Capítulo VI : Últimos momentos

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Capıtulo VI Ultimos momentos

Judith se habıa instalado ya en casa de su tıa, a unos pocos metros de la casade Taeko.Habıa llevado sus cosas y su tıa le ofrecio rapidamente una habitacion.

Despues se dirigio hacia casa de Taeko, el cual ya estaba esperandola.

Venıa masajeandose las mejillas, enrojecidas por los pellizcos de su tıa. Suspiray llama a la puerta del joven.

-Hola -respondio el, abriendole la puerta- ¿que tal con tu tıa?

-Bien...me ha destrozado a pelizcos -respondio, entrando en la casa como si fuerasuya.

-¿Sabes? -dijo cambiando de tema- Al final no fui a clase... te lo agradezco -dijo riendose.

Ella frunce el ceno y le golpea en la cabeza.-Tienes que estudiar.

-Estudiar es muy aburrido... me lo paso mejor contigo -dijo con una sonrisa.

-Diciendo esas cosas...Parece que intentas ligar conmigo -bromea y se tira en elsofa, poniendo la television.

-Y ¿Quien te dice que no lo intento? -pregunto el, socarron.

Judith mira y sonrıe al chico, tirandole un cojın a la cara.

Taeko lo paro en el ultimo momento... con la cara.-¡Ey! -grito el chico- ¡Te vas a enterar!

Cogio el cojın que Judith le habıa lanzado y otro a su lado y se los tiro a la vez.

Ella volvio a tirarle el cojın riendo.

Taeko lo cogio por poco.-¿Quieres guerra? -la desafio.

Pero antes de que el chico terminara de hablar otro cojın impacto contra su cara.-Creo que eso es un sı -dijo y, rapidamente, lanzo un cojın y otro detras hacia Judith.

Ella los esquiva y rueda por el suelo, mientras rıe corre por la casa, pegandole

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con un cojın.-Oye, oye -dijo Taeko- que me reprimo porque soy un caballero, no te aproveches.

Se mete en la habitacion del chico y se encierra.

-... No mires el cajon de los calzoncillos -dijo Teako.

-¿Acaso tienes fotos mıas? -bromeo desde el otro lado de la puerta.

-Sı, y algun vıdeo... no te gustara lo que veras -dijo el siguiendo la broma.

Abre la puerta y mıra a Taeko sonriendo juguetonamente.-¿Acaso tienes revistas porno?

-No -dijo, sintiendose algo cohibido de repente- con tus fotos y vıdeos me con-formo...

Judith abre la puerta y se tıra en la cama del chico, rebuscando debajo de lacama a ver si tenia alguna revista porno.

-Si quieres me tiro en la cama tambien y cierro la puerta -dijo riendose-. Y note preocupes, no tengo porno.

Judith infla sus mejıllas, como si estuviera molesta y mira al chico, todavıa acostadaen la cama-Anda -dijo Taeko,casi sin aguantar la risa-, no te enfades...

Judith mira a Taeko y suspira, asintiendo, luego se gira y mira al techo.

-¿Sigues preocupada? -pregunto Taeko serio.

La chica niega y mıra el techo, claro que estaba preocupada, pero no queria que else diera cuenta.-Sabes que me puedes contar todo lo que quieras - le susurro el chico.

-Lo se -sonrio, mirando al joven y guinandole un ojo.

-Entonces... ¿estas segura de que no sigues preocupada? -insistio Taeko-. Teconozco bien ¿eh?

-Claro que estoy bien... En fin,¿que pelıcula veremos?

-Te dije que la que quisieras... ¿Cual quieres ver? -pregunto.

Judith y Taeko pasaron tranquilamente aquella tade, comiendo palomitas y riendo

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juntos, pero no sabian que alguien les estaba espiando. Aquel hombre los vigilabade cerca, observando cada movimiento del chico con curiosidad.

Teako no querıa admitirlo, pero tenıa miedo. Por el y por Judith. De repentese acordo como habıa desaparecido la noche que se encontro con el y se asusto.Tambien recordo el dıa que habıan estado a punto de besarse.

Ahora que la vida tenıa algo de emocion, habrıa dado lo que fuera por volver aestar como antes.

El hombre sabıa que pensaba el joven, sonreia complacido, el sabıa que el chicotenıa miedo y eso le gustaba. Salio de su escondrijo y comenzo a observarlos pordistıntos angulos de la casa, sin dejarse ver por los jovenes.

Penso que, si habıa suerte, la situacion acabarıa cambiando completamente y tendrıaque educar al chico.“Que ironıa” penso.Se siguio concentrando. Lo que no podıa permitir, bajo ninguna circunstancia, eraque los jovenes intimasen mas, si no, serıa muy difıcil separarlos, mas de lo queserıa si no lo llegasen a hacer.

Una vez llegaron al portal de la casa de la tıa de Judith, ella comenzo a despedirse,pero antes de que se diera cuenta, Taeko la aprisiono contra la pared y la beso confuerza, abrazandola por la cintura. Judith no tuvo tiempo de pensar, cerro sus ojosy se aferro al cuello del chico, agarrandose al pelo de el para acercarle mas a ella.

“Vale” penso el hombre “esto ha ido demasiado lejos”.

Los chicos se habıan separado ya, ambos estaban rojos y, en parte, avergonza-dos, sin saber por que.Taeko fue a decir algo, pero un resplandor aparecio entre el y Judith y aparecio elextrano.

-¡Tu! -dijeron los jovenes a la vez.

-Nos vamos -dijo el a Taeko.

-¿Que? -se sorprendio el. Nunca penso que volverıa a buscarle. Tampoco sabıa adonde le llevarıa.

Judith estaba paralizada por el miedo, no sabıa que hacer.

-¿Quieres que la mate? -dijo el hombre, senalando en direccion a Judith.

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-¡No! -respondio Taeko- llevame -dijo resignado.

-¿A donde? -pudo decir Judith.

-A un sitio del que no has oıdo hablar nunca. Y del que el nunca volvera -respondio.

Todo fue muy rapido: el extrano cogio a Taeko, este intento liberarse, pero nopudo. Todo empezo a dar vueltas.Sentıa una presion el su brazo y el estomago parecıa estar de al reves. Vio todonegro, pero se fue clareando. En ese momento ceso la presion en su brazo.El ambiente siguio clareandose hasta quedar de un blanco inmaculado.

-Bienvenido a Lumen -dijo una voz en su oıdo.

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