Perfil teóric o del niño/a de 5 años

Su sociabilidad es mayor, juegan con otros y requieren de sus padres para compartir juegos y actividades. En sus trabajos y actividades individuales sienten más interés por el producto final que por su realización, sintiéndose orgullosos de lo realizado si lo reconocen y valoran los demás. Comienzan a tener más consideración por los deseos de los pares.Se podrá observar una descripción de sí mismos valuada en atributos personales externos, y de manera global.

El pensamiento de los niños de esta edad es usualmente intuitivo, y toman una variable por vez. Además el razonamiento es de tipo transductivo, es decir, que proceden por analogías inmediatas.

El juego es primordialmente simbólico (o “socio-dramático”) y pueden realizar juegos reglados. Les gusta dramatizar la vida cotidiana, dibujan y pintan con un objetivo definido.

En cuanto al lenguaje experimentan placer por los juegos verbales, el aprendizaje de palabras nuevas y su significado. La hipótesis de lecto-escritura es generalmente silábica. Forma frases largas y coherentes.

Su atención es más duradera, aunque necesitan pasar de una actividad a otra con relativa frecuencia. Pueden cumplir consignas y terminar una tarea. Su percepción es global, ya que en cualquier actividad que realizan ponen en juego mecanismos afectivos, cognitivos, somáticos, psicomotores, de creatividad, etc. Comienzan a tener una percepción más clara de la diferencia entre fantasía y realidad, y los conceptos de propiedad y privacidad.En sus discursos pueden hallarse expresiones artificialistas (todo es fabricado), animistas (dotan de vida a todo) o mágicas. Imitan con soltura los movimientos y muchas veces actitudes de los adultos que los rodean, logrando identificarse con ellos.

Su noción de tiempo va cambiando, siendo capaces de fusionar los distintos momentos de un proceso en secuencias temporales cada vez más largas.

En cuanto al esquema corporal, ya señalan “lados” en las partes visibles de los brazos que se perciben en el mismo plano bidimensional que ese frente del tronco.

En cuanto a la motricidad gruesa, son ágiles en sus movimientos, su andar es seguro y su actitud postural espontánea. Les gusta competir.  Puede cambiar de dirección sin dificultad en alto y largo y toman impulso para correr. Comienzan a definir su lateralidad, pueden abotonar su ropa y lograr un afianzamiento suficiente de su derecha-izquierda y de los movimientos cruzados. La motricidad fina continúa perfeccionándose, ya pueden recortar con tijeras, trazar algunas letras y manejan con mayor soltura en sus dibujos las combinaciones de curvas y rectas.

Fuentes: KOZICKI, C. “El niño desde la perspectiva del psicoanálisis”. Buenos Aires.

Novedades Educativas. 1999. DELVAL, J. “Pensar y crecer”. Capítulo VI. Paidós Ibérica. 1991. PALACIOS, J. e HIDALGO, V. “Desarrollo psicológico y educación”. Capítulos

VIII y XIII. OSTERRIETH, P. A. “Psicología infantil: introducción a la psicología infantil”.

Capítulo IV. Madrid. Ediciones Morata. 1999. ESPARZA, A. y PETROLI, A. “La psicomotricidad en el Jardín de Infantes”.

Paidós Ibérica. 2004.