4
11 MARZO 2006 www.nphamigos.org LA REALIDAD DE HAITÍ Ayer estuve sentado casi durante una hora sobre una ardiente roca en un ardiente camino bajo el ardiente sol en un barrio ardiente, tratando de recu- perar mis sentidos. No recuerdo haber estado jamás tan triste y cansado, harto de todo, tan abrumado con sentimientos de inutilidad y desesperanza. Que la roca que estaba en medio de la infame Cite Soleil no es exactamente el tema de la historia. Si alguien piensa que Cite Soleil es un paraíso tropical, el New York Times de hoy le haría ver la realidad. Hasta las Naciones Unidas tienen miedo de ir allí, como lo tienen los dos millones de habitantes de Port au Prince. Yo estaba allí para responder a una simple pregunta. ¿Se puede o no se puede confiar en la bondad básica de los seres humanos? Yo siempre había pensado que se podía, pero ahora estaba absolutamente en duda. Y no sólo era una camioneta roja, sino hasta mi vocación, la que colgaba en el balance. Todo comenzó el domingo, cuando fuimos mordidos por la antigua serpien- te del mal, y fue una mordida repugnante. Nuestro pequeño grupo fue secuestrado en el cementerio de Drouillard cuando salió a sepultar a un niñi- to que había muerto en nuestro hospital. Sí, el grupo entero, hasta el peque- ño cadáver, desaparecidos en un minuto por una banda de criminales. El grupo fue atacado. La madre doliente fue sacada violentamente de la camioneta que usamos como carroza fúnebre. Fue robada, hosti- gada y amenazada y le dijeron que corriera para salvar su vida, mien- tras las balas silbaban tras ella. Corrió frenéticamente, aterroriza- da, sin saber a dónde ir y sin tener idea de dónde descansaría su pre- cioso hijo. Emmanuel fue arrastra- do nuevamente hasta el cemente- rio donde le robaron los pocos dólares que traía. Fue amenazado de muerte e insultado por traer tan poco dinero y al igual que su madre, obligado a correr para sal- var su vida. Eric y el niño muerto fueron lleva- dos en la camioneta hasta los barrios bajos de Drouillard. Parece que de repente alguien de la pandilla vio una luz y dijo a su líder, "Jefe, él iba a ente- rrar a este niño. ¿Por qué no lo dejamos y sólo nos llevamos la camioneta?" Luego de un gruñido y de robarlo, Eric fue liberado. Bajo el ardiente sol cami- nó algunos kilómetros de vuelta al cementerio, llevando sobre su cabeza el pesado ataúd con la carga preciosa. Este camino estaba completamente des- ierto y con toda razón temía un ataque de cualquier otra pandilla. Pero, como todos sabemos, los peores ataques vienen desde adentro. A lo largo de aquel camino abandonado, mientras pisaba cuidadosamente, la serpiente mordió de nuevo. Eric, siendo un exhuérfano (de nuestra propia casa) y un exconvicto (sí, algunas veces fallamos), de pronto se encontró pen- sando que yo nunca creería que él había sido secuestrado y que la camioneta había sido robada. Seguramente yo vería la historia como una coartada para robarse él la camioneta. Atormentado por estos pensamientos, que fueron creciendo en fuerza durante ese largo y caliente día, su mente se fue retor- ciendo y deformando aún más. Tanto que cuando finalmente lo encontré des- pués de su dura prueba, me lanzó una furia verbal, acusándome de no impor- tarme su situación y no haber hecho nada para ayudar. Yo estaba totalmente desconcerta- do y no tenía idea de lo que él esta- ba pensando. En efecto, cuando yo comenzaba la misa dominical en nuestra Casa en las montañas, reci- bí la llamada de que él había sido secuestrado. Desde mi teléfono celular organicé un ejército para ayudarle y los líderes de la pandilla me aseguraron que sería liberado. Pero para él nada de esto importa- ba, no más de lo que le importaría un poema a un toro rabioso. Ahora era mi turno de picar doble. Yo no soy un extraño en Cite Soleil. Tengo muchos asuntos allí: entregas de agua, dos escuelas, clí- nicas, ayuda en emergencias médi- cas, helado para los niños, etc. No Como Uds. saben nuestra organización tiene una Casa de acogida en Haití, un hospital infantil y un programa comunitario que apoya a la población más desfavorecida de Port Prince. En la prensa leemos la situación política y social de Haití, pero estas noticias no reflejan la durísima realidad que esta viviendo este país. Pobreza extre- ma, Sida, bandas que asolan los barrios, grupos armados que compiten por zonas de las ciudades mas grandes, corrupción política, en resumen un panorama de desesperanza creciente. En medio de este clima tan desolador y esperpénti- co está levantado el Hospital de NPH dirigido por un sacerdote médico, el Padre Rick, quien trabaja en los barrios marginales de la ciudad y constituye un valiente testimonio de un hombre que dice: “el ser humano es básicamente bueno”. Desde el año 1988 el Padre Rick esta comprometido en mejorar en lo posible las condiciones de la población haitiana. Si después de leer su testimo- nio deseas realizar alguna aportación económica para este proyecto, te solicitamos rellenes la boleta adjunta, o ingreses el dinero en la cuenta que nuestra Fundación tiene en Caja Madrid: 2038 9254 56 6000041107, bajo el concepto de “Proyecto NPH Haití”. Gracias por tu colaboración. Padre Rick repartiendo alimentos después de las inundaciones.

Boletin%20nr-11%20NPH

Embed Size (px)

DESCRIPTION

http://www.nph-spain.org/ws/news/archive/2006/Boletin%20nr-11%20NPH.pdf

Citation preview

Page 1: Boletin%20nr-11%20NPH

11 MARZO 2006 www.nphamigos.org

LA REALIDAD DE HAITÍ

Ayer estuve sentado casi durante una hora sobre una ardiente roca en unardiente camino bajo el ardiente sol en un barrio ardiente, tratando de recu-perar mis sentidos. No recuerdo haber estado jamás tan triste y cansado,harto de todo, tan abrumado con sentimientos de inutilidad y desesperanza.Que la roca que estaba en medio de la infame Cite Soleil no es exactamenteel tema de la historia. Si alguien piensa que Cite Soleil es un paraíso tropical,el New York Times de hoy le haría ver la realidad. Hasta las Naciones Unidastienen miedo de ir allí, como lo tienen los dos millones de habitantes de Portau Prince. Yo estaba allí para responder a una simple pregunta. ¿Se puede ono se puede confiar en la bondad básica de los seres humanos? Yo siemprehabía pensado que se podía, pero ahora estaba absolutamente en duda. Y nosólo era una camioneta roja, sino hasta mi vocación, la que colgaba en elbalance.Todo comenzó el domingo, cuando fuimos mordidos por la antigua serpien-te del mal, y fue una mordida repugnante. Nuestro pequeño grupo fuesecuestrado en el cementerio de Drouillard cuando salió a sepultar a un niñi-to que había muerto en nuestro hospital. Sí, el grupo entero, hasta el peque-ño cadáver, desaparecidos en un minuto por una banda de criminales.El grupo fue atacado. La madredoliente fue sacada violentamentede la camioneta que usamos comocarroza fúnebre. Fue robada, hosti-gada y amenazada y le dijeron quecorriera para salvar su vida, mien-tras las balas silbaban tras ella.Corrió frenéticamente, aterroriza-da, sin saber a dónde ir y sin teneridea de dónde descansaría su pre-cioso hijo. Emmanuel fue arrastra-do nuevamente hasta el cemente-rio donde le robaron los pocosdólares que traía. Fue amenazadode muerte e insultado por traer tanpoco dinero y al igual que sumadre, obligado a correr para sal-var su vida.Eric y el niño muerto fueron lleva-

dos en la camioneta hasta los barrios bajos de Drouillard. Parece que derepente alguien de la pandilla vio una luz y dijo a su líder, "Jefe, él iba a ente-rrar a este niño. ¿Por qué no lo dejamos y sólo nos llevamos la camioneta?"Luego de un gruñido y de robarlo, Eric fue liberado. Bajo el ardiente sol cami-nó algunos kilómetros de vuelta al cementerio, llevando sobre su cabeza elpesado ataúd con la carga preciosa. Este camino estaba completamente des-ierto y con toda razón temía un ataque de cualquier otra pandilla. Pero, comotodos sabemos, los peores ataques vienen desde adentro.A lo largo de aquel camino abandonado, mientras pisaba cuidadosamente, laserpiente mordió de nuevo. Eric, siendo un exhuérfano (de nuestra propiacasa) y un exconvicto (sí, algunas veces fallamos), de pronto se encontró pen-sando que yo nunca creería que él había sido secuestrado y que la camionetahabía sido robada. Seguramente yo vería la historia como una coartada pararobarse él la camioneta. Atormentado por estos pensamientos, que fueroncreciendo en fuerza durante ese largo y caliente día, su mente se fue retor-ciendo y deformando aún más. Tanto que cuando finalmente lo encontré des-pués de su dura prueba, me lanzó una furia verbal, acusándome de no impor-tarme su situación y no haber hecho nada para ayudar.

Yo estaba totalmente desconcerta-do y no tenía idea de lo que él esta-ba pensando. En efecto, cuando yocomenzaba la misa dominical ennuestra Casa en las montañas, reci-bí la llamada de que él había sidosecuestrado. Desde mi teléfonocelular organicé un ejército paraayudarle y los líderes de la pandillame aseguraron que sería liberado.Pero para él nada de esto importa-ba, no más de lo que le importaríaun poema a un toro rabioso. Ahoraera mi turno de picar doble.Yo no soy un extraño en CiteSoleil. Tengo muchos asuntos allí:entregas de agua, dos escuelas, clí-nicas, ayuda en emergencias médi-cas, helado para los niños, etc. No

Como Uds. saben nuestra organización tiene unaCasa de acogida en Haití, un hospital infantil y unprograma comunitario que apoya a la poblaciónmás desfavorecida de Port Prince.En la prensa leemos la situación política y social deHaití, pero estas noticias no reflejan la durísimarealidad que esta viviendo este país. Pobreza extre-ma, Sida, bandas que asolan los barrios, gruposarmados que compiten por zonas de las ciudadesmas grandes, corrupción política, en resumen unpanorama de desesperanza creciente.En medio de este clima tan desolador y esperpénti-co está levantado el Hospital de NPH dirigido porun sacerdote médico, el Padre Rick, quien trabajaen los barrios marginales de la ciudad y constituyeun valiente testimonio de un hombre que dice: “el

ser humano es básicamentebueno”. Desde el año 1988 elPadre Rick esta comprometidoen mejorar en lo posible lascondiciones de la poblaciónhaitiana.Si después de leer su testimo-nio deseas realizar algunaaportación económica paraeste proyecto, te solicitamosrellenes la boleta adjunta, oingreses el dinero en la cuenta que nuestraFundación tiene en Caja Madrid: 2038 9254 566000041107, bajo el concepto de “Proyecto NPHHaití”.Gracias por tu colaboración.

Pa dre Ric k re pa rtie ndo a lime nto s de spué s de la s inunda c io ne s.

Page 2: Boletin%20nr-11%20NPH

Apreciados amigos, y familia,Se me hace realmente difícil poder expresar en pala-bras los sentimientos que estos días afloran en mí alregresar de nuevo al Hogar de NPH Guatemala yestar de nuevo cerca de los 350 niños con los quecompartí los mejores años de mi vida:3 años conti-nuados de servicio voluntario como farmacéutico yresponsable de la clínica, una entrega absoluta, luchapermanente, y muchísimas horas de trabajo cerca delos niños, que no hubiera podido jamás realizar si nofuera por la carga de ilusión y compromiso personalque siento hacia todos ellos. Pero al mismo tiempo,vuelvo a sentir una gratificación personal indescrip-tible procedente del cariño, el respeto y admiraciónque los niños y educadores del país muestran haciamí y yo hacia ellos. La convivencia 24 horas al día durante 3 años, com-partiendo tristezas y alegrías, sueños por cumplir,frustraciones, momentos de alegría, etc... han hechoque nos conozcamos con sólo una mirada, un gesto,una leve sonrisa, y este reencuentro me ha vuelto ademostrar una vez más que la distancia que nosseparaba es puramente física, nada más.He vuelto a tener presente la emoción que sentí el

día que participé en la gradua-ción de los niños en la escue-la, la celebración de los 15años de las niñas, y muchosotros momentos que conver-tían y convierten a todos estosniños en personas dignas,vidas humanas llenas de vida,respeto, admiración, y elevadaautoestima, quedándose atrásaquello que desean olvidar.Difícilmente podrán olvidarlo sucedido en su infanciapero sí pueden y deben apren-der a vivir con su pasado, siqueremos que miren al futurocon esperanza.NPH no es una familia per-fecta como tampoco lo es lamía ni ninguna, pero sí creoque es un buen lugar donde ver crecer con normali-dad e igualdad de oportunidades.Conmigo llevo la gran capacidad de lucha perma-nente y supervivencia que han tenido que vivir los

niños, la dignidad que respi-ran ahora, y la ilusión que tie-nen de seguir adelante, nopuedo más que sonreír y dargracias a la vida por estardonde estoy y vivir esta vida,y pensar que este es unmundo en el que vale la penavivir y luchar por él.Y qué decir de los padrinos¡¡¡¡¡¡ En este inolvidable reen-cuentro, vuelvo a comprobarel papel tan importante quejugamos en los niños, comoverdaderos puntos de apoyo yde cariño hacia ellos. ¿de quéserviría hacer de todos estosniños buenos profesionales si

no somos capaces de que evolucionen afectivamentecomo seres humanos ?Y nosotros como padrinos jugamos un papel muyimportante en el proceso de desarrollo emocional.He visto con qué delicadeza guardan las cartas quereciben de sus padrinos, bien clasificadas , porfechas, o las fotografías que han recibido de lospadrinos mezcladas en sus álbumes familiares, dete-riorados y algo viejos, que ellos mismos han fabrica-do con tanta ilusión y esmero, como si se tratara desu mayor tesoro. En realidad, lo es.Os quiero dar 3000 gracias, una por cada niño quevive en NPH, y animaros a que continuéis apoyan-do esta causa, para que estos niños puedan continuarbeneficiándose de nuestro apoyo, para vivir con dig-nidad, mirando al futuro con esperanza.Un fuerte abrazo para todos desde Guatemala yhasta pronto.

Xavier Adsarà

Carta desde GuatemalaEl “Reencuentro después de 3 años”

dudé en dirigirme allá para llegar hasta el fondo de este incidente con las pan-dillas. En cuanto llegué escogí esa roca en la mitad de la calle como trono demi protesta. Líderes de dos diferentes pandillas vinieron a hablar conmigo.¿Por qué estaba yo en la roca? Si yo quería la camioneta ¿por qué no simple-mente decirlo? Por favor vete a tu casa, te mandaremos la camioneta antes deque termine el día. Ok, así que te rehúsas a irte sin la camioneta. Al menosmuévete a la sombra mientras la obtenemos. Te compraremos una coca.No sólo era la camioneta. Yo estaba protestando por lo que se había hecho aun niño muerto, a una madre en pena, a Eric y Emmanuel, a todo mi equipo,a todo el país. No sólo era una camioneta.Como no me movía, el líder llamado Bazo finalmente me dijo, "¿Padre, te hasvuelto loco?"¿Que si estoy loco? ¿Estás seguro de que tu pregunta es para mí? ¿Tus amigossecuestran a los muertos y yo soy el loco? ¿Por qué? Esta pobre mujer, ya de porsí aplastada por la pobreza y la tristeza, tenía esta pequeña oportunidad de ente-rrar a su hijo. Y ustedes destrozaron su oportunidad. Si no sepultamos a esteniño nosotros, el cuerpo terminaría como comida de perros y cerdos. Encima desu pobreza y tristeza ustedes la aterrorizan y la obligan a correr llena de miedoy desesperanza. ¿Y tienes el descaro de preguntarme si estoy loco?Me empujaron la camioneta hasta la orilla del camino. Completa: batería y gato,radio y papeles, completa. "Oye mira. Por favor aléjate del sol. Ellos no sabíanque era una de tus camionetas. ¿Por qué no marcas todos tus vehículos de mane-ra que todos las reconozcan? Realmente. ¿Tiene uno que marcar hasta unacarroza fúnebre?¿Ni los muertos pueden evitarse esta pesadilla?Cuando finalmente llegué a casa, me detuve en la capilla por un minuto de quie-

tud. Allí en la esquina estaba Eric, sollozando. Me senté a su lado y él lloró atorrentes. Se enteró de que yo mismo había ido por la camioneta a Cite Soleil,así que supo que le creí. Externó su duda de que quizá yo nunca le habría creí-do. Profundos sollozos. "Eric, ahora tú mismo te estás manteniendo en una pri-sión. No es bueno para ti. Yo te quiero y creo en ti. Eso es lo que es bueno parati. Y tú eres bueno para mí. Por amor de Dios, libérate de esos pensamientostorcidos". Me quité la sencilla cruz tallada en un cuerno de vaca que había usadodurante muchos años y la puse en su cuello. No es que sea una gran pieza dejoyería, pero yo necesitaba darle algo que tuviera un profundo significado, algoque permaneciera con él. Entonces me preguntó si yo sabía qué había sido paraél lo peor de esa dura prueba. Me explicó que la peor parte fue estar paradoinútilmente, mientras que una pobre madre doliente huía llena de confusión yangustia. Cómo quisiera él poder encontrarla y ayudarla, y decirle que él seencargó del funeral de principio a fin y que había sepultado tiernamente alpequeñito. Mientras yo veía su cara y escuchaba sus palabras, como una oleada,la energía regresó a mí.Sí, los seres humanos son básicamente muy, muy buenos.A la cama. Esto es más que suficiente para un día. Pero no sin antes leer las pala-bras de un himno favorito:

" Co rre re mo s, pe ro no no s fa tig a re mo s, po rq ue Dio s se ránue stra fue rza y vo la re mo s c o mo e l á g uila , no s le va nta re -mo s de nue vo " .

Padre Rick Frechette, C.P.Equipo de NPHI para Excelencia en la salud, Director de Servicios Médicos

Xavie r Adsarà e n Guate mala co n lo s niño s

Page 3: Boletin%20nr-11%20NPH

El mié rc o le s 18 de Ene ro , e l Dia rio La Ra zó n no s pub lic ó un a rtíc ulo , firma do po r una ma drina , Be a triz Sa trúste g ui,q uie n a de má s re a lizó la s g e stio ne s pa ra su e misió n.El a rtíc ulo , re fe rido a NPH Ha ití, ha c e re fe re nc ia a l tra b a jo q ue nue stra o rg a niza c ió n re a liza . Gra c ia sBe a triz y g ra c ia s a la g e nte de La Ra zó n.

Cartas de los padrinos

EN PRENSA: LA RAZÓ N NOS PUBLICÓ UN ARTÍCULO

Una mañana de diciembre fuimos mi tía, mi primo, mi abuela, mi madre y yoa las casas de la organización NPH (Nuestros Pequeños Hermanos) para

visitar a mi hermano Nelio y a susdos hermanos biológicos: Nicolásy Estrella.Al entrar en aquellas casas me diopena, por una parte, de que notenían padres pero por otra partepensaba que estaban a salvo en lacasa de NPH.Lo que me dio más pena fue lacasa de los niños más pequeñosque venían a abrazarte siendonosotros desconocidos.Estos niños que están sin padresnecesitan cariño de otras personaspor esta razón estos niños nosabrazaban ansiosamente.Ahora al ver estos niños que tie-nen poca cosa veo lo dichoso quesoy y aprecio más las cosas que meofrecen como: cariño, amor,ayuda, etc.

Veo bien que estos niños reciban ayuda porque ellos deberían tener la espe-ranza de elegir lo que quieren ser de mayores.

Óscar Franco Mena 12 años(hijo de la madrina de Nelio de NPH)

CONOCER A NELIO…..Ha sido una de las mejores experiencias que he vivido en los últimos años.Cuando llegas a las casas de NPH (Nuestros Pequeños Hermanos) enRepública Dominicana te encuentras con muchos niños que te piden que lescojas en tus brazos y te miran con sus grandes ojos negros.Cuando estas allí sientes emociones encontradas: tristeza, porque piensasque son niños abandonados, sin padres (imaginemos a nuestros hijos sin nos-otros). Y por otro lado sientes alegríaporque son niños que no están en lacalle con todo los riesgos que esoconlleva.Mi familia quiere ayudar a Nelio (asíde bonito es el nombre del niño queapadrinamos) a mejorar su vida: leapadrinamos, le enviamos cartas,revistas infantiles y este año pasadole fuimos a conocer. Pero Nelio ya hamejorado y cambiado nuestras vidas:nos envía sus cartas, las cuales recibi-mos con mucha alegría, nos ha enseñado a vivir necesitando menos cosas, asentir la alegría cuando acoges en tu corazón a una persona.Me gustaría que las personas que leyeran estas palabras piensen en ayudar amejorar la vida de un niño, aunque sea por puro egoísmo, porque cuandoayudamos a educar a un niño podemos estar ayudando al futuro médico quenos atenderá en nuestro próximo viaje de vacaciones.

Esperanza Mena Guillén(Madrina de Nelio)

Ne lio y O sc a r c o n lo s niño s deRe p . Do minic a na

Ne lio c o n O sc a r.

Page 4: Boletin%20nr-11%20NPH

ACTIVIDADES REALIZADAS

o Sí deseo aportar ………… Euros para Guatemala.o Sí deseo aportar ………… Euros para Haití.o Sí deseo aportar ………… Euros para República Dominicana.Recórtalo y presentalo en tu entidad bancaria.

Diciembre: Campaña de Navidad:

Este año realizamos, como el anterior, el encarte en elPeriódico Catalunya Cristiana, y nos publicaron un articulo,con una tirada total de 6.500 ejemplares. El total de lorecaudado ha sido de 2.200 Euros.

Restaurante Maitea: recaudó 630,05 Euros.

Marzo:La Fundación NPH firma un acuerdo de colaboración conla Universidad Antonio de Nebrija de Madrid, mediante lacual una estudiante de último curso de “Administración deEmpresas” se incorpora a la Fundación por un período de 6meses. Katharina Wortmann, de origen alemán es la prime-ra estudiante en prácticas que acogemos y trabajará en unproyecto dirigido a empresas.

La empresa farmacéutica Diafarm sigue colaborando connosotros y nos hace entrega de un nuevo ordenador paranuestras oficinas.

El sábado 4 de Marzo se realizó un nuevo curso deFormación de Voluntarios.

Xavier Adsarà participó en las charlas que el Colegio SOLCNOU, Av. Hospital Militar nº 165, organizó con motivo decelebrar la Fiesta de la Solidaridad. Las charlas se impartie-ron el día 8 de marzo y estuvieron dirigidas a 130 jóvenes deentre 16 y 20 años. La iniciativa partió de una madrina,Antonia Cladera, quien es profesora de este Colegio.

PRENSA:Enero:Diario La Razón: artículo y nota en página web.Revista Som-hi: revista oficial del Club de Básquet RicohManresa en Barcelona, con una tirada de 10.000 ejemplares,nos publica un artículo.

Periódico Freqüencia: periódico gratuíto distribuido enManresa, Barcelona, con una tirada de 28.000 ejemplares,artículo sobre las donaciones de Manresa.

Voluntarios en viaje a los proyectos:

El Dr. Joaquín Costa estará un mes en la Casa de NPH Perúy llevará a los niños bolígrafos, pins y pósters que nos haentregado con mucho cariño el Fútbol Club Barcelona.Llevará también ropa de nuestras amigas de Né del Món.Feliz viaje Dr. Costa y tráiganos un poquito de la sonrisa denuestros niños en Perú.

El padrino Josep María Castelló estará durante dos mesesen nuestra casa de Guatemala. Trabajará como Educador delos niños y colaborará en el Dpto. de RelacionesInternacionales.

Eugenia Pons regresa a Barcelona después de pasar 4 mesescomo Educadora en la Casa de NPH RepúblicaDominicana.

Pº de S. Juan, 16 Entlo 2ª 08010 Barcelona • Tel: 93 247 93 40 • E-mail: [email protected]úmero de cuenta: Caja Madrid 2038 9254 56 6000041107Horario de Oficina: Lunes a Viernes de 10:00-14:00

Nosotros y muchos otros niños más, desearíamos tener un padrino como tu...Así comienza la carta de invitación que recibieron los padri-nos para que participaran de una nueva iniciativa: una cenaen la cual los padrinos invitan a otra pareja de amigos parapresentar el proyecto de Nuestros Pequeños Hermanos.El lugar: La Coqueria, un bonito lugar donde además pudie-ron ver una filmación sobre Honduras y Haití, porque unaimagen vale más que mil palabras...La primera cita fue el 11 de Marzo. La próxima cena será enfecha a determinar y si deseas participar, no tienes más quellamarnos y te reservamos una plaza.Es una forma de compartir con tus amigos la experiencia deser padrino de uno de nuestros niños

SI, QUIERO COLABORAR CONNUESTROS PEQUEÑOS HERMANOS