23
108

Capítulos La Necesidad 2005

Embed Size (px)

DESCRIPTION

sdfg

Citation preview

  • 108

  • 109

    II LA NECESIDAD DE PENSAR LO QUE ES

    Antstenes y la fundamentacin semntica de la verdad como adecuacin

    Sin dogmas que garanticen la verdad de algn grupo de enunciados, la antigedad clsica dedic ingentes esfuerzos a desentraar los rasgos de los elementos comprometidos en la determinacin de parmetros veritativos. Entre ellos se cuenta, sin duda, el lenguaje, lo cual despert una temprana reflexin lingstica que estuvo particularmente asociada con el problema de la exactitud o adecuacin de los nombres -orthtes onomton-, es decir con el problema de la determinacin del grado de adecuacin entre lenguaje y realidad. El primer aspecto que llam la atencin en lo que hace al lenguaje es que ciertos nombres presentan caractersticas morfolgicas que parecen contradecir sus rasgos ontolgicos y que, por eso, presentaran fallas constitutivas que le impediran reflejar adecuadamente lo real.1 Este enfoque subrayaba el hecho de que el lenguaje es una va problemtica que, segn algunos, haba que corregir. Por otra parte, tambin se practicaba la etimologa, que reposa sobre la confianza en que los nombres reflejan la estructura de la cosa. Ambas prcticas revelan las contradicciones y perplejidades que generaba el doble valor veritativo posible del lgos: va obligada para manifestar la verdad, pero a la vez canal de expresin de lo falso.

    Este problema haba sido ya advertido por Herclito y Parmnides, pensadores que intentaron dar cuenta de las relaciones entre realidad, pensamiento y lenguaje, que dan por resultado la alternativa entre lgos verdadero y lgos falso.2 Sobre estos presupuestos, dos filsofos de poca clsica intentaron anular la doble conformacin de estas relaciones. El ms conocido de estos intentos es el gorgiano, donde la unidad de realidad, pensamiento y lenguaje es impugnada objetando cada uno de sus elementos. Es el planteo que hemos estudiado en la primera parte de este trabajo. La va opuesta, en la que slo se conserva la asociacin entre realidad, pensamiento y lenguaje, fue propuesta por Antstenes. Para internarnos en este planteo

    1 Vase el ejemplo de Aristteles, Refutaciones Sofsticas 14,173b17, en

    referencia a Protgoras, que consideraba un solecismo admitido por el uso la asignacin de gnero femenino a mnis clera y plex celada, porque se trata de lexemas asociados en el imaginario a comportamientos y actividades masculinas. 2 Sobre la estructuracin de la trada, nase el primer punto de la primera parte

    de este trabajo.

  • 110

    nos concentraremos en sus concepciones lgico-lingsticas, comenzando por estudiar la especificidad de la nocin de epskepsis tn onomton, en relacin con la de exactitud de los nombres (punto 1). Luego analizaremos cmo se objetiva esta nocin en las prcticas de uso de los nombres (chrsis onomton) (punto 2) y distincin en clases (dialgein kat gne) (punto 3) y su relacin con la doctrina sobre la imposibilidad de definir y el mtodo de anlisis semntico (punto 4), para referirnos finamente al corolario de esta teora respecto del carcter necesario y sistemtico de la verdad como adecuacin del pensamiento a lo real (punto 5).

    1. Orthtes y epskepsis tn onomton

    Las peripecias de la figura de Antstenes son llamativas. En la antigedad fue un autor prolfico y reconocido, que no pudo, sin embargo, superar la prueba del tiempo en lo que hace a la conservacin de su obra. No obstante ello, durante la segunda parte del siglo XIX, especialmente a partir de las tesis de Schleiermacher,3 que hizo hincapi en los variados testimonios que revelan la importancia que este autor tuvo en las pocas clsica y helenstica, se desat una tendencia que ha sido caracterizada como panantistnica. Esta tendencia se verific en los numerosos intentos de ver rastros de sus doctrinas en los ms diversos mbitos de la filosofa clsica, especialmente en las obras platnicas. As, se trazaba un esquema en el cual a partir de la enseanza socrtica se desplegaban varias lneas filosficas que se diferenciaban de acuerdo a la particular interpretacin que de esta enseanza tena cada discpulo. En el caso del Platon y Antstenes las visiones seran radicalmente opuestas y eso habra generado la disputa testimoniada por numerosas fuentes.4 Esta sera la razn de que Platn aludiera de manera indirecta, como es su costumbre, a las teoras de Antstenes, quien le habra contestado de una manera abrupta y descomedida, parodindolo en un dilogo de ttulo agraviante, el Sthon.5

    Este esquema, bsicamente convincente, fue sin duda exagerado por las interpretaciones tradicionales que, muchas veces sin un estudio pormenorizado de los escuetos testimonios sobre la filosofa

    3 Cf. Blaise (1986 :119).

    4 Cf. SSR v A 147-159.

    5 Antstenes juega con el parecido lingstico entre Plton y Sthon, ste

    ltimo un derivado de sthe pene. Sobre el Sthon, cf. DL VI 3 y 7 = SSR VA27 y 28, Gnom. Vat. 743,13 y 437 = SSR VA30; Estobeo III 2,40 = SSR VA29 y la interpretacin sobre el ttulo en G. Giannantoni (1990 :328-9).

  • 111

    de Antstenes, tendan a identificar rastros de la polmica prcticamente en todos los dilogos platnicos, y especialmente en Ion, Eutidemo, Crtilo, Teeteto, Sofista y Parmnides. Estos excesos de la crtica tuvieron su reaccin en una negacin a ultranza de esta lnea exegtica, hasta el punto de que Kirk lleg a afirmar que la lectura antstenica de los dilogos estaba casi muerta (1951:238). Los estudios llevados a cabo posteriormente en el mbito de los estudios antistenianos especialmente orientados a la compilacin de los testimonios relevantes,6 en tanto permiten una reconstruccin ms plausible de su pensamiento, han planteado nuevas bases para rever la relacin entre las obras de los dos discpulos de Scrates de un modo ms cuidadoso y seguro.7

    Para algunas lneas exegticas, Antstenes fue el iniciador de la escuela cnica. Como tal, habra centrado su inters en las cuestiones ticas y colocado en un segundo plano, o incluso despreciado como intil, todo estudio lgico o lingstico.8 Sin embargo, ms all de que esta filiacin est lejos de poder ser planteada como una ecuacin simple,9 la cantidad de testimonios que pueden ser interpretados a la luz de posicionamientos antistnicos ligados al lenguaje, como veremos, hace inaceptable la conjetura de que su inters haya estado alejado de la problemtica lingstica.

    En rigor, la nocin de epskepsis onomton coloca a Antstenes en el amplio margen de pensadores que durante la poca clsica se volcaron al lenguaje buscando claves de inteleccin y operacin sobre lo real. En este sentido, contamos con el testimonio de Epicteto que liga esta nocin directamente con Antstenes y dice:

    Aun si alguien admitiera eso , basta que sea elemento de juicio y de examen, y, como podra decirse, medida y pesa de las dems cosas. Quin lo dice? Slo Crisipo, Zenn y Cleantes? Y no lo dice Antstenes? Y quin si no es el que escribi que el examen de las palabras es el principio de la educacin (arch paideseos he tn onomton epskepsis)? (Dissert. I 17,102 = SSR V A 160)

    Se afirma entonces que para Antstenes la epskespsis tn onomton es la arch paideseos, i.e. el principio de la educacin, con

    6 Cf. especialmente F. Decleva Caizzi (1966) y G. Giannantoni (1990).

    7 Un buen ejemplo de ello es el trabajo de A. Brancacci (1990).

    8 Sobre todo a partir de la interpretacin literal de Digenes Laercio VI 103 =

    SSR V A 161. En este sentido, C. J. Classen (1976 :24-5) y Blaise (1986:118ss). Cf. la crtica de esta posicin en Decleva Caizzi (1966:99-100) y Giannnantoni (1990:384-5). 9 Cf. Giannantoni (1990:226ss.).

  • 112

    lo cual podra descartarse que Antstenes haya tachado de intil el problema del lenguaje, si precisamente se afirma que constituye el ncleo de la formacin humana. Para determinar en qu consiste esta epskepsis, que sin duda hay que ligar con el exetzein socrtico atestiguado por las obras platnicas, es preciso dirigirse a las otras dos nociones mencionadas que apuntan a la descripcin de los procedimientos de la epskepsis tn onomton. Pero, antes de emprender un anlisis de este aspecto, es preferible detenernos brevemente en la relacin de Antstenes con otras aproximaciones al problema de los nombres que caracterizaron el enfoque de la sofstica, a efectos de identificar sus rasgos peculiares. Las fuentes tardas, en efecto, atestiguan relaciones de Antstenes con Gorgias, y tal vez con Prdico. Como veremos, la filosofa de Antstenes es el negativo de la filosofa gorgiana. Por otra parte, sin duda hay en la obra de Antstenes huellas notorias de la influencia de Prdico que pueden identificarse especialmente en su toma de posicin en el problema de la adecuacin de los nombres orthtes tn onomton-. En Eutidemo 277e-278a (=DK 84A16) Platn liga a Prdico con esta nocin afirmando: En primer lugar pues, como dice Prdico, es preciso aprender sobre la rectitud de los nombres, a lo cual sigue una disquisicin sobre el significado del verbo manthnein. El tono del pasaje es sin duda irnico y culmina con el juicio platnico de que este procedimiento no es ms que un juego de palabras puesto a los efectos de burlarse de la gente, especialmente porque no permite conocer la naturaleza de los objetos acerca de los que se habla: porque aunque alguien aprendiera muchas o incluso todas las cuestiones de esta clase, en nada ms conocera con ello cmo son las cosas (oudn n mllon eidee pi chei). (278b).

    Lo que queda claro a partir de este planteo es la orientacin bsica de este tipo de posturas naturalistas. Sobre la base de este pasaje y otros similares puede colegirse que el procedimiento de Prdico estaba orientado a desentraar el correcto significado de un trmino y apuntaba a revelar la exacta adecuacin entre ese nombre y la cosa, i.e. entre noma y prgma. As, en Protgoras 337a-c (DK 84A13), Platn presenta un ejemplo de la actividad de Prdico diciendo:

    Lo que personalmente les pido, Protgoras y Scrates, es que se pongan de acuerdo para discutir entre ustedes, pero que no para rivalizar (amphisbeten mn, erzein d m). Pues los amigos discuten (amphisbetosi) con sus amigos, pero con benevolencia mutua; los adversarios, por el contrario, rivalizan (erzousin) con sus enemigos. As su reunin ser excepcionalmente bella. Pues ustedes, los oradores, sern realmente aplaudidos por nosotros, los oyentes, pero no

  • 113

    alabados (eudokimote ka ouk epainosthe). El aplaudir (eudokimen) proviene del alma de los oyentes sin engao, pero el alabar (epanein) radica en la palabra y proviene a menudo de la opinin de mentirosos. En cuanto a nosotros, oyentes, tendremos especial satisfaccin, aunque no placer (euphrainometha, ouch hedomestha). Se llena de satisfaccin (euphranesthai) aquel que aprende alguna cosa y siente placer (hdesthai) el que concibe alguna otra sensacin agradable por medio del cuerpo. (Plat., Prot. 337 a-c = DK 84A13)

    Esta tarea de anlisis semntico se repite en la mayora de los testimonios.10 Es claro que una postura como sta se fundamenta mejor sobre la creencia en un significado objetivo de los trminos, ya que aceptar algn tipo de formulacin que suponga la convencionalidad del lenguaje sumira a toda la teora en la fragilidad extrema.11 La orthtes tn onomton de Prdico fue, sin duda, un antecedente inspirador para la teora de Antstenes que aparece testimoniada en las fuentes como uso de los nombres, i.e. chrsis tn onomton. En efecto, la epskepsis tn onomton de Antstenes se apoya igualmente en la creencia de un lenguaje objetivo que oficia de correlato de la naturaleza de las cosas. Slo as se comprende que un anlisis de los nombres pueda dar por resultado una ampliacin del conocimiento de lo real. Y tal vez incluso podra decirse que la concepcin antistnica es ms radical en lo que hace a la creencia en la racionalidad del lenguaje, ya que la diferencia que parece haber existido entre su enfoque y el de Prdico se da en el reemplazo de la nocin de orthtes por la de epskepsis. En rigor, tras la nocin de orthtes se esconde la idea de que la correlacin entre lenguaje y realidad, si bien existe, no es siempre clara y efectiva, por lo cual la tarea de la orthtes es restituirla mediante la correccin. En Antstenes, al contrario, el presupuesto es que la correlacin existe siempre y, en los casos oscuros, es preciso simplemente llevar a cabo un anlisis epskepsis- del trmino que permitir poner de manifiesto que la relacin entre lenguaje y realidad es perfecta y a cada cosa corresponde un nombre, esto es, cada cosa tiene su oikeos lgos, su propio y nico nombre.12 Esta doctrina se atribuye a Antstenes en el pasaje aristotlico de Met. V 29 1025 (= SSR v A 152):

    10 Cf. especialmente DK 84A14-18.

    11 Cf. Brancacci (1990:63).

    12 En este marco tiene que comprenderse la formulacin antistnica de la tesis

    sofstica de que no se puede hablar falsamente -dado que quien habla dice algo (ti); el que dice algo dice lo que es (t n) y el que dice lo que es dice la verdad; cf. Proclo, In Plat. Cratyl. 37 = SSR VA 155- que se discute en el Eutidemo 282b-c y el Crtilo 385b y 429d-431b en pasajes con importantes

  • 114

    Por eso Antstenes crea ingenuamente que no se puede decir nada excepto el lgos propio, uno para cada cosa cosa (ti oikeoi logoi, hn eph hens), a partir de lo cual conclua que no es posible contradecir y casi no es posible decir algo falso.

    El modo en que hay que entender la nocin de oikeos lgos viene dado por la frase asociada hn eph hens, cuya formulacin en gnero neutro y no masculino, como tendra que estar si constituyera una atribucin a lgos, hace pensar que se trata de una cita textual de Antstenes o una referencia a una frmula igualmente caracterstica de su pensamiento. La frase hn eph hens est recortada del contexto sintctico prximo y el hecho de que hn est refierindose a un antecedente neutro lleva a pensar, como nota N. Cordero,13 que tiene que referir, en su contexto original, a noma. Que hay un oikeos lgos para cada cosa significa que hay un noma para cada cosa. Esto permite colegir que el lenguaje no slo permite mostrar la realidad, sino que funciona como correlato unvoco de la estructura de la realidad.

    La diferencia fundamental, entonces, entre las posiciones de Prdico y Antstenes radica en su enfoque respecto del problema de la polisemia de los nombres que fue arduamente discutido durante el siglo V.14 Constatado un caso de polisemia, Prdico juzgaba necesario corregirla teniendo en cuenta el principio de que a cada cosa debe corresponder uno y slo un nombre, de modo que la polisemia responda a un mal uso del lenguaje, respecto del cual haba que restituir la orthtes. Para Antstenes en cambio, la polisemia era un dato lingstico que no haba necesidad de negar ni requera de una conducta activa en pro de su correccin, sino que slo era preciso determinar con claridad su esfera de aplicacin, i.e. estudiar la chrsis tn onomton, de modo que se manifieste la legalidad efectivamente presente en la lengua. As, tambin en el caso de Antstenes se llegaba a la correlacin un nombre para cada cosa, pero no por alteracin del dato lingstico sino por simple estudio lexemtico. En este caso, la creencia en la relacin objetiva entre nombres y cosas est doblemente subrayada, ya que los casos problemticos lo son slo superficialmente y un anlisis consecuente revelara finalmente la total organicidad del

    resonancias antistnicas y en Sofista 251a-b. En efecto, dada la correspondencia entre onmata y prgmata, al nombrar una cosa se conoce su esencia 13

    Vase N.L. Cordero (2001:331-332). 14

    Vase, por ejemplo, el caso de Demcrito en DK 68B26.

  • 115

    lenguaje en el cual a cada cosa pertenece efectivamente un nombre.15 El nimo corrector de la orthtes puede inferirse a partir de pasajes como el de Aristteles en Refutaciones Sofsticas 14,173b17 que corresponde al testimonio 28 de Protgoras en la compilacin de Diels-Kranz, que afirma: es posible tambin hacer esto: parecer que se comete un solecismo, sin hacerlo, y cometerlo, sin apariencia de ello, tal como deca Protgoras, si mnis clera y plex celada son masculinos. As, quien dice funesta (oulomnen) comete, segn l, solecismo que los dems no perciben. En cambio quien dice funesto (oulmenon) parece cometer solecismo sin hacerlo. El presupuesto operante es que a pesar de que los trminos citados mnis y plex son morfolgicamente femeninos estn asociados semnticamente a rasgos como la agresividad y la guerra que tienen que ver con lo masculino. Restituirle artculos con morfologa masculina sonar al hablante medio como un solecismo, cuando en rigor se est corrigiendo una inconsecuencia del uso. La misma actitud parece ser vctima de una ridiculizacin en las Nubes por parte de Aristfanes en los versos 657-683:

    S. Antes de eso tienes que aprender otras cosas: por ejemplo, qu cuadrpedos son adecuadamente (orths) hablando machos. E. Los machos me los s muy bien, si no he perdido el juicio: el carnero, el cabrn, el toro, el perro, el ave (alektryn)... S. - Ves lo que te ocurre? Llamas ave a la hembra lo mismo que al macho. E. - Cmo es eso? S. - Cmo? Un ave y una ave. E. Claro, por Poseidn. Y ahora, cmo he de llamarlos? S. Ava (alektraina) y avo (alktor). E. - Ava? Estupendo, por el Aire. Slo por esta leccin te llenar en redondo de harina la fuente (krdopos). S. Ya estamos otra vez. Fjate, dices la fuente como masculino cuando es femenino. (...) E. (...) Pero de ahora en adelante cmo tengo que decir?

    15 Tal vez el pasaje 434e del Crtilo en el cual Platn hace que Scrates

    destruya el argumento naturalista cuando Crtilo se refiere a la funcin de la costumbre thos- en la comprensin de ciertos trminos sea efectivamente una referencia crtica a la teora de Antstenes. En ese caso, Platn no encontrara consistente la conjugacin de una postura naturalista que se apoye, a su vez, en la nocin de uso, que segn el esquema trazado en los pasajes iniciales sera territorio exclusivo de los convencionalistas. Sobre este punto, vase nuestra Introduccin al Crtilo, en Platn, Crtilo, Buenos Aires, Losada, 2006.

  • 116

    S. - Cmo? Fuenta, igual que dices Sstrata. E. - La fuenta, en femenino? S. Eso es hablar con adecuacin (orths).

    Los cultores de la orthtes, como puede inferirse, tienen que haber extendido la idea de que el lenguaje contiene imprecisiones que es preciso salvar. En Antstenes, al contrario, la correlacin existe siempre y, en los casos oscuros, es preciso simplemente llevar a cabo un anlisis -epskepsis- del trmino, que permitir poner de manifiesto que la relacin entre lenguaje y realidad es perfecta y a cada cosa corresponde un nombre, esto es, cada cosa tiene su oikeos lgos, su propio y nico nombre.

    La tesis de Antstenes es radicalmente novedosa y combina una creencia en la objetividad del lenguaje con una atencin al uso lingstico. A diferencia de Prdico, la teora antistnica no est orientada a la normativa ni est condicionada por una finalidad retrica, segn la cual es necesario definir claramente las nociones para construir argumentos difcilmente rebatibles o destruir argumentos contrarios, sino que apunta a desentraar la estructura de la realidad a partir del supuesto de que el lenguaje es su contrapartida. Sobre este modelo, Antstenes delinea una doctrina que trasciende el enfoque lingstico, en tanto si hay una relacin entre el nombre y la naturaleza de las cosas, entonces el anlisis lingstico se convierte en una legtima va de acceso a lo real. La filosofa entendida como una investigacin de los nombres, lejos de restringirse a una problemtica gnoseolgica, permite dar cuenta adems de la problemtica tica. As, por ejemplo, podemos entender el testimonio en que se relata en forma de ancdota la reaccin de Antstenes ante un parlamento de una tragedia de Eurpides en que se planteaba la relatividad del bien:

    Tampoco son despreciables las correcciones (paradiorthseis) con las cuales operaron Cleantes y Antstenes, quien habiendo visto que los atenienses festejaban a gritos en el teatro qu cosa es vergonzosa, si no lo parece a los que se valen de ella, arrojndose sin reservas : lo vergonzoso es vergonzoso, parezca o no parezca (aischrn t g aischrn, doki kn m doki). (Plut. Quom. Adul. Poet. Aud. Deb. 12 p. 33c = SSR V A 195 G)

    A lo que Antstenes apunta, entonces, es a impugnar la interpretacin segn la cual los conceptos son relativos, y en esto se opondra totalmente a Protgoras, precisamente sobre la base de que la adecuacin de los nombres no deja resquicios para tal relativismo. En efecto, la epskepsis tn onomton apunta a fijar la estructura

  • 117

    semntica de la lengua, procedimiento que resulta en la exclusin de cualquier posicin relativista. En este sentido, Antstenes parece haber adherido totalmente al apotegma tagath kal, t kak aischr/, las cosas buenas son bellas y las malas, vergonzosas (DL VI 12 =SSR V A 134), y esta correspondencia, cuyos trminos genricos pueden ser sustituidos por ejemplos concretos, no puede ser alterada. La garanta de ello, en una teora naturalista, es que debido a su origen, la estructura de la lengua es inalterable y todo lexema de la lengua es comprendido de la misma manera por todos los hablantes, de modo que el hecho mismo de que todos los hombres comprendan la nocin de bien se convierte en el fundamento cierto de la tica.

    2. La conciliacin de naturalismo y uso

    La nocin de chrsis, uso, aparece testimoniada en uno de los pasajes antistnicos ms famosos en que se discute la interpretacin del epteto de Odiseo, poltropos. Esta nocin est llamada a especificar el enfoque que debe drsele a la epskepsis onomton, en el sentido de que la lengua puede ofrecer resistencia a la correlacin nombre-cosa que supone la teora. Esta situacin debe subsanarse mediante el anlisis semntico que delimite claramente el uso (chrsis) especfico que se hace de los trminos en sus contextos para, a partir de all, deducir la conformacin de un trmino dado y el sentido con el que debe entendrselo. La tesis que Antstenes se propone rebatir en el pasaje de Porfirio que nos ocupa es aquella que entiende poltropos en el sentido de mentiroso y que, por lo tanto, revelara un desprecio de Homero por el hroe. El pasaje transmitido por Porfirio dice:

    Antstenes dice: y entonces qu? Acaso es malvado Odiseo porque fue llamado poltropos, y no lo llam as porque es sabio? Acaso trpos no significa en un el carcter y en otro significa el uso del discurso? Pues etropos es el varn que tiene el carcter vuelto hacia el bien, y trpoi de los discursos son los varios estilos. Y Homero usa tambin el trmino trpos respecto de la voz y respecto de la variedad de melodas, como en el caso del ruiseor, que frecuentemente gorgeando expande sonidos variadamente modulados (t 521)16

    16 Porfirio, Quaest. Hom. ad Oddysseam 1.1.10ss. = SSR v A 187.

  • 118

    En este ejemplo se constata un procedimiento de anlisis lxico,17 en donde a efectos de desentraar el sentido de poltropos se recurre al estudio de los sentidos de trpos, el trmino bsico. El pasaje es importante en varios aspectos, ya que el trmino trpos es adems un buen ejemplo de polisemia. Es de notar que el corpus sobre el que ha de darse la discusin est absolutamente circunscripto y corresponde en este caso a las obras homricas, de modo que es a partir de las acepciones all presentes que el trmino va a ser analizado, algo que constituye un buen intento de delimitacin del estudio y que podra considerarse, por otra parte, un ejemplo temprano de atencin respecto del usus scribendi. El primer paso del anlisis es la identificacin de la base del campo lxico al que pertenece poltropos, precisamente trpos. Respecto de trpos se identifican tres acepciones: la primera, del mbito tico; la segunda, del retrico y la tercera, de la msica. El desafo del mtodo es entonces explicar los tres usos sin que la nocin pierda especificidad. Las estrategias que usa en cada caso son diferentes. En el primer caso, la explicacin es etimolgica y requiere la incorporacin de dos trminos, trpo y etropos: trpos se asocia con trpo girar, dar vuelta, de modo que etropos es el que se orienta al bien (eis t e tetrammnos). En el segundo caso, la explicacin es semntica y se apoya en la relacin de significado entre trpo y plsso modelar, forjar. A partir de esta explicacin hay que colegir el tercer caso, en que estos estilos se aplican a los sonidos. Esta acepcin, que no es decididamente diferente de la segunda, sirve sin embargo para reintroducir la categora de multiplicidad, tal como aparece mencionada en poltropos: la variedad exallag- de melodas y los sonidos variadamente modulados polyecha phonn-. De este modo, se vuelve de un modo circular hacia el primer componente de poltropos y se confirma que la nocin de trpos puede tener asociada la idea de multiplicidad sin que por eso implique necesariamente un sentido negativo. Si esto es as, entonces se abre la posibilidad de que el epteto de Odiseo no sea despectivo sino elogioso, en el sentido de sabio, sophs, que es a donde llegar la argumentacin en 1.1.21: por eso dice Homero que Odiseo, que es sabio, es poltropon, pues saba relacionarse con los hombres de muchas maneras.18

    El anlisis de las dos primeras acepciones, que resultan ser las bsicas, pertenecientes al mbito tico y al retrico, se completan con

    17 Anlisis similares pueden encontrarse en SSR v A 189, respecto del trmino

    hyperphalos aplicado al Cclope y respecto de los nombres de Aspasia (Ael . Arist. Hypr tn tettron 127) y el Cclope (Heracl. Hom. Probl. 70,5). Cf. adems el estudio de la nocin de basilea en Dion Crisstomo, Orat. iv 24-25 y el texto de Jenofonte, Mem. IV 5,11ss. tratado en el apartado siguiente. 18

    Porfirio, Quaest. Hom. ad Oddysseam 1.1.20ss. = SSR v A 187.

  • 119

    la referencia a trminos que incluyen la idea de multiplicidad: palmbolon y polymetbolon, en el primer caso, y polytropa, en el segundo, que es precisamente el que interesa a los efectos del problema puntual. En este ltimo caso, se habla de lgou polytropa, la multiplicidad de modos discursivos, que implica la chrsis poikle lgou, el uso variado del discurso.19 Poltropos pertenece, entonces, al mbito retrico y no al tico y hace referencia a la habilidad en el lenguaje y no a una conducta mendaz. El paso siguiente es la postulacin de un lexema de significado opuesto, de modo que se opone polytropa a monotropa, donde el sentido negativo estar ligado al segundo, en tanto la circunscripcin a un nico modo discursivo no permite dar cuenta de la multiplicidad de lo real, mientras que la habilidad lingstica del poltropos hace de l un sophs que puede entender la trama de lo existente y asignar a cada cosa el nombre que le es propio, i.e. el oikeos lgos. Lo que interesa a nuestros efectos es sealar las diversas estrategias de anlisis lxico por las que se organiza el campo semntico al cual pertenece trpos; esto es, por trminos asociados semnticamente ya sean de signo similar u opuesto, lo cual se muestra como una aplicacin en la que podra entreverse una protonocin de valor lingstico, aunque adems incluye trminos derivados etimolgicamente que en rigor no seran considerados en las teoras contemporneas. La chrsis tn onomton constitua, entonces, un mtodo de anlisis semntico que permita revelar los onmata asociados y ordenarlos en clases y, slo despus de este anlisis, se estaba en condiciones de juzgar sobre el sentido en que el trmino haba sido utilizado por el poeta.

    Consideremos un segundo pasaje, transmitido igualmente por Porfirio en un escolio a i 106. En este contexto se comenta el jucio antistnico respecto del problema del juicio homrico acerca de los cclopes, esto es, si corresponde que se los considere hyperphaloi ka athemstous, arrogantes e ingobernables. Para aclarar el sentido en que debe entenderse este pasaje, Porfirio dice que Antstenes afirmaba que slo Polifemo era injusto.

    19 Porfirio, Quaest. Hom. ad Oddysseam 1.1.30ss. = SSR v A 187: Trpos es,

    entonces, lo cambiante en relacin con el carcter (thos), lo mudable (palmbolon) e inestable (polymetbolon). Pero la variedad del estilo (polytropa), es decir el uso variado del discurso (chrsis poikle lgou) se aplica a variados contextos con unidad de estilo (monotropa), pues una sola cosa es propia para cada caso. Por eso, adems, lo armonioso para cada caso reune la variedad del discurso en una sola cosa que es funcional a cada caso, mientras que, su vez, lo de estilo nico (monoeids), que es inarmnico en relacin con contextos diferentes, hace de estilo variado a un discurso que ha de ser rechazado por muchos de distinto modo (...).

  • 120

    Por qu, si llama a los cclopes arrogantes (hyperphaloi), ingobernables y sin ley (athemstoi) dice que las cosas buenas que reciben de los dioses son abundantes? Hay que decir entonces que son arrogantes por la superioridad (hyperoch) de su cuerpo, y son ingobernables los que no usan una ley escrita, porque cada uno gobierna sus propios asuntos. , lo cual es signo de falta de ley. Pero dice que slo Polifemo era injusto; puesto que en verdad era desdeoso respecto de Zeus, por lo tanto el resto era justo. Por esto, pues, la tierra les ofreca todas las cosas espontneamente. (...) De modo que dice que slo Polifemo era presuntuoso (hyperptes) e injusto (dikos), pero todo el resto de los cclopes eran piadosos (eusebes), justos (dkaioi) y respetuosos (pepoithtes) de los dioses, por lo cual la tierra les entregaba espontneamente los frutos. 20

    El argumento central para probar esto se lleva a cabo mediante el establecimiento de un campo semntico que, desde el punto de vista lxico, se estructura sobre compuestos que llevan la preposicin hypr. As, se dice que alguien es hyperphalos por la hyperoch de su cuerpo y Polifemo es hyperphalos porque es hyperptes respecto de Zeus. Poco despus se compara al Cclope con los gigantes hyprthymoi y luego se retoma esta idea general diciendo que slo Polifemo es hyperphanon ka dikos, presuntuoso e injusto.

    En este caso, el lexema organizador de este campo es exceso, representado por la preposicin hypr, elemento a travs del cual se integran los lexemas compuesto. Con el anlisis semntico se logra poner en perspectiva el trmino hyperphalos, que tiene connotaciones negativas como soberbio, con otras neutras o incluso positivas como hyperoch, superioridad, excelencia, que connotan poder, pero no exceso. Esta torsin permite afirmar que el resto de los cclopes eran hyperphaloi en este ltimo sentido. El negativo, por el contrario, se aplica estrictamente al caso de Polifemo, que es hyperphalos en el sentido de hyperptes, desdeoso, despreciativo respecto de Zeus, del mismo modo que los gigantes de Odisea VII 59 eran hyprthymoi, soberbios y por eso cayeron destruidos.

    No son los nicos casos que pueden aducirse. Analicemos brevemente los que ocurren dentro del mbito de los dos textos dedicados a retomar la disputa entre Ayax y Odiseo por las armas de Aquiles (SSR v A 53 y 54 respectivamente), que tienen adems la

    20 Porfirio, Quaest. Hom. ad Oddyseam 9.106ss. = SSR v A 189.

  • 121

    particularidad de que han llegado a nosotros por tradicin directa y son aceptados como autnticos de modo generalizado. El Ayax utiliza como argumento central la diferencia entre saber, no saber y opinar, que aparece por otra parte entre los ttulos atribuidos a Antstenes bajo la forma de Peri dxes kai epistmes (DL VI 15-18 = SSR v A 41). Especficamente, Ayax aplica estas nociones para determinar el rol que deberan cumplir los jueces de la disputa, que constituan en este caso una configuracin no habitual, ya que los comandantes de la expedicin, Agamenn y Menelao, haban desistido de su potestad de juzgar y convocado para esta funcin a otros jefes subordinados.

    La estrategia argumentativa de Ayax se basa en la radicalizacin de la oposicin entre discursos y hechos -lgoi y rga-, asociando a los ltimos el criterio de conocimiento. As, comienza afirmando que l haba preferido que juzguen los testigos presenciales, diciendo: pero ahora los que asistieron a los hechos mismos no estn, y ustedes que no saben nada juzgan. En efecto, que justicia ha de surgir con jueces que no saben? (Ay. 1). Esto es, con jueces que carecen del conocimiento directo de los hechos.21 La recomendacin que realiza Ayax en el 7, ante esta situacin, es que los jueces intenten llegar a los hechos y no se dejen convencer fcilmente por las palabras de Odiseo, un contrincante de lengua persuasiva. En el 8 se establece una diferencia entre krits y doxasts: En efecto, igualmente sepan uestedes que estn en el tribunal no como jueces (krita) de las cosas dichas sino como evaluadores (doxasta) ( 8). Antstenes retoma as una diferencia presente en el derecho griego entre el juez-krits que aplica un criterio, una norma establecida y el juez-doxasts que tiene que dirimir una cuestin dudosa en la cual su criterio personal es determinante.22

    Todava ms significativos son los casos que encontramos en el Odiseo, el discurso que configura la respuesta a Ayax, en lo que toca a la nocin de valentia (andrea). En efecto, Odiseo, tras contestar

    21 De esta situacin surge la crtica a los reyes que declinan su deber de juzgar:

    (...) y ustedes, los que nada saben, toman sobre ustedes el juzgar acerca de lo que no saben. Pero yo s esto, que ninguno que sea un rey capaz permitira a otros juzgar acerca de la virtud ms que lo que un buen mdico dependera de otro para diagnosticar enfermedades ( 4)

    22 Inmediatamente, en el 9 se introduce la diferencia entre diagignskein y

    diadoxzein: Pero yo los exhorto a juzgar fundadamente (diagignskein) acerca de m y de mis cosas, y les desaconsejo opinar (diadoxzein) respecto de todo, tanto acerca del hombre que no vino voluntaria sino involuntariamente a Troya, como acerca de m que estuve colocado siempre primero y nico sin fortificacin ( 9).

  • 122

    sobre la licitud de la aplicacin del epteto hiersylos, saqueador de templos, en el 3, se refiere a los reproches de cobarda (deila) que le haba propinado Ayax. Odiseo comienza con una puntualizacin sugestiva para nuestro tema:

    Pero si es necesario testimoniar algo a partir de lo visto, creo que t, por tu mal carcter, te hars algo malo a ti mismo. A m, que hice mal a los enemigos, me reprochas cobarda (deilan oneidzeis)? Y t que te atormentabas manifiestamente y eras un insensato delirante, crees que es mejor que despus de todo hicieras esto? (...) No sabes que es preciso que el hombre noble no padezca mal ni por l mismo ni por su compaero ni por los enemigos ni por cualquiera? T, como los nios, te alegras porque algunos dicen que eres valiente. Pero yo digo que eres el ms cobarde de todos (deiltaton ge hapnton) (...). (Od. 5-7)

    En efecto, el argumento de Odiseo se apoya en un anlisis del sentido estricto de la nocin de andrea -valenta- y su contrario, la cobarda (deila), de modo que si la primera consiste bsicamente en el dao al enemigo, por contraste el dao a s mismo es lo contrario, i.e. un acto de cobarda. De esta manera, el reajuste semntico permite encuadrar a Ayax en una categora en principio inusitada, ya que decididamente tena fama de valiente. A continuacin, entre 7 y 9, Odiseo hace una lista de las acciones que muestran su cualidad de valiente y que, por lo tanto, hacen preciso desestimar la acusacin de Ayax. Dentro de ellas se menciona el no depender de armas especficas, luchar indistintamente de noche y de da sin importar si lo miran o no, no traspasar las armas cuando est cansado, i.e. estar siempre dispuesto al combate. Todos estos son rasgos que configuran la nocin de valenta. Inmediatamente sigue la ltima parte del argumento, que ya no reposa en una sumatoria de rasgos de la andrea, sino que Odiseo procede a analizar las relaciones semnticas entre las nociones de valenta y fuerza:

    Ests enfermo de envidia e ignorancia, las cosas ms contrarias a los males para ellos . Una te hace desear los bienes, y la otra te aparta. (...) Pues por ser fuerte (ischyrs) crees ser valiente, y no sabes que la sabidura acerca de la guerra, esto es la valenta, no es lo mismo que ser fuerte, y la ignorancia es el ms grande mal para los que lo tienen. (13)

    Es de notar que estos pasajes tienden a leerse como figuras en las que simplemente se opera con oposiciones. Nosotros creemos que

  • 123

    el anlisis cobra mayor sentido si se va ms all y se lo interpreta a la luz de los testimonios a partir de los que es posible inferir la teora general antistnica, que reposa en el anlisis semntico. En todos los casos el rasgo determinante del tratamiento es la delimitacin de nociones semnticamente cercanas, donde precisamente esta cercana puede derivar en una confusin entre ambas. La ignorancia que Odiseo le reprocha a Ayax es en buena medida la de tratar como coextensivas nociones que son claramente diferentes. As, fuerza es un lexema que puede lindar con valenta, pero no hay identificacin entre ambos.

    3. El procedimiento de dialgein kat gne

    El anlisis de los pasajes llevado a cabo ms arriba puede a nuestro juicio ser interpretado a la luz de la nocin de campo semntico. En algn sentido podra decirse que la etimologa juega aqu un papel preponderante, lo cual no se conjuga estrictamente con la especificidad semntica que pretende tener esta nocin que desde las primeras teorizaciones fue explcitamente separada de la vertiente etimolgica,23 precisamente para subrayar que las asociaciones semnticas no estn condicionadas por elementos fnicos. Evidentemente, esta divisin tajante no est presente en Antstenes, sino que ambas esferas estn integradas a un nico mtodo. De todos modos, hay testimonios, como el que se analizar a continuacin, que permiten afirmar que el recurso de la etimologa no ahoga la referencia puramente semntica a trminos no emparentados por su forma. El libro IV de las Memorabilia de Jenofonte, que conform posiblemente en su origen una obra independiente orientada a dar cuenta de las concepciones y prcticas socrticas respecto de la educacin, presenta un el captulo 5 un pasaje en el que habitualmente se reconocen ecos antistnicos.24 En ese contexto Jenofonte pretende mostrar la valoracin socrtica de la enkrteia, es decir el autodominio. El procedimiento utilizado es el de establecer relaciones semnticas derivadas del par enkrteia akrasa, continencia incontinencia. As, en 5,4 se agregan los pares de contrarios eleuthera aneleuthera,25 libertad falta de libertad o doulea,26 'esclavitud', t

    23 Cf. S. Gutirrez Ordez (1992:96).

    24 Cf. H. Maier, (1943:68-70), F. Decleva Caizzi (1966:72-3), A. Chroust

    (1957:101-34) y Brancacci (1990:138-44). 25

    Mem IV 5, 2: Acaso te parece que los incontinentes (hoi akrates) son completamente no-libres (aneletheroi)? 26

    Mem. 4.5.5: Cul esclavitud (doulea) consideras que es la peor?

  • 124

    kllista t aschista,27 lo mejor lo ms vergonzoso y ou dnatai heda pagein hdesthai poie,28 no puede conducir a lo placentero hace que se sienta placer. Con este procedimiento se asocia la enkrteia a todas las nociones positivas libertad, las cosas excelentes, lo que produce placer- y su contrario, la akrasa, a las negativas falta de libertad, esclavitud, cosas vergonzosas, ausencia de placer-.

    Si bien a partir de la secuenciacin de este pasaje hay elementos suficientes para conjeturar un anlisis semntico, el pasaje siguiente presenta una nocin que confirma la conciencia terica respecto de este mtodo aplicado, en este caso, en el contexto de una discusin tica, donde se agrega adems la relacin semntica entre enkrats y t krtista. La nocin vertebradora que permite identificar las cosas buenas que hay que elegir y las malas de las que hay que apartarse es el dialgein kat gne, la distincin en clases. As se afirma que:

    Slo los hombres continentes pueden examinar (skopen) lo ms valioso de las cosas distinguindolas en clases (dialgontas kat gne) en teora y en praxis y elegir las buenas pero apartarse de las malas. As es como deca Scrates que los hombres se hacan mejores y ms felices y ms capaces de dialogar. Aada que el nombre dialgesthai vena de ah, de reunirse en comn para reflexionar clasificando las cosas en sus gneros (dialgontas kat gne). Por ello haba que intentar conseguir la mxima aptitud en esta disposicin y preocuparse de ello al mximo, ya que por este procedimiento se forman los mejores hombres, los ms aptos dirigentes y los ms hbiles para el dilogo. (Mem. IV 5, 12)

    El anlisis del campo semntico de la tica responde entonces a un procedimiento especfico, el dialgein kat gne. La cohesin entre este ltimo pasaje y lo anterior es suficiente como para descartar que la idea del dialgein kat gne pueda provenir de una matriz distinta. En efecto, si bien hay acuerdo prcticamente unnime en que los pasajes 5,2-11 tienen una impronta claramente antistnica en lo que hace a su teora de la enkrteia, algunos intentaron dividir este pasaje y argir que el dialgesthai al que aqu se refiere es de cuo platnico, y

    27 Mem 4.5.4: Te parece que los incontinentes (hoy akrates) solamente no

    pueden hacer las cosas mejores (t kllista prttein) o tambin estn forzados a hacer las ms viles (t aschista)? 28

    Mem. 4.5.9: Porque en relacin con las cosas placenteras, a las cuales parece que conduce a los hombres slo la incontinencia (akrasa), en rigor ella no puede conducirlos (ou dnatai gein), mientras que el autodominio hace que sientan placer (hdesthai poie) ms que todas las cosas.

  • 125

    por lo tanto tiene un sentido ontolgico.29 Segn creemos, como ya se ha hecho,30 no hay razones suficientes para efectuar esta divisin ni existen razones para pensar que el dialgein kat gne slo pueda entenderse como una divisin en gneros y especies. Todo el procedimiento anterior, por el contrario, permite afirmar que la expresin no tiene resonancias ontolgicas, sino que refiere aqu exclusivamente a un anlisis de tipo semntico en que lo que se pone de relieve son clases de palabras emparentadas. Lo que aqu se presenta, entonces, es el mtodo de epskepsis tn onomton, que puede estar referido en el skopen que abre el pasaje y que se efectiviza a travs del dialgein kat gne, esto es, a travs de la organizacin de campos semnticos que permitan revelar el microuniverso semntico en juego, de modo que sea posible poner al descubierto el entramado de nociones en l incluidas y mostrar el valor estructural de cada una dentro del espectro de la lengua. El conocimiento de la estructura semntica, por su correlato con lo real, permitir al sabio decidir fundadamente.

    4. T esti vs. pon esti

    En un pasaje del Crtilo, que numerosas veces se ha interpretado como una polmica contra Antstenes, Platn ejemplifica el tipo de anlisis semntico para plantear una crtica muy definida: pero cuando tras orlos, vuelvo a preguntarles tranquilamente. amigo, qu es (ti on pot stin), pues, lo justo si ello es as?, parece que ya pregunto ms de lo conveniente (makrtera to proskontos erotn) y transgredo los lmites (413a). La acusacin subyacente es, efectivamente, que en la matriz de la rthtes no se puede contestar al / ), no se puede decir qu es una cosa, sino remitindose a su oikeon noma. Es posible sin duda ligar esta afirmacin con la tesis atribuida a Antstenes sobre la imposibilidad de definir. En este sentido, adems de una crtica, este pasaje puede constituir una alusin a una tesis que a los odos de Platn, como ms tarde a los de Aristteles, puede sonar como un exabrupto. Aristteles es precisamente la fuente que transmite el testimonio sobre esta concepcin antistnica, en el pasaje de Met. 1043b23ss. (= SSR v A 150). El pasaje aristotlico dice:

    De modo que tuvo cierta razn de ser la dificultad que dej perplejos a los epgonos de Antstenes y a otros tan incultos como

    29 Cf. por ejemplo Maier (1943:I,62-65 y 71-72).

    30 Cf. von Arnim (1923: 210-212) y Brancacci (1990:143).

  • 126

    ellos (hoi hotoi apadeutoi). Pues pensaban que no es posible definir el qu es (ouk sti t t estin horzasthai), pues la definicin es un enunciado largo (tn gr hron lgon enai makrn), aunque es posible ensear a otros cmo es una cosa (poon mn t eston endchetai ka didxai), por ejemplo la plata, no es posible decir qu es sino que es como el estao (hsper rgyron, t mn estin, ou, hti d hoon kattteros). De modo que slo puede haber definicin y enunciado de una clase de sustancia, a saber, de la compuesta, sea sensible, sea inteligible; pero no de los componentes primarios de que se constituye esa sustancia (ex hn d hate prton, oukti), puesto que el enunciado que define significa que algo se predica de algo (ti kat tins semanei ho lgos ho horistiks), y es menester que un miembro de la definicin opere como materia y el otro como forma. (Met. 1043b23ss.)

    Este pasaje tiene a los efectos de nuestro estudio una singular importancia. En efecto, acabamos de referirnos a la crtica acerca de que la posicin naturalista no puede contestar al t esti y asistimos aqu a una declaracin programtica en este sentido. Pero, contra la interpretacin usual, tal vez lo ms importante radica en el contenido positivo del pasaje. All se dice que, segn esta tesis, si bien el definir (horsasthai) es imposible, sin embargo hay otra actividad de conocimiento que s puede desarrollarse y transmitirse. Esta actividad consiste en decir pon esti, cmo es una cosa. Este decir no ser, por supuesto, un discurso orientado a la definicin, ya que eso ha sido descartado, sino un discurso descriptivo, tal como reza el testimonio de Digenes Laercio en torno del lgos antistnico. Este lgos descriptivo, que muestra, se ajusta bien a los requisitos tericos de fundamentacin del mtodo de anlisis semntico que no apunta a la definicin de cada trmino inserto en un campo algo que por la definicin misma de estructura es imposible- sino a lo sumo a la explicitacin de sus rasgos distintivos, esto es, de las marcas opositivas respecto de los dems. Segn el testimonio de Digenes Laercio, Antstenes defini por primera vez el lgos diciendo: lgos es lo que muestra lo que era o es (ho t ti n sti deln). (DL VI 3 = SSR v A 151)

    En ese sentido, lo que Digenes Laercio plantea como la definicin del lgos, bien puede haber sido en su origen un apotegma que oficiaba como fundamento y que apuntaba a resaltar que el conocimiento de la realidad se efectiviza mediante el lenguaje. Ahora bien, decir que el lgos muestra lo que era o es no equivale a decir que a travs de l se generen otras definiciones de otros entes, ya que de

  • 127

    algn modo esto podra entrar en contradiccin con el principio de hn eph hens un nombre para cada cosa-, ya que puede pensarse que, si la definicin es posible, entonces hay dos modos de nombrar la misma cosa, aunque hoy diramos que una es en tanto sentido y la otra en tanto referencia. Habra entonces para cada cosa un mikrs y un makrs lgos, lo cual desde la matriz antistnica es redundante.

    Es posible entender que el modo en que el lgos muestra lo que era o es se desenvuelve segn los lineamientos de anlisis de tipo semntico que podemos llamar, usando terminologa contempornea, como una lexicologa de contenido, aunque de signo no arbitrario. En efecto, el ejemplo de la plata cobra sentido, si se piensa en que el lgos no dar de ella una definicin, i.e. no dir t esti, sino que dir cmo es, i.e. pon esti. Esta descripcin se lleva a cabo mediante el anlisis del campo semntico en el cual se desenvuelve el lexema en cuestin. As, en el breve ejemplo de la plata, el procedimiento ser insertar el lexema plata en el campo metal y dentro de l establecer rasgos distintivos, de los cuales se presenta aqu uno de muchos posibles, el de semejanza material con el estao, pero al cual podran agregarse otros muchos: + valor comercial (como el oro), - dureza (respecto del hierro), color similar al platino, etc.31

    5. La necesidad de la verdad como adecuacin

    Reparemos entonces ahora en la posicin antistnica que podramos sintetizar as: es cierto que con la epskepsis tn onomton no se puede definir, pero sin embargo se puede, en rigor, responder al t esti, slo que de un modo indirecto que es el del pon esti, que debe ser entendido en trminos de un anlisis semntico de los trminos intervinientes, que se parece mucho a nuestra moderna nocin de campo semntico. En efecto, Antstenes parte de un materialismo en el que slo existen las realidades cualificadas y concretas. Esta idea est remarcada por el conjunto de testimonios que le atribuyen la crtica a Platn en la formulacin irnica y sugestiva de veo el caballo pero no la caballeidad (cf. SSR V A 149).32 La formulacin positiva de la misma idea est dada por la afirmacin de que slo existe nicamente lo cualificado, t poin, tal como est planteado por Simplicio en el primer testimonio de SSR v A 149: de los antiguos, unos anulaban

    31 Platn reaccina en distintos trabajos contra esta confusin. Un ejemplo de

    ello puede verse infra el captulo 7, respecto de la metodologa propuesta para emcomiar a ros, donde se distingue claramente entre ts sti y pos esti. 32

    En este sentido, es probable que Platn se refiriera indirectamente a Antstenes como integrante del grupo de materialistas de Sofista 246a ss.

  • 128

    totalmente las cualidades (poitetas) afirmando que existe lo cualificado (t poin), como Antstenes (...).

    Con este presupuesto, quedan proscriptas las propuestas de radicalismo ontolgico de tipo platnico, ya que todo fundamento que no est a la vista es rechazado. La peculiaridad de esta actitud cuasi empirista de Antstenes est cargada de originalidad por el modo en que construye la parte positiva de su doctrina. En efecto, el testimonio SSR v A 150 (= Arist. Met. H 3,1043b4-32) introduce el modo en que el socrtico derivaba de la afirmacin de lo cualificado como lo nico existente un complejo de tesis que le permitan fundar el conocimiento. El pasaje en cuestin presenta a Antstenes negando la posibilidad de definir, literalmente, negando la posibilidad de definir lo que es (ouk sti t t estin horsasthai) y la razn aducida es que la definicin es un lgos largo (lgos makrs). La alternativa ser valerse precisamente de la estructura cualificada de lo real y contestar no al qu ti- sino al cmo es poon sti-.

    Las filosofas de Herclito y Parmnides disearon un esquema general de las combinaciones posibles de realidad, pensamiento y lenguaje de modo que pueden constituir una trada integrada o una trada disociada. La trada integrada se plasma slo en los casos en que lo que existe, es decir lo real, es objeto del pensamiento y el discurso. De este modo, este ltimo ser verdadero, i.e. producir saber. En la trada integrada, los tres elementos funcionan como un bloque y dan por resultado el conocimiento entendido como el logro de un discurso verdadero sobre lo real. Frente a esta posibilidad, al mismo tiempo, est siempre presente el riesgo de la trada disociada, donde la unidad entre los elementos est perdida y por lo tanto la garanta del ser desaparece. En lugar de un pensamiento y un discurso orientados a lo real, encontramos en este caso un pensamiento y un discurso autnomos, donde este aspecto de autonoma constituye un rasgo negativo que denota un pensamiento errtico sin relacin con lo real y por ello, un discurso necesariamente falso. Con esta idea de verdad como adequatio intellectus ad rem, si se prescinde de lo real, no hay manera de inferir un criterio de correccin, ya que la verdad es el atributo del lgos cuando ste responde al par garante constituido por un pensamiento (noen) orientado al ser (enai), i.e. el pensamiento orientado a lo real. Desde esta perspectiva la trada resulta una estructura bivalente que naturalmente presenta una doble alternativa de manifestacin y determina que sea posible tanto captar la verdad como equivocarse.33

    33 En trminos heraclteos esta oposicin corresponde a la de hombres

    despiertos y dormidos, ya sea que se rijan por la trada unificada, en el primer caso, o por la trada disociada, en el segundo (cf. 22B1).

  • 129

    Desde el punto de vista de la trada, es claro que el sistema de Antstenes plantea la fusin de los tres elementos y por lo tanto funciona en los hechos como una dada, ya que el pensamiento queda desdibujado por ausencia de funcionalidad especfica. Con esto queremos decir que el ser oficia de fundamento y el lenguaje, de referencia al ser, con el pensamiento como nexo de unin de ambos, pero en tanto en este contexto no est previsto que el pensamiento pueda hacer otra cosa que referirse sistemticamente a lo real, se convierte en un elemento que puede obviarse y as plantear el modelo en trminos didicos prestando atencin a los extremos del proceso diciendo que cada cosa tiene su propio lgos. La homogeneidad rutinaria del noen hace posible la formulacin resumida, donde slo se hace referencia a dos elementos. En este caso, la verdad entendida como adecuacin del pensamiento a lo real es necesaria y se da de manera sistemtica.

    Con esta matriz terica es justificable que sus sostenedores puedan plantear las tesis de la imposibilidad de decir algo falso que se asocian repetidamente con Antstenes y que estn planteadas con detalle en el testimonio de Proclo (in Plat. Cratyl. 37 = SSR v A 155): Antstenes deca que no es posible contradecir (antilgein), pues, dice, todo enunciado dice la verdad (aletheei). Pues el que dice, dice algo (ho gr lgon ti lgei), el que dice algo, dice lo que es (ho d ti lgon t n lgei) y el que dice lo que es dice la verdad (ho d t n lgon aletheei).

    En esta versin fuerte y absolutizada de la trada todo decir refiere a algo que existe, de modo que cualquier cosa que se diga es vlida, porque la correlacin es obligatoria. Que Antstenes haya planteado que el anlisis de los nombres (epskepsis onomton) es el princpio de la educacin (SSR V A 160 = Epict. dissert. 1. 17.10-12) es un corolario esperable de la teora que muestra su influjo mucho ms all de los grupos de discusin profesionales, como puede verse en el llamativo pasaje de un autor con inquietudes intelectuales como Eurpides, en las Fenicias 501-2:

    No existe ahora nada parecido ni similar para los mortales excepto el nombrar (pln onmasin). Pero el asunto no es ste.

    Que el asunto de Etocles no haya sido ese es realmente una lstima, porque tal vez podramos haber sabido ms de esta idea que refleja las tesis naturalistas.

    Bibliografa

  • 130

    Blaise et al. (1996) Antisthne: sophistique et cynisme, en Cassin, B. (ed.) Positions de la sophistique, Paris. Blank, D. (1998) Sextus Empiricus. Against grammarians, Oxford, OUP. Brancacci, A. (1990) Oikeios logos. La filosofia del linguaggio di Antistene, Napoli. Chroust, A. (1957) Socrates. Man and Myth, London. Classen, C. J. (1976) The Study of Language amongst Socrates Contemporaries, en Sophistik, hrsg. von C. J. Classen, Darmstadt, 1976. Cordero, N. L. (2001) Linterprtation anthisthnienne de la notion platonicienne de forme (eidos, idea) en M. Fattal (ed.), La philosophie de Platon, Paris. Decleva Caizzi, F. (1966) Antisthenis Fragmenta, Milano Varese. Giannantoni, G. (1990) Socrates et socraticorum reliquiae, Napoli. (Con SSR referimos a los fragmentos y testimonios consignados en los tomos I y II, con el apellido del autor, a los estudios puntuales que constan en el tomo IV). Gutirrez Ordez, S. (1992) Introduccin a la Semntica funcional, Madrid. Kerferd, G. (1981) The Sophistic Movement, Cambridge, CUP. Kirk, G. S. (1954) Heraclitus. The Cosmic Fragments, Cambridge, CUP. Maier, H. (1943) Socrate. La sua opera e il suo posto nella storia, Trad. italiana, Firenze SSR = G. Giannantonni. van Eemeren, F. & Grootendorst, R. (1996) La nouvelle dialectique, Paris, Kim. Arnim, H. von (1923) Xenophons Memorabilien und Apologie des Sokrates, Det Kgl.Danske Videnskabernes Selskat Historisk-filologiske Meddelelser VIII 1, Kobenhavn, p. 208-212.