Boletin 3_A Propósito de La Primera Infancia

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  • 7/25/2019 Boletin 3_A Propsito de La Primera Infancia

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    SECRETARA DISTRITAL DE INTEGRACIN SOCIAL - SUBDIRECCIN LOCAL DE BOSA - MBITO FAMILIAR - BOLETN N 3 05 DE ENERO DE 2016

    A propsito de la Primera InfanciaDe qu hablamos, pensamos y actuamos con y para los nuevos sujetos de derecho

    Las huellas no son slo lo que queda cuando algo ha

    desaparecido, sino que tambin pueden ser las marcas deun proyecto, de algo que va a revelarse

    JOHN BERGER

    urgi, terminando el ao 2015 (a propsito, a todos los lectores,

    buena vida y decisiones para el Nuevo Ao!) la ilusin de pensara Colombia y sus habitantes, segn el Barmetro Global deFelicidad y Esperanza en la Economa, como un pas de gente

    feliz1. Tal Encuesta, paradjicamente, tambin nos defini, como notan optimistas. Estimo que el presunto acierto en lo primero es arazn de esa actitud idiosincrtica, que Garca Mrquez2 describialguna vez como nuestra insignia: la desmesura; lo segundo,irremediablemente, por el ominoso proceso histrico que hemosvivido (que tambin Garca Mrquez relata) tal como padecieron loshabitantes de Macondo: la peste del olvido que hace denegarprecisamente aquello que debe verse. Es decir, somos felices por ladesmesura del ahora, y atormentados (menos optimistas, dice laEncuesta) por el pasado y, peor an, el futuro.

    Por qu estas palabras a propsito de la Primera Infancia?

    Parece que al hablar de las Infancias, palabras y acciones, oscilan en elextremo de la una y la otra tal pndulo sin restriccin. Por un lado,sabemos que la esencia vital de nios y nias es ser felices (por eso,esta es la mayor brecha irreparable entre nosotros -los viejos- y losnios y nias -los nuevos- y que ms nos cuesta redimir al crecer): susaptitudes son la inmediatez de sus sensaciones en la prontitud dedescubrimientos al jugar y la entereza de sus decisiones al juzgar3. S,nios y nias son desmesurados en su estado inmanente de crecerfeliz, vivir feliz. Sin embargo, nos empeamos a despotricar de suciclo vital porque precisamente necesitamos que crezcan. Y es all,donde empiezan a oscilar nios y nias: entre el apeo del anhelo de sufelicidad y el temor de seguir el rumbo de los seres que ama. Qudecisin tan dura y tan importante, que iniciamos los viejos pero que

    ellos y ellas toman, para la formacin en la infancia (y ms an, para lacontinuidad de la ontognesis de la cultura misma).

    Pero, preguntmonos, Cmo hacemos que nios y nias crezcan y sedesarrollen aun conservando su felicidad? Paradjicamente,exaltando desde nuestra labor y corresponsabilidad4en tanto familia,sociedad civil y Estado, esa desconocida sensacin de plena felicidadque hemos perdido al crecer pero que recuperamos al convivir connios y nias protegiendo y garantizando sus derechos. Si jugamoscon ellos y ellas, garantizamos el derecho a la recreacin y laparticipacin en la cultura y el arte (Art. 305); si les hablamos conplenipotencia del reconocimiento de sus capacidades y esencia,garantizamos su derecho a la identidad (Art. 25); si optamos porendulzar adecuadamente sus momentos y les brindamos alimentacin

    balanceada, la vida, la calidad de vida y la dignidad de nios y nias seconsagra (Art. 17); si al caer los levantamos con amor y seguridad,incluso si prevenimos sus cadas, garantizamos el derecho a suintegridad personal (Art. 18); si pap y mam concilian ante susconflictos, garantizamos el derecho a tener una familia y a no serseparado de ella (Art. 22).

    Sin embargo, se nos olvida por grandes y desesperados momentosque tambin debemosgarantizar la felicidad de todos los nios y niasen compaa de quienes le rodean. Pero, no es paradjico?, hacerfelices a quien ya lo son quienes hemos perdido tal sentimiento. Poreso, nadie es feliz en la soledad puesto que, como dice Aristteles, lafelicidad del ser humano es colectiva 6 (creo quienes tienen hijos ehijas pueden precisar ms este sentimiento de completud acerca de lafelicidad como un acto de alteridad absoluta que acontece con el

    otro).

    Segn Childrens Worlds en una encuesta presentada a mitad de aodel 2015, los nios colombianos son los segundos ms felices del

    1 Tomado de El Tiempo el 05 de enero de 2016 en,http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/gente/colombia-el-pais-mas-feliz-del-mundo/164717052Garca, G. (1994). Por un pas al alcance de los nios. En Tres cuentos y una

    proclama. Edicin No. 100. Bogot, Colombia: Instituto Distrital de las Artes.3 El nio y la nia, cognitiva y psicolgicamente, juzga desde temprana edad(incluso intrauterinamente), los estmulos que percibe y que le provocanplacer o displacer. Esto no es sino el inicio de su constitucin como persona eidentidad en el mundo en relacin con el medio y con los dems.4 Segn la Ley 1098 de 2006, la Corresponsabilidad es la concurrencia deactores y acciones conducentes a garantizar el ejercicio de los derechos de losnios, las nias y los adolescentes.5 Artculos consagrados en la Convencin de las Naciones Unidas sobre losDerechos del Nio (1989), Constitucin Nacional (1991) y tomados del Cdigode Infancia y Adolescencia (2006).6Cf. tica a Nicmaco.

    mundo7. Y esto resulta no solo por el reflejo de pensar que la infanciaes feliz por naturaleza, sino por todas las garantas que como culturales ofrecemos.

    Infancias: nuevos sujeto titulares de derecho en el marcosociopoltico y cultural

    En 1789 reconocimos la ciudadana (no de todos, claro); en 1957, ellugar sociopoltico de la mujer en Colombia; y tan solo en menos de uncuarto de siglo, la infancia. Su existencia y reivindicacin socialocasion en los pases desarrollados y subdesarrollados la necesidadde vociferar acerca de movilizar las acciones y esfuerzos paraerradicar la mortalidad infantil, la segregacin social, el maltrato yexplotacin. Perpetuar la vida desde el inicio del ciclo vitalfundament la nueva Poltica Pblica internacional y nacional.

    Muchas voces, pocos efectos Sigue una pervertida idea de ladesmesura con la infancia pero lo logrado: la titularidad de nios ynios como sujetos de derechos los acerc a un lugar dereconocimiento para que no solo se hablara de ellos, sino con ellos y

    ellas. La Constitucin dio pie a garantizar la inalienable decisin de lavida de nios y nias; pero, muchos aos despus, el Cdigo deInfancia y Adolescencia, les endilg un lugar en la cartografasociopoltica al otorgarles la titularidad de sus derechos reconocidosy enunciadospor la familia, la sociedad y el Estado. As, su existencia(no solo biolgica sino social y jurdica8), su desarrollo (gestacional,crianza, aprendizaje y enseanza), su ciudadana (reconocimientopblico de la existencia del sujeto de derechos en plena plenipotenciade los recursos y servicios sociales) y su proteccin (garantizar suatencin integral) son los elementos impostergables de la infanciatitular de los derechos y la formacin de las familias como garante depromocionar y resestablecer los derechos ante las mltiplesvulneraciones, negligencias, sevicias y desmesuras contra nios ynias. Por eso, mbito Familiar (como parte del gran grupo decorresponsables de la SDIS y dems entidades gubernamentales, no

    gubernamentales y comunitarias) se convierte en una de esas pocasvoces con efectos legtimos de responder de manera descentralizadapara exigir a todos los corresponsables de las acciones de la garantade la continuidad del ciclo vital de nios y nias desde la gestacin, elnacimiento y la maternidad.

    5000?!

    En muchas ocasiones este nmero significa la posibilidad detrasladarnos de un punto a otro, una recarga al mvil, el regaloprometido, la alimentacin del da, etc. Hoy dir con temor: son elnmero de nios y nias desaparecidos en 2015 (15 por da!). Estasltimas palabras las escribo por Juan Sebastin Fuentes, nio de dosaos, que si viviera en Bogot -o el servicio de mbito Familiar se

    extendiera a los municipios como Soacha-, que se encuentra en lazozobra del desapego de sus seres amados y en la increble peste delolvido. Porque si lo recordamos por ms ominoso que sea el mismosufrimiento de su ausencia, recordar a Juan (al menos con laspalabras) es el hito de esperanza, de su encuentro. Ya lo reiter antes,el olvido es inevitable pero en un momento en el desarrollo de lahumanidad cuando el conocimiento desbord la capacidadnemotcnica del hombre, surgi la escritura (junto con el arte) paraenmendar esa capacidad palpable de todos de olvidar. Por esoescribo.

    Quiero finalizar con gran hincapi en una virtud maltratada por lamoral contempornea: la compasin. Del latn compassio, la palabraresult en aquel sentimiento que conecta tu irremediable sufrimientocon la plenitud de mi felicidad, es no quedar impertrrito ante tu

    dolor, compartirlo en la lejana del tacto, en la incertidumbre de lahomogeneidad, en la lasitud de la simultaneidad. Demos el primerpaso, padezcamos con el otro su dolor luego a la felicidad como aldolor, el otro nunca le es ajeno. Nuestra Infancia no puededesaparecer ni fsica ni intelectualmente de las virtudes de lahumanidad: del hacernos felices y compadecernos.

    Por Rafael Andrs Porras SuarezLicenciado en Psicologa y Pedagoga

    Maestro Tcnico Nodo 03

    NOTA: Invito a todos a compartir la escritura al leer (y releer), pero tambin, alescribir. El Boletn est abierto para todos porque las palabras necesitan delotro.

    7 Tomado de El Tiempo el 05 de enero de 2016 en,http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/gente/ninos-colombianos-son-los-segundos-mas-felices-del-mundo/162542168Por eso, una de las primeras garantas constitucionales es hacerlos existir enlo colectivo (en lapolis) a travs del Registro Civil y su olvido es negligencia delas obligaciones que enmarca la Carta Magna.

    S