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Viernes 2 de agosto de 2019 EL UNIVERSAL C8 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Rafael López [email protected] Conferencia sobre Provida El Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, por medio de su seminario Sociedades Reservadas y Grupos Secretos Católicos en los Si- glos XX y XXI, invita a la conferencia “Provida como sociedad secreta”, que impartirá Érika Barrón el 5 de agosto, a las 17:00 horas, en el Aula 2 del citado instituto, en CU. Informes en el correo electrónico semina- rioso [email protected] ESPECIAL Impacto negativo de la obesidad en la fertilidad La obesidad favorece el desarrollo de patologías graves como diabe- tes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer; también tiene un im- pacto negativo en la fertilidad, al detonar alteraciones reproducti- vas. Estos efectos podrían adqui- rirse durante el desarrollo embrio- nario y manifestarse en generacio- nes posteriores, señalaron exper- tos del Departamento de Embrio- logía y Genética de la Facultad de Medicina de la UNAM. En nuestro país, 72% de los adultos y 70% de los niños padecen sobrepeso o al- gún grado de obesidad. CORTESÍA UNAM Desarrolla bicicleta híbrida para préstamo público Julio César Arce, alumno del Centro de Investigaciones en Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, creó una bi- cicleta híbrida que se mueve con fuerza humana y pilas recargables, recorre distancias mayores y pendientes con menor esfuerzo y fatiga, promueve una mejor calidad de vida, fomenta el uso racional de la energía, reduce las emisiones contaminantes y descongestiona las vías públicas. El prototipo fue integrado en el Laboratorio de Mo- vilidad e Infraestructura Verde para la Eficiencia Energética en Ciu- dades, de esta casa de estudios. B. B. Traven fue un escritor me- xicano que vino de Alema- nia… Según Rosa Elena Montes de Oca Luján, su pa- drastro hubiera preferido es- ta presentación a insinuar que era un escritor alemán que vivió en Mé- xico. B. Traven habría nacido en Alemania (aunque también se dice que en Estados Uni- dos) el 3 de mayo de 1890. En lo que no hay duda es que él mismo alteraba sus datos de identidad para ocultarse. Durante su vida, envuelta en el misterio, es- cribió una gran cantidad de novelas y cuentos. La mayoría de sus narraciones están situadas en comunidades indígenas de México; y el res- to, en escenarios urbanos donde ocurren he- chos preferentemente relacionados con traba- jadores, por lo que se ha afirmado que es otro de los grandes escritores que captó el alma de los mexicanos. B. Traven empezó su vida artística como ac- tor aficionado. En Colonia y Düsseldorf se in- tegró a actividades culturales y sindicales. Luego de formar parte del fugaz gobierno de la República Soviética de Baviera con el nom- bre Ret Marut (Marut el Rojo), salió huyendo de Münich. En 1924 llegó a Tampico, Tamau- lipas, y tiempo después se instaló en la Ciudad de México. Aquí se inscribió en la Escuela de Verano de la Universidad Nacional de México, donde asistió a los cursos “Literatura mexicana”, “Geografía de México”, “Arte y literatura”, “Historia de México”, “Problemas políticos y sociales de México” y “Una ojeada histórica al arte mexicano”, como consta en la boleta de estudios, fechada el 17 de agosto de 1928, a nombre de Traven Torsvan. Posteriormente se enroló en la Campaña Nacional contra la Lan- gosta que se dirigía a Chiapas, estado donde permaneció varios años, enamorado de su be- lleza y de las comunidades indígenas. “Hay que aclarar, de una vez por todas, que por razones obvias se sentía perseguido: pri- mero por la forma en que la República Sovié- tica de Baviera fue arrasada y luego por el as- censo del nazismo. De modo que por salud emocional debía mantenerse en el anonima- t o”, dice Montes de Oca Luján, académica ju- bilada de la Facultad de Economía de la U NA M . De acuerdo con su hijastra, el nombre de pila de Traven no era Bruno ni Berick ni Ben. Él se llamaba Traven Torsvan. Este nombre está inscrito tanto en su pasaporte mexicano y su acta de nacionalización, como en su licencia de manejar y otros documentos. Señor Croves B. Traven conoció a Rosa Elena Luján, la ma- dre de Montes de Oca Luján, en una reunión celebrada hacia finales de los años 30 o prin- cipios de los 40, cuando ella —nacida en Coa- huila— recién había regresado a la Ciudad de México, procedente de San Antonio, Texas. “Se encontraron en alguna otra ocasión y hasta ahí. Pero a finales de los 50, cuando Tra- ven buscaba un asistente, William Miller, quien había organizado en 1937 la Brigada Lin- coln para combatir a Franco en España, lo pu- so en contacto con ella. Mi mamá buscaba em- pleo, pues su matrimonio se había roto y ne- cesitaba mantener a su familia. Así, comenzó a colaborar con él. Mi hermana María Eugenia y yo lo conocimos como el señor Croves.” Las hermanas Montes de Oca Luján habían viajado a Porterville, California, donde vivía una tía con su esposo estadounidense, para fa- cilitar la separación física de sus padres y, al mismo tiempo, para aprender inglés en una escuela de monjas. “En una visita a Porteville, mi mamá nos anunció que se iba a casar con el señor Croves. Mientras estuvimos en Estados Unidos, él nos escribió con mucha frecuencia. Por fortuna, mi mamá guardó una copia de esas cartas a máquina. Son sensacionales. Sobre todo las que dirigió a mi hermana Malú. En una me cuenta a mí una larga historia de cómo mi ma- má fue de compras a la dulcería Celaya y lo que le pasó ahí, todo para avisarme que nos iban a mandar unos dulces. También nos regalaba libros. Una vez escribí que estaba interesada en la astronomía y me compró un atlas y, junto con unos libros de literatura para mi hermana, me lo mandó a California.” Skipper B. Traven era un hombre veintitantos años mayor que la madre de Montes de Oca Luján y no tenía hijos. “Como mi padre estaba vivo, mi madre pre- fería que no le llamáramos papá, pues hubiera sido irrespetuoso para todos. Entonces, Tra- ven resolvió que le llamáramos Skipper (Ca- pitán) A él le gustaba sentirse marinero por las experiencias que había tenido en el mar. Mi mamá era la primera oficial, yo la segunda y mi hermana la tercera. Recuerdo que si estaba con él en el tercer piso y le decía: ‘I’m going d o w n’, me corregía: ‘I’m going below’ , porque en un barco down es hundirse. Otra cosa es below, cuando alguien se dirige al piso de abajo. La casa también era un barco. El tercer piso era exclusivamente de él, ahí estaba su recámara, su baño y su oficina. Nadie debía entrar en él, excepto la familia y las perritas.” Cuando las hermanas Montes de Oca Luján regresaron definitivamente de Estados Uni- dos, les dijeron que no dijeran que se trataba de Traven. Para ellas era el señor Croves, pero siempre le llamaron Skipper. Realmente les re- sultó difícil guardar el secreto “No podíamos invitar a amigos a la casa por- que no queríamos indiscreciones; por otra par- te, Skipper tenía problemas auditivos muy se- veros, por lo que usaba un aparato con pilas unido a unos lentes enormes. Si estaba pre- sente en una conversación con su aparato apa- gado, unas veces decía que sí y otras que no, y asunto arreglado. Pero si de repente oía que alguien decía alguna cosa brutalmente tonta, él no tenía ningún filtro y, ¡zaz!, soltaba su opi- nión, apagaba su aparato y ya no le hacía caso a nadie.” En la casa había un par de perritas: Tabasco, una criolla, y Gigi, una french poodle con pe- digrí a la que Traven quería mucho. Las pe- rritas conocían su rutina. A cierta hora bajaban o subían, marcando el horario de trabajo de Traven, completamente distinto al de la casa. Empezaba a trabajar avanzada la mañana, a la una bajaba a desayunar, volvía a trabajar hasta la noche, bajaba a cenar y seguía trabajando hasta tarde. Caminante B. Traven caminaba la Ciudad de México; po- cas veces usaba taxi. Con frecuencia iba al Co- rreo Central a revisar su apartado postal, cuyo número era el 2701; luego pasaba a una tienda de abarrotes de la calle 16 de Septiembre y, cuando había, compraba arenque y pumper- n i ck el (un tipo de pan de cereales integrales). Algunos de sus amigos eran los pintores Da- vid Alfaro Siqueiros y Diego Rivera; el cinefo- tógrafo y director de fotografía Gabriel Figue- roa era su gran cuate porque era primo de Es- peranza, su traductora al español y hermana del presidente Adolfo López Mateos. “También tenía otros amigos que no eran famosos, como una señora que nos vendía ver- duras o un barrendero con el que se sentaba en las bancas de Reforma para platicar.” Como las hermanas Montes de Oca Luján iban a la iglesia los domingos porque venían de una escuela de monjas, B. Traven tomó la iniciativa de comprarles algunos libros... “Recuerdo uno que me impresionó: El hom- bre y sus dioses. Una historia de las religiones. Me ayudó a cuestionar las creencias religiosas, las cuales pronto hice a un lado.” La lectura de los libros de B. Traven hizo que Montes de Oca Luján se interesara en la vida de las comunidades indígenas y en los cam- pesinos. Además, en la casa había objetos que remitían a la cultura de los pueblos indígenas, como los vocabularios tzotzil y tzeltal tradu- cidos al español, así como quinina para com- batir el paludismo. “Un día le dije a Skipper que iba a estudiar arqueología porque, según yo, ello me permi- tiría acercarme a los indios. Con mucha pa- ciencia me aclaró que quizá lo que yo deseaba era estudiar antropología, una disciplina más social, y de ahí me explicó el objeto de estudio de la arqueología, de la antropología y de la etnología. Acabé escogiendo economía; aun así, me parece que su influencia tuvo mucho que ver con esta decisión.” Generoso y desprendido En 1966, las habladurías sobre B. Traven con- tinuaban (incluso, la revista alemana Stern en- viaba reporteros a México para espiarlo). Por eso, él y su esposa decidieron concederle una entrevista al periodista Luis Suárez para la re- vista Siempre! Se presentó, dijo quién era, lo que estaba escribiendo, qué hacía, quién era Ret Marut, cuáles eran sus antecedentes. Toda esta información salió a la luz. “Tengo en mis recuerdos el 19 de octubre, día en que se publicó esa entrevista. Llegué a mi clase de siete a nueve de la mañana en la Es- cuela Nacional de Economía de la UNAM. Esa vez, varios amigos me reclamaron: ‘¿Por qué no nos dijiste que eras hija de Traven?’ ‘P o rq u e nunca me preguntaron’, contesté.” Al cabo de tres años, la salud de B. Traven se deterioró por un cáncer en los riñones. Para combatir el dolor tomaba medicamentos muy fuertes. El 26 de marzo de 1969 murió. Después de su velorio lo cremaron y esparcieron sus ce- nizas en Ocosingo, el municipio chiapaneco de sus relatos. Ésa fue su voluntad, quería regre- sar ahí. “Era muy generoso y desprendido. Nos re- galaba dulces o chicles viejísimos o recién comprados, o billetes de alta denominación, porque a él le daba igual. Mi mamá llegó a en- contrar billetes olvidados o cheques que nunca cambió en libretas o libros. En la casa siempre se vestía de pantalón y camisa caqui, y calzaba botas mineras. No le gustaba vestirse de traje. Era muy informal. Y usaba unas sandalias ja- ponesas de madera para bañarse”, finaliza Montes de Oca Luján. b FOTOS: ESPECIAL “Hay que aclarar, de una vez por todas, que por razones obvias se sentía perseguido: primero por la forma en que la República Soviética de Baviera fue arrasada y luego por el ascenso del nazismo. De modo que por salud emocional debía mantenerse en el anonimato” ROSA ELENA MONTES DE OCA LUJÁN Académica jubilada de la Facultad de Economía de la UNAM e hijastra de B. Traven Fino humorista b Cuando B. Traven escribió los guio- nes de sus propias novelas y decía ser el representante del mismísimo B. Tra- ven, se hacía llamar Hal Croves. Teorías b De B. Traven se ha dicho que fue hijo ilegítimo del káiser Guillermo II y, también, que fue Mauricio Rathenau, hijo de Emil Rathenau, un industrial alemán de la electricidad. “Timothy Heyman, esposo de mi hermana, ha desarrollado esta última teoría en un artículo publicado en la revista Letras Libres”, apunta Montes de Oca Luján. Identidad b A B. Traven le gustaba dar pistas falsas sobre su persona. Montes de Oca Luján recuerda: “Una vez, mientras me daba clases de alemán, tuve que interrumpir la sesión y salí. Cuando regresé, estaba revisando un artículo publicado por alguna de las revistas que buscaban revelar su identidad. De pronto empezó a reír y dijo: ‘Ahora ya no sé quién soy’.” B. Traven y Rosa Elena Luján. Traven: retrato de familia Se cumplen 50 años de la muerte de este misterioso escritor alemán-mexicano, autor de El tesoro de la Sierra Madre y Macario, entre otras obras. Una de sus hijastras nos habla de él

B.Trave nMi hermana MarÌa Eugenia y yo lo conocimos como el seÐor Croves. 7 Las hermanas Montes de Oca LujÀn habÌan viajado a Porterville, California, donde vivÌa una tÌa con

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Page 1: B.Trave nMi hermana MarÌa Eugenia y yo lo conocimos como el seÐor Croves. 7 Las hermanas Montes de Oca LujÀn habÌan viajado a Porterville, California, donde vivÌa una tÌa con

Viernes 2 de agosto de 2019 EL UNIVERSALC8 CU LT U R A

PROYECTO UNAMTexto: Rafael López

rl o p e z g @h o t m a i l.c o m

Conferencia sobre ProvidaEl Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, por medio de suseminario Sociedades Reservadas y Grupos Secretos Católicos en los Si-glos XX y XXI, invita a la conferencia “Provida como sociedad secreta”,que impartirá Érika Barrón el 5 de agosto, a las 17:00 horas, en el Aula2 del citado instituto, en CU. Informes en el correo electrónico semina -rioso [email protected]

E S P E

C I A L Impacto negativo

de la obesidaden la fertilidadLa obesidad favorece el desarrollode patologías graves como diabe-tes, hipertensión, enfermedadescardiovasculares y algunos tiposde cáncer; también tiene un im-pacto negativo en la fertilidad, aldetonar alteraciones reproducti-vas. Estos efectos podrían adqui-rirse durante el desarrollo embrio-nario y manifestarse en generacio-nes posteriores, señalaron exper-tos del Departamento de Embrio-logía y Genética de la Facultad deMedicina de la UNAM. En nuestropaís, 72% de los adultos y 70% delos niños padecen sobrepeso o al-gún grado de obesidad.

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Desarrolla bicicleta híbridapara préstamo públicoJulio César Arce, alumno del Centro de Investigaciones en DiseñoIndustrial de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, creó una bi-cicleta híbrida que se mueve con fuerza humana y pilas recargables,recorre distancias mayores y pendientes con menor esfuerzo y fatiga,promueve una mejor calidad de vida, fomenta el uso racional de laenergía, reduce las emisiones contaminantes y descongestiona lasvías públicas. El prototipo fue integrado en el Laboratorio de Mo-vilidad e Infraestructura Verde para la Eficiencia Energética en Ciu-dades, de esta casa de estudios.

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B. Traven fue un escritor me-xicano que vino de Alema-nia… Según Rosa ElenaMontes de Oca Luján, su pa-drastro hubiera preferido es-ta presentación a insinuar

que era un escritor alemán que vivió en Mé-xico. B. Traven habría nacido en Alemania(aunque también se dice que en Estados Uni-dos) el 3 de mayo de 1890. En lo que no hayduda es que él mismo alteraba sus datos deidentidad para ocultarse.

Durante su vida, envuelta en el misterio, es-cribió una gran cantidad de novelas y cuentos.La mayoría de sus narraciones están situadasen comunidades indígenas de México; y el res-to, en escenarios urbanos donde ocurren he-chos preferentemente relacionados con traba-jadores, por lo que se ha afirmado que es otrode los grandes escritores que captó el alma delos mexicanos.

B. Traven empezó su vida artística como ac-tor aficionado. En Colonia y Düsseldorf se in-tegró a actividades culturales y sindicales.

Luego de formar parte del fugaz gobierno dela República Soviética de Baviera con el nom-bre Ret Marut (Marut el Rojo), salió huyendode Münich. En 1924 llegó a Tampico, Tamau-lipas, y tiempo después se instaló en la Ciudadde México.

Aquí se inscribió en la Escuela de Verano dela Universidad Nacional de México, dondeasistió a los cursos “Literatura mexicana”,“Geografía de México”, “Arte y literatura”,“Historia de México”, “Problemas políticos ysociales de México” y “Una ojeada histórica alarte mexicano”, como consta en la boleta deestudios, fechada el 17 de agosto de 1928, anombre de Traven Torsvan. Posteriormente seenroló en la Campaña Nacional contra la Lan-gosta que se dirigía a Chiapas, estado dondepermaneció varios años, enamorado de su be-lleza y de las comunidades indígenas.

“Hay que aclarar, de una vez por todas, quepor razones obvias se sentía perseguido: pri-mero por la forma en que la República Sovié-tica de Baviera fue arrasada y luego por el as-censo del nazismo. De modo que por saludemocional debía mantenerse en el anonima-t o”, dice Montes de Oca Luján, académica ju-bilada de la Facultad de Economía de laU NA M .

De acuerdo con su hijastra, el nombre de pilade Traven no era Bruno ni Berick ni Ben. Él sellamaba Traven Torsvan. Este nombre estáinscrito tanto en su pasaporte mexicano y suacta de nacionalización, como en su licenciade manejar y otros documentos.

Señor CrovesB. Traven conoció a Rosa Elena Luján, la ma-dre de Montes de Oca Luján, en una reunióncelebrada hacia finales de los años 30 o prin-cipios de los 40, cuando ella —nacida en Coa-huila— recién había regresado a la Ciudad deMéxico, procedente de San Antonio, Texas.

“Se encontraron en alguna otra ocasión yhasta ahí. Pero a finales de los 50, cuando Tra-ven buscaba un asistente, William Miller,quien había organizado en 1937 la Brigada Lin-coln para combatir a Franco en España, lo pu-so en contacto con ella. Mi mamá buscaba em-pleo, pues su matrimonio se había roto y ne-cesitaba mantener a su familia. Así, comenzóa colaborar con él. Mi hermana María Eugeniay yo lo conocimos como el señor Croves.”

Las hermanas Montes de Oca Luján habíanviajado a Porterville, California, donde vivíauna tía con su esposo estadounidense, para fa-cilitar la separación física de sus padres y, almismo tiempo, para aprender inglés en unaescuela de monjas.

“En una visita a Porteville, mi mamá nosanunció que se iba a casar con el señor Croves.Mientras estuvimos en Estados Unidos, él nosescribió con mucha frecuencia. Por fortuna,mi mamá guardó una copia de esas cartas amáquina. Son sensacionales. Sobre todo lasque dirigió a mi hermana Malú. En una mecuenta a mí una larga historia de cómo mi ma-má fue de compras a la dulcería Celaya y lo quele pasó ahí, todo para avisarme que nos ibana mandar unos dulces. También nos regalabalibros. Una vez escribí que estaba interesada enla astronomía y me compró un atlas y, juntocon unos libros de literatura para mi hermana,me lo mandó a California.”

SkipperB. Traven era un hombre veintitantos añosmayor que la madre de Montes de Oca Lujány no tenía hijos.

“Como mi padre estaba vivo, mi madre pre-fería que no le llamáramos papá, pues hubierasido irrespetuoso para todos. Entonces, Tra-ven resolvió que le llamáramos Skipper (Ca -

pitán) A él le gustaba sentirse marinero por lasexperiencias que había tenido en el mar. Mimamá era la primera oficial, yo la segunda ymi hermana la tercera. Recuerdo que si estabacon él en el tercer piso y le decía: ‘I’m goingd o w n’, me corregía: ‘I’m going below’, porqueen un barco down es hundirse. Otra cosa esbelow, cuando alguien se dirige al piso de abajo.La casa también era un barco. El tercer piso eraexclusivamente de él, ahí estaba su recámara,su baño y su oficina. Nadie debía entrar en él,excepto la familia y las perritas.”

Cuando las hermanas Montes de Oca Lujánregresaron definitivamente de Estados Uni-dos, les dijeron que no dijeran que se tratabade Traven. Para ellas era el señor Croves, perosiempre le llamaron Skipper. Realmente les re-sultó difícil guardar el secreto

“No podíamos invitar a amigos a la casa por-que no queríamos indiscreciones; por otra par-te, Skipper tenía problemas auditivos muy se-veros, por lo que usaba un aparato con pilasunido a unos lentes enormes. Si estaba pre-sente en una conversación con su aparato apa-gado, unas veces decía que sí y otras que no,y asunto arreglado. Pero si de repente oía quealguien decía alguna cosa brutalmente tonta,él no tenía ningún filtro y, ¡zaz!, soltaba su opi-nión, apagaba su aparato y ya no le hacía casoa nadie.”

En la casa había un par de perritas: Tabasco,una criolla, y Gigi, una french poodle con pe-digrí a la que Traven quería mucho. Las pe-rritas conocían su rutina. A cierta hora bajabano subían, marcando el horario de trabajo deTraven, completamente distinto al de la casa.

Empezaba a trabajar avanzada la mañana, a launa bajaba a desayunar, volvía a trabajar hastala noche, bajaba a cenar y seguía trabajandohasta tarde.

C a m i na nteB. Traven caminaba la Ciudad de México; po-cas veces usaba taxi. Con frecuencia iba al Co-rreo Central a revisar su apartado postal, cuyonúmero era el 2701; luego pasaba a una tiendade abarrotes de la calle 16 de Septiembre y,cuando había, compraba arenque y pumper -n i ck el (un tipo de pan de cereales integrales).

Algunos de sus amigos eran los pintores Da-vid Alfaro Siqueiros y Diego Rivera; el cinefo-tógrafo y director de fotografía Gabriel Figue-roa era su gran cuate porque era primo de Es-peranza, su traductora al español y hermanadel presidente Adolfo López Mateos.

“También tenía otros amigos que no eranfamosos, como una señora que nos vendía ver-duras o un barrendero con el que se sentabaen las bancas de Reforma para platicar.”

Como las hermanas Montes de Oca Lujániban a la iglesia los domingos porque veníande una escuela de monjas, B. Traven tomó lainiciativa de comprarles algunos libros...

“Recuerdo uno que me impresionó: El hom-bre y sus dioses. Una historia de las religiones.Me ayudó a cuestionar las creencias religiosas,las cuales pronto hice a un lado.”

La lectura de los libros de B. Traven hizo queMontes de Oca Luján se interesara en la vidade las comunidades indígenas y en los cam-pesinos. Además, en la casa había objetos queremitían a la cultura de los pueblos indígenas,como los vocabularios tzotzil y tzeltal tradu-cidos al español, así como quinina para com-batir el paludismo.

“Un día le dije a Skipper que iba a estudiararqueología porque, según yo, ello me permi-tiría acercarme a los indios. Con mucha pa-

ciencia me aclaró que quizá lo que yo deseabaera estudiar antropología, una disciplina mássocial, y de ahí me explicó el objeto de estudiode la arqueología, de la antropología y de laetnología. Acabé escogiendo economía; aunasí, me parece que su influencia tuvo muchoque ver con esta decisión.”

Generoso y desprendidoEn 1966, las habladurías sobre B. Traven con-tinuaban (incluso, la revista alemana Sternen -viaba reporteros a México para espiarlo). Poreso, él y su esposa decidieron concederle unaentrevista al periodista Luis Suárez para la re-vista Siempre! Se presentó, dijo quién era, loque estaba escribiendo, qué hacía, quién eraRet Marut, cuáles eran sus antecedentes. Todaesta información salió a la luz.

“Tengo en mis recuerdos el 19 de octubre, díaen que se publicó esa entrevista. Llegué a miclase de siete a nueve de la mañana en la Es-cuela Nacional de Economía de la UNAM. Esavez, varios amigos me reclamaron: ‘¿Por quéno nos dijiste que eras hija de Traven?’ ‘P o rq u enunca me preguntaron’, contesté.”

Al cabo de tres años, la salud de B. Travense deterioró por un cáncer en los riñones. Paracombatir el dolor tomaba medicamentos muyfuertes. El 26 de marzo de 1969 murió. Despuésde su velorio lo cremaron y esparcieron sus ce-nizas en Ocosingo, el municipio chiapaneco desus relatos. Ésa fue su voluntad, quería regre-sar ahí.

“Era muy generoso y desprendido. Nos re-galaba dulces o chicles viejísimos o reciéncomprados, o billetes de alta denominación,porque a él le daba igual. Mi mamá llegó a en-contrar billetes olvidados o cheques que nuncacambió en libretas o libros. En la casa siemprese vestía de pantalón y camisa caqui, y calzababotas mineras. No le gustaba vestirse de traje.Era muy informal. Y usaba unas sandalias ja-ponesas de madera para bañarse”, finalizaMontes de Oca Luján. b

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“Hay que aclarar, de una vez portodas, que por razones obvias sesentía perseguido: primero porla forma en que la RepúblicaSoviética de Baviera fuearrasada y luego por el ascensodel nazismo. De modo que porsalud emocional debíamantenerse en el anonimato”ROSA ELENA MONTES DE OCA LUJÁNAcadémica jubilada de la Facultad de Economíade la UNAM e hijastra de B. Traven

Fino humoristab Cuando B. Traven escribió los guio-nes de sus propias novelas y decía serel representante del mismísimo B. Tra-ven, se hacía llamar Hal Croves.

Te o r í a sb De B. Traven se ha dicho que fuehijo ilegítimo del káiser Guillermo II y,también, que fue Mauricio Rathenau,hijo de Emil Rathenau, un industrialalemán de la electricidad. “T i m ot hyHeyman, esposo de mi hermana, hadesarrollado esta última teoría en unartículo publicado en la revista Le t ra sLibre s”, apunta Montes de Oca Luján.

Id e n t i d a db A B. Traven le gustaba dar pistasfalsas sobre su persona. Montes deOca Luján recuerda: “Una vez, mientrasme daba clases de alemán, tuve queinterrumpir la sesión y salí. Cuandoregresé, estaba revisando un artículopublicado por alguna de las revistasque buscaban revelar su identidad.De pronto empezó a reír y dijo: ‘A h o raya no sé quién soy’.”

B. Traveny RosaElena Luján.

Trave n :retrato de familiaSe cumplen 50 años de la muerte de estemisterioso escritor alemán-mexicano, autorde El tesoro de la Sierra Madre y Macario, e nt reotras obras. Una de sus hijastras nos habla de él