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“EL CAFÉ DE LOS VIERNES” Desde este blog, me dispongo a proponer una actividad muy interesante, tal vez porque personalmente para mí lo fue, pero fuera del contexto personal me atrevo a decir que si esta actividad se llevase a cabo en los colegios actuales, la educación, motivación, y alegría de esos centros mejoraría de manera gratificante. Esta actividad extraescolar que yo propongo se llama “El café de los viernes”. Se trata de una actividad que se realizará las dos últimas horas del último día lectivo de la semana. En mi caso, es una de las actividades que siempre recuerdo de mi colegio con mucho anhelo. Nosotros teníamos clase por la mañana, después íbamos a comer a casa, y más tarde volvíamos al colegio. Esto una jornada agotadora, pero aun así las dos últimas horas de cada viernes eran las más esperadas de la semana. Cada viernes le tocaba a un ciclo asistir a ese “café”. Un viernes le tocaba a los de infantil, otro a los de 1ºy 2º de primaria, otro a los de 3º y 4º... y así sucesivamente nos íbamos rotando. Esta actividad consistía en hacernos olvidar la agotadora semana, tanto a alumnos como maestros, y adentrarnos así en el relax del fin de semana. Siempre se realizaba en el hall de la entrada del colegio, y nos disponíamos a sentarnos como viendo el cine, todos en filas de sillas contemplando al “invitado/a”. Este era invitado a un café que compartía con los profesores, y director (de ahí el nombre “café de los viernes”)

Café de los viernes

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Page 1: Café de los viernes

“EL CAFÉ DE LOS VIERNES”

Desde este blog, me dispongo a proponer una actividad muy interesante, tal vez

porque personalmente para mí lo fue, pero fuera del contexto personal me atrevo a

decir que si esta actividad se llevase a cabo en los colegios actuales, la educación,

motivación, y alegría de esos centros mejoraría de manera gratificante. Esta actividad

extraescolar que yo propongo se llama “El café de los viernes”.

Se trata de una actividad que se realizará las dos últimas horas del último día lectivo de

la semana.

En mi caso, es una de las actividades que siempre recuerdo de mi colegio con mucho

anhelo. Nosotros teníamos clase por la mañana, después íbamos a comer a casa, y más

tarde volvíamos al colegio. Esto una jornada agotadora, pero aun así las dos últimas

horas de cada viernes eran las más esperadas de la semana.

Cada viernes le tocaba a un ciclo asistir a ese “café”. Un viernes le tocaba a los de

infantil, otro a los de 1ºy 2º de primaria, otro a los de 3º y 4º... y así sucesivamente

nos íbamos rotando. Esta actividad consistía en hacernos olvidar la agotadora semana,

tanto a alumnos como maestros, y adentrarnos así en el relax del fin de semana.

Siempre se realizaba en el hall de la entrada del colegio, y nos disponíamos a

sentarnos como viendo el cine, todos en filas de sillas contemplando al “invitado/a”.

Este era invitado a un café que compartía con los profesores, y director (de ahí el

nombre “café de los viernes”)

Page 2: Café de los viernes

Nuestros invitados solían ser personajes del pueblo. Bien recuerdo “el café de los

viernes” que nos visito Pilar, una mujer del pueblo, madre de familia, ama de casa... y

con una increíble voz; ella nos contó como era su vida, y nos cantó canciones,

recuerdo que una de las canciones fue la de Titanic (los niños también participábamos

con preguntas y sugerencias). También recuerdo el día que fue mi abuelo a enseñarnos

a todos como era la vida del campo y todas las herramientas antiguas que el guardaba,

como se utilizaban, y las manualidades que él hacía. Los demás niños decían: “!Mira, el

abuelo de Alicia!, y yo me sentía orgullosísima de él. Pero no sólo eran personas del

pueblo las que iban; los alumnos también éramos a veces los propios “invitados” (está

claro que el director no nos ofrecía café, si no alguna chocolatina, un libro, u otro

regalito); recuerdo un café de los viernes que iba sobre actuaciones de los alumnos, y

yo baile la canción de “Mayonesa”, otros imitaban a los “Black Street Boys, otros

hacían teatrillos, otros tocaban instrumentos, etc.

Una vez que el director del colegio se jubiló, los cafés de los viernes se perdieron, y

quedaron en los recuerdos de todos los alumnos que lo vivimos. Muchas veces,

hablando con mis amigas, recordamos ¿te acuerdas de aquel café de los viernes

cuando…? y ¡de veras que nos acordamos!

Por eso pienso que esta es una actividad muy interesante que se podría incluir en las

actividades extraescolares de un colegio, es entretenida, motivadora y muy didáctica.

Además de hacer trabajar la memoria, pues son cosas que no se olvidan… y si no que

me lo digan a mí.

Mª ALICIA DEL PUERTO HINIESTO.

2ºA Magisterio de Primaria