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EDICION NUMERO 123 FAVOR NO TRANSPORTAR EN SHABAT EL RESPETO MUTUO Por: Rabino Yitzjak Fadda Sh"lita Relata el Talmud, que Rabí Akiva tenía doce mil parejas de alumnos y todos ellos fallecieron por causa de una epidemia entre Pesaj y Shabuot. Atribuye el Talmud esta tragedia a que no se respetaron mutuamente. Obviamente ninguno de estos hombres, todos justos y piadosos dignos alumnos de su gran maestro le faltó el respeto a su compañero, sin embargo en alguna medida, y de acuerdo a la estatura espiritual de estos hombres no se comportaron con la debida consideración hacia el otro. Citaremos a continuación al respecto una anécdota que nos habla a las claras de lo que significa el respeto mutuo. Esto ocurrió con una de las grandes autoridades rabínicas de esta última generación, Rabí Moshe Feinstein z"l. Rabi Moshe Feinstein z"l era uno de los grandes sabios de la generación y una de las más destacadas autoridades halájicas. En cierta ocasión, Rabí Ovadia Yosef z"l dijo en su clase que si había alguien por quien es posible pronunciar la bendición que establece el Talmud sobre los sabios de Israel, ese es Rabí Moshe Feinstein z"l y ponía en duda si existía alguna otra autoridad de esa magnitud. Y cuando estudiaba los libros de Rabí Feinstein se extasiaba con la sabiduría del autor. Esto ocurrió cuando Rabí Moshe era ya anciano y se le comenzó a dificultar llegar hasta la Yeshivá donde rezaba y pronunciaba sus shiurim. Tras algunos contactos, se ofreció un benefactor a donar un automóvil digno para esta función, que trasladara al rabino a los lugares donde debiera movilizarse. Uno de sus alumnos, un abrej, se ofreció como chofer y se alegró cuando aceptaron su oferta pues podría estar cerca y servir a uno de los grandes sabios de Israel. Este joven trataba cada día de hacer que los viajes del rabino sean agradables, cuando aparecía el rabino inmediatamente se ponía de pie y le abría la puerta del coche ayudándolo a subir. Como es de suponer, el rabino respondió a tanta gentileza y respeto de la misma forma y hablaba con el joven y respondía todas sus preguntas. En cierta ocasión, este abrej tuvo que trasladar al rab desde la Yeshiva hasta su casa. Como era su costumbre, le abrió la puerta del automóvil al rab y lo ayudó a subir, pero sin percatarse de que todavía la mano del rab estaba asida al lado de la puerta, cerró ésta fuertemente dejando presionado el dedo del rab en la misma.

Boletin 123

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EDICION NUMERO 123 FAVOR NO TRANSPORTAR EN SHABAT

EL DÍA DESPUÉS EL RESPETO MUTUO Por: Rabino Yitzjak Fadda Sh"lita Relata el Talmud, que Rabí Akiva tenía doce mil parejas de alumnos y todos ellos fallecieron por causa de una epidemia entre Pesaj y Shabuot. Atribuye el Talmud esta tragedia a que no se respetaron mutuamente. Obviamente ninguno de estos hombres, todos justos y piadosos dignos alumnos de su gran maestro le faltó el respeto a su compañero, sin embargo en alguna medida, y de acuerdo a la estatura espiritual de estos hombres no se comportaron con la debida consideración hacia el otro. Citaremos a continuación al respecto una anécdota que nos habla a las claras de lo que significa el respeto mutuo. Esto ocurrió con una de las grandes autoridades rabínicas de esta última generación, Rabí Moshe Feinstein z"l. Rabi Moshe Feinstein z"l era uno de los grandes sabios de la generación y una de las más destacadas autoridades halájicas. En cierta ocasión, Rabí Ovadia Yosef z"l dijo en su clase que si había alguien por quien es posible pronunciar la bendición que establece el Talmud sobre los sabios de Israel, ese es Rabí Moshe Feinstein z"l y ponía en duda si existía alguna otra autoridad de esa magnitud. Y cuando estudiaba los libros de Rabí Feinstein se extasiaba con la sabiduría del autor. Esto ocurrió cuando Rabí Moshe era ya anciano y se le comenzó a dificultar llegar hasta la Yeshivá donde rezaba y pronunciaba sus shiurim. Tras algunos contactos, se ofreció un benefactor a donar un automóvil digno para esta función, que trasladara al rabino a los lugares donde debiera movilizarse. Uno de sus alumnos, un abrej, se ofreció como chofer y se alegró cuando aceptaron su oferta pues podría estar cerca y servir a uno de los grandes sabios de Israel. Este joven trataba cada día de hacer que los viajes del rabino sean agradables, cuando aparecía el rabino inmediatamente se ponía de pie y le abría la puerta del coche ayudándolo a subir. Como es de suponer, el rabino respondió a tanta gentileza y respeto de la misma forma y hablaba con el joven y respondía todas sus preguntas. En cierta ocasión, este abrej tuvo que trasladar al rab desde la Yeshiva hasta su casa. Como era su costumbre, le abrió la puerta del automóvil al rab y lo ayudó a subir, pero sin percatarse de que todavía la mano del rab estaba asida al lado de la puerta, cerró ésta fuertemente dejando presionado el dedo del rab en la misma.

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Desde un principio, el rab decidió permanecer en silencio y soportar el tremendo dolor que lo asaltaba, y esperar que el abrej se acomodase en su lugar para poder abrir la puerta y liberar el dedo. Pero al sentarse el abrej al volante el trató en vano de liberar el dedo y no pudo, aún así decidió soportar el tremendo dolor durante los minutos que se tardaba el viaje hasta su casa. Durante el viaje, el joven le preguntó al rab como estaba, como era costumbre y continuó su charla con el rab, mientras este soportando los intensos dolores le respondía gentilmente al joven. En un punto del recorrido ya cercano a la casa del rab, un embotellamiento de tránsito no permitía que al automóvil se adelantase, el rabino le dijo al joven que quizás era preferible continuar a pie ya que estaba muy cerca de su casa. El joven le respondió firmemente "de ninguna manera, yo asumí el compromiso de trasladar al rab hasta la puerta de su casa y así lo haré, sea lo que sea". Rabí Moshe Feinstein z"l permaneció en silencio soportando el dolor hasta que finalmente llegaron a su casa. Una vez allí, el rabino subió a su apartamento y al retirarse el joven Rabí Moshe cayó desmayado producto del dolor que soportó. Inmediatamente la gente de la casa llamó a la ambulancia y trasladaron al rabino a centro hospitalario. Allí aún cuando los médicos trataban de averiguar con el rabino que ocurrió este se negaba a relatar el hecho. Pero sus familiares, junto con su médico de cabecera le explicaron que era sumamente necesario conocer los hechos para poder realizar el tratamiento adecuado. Entonces el rabino aceptó relatar el hecho. Sus familiares, atónitos, le preguntaron por qué soportar tanto dolor y poner en peligro su mano, se ponía en duda si volvería a escribir impidiendo así que las futuras generaciones se soslayasen con sus magníficos escritos, era más simple pedirle a aquel abrej que liberase su mano a lo que accedería, obviamente en forma inmediata. Respondió Rabí Moshe, aquel abrej hacía todo lo posible para que me sienta bien, cómo podría yo provocarle la tremenda angustia de sentir que me había hecho un daño?! Aquel joven nunca se perdonaría lo que había hecho, dicho el rabino. De lo anterior podemos obtener una gran enseñanza de como uno de los grandes sabios de las últimas generaciones logró educar sus instintos y hacer gigante su alma y tratar en alguna medida de absorber esta lección para mejorar el trato que le dispensamos a nuestros compañero.

LEILUY NISHMAT

ABRAHAM KECHEK HACOHEN z"l

6 DE ELUL 5749

T.N.Z.B.H.

SU ESPOSA E HIJOS

N.Y.

LEILUY NISHMAT

SHLOMO KAMHAZI BEN RIVKA z"l

20 SIVAN 5759

T.N.Z.B.H.

SU ESPOSA E HIJOS

CARACAS

“No debe ser dicho todo lo que se piensa. No debe ser escrito todo lo

que se dice. No debe ser publicado todo lo que se escribe. Y no debe ser

leído todo lo que se publica”.

Rav Menajem Mendel de Kotzk.

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Resumen de la Parashá Levítico 26:3-27:34

En la sección Bejukotái Di-s promete que si los Hijos de

Israel observarán sus mandatos, disfrutarán de prosperidad

material y vivirán seguros en su tierra. Pero también da una

dura “reprimenda” advirtiendo sobre el exilio, la persecución

y otros sufrimientos que les ocurrirán su abandonan su

pacto con Di-s.

Sin embargo, “Aun entonces, cuando están en la tierra de sus enemigos, no los

aborreceré ni los despreciaré como para destruirlos y anular Mi pacto con ellos; pues

Yo soy el Señor, su Di-s”.

La parashá concluye con las reglas de cómo se calculan los valores de los diferentes

tipos de promesas económicas hechas a Di-s.

Cortesía: es.chabad

AHAVAT ISRAEL NOTA

El pueblo Sefardí ha perdido a uno de los más grandes sabios de este tiempo. Recordaremos

siempre a Maran Ovadia Yosef ZT”L. Este Boletín Semanal es dedicado a la elevación del

alma de este gran Tzadik quien fue una lumbrera en estos tiempos.

Centro De Estudios Judíos Rabí Moshe Ben Maimon

Es un gusto poder informar a todos el espacio que se ha

abierto en Prado-Centro Medellin, en donde se desarrolla

el estudio de las Halajot, Musar, Sefer HaJinuj, y vida judía

en general. Dentro de poco iniciaremos el estudio del

Talmud, con el Tratado de Berajot.

Quiera HaShem que se abran más lugares donde se

estudie la Torah.

Interesados llamar al 300-2698121.

ANUNCIO IMPORTANTE

Reciban un cordial saludo todos nuestros lectores en los

diferentes países de nuestra mayúscula América,

queremos anunciarle a todos que estamos ofreciendo

espacios publicitarios en nuestro Boletín Semanal, a los

interesados en pautar con nosotros pueden escribirnos al

correo electrónico [email protected] con gusto

responderemos las inquietudes que tengan al respecto de

las pautas publicitarias en el Boletín Semanal.

Gracias

www.radioyeshiva.listen2myradio.com

Page 4: Boletin 123

IMPORTANTE

Saludos a todos.

Hay diferentes vías para contactarse con nosotros por:

-. Mail: [email protected]

-. Skipe: boaz.farinas.eisenberg

-. Facebook: Regresando a las raíces

-. Teléfono en Colombia: 316-4479782

Nuestras clases ya iniciaron, días lunes y jueves a las 7:30 PM hora de Colombia. Clases para mujeres por Skype lunes y jueves a las 6:00 PM hora de Colombia, dictada por Mijal D Fariñas.

WWW.YESHIVAVIRTUAL.JIMDO.COM

CONTAMOS CON TU APOYO

Contamos con el apoyo de todos para poder continuar con nuestro proyecto en Ibero-América.

Si deseas apoyarnos escríbenos un mail a [email protected].

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Latino-Americana Boaz Fariñas dictara conferencias en diferentes lugares

de Colombia y de otros países de américa latina.

Temas a tratar en la conferencia:

-. Los Benei Anusim realidades y mitos. -. Las 13 cualidades de Rabí Israel Salanter. -. Somos un pueblo.

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SOMBRAS NADA MÁS

Extraido de Jabad Magazine. EL 18 DE YIAR ES EL ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL

SANTO RABÍ SHIMÓN BAR IOJAI. ÉL PIDIÓ QUE ÉSE DÍA SE RECUERDE CON ALEGRÍA Y

ESPECIALES FESTEJOS.

Era un día de otoño típico en 1906 cuando Rabí Iedidia Horodner entró en el “Tiferet Israel”, la sinagoga en la Ciudad Vieja de Jerusalém, con una gran sonrisa en su cara. Con mucha gracia puso una botella de whisky y un poco de pastel en la mesa, e invitó a todos a hacer un “lejaim” brindis. Los congregantes se preguntaron por la causa de la celebración. Había estado circulando el rumor que el día anterior, el Rab Horodner había recorrido todas las Ieshivot locales y distribuido dulces a los niños. Algo bueno había ocurrido obviamente, y esperaban oír lo que era. De hecho, después de que todos pronunciaron una bendición sobre el pastel y habían alzado las copas, el Rabino los conformó: La historia estaba relacionada con el sobrino del Rabino, un muchacho de 15 años llamado Shmuel Rosen, que era originalmente de Riga. Su padre, Rabi Ozer Rosen, lo había enviado con su tío cuando sólo tenía ocho años, en la creencia que no había mejor lugar en el mundo para desarrollar los talentos intelectuales del muchacho que en la Ciudad Santa. Rabi Horodner crió al

Escríbenos al mail: [email protected]

ESHET JAIL SEFARDI

Un espacio de mujeres y para mujeres…

Proyecto de la Yeshiva Virtual Latino-Americana.

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pequeño Shmuel como si fuera su propio hijo, y el muchacho floreció. Era un niño agradable, y excepcionalmente consagrado a sus estudios. Pero hacía unas semanas el desastre lo había golpeado. Después experimentar un deterioro en la visión durante varios meses, Shmuel estaba ahora completamente ciego. La oscuridad completa se había posado sobre él cuando estudiaba de un volumen del Talmud. El espíritu del muchacho estaba completamente destruido. Durante días y noches lloró por su destino, y más amargamente por su incapacidad para estudiar Torá solo. Padeciendo una profunda tristeza, se retiró y raramente salía de su cuarto. Su tío se sentía desvalido, hasta que se le ocurrió que un cambio de lugar podría hacerle bien al muchacho. Avisó a su amigo, Reb Shimon Hoizman de Jebron, que recibió al muchacho en su casa. Shmuel se sentía un poco mejor en Jebron, pero permanecía muy deprimido. En ese momento la comunidad judía de Jebron estaba encabezada por dos gigantes de la Torá: el Rabino Sefaradí Rabi Jizkiahu Medini (el autor de Sdei Jemed), y el Jasídico, Rabi Shimon Menashe Jaikin, la autoridad Ashkenazi principal en la ciudad. Siempre, a medianoche, los dos Rabinos iban a la Cueva de Majpeila-el lugar de descanso de los Patriarcas y Matriarcas judíos, para recitar Tikun Jatzot (una Oración especial de lamentación por la destrucción del Templo Sagrado). Reb Shimon Hoizman estaba muy afectado por el sufrimiento del muchacho. Pero ¿qué podía hacer para ayudar? Entonces una noche, él propuso un plan... Aproximadamente una media hora antes de la medianoche Reb Shimon entró en el cuarto de Shmuel. “Despierta, hijo,” susurró suavemente. “Vístete y ven conmigo”. Los dos salieron en la oscuridad, en dirección del patio del Rabino Jaikin. Después de unos minutos los dos Rabinos podían verse acercándose, en su camino a la Cueva de Majpeila. En cuanto ellos llegaron al lugar dónde Reb Shimon y Shmuel estaban aguardando, Reb Shimon desapareció y Shmuel quedó solo. Los dos Rabinos comprendieron rápidamente que Shmuel era ciego. Con apacibilidad le preguntaron cómo había perdido la visón. Cuando el joven les contó que se había quedado totalmente ciego mientras estudiaba, el Rabino Medini le preguntó si recordaba las últimas palabras que había podido ver. -“¡Claro que las recuerdo!” Shmuel respondió. “Estaba en el Tratado de Julín, en el primer lado de la página 36: “¿En quien podemos apoyarnos? Bueno, permítanos confiar en las palabras de Rabi Shimon [Bar Iojai]” Los dos Rabinos se pusieron muy entusiasmados. -“Si ése es el caso” dijeron casi simultáneamente, “entonces puedes confiar en el santo Rabí Shimon Bar Iojai para que te ayude. Ve a su tumba en Merón, pide su bendición, y Di-s te sanará.” A la mañana siguiente, Shmuel volvió a Jerusalém, y ese mismo día él y su tío salieron para Merón. Era un viaje difícil, pero después de varias jornadas, llegaron. Incluso antes de que se acercaran a la sagrada tumba estaban llenos de un sentimiento de confianza. Durante días permanecieron en la tumba de Rabi Shimon Bar Iojai, orando firmemente a Di-s por una recuperación milagrosa. El milagro ocurrió exactamente después de una semana. El Rabino Horodner estaba leyendo en voz alta de la Guemara cuando de pronto Shmuel soltó un alarido. - “¡Tío! ¡Puedo ver tu sombra!” En el curso de los próximos días, la visión de Shmuel mejoró firmemente, y después de 13 días se restauró completamente. Todavía acampando fuera del santo lugar de reposo, tío y sobrino irrumpieron en un baile espontáneo y cantaron los versículos que se entonan tradicionalmente en el aniversario de Rabi Shimón Bar Iojai en Lag Baomer: “Sus enseñanzas son nuestra protección; son la luz de nuestros ojos. Él es nuestro abogado defensor, Raban Shimon Bar Iojai.”

Cortesia: tora.org.ar

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¿QUÉ ES LA CARIDAD?

Por: Jaim Kramer

Tan grande es la caridad que acerca la Redención Final, salva al benefactor de la muerte y le permite percibir el Rostro Divino

(El Libro de los Atributos, Caridad A2-4).

Vivimos en una época asombrosa. Tenemos electricidad, conexiones instantáneas en Internet, jets que nos llevan alrededor del

globo, teléfonos móviles que nos permiten conectarnos con quién sea y dónde esté y -quizás la bendición más grande de todas -

¡plomería y agua corriente en la casa! Disfrutamos de un confort nunca imaginado por nuestros ancestros. Estamos bendecidos

con cosechas asombrosas, por una abundancia de medicinas creadas en laboratorio, con vestimentas listas para ser usadas y toda

clase de comodidades. Aun así, no todos derivan placer de esa abundancia.

La plétora de prosperidad material es contrarrestada por la extrema pobreza. La riqueza agregada de algunos individuos llega a

ser equivalente al producto bruto interno de algunos países, mientras que otros -que quizás viven a unas pocas cuadras de esos

billonarios- no tienen casi nada. Así como las estadísticas demuestran que los dones para caridad están aumentando

constantemente, igualmente lo es la necesidad de “compartir la riqueza”.

No pasa un día sin alguna clase de pedido en la calle. Raramente pasa una semana sin que un individuo u organización golpee a

la puerta, llame por teléfono o solicite por medio de e-mails, pidiéndonos involucrarnos. Quizás no siempre abrimos la puerta ni

respondemos a los mensajes, pero de alguna manera, en algún lugar, alguien debe estar haciéndolo, pues parece que los

solicitantes siguen en pie y que consiguen ayuda. Sea como fuere, no abandonan.

Entre aquellos que compiten por los fondos están los hospitales, las clínicas, los institutos de investigación médica y otras

organizaciones dedicadas a mejorar la salud alrededor del mundo. Hay instituciones educacionales, organizaciones religiosas,

servicios sociales para los ancianos y para los discapacitados físicos y emocionales, organizaciones dedicadas al rescate de los

animales y a la protección del medio ambiente. A nivel individual, encontramos viudas y huérfanos, gente sin hogar, los

desempleados y los que están subempleados… la lista es interminable.

Hay tantas causas. Pero, créase o no, más numerosas que las causas son las personas que tienen la capacidad de aliviar el aprieto

de los necesitados en todas partes. ¿Qué es lo que las retiene?

El hecho de que no conocen el poder de lo que se da.

Dijo el rabí Natán, “Si comprendiésemos cuál es la recompensa que viene de dar caridad, correríamos por las calles buscando

gente pobre y dándole lo necesario con ambas manos y una gran alegría” (cf. Likutey Halajot, Birkot HaReiaj 5:2).

De modo que, ¿por dónde comenzamos?

Comenzamos comprendiendo qué es la caridad y qué no lo es, y qué papel juega en el plan de Dios para la creación.

DEFINIENDO LA CARIDAD

Si le pides al hombre de la calle que defina la caridad, obtendrás una variedad de respuestas. En general la gente dirá que la

caridad significa ayudar a los menos afortunados. Hablará de dones monetarios, pero también podrá mencionar alimento,

vestimenta, refugio y diferentes actos de bondad.

El judaísmo reconoce esta definición. Dice la Torá: “Le abrirás tu mano y sin falta le prestarás lo suficiente para las necesidades

que tuviere” (Deuteronomio 15:8). De acuerdo a Maimónides, el gran codificador judío, este versículo describe la mitzvá de dar

caridad y se considera un precepto específico de la Torá hacer lo que podamos para sustentar a los necesitados, así sea mediante

un regalo o un préstamo.

Pero la Torá va más allá aún: “Y cuando empobreciere tu hermano y pierda la capacidad de sustentarse, deberás ayudarlo (ve-

hejezakta bo)” (Levítico 25:35). Si los negocios de tu amigo necesitan una inyección de dinero, es una mitzvá ir en su ayuda

para que pueda continuar ganándose la vida. Una razón simple para esta mitzvá es que si los negocios de la persona fallan, se

vuelve necesitada y una carga para los demás. Este tipo de caridad preventiva evita tal situación. En verdad, la frase hebrea ve-

hejezakta bo significa literalmente “lo aferrarás” - significando que debes apoyar a la persona para que no caiga. Uno de los

principios más importantes de la caridad en el pensamiento judío es mantener a la gente sobre sus pies y no permitir que

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sucumba a las dificultades financieras que podrían dejarla en situación de indigencia. Esto no significa dar siempre dinero; a

veces es mejor prestar lo necesario para ayudar a la persona a abrir o a restablecer un negocio. Por otro lado, hay veces en que

no dar caridad es la verdadera caridad. Cuando el deudor crónico se dé cuenta de que ya no hay más préstamos gratis, aprenderá

a administrar sus propios fondos de manera mucho más eficiente. Saber cuándo desembolsar los fondos y cuándo no hacerlo

queda bien expresado en este adagio chino, “Dale pescado a un hombre y lo alimentarás por un día. Enséñale a pescar y lo

alimentarás para toda la vida”.

ACTOS DE BONDAD

Otro aspecto de la caridad que enfatiza el judaísmo es guemilut jasadim (literalmente, “hacer actos de bondad”). Esto implica

ayudar a las otras personas tanto física como emocionalmente, visitando a los enfermos, haciéndose cargo de sus necesidades y

enterrando con respeto a los muertos. El Talmud enseña que guemilut jasadim sobrepasa de tres maneras la forma común de

caridad conocida como tzedaka: (1) tzedaka es sólo con dinero, mientras que guemilut jasadim es con el cuerpo y con la

riqueza; (2) tzedaka es sólo para los pobres, mientras que guemilut jasadim es para el pobre y para el rico; (3) tzedaka es sólo

para los vivos, pero guemilut jasadim puede ser hecho para los vivos y para los muertos (Suká 49b).

Guemilut jasadim incluye ofrecer una palabra de aliento o de bondad a los demás. Cuando Dios creó el primer ser humano a Su

imagen, insufló en el hombre una parte de Él Mismo, el aliento de vida y entonces el hombre se volvió “un espíritu hablante”

(Targum Onkelos sobre Génesis 2:7). El Rebe Najmán dice que debemos utilizar el poder del habla -la facultad que nos

diferencia de los animales- para articular “palabras de caridad” (Likutey Moharán II, 2:4). Cita entonces al profeta Isaías, que

describe a Dios como hablando con benevolencia (Isaías 63:1) y hace notar que emulamos a nuestro Creador cuando le

hablamos con bondad a los demás, como está escrito, “Bueno es el hombre que es generoso y presta; que ordena sus asuntos

con juicio”.

Existe un gran poder en el acto de recibir a la gente con una sonrisa. Enseña el Rebe Najmán:

Con alegría, puedes darle vida a una persona. Esa persona puede sufrir una terrible agonía y no ser capaz de expresar lo que

pesa en su corazón. No hay nadie ante quien pueda abrir su corazón, de modo que permanece profundamente dolorida y

preocupada. Si te acercas a tal persona con un rostro alegre, podrás animarla y literalmente darle vida. Ésta es una gran cosa y

de ninguna manera es un gesto vacío (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #43).

¡De modo que incluso una sonrisa pertenece a la categoría de la caridad!

Otros actos de caridad incluyen perdonar y juzgar a los demás de manera favorable - es decir, encontrando motivaciones

positivas para sus acciones en lugar de condenar sus actos.

Las posibilidades son infinitas. Como hace notar el rabí Natán, cada buena acción que hacemos es considerada un acto de

caridad. Como prueba, cita el versículo “Será caridad para nosotros si somos cuidadosos en cumplir todo este mandamiento en

presencia del Señor, nuestro Dios, como Él nos lo ha ordenado” (Deuteronomio 6:25). Cada buena acción que llevamos a cabo

es acreditada como un acto de caridad, pues es caridad para nuestras almas (Likutey Halajot, Rosh HaShaná 6:10).

Vemos que la caridad tiene muchas aplicaciones. También las recompensas son ilimitadas. A lo largo de las Escrituras, del

Talmud, del Midrash, de los textos kabalistas y jasídicos, encontramos página tras página dedicadas a describir la abundancia y

las bendiciones que descienden al mundo y hacen de él un lugar mejor para vivir, solamente como resultado de un solo acto

caritativo.

En verdad, la caridad estuvo incluida en el mismo acto de la creación.

El rabí Iosef Zundel de Salant volvió a su hogar tarde, luego de su sermón en el Shabat HaGadol (el Shabat que precede Pesaj).

Cuando su esposa le preguntó, “¿Por qué tan tarde?”, él respondió, “Es el Shabat HaGadol. Hoy es costumbre hacer un llamado

para kimja de-Pischa (literalmente, ‘harina para Pesaj’, una colecta para cubrir las necesidades de los pobres para la festividad).

Hice un largo y apasionado pedido para los pobres”.

Ella le preguntó, “¿Tuviste éxito?”.

El rabí Iosef Zundel le respondió, “Logré la mitad. ¡Los pobres están dispuestos a aceptarlo!”.

Extraido de la Bendicion de dar - El Rebe Najman sobre la Caridad.