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INTRODUCCIÓN En este capítulo, dedicado a la estimulación eléctrica cortical (EEC), se pretende describir los principios teóri- cos y prácticos que definen el uso de esta técnica como instrumento para el estudio de la representación de las funciones cognitivas en la corteza cerebral. Aunque se hará puntual referencia a avances deriva- dos de la investigación animal, los principales hallazgos derivados de esta técnica, así como su desarrollo, se han cimentado en su uso clínico. La EEC es actualmente el procedimiento de elección en neurocirugía humana cuando es necesario realizar un mapeo funcional de áreas de la corteza que pueden ser afectadas durante el proce- dimiento quirúrgico. Para repasar los orígenes de la EEC debemos re- montarnos a finales del siglo XVIII, cuando dos investiga- dores italianos establecieron una discusión sobre la cual se cimentó el posterior desarrollo y avance de las téc- nicas de estimulación bioeléctrica. Mientras Luigi Gal- vani trabajaba en su laboratorio descubrió que las extre- midades inferiores de una rana se movían cuando sus músculos se situaban en contacto con dos metales con- ductores. Galvani pensó que este efecto era el resultado de la presencia de corrientes eléctricas internas en di- chas extremidades. Alessandro Volta rebatió la interpre- tación de Galvani apuntando que dos metales en con- tacto a través de una solución salina podían generar una corriente por sí mismos (primera pila de Volta) por lo que los músculos de la rana, que Galvani pensa- ba actuaban como generadores, en realidad se limita- ban a actuar como conductores de la corriente. Galvani decidió persistir en su posición demostrando poco más tarde que un nervio seccionado en contacto con un músculo también era capaz de provocar contracciones por lo que el nervio debía de portar algún tipo de co- rriente eléctrica. No fue hasta finales del siglo XIX cuando se empezó a vislumbrar el potencial de esta técnica de estimulación eléctrica para mapear la corteza cerebral y sus funciones. Así, en 1870, Gustov Frisch y Eduard Hitzig observaron cómo la estimulación eléctrica de ciertas zonas de la cor- teza cerebral de un perro producía movimientos desor- denados de sus extremidades. Tuvo que pasar casi un si- glo hasta que en 1950 los trabajos de Penfield, Rasmussen y Jasper demostraran que la EEC realizada en la sala de operaciones podía ser utilizada para localizar centros corticales relacionados con el lenguaje (1,2). Desde en- tonces la EEC se ha perfeccionado y erigido como el pro- cedimiento de elección o gold standard usado para el ma- peo cortical en pacientes candidatos a neurocirugía. Son numerosos los centros que a nivel mundial realizan estos estudios de estimulación en un contexto clínico cuando se sospecha que un procedimiento neuroquirúrgico pue- de afectar funciones sensoriales, motoras o cognitivas. La experiencia acumulada por estos centros y los hallaz- gos descritos derivados de la EEC han permitido definir en gran parte nuestro conocimiento sobre la topografía funcional de la corteza cerebral. En este capítulo se repa- sarán algunos de esos hallazgos así como los condicio- nantes técnicos y teóricos asociados a esta técnica. ASPECTOS TÉCNICOS Y METODOLÓGICOS INSTRUMENTACIÓN Simplificando, el procedimiento de EEC requiere de un estimulador (o fuente de la corriente eléctrica), dos puntos de contacto (o electrodos) por los cuales fluye la corriente y el tejido a estimular (en este caso la corteza cerebral). Por supuesto el hecho de que este procedi- 12 ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA CORTICAL E. Martínez Castillo y A. C. Papanicolaou © Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Cap. 12 - Estimulación Eléctrica Cortical

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Neurociencia. Neuroimagen. Técnicas.

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  • INTRODUCCIN

    En este captulo, dedicado a la estimulacin elctricacortical (EEC), se pretende describir los principios teri-cos y prcticos que definen el uso de esta tcnica comoinstrumento para el estudio de la representacin de lasfunciones cognitivas en la corteza cerebral.

    Aunque se har puntual referencia a avances deriva-dos de la investigacin animal, los principales hallazgosderivados de esta tcnica, as como su desarrollo, se hancimentado en su uso clnico. La EEC es actualmente elprocedimiento de eleccin en neurociruga humanacuando es necesario realizar un mapeo funcional de reasde la corteza que pueden ser afectadas durante el proce-dimiento quirrgico.

    Para repasar los orgenes de la EEC debemos re-montarnos a finales del siglo XVIII, cuando dos investiga-dores italianos establecieron una discusin sobre la cualse ciment el posterior desarrollo y avance de las tc-nicas de estimulacin bioelctrica. Mientras Luigi Gal-vani trabajaba en su laboratorio descubri que las extre-midades inferiores de una rana se movan cuando susmsculos se situaban en contacto con dos metales con-ductores. Galvani pens que este efecto era el resultadode la presencia de corrientes elctricas internas en di-chas extremidades. Alessandro Volta rebati la interpre-tacin de Galvani apuntando que dos metales en con-tacto a travs de una solucin salina podan generaruna corriente por s mismos (primera pila de Volta)por lo que los msculos de la rana, que Galvani pensa-ba actuaban como generadores, en realidad se limita-ban a actuar como conductores de la corriente. Galvanidecidi persistir en su posicin demostrando poco mstarde que un nervio seccionado en contacto con unmsculo tambin era capaz de provocar contracciones

    por lo que el nervio deba de portar algn tipo de co-rriente elctrica.

    No fue hasta finales del siglo XIX cuando se empez avislumbrar el potencial de esta tcnica de estimulacinelctrica para mapear la corteza cerebral y sus funciones.As, en 1870, Gustov Frisch y Eduard Hitzig observaroncmo la estimulacin elctrica de ciertas zonas de la cor-teza cerebral de un perro produca movimientos desor-denados de sus extremidades. Tuvo que pasar casi un si-glo hasta que en 1950 los trabajos de Penfield, Rasmusseny Jasper demostraran que la EEC realizada en la sala deoperaciones poda ser utilizada para localizar centroscorticales relacionados con el lenguaje (1,2). Desde en-tonces la EEC se ha perfeccionado y erigido como el pro-cedimiento de eleccin o gold standard usado para el ma-peo cortical en pacientes candidatos a neurociruga. Sonnumerosos los centros que a nivel mundial realizan estosestudios de estimulacin en un contexto clnico cuandose sospecha que un procedimiento neuroquirrgico pue-de afectar funciones sensoriales, motoras o cognitivas.La experiencia acumulada por estos centros y los hallaz-gos descritos derivados de la EEC han permitido definiren gran parte nuestro conocimiento sobre la topografafuncional de la corteza cerebral. En este captulo se repa-sarn algunos de esos hallazgos as como los condicio-nantes tcnicos y tericos asociados a esta tcnica.

    ASPECTOS TCNICOS Y METODOLGICOS

    INSTRUMENTACINSimplificando, el procedimiento de EEC requiere de unestimulador (o fuente de la corriente elctrica), dospuntos de contacto (o electrodos) por los cuales fluye lacorriente y el tejido a estimular (en este caso la cortezacerebral). Por supuesto el hecho de que este procedi-

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    ESTIMULACIN ELCTRICACORTICAL

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  • miento tenga una clara vocacin clnica ha ayudado amejorar aquellos aspectos (materiales, de procedimien-to y parmetros de estimulacin) que reducen el riesgopara los pacientes.

    EstimuladoresEl estimulador es el equipo utilizado para generar y pre-sentar los estmulos elctricos. Si bien hay distintos tiposde estimuladores como regla general, y por razones deseguridad, se deben de emplear estimuladores que gene-ren pulsos a una corriente constante y no a un voltajeconstante. Los estimuladores de voltaje constante man-tienen un voltaje (V) constante entre electrodos, varian-do la corriente (C) en relacin con la resistencia (R), deacuerdo a la ley de Ohm (V = CR). Cuando se utiliza unestimulador de corriente constante, la forma de los pul-sos de corriente permanece ms constante y la efectivi-dad de los pulsos presentados no vara dependiendo dela resistencia del tejido si sta es uniforme en todas las di-recciones alrededor del electrodo. Hay que tener encuenta que la resistencia del tejido cerebral puede variardebido al desarrollo de la gla, edema, perfusin, infec-cin y otros aspectos.

    La mayora de los instrumentos de EEC presentanpulsos rectangulares, lo cual facilita ser ms preciso a lahora de definir la duracin e intervalo de dichos pulsos.

    ElectrodosLos electrodos empleados durante la EEC son general-mente de platino puesto que este material aporta mayorseguridad al proceso. Los electrodos de platino tienenmenos tendencia que los de acero inoxidable a depositariones cuando la corriente elctrica circula a travs deellos. Asmismo, el platino no es un material ferromag-ntico por lo que permite realizar estudios de imagen deresonancia magntica despus de ser implantados, locual sirve para documentar la posicin de los electrodosen aquellos estudios extraoperatorios.

    La disposicin de estos electrodos puede ser muy va-riada, desde unas tiras (o strips) de 2 a 8 contactos de pla-tino-iridio o acero inoxidable, a mantas (o grids) rectan-gulares o cuadradas de 8 a 64 contactos, en forma demantas o redes envueltas en una fina capa transparentede plstico inerte, flexible y transparente como el silastico el tefln. Los contactos suelen tener unos 4 mm de di-metro (pueden variar entre 2-5 mm) y, desde su centro,estn separados 1 cm (fig. 12-1).

    TIPO DE SEAL Y SUSTRATO FISIOLGICOLas neuronas de la corteza cerebral son clulas excita-bles que responden a estmulos que desencadenan cam-bios en el potencial elctrico de reposo, originando im-pulsos nerviosos que pueden conducirse a travs delargas distancias. En reposo, el potencial de membranade una neurona es negativo; por ejemplo, en una neuro-

    na motora es de 70 mV tpicamente. La concentracinextracelular de iones Na- y Cl- es ms elevada que la intra-celular. La estimulacin elctrica cambia el potencial demembrana, volvindolo menos negativo, es lo que cono-cemos como despolarizacin. Si el grado de despolariza-cin supera el nivel umbral crtico se genera un impulsonervioso o potencial de accin, durante el cual el poten-cial de membrana se vuelve rpidamente positivo pararegresar a su negatividad. La causa del potencial de ac-cin es un cambio en la permeabilidad de la membranaa los iones Na- y K+. Conforme se incrementa el potencialde membrana (se vuelve ms positivo) ms all del nivelumbral crtico ocurre un rpido incremento en la per-meabilidad de la membrana a los iones de Na-, causadopor la apertura de los canales de sodio en la membrana.El rpido flujo de sodio hacia el interior de la neuronacontina hasta que el potencial de membrana se acercaal potencial de equilibrio de los iones Na-, despus de lo

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    Fig. 12-1. Fotografa de diversos electrodos subdurales ysus conectores, usados durante la estimulacion cortical.Como puede observarse, los electrodos estn agrupados (en tiras ymantas) con el fin de facilitar el estudio de reas ms o menos ex-tensas de la corteza. Con frecuencia, intraoperatoriamente, se uti-lizan tiras de electrodos (arriba a la izquierda) que, si es necesario,pueden ser deslizadas dentro de surcos cerebrales con el fin deevaluar distintas funciones. Las redes o mantas con mayor nmerode electrodos (imagen inferior) son generalmente implantadascuando se pretende cubrir y evaluar de forma extraoperatoria zo-nas ms amplias de la superficie cortical.

  • cual los canales sodio comienzan a cerrarse. Al mismotiempo, la permeabilidad de la membrana a los iones K+

    se incrementa antes que la neurona vuelva al nivel de re-poso, con lo que se incrementa el movimiento de los io-nes K+ hacia el exterior de la neurona, restaurando deesta forma el potencial de membrana a su valor negativo.Cuando esta parte de la membrana alcanza el reposo, losgradientes de concentracin inicos originales se restau-ran por medio de la energa consumida por la bomba desodio.

    El proceso que se acaba de describir se repite en laspartes adyacentes de la membrana, permitiendo la con-duccin del potencial de accin a lo largo del axn. Elprincipio que rige el uso de la estimulacin elctricacomo tcnica de mapeo cortical se cimienta en el hechode que la estimulacin elctrica inhabilita a las neuronaspara despolarizarse, incapacitndolas para mediar en lafuncin evaluada. La estimulacin elctrica sobre unazona concreta de la corteza cerebral genera una serie decambios inhibitorios y/o excitatorios tanto a nivel neu-ronal regional como en las fibras de proyeccin. El efec-to inhibitorio o excitatorio puede ser local o propagarsea otras zonas distantes (3). Esta caracterstica dificultatanto la interpretacin como la prediccin de los efectosde la estimulacin puesto que pueden ser producidospor zonas lejanas al punto estimulado.

    PARMETROS DE ESTIMULACIN Y RIESGO DE DAO CORTICALLos lmites de la fuerza del estmulo utilizado en situa-ciones de mapeo funcional estn marcados por el poten-cial riesgo de infringir dao cortical. Existen varios me-canismos de dao cerebral causado por estimulacinelctrica los cuales incluyen: la acumulacin de iones(polarizacin), hidrlisis de agua o sobrecalentamiento(4). El uso de estmulos bifsicos minimiza el riesgo de lapolarizacin pero no protege contra los otros mecanis-mos, siendo siempre recomendable utilizar la intensidadde estmulo mnima necesaria para provocar la respues-ta (5). En contexto clnico, el mapeo cortical se efectamediante estimulacin elctrica bipolar presentandopulsos bifsicos a travs de pares de electrodos adyacen-tes en frecuencias altas (en torno a 50/s). Generalmentela estimulacin se inicia a amplitudes bajas (1-3 mA), y seincrementa paulatinamente hasta producirse un cambiofuncional que podamos replicar (p. ej., bloqueo en la re-peticin de palabras). Si esos cambios conductuales nose producen y se alcanzan amplitudes que pueden incre-mentar el riesgo de dao cortical, se detiene la estimula-cin de esa rea y se asume que esa zona no es necesariapara realizar las funciones evaluadas. Generalmente laestimulacin se mantiene entre 1 mA y un mximo de 15o 16 mA.

    Es relativamente frecuente que la EEC desencadenedescargas secundarias de morfologa epileptiforme (af-

    terdischarges). Estas descargas son crisis electrofisiolgicassecundarias a la estimulacin y pueden derivar en unacrisis epilptica. Ciertos estudios han indicado que pue-den ser detenidas presentando nuevamente en la zonapulsos breves de estimulacin (6). No son un fenmenopeligroso aunque invalidan en gran parte la interpreta-cin de un ensayo puesto que cualquier sntoma puedeser debido a la estimulacin del rea delimitada por loselectrodos o a la propagacin de la actividad a zonas dis-tantes difcilmente predecibles.

    Es conveniente dejar pasar entre 20 y 30 s despus deestimular cada par de electrodos con el fin de recuperarun estado basal de estimulacin.

    Durante el mapeo cortical generalmente se presen-tan pulsos bifsicos a alta frecuencia (en torno a 50/s)en bloques que pueden variar de 3 a 8 s de duracin (fi-gura 12-2).

    Aspectos como la intensidad, la duracin, la carga yla energa de cada pulso pueden ser ajustados segn di-ferentes factores. As cuanto menor sea el dimetro delos electrodos usados, mayor debe de ser la densidad dela carga y energa presentada. La excitacin neuronal,en cualquier caso, depende de la distribucin de la cargaelctrica en el tiempo. La carga necesaria para excitar lasneuronas es mayor cuanto mayor es la duracin de lospulsos, debido a la relacin directa entre intensidad yduracin del pulso. Debido a ello, el ratio excitacin/da-o es mayor cuando se utilizan pulsos cortos. La mejorevidencia de que la estimulacin es adecuada es la estabi-lidad de los umbrales para replicar los mismos efectos.Ya de por s, el uso de electrodos subdurales implantadospara el mapeo funcional acarrea ciertos riesgos. Menin-gitis, infecciones seas, hipertensin intracraneal y he-matoma subdural o intraparenquimatoso son complica-ciones que pueden aparecer y que han sido descritas enun considerable porcentaje de pacientes (1-4%).

    Resumiendo, la forma ms eficiente de estimulacinextracelular es mediante un pulso rectangular de co-rriente negativo. La estimulacin catdica es ms efecti-

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    Fig. 12-2. Representacin de los diversos parmetros invo-lucrados en un procedimiento de estimulacin bifsica.

  • va y tambin ms segura que la andica. Asimismo, la re-lacin excitacin/dao se incrementa para aquellos pul-sos con una fase de incremento ms rpida. Los pulsosde duracin corta tienen varias ventajas sobre los de lar-ga duracin. La implantacin de electrodos subduralespara realizar el mapeo extraquirrgico puede generarcomplicaciones que deben ser evaluadas por el pacientey sus familiares.

    RELACIN Y PROPORCIN ENTRE ESTMULO Y RESPUESTALas respuestas provocadas por la EEC pueden ser poten-ciales de accin, potenciales postsinpticos, potencialesevocados (PE) respuestas electromiogrficas o respuestasconductuales (movimientos, sensaciones o cogniciones).Las respuestas conductuales pueden cuantificarse por lafuerza o amplitud de los movimientos o por el nmerode respuestas registradas.

    Una vez que la respuesta est definida, se elige unavariable del estmulo y se inicia un experimento paraajustar la intensidad. La figura 12-3 presenta las posiblesrelaciones entre la intensidad del estmulo y la respuestagenerada. Un resultado comn es la falta de respuesta ala estimulacin incluso cuando la intensidad se incre-menta (lnea a). Un resultado sencillo pero imposible se-ra una relacin escalar como la que representa la lneab (y = ax), en el que todos los incrementos en intensidadproducen el mismo incremento en la respuesta. Esto esimposible puesto que toda conducta requiere de un m-nimo de intensidad de estimulacin, esto es, de un um-bral. Al mismo tiempo la respuesta conductual no puedeincrementarse infinitamente sino que es limitada. Estelmite o techo hace que la lnea c, que presenta una rela-cin lineal (y = ax + b) igualmente imposible. La mayorade las relaciones entre el input (o estmulo) y el output (orespuesta) tienen la forma de las lneas d, e y f. Una for-ma como la de la lnea d es el resultado de un umbral yun efecto techo. En algunos casos, niveles de estimula-cin altos pueden reducir el efecto de la estimulacincomo queda definido en la lnea e. Y a veces, la estimula-cin puede inhibir una respuesta ya presente de formaespontnea en el sujeto, como indica la lnea f.

    ESTIMULACIN EXTRAOPERATORIA E INTRAOPERATORIATal y como hemos descrito anteriormente, la EEC es unprocedimiento clnico prequirrgico dirigido a reducirel riesgo de morbilidad funcional secundario a la opera-cin (biopsia o reseccin). As, en este contexto, el prin-cipal objetivo de la EEC no es el de encontrar qu reacortical es responsable de cierta funcin (lenguaje, so-mestesia, etc.) sino predecir el efecto de la ciruga encierta rea sobre cierta funcin. Por tanto, el rea corti-cal que se evala durante la EEC suele coincidir inicial-mente con el rea que se pretende evacuar quirrgica-mente. Si la EEC no demuestra interrumpir ningunafuncin en el rea que se planea evacuar, generalmentese detiene la evaluacin puesto que el principal propsi-to de la EEC se ha cumplido y se inicia la operacin.

    La EEC puede llevarse a cabo de forma intraopera-toria o extraoperatoria. Es decir, en la misma sala deoperaciones durante la sesin quirrgica que conlleva lareseccin del tejido diana (p. ej., foco epileptognico,tumor o malformacin arteriovenosa) o bien das antes,tras la implantacin de electrodos, y frecuentemente enla misma habitacin donde el paciente descansa en elhospital. Esta opcin permite realizar la EEC en un con-texto ms relajado sin las limitaciones de tiempo y espa-cio propias de la sala de operaciones.

    Generalmente la EEC extraoperatoria es ms utiliza-da en sujetos jvenes y/o epilpticos en los cuales im-plantar electrodos subdurales o profundos das antes a laciruga aporta no slo la posibilidad de mapear funcio-nes cognitivas sino tambin permite delimitar con mayordetalle las estructuras responsables de la actividad epilp-tica (probable diana de la ciruga). Para ello, se realizauna operacin inicial en la cual tras la craneotoma se im-plantan los electrodos (generalmente varias mantas) cu-briendo aquellas zonas de la corteza que se van a evaluar(que suelen solaparse con el rea de extirpacin durantela ciruga).

    Existen algunas diferencias tanto de carcter tcnicocomo prctico entre los dos mtodos de mapeo. Los elec-trodos empleados durante la estimulacin intraoperato-ria suelen ser ms pequeos permitiendo mayor preci-sin espacial. El procedimiento extraoperatorio puede

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    Figura 12-3. Relaciones estmulo-respuesta. Las re-laciones lineal (b) y escalar (c) son relativamente inusuales.Relaciones como las definidas por las lneas d, e y f son lasms comunes, en las que la intensidad de las respuestasno es proporcional al grado de excitacin neuronal.

  • planearse con antelacin y ejecutarse sin las restriccionesque la ciruga conlleva. Alternativamente, el mapeo in-traoperatorio permite tomar decisiones in situ y colocarel electrodo sobre la superficie cortical de formal ptimamientras que los electrodos implantados pueden propor-cionar falsos negativos debido a estar posicionados inco-rrectamente sobre arterias o venas. Otra de las ventajasde la EEC intraoperatoria es la posibilidad de deslizar loselectrodos dentro de los principales surcos y evaluar di-rectamente no slo los efectos de estimular sobre la cir-cunvolucin sino sobre las caras internas de las principa-les fisuras (principalmente de Silvio e interhemisfrica).

    Hay que tener en cuenta que durante el mapeo in-traoperatorio el paciente se encuentra en una situacinincmoda que debe ser capaz de manejar bajo las ins-trucciones del personal quirrgico. Aunque inicialmen-te se seda al paciente con el fin de proceder a la aperturadel crneo, una vez retirado el hueso del crneo y ex-puesta la superficie del cerebro al acceso del neurociru-jano, se reduce la dosis de sedante (generalmente propo-fol, remifentanilo e isoflurano) y se despierta al paciente. Lacolaboracin del paciente en estado de alerta es necesa-ria puesto que durante el procedimiento debe respon-der a distintos estmulos presentados e informar sobrecualquier sensacin o efecto de la estimulacin que pue-da percibir (especialmente durante el mapeo de funcio-nes sensoriales somestsicas y visuales). Esto frecuente-mente imposibilita realizar estos estudios en nios ypacientes incapaces de colaborar. Una vez que la EEC hasido realizada y se dispone de la informacin funcional,se vuelve a sedar al paciente con el fin de finalizar el pro-ceso quirrgico sobre el tejido diana. Este procedimien-to es siempre largo y delicado. Tanto el proceso quirr-gico como la evaluacin de informacin obtenida in siturequieren de profesionales altamente especializados(anestesistas, neurocirujanos, neurofisilogos, neurlo-gos, enfermeros y neuropsiclogos).

    En todos los casos, los parmetros de la estimulacinse van ajustando en funcin al estado de alerta del pa-ciente y las lecturas de EEG disponibles, siendo siemprems complicado evocar respuestas claras cuando el pa-ciente se mantiene bajo anestesia. La respuesta clnicade contraccin motriz no precisa de la cooperacin delpaciente y puede ser observada y descrita clnicamente omedida mediante electromiograma (EMG). Con el pa-ciente anestesiado tambin se puede proceder a regis-trar, mediante los electrodos situados directamente so-bre la corteza, potenciales somatosensoriales con el finde identificar el surco central y el giro precentral. Por elcontrario, durante el mapeo de otras funciones sensoria-les o lingsticas se requiere la colaboracin conscientedel paciente y su capacidad para describir los efectos dela estimulacin.

    Estas tcnicas en combinacin con otras (localiza-cin estereotxica y ultrasonidos) permiten delinear un

    mapa de actuacin preciso al neurocirujano. La defini-cin de la corteza funcional ayuda a valorar el potencialriesgo funcional relacionado con la operacin y si es ne-cesario (y posible) se redefine o reduce el rea de corte-za que va a ser retirada durante la operacin.

    HALLAZGOS DERIVADOS DE LA ESTIMULACINELCTRICA CORTICAL: MAPEO DE FUNCIONES

    O MAPEO DE MECANISMOS?

    La EEC puede provocar cientos de respuestas diferentesque pueden variar en complejidad (desde contraccionesmusculares hasta pensamientos o recuerdos complejos).En general podemos clasificar las respuestas como positi-vas o negativas. Positivas, por ejemplo, seran los movi-mientos provocados por estimulacin de la corteza mo-tora primaria o suplementaria, o respuestas como lavisin o audicin de estmulos simples (como destellos otonos). Negativas seran aquellas respuestas a la EEC porlas que una funcin se ve interrumpida, como la incapa-cidad para nombrar objetos o la prdida de motricidadfina en los dedos.

    En reas corticales donde la estimulacin no inducecambios aparentes en animales es frecuente encontrarque en humanos produzca experiencias complejas. Laestimulacin de la corteza motora provoca la contrac-cin de msculos que los pacientes indican no podercontrolar voluntariamente. La estimulacin de la corte-za auditiva o visual evoca sensaciones como tonos sim-ples o destellos, respectivamente. La estimulacin del lbulo temporal y sus estructuras lmbicas evoca en oca-siones la memoria de experiencias pasadas (2,7). Los d-ficits lingsticos debidos a estimulacin de centros cor-ticales del lenguaje suelen ser bastante especficos, comoanomia, disfasia o dislexia (8). Sensaciones de dolor, an-siedad, relajacin o placer son frecuentemente relatadasdurante la estimulacin de estructuras lmbicas (8). To-dos estos sntomas permiten describir durante el mapeola diferente funcionalidad de diversas reas cerebrales yplanificar el procedimiento quirrgico.

    En los ltimos aos, los estmulos elctricos emplea-dos as como la descripcin de las respuestas neuronales,conductuales y cognitivas se han ido depurando permi-tiendo una definicin espacial ms estricta de las zonascorticales y sus funciones. Parte de estos hallazgos hanservido para redefinir ciertos estereotipos que tenemossobre la representacin de las funciones en la corteza ce-rebral. Por ejemplo, cuando hablamos de la representa-cin cortical del lenguaje es fcil converger en la existen-cia de tres centros anatomicofuncionales que han sidoverificados mediante estudios de EEC: rea de Broca,rea de Wernicke y rea temporal basal. La prctica de-muestra que la EEC en cada uno de estos centros produ-ce alteraciones lingsticas muy similares. As Ilmberger

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  • et al. (9) describen en un grupo de 14 pacientes cmo laEEC en reas del giro frontal inferior (Broca) no slo in-terrumpa habilidades expresivas sino tambin com-prensivas en un alto porcentaje de los casos (>50%). Estetipo de hallazgo es habitual y revela la necesidad de ma-pear mecanismos comunes a travs de la evaluacin dediversas funciones sobre la misma zona cortical.

    FUNCIONES SOMATOSENSORIAL Y MOTORAWoolsey fue el primero en registrar PE sobre la superfi-cie de la corteza humana. Encontr que los potencialesgenerados por la corteza somatosensorial y por la corte-za adyacente motora mantienen una polaridad opuesta(10). Esta caracterstica hace que cuando registramos es-tos potenciales mediante una lnea de electrodos quecruza el surco central el resultado es el de 2 ondas de po-laridad invertida (o phase reversal). Este mtodo para lo-calizar el surco central es siempre una de las prioridadesen pacientes candidatos a neurociruga cuando staafecta reas perirolndicas. No es infrecuente encontrarvariaciones individuales tanto en la topografa de la fun-cin sensorial como en la morfologa del surco central,por lo que el registro de potenciales sensorial tras esti-mulacin del nervio medio es de gran utilidad neuroqui-rrgica. Las respuestas son registradas y promediadaspara acabar creando 2 ondas de polaridad inversa cuan-do se comparan electrodos adyacentes al surco central.

    La respuesta clnica a la EEC en corteza motora sueleser de contraccin motora y puede ser observada o medi-da mediante registros electromiogrficos superficiales.El hecho de que el mapeo de la funcin motora median-te EEC no requiera de la cooperacin del paciente ha

    llevado a la mayora de centros a realizar este procedi-miento generalmente con anestesia general. Sin embar-go, la amplitud de la estimulacin para evocar una res-puesta es mayor si el paciente est anestesiado. Estosupone que los niveles de estimulacin necesarios paraevocar respuestas bajo anestesia se acercan a valores entorno a los 15 mA, los cuales no permiten volver a mapearlas zonas para verificar resultados puesto que siempre seincrementa el riesgo de infringir dao cortical. Algunostrabajos (11) sugieren que cuando el procedimiento seejecuta con el paciente bajo sedacin existe un mayorgrado de xito (cerca del 100% de pacientes muestranrespuestas) incluso utilizando amplitudes de estimula-cin ms bajas (en torno a 5 mA) que permiten repetirel procedimiento sin riesgo de dao cortical (fig. 12-4).

    Tambin se ha delimitado mediante EEC un reamotora, en el giro frontal inferior inmediatamente ante-rior al rea suplementaria motora, donde la estimula-cin produce la inhibicin de movimientos voluntariosfinos. La estimulacin sobre esta zona produce tambin,en ocasiones, alteraciones en funciones lingsticas (13).La estimulacin de estructuras profundas (especfica-mente ncleos talmicos) es un tratamiento que estmostrndose como efectivo para una serie de trastornosdel movimiento. La relativa juventud de estos tipos detratamientos hace que todava sea pronto para evaluarlos efectos a largo plazo en pacientes implantados conmarcapasos talmicos. Algunos pacientes han dejado denecesitar este tipo de estimuladores despus de 5 aosde uso, tal vez debido a una progresiva talamotoma pro-ducida por la estimulacin o tal vez por otros cambios fi-siolgicos inducidos por ella.

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    Fig. 12-4. Fotografa digital tomada durante el proceso de mapeo cortical de la corteza sensorial y motora. Se aprecian las lneas deelectrodos colocadas sobre la superficie cortical con el fin de realizar la estimulacin elctrica cortical as como los marcadores indicando la corte-za sensorial (S) y motora (M). La lnea blanca inferior delimita la posicin del surco intrahemisfrico. Tomada de Castillo et al., 2004 (12). Con au-torizacin de Neuroimage.

  • LENGUAJEEl mapeo de la funcin lingstica mediante EEC intra oextraoperatoria es hoy en da una tcnica rutinaria enmuchos centros de neurociruga. Se considera que Pen-field y Rasmussen (1) fueron los primeros en adminis-trar corrientes elctricas de bajo voltaje sobre la cortezacerebral con el objetivo de valorar la contribucin de zo-nas concretas de la corteza a funciones como el lenguaje.Paulatinamente el procedimiento se fue depurando (2)y en trabajos posteriores se ha ido compilando la expe-riencia acumulada en series de pacientes ms extensas.Un estudio relevante, que todava hoy sirve de referen-cia, es el de Ojeman et al. (14) donde compilan sus expe-riencias de mapeo intraoperatorio del lenguaje en unaserie de 117 casos. La necesidad de esta tcnica de ma-peo del lenguaje se basa en que la topografa de las zonasesenciales para el lenguaje puede variar de individuo aindividuo especialmente en condiciones como la epilep-sia (14). Se ha demostrado que cuando las zonas cortica-les que son extirpadas quirrgicamente (p. ej., con el finde controlar la presencia de crisis epilpticas) se sitan amenos de 1 cm de zonas esenciales para el lenguaje (de-finidas mediante EEC), los pacientes tienden a presen-tar alteraciones del lenguaje posquirrgicamente.

    Durante una sesin de EEC dedicada a mapear lafuncin lingstica se deben valorar tanto los aspectosexpresivos como receptivos de la funcin. Con este pro-psito las tareas ms ampliamente utilizadas son: deno-minacin de objetos, comprensin de rdenes y repeti-cin de frases. Tambin es frecuente encontrar autoresque evalan aspectos de la lectoescritura aunque el con-texto en el que se realiza la EEC imposibilita en muchasocasiones extender el procedimiento ms all de 1 h.Tres reas del lenguaje han sido tpicamente descritasmediante EEC: rea de Broca, rea de Wernicke y reatemporal basal. Como hemos sealado anteriormente,los dficits causados tras la estimulacin de cada una deestas reas son frecuentemente similares aunque pue-den variar de individuo a individuo.

    Un aspecto controvertido es el de los mecanismosque subyacen al aprendizaje de un segundo idioma ascomo su representacin cortical en sujetos multilinges.En sujetos bilinges evaluados mediante EEC no es infre-cuente encontrar diferencias en la topografa resultantetras evaluar de forma independiente cada idioma, espe-cialmente en el rea de Wernicke (corteza temporopa-rietal). En este sentido, trabajos recientes apoyan la nece-sidad de realizar un mapeo de ambos idiomas puesto quela representacin de los mismos puede diferir (15).

    No slo se han descrito diferencias en la representa-cin entre idiomas sino tambin diferencias relativas aun mismo mecanismo lingstico dependiendo del tipode material empleado. Por ejemplo, se han encontradodisociaciones en la topografa de los errores inducidos atravs de EEC durante la denominacin de ciertas cate-

    goras semnticas respecto a otras (16). Ilmberger des-cribe cmo la estimulacin del hemisferio izquierdoprovoca un mayor nmero de errores en la denomina-cin de utensilios que en la de animales (9).

    Todava son pocos los estudios que han evaluado deforma sistemtica procesos de lectura y escritura me-diante EEC. Si bien sndromes como la agrafia lxica y laagrafia fonolgica han sido tradicionalmente asociadosa reas parietales del hemisferio dominante, Lubrano etal. (17) han encontrado este tipo de sntomas tambintras estimular reas frontales en un grupo de 14 pacien-tes. Estos autores describen cmo la estimulacin deciertas zonas de la corteza frontal (principalmente los gi-ros F1, F2 y F3 de la corteza prefrontal) producen en nu-merosos casos alteraciones de lectura y escritura. Estoshallazgos ratifican la existencia de un rea frontal decontrol de las habilidades lectoescritoras como Exnerapuntara a finales del siglo XIX.

    Diversos estudios mediante EEC han identificado unrea del lenguaje en zonas basales del lbulo temporaldel hemisferio dominante (18). Aunque la EEC en estarea suele producir severos problemas de denominacinen gran parte de los pacientes, se ha demostrado que ex-tirpar esta rea (generalmente durante ciruga de epi-lepsia) en la mayora de los casos no modifica significati-vamente las capacidades lingsticas posquirrgicas amedio o largo plazo. Estos resultados, aunque pueden aprimera vista resultar paradjicos, podran indicar quela EEC es una tcnica sensible capaz de identificar reasque participan en una funcin aunque no sean total-mente esenciales para ella (19).

    MEMORIASe ha descrito cmo la EEC es capaz de provocar expe-riencias mnsicas cuando circuitos corticosubcorticalesinvolucrados en la formacin y recuperacin de las me-morias son estimulados. Jackson fue el primero en des-cribir este tipo de experiencias mnsicas, que denominoestado de ensoacin, en pacientes epilpticos durante cri-sis parciales (20). Fueron dos las principales alteracionesde la memoria descritas en estos pacientes: sensacin dereminiscencia, en la cual el paciente experimentaba si-tuaciones actuales como una repeticin de un episodioya vivido (episodio tambin conocido como dj vu), yalucinaciones en las cuales el sujeto revive experienciaspasadas (visuales, auditivas, olfativas o emocionales).Penfield y Perrot (21) describieron cmo aplicando EECen zonas laterales del lbulo temporal (especialmentesobre el giro temporal superior) sus pacientes experi-mentaban sntomas similares a los descritos durante lascrisis epilpticas. Estudios posteriores utilizando estimu-lacin mediante electrodos implantados en reas tempo-rales mediales (fig. 12-5) demostraron que sntomas si-milares relacionados con la memoria pueden tambinser producidos por estimulacin de estructuras del lbu-

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  • lo temporal medial (hipocampo y amgdala) y que, dehecho, estos fenmenos son poco frecuentes cuando laestimulacin se realiza en la corteza temporal lateral(22,7). En un estudio reciente donde 280 estimulacionessobre reas mediales del lbulo temporal fueron analiza-das (23) se encontr que la estimulacin de la cortezaentorrinal y la corteza perirrinal produca similares sn-tomas a los producidos tras estimulacin de la amgdalay el hipocampo. De hecho, el fenmeno de dj vu, queest ampliamente descrito en pacientes con crisis origi-nadas en estructuras mediales temporales, parece serms frecuente cuando la estimulacin se produce en lacorteza entorrinal que cuando se aplicaba en el resto dereas (hipocampo, amgdala, corteza perirrinal).

    HALLAZGOS REFERIDOS A OTRAS FUNCIONESSe sabe, a partir de estudios prequirrgicos, que la EECde la corteza visual produce alucinaciones visuales (24,2).Brindley y Lewin (25) exploraron la capacidad de la EECde evocar de nuevo experiencias visuales en pacientesciegos que habran perdido su visin debido a lesionesdel ojo o del nervio ptico. Encontraron que la estimula-cin de ciertos pares de electrodos generaba patronesestables de experiencias luminosas (puntos de luz enciertos lugares del campo visual). Estos efectos han guia-do nuevos estudios en los que se pretende estimular varios electrodos de forma simultnea con el fin de ge-nerar patrones visuales que el sujeto pueda reconocer (p. ej., letras en Braille). As sujetos ciegos pueden serentrenados en lectura de Braille a travs de la interac-cin de un ordenador y la EEC de la corteza visual alcan-zando velocidades de lectura de 30 letras/min (26). Estatcnica est siendo mejorada en la actualidad incorpo-rando nuevos materiales y un ms detallado conocimien-to de los canales funcionales de la corteza visual.

    La representacin de ciertas habilidades de clculo(multiplicacin y resta) tambin han sido evaluadas me-diante EEC. Neurlogos del Hospital de la Salpetriere(27) han descrito cmo la EEC efectuada sobre el giroangular del hemisferio izquierdo en un paciente con untumor parietooccipital fue capaz de bloquear sus habili-dades de clculo momentneamente. Diversos sntomasgeneralmente asociados al sndrome de Gerstmann hansido descritos tras estimulacin del giro angular. En ungrupo de 6 pacientes Roux et al. (28) encontraron que laEEC del giro angular produca interferencias en habili-dades de clculo, reconocimiento tctil y escritura.

    La recompensa a una conducta puede tener diferen-tes formas. Olds y Milner (29) observaron unas ratas querealizaban diversas tareas (presionar una palanca o cam-biar de posicin) con el fin de obtener estimulacinelctrica de ciertas estructuras del cerebro. Estas obser-vaciones sobre conductas dirigidas a la autoestimulacinjunto a posteriores trabajos (30) sugieren que la recom-pensa obtenida tras estimulacin elctrica cerebral era

    similar a la generada al consumir ciertas drogas. Un reaparalela es la electroterapia. En el siglo XX, la estimula-cin elctrica se ha aplicado como tratamiento de variasalteraciones psiquitricas (31). La denominada terapiade electroshock se contina utilizando para tratar ciertoscasos de depresin pese a que nuestro conocimiento delos mecanismos responsables de la mejora aparente delos sntomas en alguno de los casos es todava escasamen-te conocido.

    ANLISIS E INTERPRETACIN DE LOS RESULTADOS DERIVADOS DE LA ESTIMULACIN CORTICAL

    La descripcin e interpretacin de los resultados deriva-dos de la EEC es un proceso que requiere un alto gradode experiencia apoyado en el conocimiento de los meca-nismos fisiolgicos subyacentes y de las limitaciones tc-nicas del mtodo. A continuacin revisamos algunos delos aspectos tcnicos y tericos que modifican tanto eltipo de interpretacin como el grado de certeza en lasobservaciones que se derivan de la EEC.

    Tal y como algunos autores han apuntado (32) la in-terpretacin de los resultados de la EEC no resulta sim-ple. El rea de la corteza que podemos examinar es redu-cida y viene determinada por la posicin de los electrodossituados prequirrgicamente o por el tamao de la craneo-toma realizada en la sala de operaciones. Es inusual po-der examinar los efectos de la EEC sobre toda el rea de lacorteza que es finalmente resecada. Al mismo tiempo losfalsos negativos son siempre una preocupacin debido alos problemas tcnicos y no es infrecuente encontrar re-sultados inestables cuando se repite la estimulacin de unrea especfica. Tampoco es inusual concluir la estimula-cin del hemisferio dominante sin encontrar ningnefecto tras examinar amplias zonas de ste.

    La precisin de la EEC depende de mltiples factorescomo el tipo de corriente, las dimensiones de los electro-

    276 PRIMERA PARTE: TCNICAS

    Fig. 12-5. Imagen de resonancia magntica mostrando (endetalle ampliado) una lnea de electrodos profundos im-plantados en zonas mediales del lbulo temporal.

  • dos de estimulacin, el efecto de sistemas inhibitorioscercanos y la sensibilidad de los mtodos de medida delas respuestas. Los aspectos espaciales se optimizan en es-tudios que aplican microestimulacin local mediante es-timuladores de dimensiones mnimas (5 m de dime-tro) y corrientes que varan de 0,1 a 2 A. Pese a que unsujeto puede observar, bajo ciertas circunstancias muycontroladas, las respuestas producidas por dicha estimu-lacin; generalmente es necesario estimular ampliosgrupos neuronales para producir una conducta observa-ble y reproducible.

    Las caractersticas de la poblacin sobre la que la ma-yora de estudios de EEC han sido realizados (pacientescon epilepsia y/o tumores cerebrales principalmente)condiciona en gran parte la interpretacin de los resul-tados. Las relaciones directas entre los fenmenos, sen-saciones o conductas provocadas mediante EEC y la fisio-loga funcional del cerebro normal deben ser siempreaceptadas con recelo puesto que las condiciones patol-gicas (como la epilepsia) pueden producir alteracioneso reorganizaciones de las redes neuronales involucradasen funciones especficas. Muchos de los fenmenos ge-nerados por la EEC en pacientes no forman parte de lasintomatologa patolgica (p. ej. aura en una crisis epi-lptica), y por lo tanto, es posible que correspondan amecanismos no afectados por la enfermedad.

    DISEO EXPERIMENTAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO EN ESTIMULACIN CORTICAL

    La EEC permanece en una posicin privilegiada comotcnica de mapeo cerebral pese a la gradual incorpora-cin de otras tcnicas de mapeo menos invasivas. La re-solucin espacial y temporal son los principales factoresque se alan en su favor aunque su aplicacin al estudiodel cerebro de sujetos sanos est restringida por lo inva-sivo del procedimiento. Numerosas cuestiones sobre laEEC quedan por ser estudiadas. Quedan por definir va-rios aspectos tcnicos tales como los parmetros de es-timulacin adecuados y su relacin con la depresin dela excitabilidad neuronal en diferentes regiones cortica-les. En contraste con otras tcnicas de neuroimagen, elpotencial de tcnicas de estimulacin y/o registro neu-rofisiolgico como la EEC se basa en su gran resolucinespacial y temporal. Cuestiones referidas a la microes-tructura de los mapas cerebrales, incluyendo la organiza-cin y funcin de neuronas individuales, posiblementepermanezcan slo al alcance de tcnicas como la micro-estimulacin elctrica. Otro de los aspectos que apa-recen como un desafo para la EEC es la diferenciacinentre corteza participante y corteza esencial. Estos trmi-nos han sido introducidos a posteriori en funcin de lasobservaciones aparentemente paradjicas segn las cua-les la ciruga obligada de ciertas reas previamente iden-

    tificadas como esenciales por la EEC no ha producido im-portantes dficits funcionales (p. ej., reas temporalesbasales).

    Aunque todava est en fase de desarrollo incipiente,se sigue explorando en diversas condiciones patolgicas(epilepsia, ceguera, sordera, parkinson) la utilidad deimplantes que estimulen elctricamente diversas reasdel cerebro con el fin de bloquear o estabilizar disfun-ciones electrofisiolgicas. Parece claro que el rea de ex-pansin natural de estas tcnicas depender de la inte-gracin de conocimientos derivados de otras reas(nanorrobtica, electrnica, informtica, etc.). Los mo-delos computacionales siguen desarrollndose para ex-plicar y predecir el funcionamiento neuronal y los avan-ces tcnicos (como prtesis que responden a impulsoselctricos endgenos o exgenos) empiezan a definir lasnuevas aplicaciones de las tcnicas de estimulacin y re-gistro neurofisiolgicas en neurrorehabilitacin, o quiensabe si algn da en neurosustitucin.

    AGRADECIMIENTOS

    Este captulo se ha nutrido de experiencias compartidasjunto a los doctores James W. Wheless, James Baumgart-mer y Joshua I. Breier en la Unidad de Epilepsia del Hos-pital Hermann y el Departamento de Neurociruga de laUniversidad de Texas-Houston.

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    278 PRIMERA PARTE: TCNICAS

    12 - Estimulacin elctricacorticalIntroduccinAspectos tcnicos y metodolgicosInstrumentacinEstimuladoresElectrodos

    Tipo de seal y sustrato fisiolgicoParmetros de estimulaciny riesgo de dao corticalRelacin y proporcin entre estmuloy respuestaEstimulacin extraoperatoria e intraoperatoria

    Hallazgos derivados de la estimulacinelctrica cortical: mapeo de funcioneso mapeo de mecanismos?Funciones somatosensorial y motoraLenguajeMemoriaHallazgos referidos a otras funciones

    Anlisis e interpretacinde los resultados derivadosde la estimulacin corticalDiseo experimental y perspectivasde futuro en estimulacin corticalAgradecimientosReferencias