tigos los d ichos . El s eñor Gabriel Valenciano , canonigo ,d ixo
que no cons ent ía que s e le d iere mas d e tres ducad os por el
breve .
(F olio 34 vue lto . )
S entencia contra el s eñ or Juan d e Villafañ e , canonigo
En el cab i ld o al to d e la ygles ía d e leon,sabado cinco d ías
d elmes d e febrero d eld icho añ o d e mi l l e quinientos e d iez e
nueve años , es tando los s eñores en su cab i ld o ,los s eñores jue
ces d e la d enunciacíon d elcanonigo Juan d e Vi l lafañe que d io
elcanonigo Antonio Jurado , d ixeron que ,vis to elgran es can
dalo que d icho canonigo Juan d e Vi l lafañe hizo en la ygles ía
e en la cibdad que públ icamente no uvies e misa mayor nyv ísperas , e vis to que a cab sa d es te s e l lego gente armada,
en
tanto que ovo neces idad que la jus ticia s eg lar entend ies e en
el lo y el poco acatamiento que tuvo al provis or d el s eñor
ob ispo e a los s eñores d e la ygles ía y la ynjuria que hizo al
d icho canonigo Antonio Jurad o ,d ec laránd olo por excomul
gad o y todo lo otro d es te d epend iente que por razon d e lo
sus od icho , usando con el d e my s ericord ia, le cond enaron en
pena d e veynte ducad os de oro los que los mandaron que
luego elpríos te pagas e d e su prebenda d e los cuales s e saca
s en treynta reales para que d el los s e d igan treynta misas
en d e los martires por razon d e los oficios d ivinos que
por su cabsa no s e dixeron y los res tantes los ap licaron para
los gas tos d e los pley tos d e roma; ansy mismo d ixeron que
por s er ombre es candaloso e por avers e fecho eld icho es can
dalo , que fue publico , en la ygles ía y cibdad , lo d es terravan e
d es terraron d e yngreso en el cab i ldo y d e otro cual quier
ayuntamiento que s e hicies e por los d ichos s eñores por espa
cio y tiempo d e un añ o que corra d es d e oy ,d entro d el cual
no tenga ny pueda tener voto ; b ien as i lo d es terraron d es ta
cibdad y d e sus arrabales por tiempo d e d os meses en los cua
les mandaron que no entras e en es ta cibdad con una legua
end erredor, ny salgany pueda salir d el ob ispad o e que en los
d ichos dos mes es s ea contado d e su gracia e mandaron aque l
d icho canonigo Juan d e Vi l lafañe tenga y cump la es ta d icha
s entencia y no vaya ni venga contra el la s epena que no la
cump l iendo pague la d icha pena d oblada, e que l d icho d es
tierro lo comience a cumplir d entro d el tercero dia d espues
que le fuere notificada la s entencia. Tes tigos : los s eñores
Matheo d e Arguel lo e juan Alvaro Valenciano , canonigos .
(F ol io 9recto . )
D eputad os en lo delCorregidor
En elcab ildo al to d e laygles ía d e leon, lunes último dia d el
mes de febrero d e d icho añ o d el señor d e mi l l e quinientos y
d iez e nueve años , es tand o los s eñores en su cab ild o ,s eyendo
prímicíero el s eñor chantre , es te d ia los d ichos s eñores nom
ll
162
braron e d eputarona los s eñores F ernando d e Robles e Alonso
García e Nycolas R es curo e juan d e Benavente el viejo , cano
nígos , para que provean en tod o lo que fuere necesario sobre
la guarda d e los privileg ios d es ta ygles ía y s obre lo que el
corregid or d es ta cibdad ha hecho entrando en casas d e algu
nos s eñores e para que s i les pares ciere que s e d eve exped ir
la bulla que el s eñor Diego d e Vald eras ganó en Roma,la
fagan exped ir e lo que s obre es to hezieren lo refieran en ca
b i ld e . Tes tigos : Juan d e las Alas e Matheo Arguel lo e Juan d e
Lorenzana, canonigos .
(F olio 15recto . )
Nominacion p ara yr a la corte y congregacion
Es te d ía (26 de abril d e 1519) nombraron para yr a la con
gregacíon y a la corte a los s eñores d oc tor arced iano d e tria
cas tel la y al bachiller Grajera,a los cuales mandaron que
fuesen s opena d e un añ o d e d es cuento yrremís ible y d e aque
llo que montare su d es cuento , non queriendo yr , s e d e a otros
que nombraren para yr . Tes tigos los d e suso . Dicho s eñor ar
ced iamo d ixo que apelava y contradecía la pena d e d es cuento .
(F olio 23 vuel to . )
X II I
D eclaracion s obre elarced iano de tria—cas tella
Es te d icho d ía (4 d e mayo d e 1519) en el d icho cab i ld o los
s eñores d eputados d ec lararon quel s eñor arced iano d e tria
cas tella tenya jus ta causa para no yr a la congregacion e los
s eñores le d ieron por l ibre de la pena que le a
'
vian pues to .
Tes tigos los d e sus o .
(F olio 25recto . )
164
Nominacion d el s eñ or chantre p ara yr a la congregacion
Es te d icho d ía (9d emayo d e en e] d icho Cabi ld o , los
s eñores deputados nombraron para yr a la Congregacion al
s eñor chantre por quanto los otros que fueron nombrados s e
es cusaron jus tamente . Tes tigos los d e sus o .
(F olio 25vuelto . )
XVI I
Pod er p ara yr a la congregacion
En el cab i ld o al to d e la ygles ía d e leon, lunes d iez e soy s
d ías d el d icho mes d e mayo d el d icho añ o d el s eñor d e mil l
e quinientos e d iez e nueve años , es tando los s eñores en su
cab ild o , s eyendo prímicíero elreverend o s eñor d on fel ipe l ita,
chantre de la d icha ygles ía,es te d icho dia los d ichos s eñores
,
no renovando sus procuradores , d ieron poder cump lido a los
d ichos s eñores chantre e al s eñor bachiller d iego d e grajera,
canonigo , que pres entes es taban e a cada uno d e llos I n s oli
dum para que puedan yr a la congregacion qual es tá acorda
d o que s e haga en todas las yg les ias d es te Reino d e Cas ti lla,
s obre la d ecima que s e quiere echar e repartir e para que , en
la dicha congregacion, puedan hazer e hagan todo lo que con
viene e fuere necesario para remed iar el d icho dañ o e grand
agravio que s e hace en lo susod icho e relevaronlos e obl iga
ron los bienes e rentas de la d ichaygles ía e otorgaronun
— 165
poder en forma, a cons ejo d e letrado ,con poder d e subs tituyr
etcétera. Tes tigos : los s eñores d octor d on andres perez d e ca
pi l las , arced iano d e tría cas te l la, e d on nycolas d e ras curo ,
arced iano d e saldañ a,e d on alons o cas tañ on, abbad d e sant
gui l lermo .
(F olio 25vuelto . )
X V III
Jubilagion de D iego d e Vald eras , canonigo
Es te d icho d ía (7 d e julio d e en eld icho cab i ldo , los
d ichos s eñores jub i laron e fecieron jub i lado al s eñor Diego de
Vald eras , canonigo , e le hezieren gracia e merced d el tiempo
que le fal tava para quare_nta años , con cond icion que d é cadauno d e los s eñores d e la d icha ygles ía un ducado d e oro d e
los d ichos d e la jub i lacion,Tes tigos los d e suso .
(F olio 25vue lto . )
X I X
D ep utados p ara con los R egid ores
Es te d ía (3 1 d e agos to d e en el d icho cab ild o ,nom
braron, para entend er en los negocios e d iferencia que ay
entre los d ichos s eñores e laJus tícia e Reg idores d es ta c ibdad ,
a los s eñores arced iano d e triacas tella e abbad d e sant gui
llermo e d iego d e luazes e fernand o d e salazar e los bachille
res d iego d e rob les e d iego d e grajera,canonigos . D ieronles
pod er cump l ido para que puedan proveer en e l lo lo que fuere
necesario e para gas tar en elp ley to lo que fuese menes ter e
mandar dar d ineros e poner pena d e d esquento a qual quier
pers ona d e la ygles ía para que haga lo que le encomendaren
y mandaren. Juraron en forma d e lo hazer fielmente como
conviene al b ien e hourra d e la ygles ía. Eld icho s eñor ba
chiller grajera d ixo en quanto a las penas que lo contrad ecía
y contrad ixo . Tes tigos los d e sus o .
(F olio 39recto . )
D enunciacion e j ueces
Es te d icho día (7 d e noviembre d e en eld icho cab il
d o , el s eñor chantre d enuncio al s eñor d iego d e Vald eras , d e
ziendo que le avia d icho palabras ynjuriosas e lo avia ynju
riado grave y atrozmente , s obre lo qual ped io cump limiento
d e jus ticia e protes tó d e lo traer por s cripto ,e los d ichos s e
ñ ores nombraron por jueces a los s eñores arced iano d e tria
cas tel la e abad d e sant guil lermo c francis co d e Robles e
d iego de luaces e juan d e los alos e juan d e benavente , ca
nonigos , los quales juraron d e fazer jus ticia. Eld icho s eñor
chantre d ixo que recusava e recus o por s ospechoso al d icho
s eñor abad e asymismo eld icho s eñor d iego d e Vald eras d ixo
que s i avia recusacion que recusava e recus ó o tod os los d i
chos señores jueces . Tes tigos los d e sus od ichos .
(F olio 9vuelto . )
X X I
Mandamiento que obedecieron las p artes
Es te d icho d ía (7 d e noviembre d e en eld icho cabi l
d o,los d ichos s eñores mandaron a los s eñores chantre e d iego
X X I V
P oder otorgado a Juan de Benavente p ara as is tir
a la Comunidad
En el cabi ldo al to , que es en la c laus tra d e la ygles ía d e
leon, martes X I I I I d ias d e agos to d e mi l l e quientós e veinta
ñ os , es tando los s eñores d e la d icha ygles ía ayuntados en su
cabi ldo , s iend o l lamados por su porteromenor et cetera, s ien
d o primíciero a la sazon en el d icho cab i ld o el s eñor d on
Fel ipe Lita, chantre , es te d ia los d ichos s eñores todos junta
mente , nemine d is crep ante, d ieron pod er al s eñor canonigo
Juan d e Benavente ,elviejo
, que es taba pres ente , especialmen
te para que por los d ichos s eñores d el d icho cab i ldo e en su
nombre e d e las pers onas d ignidad es y canonigos d e la d icha
ygles ía d e leon, pueda parecer e pres entars e e s er pres ente en
as cortes , congregac iones e ayuntamientos d ond e pares cieren
a s e pres entaren los otros procurad ores d e todas las cibdad es
e vi l las e lugares e yg les ias metropolitanas e coleg iales d es tos
reynos et cetera: relevaronlo d e toda carga d e saneacion e
fiadoría,obligaron los b ienes d e lamesa capitular d e sacar a
par e a salvo al d icho s eñor canonigo et cetera e d e tener por
firme rato e grato , es tab le e valed ero tod o lo que eld icho s eñor
Juan d e Benavente en es te cas o ficiere e renunciaron las le
yes e otorgaron. Tes tigos : Diego Garavito e Pedro Vald errue
d e e Pedro d e S olís , vecinos d e Leon.
(F olio 55recto .)
X X V
L os canónigos de la Catedralde L eón p id en al Cons is torio la
llave d e la p uerta d el Obisp o, e imp ónens e la obligación de
cus tod iarla .
Es te d icho d ía (8 d e octubre d e es tand o los d ichos
s eñores juntos en la d icha c laus tra,cometieron e mandaron a
los s eñores canonigos Alons o Suria e Juan d e Vi l lafañe que
fues en a cons is torio e pid ies en l lave d e puerta ob ispo , para
que e l los farian guardar la d icha puerta e mandoron que ,
avida la d icha l lave , guardas en oy d icho d ía has tamañana a
med io d e d ía e d e oy ad e lante guardas en cada d ía, comenzan
d o a la hora que los otros d exas en, una d ignidad e un cano
nigo e comenzas en la primera d ignidad e el más antiguo ca
nonigo fas ta s er acabadas las d ichas d ignidad es , e acabadas
pros igan ad e lante en la d icha guarda los d ichos primeros ca
nonígos que suced ieren d espues d el canonigo que acabo d e
guardar con la d icha d ignidad fas ta s er acabados los dichos
canonígos , e d espues tornar d e nuevo la d icha primera d igni
dad e canonigo mas antiguo a guardar, como d icho es , la
d icha puerta fas ta que ninguna neces idad tenga d e guarda, e
sy algun d ia alvoroto obiere en la d icha cibdad que aque l los
que toviere aquel d ía cargo d e guardar la d icha puerta, tengan
cargo d e la guardar e velar d e noche ,lo qual todo ansy man
daron los d ichos s eñores Dean e Cab i ldo guardar e cump lir
s o pena d el d es cuento d e rac ionmayor a cada uno d e los d i
chos s eñores d ignidad es y canonigos por aquel d ía o noche
que d exas en d e guardar o s i fuere d e noche velar la d icha
puerta. Tes tigos los sus od ichos .
170
XXVI
El s eñ or abad de saint guillermo
En la d icha cibdad de leon,a d iez e ocho d ías d el d icho
mes de octubre d eld icho añ o es tando los muy reve
rend os e conspicuos s eñores el d ean e cabildo d e la d icha
ygles ía d e leon, juntos en su cabildo , d entro d el cuerpo d e lad icha ygles ía d e leon, cabe la capi lla d e sant ypolito , s iendo
por entonces al l i primy ciero el reverendo señor don felipe
lita, chantre e canonigo d e la d icha ygles ía d e leon,en pre
sencia de mi eld icho bartholome d e soto , es cribano e notario
publ ico sus od icho , e d e los tes tigos d e yuso es criptos , elreve
rendo s eñor don alons o cas tañ on, abbad d e sant gui llermo e
canonigo d e la d icha ygles ía d e leon, d ixo que , vis tos los ca
pítulos que d e la cibdad d e burgos a es ta cibdad d e leon s e
avian ynviado e en el d icho cabi ld o s e avian leid o,le pare
c ian santos jus tos e muy buenos e aquel los s e d evian d e pro
curar, con su cesarea e catholicamages tad , que se guardas en e
cump lies en, es cepto uno que hablava contra la ynmunidad e
l ibertad ecles ias tica, e que d e suvoto e pares cer s e d esvían d e
añad ir algunos d e que hab ia neces idad , en especial uno en
que d ixes e que la sancta ynquis icion s e s ob s tuvies e e fues e en
tod o ayudada e fabores cida e por que creya e tenia por cier
to que es to era e redundaria en s ervicio d e d ios nues tro s eñor
e d e sus cesareas e catholicas mages tad es e pro e val id ez d el
b ien comun e quietud e paciñ cacion d es tos reinos , lo ped ia e
pid ió por tes timonio e a los pres entes rog ó que d el lo fueran
tes tigos : fueron a ello pres entes por tes tigos los s eñores fran
cis co d e rob les e gaspar d e vald eras e d iego gutierrez, cano
nigos d e la d icha ygles ía d e leon.
XXV I I I
Comis ión a ciertos s eñ ores p ara que d en forma en como
s e guarde la p uerta dep uerta obisp o
En leon, a d oze d ías d e d icho mes d e noviembre d e d icho
añ o , e es tand o los muy Reverend os e circunspec tos s eñores el
d ean e cab i ldo d e la d icha ygles ía d e leon juntos en su cabi ldo
al to , ques s ito enla c laus tra d e la d icha ygles ía,llamad os por
su portero menor , s iendo prímicíero por entonces en eld icho
cab i ldo elvenerab le s eñor fernando d e salazar, canonigo d e
la d icha ygles ía d e leon,en pres encia d e my el d icho bartbo
lome d e s oto , es crivano e notario púb lico s obred icho , e d e los
tes tigos d e yus o es criptos , los d ichos s eñores cometieron e
mandaron a los s eñores fernando d e salazar e d iego gutierrez,
canonigos d e la d icha ygles ía, que fues en a hablar con el s e
ñ or Luis barba, Reg idor d e la d icha cibdad , para que , junta
mente con los fe ligres es d e Sant juan e sant pedro e sant sal
vador e con los que s e ovies e d e fablar, d en la forma e concier
to en lamanera que s e avia d e teneren guardar la puerta d e
d e puerta Obispo para que es tovies e ab ierta e non s e tap ias e .
Tes tigos : los s eñores pedro d e vi l lada e garc ia d e lorenzana e
xris tobal suarez, canonigos d e la d icha ygles ía d e leon.
(F ol io 16 recto . )
XX IX
P uer ta Ob i sp o
Es te d icho d ía ( 13 d e noviembre d e es tand o los d i
chos s eñores juntos en el cab i ldo,s egun d icho es , s iend o pri
migiero elReverend o s eñ or d on andres perez d e Capil las , ar
cedíano d e triacas tella e canonigo d e la d icha ygles ía d e
leon,cometieron e mandaron a los s eñores fernand o d e sala
zar e juan d e las alas , canonigos d e la d icha ygles ía, que den
forma como la puerta d e puerta ob ispo s e guard e , e que l
as iento que en ello s e d ies e con los parrochianos d e sant juan
e d e sant pedro e san salvador et sant l lorente,lo tendrán por
bueno e lo mandaran guardar. Tes tigos : los s eñores francis cod e robles e juan d e benavente , elmozo , canonigos d e la d icha
ygles ía.
X X X
S ecues tro de los frutos de la p rebenda del s eñ or canonigo
d iego de Valderas
En leon, a primero d ia d elmes d iziembre d e d icho añ o ,es
tand o los muy reverend os y conspicuos s eñores el d ean e ca
bildo d e la d icha ygles ía d e leon juntos en su cab ildo al to ,
que es s ito en la c laus tra de la d icha ygles ía, l lamados por su
portero menor , s iendo primigiero por entonces en el d icho ca
h i ldo d on fel ipe l ita, chantre e canon1go d e la d icha ygles ía
de leon,en pres enc ia d e my el d icho bartholome d e s oto ,
es
crivano e notario pub lico s obred icho , e los tes tigos d e yus o
es criptos , mandaron que todo lo quel s eñor canonigo d iego d e
Valderas ganas e es tovies e s ecues trad o en pod er d el prios te
de oy d ia en adelante e quel d icho prios te non acud ies e con
cosa alguna d e la prebenda d eld icho canonigo d iego d e Val
d eras a élny a otra pers ona alguna, has ta que los d ichos s e
ñ ores mandas en a quien con el lo s e d evies e acud ir , ans i para
pagar lo que d icho s eñor canonigo d iego d e valderas debe a
la fabrica d e la d icha ygles ía, como a lamesa capitular d el la.
Tes tigos : garcia d e lorengana e juan d e lorengana, elmoco , e
antonio de obregon, canonigos d e la d icha ygles ía d e leon.
(F olio 19recto. )
174
XXX I
D enuncia hecha contra elcanónigo D iego d e Vald eras p orAntónd eMallo ennombre de R amiro Nuñ ez de Guzman
Es te d icho d ía (5d e d ic iembre d e es tando los d ichos
señores juntos en el d icho cabildo , s egun d icho es , anton d e
mal lo , vec ino d e la cibdad d e leon, en nombre e como procu
rad or que d ixo s er d el noble e muy magnifico s eñor ramir
nuñez d e guzman, reg idor d e la d icha cibdad d e leon, e d e los
d iputad os d el la e de toda la cibdad , pres entó ante los d ichos
s eñores una petición o d enunciac ión d el tenor s iguiente : R e
verend os s eñores jueces d iputad os por los muy Reverend os
s eñores dean e cab ild o d e la santa ygles ía d e leon: ramir nu
ñ ez d e guzman con los d iputad os d es ta noble e muy leal cib
dad d e leon en nombre d e la d icha cibdad e por la injuria e
ofensa d e l la, nos querel lamos d e d iego d e vald eras , canonigo
d e la d icha ygles ía, e contando es te cas o d ec imos que , pres i
d iend o en la ygles ía d e Dios el nues tro muy sancto padre
leon d écimo e seyendo rey d es tos reinos sus cesareas mages
tad es la reina d oña juana e elrey don Carlos su hijo e es tan
d o la sanc ta junta en favor e gobernacion d es tos reinos , en un
d ía d es te més proximo pasad o ,el d icho d iego d e vald eras ,
pos tpues to el temor d e d ios y en menosprecio d e la jus ticia
real,salió pub l icamente a los caminos rreales a rrobar ciertos
cavallos e hacienda e d inero que ivan a la sancta'
junta y d e
hecho los robó e tomó e alpres ente los tiene como pub lico
robad or d e los caminos e por aver cometid o lo sus od icho
cayó e yncurrió en las penas del d erecho y leyes d es tos rei
nos , es tablec idas las cuales conviene que en su pers ona e
b ienes s ean executadas porque a el s ea cas tigo e a otros
— 176
quanto es te s eñor ramir nuñez d e guzman e los d iputados d e
la dicha cibdad avian d enunciad o , en el d icho cabi ld o , al
s eñor canonigo d iego d e vald eras , d iciendo que avia tomado
c iertos cavallos e sal id o al camino Real a Robarlos e ciertas
haciendas que ivan a la santa junta, e lo tenía en supoder , s e
gund que d ixeron que d el lo cons taria por carta d e d icho d ie
go d e vald eras e por informacion que d e e l lo darian, e por
que l ynsulto era grand e e d igno d e cas tigo , avian ped id o e
requerid o que los d ichos s eñores lo cas tigas en d e manera que
las partes a quienes s e avia tomad o fues en satis fechas d el
daño e la cibdad e comunidad d e la offensa e ynjuria que s e
les avía fecho , protes tando como protes taron et ceteray por
que l Reverend o s eñor d octor martin d e cabal la, canonigo e
provis or d e la d icha ygles ía e ob ispado d e león, d ecia quel co
nos cimiento d e d icho d elito e la punigion e cas tigo d el le
pertenec ían, como oficial d e la d icha ygles ía, y no a los d ichos
s eñores d ean e cabi ldo , y los d ichos s eñores d ean e cabi ld o
d ecian que pertenecía a e l los y non al d icho s eñor provis or,sobre lo qual ovo alguna e mucha alteracion entre ambas par
tes , los d ichos s eñores dixeron que por evitar algunos es can
dalos que venyr s obre el lo podrían e porque la cibdad e co
munidad fues en satis fechas d e la ofensa e injuria que recibie
ron d e lo sus od icho y porque el tiempo non daba lugar a que
entre el s eñor ob ispo y sus oficiales y los d ichos s eñores d ean
e cab i ldo aya d iferencia alguna, que R ogavan e rogaron e
ped ian e pid ieron al d icho s eñor provisor que tovies e por b ien
que juntamente todos con las pers onas que por los d ichos s e
ñ ores d ean e cabi ld o fues en para el conocimiento d e lo suso
d icho nombradas e d iputadas , conocies en d e la cabsa d e la
d enunciacíon e proced ies en en el la e hic ies en complimiento
d e Jus ticia,s egund que d eviam e hal las en por derecho , con
expresa protes tacion que por es to paraadelante ningund d ere
cho s e ad quiries e los s eñores del d icho cabildo ni pasas e
por juicio a la juris d icion d el d icho s eñor ob ispo y que en
ningund tiempo los d ichos d ean e cabildo s e ayudarían d es te
177
s ino que s ea avid o como s i nunca s e heziera ni es te cas o
acres ciera, lo cual ansy el d icho s eñor provis or, por el d icho
s eñor obispo ,e los d ichos s eñores d ean e cab i ld o
,cadauno por
s i , juraron en forma d evida d e d erecho etcetera e luego el
d icho señor provisor d ixo que cons id erand o el tiempo en que
es taban y por evitar es candalos que pod ian acaescer y por
quel d elito non quedas e s in pena cond igna con la protes ta
c ion sus od icha que por es to no s e ad quiries e juris d icíon algu
na a los d ichos s eñores d ean e cabi ld o s e pod ies en ayudar
d es to ni tenerlo en cons ecuencia contra el d icho s eñor ob ispo
en ningund tiempo que fues e que le p lacía e era contento d e
juntars e con los d ichos s eñores dean e cab i ld o e con las per
s onas que por el fues en d iputadas para conos cer d e la d icha
cabsa, proced er y entend er en la punigion e cas tigo d el d ichod el ito . E luego los d ichos s eñores d ean e cabi ldo nombraron
por jueces para conocer d e la d icha d enunciacíon e d elito ,
juntamente con el d icho s eñor provis or, a los s eñores doctor
d on andres perez d e capi l las , arced iano d e triacas tella e juan
de villafañ e e el d oc tor bernardo d e ordas canonígos d e la
d icha ygles ía, d el coro d el s eñor obispo , e d el coro d el s eñor
d ean a los s eñores d on nicolas d e R as curo,arced iano d e sal
daña, e el bachi l ler d iego d e rob les e el bachi l ler d iego de
grajera, canonigos ansy mismo d e la d icha ygles ía, a los qua
les d ieronpod er para, juntamente con eld icho s eñor , provisor
llamadas e oydas las partes , hiciesen jus tic ia. L os d ichos s eñ o
res arced iano d e triacas tella é juan d e villafañ e d ixeron que
non aceptaban la d icha comis ion has ta que primeramente s e
veriñ cas e e ac laras e s i el conocimiento d e la d icha cabsa per
tenecíaald icho s eñor obispo o a los d ichos s eñores d ean e ca
bild o o al d icho s eñor obis po e cab i ldo juntamente e ped ianlo
ans i por tes timonio . Tes tigos : los s eñores francis co d e R oblese garcia de lorenzana e garcia R amírez d e quiros canonigos
d e la d icha ygles ía de leon.
(F olios 20vuel to y 21 vuelto . )
12
XXX I I I
Comis ion p ara rep artir velas d e noche p ara
cierta p arte d e la cerca
E s te d icho d ía (5d e d iciembre d e 1520) cometieron e man
daron a los s eñores alons o garc ia e alvaro valenc iano , cano
nigos d e la d icha ygles ía, que tovies en cargo d e repartir cada
d ia las velas para velar la parte d e la cerca que les cabe ,
que es d es d e la torre d el cab i ldo has ta el cubo de torio,d e
manera que cadanoche reparties en cuatro s eñores,como les a
e llos parecies e ,d os para hacer la vela has ta lamed ia noche
e otros dos para la hacer d es d e lamed ia noche has ta la alva,
los quales fues en ob ligad os d e ynbíar cada uno d os hombres
a la d icha ve la e yr cada s eñor d e los nombrad os , en pers ona,
con un hombre , s o pena d e d es cuento d e rac ionmayor d e un
d ía, la qual pena fues e para los que ve las en. E mandaron a
mi el d icho notario dar cedula para elprios te d e la d icha ra
c ionmayor d el s eñor que no fues e o ynvias e a ve lar como d i
cho es . E ans imismo mandaron a los d ichos s eñores alons o
garc ía e al varo valenciano , canonigos , que reparties en tamb ien
cada noche un bachi ller o d os d e los d oce o racioneros d e
sant marc iel , como les pareciere , que fues en a hacer la d icha
vela con los d ichos s eñores . E mandaron que los d ichos s eñ o
res alons o e alvaro valenciano fues en l ibres d e la d icha ve la
por es te cargo e trabajo que tenían d e las repartir. E ans imis
mo que contas en a los s eñores que d e ante noche cox ies e la
vela otro d ía has ta elmed iod ía aunque no fueren a la ig les ia.
Contrad ixo el s eñor franc is co d e rob les e el s eñor garcia d e
lorenzana, canonigos , que cada s eñor no fues e obligado a
ynbíar, para hacer la d icha vela d e noche , d os hombres , s ino
xv
Nombrando alcanónigo F rancis co de R obles p ara rep artir
las velas en la cerca
En leon, a quince d ias d el d icho mes d e d iciembre d el d i
cho añ o es tand o los d ichos s eñores d ean e cabi ld o en
la d icha ig les ia d e leon juntos en su cab i ld o al to , que es s ito
en la c laus tra d e la d icha ig les ia, l lamad os por su portero
menor et cetera,s iend o prímicíero por entonces en el d icho
cab i ld o el Reverend o s eñor d on F el ipe Lita, chantre e cano
nigo d e la d icha ig les ia, en pres encia d e mi el d icho Bartolo
me d e Soto , es cribano e notario pub lico s obred icho ,e d e los
tes tigos d e yuso es criptos , nombraron e d iputaron para tener
cargo d e repartir las velas d e las cercas , que es cargo d e velar
d e los d ichos s eñores , juntamente con els eñor canonigoAlvaro
Valenciano , al s eñor canonigo Franc is co d e Robles en lugar
d elseñorcanonigo Alons oGarc ía porque alpres ente s e hal laba
mald ispues to . Tes tigos : los s eñores Pedro d e Vi l lada e Garcia
d e Lorenzana e Cris tobal'uarez,canonigos d e la d icha igle
s ia d e leon.
XXXV I
D enuncia de R amiro Nuñ ez de Guzman contra algunos
canónigos desafectos a la S anta Junta
Es te d icho d ía (15 de d ic iembre de es tando los d i
chos s eñores juntos en el d icho cab ildo , s egund d icho es,d i
xieron que por quanto el s eñor Bamir Nuñez d e Guzman e
181
algunos d iputad os d e la d icha cibdad s e quexaban,d iciend o
que algunos s eñores d e la d icha ig les ia no es taban b ien con
las cosas d e la comunidad e hacian e d ecian algunas veces
cosas en perjuy cio d e la d ic ha comunidad e d e la sanc ta jun
ta, que cometían e mandaban e cometieron e mandaron a los
s eñores Juan d e Avia e al bachi l ler Diego d e Robles , canoni
gos d e la d icha ig les ia, que cerca d e lo sus od icho res ciban la
ynformacion o probanza quel d icho s eñor R amir Nuñez e los
d ichos d iputados quis ies en dar e hacer e hic ies en entero cum
p l imiento d e jus tic ia. Tes tigos los sus od ichos .
XXXV I I
Jueces d e la denunciacion del s eñ or canonigo D iego de Vald eras
que contra el d io la cibdad
Es te d icho d ía (19d e Diciembre d e es tando los d ichos
s eñores juntos en el d icho cab i ld o ,s egund d icho es , d ixieron
que para conos cer en la d icha d enunc iac ión dada contra eld i
cho s eñor canonigo Diego d e Vald eras por els eñor R amirNu
nez d e Guzman e los d iputados d e la d icha cibdad , pues los
jueces a quien s e hab ía cometido , por c iertas cabsas , s egun d i
xieron, s e hab ian exonerad o et cetera, que agora nuevamen
te ,d e l icencia d eld icho s eñor provis or e con su abtoridad , con
la prot es tac ión que primeramente en es tens o avian fecho , en
nombre d el d icho cabi ldo , nombraban e nombraron por jueces
a los mismos s eñores que antes es taban nombrados e mas d el
coro d el d icho s eñor obispo a los Señores F ernand o d e Salazar
e Bernard ino d e Quiñones , e d el coro d el s eñor d ean a los s e
ñ ores Juan d e Avia e Juan de Lorenzana,canonigos d e la d i
cha ig les ia, para que , juntamente con eld icho s eñor provis or,conos cies en d e la d icha d enunciac íon porvia d e d enunciacíon
d e su oficio o a ins tancia d e parte o por via d e inquis icion o
d e notario , como les pares ciere , e adminis tras en entero com
p l imiento d e jus tic ia para lo qual les d ieron sus p lenarias ve
ces et cetera. El luego eld icho s eñor provis or d ixo que ,con
la protes tación que antes cerca d es to avian fecho , les daba ah
toridad , l icencia e facul tad para el lo e es taba pres to d e s e jun
tar con los d ichos jueces para conos cer d e la d icha d enuncia
cion. E luego los d ichos s eñores Jueces aceptaron la d icha co
mis ion et cetera,juraron en forma d e facer jus ticia et cetera e
los d ichos s eñores s e ob ligaron en forma d e sacar a paz e sal
vo a los d ichos jueces et cetera. Contrad ixo es ta obl igación el
Señor canonigo Francis co d e Rob les et cetera. E luego yncon
tinentí el s eñor Cris tobal Suarez,canonigo ,
d ixo que protes ta
ba e protes to que s i por lo d icho alguna perd ida e daño a los
d ichos Señores en lamesa capitular d e la d icha ig les ia venie
re , que su prevenda fues e l ibre e d e al l i non s e pod iere sacar
cosa alguna para pagar el tal daño o perd ida,e pid iolo por
tes timonio . Tes tigos los sus od ichos .
(F olio 25recto . )
XXXV I I I
Ord enacion d e la gente que ha d e tener cada d ignidad
e canonigo
En la cibdad d e Leon,a veinte e cuatro d ias d eld ichomes
d e d iciembre d el d icho añ o , es tand o los muy reverendos e cir
cunspectos s eñores el Dean e Cabi ld o d e la d icha ig les ia d e
Leon juntos en su cabi ld o al to , que es s ito en la c laus tra d e la
d icha ig les ia,llamados por su portero menor et cetera,
s iend o
por entonces prímicíero en el d icho cab i ldo el Reverend o s e
nor d on F el ipe Lita, chantre e canonigo d e la d icha ig les ia d e
Leon,en pres encia d e mi el d icho Bar tholome d e Soto , es cri
XXX IX
Vis itadores para vis itar elthes oro e las torres e p ara hacer
rep arar lo flaco dellas
Es te d icho d ia (24 d e Dic iembre d e es tand o los d i
chos s eñores juntos en eld icho cab ildo ,s egund d icho es , nom
braron para vis itar el thesoro d e la d icha ig les ia e las torres
d el la e fortificar lo flaco que en el lo oviese e hacerlo adrezar
e reparar, a los s eñores eld oc tor d onAndres Perez d e Capi l las ,arced iano d e Tríacas tella, e JuanCos ti l la e Antonio Jurad o d el
coro d el s eñor obispo ,e d el coro d el s eñor d ean a los s eñores
d on Nicholas d e R asnero , arced iano d e Saldaña, e Juan d e
Lorenzana elmozo e Alonso García, canonigos d e la d icha
ig les ia d e leon, e les cometieron e mandaron que luego a la
hora fues en a lo vis itar e faceradrezar e reparar . Tes tigos lossusod ichos .
(F olio 26 vuel to . )
S entencia contra el canonigo D iego d e Valderas
s obre c ierto d elicto
Es te d icho d ía (24 d e d iciembre d e es tand o los d i
chos s eñores juntos en el d icho su cab i ldo,s egund d icho es ,
los Reverendos s eñores eld oc tor Martin d e Zaval la, canonigo
e provis or d e la d icha ig les ia d e Leon, e los jueces d iputados
por los d ichos s eñores Dean e cabi ld o d e la d icha ig les ia para
conos cer d e la d enunciacíon dada,contra el s eñor canonigo
185
Diego d e Vald eras , por el s eñor R amir Nuñez d e Guzman e
por los d iputad os d e la d icha cibdad d e Leon, s obre c iertos
vas al los e armas e otras cosas que d iz que había tomad o en
elCamino , propias d e c iertas p ers onas que levaban, contra su
vo luntad , e los avia levad o e d etraído ,d ieron e pronunciaron
una s entenc ia,es cripta en pape l , que l d icho s eñor Provis or en
sus manos tenía,d el tenor s iguiente :
Vis to por nos el d octor Martin d e Zaval la, provis or gene
ral d es te ob ispad o d e Leon, y por los d iputad os , por los muyReverendos s eñores elDean el cab i ld o d es ta sanc ta ig les ia d e
Leon, un requerimiento que l s eñor R amir Nuñez d e Guzman,
vecino e reg id or d es ta cibdad d e Leon,e los d iputad os d e la
d icha cibdad nos hicieron, d iciend o que levand o unos criad os
d el s eñor don Antonio d e Quiñones , vec ino otros í d e la d icha
c ibdad d e Leon, c iertos cavallos e armas , ropas e otras cosas ,d e que en el d icho requerimiento s e hace mencion,
a la vllla
d e Tord es i l las , a d ond e es te d icho s eñor don Antonio enton
ces res id ía, que Diego d e Vald eras , canonigo de la d icha
ig les ia d e Leon,los sal teara en el camino real por do yvan y
les tomara los d ichos cavallos y armas e ropas e otras cosas ,s egund d icho es , contra su vo luntad , por lo qual nos exorta
ron y requirieron que pues el los es taban pres tos y aparejados
d e nos dar informac ion verdad era e bas tante d e como lo su
s od icho avia pasad o y era pub lico y notorio , a cuya cab sa la
d icha cibdad d e Leon es tabamuy es candal izada y al borotada
en talmanera que s i d exas emos d e cas tigar el d icho d el ito
conforme su gravedad s e s eguirían grand es daños e es canda
los . Y vis to otros í como , por d iversas veces , fuymos requerid os
por parte d e la d icha cibdad , d ic iend o que pues el los nos da
ban informac ion bas tante d e la notoriedad d el d icho insul to
y d elaparejo que en la d icha cibdad avia para s e s eguir los
d ichos es candalos s i s e cesas e la punicion d el d icho d e lito.
; y
vis ta la ynformacion que en el lo ovimos , ans i d e s er notorio ,
pub lico y manifies to es te d icho d el ito ,como d elaparejo que ,
s egun d icho es , avia para los d ichos daños e grand es es canda
186
los s i en la d icha punicion, correcion e cas tigo non s e enten
d iera con la d iligenc ia y s olic itud que convenía, cons id erada
la calidad d elnegocio y vis tos tod os los actos e meritos d el
proces o avid o s obre todo nues tro acuerd o e d eliberacion, te
niend o a Dios ante nues tros ojos d e quien tod o jus to juicio y
s entencia pend e , F al lamos : que ante todas cosas d ebemos d e
cond enar y cond enamos al d icho canonigo Diego d e Vald eras
a que d e entrega y res tituya los d ichos cavallos y armas con
tod o lo d emas que tomó a sus dueños . Otros í , por quanto el
d icho canonigo Diego d e Vald eras goza d e c ierta jub i lacion
por la qual , s in res id ir en la d icha ygles ía d e Leon, gana su
calongia e prebenda,y porque la d icha jubi lacion fue fecha
no ob s ervando la ord en que s e d ebía, antes injus ta e ynd ebi
damente , casamos e anulamos la d icha jubilac ion y la pro
nunciamos y d ec laramos por ninguna. Y subpues to que ans i
fuera alguna, que non fue, pues que la d icha jub i lacion da
cabsa ald icho canonigo Diego d e Vald eras d e no res id ir en la
d icha ig les ia y d e andar vagando y ynferirs e en cas os feos y
muy d es ones tos y contrarios a su orden y profes ion,d e d ond e
resul ta venir a hacer es te d icho ynsulto y exceso y porque el
que mal usa d elprevilegio que tiene merece perd erlo e s er
d el privad o ,le privamos d e la d icha jub i lacion y mandamos ,
que no res id iend o en la d icha su calongia, que no gane ni sea
d e mejor cond icion que los otros canonigos e beneficiad os d e
la d icha ig les ia. Y por quanto el d icho canonigo Diego d e
Vald eras d eve algunos d ineros a la mesa capitular y F abrica
d e la d icha ig les ia,mandamos que tod o el tiempo que es to
vies e d es terrado d es ta c iudad d e leon,a es ta cabsa
, gane
rac ionmayor y calongia has ta que las d ichas mesas capitu
lares e fabrica d e la d icha ig les ia s e entreguen y satis fagan
d e las d ichas d ebdas e d e las reficíones d e las rentas perpe
tuas que l d icho canonigo Diego d e Vald eras d e la d icha ig le
s ia tiene a que es obligad o . Otros í d es terramos al d icho cano
nigo Diego d e Vald eras d es ta cibdad d e Leon,en tres leguas
alrred ed or d e l la, por un añ o cump l id o y le mandamos que
188
nonig o Diego d e Vald eras , o por otra alguna pers ona, fuere
ped ido o d emandad o que le alcen la pena o penas d es ta nues
tra s entencia,en todo o en parte , que l prímicíero que enton
ces a la sazon fuere en el d icho cab i ld o non pueda entend er
en cosa alguna d ello s in que primero mand e l lamar a tod os
los s eñores d e la d icha ig les ia para otro d ia a cab i ldo y voten
cerca d e lo sus od icho o en la relaxacion d e tal pena o penas
o d e la d icha s entencia o d e aquel lo que s e pid iere e los votos
s ean s ecretos e por las habas . E el prímicíero que lo contrario
hicies e caya e incursa en pena d e un añ o d e d es tierro d el d i
cho cab i ld o e d os mes es d e d es cuento d e su calongia e pre
benda. L o qual tod o ans i mandamos , pronunciamos , s enten
ciamos e d ec laramos por es ta nues tra d efinitiva s entencia en
es tos es criptos e por e l los .
L a qual d icha s entencia, que d e sus o va encorporada ,ans i
dada e pronunciada por el d icho s eñor e por los d ichos s eñ o
res jueces d iputados en lamanera que d icho es . Luego los s e
nores d el d icho cab i ld o , tod os d e un acuerd o ,nemine contra
d icente, d ixeron que aprobaban e aprobaron la d icha s enten
cia y tod o lo en el la contenido e mandavan e mandaron que
s e levase a d ebida execucion e efecto . F ueron al dar e pro
nunciar d e la d icha s entencia e a tod o lo sus od icho pres entes ,
por tes tigos , Gabrie l Valenc iano e Juan 'uarez e Cris tobal
Suarez e Pas cual Lozano , canonigos d e la d icha ig les ia d e
leon=Zavalla=ElChantre R as curo=arced iano d e Saldaña:
E l Arced iano d e Triacas tella= S alazar=Avia=Bernard inod e Quiñ ones=Arced iano d eVillameriel=D idacus baco=Juand e L orenzana=Juan d e Villafañ e=ElBachi l ler Gragera=El
d oc tor Ordas .
(F ol ios 26 vuelto a 29 rec to . )
D ip utacion del S eñ or Juan d e las Alas p or s olo es te
mes d e henero .
En la d icha cibdad d e Leon, a dos d ias d el d icho mes d e
henero d eld icho añ o d e mi l l e quinientos e veinte e un años ,es tand o los muy reverendos e circunspec tos s eñores el d ean
e cabild o d e la d icha ig les ia d e Leon juntos en el d icho su
cabi ldo al to , que es s ito en la claos tra d e la d icha ig les ia, lla
mad os por su portero menor et cetera,s iendo prímicíero por
entonces en el d icho cab i ld o el Reverend o s eñor don F e lipe
Lita, chantre e canonigo d e la d icha ig les ia,en pres encia d e
mi eld icho Barto lome d e Soto , es cribano e notario púb licos obred icho ,
e d e los tes tigos d e yus o es criptos , d ixieron que
su voluntad en quel s eñor Juan d e las Alas , d eputad o porlos
s eñores d e la d icha ig les ia para en las cosas tocantes a la go
vernacion e b ien comun d e la d icha cibdad , juntamente con
los d iputados d e l la, usas e eld icho ofic io d e d iputad o e tovies e
eld icho cargo por solo es te mes d e henero e que non pod ies e
firmar ni firmas e con los d iputad os d e la d icha cibdad ,ni s olo
por s i, ni con otra pers ona alguna, en cosa que tocas e a tomar
d ineros d e las rentas reales ni d e otras algunas , e ans i man
daron ami el d icho notario que s e lo intimas e y yo s e lo inti
me. Tes tigos : los s eñores Francis co d e Robles e el l icenc iado
Juan d e Mayorga e el bachi l ler Diego d e Robles , canonigos
d e la dicha ig les ia.
(F olio 28 recto . )
XLII
Nombrando al canonigoAntonio Jurado p ara llevar contes ta
ción a los s eñ ores Card enal de Tortosa,Nuncio
,Almirante
yMarques d eAs torga s obre la s entencia de D iego Valderas .
En la d icha cibdad d e Leon, a cuatro d ias d el d icho mes
d e henero d el d icho añ o d el Señor d e mi l l e quinientos e
veinte e un años , es tand o los d ichos s eñores juntos en su ca
b ildo al to, que es s ito en la d icha claos tra d e la d icha ig les ia ,
llamados por su portero menor et cetera,s iend o prímic íero
por entonces en el d icho cab i ldo el reverend o s eñor d on F eli
pe Lis ta,chantre e canonigo d e la d icha ig les ia, en pres encia
d e mi el d icho Bartolome d e Soto,es cribano e notario públ ico
s obred icho , e d e los tes tigos d e yus o es criptos , cometieron e
encargaron al s eñor canonigo Antonio Jurad o que levas e car
tas e cred ito en respues ta d e las quel Reverend o s eñor Carde
nal d e Tortosa e Nunc io e los s eñores Almirante emarques d e
As torga habian es crip to a los s eñores del d icho cabildo s obre
la s entencia d el s eñor canonigo Diego d e Val s eras , e le man
daron que aceptas e la d icha ida s opena d e un mes d e d es
cuento d e su prebenda. Mandaron ami el d icho notario darle
cedula para elprios te d e d os ducad os para avuda d e la cos ta
d el d icho camino . Tes tigos los sus od ichos . Mandaronle contar
por quince d ias .
XLIII
Cas tigando con d es cuento a ciertos canónigos .
En la d icha c ibdad d e Leon, a s iete d ias d el d icho mes d e
henero d eld icho añ o,es tand o los muy reverendos e c ircuns
pectos s eñores Dean e cabi ldo d e la d icha ig les ia d e Leon jun
XL V
Comis ión para revisar elp royecto d elj uramento d e lealtad a la
ciudad que habia d e hacer elcabildo .
En la d icha cibdad d e Leon,a d iez y ocho d ías d el d icho
mes d e febrero d eld icho ano es tando los muy reve
rend os e circunspec tos s eñores el Dean e cab i ld o d e la d icha
ig les ia d e Leon juntos en su cabi ldo al to , que es s ito en la
claos tra d e la d icha ig les ia, l lamados por su portero menor
et cetera, s iendo prímicíero por entonces en el d icho cab i ldo
el reverend o s eñor D onNico las d e R as curo , arced iano d e S al
daña e canonigo d e la d icha ig les ia,en pres enc ia d emi eld i
cho Bartolome de Soto ,es cribano e notario publ ico s obred i
cho , e d e los tes tigos d e yus o es criptos , cometieron a los
s eñores el bachi l ler Alons o Gonzalez d e los Rios e elbachi l ler
Diego d e Rob les e el l icenc iad o Diego Garcia Vaquerin, que
vies en el juramento que los d ichos s eñores avian hecho cerca
d el s ervicio d e Dios e d e la reina e rey nues tros s eñores e d el
b ien d elreino e procomun e uti lidad d es ta d icha cibdad e el
que agora la d icha cibdad e la jus ticia y d iputados d el la
pid en,e s i fues e necesario quitar algund cap í tulo e añad irlo
cerca d el d icho juramento lo hicies en e, s obre tod o ,
d iesen e
d ixies en su parecer en eld icho cabi ldo para que sus merced es
hiciesen en e l lo lo que les pares cies e que hacer s e d evia. Tes
tigos : los s eñores Garc ia d e Lorenzana e Juan d e Villafañe e
Cris tobal Suarez, canonigos d e la d icha ig les ia.
193
XLV I
Que los s eñ ores Juan de L orenzana e ellicenciadoMayorga
vayan al s eñ or Quiñ ones
Es te d icho d ía (27 d e F ebrero d e es tando los d ichos
s eñores juntos en eld icho su cabi ld o , s egund d icho es , come
tieron a los s eñores Juan d e Lorenzana, elmozo , e al licencia
d o Juan d e Mayorga,canonigos d e la d icha ig les ia, que fue
s en a Laguna a fablar con els eñor Cond e d e Luna s obre las
cosas e d iferencias que entre su s eñoría y es ta cibdad ay .
Mandaronlos contar como interes entes los d ias que en la yda
y venida y es tada s e ocupas en . E mandaron ami eld icho no
tario darles cedula d e un cas te l lano para el Prios te para
ayuda d elgas to e cos ta que al lá hicies en. Tes tigos los sus o
d ichos .
(F olio 46 vuel to . )
XLVII
Comis ión a d iputados
Es te d icho d ia (6 d e Marzo d e es tand o los d ichos se
ñ ores juntos en el d icho su cabi ldo , s egund d icho es , cometic
ron a los s eñores d iputad os ord inarios que vies en lo que l
prios te Alvaro d ec ia acerca d e lamala cobranza que avia d e
las rentas d e los d ichos s eñores por las guerras en el tiempo
que andava turbado , e vies e lo que d e equidad en el lo s e po
d ia hazer e lo reñries en en cabi ldo para que , por los d ichos
s eñores vis to , proveyes en en el lo lo que les pares cies e que pro
veer s e d evia. Tes tigos los susod ichos .
(F olio 44 vuelto . )
194
XLV I I I
Acto de j uramento que los s eñ ores de la igles ia hicieronde la lealtad d e la cibdad
En la d icha cibdad d e Leon,anueve d ías d eld icho més d e
marzo d el d icho añ o es tando los muy reverendos e cir
cunspectos s eñores el Dean e Cab i ldo d e la d icha ig les ia de
Leon en su cabildo al to , que es s ito en la claos tra d e la d icha
ig les ia ,l lamad os por su portero menor et cetera, s iend o pri
miciero ,a la sazón, en el d icho cab i ldo , el reverendo s eñor
D on F elipe Lita,chantre e canonigo d e la d icha ig les ia, en
pres encia d e mi el d icho Bartholome d e Soto , es cribano e no
tario púb lico s obred icho ,e d e los tes tigos d e yuso es criptos ,
es tando pres entes en el d icho cabildo los muy reverendos
e muy venerables s eñores eld icho s eñor chantre e d onNicho
las d e R as curo , arced iano d e Saldaña, e Juan d e Betanzos e
Fernando d e Salazar e el l icenciado Alonso d e Quiros e F ran
cis co d e Robles e Diego d e Nava e Juan d e Avia e Juan d e Be
navente , elmozo , e Pedro d e Vi llada e Alons o d e Vi l lalpando
e Juan Ramos e Garc ia d e Lorenzana e Juan d e Lorenzana, el
mozo , e Antonio d e Lorenzana e el l icenciad o Juan d e Mayor
ga e Diego d e Suarez e elBachi l ler Diego d e Robles e Gaspar
d e Vald eras e JuanBaptis ta d e Prad o e Juan d e las Alas e
Alons o García e Alvaro Valenciano e Juan d e Lorenzana,el
viejo , e Juan Gomez e Juan d e Vi l lafañe e Alons o Vi l lamerie l
e Diego d e Salazar e Alonso Diez d e Morgovejo e el bachi l ler
F rancis co d e Colmenares e el bachi l ler Diego d e Grajera e
Martin d e Al is en e eldoctorBernardo d e Ordas e Migue l d e Colomines e Santiago Pona e Gabriel Valenciano e Antonio Jurado e Diego Gutierrez e el bachi l ler Juan 'uarez e Pas cual
nos d ice que no ynbíaremos ni cons entiremos que hombre d e
nues tras casas lieve cartas d e ninguna persona s ospechosa
contra el bien comun d es ta d icha cibdad y s i alguna carta o
mensage s ospechoso a nues tro pod er e d e cada uno d e nos vi
nies e e lo s 0piere lamos traremos e cada uno d e nos mos trará
a los d ichos s eñores Jus ticia y Reg id ores d es ta d icha cibdad e
d iputad os d el la.
E l qual d icho juramento , que d e sus o va encorporado , por
los d ichos s eñores e por cada uno d el los fecho , s egund e en la
manera e forma que d icha es . Luego yo el d icho notario les
d ixe : que s i ans i lo hicies en e complies en, s egun jurad o lo
avian, que Dios tod opod eros o les ayudas e en es temundo a los
cuerpos , e en el otro a las animas , dond e mas avian d e durar ;s ino el s e lo d emandas e mal y caramente
,como aquel los que
a sab iendas sup licaban en el su santo nombre en vano . L os
quales d ix ieron e rres pond ieron e cada uno d el los d ixo e res
pond ió : Amen. Tes tigos que fueron pres entes a hacer e ver hacer el d icho juramento : Garcia d e Lorenzana e Juan d e Vi l la
fañ e e Cris tobal Suarez,canonigos d e la d icha ig les ia,
e Diego
d e Rob les e Garcia Alons o ,notarios vecinos d e la d icha cib
dad d e León.
(F o lio 44 vuel to a 45recto . )
XLIX
Acuerdan nombrar s eis u ocho hombres,d os de a caballo y los
demá s p eones , p ara que acomp añ en cons tantemente al en
cargado de cobrar las rentas d elCabildo .
Es te d icho d ía (22 d e marzo d e es tando los d ichos
s eñores juntos en el d icho su cab i ldo ,s egun d icho es , d ixeron
que por quanto los tiempos no es tabanmuy pacíficos e pod ia
aver algun peligro en la cobranza de sus rentas , que e l los
197
querían que el Prios te ynvias e a cobrar las d ichas rentas
has ta s eys u ocho hombres,d os a caval lo e los otros peones ,
que por d iez d ías s e pagas en para cobrar los mrs . d el primer
tercio la cos ta d e los d ichos hombres , d e pormed io lamy tad
el d icho Prios te e la otra my tad los d ichos s eñores . Tes tigoslos sus od ichos .
(F olio 47 vue lto . )
Comis ión alCond e de L una
Es te d icho d ía (27 d e marzo d e es tando los d ichos
s eñores , s egund d icho es , mandaron dar al s eñor canonigo
el bachi l ler Alons o García d e los Rios cedula d e ocho reales
para elPrios te paraayuda d e la cos ta d el camino de la emba
xada que yva a hacer al s eñor Cond e d e Luna s obre la d is
cord ia que entre su s eñoría e la d icha cibdad d e Leon avia.
Tes tigos los sus od ichos .
D enunciagion contra los s eñ ores arged ianos
d e mayorga e triacas tela
En la d icha cibdad d e Leon, a veynte e nueve d ías d eld i
cho mes d emarzo d el d icho añ o es tand o los muy Reverendos
e c ircuns pectos s eñores el d ean e cabildo d e la d icha ygles ía
d e leon juntos en su cabi ldo al to , que es s ito en la c laus tra d e
la d icha ygles ía,l lamad os por su portero menor e s iendo por
entonces prímicíero en eld icho cabi ldo el Reverend o s eñor
198
d on F elipe Lita, chantre e canonigo de la d icha ygles ía, en
pres encia d e mi eld icho Bartholome d e Soto ,escribano e no
tario publico s obred icho , e d e los tes tigos d e yuso es criptos ,
el venerable s eñor Garcia d e Lorenzana, canonigo d e la d i
cha ygles ía d e leon, procurador d e los d ichos s eñores d ean e
cab ildo ,d ixo que d emandava e d enun9ió , en el d icho cab i l
d o , a los d ichos s eñores , a los Reverendos s eñores d on Fran
c is co d e Lorenzana,arced iano de Mayorga, e d on Andres Pe
rez d e Capil las , argediano d e triacas te la, e canonigos d e la
d icha ygles ía d e Leon, que ayer d ia d e jueves d e la cera, que
fueronveynte e ocho d ías d eld ichomes d e marzo , e en acaban
d os e d e d ecir las tinieblas e saliendo d elcoro d e la d icha ygle
s ia, los d ichos s eñores arced íanos , pospues to eltemor d e Dios e
con desacatamiento d el S antís imo Sacramento en cuya pre
s encia es tavan, en grand is imo es candalo d e muchos , se arre
metio eluno contra el otro e s e d ixeron palabras d es ones tas e
ynjuriosas , a cuya cabsa los parientes , amigos d e los d ichos
s eñores arced íanos e otras pers onas echaronmano a las espa
das e broqueles que tenian e otras armas ofens ivas e d efens i
vas e s e tiraron muchos golpes y ,es tand o ansy en el d icho
aboroto y es candalo , entró la procis ion d e los d is ciplinantes
y levaba ad elante d e s i un crucifixo y no teniend ole aquel la
Reverencia que d evia,d ieronmuchos go lpes en el que levava
el d icho crucifixo e d ieron con el en el suelo e d e hecho le
mataran s i no fuera por d ios que mi lagrosamente le quis o re
med iar; e como s egund protes to d e l lo mas largamente por
es cripto , e que ped ía a sus merced es d ies en para cas tigar
eld icho d elito , e luego , admitida la d icha d enunciacíon , nom
braron por jueces a los s eñores Juan d e betangos , por digni
dad , e el licenciado Juan d e mayorga e Pedro d e Joara, ca
nonigos d e la d icha ygles ía, d el coro d el s eñor obispo , e d el
coro d els eñor d ean alReverendo s eñor d on Nicho las d e R as
curo ,arced iano d e saldañ a,
e a los s eñores Juan d e Avia e
Alons o García,canonigos d e la d icha ygles ía,
a los quales
d ieron pod er para conos cer y aver informacion d e la d icha
Que s e p ueda hablar libremente, s in p ena alguna, en la remi
s ion d e p enas o revocacion d e la s entencia del s eñ or cano
nigo D iego d e Valderas .
En la d icha cibdad d e Leon. a d os d ias d elmes de mayo
d el d icho añ o es tando los muy reverendos e circuns
pectos s eñores elDean e cabi ldo d e la d icha ygles ía d e Leon
en su cabildo al to , que es s ito en la claos tra d e la d icha ygle
s ia, l lamados por su portero menor et cetera, s iend o a la sazon
prímicíero elreverend o s eñor d on F el ipe Lita, chantre e ca
nonigo d e la d icha ig les ia,en pres encia d e mi el d icho Bar
tholome d e Soto , es cribano e notario publ ico s obred icho , e d e
los tes tigos d e yus o es criptos , los d ichos s eñores d ixeron que
por quanto en la s entencia que ,a veinte e cuatro d e d iciem
bre pasad o , s e d io contra els eñor canonigo Diego d e Vald eras ,a ins tancia d el s eñor R amir Nuñez d e Gusman e d e los d ipu
tados d e la d icha c ibdad,avia un capitulo que mandaba que ,
s i por ventura, por eld icho s eñor canonigo Diego d e Vald e
ras e por otra pers ona fues e ped ido o d emandado que le alza
s en la pena o penas d e la d icha s entenc ia en tod o o en parte ,
quel prímicíero que a la sazon fues e en el d icho cab i ld o no
pod ies e entend er en cosa alguna d el lo , s in que primero man
das e l lamar a todos los s eñores d e la d icha ygles ía para otro
día a cabi ldo y votas en todos razon d e la tal comis ion o rela
xacion d e pena o penas d e la d icha s entencia o d e aquel lo
que s e ped is s e e los votos fues en s ecretos e por las habas e el
prímicíero que lo contrario hic ies e cayes e en pena d e un añ o
d e d es tierro d eld icho cab i ld o e d e d os mes es d e des cuento d e
su calongia e prevenda. Que ,no obs tante lo sus od icho e lo en
el capitulo d e la d icha s entenc ia contenido , el d icho s eñor
— 201
prímicíero e los d ichos s eñores podies en hab lar e hab las en en
la remis ion d e la d icha s entencia o relaxacion d e las penas en
el la contenida, en todo o en parte , por contemp lación e s ervi
cio d el s eñor Conde d e Luna que lo ped ia, s in por el lo caerni
incurrir el d icho s eñor prímicíero ni los d ichos s eñores ni
ninguno d el los en pena alguna. Tes tigos : los s eñores F rancisco d e Robles e Garcia d e Lorenzana e Alons o García
,cano
nigos d e la d icha ig les ia.
(F olios 54 recto y 54 vue lto . )
Comis ion d el s eñ or Provisor e los s eñ ores del cabildo p ara lo
que toca a la s entencia del s eñ or canonigo D iego de Val
deras .
En la d icha cibdad d e Leon, a cuatro d ías d eld ichomes d e
mayo d el d icho añ o es tand o d entro d e la d icha ig les ia
d e Leon,el reverend o s eñor Martin Perez d e Zabal la, canoni
go y prov isor d e la d icha ig les ia d e Leon,d ixo quel cometía
e cometió a los s eñores Dean e cabild o d e la d icha ig les ia d e
Leon, para que hablas en en la remis ión revocacion e repos i
c ion ,en todo o en parte , d e la s entenc ia que s e d ió contra el
s eñor canonigo Diego d e Vald eras , a yns tancia d el s eñor R a
mir Nuñ ez d e Guzman e d e los d iputad os d e la d icha cibdad ,
e d e las penas en ella contenidas e en tod o e l lo hicies en,re
mities en e perd onas en s egund e d e la manera que e l los qui
s ies en o por bien tovies en, para lo qual , en lo que a elcomo a
oficial tocaba,les d ava e cometía sus enteras y p lenarias ve
ces . Tes tigos : los s eñores l icenciad os Alons o d e Quiros e Juand e Avia, canonigos d e la d icha ig les ia d e Leon.
(F olio 54 vue lto . )
S obre la s entencia de D iego de Valderas
Es te d icho d ía (4 d e mayo d e es tando los d ichos s e
h ores juntos en el d icho su cabi ldo , s egund d icho es , d es pues
de mucho aver p laticado en la execucion, sus pens ion o revo
cación d e la s entencia que s e d ió contra el s eñor canonigo
Diego d e Vald eras , a ins tancia d el s eñorBamirNuñez e d e los
d iputad os d e la cibdad, e d e la remis ion,
en todo o en parte ,
d e las penas en e l la contenidas , d ixieron que por contemp la
c ion e respeto d el s eñor cond e d e Luna e por s ervicio d e su
señoría que cerca d el lo les avia hablad o, por s i e por la comi
s ion que cerca d el lo el s eñor Provis or les avia hecho ,suspen
d ian e suspend ieron e repos ieron la d icha s entencia e todo
lo en e l la contenido e tornavan e tornaron ald icho s eñor ca
nonigo Diego d e Vald eras in p ris tinum s tatum e en aquel en
que es tava antes que la d icha s entencia contra el s e d ies e e
pronuncias e et cetera. Tes tigos los sus od ichos .
D iego d e Valderas s olicita d elCabildo que le cuenten los p unto s
y horas que les des contaron durante su d es tierro
Es te d icho día (13 d e junio d e es tand o los d ichos
s eñores juntos en eld icho su cabi ldo , s egund d icho es,els eñor
canonigo Diego d e Vald eras d ixo : que ya sus merced es sabian
que avia syd o echado por fuerza d e la d icha cibdad e con jus
LV I I I
D enunciacion d e los s eñ ores canonigos D iego d e Valderas
e Juan Cos tilla
Es te d icho d ía ( 12 d e jul io d e es tando los d ichos s e
ñ ores juntos en eld icho su cab i ldo ,s egund d icho es , el s eñor
Diego d e Vald eras d ixo ; que d enunciava e d enunció en el d i
cho cabi ld o al s eñor canonigo Juan d e Cos ti l la por aver , con
tra las cons tituciones d e los d ichos s eñores,fulminad o el d i
cho proces o s obre la d icha provis ion d el d icho s eñor Nuncio
contra los d ichos s eñores Dean elCabi ldo ,e que ped ía e re
quería e pid io e requirió al d icho s eñor d on Juan Maes tro ,
como prímicíero ,d is e jueces d e la d icha d enunciacíon. E l d i
cho s eñor canonigo Juan Cos ti l la d ixo que es timava e es timó
su ynjuria por d enunc iar al d icho s eñor canonigo Diego d e
Vald eras , s in cabsa, en d os mil ducad os , el qual d enunciava
ansymismo d elpara que fues e cas tigad o , e ped ia e requería e
pidió e requirió al d icho s eñor Arced iano d e Vald eras d ies e
jueces d e la d icha d enunciacíon por quel queria pros eguyr la
cab sa d e la d icha d enunciación contra d icho s eñor Diego d e
Vald eras para s aber quien havia d e s er cas tigad o ,el que era
obed iente a los mandamientos e hazia lo que por e l los le era
mandado o elque era reveld e a el los e los ympugnava, e d e
nunciava d él, que los obedes cia. E p idiºlo por tes timonio .
Tes tigos los sus od ichos .
(F olio 68 vuelto . )
Prorr0gacion de termino ; d el s eñ or canonigo D iego d e Valderas
Es te d icho d ía (24 d e jul io d e es tand o los d ichos se
ñ ores juntos en el d icho su cab i ld o , s egund d icho es , d ixeron
que por los cinco mi l l mrs . que l s eñor Diego d e Valderas , ca
nonigo ,d evia d e ciertos pres tamos d e capas e por otros c inco
mi l l e tantos mrs . que el s eñor canonigo Antonio d e Obregon
d evia a la fabrica d e la d icha ig les ia, que d iz que l d icho s e
nor Diego d e Valderas lo d evia a el,le davan eltérmino para
los pagar d e oy día fas ta el dia d e Sant Bernave , primero
venyente ,e que en es te med io tiempo no corries en ni les po
d iesen poner su d es cuento por el los . Tes tigos los sus od ichos .
(F olio 71 recto . )
D iego d e Valderas contrad ice alCabildo
Es te d icho d ía (16 d e agos to d e es tando los d ichos
s eñores juntos en el d icho su cab ildo,s egund d icho es , come
tieron alos s eñores adminis trador, contador e cons il iarios d e
la fábrica que , juntamente con el s eñor provis or , vies en lo
que maes tre Nico las d ecia cerca d e mudar los organos e adre
zarlos , para que en e l lo proveyes en lo que les pares cies e que
prover s e d evia e d ies en con el cerca d ello el as iento que les
pares cies e que dar d evian. Contrad ixo es ta comis ion el s eñor
canonigo Diego d e Valderas e pid iolo por tes timonio . Tes tigoslos sus od ichos .
Cédula de los Gobernadores d el R eino p ara que s e p agas en las
rentas reales que s e habian tomado p or los de las Comuni
dad es .
Es te d icho d ía ( 13 d e s eptiembre d e es tand o los d i
chos s eñores juntos en el d icho su cabi ldo ,s egund d icho es
,
el s eñor canonigo Diego d e Vald eras d ixo que por quanto
avia tenido cedulas d e sus al tezas e d e los s eñores Goberna
dores para que s e pagas en las rentas reales que s e avian to
mad o por los que avian s eguid o la comunidad e s e repartie
s en por los que avian sy d o comuneros , que ped ía e requería
que , por parte e a boz d elCabi ld o ,d e los s eñores d e la d icha
ig les ia, non s e pagas e ni reparties e cosa alguna d e la mesa
capitular ni s e hic iere ac to ninguno sobre e l lo en nombre d el
cab i ldo , s ino que cada uno , s i avia sydo , que s e remed ias e o
alla s e avenies e , que l d esde agora s i alguna cosa en e llo s e
hic iere o tentase facer lo contradec ía e contrad ixo et cetera .
Tes tigos los sus od ichos .
LXI I
Eximiendo a D iego de Vald eras delp ago de ciertas cantidades
que s e tomaron en tiemp o de la Comunidad
Es te d icho d ia (10d e febrero d e es tando los d ichos
s eñores juntos en el d icho su cabi ld o ,s egund d icho es , d ixie
ron que mandavan e mandaron que s i por relevar ind enpne
al d icho s eñor canonigo Juan d e las Alas d e lo que avia fir
mado para tomar ciertos mrs . en el tiempo d e las comunida
d es lamesa capitular e los d ichos s eñores algun daño o per
D O C U ME N T O S D E L A R CH I V O M U N I C I P A L
L E'N
— 2 12
lac ion e ped ia le fues e otorgada e pid iolo por tes timonio e que
ponia los d ichos vancos e hacienda d e la d icha compañía e la
suya e su pers ona e bienes s o amparo d e su Alteza e pid iolo
por tes timonio . L os d ichos s eñores d ixeron que lo que los s e
ñ ores Jus ticia e Reg idores d e la d icha cibdad avianmandado
s obre elquitar los d ichos vancos hera utyl e provechos o a la
d icha cibdad e vec inos e moradores d el la por las cab sas e ra
s ones que les movio a lo mandar , s egun d ixeron que avia pa
sad o en los otros cons y s torios pasados , e que en quanto a la
apelacion que lo oyan; lo cual d ixeron eld icho s eñorTenientee els eñor R amir Nuñ ez e Rodrigo d e Vi l lamizar,
reg idores d e
la_d icha cibdad . F ernand o d e Vi l lafañe , regidor, d ixo que l
no es taba ynf ormad o d e lo sus od icho , que ped ía al s eñor Te
niente que s obre el lo hicies e jus ticia e que por agora no con
s entia ninguna ynovacion que s e haga.
LXVII
Ayuntamiento de 28 d e Julio de
Es te d icho d ia los d ichos s eñores Jus ticia e Reg idores , espe
c ialmente els eñor licenciad o Francis co d e Isanza,juez de res i
d encia emla d icha cibdad por la Reyna nues tra s eñora, e R a
mir Nuñ ez d e Guzmán e d on Martin Vazquez de Acuña,reg i
d ores d e la d icha cibdad , ques tavan en el d icho consy s torio ,
d ixeron que acordavan e mandavan que los trezientos mara
ved ís que suelen pagar cada añ o los portadgueros e arrenda
d ores d el portadgo d es ta d icha cibdad que s e coje a la Puente
d elCas tro,arrabal d e la d icha cibdad , para los que corren
el cos por el dia d e S antyago d e cada añ o , conforme a lo por
e l los s obrello acordado , que los d ichos trezientos maraved is
que s e ayan d e pagar d el cos d el d ia d e S antyago , que agora
pas ó d es te mes d e jullio en que agora es tamos que no avian
pagado , que los traxes en e d eposy tas en'
en poder d e mi eld i
cho F ernando d e S antandres , es cribano sus od icho ,d entro d e
tercero d ia; ques te ab to les fues e notificad o para que , el los
mandas en las er d e l los lo que vies en e fueren obl igad os , lo
qual mandaron que s e notificas e a Bartolome Garc ia. e Diego
de Rob les , portadgueros vecinos e morad ores a la Puente d el
Cas tro , arrabal d es ta d icha cibdad .
LXVIII
Ayuntamiento de 11 d e S etiembre de 1514
Es te d icho d ia los d ichos s eñores Jus t1c1a y Reg id ores d i
xeron que davan e d ieron pod er complid o , en forma, als eñor
cond e de Luna e pres ente es cribano e a los s eñores Clavero d e
Calatrava e Gonzalo de Guzman, reg idor, e fray alvaro ,
'
maes
tro d el s eñor Infante , ques tavan abs entes como sy fues enpre
s entes , espec ialmente para las c osas tocantes anues tra Señora
d elCamino , el qual han d e firmar d e sus nombres . D ierongelo
con pod er d e sus ty tuir, el qual otorgaronmas largamente en
forma a parte . Tes tigos : A lfons o d e Lorenzana e Juan d e S antandres , vecinos d e León.
LXIX
Ayuntamiento d e 15d e S etiembre de
Es te d icho d ia . los d ichos s eñores Jus ticia e Reg id ores d i
xeron que acordavan e mandavan que s e es crivies e al s eñorconde d e L una
,al s eñor Clavero d e Calatrava e al s eñor Gon
zalo d e Guzman e al s eñor freyAlvaro Os orio ,maes tro d el I n
fante, es tantes en la corte d e su Alteza, e a cadauno una car
214
ta para que entiendan en lo tocante a la hermita e limosna d e
nues tra Señora d elCamino para que no se d é al monas terio
d e Santo Agos tin d e la villa de Val ladolid , e sobre ellos fablen
a su al teza e sygan el negocio como pers onas d es ta cibdad
por virtud d elpoder que para el lo tienen de es ta cibdad , e'
que las hordenas e yo e las firmase d e mi nombre . Tes tigos : elbachiller Vald eras e Juan d e Arguello , vecinos d e León.
LXX
Ayuntamiento de 4 de Enero de
Es te d ía los d ichos s eñores Jus ticia e Reg idores acordaron
e mandaron que s e heche unmaraved i d e sy sa en cada azum
bre d e vyno nuevo d e lo que s e encerro enmos to d e la cojeta
pasada para pagar los c ien ducados ques ta cibdad d eve a
Torre d e Lobaton d e la paga d elañ o pasado por el daño ques e recibió en la d icha villa elañ o d e las al teraciones .
LXX I
Ayuntamiento de de F ebrero de 1538
Es te d ía los d ichos s eñores Jus ticia e Reg id ores acordaron
e mandaron que , de aqui ad elante , s e heche d e sysa en elvino
que s e vend e en es ta cibdad , unmaraved id en cada azumbre ,
has ta que salgan quatrocientos ducados ; los dozientos para la
hobra de la carce l e los otros d ozientos para las pagas d e To
rre d e Lobaton d elañ o de treynta e syete e d e quinientos e
treynta e ocho años , que sonc ienducados en cadaunañ o , e que
a las personas eclesyas ticas d es ta cibdad s e les d e vyno syn
s ysa d e med ia cantara d e vyno arriba por sus cedulas como
con el los es ta acordado .
L XX I I I I
Doña Juana e D on Carlos , su hijo , por la grac ia d e Dios
reyna e rey d e cas tela,d e león,
d e aragón e d e las d os s ic i lias ,d e jerusalen,
d e granada,d e toled o , d e valencia, d emal lorcas ,
d e s evi l la, d e córdova ,d e córcega,
d e murcia, d e jaen, d e los
algarbes , d e algeciras , d e g ibral tar e d e las is las d e Canarias
e d e las yndyas , I s las e tierra firme d elmar oceano ; cond es de
barcelona; s eñores d e vizcaya ,d e molina; duques d e atenas e
d e neopatria; cond es d elros el lon e d e cerd eña,marques es d e
oris tan duques d e borgoña e d e bravante ; condes d e f lan
d es e d e tiro l . A vos los concejos , jus ticias e reg idores , caba
lleros e es cud eros , ofic iales , omes buenos d e la noble cibdad
d e león e d e las tres tercias d e los argue l los , con los val les d e
bavía d e sus o e d e yus o , e d e la vi l la d e ponferrada, e las vi
llas e lugares d e abad engo , que s on en la provincia d el b ier
zo , e cada uno d e vos salud e gracia. Bien sabeis como para la
defensa e cons ervación d es tos nues tros Reynos e para elau
mento e acres címiento d e la corona real e paz e s os iego d el los ,en los años pasados ubo neces idad d e hacer alguna gente d e
guerra d e ynfanteria y para e l lo fue necesario y mandar
la hacer en las cibdad es e vi l las e lugares d es tos rreynos y
echar otros s ervic ios , asy para la paga d e la d icha gente como
para otras neces idad es , e porque la esperiencia a mos trado
que , d e s e hacer eld icho repartimiento o enbiara hacer la d i
cha g ente d e ynfanteria en los d ichos pueblos , s egund e como
fas ta aquí s e ha fecho ,s e han s eguido algunos daños e yncon
venientes e vexaciones , s in pod er cons eguir enteramente y
como convenía el fin para que s e hacia porque los dichos pue
b los e cada uno d el los res cibian ,asy en elnombrar y bus car
d e la d icha gente y en la paga d e l la,como porque los mas d e
l los que s e nombraron eran pers onas no conocidas y es trange
ros d e los d ichos pueblos d ond e s e tornavam,d e que s e s egu
2 17
ya que la d icha g ente no hera talqual convenía , e por los ca
minos e logares por d ond e yvan rrobavan e tomaban los man
tenimientos e las otras cosas necesarias syn lo pagar e contra
vo luntad d e sus dueños e tas ian e comet ían otros daños e fuer
cas e antes que l legaran a d ond e hera necesario s e vo lvían
muchos d el los y d e los que llegavan, al tiempo d e la necesydad fal tava la mayor parte , e ,
d emas d es to , como la d icha
gente hera no conos cida e hombres d e mala vida,l levanmu
jeres e d izenmuchas b las femias d e que Dios Nues tro Señor s e
ofend ia por cab sa d e la ab s encia d e los cap itanes e oficiales
que los llevavan,res cibian enteramente la paga d e la gente
que no s ervía,d e que rredundavamucho gas to e poco prove
cho a es ta cabsa; hacia necces idad d e s e hazer grand es gas
tos , d e que los pueb los heran muy fatigad os , e res cibian mu
chas vexaciones y lo s entían gravemente d el gas to que s e les
hacía en sus hac iendas ; e porque nos ynformamos d e tod o lo
sus od icho y d e otros muchos y grandes daños e ynconvenien
tes que s e syguian e syguieron d e hacer la d icha gente en la
manera que d icho es , d es eando , como d es eamos . elb ien e pro
comun d es tos reynos y el alibio d e los pueb los e d e los vezi
nos e morad ores d e l los y que los d ichos ynconvenientes y otros
muchos ces en,mandamos p laticar s obrello a los d el nues tro
concejo y a otros personas sab ias e espertas en elexerc ício d e
la guerra, e , ynformad os d e l las e d e la manera que s e tiene
en otros reynos en el hacimiento d e la g ente d e guerra, para
que s ea uti l y s e faga amenos cos ta e daño d e nues tros subd i
tos y naturales , mandamos dar es ta nues tra carta para vos
otros y la d icha razon, por la cual vos mandamos que luego
vos las d ichas nues tras jus ticias d esa d icha cibdad e vil las e
logares vos junteis con los reg idores d e l las y con las otras per
s onas que a vos otros pares ciere que para e l lo d evan s er pre
s entes e juntamente con Hernand P eres , nues tro capitan, que
para e l lo envyamos , veay s la yns trucíon que l leva d e la for
ma que s e ha d e tener en el hazer d e la d icha gente que va s e
ñ alada d e los gobernadores des tos nues tros reynos , e , bienvis
218
to e platycado , deis forma como en esa d icha cibdad e vil las e
logares s e ara elnumero de gente de pie que hos pareciere e
buenamente se pueda hacer en esa d icha cibdad e villas e lu
gares , guardand o en todo la forma y orden contenida enla d i
cha yns trucion, e por es ta nues tra, syguramos e prometemos
pornues tra fe y palabra real a la d ichagente que porvosotros ,juntamente con eld icho Hernand Perez, nues tro capitan, fue
re nombrada en es ta d icha cibdad e vi l las e lugares , que le s e
ran guardadas las preheminencias , gracias , franquezas e l i
bertad es contenidas en la d icha yns trucion e que para el lo les
mandaremos dar todas nues tras cartas , provis iones , patentes
que les convengan e fuerennecesarias , firmadas e s el ladas con
nues tro s el lo real e libradas de los d elnues tro cons ejo , e por
que lo susod icho s ea público e notorio a todos mandamos ques
tanues tra carta s ea pregonada públ icamente en esa d icha cib
dad e vi l las e lugares y enlas placas e mercados e otros luga
res acos tumbrad os de los pregoneros e ante es crivano públ ico
e los unos ni los otros non fagades Dada enla vil la d eMadrid a veynte e syete d ías d elmes d e mayo delnas cimiento
d e nues tro salvad or ihesucripto d e mil e quinientos e d iez e
s eys anos . f . Card inal is adrianus ambas iatoris etc .
— L aReyna
y el R ey .
LX X V
I ns trucion s obre elp erd ón d e las Comunidades .
MD XX I á s
L a ins trucion de lo que vos s eñores F ernando de Villafa
ñ e , Reg idor d es ta civdad d e leon,y Diego d e L orencana, Co
mendad or d e Reynoso , juntamente con los Reverendos Seno
res Andres d e Capi l las , arced iano d e tria cas tela y Antonio
Jurado , canonigo enes ta ygles ía d e leon, avey s d e hazer y
procurar por es ta d icha civdad con los ilus trís imos s eñores gouernadores y con otras pers onas es lo s iguiente :
para el efecto d e todo dar otros memoryales en forma d e
petycíón,y en es to los darey s s ygun que mejor os pare
ciera.
En la muy nob le e leal civdad d e leon, jueves , d os d ias
d elmes d e mayo , añ o d el nacimiento d e nues tro salvador
ihsu xpto d e mi l l e quinientos e veynte e un años , es tand o
d entro d el cons is torio d e la civdad e es tando ay juntos e pre
s entes los s eñores jus ticia e procuradores , especialmente los
s eñores Juan d e Bal buena,juez en e l la , e d on F rancis co F er
nand ez d e Quiñones , cond e d e Luna, e Fernand o d e Villafa
ñ e e Pedro d e Vi l lamizar e Hernan Vaca, reg id ores d e la
d icha cibdad e en pres encia d e my F ernand o d e S antandres ,es crivano delConcejo , poridad e cons is torio de la d icha cib
dad e d e los tes tigos d e yuso es criptos , los d ichos s eñ o
res jus ticia e reg idores otorgaron es ta yns trución s egund e
como en e l la s e contiene e añrmaronlo d e sus nombres . Tes tigos que fueron pres entes : Diego d e Madrid ,
notario , e Pedro
d e S antivañ ez, vecinos d e L eon=Juan Garcia d e Balbuena
F ernando d e Vi l lafane— ElCond e d e Luna— Pedro d e Vi l la
mizar—Hernan Vaca.
ARCHIVO D E L AIGLESIA PARROQU IAL D E NU ES TRA
SENORA D EL MERCADO D E LE'N
y e por cond enad os e privad os d e los oficios a los que lo con
trario hízieren. E por quanto vos s oys es crivano d e sus al te
zas y no ai neces idad d e otro esamen alguno vos d i la pres en
te merced ,firmada d e mi nombre . Otros í vos hago merced ,
para vos y para vues tros hered eros y sus cesores , d e un pres ta
momio que es en el lugar d e Moral , que fue d e Isabel , vecina
d eld icho lugar, ya d ifunta, para que d e aqui end elante s ea
vues tro ,l ibre e d es enbargad o ,
s in fuero ni tributo alguno e
s in otro ningun pecho , d erecho , s eruicio . ni acend era. Saluo
por que me aueis d e s eruir mientras viviried es d el d icho ofi
cio d e s ecretario e es criuano e d es d e agora nos d oi, entrego la
tenencia. e pos es ión d eld icho pres tamo con sus casas,huertas ,
tierras , prados e otras heredad es e aruoles con fruto e s in fru
to : ald icho pres tamo d euid os e pertenecientes como quier y en
qual quiermanera ans i d e hecho como d e d erecho , e para que
lo podad es dar y empeñar, trocar, vend er o manejar, con mi
l icencia o s in el la, a quien quis iered es e por b ien toviered es .
Que fue fecho tod o lo susod icho en la noble cibdad d e leon a
veinte e ocho d ías d elmes d e mayo , añ o d e mi l l y quinientos
e tres años : Va borrad o o diz vues tros no le enpezca.— Bamir
Nuñ ez. (Hay una rúbrica) .
ARCHIVO GENERAL D E S IMANCAS
Patronato R eal.— Comunidades , legajo 2 .
º
— 228
cibdad e d e la onrrada comunidad d e lamuy noble e muymas leal cibdad d e Leon yo lohan Gallego , es crivano de sus
catolicas mages tad es e uno d e los d oce es crivanos e notarios
pub l icos d elnumero d e la d icha cibdad la fize es crevir por su
mandado .
lohan Gallego , notario . (Rúbrica. )
[En elrespaldo]
A los muy magníficos s eñores , los s eñores Regid ores e capitan
general e d iputados de la honrrada comunidad de la muynoble e leal vi l la d e val lad olid .
LXXVIII
I lus tres y magnificos s eñores
Ayer , jueves , vimos una carta d e vues tra s eñoría que traxo
Juan d e S ansoles , el qual l legó la noche antes a las d oce . L as
cosas d el s eñor cond es tab le y todas las otras, que a es to que
rran pares cer, Remitimos al parecer d e V . S . , pues con mas
acuerd o y maduro cons ejo proveran en e l las porque a es ta
cibdad en es to y en lo d emas no le queda d e hacer mas d e
obedecer y poner por obra lo que porV . S .
' le fueremandado
y as i luego d iputamos pers onas para que , en la junta y vasa
l los de l la,hes ies enalard es e apercibimientos conformemanda
con toda la priesa y d eligencia nes cesaria y as i (1) quan
d o menes ter s ea, d exando en es ta cibdad el R ecabd (2)fensa d e sus contrarios . Nues tro s eñor las ylus tres pers onas
guard e y prospere . D e león a veynte s eys d e otubre d e mil l e
(1) F alta en elorig inal : pod ia sup lirse : lo haran.
(2) Pued e suplirs e : elR ecabdo necesario para la d efensa.
— 229
quinientos e veynte años . Bamir Nuñez, Pedro d e Vi l lamizar ,F ranc is co Diez, Diego F ernandes , Juan d e Villacid .
Pormandad o e acuerdo d e los Regid ores e d iputad os d e la
muy nob le e muy leal cibdad d e leon.
Garcia Alons o , notario . (Rúbrica. )
[En elres paldo]
A los i l lus tres y muy magníñ cos s eñores los s eñores procura
d ores del R eygno .
LXXIX
Muy altos ymui p oderos os s eñ ores
Vues tras al tezas enbíaron a mandar a es ta cibdad que
hizies en trezientos onbres para es ta guerra de navarra, que
d e pres ente s e ofrece, y s e pagas en por dos mes es ; en es to s e
a pues to y pone toda la dyligencia ques pos ible , mas la ty e
rra es tanmis erab le y tan pobre y es tá tan d es truyda d e las
cosas pasadas , ques elmayor trabajo d elmund o es sacar los
d ineros para los pagar , aunque todos tyenen muy buena vo
luntad para s ervir . Sup licamos a vues tras al tezas nos mand en
enbiar cedulas para pers onas party culares d es ta cibdad y
tyerra, para que pres ten los maraved is que fueren menes ter
para el lo ; porque la cuenta y la rrazon d el lo podrá tener el
correg idor d es ta cibdad . Nues tro s eñor la vida y mui real es
tad o d e vues tras al tezas guard e y prospere con acrecenta
miento d e muchos mas rreynos e s eñoríos . Des ta cibdad d e
leon, e acordada en el cons is torio e ayuntamiento d el la por
la jus t icia e rregid ores que en el d icho cons is torio e acuerdo
s e hal laron, a d iez e s iete d ias d elmes d e junio d e quinientos
e veynte e un años . Dize entre rrenglones : e acuerdo , vala.
230
Por acuerd o e mandad o d e jus ticia e Reg id ores d e la cib
dad d e leon.
F ernando d e S antandres , es crivano d elconcejo del la .
(Rúbrica. )
[En elrespaldo]
A los mui al tos y muy pod eros os s eñores la rreyna y el rrey ,
nues tros señores .
LXXX
I lus trís imo y rreverend is ima S eñ or
Oy me d ieron una carta d e V . S . y d es otros s eñores en que
me mandavan que yo acetas e el cargo d e s evi l la,y si yo lo
pud iera aver hecho por s ervir al R ey nues tro s eñor, y o lo hi
ziera d es de elprimero d ía, porque enlas cosas que tocan al
s ervicio d e sumages tad no me suelo hazer d e rrogar, que s in
que me las mand en lo hago , y tanbien holgara d e tornar allá
a gas tar otro tanto d e lo que gas tó s i pud iera hazello ,mas ni
yo es toy bueno d e salud ni tampocomi tyerra es ta para que
y o la pueda d exar, ni aun las cosas d es ta cibdad y d e su
ty erra tan s os egadas como V . S . al lá. p iensa, porque aun oy
s obre elrrepartymiento d es tos peones que an d e yr a s ervira
navarra y s obre los d ineros que s e sacan para pagallos , fue
ron a un party do d es ta cibdad un rreg idor y un alguazi l y un
es crivano , y d ieron a las campanas , tras d el los y con bal les
tas , armas y con piedras los corrieron, y prend ieron ales cri
vano y le hizieron dar no s e que tes timonios . L a pes quisa s e
es tá sacand o y el lo se cas tigará. como cump le al s ervicio d e
sumages tad y a la pacificac ión des ta ty erra, s in ninguna
fal ta. Nues tro s eñor su yllus tris ima y rreverend is ima pers o
na guard e y es tad o acreciente . D e león a 20 d e junio d e 52 1
años .
232
que quando yo lo acete , lo acete por s ervir alrrey nues tro s e
ñ or y agora lomismo . L o que sup l ico a V . S . , s i en es te ofi
cio es s ervid o que y o s irva, tengan por b ien d e proveer las
cosas d e al lí d e manera quel servicio d e sumages tad s e haga
y vaya ad elante y yo pueda sal ir con lo que V . S . me manda
re y cunpla a la exs ecucion d e la jus ticia que en lo que ami
toeare , poco o mucho ,lo que V . S . fuere s ervido d e mandar
que s e haga conmigo ,s eré y o contento , porque y o no tengo
d e venderme ni rresgatar en las cosas que cumplieren al s er
vicio d e sumages tad ; que mejor vo luntad y anymo tend ré
para gas tar lo que me a quedado en s ervicio d e sumages tad
que quantos por allá piensan que mejor lo hazen. Y porque y o
hab lé con Paez, mi cryado , el hab lará. con V . S . mas larg o ,
as í s obre lo que V . S . d eve d e mandar proveer en las cosas
necesarias , como en algunas que ami me tocan, que querría
que s e proveyes en poraver yo d e d exarmi casa, el qual dará.
cuenta d el lo a V . S . , a el me rremito y le sup l ico le d e entera
fe y crencia.
Nues tro s eñor su yllus tris ima y rreverend is ima persona
guard e y es tad o acreciente . D e leon a 22 d e julio d e 521 años .
S ervy d or d e vues tra s eñ orya rreverendy syma que sus ma
nos besa,
ElConde d e Luna. (Rúbrica. )
[En elrespald o]
Al yllus tris imo y rreverendis imo s eñor el s eñor Cardenal d e
Tortosa, gobernad or d es tos rreynos , etc .
LXXXII
Muy virtuos o s eñ or
Paez, mi s ecretario ,
me d ixo que os truxo una carta d el
correg imiento d e ponferrada para que la s eñalare el licencia
— 233
d o Capata y que ay s e le d etubo ,viniend o d espachada de
aquel los s eñores , y porques te es persona que a s ervido a su
mages tad y por quien yo d es eo hazer , pidos , señor , pormer
ced , tengais manera que s e despache , que en el lo R es cibiré
merced y porque creo que as i lo harey s no d igo más . Nues tro
s eñor vues tramuy virtuosa pers ona guard e . D e leon a 23 d e
julio d e 52 1 años .
Azey sme por al la tanta merced en todo cuanto s e ofrece
que yo no lo podré pagar, mas en lo que s e ofrecyere recybyré
yo muy gran merced que me enbyey s a mandar en que os
syrva a lo que , s eñor , mandardes .
ElCond e d e Luna. (Rúbrica. )
[En elrespaldo]
Al muy virtuos o s eñor el s eñor Cas tañeda, s ecretario d e su
mages tad , etc .
LXXXIII
I lus tris imo e R everendis imo S eñ or
D os cartas d e vues tra s eñoría Recebi , y a la primera no
Respond i porque quand o vues tra s eñoría la es cribió no d e
viera s er l legado uno mio que avia l levado la Respues ta d e
lo que Rodrigo d e Paz,mi criad o , avia traid o . Yo enbié a su
p licar a vues tra s eñoría proveyes e en las cosas d e aquel la
cibdad d e manera que yo pud ies e hazer lo que cump l ía al
s ervicio d e sumages tad y tamb ién que no ovy es e d e des
truyrme a mi ni su mages tad ni vues tra s eñoría s eria d el lo
s ervido ,y s egund lo que V . S .
' y es os señores me parecen
que proveen es mas para conplir con su mages tad , d iziendo
que darán lo que era necesario que no para proveer lo que
eramenes ter , que aunque fuera un es cudero elque allí en
—234
viaran no lo proveyeran d e otramanera. Yo holgara d e quefuera cosa que yo lo pud iera hazer por s er cosa que tocava
al s ervicio d e sumages tad , mas como V . S .
a y es os s eñores lo
proveen yo no lo podria hazer en ninguna manera , porque la
gente es muy poca y tanb ien en lo d e ayuda d e cos ta su ma
g es tad no s erá s ervid o que yo venda otrro lugar paramante
nerme al lá. y que me aga d e venir por no pod er s ofrir la
cos ta. Vues tra s eñoría podrá proveer como fues e s ervido ,
que en—todo lo que y o pud ies e s ervir tengolo d e hazer como
fas ta aqui he fecho .
Nues tro s eñor la vida,illus tris imo e R everend is imo y es
tad o d e V . S .
'guard e y pros pere . D e leon 6 d e S etienbre .
S ervyd or d e vues tra s eñoría reverendysyma que sus ma
nos besa,
E l Cond e d e Luna. (Rúbrica. )
[En elrespald o]
Al I lus trís imo e R everend is imo s eñor el s eñor Card enal d e
Tortosa, governador d es tos Reynos d e Cas ti l la.
LXXXIV
Muy virtuos o s eñor
Bien parece s eñor la gana que teneis d e me hazer merced
y b ien conos cid o lo tengo yo . Yo ,s eñor, como sabeis acetara
es te cargo por s ervicio d elrrei nues tro s eñor y por mandar
melo el s eñor Cardenal a quien, d espues d el rrei nues tro s e
ñ or, tengo elamor y obid iencia que al Cond e , mi s eñor , mi
padre . Y en verdad éld e mi pers ona y hazienda pued e d is
poner como d e cosa suya propia y s i en es to no ynterviniera
otra cosa s ino elmandato d elrrey nues tro s eñor y el d e su
s eñoría y o lo pospus iera todo, mas yo e sabid o que el s eñor
ER RATAS QU E SEHANNOTAD O
L ínea L éas e
S an Marcial
astial
les
7 de mayo d e 1525
pues tas
pertenec ientes
alcaldes
S an Marciel
has tialle
7 de mayo de 1515
puertas
pertenecían
alcaides
240
L eón: Res tos herá ld icos y escultóricos encontrados en laCapil la de los Quiñones
L eón: Mus eo Arqueológ ico : Es tatua orante de D on Juande Guzmán
L eón: Fachadamerid ional delpalacio de los Guzmanes .
Toral de los Guzmanes : Res tos delpalacio - cas ti l lo de D onRamiro Núñez de Guzmán
Toral de los Guzmanes : Res tos delpalacio- cas til lo de D on
Ramiro Núñez de GuzmánToral de los Guzmanes : U na de las puertas de acceso alpalac io- cas ti llo de D on Ramiro Núñez de Guzmán
Plano de la ciudad de L eón a principios dels ig lo