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l servicio del VANGELIO Y de los hombres Año 1, Bimestre 2, Nº 2 Octubre - Noviembre 2010 A E Boletín Informativo para Bienhechores S E M I N A R I O D E T L A L N E P A N T L A Fragmentos de la Carta del Santo Padre Benedicto XVI a los Seminaristas No se puede ser mensajero del Señor si antes no se es hombre de Dios Dios ama, a quien da con alegría Alegría fraterna pedacito de cielo que se puede tocar Adviento Avisos y Eventos

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Alegría fraterna pedacito de cielo que se puede tocar No se puede ser mensajero del Señor si antes no se es hombre de Dios Fragmentos de la Carta del Santo Padre Benedicto XVI a los Seminaristas Boletín Informativo para Bienhechores Adviento SEMINARIO DE TLALNEPANTLA Año 1, Bimestre 1, Nº 1 Agosto - Septiembre 2010 Avisos y Eventos Dios ama, a quien da con alegría Año 1, Bimestre 2, Nº 2 Octubre - Noviembre 2010

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Año 1, Bimestre 1, Nº 1 Agosto - Septiembre 2010

l servicio delVANGELIO Y

de los hombresAño 1, Bimestre 2, Nº 2 Octubre - Noviembre 2010

AEBoletín Informativo para Bienhechores

S E M I N A R I O D E T L A L N E P A N T L A

Fragmentos de la Carta del

Santo Padre Benedicto XVI a los Seminaristas

No se puede ser mensajero del Señor

si antes no se es hombre de Dios

Dios ama, a quien da con alegría

Alegría fraterna

pedacito de cielo que se puede tocar

Adviento

Avisos y Eventos

Page 2: boletin_seminario edición 2

CASAS DE FORMACIÓN

M E N O RMM RR

ditorialESEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE BOLETÍN INFORMATIVO

Año 1, Bimestre 2, Nº 2 Octubre - Noviembre 2010

F I L O S O F Í AFF II LL F ÍÍ AAA

INTRODUCTORIO

IINNTTRRO OORRIIIOOO

INTRODUCTORIO

IINNTTRRO OORRIIIOOO

Mons. Efraín Mendoza CruzRector del Seminario de Tlalnepantla

Pbro. Carlos Enrique Samaniego López Prefecto de estudios y encargado de Pastoral Educativa

Pbro. José Alberto Guerrero Díaz Ecónomo del Seminario de Tlalnepantla

Pbro. Francisco Gerardo Maldonado Asesor del Seminario Menor

Pbro. Gustavo Mendieta Martínez Asesor Etapa Curso Introductorio

Pbro. Emiliano Cabrera Martínez Director Espiritual Etapa Curso Introduc-torio

Pbro. Carlos Piña AlmanzaAsesor Etapa Filosofía

Pbro. Marcelo Méndez BrionesDirector Espiritual de la Etapa Filosofía

Pbro. José Castañón BañuelosAsesor Etapa de Teología

Pbro. Leoncio Guzmán VillagómezDirector Espiritual Etapa de Teología

DIRECTORIO

Querido amigo y bienhechor:

Por medio de la presente me permito saludarle y extenderle mi más sincero agradecimiento por permitirnos entrar en sus hogares por medio de este boletín informativo llamado: “Al ser-vicio del Evangelio y de los hombres”. Se trata de dar a conocer a usted y a su apreciable familia

las actividades más relevantes del Seminario de Tlalnepantla, lugar en donde se forman los futuros

que Jesucristo ha puesto en los jóvenes seminaristas que buscan día a día entregarse generosamente servicio de Dios y de los hombres.

Como sociedad nos encontramos en tiempos difíciles, tal como han dicho nuestros obispos en la XC Plenaria de la C.E.M. “la sociedad se ha debilitado en el campo político, la convivencia cotidiana y la dimensión ética, generando una progresiva crisis cultural y social, cuyas manifestaciones son: la violencia, la corrupción, la

y de fondo”. Por lo cual la Iglesia se convierte en un instrumento de cambio para promover los va-lores cristianos que conlleven al mejoramiento de las personas. El seminario es considerado como el corazón de cada diócesis, y nosotros no somos la excepción; es desde aquí donde podemos comenzar a sembrar, no sólo la semilla de la vocación, sino el amor por el conocimiento de Dios y de su Iglesia.

En el seminario estamos convencidos de que la formación de jóvenes hacia la vida cristiana representa una misión divina al servicio de la humanidad, pero que requiere de esfuerzo y participación de todos los que amamos a Jesucristo. Por lo cual, a través de este pequeño boletín, queremos hacer llegar el mensaje de Cristo a todas las familias que deseen acercarse al seminario de Tlalnepantla. ¡Conocer tu seminario es conocer a Dios!

Si Dios así lo permite, estaremos haciéndole llegar de manera bimestral este boletín siempre con el espíritu de difundir nuestra hermosa misión. Usted es parte fundamental de ella, por lo cual, aprovecho la ocasión para reiterar nuestro agradecimiento a nombre de todos los miembros del seminario por sus valiosas oraciones que nos sostienen a lo largo de nuestra vida de formación.

En estas fechas en las que somos atraídos por el consumismo y el mundo material, estamos invitados a vivir el verdadero espíritu del Adviento; quiero desearle que sean días de intensa preparación a la llegada de Nuestro Señor Jesucristo; que su corazón se convierta en aquel sencillo y humilde pesebre que dé cabida al nacimiento del Redentor.

Con profundo respeto y estimación, le saludo.

Pbro. José Alberto Guerrero DíazEcónomo del Seminario

Seminario Menor / Centro Juvenil

Vocacional (CEJUV)

Av. Jacarandas N. 1 Bis. Col. Valle

Hermoso, Tlalnepantla, Edo. de México

C. P. 54010 Tel: 53107237, 53102819

Curso Introductorio

Acceso a Polo #1 Esquina con Allende #7,

Fraccionamiento Club Hípico San Miguel,

Col. San Mateo Tecoloapan Atizapán de

Zaragoza. C. P. 52927

Sección de Filosofía

Enrique González Aparicio N. 5 Cto.

Economistas Cd. Satélite, Naucalpan Edo.

de México C. P. 53100

Tel: 55722106, 55626184

Sección de Teología

Calzada de Los remedios s/n Col. Bosques

de los Remedios Naucalpan, Edo. de

México C. P. 54000

Tel: 53739710, 53732787, 55604183

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TLALNEPANTLA

Octubre llegó y con el primer fin de se-mana de este mes, llegó también la oca-sión de peregrinar como Arquidiócesis

a la Casa de la Virgen María, a la Basílica de Nuestra Señora de los Remedios.

Cada año todas las parroquias de nuestra Ar-quidiócesis se ponen en camino para venir a ofrecer a Nuestra Madre buena, la vida y el corazón, pero también las dificultades, los prob-lemas y a pedir el remedio a sus necesidades.

Llegada la hora de la celebración eucarística, todos recibimos a la pequeña imagen de María agitando banderas azules y blancas que hacían, de la capilla abierta de San Miguel Arcángel, un cielo en la tierra. La celebración fue presidida por nuestro Padre y Pastor, Don Carlos Aguiar Retes, arzobispo de nuestra Arquidiócesis. Du-rante la homilía, Mons. Aguiar nos invitó con palabras ardientes a imitar a María en su humil-dad, en su apertura a la palabra de Dios y en su disposición al servicio.

Terminada la celebración, pasamos como ya es costumbre a nuestra famosa y tradicional Ker-

Alegría fraternaPedacito de cielo

que se puede tocarmesse del Seminario, ahí tuvimos de todo, los ricos antojitos mexi-canos que estaban tan deliciosos que “volaron”; pero también había gran variedad de entretenimien-to, hubo payasos grupos musi-

A veces se puede creer que hablar de la providencia divina es referirse a un atribu-to de Dios subjetivo, pero nosotros, en

nuestro seminario, hemos visto cómo la provi-dencia es palpable y concreta ante nuestros ojos y se muestra en ustedes, nuestros bienhechores.

Con el fin de agradecerles y reconocerles la her-mosa labor que ha nacido del corazón de Dios y que se lleva a cabo mediante sus manos, que son ustedes, nuestros bienhechores, nuestro semi-nario quiso regresarles un poco de lo mucho que nos han dado compartiendo la Santa Misa y un almuerzo con quienes consideramos nuestro gran apoyo.

El evento se realizó en la sección de Teología del Seminario, en los Remedios y fue un mara-villoso descubrir cuantas personas colaboran para nuestra formación, pero lo más sorpren-dente fue ver con que alegría lo hacen. Bien dice la Escritura “Dios ama a quien da con alegría” y con cuanta razón, pues durante el desayuno

Muchas familias asistieron a este evento, y todos se veían muy

contentos, yo me imagino que en el cielo debe haber una fiesta

como esta pero de manera perma-nente, pues todos se veían felices conviviendo como hermanos.

Así en este evento cada uno hizo su parte, unos cantando, otros disfrutando de los man-jares que se ofrecían, otros bailando, pero ha-ciendo todos ellos presente aquí en la tierra un pedacito de cielo.

Por : Sem. Luis Ángel Zamora

Dios ama

se respiraba un ambiente de amor y fraternidad, que solo surge cuando se está unido a Cristo.

Durante el desayuno se les mostró a nuestros bienhechores, lo mucho que nos han ayudado a mejorar el estado de su seminario y los avances que, gracias a su im-portante colaboración tanto material como espiritual, se han logrado.

Mucho tenemos que agradecer quienes estamos en proceso de discernimiento vocacional, les es-tamos infinitamente agradecidos por esta her-mosa labor que realizan para con su Seminario, y para que en verdad los sintieran como suyo, se les dio un recorrido por las instalaciones de “su casa” con el fin de que conozcan la realidad en la que se desenvuelven los futuros sacerdotes.

Aunque en estos primeros días de noviembre se ha dejado sentir el frío, la calidez de recibir a

nuestros bi-enhechores

en casa y estar juntos como una

familia, nos hizo tener un día hermoso, no

solo en el clima, sino también en el ambiente.

Gracias a todos nuestros bienhechores, tanto a los que asistieron, como los que por di-versas circunstancias

no pudieron venir. A cada uno de ustedes,

que el Señor les recom-pense abundantemente el

bien que por nosotros hacen, reciban nuestra oración ferviente por ustedes y sus familias.

Por: Sem. Luis Ángel Zamora

cales, cine misión, tómbola, torito mecánico, inflables, etc.

La alegría no paraba, ese día fue un momento de fiesta bendecido y sellado con la presen-cia de Dios, pues durante el evento tuvimos repetidos momentos de oración, que acompa-ñados por la fe de nuestros “Amigos del Semi-nario”, se convertían en un torrente de her-mandad, caridad y alegría profunda en torno a nuestro Dios.

a quien da con alegría

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a los SeminaristasFragmentos de la Carta

del Santo Padre Benedicto XVI

“En diciembre de 1944, cuando me llama-ron al servicio militar, el comandante de la compañía nos preguntó a cada uno qué

queríamos ser en el futuro. Respondí que quería ser sacerdote católico. El subteniente replicó: Entonces tiene usted que buscarse otra cosa. En la nueva Ale-mania ya no hay necesidad de curas. (…) También ahora hay mucha gente que, de una u otra forma, pi-ensa que el sacerdocio católico no es una “profesión” con futuro, sino que pertenece más bien al pasado. Vosotros, queridos amigos, habéis decidido entrar en el seminario y, por tanto, os habéis puesto en camino hacia el ministerio sacerdotal en la Iglesia católica, en contra de estas objeciones y opiniones. Habéis hecho bien. Porque los hombres, también en la época del dominio tecnológico del mundo y de la globalización, seguirán teniendo necesidad del Dios (…). Donde el hombre ya no percibe a Dios, la vida se queda vacía; todo es insuficiente.

fondo son las mismas. Por eso, es importante ir más allá de las cuestiones coyunturales para captar cuáles son precisamente las verdaderas preguntas y poder entender también así las respuestas como auténticas repuestas.

6. Los años de seminario deben ser también un periodo de maduración humana. Para el sacerdote, que deberá acompañar a otros en el camino de la vida y hasta el momento de la muerte, es importante que haya conseguido un equilibrio justo entre corazón y mente, razón y sentimiento, cuerpo y alma, y que sea humanamente “íntegro”. (...) En este contexto, se sitúa también la integración de la sexualidad en el conjunto de la personalidad. La sexualidad es un don del Cre-ador, pero también una tarea que tiene que ver con el desarrollo del ser humano. Cuando no se integra en la persona, la sexualidad se convierte en algo banal y de-structivo. (…) Recientemente, hemos constatado con gran dolor que algunos sacerdotes han desfigurado su ministerio al abusar sexualmente de niños y jóvenes. (…) Debido a todo esto, muchos podrán preguntarse, quizás también vosotros, si vale la pena ser sacerdote; si es sensato encaminar la vida por el celibato. Pero lo que ha ocurrido, nos debe hacer más vigilantes y aten-tos, examinándonos cuidadosamente a nosotros mis-mos, delante de Dios, en el camino hacia el sacerdocio, para ver si es ésta su voluntad para mí.

7. En la actualidad, los comienzos de la vocación sac-erdotal son más variados y diversos que en el pasado. (…) La decisión también madura en encuentros total-mente personales con la grandeza y la miseria del ser humano. (...) El seminario es el periodo en el que uno aprende con los otros y de los otros. En la conviven-cia, quizás a veces difícil, debéis asimilar la generosidad y la tolerancia, no simplemente soportándoos mu-tuamente, sino enriqueciéndoos unos a otros. (...) Ser escuela de tolerancia, más aún, de aceptarse y com-prenderse en la unidad del Cuerpo de Cristo, es otro elemento importante de los años de seminario. Queridos seminaristas, con estas líneas he querido mostraros lo mucho que pienso en vosotros, espe-cialmente en estos tiempos difíciles, y lo cerca que os tengo en la oración. Rezad también por mí, para que pueda desempeñar bien mi servicio, hasta que el Señor quiera”.

Vaticano, 18 de octubre de 2010, Fiesta de San Lucas, evangelista.

Vuestro en el Señor.

BENEDICTUS PP. XVI

Carta completa en: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/letters/2010/documents/hf_ben-xvi_let_20101018_seminaristi_sp.html

Con esta carta quisiera poner de relieve -mirando también hacia atrás, a mis días en el seminario- algunos elementos importantes para estos años en los que os encontráis en camino.

1. Quien quiera ser sacerdote debe ser sobre todo un “hombre de Dios”, como lo describe san Pablo. Para nosotros, (...) Dios se ha manifestado en Jesucris-to. (...) Por eso, lo más importante en el camino hacia el sacerdocio, y durante toda la vida sacerdotal, es la relación personal con Dios en Jesucristo. El sacerdote no es el administrador de una asociación, que intenta mantenerla e incrementar el número de sus miem-bros. Es el mensajero de Dios entre los hombres. Qui-ere llevarlos a Dios, y que así crezca la comunión entre ellos. Por esto, queridos amigos, es tan importante que aprendáis a vivir en contacto permanente con Dios.

2. Para nosotros, Dios no es sólo una palabra. En los sacramentos, Él se nos da en persona, a través de realidades corporales. La Eucaristía es el centro de nuestra relación con Dios y de la configuración de nuestra vida. Celebrarla con participación interior y encontrar de esta manera a Cristo en persona, debe ser el centro de cada una de nuestras jornadas. (...) En la liturgia rezamos con los fieles de todos los tiempos: pasado, presente y futuro se suman a un único y gran coro de oración.

3. También es importante el sacramento de la Peni-tencia. Me enseña a mirarme con los ojos de Dios, y me obliga a ser honesto conmigo mismo. (...) Aunque tengamos que combatir continuamente los mismos er-rores, es importante luchar contra el ofuscamiento del alma y la indiferencia que se resigna ante el hecho de que somos así. (...) Cuando recibo el perdón, aprendo también a perdonar a los demás. Reconociendo mi miseria, llego también a ser más tolerante y compren-sivo con las debilidades del prójimo.

4. Sabed apreciar también la piedad popular, que es diferente en las diversas culturas, pero que a fin de cuentas es también muy parecida, pues el corazón del hombre después de todo es el mismo. Es cierto que la piedad popular puede derivar hacia lo irracional y quizás también quedarse en lo externo. Sin embargo, excluirla es completamente erróneo. A través de ella, la fe ha entrado en el corazón de los hombres, for-mando parte de sus sentimientos, costumbres, sentir y vivir común.

5. El tiempo en el seminario es también, y sobre todo, tiempo de estudio. La fe cristiana tiene una di-mensión racional e intelectual esencial. Sin esta dimen-sión no sería ella misma. (...) Os ruego encarecidam-ente: Estudiad con tesón (...) Desde luego no se trata solamente de aprender las cosas meramente prácticas, sino de conocer y comprender la estructura interna de la fe en su totalidad, de manera que se convierta en una respuesta a las preguntas de los hombres, que aunque aparentemente cambian en cada generación, en el

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SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE TLALNEPANTLABOLETÍN INFORMATIVO

Año 1, Bimestre 2, Nº 2 Octubre - Noviembre 2010

Al celebrar la fiesta del Apóstol San Andrés en la Arquidiócesis de

Tlalnepantla, nos alegramos por la ordenación sacerdotal de Alfonso Hernández y Alfredo Rojo, dos diáconos que, después de haber concluido la formación inicial en el seminario y de haber servido en algunas comunidades de nuestra Iglesia particular, el Señor Jesucristo les concede ser admitidos en el orden de los presbíteros.

La celebración eucarística fue presidida por S. E. R. Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlal-nepantla y tuvo lugar en la catedral de Tlal-nepantla el pasado 30 de noviembre al punto de las once horas, a ella asistieron gran número de familiares y amigos que han acompañado a estos nuevos sacerdotes en su caminar vocacional y ahora dan gracias a Dios por este gran regalo.

Durante la homilía Mons. Aguiar explicó que el sacerdote debe es-tar lleno de Dios para poder ser su mensajero, si no “¿qué anun-c i a r á ? ”

por eso la formación inicial en el Semi-nario lleva algunos años, pues no sólo

es un lugar en donde se aprende a realizar determinados ritos, sino que es un lugar en el que el semi-

narista va sintiendo la presencia viva de Dios que lo llama, como

a los apóstoles, a ser pesca-dor de hombres.

-zobispo agradeció

a cuatro “cunas” en las que

los nuevos presbíteros se han ido formando a lo largo de su historia vocacional. Las cuatro cunas son: la Familia, Iglesia doméstica en la que nace y se descubre la vocación; la Parroquia de origen y en la que han prestado algún apostolado ya sea como seminaristas o diáconos; el Seminario y los formadores, lugar en el que se adquiere la for-mación y conocimientos necesarios para el buen desarrollo de la vida sacerdotal y el Presbiterio que acoge a los nuevos ordenados como herma-nos en el ministerio sacerdotal.

Posteriormente, en el claustro de la Catedral tu-vimos el rito del besamanos con el cual se puede ganar indulgencia si las personas que asisten a la misa comulgan habiéndose confesado previa-mente y haciendo oración por las intenciones del Santo Padre.

Agradecemos a todos los que con su oración ha hecho posible que la Iglesia tenga nuevos sacer-dotes que son “hombres sacados de entre los hombres para el servicio de los hombres”.

No se puede ser mensajero del Señor

si antes no se es hombre de Dios

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Al Servicio del Evangelio y de los Hombres es un boletín informativo con publicación bimestral que busca comunicar a los amigos y bienhechores del Seminario de

Tlalnepantla las actividades de esta institución que son parte de la formación de los futuros Sacerdotes .

Nos encomendamos a sus oraciones intensas para que el dueño de la mies siga enviando trabajadores a sus campos (Lc 10, 2).

l Servicio del Evangelio y de los Hombres

www.seminariodetlalnepantla.org.mx

A

PosadasventosE

Miércoles 15 de DiciembrePosada con el Presbiterio en el Seminario

Jueves 16 de DiciembrePosada familiar, de profesores y de tra-bajadores de la sección de Teología.

Las palabras que el Papa Benedicto XVI nos ha dirigido a los obispos suizos en nuestra visita “ad limina” del 2006,

resuenan continuamente en mi mente. El hecho de que, en Europa occidental, el hombre no tenga ya la percepción de lo divino “porque el órgano adecuado para ello se ha vuelto árido”, es más que una simple conjetura. Por ello es comprensible que el Santo Padre considere deber suyo y nuestro decir todavía: “Debemos ayudar a la gente a sentir de nuevo el gusto de Dios”. Adviento es el tiempo adecuado. Los cristianos desean un Adviento de recogimiento. Es siempre bueno introducir una pausa, tomar un poco distancia de lo cotidiano con sus preocupaciones y sus alegrías y reflexionar, solos o con otros, sobre cómo mejorar en la familia, en el trabajo o en el círculo de amigos. Pero el significado más profundo del Adviento es sin embargo el encuentro con Dios.

Los jóvenes que se preparan a la Confirmación preguntan a menudo al obispo cuál es su imagen de Dios. Ellos mismos hablan espontáneamente de algo más elevado, de una fuerza espiritual que quizá existe o a la que uno se puede dirigir en los momentos difíciles. La respuesta que yo doy es ciertamente la profesión de fe de la Iglesia o un intento de anunciar el Evangelio. Para superar el individualismo, perceptible no sólo entre los jóvenes, el Papa Benedicto ha subrayado en su discurso que “no podemos inventar nosotros mismos la fe componiéndola con piezas ‘sostenibles’ sino que creemos junto a la Iglesia”. En este tiempo de Adviento, no somos sólo fieles de la Iglesia, sino que con la Iglesia esperamos, en la Iglesia anhelamos, la Iglesia habla desde nuestros corazones, cuando antes de Navidad clama con ansia: “¡Ven Señor Jesús!”. ¿Por qué viene Jesús? ¿Qué significa que Él viene

cada año? ¿Está ligado a la Navidad el hecho de que el hijo de Dios hecho hombre volverá al final de los tiempos como juez? ¿Y cómo debe llegar esto a ser un contenido de mi fe y de mi esperanza? Llegar a ser partícipe de la esperanza es un don de su misericordia. Nosotros podemos sólo invocar su misericordia. Pero todo esto nos afecta sólo si el órgano capaz de percibir lo divino no se ha vuelto árido en nosotros. Aunque también la recuperación de este órgano sólo puede ser un don. Haría falta que pidiéramos los unos por los otros este don. Sólo quien se quiere dejar implicar puede rezar: “Ven Señor Jesús”. Un joven cristiano me ha escrito estas pocas palabras: “No voy mucho a la iglesia, pero considero que habría que tener un cierto afecto por la propia fe”. Quien piensa así, puede sentir lo divino, puede sentir la Navidad y comprender lo que significa.

Del obispo Amédée Grab (Presidente de la Conferencia Episcopal Suiza), OSB

Tiempo de espera que nos alienta a decir :

El Adviento,

«Ven Señor Jesús»

Sábado 18 de DiciembrePosada familiar de la sección de Filosofía y Curso Introductorio. Inicio de vacaciones de las secciones de Teología, Filosofía y Curso Introductorio.

Domingo 19 de DiciembrePosada familiar e inicio de vacaciones de la sección del Seminario Menor.

Lunes 3 de EneroInicio del segundo semestre