Lectores SalvajesBitácora del aullido. 2013

club de lectura

Lectores Salvajes somos así

somos muchos puñados de esperanzasmontones de esperanzasy afuera los truenos lejos

y cercay nosotros los vemos

y leemosensalvajados

nos encanta leery los ruidos adentro nuestro

y abrazamos el amor por la lecturanos encantan las lecturas

porque nuestra esperanza es profundahermosacontenta

sube como los globosy compartimos las lecturas

las nuestras y reimostodas las veces

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¿Quiénes somos?

Los Lectores Salvajes somos un grupo de personas que nos reunimos un domingo a la tarde al mes, convocados por el amor a los libros y a los diálogos que se fundan a partir de ellos. Nos gusta la gente que gusta de leer (y también la que no). Nos gusta discutir algunos asuntos como: por qué determinados libros se vuelven importantes en determinadas épocas, por qué algunos otros se conocen muy poco, así vamos viendo que a medida que leemos y comentamos les encontramos un valor especial. También nos preguntamos cómo llegan a nosotros, y qué cosas nos cautivan cuando los leemos y van marcando nuestro recorrido, que siempre es diverso y un poco arbitrario.

Creamos un espacio donde no hay voces autorizadas para criticar ni para interpretar, sino que apostamos a construir una lectura colectiva que se arma en los encuentros, y se va completando con viajes, películas, entrevistas, intercambios en el facebook y ... las inquietudes y los divagues de los que compartimos el club.

Vemos la lectura como experiencia, la lectura como mirada, la lectura como una puerta y como navegar por un río… salvaje, lectura salvaje, más corporal que racional, más silvestre que cultivada, feroz y poco domesticada, más libre que controlada, instintiva y movida por ese impulso que reconocemos dentro nuestro como una identidad.

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Pasito a pasito

Comenzamos a funcionar a principios de 2012 con los encuentros mensuales luego de haber realizado algunas reuniones informales pero con las mismas intenciones del espíritu actual. Leímos “Cómo me hice monja” de César Aira, “La hora de la estrella” de Clarice Lispector, “La traición de Rita Haywhort” de Manuel Puig, y “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez. A mediados de 2012 ampliamos la convocatoria a las tardes de los jueves en el Centro Cultural Estación Provincial. Leímos diversos textos breves y nos quedamos cerquita en el barrio. El año 2013 nos encontró en la nueva casa verde, aquí les compartimos algunas imágenes y palabras de nuestro viaje literario en este año…

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2013

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E N E R O

“Los galgos, los galgos” de Sara Gallardo.

Enero es el nombre una novela de Sara Gallardo. Comenzamos este año con ella, pero como somos un poco caprichosos, elegimos otra: “Los galgos, los galgos”. Publicada en 1968 nos cuenta el itinerario de Julián que comienza pleno de amor y que parece hundirse cada vez más en algo diferente, que lo aleja de esa plenitud, que lo va secando. Julian se va dejando arrastrar por los mandatos de su familia y su clase. El encuentro de los Lectores Salvajes con Sara Gallardo estuvo muy entretenido ya que hubo diversas posiciones. Por un lado, la condición social de la autora generó ciertas lecturas desconfiadas. Hubo quienes disfrutaron de sus visiones del campo y de la primera parte donde el protagonista parece feliz. El personaje de Lisa encantó a varios lectores así como las situaciones con los galgos. La novela cuenta la pérdida del amor y del ideal, se cuenta un pasado que permanece en la memoria y que desde allí irradia cierta calidez y entibia el presente aunque marca cada diferencia como una mueca amarga.

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“Llamé a Lisa que estaba arreglando alguno de los cachivaches que entorpecían nuestros viajes y después encontraron su lugar en el primer cuarto de la casa, ahora blanqueado con cal y destinado anosotros. Salió, vio a Corsario y lo nombró. ël respondió tan cortésmente como me había saludado a mí. Y desde ese día fue a echrase junto a nuestra puerta.”

Fragmento de “Los galgos, los galgos”.

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F E B R E R O

“Sudeste” de Haroldo Conti“El agua” de Enrique Wernicke

Volvimos de las vacaciones descansados y con ganas de leer (aunque siempre tenemos ganas de leer), esta vez nos atrevemos a dos novelas geniales y diferentes y con muchas cosas en común, aunque sin ningún ánimo de compararlas. Este mes leímos dos libros con mucha agua. “Sudeste” de Haroldo Conti y “El agua” de Enrique Wernicke. Conti publica Sudeste en 1962. Aquí el autor nos muestra con descripciones memorables el paisaje y la vida de un puñado de personas que viven en el delta del Paraná. Leyendo, estamos con el Boga, un muchacho isleño que un día toma su bote para probar suerte en otro sector de la costa. La novela es río en plenitud, sus movimientos pulsan la vida y los hombres que allí viven por momentos parecen viajar con él, en otros parecen sus enemigos y a veces parecen sus amantes. Duro es lo que cuenta, y hermosa es la escritura de Conti.

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“El agua” de Wernicke es de 1968. Es una novela que consiguió el Premio Nacional de Literatura de forma póstuma. Este autor parece estar en los bordes de la literatura argentina porque hoy pocos lo recuerdan, aunque ha sido reeditada su novela La ribera, la cual consideramos excelente. “El agua” cuenta la historia de un hombre anciano, jubilado ferroviario, que enfrenta una inundación. Narra un límite, el de la vida y el de la memoria.

El encuentro fue uno de los más tiernos que hemos compartido ya que nos encariñamos con los protagonistas de estas historias.Seguimos hablando de ellos varios meses después aunque ya no los visitáramos con nuestra lectura.

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M A R Z O

Tristezas y alegrías del vino de la costa

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El 24 de marzo, día especial, emprendimos un viaje a la Isla Paulino, nuestra lectura fue “Tristezas del vino de la costa”, la crónica que escribió Conti sobre la isla para la revista Crisis, en el año 1976. Leímos el artículo a la sombra de los árboles mirando el río. Sentimos estar viendo el lugar con los ojos de él.Nos encontramos en la isla con un marca que recordaba la estadía del escritor cuando escribió el artículo.

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A B R I L

“Las primas” de Aurora Venturini

Este mes leímos “Las primas” de Aurora Venturini que ganó en 2007, el premio Página/12 de novela joven con gran repercusión, entre otras cosas porque tenía más de ochenta años en ese momento.

En el encuentro estuvimos atravesados por el acontecimiento trágico de este 2013, la inundación del 2 de abril en La Plata. Incluso nos enteramos, luego, que la autora corrió serio riesgo. Varios de los lectores salvajes manifestaron haber recordado en algún momento de esos días tremendos las lecturas recientes de Conti y Wernicke, sobre todo este último. Un día gris y frío, éramos pocos y nos disfrutamos bastante con esta familia tan particular que nos muestra Aurora. La llamamos a su casa y hablamos con ella de las lecturas que hicimos y de la literatura en general. Algunos días después fuimos

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de excursión al Bafici porque se estrenó el documental “Beatrice Portinari” que retrata este último tiempo de la autora. Allí descubrimos que fuimos capatados por las cámaras en la última presentación del libro de Aurora. Luego recorrimos librerías en busca de ofertas, como nos gusta hacer cada vez que visitamos una ciudad.

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M A Y O

“Un horizonte de cemento” “Alias Gardelito” de Bernardo Kordon

Otra vez nos atrevimos a la lectura de dos libros, más por salvajes que por otra cosa. “Un horizonte de cemento” y “Alias Gardelito” de Bernardo Kordon. Kordon es un gran autor pero que hoy está casi olvidado. Para nosotros un observador de la vida marginal, los pobres y los desclasados, los ambientes suburbanos y el mundo de la picaresca ciudadana.

Es uno de los grandes escritores de la literatura argentina del siglo XX. Nació en Buenos aires en 1915 y murió en Chile en 2002. “Un horizonte de cemento” es de 1940 y “Alias Gardelito” es de 1956. Vimos la película “Tacos altos” de 1985 con guión suyo. Kordon y los suburbios de la ciudad, sus personajes eternamente perdedores, la traición, el dinero y los sueños.

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Inspirados en los ambientes porteños de sus novelas nos fuimos a recorrer las calles de algunos barrios de Buenos Aires. Anduvimos por Boedo y luego un poco por San Telmo. Estuvimos en la esquina Homero Manzi, en

la Biblioteca Municipal Miguel Cané y luego fuimos al histórico Café Margot. Más tarde fuimos al teatro a ver “Dirán que fue la noche” a la Scala de San Telmo. Una obra basada en poesías de diferentes autoras rioplatenses: Alejandra Pizarnik, Silvina Ocampo, Susana Thénon, Alfonsina Storni, Ivonne Bordelois; Marosa Di Giorgio y Juana de Ibarbouru. Al final la actriz de la obra pidió un aplauso para la escritora Ivonne Bordelois que estaba allí al lado nuestro. Nos sacamos una foto con ella.

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J U N I O

“La furia” y otros cuentos de Silvina Ocampo

“La furia y otros cuentos” de Silvina Ocampo fue el libro que leímos este mes. Nos atrevimos a realizar una edición diferente, con cierto ánimo de experimentación antojadiza. A la edición original de 1959 le agregamos los cuentos “El impostor” que pertenece a “Autobiografía de Irene”, y “Cornelia frente al espejo” del libro homónimo

mujeres. Esta fue la primera vez que nos animamos a un libro de cuentos y dejamos la novela. Hubo una nueva mecánica de lectura: cada lector salvaje expuso su lectura a partir de elegir por medio del azar papelitos donde estaban los títulos de los cuentos, luego fueron invitados a escribir una frase o palabra que saliera de los textos, tal cual o inspirada por ellos. Desparramamos los cuentos sobre la mesa, algunos nos gustaron más otros menos nos cautivó lo fantástico, los objetos y sus transformaciones, sus voces narrativas.

de 1988, amagando con abarcar un arco que iría de casi el comienzo a casi el final.

El encuentro estuvo muy bueno. Encontramos en Silvina algunas similitudes con la de Aurora: la familia, la oscuridad, la amenaza, la voz de los niños y de las

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Armamos nuestra propia Silvina con palabras sueltas de ella y nuestras.

los animales son los sueños de la naturaleza

desdoblamientos

personajes perturbados

oscuridad

transgresión

retorcido

la paradoja

monstruos en el espejo

caminando entre las sombras ¿sueño o vigilia?

lo extraño y lo extravagante

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J U L I O

“Kanaka” de Juan Bautista Duizeide

Leimos “Kanaka” de Juan Bautista Duizeide 2007. Un hombre solo que está a punto de partir siempre, en la orilla de todo, hambre y espejismo. Kanakas: los primeros hombres sobre la tierra, los orígenes y sus relatos, la voz de la madre. La derrota, los fantasmas, los recuerdos, las alucinaciones, las palabras. En el encuentro nos animamos a imaginar unos renglones más como otros posibles finales. Estos son algunos:

“Parte hacia el encuentro con su libertad interior. En la isla, la condena era todavía no haber podido construirla” Claudia

“El personaje va a pedir ayuda para los que quedaron en la isla”. “Se sube a La Gringa o al primer barco que se le cruce”. “Va cambiando de embarcaciones hasta el regreso a su patria”. “Promueve encuentros colectivos con los kanakas de su isla defendiendo su cultura, su libertad y dignidad” Alicia

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“Después de saltar algunas olas, se asoma, escondido entre los bultos... Tal vez un compañero a partir de ahora...” Graciela

“Kanaka. Polizonte en goleta de piratas. Navegante pendenciero, hombre lunático, amante del más allá. Kanaka. Fisgón de los cerrazones furtivos. Alientos golondrinos, sin grilletes en sus corazones malditos... El aliento de mandinga me sopla la nuca y el puchero en los cercos de alambres mufa como dragón mañado. Mi miedo piensa en no tropezar, ni llevarse nada por delante. Quizás en un descuido el diablo mete el rabo entre las piernas y me hago bosta vaca contra las hierbas... Estiro los brazos manoteo las riendas y siento en la espalda un puntazo debajo de la paleta izquierda. El facón de doble hoja me atraviesa mi cobardía de patilana. Es tarde ya... Abro la tranquera cizañera y sé de buena tinta que en la madriguera me aguarda el de madera. En la lejanía roja del amanecer, ya calla mi triste cobardía. Kanaka. Marinero de metal con estrellas de coral. Marinero espacial con capa de inmortal.” Mario Garay

A orillas del río, un domingo por la tarde, con un sol que se dejaba asomar compartimos una charla exquisita con el autor de la novela.

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A G O S T O

“La casa y el viento” de Héctor Tizón

En julio emprendimos un viaje a Jujuy para conocer el norte, nos preguntábamos ¿conocemos a algún escritor jujeño?, sí claro, Héctor Tizón. No habíamos leído nada de él. Antes de salir conseguimos “La casa y el viento” y la metimos en la mochila. Anduvimos por Humahuaca, La Quiaca, Yavi, una ruta similar a la que realiza el protagonista, no lo sabíamos. Así fue como Tizón nos iba mostrando el

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lugar y su gente, casi treinta años después de cuando había escrito su novela. Volvimos enamorados del norte, de Tizón y de esta historia a pesar de que es una novela con un clima nostálgico, de despedida porque está recordando algo que ya no será jamás, no podemos dejar de admirar la escritura de Tizón. Teníamos planeado leer, no recordamos qué novela para este mes en el club. Creímos que teníamos que compartir “La casa y el viento” con nuestros amigos y se impuso justo en el mes en que se cumple el aniversario de la muerte del autor. Esto último también lo notamos después y lo celebramos, ya que nos gusta creer en esa relación mágica que se produce entre los libros, las personas, el tiempo y el azar.

En nuestra ronda de lecturas usamos los lugares de una casa imaginada para establecer nuestra memoria y desde allí dar cuenta de nuestros deseos y recuerdos. Esos lugares del hogar los asociamos a los libros y diversas experiencias. Es una novela que comienza con un viaje y que está encarnada en un personaje que siempre está transitando. La poética y la política. La frontera, la memoria en el cuerpo y en el paisaje.

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S E P T I E M B R E

Ciclo Despistas

Realizamos con los amigos de Flautita y Baguette un ciclo de donde los lectores mostraron sus lecturas preferidas. Un ciclo pensado desde los lectores y sus desvaríos. La voz y el cuerpo del lector/a implicados en la lectura de un libro en cada ocasión. Pasaron por el ciclo los siguientes lectores con sus elegidos: Matías Esteban con “Por favor ¡Plágienme!” de Alberto Laiseca. Veronica Luna con “Hidrografía doméstica” de Gonzalo Castro. Gabriela Pesclevi y Manuel Negrín con “Las conversaciones” de César Aira.

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En Laiseca hay zombis, robots, sociedades secretas y locos, muchos locos como en todo el mundo. Y parece que solo queda el arte del plagio. El robo literario. El saqueo de obras. La copia. La fotocopia. Falsear. Imitar. Crear. ¿Crear? ¿Se puede? Solo plagiar. Y escribir hacia adelante. Plagiar, escribir como algunas de las formas de leer.

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O C T U B R E

“Ficciones” de Jorge Luis Borges

Hicimos una Guía especial para que los lectores salvajes anden con placer la autopista borges. Los Lectores Salvajes son la especie más valiente que existe. No hay literatura que los venza. No comprender no debe ser un obstáculo para disfrutar, luego, en una lectura colectiva y salvaje, entre todos. Primero les proponemos leer a Borges para agarrarlo y hacerle una buena lectura salvaje, y que Borges no se lea solo en la universidad. A continuación hay una serie de sugerencias para que su lectura sea más salvaje aún, es decir agradable. Sin querer ser exhaustivos, algunos de los temas en Borges: el laberinto, la literatura, los libros, los espejos, la barbarie, etc. *Consejo vital: terminar los cuentos, no dejarlos a la mitad. Si no se completa el libro al menos cerrar un número redondo de cuentos: no tres y medio, sino cuatro. *Consejo de un manuscrito perdido en un biblioteca: “Es más valioso un lector que se impone a un escritor hostil, que un lector que sólo busca la comodidad”. Ahora, si usted quiere una guía del orden en el que se puede leer a este escritor, proponemos: Primero El sur. Una historia que puede gustar. Seguir con El fin. Un cuento que tiene resonancias fácilmente reconocibles. Luego, El jardín de los senderos que se bifurcan. El primer cuento con cierta complejidad y que seguro usted pasará lo más bien.

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Después, Tres versiones de Judas. Acá comenzamos con las cosas raras. Serían tres formas diferentes de contar la historia bíblica. Luego, El milagro secreto. Un hermoso cuento. Sexto, La lotería en Babilonia. El título es explícito. Las ruinas circulares. Se exploran ciertos temas típicos del autor. Se aumenta un grado más la complejidad. La muerte y la brújula. Una delicia. Otro de los típicos de Borges. Tema del traidor y del héroe. Una lectura que puede resultarle interesante. Y ahora, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius. Esta es la prueba máxima. Lo más alto. Seguro que lo van a pasar. No se hagan problemas con lo bibliográfico del cuento porque en Borges suele ser puro bolazo. La forma de la espada. Fácil. Al lado del anterior es una papita sencilla. Doce, el cuento Examen de la obra de Herbert Quain. Acá se comenta la obra de un autor. Luego, Funes el memorioso. Es una tranquilidad para llegar al final. Es el más amable de los cuentos que le quedan. Después leer, Pierre Menard, autor del Quijote. El último gran pico de la literatura borgeana. Es el último esfuerzo y ya se termina. La secta del Fénix. Un cuento sobre libros. Pero a esta altura usted ya estará acostumbrado. La biblioteca de Babel. Terminamos el camino en la biblioteca total. Si llegó hasta acá se ha consagrado lector salvaje doble de oro para siempre platino campeón. Lo recontrafelicitamos!

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N O V I E M B R E

“Cuentos argentinos de terror”

Hace un tiempo venimos investigando los géneros literarios, y ahora estamos enganchados con el género terror. Vimos películas y leímos. Nos preguntamos qué diferencia el terror de otros géneros. Notamos que no hay una tradición en literatura de terror argentina y armamos una antología que nos pareció apropiada. En esta deriva se nos sumó nuestra amiga, lectora y escritora Claudia Pascual Parada con quien hicimos una selección posible de cuentos de terror argentinos.

Realizamos un encuentro variado y ambulante, con algunos jóvenes serpentineros que andan por el barrio.

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En la estepa – Samantha Schewlin El Monstruo – Daniel Moyano Carbúncula – Aurora Venturini La cabeza de mi padre – Alberto Laiseca Usurpación – Beatriz Guido Las hamacas voladoras – Miguel Briante El aljibe – Mariana Enriquez En rojo culpa – Antonio Di Benedetto La condesa sangrienta – Alejandra Pizarnik El laberinto – Rafael Pinedo Sótano, ser abajo – Fernanda García Lao Infierno grande – Guillermo Martínez

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D I C I E M B R E

De presentaciones y ferias

Fuimos invitados por la gente de Editorial Morosophos a un Encuentro de Editores en la casa de En Eso Estamos. También se inauguró la Biblioteca Tomasa Mouras. Estuvimos con nuestra mesa de publicaciones compartiendo interesantes momentos con Juan del Festín Mutante, con Francisco de Club Hem, el Enjambre de Jenjibre, Como pez en el árbol, y varios amigos más.

El autor platense Juan José del Pino, nos propuso presentar su novísmo libro de cuentos. Ante una nutrida concurrencia y con la ayuda del amigo poeta León Peredo, en la Biblioteca Municipal López Merino, realizamos la presentación.

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La amiga Roxana D´Auro nos invitó a presentar su primer libro “Apocalipsis fly” en el Hormiguero cultural: 35 entre 18 y 19. Una gran historia de ciencia ficción bellísimamente ilustrada. Hace más de dos años leímos los primeros borradores de un texto que este año se transformó en un libro precioso. Roxana es una gran amiga, que forma parte del club desde el inicio mismo y que nos acompaña en este sueño.

Salvajes 2013Roxana, Néstor, Graciela, Claudia P., Marito, Claudia R., Nadia, Natalia, Roberto, Inés, Silvia, Gustavo, Flor (Pablo, Hilario), Lucrecia, Sabrina, Alicia, Mónica, Gaby, Alesandra, Lucía, Nacho, Fernado, Luis

Nos vamos preparando para el 2014. Se vienen más lecturas, nuevos viajes, segunda edición de ciclo Des-Pistas, el deseo de saldar una cuenta pendiente con la poesía, entre otras muchas cosas más.

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Altos de San LorenzoLa Plata