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Nº 2 - FEBRERO DE 2012 La creación de la Parroquia de la Santa Cruz de la Cruz Santa (1929) (Pasa a la página siguente) Fray Albino González por la gracia, de Dios y de la Santo Sede Apostólica, Obispo de Tenerife. Hace- mos saber el expediente de arreglo y demarcación pa- rroquial de esta nuestra Dió- cesis En el Arciprestazgo de la Orotava se crea la siguien- te parroquia con categoría de Entrada: La Santa Cruz en el pago de la Cruz San- ta, cuyos límites serán; al Norte la carretera general, al Sur la cumbre de la cordille- ra de Las Cañadas, al Este el barranco de la Raya y San Felipe hasta la carretera ge- neral y al Oeste el barranco del Mocán desde la cumbre hasta pasar el camino de los Realejos, siguiendo luego la atarjea madre de la Fuente hasta su unión con la atarjea de las Canales en la Gaña- nía alta y siguiendo por esta atarjea hasta la carretera del Realejo Alto, continuará por el camino de la Gañanía baja, vereda de las Canales, y camino de la Carrera a bajar por la derecha de la fin- ca llamada del Jardín si- guiendo su serventía hasta la carretera general; límites que la separarán del Realejo Alto. (La Gaceta de Tene- rife). Nuevo párroco El día 1 de Enero tuvo lugar en el populoso barrio de la Cruz Santa, la toma de posesión del nuevo párro- co que ha de regentar dicha parroquia, creada en el pre- sente año según noticias, ocupará dicho cargo, con el carácter de ecónomo el apreciable y culto sacerdo- te: don Manuel Fernández, haciendo su presentación el dignísimo señor Obispo de esta Diócesis Este mismo sacerdote quedará encargado de la parroquia recién creada en La Perdoma, hasta tanto se haga en dicho barrio de la Orotava la casa rectoral y se nombre su respectivo párro- co. El señor Fernández, en su vivo deseo de complacer al vecindario de la Cruz San- ta y con la aprobación del señor Obispo, cantó la Misa de Nochebuena en la nueva parroquia, habiéndosele tri- butado al llegar a la iglesia un grandioso recibimiento. Al acto, además de la totalidad del vecindario que se hallaba estacionado en las Imagen de la entonces ermita de La Cruz Santa aparecida en la Revista Hespérides.

Boletin II Febrero

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Nº 2 - FEBRERO DE 2012

La creación de la Parroquia de la

Santa Cruz de la Cruz Santa (1929)

(Pasa a la página siguente)

Fray Albino Gonzálezpor la gracia, de Dios y dela Santo Sede Apostólica,Obispo de Tenerife. Hace-mos saber el expediente dearreglo y demarcación pa-rroquial de esta nuestra Dió-cesis

En el Arciprestazgo dela Orotava se crea la siguien-te parroquia con categoríade Entrada: La Santa Cruzen el pago de la Cruz San-ta, cuyos límites serán; alNorte la carretera general, alSur la cumbre de la cordille-ra de Las Cañadas, al Esteel barranco de la Raya y SanFelipe hasta la carretera ge-neral y al Oeste el barrancodel Mocán desde la cumbrehasta pasar el camino de losRealejos, siguiendo luego laatarjea madre de la Fuentehasta su unión con la atarjeade las Canales en la Gaña-nía alta y siguiendo por estaatarjea hasta la carretera delRealejo Alto, continuará porel camino de la Gañaníabaja, vereda de las Canales,y camino de la Carrera abajar por la derecha de la fin-ca llamada del Jardín si-guiendo su serventía hasta lacarretera general; límites quela separarán del RealejoAlto. (La Gaceta de Tene-rife).

Nuevo párrocoEl día 1 de Enero tuvo

lugar en el populoso barriode la Cruz Santa, la toma deposesión del nuevo párro-co que ha de regentar dichaparroquia, creada en el pre-

sente año según noticias,ocupará dicho cargo, con elcarácter de ecónomo elapreciable y culto sacerdo-te: don Manuel Fernández,haciendo su presentación eldignísimo señor Obispo de

esta DiócesisEste mismo sacerdote

quedará encargado de laparroquia recién creada enLa Perdoma, hasta tanto sehaga en dicho barrio de laOrotava la casa rectoral y se

nombre su respectivo párro-co. El señor Fernández, ensu vivo deseo de complaceral vecindario de la Cruz San-ta y con la aprobación delseñor Obispo, cantó la Misade Nochebuena en la nueva

parroquia, habiéndosele tri-butado al llegar a la iglesiaun grandioso recibimiento.

Al acto, además de latotalidad del vecindario quese hallaba estacionado en las

Imagen de la entonces ermita de La Cruz Santa aparecida en la Revista Hespérides.

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Los Realejos a través del tiempoLos Realejos a través del tiempoLos Realejos a través del tiempoLos Realejos a través del tiempoLos Realejos a través del tiempo(viene de la página anterior)

He aquí, lectores un do-cumento inédito que tributa-mos en homenaje a la creacióndo la nueva parroquia, y dedi-camos a los nuevos fieles quehan tenido la dicha de ver con-vertida la ermita de sus mayo-res en templo y cátedra delSanto Espíritu, el que .inserta-mos en la misma forma en queestá redactado, ya que así lehemos conservado desdehace muchos años en nuestroArchivo:

«Ilustrísimo Señor.—Señor los vecinos del Varriode la Cruz Santa han recurri-do a mí para que adelante lasdiligencias sobre unos tribu-tos que tiene su hermita; paracuyo efecto había V. S.’ Ilus-trísima dado por carta su Co-misión a don Francisco Lla-rena, servidor que fue de estaparroquia, quien nada hizopor estar para embarcarse; esmucha la urgencia de la her-mita y que necesita alargarlaporque no puede toda la gen-te caver para oir la misa queallí se dice: y así suplico a V.S.’ Ilustrísima me dé la mismacomisión para que se puedaalargar y cobrar lo que sedebe de corridos que con estacobranza y limosnas de los ve-cinos se hará mucho que escuanto se me ofrece. Diosguarde a V. S.» Ilustrísima enmayor grandeza muchos años

Realejo de Arriva y Septiembre21 de 1729 años.

Ilustrísimo señor. B. lospies do V. S.» Su más reconoci-do capellán Br. Juan Matheo dela Guardia ,(rubricado). Sr. Ilus-trísimo Dr. Feliz de Brenuy Za-pata y Mendoza mi Señor.»

Existe al margen de laanterior instancia el mandatoque sigue: «Santa Cruz 13 deNoviembre de 1729. Dáse Co-misión a don Juan Matheo dela Guardia para el efecto querefiere en esta carta, y otra co-misión es i se entiende con fa-cultad de litigar, y absolver y,de impartir el auxilio do la Re.Justicia en caso necesario.•

Félix, Obispo de Gana-rías (rubricado).

Ante mí Don Juan Manueldo Segovia. Sº» (rubricado).

Aceptado y proveído. El Sr. Br. D. Juan Matheo

de la Guardia, venerable Bdo.Rector de la iglesia Parr. de se-ñor Apóstol Santiago de elRealexo de Arriva, en virtud dela comisión de el Ilustrísimoseñor don Félix de Bernuy Za-pata y Mendoza, Obispo de es-tas islas, que tiene aceptadaen el maior respeto y se contie-ne en la carta de la Bª- Mandoque todos los vecinos y demáspersonas que tiene ofrecida li-mosna para alargar la hermitade la Cruz Santa y demás com-

posición; y se contienen en lamemoria que va a continuacióny los demás que han ofrecidolimosna y no consta en ella quedentro de este mes que empeza-ra acorrer a cada uno desde lanotificación que se hará, mani-fiesto en un día festivo en la mis-sa que se dixiere en dicha her-mita al tiempo del ofertorio pa-guen la limosna a ofrecida conapercibimiento de que pasadodicho término, se procederá conapremio, cauzándoles costa a

los que no paguen cuya limos-na se ha de entregar a don Die-go García Barroso, Presvíterosochantre de dicha Iglesia y aBernardo Yanes, vecino de di-cho lugar en el Pago do la Cruzsanta, a quienes Su Merced,nombraba y nombró por depo-sitario para lo que se les entre-gare a cada uno, el que entre-gan pronto para ir comprandolos materiales necesarios paradicha hermita, y este auto lo pu-blique qualquier notario o Clé-

calles y plaza, acudió la tro-pa de los exploradores na-cionales con Banda de tam-bores y cornetas; el sub-cabo de Somatenes, don Es-tanislao González y González;los instructores de los explo-radores señores don JoséGonzález López y don JuanGonzález Estrada; el alcaldede barrio don Juan GonzálezPérez; los señores teniente dealcalde del Realejo Alto, donJosé Reyes Estrada y donLuciano Albelo García; losconcejales don DomingoLuis González, don AntonioPérez González y don Do-mingo Rafael García; el se-cretario don Luis CarreñoGhirlanda; y el presidente delCasino, don José González yGonzález, en cuyo Centro seobsequió al señor párroco yrepresentaciones oficiales conun refresco.

La ermita de la Cruz Santa 1730-1930rigo de menores poniendo todopor diligencia. Y así lo proveyóy firmó en diez y siete de Hene-ro de mil setecientos y treintaaños.—Br. Joan Matheo de laGuardia (rubricado). ~Salva-dor Lorenzo de la Guardia yVillar, Notario público Apostó-lico (rubricado)

En veinte y dos de Hene-ro de mil setecientos treintaaños, estando yo, el infrascritoClérigo de menores ordenes, enla hermita de la Cruz Santa, ju-risdicción del lugar del Reale-jo de Arriva, habiendo acaba-do aquella vecindad, que allíconcurro v vecinos en la memo-ria de promitente de limosna adicha hermita y allí juntos ycongregados, los leí, notifiquée hice notorio el despacho pro-veído por su merced, el señorBdo. presidente de la Parroquiade dicho Realejo de Arriva paraque lo tuviesen entendido y ledije a todos por que concurrie-ron sin faltar ninguno que mi-rasen lo ponía por’ diligenciay notificación, y fueron testigosJuan González Chaves, DiegoGonzález Regalado, que tam-bién son de los notificados, to-dos vecinos de dicho Pago, yde verdad lo firmé.—-Francis-co Rodríguez de la Guardia

Francisco P. Montes de Oca(Cronista Oficial de Canarias)

(Enero de 1930)

Exploradores de La Cruz Santa.

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2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera

José de Viera y Clavijo y su globo aerostáticoEs conocida la afición

de Viera a la aerostación. Elúltimo canto de Los aires fi-jos está dedicado a esta in-vención, que era entoncesmuy reciente. En efecto, elcuadernillo que completadicho poema se publicó en1784, y los experimentosfranceses a que se refiereeran de los últimos meses de1783: ascensiones de An-nonay en 5 de junio, deMontgolfier en el Campo deMarte en 17 de agosto, delmismo en Versalles en 19 deseptiembre y en París en 21de noviembre, en fin deCharles y Robert en los jar-dines de las Touleries en 1de diciembre.

La rapidez con que seinforma Viera sobre estosparticulares indica ya el in-terés que tenía en ellos. Encuanto a sus fuentes de in-formación, es cierto que,además de los datos muy

precisos que le transmitíadesde París su amigo Ca-banilles, consultaba tambiénlos periódicos parisienses,que llegaban con regulari-dad a Madrid.

Sabemos también queel historiador canario nodejó de llevar a la prácticasus conocimientos técnicosen esta materia, «habiendosido el mismo Viera el quehizo volar en Madrid el pri-mer globo pequeño aeros-tático, desde los jardines dela casa del señor marquesde Santa Cruz, a vista de unnumeroso pueblo. La fechade tal experimento se nosindica en una nota del men-cionado último canto de Losaires fijos, y es el 18 de di-ciembre de 1783.

Los particulares de di-cha ascensión son muy malconocidos; de todas formas,no sabemos si se poseen enla actualidad más indicacio-

nes quejas proporcionadaspor Viera, sobre esta prime-ra tentativa aerostática es-pañola que, por su fecha,viene a ser también una delas primeras en el mundo.Sería interesante buscar enlos periódicos madrileños,que seguramente menciona-ron el hecho, cuáles fueronlos colaboradores de Vieray cuáles los resultados delexperimento; parece naturalpensar que le ayudaron enesta empresa, además delmarqués de Santa Cruz,que le había puesto su la-boratorio y su parque a dis-posición, algunos de los jó-venes que seguían sus cla-ses de física.

Lo que sí es cierto esque los esfuerzos de Vieraintervenían en un momentopropicio, en que el interésestaba ya despierto por losproblemas de la aeronáuti-ca; y quizá fue Viera quién

más contribuyó a despertareste interés. En el mismomomento en que él prepa-raba la ascensión de su glo-bo, se publicaba en Madrid,en la imprenta del SupremoConsejo de Indias, unopúsculo de 44 páginas, sinnombre de autor, intitulado:Nave atmosférica y tenta-tiva sobre la posibilidad denavegar por el aire, no sóloespeculativa, sino práctica-mente. Su autor..., residen-te en esta Corte. En esto de«navegar por el aire» habíasin duda entusiastas e incré-dulos, pues vemos publicar-se al año siguiente, en la mis-ma imprenta, una Carta deJ. V., natural de esta Cor-te, a un amigo suyo, en crí-tica al papel intitulado:«Nave atmosférica, etc.»en 8.° de 34 páginas. A pe-sar de la sugestiva semejan-za de iniciales, es seguroque el incrédulo no era Vie-

ra; tanto más que se trata deun «natural de esta Corte»,quien podía ser, por ejem-plo, Juan Vicente. Al mismotiempo, en la imprenta deBlas Román en que Vieraacababa de imprimir su His-toria de Canarias, se pu-blicaba otra obrita de unas40 páginas 8.° intituladaDiálogo sobre el globo ae-rostático y nave atmosféri-ca, entre un abate y unadama, en el que se da unaperfecta instrucción de estamateria, por Pedro FermínXaraga Denia, académicode la de Jurisprudencia. Elexamen más detenido dedichas publicaciones, que seencuentran actualmente conbastante dificultad, enseña-ría quizás algunos datos másconcretos sobre el papel delhistoriador canario en la po-pularización de la idea de la

(`pasa a la página siguiente)

Ascensión de un globo Montgolfier en Aranjuez. Antonio Carnicero 1784. Museo del Prado

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2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera2013, el año de Viera

aeronavegación en España.Tampoco se ha notado

hasta ahora la posible rela-ción del cuadro de AntonioCarnicero, representando laascensión de un globoMontgolfier, con el experi-mento madrileño de Viera.Dicho cuadro se conservabajo el número 641 en elMuseo del Prado y es tanconocido como poco estu-diado. Hay una reproduc-ción del mismo en la Enci-clopedia Espasa-Calpe, ar-tículo Carnicero, donde sedice que la pintura es «degran interés anecdótico parael estudio de las costumbresy trajes españoles a fines delsiglo XVIII».

Los investigadores ca-narios no se han fijado en él,quizás porque los sucesivoscatálogos del Prado, hasta elde 1945, suponían que la es-cena representada por elpintor era la ascensión delglobo aerostático de Vicen-te Lunardi, que se realizó enlos jardines del Pardo en 12de agosto de 1792. Sin em-

Alejandro Cioranescu(Revista de Historia Canaria.

1 de enero de 1950)

(viene de la página anterior)

Desde tiempos inme-moriales el hombre ha senti-do fascinación por la posibi-lidad de elevarse y surcar losaires como las aves. Segura-mente es Ícaro el primerejemplo y, desde entonces,muchos trataron de hacerlode muy diversos modos y convariados artilugios, y no fueel mítico personaje hijo deDédalo el único que pagó consu vida el frustrado intento.Otros, menos temerarios,concentraron sus esfuerzosen lograr que un objeto o ar-tefacto más pesado que elaire fuera capaz de elevarsey suspenderse en él, sin des-cartar que en el futuro el art-ilugio pudiera ser tripulado ydirigido a voluntad. Y así na-ció la aeronáutica, siendo unade sus primeras manifestacio-nes la aerostación.

Hacia 1782, descubier-

de Santa Cruz, el marquesitodel Viso, mientras que Betan-court no cesaba de investigary trabajar en todo lo relacio-nado con las ciencias y la in-geniería. La experiencia deeste último tuvo que realizar-se antes de 1784, año en quese estableció en París, o des-pués de su regreso a Madrid,en donde permaneció desde1791 a 1793, en que pasó aInglaterra.

Dejando correr la ima-ginación podemos recrear

algo que posiblemente noocurrió en aquel momento. Yes qué hubiera pensado unlabriego de los Baldíos, unpescador de El Cabo o unmolinero de Los Llanos, si ledicen que un señorito delPuerto de La Orotava o uncura del Realejo Alto, lo mis-mo daba, habían elevado unartefacto en la Villa y Corte,suspendiéndolo en los aires asu voluntad. Sin duda pensa-rían que era cosa de brujería.

No sabemos la posible

trascendencia que el experi-mento realizado en Madridpudo tener en Tenerife, aun-que es probable que la noti-cia se comentara debidamen-te en los ambientes más ilus-trados, tales como la tertuliadel Marqués de Nava, a laque había concurrido Viera yClavijo como uno de sus másdestacados miembros.

Retales de la Historia.

Aerostación

Luis Cola Bénitez(La Opinión de Tenerife

9 de octubre de 2011. Extracto)

bargo, el catálogo de 1949,al aludir a un estudio recien-te del Sr. Soria, indica queel cuadro está fechado y quede esta fecha se pueden leercon claridad las tres prime-ras cifras y con probabilidad

la tercera: 178 (3?y. Dadaesta última circunstancia, eslicito pensar en el experimen-tó de Viera. El autor de lapintura es Antonio Carnice-ro, cuyo hermano, don Isi-doro Carnicero, director de

la Academia de San Fernan-do en aquellos tiempos, pin-taba en 1784 el retrato másconocido de Viera y Clavi-jo, grabado después por Joa-quín Fabregat.

La hipótesis es muyseductora y tiene algunasapariencias de verdadera; sinembargo, hay bastantes de-talles que nos pueden hacervacilar. El más importante esque la escena representadapor Carnicero no da la im-presión de un parque espa-ñol en el mes de diciembre,ni por el mucho verde de laarboleda ni por los trajes delos personajes. Además, lainmensidad de la explanada,en que cabe un sinnúmero depersonas, no parece respon-der a la idea que nos pode-mos formar de los jardinesdel palacio de Santa Cruz.Y, por fin Viera y Clavijo,que no olvida ningún detalleinteresante de su biografía,no hace ninguna mención dela existencia de tal pinturacon representación de una desus más ilustres hazañas.Añadiremos que la descrip-

ción del globo de Viera noparece convenir al represen-tado por Carnicero, comotampoco le convienen susdimensiones. En presenciade tantos inconvenientes,será difícil decidir si el cua-dro de Carnicero represen-ta la ascensión del globo deViera, u otra de las tres a cua-tro ascensiones realizadasdurante el mismo año de1782, en Madrid o en El Es-corial. Sin embargo, no serásin interés el recordar estosdatos poco conocidos que,sin permitir una conclusióndefinitiva, tienen el mérito deponernos en la atmósfera decuriosidad científica enfren-te del problema de la aero-navegación y de represen-tarnos la brillante y sosteni-da concurrencia de cortesa-nos, majas y petimetres queaparecen en la pintura y queen realidad debieron formarel público de Viera, de losjardines de su protector, elmarqués.

to el gas hidrógeno y demos-trado que era mucho más li-gero que el aire, se realizaronlas primeras experiencias acargo del inglés Tiberio Ca-vallo, pero fueron los france-ses hermanos Montgolfier losque el año siguiente alcanza-ron un espectacular éxito alelevar públicamente un glo-bo lleno de aire caliente. Elfísico Charles recomendó en-tonces las ventajas del hidró-geno sobre el aire caliente.

Parece que existen du-das sobre quién fue pioneroen España en esta clase deexperiencias, pero en todocaso la gloria corresponde aun tinerfeño de nacimiento,pues se la disputan los ilus-trados José Viera y Clavijo yAgustín de Betancourt yMolina. Viera residía enton-ces en Madrid, como pre-ceptor del hijo del marqués

Ascensión del globo de Lunardi.

Casa natal de Viera y Clavijo en la calle que hoy lleva su nombre.

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Tesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artístico

Cáliz de la Ermita de la

Concepción de Tigaiga

El Señor del Huerto de la Parroquia

de Nuestra Señora del CarmenLa imagen de Jesús en

la Oración del Huerto de laparroquia de Nuestra Seño-ra del Carmen, una talla deautor desconocido cuyo ori-gen puede situarse próximoa los talleres artísticos de laAmérica española. Su llega-da a Los Realejos se pro-dujo con motivo de la dona-ción realizada por el tenien-te capitán Gonzalo de Abreuen 1739 al convento francis-cano de Santa Lucía, que-dando bajo el culto de laVenerable Orden Tercera.Tras la desamortización debienes religiosos, esta ima-gen será trasladada al San-tuario del Carmen, salvándo-se del incendio que asoló elantiguo convento de monjasagustinas en 1952, pasandoentonces a ser custodiada enla iglesia de la Concepción,hasta que finalmente en 1965

En la posesión del Cor-pus de Realejo Bajo figuraun hermoso Guión del San-tísimo Sacramento, que por-ta el Hermano Mayor de laHermandad. Se trata de unapieza en forma de escuadra,decorada con rica tela blan-ca, a la que se superpone unaltorelieve de plata del Cor-dero Apocalíptico sentado

José Cesáreo López Plasencia(Semana Santa de Los Realejos)

José Cesáreo López Plasencia(Semana Santa de Los Realejos)

El cáliz que se conser-va en la ermita de La Con-cepción de Tigaiga, realiza-do en plata blanca, sorpren-de por su configuración, yaque se compone de un an-cho pie circular, astil poligo-nal interrumpido por un nudode manzana gallonado ycopa muy abierta, elementospropios de la platería góti-co-renacentista. Estas ca-racterísticas formales lo re-lacionan con los ejemplaressevillanos del siglo XVI con-servados en La Palma –es-tudiados por Gloria Rodrí-guez– como los cálices de laparroquia de la Virgen de laLuz, de Garafía, y ermita deLa Encarnación en SantaCruz de La Palma, así comoel tinerfeño de la ermita deNtra. Sra. de Buen Paso(Icod de los Vinos). La con-cepción formal del cáliz deTigaiga hace que lo conside-

remos resultado de una re-composición posterior,como también ocurrió conotras piezas de igual tipolo-gía, caso del perteneciente ala parroquia del Dulce Nom-bre de Jesús (La Guancha).

La parroquia de Rea-lejo Alto utiliza durante elLavatorio de los Pies un her-moso juego barroco deaguamanil, compuesto de unjarro y una fuente de platablanca. El primero disponede pico vertedor y se deco-ra con un asa y motivos flo-rales, mientras que la fuentedestaca por su prolija deco-

ración repujada, que rodeael prominente tetón central,a base de motivos florales yroleos rayados sobre fondoliso bruñido, lográndose asíun bello efecto cromático. Suexorno nos induce a consi-derarlo trabajo de los afa-mados talleres mexicanos.

sobre el Libro de los SieteSellos, por una cara, y unaláurea con las uvas y espigaseucarísticas, por la otra. Seremata en flecadura y bor-las, de hilo de oro, y Cruzde plata blanca en el vértice.Es obra salida de un tallersevillano (h. 1980).

Lavatorio de Pies. Parroquia

del Apóstol Santiago

José Cesáreo López Plasencia(Semana Santa de Los Realejos)

En 1952, Ezequiel deLeón realiza los cuatro an-gelitos que ornan el paso delSeñor Difunto de la Parro-quia del barrio de la CruzSanta, en actitud dolorida yligera talla; siguen el modelode los cuatro puttis queacompañan a la urna delCristo Difunto de La Lagu-na, obras del siglo XVIII.Fueron costeadas por Mi-guel Chávez Domínguez enel citado año. Siendo las úni-cas esculturas de puttis rea-lizadas por este escultor.

regresó al reconstruido san-tuario. Esta escultura fueobjeto de un proceso de res-tauración realizado por Pa-

blo Amador Marrero en2002.

José Cesáreo López Plasencia(Semana Santa de Los Realejos)

Angelitos. Paso del

Señor Difunto.

Parroquia de la

Cruz Santa

Pablo Domingo Torr es Llanos(Programa Semana Santa de Los Realejos -.2006)

Guión del Santísimo Sacramento

Parroquia de la Concepción

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Tesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artísticoTesoros de nuestro patrimonio artístico

En la Villa de Los Rea-lejos la iconografía del Na-zareno surge a raíz de la or-den franciscana, concreta-mente en su convento reco-leto de Santa Lucía y a tra-vés de la Venerable OrdenTercera. El 11 de junio de1637 el padre guardián FrayBartolomé Feo y D. Alonsode Molina, Síndico del Con-vento firmaron una declara-ción con testigos ante JuanAlonso Romero, diciendoque las dos imágenes, unadel Santo Cristo Nazarenoy otra de Nuestra Señora delos Afligidos, eran de losHermanos Terceros de SanFrancisco y los Hermanosde la Cuerda; que ellos lashabían hecho con sus limos-nas estando presente tam-bién el Capitán Marcos deUrtuzáustegui y Nicolás deÁlamo.

Esta bellísima imagendel Nazareno también per-tenece a la gubia del escul-tor manchego – sevillanoMartín de Andújar Cantosnacido en Almadén de la Pla-ta (Ciudad Real), en 1602.Fue discípulo durante algu-nos años en la ciudad deSevilla del gran maestro es-cultor Martínez Montañés.Durante su estancia en Ga-rachico, de camino haciaAmérica, funda un taller don-de realizó algunas imágenespara diferentes parroquias yconventos de la isla, forman-do también allí algunos desus discípulos, como Alon-so de la Raya y Blas GarcíaRavelo. De este conocidotaller, salió la imagen delNazareno para el conventorealejero.

La obra representa elpasaje cruento expresandotodo el dolor de la Pasión delSeñor en su camino hacia elCalvario, impregnada de esetremendismo característicodel Barroco, siendo trabaja-do su cuerpo por el escul-tor, aunque fuera pensadapara vestir, dándole mayorrealce, si cabe, a una escul-tura que presume de ser la

El Nazareno de Martín de Andújar. Parroquia del Apóstol Santiago

Manuel J. Hernández GonzálezOrlando Remón Pérez

( Cristología.Semana Santa de Los Realejos)

más importante interpreta-ción de Cristo con la cruz acuestas, que atesora el pa-trimonio escultórico insular.

Con ella se celebrabael Vía Crucis que, en la ma-drugada del Viernes Santo,partía del convento francis-cano y se dirigía hacía laParroquia Matriz del Após-tol Santiago en cuya plazatenía lugar la Ceremonia delEncuentro con su MadreDolorosa, estando docu-mentado este acto por pri-mera vez en el año de 1664,cuyos gastos sufragaban laCofradía de los Afligidos.

En 1852, tras la ex-claustración y el abandonodel referido recinto religiosoy la marcha de los frailes,esta imagen pasa a la Parro-quia de Santiago Apóstol

por petición del entoncespárroco D. Antonio Martín,celebrando el 9 de abril deese mismo año, procesióncon sermón en el Calvario deSan Benito. En 1860, D.Mateo García Abreu, ma-yordomo de la Capilla delSeñor Difunto, que se en-contraba frente a dicha pa-rroquia, pide algunos mate-riales del derruido conven-to, para su capilla, al mismotiempo que solicita el reta-blo donde recibía culto elNazareno para colocarlo enel mencionado templo. Esteretablo, donde actualmentese venera la imagen se colo-có en la antigua capilla delSocorro, y está atribuido almaestro ensamblador Anto-nio Álvarez, realizado enmadera en su color, com-

puesto por un frontal, uncuerpo con tres calles y áti-co, donde muestra, los em-blemas seráficos del abra-zo místico y la cinco llagas,así como los tres clavos,todo representado dentrode un medallón dividido encuarteles como si de un es-cudo de armas se tratara.Las tallas que se represen-taban en el frontal (colum-nas, flagelos, martillos) handesaparecido.

Este Cristo procesio-na el Domingo de Ramospor la tarde, en la funciónprincipal de su Franciscanay Jacobea Cofradía, asícomo el Viernes Santo almediodía para el Calvariode San Benito donde se rea-liza la Ceremonia del En-cuentro. También participa

en la procesión Magna delSanto Entierro recorriendolas antiguas calles del cascodel Realejo Alto.

En la Semana Santade 2001 la cofradía recu-peró su antiguo trono con elque posiblemente llegó delconvento con motivo de ce-lebrarse su décimo aniver-sario, trasladándose con élhasta el lugar que ahora ocu-pa el cementerio de SanFrancisco, la tarde del Do-mingo de Ramos, 8 de abrilde ese mismo año, despuésde casi 150 años que novolvía a su antiguo lugar deculto, quedando como unhecho histórico de la Sema-na Santa de Los Realejos.

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Imágenes para el recuerdoImágenes para el recuerdoImágenes para el recuerdoImágenes para el recuerdoImágenes para el recuerdo

En honor del ministrode Marina, que hoy es nues-tro ilustre huésped, el Cabil-do Insular de Tenerife orga-nizó una excursión a los pue-blos del Norte de la isla. Alas nueve de la mañana, par-tieron del muelle varios au-tomóviles, que se dirigieronpor la carretera del Norte.El ministro de Marina, señorGarcía Reyes, ocupó un au-tomóvil acompañado delgobernador civil señor Be-nito Quintero; presidente dela Mancomunidad, señorSalazar Bethencourt, y pre-sidente del Cabildo Insular,señor La Roche.

Los restantes vehículosiban ocupados por el gene-ral gobernador militar, señorRodríguez del Barrio; co-mandante de Marina, señorVial; fiscal de S. M., señorGonzalvo; delegado de Ha-cienda, señor Pérez Serra-no; consejero del Cabildo,señor Toribio Valle; conce-jal de este Ayuntamiento,señor Rodríguez Febles; pre-sidente del Colegio de Mé-

dicos, señor Capote; cónsulde Cuba, señor Iruretagoye-na; comandante del crucero«Almirante Cervera», señorRuiz Revolledo; del cañone-ro «Cánovas del Castillo»,señor Pérez Chao; ayudan-te del gobernador militar,señor Cáceres, señores Jor-dana Pozas y Domenech,que acompañan al ministro ensu viaje a Cuba; segundocomandante del «AlmiranteCervera» y representantesde la Prensa local.

Desde Icod la excur-sión regresó hacia el Puertode la Cruz. Antes se hizo unaparada en la hermosa fincaRambla de Castro, que en el

término de los Realejos po-see el señor Salazar y Be-thencourt. Los excursionis-tas recorrieron la finca, elo-giando todos tan pintorescolugar. También visitaron,como nota interesante, labatería que en lugar estra-tégico se halla emplazadacon 4 cañones, beneficioque disfrutaban sus dueñosde antaño para su defensa.En una terraza situada enmedio de un bosque, el se-ñor Salazar obsequió al mi-nistro y demás personas quele acompañaban con un«champagne». De nuevo sedetuvo la comitiva en la fin-ca Zamora en el Jardín, pro-

El ministro de Marina, Sr. Reyes visita Rambla de Castro (1929)

piedad del señor Salazar,visitando los excursionistas,el taller de empaquetado deplátanos que en la misma tie-ne instalado el Sindicato dela Orotava. El ministro pre-

senció las diferentes opera-ciones del empaquetado deplátanos, dedicándole gran-des elogios.

J. C. Realejo alto, 18 Junio de 1933

La Gaceta de Tenerife

El alumbrado eléctrico llega a Los Realejos (1923)El domingo último fue

inaugurado el alumbradoeléctrico en este pueblo,cuya luz es producida por lafábrica instalada un pocomás abajo de Palo blanco,y cuya red se extiende porel Realejo alto y los barriosde San Agustín y de la CruzSanta, y por el Realejo bajo.

Serían poco más omenos las 8 y media de lanoche cuando apareció laluz, tan necesaria y tan es-perada, habiendo sido ale-gremente saludada por lagritería de los chiquillos que,entusiasmados, no cesabande gritar: ¡viva la luz eléctri-ca! y por las personas ma-yores que, alegres y satisfe-chas, recorrían las callesdonde están las bombillasinstaladas.

También fue saludadatan luminosa huésped por un

largo y alegre repique decampanas y por infinidad devoladores que por los airespregonaban la alegría y sa-tisfacción que todos los hi-jos de este pueblo sientenpor tan fausto acontecimien-to.

Para este pueblo esuna mejora sobre toda pon-deración, si se tiene en cuen-

ta que las calles son pen-dientes, irregulares, que cru-zan por ellas atarjeas, cuyoshuecos, por donde los veci-nos sacan el agua, quedabanmuchas veces abiertos denoche por descuido de no séquien, lo cual ofrecía inmi-nente peligro de partirse unapierna el pobre mortal quese veía precisado a salir de

noche.La luz es espléndida,

potente y brillante; y, si la luzde las casas particulares,cuando esté instalada, resul-ta igual como apareció la delalumbrado público, será unalumbrado tal como es dedesear.

Reciba el empresario,don Daniel Pérez nuestra más

sincera felicitación; y, al parque sentimos grandísima sa-tisfacción por tan importan-te mejora de este pueblo,deseamos al referido donDaniel un lucrativo negocio.

Lo que no nos explica-mos es que, con tantas ga-lerías de agua y con tantoscapitales como hay en nues-tros Realejos, no hubiera,desde muchos años una per-sona o una empresa que sehubiese dedicado a hacer loque ahora ha hecho donDaniel Pérez pues, ademásde que tal explotación bene-ficia, adorna y hermoseapueblos tan importantescomo estos Realejos, estambién un negocio muy im-portante para el empresario.

( La Gaceta de Tenerife,

3 de mayo de 1929)

Postal de Rambla de Castro.

Mateo García de los Reyes, Ministro de Marina

Casco de Realejo Bajo.

Page 8: Boletin II Febrero

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Debida a la generosi-dad del ilustrado médico ydistinguido amigo, JoséGarcía y Estrada, el día 1de febrero de 1915 se in-auguró un Hospital Casade Salud para los enfermospobres de estos Realejos.Es un acto de calidad y fi-lantropía que, unido a lo

El doctor Estrada inaugura su clínica para pobres (1915)muchísimo que estos pue-blos le deben, enaltece alafamado doctor Sr. Estra-da y que reportará inmen-sos beneficios a habitantesde estos Realejos. Al felici-tar cordialmente al digno fa-cultativo por su altruismo,esperamos que los vecinosy afincados de ambos Rea-

lejos cooperarán al soste-nimiento de tan benéfica ynecesaria obra. (La Re-gión, febrero de 1915).

Nacido en RealejoBajo el 24 de julio de 1871,José García Estrada obtie-ne el título de licenciado enMedicina en Sevilla, ejer-ciendo como médico titular

e inspector municipal deSanidad en su pueblo na-tal. Conocido como «Elapóstol de la medicina», yaque una leyenda popular leatribuía las dotes de curara los enfermos que visitabatan sólo con que éstos leoyeran llegar, tenía ademásla sana costumbre de

apuntar en libretas las deu-das de los cientos de en-fermos de escasos recursosque atendía y que tranqui-lizaba con un «ya me lopagarás». Días antes de sumuerte, ocurrida el 4 demarzo de 1945, ordenóprender fuego a todas esaslibretas.

Señor director de GA-CETA DE TENERIFE. Muyseñor nuestro; Los abajos fir-mados vecinos todos del ba-rrio de La Longuera, términomunicipal del Realejo Alto,recurrimos a usted por si nospermite, en su culto e ilustra-do diario, llamar la atenciónal Excmo. señor gobernadorcivil sobre el peligro quecreemos nos amenaza.

Una antigua e impor-tante casa inglesa, en propie-dades que posee en este ba-rrio construyó una charca quelleva trescientas mil pipas deagua. Todo este vecindario,que vio hacer la obra, empe-zó a perder la tranquilidad,pues aunque no somos téc-nicos, presumíamos que lareferida construcción no erasuficiente para contener esemar de agua.Pues bien: hará siete u ochomeses comenzaron a poner-le agua y aquí empieza nues-tro calvario, pues las familiasya no tienen tranquilidad nipara dormir, perdiéndola por, completo en el mes de Ene-ro, que de nuevo le ponenagua, dejándola faltando solocinco escalones para llenar-se.

Alguien empieza a decirque la charca se sale; las ma-dres se niegan a dormir en suscasas y de noche se mudan aotras casas donde no puedaafectarles el peligro; variosvecinos, que no dejamos elhogar, dormíamos siempredejando uno en guardia yahora, señor gobernador,desgraciadamente, se ha ve-nido a confirmar nuestro pre-sentimiento el día 2 del co-rriente, que, con sorpresa,

vemos que amanece la char-ca completamente llena, Cun-dió la noticia por todo el ba-rrio y ; muchos fueron a ver-la, poro he aquí que de pron-to se le notan tres grietas porlas cuales brota el agua.

En este preciso mo-mento llegó don FranciscoAmador, digno empleado dela Casa, el cual desprecian-do su vida y con la rapidezque el caso requería, abrió lasdos llaves evitando de esta

forma que no se derrumba-ran las paredes y, por ende,la pérdida de todas estas ca-sas, terrenos y ¡sabe Dios,hasta de cuántas vidas!

Pero, aún estamos en lamisma intranquilidad, pues decincuenta escalones (más omenos) que tiene la referidacharca, solo le bajaron siete,quedando, por lo tanto, elmismo peligro, si es que lohay.

Nosotros, señor gober-

nador, y con nosotros todoel barrio de La Longuera,nos dirigimos a usted por sitiene a bien enviar un técnicoque examine la obra y vea sireúne condiciones para lle-narse o no.

Con eso nos quitaríaesta intranquilidad, por cuyomotivo toda la vida le que-daríamos agradecidos. Sólonos resta dar las gracias alculto director de este perió-dico, don Adolfo FeblesMora, y perdone la moles-tia que les han causado susaffmos. s. s. Cipriano Ra-mos Quintero, José EspinosaPérez, M. González, PedroHernández, Antonio Esté-vez, Eligió Díaz, Matías Her-nández González, TomásBencomo, Dámaso Pérez ,Avelino Dorta, Dionisio Ro-dríguez, Juan Ramón, Ma-nuel Hernández, José Gon-zález, José García, Rosen-do García, Cristóbal Gonzá-lez, José Abrante, ConsueloPadilla, Remedios Díaz, An-tonia Reyes y Francisca Pa-dilla.

La Longuera. 13 deMarzo de 1928

La charca de Yeoward, un peligro para

los vecinos de La Longuera (1928)

Construcción de la Charca de Yeoward. Foto propiedad de doña Carmen González y familia.«100 años de historia del barrio de Toscal- Longuera». María del Carmen Machado Yanes. (2009)

Page 9: Boletin II Febrero

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Allá, escondido cual nidode águilas, entre altísimos pe-ñascos, existe una pequeña al-dea, tranquila y solitaria.

Hay para verla, que subirempinadas cuestas, rápidasvueltas y peligrosas veredas,pero luego que se domina la al-tura, olvídase la fatiga del ca-mino, ante el sublime espectá-culo que se ofrece a la vista,Desde aquellas elevadas alturas,se contempla a nuestras pies,admirables y profundos ba-rrancos, en cuyo fondo serpen-tean cristalinos arroyuelos ycrecen enmarañados zarzales ytrepadora yedra que invaden losnudosos troncos de los brezos,tilos, hayas y laureles que cre-cen en las grietas de aquellospeñascos y se elevan majestuo-sos envueltos en su verde ro-paje. A la fresca sombra delabovedado tejido de ramas, na-cen cañas, helechas y ñamerasque se mecen dulcemente alcontinuo gotear de los manan-tiales; y, en las espesuras delfollaje, anidan numerosos pa-vos reales, cuyo triste grazni-do, unido al melancólico cantode la pastorcilla que baja a lafuente, y al rumor de la brisaque gime entre las hojas, for-man timbres tan sonoros al re-percutirse en las concavidades,y ecos tan delicados y caden-ciosos que embriagan los sen-tidos o invitan a sueños de amory poesía.

Contrastando con losprofundos barrancos y escar-padas laderas se ven extensas

llanuras de doradas espigas, ysalpicadas de silvestres floreci-llas. Enjambres de zumbadorasabejas cruzan afanosas, en tantoque atolondradas mariposas re-volotean mostrando sus pinta-das alitas a los ardientes rayosdel Sol. En medio de tan extra-ña perspectiva, aparece comoevocada por la soledad de lasmontañas, la aldea, el antiguopueblecillo de Icod el Alto.

Si dirigimos la vista ha-cia el levante, la altura del ob-servatorio nos permite admirarel hermoso Valle de Orotava,sembrado de blancas casitas yelegantes chalets que se desta-can entre la verde arboleda ysobre la matizada alfombra quepresentan sus bien cultivadosterrenos, cortados á intervalospor anchos barrancos que seprolongan hasta sus encantado-ras playas que orlan las iriza-das y blancas espumas del mar;y si a Occidente, el lejano hori-zonte, y el Sol, que al hundirseen el Ocaso, todo lo dora y ma-tiza de rosadas tintas, a la luzde sus últimos rayos, cual sifuera con cinta de oro, dibú-janse vigorosamente aquellasagrestas rocas y abruptas lade-ras que corona orgulloso el Tei-de; y abajo, el mar tranquilo ydiáfano, que como límpido es-pejo retrata el singular paisajeque ofrece, como una de sussublimes maravillas, la natura-leza.

Ante tantos encantos,bien podemos afirmar que lanaturaleza es el trono exterior

de la magnificencia divina,como dijo Buffon, y que «elhombre que la contempla y es-tudia se va elevando por gra-dos al trono interior de todo supoder.»

Huyendo de las sombrasde la noche, tornan los campe-sinos con sus laboriosas muje-res de la ruda tarea de labrar latierra ó fabricar carbón, con laesperanza de una frugal cena yun sueño reparador á tantas fa-tigas.

Llegada la hora de lacena, es de admirar el artísticocuadro que presentan, sentadosante tosca mesa, donde luce elclásico lebrillo con humeantepotaje en forma de pirámide, yá su cima, colocadas simétri-camente como estacones, lascucharas de que cada cual seha de servir. Comienza paraellos suntuoso banquete, y enacompasadas cucharadas y ani-mada charla, en la que se tratade la siembra, la siega ó la trillaque para el siguiente día se pre-para, ó saborean y comentanel clavo que dieron á tal ó cualparroquiano con la venta de laleña ó el carbón, transcurre unahora, y viene la otra, cual si es-tuvieran devorando variados ysuculentos manjares.

Aun conservan muchascostumbres de los Antiguos ha-bitantes de estas islas, tal comola de moler el gofio— ese nu-tritivo, cuanto saludable alimen-to de los naturales de Cana-rias,—en molinos de mano yobsérvase también en el fanáti-

co culto que rinden a su patro-na la Virgen del «Buen Viaje».

El día de la fiesta, o sea elúltimo domingo de Agosto, sa-can en andas á la imagen, de lapequeña ermita, y es llevada enprocesión entre bailes, gritos yaclamaciones; y con la mayorsencillez piden, que para mássolemnidad y ostentación, seallevada al «Dornajo» o bien a la«Pared», (sitios designados conestos nombres,) y allí llegados,volviendo hacia el mar a la vir-gen, la piden a grandes voces,buen año para sus cosechas ysuerte para el esposo, o para elhijo que en busca de mayor for-tuna atravesó el Océano; termi-nada esta petición, la balanceande tal suerte que se ve la pobreefigie expuesta a rodar poraquellos despeñaderos.

Desde el trece de Junioen adelante se celebran tambiénlas novenas de San Antonio, alas que acuden todos los fieles,llevando consigo en obsequiodel Cura que las dice y que alefecto sube de Los Realejos,pollos, pavos, gallinas, quesos,huevos y toda clase de frutasque cuelgan y colocan en el ti-rante de la ermita, resultando lamás de las veces, que son inte-rrumpidas las piadosas oracio-nes, ya por el canto de un ga-llo, la pera que se desprende ola flor que se deshoja.

Nada ha variado allí, nisus antiguas costumbres, ni superfumado y sano ambiente, elbello paisaje, ni la fe un tantosalvaje de sus cultos, pero lo

que no volveremos a ver seránsus pintorescos trajes.

La enamorada doncellano se entretiene ya en bordarprimorosamente el chaleco oarmaor con los diferentes pun-tos conocidos con los nombresde «escribanía», «la vuelta,»«el piquilIo,» o la ondia, ni conestambres de colores hace cor-dones y borlas para engalanarel corto y azulado pantalón desu novio.

La inocente pavera, tam-poco luce ya la verde capita ofaja, bajo la que ocultaba el rojojustillo, ni la corta saya de cor-dón, que ellas tejían en listasde variados colores.

Pareja tan graciosa y ar-tística no volveremos a ver.Desapareció como desaparecehoy todo lo que tiene algo deideal y poético para refugiarseen la novela o el teatro. Al rele-gar al olvido los Icodalteros susvistosos trajes, se despojarondel único adorno que les dis-tinguía y caracterizaba, y yasólo se les recuerda para la-mentar el completo grado de ig-norancia en que se hallan, apesar de la corta distancia á queestán de los demás pueblosdonde hay cultura; hay que dis-culparlos; pues no existe unaescuela en aquel pueblecillodonde es algo regular el núme-ro de sus habitantes, y dondeacaso, como en el seno de lasmontañas, se hallaría algún dia-mante de inestimable valor.

Lía Tavío«Siglo XX». (5 de octubre de 1900)

Paisajes, tipos y costumbres de Icod el Alto (1900)Barranco del Dornajo en Icod el Alto.

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Señor presidente delExcmo. Cabildo Insular deTenerife. Muy señor nuestro:Los que suscriben, vecinosde Palo Blanco, del RealejoAlto, a V. S. con el mayorrespeto tienen el honor deexponerle: 1° Que desde elaño de 1930 solicitamos delAyuntamiento de este pue-blo se dirigiese a V. S. pi-diéndole se hiciese por elCabildo de su merecida pre-sidencia, una pista que pu-siese en comunicación a estepago con el de Realejo Altoa fin de que los camiones yautomóviles de esta isla pu-diesen llegar, cuando menos,hasta la plaza de este pago,y así poder dar salida a losproductos agrícolas que secosechan en esta zona y tam-bién para poder tener la ade-cuada asistencia facultativa yel normal funcionamiento delas escuelas nacionales. 2.°Que debido a las gestionesque hizo el Ayuntamiento, eseexcelentísimo Cabildo, pre-vio informe de la oficina deObras y Vías, preguntó aesta Corporación, en juliode 1931, cuál era el trazadoque mejor convenía hacerrápidamente, contestando elAyuntamiento, según informedado por la Comisión deCaminos con el asesora-miento de los ingenieros se-ñores Lozada y Pintor, quedebía adoptarse como solu-ción rápida «la traza directapartiendo del camino que delcasco conduce a la CruzSanta, desde el punto cono-cido por La Piñera, con di-rección a Montes Claros»,tomando como fundamento:1.° Que arranca de un pun-to intermedio entre el cascoy el pago de la Cruz Santa.2° Que se aprovecha granparte del camino denomina-do «Camino Atravesado».3° Que con reducido costo,por su longitud, quedaría encomunicación directa con lascarreteras del Estado, el nú-cleo principal de Palo Blan-co, donde funcionan las es-cuelas nacionales.

3.° Que la ComisiónGestora de ese Excmo. Ca-

bildo, en sesión de Septiem-bre de 1931, acordó proce-der a la construcción de lamencionada pista con unalongitud de 2.200 metros yun presupuesto total de 33mil pesetas.

4º. Que habiéndose lo-grado en 1931 el permiso dela mayor parte de los due-ños de terrenos por dondeha de pasar la pista, se co-municó tal hecho al Cabildo,pero nada se logró, pues, apesar de ello, no se dio co-mienzo a la obra, manifestán-dose que era necesario te-ner el permiso de la totalidadde dueños, y 5.° Que en vis-ta de tales manifestacionesse han hecho nuevas gestio-nes, llegándose a conseguirel total de los permisos.Como consecuencia de esto,el Ayuntamiento ha elevadoa V. S., con fecha 14 deAgosto último, un escrito su-plicándole se digne ordenarel inmediato cumplimiento alacuerdo que ese Excmo.Cuerpo insular adoptó en tanimportante asunto en Sep-tiembre de 1931.

Como V. S. ve, no he-mos sido exigentes, han pa-sado nada menos que tresaños sin dar comienzo a lapista, cuando con un poco debuena voluntad ya podríaestar terminada.

Nosotros, como habi-

tantes de Tenerife, nos cree-mos con derecho suficientepara pedir de una maneracategórica a V. S. se digneordenar el cumplimiento delacuerdo insular ya citado,para que se dé comienzo ala obra en el presente mes,coincidiendo con la termina-ción de la vendimia.

No queremos que sur-jan nuevos entorpecimientosque traerían, como conse-cuencia, que este pago con-tinuase en plena incomunica-ción, no obstante hallarse enel centro del Valle de la Oro-tava, que, como V. S. sabeperfectamente, es la zonamás rica de la isla y, por tan-to, es la que más contribu-ye al presupuesto de esaExcma. Corporación. Porjusticia, creemos seremosoídos de una vez.

Hasta tanto, queda-mos a sus órdenes suyosaffmos. seguros servidoresq. s. m. e., Domingo L.Abreu, Ramón González,Domingo García, FranciscoAfonso, José García Luis,Angelino Afonso, AntonioQuintero, José García, Pe-dro Quintero, Antonio Gon-zález, Tomás Luis, PedroGonzález, Gonzalo Luis,Gonzalo González, JuanGarcía y García, FranciscoGarcía Díaz, Ceferino Gar-cía, Adrián Alonso Gonzá-

lez, Juan Yanes, José Yanes,Domingo Yanes.

Realejo Alto, 1 Sp-bre. de 1934

Vecinos de la CruzSanta piden otro trazado

En el periódico 607,correspondiente al pasadomiércoles, en una cartaabierta dirigida al señor pre-sidente del Cabildo Insularde Tenerife, firmada porunos vecinos de Palo Blan-co.

En lo referente al tra-zado del punto dos, Se ne-cesita no conocer el te-rreno para creer tales afir-maciones, cogiendo la direc-ción de la vereda de MonteClaro no es la parte más cer-ca, y si se busca lo más eco-nómico debería coger porAngostos Bajos fincas de lasCabreras y camino a PaloBlanco, que es mucho máscerca. No parte de entre elcasco y el pago de la CruzSanta sino de la parte delPoniente de la Cruz Santamisma. Que no se toca nadadel camino Atravesado, muyal contrario, queda muy dis-tante de él.

¿Qué se perseguirácon todo esto? Se quiere lacarretera a Palo Blanco, no-sotros también la queremos,pero ésta debe ser por don-

de más convenga a los inte-reses generales del Valle, pordonde no se dividan fincasni se destrocen sus principa-les viñedos, por donde se ledé comunicación a la Aldeadel Viñátigo, que es por elcamino del Brezal y caminoAtravesado; con esto no sealteran ni el punto de partidani el punto de destino, quees de la Cruz Santa a PaloBlanco, y ganará mucho unabuena parte del Valle. Quese haga la carretera, quecon ello se da trabajo alobrero. Se le dará comuni-cación a muchos vecinos yse le dará vista al turismo deuna bonita zona de esta re-gión. Que se haga la carre-tera, pero antes debe ha-cerse un buen estudio pordonde debe cruzar, para nopisotear intereses creados ydefender otros interesesmuy superiores.

Que se haga la carre-tera, pero que cruce por laaldea del Viñátigo, que es-tos vecinos contribuyen conmuy buenos donativos y és-tos deberían aprovecharse.

Dando las gracias an-ticipadas, quedan de ustedatente» s. s. q. e. s. m. Es-teban R. Márquez, EstebanLuis Pérez, Elíseo GarcíaDíaz.

La pista de Realejo Alto a Palo Blanco, una

lucha de años con el Cabildo de Tenerife (I)

(La Gaceta de Tenerife)

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Page 11: Boletin II Febrero

Curiosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasado

El padrino de bautis-mo del general venezolanode ascendencia canaria,Francisco de Miranda(1750 – 1816), conside-rado el precursor de laemancipación americanadel Imperio español y co-nocido como «el america-no más universal», fue elclérigo realejero TomásBautista de Melo. Miembrode la burguesía agraria delRealejo de Abajo, TomásBautista de Melo buscó enVenezuela las oportunida-des que en la isla no habíapodido alcanzar. En 1733marchó a la Guaira comocapellán de un barco. ElObispo Díaz Mondoñedoen su Relación Reservadade 1768 le atribuye 56años. Dice de él que era «deregular vida y costumbres,mediana literatura y buenaíndole, oriundo de las IslasCanarias, y años ha residi-

Nuestro corresponsalde los Realejos nos dice losiguiente: Por si aún no hu-biese llegado a noticia de V.y como ejemplo que debie-ra ser seguido, le digo, quese proyecta reunir estos dospueblos en un solo Ayunta-miento, estando acordadaspara ello, según me han di-cho, las bases siguientes: 1ºEstablecimiento de la capi-tal del distrito en el barrio deSan Agustín, que es comúna ambos Realejos; tanto poresto, como por su situaciónen el camino del norte, en eltrazado de la carretera ydonde se hallan establecidasla administración de correosy la de los impuestos quecobra el Banco. De estemodo ninguno de los dospueblos puede considerarsepreferido, lo cual parecía unobstáculo a la unión; pero siel Realejo alto no accede aestablecer las casas consis-toriales y demás dependen-cias, en el edificio que po-

Según nos dicen, el 27del pasado mes murió en elpueblo del Realejo alto, uninfeliz idiota conocido gene-ralmente por el apodo deBuen-amigo, al que se le hi-cieron solemnes honras fú-nebres, dignas de mención.

Este desgraciado, quevivió siempre en la mayormiseria (cosa rara en estostiempos en que abundan tan-tos encopetados idiotas) se

hallaba dotado de una de lasvirtudes más apreciables, ycuya semilla se va perdien-do ya en nuestra sociedad,la honradez.

Cubierto de harapos,mendigando y sufriendotoda clase de penalidades,jamás se le notó un vicio,nunca le quitó nada a nadie,y cuando le daban una mo-neda de plata para que lacambiase y tomase una par-

te de ella, devolvía el restoexacto. Los vecinos de am-bos Realejos le hicieron unfuneral lucido, con asistenciade los dos párrocos, el delRealejo-alto y el del Reale-jo-bajo, los dos coadjuto-res, la banda de música ytodo el vecindario de los doscitados pueblos.

La concurrencia eraextraordinaria; y semejantedemostración espontánea de

aprecio por parte de aque-llos vecinos manifiestan queno sólo al orgullo y a la ri-queza se tributan honores alpie de la tumba, sino tambiéna la virtud y buenas cualida-des que distinguía a un po-bre idiota, que no porque aun idiota distinguiesen deja-ban de ser virtudes y bellasprendas.

Una sola diferenciaexisten entre los postreros

honores que a la vanidad ya la riqueza se rinden, y losque se le han dispensado alpobre Buen-amigo. Aque-llos pueden confundirse conla adulación y la falsedad;éstos no se confunden connada. ¿Cuáles son más dig-nos de aprecio? ¿Cuálesmás acreedores a que sehaga mérito de ellos?

(El Guanche 11 de marzo de 1868)

La muerte de un infeliz idiota (Realejo Alto 1868)

El clérigo realejero Tomás

Bautista de Melo, padrino

del General Francisco de

Miranda (1750)

do en este Obispado. (...)Tiene poco más de 25 añosde sacerdote». Tomás fueel clérigo más familiar e ín-timo de la familia. Ofició lasceremonias de casamientode Sebastián de Miranda yde Francisca Antonia Ro-dríguez, y de la mayoría desus hijos .

see el Realejo bajo en di-cho barrio, entonces habránde construirse a costa delRealejo disidente, en la par-te hoy suya. 2º. Acordar lacreación de tres colegioselectorales, uno en la capi-tal referida, otro en el case-río de Cruz Santa y otro enel de Icod el alto.

3º. Establecimiento de

tres escuelas públicas de am-bos sexos en la demarcaciónde los colegios. 4º. Solicitardel Gobierno la creación deuna ayuda de parroquia en laCruz Santa, otra en Icod elalto y otra en lugar de una delas existentes que se suprimepor ser la de mayor capaci-dad y solidez

La Federación. (14.8.1870)

El fallido intento de fusión de

Los Realejos de 1870

«Miranda, Bolívar y Bello: trestiempos del pensar

latinoamericano». Caracas. 2007

San Agustín a principios del siglo XX.

Francisco de Miranda.

Page 12: Boletin II Febrero

Curiosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasadoCuriosidades del pasado

«Señora: Jesús Ma-ría de San José Álvarez,última religiosa profesaque vive de su larga comu-nidad, desde un triste rin-cón que le han dejado li-bre del Monasterio de Re-coletas Agustinas del Rea-lejo de Abajo en la isla deTenerife, y en edad deochenta y dos años, dirigea V.M con la mayor consi-deración y respeto, la reve-rente súplica: De que searestablecido su primitivodestino de casa religiosaeste Convento que ocupanhoy en su mayor parte lasoficinas y salas del Ayun-tamiento, escuela y cárce-les publicas.

El deseo, Señora, detan suspirada restauración,le ha hecho permanecerhasta el día en el molestoencierro de una de sus cel-das guardando en lo posi-ble vida monástica, rodea-da de tanto contratiempo,y sostener a costa de milprivaciones el culto a S.MSacramentado de su mise-ra pensión.

Dígnese V.M prote-ger este antiguo asilo devírgenes, para que retira-do el bullicio de negocia-ción secular que lo profa-na, vuelva a respirar algúndía la inocencia en su re-cinto, quedando expeditacon la Real aprobación deV.M la entrada y profesiónen él de la vida religiosa.Realejo de Abajo en Tene-rife, Septiembre 29 de1852. A.L.R.P.D.V.M.»

SIVERIO PÉREZ,José. «Los Conventos delRealejo», p 133, 1977.

Este documento res-catado por el padre Siverio,catalogado y custodiado ac-tualmente en el Archivo His-tórico Diocesano de Teneri-fe, nos muestra en primerapersona el ocaso del Con-vento de San Andrés y San-ta Mónica. Fundado pordon Juan de Gordejuela enel siglo XVII, como destinode las damas de su linaje y

otros, fue habitado durante150 años por las religiosasagustinas recoletas. Su últi-ma moradora, y en variasocasiones priora, suplica a laReina Isabel II su restaura-ción a pesar de las medidastomadas por la primera des-amortización de ese siglo.

Estos institutos cum-plieron una múltiple funciónreligiosa, social y económi-ca, hasta la expansión de laeconomía capitalista, que losarruinó. Que unida a la apa-rición de ideas políticas quepugnaban con el Absolutis-mo y las desamortizacionesdel siglo XIX contribuyerona minimizar o extinguir supoder. El Convento se des-tino tras su desamortizacióna Ayuntamiento del RealejoBajo, escuela, juzgado, cár-cel y almacén, hasta el incen-dio de 1952. Nuestra pro-tagonista, Sor Jesús Maríade San José Álvarez de Cas-

tro, quedó recluida en unasmínimas dependencias, aun-que se le ofreció su trasladoa otro convento, como ha-bían hecho años atrás algu-na de sus compañeras, re-chazándolo. A duras penaspudo mantener el culto alSantísimo y a la Virgen delCarmen en su Santuario, conla ayuda de su Hermandad-Cofradía, advocación que hallegado hasta nosotros a pe-sar de las múltiples vicisitu-des por las que ha pasadoen distintas épocas en estepueblo.

La religiosa nació enGüímar en 1774 y sus últi-mos datos biográficos sonesbozados por el clérigoJuan Crisóstomo Albelo ensu acta de defunción, asen-tada en el Libro 7º de Di-funtos de la Parroquia de laConcepción del RealejoBajo, en la que leemos: «LaMadre Jesús María. En

veinte y seis de diciembrede mil ochocientos sesen-ta y un años, el Beneficiode esta Iglesia Parroquialde Nª Sra de la Concep-ción del pueblo del Reale-jo de Abajo condujo al ce-menterio del mismo, parasu enterramiento, al cadá-ver de soror Jesús María deSan José Álvarez de Cas-tro, religiosa que fue delMonasterio de Recoletas deeste expresado pueblo, quefalleció el día de ayer deochenta y siete años deedad, vecina de este dichopueblo, hija legítima deDon Nicolás Álvarez y deDoña Ines Rosalía de Cas-tro, todos naturales deGüímar, tan sólo se admi-nistró el sacramento de laextremaunción, por haber-se insultado, y para queconste lo firmo. Juan Cri-sóstomo Albelo. Colec-tor». Perteneciente a los cla-

ses acomodadas de su épo-ca, fue destinada a vivir enclausura pues en esta se pre-servaba su posición y digni-dad social. Tiempo en el quelos conventos eran útiles he-rramientas para el control dela natalidad y la reubicacióndel excedente de mujeressolteras.

Aunque las fuentessólo nos informan de unamonja profesa hacia finalesde la década de 1850, laacuarela de E. Murray nosmuestra algunas legas senta-das a los pies de una ancia-na monja. Bien pudiera re-flejar el momento de su visi-ta u otro tiempo pretéritoreferido por la religiosa. Noobstante, la elevada edad desu fallecimiento y su posiciónsocial nos hacen pensar quedebió ser asistida a lo largode toda su vida.

Monjas en el Convento. Acuarela de Elizabeth Murray.

Carta de la última monja del Convento

de San Andrés y Santa Mónica a

la Reina Isabel II de España

Jerónimo David Álvarez García

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Nació en Palo Blanco,a tan solo cincuenta metrosde la Cruz del Castaño. Sumadre era natural de lasToscas de Romero y su pa-dre fue emigrante en Cuba.Cuenta Balbino que de chi-co bajaba con su madre acomprar a la venta de San-tiago en la Cruz Santa, don-de se hacían los cambios deproductos y se adquiríantodo tipo de productos ne-cesarios para la vida diaria.

Los bailes en PaloBlanco se hacían en la casade Domingo Grillo y en elCamino Atravesado la gen-te iba a casa de Manuel elde Cristóbal, yerno de Ce-lestino Perera. Este lugarera conocido popularmen-te como el Casino de PaloBlanco, al cual venían toca-dores de todos sitios, comoServando de la Cartaya,Honorio el del agua y otrosque «ahoritita mismo» es-tán en Venezuela.

Por aquel entoncesorganizar un baile era bas-tante comprometido por-que estaban totalmenteprohibidos, aunque en sucasa en Las Llanadas don-de había un comercio queduró unos veinticinco añosnunca hubo reparos parapreparar los memorablesbailes en la «Venta de Ni-colás el Mollero».

Uno de los más im-portantes se celebraba pre-cisamente con motivo deldía de San Antonio, cuan-do se reunían hasta veinti-cinco tocadores de unasentada: hablamos de Fé-lix y Manuel el Cadacho,Guillermo Anselmo, Mano-lo Guanche y su hermano,Fefe Morales así comootros muchos que inclusose dividían en dos grupos yla gente bailaban en los dossalones de ambas casas fa-miliares.

En 1942, cuando te-nía trece años ya formabaparte de una parranda decuerdas con su cuñadoPepe a la bandurria, Salva-dor y un primo suyo a laguitarra y él mismo con una

laúd. Acudían a amenizarmuchos tenderetes, fiestas,bodas y bautizos, algunosde los cuales fueron hechasen casa de Antonio el delCharco de la Cruz.

«Lo más remoto querecuerdo, fue la primera vezque fui sólo con un amigo ala fiesta de La Cruz Santa.En la Punta del Muro allá alas seis o siete de la tarde,vi como se iban juntandounas guitarras y en pocosminutos había tantos toca-dores que ocupaban la ca-lle de un lado al otro. San-tiago Reboso, el de las ca-jas, los hermanos Félix yManuel Cadacho, Severia-no el de la Montaña ( quecantaba muy bien), Mano-lo Guanche, Guillermo An-selmo, Fefe Morales, Ru-perto y su violín, los Mediapeseta, etc …. Llegaron ala plaza y barrieron con la

gente que los siguieron has-ta la casa de Antonio elCarpintero, un salón muygrande, donde incluso nofaltaba comida».

Como anécdota re-cuerda Balbino un frío mar-tes de carnaval, viniendo deamanecida en el CaminoAtravesado se les aparecióla guardia civil y como es-taba prohibido tocar en pú-blico, les hicieron muchaspreguntas y les tomaron losdatos para después llamar-los desde el cuartelillo dePuerto de la Cruz.

En 1952 se casó conSerafina y luego se fuerona Venezuela donde estuvie-ron diez años, regresandoa su querida isla con unapreciosa mandolina y al-gunas perras ahorradas,con las cuales compró unsolar en el camino viejo deSan Benito, en el Realejo

Alto, instalando en los ba-jos un bodegón donde lle-gó a encerrar más de vein-te mil litros de vino que sebebían rápidamente con loque tenía que comprarotros tantos en La CruzSanta.

Por allí también pasa-ron buenos parranderos delos de antes, como Ruper-to el cartero, Manuel Pa-chincha, Armando Farrais,Manuel y Domingo el chu-rrero, Guillermo Anselmo,Fernando Pérez (mi pa-dre), José María, Carmeloel Rubio, Félix y ManuelCadacho, etc.

Más tarde tuvo quecederle el negocio a JoséMaría por motivos de sa-lud y en 1982 comenzó suandadura más sosegada enla parranda «Vejentud» delos mayores de Puerto dela Cruz con Carmelo Sán-

chez al frente del baile yManuel el jurguilla desde laVictoria de Acentejo a car-go de las cuerdas. Com-partieron escenario con losSabandeños, los Tequilas,Guayaquil Tres, y Acha-mán, quedando los prime-ros en el concurso de Ma-nolo Mena.

Más tarde Carlos, eldirector del Centro de laTercera Edad de Los Rea-lejos y el presidente, donAgustín Luis, vinieron abuscarlo para que reunierauna jurria y formara la pa-rranda de mayores aquí, yasí nació Camino Verde,con Paco Delgado el Chi-va, Pedro el Canario, Ho-norio el del agua, Manuelel cachimba, Goyo el de laCartaya, etc. .

Cuando eso, dice donBalbino, no había otros gru-pos y tenían que actuar has-ta tres veces al día en dife-rente puntos del municipio.

Este realejero de proentendía el folklore comoun instrumento al serviciode la diversión y la felici-dad, por eso tenía en sucasa además de miles decintas y discos compactos,tres guitarras, dos laúdes,un violín, dos cuatro vene-zolanos, dos timples y suqueridísima mandolina ca-raqueña.

Hace unos años fuehomenajeado en las fiestasde San Antonio en Tigaiga,dentro del Festival de Can-tadores, donde incluso semarcó una isa y una mala-gueña al más puro estilo deenantes.

Justo reconocimientoa la ilusión de una vida lle-na de éxitos, luchas y des-velos aferrado a su pueblonatal incluso en los peoresmomentos cuando la saludle jugaba una mala pasada.

En nombre de todoslos amantes del folklore denuestra tierra, no te olvida-mos, muchas gracias por tuconstancia, amigo BalbinoGarcía Rodríguez.

Apuntes de un parrandero...

Balbino García Rodríguez

Isidro Pérez Brito

Homenaje a Balbino García en las Fiestas de San Antonio de Tigaiga.

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También de Las Lla-nadas, en las inmediacionesde La Cruz de Castaño,cuya capilla y plaza contri-buyó a edificar: «Hasta yomismo haría de cruz, si hi-ciera falta». Viene al mun-do en 1912, y su vida trans-curre compaginando la agri-cultura con el pastoreo.

Don Pedro Donis hasido consultado por estu-diosos de nuestro pasado,en busca de las antiguas ru-tas de los cabreros, con susvariadas expresiones cultu-rales sobre todo cuando co-incidían con pastores deotros lugares de las islas enlas zonas de cumbre, juntoa los abrevaderos.

Sabido es que los gru-pos pastoriles utilizaban es-pecialmente el conocidoCamino de Chasna paratrasladarse a las cumbres,vía frecuentada hasta nohace muchas décadas porquienes, a través de PedroGil, se dirigían al sur de laisla o viceversa. Los de lamitad occidental de la co-marca de Taoro, acostum-braban a efectuar sus des-plazamientos a la montaña

por otros senderos. Den-tro de Higa (nombre su-puestamente aborigen deuna amplia zona no muy lo-calizada actualmente, peroque comprende La Perdo-ma, y partes de La CruzSanta y La Zamora), prin-cipalmente por los de Fuen-te Vieja y Las Lajas - ésteparalelo al barranco de igualnombre-, aunque es posibleque el más transitado fuerael de Palo Blanco en LosRealejos, término interesan-tísimo desde el punto de vis-ta indígena (de la obra Higa,del investigador y maestroorotavense, Manuel Rodrí-guez Mesa, Santa Cruz deTenerife, 1987, página 28).

En estos montes y enestos caminos transcurre,pues, la vida de don PedroDonis, poeta sin letras, perocon sentimiento e inspira-ción envidiables, a quientambién hemos tenido el in-menso placer de tratar,compartiendo con él horassin prisas, en espacios na-turales donde casi no exis-ten relojes, y el paso inexo-rable del tiempo viene mar-cado aún por los astros.

Don Pedro Perera -que así también es conoci-do nuestro interlocutor-aporta un valioso documen-to sobre el precitado «ca-mino de la cumbre», queconoce como pocos.

El camino de la cum-bre

«Éste es el caminomás viejo casi de la Isla deTenerife, que se cruza deNorte a Sur. El de la cum-bre era del Puerto de laCruz, de la Plaza El Charcopara ir al Sur, a Los Cris-tianos. Salía por la CasaHiga, por Las Arenitas, pa-saba por El Portillo, entra-ba por Cañada Blanca parair a Los Cristianos. Ése esel camino de la cumbre, queatraviesa también de Nortea Sur.

El Camino de la cum-bre tiene tres portillos: Unoes el Portillo primero queencontramos aquí, donde seencuentra hoy el merende-ro, ese es el Portillo que erael pase para ir a Lomo Ari-co y de las partes del Sur,de la izquierda, cuando seiba de aquí para el Sur. Y

el otro portillo era Guajara,que se cogía Guajara parabajar a Vilaflor y a Grana-dilla, y a las zonas ésas. Yel otro que sigue padentro,a pasar por casa Juan He-bra, ése es el que baja a LosCristianos (... ).

Y el camino este,como antes no había co-ches, no había circulación,porque todo era a pie, y laVirgen de Candelaria, lafiesta se hacía el día dos defebrero. Y era un tiempomuy malo, porque se neva-ba la cumbre y por la cum-bre no se podía pasar. Yeste camino que le decíanCamino del Monte de Can-delaria era camino del mon-te porque por partes pasa-ba por el monte y por par-tes por tierras hechas. Y poreso le decían Camino delMonte de Candelaria. Y ve-nía la gente desde el ValleSantiago,... esa parte deIcod, Erjos y todas esaspartes venían andando losque acudían a la fiesta».

Y añade don PedroDonis: «A La Gollada, LasLlanadas, acudían pastoresde los alrededores, ameni-

zándose la reunión con bai-les, luchas, música y juegodel palo. El juego del palolo practicaba muy bien ChoValentín Gallardo, que era elcabrero más viejo en aque-lla época; cuando murió, yanadie siguió».

¡Cuántas historiasconserva don Pedro Pere-ra, el segundo Pedro! Suyaes esta décima de cortemarcadamente ecologista:«El Puerto de la Cruz/ eraun bello platanar/ y ahora lohan arrancado/ pa que pue-dan fabricar/ para que pue-dan llegar/ toda esta gentede fuera/ a gozar esta pri-mavera/ que aquí tiene tan-ta vista/ y ahora cada turis-ta/ es un plantón de plata-nera». Para terminar joco-so: «Y ahora me preguntan/que quién hizo esta canción:ésta la hizo mi pecho/ y leayudó el corazón./ Yo soyun cantor canario,/ en micanto me recreo/ yo me lla-mo Pedro Donis,/ pa servir-le, caballero».

Don Pedro Donis y el «paso de la cumbre»

Alvaro Hernández Díaz(«La Voz de Los Reale-jos». Octubre de 1996

El camino de la cumbre «Impressions et observations dans un voyage à Ténérife.» (Mascart, Jean, 1910)

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Los Realejos y los hitos devocionales de sus Fiestas de Mayo

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La cruz desde los pri-meros momentos de la llega-da de los castellanos a lasplayas de Añaza, juega unpapel importante como hito enla isla de Tenerife, e incorpo-rándose a la toponimia de lamisma, no en balde la políticade conquista de la coronaCastellana, ya hacía muchotiempo que había fusionadolos símbolos de la cruz y laespada, en aras de sus proe-zas, fusión que les había dadomuy buenos resultados. Poreso, hay que tener en cuenta,que la empresa bélica de laconquista de la Isla habitadapor infieles, estaba orientadaa ser ganada para Dios –creador de la Tierra y de to-das sus criaturas-, y para elRey.

El avance de las tro-pas invasoras a lo largo de suincursión hacia el interior dela Isla, debió de ir jalonandoel terreno de cruces, que notenían un carácter devocional,pero sí un marcado significa-do de posesión territorial,pues eran tierras ganadas ennombre de Cristo. Esta prác-tica debió ser común a la po-lítica expansionista de Casti-lla, experiencia que les habíaenseñado que una cruz ubi-cada en un lugar estratégico,nunca sabía lo que podía de-pararles con el devenir deltiempo.

Por tanto, hay que pen-sar que con ese planteamien-to, el avance de las tropas cas-tellanas hasta llegar a los piesdel Macizo del Tigaiga, dejóel terreno jalonado de estoshitos posesorios, cargadosademás con una posibilidadde desarrollo futuro, por loque sería difícil averiguar quecruces señeras a lo largo delNorte de la Isla, pudieran res-ponder a esos jalones topo-gráficos anónimos, cargadosde expectativas, y avaladospor la experiencia.

En el caso de los Rea-lejos, se dice que dentro deun relicario en forma de cruzde filigrana, se conservanunos fragmentos de la quefuera la cruz colocada por losconquistadores en el Real deArriba, pero sin que existaninguna referencia documen-tal a la misma, ya que ésta seelabora en 1676 1. No sabien-do si a esa cruz, con la que

dieron oficialmente por termi-nada la gesta bélica, le die-ron significación devocional,o simplemente funcional.

Pero si había lugaresconvenientes, donde colocarcruces con fines posesoriosy sacralizadores, éstos eranlos nacientes y manantiales deagua, sobre todo en un terri-torio donde ésta escaseaba,problema que incluso en elmundo aborigen prehispánico,había generado rituales má-gico-propiciatorios, prácticastambién contempladas dentrode la nueva religión que seimponía en esos momentos,que además asociaba el aguaal bautismo de Cristo y la con-vertía en un medio para al-canzar la Gracia. Así, no nosextrañará que sean las fuen-tes y manantiales naturales,y más tarde los chorros y pi-las de abastecimiento públi-co, los primeros espacios sa-cralizados dentro del nuevoorden, aparte de los posibleslugares de culto aborigen, oespacios de significación pre-histórica, pues hay que teneren cuenta que la ermita deSanta Lucia se construye enlas proximidades de lo que fueun asentamiento guanche, yque este referente estuvo pre-sente hasta bien pasado lossiglos.

La cruz y el aguaLa cruz como emble-

ma del cristianismo, estabacargada de un marcado ca-

rácter simbólico para el hom-bre del siglo XVI, y a ella ledebía respeto y confería cul-to, por tanto, ubicando unacruz sobre las fuentes, na-cientes, o manaderos de agua,se garantizaba que por el res-peto conferido a la misma, seasegurara que los entornos einmediaciones de estos luga-res, estuvieran libres de in-mundicias, de arrojar basuras,excrementos, y que no se

convirtieran en estercoleros oen muladares; en definitiva,que las fuentes y sus alrede-dores, se mantuvieran lim-pias. Junto a ese carácter pro-filáctico de la cruz, tambiénse unía el aspecto exorcista,que le transmitía a la personaque se acercaba a ella, con-fianza sobre la salubridad delagua, a la vez que protecciónfrente a los posibles daños ymales, que le pudiera ocasio-

nar su ingestión.En los Realejos, tene-

mos varios ejemplos y docu-mentación gráfica, que nosmuestran el vínculo que hatenido la Cruz con el Agua através del tiempo. Así tene-mos varios grabados y dibu-jos del siglo XIX, donde lapresencia de la Cruz y el lí-quido elemento es palpable,como el grabado realizadopor Williams de la fuente delDornajo, o un dibujo de Al-fred Diston, fechado en 1824.

También perduran al-gunas cruces unidas a cho-rros o fuentes públicas, quesi bien son elementos relati-vamente recientes en el tiem-po, sin embargo, como con-trapartida a éstas, nos encon-tramos un documento del si-glo XVII, en el que se hacereferencia a unas tierras enel barranco de La Lora quehabían pertenecido al Adelan-tado Fernández de Lugo, yentre los linderos que se dande las mismas, se cita: «unmanantial, con unas crucesantiguas»,2 que aunque solosea tangencialmente, nosmuestra ese vínculo ancestralde la cruz y el agua.

1(Camacho y Pérez Galdós,las Iglesias de la Concepción y deSantiago Apóstol, los Realejos 1983.Pg57)

2 (AHPT.PN3430. Fº383.)

La Cruz y la Conquista y la Cruz y el Agua

Grabado realizado por Williams de la fuente del Dornajo

Relicario en forma de cruz de filigrana, se conservan unosfragmentos de la que fuera la cruz colocada por los Conquistadoresen el Real de Arriba.

José Mª Mesa Martín«Los Realejos y los hitos

devocionales de sus Fiestas deMayo» (2008)

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Benigno Carballo Wamgüemert y su «Viaje a las Islas Afortunadas» (1861)

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El camino de «Las Vueltas de Tigaiga»

jo) para el susto.

Llegamos a Los Reale-jos después de haber atrave-sado unos caseríos llamadosMontaña y Zamora. LosRealejos están divididos porun gran barranco y disfrutande una bellísima posición,ofreciendo y presentando el«alto» con la elevada torre desu iglesia, un aspecto som-brío, mientras el «bajo», ycomo para formar contraste,desarrolla su blanco caseríoentre bosques de naranjos yárboles frutales.

Yo ruego al viajero, siquiere disfrutar de un pano-

rama embelesador, que subaconmigo a la montaña llama-da el Lance, aún cuando su-framos la fatiga de subir unacuesta muy pendiente, y deseguir un camino que se de-sarrolla en mil y mil vueltas yrevueltas. Dicho camino, quees el mismo que conduce delRealejo al pueblo de Icod elAlto, va rodeando en susvueltas la montaña y presen-ta muchos pasos difíciles ypeligrosos por razón de lofalso y quebradizo del terre-no, pero esta misma circuns-tancia contribuirá a que po-

damos saborear mejor la her-mosa vista que nos aguarda,compensación generosa alascenso rápido y difícil.

Ya arriba extendemos lavista en todas direcciones. ElValle entero se presenta anuestros pies: en la pendientede la montaña, descúbrenseesparcidas y aisladas las ca-sas de Tigaiga, como si qui-sieran trepar atrevidas aque-lla eminencia cortada a pico,sin temor a los posibles de-rrumbamientos; más abajo, ya vista de pájaro se ven losdos Realejos, las hermosas

Ramblas, a donde conducirétambién al viajero, bañadaspor un mar no siempre tran-quilo y las tres montañas delValle que antes nos parecíanmás altas, y ahora dominadaspor nosotros, figuran peque-ñas protuberancias del terre-no.

Tan extenso, tan varia-do, tan rico y sorprendentepanorama es de lo mejor quepudiera fabricar la imagina-ción, y no decimos que sea elmejor de todos, porque enCanarias hay muchos entrelos cuales entre los cuales se-

ría dudosa la preferencia.Pasadas algunas horas

en esta elevadísima posición,embelesados los sentidos yabsorto el pensamiento, unasveces en la contemplación detan bello cuadro, y otras enconsideraciones referentes alas revoluciones geológicas,que han debido haber ocu-rrido y que el tiempo colocaa mucha distancia de noso-tros, comenzamos a descen-der, y retornamos a Los Rea-lejos.

Benigno Carballo Wangüemert