2
[Boletín de prensa] Alimentos para las ánimas. Celebraciones para los muertos en el centro de Quintana Roo. Cada año, cuando se acercan las fechas de la celebración de Todos Santos y Fieles Difuntos, en el Museo Nacional de Antropología se abre una exposición para mostrar las múltiples facetas de la conmemoración en las poblaciones originarias de México. La exposición se fundamenta en una investigación etnográfica previa y una característica muy importante es que el Museo invita a miembros de las propias poblaciones, para que sean ellos mismos quienes construyan el altar y hagan el ofrecimiento como lo hacen en sus lugares de origen. Con ello, el público asistente recibe un testimonio directo de las formas que cada región cultural tiene para recibir la visita de las ánimas de sus antepasados. Este año de 2015 las poblaciones representadas forman parte de la zona maya winik o yucateca, del municipio de Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo. Para el montaje se ha invitado a pobladores de X’pichil y X’Hazil. Desde esos lugares se han trasladado a la Ciudad de México para construir una vivienda maya, arreglar el altar, preparar la comida especial y hacer el rezo con el que se hace la invitación y el ofrecimiento a las ánimas para degustar su banquete. Los preparativos en la casa y en el cementerio comienzan una o dos semanas antes del 30 de octubre, con el bordado de manteles e hipiles. Posteriormente se apresura la adquisición de velas, jícaras, flores y todos los ingredientes necesarios para la preparación de los alimentos que se ofrendarán: el día 30 para los niños, el 31 para los grandes y el 1 de noviembre para los abuelitos. A los ocho días se vuelve a invitar una comida a las ánimas, las cuales permanecen todo el mes de noviembre en los pueblos. La invitación incluye a las ánimas solas, las que ya no tienen familiares que los 1

Boletín de Prensa

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Boletin

Citation preview

[Boletín de prensa]

Alimentos para las ánimas.Celebraciones para los muertos en el centro de Quintana Roo.

Cada año, cuando se acercan las fechas de la celebración de Todos Santos y Fieles Difuntos, en el Museo Nacional de Antropología se abre una exposición para mostrar las múltiples facetas de la conmemoración en las poblaciones originarias de México. La exposición se fundamenta en una investigación etnográfica previa y una característica muy importante es que el Museo invita a miembros de las propias poblaciones, para que sean ellos mismos quienes construyan el altar y hagan el ofrecimiento como lo hacen en sus lugares de origen. Con ello, el público asistente recibe un testimonio directo de las formas que cada región cultural tiene para recibir la visita de las ánimas de sus antepasados.

Este año de 2015 las poblaciones representadas forman parte de la zona maya winik o yucateca, del municipio de Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo. Para el montaje se ha invitado a pobladores de X’pichil y X’Hazil. Desde esos lugares se han trasladado a la Ciudad de México para construir una vivienda maya, arreglar el altar, preparar la comida especial y hacer el rezo con el que se hace la invitación y el ofrecimiento a las ánimas para degustar su banquete.

Los preparativos en la casa y en el cementerio comienzan una o dos semanas antes del 30 de octubre, con el bordado de manteles e hipiles. Posteriormente se apresura la adquisición de velas, jícaras, flores y todos los ingredientes necesarios para la preparación de los alimentos que se ofrendarán: el día 30 para los niños, el 31 para los grandes y el 1 de noviembre para los abuelitos. A los ocho días se vuelve a invitar una comida a las ánimas, las cuales permanecen todo el mes de noviembre en los pueblos. La invitación incluye a las ánimas solas, las que ya no tienen familiares que los recuerden; para ellas se colocan jícaras con comida en el patio de la casa. El 30 de noviembre se prepara la despedida “de ellos”, de los difuntos. Para ello se preparan pollos asados y pilas de tortillas que se envuelven en servilletas bordadas; estos bultos se depositan frente a las casas, para que las ánimas se los lleven a su viaje de retorno.

Paralelamente, la exposición comprenderá un cementerio propio de diversas comunidades de Campeche y Yucatán, en las que se tiene por costumbre exhumar los restos óseos de los difuntos para guardarlos en osarios. Cada año, por estas fechas, se limpian los huesos y se cambian de servilleta, para ser colocados nuevamente en su osario. De esta manera, respetuosa, cálida y cariñosa, los mayas de la península reciben, agasajan y despiden a sus difuntos.

La presencia de la comitiva maya ha sido posible gracias a la muy generosa participación del Gobierno del Estado de Quintana Roo, en particular de la Secretaría de Educación y Cultura, través de la Subsecretaría de Cultura.

De manera complementaria, se han preparado dos eventos públicos. Por un lado, una muestra plástica, en la que varios artistas mayas ofrecen una interpretación desde dentro, de temas que transitan de lo cotidiano a lo singular. Por otro lado, un coloquio sobre antropología e historia de los mayas de Quintana Roo, en el que participarán reconocidos especialistas tanto de la Ciudad de México como de la península de Yucatán.

1