Cap. I, Acerca de Algunas Características Del Desarrollo..., Lukács

7/25/2019 Cap. I, Acerca de Algunas Caractersticas Del Desarrollo..., Lukcs

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CAPTULO I ACERCA DE ALGUNAS CARACTERSTICAS DEL DESARROLLO HISTRRICO DEALEMANIA DEASALTOALARAZNDEGEORGLUKCS

EL DESTINO, la tragedia del pueblo alemn, hablando en trminos generales, consiste en haber llegado

demasiado tarde en el proceso de desarrollo de la moderna burguesa. ero esta a!irmaci"n, !ormuladaen trminos sobradamente generales, necesita ser concretada hist"ricamente. Los procesos hist"ricos sone#traordinariamente complicados $ contradictorios, $ no puede decirse %ue el llegar demasiado prontosea, de por s, ms bene!icioso %ue el llegar demasiado tarde, o &ice&ersa. 'asta con echar un rpido&ista(o a las re&oluciones democrtico)burguesas para darse cuenta de %ue si, por una parte, el puebloingls $ el !rancs le lle&aron una gran delantera al pueblo alemn por haber &entilado sus re&oluciones.democrtico)burguesas $a en el siglo #&ii, el primero, $ a !ines del #&iii el segundo, por otra parte !ue

precisamente el retraso de su desarrollo capitalista lo %ue permiti" al pueblo ruso encau(ar su re&oluci"ndemocrtico)burguesa por los derroteros de la re&oluci"n proletaria,) sustra$ndose con ello a lossu!rimientos $ a los con!lictos %ue toda&a ho$ tiene %ue a!rontar el pueblo alemn. *a$ %ue tener encuenta, por tanto, donde %uiera %ue el problema se plantee, la interdependencia concreta de las tendenciashist"rico)sociales+ pero, hecha esta sal&edad, se llega a la conclusi"n de %ue, en lo tocante a la historiaactual contempornea de -lemania, el !actor decisi&o reside, e!ecti&amente, en el retraso deldesarrollo del capitalismo, con todas sus consecuencias sociales, polticas e ideol"gicas.

Los grandes pueblos europeos se constitu$eron como naciones a comien(os de la poca moderna.lasmaron su unidad territorial como naciones, sobreponindose a la dispersi"n !eudal. Surgi" en ellas unaeconoma nacional nica, %ue encuadraba a todo el pueblo $ a una cultura naciona l ni ca, a pesar dela di&i si"n en clas es. En el desa rrol lo de la clase burguesa, en su lucha contra el !eudalismo, &emosactuar a la monar%ua absoluta por do%uier, transitoriamente, como el "rgano e/ecuti&o de estauni!icaci"n.

-lemania sigui", en este perodo de transici"n, otro camino, el camino contrario. Lo %ue no %uiere decir,en modo alguno, %ue pudiera sustraerse a todas las necesidades impuestas por el desarrollo general de laEuropa capitalista, para desarrollarse como naci"n por caminos absolutamente propios $ peculiares,como han sostenido los historiadores reaccionarios $, a la (aga de ellos, los !ascistas. 0omo con !rasetan e#presi&a di/o el /o&en 1ar#, -lemania 2comparti" los dolores de este desarrollo, sin llegar a

participar de sus bene!icios, de su satis!acci"n parcial2. -preciaci"n a la %ue a3ade .la siguientepro!tica perspect i&a4 2-s, pues, -lemania se hallar una buena ma3ana al ni&el de la decadenciaeuropea, antes de haberse ele&ado nunca hasta el ni&el de la emancipaci"n de Europa.2

-un%ue es cierto %ue la minera, la industria $ las comunicaciones se desarrollaronconsiderablemente en la -lemania de !ines de la Edad 1edia $ comien(os de la poca moderna,no cabe duda de %ue su desarrollo !ue ms lento %ue en Inglaterra, 5rancia u *olanda. Engels se3alacomo uno de los !actores esenciales des!a&orables del desarrollo de -lemania, en a%uella4 poca, elhecho de %ue los di!erentes t erritorios del pas se hallaran menos aglutinados por intereses econ"micoscomunes %ue las partes de 6os grandes pases cultos del occidente de Europa. -s, por e/emplo, losintereses comerciales de la *ansa en el 1ar del Norte $ en el 1ar 'ltico no guardaban apenasrelaci"n con los intereses de las ciudades comerciales del sur $ el centro de -lemania. En estascircunstancias, tena %ue resultar, por !uer(a, catastr"!ico el despla(amiento de las rutas comercialescomo consecuencia del descubrimiento de -mrica $ del camino martimo hacia la India, %ue tra/ocomo resultado la anulaci"n del comercio de trnsito por -lemania. recisamente por los a3os en%ue la Europa occidental, aun%ue tambin all .las luchas de clases se &entilaran ba/o consignasreligiosas, abra(aba resueltamente el camino del capitalismo, de la !undamentaci"n econ"mica $ eldespliegue ideol"gico de la sociedad burguesa, &emos c"mo en -lemania se mantiene en pie todo lo %ueha$ de miserable en las !ormas de transici"n de la Edad 1edia a la poca moderna. 7 este carcterretardatorio, pantanoso, de la reacci"n %ue en -lemania se mani!iesta, se acenta toda&a ms por&irtud de los elementos %ue de/a tras s, como poso, el contenido social de esta transici"n4 comoresultado de la trans!ormaci"n de los grandes se3oros !eudales en un absolutismo de miniatura8sin su !aceta progresi&a, la de ser&ir de comadrona de la burguesa $ a$udar a su !ortalecimiento9 $ delas !ormas acentuadas en la e#plotaci"n de los campesinos, %ue en -lemania pro&ocan tambin una olade &agabundos, un &asto sector de e#istencias socialmente desarraigadas, como en el proceso de laacumulaci"n originaria de los pases del occidente, pero sin %ue de estos elementos puedan salir los

plebe$os prepro letarios por la !al ta de manu!acturas, lo %ue hace %ue las &idas desarraigadas sigan


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siendo &idas de lumpenproletarios, es decir, material humano bueno para ser enrolado en la solda)desca $ en el bandolerismo.

Todos estos moti&os dan como resultado %ue las grandes luchas de clases de comien(os del siglo #&i,en -lemania, tengan un carcter completamente distinto $, sobre todo, se tradu(can en consecuenciasabsolutamente di!erentes %ue en los pases occidentales. Desde el punto de &ista ideol"gico, estosigni!ica, entre otras cosas, %ue el mo&imiento humanista, en -lemania, contribu$e mucho menos %ue enestos otros pases al nacimiento de una conciencia nacional+ $ su in!luencia es tambin mucho menor en

lo %u se re!iere al desarrollo de una lengua nacional escrita comn. Lo caracterstico de la situaci"nde -lemania, en la poca a %ue nos re!erimos $ de un modo general, es el hecho de %ue la corriente ideo)l"gico)religiosa de la transici"n de la Edad 1edia a la poca moderna predomina mu$ marcadamentesobre el humanismo secular, cobrando adems $ esto es e#traordinariamente importante una !ormasocial re(agada. La idea de %ue el mo&imiento religioso de la :e!orma se halla ntimamente relacionado conel proceso hist"rico del capitalismo no es, ni mucho menos, patrimonio e#clusi&o de los mar#istas, sino %ueconstitu$e ;moneda circulante $ hasta un lugar comn entre los soci"logos burgueses, desde 1a# ?>. La importancia %ueesta re&oluci"n, $ particularmente su derrota, habra de tener para el destino de -lemania contribu$e aesclarecer desde otro ngulo a%uel la situaci"n econ"mica general a %ue acabamos de re!e rirnos. Todaslas grandes suble&aciones campesinas de !inales de la Edad 1edia son mo&imientos de doble carcter4 deuna parte, luchas de!ensi&as, batallas de repliegue de los elementos campesinos toda&a encuadrados dentrodel !eudalismo, %ue pugnan por recobrar las posiciones de la 2edad de oro2 de la transici"n,irremediablemente perdidas en el terreno econ"mico por el desencadenamiento de las !uer(as de

producci"n del capitalismo, $, de otra parte, escaramu(as ms o menos prematuras en descubierta de las!uturas re&oluciones democrtico)burguesas.

La especial situaci"n de -lemania, $a descrita, hi(o %ue en la guerra de los campesinos alemanes sedestacasen con ms !uer(a %ue en otros casos los dos aspectos de todas las re&ueltas campesinas 8para

poner de relie&e los !actores progresi&os, basta con re!erirse al programa de


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e#traordinaria me(%uindad, la estreche(, la !alta de hori(ontes de la .&ida en los pe%ue3os principadosalemanes, comparada con la de Inglaterra o 5rancia. En segundo lugar $ en estrecha relaci"n conello la supeditaci"n mucho ma$or $ ms tangible de los sbditos al monarca $ a su aparato

burocrtico $ l margen ob/eti&o mucho ms estrecho %ue ello de/a para una actitud ideol"gica deoposici"n o simplemente crtica. - esto ha$ %ue a3adir %ue el luteranismo 8$, ms tarde, el pietismo,etc.9, reduce toda&a ms, sub/eti&amente, este margen, con&ierte la sumisi"n e#terna en ser&ilismointerior e inocula, as, a%uella mentalidad de sbditos %ue 5ederico Engels llamaba la actitud

2laca$una2. Estamos, naturalmente, ante una relaci"n de interdependencia, pero en ella &areducindose a%uel margen, tanto en lo ob/eti&o como en lo sub/eti&o. Esto e#plica por %u losalemanes no toman parte tampoco en mo&imientos re&olucionarios2 burgueses llamados a sustituir la!orma de gobierno de la monar%ua absoluta, an no alcan(ada para una -lemania unida, por otra!orma de Estado ms alta $ a tono con un Bdesarrollo ms progresi&o del capitalismo. Los pe%ue3osEstados, cu$a e#istencia conser&an arti!icialmente las grandes potencias ri&ales, s"lo pueden e#istircomo soldadesca de estas grandes potencias $, para imitar e#teriormente a sus grandes modelos, senutren de la ms despiadada $ retardataria e#plotaci"n del pueblo traba/ador.

En un pas as no puede surgir, naturalmente, una burguesa rica, independiente $ poderosa, ni unaintelectualidad progresi&a $ re&olucionaria, a tono con su desarrollo. 'urguesa $ pe%ue3a burguesa,en -lemania dependen econ"micamente de las cortes mucho ms %ue en cual%uier otro pas de laEuropa occidental, $ esto hace %ue se incube en ellas un ser&ilismo, una me(%uindad, una ba/e(a $ uncarcter miserable de los %ue apenas podramos encontrar paralelo en la Europa de a%uel entonces. 7el estancamiento.deC desarrollo econ"mico hace %ue no lleguen a desarrollarse en -lemania, o s"lo deun modo mu$ dbil, a%uellos sectores plebe$os %ue %uedan al margen de la /erar%ua !eudal de losestamentos $ %u !orman las !uer(as propulsoras ms importantes en las re&oluciones de la nacientepoca moderna. Toda&a en la guerra de los campesinos los &eamos desempe3ar un papel decisi&o,

ba/o la direcci"n de Thomas 1@n(er+ pero, al llegar esta poca, !orman $a, all donde e#isten, unacapa ser&il de la sociedad, corrompida $ hundida en la sima del lumpenproletariado. Es cierto %ue lare&oluci"n burguesa alemana de comien(os del siglo #&i sent" los !undamentos ideol"gicos para lacultura nacional, por medio d la lengua escrita moderna, comn a todo el pas. ero hasta la mismalengua alemana degenera, se acartona $ barbari(a, en el perodo d esta pro!undsima degradaci"nnacional.

-lemania no comien(a a reponerse econ"micamente hasta llegar al siglo #&iii, principalmente en susegunda mitad. aralelamente con ello, &emos c"mo se produce un !ortalecimiento econ"mico $cultural de la clase burguesa. Sin embargo, la burguesa, aun ahora, dista mucho de ser lo bas tante!uerte para borrar los obstculos %ue se interponen ante la unidad nacional, ni si%uiera para !ormular

pol ticamente, de un modo serio, esta aspiraci"n. ero, con todo, comien(a a sentirse de un modogeneral el estado de atraso, despierta el sentimiento nacional, el anhelo de la unidad nacional crece deun modo incontenible, aun%ue sin ser&ir de base, ciertamente, a la !ormaci"n de agrupaciones

pol ticas con determinado programa, si%uiera !uese en un plano local.No obstante, &emos c"mo en los pe%ue3os Estados absolut istas)!eudales se hace sent ir cada &e( con

ms !uer(a la necesidad econ"mica de aburguesarse. 0omien(a a destacarse a%uel compromiso declase entre la noble(a $ la pe%ue3a burguesa, ba/o el predominio de la primera, en %ue Engels &ea,toda&a por los a3os cuarenta del siglo #i#, la signatura social del statu quo en -lemania. Estecompromiso re&iste la !orma de la burocrati(aci"n, %ue se con&ierte tambin a%u, como en todos los

pases de Europa, en una !orma transitoria de la li%uidaci"n del !eudalismo, de la lucha de laburguesa por el poder del Estado.

0ierto es %ue tambin este proceso de la atomi(aci"n de -lemania se desen&uel&e en .pe%ue3osEstados casi siempre importantes $ ba/o !ormas mu$ miserables, $ la transacci"n a %ue se llega entrela noble(a $ la pe%ue3a burguesa consiste, sustancialmente, en %ue la primera ocupe los altos puestos

de la burocracia $ la segunda se contente con los ba/os. ero, por mu$ me(%uinas $ re(agadas %uesean las !ormas %ue re&iste la &ida social $ poltica, no cabe duda de %ue la burguesa alemanacomien(a a luchar por el poder, por lo menos en el plano ideol"gico. Sobreponindose al aislamientoen %ue se hallaba con respecto a, las corrientes progresi&as occidentales, toma contacto, ahora, con laIlustraci"n inglesa $ !rancesa, se la asimila e incluso la desarrolla, en ciertos aspectos, por cuenta

propia.En estas condiciones, le toca a -lemania &i&ir el perodo de la :e&oluci"n !rancesa $ el de

Napole"n. Los grandes acontecimientos de este perodo, en el %ue, desde un punto de &ista poltico, elpueblo alemn sigue s iendo el palen%ue de las coaliciones de potencias en pugna, del moderno mundoburgus %ue alborea en 5rancia $ de las potencias absolutistas)!eudales de la Europa central $ oriental


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coaligadas contra ese mundo $ sostenidas por Inglaterra, &ienen a acelerar de un modo e#traordinarioel desarrollo )$ el grado de conciencia de la clase burguesa $ encienden con ma$or !uer(a %ue nuncael anhelo de la unidad nacional. ero, al mismo tiempo, se mani!iestan ahora de un modo ms acusadoan %ue antes las consecuencias polticamente, !atales de la desmembraci"n. En -lemania no e#istean ob/eti&amente una poltica nacional nica. Importantes sectores de &anguardia de laintelectualidad burguesa 8ant, *erder, '@rger, *egel, *lderlin $ otros9 aclaman con entusiasmo la:e&oluci"n !rancesa. 7 ciertos testimonios de la poca, como por e/emplo los relatos de &ia/e de un

Foethe, demuestran %ue este entusiasmo no se circunscriba, en modo alguno, a los representantesms destacados $ conocidos)de la burguesa, sino %ue sus races penetraban en amplios sectores deesta misma clase. ero, a pesar de ello, el mo&imiento democrtico re&olucionario no pudo e#tenderseni si%uiera a la parte de -lemania ms desarrollada, o sea al Occidente. -un%ue 1aguncia se adhiri" ala :epblica !rancesa, se la de/" completamente aislada $ ca$" en manos del e/rcito austraco)

prusiano, sin %ue su cada despertase el menor eco en el resto de -lemania. El dirigente delle&antamiento de 1aguncia, Feorg 5orster, !igura importante como in&estigador $ humanista, muri"en el destierro, en ars, ol&idado e ignorado.

Este desgarramiento &uel&e a repetirse, en proporciones toda&a ma$ores, al llegar el perodonapole"nico. Napole"n logr" encontrar partidarios $ aliados en el occidente $ el sur de -lemania, $ en

parte tambin en la -lemania central 8en Sa/onia9. 7 se dio cuenta de %ue esta alian(a la0on!ederaci"n del :in s"lo podra llegar a ad%uirir cierta &italidad a condici"n de %ue seencau(ase, por lo menos, la li%uidaci"n del !eudalismo en los Estados adheridos a ella. Esta obra selle&a a cabo, en e!ecto, en gran escala, en los territorios del :in, $ en proporciones mucho msmodestas en los dems Estados de la 0on!ederaci"n renana. *asta un historiador tan reaccionario $cho&inista como TreitschGe se &e obligado a reconocer, hablando de las tierras del :in4 2El &ie/oorden haba %uedado destruido hasta en sus ltimos &estigios, haciendo impo sible toda restauraci"n+ $no tard" en desaparecer hasta el recuerdo de los tiempos de los pe%ue3os Estados. La historia %uerealmente &i&e en los cora(ones de la generaci"n renana %ue crece $ se desarrolla data de la entradade los !ranceses.2

ero, como el poder de Napole"n no bastaba para con&ertir2 a toda -lemania en una dependenciadel Imperio !rancs, lo nico %ue con ello se consigui" !ue acentuar $ ahondar toda&a ms ladesmembraci"n nacional. Los e#tensos sectores del pueblo sentan la dominaci"n napole"nica comouna humillante opresi"n e#tran/era, contra la %ue se desat", sobre todo en rusia, un mo&imiento

popular de carcter nacional , %ue culmin" en las llamadas guerras de liberaci"n.- esta desmembraci"n poltica de -lemania corresponde su desmembraci"n ideol"gica. Los

ide"logos progresi&os ms descollantes de la poca, sobre todo un Foethe $ un *egel, no recatan sussimpatas por launi!icaci"n napole"nica de -lemania, por la li%uidaci"n de los &estigios !eudales a cargo de 5rancia.7 a la problemtica interior de seme/ante concepci"n responde el hecho de %ue el concepto de naci"n

palide(ca, en estos pensadores, hasta con&erti rse en un concepto puramente cultural , como se re&elacon ma$or claridad %ue en ningn otro lugar en la Fenomenologa del espritu.

7 no menos contradictoria era la ideologa de los dirigentes polticos $ militares de las guerras deliberaci"n, %uienes aspiraban a &er nacer la naci"n alemana por la &a del le&antamiento de rusia,sacudiendo sta el $ugo !rancs mediante la alian(a con -ustria $ :usia. Los Stein, los Scharnhorst $los Fneisenau pretendan introducir en rusia las con%uistas sociales $ militares de la :e&oluci"n.!rancesa, con&encidos de %ue s"lo podra hacer !rente a Napole"n un e/rcito organi(ado sobre tales

bases. ero no s"lo %ueran implantar esas inno&aciones sin pasar por la re&olu ci"n, sino %ueaspiraban adems a acomodar el Estado prusiano, re!ormado por ellos, por medio de un compromisode estamentos, a los restos !eudales $ u las clases %ue los representaban, econ"mica eideol"gicamente.

7 esta adaptaci"n al atraso de -lemania, adaptaci"n !or(ada $ trans!igurada ideol"gicamente por%uienes colaboraban en ella, daba como resultado, de una parte, el %ue el anhelo de liberaci"nnacional $ de unidad nacional se trocase en su espritu, !recuentemente, en un estrecho cho&inismo,en una ciega $ me(%uina !ranco!obia, mientras, de otro lado, no haca germinar ninguna ideologainspirada &erdaderamente por la libertad entre las masas puestas en mo&imiento. En particular, por%ueera ine&itable %ue estas, masas se aliasen tambin con a%uellos sectores del romanticismoreaccionario %ue conceban la lucha contra Napole"n como la lucha por la restauraci"n total del ordenanterior a la :e&oluci"n !rancesa. 7 estas contradicciones no podran por menos de mani!estarsetambin, de un modo natural, en el e#ponente !ilos"!ico de esta tendencia, en el 5ichte de los a3os

posteriores , aun%ue /usto es reconocer %ue, en lo pol tico $ en lo social, este pensador era bastante


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ms radical %ue muchos de los dirigentes polticos $ militares del mo&imiento nacional.ese a la pro!unda escisi"n %ue se ad&ierte en la direcci"n espiritual $ poltica del pueblo alemn $

al e#tenso desconcierto ideol"gico %ue se percibe en cuanto a las metas $ a los mtodos de la luchapor la unidad nacional, &emos %ue, al llegar este perodo, la unidad nacional se erige por &e(primera desde la guerra de los campesinos en ob/eti&o de las aspiraciones de un gran mo&imientode masas, %ue abarca a importantes $ e#tensos sectores de la naci"n alemana. 0on lo cual paradecirlo con.las palabras con %ue Lenin lo !ormul" claramente, por &e( primera el problema de la

unidad nacional pasaba a ser el problema central de la re&oluci"n burguesa, en -lemania.Si nos !i/amos en la historia de -lemania durante el siglo #i#, nos con&enceremos a cada, paso de la

&erdad $ la /uste(a de las palabras de Lenin. La lucha por la unidad nacional preside, en e!ecto, todoel desarrollo poltico e ideol"gico de -lemania, en el siglo #i#. 7 la !orma especial en2 %ue este

problema encontr", al cabo, su soluci"n imprimi" su sello particular a todo el espritu alemn, desdela segunda mitad del siglo pasado hasta nuestros das.

En esto reside lo %ue ha$ de sustancialmente peculiar $ caracterstico en el desarrollo de -lemania,$ no resulta di!cil darse cuenta de %ue este e/e en torno al cual gira todo no es otra cosa %ue unaconsecuencia del retraso %ue -lemania lle&a en su desarrollo capitalista. Los otros grandes pueblos deOccidente, especialmente Inglaterra $ 5rancia, haban alcan(ado $a su unidad nacional ba/o lamonar%ua absoluta+ es decir, la unidad nacional haba sido, en ellos, uno de los primeros resultadosde las luchas de clases entre la burguesa $ el !eudalismo. or el con trario, en -lemania, la re&oluci"n

burguesa tiene %ue comen(ar con%uis tando esta Hnidad nacional, colocando sus cimientos. 8S"loItalia hubo de pasar por una tra$ectoria parecida+ $ tambin las consecuencias espirituales muestran, a

pesar de la di&ersidad %ue por lo dems media entre la historia de uno $ otro pueblo, cierta a!inidad,%ue se ha mani!estado con especial !uer(a, precisamente, en el ms reciente pasado.9 0ircunstancias,hist"ricas especiales, %ue no es posible anali(ar a%u ms de cerca, e#plican %ue tambin en :usia sereali(ara la unidad nacional ba/o la gida de la monar%ua absoluta+ $ la tra$ectoria del mo&imientore&olucionario en :usia, de las re&oluciones rusas, se3ala asimismo todas las importantesconsecuencias, radicalmente distintas de las obser&adas en -lemania, %ue se desprenden de estasituaci"n.

En consonancia con esto, &emos %ue en los pases %ue haban alcan(ado $a la unidad nacional comoresultado de las luchas de clases libradas en una etapa anterior, ba/o la monar%ua absoluta, lare&oluci"n democrtico)burguesa tiene como misi"n, simplemente, el dar cima a esta obra, limpiandoel Estado nacional, en ma$or o menor medida, de los &estigios !eudales $ absolutistas)burocrticostoda&a e#istentes $ hacindolo apto as, para los !ines de la sociedad burguesa. 5ue lo %ue se hi(o enInglaterra mediante la reconstrucci"n gradual de las antiguas instituciones nacionales $ en 5ranciacon la trans!ormaci"n re&olucionaria del carcter burocrtico)!eudal de la ma%uinaria del Estado, sin%ue las !uertes recadas %ue se ad&ierten, por supuesto, en los perodos de reacci"n lleguen a perturbarBo a poner en peligro la unidad nacional $a instaurada. Sobre esta base, dispuesta por largos siglos deluchas de clases, las re&oluciones democrtico)burguesas tienen la &enta/a de %ue la coronaci"n de launidad nacional, su adaptaci"n a las necesidades de la moderna sociedad burguesa, puede combinarse,as orgnicamente, $ !ecundarse, con la lucha re&olucionaria contra las instituciones econ"micas $sociales del !eudalismo 8no en &ano el problema campesino ocupa el centro de la re&oluci"n burguesa,as en 5rancia como en :usia9.

5cilmente se comprende %ue, al plantearse de otro modo el problema central de la re&oluci"ndemocrtico)burguesa en -lemania, tena %ue traer consigo todo un cmulo de circunstanciasdes!a&orables. La re&oluci"n alemana &ease obligada a arrancar de cua/o instituciones %ue en5rancia, por e/emplo, haban ido siendo minadas $ soca&adas por &arios siglos de luchas de clases+ $tena %u instaurar de golpe, de la noche a la ma3ana, "rganos e instituciones nacionales %ue enInglaterra o en :usia haban sido producto de un proceso hist"rico de &arios siglos de duraci"n.

Todo lo anterior no s"lo hace %ue sea ms di!cil la soluci"n del problema ob/eti&o+ elplanteamiento re&olucionario del problema central repercute, adems, des!a&orablemente sobre laposici"n de las di!erentes clases ante este problema $ crea constelaciones de !uer(as %ue &ienen aentorpecer la marcha de la re&oluci"n democrtico)burguesa por cauces radicales. Nos limitaremos ase3alar a%u, a ttulo de ilustraci"n, entre los ms importante, algunos de estos aspectos. En primerlugar, se borra en muchos puntos la ntida contraposici"n entre los restos !eudales 8la monar%ua $ suaparato, $ la noble(a9 $ la burguesa, puesto %ue cuanto ms &igoroso es el desarrollo capitalista, ms&i&a es tambin la necesidad de reali(ar en su sentido propio, claro est la unidad nacional,incluso por parte de las clases interesadas en el mantenimiento de los &estigios del !eudalismo. 'asta

pensar, a prop"si to de esto, ante todo, en el papel %ue rusia desempe3" en la creaci"n de la unidad


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nacional alemana. La e#istencia especial de rusia constitu$" siempre, ob/eti&amente, el ma$or delosB obstculos para la &erdadera unidad nacional $, sin embargo, esta unidad se lle&a a cabo gracias alas ba$onetas prusianas. 7, desde las guerras de liberaci"n hasta la creaci"n del Imperio alemn, node/" de torturar a los re&olucionarios burgueses la pregunta desconcertante $ desorienta)dora de si launidad nacional se alcan(ara con a$uda del poder militar de rusia o, por el contrario, mediante sudestrucci"n. Desde el punto de &ista del desarrollo democrtico de -lemania, no cabe duda de %ue elsegundo camino habra sido el ms !a&orable. ero, para ciertos sectores decisi&os de la burguesa

alemana, especialmente para la de rusia, o!recase el camino ms c"modo del compromiso de clases,%ue permita sustraerse a las consecuencias plebe$as e#tremas de la re&oluci"n democrtico)burguesa$ les brindaba, por tanto, la posibilidad de alcan(ar sus ob/eti&os econ"micos sin necesidad dere&oluci"n, aun%ue !uese a costa de renunciar a la hegemona poltica en el nue&o Estado.

7 esta misma situaci"n des!a&orable se re&ela tambin dentro del cam po de la burguesa. La unidadnacional como problema central de la re&oluci"n hace de la hegemona de la gran burguesa, %ue

propende siempre $ donde %uiera a las componendas de clases, algo ms sencillo $ menos e#puesto apeligros %ue en la 5rancia del siglo #&iii $ en la :usia del #i#. La mo&ili(aci"n de las masas pe%ue3o)burguesas $ plebe$as contra los mane/os capituladores de la gran burguesa se hace, en -le mania,mucho ms di!cil. Entre otras ra(ones, por%ue el postulado de la unidad nacional como problemacentral de la re&oluci"n burguesa presupone por parte de las masas plebe$as un grado de conciencia$ de sensibilidad mucho ms alto %ue el problema campesino, por e/emplo, en el %ue saltanincomparablemente ms a la &ista las contradicciones econ"micas entre las di&ersas clases, lo %ue lascoloca de bulto, por as decirlo, ante los o/os de las masas plebe$as.

La unidad nacional, como problema central, encubre muchas &eces, por su naturale(a puramentepol tica en apariencia, los problemas econ"micos directa e indirectamente ase%uibles, %ue $acenocultos detrs de las di&ersas posibilidades de soluci"n encerradas en a%uel principio. La posibilidadde %ue el patriotismo re&olucionario se true%ue en cho&inismo contrarre&olucionario es ms !actiblea%u %ue en otras trans!ormaciones democrtico)burguesas, tanto ms cuanto %ue la tendencia alcompromiso de clases por parte de la gran burguesa $ el bonapartismo bismarcGiano %ue surgedespus de =JKJ se mue&en conscientemente en esa direcci"n. -hora bien, antes de la con%uista de launidad nacional, a las masas les resulta ms di!cil, en esos casos, desenmascarar tales maniobras %ueen los Estados en los %ue estos mane/os &ienen reali(ndose como algo e&idente desde hace siglos. 7esta tendencia a encubrir la realidad cobra !orma ob/eti&a en el hecho de %ue la lucha por la unidadnacional mientras los Estados particulares %ue cubren el territorio de -lemania no desaparecen enla unidad, lo %ue, naturalmente, constitu$e el !inal $ no el comien(o del proceso se presenta ba/o elropa/e de un problema de poltica e#terior, tanto en las relaciones entre los di&ersos Estados

particulares como en las de stos con las grandes potencias de !uera, las %ue, en &irtud de la tra )$ectoria seguida hasta ahora por -lemania, consideran legtimo inmiscuirse en las asuntos interioresdel pas. 7 huelga decir %ue siempre se encuentran prete#tos plausibles para mantener a las masas,incluso a &eces a las masas de sentimientos democrtico)re&olucionarios, ale/adas de estas decisionesde 2poltica e#terior2, en&ol&indolas en las redes de un ciego cho&inismo 8!ranco!obia de =JM9.

Esta situaci"n presupone, adems, una capacidad mucho ma$or para penetrar en las condiciones dela poltica e#terior %ue cuales%uiera otros problemas centrales de las re&oluciones burguesas. 0laroest %ue en toda re&oluci"n democrtica e#iste una traba("n entre la poltica e#terior $ la interior.ero en la :e&oluci"n !rancesa, por e/emplo, a las masas plebe$as les era incomparablemente ms!cil percatarse d %ue las intrigas de la corte con las potencias !eudal)absolutistas e#tran/eras ponanen peligro la re&oluci"n, %ue a las masas alemanas, en los das de la re&oluci"n de =JKJ, darse cuentade las &erdaderas relaciones e#istentes entre la unidad nacional $ la poltica e#terior $ comprender,

sobre todo, %ue para con%uistar la unidad nacional habra sido necesario establecer una guerrare&olucionaria contra la :usia (arista, como 1ar# lo proclamaba con una gran claridad eincansablemente desde las columnas de la Nueva Gaceta Renana. 7 esta di!icultad, $ con ella lahegemona de la gran burguesa, entre otros caminos por el de las componendas de clase, por la sendade la traici"n contra la re&oluci"n democrtica, se &e !ortalecida toda&a ms por el hecho de %ue el

peligro con %ue se en!renta toda re&oluci"n burguesa, a saber+ el de %ue las guerras nacionales deindependencia se true%uen en guerras de con%uista, se presenta a%u ms inminente $ pre3ado dema$ores consecuencias para la poltica interior %ue en las re&olu ciones burguesas de otro tipo.

Todas estas ra(ones hacen %ue, en -lemania, las masas se hallen e# puestas ms rpida eintensi&amente a la in!luencia de la propaganda cho&inista %ue en otros pases. 7 la celeridad con %ue


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el legtimo $ re&olucionario entusiasmo nacional se trueca a%u en un cho&inismo reaccionariopermite a los /unGers aliados a la monar%ua $ a la gran burguesa de!raudar ms !ci lmente a lasmasas en la poltica interior, a la par %ue arrebatar a la re&oluci"n democrtica sus aliados msimportantes. -s pudo la burguesa alemana, en =JKJ, e#plotar en un sentido reaccionario)cho&inistael problema polaco, sin %ue las masas plebe$as consiguieran pese a las oportunas $ certerasad&ertencias de la Nueva Gaceta Renana poner coto a esas tendencias $ con&ert ir a los polacos, dealiados potenciales de la -lemania re&olucionaria, en aliados e!ecti&os su$os en la guerra contra las

potencias de la reacci"n, dentro de -lemania $ en el plano internacional.Este con/unto de circunstancias des!a&orables, obra de la dispersi"n nacional en %ue -lemania se

encontraba al ponerse a la orden del da la re&oluci"n democrtico)burguesa, se mani!iesta, en cuantoal !actor sub/eti&o de la re&oluci"n, en el hecho de %ue tanto la burguesa como la pe%ue3a burguesa,las masas plebe$as $ el proletariado, entren sin la preparaci"n necesaria en la palestraB de lare&oluci"n. La !ragmentaci"n del pas en una trama de pe%ue3os Estados result" e#traordinariamentenoci&a para la educaci"n re&olucionario)democrtica de las capas ba/as del pueblo, para el desarrollode las tradiciones re&olucionario)democrticas entre las masas plebe$as. Toda su e#periencia polticase reduca a la suministrada por las pe%ue3as $ me(%uinas luchas locales dentro de los estrechosmarcos de los diminutos Estados. Los intereses generales de la naci"n !lotaban por encima de estasluchas en el plano de lo abstracto, $ ello les permita trocarse !cilmente en simples !rases. 7 estaactitud !raseol"gica de los ide"logos burgueses %ue lle&aban la batuta, cu$a mani!estaci"n ms

palpable $ elocuente eran los debates de la Dieta Nacional de 5ranc!ort, poda deri&arse con harta!acilidad consciente o inconscientemente por los derroteros reaccionarios.

- agudi(ar esta situaci"n contribua tambin el hecho de %ue el centro del mo&imiento poltico $democrtico de -lemania, a comien(os del siglo #i#, !uesen los pe%ue3os Estados democrticos delsur, lo %ue haca %ue !ueran precisamente las tendencias democrticas las %ue se hallasen ms!uertemente impregnadas de a%uellos elementos me(%uinos, !arisaicos $ !raseol"gicos. La :enania, laregi"n ms adelantada de -lemania tanto en lo econ"mico como en lo social, aun%ue !ormaba parte derusia, constitua una especie de cuerpo e#tra3o dentro de ella, se hallaba le/os del centro de lasdecisiones polticas, del 'erln cortesano $ pe%ue3o)burgus $, habiendo destruido all la dominaci"nnapole"nica los ltimos restos del !eudalismo, se mo&a por intereses inmediatos mu$ distintos d los%ue animaban a las partes re(agadas de la &erdadera rusia, %ue segua conser&ando su estructuramarcadamente !eudal.

7 an &ino a acentuar toda&a ms estas circunstancias des!a&orables otra de orden tctico4 la de%ue la re&oluci"n democrtico)burguesa, debido a la diseminaci"n nacional del pas, no pudieracontar con un centro desde el %ue se decidiera todo, como para 5rancia, por e/emplo, lo haba sidoars, en el siglo #&iii. Las grandes potencias reaccionarias, rusia $ -ustria contaban con un poder

burocrtico $ militar concentrado. Las !uer(as re&olucionarias , por el contrario, se hallaban ms %uedispersas. La -samblea Nacional celebraba sus sesiones en 5ranc!ort, 0olonia era el centro de lademocracia re&olucionaria. Las luchas decisi&as libradas en 'erln $ en iena seguan un cursoespontneo, carentes de una clara direcci"n ideol"gica, $ despus de las derrotas in!ligidas al mo)&imiento democrtico en las capitales, no result" di!cil aplastar tambin, una por una, las acciones%ue surgieron en Dresde, en el alatinado, en 'asilea $ en otros lugares.

Todos estos !actores determinaron la suerte de la re&oluci"n democrtica en -lemania, no s"lo enlo tocante a la unidad nacional, sino en todos los terrenos en .%ue se haca necesaria la abolici"n delas super&i&encias !eudales. No en &ano Lenin se3ala este camino como tpico desde el punto de &istainternacional, como un camino des!a&orable para el nacimiento de la sociedad burguesa+ como elcamino 2prusiano2, as lo llama l. 7 este pronunciamiento de Lenin no debe entenderse re!eridosolamente a la cuesti"n agraria en sentido estricto, sino %ue se e#tiende a todo el desarrollo delcapitalismo $ a la supraestructura poltica %ue presenta en la moderna sociedad burguesa de -lemania.

Las super&i&encias !eudales, incluso en -lemania, podan entorpecer, pero no impedir el desarrolloespontneo de la producci"n capitalista. 87a el blo%ueo continental de Napole"n haba pro&ocadocierto auge capitalista en -lemania.9 ero este desarrollo espontneo del capitalismo alemn no surgi"en el perodo manu!acturero, como en Inglaterra o en 5rancia, sino en la poca del &erdaderocapitalismo, del capitalismo moderno. 7 la burocracia !eudal)absolutista de los pe%ue3os Estados ale)manes, principalmente la de rusia, se &e obligada a inter&enir, acti&amente $ a la cabe(a, en apo$odel desarrollo capitalista.

0ierto es %ue esta inter&enci"n se lle&" a cabo, muchas &eces, $ precisamente en las cuestionesdecisi&as, mu$ en contra de su &oluntad $ casi siempre sin la menor &isi"n del &erdadero alcance delo %ue estaba sucediendo, con su a$uda $ ba/o su iniciati&a. Esto se &e mu$ claramente en el modo


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como describe TreitschGe la implantaci"n de la Hni"n aduanera alemana, sobre todo si se tiene encuenta %ue la &ersi"n de este historiador es especialmente instructi&a, $a %ue tiende siempre aideali(ar la pre&isi"n poltica $ los designios nacionales del gobierno de los *ohen(ollern,

27 este desarrollo se produ/o, en buena parte dice TreitschGe, contra la &oluntad de la misma0orona prusiana, ba/o la acci"n de una !uer(a natural interior. Nada ms le/os del prop"sito de5ederico Fuillermo III %ue el preparar el terreno para la separaci"n de -ustria, por medio de la Hni"naduanera, pues este monarca &ea en el dualismo un sistema bene!icioso para la patria+ !ue la

naturale(a misma de las cosas la %ue, en de!initi&a, condu/o a este resultado. 7 se !orm", as, una &er )dadera -lemania, unida por la comunidad de los intereses econ"micos, mientras %ue en 5ranc!ort, lomismo %ue antes en :egensburgo, no imperaba ms %ue la teora. Tambin 5ederico Fuillermo I eraaustr"!ilo, senta ma$or entusiasmo por -ustria %ue por su propio Estado+ $, sin embargo, ba/o sureinado, sigui" inconteniblemente su curso la !usi"n de intereses de los Estados alemanes, cone#cepci"n de -ustria, con rusia. -un%ue despus de =J>= los Estados del centro de -lemaniahabran destruido de buena gana a rusia, ninguno se atre&i" a hacer saltar la Liga aduanera, pues $ano podan deshacerse de estos la(os.2

Lo ms interesante de esta e#posici"n es su irracionalismo, ra$ano en la mstica4 el desarrollo delcapitalismo alemn, el hecho de %ue ste haga &aler sus intereses ms elementales $ la incomprensi"n$ la incapacidad de los pe%ue3os Estados monr%uicos $ de la monar%ua prusiana para estimular este

proceso4 todo ello es presentado por el historiador %ue acabamos de citar como una especie detragedia del destino. Este punto de &ista no sera demasiado importante, sin embargo, si s"lo carac)teri(ara a un historiador como TreitschGe. ero ste no es, a%u, ms %ue un e#ponente espiritual

bastante !iel de la manera general de pensar de los alemanes+ mientras %ue las naciones %ue hancon%uistado, luchando, su !orma poltica actual &en en ste el resultado de sus propios es!uer(os, losalemanes tienden a considerar su e#istencia nacional como un regalo misterioso de los altos poderesirracionales.

ero el 2camino prusiano2 del desarrollo de -lemania lle&a apare/adas, adems, consecuenciasdirectas e inmediatas. En e!ecto, este modo de nacer la unidad econ"mica del pas hi(o %ue, enamplios sectores capitalistas, se mani!estara desde el primer momento una actitud de supeditaci"n conrespecto al Estado prusiano, la tendencia a pactar constantemente con la burocracia semi!eudal, la

perspecti&a de %ue era posible hacer &aler los intereses econ"micos de la burguesa en pac! ica alian(acon la monar%ua prusiana. or eso Engels pudo decir ms tarde %ue en =JKJ nada haba obligadoimperati&amente a la burguesa prusiana a resol&er el problema del oder, dentro del Estado, a lamanera re&olucionaria.

El hecho de %ue en -lemania se retrasara este proceso, es decir, de %ue no se operara en el perodode la manu!actura, sino en el del capitalismo moderno, encierra adems otra consecuencia, esencial4

por mu$ poco desarrollado %ue se hallara el capi talismo alemn a mediados del si glo #i#, no tena $aante s, como la burguesa !rancesa antes de la gran re&oluci"n, masas socialmente in!ormes %ue

pudieran )por lo menos, pro&isionalmente englobarse con la burguesa ba/o el nombre comn del2tercer estado2, sino un proletariado moderno, aun%ue .toda&a incipiente. ara darse ms claramentecuenta de la di!erencia, basta pensar %ue, en 5rancia, Fraco 'abeu! s"lo encabe(" una rebeli"n con!ines conscientemente socialistas &arios a3os despus de la e/ecuci"n de :obespierre, mientras %ue en-lemania la rebeli"n de los te/edores silesianos estall" cuatro a3os antes de la re&oluci"n de =JKJ, $!ue en &speras de esta misma re&oluci"n cuando &io la lu( la primera e#posici"n acabada de laideologa del proletariado re&olucionario4 el Manifiesto comunista.

7 esta situaci"n, nacida del retraso en el desarrollo capitalista de -lemania, donde e#ista $a unproletariado %ue actuaba por su cuenta, pero %ue no estaba an en condiciones de in!luirdecisi&amente en los acontecimientos 8como el de :usia en ==9, &ino a. complicarse toda&a mscon la in!luencia de los acontecimientos internacionales de la lucha de clases.. -un%ue la re&oluci"n

de 5ebrero en ars a$ud", de una parte, a desencadenar la re&oluci"n en 'erln $ en iena, de otraparte la enconada lucha de clases %ue all se libraba entre la burguesa $ el pro letariado asustaba a laburguesa alemana $ contr ibua con ello a acelerar decididamente la tendencia a la transacci"n con los2&ie/os poderes2, impulsada por las ra(ones %ue acabamos de apuntar. Los combates de Punio $ suderrota !ueron, sobre todo, un acontecimiento decisi&o para el P desarrollo de las luchas de clases en-lemania. 5alt" a%u, desde el primer momento, a%uella irresistible unidad del pueblo anti!eudal %uehaba dado su empu/e a la :e&oluci"n !rancesa+ $, al mismo tiempo, el proletariado alemn eratoda&a demasiado dbil para poder erigirse, como medio siglo despus el proletariado ruso, en guade todo el pueblo. Esto hi(o %ue Bse desintegrara ms rpidamente %ue en 5rancia, $ en un sentidoopuesto, la primiti&a unidad de !uer(as anti!eudales. odemos decir %ue el a3o de =JKJ !ue el =J de


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los alemanes+ sin embargo, la correlaci"n entre la burguesa $ las clases ba/as de -lemaniacorresponda ms bien a las condiciones !rancesas de =JQM $ =JKJ %ue a las de =J.

Esto e#plica por %u $a en =JKJ se mani!iesta en el desarrollo de -lemania un rasgo %ue habr deresultar !unesto, ms tarde, para la trans!ormaci"n democrtica del pas. Nos encontramos, ante todo,con %ue las conmociones democrticas comien(an, a%u, por donde suelen terminar en lasre&oluciones clsicas de Inglaterra $ 5rancia4 con la lucha contra el ala radical plebe$o)proletaria. 7no se trata, naturalmente, de una simple di!erencia de orden cronol"gico. En la :e&oluci"n !rancesa,

sobre todo, asistimos a una tra$ectoria %ue &a hasta los lmites e#tremos de la pura democraciaburguesa 8=Q)K9+ la lucha contra el radicalismo plebe$o de i(%uierda signi!ica, por tanto,simplemente la reacci"n contra el intento de lle&ar la re&oluci"n ms all de dichos lmites.8Tendencias seme/antes a stas se re&elan tambin en la lucha de 0romRell contra los 2ni&eladores2,aun%ue en una escala ms ba/a, por supuesto, como corresponda a las relaciones entre las clasesentonces e#istentes.9 En -lemania, por el contrario, $ no s"lo en =JKJ, sino tambin en ==J, la luchainicial contra el radicalismo democrtico)proletario de i(%uierda muestra la tendencia a de/ar en pie,intacto o con re!ormas no esenciales $ puramente e#ternas, todo lo posible del &ie/o orden, ba/o las!ormas de la democracia engendrada por la re&oluci"n. -s, por e/emplo, ninguna de las re&olucionesalemanas lle&a a cabo una &erdadera re!orma agraria+ ninguna a!ecta seriamente a la dispersi"n del

pas en un cmulo de pe%ue3os Estados+ ninguna atenta seriamente contra los pri&ilegios de los/unGers, $ as sucesi&amente.

Sera imposible, naturalmente, e#poner a%u, ni si%uiera ba/o una !orma mu$ resumida, la historiaalemana del siglo I. No podemos hacer otra cosa %ue se3alar, mu$ concisamente, los aspectos msesenciales en el desarrollo de las tendencias de carcter social. Los sectores plebe$os de -lemania notu&ieron, durante este perodo, la !uer(a necesaria para imponer sus intereses por la &are&olucionaria. De este modo, los progresos econ"micos $ sociales ine&itables se lograron, bien ba/ola presi"n de las condiciones polticas e#teriores, bien como resultado de la transacci"n con las clasesdominantes. Las mismas 0onstituciones de los pe%ue3os Estados del sur $ el .centro de -lemania,

punto de part ida de los mo&i mientos $ part idos democrticos del pas B despus del derrocamiento deNapole"n, no !ueron arrancadas en la lucha interior de clases, sino por la necesidad de gobernar $administrar con cierta unidad los territorios %ue se hallaban en un estado de dispersi"n !eudal, %ue enlos tiempos de Napole"n se haban aglutinado hasta cierto punto $ %ue el 0ongreso de iena mantu&oen una relati&a cohesi"n. -s, &emos %ue la poblaci"n de


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Punio del proletariado !rancs, cu$o ignominioso descalabro habr de conducir, ms tarde, a lagloriosa 0omuna de =J=. 7, con la Tercera :epblica, 5rancia se encamina de nue&o por losderroteros normales del desarrollo democrtico)burgus. La -lemania bismarcGiana es, en muchosaspectos, como certeramente se3ala Engels, una copia de la 5rancia bonapartista. ero el propioEngels hace constar, al mismo tiempo, categ"ricamente, %ue la 2monar%ua bonapartista2, en rusia $-lemania, represent" ob/eti&amente un progreso con respecto a la situaci"n anterior a =JKJ, puesto%ue dentro de los marcos de a%uel rgimen, se &ean satis!echas las e#igencias econ"micas de la

burguesa, abrindose ms anchos cauces al desarrollo de las !uer(as producti&as. -hora bien, estosprogresos econ"micos se lograron sin %ue mediara una re&oluci"n burguesa &ictoriosa, $a %ue launidad nacional instaurada consisti" simplemente en la 2prusiani(aci"n2 de -lemania, $ en ella semantu&ieron en pie celosamente la burocracia noble $ todas las instituciones destinadas ; asegurar laintangibilidad de su hegemona poltica 8el rgimen de2 su!ragio de las tres clases en rusia, etc.9.Dada la impotencia total del parlamento, el derecho de su!ragio uni&ersal, dentro del :eich, no pasabade ser una simple decoraci"n aparentemente constitucional, !ingidamente democrtica. Esto e#plica

por %u 1ar#, en su Crtica del programa de Gotha de!ina con ra("n la -lemania nacionalmenteuni!icada como un despotismo militar, polticamente sal&aguardado, con ribetes de !ormas

parlamentarias, me(clado con su dosis de !eudalismo, in!luido $a por la burguesa $ burocrticamenteensamblado2.

*emos &isto %ue una de las ms gra&es debilidades de la re&oluci"n de =JKJ resida en la carenciade una e#periencia $ una tradici"n democrticas, en la ausencia de una educaci"n democrtica de lasmasas $ de sus porta&oces ideol"gicos, ad%uirida como resultado de las grandes luchas interiores declases. No es di!cil comprender %ue los acontecimientos producidos despus de =JKJ, las condicionesde la 2monar%ua bonapartista2, la creaci"n de la unidad alemana 2desde arriba2, por obra de las

ba$onetas prusianas, no o!reca ni poda o!recer tampoco condiciones propicias para la creaci"n detradiciones re&olucionario)democrticas entre las masas. El parlamento alemn se hallaba deantemano condenado a la esterilidad, por su impotencia. 7, como no haba un solo partido burgus %ueno pisara sobre el terreno de la componenda con la 2monar%ua bonapartista2, tambin las luchase#traparlamentarias de masas estaban condenadas a la esterilidad, en la medida en %ue realmentee#istan. Los pocos &erdaderos dem"cratas %ue haban %uedado del perodo anterior al KJ

permanecan aislados, carentes de in!luencia, $ no podan educar a una nue&a generaci"n democrtica.Hn e/emplo bien elocuente de la situaci"n a %ue se &ean condenados, en -lemania, los pocosdem"cratas burgueses consecuentes lo tenemos en la suerte de Pohann Pacobi, %uien, siendo undem"crata pe%ue3oburgus con&encido, sin el ms le&e contacto con las ideas socialistas, se decidi",lle&ado de su desesperaci"n $ como protesta, a aceptar transitoriamente un mandato electoralsocialdem"crata,

Hn obstculo de orden ideol"gico con %ue trope(aba la !ormaci"n de tradiciones democrticas en-lemania era el !alseamiento, en grandes proporciones $ cada &e( ms acentuado, de la historiaalemana. Tampoco en este punto podemos ni si%uiera apuntar los detalles. Tratbase para decirlo en

pocas palabras de la ideali(aci"n $ la 2germani(aci"n2 de los aspectos ms retardatarios deldesarrollo de -lemania+ es decir, de una historiogra!a %ue se dedicaba a e#altar como lo ms glorioso$ lo %ue me/or cuadraba con 2el alma alemana2 lo %ue constitua precisamente el carcter msretrasado de la tra$ectoria del pas, criticando $ repudiando como antialemn, como contrario alcarcter del 2espritu nacional2 de -lemania todos los principios $ los resultados del desarrollodemocrtico)burgus $ re&olucionario en el Occidente. Los conatos de mo&imientos progresi&oscontenidos en la historia alemana, tales como la guerra de los campesinos, el /acobinismo de los de1aguncia, determinadas tendencias democrticas de la poca de las guerras de la independencia o lasrepercusiones plebe$as de la re&oluci"n de Pulio en la de =JKJ, eran totalmente silenciados o se los!alseaba de modo %ue asustaran los lectores. En la terminologa burguesa alemana, el a3o re&olucio )

nario de =JKJ es bauti(ado, a partir de ahora, como el 2a3o loco2. En cambio, se rodea de una aureolagloriosa a los perodos reaccionarios de la historia alemana.ero, no se crea %ue esta tergi&ersaci"n se limita a los hechos hist"ricos, a su selecci"n $ a su modo

de presentarlos+ no, la actitud de !alseamiento a %ue nos re!erimos in!lu$e tambin, de un modo!unesto, sobre la metodologa de la ciencia hist"rica $ social $ trasciende, incluso, remontndose mu$

por encima de esto, a todo el pensamiento social e hist"rico de -lemania. :esumiendo la cosa enpocas palabras, podramos decir %ue, tras los intentos hechos en la poca anterior a =JKJ para llegar acomprender la sociedad $ la historia a tra&s de sus le$es racionales 8basta con re!erirse, en este

punto, a *egel9, se le&anta ahora una nue&a oleada de irracionalismo hist"rico)sociol"gico. Esteirracionalismo, $a mu$ desarrollado en el romanticismo $ en las ramas deri&adas de este tronco,


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acab" imponindose como la corriente imperante despus de la derrota de la re&oluci"n del KJ. ero,por ahora, no nos interesa tanto la caracte rstica metodol"gica $ cient!ica de esta corr iente $a&eremos ms adelante c"mo el irracionalismo del perodo imperialista, aun%ue encuentre a%unumerosos puntos de entron%ue, representa, sin embargo, algo esencialmente nue&o como el se3alarlas races %ue tiene en la &ida social $ poltica de -lemania.

El !actor ms esencial de todos es la psicologa de sbdito del alemn medio, incluso la delintelectual, por lo dems tan engredo+ psicologa %ue no hi(o crisis, ni mucho menos, con la

re&oluci"n de =JKJ. 7a hemos &isto c"mo las grandes conmociones producidas a comien(os de lapoca moderna $ %ue echaron, en el Occidente, las bases para el desarrollo democrtico, acabaron en-lemania con la plasmaci"n secular de pe%ue3as 8iranias $ c"mo el mo&imiento alemn de la:e!orma sent" los !undamentos para una actitud de ser&ilismo ante ellas. Ni las luchas de inde)

pendencia contra el $ugo napole"nico, ni si%uiera la re&oluci"n de =JKJ, lograron introducir en estepunto ningn cambio esencial.

7, como la unidad de la naci"n alemana no se instaur" por la &a re&olucionaria, sino 2desdearriba2, 2por la sangre $ por el hierro2, segn la le$enda hist"rica, gracias a la 2misi"n2 de los*ohen(ollern $ al 2genio2 de 'ismrcG, este aspecto de la psicologa $ la moral alemanas le mantu&ocasi intacto. Surgieron grandes ciudades donde antes se aliaban, muchas &eces, pe%ue3os centrosurbanos de corte semimedie&al+ la poltica de campanario de/" el puesto a la poltica mundial, pero laactitud sumisa del pueblo alemn ante la 2superioridad2 no e#periment", en este proceso, ms %uecambios mu$ insigni!icantes. El *essling del Suditode *einrich 1ann s"lo se distingue del 2hroe2

burgus, de Fusta& 5re$tag por su agresi&idad !rente a los de aba/o, pero no por su ser&i lismo ante losde arriba. 7 as, la pintura tra(ada en == por *ugo reuss es &lida con las naturales &ariacionesimpuestas por la historia del momento para el pueblo alemn en todo el siglo I $ en el 4 2El

pueblo ms gobernable del mundo son los alemanes..., en el sentido de un pueblo acti&o $ dinmico,con una habilidad $ una inteligencia superiores en general a lo corriente $ con una tendencia crtica

bastante desarrollada para todo lo %ue sea ra(onar+ pueblo, sin embargo, %ue, en lo tocante a losasuntos pblicos, no est habituado, ni tampoco lo %uiere, a obrar espontneamente sin las "rdenes dela superioridad o en contra de ellas $ %ue, por tanto, se siente per!ectamente ensamblado $ casi acta

ba/" la direcci"n de la autoridad como si obrase por su propia &oluntad colecti&a. 7 esta aptitud parade/arse organi(ar, unida a a%uellas e#celentes cualidades, o!rece en realidad un materiale#traordinariamente bueno para cual%uier organi(aci"n, pero sobre todo para la de tipo ms puto %uees la militar.2

-%u es donde se halla, la !uente directa, la !uente sub/eti&a, del irracionalismo alemnpreimperialista. 1ientras %ue los pueblos democrticos del Occidente &ista la cosa en su con/unto $a grandes rasgos consideran el Estado, la poltica de ste, etc., en gran medida, como suincumbencia propia, e#igiendo de ellos %ue sean racionales $ &iendo re!le/ada en este espe/o su

propio carcter racional , en -lemania tambin &ista la cosa en su con/unto $ a grandes rasgosesta actitud aparece, in&ertida. El a#ioma de la historiogra!a alemana4 2los hombres hacen lahistoria2, no es ms %ue el re&erso hist"rico)metodol"gico de la concepci"n burocrtica prusiana de2la inteligencia limitada del sbdito2, de a%uellas palabras de la proclama lan(ada despus de la

batalla de Pena4 2el primer deber del ciudadano es permanecer %uieto2. En ambos casos es 2lasuperioridad2 $ s"lo ella la llamada a actuar, hacindolo adems a base de una concepci"n intuiti&a decircunstancias %ue de hecho son irracionales+ el simple mortal, el 2hombre del mont"n2, el sbdito, essimplemente el pe"n mecnico, el ob/eto o el embobado espectador de las acciones reali(adas por loselegidos.

La 2poltica realista2 $ sin principios de 'isrnarcG contribu$" en mucho, con sus #itos iniciales8hasta la !undaci"n del Imperio9, al desarrollo de este irracionalismo+ la esterilidad $ los !racasos dela poltica bismarcGiana de all en adelante se consideran como una 2tragedia2 irracional, cuando no

se las con&ierte por arte de magia en otros tantos #itos, logrados mediante el apro&echamiento2genial2 de 2constelaciones2 irracionales por el 2genio2 del 2poltico realista2. El perodo delimperialismo alemn !ranco $ descarado del reinado de Fuillermo II es ) e#plicado por sus adoradorescomo obra de la 2genial personalidad2 del emperador $ por sus crticos como resultado de ladesaparici"n de 'ismarcG sin haber de/ado un sucesor digno de l.

7 estas tendencias mu$ generali(adas de la historiogra!a alemana usual se &en !ortalecidas por lospublicistas %ue toman su inspiraci"n de los crculos sociales cu$os intereses se consideran lesionadospor la parlamentari(aci"n de -lemania, lo %ue les lle&a a preconi(ar el 2rgimen personal2 de los*ohen(ollern 8%ue es en realidad el imperio absoluto de la burocracia ci&il $ militar9 como la nicasenda saludable para el pueblo alemn. No cabe duda de %ue el modo como se instaur" la unidad del


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Imperio alemn real(" esencialmente la posibilidad de %ue seme/antes concepciones encontrasen tanamplia di!usi"n.

Vntimamente relacionada con esta tra$ectoria se halla la lucha de la historiogra!a $ loshistoriadores alemanes contra la concepci"n racional del progreso. Sabemos %ue se trata de una luchade carcter general, %ue brota necesariamente, como habremos de &er con todo detalle ms adelante,sobre el terreno del capitalismo decadente $ %ue apunta $a, incluso, en el seno del capitalismo cuandoste comien(a a &erse desgarrado por problemas interiores+ se trata, en otros trminos, de un

!en"meno internacional. Lo 2nico2 %ue ha$ de espec!ico en la tra$ectoria alemana es %ue a%u estatendencia aparece mucho antes $ se mani!iesta con mucha ma$or !uer(a %ue en ningn otro pas. Esta

peculiaridad del desarrol lo espiritual de -lemania, la de haber suminist rado sobre todo enSchopenhauer $ en Niet(sche, pero tambin en Spengler, *eidegger $ otros los pensadores %ue!iguraron a la cabe(a de la actitud radicalmente reaccionaria ante la realidad habr de ser, msadelante, in&estigada a !ondo por nosotros, en cuanto a sus principios $ a sus consecuencias de orden!ilos"!ico+ de momento, s"lo nos interesan su !undamento primario $ elemental, en lo %ue a lahistoriogra!a $ a la sociologa se re!iere. 7 ste ha$ %ue buscarlo en la curiosa $ simultnea unidad,en la realidad indiscernible, de los momentos acomodados a su tiempo $ e#temporneos %ue se dan enla estructura $ en la orientaci"n hist"rico)sociales del desarrollo de -lemania. 1ientras -lemania !ue,sencillamente, un pas atrasado, tanto en lo econ"mico como en lo social, %ue iba descollando, sinembargo, en lo espiritual, como un ri&al digno $, en ciertos campos, como el gua espiritual delmundo burgus, brot" de esta situaci"n la ideologa precursora de la re&oluci"n democrtica en-lemania 8los poetas $ pensadores alemanes desde Lessing hasta *eine $ desde ant hasta *egel $5euerbach9. 0ierto es %ue $a entonces naci" tambin en el romanticismo $ en sus productosaccesorios a%uella ideali(aci"n del atraso alemn %ue, para de!ender esta posici"n, se &ea obligadaa interpretar de un modo radicalmente irracional la marcha del mundo, combatiendo el concepto del

progreso como una concepci"n supuestamente super!icial , tri&ial $ err"nea. Nadie !ue tan all , en estepunto, como Schopenhauer+ $ ello e#plica la !alta total de in!luencia de este !il"so!o antes de =JKJ $la in!luencia mundial alcan(ada por l, despus de derrotada dicha re&oluci"n.

Los !undamentos ob/eti&os de este problema se complican con la !undaci"n del Imperio, e inclusocon el perodo %ue la precede $ la prepara. -lemania, de a3o en a3o, &a de/ando de ser un pasecon"micamente re(agado. 1s an, en el perodo imperialista, &emos c"mo el capitalismo alemnde/a atrs al ingls, %ue hasta ahora marchaba a la cabe(a en Europa+ $ -lemania se con&ierte /untoa los Estados Hnidos en el pas capitalista ms desarrollado $ tpico del mundo. ero, a la par conello, se a!ian(a, como hemos &isto, su estructura social $ poltica demo crticamente atrasada 8rgimenagrario, pseudoparlamentarismo, 2gobierno personal2 del emperador, super&i&encias del rgimenterritorial de los pe%ue3os Estados, etc.9.

Se reproduce, con ello, la contradicci"n de las etapas anteriores, en una escala a la &e( ms alta $cualitati&amente nue&a. Dos caminos se abren, en el plano de lo abstracto, para poder superar estacontradicci"n. Hno es el postulado de %ue la estructura social $ poltica de -lemania se acomode aldesarrollo econ"mico del pas. ostulado %ue puede !ormularse, adems, en un sentido re&olucionario,e#igindose %ue en -lemania se lle&a a cabo, por !in, la re&oluci"n democrtica 8%ue es como planteael problema 5ederico Engels, en su Crtica del programa de !rfurt de la socialdemocracia alemana9.ero, desde el punto de &ista de un &erdadero imperialismo alemn interiormente a/ustado a sutiempo, cabra aspirar tambin a %ue la estructura poltica del pas 8sin tocar para nada a la estructurasocial9 se adaptase a las !ormas $a probadas $ %ue habrn de seguir dando resultado siempre !rentea -lemania4 a las !ormas de la democracia parlamentaria occidental. 8osici"n sta %ue era, como&eremos, la %ue adoptaba casi solo un 1a#


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de las teoras tpicas %ue en este terreno se !ormularon.0abe, ba/o un signo positi&o o negati&o, con entusiasmo, con repulsa o con resignaci"n, concebir el

capitalismo como un 2destino2+ para comprenderlo, basta con remitirse a las palabras de TreitschGe,ms arriba transcritas, acerca del nacimiento de la Hni"n aduanera. El capitalismo alemn altamentedesarrollado es &alorado, as, como un 2destino2 irracional, mientras el e#ponente del otro principio

tambin irracional, aun%ue con distinta &aloraci"n, el Estado alemn, recibe la misi"n de in!undirun sentido al 2destino2 ciego de la economa por la &irtud de las dotes puramente personales 8es decir,

tambin irracionales9 del monarca. O bien se atribu$e al Estado 8en la !orma alemana abstracta de la2estatalidad29 el papel de contrapeso saludable irracional para e%uilibrar a%uella insana $mort!era racionalidad representada por la economa capitalista, etc., etc.

En todas estas concepciones se encierra, como se &e, una actitud polmica !rente al conceptogeneral burgus del progreso propio de las democracias occidentales+ se recha(a la idea de %ue eldesarrollo del)Estado $ de la sociedad, rompiendo las !ormas !eudales, $ su creciente adaptaci"n a lase#igencias del capitalismo 8basta con re!erirse a la sociologa de *erbert Spencer9 representa un

progreso. Le/os de reconocerla as, se &alora $ se ensal(a la tra$ectoria alemana como superior,precisamente por%ue la conser&aci"n de las !ormas autoritarias ms &ie/as 8no racio nales9 le permitenresol&er problemas %ue tenan %ue ser necesariamente insolubles para la sociedad $ el pensamientosocial de los Estados occidentales, atenidos a una orientaci"n racional. 7 huelga decir %ue lo decisi&o,en todo esto, era el poder combatir e!ica(mente el socialismo.

Irracionalismo $ enemistad contra el progreso son inseparables, $ ambos representan, ensambladosas, la de!ensa ideol"gica e!iciente, del atraso social $ poltico de una -lemania %ue &adesarrollndose rpidamente por los derroteros del capitalismo. 5cil es comprender, por otra parte,%ue estas premisas. 2!ilos"!icas2 para una historiogra!a alemana %ue acabamos de esbo(ar tenan %uee/ercer $ e/ercieron una in!luencia decisi&a sobre a%uella !abricaci"n de le$endas hist"ricas de %uems arriba hemos hablado.

La endeble( del mo&imiento democrtico alemn se mani!iesta tambin en el hecho de %ue no !uesecapa( de oponer a esta campa3a ideol"gica de de!ormaci"n de gran en&ergadura nada propio, una&erdadera historia de -lemania ni una historia de las luchas por la re&oluci"n democrtica, No sesenta tampoco en condiciones de combatir e!ica(mente los !un damentos 2!ilos"!icos2 de estasle$endas hist"ricas. El carcter postulati&o gnoseol"gico)agn"stico $ tico)social del pensamientoneoGantiano imperante en -lemania se re&elaba tan incapa( para ello como la sociologa %ue de &e(en cuando se importaba del e#tran/ero. Toda la /u&entud alemana iba !ormndose, as, sin unatradici"n democrtica. El nico historiador alemn %ue luch" enrgicamente contra esta !abricaci"nde le$endas !ue 5ran( 1ehring, a %uien nadie puede negar sus grandes mritos en esta lucha. Suses!uer(os, sin embargo, no llegaron a dar !rutos $ se &ieron cada &e( ms aislados, a causa delre!ormismo imperante en la socialdemocracia alemana. Las tradiciones democrticas, en -lemania,iban %uedando cada &e( ms desarraigadas. Los publicistas democrticos %ue ms tarde !ueron

brotando aisladamente tenan, en la ma$or parte de los casos, tan poco contacto real con la historia de-lemania, %ue la reacci"n se daba !recuentemente el lu/o de pasarlos por alto $ de tratarlos despec )ti&amente, sin un anlisis crtico, recurriendo para ello a una contraposici"n arti!iciosamente

planteada entre el carcter alemn supuestamente aut"ctono, base de la tra$ectoria !rustrada de supatria, $ la democracia, a la %ue se tildaba de 2mercanca occidental de importaci"n2, re!irindose, aellos entre signos negati&os, como a partidarios del 2Occidente no germnico2. Lo cual &ena are!or(ar toda&a ms, naturalmente, el aislamiento ideol"gico $ poltico de estos autores sueltos,dentro de -lemania.

S"lo el mo&imiento obrero poda haber creado en -lemania un centro de resistencia poltica eideol"gica, como lo haba hecho en =JKJ)K la Nueva Gaceta Renana, ba/o la direcci"n de 1ar#, $como lo hicieron en :usia Lenin $ los bolche&i%ues. ero a%uellas tendencias generales del desarrollo

de -lemania repercutan tambin sobre el mo&imiento obrero. -ntes de la instauraci"n bismarcGianade la unidad nacional, era natural %ue el problema central de la re&oluci"n democrtica se con&irtieraen la causa esencial de la escisi"n del mo&imiento obrero %ue comen(aba a nacer. De una parteestaban Lassalle $, despus de l, SchReit(er, %uienes abra(aban el camino prusiano)bonapartista. 7las des!a&orables condiciones del desarrollo de -lemania condu/eron a%u a consecuencias !atales.Lassalle, con %uien comen(" el mo&imiento de masas de la clase obrera alemana despus de lare&oluci"n de =JKJ, se hallaba ganado por la in!luencia ideol"gica de la tendencia .bonapartistaimperante, en un grado mucho ma$or %ue el %ue registran las historias del mo&imiento obrero de-lemania. Su apro#imaci"n personal $ poltica a 'ismarcG, en los ltimos a3os de su &ida, no !ue, nimucho menos, como se trata de hacer creer, un e#tra&o casual, sino %ue !ue ms bien la consecuencia


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l"gica $ necesaria de toda su posici"n !ilos"!ica $ poltica. Lassalle haba tomado de *egel, sin lamenor reser&a crtica, el criterio idealista)reaccionario de la primaca del Estado sobre la economa,

para aplicarla mecnicamente al mo&imiento de liberaci"n del proletariado. 7 ello le lle&aba,l"gicamente, a recha(ar todas a%uellas !ormas del mo&imiento obrero %ue, asegurando laindependencia del proletariado, habran podido conducir a la lucha por la libertad democrtica demo&imientos $ a un cho%ue democrtico con el Estado prusiano, burocrtico $ bonapartista. Segn l,los obreros deban !iar tambin en lo econ"mico su liberaci"n al Estado prusiano, al Estado de

'ismarcG. 7 la preconi(aci"n unilateral del su!ragio uni&ersal como postulado bsico ad%uiratambin, as encuadrado, un acento bonapartista, tanto ms cuanto %ue la organi(aci"n interna de la2Liga general de obreros alemanes2, en la %ue se combinaba la dictadura personal de Lassalle con las&otaciones ocasionales en !orma de referendum del 2pueblo soberano2, re&esta tambin un carcter

bonapartis ta mu$ marcado. No en &ano Lassalle pudo en&iar a 'ismarcG una copia de los estatutos desu propio 2Imperio2, como l mismo lo llamaba, dicindole %ue tal &e( tu&iera, el 0anciller, moti&os

para en&idiarle por l. 7 nada tiene de sorprendente %ue, lan(ado $a por este camino, a&an(araconsecuentemente por el decli&e, hasta desembocar en la 2monar%ua social2, en el apo$o directo a la

pol tica bismarcGiana de unidad.ero tampoco Fuillermo LiebGnecht, aun%ue reconociera $ criticara, ba/o la in!luencia de 1ar# $

Engels, los errores de Lassalle $ de su escuela, !ue capa( de mantener una lnea certera. De/baseganar con mucha !recuencia por la in!luencia ideol"gica de las tendencias democrti cas

pe%ue3oburguesas del sur de -lemania $ no opona, a la soluci"n bismarcGiana $ a su de!ensa porLassalle la &ie/a lnea re&olucionaria de la Nueva Gaceta Renana, sino un !ederalismo democrtico)

pe%ue3o burgus, antiprusiano, inspirado en las corrientes sudalemanas.En el curso del desarrollo posterior del mo&imiento obrero alemn, tambin habra de mani!estarse

en este problema el re!ormismo cada &e( ms acentuado. Engels critic", en este respecto, conimplacable energa, los errores oportunistas del rograma de Er!urt, se3alando sobre todo lo %ue!altaba en este programa4 el postulado de una lucha resuelta en torno a la democrati(aci"n de-lemania, en torno a la consecuci"n re&olucionario)democrtica de la unidad nacional, %ue con lasoluci"n bismarcGiana era una unidad reaccionaria $, por tanto, !rustrada.

Despus de la muerte de Engels, el re!ormismo se acenta cada &e( ms $ &a, con ello, ms $ ms aremol%ue de la burguesa liberal, presta siempre a las componendas. La &erdadera lucha por lademocrati(aci"n radical de -lemania por el apo$o ideol"gico $ poltico a los mo&imientosre&olucionario)democrticos encuentra cada &e( menos eco en la socialdemocracia alemana+ a elloha$ %ue atribuir, en una medida mu$ considerable, la situaci"n de aislamiento de un 5ran( 1ehring, elnico de!ensor consecuente de a%uellas tradiciones. 7 esta de!ormaci"n re!ormista del mar#ismo nose limita, ni mucho )menos, al ala abiertamente oportunista de la derecha, %ue llegaba hasta la polticade apo$o al imperialismo colonial, sino %ue se e#tiende tambin al llamado 2centro mar#ista2, el cual,

ba/o el ropa/e de una &aga !raseologa re&olucionaria, se a&ena, de un modo mu$ 2realista2, con elestado de cosas e#istente en -lemania. -s las cosas, era natural %ue el mo&imiento obrero alemn no

pudiese ser&ir de aglutinante, de centro de atracci"n para las !uer(as democrt icas %ue semani!estaban espordicamente, no pudiese educar $ guiar a estas !uer(as. 7, en su lucha de oposici"ncontra las tendencias oportunistas del re!ormismo, grandes sectores de la oposici"n de i(%uierda caanen una actitud sectaria ante los problemas de la democracia burguesa, $ en especial ante el problemanacional, lo %ue impidi" en buena parte a estos sectores $ ms tarde, $a en la guerra, a la Ligaesparta%uista llegar a con%uistar una in!luencia como la alcan(ada en :usia por los bolche&i%ues.

En estas condiciones entra -lemania en la poca imperialista. 0omo es sabido, este trnsito &aacompa3ado de un gran auge econ"mico, de una concentraci"n e#traordinariamente !uerte del capital,etc. -lemania se erige en el Estado %ue marcha a la cabe(a del imperialismo en Europa $, al mismotiempo, en el Estado imperialista ms agresi&o, %ue presiona de un modo ms &iolento por el nue&o

reparto del mundo. Este carcter del imperialismo alemn es tambin una consecuencia del desarrollocapitalista de -lemania, atrasado, pero rapidsimo. -l con&ertirse -lemania en una gran potenciacapitalista, l reparto del mundo colonial tocaba $a a su !in, lo %ue haca %ue la -lemaniaimperialista, si %uera llegar a ad%uirir un imperio colonial a tono con su podero econ"mico, s"lo

pudiera lograrlo por medio de la agresi"n, arrebatando a otros sus colonias. Esto hi(o nacer en-lemania un imperialismo especialmente 2&ora(2, agresi&o, &ido de botn, %ue presionaba de unmodo &ehemente e implacable hacia el nue&o reparto de las colonias $ las es!eras de in !luencia.

Esta situaci"n econ"mica contrasta de un modo mu$ llamati&o con la gran !alta de madure(pol tico)democrtica del pueblo alemn, en este perodo. ero, esta !alta de madure( no s"lo es unhecho poltico e#traordinariamente importante, no s"lo da como resultado el %ue la &eleidosa $


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a&enturera poltica e#terior de Fuillermo II pudiera abrirse paso sin grandes !ricciones dentro delpas , sino %ue encierra, adems, importantes consecuencias ideol"gicas para nuestro problema. Noe#isten las situaciones estancadas+ todas tienen %ue desarrollarse hacia adelante o hacia atrs. 7 como,

por las ra(ones $a se3aladas, el pueblo alemn no se des arroll", al llegar el perodo imperialista, enun sentido progresi&o)democrtico, necesariamente tena %ue producirse un mo&imiento de retroceso.7 esto guarda relaci"n con una tendencia poltico)ideol"gica comn al perodo imperialista, en un

plano internacional. En este perodo reina, de una parte, una tendencia antidemocrt ica general

bastante acentuada, mientras %ue, de otra parte, ba/o las condiciones del imperial ismo, all dondee#iste una democracia burguesa, se produce cierto desenga3o en las masas $ en sus porta&ocesideol"gicos en cuanto a la democracia, al com probar cuan pe%ue3o es, en realidad, el poder de %ueste dispone !rente a los "rganos e/ecuti&os secretos de la burguesa, cuan grande es el grado decorrupci"n %ue necesariamente lle&a apare/ado, ba/o el capitalismo, $ c"mo, en el rgimen)capitalista, la democracia burguesa es,B por !uer(a, inseparable de una serie de !en"menosantidemocrticos 8en el aparato electoral, etc.9. Nada tiene de e#tra3o, por ello, %ue precisamente enlos pases democrticos se desate una oleada de crticas contra la democracia, %ue &an desde lascorrientes reaccionarias descaradas hasta el mo&imiento obrero 8tal es, por e/emplo, el caso delsindicalismo en los pases latinos9.

0ierto es %ue estas crticas re&isten, en general, una tendencia romntico)reaccionaria. No debeperderse de &ista, sin embargo, %ue lle&an implcito, no pocas &eces, un desenga3o legtimo ante lademocracia burguesa, una e#periencia &i&ida de desencanto, %ue a &eces en&uel&e unarelati&a idea de superaci"n, en lo tocante a las limitaciones sociales de esetipo de democracia. 'aste pensar en la irona d -natole 5rance, cuandohabla de esa igualdad democrtica ante la le$ %ue prohbe ma$estticamente a pobres $ a ricos, sindistinci"n, dormir por las noches deba/o de los puentes. 7 ha$ %ue ad&ertir %ue, cuando escriba esto,-natole 5rance se hallaba toda&a mu$ le/os del socialismo4 por eso precisamente son sus ingeniosas

palabras tan caracter sticas de ste estado de nimo de los crculos progresi&os intelectuales delOccidente $ de sus in&ecti&as contra la democracia. Hna me(cla caracterstica de una actitud crticacertera $ tendencias con!usas $ reaccionarias podemos obser&arla tambin en 'ernard ShaR. ero laamalgama ms complicada de estas tendencias $ la ms in!lu$ente, durante algn tiempo, la

personi! ica F. Sorel, el ide"logo del sindical ismo.Estas tendencias llegaron a e/ercer, sobre todo ba/o sus matices reaccionarios, una in!luencia

importante $ pro!unda sobre la intelectualidad alemana del perodo imperialista. Sin embargo, al pasara -lemania, su!rieron un pro!undo cambio social. Si en los pases del Occidente eran la e#presi"n deldesenga3" ante la democracia burguesa $a con%uistada $ &igente, en -lemania con&ertanse en unobstculo para su consecuci"n, en la renuncia a la lucha resuelta $ decidida por esa democracia. Estastendencias se me(clan en -lemania con la &ie/a propaganda o!icial del perodo bismarcGiano, %ue &e$ preconi(a en el atraso de -lemania la e#presi"n del 2espritu alemn2, de lo %ue ha$ deespec!icamente alemn en la historia, en la sociologa, etc. En el perodo bismarcGiano, &emos c"mola intelectualidad democrtica $, en parte, incluso laB intelectualidad liberal, se mani!iesta en contra deseme/ante concepci"n de la sociedad $ de la historia 8irchoR, 1ommsen, etc.9, aun%ue con bastantetibie(a en lo interior, ciertamente, $ con ninguna e!icacia, al e#terior.

-l paso %ue la crtica de la democracia es acogida, ahora, en -lemania como una tendenciaprogresi&a del espritu occidental, se produce, en ltima instancia, con otros ra(onamientos hist"ricose ideol"gicos, la capitulaci"n ante las ideologas %ue &ienen a debilitar la lucha por la democracia $%ue matan la mdula ideol"gica $ poltica de esta lucha. 'asta con re!erirse, para poner un soloe/emplo mu$ signi!icati&o, al ms importante de los soci"logos e historiadores burgueses del perodoguillerrnino, a 1a#


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s"lo %ue en una escala ms alta+ en la ma$ora de ellos pre&alece, en ltima instancia, un !ilisteismoa/eno a los &erdaderos intereses pblicos. 1ientras %ue la crtica occidental de la democracia lle&a ala ma$or parte de la intelectualidad a &er en la tra$ectoria no democrtica de -lemania algo aparte,una etapa ms alta con respecto a la problemtica democracia no democrtica del Occidente, &acrendose un espritu capitulacionista, de tenderos $ literatos, ante el sistema poltico imperante en-lemania $, no pocas &eces, una actitud esnobista de engreimiento aristocrtico, %ue, criticandoduramente $, en ocasiones, hasta con rasgos ingeniosos $ certeros la burguesa $ la cultura burguesa,

dobla el espina(o ante la noble(a burocrtica $ militar del sistema guillermino e ideali(a el aparatoantidemocrtico de este sistema, con sus &estigios semi!eudales. 8Estas tendencias se destacanclaramente en el ingenioso satrico Sternheim $ en el poltico de orientaci"n democrtica :athenau.9

Tambin estas crticas de la democracia burguesa del Occidente contienen, como es natural, ciertoselementos de &erdad. Son ciertos de por s, sobre todo, muchos de los hechos %ue se alegan contra elcarcter de las democracias occidentales, como e#ponente de su negaci"n de la democracia. Sinembargo, la crtica ra(onable $ certera s"lo cabe hacerla, en este punto, desde la i(%uierda. 'asta concitar, para comprobarlo, a -na)tole 5rance. 7a en sus obras /u&eniles encontramos agudasobser&aciones satricas sobre la democracia de la Tercera :epblica. ero esta crtica no se con&ierteen parte orgnica $ propulsora de su modo de &er la sociedad $ la historia sino a partir del momentoen %ue, gracias a las e#periencias del caso Dre$!us, comien(a el escritor a desarrollarse por el caminodel socialismo.

7 tambin en Thomas 1ann podemos obser&ar, mutatis mutandis, una tendencia parecida. En susRefle$iones de un apoltico, los aspectos legtimos de esa crtica de la democracia burguesa aparecentoda&a encubiertos $ des!igurados por un anticapitalismo romntico a la alemana. 0uando, $a en el

perodo de


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democrticas se limita a la burocracia en el ms estricto sentido de la palabra, en -lemania see#tiende mucho ms all de ella. El plegarse incondicionalmente a las decisiones de los de arriba seconsidera como una &irtud espec!icamente alemana, por oposici"n a la manera ms libre de pensar delos pases democrticos del Occidente, $ se destaca $ glori!ica cada &e( ms como signo de un ni&elsocial superior. El mismo 'ismarcG hubo de criticar alguna %ue otra &e( la !alta de 2&alor ci&il2 de losalemanes, ol&idndose de %ue !ue l %uien !oment" poderosamente, en lo personal $ en el plano de lasinstituciones, este encau(amiento de la me(%uindad poltico)social de los pe%ue3os Estados a la po)

tente naci"n uni!icada, esta perpetuaci"n de la nulidad de la opini"n pblica. or las ra(ones $aindicadas, esta tendencia degenera, al llegar el perodo guillermino, en un &erdadero bi(antinismo dela intelectualidad, en un ser&ilismo e#teriormente grandilocuente e interiormente rastrero de las msamplias capas medias de la sociedad.

.Es, repetimos, la capitulaci"n espiritual, a &eces in&oluntaria, ante la propaganda !alseadora de lahistoria %ue glori!ica el atraso de -lemania, proceso iniciado $a en el perodo bismarcGiano, pero %ueahora, ba/o una !orma 2ms sutil2, 2ms ele&ada2, %ue a &eces constitu$e una oposici"n sub/eti&a,

pero %ue es siempre, ob/eti&amente, una seudoposici"n $ s iempre, por tanto, una !orma %ue sir&e mse!ica(mente al imperialismo, abarca tambin a los sectores ms progresi&os $ a los ms desarrolladosde la intelectualidad burguesa %ue marcha a la cabe(a.

emos a%u de un modo bien palpable la a!inidad social, $ con ella el paralelismo espiritual, entrela ideologa reaccionaria 2superior2 $ la 2usual2. Ocurre en este punto algo parecido a como el%uietismo budista de Schopenhauer discurre paralelamente con la apata pe%ue3oburguesa %uesobre&iene a la derrota de la re&oluci"n de =JKJ, lo mismo %ue a%uel postulado de Niet(sche de %uelas relaciones entre capitalistas $ obreros se acomodaran a las relaciones entre los o!iciales $ lossoldados, dentro del e/rcito, se empare/aba con los deseos del perodo imperialista en el planocapitalista)militar. ero, la a!irmaci"n de este paralelismo no niega ni pone en duda, en modo alguno,la di!erencia de ni&el espiritual. or el contrario, esta di!erencia de ni&el sigue ocupando el primer

plano de nuestro inters. No, sin embargo, por la ra("n predominante de la altura intelectual, sinopor%ue sta hace %ue aumente el alcance social de las corr ientes reaccionarias, $a %ue estas corrientesabarcan ahora a capas a las %ue no podan llegar con los medios 2normales2 del espritu, des)

pect i&amente sordas a su &o( cotidiana. S"lo en sus (ltimas consecuencias sociales %ue son las %uedecide de la suerte de -lemania tambin en lo espiritual desembocan dichas corrientes en el mismocauce de la reacci"n. 0uando, por e/emplo, a comien(os de la primera Fuerra 1undial imperialista, P.lenge contrapona las 2ideas de ==K2, como las ideas superiores $ espec!icamente alemanas, a lasideas de =J, re&elaba con ello c"mo una gran parte de la me/or intelectualidad alemana habadescendido hasta el ni&el de la historia de propaganda a lo TreitschGe. Esta ausencia de principios $este descenso del ni&el intelectual $ moral, pueden percibirse claramente en los !olletos de

propaganda de los primeros tiempos de la guerra+ de ello tenemos un e/emplo bien elo cuente, paradestacar solamente uno, en la contraposici"n de


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mucho antes, una agrupaci"n de todas las !uer(as de la burguesa contra la ame na(a de una re&oluci"nproletaria. 7 las e#periencias directamente &i&idas de la re&oluci"n rusa de == in!lu$eron de unmodo considerable, en este punto, no s"lo sobre la misma burguesa, sino tambin sobre el alare!ormista del mo&imiento obrero. *e a%u por %u esta ala re!ormista apo$" incondicionalmente, dehecho, la coalici"n democrtica de todas las !uer(as burguesas, dirigida contra el proletariado, $ nos"lo la apo$", sino %ue !ue, en realidad, su centr" $ su !uente de energas.

De a%u %ue la repblica de =. Los partidos burguesesde i(%uierda aliados a los re!ormistas no traba/aban por la implantaci"n de una democraciare&olucionara, sino %ue eran, sustancial)mente ba/o las consignas de la repblica $ la democracia

, 2part idos de orden2, lo %ue signi!icaba, prcticamente, %ue aspiraban a modi!icar lo menos posiblela estructura social de la -lemania guillermina 8mantenimiento de la o!icialidad reclutada entre los

/unGers, de la &ie/a burocracia, de la ma$ora de los pe%ue3os Estados, oposici"n a la re!orma agraria,etc.9. En estas circunstancias, nada tiene de e#tra3o %ue las masas populares, %ue, como hemos &isto,no haban recibido nunca una educaci"n democrtica $ en las %ue la tradici"n democrtica no tena lamenor ra(, se sintieran en seguida pro!undamente desenga3adas de la democracia $ se apartaranrelati&amente pronto de ella. 7 este proceso se aceler" $ ahond" de un modo especial, por%ue lademocracia de


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Se trata, pues, de esbo(ar en ests consideraciones preliminares los rasgos ideol"gico)sociales %uehicieron posible la cru(ada triun!al del !ascismo en -lemania, de un modo tan &ergon(osamenterpido $ ms &ergon(oso toda&a por lo duradero+ de se3alar bre&emente c"mo el !ascismo alemn

brot", ba/o la acci"n de una cierta necesidad, de la tra$ectoria an terior del pas, apuntando al mismotiempo en %u consisten sus cualidades espec!icamente nue&as $ por %u, al mismo tiempo, estascaractersticas nue&as no representaban, en realidad, ms %ue una e#altaci"n cualitati&a de tendencias$a e#istentes con anterioridad.

*emos &isto $a c"mo la repblica de


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entusiasmo los acontecimientos rusos de ==, &iendo en ellos la perspecti&a %ue necesariamente seabra tambin ante la historia de -lemania. Las esperan(as %ue se haban ci!rado en las promesas desociali(aci"n de ==J, los desenga3os producidos en los a3os siguientes, cuando se &io %ue todoa%uello se lo lle&aba el &iento, el di&orcio cada &e( ma$or de las grandes masas obreras con respectoa la repblica de


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econ"mica mundial. -s entendida, la lnea 2racional2 signi!ica, por tanto, prcticamente, para lasmasas4 someterse $ no declararse en huelga ante las reba/as de salarios+ abstenerse de todamani!estaci"n, de toda protesta $ de toda reacci"n enrgica, ante la reducci"n de los subsidios de paro!or(oso o la supresi"n del derecho de subsidio para masas cada &e( ma$ores de obreros+ $, ante lasms sangrientas pro&ocaciones del !ascismo, ceder, replegarse, no de!ender la !uer(a de la claseobrera $ su derecho a dominar la calle+ o, para decirlo con las palabras tan certeras de Dimitro!!,de!iniendo esta poltica, rehuir el peligro por el camino de no hostigar a la bestia.

De este modo, la 2ra("n2 re!ormista no s"lo con&irti" a la clase obrera en una !uer(a prcticamenteincapa( de oponerse en la lucha al capitalismo imperialista, al !ascismo %ue se preparaba paracon%uistar el oder, sino %ue, adems, puso en e&idencia $ destru$" la &ie/a con&icci"n del carcterracional del desarrollo hist"rico, %ue, a tra&s de los combates certeramente dirigidos, conduce alme/oramiento de la situaci"n diaria de la clase obrera $, en ltimo resultado, a su total $ de!initi&aliberaci"n. 7 la propaganda alentada por los re!ormistas contra la Hni"n So&itica &ino a re!or(artoda&a ms este proceso, presentando el herosmo de la clase obrera rusa como intil, estril $contraproducente.

En el seno de la propia clase obrera, este proceso tra/o consigo di!erentes consecuencias. Hna&anguardia relati&amente numerosa se aparta del re!ormismo, para desarrollar las &ie/as tradicionesdel mar#ismo ba/o la nue&a !orma, adecuada a la poca del imperialismo, ba/o la !orma del leninismo.Hn gran sector de ella, en cambio, se mantiene estancada en el ni&el de esta 2irracionalidad realista2,lo %ue la incapacita prcticamente para luchar de un modo e!ica( contra el !ascismo. ero ha$,adems, una masa relati&amente considerable, principalmente entre los obreros /"&enes, cargados deimpaciencia ante la situaci"n de guerra desesperada, en la %ue este proceso a %ue nos re!erimos haceestremecerse la !e en toda ra("n, en la racionalidad re&olucionaria del desarrollo hist"rico, en latraba("n $ la cohesi"n internas de la ra("n $ la re&oluci"n. 7 es precisamente en este sector degentes, %ue han recibido del re!ormismo su educaci"n te"rica $ prctica, donde la crisis abre la

posibilidad de %ue se de/en arrastrar de buena gana, en su concepci"n del mundo, por las modernastendencias del antirracionalismo, del desprecio a la ra("n $ a la ciencia, para entregarse de lleno a lamilagrera del mito.

No %uiere esto decir, naturalmente, %ue estos /"&enes obreros, amar gados $ desesperados, secon&iertan en lectores $ admiradores de Niet(sche o Spengler. ero, como en las masas lacontraposici"n entre la inteligencia $ el sentimiento pareca brotar de la &ida misma, necesariamentetena %ue mani!estarse en ellos, tambin desde el punto de &ista ideol"gico, la actitud de asimilaci"nde esta doctrina.

En cuanto a la intelectualidad $ a la pe%ue3a burguesa, trtase de otra clase de cambio, no menosimportante, sin embargo, en las consecuencias %ue acarrea para su recepti&idad con respecto alirracionalismo !ascista4 la desesperaci"n como estado de nimo colecti&o $, en estrecha relaci"n conello, la credulidad, la esperan(a en el milagro sal&ador.

No cabe duda de %ue la di!usi"n general de la ideologa de la desesperaci"n, en -lemania, es, antetodo, una consecuencia de la derrota en la guerra, del tratado de ersalles, de la prdida de toda

perspecti&a nacional $ poltica %ue en estos crculos iba unida 0onsciente o incons cientemente ala &ictoria del imperialismo alemn. 0laro e#ponente de este estado de nimo !ue el enorme #itoalcan(ado por Spengler $ %ue rebas", con mucho, los crculos de las gentes interesadas en los

problemas de la !iloso!a.

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Cap. I, Acerca de Algunas Características Del Desarrollo..., Lukács