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CORRESPONSABILIDAD PARROQUIAL Agosto 2013 Dios Padre lleno de misericordia te damos gracias por los dones que nos das. Tu has hecho todas las cosas. El tiempo y las estaciones te obedecen. Tu nos has creado a tu imagen y nos pusiste en el mundo haciéndonos corresponsables de la creación. Te damos gracias por Jesucristo, tu hijo, por su resurrección nos permites participar de tu misma vida divina. Ayúdanos a imitarle en su vida de entrega y servicio. Que seamos corresponsables con Él de tus dones. Amén. ORACIÓN DE CORRESPONSABILIDAD La Iglesia: Cuerpo místico de Cristo El Hijo de Dios encarnado en la naturaleza humana, redimió al hombre y lo transformó en una nueva criatura (Cfr. Gal. 6,15), superando la muerte con su muerte y resurrección. A sus hermanos convocados de entre todas las gentes, los constituyó místicamente como su cuerpo comunicándoles su Espíritu. «La vida de Cristo se comunica a los creyentes por medio de los Sacramentos.» (LG 7) En la antigüedad era conocida la comparación entre el organismo humano y la sociedad: como un miembro no puede subsistir separado del cuerpo, así un individuo no puede permanecer aislado de la sociedad. Pablo recoge esta comparación y la aplica a la Iglesia: La Iglesia es un cuerpo con muchos miembros distintos que se necesitan mutuamente, que deben mantenerse unidos y actuar en estrecha armonía (Rm 12, 4-9), compartiendo sufrimientos y honores (1Cor 12,26) y protegiendo a los más débiles y pobres (1 Cor 12,22-25). Así como en el cuerpo si un miembro sufre, también sufre el todo. Estamos mal cuando padecemos en algún miembro. Todo el Cuerpo está mejor, cuando todos los miembros están bien. Así también la Iglesia: sufre cuando un miembro sufre y el bien de la Iglesia está en el bien de todos sus miembros. Sin embargo, Pablo corrige esta imagen. Al hacer la comparación, el segundo término de ésta no es la Iglesia, sino Cristo. Así, a semejanza del cuerpo, Cristo esta formado por diversos miembros: «Es un hecho que el cuerpo, siendo uno, tiene muchos miembros, pero los miembros, aun siendo muchos, forman entre todos un solo cuerpo. Pues también Cristo es así, porque también a todos nosotros, ya seamos judíos o griegos, esclavos o libres, nos bautizaron con el único Espíritu para formar un solo cuerpo». Cuando se dice que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, se quiere afirmar que: Todos los creyentes forman un solo cuerpo, lo que significa que la Iglesia es una comunión donde: Han quedado superadas todas las diferencias y distancias (Cf. Gal 3,28). Se comparte la vida y todos viven poniendo en común las preocupaciones y alegrías, haciendo realidad la atención y mutua entrega. Jesucristo, como «cabeza del cuerpo de la Iglesia», imagen del Dios invisible (Cf. Ef 1,22-12; 4,15-16; Col 1,18; 2,19 ) distribuye su vida divina a todos sus miembros, capacitándoles para que sean presencia actual de su amor en el mundo (Jn 15, 1-5) La Iglesia está sometida a los criterios, escala de valores y la Palabra exigente de Jesucristo, su Cabeza, en quien reside la plenitud (Cfr. Col. 1,18; 2,10) Un cuerpo necesita del alma para ser un cuerpo vivo. Nosotros tenemos un solo Espíritu, que distribuye sus variados dones para el bien de la Iglesia según su riqueza y la diversidad de los ministerios. Este es el sentido de esta imagen bíblica para que entendamos un poco lo que es la Iglesia. En realidad todos los cristianos en la Iglesia fundada por Cristo formamos con Él lo que San Agustín llamaba EL CRISTO TOTAL, Cabeza y miembros.

Boletín de Agosto 2013

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Boletín de corresponsabilidad de la Diócesis de Jaén del mes de Agosto de 2013

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CORRESPONSABILIDAD PARROQUIAL Agosto 2013

Dios Padre lleno de misericordiate damos gracias por los dones que nos das.Tu has hecho todas las cosas.El tiempo y las estaciones te obedecen.Tu nos has creado a tu imageny nos pusiste en el mundohaciéndonos corresponsables de la creación.Te damos gracias por Jesucristo, tu hijo,por su resurrección nos permites participarde tu misma vida divina.Ayúdanos a imitarle en su vida de entrega y servicio.Que seamos corresponsables con Él de tus dones.Amén.

ORACIÓN DE CORRESPONSABILIDAD

La Iglesia: Cuerpo místico de CristoEl Hijo de Dios encarnado en la naturaleza humana, redimió al hombre y lo transformó en una nueva criatura (Cfr. Gal. 6,15), superando la muerte con su muerte y resurrección. A sus hermanos convocados de entre todas las gentes, los constituyó místicamente como su cuerpo comunicándoles su Espíritu.«La vida de Cristo se comunica a los creyentes por medio de los Sacramentos.» (LG 7) En la antigüedad era conocida la comparación entre el organismo humano y la sociedad: como un miembro no puede subsistir separado del cuerpo, así un individuo no puede permanecer aislado de la sociedad.Pablo recoge esta comparación y la aplica a la Iglesia: La Iglesia es un cuerpo con muchos miembros distintos que se necesitan mutuamente, que deben mantenerse unidos y actuar en estrecha armonía (Rm 12, 4-9), compartiendo sufrimientos y honores (1Cor 12,26) y protegiendo a los más débiles y pobres (1 Cor 12,22-25). Así como en el cuerpo si un miembro sufre, también sufre el todo. Estamos mal cuando padecemos en algún miembro. Todo el Cuerpo está mejor, cuando todos los miembros están bien. Así también la Iglesia: sufre cuando un miembro sufre y el bien de la Iglesia está en el bien de todos sus miembros.Sin embargo, Pablo corrige esta imagen. Al hacer la comparación, el segundo término de ésta no es la Iglesia, sino Cristo. Así, a semejanza del cuerpo, Cristo esta formado por diversos miembros: «Es un hecho que el cuerpo, siendo uno, tiene muchos miembros, pero los miembros, aun siendo muchos, forman entre todos un solo cuerpo. Pues también Cristo es así, porque también a todos nosotros, ya seamos judíos o griegos, esclavos o libres, nos bautizaron con el único Espíritu para formar un solo cuerpo».Cuando se dice que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, se quiere afirmar que:Todos los creyentes forman un solo cuerpo, lo que significa que la Iglesia es una comunión donde: Han quedado superadas todas las diferencias y distancias (Cf. Gal 3,28). Se comparte la vida y todos viven poniendo en común las preocupaciones y alegrías, haciendo realidad la atención y mutua entrega.Jesucristo, como «cabeza del cuerpo de la Iglesia», imagen del Dios invisible (Cf. Ef 1,22-12; 4,15-16; Col 1,18; 2,19 ) distribuye su vida divina a todos sus miembros, capacitándoles para que sean presencia actual de su amor en el mundo (Jn 15, 1-5)La Iglesia está sometida a los criterios, escala de valores y la Palabra exigente de Jesucristo, su Cabeza, en quien reside la plenitud (Cfr. Col. 1,18; 2,10) Un cuerpo necesita del alma para ser un cuerpo vivo. Nosotros tenemos un solo Espíritu, que distribuye sus variados dones para el bien de la Iglesia según su riqueza y la diversidad de los ministerios.Este es el sentido de esta imagen bíblica para que entendamos un poco lo que es la Iglesia. En realidad todos los cristianos en la Iglesia fundada por Cristo formamos con Él lo que San Agustín llamaba EL CRISTO TOTAL, Cabeza y miembros.

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San Bernardo, abad, 20 de Agosto

San Bernardo llegó a Citeaux alrededor de la Pascua de 1112. Este monasterio, fundado tiempo antes por San Roberto, San Alberico y San Esteban Harding, fue el primero en el que practicaba, con todo su rigor, la primitiva regla de San Benito. En 1115, San Bernardo fue enviado a fundar, con otros doce monjes, un nuevo monasterio en la diócesis de Langres, en la Champagne. A principios del año 1142, se fundó en Irlanda el primer convento cisterciense. Los monjes procedían de Claraval, a donde San Malaquías los había enviado a formarse bajo la dirección de San Bernardo. Dieciocho meses después ascendió al trono pontificio el abad del monasterio cisterciense de Tre Fontane, Eugenio III, que no era otro que el Bernardo de Pisa a quien San Bernardo había conducido al noviciado. La fama de las cualidades y poderes del santo eran tan grandes que los príncipes acudían a su arbitraje y los obispos le consultaban los asuntos más importantes de la Iglesia y se atenían con respeto a sus opiniones y decisiones. Su consejo, era para los Papas, uno de los principales apoyos de la Iglesia. Llegó a

llamársele “el Oráculo de la cristiandad”. Porque Bernardo no era únicamente un fundador de monasterios, un teólogo y un predicador, sino también un reformador y un “cruzado”. El día de Navidad de 1144, los turcos selyukidas se habían apoderado de Edesa, uno de los 4 principados del reino latino de

Jerusalén. Los cristianos pidieron auxilio a Europa. Eugenio III encargó entonces a San Bernardo predicar una Cruzada. El fracaso de ésta levantó una tempestad contra San Bernardo, quien se había mostrado seguro del triunfo. Bernardo murió el 21 de agosto de 1153, tenía entonces 73 años y había sido abad durante 38. Los monjes de Claraval habían fundado ya 78 monasterios. Fue canonizado en 1174 y proclamado Doctor de la Iglesia, el “Doctor Melifluo”, en 1830. San Bernardo “llevó sobre

los hombros el siglo XII y no pudo menos de sufrir bajo ese peso enorme”. En vida fue el “oráculo” de la Iglesia, reformador de la disciplina y, después de su muerte no ha dejado de instruir y vigorizar a la Iglesia con sus escritos.

Expresiones de Corresponsabilidad AGOSTO 2013

04.08.13 Decimoctavo Domingo en el Tiempo OrdinarioEn una comedia acerca de las cosas. Alguien dijo que: «obtenemos cosas y entonces necesitamos obtener una casa para poner nuestras cosas. Entonces necesitamos obtener más cosas. Así que nosotros, necesitamos una casa más grande para nuestras cosas. Vamos de vacaciones y tomamos algunas de nuestras cosas. Pero compramos cosas que no necesitamos y regresamos a casa con más cosas. Nuestras vidas están llenas de cosas. Y estamos muy apegados a nuestras cosas. Nuestro apego a nuestras cosas proviene de nuestra creencia errónea de que nosotros somos la fuente de todas nuestras cosas, y que las hemos adquirido con nuestro esfuerzo e ingenuidad». Cuando nosotros reconocemos a Dios como la fuente de todo lo que somos y de todo lo que tenemos, y de todo lo que seremos, podemos disfrutar de las cosas que tenemos y compartirlas con otros, sin estar obsesionados por obtener y conservar más cosas de las que necesitamos. Entonces es cuando realmente podemos disfrutar de la vida.11.08.13 Decimonoveno Domingo en el Tiempo OrdinarioLa basura que llevamos al contenedor revela mucho acerca de quienes somos y de lo que hacemos en la vida. Contiene los envases de los productos que atesoramos. Revela donde están nuestros corazones. ¿Qué hay en nuestra basura? Hay personas que la basura no revela nada de su vida. No tienen basura. Tristemente no tienen nada que tirar. No tienen suficiente comida y tienen muy poca ropa. Nosotros haríamos bien si recordamos estas palabras de Jesús, mucho se le pedirá a quien mucho tiene, y más aún a quien más se le ha confiado. Cuando llevemos nuestra basura al contenedor, debemos preguntarnos ¿Cuánto tesoro me ha sido confiado? ¿Qué revela esta basura acerca de mi corazón?

18.08.13 Vigésimo Domingo en el Tiempo OrdinarioQuien conoce, aunque sea sólo un poco, el Evangelio sabe que es un mensaje de paz por excelencia; Jesús mismo, como escribe san Pablo, «es nuestra paz» (Efesios 2, 14), muerto y resucitado para abatir el muro de la enemistad e inaugurar el Reino de Dios que es amor, alegría y paz. ¿Qué significan entonces sus expresiones de guerra? Que la paz que Él vino a traer no es sinónimo de simple ausencia de conflictos. Sino que es una paz que tiene su desarrollo en la corresponsabilidad de todos. ¿Cómo trabajo por la paz? ¿Actúo con justicia, más aun con caridad? ¿Me siento corresponsable de la paz en mi familia, trabajo, amigos...?

25.08.13 Vigésimo Primer Domingo en el Tiempo Ordinario«No sé quienes sois». ¿Qué haremos si Jesús nos dice estas palabras cuando, al final, nos reunamos con él? ¿Nuestro rostro palidecerá y se doblarán nuestras rodillas? ¿Estaremos atemorizados? Murmuraremos, «Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas» Y si Jesús nos pregunta, ¿pero tú, qué aprendiste? ¿Comiste y bebiste en compañía del hambriento, el desamparado, el desnudo, el oprimido, o el enfermo? ¿Saben ellos de dónde eres? Si la gente en necesidad, en nuestro mundo, sabe de donde eres, Jesús lo sabrá también. Él nos reconocerá inmediatamente. Él nos está esperando para entrar en su presencia. Jesús es muy claro: “vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos” ¿Dónde queremos estar cuando todos ocupemos nuestro lugar en el Reino de Dios, en los últimos o en los primeros?

Para el fin de semana del 31 de octubre/ 1º de noviembre de 2009 Solemnidad de Todos los Santos

En el Evangelio de hoy Jesús inicia el “Sermón en la Montaña,” con las “Bienaventuranzas.” Muchos comentaristas Cristianos creen que estos pequeños mensajes de consuelo y esperanza hablan de la esencia de vivir una vida en Cristo. Pero, ¿qué significa para el Cristiano corresponsable ser pobre en espíritu, tener hambre de justicia, ser humilde, limpio de corazón, o ser un conciliador de paz? Abrazar la corresponsabilidad Cristiana es vivir las Bienaventuranzas, y tornar al revés las expectativas de la sociedad; vivir con valores diferentes, y disponer otros estándares. ¿Qué podemos hacer hoy para ser buenos corresponsables de las Bienaventuranzas?

Para el fin de semana del 7/8 de noviembre de 2009Trigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario

Jesús habla a sus discípulos acerca de la pobre viuda que depositó dos sencillas monedas de cobre en el cofre del templo. Él ilustra con esta narración, la enseñanza sobre la corresponsabilidad. A pesar de su pobreza, la pobre viuda en el Evangelio de hoy no rechaza su generosidad para Dios. Aún en su desesperada vida, empobrecida, ella contribuye a una institución terrenal para dar gloria y alabanza a Dios. Lo más importante no es el valor monetario, sino el amor, la confianza y la gratitud expresados a través de la donación. De la misma manera el Evangelio nos hace persuasivas preguntas de corresponsabilidad: ¿qué valoramos nosotros? ¿En qué, o en quién ponemos nuestra confianza? ¿Cómo reflejan nuestra generosidad hacia Dios, las contribuciones que hacemos a nuestra comunidad de fe?

Para el fin de semana del 14/15 de noviembre de 2009Trigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

¿Cómo viviría su día, si supiera que este es su último día de vida en la tierra? Indudablemente, este no sería un día normal. El punto de la lectura del Evangelio de hoy es que el final

UN MOMENTO DE CORRESPONSABILIDAD

del tiempo es siempre inminente. El buen corresponsable permanece piadosamente en alerta, listo para dar cuentas, y vivir cada día en conocimiento del juicio y la salvación por venir. ¿Cómo ejercitamos diariamente la corresponsabilidad en nuestras vidas? ¿Estamos preparados para entregar cuentas? ¿Cómo permitiremos a Cristo trabajar en nosotros, y a través de nosotros, en la preparación para la reconciliación de los cielos y la tierra?

Para el fin de semana del 21/22 de noviembre de 2009Solemnidad de Cristo Rey

La lectura del Evangelio de hoy registra, posiblemente el intercambio de información más importante en toda la literatura, el diálogo entre Jesús y Pilatos. Pilatos asume la conversación en términos terrenales, “rey” político; Jesús, por el contrario, sugiere a Pilatos que él es ese “testimonio verdadero” de un reino totalmente trascendente, aquel que es anunciado por Daniel y la lectura del Libro de las Revelaciones. Esta semana, al aproximarse, la estación de Adviento, podría ser un buen momento para reflexionar acerca de cómo entendemos nuestro rol como corresponsables de este reino trascendente y cómo podemos servir mejor a Cristo para traer este nuevo reino.

Para el fin de semana de 28/29 de noviembre de 2009 Primer Domingo de Adviento

En la segunda lectura de hoy, San Pablo ofrece una profunda bendición a los Tesalonicenses. Él impulsa a la comunidad a continuar mostrando amorosa preocupación por sus miembros y a cuidar de las necesidades de otros. Nosotros atestiguamos por primera vez la espiritualidad de la corresponsabilidad en el trabajo, en una comunidad del Nuevo Testamento que está poniendo la Eucaristía en acción. Prevalece en ella un espíritu de Adviento que transforma y llena con anticipación la venida del Señor Jesús. ¿Qué estamos haciendo para promover este espíritu de corresponsabilidad en nuestras vidas personales y en nuestra comunidad de fe?

Le recomendamos encarecidamente explorar el Foro del ICSC en el sitio www.catholicstewardship.org en el área de “miembros” donde los socios pueden compartir ideas y preguntas. La sección de Corresponsabilidad Parroquial es revisada diariamente por miembros del Comité de Educación y Servicios de Corresponsabilidad Parroquial.

International Catholic Stewardship Council

1275 K Street, NW, Suite 880Washington, DC 20005-4077T: (800) 352-3452F: (202) 682-9018

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