Busto de

Embed Size (px)

DESCRIPTION

informacion

Citation preview

Busto deTrajano, primer emperadorhispanodelImperio romano(Gliptoteca de Mnich).A partir del periodo visigodo, el trminoHispania, hasta entonces usado geogrficamente, comenz a emplearse tambin con una connotacin poltica, como muestra el uso de la expresinLaus Hispaniaepara describir la historia de los pueblos de la pennsula en las crnicas deIsidoro de Sevilla.T eres, oh Espaa, sagrada y madre siempre feliz de prncipes y de pueblos, la ms hermosa de todas las tierras que se extienden desde el Occidente hasta la India. T, por derecho, eres ahora la reina de todas las provincias, de quien reciben prestadas sus luces no slo el ocaso, sino tambin el Oriente. T eres el honor y el ornamento del orbe y la ms ilustre porcin de la tierra, en la cual grandemente se goza y esplndidamente florece la gloriosa fecundidad de la nacin goda. Con justicia te enriqueci y fue contigo ms indulgente la naturaleza con la abundancia de todas las cosas creadas, t eres rica en frutos, en uvas copiosa, en cosechas alegre... T te hallas situada en la regin ms grata del mundo, ni te abrasas en el ardor tropical del sol, ni te entumecen rigores glaciares, sino que, ceida por templada zona del cielo, te nutres de felices y blandos cfiros... Y por ello, con razn, hace tiempo que la urea Roma, cabeza de las gentes, te dese y, aunque el mismo poder romano, primero vencedor, te haya posedo, sin embargo, al fin, la floreciente nacin de los godos, despus de innumerables victorias en todo el orbe, con empeo te conquist y te am y hasta ahora te goza segura entre nfulas regias y copiossimos tesoros en seguridad y felicidad de imperio.Isidoro de Sevilla, Santo(siglovi-vii).Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et Suevorum[Historia de los reyes de los godos, vndalos y suevos]. Trad. de Rodrguez Alonso (1975). Len. pp.169 y 171.3839La palabraEspaaderiva fonticamente deHspana, de manera regular a travs a lapalatalizacinde la/n/en//anteyod latina-a, la prdida de laH-inicial (que se da enlatn tardo) y la abertura de laen posicin inicial a/e/. Sin embargo,Espaano puede considerarse la traduccin al espaol de la palabra latinaHispania, ya que el uso moderno designa una extensin diferente.Uso histrico del trminoEspaaUso del trminoEspaahasta la Edad MediaLa evolucin de la palabraEspaaes acorde con otros usos culturales. Hasta elRenacimiento, los topnimos que hacan referencia a territorios nacionales y regionales eran relativamente inestables, tanto desde el punto de vista semntico como del de su precisa delimitacin geogrfica. As, en tiempos de los romanosHispaniacorresponda al territorio que ocupaban en la pennsula, Baleares y, en el sigloiii, parte del norte de frica laMauritania Tingitana, que se incluy en el ao285en laDiocesis Hispaniarum.En eldominio visigodo, el reyLeovigildo, tras unificar la mayor parte del territorio de la Espaa peninsular a fines del s.vi, se titula rey deGallaecia, Hispania y Narbonensis. San Isidoro de Sevilla narra la bsqueda de la unidad peninsular, finalmente culminada en el reinado deSuintilaen la primera mitad del s.viiy se habla de la madre Espaa. En su obraHistoria Gothorum, Suintila aparece como el primer rey deTotius Spaniae(toda Espaa). El prlogo de la misma obra es el conocidoDe laude Spaniae(Acerca de la alabanza a Espaa).En tiempos del reyMauregato, fue compuesto el himnoO Dei Verbumen el que se califica al apstol como dorada cabeza refulgente deIspaniae(Oh, vere digne sanctior apostole caput refulgens aureum Ispaniae, tutorque nobis et patronus vernulus).nota 6

Manuscrito de laEstoria de EspaadeAlfonso X de Castilla, el Sabio.Con lainvasin musulmana, el nombre deSpaniaoEspaase transform en ,Isbniy. El uso de la palabraEspaasigue resultando inestable, dependiendo de quien lo use y en qu circunstancias. Algunas crnicas y otros documentos de laAlta Edad Mediadesignan exclusivamente con ese nombre (EspaaoSpania) al territorio dominado por los musulmanes. As,Alfonso I de Aragn, el Batallador, dice en sus documentos que l reina en Pamplona, Aragn, Sobrarbe y Ribagorza y, cuando en 1126 hace una expedicin hasta Mlaga, nos dice que fue a las tierras de Espaa. Pero ya a partir de los ltimos aos del sigloxii, se generaliza nuevamente el uso del nombre deEspaapara toda la Pennsula, sea de musulmanes o de cristianos. As se habla de loscinco reinos de Espaa:Granada(musulmn),LenconCastilla,Navarra,Portugaly laCorona de Aragn(cristianos).Identificacin con las Coronas de Castilla y AragnA medida que avanza laReconquista, varios reyes se proclamaronprncipesde Espaa, tratando de reflejar la importancia de sus reinos en la Pennsula.40Tras la unin dinstica de Castilla y Aragn, se comienza a usar en estos dos reinos el nombre deEspaapara referirse a ambos, circunstancia que, por lo dems, no tena nada de novedosa; as, ya en documentos de los aos1124y1125, con motivo de laexpedicin militar por Andalucade Alfonsoel Batallador, se referan a este que haba unificado los reinos de Castilla y Aragn tras su matrimonio conUrraca I de Len con los trminos reinando en Espaa o reinando en toda la tierra de cristianos y sarracenos de Espaa.41Evolucin independiente del gentilicioespaolEl gentilicioespaolha evolucionado de forma distinta al que cabra esperar (cabra esperar algo similar a hispnico). Existen varias teoras sobre cmo surgi el propio gentilicioespaol; segn una de ellas, el sufijo-oles caracterstico de las lenguas romancesprovenzalesy poco frecuente en las lenguas romances habladas entonces en la pennsula, por lo que considera que habra sido importado a partir delsigloixcon el desarrollo del fenmeno de las peregrinaciones medievales aSantiago de Compostela, por los numerosos visitantesfrancosque recorrieron la Pennsula, favoreciendo que con el tiempo se divulgara la adaptacin del nombre latinohispania partir delespagnol,espanyol,espannol,espanhol,espaol, etc. (las grafasgn,nhyny, adems denn, y su abreviatura, representaban el mismo fonema) con que ellos designaban a loscristianosde la antigua Hispania. Posteriormente, habra sido la labor de divulgacin de las lites formadas las que promocionaron el uso deespaolyespaoles: la palabraespaolesaparece veinticuatro veces en elcartulariode lacatedral de Huesca, manuscrito de 1139-1221,42mientras que laEstoria de Espaa, redactada entre 1260 y 1274 por iniciativa deAlfonso Xel Sabio, se emple exclusivamente elgentilicioespaoles.43ElDiccionario de la lengua espaolapublicado por laReal Academia Espaola, en su vigsimo tercera edicin (2014), asegura que la vozespaolproviene de laprovenzalespaignol, y esta dellatn medievalHispanilus, deHispania,Espaa.44HistoriaArtculo principal:Historia de EspaaVanse tambin:Formacin territorial de Espaa,Cronologa de los reinos en la pennsula ibricayCronologa de Espaa.Prehistoria, protohistoria y Edad AntiguaArtculos principales:Prehistoria en la pennsula ibrica,Protohistoria de la pennsula ibricaeHistoria antigua de la pennsula ibrica.

Rplica de uno de losbisontesde lacueva de Altamira(Cantabria), pintada durante elPaleoltico superior.El actual territorio espaol aloja dos de los lugares ms importantes para la prehistoria europea y mundial: lasierra de Atapuerca(donde se ha definido la especieHomo antecessory se ha hallado la serie ms completa de huesos deHomo heidelbergensis) y lacueva de Altamira(donde por primera vez se identific elarte paleoltico).La particular posicin de la pennsula ibrica como Extremo Occidente delmundo mediterrneodetermin la llegada de sucesivas influencias culturales delMediterrneo oriental, particularmente las vinculadas alNeolticoy laEdad de los Metales(agricultura, cermica,megalitismo), proceso que culmin en las denominadascolonizaciones histricasdel I milenio a. C. Tanto por su localizacin favorable para las comunicaciones como por sus posibilidades agrcolas y su riqueza minera, las zonas este y sur fueron las que alcanzaron un mayor desarrollo (cultura de los Millares,Cultura del Argar,Tartessos,pueblos iberos). Tambin hubo continuos contactos conEuropa Central(cultura de los campos de urnas,celtizacin).

LaDama de Elche, obra maestra delarte ibero.La datacin ms antigua de un hecho histrico en Espaa es la de la legendaria fundacin de la coloniafeniciadeGadir(laGadesromana, que hoy esCdiz), que segn fuentes romanas (Veleyo PatrculoyTito Livio) se habra producido ochenta aos despus de la guerra deTroya, antes quela de la propia Roma,45lo que la situara en el 1104a.C. y sera la fundacin de una ciudad en Europa Occidental de referencias ms antiguas.3031Las no menos legendarias referencias que recogeHerodotodecontactos griegoscon el reino tartsico deArgantoniose situaran, por su parte, en el ao 630 a. C. Las evidencias arqueolgicas de establecimientos fenicios (EbususIbiza,SexiAlmucar,MalakaMlaga) permiten hablar de un monopolio fenicio de las rutas comerciales en torno al Estrecho de Gibraltar (incluyendo las del Atlntico, como laruta del estao), que limit la colonizacin griega al norte mediterrneo (Emporion, la actual Ampurias).Las colonias fenicias pasaron a ser controladas porCartagodesde el siglo VI a. C., periodo en el que tambin se produce la desaparicin de Tartessos. Ya en el siglo III a. C., la victoria deRomaen laPrimera Guerra Pnicaestimul an ms el inters cartagins por la pennsula ibrica, por lo que se produjo una verdadera colonizacin territorial oimperio cartagins en Hispania, con centro enQart Hadasht(Cartagena), liderada por lafamilia Barca.

Teatro romano de Mrida. Ms de dos mil aos despus de su construccin sigue utilizndose como espacio escnico.La intervencin romana se produjo en laSegunda Guerra Pnica(218 a. C.), que inici una paulatinaconquista romana de Hispania, no completada hasta casi doscientos aos ms tarde. La derrota cartaginesa permiti una relativamente rpida incorporacin de las zonas este y sur, que eran las ms ricas y con un nivel de desarrollo econmico, social y cultural ms compatible con la propia civilizacin romana. Mucho ms dificultoso se demostr el sometimiento de los pueblos de la Meseta, ms pobres (guerras lusitanasyguerras celtberas), que exigi enfrentarse a planteamientos blicos totalmente diferentes a la guerra clsica (laguerrillaliderada porViriatoasesinado el 139 a. C., resistencias extremas como la deNumanciavencida el 133 a. C.). En el siglo siguiente, lasprovincias romanas de Hispania, convertidas en fuente de enriquecimiento de funcionarios y comerciantes romanos y de materias primas y mercenarios, estuvieron entre los principales escenarios de lasguerras civiles romanas, con la presencia deSertorio,PompeyoyJulio Csar. La pacificacin (pax romana) fue el propsito declarado deAugusto, que pretendi dejarla definitivamente asentada con elsometimiento de cntabros y astures(2919 a. C.), aunque no se produjo su efectiva romanizacin. En el resto del territorio, laromanizacin de Hispaniafue tan profunda como para que algunas familias hispanorromanas alcanzaran la dignidad imperial (Trajano,AdrianoyTeodosio) y hubiera hispanos entre los ms importantes intelectuales romanos (el filsofoLucio Anneo Sneca, los poetasLucano,QuintilianooMarcial, el gegrafoPomponio Melao el agrnomoColumela), si bien, como escribiTito Livioen tiempos de Augusto, "aunque fue la primera provincia importante invadida por los romanos fue la ltima en ser dominada completamente y ha resistido hasta nuestra poca", atribuyndolo a la naturaleza del territorio y al carcter recalcitrante de sus habitantes. La asimilacin del modo de vida romano, larga y costosa, ofreci una gran diversidad desde los grados avanzados en la Btica a la incompleta y superficial romanizacin del norte peninsular.Edad MediaArtculo principal:Historia medieval de EspaaAlta Edad Media

Corona votiva deRecesvinto,tesoro de Guarrazar.En el ao 409 un grupo depueblos germnicos(suevos,alanosyvndalos)invadieron la pennsula ibrica. En el 416, lo hicieron a su vez losvisigodos, un pueblo igualmente germnico, pero mucho ms romanizado, bajo la justificacin de restaurar la autoridad imperial. En la prctica tal vinculacin dej de tener significacin y crearon unreino visigodocon capital primero enTolosa(la actual ciudad francesa de Toulouse) y posteriormente enToletum(Toledo), tras ser derrotados por losfrancosen labatalla de Vouill(507). Entre tanto, los vndalos pasaron a frica y los suevos conformaron elreino de Bragaen la antigua provincia deGallaecia(el cuadrante noroeste peninsular).Leovigildomaterializ una poderosa monarqua visigoda con las sucesivas derrotas de los suevos del noroeste, losvasconesy otros pueblos del norte (la zona cantbrica, poco romanizada, se mantuvo durante siglos sin una clara sujeccin a una autoridad estatal) y los bizantinos del sureste (Provincia de Spania, con centro enCarthago Spartaria, la actual Cartagena), que no fue completada hasta el reinado deSuintilaen el ao 625.San Isidoro de Sevillaen suHistoria Gothorumse congratula de que este rey fue el primero que posey la monarqua del reino de toda Espaa que rodea el ocano, cosa que a ninguno de sus antecesores le fue concedida... El carcter electivo de la monarqua visigtica determin una gran inestabilidad poltica caracterizada por continuas rebeliones y magnicidios.46La unidad religiosa se haba producido con la conversin al catolicismo deRecaredo(587), proscribiendo elarrianismoque hasta entonces haba diferenciado a los visigodos, impidiendo su fusin con las clases dirigentes hispanorromanas. LosConcilios de Toledose convirtieron en un rgano en el que, reunidos en asamblea, el rey, los principales nobles y los obispos de todas las dicesis del reino sometan a consideracin asuntos de naturaleza tanto poltica como religiosa. ElLiber Iudiciorumpromulgado porRecesvinto(654) como derecho comn a hispanorromanos y visigodos tuvo una gran proyeccin posterior.En el ao 689 los rabes llegaron al frica noroccidental y en el ao 711, llamados por la faccin visigoda enemiga delrey Rodrigo, cruzaron el Estrecho de Gibraltar (denominacin que recuerda al general bereberTarik, que lider la expedicin) y lograron una decisiva victoria en labatalla de Guadalete. La evidencia de la superioridad llev a convertir la intervencin, de carcter limitado en un principio, en una verdaderaimposicin como nuevo poder en Hispania, que se termin convirtiendo en unemiratoo provincia delimperio rabellamadaal-ndaluscon capital en la ciudad deCrdoba. El avance musulmn fue veloz: en el 712 tomaron Toledo, la capital visigoda; el resto de las ciudades fueron capitulando o siendo conquistadas hasta que en el 716 el control musulmn abarcaba toda la pennsula, aunque en el norte su dominio era ms bien nominal que efectivo. En laSeptimania, al noreste de los Pirineos, se mantuvo un ncleo de resistencia visigoda hasta el 719. El avance musulmn contra elreino francofue frenado porCarlos Martelen labatalla de Poitiers(732). La poco controlada zona noroeste de la pennsula ibrica fue escenario de la formacin de un ncleo de resistencia cristiano centrado en lacordillera Cantbrica, zona en la que un conjunto de pueblos poco romanizados (astures,cntabrosyvascones), escasamente sometidos al reino godo, tampoco haban suscitado gran inters para las nuevas autoridades islmicas. En el resto de la pennsula ibrica, los seores godos o hispanorromanos, o bien se convirtieron al Islam (los denominadosmulades, como la familiabanu Qasi, que domin el valle medio del Ebro) o bien permanecieron fieles a las autoridades musulmanas aun siendo cristianos (los denominadosmozrabes), conservaron sus posicin econmica y social e incluso un alto grado de poder poltico y territorial (comoTudmir, que domin una extensa zona del sureste).

Cruz de la Victoria,Cmara Santade laCatedral de Oviedo.La sublevacin inicial deDon Pelayofracas, pero en un nuevo intento del ao 722 consigui imponerse a una expedicin de castigo musulmana en un pequeo reducto montaoso, lo que la historiografa denomin batalla de Covadonga. La determinacin de las caractersticas de ese episodio sigue siendo un asunto no resuelto, puesto que ms que una reivindicacin de legitimismo visigodo (si es que el propio Pelayo o los nobles que le acompaaban lo eran) se manifest como una continuidad de la resistencia al poder central de los cntabros locales (a pesar del nombre que termin adoptando elreino de Asturias, la zona no era de ninguno de los pueblosastures, sino la de los cntabrosvadinienses.47) El goticismo de lascrnicasposteriores asent su interpretacin como el inicio de la Reconquista, la recuperacin de todo el territorio peninsular, al que los cristianos del norte entendan tener derecho por considerarse legtimos continuadores de la monarqua visigoda.Los ncleos cristianos orientales tuvieron un desarrollo inicial claramente diferenciado del de los occidentales. La continuidad de los godos de la Septimania, incorporados al reino franco, fue base de las campaas deCarlomagnocontra el Emirato de Crdoba, con la intencin de establecer unaMarca Hispnicaal norte del Ebro, de forma similar a como hizo con otrasmarcas fronterizasen los lmites desu Imperio. Demostrada imposible la conquista de las zonas del valle del Ebro, la Marca se limit a la zona pirenaica, que se organiz en diversos condados en constantes cambios, enfrentamientos y alianzas tanto entre s como con los rabes y mulades del sur. Los condes, de origen franco, godo o local (vascones en el caso delcondado de Pamplona) ejercan un poder de hecho independiente, aunque mantuvieran la subordinacin vasalltica con el Emperador o, posteriormente, el rey deFrancia Occidentalis. El proceso defeudalizacinque llev a la descomposicin de la dinasta carolingia, evidente en el siglo IX, fue estableciendo paulatinamente la transmisin hereditaria de las condados y su completa emancipacin de la vinculacin con los reyes francos. En todo caso, el vnculo nominal se mantuvo mucho tiempo: hasta el ao 988 loscondes de Barcelonafueron renovando su contrato de vasallaje.

Interior de laMezquita-Catedral de Crdoba.En 756,Abderramn I(unOmeyasuperviviente del exterminio de la familia califal destronada por losabbases) fue acogido por sus partidarios en al-ndalus y se impuso como emir. A partir de entonces, elEmirato de Crdobafue polticamente independiente delCalifato abas(que traslad su capital a Bagdad). La obediencia al poder central de Crdoba fue desafiada en ocasiones con revueltas o episodios de disidencia protagonizados por distintos grupos etno-religiosos, como losbereberesde la Meseta del Duero, losmuladesdel valle del Ebro o losmozrabesde Toledo, Mrida o Crdoba (jornada del foso de ToledoyElipando,mrtires de CrdobaySan Eulogio) y se lleg a producir una grave sublevacin encabezada por un musulmn convertido al cristianismo (Omar ibn Hafsn, enBobastro). Los ncleos de resistencia cristiana en el norte se consolidaron, aunque su independencia efectiva dependa de la fortaleza o debilidad que fuera capaz de demostrar el Emirato cordobs.En 929,Abderramn IIIse proclamcalifa, manifestando su pretensin de dominio sobre todos los musulmanes. ElCalifato de Crdobasolo consigui imponerse, ms all de la pennsula ibrica, sobre un difuso territorio norteafricano; pero s logr un notable crecimiento econmico y social, con un gran desarrollo urbano y una pujanza cultural en todo tipo de ciencias, artes y letras, que le hizo destacar tanto en el mundo islmico como en la entonces atrasada Europa cristiana (sumida en la Edad Oscura que sigui al renacimiento carolingio). Ciudades comoValencia,Zaragoza,ToledooSevillase convirtieron en ncleos urbanos importantes, peroCrdoballeg a ser, durante el califato deal-Hakam II, la mayor ciudad deEuropa Occidental; quiz alcanz el medio milln de habitantes, y sin duda fue el mayor centro cultural de la poca. En los aos finales del siglo X, el generalAlmanzordirigi cada primaveraaceifas(expediciones de castigo y para conseguir botn) contra los cristianos del norte (Pamplona, 978, Len, 982, Barcelona, 985, Santiago, 997). A su muerte en 1002, tras su derrota ante una coalicin cristiana en labatalla de Calataazor, comenzaron una serie de enfrentamientos entre familias dirigentes musulmanas, que llevaron a la desaparicin del califato y la formacin de un mosaico de pequeos reinos, llamados detaifas.Elreino de Asturias, con su capital fijada enOviedodesde el reinado deAlfonso II el Casto, se haba transformado enreino de Lenen 910 conGarca Ial repartirAlfonso III el Magnosus territorios entre sus hijos. En 914, muerto Garca, subi al tronoOrdoo II, que reunific Galicia, Asturias y Len y fij definitivamente en esta ltima ciudad su capital. Su territorio, que llegaba hasta el Duero, se fue paulatinamenterepoblandomediante el sistema depresura(concesin de la tierra al primero que la roturase, para atraer a poblacin en las peligrosas zonas fronterizas), mientras que losseoroslaicos o eclesisticos (de nobles o monasterios) se fueron implantando posteriormente. En las zonas en que la frontera fue una condicin ms permanente y la defensa recaa en la figura social delcaballero-villano, lo que ocurri particularmente en la zona oriental del reino, se conform un territorio de personalidad marcadamente diferenciada: elcondado de Castilla(Fernn Gonzlez). Un proceso hasta cierto punto similar (aprisio) se produjo en loscondados catalanesde la llamadaCatalua la Vieja(hasta el Llobregat, por oposicin a laCatalua la Nuevaconquistada a partir del siglo XII).Plena Edad Media

Iglesia de San Clemente de Tall,Romnico cataln.El siglo XI comenz con el predominio entre los reinos cristianos delreino de Navarra.Sancho III el Mayorincorpor los condados pirenaicos centrales (Aragn,SobrarbeyRibagorza) y el condado leonsde Castilla, estableciendo un protectorado de hecho sobre el propio reino de Len. Los enfrentamientos entre las taifas musulmanas, que recurran a los cristianos como tropas mercenarias para imponerse unas sobre otras, aumentaron notablemente su poder, que lleg a ser suficiente como para someterlas al pago deparias.Los territorios de Sancho el Mayor fueron distribuidos entre sus hijos tras su muerte.FernandoobtuvoCastilla. Su matrimonio con la hermana del rey leons y el apoyo navarro le permitieron imponerse como rey de Len tras la muerte de su cuado en labatalla de Tamarn(1037). A la muerte de Fernando se volvi a realizar un reparto territorial que multiplic el nmero de territorios que adquirieron el rango regio:reino de Len,reino de Galicia,reino de Castilla, as como la ciudad deZamora. Sucesivamente se produjeron reunificaciones y divisiones, siempre revertidas, excepto en el caso delcondado de Portugal, convertido enreino. La conquista de Toledo porAlfonso VI(1085) permiti la repoblacin de la amplia regin entre los ros Duero y Tajo mediante la concesin defuerosycartas pueblasaconcejoscon jurisdiccin sobre amplias zonas (comunidad de villa y tierra) sobre los que ejercan una especie de seoro colectivo. Un proceso similar se produjo en el valle del Ebro, repoblado (en parte con mozrabes emigrados del sur peninsular) a partir de la conquista de Zaragoza (1118) porAlfonso I el Batallador, rey de Navarra y Aragn, que incluso lleg a ser rey consorte de Castilla y Len (en un accidentado matrimonio conUrraca I de Castilla, que termin anulndose). A su muerte sin herederos directos se separaron definitivamente sus reinos: mientras que Navarra qued marginada en la Reconquista, sin crecimiento hacia el sur, Aragn se vincul conCataluaen 1137 por el matrimonio de la reinaPetronilacon el condeRamn Berenguer IV de Barcelonay formaron laCorona de Aragn.

Catedral de Burgos,gtica, como muchas otrascatedrales de Espaa.Por su parte, la conformacin de laCorona de Castillacomo conjunto de reinos, con un nico rey y unas nicasCortes, no se consolid hasta el siglo XIII. Los distintos territorios conservaban diversas particularidades jurdicas, as como su condicin dereino, perpetuada en laintitulacinregia: rey de Castilla, de Len, de Galicia, de Njera, de Toledo,... seor de Vizcaya y de Molina, aadiendo sucesivamente los ttulos de soberana de los nuevos reinos que se fueran conquistando o adquiriendo.Alfonso VIIadopt el ttulo deImperator totius Hispaniae. La repoblacin de la amplia zona entre el Tajo y Sierra Morena, relativamente despoblada, se confi a lasrdenes militares(Santiago,Alcntara,Calatrava,Montesa).

Alhambra de Granada.Los avances cristianos hacia el sur fueron confrontados sucesivamente por dos intervenciones norteafricanas: la de losalmorvides(batallas deZalaca, 1086, yUcls, 1108) y la de losalmohades(batalla de Alarcos, 1195), que unificaron bajo una concepcin ms rigorista del Islam a las taifas, cuyos gobernantes eran acusados de corruptos y contemporizadores con los cristianos. Sin embargo, labatalla de las Navas de Tolosa(1212) signific una decisiva imposicin del predominio cristiano y los pocos aos qued un nico reducto musulmn en la pennsula, elreino nazar de Granada. La decadencia poltica y militar de al-Andalus fue simultnea a su mayor esplendor en los campos artstico y cultural (palacio de la Aljafera,Alhambra de Granada,Averroes,Ibn Hazm).La Corona de Castilla, conFernando III el Santo, conquist en los aos centrales del siglo XIII la totalidad del valle del Guadalquivir (reinosde Jan,de Crdobayde Sevilla) y elreino de Murcia; mientras la Corona de Aragn, tras frustrarse su expansin al norte de los Pirineos (cruzada albigense), conquistaba los reinosde Valenciay deMallorca(Jaime I el Conquistador). El acuerdo entre ambas coronas defini las respectivas zonas de influencia, e incluso enlaces matrimoniales (deAlfonso X el SabioconViolante de Aragn). La repoblacin por los cristianos de estas zonas, densamente habitadas por musulmanes, muchos de los cuales permanecieron tras la conquista (mudjares), se realiz mediante elrepartimientode lotes de fincas rurales y urbanas de distinta importancia segn la categora social de los que haban intervenido en la toma de cada una de las ciudades. La convivencia entre cristianos, musulmanes y judos produjo un intercambio cultural de altsimo nivel (escuela de traductores de Toledo,tablas alfonses, obras deRaimundo Lulio) al tiempo que se abran variosstudium arabicum et hebraicum(Toledo, Murcia, Sevilla, Valencia, Barcelona) y losstudia generaliaque se convirtieron en lasprimeras universidades(Palencia, Salamanca, Valladolid, Alcal, Lrida, Perpin).Baja Edad MediaArtculo principal:Crisis de la Edad Media en Espaa

Saln delConsejo de Ciento, hoy Ayuntamiento de Barcelona.A partir de lasvsperas sicilianas(1282), la Corona de Aragn inici una expansin por el Mediterrneo en la que incorporCerdea,Siciliae incluso, brevemente, los ducados deAtenasyNeopatria. En competencia con Portugal, la Corona de Castilla opt por una expansin atlntica, basada en su control del Estrecho. En 1402 comenz laconquista de las islas Canarias, hasta entonces habitadas exclusivamente por losguanches. La ocupacin inicial fue llevada a cabo por seores normandos (Juan de Bethencourt) que rendan vasallaje al reyEnrique III de Castilla. El proceso de conquista no concluy hasta 1496, culminado por la propia accin de la corona. El deslindamiento de las zonas de influencia portuguesa y castellana se acord en eltratado de Alcaovas(1479), que reservaba a los portugueses las rutas del Atlntico Sur y por tanto la circunnavegacin de frica que permitiera una ruta martima hasta la India.

Auto de fe presidido por Santo Domingo de Guzmn, dePedro Berruguete, ca. 1495.La gran mortandad provocada por laGran Peste de 1348, particularmente grave en la Corona de Aragn, precedida de las malas cosechas del ciclo de 1333 (lo mal any primer), provocaron una gran inestabilidad tanto econmica y social como poltica e ideolgica. En Castilla se desat laPrimera Guerra Civil Castellana(1351-1369) entre los partidarios dePedro I el Cruely su hermanastroEnrique II de Trastamara. En Aragn, a la muerte deMartn I el Humano, representantes de los tres Estados de la Corona eligieron como sucesor, en elCompromiso de Caspe(1412), aFernando de Antequera, de la castellanaCasa de Trastmara. La expansin mediterrnea aragonesa continu con la conquista delReino de Npolesdurante el reinado deAlfonso V el Magnnimo. La crisis fue particularmente intensa en Catalua, cuya expresin poltica fueron las disputas entreJuan II de Aragny su hijo,Carlos de Viana, aprovechadas por las instituciones representativas del poder local (laGeneralidado comisin permanente de las Cortes y elConsejo de Cientoo regimiento de la ciudad de Barcelona) para manifestar el escaso poder efectivo que la monarqua aragonesa tena sobre elparticularismo(pactismo,foralismo) de cada uno de sus territorios, donde prevalecan las constituciones, usos y costumbres tradicionales (usatges,observancias) sobre la voluntad real. Simultneamente estallaron las tensiones sociales entrela Busca y la Biga(alta y baja burguesa de la ciudad de Barcelona) y las revueltas de lospayeses de remena(campesinos sometidos a un rgimen de sujeccin personal particularmente duro), todo lo cual hizo estallar la complejaGuerra Civil Catalana(1462 - 1472). El debilitamiento de Barcelona y Catalua benefici aValencia, que se convirti en el puerto martimo que centraliz la expansin comercial de la Corona de Aragn y alcanz los 75 000 habitantes a mediados de siglo XV, con un auge cultural que permite definirlo comoSiglo de Oro Valenciano. El reino de Aragn, sin salida al mar y centrado en actividades fundamentalmente agropecuarias, limit su desarrollo econmico y social. Los privilegios dericoshombresy nobleza laica y eclesistica impidieron el desarrollo de una burguesa pujante, y su peso relativo en el equilibrio entre los Estados de la Corona aragonesa disminuy.

Isabel I de CastillayFernando II de Aragn, losReyes Catlicos. Su matrimonio en 1469 sell la unin dinstica de las Coronas deCastillayAragn.En 1479, con la subida al trono deFernando el Catlico, segundo hijo y heredero de Juan II, y rey consorte de Castilla por su matrimonio conIsabel la Catlica, las tensiones sociales se redujeron, incluida la conflictividad campesina (Sentencia Arbitral de Guadalupe, 1486). El creciente antisemitismo, estimulado por predicadores comoSan Vicente Ferrero elArcediano de cija, haba explotado en larevuelta antijuda de 1391, que al provocar conversiones masivas origin el problema converso: la discriminacin de loscristianos nuevospor loscristianos viejos, que lleg incluso a la persecucin violenta (revuelta anticonversa dePedro Sarmientoen Toledo, 1449) y suscit la creacin de laInquisicin espaola(1478).Edad Moderna