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Monografía sobre el texto
“TRES VERSIONES DE JUDAS”
JORGE LUIS BORGES
Materia:
TEORIA Y ANALISIS LITERARIO
Cátedra:
PANESI JORGE
Comisión:
DELFINO SILVIA
Alumno:
THAMIER FABIÁN
1
La Biblia ¿dogma religioso o literatura fantástica?
.
La Biblia y la tradición son las dos fuentes de doctrina revelada que reconoce la Iglesia
Católica. Formada por el Antiguo y el Nuevo Testamento, la Biblia es una compilación de lo
que en un principio eran documentos escritos en hebreo, arameo y griego. El Antiguo
Testamento narra principalmente la historia de los hebreos y el Nuevo Testamento es un
conjunto canónico de libros escritos en los setenta años posteriores al nacimiento de Jesús
de Nazaret y que relata su vida, su mensaje, su muerte, su resurrección y la historia de los
primeros cristianos. La Iglesia Católica lo reconoce como un libro inspirado por Dios y a su
vez como Su palabra. Pero para Jorge Luis Borges “leer la Biblia es regresar de un modo
casi mágico a los primeros siglos de nuestra era cuando la religión era una posición. Los
dogmas de la Iglesia y los razonamientos del teólogo acontecerían mucho después” (1) la
Biblia es un libro hecho por los hombres, es literatura no un libro sagrado.
EI I Concilio Ecuménico fue convocado en el año 325 en Nicea bajo el reinado del
emperador Constantino. El motivo principal por el que fue convocado fue el de afirmar la
verdadera doctrina acerca de la divinidad, eternidad y nacimiento del Hijo de Dios en
contraposición a las “falsas” enseñanzas del sacerdote de Alejandría Ario, que sostenía que
el Hijo de Dios fue creado por Dios Padre, y que era solamente una criatura superior. De
esta manera Ario negaba "la divinidad y el nacimiento eterno de la segunda persona de la
Santísima Trinidad" el Hijo de Dios, de Dios Padre. Los obispos allí reunidos condenaron y
rechazaron la herejía de Ario mediante una declaración dogmática de los contenidos de la fe
cristiana. Esta declaración denominada “El símbolo niceno o símbolo de la fe”, rezaba:
“Creemos en un Dios Padre Todopoderoso, hacedor de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre, es
decir, de la substancia del Padre, Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero de Dios
verdadero; engendrado, no hecho; consubstancial al Padre; mediante el cual todas las
cosas fueron hechas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra; quien
para nosotros los humanos y para nuestra salvación descendió y se hizo carne, se hizo
humano, y sufrió, y resucitó al tercer día, y vendrá a juzgar a los vivos y los muertos. Y en el
Espíritu Santo”
Donde hay un problema hay una cuestión discutible y esta controversia se intenta
resolver. ¿Qué aspectos va a discutir Borges con la Iglesia Católica en su literatura?, los
dogmas y los argumentos teológicos. Para el catolicismo estos son inalterables, inmutables;
todo aquel que cuestione la condición sagrada de los textos bíblicos se lo considera un
hereje. Pero para Borges estos escritos son solo literatura, literatura fantástica, irónicamente
2
la “perfección” del género: “Dios es la máxima creación de la literatura fantástica. Lo que
imaginaron Wells, Kafka o Poe no es nada comparado con lo que imaginó la teología. La
idea de un ser perfecto, omnipotente, todopoderoso es realmente fantástica”, “Es la
perfección del género” (3)
Borges va a plantear esta discusión como no podía ser otro modo a través de la escritura.
En algunos de sus cuentos y poemas abordó la cuestión religiosa o bien con textos de
oposición a los dogmas “La duración del Infierno”, “La escritura del dios” o “Cristo en la
Cruz”; o bien utilizando figuras de personajes herejes reales como en una “Una vindicación
del falso Basílides” o imaginarios como en “Los teólogos” y en “Tres versiones de Judas”
para relatar historias que se alejan del canon católico que los consideraría heresiarcas.
Es en este último, él que se va a analizar, donde condensa su postura, su crítica y su
resolución. Bajo la figura de un ensayo sobre la vida del imaginario teólogo “hondamente
religioso” Nils Runeberg, elabora tres versiones del pasaje bíblico sobre la traición de Judas,
distintas del Nuevo Testamento, llegando en la última de ellas a afirmar que Judas era el
hijo de Dios y no Jesús. A Runeberg esta conclusión lo convertirá en un blasfemo, un
hereje a los ojos de la doctrina y lo llevará a la demencia. A Borges le servirá para su
confrontación; si un conjunto de hombres, humanos todos, decidieron en el Concilio de
Nicea que Jesús era el hijo de Dios dando así forma definitiva a la religión católica y, todos
los escritos que conforman el Nuevo Testamento provienen de la pluma de mortales
apóstoles y solo algunos fueron seleccionados en ese mismo Concilio para formar parte de
los escrituras sagradas, no es Dios el autor de estas, son personas que como Borges
hicieron literatura y podían por lo tanto también haber escrito o decidido o pensado que
Judas fue Jesús. Un Borges subversivo, dando pelea intelectual y polemizando con la
institución Iglesia Católica.
1) Introducción:
Enrique Pezzoni señala que “el sujeto textual Borges es tremendamente subversivo, en el
sentido que socava, destruye, ataca, dinamita, los sistemas de pensamiento
convencionales; que trata de producir un lector activo que cuestione continuamente los
sistemas de pensamiento impuestos, hermenéuticamente explicativos” (2). Ya en el título de
su libro Borges y de su segunda parte nos aclara su procedimiento “Ficciones”’ y “Artificios”,
claramente nos sitúa en lo que vamos a leer, un predominio de la labor artística en forma
de invención. Y en el nombre del cuento “Tres versiones de Judas” ya nos anticipa que
3
existen otras posibles interpretaciones a la tradicional brindada por la Iglesia sobre la
traición de Judas.
Para esta hay una y solo una historia, la infidelidad materialista; para Borges tres son
posibles, y cada una desarrollada y explicitada de manera lógica y natural por el autor lejos
de intervención divina alguna. Es decir, Borges polemiza con la Iglesia ya desde el título del
relato, donde es posible que haya otras versiones sobre la verdadera causa de la traición de
Judas, y estas son tan fantásticas como la canónica.
A decir de Pezzoni “son textos ideológicos que conciben la ideología no como contenidos
sino como formas especiales” (op. cit. página 49). Borges entonces opondrá su visión de la
teología como literatura ficcional contra la doctrina y dogmas cerrados de la Iglesia bajo la
forma, en este caso de un ensayo.
1) Las formas.
¿Cómo lleva a cabo esta embestida a los dogmas y argumentos teológicos en “Tres
versiones de Judas”?. ¿Cuáles son los materiales que emplea para dar esta batalla? ¿Cuál
es el tópico utilizado para este fin?
En todo cuento hay dos historias dice Ricardo Piglia (4), en “Tres versiones de Judas” en
un primer plano la narración en forma de ensayo - artículo para el narrador (5)-. Por medio
de una muy extensa documentación – real e irreal - nos presenta a un falso teólogo sueco,
Nils Runeberg, y el desarrollo de sus escritos y rescrituras de sus interpretaciones de los
motivos de la traición de Judas. La primera, no pudo ser casual, tuvo que ser un hecho
prefijado para la economía de la redención; la segunda, Judas, para mayor gloria de Dios,
en vez de mortificar su carne eligió humillar su espíritu, y con ese fin se hizo traidor de su
redentor a los ojos de todo el mundo; y la última, Dios se hizo hombre, pero hombre hasta la
infamia, para salvarnos pudo elegir ser Alejandro, Pitágoras o Jesús, pero no escogió ser
ninguno de ellos, escogió ser Judas. Sus tres libros “Kristus och Judas” - Cristo y Judas -
primera y segunda edición, y “Den hemlige Frälsaren” - El salvador secreto - fueron las
claves que “justificaron y desbarataron su vida” (op. Cit. pág.514).
“La variante fundamental que introdujo Borges en la historia del cuento consistió en hacer
de la construcción cifrada de la historia dos el tema del relato. Borges narra las maniobras
de alguien que construye perversamente una trama secreta con los materiales de una
historia visible” Piglia (op. cit).
4
Esta segunda historia, en los intersticios de la historia primera, narrada de un modo
elíptico, es la del diferendo intelectual. Para Alan Pauls (6) “toda la literatura de Borges
podría leerse como un gran manual sobre las distintas formas del diferendo, desde la
querella intelectual o erudita (peleas entre escuelas filosóficas, heterodoxias y herejías,
litigios de lectura y de interpretación de textos, etc.) hasta el enfrentamiento físico de un
duelo a cuchillo o un hecho de sangre, pasando por el celebre motivo del doble”.
Borges desarrolla bajo distintas formas este “ensayo” que le permitirán dar un carácter
fantástico a la obra instalando la controversia con los dogmas y la herejía a la que ella
somete a los que se apartan del credo. Ya en el primer párrafo se anuncia que “Nils
Runeberg hubiera dirigido, con singular pasión intelectual, uno de los conventículos
gnósticos”. Esta disonancia que produce este narrador “hondamente religioso” con sus
exégesis sobre los motivos de Judas lo llevarán a la locura. Enfrentarse al dogma, no solo lo
convirtió en un heresiarca (“los heresiólogos tal vez lo recordarán”) sino en un demente
(“ebrio de insomnio y de vertiginosa dialéctica, Nils Runeberg erró por las calles de Malmö,
rogando a voces que le fuera deparada la gracia de compartir con el Redentor el Infierno”).
2.1) Teología como literatura fantástica.
Para Borges los llamados textos sagrados (La Biblia, la Torah, el Corán) son literatura no
libros canonizados. “Leer este libro es regresar de un modo casi mágico a los primeros
siglos de nuestra era cuando la religión era una pasión. Los dogmas de la Iglesia y los
razonamientos del teólogo acontecerían mucho después… Más allá de nuestra falta de fe,
Cristo es la figura más vívida de la memoria humana… No uso nunca argumentos” (7)
escribe en su Prólogo a los “Evangelios Apócrifos”.
¿Como revelar literariamente esta afirmación de la “religión como una pasión” y la de
“Creo en la teología como literatura fantástica. Es la perfección del género”?. ¿Cómo
criticar, confrontar e ironizar (porqué nada más irónico o paradojal que concluir que el hijo
de Dios fue Judas) con su literatura, la literatura fantástica del dogma religioso cristiano?;
pues creando una obra bajo la forma de un ensayo sobre un problema teológico, estudiado
y publicado y darle sustento en la figura de un teólogo hondamente religioso. Este Nils
Runeberg, a través de su razonamiento va perfeccionando los motivos de Judas,
alejándolos de la vil traición por dinero (razón por demás sencilla y conveniente para la
Iglesia) y llevándolo a una conclusión diametralmente opuesta a la deldogma. Si para la
Iglesia Judas es un traidor, un venal, un ser de orden inferior, Borges lo convertirá en un
5
espejo, en un ser sacrificado, en un ser proverbial. Dios encarnado en hombre no será el
salvador Jesús, tendrá un ínfimo destino será Judas.
¿Como nutrir de veracidad al texto? Según Eichenbaum, formalista ruso del primer
período, “La composición del cuento depende en gran medida del papel que desempeña el
tono personal del autor en su estructura. Dicho de otra manera, ese tono puede ser un
principio organizador que crea un relato directo; pero puede también no ser más que un
vinculo formal entre los acontecimientos y limitarse a un papel auxiliar” (8), nos encontramos
en este texto con un autor que le imprime a su composición un estilo donde el narrador,
como también escribe Eichenbaum “se coloca delante y se sirve del argumento únicamente
para ligar los procedimientos estilísticos particulares” (Op. cit.).
En este relato la veracidad la da el tono personal del autor, hay una forma de operación
del texto que supone un ejercicio de ensayo literario, sobre un personaje ficticio, que sirve
de argumento para unir los diferentes procedimientos - libros, menciones, citas, etc. – que lo
convierten en un cuento fantástico.
Todos estos procedimientos y operaciones secundarios, formalizan un ejercicio de
enmascaramiento de la estructura dominante del relato que es la cuestión del problema del
dogma y la doctrina religiosa en el cristianismo, de la que nada se escribe a lo largo de todo
el texto en forma explícita, pero que esta oculta bajo el entramado del texto impidiendo su
percepción. Estamos frente a una estructura cerrada que no admite otras lecturas que la
impuesta por ella misma. Un hecho que Borges cuestiona, no permite una única lectura e
interpretación de cualquier acontecimiento histórico, él va a proponer otros. En este caso si
la historia de la traición de Judas que dan los evangelios es cierta, los motivos que la Iglesia
pregona, no lo son. No hay traición, no hay delación, hay un destino de salvación. Y esta
nueva lectura tan posible, cierta y fantástica como la del Nuevo Testamento es la
materialización borgiana de su querella intelectual con el dogma.
Hay un problema que plantea Borges, el hombre creo a Dios –ya lo había escrito Marx-, y
no Dios al hombre, por lo tanto es tan novelesca y posible su versión como la canonizada
por el I Concilio Ecuménico de Nicea. Fueron hombres los que escribieron los textos
utilizados en los evangelios, otros decidieron que esas páginas formaran parte del libro
sagrado de la cristiandad, no hay intervención divina alguna, cualquier hombre puede
hacerlo sin convertirse por ello en hereje, es pura literatura.
2.2) Procedimientos.
6
Los procedimientos estilísticos y narrativos utilizados son típicos en Borges. Uno de ellos
son las citas, dice Beatriz Sarlo “Se hizo experto en disfraces (una estrategia que los
menores usan para superar a los mayores) y por eso escribió ensayos que son en realidad
cuentos, y relatos que tienen la forma del ensayo. Por eso también, Borges tuvo la astucia
de las citas. Nadie más astuto, nadie más engañador en el uso de la cita: nunca pueden
creerse del todo, nunca están en el lugar completamente adecuado y, muchas veces,
parecen arbitrarias, puestas como para mostrar otra cosa” (9). En este relato hay citas
reales e inventadas.
Algunas de las menciones reales que trabajan en el texto para dar verosimilitud al relato
son a:
1) Teólogos: John Mackinnon Robertson (1856-1933).
2) Libros: Liber Adversus Omnes Haereses de Alfonso de Castro (1495-1558), Evangelio
de San Lucas, de Juan.
3) Escritores: Dante Alighieri (1265-1321), Euclides da Cuhna (1866-1909), Almafuerte
(1854-1917).
4) Filósofos: Johan Jakob Borelius (1823-1909), Pítagoras (ac580-ac495).
5) Gnósticos cristianos: Basílides, Satornilo
6) Lugares geográficos reales donde vive, estudia y muere el personaje de ficción: Lund,
Malmö, lo que confiere mayor realismo al relato.
7) Personajes históricos: Alejandro Magno (ac356-ac323), Príncipe Rurik (870-879),
Jesús.
Inclusión de personajes imaginarios que obligan al lector a pensar o buscar sobre su
condición de creíbles, y que manifiesta una técnica para dar el carácter fantástico al cuento
y a su vez son “boutades” de Borges al utilizar apellidos de amigos o familiares:
1) Maurice Abramowicz, Abogado, escritor y poeta, Borges lo conoció en Ginebra en
1914, en el cuento, Borges atribuye a su amigo un comentario apócrifo sobre Nils
Runeberg.
2) Erik Erfjord, Personaje ficticio. Berta Erfjord, era la madre de la autora argentina Norah
Lange, se le supone un amor juvenil con “el sujeto empírico” Jorge Luis Borges.
2.3) Otras operaciones.
7
Un narrador que interviene activamente con comentarios que dan testimonio, aclaran
situaciones, reafirman conceptos, en suma operan para dar credibilidad y sustento aún
mayor a lo expuesto en 2.1 y 2.2. Un ejemplo es este párrafo del cuento:
“Antes de ensayar un examen de los precitados trabajos, urge repetir que Nils Runeberg,
miembro de la Unión Evangélica Nacional, era hondamente religioso. En un cenáculo de
París o aun en Buenos Aires, un literato podría muy bien redescubrir las tesis de Runeberg;
esas tesis, propuestas en un cenáculo, serían ligeros ejercicios inútiles de la negligencia o
de la blasfemia. Para Runeberg, fueron la clave que descifra un misterio central de la
teología; fueron materia de meditación y análisis, de controversia histórica y filológica, de
soberbia, de júbilo y de terror. Justificaron y desbarataron su vida. Quienes recorran este
artículo, deben asimismo considerar que no registra sino las conclusiones de Runeberg, no
su dialéctica y sus pruebas. Alguien observará que la conclusión precedió sin duda a las
“pruebas”. ¿Quién se resigna a buscar pruebas de algo no creído por él o cuya prédica no le
importa?”
Para Borges, la religión es una pasión y la personaliza en esta obra en Nils Runeberg. Si
para la Real Academia pasión es un padecer, una afición vehemente a algo y una
perturbación desordenada del alma, estas están plasmadas en la persona de Runeberg. En
el párrafo del cuento citado anteriormente la pasión del personaje es padecida:
desbarataron su vida; es una afición vehemente, era hondamente religioso; fue una
perturbación desordenada, fueron materia de meditación y análisis, de controversia histórica
y filológica, de soberbia, de júbilo y de terror.
3) Epílogo.
Eichenbaum escribió “el objeto de la ciencia literaria debe ser el estudio de las
particularidades especificas de los objetos literarios que los distingan de toda otra materia…
Roman Jakobson da forma definitiva a esta idea: El objeto de la ciencia literaria no es la
literatura sino la literaturidad, es decir lo que hace de una obra dada una obra literaria” (10).
Siguiendo este postulado, se ha dejado de lado en este trabajo, toda mención histórica,
personal, psicológica, filosófica y política sobre el sujeto empírico Jorge Luis Borges.
“La duración del Infierno” declara mi afición incrédula y persistente por las dificultades
teológicas, escribe Borges en el prólogo de su libro Discusión (11). Este apego agnóstico y
tenaz lo llevaron a escribir ensayos teológicos que enmascararon cuentos fantásticos. Para
Borges teología es sinónimo de literatura y es ahí donde expande y desarrolla su disputa
con la doctrina. Le interesa la historia bíblica como símbolo, como manifestación de la
8
interminable confrontación entre las personas; entonces cambia la narración canónica, la
convierte en herética como modo de confrontación, de disputa. Para, luego de las
especulaciones intelectuales, finalmente retornar al mundo normal, al de la realidad
humana, más simple; al que debemos volver en definitiva: “Ebrio de insomnio y de
vertiginosa dialéctica, Nils Runeberg erró por las calles de Malmö, rogando a voces que le
fuera deparada la gracia de compartir con el Redentor el Infierno. Murió de la rotura de un
aneurisma, el primero de marzo de 1912. Los heresiólogos tal vez lo recordarán; agregó al
concepto del Hijo, que parecía agotado, las complejidades del mal y del infortunio”.
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(1) Borges Jorge Luis, prólogo a los Evangelios Apócrifos 1, Biblioteca Personal.
Hispámerica Ediciones, 1985.
(2) En este trabajo mencionar a Borges será hablar del “sujeto textual Borges”.
(2) Annick Louis, Enrique Pezzoni, lector de Borges, fotocopia CeFyL 5/0432.
(3) Diálogos de Jorge L. Borges y Ernesto Sábato -
http://www.letras.s5.com/sabato020816.htm
(4) Piglia Ricardo, Tesis sobre el cuento - Los dos hilos: Análisis de las dos historias,
http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/tecni/tesis.htm.
(5) Borges Jorge Luis, Tres versiones de Judas, “Ficciones”, página 514, Obras Completas,
Tomo 1, Ed. Emecé, 1996.
(6) Pauls Alan, El Factor Borges, página 39, Ed. Anagrama, 1996.
(8) Eichenbaum Boris, Como está hecho el Capote de Gogol, – página 159 – fotocopia
CeFyL 5/184.
(9) Sarlo Beatriz, ¿Cómo Borges fue Borges?, http://www.uiowa.edu/borges/bsol/bscb.htm.
(10) Eichenbaum Boris, La teoría del método formal, página 25, fotocopia CeFyL 356.
(11) Borges Jorge Luis, “Discusión”, página 177, Obras Completas, Tomo 1, Ed. Emecé,
1996.
9