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VIVE EL RETO, ACEPTA LA DIVERSIDAD5 de septiembre de 2014 Boletín de la Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila CamachoDIFERENCIAS QUE NOS HACEN IGUALESEl concepto de diversidad es bastante amplio, pues al contrario de lo que se piensa abarca más aspectos que la discapacidad intelectual o física. Conforme avanza el tiempo se tienen en cuenta estas condiciones diferentes, es por eso que para hablar sobre diversidad hoy en día implica una serie de indicadores muy diversos. Ahora se entiende por diversidad a las diferentes manifestaciones que tiene un individuo, ya sea la diversidad de ideas, experiencias y actitudes previas. Además hay diversidades en lo cultural, lingüístico, religioso, discapacidad física o psíquica, pobreza y marginación social e incluso sexualidad. Todas y cada una de estas diferencias influyen en el aprendizaje de cada uno de nuestros alumnos, debe partir del respeto y aceptación a las diferencias individuales que cada persona tiene, una vez que logremos entender el que todos somos diferentes y seamos tolerantes lograremos avanzar como una sociedad mejor, pues cada uno tiene habilidades y capacidades diferentes que pueden hacer de este lugar uno mejor.

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“VIVE EL RETO, ACEPTA LA

DIVERSIDAD”

5 de septiembre de 2014

Boletín de la Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”

“Inclusión…”

Cada vez parece un término más cercano, sin embargo, aún dista de la

realidad y parece un sueño meramente utópico, seguimos formando parte

de esa sociedad que genera etiquetas y se encarga de clasificar a la gen-

te, sin darse cuenta de que en realidad ninguno de nosotros somos igua-

les. Somos nosotros mismos quienes nos ponemos límites y a otros. Y

eso es lo que hacemos también en el ámbito escolar, muchas de las ve-

ces menospreciamos y no logramos comprender a una persona por ser

diferente a nosotros. En el tema de educación puede verse la discrimina-

ción y exclusión por falta de información y preparación por parte de los

docentes, escuela y otros compañeros, para eso se tiene que investigar y

plantear múltiples actividades que procuren atender a cada uno de los

alumnos y para esto se necesita conocerlos primero.

“DIFERENCIAS QUE NOS HACEN IGUALES”

El concepto de diversidad es bastante amplio, pues al contrario de lo que se

piensa abarca más aspectos que la discapacidad intelectual o física. Conforme

avanza el tiempo se tienen en cuenta estas condiciones diferentes, es por eso

que para hablar sobre diversidad hoy en día implica una serie de indicadores

muy diversos. Ahora se entiende por diversidad a las diferentes

manifestaciones que tiene un individuo, ya sea la diversidad de ideas,

experiencias y actitudes previas. Además hay diversidades en lo cultural,

lingüístico, religioso, discapacidad física o psíquica, pobreza y marginación

social e incluso sexualidad. Todas y cada una de estas diferencias influyen en

el aprendizaje de cada uno de nuestros alumnos, debe partir del respeto y

aceptación a las diferencias individuales que cada persona tiene, una vez que

logremos entender el que todos somos diferentes y seamos tolerantes

lograremos avanzar como una sociedad mejor, pues cada uno tiene

habilidades y capacidades diferentes que pueden hacer de este lugar uno

mejor.

“Nuestras ideas, nuestro límite”

¿Cuántas veces no hemos escuchado a una persona que llama a

otra como “gordo”, “burro”, “negro”, “cuatro ojos”?, e infinidad de

apodos que de manera inconsciente la sociedad otorga a una

persona por alguna característica en su persona.

Pareciera que dar estos apodos no provocan un efecto negativo

pero la realidad es que los aspectos físicos se han vuelto más

importantes, dejando ver una sociedad que juzga a cada parte de

sí misma por las apariencias afectando en el grado de que no les

permiten avanzar o superarse sino lo contrario, estancan sus ca-

pacidades y limitan sus posibilidades, con el fin principal de cre-

cer o tener el poder en lo individual.

Estamos en un mundo donde una simple característica define

quiénes somos y lo que podemos realizar y esto definitivamente

nos limita.

En la escuela ocurre algo muy similar pues la mayoría de las ve-

ces la principal tarea que el docente desempeña para con los

alumnos es brindar un trabajo sencillo para aquellos que no se

sienten con la capacidad de hacerlo. Si un alumno no sabe redac-

tar un texto mejor que realice un trabajo oral.

La principal barrera para tratar la diversidad inicia en nuestra per-

sona pues cada quien pone sus propios límites pero sin pensar

define el límite de los demás.

Sentirnos aptos y participar en un conjunto de manera activa don-

de el objetivo sea el crecimiento de todos al desempeñar lo que

saben hacer, practicando el respeto y la tolerancia es un reto a

alcanzar y una oportunidad de fomentar las diferentes aptitudes

del alumnado.

“Al desarrollar tareas en grupos, cada alumno puede hacer hinca-

pié en determinados aspectos, según sean sus necesidades y

capacidades propias; el profesor puede de este modo observar,

motivar y apoyar a cada uno en particular de una forma más idó-

nea y directa en cada situación y necesidades concretas”1.

¿Cuándo educamos en la diversidad y

cuándo no?

Dentro de la diversidad, cada

alumno tiene diferentes necesidades

que pueden verse aumentadas o dismi-

nuidas según el modelo de enseñanza

que se lleve a cabo en los centros edu-

cativos, ya que es muy importante la

consideración de sus experiencias pre-

vias, el tipo de currículo diseñado o su

dificultad para incorporarse al ritmo de

aprendizaje establecido.

Generalmente los docentes no

trabajan en la diversidad, es decir, reali-

zan sus planeaciones y clases de la

misma manera para todos los alumnos

sin tomar en cuenta las necesidades

individuales ya que quieren evitar el

“doble trabajo”.

De esta forma, si queremos lle-

var a cabo una educación en la diversi-

dad debemos de tomar en cuenta los

criterios siguientes:

El derecho del alumno a ser consi-

derado de acuerdo con sus ex-

periencias y conocimientos pre-

vios, estilos de aprendizaje, in-

tereses, motivaciones, expecta-

tivas, capacidades específicas y

ritmos de trabajo.

La potenciación de individuos dife-

renciados con características

personales enriquecedoras de

una sociedad amplia y múltiple.

La atención abierta y flexible a dis-

tintos niveles, tanto en lo referi-

do al propio centro como a los

alumnos considerados indivi-

dualmente.

La ampliación del apoyo a todo tipo

de alumnos que, de manera

permanente o puntual, precisen

de la atención complementaria a

la acción educativa considerada

para la mayoría del alumnado.

“Hablemos de… la educación inclusiva pa-

ra formar ciudadanos integrales ”

Por el hecho de existir y estar en este mundo gozamos de derechos irrevo-

cables que nadie puede negarnos, uno de ellos la educación. En las escue-

las aprendemos cosas nuevas, aprendemos a resolver problemáticas pero

también algo muy importante aprendemos a convivir. Reconocemos que

dentro de las aulas encontramos un alumnado muy diverso y muy amplio,

cada uno con características tanto físicas y mentales al igual que habilida-

des únicas y aquí es donde sobresale la importancia de la inclusión, pues

como propósito escolar alcanza a todos los alumnos; conlleva no excluir a

nadie de la formación a la que tienen derecho por razones de justicia y de-

mocracia1. El hecho de convivir y relacionarse con cada uno de ellos permi-

te que se fortalezcan y se desarrollen valores que parten de educar para la

diversidad, dan pie a una convivencia democrática en donde se destaca la

igualdad, equidad, la solidaridad, la tolerancia, por mencionar algunos.

En pocas palabras la educación inclusiva permite que los alumnos sean

tolerantes y respetuosos con los demás, desarrollan una concepción de

ciudadanos capaces de valorar y vivir con el que es diferente por cuestio-

nes personales, sociales y religiosas2, en fin forma parte de una formación

integral de ciudadanos de aquellos que hacen falta.

“Luchando por una educación inclusiva

que atienda a la diversidad”

Alguna vez te has preguntado ¿qué podrías hacer tú para atender a la diversidad

de tu contexto?, has observado gente que tiene diferentes capacidades y en vez

de ayudarlos tu burlas, los incomodas con tu mirada o incluso los ofendes verbal

o físicamente, o tal vez con aquel compañero que tiene problemas de aprendizaje

al que apodas como “el burro” de la clase.

Si tú estuvieras en esta situación ¿te gustaría ser tratado así?, al igual que ellos

tú tienes capacidades diferentes, en algunas situaciones eres menos apto y sin

embargo no eres excluido, ya que en general la diversidad que existe en el mun-

do es lo que nos hace tan ricos, nuestra riqueza cultural está conformada por

nuestras capacidades, habilidades, actitudes y aptitudes.

Por ello en este artículo hablaremos de la educación inclusiva no sólo en las au-

las sino en la sociedad en general, ¿cómo lograrlo, qué deberíamos o no hacer?

“Tratar el tema de la educación inclusiva implica considerar una transformación

de la sociedad excluyente para que, en la construcción permanente de la demo-

cracia y la participación ciudadana, se dé la inclusión de todos los sectores de la

sociedad, sin distinción de condición económica, sociocultural, étnica, de género

o de posición política. La construcción de esta nueva sociedad conlleva la partici-

pación de todos los ciudadanos, de las autoridades gubernamentales y de las

instituciones sociales, incluida la educación como institución, que puede favore-

cer la equidad y la justicia social hacia los excluidos no sólo del sistema educati-

vo sino de la sociedad misma.”

Me gusto mucho esta cita ya que responde perfectamente a lo que podemos lo-

grar con una educación inclusiva, como ya vimos no solo tendría beneficios den-

tro de una institución especifica sino también en la sociedad en general, el edu-

carnos como parte de y para atender la diversidad nos permite ser capaces de

evitar las burlas, la discriminación, el bullying escolar, de promover a inclusión, de

crear aceptación hacia las diferentes circunstancias, es necesario cambiar nues-

tra ideología retrograda y comenzar a creer en nuestras capacidades, aceptar

nuestras limitaciones y reconocer en ambos casos las de los demás, para lograr

un avance significativo en la educación inclusiva, tenemos que empezar

por nosotros mismos.

“Para desarrollar este planteamiento pedagógico de aceptación y respe-

to a la diferencia, el centro en su totalidad debe plantearse y definir sus

convicciones sociales, culturales y pedagógicas, es decir, debe explicitar

cuáles son sus valores y metas, para elaborar una propuesta de actuación

coherente con lo expresado.

Hablar sobre la diversidad supone considerar una serie de indicadores

muy diversos, como son el origen social, familiar, cultural, de sexo, intra o

interpsicológicos, y ligados a necesidades educativas especiales asocia-

das a algún tipo de discapacidad o sobredotación.”

“Conclusión”

Y bien, querido lector, ¿qué has reflexionado sobre la inclusión? Vaya que

es un tema complejo, ¿verdad? pues implica que aún hay muchas perso-

nas que no estamos informadas, que no tenemos tacto y respeto y en oca-

siones discriminamos a todo aquel que no sea considerado “normal”. Real-

mente es triste ver las etiquetas que la sociedad nos hemos encargado de

estipular y que erróneamente muchos inclusive maestros y la misma es-

cuela nos hemos dejado llevar por ellas. Es por eso que ahora la inclusión

educativa habla de compromiso, responsabilidad, respeto, identidad y sin

fin de valores que cada actor debe asumir, empieza con reconocer en uno

mismo y aceptar las diferencias y la manera de interactuar armónicamente

sin poner barreras imaginarias por el hecho de ser diferentes y únicos. Si

aprender a respetar y reconocer tus fortalezas y debilidades, tendrás la

capacidad de hacerlo en cualquier circunstancia y con cualquier persona.

En pocas palabras, se necesita una educación incluyente para todos. Una-

mos fuerza y levantemos la voz para lograr una sociedad inclusiva.

“Bibliografía”

1. Arnaiz, P. (s.f) Sobre la atención a la diversidad. (pp. 8)

2. González, M. (2008). Diversidad e inclusión educativa: al-

gunas reflexiones sobre el liderazgo escolar. Revista elec-

trónica iberoamericana sobre calidad, eficacia y cambio en

educación. (2008) Recuperado de http://www.rinace.net/

arts/vol6num2/art7.pdf

3. María Lucia Cabrera Méndez 2011 “Diversidad en el aula”.

4. Nuñez, J. M., & Castro, S. C. (Abril 2010). De la educación

especial a la educación inclusiva. Argumentos. Pags. 30-

39.

5. Pellicer Palacín, M. (2009) La diversidad cultural en el au-

la: un reto, una oportunidad. ASELE. P. 705.

6. Pilar Arnaiz Sánchez "Sobre la atención a la diversidad",

Universidad de Murcia.

Integrantes del equipo:

-Velia Alexis Bonilla

-Claudia Ivón Juárez Mendoza

-Wanatzi Berenice Reyes López

-Perla Janeth Sánchez Hernández