Capítulo XV: Primera Misión

Egoxid se removía en la cama, incómodo con los ruidos que se producían. Se dio cuenta de que no estaban en su cabeza, si no que los ruidos existian.

Era alguien que llamaba a la puerta.

-¿Puedo entrar? -dijo la voz.

El muchacho no la reconoció, pero supuso que era la de Ryl, deformada por la puerta entre ellos.

-Sí, pasa.

Se abrió la puerta, dejando ver a una muchacha con el pelo castaño oscuro.

-¡Mar! -se sorprendió.

-Buenos días, dormilón.

-B-buenos días... ¿qué haces aquí? -dijo, dándose cuenta de que, debajo de las sábanas, estaba en ropa interior.

-Me manda a buscarte Ryl, nos vamos.

-¿A dónde? -preguntó cada vez más confuso.

Mar se fue, cerrando la puerta.

-Nos vemos en el vestíbulo.

Egoxid estaba confuso, pero se vistió tan rápido como pudo y se dirigió al ascensor.

En el vestíbulo Ryl y Mar le esperaban, sonriendo.

-¿A dónde nos vamos? -preguntó de nuevo el muchacho, esta vez esperando que al menos Ryl le respondiese.

-Misión sorpresa -contestó Ryl simplemente.

El joven sonrió.

-No sé a que estamos esperando entonces.

-¿No quieres esperar ni para preguntar en qué consestirá la misión?

-Um... siendo la primera, no creo que sea la primera, por lo que no será muy difícil. Siendo dos personas en la misión, será más fácil aún por lo que lo único que queda para que fuera más difícil, es el elemento sorpresa. Dudo que nos digas qué hay que hacer o cómo hasta que no lleguemos, como mínimo.

Mar le miró con una expresión entre la confusión y la admiración.

-Sí, más o menos es éso... -respondió Ryl- Creo que contigo no hará falta entrenar las misiones de reconocimiento.

La joven rió, mirando a Taeko.

-No es malo ¿no? -dijo él riendo también.

Después de éso Ryl, Mar y Egoxid habían salido ya de la cúpula que rodeaba la ciudad, internándose en el bosque. Ryl les había explicado que era el camino opuesto a Umbra, así que seguramente no hubiera ningún peligro secundario.

Mientras estaban en el bosque, el joven se fijó de nuevo en los árboles que tanto le habían llamado la atención el dia de su llegada.

-Me pregunto cómo funcionarán -se preguntó a sí mismo en voz alta.

-Ah, éso es sencillo -dijo Mar-. Los árboles cogen la energía oscura y la transforman en Luz. La Oscuridad entra por el tronco (por éso están tan oscuros) y sale convertida en Luz por las hojas, por éso brillan.

El muchacho se quedó pensando y se dirigió a Ryl.

-En Umbra tienen algo parecido ¿verdad?

-Vaya -contestó Ryl-, has conseguido en unos minutos lo que nosotros en años.

-¿A qué se refiere? -preguntó Mar.

-Al equilibro .dijo Egoxid-. Si nosotros consumimos la energía oscura, llegaría un momento en el que se acabaría, por lo tanto ellos tendrán algo parecido.

-Exacto -aprobó Ryl-. El problema es que no sabemos qué es ni donde está, y es una desventaja. Ellos saben que deben tener cuidado con los árboles que rodean Lumen, pero nosotros no sabemos dónde está el peligro.

-Entiendo -dijo la joven.

-Creo que hemos llegado -dijo Ryl- podemos empezar cuando queráis.

Con esas últimas palabras, una guadaña apareció a su lado. Entonces el joven se fijó en que su guadaña resultaría extremadamente útil en esa lucha, pues tenía un doble filo ideal para la lucha contra varias personas.

-¿Ahora entendéis el por qué de la sorpresa?

Entonces pasó algo que los dos hombres no esperaban. Mar rió.

-Mi maestra no te dijo qué arma utilizaba -comprendió la chica.

-No, pero resultará inútil contra mí -contestó Ryl, socarrón.

Entonces Mar simplemente sonrió e hizo aparecer si arma.

Un arco apareció ante la expresión sorprendida del hombre. Tenía detalles en amarillo y verde, parecidos a los de la guadaña de Ryl.

-Mierda -dijo simplemente el hombre.

Entonces se lanzó contra la muchacha, sin darle tiempo a defenderse o esquivar el golpe. Algo le interrumpió en el camino hacia Mar.

-¿Habíamos empezado ya? -preguntó Egoxid, haciendo que su vara chocase contra el filo mayor de la guadaña- Deberías haber avisado...

El hombre sonrió y lanzó un golpe contra el muchacho, a la altura de las rodillas. El chico simplemente tuvo que mover su vara a un lado para detenerlo. Confiado, el chico sonrió, pero se dio cuenta de que Ryl también lo hacía.

Se sorprendió mientras apartaba a un lado su vara y atacaba al muchacho con el filo pequeño de su arma.

Un momento antes de que llegara a tocarlo, retrocidió.

Una flecha pasó por donde había estado antes la cabeza de Ryl.

-Vas en serio ¿eh?

El muchacho echó hacia atrás su cabeza y vio a su compañera con el arco en su mano izquierda con semblante serio.

Cerró los ojos y otra flecha apareció en su mano. Era uno de los objetos de Luz que le había explicado Ryl.

Con rapidez, lo colocó en el arco, mientras el joven se apartaba entre los dos contrincantes, pero con suficiente espacio para atacar al hombre si se acercaba demasiado.

-Vaya, no creí que tuviera que esforzarme -dijo Ryl.

Mar tensó todo lo que pudo y dejó salir una flecha de su arco, que se estrelló contra la guadaña que Ryl colocó delante de él en el último momento. Entonces Egoxid descubrió la estrategia que le habia brindado la muchacha.

Se lanzó hacia su enemigo, el cual no lo veia por culpa de su arma, pero cuando llegó y dio la estocada, Ryl ya no estaba.

-Parece que tengo que ponerme en serio -dijo el hombre a su espalda.

El joven se giró y vio que Ryl ya no sujetaba la guadaña con ambas manos, en ese momento sólo con la derecha, de una forma más casual y natural.

En su mano derecho brillaba una bola de Luz.

Una sonrisa malévola cruzaba su cara.