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Las prácticas sociales, Pierre Bourdieu – Alicia Gutiérrez - Unidad 3 – Bibliografía de apoyo Los campos sociales: definición y propiedades generales Bourdieu define a los campos sociales como: espacios de juego históricamente construidos con sus instituciones específicas y sus leyes de funcionamiento propias. A. Los campos de presentan como “sistemas de posiciones y de relaciones entre posiciones” – pensar en campos es pensar relacionalmente-. Se trata de espacios estructurados de posiciones, a las cuales están ligados cierto número de propiedades q pueden ser analizadas independientemente de las características de quienes las ocupan B. Un campo se define, entre otras cosas, definiendo lo q está en juego y los intereses específicos del mismo; es decir, para q funcione un campo, es necesario q haya algo en juego y gente dispuesta a jugar, q esté dotada de los habitus q implican el conocimiento y reconocimiento de las leyes inmanentes del juego, de lo q está en juego, etc. C. La estructura de un campo es un estado de la distribución en un momento dado del tiempo, del capital especifico q allí está en juego. Se trata de un capital q ha sido acumulado en el curso de las luchas anteriores y q orienta las estrategias de los agentes q están comprometidos en el campo D. En ese sentido, puede decirse también q su estructura es un estado de las relaciones de fuerzas entre los agentes o las instituciones comprometidos en el juego. E. Además un campo social determinado constituye un campo de luchas destinadas a conservar o transformar ese campo de fuerzas. Es decir, es la propia estructura del campo, en cuanto sistema de diferencias, lo q está permanentemente en juego. Aquellos q, dentro de un estado determinado de la relación de fuerzas, monopolizan (de manera más o menos completa) el capital especifico, q es el fundamento del poder o de la autoridad especifica de un campo, se inclinan hacia estrategias de conservación – las q, dentro de los campos de producción de bienes culturales, tienden a defender a la ortodoxia-, mientras q los q disponen de menos capital (q suelen ser también los recién llegados, por lo general, jóvenes) se inclinan a utilizar estrategias de subversión: las de la herejía. F. El campo social como un campo de luchas no debe hacernos olvidar q los agentes comprometidos en las mismas tienen en común un cierto número de intereses fundamentales, todo aquello q está ligado a la existencia misma de un campo. G. Al hablar de luchas permanentes estamos considerando a los campos en su aspecto dinámico y rescatando la dimensión histórica de los mismos. En ese sentido, agregamos q en los campos se producen constantes definiciones y redefiniciones de las relaciones de fuerza entre los agentes y las instituciones comprometidos en el juego. H. Asimismo, también se definen y redefinen históricamente los limites de cada campo y sus relaciones con los demás campos, lo q lleva implícita una

Bourdieu-Alicia Guitierrez Apoyo- Las Practicas Sociales

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Las prcticas sociales, Pierre Bourdieu Alicia Gutirrez - Unidad 3 Bibliografa de apoyoLos campos sociales: definicin y propiedades generalesBourdieu define a los campos sociales como: espacios de juego histricamente construidos con sus instituciones especficas y sus leyes de funcionamiento propias. A. Los campos de presentan como sistemas de posiciones y de relaciones entre posiciones pensar en campos es pensar relacionalmente-. Se trata de espacios estructurados de posiciones, a las cuales estn ligados cierto nmero de propiedades q pueden ser analizadas independientemente de las caractersticas de quienes las ocupanB. Un campo se define, entre otras cosas, definiendo lo q est en juego y los intereses especficos del mismo; es decir, para q funcione un campo, es necesario q haya algo en juego y gente dispuesta a jugar, q est dotada de los habitus q implican el conocimiento y reconocimiento de las leyes inmanentes del juego, de lo q est en juego, etc.C. La estructura de un campo es un estado de la distribucin en un momento dado del tiempo, del capital especifico q all est en juego. Se trata de un capital q ha sido acumulado en el curso de las luchas anteriores y q orienta las estrategias de los agentes q estn comprometidos en el campoD. En ese sentido, puede decirse tambin q su estructura es un estado de las relaciones de fuerzas entre los agentes o las instituciones comprometidos en el juego.E. Adems un campo social determinado constituye un campo de luchas destinadas a conservar o transformar ese campo de fuerzas. Es decir, es la propia estructura del campo, en cuanto sistema de diferencias, lo q est permanentemente en juego. Aquellos q, dentro de un estado determinado de la relacin de fuerzas, monopolizan (de manera ms o menos completa) el capital especifico, q es el fundamento del poder o de la autoridad especifica de un campo, se inclinan hacia estrategias de conservacin las q, dentro de los campos de produccin de bienes culturales, tienden a defender a la ortodoxia-, mientras q los q disponen de menos capital (q suelen ser tambin los recin llegados, por lo general, jvenes) se inclinan a utilizar estrategias de subversin: las de la hereja. F. El campo social como un campo de luchas no debe hacernos olvidar q los agentes comprometidos en las mismas tienen en comn un cierto nmero de intereses fundamentales, todo aquello q est ligado a la existencia misma de un campo. G. Al hablar de luchas permanentes estamos considerando a los campos en su aspecto dinmico y rescatando la dimensin histrica de los mismos. En ese sentido, agregamos q en los campos se producen constantes definiciones y redefiniciones de las relaciones de fuerza entre los agentes y las instituciones comprometidos en el juego.H. Asimismo, tambin se definen y redefinen histricamente los limites de cada campo y sus relaciones con los dems campos, lo q lleva implcita una redefinicin permanente de los lmites de la autonoma relativa de cada uno de ellos.

La especificidad del campo: capitales e intereses en juegoCapitalLos campos sociales se distinguen por el tipo de capital q est en juego. Podra decirse q el objeto central de las luchas y del consenso en cada campo est constituido por una de las diferentes variedades de capital. Capital puede definirse como conjunto de bienes acumulados q se producen, se distribuyen, se consumen, se invierten, se pierden. Bourdieu libera a este concepto de la sola connotacin econmica y lo extiende a cualquier tipo de bien susceptible de acumulacin, en torno al cual puede constituirse un proceso de produccin, distribucin y consumo, y por lo tanto, un mercado. As, Bourdieu marca una ruptura con el marxismo, pero a la vez, recupera la lgica q Marx utiliza en el anlisis econmico y la anlisis de cualquier prctica social. No todo bien constituye necesariamente un campo, tiene q ser un bien apreciado, buscado, q, al ser escaso, produzca inters por su acumulacin, q logre establecer cierta divisin del trabajo entre quienes lo producen y quienes lo consumen, entre quienes lo distribuyen y quienes lo legitiman. En otras palabras, tienen constituirse un mercado en torno a esa bien para q se surja un campo especifico.Hay distintas variedades de capital. Bourdieu distingue fundamentalmente, adems del capital econmico, el capital cultural, el social y el simblico, q constituyen la gama posible de los recursos y de los bienes de toda naturaleza q sirven a la vez de medios y de apuestas a sus inversores. El capital cultural est ligado al conocimiento, ciencia, arte, etc. Puede existir bajo 3 formas: en estado incorporado , es decir, bajo la forma de disposiciones duraderas (habitus) relacionadas con determinado tipo de conocimientos, ideas, valores, habilidades, etc.; en estado objetivado bajo la forma de bienes culturales, cuadros, libros, diccionarios, instrumentos, etc.; y en estado institucionalizado q constituyen formas de objetivacin, como lo son los diferentes ttulos escolares. Donde puede observarse el lazo q existe entre capital cultural y el capital econmico es, especialmente, en el tiempo necesario para su adquisicin, lo q incluye el momento en q un agente social puede comenzar la empresa de adquisicin y acumulacin, hasta cuando pueda continuarla y de qu modo, el porcentaje de tiempo biolgicamente disponible utilizado en el proceso, etc., aspectos q inciden tambin en el xito o fracaso escolar. El mencionar al capital cultural institucionalizado como forma especfica del capital cultural, nos lleva a sealar la existencia de instituciones sociales q las q se les reconoce la capacidad legtima para administrar ese bien. El capital social est ligado a un circulo de relaciones estables y se define como: conjunto de los recursos actuales o potenciales q estn ligado a la posesin de una red durable de relaciones ms o menos institucionalizadas de interconocimiento y de intereconocimiento, o, en otros trminos, a la pertenencia a un grupo, como conjunto de agentes q no solo estn dotados de propiedades comunes sino q tambin estn unidos por los lazos permanentes y tiles. Es capital de relaciones mundanas, capital de honorabilidad y de respetabilidad, q puede procurar provechos materiales o simblicos como aquella q suelen estar asociados a la participacin de un grupo raro y prestigioso. El propio intercambio transforma los objetos intercambiados en signos de reconocimientos y, a travs del reconocimiento mutuo de los agentes, y el reconocimiento de la pertenencia al grupo, produce, construye al grupo y al mismo tiempo determina los lmites del grupo: en otras palabras delimita el espacio mas alla del cual el intercambio no puede tener lugar.Aqu encontramos tambin relaciones entre las diferentes especies de capital, en la medida en q el volumen del capital social q ha logrado acumular un agente particular, no solo depende de la extensin de la red de relaciones q l puede efectivamente movilizar en un momento determinado, sino tambin el volumen del capital econmico, cultural o simblico de cada uno de aquellos agentes a quienes est ligado la pertenencia de esa red. La nocin de capital simblico se encuentra menos explicitada en los trabajo de Bourdieu. En un primer momento era utilizada como una manera de distinguir la acumulacin de ciertos bienes no estrictamente econmicos como el honor, el prestigio, salvacin, relaciones, conocimientos. Se tratara entonces de una especia de capital q juega como sobreaadido de prestigio, legitimidad, autoridad, reconocimiento, a los otros capitales, principios de distincin y diferenciacin q se ponen en juego frente a los dems agentes del campo, q se agregaran a la posicin q se tiene por el manejo del capital especifico q se disputan en ese campo. Se hace necesario introducir dos nociones: volumen global de capital y estructura del capital. La primera hace referencia al conjunto de recursos (poderes) efectivamente utilizables es decir, la suma del capital econmico, cultural, simblico y social del q puede disponer un agente o un grupo de agentes determinados. La segunda, consiste en formas diferentes de distribucin del capital global entre las distintas especies de capital. Ambas nociones representan las dimensiones fundamentales segn las cuales se distribuyen los agentes en el espacio social global.Por ellos volumen y estructura del capital constituyen tambin los factores q tiene peso funcional ms fuerte en la construccin de las clases sociales, al conferir su forma y su valor especifico a la determinaciones q otros factores -Tales como la edad, sexo, residencia, etc. imponen a las practicas.Los agentes comprometidos en un juego pueden luchar para aumentar o conservar su capital, sus cartas, de alguna manera conforme a las reglas del juego. Pero tambin pueden trabajar para modificar total o parcialmente esas reglas de juego.Si nos preguntamos entonces Qu tipo de capital es el ms importante, es decir, cual es el q posee mayor peso especifico? Una respuesta seria: el tipo de capital, y especialmente su sub-especia, se juega en el campo de juego en el momento q es objeto de anlisis. As, por ejemplo, el volumen del capital cultural lo mismo valdra para el capital econmico determina las posibilidades asociadas de beneficios en todos los juegos en q el capital cultural es eficiente- el campo educativo el cientfico, etc.-Bourdieu aclara q en las sociedades como las nuestras, el capital econmico constituye la especie dominante, en relacin con las otras variedades de capital; y por ello, el campo econmico tiende a imponer su estructura sobre los otros campos.

InteresesLa nocin de inters Bourdieu prefiere hablar de illusio se opone no solamente a la de desintereso gratitud, sino tambin a la de indiferencia. Estar interesado, es acorar a un juego social determinado q lo q all esta ocurre tiene sentido, q sus apuestas son importantes y dignas de ser perseguidas. Por un lado, todo campo, en tanto q producto histrico, engendra y activa una forma especfica de inters, de illusio especifica, q es la condicin de su funcionamiento. Por lo tanto, hay tantos intereses como campos, lo q hace necesario determinar en cada caso empricamente las condiciones sociales de produccin de ese inters, su contenido especifico, etc. Por otro lado, ese inters q est implicado en la participacin del juego, se diferencia segn la posicin ocupada en el juego y tambin segn la trayectoria q conduce a cada participante a esa posicin. Pueden distinguirse entonces, dos tipos de intereses. Uno son los llamados genricos, asociados al hecho de participar en el juego, intereses fundamentales, ligados a la existencia misma del campo, y q tiene en comn los agentes comprometidos en dicho campo: fundamentalmente, un acuerdo acerca de lo q merece ser objeto de lucha, el juego, las apuestas, etc. Hay adems otros tipos de intereses, llamados especficos q tambin se definen en relacin al campo de luchas, pero q estn ligados ms concretamente con cada una de las posiciones relativas de ese campo. Se trata de intereses objetivos, no necesariamente conscientes, y son definidos no en relacin a la conciencia o a la subjetividad de los agentes sociales, sino en relacin a la posicin social ocupada, es decir, en relacin a un elemento social objetivo como lo es el de una posicin social. Los intereses objetivos son atribuidos, son imputados por el investigador a los agentes sociales q producen las practicas, en relacin a las condiciones objetivas en las q se encuentran los agentes; es decir, a partir de las caractersticas objetivas de cada una de las posiciones. Se denominan objetivos, para diferenciarlo de los intereses subjetivos o intencionales, q son aquellos intereses q declara tener el agente, q puede tener explicitados como mviles de sus prcticas, pero que, por estar ligados a la subjetividad, no son susceptibles de un estricto y riguroso control metodolgico como los objetivos ligados a factores objetivos. Podra decirse q a hiptesis q el investigador manea es aquella q presume en cada agente el inters por reproducir o mejorar su posicin, reproduciendo o aumentando el capital especifico q est en juego en el capo social q es objeto de anlisis. Considerar el inters propio como principio a partir del cual el agente social estructura su accin (accin q se convierte en un medio a travs del cual se busca obtener ventajas) permite rescatar al agente social y a su trabajo de produccin de las prcticas sociales.Ahora bien, el definirnos a partir de las caractersticas objetivos de la posicin q ocupa el agente social, permite captar el inters propio, en cuanto orientacin, finalidad de la accin, sin caer en una intencionalidad de tipo subjetivo.En efecto, se plantea la necesidad de rescatar a quien producen dichas prcticas, pero se trata de rescatarlo socialmente, es decir, no en cuanto sujeto sino en cuanto agente socializado.

La distribucin desigual del capital: posiciones diferentes. Es necesario sealar q es la distribucin desigual del capital q est en juego, lo q define las diferentes posiciones constituidas en un campo. Posicin podra definirse entonces como lugar ocupado en cada campo en relacin con el capital especfico q all est en juego. En primer lugar, sealaremos q aqu el concepto de posicin no hace referencia a lugares funcionalmente definidos en las organizaciones y, por lo tanto, no supone necesariamente la existencia de una organizacin formal. Tambin es importante subrayar q esas posiciones son relativas y q implican la puesta en marcha de un pensamiento relacional. Decir q son relativas supone considerar q no pueden definirse por si mismas sino en relacin a otras posiciones, y q las propiedades ligadas a cada una de ellas solo pueden diferenciarse por referencia a las propiedades asociadas a las otras posiciones y por lo tanto, hacer referencia a una determinada posicin implica siempre la referencia al sistema de relaciones en el cual est inserta. Claro q, la referencia a dicho sistema supone el anlisis sincrnico (las posiciones y las relaciones entre posiciones en un momento histrico determinado) y diacrnico (las definiciones y redefiniciones de las posiciones en la trayectoria del campo).Pueden distinguirse 3 criterios o principios de distribucin del capital especifico, q definen posiciones especificas en cada campo: 1. Posesin o no: este criterio de diferenciacin supone la posibilidad de poseer o no el capital q est en juego en cada campo, sea este de cualquier especie , o de poseer el poder de administrar un capital (como puede ser el poder de administrar los bienes de salvacin en el caso del campo religioso, por ejemplo)2. Posesin mayor o menor: es decir, no solo es significativo en la definicin de las posiciones el hecho de tener no tener el capital especfico, sino q tambin es importante el volumen mayor o menos de ese capital o del poder de administrarlo- q ha sido acumulado en el curso de las luchas desarrolladas en determinado campo.3. Carcter legtimo o no de la posesin del capital o del poder de administrarlo-. Este criterio se relaciona con el reconocimiento social (y por ello legitimacin social) q se tiene del capital acumulado o del poder de administrarlo.Estos tres criterios de definicin de posiciones sociales dentro del campo, determinan tambin las relaciones q se establecen entre esas posiciones. Dichas relaciones son bsicamente relaciones de poder, relaciones d dominacin-dependencia q se establecen entre los agentes q entran en competencia y en la lucha por el capital q se disputa en cada campo. Ahora bien, es necesario subrayar q esas relaciones de fuerza se establecen entre posiciones sociales y no entre individuos. Por ello se deca ms arriba, los intereses objetivos estn ligados a las caractersticas objetivas de la posicin q ocupa el agente social en un campo especifico, con lo cual se puede rescatar socialmente el agente productor de las prcticas sociales. Dichas prcticas sociales sern analizadas en trminos de estrategias implementadas por el agente social en defensa de sus intereses ligados a la posicin q ocupa, en relacin a otras posiciones, en un campo determinado. Puede decirse entonces, q la toma de posicin, depende de la posicin q se ocupa y q los puntos de vista son vistas a partir de un punto.

La dinmica de los campos. La autonoma relativa. Se produce una situacin de mercado en la cual se distinguen oferentes y demandantes del mismo bien, y en la cual comienza a diversificarse tanto en la produccin como el consumo de dicho bien. Es decir, comienza a haber competencia entre los agentes productores q entran en concurrencia tratando de ganar para s al publico consumidos, a la vez dicho publico se diversifica tambin. El concierto objetivo entre la oferta y la demanda es lo q hace q los gustos mas diferentes encuentren las condiciones para su realizacin en el universo de los posibles q se ofrecen desde el campo de produccin. En resumen, la lgica q hace q, como vulgarmente se dice haya cosas para todos los gustos no es producto de una bsqueda intencionada sino el encuentro de dos sistemas de diferencias.En sntesis, lo q hace q la lgica del campo de produccin y la lgica del campo del consumo estn concertadas de manera objetiva, es lo q Bourdieu llama el principio de homologa funcional y estructural. Dicho principio reside en: 1. Todos los campos especializados tienden a organizarse segn la misma lgica, la de la distribucin desigual del capital q est en juego, teniendo en cuenta principalmente dos aspectos: volumen del capital especifico q se posee y antigedad de la posesin. 2. Las oposiciones q tienden a establecerse en cada caso entre los ms ricos y los menos ricos en capital especifico son: a) homologadas entre si, b) homologadas a las oposiciones q organizan el campo de las clases sociales (clases dominantes y clases dominadas)3. Homologadas a las oposiciones q organizan el campo de la clase dominante (fraccin dominante y fraccin dominada)El principio de homologa funcional y estructural constituye una valiosa herramienta de anlisis: permite dar cuenta de la implementacin de estrategias relativamente orquestadas entre dominados de diferentes campos o entre dominantes en distintos espacios de juego. En sntesis, un aspecto fundamental de la dinmica de los campos cuyo principio reside en la configuracin particular de su estructura, en las distancias y acercamientos de las diferentes fuerzas all se enfrentan- reside en la dialctica de los productores y consumidores de diferentes tipos de bienes. Pero tambin, en lo q se refiere a la autonoma relativa de los mismos, ya q estamos hablando en trminos de lgica de mercado, es importante la existencia de intermediarios, alguno de los cuales actan como instancias de consagracin y legitimacin especificas del campo, y el surgimiento de la diversificacin y de la competencia entre productores y consumidores. En los diferentes campos se producen constantes definiciones y redefiniciones de las relaciones de fuerza entre los agentes y las instituciones comprometidas en los mismos. Asimismo, destacamos q tambin se definen y redefinen histricamente los limites de cada campo y sus relaciones con los dems campos, lo q lleva implcito una redefinicin permanente de la autonoma relativa de cada uno de ellos. Podra decirse q la autonoma relativa d los campos es un producto histrico, y por lo tanto, sus fronteras no pueden ser determinadas a priori, sino aprehendidas a travs de la investigacin emprica. Hablar de autonoma relativa supone por un lado analizar las practicas en el sistema de relaciones especificas en las q estn insertas, es decir, segn las leyes de juego de cada campo, leyes q mediatizan la influencia de los dems espacios de juego. Por otro lad, supone tambin la presencia de los dems campos q coexisten en el espacio social global, cada uno de ellos ejerciendo su propia fuerza, en relacin a su peso especifico. Sin embargo, aunq cada campo posee sus propias leyes de funcionamiento, su propia lgica y su propia jerarqua, la jerarqua q se establece entre las distintas especies de capital y la preeminencia del capital econmico, hace q el capital econmico tienda a jugar un rol dominante en el conjunto de los campos. No se puede establecer a priori una causalidad nica respecto a cambios q puedan introducirse en el interior de un campo determinado. La causa puede estar en la lgica interna del mismo o puede deberse a la incidencia de factores externos del campo especfico.

El habitus: principio de generacin y de percepcin de las prcticas.El concepto de habitus constituye una suerte de bisagra en la construccin terica de Bourdieu, en la medida en que: permite articular lo individual y lo social, las estructuras internas de la subjetividad y las estructuras sociales externas, y comprender q tanto stas como aquellas, son dos estados de la misma realidad, de la misma historia colectiva q se deposita y se inscribe a la vez e indisociablemente en los cuerpos y las cosas. En Le sens Practique Bourdieu define a los habitus como: sistemas de disposiciones duraderas y transferibles, estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes, es decir como principios generadores organizadores de prcticas y representaciones q pueden estar objetivamente adaptadas a su fin sin suponer la bsqueda consciente de fines ni el dominio expreso de las operaciones necesarias para alcanzarlas, objetivamente regladas, regulares sin ser en nada el producto de la obediencia de reglas y, siendo todo eso, colectivamente orquestadas sin ser el producto de la accin organizadora de un director de orquesta. En otros trminos, podra decirse q se trata de aquellas disposiciones a actuar, percibir, valorar, sentir y pensar de una cierta manera ms q de otra, disposiciones q han sido interiorizadas por el individuo en el curso de su historia. El habitus es la historia hecha cuerpo. Producto de la historia, es lo social incorporado estructura estructurada - q se ha encarnado de una manera durable en el cuerpo, como una 2da naturaleza, naturaleza socialmente constituida. En consecuencia, el habitus es, por un lado, objetivacin resultado de condiciones objetivas y, por otro, es capital, principio a partir del cual el agente define su accin en las nuevas situaciones q se le presentan, segn las representaciones q tiene de las mismas. En este sentido, puede decirse q el habitus es, a la vez, posibilidad de invencin, necesidad, recurso y limitacin. Es decir, en tanto estructura estucturante el habitus se constituye de un esquema generador y organizador, tanto de las prcticas sociales como de las percepciones y apreciaciones de las propias prcticas y de las prcticas de las dems gentes. Al rescatar las estructuras sociales internas y al considerar al habitus como principio estructurador de prcticas y con ellos la trayectoria del agente social, esta perspectiva terica supone anlisis diferentes de aquellos q se sustentan ms bien en la libre iniciativa de un autor social cuyas estrategias estaran sometidas esencialmente alas coerciones de las estructuras externas.Hablar de habitus entonces, es tambin recordar la historicidad de agente, es plantear q lo individual, lo subjetivo, lo personal, es social, es producto de la misma historia colectiva q se deposita en los cuerpos y en las cosas.

Habitus y practica: el sentido prctico y la prctica como estrategia. Hemos dicho q las prcticas y las representaciones generadas por el habitus, pueden estar objetivamente adaptadas a su fin sin suponer la bsqueda consciente de los fines y q pueden ser objetivamente regladas y regulares sin ser el producto de obediencia a reglas. En efecto, ellas son el producto de un sentido prctico, es decir, de una aptitud para moverse, para actuar y para orientarse segn la posicin ocupada en el espacio social, segn la lgica del campo y de la situacin en la cual se est implicado. Es decir que, esa libertad de invencin y de improvisacin, que posibilita producir la infinidad de jugadas hechas posibles por el juego, tiene los mismos lmites q el juego. Al hablar de juego, Bourdieu se refiere a una actividad regulada, q obedece a ciertas regularidades sin ser necesariamente el producto de obediencia de reglas. Para comprenderlo, Bourdieu define el termino regla aludiendo a regularidades objetivas q se imponen a todos aquellos q entran en juego. Dentro del contexto de ese segundo significado es q hay q entender la nocin de practica en trminos de estrategia, como desarrollo activo de lneas objetivas orientadas, q obedecen a regularidades y forman configuraciones coherentes y socialmente inteligibles.Toda practica, y aun el respeto a una regla explicita debe entenderse en trminos de estrategia, en defensa de los intereses ligados a la posicin q se ocupa en el campo de juego especifico, todo ello sin recurso a reflexin consiente, es decir, sin ser el agente social necesariamente consiente de este mecanismo. El habitus constituye un sistema de disposiciones durables, pero no inmutables. El encontrarse en frente a situaciones nuevas, en el contexto de condiciones objetivas diferentes a aquellas q constituyen la instancia de formacin de los habitus, presentan al agente social instancias q posibilitan la reformulacin de sus disposiciones. Volviendo a la relacin habitus-estrategia, subrayemos q el habitus es el instrumento de anlisis q permite dar cuenta de las practicas en trminos de estrategias, dar razones de las mismas, sin hablar propiamente de prcticas racionales. Dentro de este contexto, los agentes sociales son razonables, no comenten locuras y sus estrategias, como hemos mencionado, obedecen a regularidades y forman configuraciones coherentes socialmente inteligibles, es decir, socialmente explicables por la posicin q ocupan en el campo q es objeto de anlisis y por los habitus incorporados.

Sistematicidad de los habitus y de las prcticas. Los habitus de clase.Retomando lo q se deca ms arriba respecto a la sistematicidad de los habitus, sealamos ahora q las practicas q ellos producen son tambin sistemticas y mutuamente comprensibles. Ms aun, todas las practicas de un mismo agente estn armonizadas entre si y objetivamente orquestadas con las de todos los miembros de una misma clase. La homogeneizacin objetiva de los habitus de grupo o de clase q resulta de la homogeneidad de las condiciones de existencia es lo q hace q las practicas pueden estar objetivamente acordadas fuera de todo clculo estratgico y de toda referencia consciente a una norma y mutuamente ajustadas en ausencia de toda interaccin directa y, a fortiori, de toda concertacin explicita. En este contexto, hablar de habitus de clase implica hablar de un sistema de disposiciones comn a todos los individuos bilgicos q son producto de las mismas condiciones objetivas. Se trata ms bien de suponer q todos los miembros de la misma clase tienen mayores probabilidades de verse enfrentados en las mismas situaciones y a los mismos condicionamientos entre s, q en relacin a los miembros de otra clase. De este modo hablar de habitus de clase supone el reconcomiendo de semejanzas entre los sistemas de disposiciones de los individuos q comparten similares condiciones objetivas de vida condiciones de clase-. Pero al hablar de habitus individual, se pone de relieve q esos sistemas de disposiciones no son necesariamente iguales, sino q cada uno de ellos se diferencia de los otros por la singularidad de la trayectoria social, a la cual estn asociados series de determinaciones cronolgicamente ordenadas, q no se identifican con las de las otras trayectorias.