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Capítulo XIII : Mar Se giró con rapidez, en guardia. -Eh... sí –respondió- ¿Tú quién eres? Una muchacha de unos trece o catorce años se hallaba detrás de él. Vestía una túnica blanca, como debía ser dentro de la torre. Era alta y tenía un pelo castaño oscuro de aspecto muy salvaje, que contrastaba en gran medida con su piel pálida. -Me llamo Mar –dijo con una sonrisa-. Soy la número 564 – explicó señalando la puerta del lado de la que daba a la habitación del chico. -Ah, encantado –dijo tendiendo su mano-. Soy el nuevo. -Sí... parece ser que yo también; llevo aquí unos pocos días, creo que algo mas de una semana –estrechó su mano- ¿Vienes a dar una vuelta al patio? No sirven la cena hasta la medianoche... -Eh... bueno, pero ¿sabes dónde está el comedor? Ryl dijo que preguntase... -Sí, te llevaré a media noche allí y cenaremos –dijo con una sonrisa. -Está bien –dijo sonriendo a su vez. Su alegría era contagiosa. La siguió, bajando por el ascensor con rapidez. Cuando llegaron a la recepción el recepcionista les saludó al salir. -No eres de aquí ¿no? –preguntó Mar una vez fuera.

Capítulo XIII: Mar

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Capítulo 13 de Luz Sombría

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Page 1: Capítulo XIII: Mar

Capítulo XIII : Mar

Se giró con rapidez, en guardia.-Eh... sí –respondió- ¿Tú quién eres?

Una muchacha de unos trece o catorce años se hallaba detrás de él. Vestía una túnica blanca, como debía ser dentro de la torre.Era alta y tenía un pelo castaño oscuro de aspecto muy salvaje, que contrastaba en gran medida con su piel pálida.

-Me llamo Mar –dijo con una sonrisa-. Soy la número 564 –explicó señalando la puerta del lado de la que daba a la habitación del chico.

-Ah, encantado –dijo tendiendo su mano-. Soy el nuevo.

-Sí... parece ser que yo también; llevo aquí unos pocos días, creo que algo mas de una semana –estrechó su mano- ¿Vienes a dar una vuelta al patio? No sirven la cena hasta la medianoche...

-Eh... bueno, pero ¿sabes dónde está el comedor? Ryl dijo que preguntase...

-Sí, te llevaré a media noche allí y cenaremos –dijo con una sonrisa.

-Está bien –dijo sonriendo a su vez. Su alegría era contagiosa.La siguió, bajando por el ascensor con rapidez. Cuando llegaron a la recepción el recepcionista les saludó al salir.-No eres de aquí ¿no? –preguntó Mar una vez fuera.

-No, soy de la Tierra, de la otra... ¿dimensión? –respondió aun no habiendo asimilado del todo su situación.

-En realidad... parece que todos procedemos de allí.

Egoxid se giró sorprendido.-¿Y éso?

-Bueno... a lo mejor Ryl no te lo contó aún, pero... parece ser que todos procedemos de allí.

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-Es extraño...

-Sí... pero no es raro que no te lo dijeran. Aquí hay muy poca confianza y todos ocultamos secretos.

-¿Tú también? –preguntó curioso.

-Um... ¿crees que debería contártelo? Apenas nos conocemos.

-Precisamente por éso -respondió Egoxid, habían llegado a un pequeño prado en los alrededores de la cúpula-, sería más fácil conocernos mejor.

Mar le miró, pensando en si contarle algo o no.Egoxid cogió la mano de Mar, casi sin darse cuenta.-Puedes confiar en mí -dijo el joven mirando a la chica a los ojos.

Ella intentó apartar su mirada, pero había algo que le llamaba la atención en el chico.-Tus ojos... son extraños.

-¿Eh? Ah... sí, nací así -dijo con una sonrisa.

-Son bonitos -dijo, acariciando, la mano del muchacho si darse cuenta.

-G-gracias.

-Bueno, confiaré en ti -dijo sonriendo.

-Y yo en ti.

Se internaron un poco en el prado, llegando a un pequeño claro rodeado de árboles luminiscentes. Apenas había espacio para los dos, pero se las arreglaron para entrar.

-Aquí disfrutaremos de un poco más de intimidad -explicó Mar-. Apenas hay espacio para entrar, por éso sólo entra la persona que sabe que está aquí.

-¿Es uno de tus secretos?

-Sí, nadie lo sabe, excepto tú.

Egoxid se sintió especial por el hecho de que ella le mostrase aquel lugar. Se sentía unido a Mar y se alegraba de haber hecho una amiga con tanta rapidez.

-Oye...

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-Dime -le instó la joven.

-Eres la primera amiga que tengo -le confesó.

Ella le miró, ruborizada.-Tú... también eres mi primer amigo. Apenas conozco a nadie aquí, pero los pocos que conozco no me caen muy bien...

-¿Y yo sí?

-Sí, eres diferente.

Egoxid sonrió, aquella chica le caía bien.-Espera, se supone que a medianoche cenamos ¿no?

Ella asintió.-Apenas ha oscurecido -comentó el joven-

La joven miró su reloj de repente y corrió, saliendo del claro.

-Ven, corre.

Egoxid salió a gran velocidad, preguntándose qué pasaría. Divisó a la muchacha a unos metros de él.

-¿Qué pasa?

-Es medianoche ya -explicó.

Mientras la seguía, el joven observó el luminoso cielo.La chica entendió.-Lumen es la ciudad de la Luz, nunca se esconde el Sol.

El chico asintió y la acompañó hasta la torre.

Llegaron a la torre y Egoxid descubrió que por dentro era mucho más que un ascensor rodeado de habitaciones: cubriendo todo ésto había varios dispensarios (bibliotecas, salas, aulas, comedor, enfermería).El comedor se componía de un largo mostrador, donde se cogían cubiertos y comida, y varias vesas largas, que era donde se sentaban los soldados. Parecía haber una más grande dispuesta al fondo de la sala para personas más importantes.

"Para gente como Ryl" pensó el chico.

-Ven -dijo la joven llevándole a una parte de la mesa apartada.

Cenaron allí y charlaron un poco, hasta que la mayoría de la gente se iba.

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-Creo que dentro de poco tendré una misión de reconocimiento... -comentó la chica.

-¿Ah, sí? Yo no sé cuando empezaré -dijo él.

La chica hizo un gesto de entendimiento y se levantó. Egoxid le siguió hasta el ascensor y subieron con más gente, hasta que llegaron solos al piso quincuagésimo piso.

En la puerta de la chica, Mar se giró.-Lo pasé muy bien contigo hoy -dijo agradecida.

-Yo también... ¿mañana nos veremos? -preguntó algo ansioso.

-Claro.

Pareció que la chica iba a decir algo más, pero calló y entro.-Mañana nos veremos, pero fuera de aquí, espero -dijo a través de la puerta.

Eoxid iba a preguntarle por lo que había dicho, mas el sueño y el cansancio le venció y fue a su habitación.