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Paola Catta, Giancarlo Perempuner, Viaje en torno al árbol […] Existe un inmenso sector del conocimiento, que normalmente no se halla en las publicaciones cientí- ficas ni educativas. Se trata de ese patrimonio que se ha formado a base de los siglos, fruto de la relación cotidiana que media entre los hombres y los árboles. Nuestros antepasados han vivido esta simbiosis de una manera esencialmente mágica, a veces utilitaris- ta y con frecuencia poética y lúdica. Las mitologías griega y latina nos han transmitido un número increíble de metamorfosis, recogidas luego por Ovidio en un libro de homónimo título. Las Helíades fueron transformadas en cipreses mientras lloraban la muerte de su hermano Fetonte, a quien Júpiter fulminó precipitándole en la desembocadura del Erídano, antiguo nombre del Po. Se convirtió en caña la ninfa Siringa, inútilmente acechazada por el dios Pan, que usó este arbusto para crear la zampoña de 7 tubos y la flauta de segmentos verticales. “Pan el eterno que en las alturas de Hermes” dejaba de to- car a mediodía para lanzar sus aterradores gritos, de donde proviene el “terror pánico”. Fueron transfor- mados en árboles Filemón y Baucis, por la hospitali- dad y fidelidad guardada a Júpiter, y Mercurio se los ofreció en apariencias humanas. Luego el hombre determinó las localidades basándo- se en la vegetación. Nacieron los topónimos típicos de la flora: Melezét y Malzat (alerce), Frassineto y Frais (fresno), Piobesi (chopo), Rovereto (roble), va- 37 CAPITULO 3 ERASE UNA VEZ… LA CULTURA DEL BOSQUE INTRODUCCION E l bosque ha sido desde siempre un ambiente que ha servido como fuente de madera, de caza, de plantas medicinales, pero no sólo eso, sino como lugar de sucesos maravillosos, como morada de depredadores peligrosos, como escondrijo de personas que tenían que huir de una captura justa o injusta, que forma parte de la vida y la cultura de los pueblos del Mediterráneo. Ha sido el fondo o también el protagonista de acontecimientos históricos, ha visto pasar a los cruzados, a los ladrones y a los partisanos. Precisamente por todos los aspectos examinados hasta ahora sobre este ambiente rico en recursos, pero peligroso, cercano al hombre, pero «ajeno» han surgido mitos y leyendas que han mezclado la sensación de magia con la observación de la realidad. La comparación con las otras dos culturas mediterráneas presentadas en el proyecto, podrá ayudarnos, para efectuar contrastes y similitudes y adquirir mayor conciencia de la nuestra. Partiendo de los textos seleccionados, las actividades propuestas intentan reconstruir esta estrecha red de usos y conocimientos, historias e Historia, tradiciones y leyendas y elementos culturales vivos aún hoy en día. PAULA CATTA, GIANCARLO PEREMPUNER, VIAJE EN TORNO AL ARBOL PUBLIO OVIDIO, LA LEYENDA DE CIPARISO, LAS METAMORFOSIS BAJO EL NOGAL DE BENEVENTO, LEYENDA POPULAR AIKATERINI KAMARETA, NINFAS DE LA MITOLOGIA GRIEGA IOANNIS KAKRIDES, ARTEMISA EN LA MITOLOGIA GRIEGA GEORGIOS MEGAS, FIESTAS GRIEGAS Y COSTUMBRES POPULARES LOS MAYOS, A CARGO DE MERCEDES RUBIO JULIO LLAMAZARES, LA LLUVIA AMARILLA ANTONIO MACHADO, PROVERBIOS Y CANTARES ADIVINANZAS Y REFRANES ESPAÑOLES MARCH BLOCH, HISTORIA RURAL DE FRANCIA MARIO RIGONI STERN, LOS CARBONEROS ANTONIO JOSEPH CAVANILLES, DESCRIPCION DEL MONTE PENYAGOLOSA TEOFRASTO, HISTORIA DE LAS PLANTAS LA COCINA DEL BOSQUE, RECETAS LOS SANTOS INOCENTES (PELICULA) EL BOSQUE ANIMADO (PELICULA) CUANDO VIENES DEL MONTE (CANCION)

CAPITULO 3 ERASE UNA VEZ… LA CULTURA DEL …€¦ · la sensación de magia con la observación de la ... (laurel), Fiorenzo, Rosa, Oliviero, Silvia ... Aprendió luego a curarse

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Paola Catta, Giancarlo Perempuner,Viaje en torno al árbol

[…] Existe un inmenso sector del conocimiento, quenormalmente no se halla en las publicaciones cientí-ficas ni educativas. Se trata de ese patrimonio que seha formado a base de los siglos, fruto de la relacióncotidiana que media entre los hombres y los árboles.Nuestros antepasados han vivido esta simbiosis deuna manera esencialmente mágica, a veces utilitaris-ta y con frecuencia poética y lúdica. Las mitologías griega y latina nos han transmitido unnúmero increíble de metamorfosis, recogidas luegopor Ovidio en un libro de homónimo título. LasHelíades fueron transformadas en cipreses mientras

lloraban la muerte de su hermano Fetonte, a quienJúpiter fulminó precipitándole en la desembocaduradel Erídano, antiguo nombre del Po. Se convirtió encaña la ninfa Siringa, inútilmente acechazada por eldios Pan, que usó este arbusto para crear la zampoñade 7 tubos y la flauta de segmentos verticales. “Panel eterno que en las alturas de Hermes” dejaba de to-car a mediodía para lanzar sus aterradores gritos, dedonde proviene el “terror pánico”. Fueron transfor-mados en árboles Filemón y Baucis, por la hospitali-dad y fidelidad guardada a Júpiter, y Mercurio se losofreció en apariencias humanas.Luego el hombre determinó las localidades basándo-se en la vegetación. Nacieron los topónimos típicosde la flora: Melezét y Malzat (alerce), Frassineto yFrais (fresno), Piobesi (chopo), Rovereto (roble), va-

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CAPITULO 3ERASE UNA VEZ…

LA CULTURA DEL BOSQUEINTRODUCCION

El bosque ha sido desde siempre un ambiente que ha servido como fuente de madera, de caza,de plantas medicinales, pero no sólo eso, sino como lugar de sucesos maravillosos, comomorada de depredadores peligrosos, como escondrijo de personas que tenían que huir de unacaptura justa o injusta, que forma parte de la vida y la cultura de los pueblos delMediterráneo. Ha sido el fondo o también el protagonista de acontecimientos históricos, ha

visto pasar a los cruzados, a los ladrones y a los partisanos.Precisamente por todos los aspectos examinados hasta ahora sobre este ambiente rico en recursos,pero peligroso, cercano al hombre, pero «ajeno» han surgido mitos y leyendas que han mezcladola sensación de magia con la observación de la realidad. La comparación con las otras dos culturasmediterráneas presentadas en el proyecto, podrá ayudarnos, para efectuar contrastes y similitudesy adquirir mayor conciencia de la nuestra.Partiendo de los textos seleccionados, las actividades propuestas intentan reconstruir esta estrechared de usos y conocimientos, historias e Historia, tradiciones y leyendas y elementos culturalesvivos aún hoy en día.

PAULA CATTA, GIANCARLO PEREMPUNER, VIAJE EN TORNO AL

ARBOL

PUBLIO OVIDIO, LA LEYENDA DE CIPARISO, LAS METAMORFOSIS

BAJO EL NOGAL DE BENEVENTO, LEYENDA POPULAR

AIKATERINI KAMARETA, NINFAS DE LA MITOLOGIA GRIEGA

IOANNIS KAKRIDES, ARTEMISA EN LA MITOLOGIA GRIEGA

GEORGIOS MEGAS, FIESTAS GRIEGAS Y COSTUMBRES POPULARES

LOS MAYOS, A CARGO DE MERCEDES RUBIO

JULIO LLAMAZARES, LA LLUVIA AMARILLA

ANTONIO MACHADO, PROVERBIOS Y CANTARES

ADIVINANZAS Y REFRANES ESPAÑOLES

MARCH BLOCH, HISTORIA RURAL DE FRANCIA

MARIO RIGONI STERN, LOS CARBONEROS

ANTONIO JOSEPH CAVANILLES, DESCRIPCION DEL MONTE

PENYAGOLOSA

TEOFRASTO, HISTORIA DE LAS PLANTAS

LA COCINA DEL BOSQUE, RECETAS

LOS SANTOS INOCENTES (PELICULA)EL BOSQUE ANIMADO (PELICULA)CUANDO VIENES DEL MONTE (CANCION)

lle Cerrina, Cerreto Langhe (queji-go), Pomaretto (manzano), Cerese-to (cerezo), Prunetto (ciruelo), Car-peneto (ojaranzo), Sapea (abetoblanco), Vernante, Vernetto (aliso),Saliceto, Gorrino, Viminale y Van-chiglia (sauce), Bussoleno, Bosso-lasco (boj), etc.; también dio nom-bre a la familia: Della Rovere,Olmo, Verne, Goria, Fo (haya),Fraire (fresno), etc.; bautizó a loshijos: Loredana y Lorenzo (laurel),Fiorenzo, Rosa, Oliviero, Silvia, Sil-vano, Susanna (en hebreo rosa yazucena), Teresa (del bosque), Vio-letta, Gigliola, etc.Del primer tizón recogido en el bos-que en llamas, el hombre desarrollóla cultura del fuego, pasando delfogón de la caverna a la chimenea, dela estufa de barro cocido a la de me-tal. Descubrió que para obtener máscalor debía usar la madera de olivo,manzano y cerezo, y que eran ópti-mas la haya, el roble, el olmo y el fres-no. Para obtener un fuego especial-mente luminoso usó el abedul, concuya corteza produjo la antorcha.Además experimentó a fondo lascaracterísticas de cada madera paraconstruir los palafitos, los cubos delos carros y los mangos de las he-rramientas; construyó los armarioscon Pinus cembra (pino rojizo),cuando descubrió que esta madera era por su natu-raleza antipolillas.Aprendió luego a curarse con hierbas, hojas, cortezasy raíces. De ser el que recogía arándanos, moras,frambuesas, avellanas, setas, lúpulo, grosellas, saúco,alquequenjes, etc., se convirtió en cultivador, en ela-borador de alimentos, en viticultor y destilador paralos momentos de alegría.Para hacer más agradable y acogedora su vivienda, elhombre se recreó rodeándose de árboles, arbustos yflores, a los que dedicó textos poéticos. Su forma dehablar cotidiana se enriqueció con proverbios, refra-nes y metáforas como: “Eres fuerte como un roble”,“Aquel ha echado raíces”, “Llora a lágrima viva”,“Arbol genealógico”, “Arbol cigüeñal”, “Eje de trans-misión”, “Palo mayor”.En suma, dejó un gran espacio a uno de los elemen-tos más importantes de la educación y formación hu-mana: el juego. Jugó a trepar a los árboles, hasta in-ventar “la cucaña”; colgó los columpios, construyó “laballesta” con el saúco, los collares con las bellotas, la“bailarina” con la amapola, la flauta con la caña, la“girándula” con el centeno, la “trompeta” con las ca-labazas secas e hizo volar los frutos del arce…

Publio Ovidio,La leyenda de Cipariso, Las Metamorfosis,Libro X

[…]También hay una bella historia acerca del ciprès…que, ahora, es ciprés, pero que antes fue un efeboamado de Febo. En los campos de Cartea había unciervo consagrado a las ninfas. Sus cuernos eranabundantes y dorados; un collar de perlas, regalo delas ninfas, llevaba pendiente de su cuello; y las ninfashabíanle puesto pendientes en las orejas, y, sobre lafrente, una esquilita de plata que sonaba armoniosa.El ciervo así cuidado, y menos tímido que otros de suespecie, entraba familiarmente en las casas y se deja-ba acariciar por todo el mundo. Mas nadie lo amabatanto como Cipariso, de tan singular hermosura, queera el más bello de toda la isla de Cos. Cipariso losabía conducir a la mejor postura y a las más purasfuentes. Le sabía adornar los cuernos con guirnaldasy coronas de flores, y le conducía con un cordón decolor púrpura. Un dìa, durante el verano, fatigado elciervo, se echa sobre la hierba, en una sombra. Cipa-

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GIORGIONE,RETRATO DE LAURA(1506), VIENNAKUNSTHISTORISCHESMUSEUM. BELLORETRATO DE UNAMUJER JOVENORLADA POR RAMOSDE LAUREL. EN ESTEPERIODO DE LAHISTORIA DEL ARTELA INTRODUCCIONDE PAISAJES YELEMENTOSTOMADOS DE LANATURALEZA TIENEGRAN IMPORTANCIA.NOS PUEDEESTIMULAR ENCUANTO AL USO DELAS PLANTAS, O DESUS PARTES, COMOELEMENTOSSIMBOLICOS ODECORATIVOS.UNA LINEA DETRABAJO PODRA SERLA DE REPRODUCIRALGUNASDECORACIONES (ELLAUREL POR EJEMPLOSE USABA TAMBIENEN LASDECORACIONESLIBERTY EN HIERROFORJADO).

riso, que le distingue sin reconocerlo, le lanza un fle-chazo. Al acercarse y reconocer al moribundo, tantaes su desesperaciòn que es preciso que Apolo empleetodas sus razones para consolarlo. Inútilmente. Laslágrimas que le brotaban con abundancia ajaron susfacciones; sus cabellos bellísimos encanecieron y seelevaron al cielo formando una pirámide. Apolo, te-miendo una transformación, gimió y le dijo: “Yo llo-raré vuestra pérdida, Cipariso. Pero como vos es-taréis presente en todos los duelos, vos seréis, parasiempre, el compañero de las personas afligidas”.

Bajo el nogal de Benevento,leyenda popular

Un comerciante ambulante, mientras viajaba por lospaíses con su cajita de cinta a la espalda, se ve sor-prendido por la noche en un bosque. Al no saberdonde refugiarse, decidió encontrar un refugio bajoun frondoso nogal.Se quedó dormido, pero a medianoche le despertóun gran estruendo: más allá, un viento furioso y secoque helaba la sangre; bajo tierra, lamentos; en loalto, gritos y maldiciones. Aterrado, el comerciantese echó boca abajo, intentando inútilmente no oirnada. No era posible: a su alrededor se elevaban vo-ces confusas y, de arriba, caían gotas de sangre. Y heaquí que, dos horribles gatos negros le cayeron en-cima de la espalda, le desgarraron la carne y desa-parecieron.Todo este pandemónium fue como un nubarrón acielo abierto. Pero el comerciante tenía que haberloesperado: había osado dormir bajo el nogal, un árbolapreciado para las reuniones de las brujas. A lamañana siguiente, de hecho, el campesino que le en-contró medio muerto le llevó al pueblo, y le replicó:Dejad los nogales a las brujasno hagáis ni lecho, ni sendero.Os habéis salvado, dad gracias a Dios.Conozco a muchos muertos y lisiadospor haber dormido bajo el nogal.

Aikaterini Kamareta,Texto de Ninfas de la mitología griega;Atenas, 1986

… En el himno de Homero a Afrodita, la diosa afir-ma que confiará su propio hijo, Eneas, a los cuidadosde las Ninfas de los montes, que tienen el don de vi-vir mucho tiempo ya que se alimentan de ambrosía,bailan con los dioses y conocen los placeres del amordentro de las grutas, donde se encuentran con los Si-

linous y con Mercurio. A la vez que nacen las ninfas,nacen también unos árboles en las cumbres de lasmontañas más altas, estos árboles (abetos y encinasaltísimas) jamás son talados por el hombre, quien lesdenomina “recinto sagrado de los dioses inmortales”,es decir lugares dedicados a los dioses, que no pue-den ser hollados por los mortales.Cuando llega la hora de la muerte, lo primero que seobserva es que los árboles empiezan a secarse, sucorteza se echa a perder, empiezan a partirse las ra-mas y, a la vez, el espíritu abandona la tierra. En elhimno A la evidencia de Calímaco, la ninfa Meliadespués de haberse ido preocupada del baile de Eli-kona, empalidece al contemplar la encina, su coetá-nea, que la estaba observando cómo se movía en ladanza frenética.Las Ninfas son felices cuando la lluvia nutre los ár-boles y lloran cuando las encinas no tienen ya hojas…

Ioannis Kakrides,Texto de Artemisa en la mitología griega;Atenas, 1986

[…] Artemisa parece que haya sido importada por elMedio Oriente, tal como lo atestigua, entre otras co-sas, también su nombre que no encuentra corres-pondencia en la mitología griega. En el Peloponeso,siendo diosa de la Naturaleza, está estrechamentevinculada también con las plantas y los árboles. En elpueblo de Orxomeno, en Arcadia, se la llamaba ladiosa del cedro. En los límites entre Laconia y Arca-dia, y precisamente en el pueblo de Karyai (N.d.T.),se adoraba a Artemisa como diosa del nogal y, tantoel pueblo como la diosa, habían tomado el nombrede los árboles que había en aquella zona. En Espar-ta, se adoraba a Artemisa de pie porque parece quesu estatua de madera se encontró en medio de lossauzgatillos, que al crecer la habían rodeado impi-diéndole caer. Por el mismo motivo, también se la dioel sobrenombre de “muro de los sacrificios”.

Georgios Megas,Texto de Fiestas griegas y costumbrespopulares; Atenas, 1988

TTRRAADDIICCIIOONN DDEE AAÑÑOO NNUUEEVVOOEn Año Nuevo, en el Norte de Grecia también se en-cienden grandes hogueras en las plazas o en el cen-tro del pueblo, y niños y adultos cantan canciones al-rededor del fuego.En la chimenea, donde arde ininterrumpidamente eltuero de Navidad (o el tocón del árbol cortado que

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dura 12 días), especialmente en Epiro, en Año Nue-vo, al quitar las ramas de endrino se dice:Buenos días a San Basiliocon el ramo de endrino en la mano,con las otras cosas en casa.Tantas hojas y ramos,como dinero y monedas.En otros lugares, se hacen presagios echando hojasde olivo al fuego (piromancia).Para el hombre del pueblo es de suma importancia lacomida de Año Nuevo. Está dispuesta de manera fas-tuosa y la abundancia de los alimentos augura opu-lencia para todo el año. Además de los manjares, enla mesa se pone miel, fruta, ramos de olivo y otrossímbolos de alegría. En Limno, ponen en la mesa ungranado para que la mesa esté llena como el fruto, yde entre los dulces, la miel es indispensable.

TTRRAADDIICCIIOONN DDEELL 11 DDEE MMAARRZZOOEl poder fecundador que poseen los ramos verdes lo-zanos y las bayas jugosas es transmitido a los hom-bres o animales palmeando a estos últimos con losramos lozanos. Por ejemplo, en los pueblos de Pogo-ni, en marzo, la gente se levanta pronto por la maña-na, coge un ramo de cornejo florido y con él palmeaa cada componente de la familia diciendo: que seáisfuertes como el cornejo durante todo el año.

TTRRAADDIICCIIOONN DDEELL PPEERRIIOODDOO DDEELL 2255 DDEE DDIICCIIEEMMBBRREE AALL 66DDEE EENNEERROODesde Nochebuena hasta la Epifanía (es decir los 12días navideños), cuando según la creencia popularno se puede usar el agua para bautizar a las personas,

llegan los Kalikanzari para molestar a las personas,probablemente porque Cristo aún no ha sido bauti-zado. ¿Pero qué son los Kalikanzari? Son demoniosespeciales que aparecen sólo en estos 12 días. Vienende debajo de la tierra. Durante todo el año intentantalar con las hachas el árbol que sostiene al mundo,pero cuando están a punto de lograrlo llega Cristoque hace crecer de nuevo el árbol, y en ese instantelos Kalikanzari caen sobre la tierra molestando a loshombres. […]En Chipre, el método más eficaz para mantener ale-jados de las casas de los seres humanos a los Kali-kanzari es el fuego. Por este motivo, durante los 12días navideños, arde el fuego en las chimeneas inin-terrumpidamente de día y de noche. En Nochebuena,todos los cabeza de familia llevan a casa un tronco deuna planta espinosa (peral o cerezo silvestre) y lo po-nen en la chimenea. Se hace esto porque, según lacreencia popular, todas las plantas espinosas alejan alos demonios. A este tuero de madera se le denomi-na tronco de Jesús (Cristoxulo) o aleja Kalikanzari(skarkantsalov). La leña que no se ha quemado deltodo o también las cenizas se utilizan para protegerla casa y los campos de todo mal: insectos, roedores,granizo. […]Antes de utilizar dos o tres maderos, cortados de ár-boles frutales especiales, y ponerlos en la chimenea,en muchas localidades existe la costumbre de “unir”la leña, es decir, hacer la “boda del fuego”.En Agrafa, por ejemplo, hacen la “boda del fuego”quemando en la chimenea un tronco de cerezo sil-vestre, simbolizando a la dueña de la casa, con untronco de cedro, simbolizando al dueño de la casa.

UN MAR QUE BOSQUES - CAPITULO 3

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CANDELABRO ENFORMA DE ARBOLEN SANTA SOFIA,CONSTANTINOPLA.EPOCA BIZANTINA:LA IGLESIACRISTIANAORTODOXA EMPLEOLA IDEA DEL ARBOLSAGRADO DE LAANTIGUEDAD Y LAUTILIZO COMOSIMBOLO DELPARAISO Y DE LAVIDA CERCA DEDIOS. EN LASIGLESIASORTODOXAS, LOSCANDELABROS YLOS VELONES ESTANEN FORMA DEARBOL. LLEVANCONSIGO LOSSIMBOLOS DE LOSARBOLES DE LARELIGION GRIEGAORTODOXA. ESTOSCANDELABROS SEENCUENTRAN EN ELTEMPLO DE LAIGLESIA DE SANTASOFIA, ENCONSTANTINOPLA.REALIZADOS POR A.ANTONIADES.

Los mayos,a cargo de Mercedes Rubio

Hay costumbre en muchas regiones de España de co-locar en la plaza del pueblo o en un lugar determina-do, el último día de abril o el primero de mayo, ungran árbol denominado “Mayo” precisamente, al quese adorna lo mejor que se puede.El “Mayo” lo definió Covarrubias de la siguiente ma-nera: “Mayo suelen llamar en las aldeas un olmo des-mochado con sola la cima, que los moços çagalessuelen en el primer día de Mayo poner el la plaça, oen otra parte, y por usarse en aquel día se llamóMayo: y assi dezimos al que es muy alto y enxuto,que es más largo que Mayo, entendiéndose deste ár-bol, y no del mes, pues otros meses traen tantos díascomo él”.La significación y el origen de este árbol puede estaren el antiguo culto a los árboles y en los primitivosritos de fecundidad.En un primer momento la humanidad creía que losárboles estaban dotados de espíritu, sentían y pa-decían como los animales, se movían y eran autóno-mos, hasta el punto que cuando un árbol era heridodespiadadamente por el hacha del leñador, se podíavengar cayendo sobre él y causándole la muerte. Conel fin de prevenir estas desgracias, el hombre que seveía obligado a cortar algún árbol tenía que desagra-viarle ofreciéndole sacrificios que a veces llegaban aser cruentos. Con el paso del tiempo la mentalidadevoluciona y el hombre pasa de considerar al árbolcomo ser animado a tenerle por casa de espíritus dela vegetación y de la fecundidad.Como los árboles son morada de espíritus, con la lle-gada de la primavera el hombre va al bosque y cortael árbol o la rama donde se asienta la divinidad, latrae al poblado y la planta en medio, con la confian-za de que con la casa viene su morador a habitar en-tre ellos en la primavera.Nuestros antepasados tenían la creencia que bailan-do alredor del Mayo, con su esfuerzo físico aumen-taban las fuerzas de la vegetación. El Mayo árbol lle-no de savia traía al pueblo la nueva vida. Las cenizasde la hoguera en la que se queman los Mayos, espar-cidas al viento, daban potencia y fertilidad a la tierra.”Igual que la vida de un año gira en torno a las cua-tro estaciones, así gira la vida del hombre en torno alas cuatro edades.La infancia es una primavera plena de felices y ale-gres esperanzas.La juventud es el verano, optimista e inconscienteante la época feliz que parece que no acabará jamás. La madurez es el otoño, la época en la que quieneshan trabajado como obreros en la viña recogen losfrutos.La vejez es el invierno, frío y desagradable, aunquecallado e íntimo, como la antesala de la vida consti-

tuida de realidades suprema, en la que la exuberan-cia de una eterna juventud, no deformará la perspec-tiva segura de una eterna verdad”.

Julio Llamazares,La lluvia amarilla; León, 1988

”(…) La madera que tenía preparada para ello to-davía estaba húmeda, pese a que la corté en la pri-mavera, con la luna en menguante, para que el viejotilo de la escuela no sufriera y su madera pudiera re-sistir bajo la tierra muchos años. El secreto loaprendí, todavía niño, de mi padre. Aunque no nosdemos cuenta, un árbol está vivo, y siente, y sufre, yse retuerce de dolor cuando el hacha entra en su car-ne, formando estrías y los nudos por los que pene-trarán más tarde el moho y la carcoma que acabaránpudríendola algún día. En cambio, con la luna men-guante, los árboles se duermen y, como cuando unhombre se muere, de repente, en pleno sueño, ni si-quiera se dan cuenta de que están siendo cortados. Yasí, su madera queda lisa, compacta, impenetrable,capaz de resistir la podredumbre de la tierra muchosaños (…)”

Antonio Machado (1875-1939),Campos de Castilla,proverbios y cantares (XXVI)

Poned sobre los camposun carbonero, un sabio y un poeta.Veréis cómo el poeta admira y calla,el sabio mira y piensa…Seguramente, el carbonero buscalas moras o las setas.Llevadlos al teatroy sólo el carbonero no bosteza.Quien prefiere lo vivo a lo pintadoes el hombre que piensa, canta o sueña.El carbonero tienellena de fantasías la cabeza.

Adivinanzas, dichos y refranes,a cargo de Gárfer, J.L.y Fernández, C., 1987

Mi nombre es de peregrinoy tengo virtud notable,jamás se supo que hableni que anduviese camino

ERASE UNA VEZ… LA CULTURA DEL BOSQUE

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y mi olor es agradable. ((EEll rroommeerroo))Blanca fue mi primer flor,verde fue mi nacimiento,colorada mi niñezy negro mi acabamiento. ((LLaa zzaarrzzaammoorraa))

No porque me veas obscura,larga, flaca y encorvada,creerás que soy despreciada;muchos buscan mi dulzura. ((LLaa aallggaarrrroobbaa))

Ave soy, pero no vuelo;mi nombre es cosa muy llana,soy una simple serrana,hija de un hijo del suelo. ((LLaa aavveellllaannaa))

Larguita y flaca como una estaca,la vida sacaal que le ataca. ((LLaa vvííbboorraa))

— “Eres un lince”. Significa ser una persona aguday lista.

— “Estar a partir un piñón”. Alude a los que bien sequieren y no tienen incoveniente en repartirse tanpequeño fruto.

— “Todo el monte no es orégano”. Se da a entenderque en un negocio no todo son utilidades, tam-bién hay contratiempos.

March Bloch,L’histoire rurale française, 1988.Sobre las personas que trabajabanen el bosque en la Edad Media

“Todo un mundo de ‘bosqueadores’, a menudo de as-pecto sospechoso, recorrían el bosque y construíanallí sus cabañas: cazadores, carboneros, herreros, re-colectores de miel y de cera silvestres, recolectoresde cenizas, que empleaban en la fabricación de vidrioo de jabón, arrancadores de cortezas que servíanpara curtir el cuero o para trenzar las cuerdas (…) Lacaza, a la sombra de los árboles, no era únicamenteun deporte; proveía de cuero a las curtiderías de lasciudades y de los señores feudales, a los talleres deencuadernación de las bibliotecas monásticas; apro-visionaba de viandas a muchas mesas, incluso a losejércitos (…) En aquellos tiempos, el bosque ofrecíaa los habitantes de los alrededores una abundanciade recursos tal que no nos podemos hacer idea. Larecogida de madera era mucho más importante en-tonces, que en esta época nuestra de la hulla, elpetróleo y el metal: leña para calentarse, antorchas,materiales de construcción, las empalizadas de loscastillos, los arados, distintas herramientas, (…).

Además, se iba a la búsqueda de todo tipo de pro-ductos vegetales: musgo y hojarasca, frutos de losque extraer el aceite, el lúpulo salvaje, los ásperosfrutos de los arboles silvestres -perucos, majuelos,escaramujos, serbales, cerezas, endrinos, manzanas-y los mísmos árboles, que eran transplantados en sushuertos. Pero el principal rol económico del bosqueera otro (…) A través de sus tiernas hojas, sus bro-tes, la hierba del sotobosque, las bellotas y otros fru-tos, el bosque servía, sobre todo, como terreno depastoreo. La forma más común de medir la extensióndel bosque fue, a lo largo de varios siglos, a travésdel número de cerdos que podían alimentar (…) Es-tas hordas de animales vivían en el bosque casi en es-tado salvaje.(…) Esta utilización tan intensa y tan desordenadaprovocó una disminución progresiva de los grandesbosques. ¡Si imaginamos tan sólo cuantos robles pe-recieron al descortezarlos! El bosque de los siglos XIy XII se encontraba ya atestado de troncos muertos ya menudo de matorrales y zarzas que le hacían difí-cilmente penetrable (…)

Mario Rigoni Stern,Los carboneros(De hombres, bosques y abejas)

Caminando por las montañas poco después de derre-tirse la nieve, cuando la vegetación aún no ha cu-bierto el suelo, o bien en otoño, cuando la helada lodeja desnudo antes de que la nieve lo cubra todo, seencuentran indicios remotos de trabajo humano enlugares impensables, apartados de las últimas vivien-das y en los confines de la vegetación arbórea, hastamás allá de 2000 metros.Estos rastros están alejados de los senderos fre-cuentados por los turistas o los excursionistas, ynaturalmente no se pueden ver siguiendo los círcu-los viales panorámicos; los podrá encontrar un ca-zador de montaña siguiendo las huellas de un re-beco, o un naturalista, o un antropólogo, o unvagabundo romántico. Podrán ser cuatro o cincopiedras colocadas en hilera para cerrar una fisuradel suelo, un pequeño muro en seco para protegerun escarpado pasadizo en una pendiente, una letradel alfabeto o una cruz marcadas en una roca y queel tiempo y los líquenes están a punto de hacer de-saparecer.Pero con estos indicios un caminante atento y pa-ciente podrá avanzar a lo largo de un sendero imagi-nario, y llegar hasta un pequeño claro en el bosque,o a una meseta circular donde las primeras flores al-pinas o los excrementos de una liebre blanca indicanque es un terreno particularmente fértil: éste era elcalvero de una carbonera donde, durante siglos, en

UN MAR QUE BOSQUES - CAPITULO 3

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los ciclos de explotación forestal de elevada cota dePinus montana (pino de monte) o Pinus mugo, seproducía el carbón de leña1.[…]De este modo, en 1908, un estudioso del medio am-biente tradujo el relato de un cimerio2 de mis mon-tañas: “…estos hombres dejan a sus mujeres e hijosen casa y se refugian en una choza en los valles hú-medos y salvajes: los lechos son las ramas de pino,las sábanas es el traje con el que siempre duermen, elalimento una porción de gachas y queso y un tragode agua fresca; tienen las manos negras por el polvo,como los deshollinadores, trabajan como las hormi-gas, día y noche sin cesar: o cortan con el hacha, ocargan leña a la espalda, o tiran del trineo o de la sie-

rra, o pican los pedazos en los puestos, o extraen elcarbón y llenan los sacos. Todo este trabajo hacen loscarboneros y deben ahorrar para poder luego, enotoño, ayudar a la familia…”Pero cada primavera sucedía también que de todonuestro pueblo sólo se quedaban en casa los viejos ylos enfermos; también en la escuela, recuerdo, losmaestros se quedaban solos en las aulas vacías; y elpárroco criaba abejas, cultivaba patatas y poníatrampas en el bosque para poder ganarse el pan.Como en una tribu seminómada las mujeres, losniños y las niñas seguían a los hombres que con ha-chas, hocinos, sierras y trineos tomaban el camino dela montaña. E igual que el sol dejaba ver los bosquesde pino mugo elevando el límite inferior de las nie-ves, ellos volvían a subir las pendientes trabajandocon las hachas.[…]Con los quintales y quintales de leña recogidos contanto esfuerzo, se procedía luego, con especial ma-estría, a construir la carbonera en forma de cono, acubrirla con tierra y terrones mojados, a abrir los

ERASE UNA VEZ… LA CULTURA DEL BOSQUE

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PLAFON DEAZULEJOS, TAPIZ DEMALLORCA, S. XVII,PALACIO DEPEDRALBES,BARCELONA. LAOBSERVACION DEESTE PAISAJE, RICOEN DETALLES SOBRELAS ACTIVIDADESHUMANAS DE LAEPOCA,INTRODUCIDAS ENUN PAISAJEEXUBERANTE DEELEMENTOS QUEPERTENECEN ALBOSQUE (CIERVOS,LIEBRES, PERFILES DEARBOLES) ADEMASDE SER UN POSIBLEJUEGO,«ENCUENTRA ELDETALLE», PERMITEHACER UNARECONSTRUCCIONHISTORICA DE LASACTIVIDADESHUMANASRELACIONADASCON EL BOSQUE.

1. Los bosques de pino mugo de alta montaña fueron durante una época ex-plotados por los carboneros porque se obtenía una calidad de carbón mejor,usado para calentarse y para cocer los alimentos.

2. Los Cimerios eran una antigua población germánica; bajaron a Italia por elvalle del Adigio y fueron exterminados por los cónsules Quinto Lutazio Ca-tulo y Mario en los Campos Raudi en el s. 101 a.C. La tradición popular diceque los habitantes del Altiplano descienden de esta estirpe.