Capacidad revolucionaria de los estudiantes

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  • 8/4/2019 Capacidad revolucionaria de los estudiantes

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    TEXTO 1Capacidad revolucionaria de los estudiantes

    Resulta muy difcil pronosticar quin podra avivar esas zonas de conflicto. Ni el viejoantagonismo de clases ni el subprivilegio de nuevo cuo contienen potenciales de protesta quepor su propio origen tiendan a la repolitizacin de esta opinin pblica disecada. El nicopotencial de protesta que a travs de intereses reconocibles se dirige a las nuevas zonas de

    conflicto surge principalmente entre determinados grupos de estudiantes. Voy a referirme atres tipos de constataciones:

    1. El grupo de protesta que constituyen los estudiantes es un grupo privilegiado. Norepresenta ningn inters que surja de forma inmediata de su posicin social y quepudiera ser satisfecho de modo conforme con el sistema con un aumento decompensaciones sociales. Las primeras investigaciones americanas sobre losactivistas estudiantiles confirman que no se recluan en las capas del estudiantado enascenso social, sino en capas del estudiantado que gozan de una posicin favorable enlo que se refiere a status y que provienen de estratos sociales econmicamentefavorecidos.

    2. Las ofertas de legitimacin que hace el sistema de dominio no parecen resultarlesconvincentes a estos grupos por razones plausibles. El programa sustitutorio con que el

    Estado social reemplaza a las ideologas burguesas tras el desmoronamiento de estscomporta una orientacin hacia el status y el rendimiento. Pues bien, segn lasmencionadas investigaciones, los activistas estudiantiles parecen menosprivatisticamente orientados hacia la carrera profesional y a la creacin de una familiaque el resto de los estudiantes. Sus rendimientos acadmicos estn por lo general porencima de la media y su proveniencia familiar no fomenta un horizonte de expectativasque estuviera determinado por la anticipacin de las coacciones previsibles del mercadode trabajo. Los activistas estudiantiles, que con frecuencia provienen de lasespecialidades de ciencias sociales, las de historia y filologa, resultan ms bieninmunes frente a la conciencia tecnocrtica, ya que las experiencias primarias hechasen su propio terreno de trabajo universitario no concuerdan con los supuestosfundamentales de la tecnocracia.

    3. En un grupo as constituido el conflicto no puede versar sobre la proporcin dedisciplina y cargas que se le exigen, sino solamente sobre el tipo de renuncias que se leimponen. Por lo que los estudiantes luchan no es por una mayor participacin en lascompensaciones sociales del tipo disponible, como son los ingresos y el tiempo libre. Suprotesta se dirige ms bien contra la categora misma de compensacin. Los pocosdatos de que disponemos abonan la sospecha de que la protesta de estos jvenesprovenientes de familias burguesas no concuerda ya con el modelo del conflicto deautoridad. Los estudiantes activos tienen ms bien padres que comparten sus actitudescrticas; con relativa frecuencia han crecido en un ambiente de ms comprensinpsicolgica y de unos principios educativos ms liberales que los grupos de control noactivos. Su socializacin parece haberse llevado a cabo en subculturas exentas depremuras econmicas inmediatas, en las que las tradiciones de la moral burguesa y desus derivaciones pequeo burguesas han perdido su funcin, de tal forma que el

    training para la sintonizacin con las orientaciones valorativas de la accin racionalcon respecto a fines, no incluye ya la fetichizacin de este tipo de accin. Estas tcnicasde educacin pueden posibilitar experiencias y favorecer orientaciones que chocanfrontalmente con la conservacin de una forma de vida propia de una economa de lapobreza. Sobre esta base puede cristalizar una incomprensin y rechazo de principio dela reproduccin absurda de virtudes y sacrificios que se han hecho ya superfluos; un noentender por qu la vida del individuo, pese al alto grado de desarrollo tecnolgico,sigue estando determinada por el dictado del trabajo profesional, por la tica de lacompetitividad en el rendimiento, por la presin de la concurrencia de status, por losvalores de la cosificacin posesiva, y por los sucedneos de satisfaccin ofertados, nipor qu han de mantenerse la lucha institucionalizada por la existencia, la disciplina deltrabajo alienado y la eliminacin de la sensibilidad y de la satisfaccin estticas.

    Jrgen Habermas.- Ciencia y Tcnica como ideologa, pgs. 109-111, LetraE, Madrid, 1986.Traducido por Manuel Jimnez Redondo.

    Ttulo original: Wissenschaft und Technik als Ideologie, 1968.