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7/25/2019 capitulo 6 Retener y Hacer
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6. Retener y hacer
Esta vez, tengo ante m todo un testimonio. Resumo la larga carta que escribi
una madre de cinco hijos. El mayor tiene diez aos y la ltima hija veinticinco
meses. En realidad, se trata del problema de ensearle a los nios a pedir para
ir al bao. Esta madre hizo cinco experiencias diferentes con sus cinco hijos, es
decir, en el caso del primer hijo le presentaba con gran frecuencia el bacn, loregaaba cuando el nio mojaba los paales o no haca sus necesidades en el
orinal En el caso del segundo hijo...
S, muy bien, pero, a partir de qu edad? No lo dice la madre?
Creo que lo dice; pero entonces habra que leer la carta con todos sus detalles.
Lo que importa es ante todo el mayor, pues los otros se educan por
identificacin.
Aqu est! "Soy madre de cinco hijos que tuve bastante seguidos, pues el mayor
tiene diez aos y el ltimo venticinco
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meses. Entre mis dos primeros hijos hay un ao de diferencia. Como muchas
madres, tena prisa por ver a mi primer hijo habituado a pedir para ir al bao,
sobre todo porque la hermanita lo segua de cerca. Por eso me empetenazmente en presentarle el orinal con la mayor frecuencia posible, a veces a
cada hora, y lo reprenda severamente cuando no obtena resultados o cuando
ensuciaba los paales. Al cabo de un ao de esfuerzos, el chico se haba
habituado a pedir a tiempo: a los dos aos de edad, durante el da y a los dos
aos y medio durante la noche. No eran, pues, resultados muy brillantes, dice
la madre. Eso en el caso del primer hijo. Con el segundo modific un poco el
procedimiento; le presentaba el bacn sin regaar a la nia o la regaaba sin
presentarlo, etc., y as fue variando hasta llegar al quinto hijo, a quien le otorg
libertad total: nunca le present el orinal. La conclusin de la madre es lasiguiente: todos sus hijos llegaron a controlar sus necesidades a los dos aos
durante el da y a los dos aos y medio durante la noche.
Todo esto es muy divertido e instructivo; agradecemos a la madre su testimonio.
Y la seora agrega: Creo que es intil, querer a toda costa que el hijo pequeo
adquiera hbitos de limpieza.
Creo que todo esto va a consolar a muchas madres que se amargan porque el
hijo no tiene hbitos de limpieza. Debo decir tambin que tuvo suerte de que elmayor no continuara mojando la cama, pues comenz a instruirlo demasiado
temprano. Slo alrededor de los dos aos, a partir del momento en que un nio
es capaz de subir y bajar solo por una escalerilla, una de esas escalerillas
porttiles de cuyo ltimo peldao puede colgarse con las manos, a partir de ese
momento, pues, el sistema nervioso del nio est constituido y slo as puede
adquirir hbitos de limpieza si pone atencin. Antes no est en condiciones de
hacerlo. Esta madre tuvo otro hijo al cabo de
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un ao; creo que el mayor debe haber considerado como cosa muy agradable el
inters que mostraba su madre por su trasero; gracias a eso la madre se ocupaba
de l de una manera enteramente especial.
Creo que es muy acertado lo que hizo esa seora, an sin saberlo, por su hijo
mayor que de esa manera continu acaparando la atencin maternal despus del
nacimiento del segundo hijo. Los otros se educan por identificacin con el
mayor. Todos ellos quieren portarse tan bien como el mayor, apenas pueden
hacerlo. Claro est que no pueden imitarlo antes de alrededor de los veintin
meses, en el caso de las nias, y veintitrs meses, en el caso de los varones; los
varones tardan ms que las nias en adquirir ese control. Pero puede uno
formularse esta pregunta: Ese hijo mayor no es un poco perfeccionista, un poco
menos libre, menos suelto, que los otros en sus movimientos? Porque de no seras, su caso sera perfecto. De cualquier manera, es una lstima perder tanto
tiempo con el orinal cuando hay que hacer tantas otras cosas para fomentar el
desarrollo de las manos, de la boca, de la palabra, de todo el cuerpo... Cuando
el nio es capaz de valerse de sus manos, cuando goza con libertad y soltura de
una buena coordinacin de movimientos y de un tono muscular dominado,
cuando ya habla bien, experimenta placer en controlar l mismo sus
necesidades, en hacer lo mismo que hacen los adultos, es decir, ir a los cuartos
de bao. Aprovecho este momento para aconsejar que las madres no pongan
nunca el orinal en la cocina o en la habitacin de los nios; que lo coloquen
siempre en el cuarto de bao, salvo por la noche y slo durante el invierno enel caso de que haga mucho fro; es recomendable que el nio haga siempre
sus necesidades en el bao y nunca en las habitaciones en que se vive y se come.