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UNIVERSIDAD ANDINA SIMÓN BOLÍVAR
Maestría en Estudios de la Cultura
Artes y Estudios Visuales Régimen Colonial de Visión.
Ricardo Trujillo Espinosa de los Monteros
Burnat. ¿Árabe antisemita o sobreviviente palestino?
“To me it's not just about making films. I put
my life at risk. I was shot at. I was arrested twice. I
was seriously injured in a car accident. But that was
not to make a film or to make money. The film was a
way to reach my goal, and that is to tell people the
truth about our lives, to tell the story of Palestine.”
Emad Burnat.1
Hasta hace pocos años, todavía existía la opinión generalizada de que, lo que se vivía en
Cisjordania era “una agresión árabe contra el pueblo de Israel”2, y que el antisemitismo,
era, sin duda, al menos una de las causas por las que esta agresión, o incluso el trasfondo
del conflicto, se convertía en una más de todas las que había vivido un pueblo perseguido
1 Entrevista a Emad Burnat, recogina en el site http://emadburnat.com/blog/
2 El texto de Finkelstein resulta de gran ayuda para entender desde una perspectiva histórica la genealogía
del conflicto en clave política, analizando detenidamente aquello que tiene que ver con el discurso sionista frente al progresivo y violento proceso de colonización israelí en territorio palestino. De tal manera, el autor plantea desde el inicio de su obra una dura crítica a intelectuales entusiastas y partidarios del sionismo que han contribuido desde posiciones académicas a reforzar una imagen distorsionada del conflicto con el fin de justificar la agresión que de manera permanente impone Israel, crítica que se extiende a la política israelí, su principal aliado: Estados Unidos y además al fuerte aparato comunicacional que sostiene el discurso sionista. El texto hace referencia de manera muy acertada a las visiones “complices” con el proyecto sionista, sosteniendo la tesis de que, tanto a través de la literatura como de los medios diplomáticos y de comunicación, se ha pretendido construir esta imagen negativa de lo árabe frente a lo judío ocultando sistemáticamente un proyecto de ocupación en el que las maneras de dominar al otro van cambiando a conveniencia y de acuerdo a las posibilidades de evadir los principios internacionales de derechos humanos. Finkelstein señala a lo largo de su obra, momentos clave en los que como él mismo menciona, Israel ha gozado de una “impunidad” en sus violaciones a los derechos humanos que no se le ha permito a ningún otro Estado a lo largo de la historia de esta institución en la amplia geopolítica mundial. Finkelstein Norman G. 2003. Imagen y realidad del conflicto palestino – israelí. Madrid – España. Ediciones Akal. S. A. p. 34-35.
durante 20 siglos3. Por otro lado, la internacional campaña mediática, apoyada fuertemente
por la industria cinematográfica, ha contribuido también a la construcción de un imaginario
en el que “lo judío” ha sido victimizado, sobre todo, al interior de una historiografía
aparecida a propósito y a partir de la Segunda Guerra Mundial y apoyada en los dramáticos
relatos sobre el genocidio, ocurridos durante el proyecto nacional socialista alemán.
Es así, que desde los inicios del conflicto palestino-israelí a principios del siglo XX. El
sionismo fue construyendo ya la idea, de la necesidad de crear un Estado–Nacional judío en
territorio de Israel que goce de una mayoría determinante frente a lo árabe, musulmán o
cristiano; proyecto que, a partir del ataque a Líbano en 1948 empieza a materializarse a
partir de diversos medios y estrategias y, cuyos métodos han generado actos violentos y la
violación flagrante de derechos humanos en la impunidad. La llamada Guerra de la
Independencia o Guerra de la Liberación, marca en ese sentido definitiva e históricamente,
una tónica en las políticas de Israel y es, la manera eufemística y el discurso dual con el que
justifican uno de los procesos de colonización4 más violentos de nuestro tiempo, proceso
3 Me refiero al interesante análisis que hace Enrique Dussel, en su obra “Hacia los orígenes de occidente,
Meditaciones semitas” donde analiza el origen de los mitos fundacionales de los pensamientos hebreo y musulmán, a partir de lo cual, explica por un lado, un posible origen del imaginario sionista y por el otro, trata de de-construir el imaginario a partir del cual se argumentan y validad muchas de las acciones de Israel en contra del pueblo palestino. En efecto, para Dussel resulta fundamental entender la esencia misma del pensamiento judío como punto de partida para establecer su análisis en el que critica la obra de Levinas a quien a pesar de admirar por haber mantenido una posición crítica frente al sionismo no llego a ver una posibilidad de salida en relación al conflicto. Para Dussel la falta de categorías y la situación histórica del “Maestro Levinas” serían las causas principales por las que no logra ver la imposibilidad que el sionismo tendría de llegar a esa noción positiva de totalidad en la que el pueblo dominado no llegara a convertirse en dominador al esclavizar a los nuevos conquistados (mito de Abraham). Es así que el Estado Davídico por el que se pregunta Dussel, tiene que ver con la profunda contradicción planteada entre “la identificación de la “comunidad mesiánica” con el “estado mesiánico”” donde “La comunidad profética, ético-religiosa judía perseguida durante 20 siglos, ejerce acciones de un Estado histórico con las que resulta difícil a una conciencia ético–crítica y religioso mesiánica poder identificarse”. Enrique Dussel. Hacia los orígenes de occidente, Meditaciones semita. México KANANKIL EDITORIAL. 2012. 4 Si como señala Quijano, “la colonialidad es uno de los elementos constitutivos y específicos del patrón
mundial de poder capitalista” (Quijano, p. 342 ) Resulta interesante como la exigencia de Israel de
mediante el cual, los territorios que en algún momento fueron en su gran mayoría árabes,
están hoy en día ocupados casi completamente por el Estado judío de Israel.
Por su parte, la Nakba o desastre palestino, es el nombre con el que, desde el mundo árabe
se conoce a este primer gran encuentro bélico de finales de la década de los 40 del siglo
pasado, en el que la comunidad árabe palestina sufre las mayores bajas y pierde un gran
porcentaje del territorio que un año antes se había designado como palestino, gracias a la
mediación de la Organización de Naciones Unidas y a propósito de la avanzada posición el
proyecto Israelí en territorio árabe y en paulatino crecimiento desde 1921, año en el que, en
el seno del XII Congreso sionista, se promulgaban ya las intenciones de fundar un estado
israelí en esos territorios y se consideraba la presencia de los pueblos árabes como un
“problema” que sería necesario resolver. Ya que como señala Finkelstein:
constituirse como un Estado-nacional judío, desde la segunda década del siglo XX se corresponde con el proceso señalado por Quijano según el cual desde finales del siglo xviii el capitalismo “fue saliendo de la perspectiva hegemónica de la percepción de la totalidad mundial de poder capitalista *…+ El lugar del capitalismo mundial fue ocupado por el estado-nación y las relaciones entre estados-nación, no solo como unidad de análisis sino como único enfoque válido de conocimiento sobre el capitalismo. P. 344. Y de esta manera reflexionar sobre el hecho de que en la relación conflictiva entre Israel y Palestina, radica la necesidad de la conformación de un estado, una nación para ambos pueblos, asentados, no fortuitamente, en el mismo territorio, se ha desarrollado así, una compleja “malla de relaciones sociales de explotación/dominación/conflicto, articuladas básicamente en función y en torno de la disputa por el control…” de los ámbitos de la existencia social entre los que se incluyen: el trabajo y sus productos (que en el caso de este conflicto implican una severa guerra económica que empeora constantemente las condiciones de vida de las poblaciones palestinas); de la naturaleza y el recurso de la producción (con el continuo avance de Israel sobre el territorio palestino, el control del agua y otros recursos vitales); del sexo sus productos y la reproducción (El ejército israelí ha tenido como práctica común el asesinato, encarcelamiento y otros tipos de violencia contra mujeres y niños menores de 15 años, como estrategia de control demográfico y militar en la región, interrumpiendo dramáticamente el crecimiento de la población palestina); de la subjetividad, la intersubjetividad y el conocimiento (son conocidas las perspectivas acerca de la supuesta imposibilidad de los dominados para producir conocimiento, ya sea basados en los límites del subdesarrollo, ya por nociones deterministas donde el dominado es concebido como intelectualmente inferior al dominante) y; de la autoridad y sus instrumentos (evidentemente materializado a través del dominio militar que Israel ejerce sobre palestina desde el conflicto de 1948 y que se hace presente continuamente justificado a partir de la situación de terrorismo político que se ha vivido en la región). A propósito de este último punto resulta además necesario señalar que para el mismo Quijano, el terrorismo político resulta en una experiencia fallida de resistencia, en tanto posibilita la perennidad de la violencia en el conflicto, un tema sobre el que volveré más adelante. Aníbal Quijano. ¿Entre la guerra Santa y las cruzadas? (texto online).
“Pese a toda retórica pública sobre el deseo de “vivir con los árabes en condiciones
de unidad y honor mutuo y convertir junto con ellos la patria común en un país floreciente”
(XII Congreso sionista, 1921), los sionistas se inclinaban desde un principio por expulsar a
los árabes”5
Al final de la guerra, ya en 1949, mientras Israel festeja “el nacimiento de la nación de
Israel”, en el lado palestino se hace cada vez más necesario empezar a reflexionar sobre el
problema de los refugiados palestinos, producto de un violento conflicto cuyo objetivo
mismo era el arrancarlos de su territorio y no como, siguiendo una línea de autores
partidarios del sionismo se intentó decir, que el desplazamiento era un problema y producto
de “la guerra, no resultado de un plan intencionado”6, aun cuando queda claro que se
trataba de una estrategia, que como otras, tomadas a lo largo del siglo xx, han servido para
paulatinamente desaparecer al pueblo árabe de los territorios que antes le pertenecían.
“La Nakba es la derrota del ejercito árabe en la guerra de 1948 en Palestina, la
aceptación por parte del Este de la tregua, la expulsión de la mayor parte de la población
palestina y de sus pueblos y ciudades, la aparición del problema de los refugiados y de la
diáspora palestina”7
5 Finkelstein Norman G. 2003. Imagen y realidad del conflicto palestino – israelí. Madrid – España. Ediciones
Akal. S. A. p. 21 6 Ibíd. 24 - 27
7 María Arozamena. Historia del otro. Barcelona - Interfóm/OXFAM. 2005.
A lo que habría que añadir que es el inicio de una campaña político-militar que hasta el día
de hoy cuenta con más de seis décadas de existencia y cientos de miles de víctimas, donde,
a pesar de los compromisos adquiridos a partir de los tratados de paz y los convenios
internacionales, el estado de guerra es permanente, transformándose a través del tiempo
mediante la implementación de políticas de desplazamiento, de la imposición de un
apartheid, o a partir del terrorismo de estado y la masacre impune, no sin la complicidad de
países como Inglaterra y los Estados Unidos, quienes más de una vez y en el pleno abuso
del poder geopolítico que ostentan, ha coadyuvado a esa impunidad israelí ante los
crímenes de lesa humanidad cometidos durante todo este período.8
En este contexto, “Cinco cámaras rotas” es una película documental co-dirigida por el
granjero palestino Emad Burnat y el documentalista israelí Guy Davidi y cuyo relato lleva
al espectador a ocupar por un momento la zona de frontera, aquella que existe entre ambos
pueblos y cuyo contexto de particular y desigual violencia convierten al film, en un
momento determinado, en testimonio de una guerra que marca duramente la vida de Burnat
(el realizador) y la de su familia. Si bien el film podría ser inscrito al interior de lo que
Nichols9 denominaría una “modalidad de representación interactiva” del documental, cuya
principal característica se da en cuanto a los niveles de participación que tiene o tienen, él o
los realizadores dentro de la película10
, esta, en particular, presenta unas especificidades
que la destacan de otras similares.
8 Noam Chomsky. Ilusiones de Oriente Medio. Madrid. Editorial popular. 2004. 315 -325
9 Bill Nichools. La representación de la realidad. Cuestiones sobre el cine documental. (España – Paidós
Ibérica. 1997) 65 -114 10
Una participación que pone énfasis en el testimonio y la interlocución y no ya en una especie de protagonismo del realizador. Cabe señalar en este punto que el desarrollo de la modalidad interactiva para el autor de Representación de la realidad es posible gracias al desarrollo tecnológico ya que “Al empezar a
El film parte de una práctica que se convierte en agenciamiento político desde el que, las
condiciones precarias de la producción que en otros contextos minaría las posibilidades de
promoción y difusión del film, se convierten aquí finalmente en fortaleza y no debilidad en
términos por ejemplo, de los estándares de calidad necesarios para ingresar en la industria
cinematográfica mundial.
La película no busca el interior de la cinematografía documental contemporánea, sino que
más bien lo es. Pone en debate no solo la producción cinematográfica, sino la producción
artística y cultural de esta época. Es el resultado o producto de unas estrategias de
resistencia no violenta, alineadas a la esencia ideológica de las; primera y segunda
Intifadas11
, entendidas estas como proyectos estratégicos en los que y, a pesar de haber sido
contaminadas por el terrorismo político, existía una clara intención de eliminar a la
violencia como forma de resistencia.12
aparecer a finales de los años cincuenta, equipos de registro sonoro sincronizado muy ligeros la interacción empezó a resultar más factible de lo que había sido hasta aquel momento”. P. 79 Pienso en documentalistas como Moore, Spurlock, Stone, por mencionar a algunos de los más representativos de las últimas dos décadas. Lo que llama la atención en un primer momento es justamente las condiciones en las que se realiza la película de Burnat y considerar, sobre todo, que el proyecto cinematográfico llega en un segundo momento del proceso personal del realizador. 11
Chomsky, es muy claro al proponer que tanto la primera Intifada a mediados del siglo xx, como la segunda a inicios del nuevo milenio, se dieron en plena complicidad con las autoridades palestinas quienes han sabido aprovechar de los privilegios otorgados tanto por los Estados Unidos como por el gobierno israelí a costa de la vida y de la cultura del pueblo palestino. En este sentido, los movimientos de resistencia no violenta se constituyen como una forma de rechazo frente a dos adversarios, la colonización judía por un lado y la corrupción puertas adentro por el otro. - Noam Chomsky. Ilusiones de Oriente Medio. Madrid. Editorial popular. 2004. 12
Una vez más con Quijano: Por regla general el terrorismo de los dominados es una reacción desesperada al de los dominantes *…+, el terrorismo de los dominados es una reacción al terrorismo de estado de los dominantes”. P. 1. Sin embargo, resulta siempre fallida ya que las arremetidas del terrorismo de estado convierten el conflicto en un enfrentamiento perenne y en desigualdad de condiciones. Así, para Quijano “el terrible círculo de intercambio terrorista entre Israel *…+ y la resistencia palestina” proviene del “vacío político dejado por la derrota de las facciones moderadas de la resistencia palestina en Líbano *…+. Así fueron estimuladas las tendencias más extremas del islamismo entre las fuerzas de resistencia palestina
La cámara de Burnat se convierte en arma no violenta que utiliza para ejercer su propia
militancia de resistencia frente a la avanzada israelí. El desarrollo tecnológico es
fundamental en este sentido, no ya como panacea del mundo capitalista posmoderno,
puesto que, las ventajas del desarrollo tecnológico no son repartidas de forma democrática a
nivel global, pero, en tanto el acceso a los equipos tecnológicos ha aumentado de forma
sustancial y la visualidad se constituye en código por excelencia de consumo cultural. Es
así, que parte del relativo éxito de la película, es la apropiación que se hace de esa
visualidad, que como lenguaje hegemónico, ha servido continuamente a favor de la
construcción de la imagen del terrorista palestino y que ahora es apropiado por el discurso
contra-hegemónico de Burnat y Davidi.13
El cine, en tanto que arte y el documental en
tanto fuente de información, aportan también al análisis; ya que si “Como actividad
práctica, el arte es producción de una nueva realidad en la que culmina un proceso que tuvo
su punto de partida en la conciencia, bajo la forma de una intención”14
, pues esa
intencionalidad no estaría acompañando desde el inicio, el proceso de realización de esta
película, puesto que como lo indica el realizador-narrador, este nunca pensó en “hacer una
película” con el material que estaba filmando, sino que más bien, se trata en principio y por
contra la ocupación colonial de su país, como Hamas y las guerrillas de Hezbolla.” p. 8. Aníbal Quijano ¿Entre la guerra santa y la cruzada? 13
Recuerda de tal manera a las reflexiones sobre la Aiesthesis de-colonial propuesta por Mignolo, en tanto que la película de Burnat podría ser interpretada como una estética-cinematográfica-de-colonial que cuestiona el “debería ser” del cine, para aprovechar las posibilidades del material audiovisual que ha recogido en tanto archivo audiovisual histórico de unas manifestaciones culturales de resistencia social y cultural. El hecho de que la película haya llegado a los premios Oscar, es otro de los factores interesantes que pueden ser relacionados con este texto de Mignolo, puesto que parafraseando a Michael Moore a propósito de la detención de Brunat y su hijo. Las autoridades aeroportuarias no podían procesar la idea de un granjero palestino llegando a Hollywood para recibir el premio de la academia. Vemos claramente como la propuesta de Burnat, mueve no solo nociones sobre la estética cinematográfica sino además al interior de la misma industria y las posibilidades de reflexión en torno a unas lógicas de producción alineadas a la colonialidad de la Aiesthesis y de la epistemología tal y como lo señala el autor del artículo en mención. 14
Sánchez Vázquez. Filosofía de la praxis. P. 400. México. Siglo xxi editores. s.a de c.v.
decirlo de alguna manera, de un aficionado cuyo principal objetivo, es el de registrar a su
cuarto hijo Gibreel en su temprana fase de crecimiento pero que, debido al contexto de
violencia en el que se desenvuelve de manera cotidiana, comienza a utilizar su cámara en
actividades relacionadas con actos públicos y con manifestaciones que la comunidad
organiza para resistir frente a la expansión sionista cada vez más cercana a su territorio.
La película se diferencia así, de otras con características similares, en tanto se produce y se
articula en unas condiciones sui generis comparadas a las que normalmente se requieren
para el desarrollo de una película documental. Burnat, reflexiona sobre el acelerado y
agresivo progreso de los asentamientos de colonos que lejos de cumplir con los acuerdos
fronterizos, avanza cada vez más hacia los territorios de las aldeas circundantes15
, entre las
que se encuentra Bil’in. Aldea palestina que se ha convertido en bastión de la resistencia
popular no violenta y que enfrentó desde el 2002 las nuevas arremetidas de Israel para
controlar el territorio y expulsar a los palestinos cada vez más acorralados en su propia
tierra. Burnat filma a sus hermanos siendo encarcelados, a sus amigos heridos y muertos
durante las manifestaciones, filma a sus padres tratando de detener a los soldados
fuertemente armados, sus cámaras progresivamente destruidas por el ejército sionista,
registran de manera dramática el impacto de balas y proyectiles de gases lacrimógenos, a la
vez que acercan al realizador-narrador a la experiencia de su propia muerte al enfrentarse a
un régimen colonial, que se traduce en su cotidianidad, en genocidio y etnocidio declarado,
de una clara y funesta invisibilización de los hechos que conlleva la violación de los
15
Tres años antes del nacimiento de Gibreel, en el 2002 y con el apoyo de los Estados Unidos, Israel desconoce los convenios internacionales y principalmente el tratado de Oslo, reocupando las áreas bajo administración palestina en Cisjordania, este es el proceso que enfrenta la Aldea de Bil’in al momento del nacimiento de su cuarto hijo.
derechos humanos más básicos y fundamentales en favor de un proyecto político-militar
claramente racista donde abiertamente se justifica la invasión y el desplazamiento. Con
unas guerras militar y económica justificadas con tintes religiosos, aparentemente
históricos,16
aparentemente justos. Con unas políticas de comunicación que, en la
desigualdad marcada entre colonos y colonizados, se traduce en haber conseguido crear,
unos imaginarios que en occidente implican el convencimiento de que se trata de una
agresión a la inversa y de que los agresores son en realidad las víctimas.
La película de tal manera, permite reflexionar también, acerca de los límites del género
documental, en tanto fragmento condesando de una historia que exige una hermenéutica
profunda y adaptada a las necesidades del objeto; el film como documento, como fuente de
información como punto de partida o como elemento (al interior de análisis más extensos)
es, a final de cuentas, aquello que interesa con el fin de articularlo a aquellas reflexiones
que llevan obligadamente una serie de interrogantes a propósito de sus personajes y de sus
realizadores, del lugar desde donde se convierte en manifestación pública, de la manera en
que ha sido elaborado, pero además, del lugar que ocupa al interior de una industria
cinematográfica que plantea varios debates, a propósito de lo que se muestra o no, bajo la
tutela de los grandes monopolios del arte, la comunicación y las industrias del cine y de lo
visual.
16
Resulta inevitable articularlo al texto de Dussel cuando desarrolla los modos a través de los cuales se dio la representación de los pueblos del “nuevo mundo” y de como esta representación sirvió para justificar la conquista en nombre de la civilización y la catequización de los pueblos encontrados. Enrique Dussel. 1492. El encubrimiento del Otro. Hacia el origen del "mito de la Modernidad" Conferencias de Frankfurt, Octubre 1991. Plural editores. 1994.
Para intervenir activamente en un proceso de reflexión alrededor de aquello que sostiene
los imaginarios globales y locales y de la constante interacción que se genera en la frontera
entre ambas categorías en el seno de un sistema – mundo complejo y; de tal manera,
extender el debate acerca de cómo funcionan esos dispositivos de colonialidad, pero
también, de aquello que puede considerarse contra-hegemónico, ya desde modos estéticos o
de cualquier otra índole, alrededor de los procesos de homogenización de la cultura y, a
partir de un modelo de transculturación que ha pretendido ser unidireccional.
El arte se muestra sanador, pero también subversivo, débil y agresivo, decidor, fuerte, pero
impotente muchas veces, exacerbando la frustración. Plantea serios debates alrededor de
unas prácticas globales y de unas realidades locales que difícilmente se ponen a
consideración del público en el mercado abierto de las televisoras nacionales “Yo me sentía
protegido por la cámara […] pero era una ilusión”, frase que el realizador expone durante el
film y que a mi modo de ver, encierra mucho de aquello que es tan discutido al interior de
la Historia del Cine, la Teoría Estética o la misma semiología de la imagen. La ilusión
cinematográfica en un plano más elevado de abstracción implicaría desde esta perspectiva
que la evidencia del fraude historiográfico puede ser incluso más evidente y más funesto a
través del cine, en tanto verdad fácilmente banalizada a través de la industria cultural. El
mismo Oscar puede de tal modo, ser utilizado, no ya para lavar la imagen de Israel, pero sí
de la Industria cinematográfica y su identificación con la cultura estadounidense, a pesar de
ser una industria en gran medida de empresarios judíos, tal como lo demuestra la
bibliografía al respecto17
y algunos productos documentales entre los que destaca la
17
David Kaufman. Jewhooing the Sixties: American Celebrity and Jewish Identity; Lenny Bruce, Bob Dylan, Barbara Streisand, Sandy Koufax. New England. Brandeis University Press. 2012. 170 -178
película Holliwoodism: Hollywoodism: Jews, Movies and the American Dream, de los
directores Simcha Jacobovici y Stuart Samuels18
donde se hace énfasis en este tema y que
se trata además de una película que ha recibido críticas y censuras siendo tachada en más de
una ocasión como antisemita por parte de algunas comunidades judías, en Europa y los
Estados Unidos, de todas maneras es preciso tener en cuenta que el reconocimiento de la
Academia no fue el primero que recibiera este film y que posiblemente su nominación al
Oscar se constituye en resultado de su éxito en Festivales y Muestras de cine en otros
ámbitos y nacionalidades19
. Por último, en la visita de Burnat a los Estados Unidos, para
recibir el premio Oscar y el incidente de la detención de Burnat y su hijo Geebrel en el
aeropuerto de Los Ángeles, sostienen una profunda relación, ya que el granjero palestino
que pretende entrar a los Estados Unidos para ir a la entrega del Oscar, debe sonar como
una broma para el policía estadounidense de migración… por lo menos en su primera
impresión.
18
Simcha Jacobovici, Stuart Samuels 1998. Hollywoodism: Jews, Movies and the American Dream 19
El film tiene entre sus reconocimientos el premio a mejor director en el Sundance Festival en 2012, fue nominado al Gran Premio del jurado en el mismo festival. Ganador del premio Eurodok. 2012. Noruega, y fue nominado y ganador de un premio especial en los premios Oscar 2013.
REFERENCIAS
- Finkelstein Norman G. 2003. Imagen y realidad del conflicto palestino – israelí.
Madrid – España. Ediciones Akal. S. A. p. 34-35.
- Enrique Dussel. Hacia los orígenes de occidente, Meditaciones semita.
- Javier Bernabé Fraguas (ed.) Periodismo preventivo. Otra manera de informar
sobre las crisis y los conflictos internacionales. Madrid Los libros de la catarata
2007
- Noam Chomsky. El Triángulo fatal. Estados Unidos, Israel y Palestina. España -
Editorial popular, S.A. 1999
- Edward W. Said. Palestina. Paz sin territorios. Editorial Txalaparta. 1997.
- Noam Chomsky. Ilusiones de Oriente Medio. Madrid. Editorial popular. 2004
- Sánchez Vázquez. Filosofía de la praxis. P. 400. México. Siglo xxi editores. s.a de c.v.
- Aníbal Quijano. ¿Entre la guerra Santa y las cruzadas?
http://www.insumisos.com/lecturasinsumisas/Entre%20la%20guerra%20santa%20y%20la
%20cruzada.pdf
- Curt Eaton. A. United States – AuthorHouse ed. 2008. 45
- Jason Haslam y Joel Faflak. The Public Intellectual and the Culture of Hope. Toronto.
University of Toronto Press. 2013
- David Kaufman. Jewhooing the Sixties: American Celebrity and Jewish Identity; Lenny
Bruce, Bob Dylan, Barbara Streisand, Sandy Koufax. New England. Brandeis University
Press. 2012. 170 -178