Quiero ser escritor: Ideas y consejos para comenzar tu carrera como
escritor profesional (Spanish Edition)C. Clara Rosewood
La reproducción total o parcial de este libro no autorizada,
vulnera derechos reservados. Cualquier utilización debe ser
perfectamente concertada.
Para los futuros escritores
Para escribir
El título
Escribir era lo único llenaba mi vida… Tres o cuatro partes de
realidad… Escribo muy deprisa por impaciencia… Consejos para
escribir ficción… El tema La idea El estilo Debemos cuidar los
verbos El método Puede ser resultado de Escribir es reescribir,
volver a mirar… Ejercicio práctico En casa no puedo escribir,
necesito aislamiento… Ejercicio creativo El que tiene imaginación,
con qué… El bloqueo del escritor Mi consejo es: nunca hagas mañana…
Ejercicio práctico Necesito el olor de la calle para escribir… El
narrador protagonista El narrador testigo El lenguaje Los libros
que el mundo llama inmorales… Para sobre vivir, debes contar
historias… Los niveles del lenguaje coloquial El lenguaje literario
La percepción
Un mal escritor es alguien cuya vida… Las técnicas narrativas 1ª y
2ª persona La acción Los personajes El diálogo Hay que tener
cuidado con los libros… Errores muy comunes Los dequeísmos Los
libros contienen en su interior… El trabajo y el ocio son dos
momentos… Ejercicios
Un libro no se termina, se abandona
Gabriel García Márquez Luis Sepúlveda escritor chileno contaba una
anécdota:
« Un oficial de aduanas cada vez que tenía que pedirme la tarjeta
me preguntaba la profesión y yo contestaba: escritor mientras él
repetía: Le he preguntado la profesión » .
El libro que tienes entre las manos es una guía muy efectiva que
además te va a servir de mucha ayuda porque entre otras cosas te
dará las pautas para evitar el tan nombrado bloqueo del escritor.
Esta « Guía práctica para escritores » te ayudará también a evitar
el miedo a la página en blanco. El verdadero escritor no es aquel
que escribe un libro y simplemente se detiene para a recrearse en
la obra que ha creado, el verdadero escritor es el que
constantemente está aprendiendo y, observando, siempre está en
continuo crecimiento. Esta guía nos asegura y nos garantiza el
éxito a la hora de escribir si le préstamos atención. Tenemos que
olvidarnos de la excusa del tan conocido « espacio para escribir »
el verdadero escritor no necesita ningún espacio para escribir,
puede hacerlo hasta en una trinchera, los grandes escritores del
siglo pasado lo hacían. Citaremos entre otros a: Antón Chéjov,
Joseph Roth, Stefan Zweig, ellos escribían en cualquier sitio de
hecho Joseph Roth lo hacía en los cafés de Viena sentado en
la
mesa de una terraza, él observaba la vida pasar, pensaba que algún
día llegaría a ser tan conocido y tan famoso como lo era su
contemporáneo y amigo Stefan Zweig. En el caso de Antón Chéjov,
escribía relatos cortos porque era una manera rápida de conseguir
dinero para poder sobrevivir. Hoy sabemos que los relatos son tan
difíciles de escribir o más que una novela, hay mucho que contar en
pocas páginas. Un escritor no necesita una casa en la montaña, ni
que todo sea idílico y bucólico. Lo que de verdad necesita son
ideas y muchas ganas de trabajar, partiendo de esa base está guía
nos va a dar unos pequeños consejos. Ponerse delante de un folio en
blanco no es tan sencillo como parece. Muchas personas no se
deciden a escribir porque piensan: « Quién lo va a leer » hay
muchos libros que se quedan guardados en un cajón por diferentes
motivos. Gracias a Dios el sistema editorial está cambiando, hoy en
día la persona que quiere escribir solo tiene que plantearse si de
verdad es capaz de hacerlo.
En estas páginas vas a encontrar consejos para que pierdas el miedo
a escribir. A veces pensamos que en esos momentos de bloqueo la
página en blanco se va a apoderar de nosotros. Un consejo es llevar
siempre a mano un cuaderno de notas, ya sé que lo habéis escuchado
muchas veces pero es fundamental. A mí me funciona de maravilla, da
igual que sea una libreta que tenga una encuadernación de piel o
no, se trata de escribir algo que nos haga sentir bien. Parece una
tontería pero no lo es. Llevar una pequeña libreta nos puede hacer
estar confiados de que lo que vamos a escribir, después lo vamos a
desarrollar. Vamos a intentar plantear el reto de un mes de
escritura continuada, durante un mes sería bueno hacer un ejercicio
de escribir al menos una anotación diaria, una notación de lo que
se quiera puede
ser un amanecer, un anochecer, un atardecer. Que te evoca un olor,
puede ser una observación que haces mientras estás sentado en una
cafetería tomando un café, pero escribir siempre escribir y seguro
que mientras escribes las ideas fluyen y aunque al principio nos
parezca una tontería y nos parezca casi una misión imposible,
funciona. La literatura es un oficio y tenemos que saber que se
aprende escribiendo, es verdad que uno cuanto más escribe más
fluyen las ideas, la práctica hace al maestro, podríamos decir que
la novela es una carrera de fondo, en cambio el relato es una
carrera a contrarreloj, es más inmediato pero ¡ojo! hay que tener
mucho cuidado no por ser algo de más fácil término quiere decir que
también sea más sencillo. Hay quién escribe por puro placer en
cambio hay quién escribe por pura necesidad, dependiendo un poco de
cada autor y su texto lo que puede resultar finalmente de él tiene
mayor intensidad o menos, ya no hablamos de la fluidez que puede
ser mayor o menor.
Para escribir
A menudo escuchamos; ¡si pudiera tomarme un año escribiría una
novela...! Tal vez no lo haríamos, no somos conscientes de los
bloqueos literarios que tenemos a la hora de escribir. Hacer una
montaña de la actividad literaria nos hará que la escritura se nos
haga cada vez más difícil. Tenemos la tendencia a pensar que
necesitamos grandes espacios, soledad y no es así. Lo que en
realidad necesitamos es soltar todo lo que llevamos dentro de
nosotros. En mi caso como diría Julia Camerón, « mi vida - y todo
el trabajo que he realizado con ella- tiene más que ver con
confeccionar una colcha a base de retales que con desenrollar
madejas ilimitadas por la edad » . Pensar que si tuviéramos tiempo
escribiríamos una novela puede ser una gran mentira.
No hace falta estar en soledad se puede escribir en una cafetería.
Suena muy idílico tener una casa en la montaña, es lo típico. El
auténtico escritor escribe donde puede. Nemirovski escribió « La
suite francesa » con un lápiz y una letra apenas ilegible porque no
tenía papel para ello. Muchos escritores lo hacían en tabernas de
mala muerte y cafeterías llenas de gente. Simplemente observaban la
vida, el ir y venir de una sociedad muchas veces en decadencia. La
falta de recursos nunca fue una excusa para no escribir, las
hermanas Brönte nunca salieron de sus tierras y crearon historias
maravillosas que a día de hoy todavía perduran.
Lo que sí es aconsejable es aislarse de las redes sociales. A
la
hora de escribir debemos procurar no distraernos con nada, las
nuevas tecnologías pueden ser una tentación, así que lo más
efectivo es silenciar todo y volcarnos en nuestro trabajo y nuestra
pasión, escribir. Debemos ser capaces de cortar todo lo que no nos
sirva en un texto. Es mejor evitar contar cosas que son necesarias.
No queremos aburrir al lector. La fórmula menos es más aquí debemos
aplicarla.
Es aconsejable anotar todas las ideas que se nos ocurran, no
sabemos nunca donde van a encajar y tal vez no sea en el texto que
estamos trabajando donde lo hagan sino en futuros textos.
A la hora de escribir yo recomiendo hacerlo sobre lugares que ya
conocemos, a veces podemos perdernos entre toda la documentación
qué hay en las redes sociales y no hay nada mejor como ambientar
una novela en un escenario real que nosotros conozcamos y que
dominemos. Sin duda la narración parecerá más realista a no ser que
tengamos el talento que tenían las hermanas Brontë.
Para atrapar al lector desde el principio hay que tener un buen
encabezamiento. La primera línea que escribamos tiene que enganchar
en una sola línea para que conecte rápidamente, y el lector sienta
la necesidad de seguir leyendo.
Gabriel García Márquez decía que su maestro fue Hemingway, aprendió
que; « el trabajo diario solo se debe interrumpir cuando sabes
reanudarlo » . En mi opinión es un buen consejo para escribir, es
un buen remedio para el tan temido fantasma de todos los
escritores: la página en blanco.
En cambio Ana María Matute tenía su propio método de escritura, le
gustaba poner música muy bajita de forma que solo la escuchaba
ella,
procuraba no mirar la página en blanco porque admitió
que le aterraba. Virginia Wolf y Mercé Rodoreda no podían soltar
sus plumas cuando
estaban en sus domicilios de Londres y Barcelona, los ruidos de la
gran ciudad decían que las bloqueaban. Ambas eran muy
caseras.
A Hemingway le encantaba su época de escritor parisino en París era
una fiesta, escribía en una cafetería y llegó a alquilar una
habitación caldeada de hotel comiendo mandarinas y castañas asadas
para sobrevivir. Escribía hasta que conseguía sacar la idea de la
cabeza en ese momento justo paraba, dejaba la escritura. Daba una
vuelta por París, leyendo y caminado hasta el siguiente día.
Raymond Carver hizo su primera redacción a mano, después la pasaba
a máquina y era cuando cambiaba algunas cosas, llegando a hacer
hasta treinta redacciones de un mismo relato.
Jaime Gil de Biedma ni siquiera necesitaba tener una pluma a mano
para poder escribir, era capaz de pensar en un poema mientras
hablaba en una reunión durante más de dos horas.
Torrente Ballester llevaba consigo una grabadora japonesa y en su
caminar diario registran todo cuanto le sucedía.
Dostoievski escribía día y noche mientras que T.S. Eliot lo hacía
de una a diez. Alberto Moravia sin embargo escribió toda su vida
por la mañana.
Como ves cada escritor tiene un método propio que le funciona, tú
debes buscar el tuyo. Podríamos seguir citando escritores y
veríamos que cada uno desarrolla su propio método de
escritura.
El título debe de ser corto dos o tres palabras es una forma
sencilla de enganchar a la gente.
Cuando estamos empezando a contar una historia y todavía no se
domina el tema de la escritura una cosa que nos puede ayudar mucho
son las fichas las fichas. En ellas pondremos el nombre de un
personaje y las características de este personaje por ejemplo;
Elena es alta, rubia, esbelta y posee una sonrisa angelical grandes
ojos rasgados grandes y rasgados ojos azules cabello rizado.
Quizá en la novela que estemos escribiendo al revisarla,
encontremos una frase mágica que nos de la calve para elegir un
título. O una frase ya escrita que pensemos que representa con
fuerza a la novela.
Otra idea es emplear un subtítulo que refuerce el título. El título
no es un resumen de la novela, el titulo tiene que
representar
la historia de la novela. La frase que elijamos para el título debe
tener sentido con la novela. Un buen título puede contener nombres
propios y fechas, en gran medida puede hacernos desear leer una
novela.
Escribir era lo único llenaba mi vida y la alegraba, la escritura
no me ha abandonado nunca
Marguerit Duras El escritor no solamente recibe halagos sino
también críticas el mundo
de la literatura es duro a veces puede resultar incluso amargo pero
es maravilloso te recompensa de muchas cosas y no es necesario
abandonar un trabajo para vivir solamente de una afición se pueden
hacer las dos cosas y no por eso uno es menos escritor. Hay
escritores muy honestos que confiesan que siendo escritores viven
de su trabajo que es el periodismo, es verdad que este tipo de
escritores tienen un trabajo que está más relacionado con su pasión
que es la escritura pero hay que estar muy seguros para para
lanzarse a la piscina. El escritor debe ser capaz de cortar sus
propios textos, no debes enamorarte de lo que escribes y cuando es
necesario corregir parte del texto o incluso acortarlo, debes ser
capaz de darte cuenta de que no todo lo que escribes es válido para
la historia que quieres contar.
Tres o cuatro partes de realidad y el resto a cargo de la
imaginación Robert Ludlum Lee el texto cuando termines de
escribirlo ayuda pero no tanto como
imaginamos. Lo mejor es dejarlo reposar un tiempo, no es exagerado
decir que durante un mes a tres meses es el tiempo que el propio
escritor necesita para desconectar. Este proceso es indeterminado y
distinto para cada escritor. Al retomar el texto se lee de nuevo
pero con otros ojos y somos capaces de ver errores que no se nos
habían pasado inadvertidos en el proceso de su redacción. No es
verdad que los escritores famosos no necesitan ninguna corrección
en sus textos ni siquiera ellos se salvan. La fase de corrección es
aburrida y soporífera pero finalmente terminas encariñándote con
esa fase también y puede resultar hasta divertida. Si hablamos de
revisión tenemos que decir que hay tres frases: lectura, análisis y
modificaciones la revisión de la fase de la estructura es donde
revisaremos la coherencia, en la segunda fase haremos una revisión
funcional y en la tercera haremos una revisión formal donde
revisaremos el lenguaje utilizado y el efecto que se consigue con
él.
Haremos la primera revisión que es la lectura del texto con ojos de
lector, es decir leeremos sin prisa ni pausa, intentaremos
disfrutar de la historia sin prestar atención a otros aspectos. En
la revisión funcional haremos una nueva lectura pero esta vez no la
veremos con los ojos de un lector sino con los ojos de un crítico.
Trataremos de ver los detalles y el lenguaje que tienen los
personajes, la trama entre otras
particularidades del texto con las consiguientes modificaciones que
resulten oportunas y por último leeremos nuestro texto sabiendo que
tenemos que quitar todo lo que no sirva para nada. No hay que tener
miedo de quitar ningún párrafo debemos pulir nuestro texto hasta
que haya mejorado y tenga una calidad literaria que poder ofrecer
al lector.
Hay que tener auto disciplina, es decir tratar de imponerse una
cierta regularidad necesaria si no se quiere correr el risego de
procrastinar. El ejercicio de la escritura no puede ir en desunión
con el acto de la reescritura.
Según palabras de del escritor Montaigne, muchos escritores se ven
obligados a vivir de su arte.
Escribo muy deprisa por impaciencia las cosas se forman en la
imaginación y quieren salir, se atropellan.
Ramón J. Sender
El tema
El amor, la locura, el deseo, la venganza, el odio...Son temas
intangibles que debemos convertirlos en tangibles a través de
nuestra historia. Sin embargo diremos que hay tres grandes temas
universales: el amor, la vida y la muerte. Algunos autores reducen
a dos los grandes temas universales. El amor y la vida. Que todo
está escrito es algo que hemos escuchado en muchas ocasiones, la
clave, el secreto está en cómo contarlo. Con estos cuatro
ingredientes seguro que podemos contar nuestra historia. Podemos
buscar el tema o ponernos a escribir y ver de qué trata la historia
para saber en qué categoría lo vamos a colocar, romántica,
thriller, ciencia ficción...
La idea
En caso de no tener clara nuestra idea a la hora de escribir, lo
mejor es hacer ejercicios de escritura. En este libro podemos ver
algunos ejemplos en los que trabajar y pulir un poco nuestro estilo
a la vez que vamos viendo cual es nuestra técnica. Descubriremos al
escribir donde nos encontramos más cómodos. Las ideas fluyen según
vamos escribiendo, lo normal es que las ideas nos surjan a medida
que vamos trabajando es más fácil que se nos ocurra escribir algo
mientras trabajamos que no mientras esperamos trabajar. Como he
mencionado con anterioridad hay que tener mucho cuidado con la
procastinación. Podemos partir de una premisa o contar algo que nos
haya impactado, una noticia de un periódico. Una historia que
perdura generación tras generación.
La imaginación se nutre de nuestras experiencias, de nuestros
recuerdos o vivencias, desamores, fracasos, virtudes… A veces la
idea viene de forma sigilosa, sin llamarla. Por eso es muy
importante tener una libreta de ideas, en ella anotaremos todo lo
que se nos ocurra, un tema, una frase, un olor todo puede serla
clave para ponernos a escribir. Las ideas pueden ser muy buenas
pero deben desarrollarse, por si solas no tienen valor. Por eso es
muy importante tener un registro de ideas. Nunca sabemos en qué
momento podemos necesitar esas ideas.
El estilo
No hay que buscar ningún estilo en concreto, ya que no se puede
plagiar, tampoco se puede encontrar el estilo de manera inmediata
lo mejor es escribir, escribir, escribir y no dejar nunca de
escribir. El estilo irá saliendo solo a través de nuestra
narración. Cuando más escribimos más soltura encontramos en
nosotros mismos y tanto la escritura, como el estilo salen a la
superficie apenas sin darnos cuenta, sin forzar nada. No debemos
enrollarnos hay que evitar en la medida de lo posible contar en
nuestra narración cosas que no aportan nada a la historia ya que
entonces lo único que conseguimos es que el lector se pierda. A
menudo vemos párrafos recargados leemos cosas que no aportan nada a
la historia que leemos. Esto es muy frecuente sobre todo cuando no
dominamos muy bien la técnica de escribir y lo que queremos es
alargar algo que no sabemos muy bien que es. ¿Quién no ha tenido en
sus manos un libro enorme con demasiadas páginas? Todos sabemos de
libros escritos tan gordos que resultan soporíferos, con la mitad
de páginas saldría un buen libro igualmente. Así que ojo con no
saber bien lo que queremos contar y empezar a divagar en nuestra
narración, puede ser nuestro principio y nuestro inevitable fin. El
lector se perderá, esto es un hecho inevitable.
Debemos cuidar los verbos
No utilizar palabras rebuscadas es un buen consejo, a la hora de
escribir queremos llegar a muchos lectores, para ello lo mejor es
escribir de forma sencilla, utilizando un vocabulario rico y
elegante a la vez. No debemos escribir solo para la « elite » . Un
texto recargado nos haría recordar otra época pasada. Hoy en día el
lector tiene muchos medios a su alcance y la vista casi hace un
barrido, deberá ver las letras por eso nuestra escritura tiene que
ser fluida. Debemos huir de los verbos pobres, los terminados en
ente como: perfectamente, necesariamente. En vez de colocar estos
verbos podemos describir la situación, esto dará lugar a un
enriquecimiento del texto que será muy de agradecer por el
lector.
Ejemplo
El verbo correcto sería analizar, en ningún caso colocaríamos el
verbo mirar. En el siguiente párrafo se analizan las consecuencias
de la pandemia. En el siguiente ejemplo el verbo correcto es
diagnosticar, ya que hablamos en términos médicos al referirnos a
una enfermedad. Es irresponsable diagnosticar a un paciente de
Covid-19 sin tener los síntomas suficientes. Debemos fijarnos bien
y ser capaces de darnos cuenta de que no
cumple la misma función en una frase un verbo u otro. No es lo
mismo oír que escuchar. La diferencia está en el matiz muy sutil
que marca la diferencia. Y debemos plantearnos a la hora de
escribir un texto que es lo que queremos decir exactamente.
El método Puede ser resultado de:
Paciencia o lo que es lo mismo, reescritura. Seguridad es decir
ritualidad. Constancia lo que podríamos decir, la disciplina y
regularidad a la hora de escribir. Al principio estará muy bien
buscar nuestro espacio. Hay escritores que se inspiran con una
imagen, otros con una pieza de música. Debemos en nuestro interior
que método nos hace sentir más cómodos, más seguros con nosotros
mismos. Somos de mapa o de brújula, un escritor con mapa sin duda
nunca se perderá. Pero cada escritor tiene su método y todos son
buenos por que tienen un resultado en común; la escritura. ¿Eres de
ese tipo de escritores que planea una historia o en cambio de los
que la organizan? Si eres de los últimos, conocerás el método de:
inicio-nudo-desenlace. Tenemos que tener claro el género que
queremos escribir, la edad del público al que va a ir dirigía
nuestra novela. Saber de qué estamos hablando en nuestra historia,
para eso es muy importante investigar. Hacer un borrador de la
novela que queremos escribir. Después siempre estamos a tiempo de
poner o de quitar. No vendría mal hacer un pequeño esquema y además
de todo lo mencionado anteriormente no hay que olvidarse de que
tipo de diálogos queremos escribir, tampoco pueden faltar las
escenas. Cuando hemos mezclado todo este coctel…Ya podemos empezar
a escribir el primer borrador de nuestra novela.
Escribir es reescribir, volver a mirar continuamente lo que se ha
escrito tratando de descubrir algo nuevo
Martín Amis
Ejercicio práctico
Te propongo hablar de alguien que significó mucho para ti, de esa
persona o personas que hicieron que en algún momento de tu vida que
te sintieras especial. Puedes empezar describiendo cómo era
físicamente para después pasar a describir su forma de ser, aquello
que lo distinguía entre el resto de personas o simplemente algo que
te gustaba de esa persona especialmente. Verás que a medida que
vaya avanzando la descripción se te irán ocurriendo cada vez más
cosas que narrar, más cosas sobre las que escribir. Te prepongo
hablar sobre lo que conoces, al menos al principio. Cuando vayas
dominando la técnica podrás pasar a escribir sobre algo en lo que
te hayas documentado. No empieces por lo más difícil, es decir
intenta escribir algo que puedas dominar. Hablar sobre un lugar
donde nunca has estado es una tarea de mucha investigación, yo te
propondría hablar de lo que ya conoces y cuando domines un poco más
el proceso de escritura puedes dejar volar tu imaginación. Los
peores enemigos somos nosotros mismos muchas veces creemos que no
somos capaces de escribir. Tienes que intentar ser capaz de
escribir durante un mes entero, esto te supondrá al principio un
gran esfuerzo pero a medida que vayan pasando los días tu escritura
se volverá más fluida y te será más fácil. A medida que vas
escribiendo y finalizando este proceso sabrás si eres capaz
de
escribir una novela o si por el contrario te ves más capaz de
escribir un relato corto o poesía. A medida que escribimos nos
aflora la necesidad de tomar un camino u otro, en cuanto a escoger
que género queremos escribir. ¿Qué es lo que queremos contar?
Porque, sentiremos la necesidad de decir lo que de verdad queremos
manifestar sobre el papel. Escribir es un arte no debemos dejarnos
influenciar por elementos externos debes ser tú mismo y contar
aquello que tú quieres mostrar al mundo. La escritura es una
pasión, se convierte en una pura necesidad a veces sientes que no
puedes vivir sin escribir, cuando sientes eso es cuando ya empiezas
a sentirte un poquito escritor.
¿Qué es ser escritor? Es estar en constante observación sobre todo
lo que ocurre a nuestro alrededor. El escritor no debe tener miedo
al ridículo, no hay que tener miedo a desnudar el alma, hay que
tener una autoestima bastante fuerte para poder aceptar las
críticas porque no se puede gustar a todo el mundo, sería un error
pretenderlo. Según decía Flaubert: "Escribir significa
reescribir".
Cuando escribimos, reescribimos una y otra vez es un proceso
inevitable. Llega un momento que el escritor debe saber cuándo
parar, porque estaríamos siempre corriendo y reescribiendo.
En casa no puedo escribir, necesito aislamiento, y la cafetería es
un aislamiento especial; es el sitio donde la soledad se verifica
en medio de los demás
Claudia Magris El escritor alemán Tomas Mann escribió una larga
novela, en principio
la escribió en dos partes. La novela cuenta la transformación en lo
alto de una montaña. Lo primero que descubrimos en la escritura
creativa es que se parece mucho a dibujar, es decir. Cuando leemos
un texto bien escrito dejamos de ver palabras y nos transportamos a
un mundo lleno de trazos, de matices y de colores o de sombras ¿por
qué no? Con este manual el lector tiene en sus manos un disparador
de ideas, como ordenarlas y como traspasar la frontera entre la
imaginación del escritor para que lleguen al papel. Cuando leemos
un texto de calidad dejamos de ver una historia para vivirla. Sin
darnos cuenta nuestros ojos leen mientras nuestra imaginación nos
hace vivir toda clase de situaciones. Ya no vemos las letras sino
las acciones de los personajes, sentimos el frío, la lluvia, el
cansancio y el hastió que sufren hasta la alegría o la pena que
viven en cada página. El escritor va escondiendo las piezas para
que el lector vaya descubriéndolas, se produce un desafió como el
de subir una montaña. Para contar una historia no hay que
prescindir de las emociones, no debemos ponernos ningún tipo de
limitación. Yo recuerdo un libro que leí hace algunos años,
Pabellón de reposo de Camilo J. Cela y (colocar frase). Mientras
leía vi al hombre llevándose el cuerpo sin vida en la
carretilla.
Ejercicio creativo
Amor, tiene muchos sinónimos que utilizaremos en la descripción que
queramos hacer algunos de esos sinónimos pueden ser pareja, deseos,
pelos, ruptura, unión, pasión y felicidad. Vida, utilizaremos igual
que en el ejemplo anterior los sinónimos de esta palabra para una
nueva descripción algunos de estos sinónimos pueden ser
supervivencia, camino, éxitos, fracaso, cambio. Muerte, igualmente
que los ejemplos anteriores utilizaremos algunas de sus sinónimos
para narrar una historia; final, inevitable, suicidio, cementerio,
vejez, tormenta, miedo y frio.
Ahora para utilizar estas tres palabras de este ejercicio que son
amor vida y muerte tienes que imaginar que estás hablando con un
antiguo conocido, puede ser un compañero de trabajo o un compañero
de colegio y esta persona te cuenta que lo ha perdido todo. Tienes
que intentar narrar una historia con estas palabras sobre la
persona que te acabas de encontrar.
El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un
mundo. Gustavo Adolfo Bécquer El bloqueo del escritor
He conocido el fenómeno del bloqueo del escritor, es la incapacidad
temporal o crónica. Para poder plasmar sobre el papel las ideas que
el escritor tiene en la cabeza para un escritor este hecho es
terrible la mayoría de escritores han pasado por el penoso bloqueo
del escritor. Cuando los escritores no pueden escribir, tienen la
tendencia a pensar de sí mismos de varias maneras todas negativas,
por ejemplo que son unos holgazanes.
Si se interpreta adecuadamente, el bloqueo es lo mejor que le puede
pasar a un escritor. Debemos saber que la resistencia es algo
esencial dentro del proceso creativo, el bloqueo del escritor es un
grito profundo del inconsciente que llama la atención diciéndonos
que algo no encaja. Desbloquear es nuestra manera de abordar el
trabajo. Los escritores que se consideran incapaces de producir
toman la decisión de no escribir, los escritores bloqueados suelen
tener más voluntad de la que les correspondería. De nada sirve
abrirnos paso por la fuerza a través de la resistencia, a menudo la
creatividad se pierde cuando la persona se va desarrollando es
decir cuando se hace adulta, un escrito se encuentra con que el
arranque, el empezar es muy duro es en ese momento cuando el
escritor se encuentra sentado frente a la página en blanco con
miles de pensamientos que recorren su cabeza. Cómo elegir una
historia o una palabra, nuestra cabeza es una caja de
sorpresas. Muchas veces hemos pensado llevo dentro de una novela.
Ya me pondré a escribirla sin embargo a la hora de sentarnos se nos
hace todo una montaña, la esencia de la escritura es estar
dispuesto a repetir cuántas veces sea necesario. La escritura es
una tarea agotadora la experiencia del bloqueo del escritor es
definitiva para muchas personas que se levantan de su mesa de
trabajo y no vuelven a retomar la escritura. Uno de los primeros
pasos importantes para llegar a ser escritor es aprender a destinar
un tiempo de nuestra vida a escribir. El mal uso del tiempo tiene
más probabilidades de inhibir la escritura que cualquier otro
factor individual la pereza o la procastinación en la escritura es
casi siempre la respuesta directa a un interior demasiado severo.
Saber administrar el tiempo es más importante de lo que pensamos
para algunos escritores, la medianoche es el tiempo más creativo
del tiempo elegido para escribir. Es una decisión muy personal en
cambio para otros será por la mañana. Muchos escritores comienzan
trabajando de forma esporádica y es una manera natural de
acomodarse al medio creativo poco a poco van adquiriendo hábitos.
La escritora Virginia Wolf tenía en cuenta como requisito
primordial del escritor un espacio solamente para él en el que
estar solo con sus propios pensamientos y palabras. Muy pocos
escritores han sido capaces de dedicarse a sus asuntos y escribir
teniendo en la misma habitación a otras personas que realizaban sus
tareas cotidianas como por ejemplo es el caso de Jane Austen. La
disciplina hace que la creatividad llegué a ser en un momento dado
espontánea e incluso placentera. A menudo se habla de la escritura
como algo que nos puede hacer sacar lo que llevamos en nuestro
interior sin saber que está oculto. Es como el espejo de Blanca
nieves,
¿Y si preguntásemos?... ¿Quién es el mejor escritor? Todos nuestros
miedos se esfuman cuando comenzamos a crear una buena historia,
cuando comenzamos a escribir. La esencia del escritor quedará entre
los personajes.
El lector solo debe disfrutar de lo que suceda en la narración, un
ejemplo sería: la aburrida casa de Ana Azores cuya vida es casi tan
insulsa como toda su existencia. El lector debe disfrutar por
ejemplo con todos los personajes que deambularon por aquellas
calles de la memoria del escritor. El lector debe pasar miedo
cuando sea necesario, como en las calles del Londres victoria no
del destripador...
Mi consejo es: nunca hagas mañana lo que puedes hacer hoy. La
procastinación es la ladrona del tiempo.
Charles Dickens Hay una diferencia entre contar tenemos y narrar y
¿cómo narramos
algo que queremos decir sobre el papel, como lo expresamos? pues
relatando, describiendo pero sin caer en la exageración porque si
exageramos las descripciones inmediatamente el lector se da cuenta
de que no sabemos muy bien que queremos contar, entonces se da
cuenta como vulgarmente decimos que estamos metiendo paja para que
el libro tenga más páginas, para hacer un libro más gordo y esto no
nos interesa porque perderíamos futuros lectores. Las escenas hay
que narrar las de tal forma que se conviertan en imágenes en una
vida en algo en algo único.
Si nos dedicamos tan solo a decir lo que al describir en el papel
causaremos una gran decepción en muchos lectores. Por ejemplo la
mesa de madera, simplemente vamos a hablar de una mesa de madera,
Si nosotros decimos; « y en el fondo del salón estaba la mesa de
madera » bueno si queremos que la mesa, pase desapercibida se
supone que vamos a hablar más del contexto de los otros elementos
que rodean a la mesa, pero si nosotros queremos que lo que estamos
diciendo sea algo que llamé la atención del lector de una manera
especial lo que tenemos que hacer es describir la mesa y entonces
debemos decir; « al fondo del salón estratégicamente aparecía la
antigua mesa de madera con las patas torneadas y aquellos nudos en
la tabla qué de niña me hacían confundir con lo que a mí me
aparecían animalillos fantásticos, aquella mesa en la que tantas
veces había
dejado caer mi pequeño cuerpo mientras coloreaba los dibujos del
colegio aquella mesa donde había compartido tantas tardes dónde
poco a poco los pequeños folios dibujados por la mano de una niña
daban paso a unos pesados libros de instituto de una chica joven »
.
Si os fijáis bien nosotros lo que queremos evocar es el recuerdo de
una niña que pasa el tiempo se hace mayor y recuerda un elemento
como es la mesa esa mesa, en la que al principio solo dibujaba, la
misma esa donde más tarde la acompañan todo su tiempo de instituto.
Ya estamos dando una importancia a un objeto, si lo que queremos es
resaltar una cualidad personal de esa niña dejaríamos atrás la mesa
y nos adentraríamos más en la actitud de la niña en el recuerdo de
una luz o de un olor.
Para ser un buen escritor sin ninguna duda hay que ser un buen
lector y hay que escribir reescribir y finalmente leer y
releer.
Cuando empezamos a escribir siempre tendemos a escribir en primera
persona y un ejercicio que podemos que podemos hacer es contar algo
en primera persona por ejemplo y una pelea entre una pareja y los
padres de ella por ejemplo vamos a introducir solamente cuatro
personas si contamos la historia en primera persona siendo nosotros
la chica y hacemos el ejercicio sale una historia. Después podemos
ponernos en el lugar del chico y contar la historia ahora podemos
ponernos en el lugar del chico y contar la historia viendo la desde
la perspectiva del chico y después podemos contar la historia
viendo la desde la perspectiva de la madre de ella y luego para
concluir desde la perspectiva del padre de ella, veréis que salen
cuatro historias diferentes eso ya nos está ayudando a manejar un
poco lo que es el tema de los personajes el texto siempre hay que
dejarlo reposar.
Pasado un tiempo lo revisaremos pero después de esto ya se ve con
otros ojos. La elección de la voz del narrador dependerá de la
necesidad que tengamos a la hora de contar nuestra historia.
Ejercicio práctico
Utilizando las mismas palabras intenta narrar la historia de la
rivalidad
entre hermanos. Verás que salen historias muy diferentes, muy
distintas. Una vez que tengas la historia terminada léela y reléela
el mejor ejercicio que puedes hacer es leer y releer en voz alta al
escucharte también podrás escuchar donde tienes que hacer las
pausas.
Es muy importante al principio de comenzar a escribir tener claro
que si lo hacemos en primera persona durante todo el proceso
narrativo tendrá que ser en primera persona todo el tiempo. Hay que
tener cuidado con los tiempos verbales no podemos empezar con
primera persona del singular y mezclar la narración con tercera
persona del plural. Mucho cuidado también con la concordancia y las
repeticiones esto es fundamental en una narración.
Durante el proceso creativo nos ocuparemos solamente de escribir y
escribir no retocaremos nada hasta que no creamos que lo hayamos
terminado. Apagaremos todo lo que tenemos a nuestro alrededor,
internet, televisión, móvil estaremos en continuo y completo
silencio mientras escribimos. Tenemos que buscar un lugar donde nos
sintamos en armonía, en paz con nosotros mismos para que todo lo
que llevamos dentro de nuestro ser pueda fluir con sencillez, pero
no hay que idealizar la carrera de escritor hay que buscar un
espacio para nosotros mismos pero tenemos que ser capaces de
escribir en cualquier sitio.
Necesito el olor de la calle para escribir, el olor d leo s
bulevares de París
Emile Zola La elección de la voz del narrador dependerá de los
elementos que la
componen y del peso que tenga la narración para elegir la voz de un
relato debemos analizar el hecho que vamos a narrar desde todos los
ángulos que sea que no sea posible.
El narrador protagonista No hay un narrador que sea mejor que otro,
todo depende de la historia
que se quiera contar. Solo en el momento en que conoces la
historia, es el momento en que puedes empezar a decidir qué tipo de
narrador quieres. Este tipo de narrador es el que cuenta la
historia y el que vive los hechos. Cuando hablamos del narrador
interno, su participación podría ser como un personaje
protagonista, también hablamos de personaje secundario o el que es
testigo de lo que ocurre, delos hechos. Al ser externo puede
considerarse un narrador omnisciente. El narrador protagonista su
voz es la primera persona son los que ofrecen más cercanía e
intimidad al lector. La historia se sabe de primera mano. El lector
tiene información privilegiada.
Ejemplo
En Rayuela, de Julio Cortázar, Horacio Oliveira es el protagonista
y narrador de la historia:
« …Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del
puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que
sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual
era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da
citas precisas es la misma que necesita papel rayado para
escribirse o que aprieta desde abajo el tubo del dentífrico »
.
El narrador testigo
El narrador testigo es la voz de la tercera persona es quien ve lo
que ocurre y lo cuenta. No es un protagonista, es un personaje que
vivió o presencio los hechos del protagonista de la historia. El
narrador testigo solo observa y cuenta, narra la evolución de los
demás personajes. Solo participa como segunda persona, es un
narrador secundario. Los hechos que cuenta o relata son hechos que
han sido experimentados por él. Se puede referir a lo que le ha
pasado en algún momento a él, incluso a otros personajes, pero
siempre teniendo en cuenta la información que él tiene.
Ejemplo
En Las aventuras de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, el
doctor John Watson —compañero de Sherlock Holmes— narra la historia
del detective, quien es el protagonista.
« Una noche —la del 20 de marzo de 1888— volvía yo de visitar a un
paciente (pues de nuevo estaba ejerciendo la medicina), cuando el
camino me llevó por Baker Street. Al pasar frente a la puerta que
tan bien recordaba, y que siempre estará asociada en mi mente con
mi noviazgo y con los siniestros incidentes del Estudio en
escarlata, se apoderó de mí un fuerte deseo de volver a ver a
Holmes y saber en qué empleaba sus extraordinarios poderes (…) »
.
También puede ser el narrador omnisciente puede ser tercera
persona.
Debe abstenerse de emitir juicios de valor sobre los personajes
nunca se menciona o se hace referencia a sí mismo. Es el tipo de
narrador que nos cuenta la historia desde fuera. No es parte de la
historia tampoco interactúa con los personajes. Si nos vamos al
latín y traducimos esta palabra, «omni sciente» significa: el que
todo lo sabe.
Lo conoce todo acerca de sus personajes. Conoce las tramas y
subtramas, el pasado y el presente de los personajes de la
historia. Es capaz de aportar datos y también de ocultarlos. Da
información de forma desmenuzada y explica los comportamientos así
como también juzga a los personajes. En la narración múltiple hay
diferentes visiones de que ofrecen al lector una visión de los
diferentes personajes
Ventajas
Lo sabe todo sabe incluso más que los propios personajes que viven
la escena. Puede proporcionarnos bastante más información que otros
tipos de narradores. Como conoce todos los detalles, no puede haber
posibilidad de que se equivoque. Da verosimilitud a la historia. Es
por esto que se utiliza muy a menudo este tipo de narrador en la
literatura fantástica. Permite saltos en el espacio y el tiempo con
mucha facilidad, de esta forma puede anticiparse a los
acontecimientos. Favorece el desarrollo de la tensión en la
historia.
Inconvenientes Requiere de una planificación más meticulosa, a la
hora de seleccionar la información que quieres proporcionar. No
debemos equivocarnos y mostrar toda la información al principio. La
información hay que dosificarla. Y decidir cuando queremos
mostrarla, en que momento de la narración. Si nos centramos en
muchos personajes la atención del lector se diluye.
El lenguaje debe ser literario cuando queremos narrar, si queremos
dar personalidad a los personajes y dotarlos de un gesto especial,
hacerlos reales, podemos hacer un lenguaje más coloquial.
En la narración los defectos que podemos encontrar son cadencias de
ritmo, problemas en cuanto al estilo por no utilizar las
expresiones adecuadas en los personajes, esto es algo que también
decía el escritor Italo Calvino.
Podemos escribir con un tema de fondo por ejemplo: Una alegoría que
puede ser la muerte y simbolizando la alegoría la guadaña. Sería
bueno utilizar una relación alegórica entre al menos dos temas, uno
concreto que define la trama y otro abstracto, refiriéndose al
concepto que queremos expresar. Se pueden contar tantas cosas a
través de nuestra escritura, tantas historias a través de la
literatura que enumerarlas todas sería una tarea bastante
complicada. Pongo un ejemplo para que se vea mejor.
La regenta (Leopoldo. A. Clarín), El amor y las diferentes formas
de manifestarse. El deseo, la fidelidad, el odio, la
venganza...
Tema concreto La vida de la regenta y su constante debatir entre
ser infiel a su marido y la educación recibida. En la misma línea
podríamos hablar de Madame Bovary del escritor francés Gustave
Flaubert.
« Los libros que el mundo llama inmorales son los libros que
muestran al mundo su propia vergüenza » Oscar Wilde
Cuando hayas terminado el mes y hayas anotado todos los días fíjate
muy bien en qué tipo de historias cuentas para saber sobre qué tema
te gusta escribir, en qué te fijas más, porque durante treinta días
aunque parezca que no dan para mucho te darás cuenta de si las
historias se repiten o no.
Cuándo sientas el bloqueo y te encuentres perdido, intenta contar
una historia desde un punto de vista y luego desde otro. Al
contarla en distinto personaje le darás un enfoque diferente y
seguramente podrás ser capaz de escribir esa historia que llevas
dentro, quizás no salga como tú querías, pero podrás expresarla.
Puedes cambiar también el tiempo verbal, puedes empezar a contarla
desde el final, hay infinidad de posibilidades y cuando prácticas,
te das cuenta de que finalmente lo más sencillo es lo mejor.
Escribir en primera persona tiene cosas positivas y cosas
negativas. Cuando escribimos en primera persona nos acercamos más a
la historia que queremos contar. Es más fácil narrar desde la
perspectiva de uno mismo los pensamientos del protagonista de la
historia que queremos contar sin que parezcan el eco de unos
pensamientos, por el contrario cuando narramos en tercera persona
es como que la historia nos parece que está más distante, al narrar
en primera persona se
produce un aproximamiento casi sin querer entre el lector y el
escritor. Una historia contada en primera persona hace que la voz
del narrador sea la voz del protagonista. Antes de contar una
historia podemos hacer una ficha de nuestro protagonista o nuestros
protagonistas y en ella escribir el vocabulario que van a tener
estos personajes, así como también su personalidad, la forma que
tendrán de expresarse y debemos pensar en qué el tipo de historia
queremos contar desde dentro. Al escribir en primera persona nos
encontramos con pros y contras con cosas positivas y cosas
negativas hay quien se siente más cómodo narrando una historia en
primera persona y hay quien prefiere contarla desde el punto de
vista de la tercera persona.
El buen escritor es aquel que está en continuo aprendizaje, siempre
quiere aprender a superarse y además, reconoce que necesita ayuda
con la corrección, con la puntuación de una palabra. Las personas
que no quieren mejorar su escritura y que no son capaces de darse
cuenta de sus errores, de recortar sus textos, son personas que
difícilmente escribirán una buena novela.
El buen escritor tiene que haber sido antes un buen lector.
Escribir bien es un don que se tiene o no se tiene, otra cosa es
que luego ese don se desarrolle y se perfeccione. El don de la
escritura hay que cultivarlo a menudo que escribimos nos vamos
encontrando con una realidad. Cada vez tenemos un mayor manejo de
todo el proceso, una mayor fluidez. Para mejorar tu escritura
necesitas las críticas, pero críticas que sean constructivas que te
aporten algo. Solamente si eres capaz de aceptar esas críticas
estarás siendo en parte un buen escritor. Escribir una novela es
bastante más que ponerse a hacer una narración, es mucho más
complejo que contar una historia. No se trata
solamente de unir frases y palabras se trata de contar algo y
hacerlo de una manera especial de una forma que te caracteriza, se
trata de imprimir tu sello personal y de lectura y relectura cuando
terminamos el manuscrito hay dejarlo reposar un tiempo sin tocar
nada, para después hay que leer, releer, volver a releer y aun así
siempre se encuentran errores en el texto.
Cuando escribimos debemos intentar escribir sobre lo que conocemos.
Como no se puede conocer todo es evidente que un buen escritor debe
documentarse antes de sentarse a escribir. En la imaginación del
escritor cabe un universo entero repleto de historias que esperan a
ser contadas, el escritor lo único que tiene que hacer es saber
mostrarlas para que estas historias cobren vida.
Un tema que podemos abordar es el de la huida. ¿Quién no ha querido
acabar con alguien que no le aportaba nada a su vida? ¿Quién no ha
pensado en terminar con una situación angustiosa que le producía
más negatividad que bienestar y sin embrago era incapaz de tomar
una decisión sobre ello? Aquí tenemos una idea para narrar varias
historias. Contada desde el día a día o desde el recuerdo, en forma
de ese pasado que siempre vuelve. A la hora de escribir debemos
hacerlo para todos los públicos, utilizando un vocabulario
sencillo, un lenguaje ameno. Nuestra lectura tiene que ser como si
llegáramos a casa después de un día duro de trabajo y nos
pusiéramos las cómodas zapatillas de andar por casa. No debemos
escribir solamente para una clase de público entonces estaríamos
alimentando el falso ego, queremos llegar a cuantos más lectores
mejor, nuestros libros deben estar dirigidos a cualquier tipo de
público, no por escribir palabras rimbombantes que suenen con una
grandilocuencia somos más
escritores, al contrario lo único que conseguimos es que el lector
se pierda y eso no nos interesa, queremos que el lector lea con
fluidez. Tenemos el caso de un escritor que siendo premio Nobel
escribe con una fluidez y una sencillez extraordinaria, el premio
nobel de literatura Coetzee. A la hora de escribir una historia
tenemos que tener claro en qué época queremos ambientarla, en que
tiempo queremos que ocurran los hechos, a cuántos personajes vamos
a dar vida en esta historia, ¿qué es exactamente lo que queremos
que ocurra? tenemos que tener claro que es lo que queremos contar
porque si no, nos perdemos y hacemos que el lector también se
pierda.
Si contamos la historia de una persona que está enferma, podemos
escoger una madre que está enferma y espera que su hija acuda a su
encuentro para hacerse cargo de ella, la madre vive en una ciudad y
la hija en otra ciudad distinta, si contamos la misma historia
desde el punto de vista de la madre y después contamos la historia
desde el de la hija veremos que el resultado son dos historias
diferentes pero ahí tenemos ya una historia que contar, algo que
ocurre. Desde el punto de vista de la madre la historia será:
débil, una anciana madre espera esa hija que nunca llega. El punto
de vista de la hija era que hace años que no ve a la egoísta de su
madre. Solo con esas dos premisas madre enferma e hija que no llega
ya podemos contar una historia. Partimos de esa base y tenemos que
enmarcar la historia en un tiempo.
Otra premisa para contar otra historia; antes se morían los viejos
ahora se muere cualquier persona. Ya no se mueren solamente los
viejos, aquí ya tenemos una historia. El tiempo como telón de
fondo. Destacamos en la historia este hecho. En algunos casos el
tiempo es
muy breve, los diferentes caminos pensando en el tiempo que nos
queda, en algunos casos es muy breve.
Para sobre vivir, debes contar historias. Umberto Eco
Una vez que tenemos las historias ya enmarcadas en el tiempo
que
queremos contar y tenemos claros los protagonistas con las
descripciones de dichos protagonistas con las actitudes y las
aptitudes que van a tener, debemos pensar en crear una atmósfera
que envuelva esta historia unas veces será una atmósfera necesaria
de dolor, de sufrimiento donde la palabra muerte o la palabra
tiempo estará muy presente. Otras veces lo hará la palabra verdad
la ambigüedad y otras veces simplemente será un desorden natural y
caótico de la propia vida de los protagonistas. A veces la historia
será tan obvia que sonrojara al mismo lector ya que hay escritores
tan realistas que cuentan historias dónde difícilmente la realidad
supera la ficción.
A veces la soledad puede ser la mayor amiga del escritor, otras
veces necesitaremos el golpeteo del teclado del ordenador.
Hablaremos de la vida del Buscón de Francisco de Quevedo dónde al
leerlo, podemos hacernos las siguientes preguntas cómo es la
apariencia del Buscón dónde está situada la vida del Buscón qué
personas tienen relación con él. Si nos atascamos en un texto
podemos coger un libro leerlo y hacernos todo esto de hacernos todo
de
preguntas seguramente en nuestra cabeza saldrá una historia que
contar. Cuándo tengamos que escribir un párrafo al que queramos dar
más
énfasis en la novela debemos intentar que las oraciones estén
relacionadas entre sí y un párrafo bien redactado se caracteriza
por estas tres cualidades, conseguir que todas las oraciones que lo
forman traten sobre el mismo asunto, coherencia, siendo está el
resultado de que las oraciones relacionadas entre sí siguen un
orden interno sin saltos bruscos, es decir el párrafo tiene que
tener siempre una continuidad siempre y cuando que queramos
enfatizar. En la novela no podemos escribir un párrafo donde de
repente saltamos a una cosa, volvemos a la misma ahí el lector se
pierde y la claridad tenemos que lograr que el mensaje resulte
claro para el lector. El párrafo está formado por una idea central
y varias secundarias que tienen la misión de apoyar a la primera,
cuándo a la hora de escribir un párrafo lo hacemos de esta forma
atrapa mucho más al lector tiene un ritmo en la lectura.
Los niveles del lenguaje coloquial El lenguaje coloquial es el que
utilizamos en nuestras conversaciones
diarias. Lo utilizamos como la lengua propiamente hablada en un
tono de familiaridad, las características del tono coloquial son
entre otras los vulgarismos y regionalismos un ejemplo sería:
hablar de forma vulgar como por ejemplo en un barrio marginal de
cualquier ciudad y en cuanto a los regionalismos sería introducir
en la escritura la forma de hablar con esos tonos de una región, de
cualquier región. En el lenguaje coloquial la presencia de
repeticiones y omisiones, también de palabras y de formas que
serían inadmisibles en un lenguaje correctamente escrito. También
es importante decir que predominan los sustantivos y los verbos. Se
utilizan las comparaciones en exceso y también interjecciones. Al
lenguaje coloquial se le conoce como un lenguaje vulgar. Este tipo
de lenguaje lo encontramos en ambientes de poca formación.
Ejemplo
Voy para allá, espérame. ¿Dónde andabas? Son uña y mugre. Vente pa’
ca. Ponte las pilas. Estuvo de lujo.
Los niveles del lenguaje profesional
El lenguaje profesional para que todos lo entendamos, sería un
lenguaje purista un lenguaje muy muy depurado. Estaríamos hablando
del lenguaje que utilizan los juristas con expresiones donde nos
sentiríamos bastante perdidos como: «suplicatorio Contencioso
Administrativo » « plusvalía » , una de sus características sería
que corresponde a una actividad laboral o profesional del
individuo. Dependiendo de la profesión que tengamos utilizaremos un
vocabulario concreto. Anteriormente hemos visto ejemplos del
lenguaje
El lenguaje literario
El lenguaje literario en este tipo de lenguajes donde el contenido
y la forma tienen la misma importancia y se utiliza para la
creación de: novelas, obras teatrales, epístolas, etcétera sus
principales características son las siguientes la riqueza del
vocabulario teniendo en cuenta la presencia de sinónimos y de
antónimos. La variedad en el plano semántico puesto que el autor se
manifiesta con total libertad no tiene por qué atenerse a ningún
canon establecido. Abundante presencia también de las figuras del
pensamiento y el lenguaje como puede ser la paradoja la antítesis
en símil la metáfora el hipérbaton. Es el lenguaje que utilizan los
escritores. Se pueden introducir giros coloquiales
La percepción La percepción cuando hablamos de recepción estamos
hablando de los
cinco sentidos los cuales nos sirven para describir la percepción
que es un acto reflexivo que nos da mucho juego a la hora de la
escritura gracias a él podemos analizar y valorar dentro del
contexto que elegimos la realidad que estamos observando, la
descripción suele ser una opinión rotunda en forma directa o
indirecta del escritor. Es decir no aporta ninguna garantía,
ninguna prueba de que el objeto es tal como el escritor lo describe
simplemente el escritor describe algo que ve, que siente.
Un mal escritor es alguien cuya vida resulta más interesante que su
obra
Jhon Irving A la hora de describir tenemos que ser muy selectivos
con la
ordenación de los detalles observados, describir no quiere decir
rellenar páginas sino dar información al lector, si esa información
la convertimos en avalancha de palabras lo que hacemos es conseguir
que el lector de nuevo se aburra y se pierda ante tanta información
innecesaria. Todo debe estar organizado, no debemos escribir de
manera atropellada. Que el lector tenga esa información ya que más
adelante nos servirá para llegar a contar en una historia o
simplemente porque queremos que el lector tenga información de lo
que estamos contando; en ese momento nunca se debe abusar de la
descripción incluso si una descripción no aporta nada al texto
debemos de ser lo suficientemente valientes como para ser
conscientes de que ese texto tiene que ser recortado.
Podemos hablar de algo que hemos estado utilizando, en el orden
visual podemos hablar de un olor, cuando describimos un olor
utilizamos el tema olfativo en la narración, podemos describir un
sonido, y aquí vamos a poner un claro ejemplo; « el olor de las
chimeneas impregnaba el ambiente de las calles. Sentí una gran paz
interior contemplando el suelo nevado a mí paso » . Está claro en
estas dos frases que el autor no ha dicho que es invierno pero el
lector puede saberlo porque el escritor ha transmitido una
sensación olfativa y una emoción que permiten reconocer así al
lector. En el texto la persona
que escribe tiene que tener unos recursos muy eficaces con unos
adjetivos y figuras de pensamiento de construcción y de palabra. La
finalidad de la descripción literaria consiste en provocar un
sentimiento o una impresión.
Las técnicas narrativas Hay más voces narrativas pero para empezar
nos centraremos en estas
dos: 1ª persona En la primera persona con el uso del yo utiliza el
narrador y el
protagonista dónde se identifican plenamente con la historia y los
hechos que están contando este vínculo, tan directo con la acción
suelo aumentar el interés del lector ya que le da vida a algo muy
vívido y experimentado personalmente.
3ª persona En la tercera persona se establece una distancia con la
con lo que se
está contando y el autor tiene tres posibilidades donde puede
convertirse en narrador omnisciente es decir puede contar los
elementos de la historia con pleno conocimiento de ellos, siendo
capaz de relatar las acciones de todos los personajes pero también
de llegar hasta el interior de ellos para revelar sus sentimientos
más íntimos. Cuando el autor recurre a la tercera persona que es
más limitada lo hace solo como observador de los hechos el solo es
testigo de lo que ve, pero no conoce las interioridades ni muchos
de los detalles. Cuando el autor cuenta una historia en tercera
persona se habla de narrador testigo y asume él. Dentro de esta de
esta narración tenemos el enfoque narrativo múltiple qué consiste
en narrar una acción desde diferentes puntos de vista, en este caso
el escritor lo que hace, es dar una visión supuestamente objetiva
como si se tratara de una cámara fotográfica.
La acción
En la narración lo cómo se desarrolla como la acción se mueve y
cómo se va transformando a lo largo de la historia que estamos
contando. Para despertar el interés del lector el narrador tiene el
recurso de comenzar contando un resultado para después relatar los
hechos que condujeron a él y aquí tenemos un claro ejemplo de éxito
garantizado ese ejemplo es la novela crónica de una muerte
anunciada de Gabriel García Nobel Gabriel García Márquez empieza
como con tan empieza contando como fusilan a coronel Buendía y de
ahí ya narra toda su historia cuando lector abre el libro ya sabe
que lo van a fusilar lo que no sabes nada de esa persona el lector
empieza y termina el libro exactamente igual mesa técnica de
escritura prácticamente es magia.
Los personajes
Para crear los personajes tenemos que tener claras tres cosas que
son a mi modo de ver fundamentales; conocer a cada personaje, para
eso podemos utilizar el método de las fichas que he descrito con
anterioridad. Anotaremos el nombre de cada personaje, su apariencia
física, sus manías su forma de ser. Es importante conocer muy bien
a todos y cada uno de los personajes y utilizar una forma acertada
de diálogo. No habla igual una persona joven que está estudiando y
no le daremos los mismos diálogos que una persona mayor que ya
tiene una cierta madurez. Hay que estudiar muy bien a los
personajes.
Hay otros principios de narración que suelen ser el resultado de un
esfuerzo creativo. Es preferible un comienzo directo ya que los
rodeos inútiles o las explicaciones largas no contribuyen a
interesar al lector, solo conseguiremos que deje la lectura del
libro que tiene entre manos. Los retratos de los personajes, así
como las descripciones de ambientes, los diálogos o los recursos
estilísticos dan color y vivacidad a lo que escribimos. No nos
conviene una narración pura, tenemos que dar al lector rasgos de
estos personajes y de estas descripciones de ambientes qué es lo
que le dan al texto una viveza. Hay que tener sinceridad por parte
del escritor, no temer nunca compartir una emoción a la hora de
escribir un sentimiento o una impresión.
Un consejo muy útil a la hora de escribir es procurar escribir solo
de lo que realmente se conoce. Está claro que si queremos ambientar
nuestra novela, debemos documentarnos mucho para que la historia
que contemos sea todo lo más veraz posible. Debemos ser coherentes
en todo lo que escribimos.
El diálogo El diálogo reproduce una conversación sostenida por dos
o más
interlocutores. Los personajes se hacen más reales por decirlo de
alguna manera, cobran vida. En una novela donde haya diálogo la
lectura se hace más más dinámica. A la hora de escribir un diálogo
tenemos que tener cuidado con no escribir un diálogo lineal, es
decir; Él le dijo ven conmigo.
Ella se lo pensó y al final le dijo; Si iré contigo el resto de mi
vida. Es un diálogo ausente de toda emoción con lo cual, lo único
que vamos a conseguir es que el lector, no se crea bien la
historia. Los diálogos también hay que trabajarlos. Para que un
diálogo esté bien escrito y sea creíble lo más lógico lo más normal
es escribir: Él le dijo: Ven conmigo-. Después de mucho tiempo
sopesando aquella idea, ya que sabía que de alguna forma, la
decisión que ella tomara cambiaría para siempre sus vidas. Ella se
lo pensó y al final le contestó que sí mientras sus labios
temblaban y en sus ojos unas lágrimas asomaron. Iré siempre
contigo. El resto de mi vida. Le contestó dando un hondo respiro a
modo de alivio, al escuchar unas palabras que jamás pensaba que
escucharía de sus labios. En el segundo caso lo único que hacemos
es darle vida a los personajes acercar más al lector y darle
credibilidad a la historia. Hacer que los personajes se conviertan
casi casi en carne hueso.
Hay que tener cuidado con los libros y lo que hay dentro de ellas,
ya que las palabras tiene el poder de cambiarnos.
Cassandra Clare
Errores muy comunes
Nuestro idioma es dinámico y a veces escurridizo tenemos que tener
mucho cuidado de no caer en errores que ni siquiera están bien
vistos coloquialmente.
Vamos a ver algunos de ellos: Ese alma por esa alma. Es muy fácil
caer en la trampa de escribir ese alma cuando lo correcto
sería decir: esa alma. Los dequeísmos son errores tan frecuentes en
nuestro día a día…
vamos a citar un ejemplo de lo que no se debe decir: te acuerdas de
que... Para nada es correcto. Lo correcto es decir: Te acuerdas
que... Otro error en nuestra forma de hablar es: « delante mío » ,
cuando lo
correcto sería decir: « delante de mí » . Dentro de los errores que
encontramos al hablar y que sin darnos cuenta, los llevamos a
nuestra forma de escribir tenemos que saber que aunque dos palabras
se pueden utilizar debemos elegir siempre la más elegante. Un claro
ejemplo sería:
¿Club o Clubes? Elegiremos las dos ya que ambas se pueden decir, la
que quede más elegante en nuestro texto, la que nos resuene mejor
es la que escogeremos. Como hemos mencionado ya en alguna parte del
libro, debemos evitar los verbos pobres que son los terminados en:
ente.
Un claro ejemplo sería: claramente, rápidamente o velozmente. En
vez de colocar estos verbos lo adecuado es explicar la situación y
la acción del verbo. De esta forma damos una información al lector
y la sensación de saber muy bien lo que estamos contando.
Los libros contienen en su interior la sabiduría recopilada de la
humanidad, el conocimiento colectivo de los pensadores del mundo,
la diversión y la excitación construida por la imaginación de la
gente brillante. Los libros contienen humor, belleza, ingenio,
emoción, pensamiento y de hecho, toda la vida. La vida sin libros
está vacía.
Isaac Asimov
Leer el texto cuando se ha terminado de escribirlo ayuda, pero no
tanto
como imaginamos. Hay que dejarlo reposar y no es exagerado decir
que durante un mes a tres meses, es el tiempo que el propio
escritor necesita para desconectar. Ese tiempo en algunos
escritores es indeterminado y distinto para cada escritor. Al
retomar el texto se lee de nuevo pero esta vez con otros ojos y,
somos capaces de ver errores que se nos habían pasado inadvertidos
en el proceso de su redacción. No es verdad que los escritores
famosos no necesitan ninguna corrección, en sus textos ni siquiera
ellos se salvan.
La fase de corrección es aburrida y soporífera. Si hablamos de
revisión tenemos que decir que hay tres frases: lectura, análisis y
modificaciones. La revisión de la fase de la estructura es la
parten donde revisaremos la coherencia. En la segunda fase haremos
una revisión funcional y en la tercera haremos una revisión formal.
Es en esta última parte donde revisaremos el lenguaje utilizado y
el efecto que se consigue con él. Para la primera revisión que es
la lectura del texto, lo haremos con ojos de lector es decir, una
lectura sin prisa ni
pausa donde intentaremos disfrutar de la historia, sin prestar
atención a otros aspectos en la revisión funcional. Haremos una
nueva lectura pero esta vez, no la veremos con los ojos de un
lector, sino con los ojos de un crítico. Trataremos de ver los
detalles y el lenguaje que tienen los personajes, la trama, entre
otras las particularidades del texto con las consiguientes
modificaciones que resulten oportunas. Por último leeremos nuestro
texto sabiendo que, tenemos que quitar todo lo que no sirva para
nada, lo que no diga nada, no debemos tener miedo de quitar ningún
párrafo, debemos pulir nuestro texto hasta que haya mejorado y
tenga una calidad literaria que poder ofrecer al lector.
El trabajo y el ocio son dos momentos de la creación Proust Un
libro tiene que ser un bueno, esa debe ser nuestra intención
cuando
lo escribimos. Hacerlo lo mejor que podamos y para ello lo mejor es
pensar en qué tipo de libro nos gustaría leer. A la hora de
sentarnos a escribir podemos escribir lo que nosotros llevemos en
nuestro interior o mirar antes que escribe la competencia,
cualquiera de las dos opciones es muy respetable. Tenemos que
seducir a nuestros futuros lectores.
También debemos tener muy claro nuestras acciones de promoción en
este sentido, es decir tenemos que tener muy claro: el precio del
libro, la fecha de salida y la promoción.
Ejercicios
Escribe sobre algo trágico que te haya ocurrido alguna vez, como
por ejemplo un robo, que te hayan echado a ti la culpa de algo que
no has hecho. Escribe sobre algún compañero de colegio que hace
mucho tiempo no ves. Habla de cómo era el barrio donde naciste, de
cómo recuerdas a las personas que vivían en él y con las que tú te
rodea vas. Escribe un relato breve dónde te encuentres en una
cabaña de madera o en una casa en el campo y donde tengan especial
relevancia una chimenea, una taza de humeante café, y el olor
a
leña de la chimenea. Escribe algo que podía haber pasado en tu
época de juventud y que podría haber hecho que tu vida hoy en día
fuese diferente. Escribe sobre algo que perdiste y hacía tiempo que
estabas buscando, algo que ya dabas por perdido y que sin embargo
nunca olvidaste. Hoy te has enterado que el hombre de tu vida se va
a casar con otra, a partir de esta premisa desarrolla una historia
que podría tener diferentes finales. ¿Irías a hablar con él para
que no se casara? O por el contrario ¿le dejarías que siguiera su
camino libremente puesto que ya no tienes ningún vínculo emocional
y afectivo con él? Escribe sobre una escena familiar como si del
Ulises de Joyce se tratara y describe el momento en que dices algo
de lo que inmediatamente después de haberlo dicho te has
arrepentido y describe que provoca esa esa situación en las
personas que te rodean las personas que están contigo en ese
momento. Escribe sobre la primera muerte que recuerdes y sobre la
más reciente y cuenta en ambos casos la diferencia que hay entre
ellas. Cómo será tu ciudad dentro de muchos años describe una
ciudad futurista. Qué es la peor cosa que te podría pasar en la
vida, describe cómo te sentirías. Que sería y de qué forma
afectaría a las personas que te rodean después, haz la descripción
al contrario. Qué es lo mejor que te podría pasar en la vida. Vas
caminando por un callejón es madrugada te has quedado sola porque
tus amigas o amigos siguen en una fiesta donde tú no has
querido estar, pero tú tienes que marcharte porque tienes que
llegar antes a casa. Caminas por esa calle en mitad del silencio de
la noche y se escucha el eco de unos pasos, mientras tú caminas.
Pasos que pisan el asfalto y, de repente escuchas otro ruido
distinto a tus pisadas, describe lo que está sintiendo en ese
momento.
¡Gracias! Gracias por el tiempo que le has dedicado a leer mi
libro