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TRABAJO ESPECIAL DE GRADO CARACTERIZACIÓN QUIMIOESTRATIGRÁFICA DE LOS POZOS AURIOL-9 Y AURIOL-10 EN EL INTERVALO MIOCENO TEMPRANO-MEDIO PARA LA VALIDACIÓN DEL MODELO ESTRATIGRÁFICO-SECUENCIAL DEL ÁREA TACAT Presentado ante la Ilustre Universidad Central de Venezuela para optar al Título de Ingeniero Geólogo Por el Br. Vieira Rodríguez, Cristian José Caracas, Junio 2006

CARACTERIZACIÓN QUIMIOESTRATIGRÁFICA DE …bibliogeo.ing.ucv.ve/DB/bfiegucv/EDOCS/SRed/2012/... · MIOCENO TEMPRANO-MEDIO PARA LA VALIDACIÓN DEL MODELO ESTRATIGRÁFICO-SECUENCIAL

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TRABAJO ESPECIAL DE GRADO

CARACTERIZACIÓN QUIMIOESTRATIGRÁFICA DE LOS

POZOS AURIOL-9 Y AURIOL-10 EN EL INTERVALO

MIOCENO TEMPRANO-MEDIO PARA LA VALIDACIÓN DEL

MODELO ESTRATIGRÁFICO-SECUENCIAL DEL ÁREA

TACAT

Presentado ante la Ilustre Universidad Central de Venezuela

para optar al Título de Ingeniero Geólogo

Por el Br. Vieira Rodríguez, Cristian José

Caracas, Junio 2006

TRABAJO ESPECIAL DE GRADO

CARACTERIZACIÓN QUIMIOESTRATIGRÁFICA DE LOS POZOS AURIOL-9 Y AURIOL-10 EN EL INTERVALO

MIOCENO TEMPRANO-MEDIO PARA LA VALIDACIÓN DEL MODELO ESTRATIGRÁFICO-SECUENCIAL DEL ÁREA

TACAT TUTOR ACADÉMICO: Prof. Lenin González TUTORES INDUSTRIALES: MSc Nubia Santiago, Lic Henry Rojas

Presentado ante la Ilustre Universidad Central de Venezuela

para optar al Título de Ingeniero Geólogo

Por el Br. Vieira Rodríguez, Cristian José

Caracas, Junio 2006

A mi Madre...

A Mí...

Light, in the absence of eyes, illuminates nothing. Visible forms are not inherent in the world, but are granted by the act of seeing. Though the world and events do exist independent of mind, they obtain of no meaning in themselves: none that the mind is not guilty of imposing on them…

Peter Chung

AGRADECIMIENTOS

A la Ilustre Universidad Central de Venezuela y la Facultad de Ingeniería por la

formación académica y personal otorgada.

A mi tutor académico Lenin González, por su amistad y comprensión indispensable

durante la elaboración de la tesis y especialmente durante la etapa final en momentos

donde realmente necesitaba apoyo y guía.

A mi tutora industrial Nubia Santiago por la confianza depositada en mí para

desarrollar esta tesis y su apoyo incondicional en la culminación exitosa del proyecto

a tiempo para el acto de grado; asimismo, quisiera agradecer su amistad y enseñanzas

oportunas que hicieron mi estadía en PDVSA más confortable y educativa.

A todos los profesores que contribuyeron en mi desarrollo profesional y personal,

especialmente los profesores José Centeno, Ricardo Alezones, Olga Rey, Sebastián

Grande y Peter Motiscka.

A mi familia de Oriente que me brindó su compañía y apoyo moral, especialmente

Sonia, José, Nazareth, Joseíto, Dilia Rosa, Roxie, Milagros, Margarita y demás tíos.

A Kaolú, Carelys y María por sus sabios consejos, compañía y amistad incondicional.

A los amigos y compañeros de clase que me ayudaron en mi formación y con los

cuales descubrí que un profesional íntegro necesita más que instrucción académica.

Aunque no los puedo nombrar a todos, quisiera agradecer a: Patricia, Luis, Chantal,

Elbo, Rosangela, Juana, Roigar, Vielma, Bavutti, Isabel, Adriana, Tatiana, Guilbert,

Mijail, Rossmar, Hector, Melvin, Vanessa, Javier, Edegma, Pablo, Russo y

especialmente a Maira Hernández por toda la colaboración prestada durante mi

estadía en PDVSA.

Caracas, Junio de 2006

CONSTANCIA DE APROBACIÓN

Los abajo firmantes, miembros del Jurado designado por el Consejo de Escuela de Ingeniería Geológica, para evaluar el Trabajo Especial de Grado presentado por el Bachiller Vieira R. Cristian J., titulado:

“CARACTERIZACIÓN QUIMIOESTRATIGRÁFICA DE LOS POZOS AURIOL-9 Y AURIOL-10 EN EL INTERVALO MIOCENO

TEMPRANO-MEDIO PARA LA VALIDACIÓN DEL MODELO ESTRATIGRÁFICO-SECUENCIAL DEL ÁREA TACAT”

Consideran que el mismo cumple con los requisitos exigidos por el plan de estudios conducente al Título de Ingeniero Geólogo, y sin que ello signifique que se hacen solidarios con las ideas expuestas por el autor, lo declaran APROBADO.

Prof. Olga Rey Prof. Sebastian Grande

Jurado Jurado

Prof. Lenin González Msc Nubia Santiago

Tutor Académico Tutor Industrial

VIEIRA R., CRISTIAN J.

CARACTERIZACIÓN QUIMIOESTRATIGRÁFICA DE LOS POZOS AURIOL-9

Y AURIOL-10 EN EL INTERVALO MIOCENO TEMPRANO-MEDIO PARA LA

VALIDACIÓN DEL MODELO ESTRATIGRÁFICO-SECUENCIAL DEL ÁREA

TACAT

Tutor Académico: Prof. Lenin González Tutores Industriales: MSc Nubia Santiago, Lic Henry Rojas

Tesis. Caracas, U.C.V. Facultad de Ingeniería. Escuela de Geología, Minas y Geofísica. 2006, nº Pag. 127

Palabras Claves: Quimioestratigrafía; Estratigrafía Secuencial; Condiciones Redox;

Muestras de Canal; Ambientes Depositacionales.

Resumen. Se realizó el análisis quimioestratigráfico en muestras de canal a intervalos de cincuenta pies para dos pozos en el área TACAT durante el Mioceno Temprano-Medio a través de la técnica EEA-ICP. El estudio apunta a establecer criterios que permitan definir ambientes depositacionales asociados a condiciones redox en función de validar el modelo estratigráfico-secuencial ya establecido a partir de registros eléctricos, bioestratigráfícos y sedimentológicos calibrados con sísmica. Los resultados obtenidos señalan concentraciones químicas supeditadas a ambientes depositacionales y no así para sistemas encadenados. Las respuestas químicas en las muestras de canal permiten establecer una tendencia general que refleja la sucesión de ambientes depositacionales; son especialmente marcados los cambios repentinos en la columna de agua reportados durante las superficies de máxima inundación y límites de secuencia. Debido a la contaminación por procesos operacionales durante la perforación del Auriol-10, las señales químicas controladas por procesos geológicos son enmascaradas por agregados de barita, material antipérdida y lodo de perforación en base aceite; por lo tanto, la determinación de patrones químicos asociados a procesos estratigráficos y sedimentológicos no pudo ser lograda. La integración de las interpretaciones obtenidas a partir de quimioestratigrafía soportadas por estudios anteriores realizados en la zona, refieren ambientes deltaicos que son abandonados por una trasgresión generalizada que culmina con la implantación de un sistema marino abierto. La diferencia de salinidades por parte de ambos ambientes conlleva al desarrollo de estratificación en la columna de agua que eventualmente genera condiciones reductoras en aguas de fondo subordinadas por el espesor en la columna de agua. El registro de estos cambios en las condiciones redox permite evaluar cambios en el nivel del mar y consecuentemente determinar patrones estratigráficos-secuenciales. Se logró delimitar eventos asociados a límites de secuencia y superficies de máxima inundación a partir de concentraciones de metales sensitivos a condiciones reductoras (V, Ni, Ag, Cd, U, Pb, Zn) y elementos vinculados a condiciones oxidantes (Mn).

ÍNDICE GENERAL

Resumen

Índice General ............................................................................................................i

Índice de figuras ........................................................................................................ii

Índice de tablas ........................................................................................................iii

I. Introducción ...........................................................................................................1

Planteamiento del Problema ..........................................................................2

Objetivos General ..........................................................................................3

Objetivo Específico .......................................................................................3

Ubicación Geográfica ....................................................................................4

Ubicación Geológica .....................................................................................5

Metodología ...................................................................................................5

Antecedentes ................................................................................................10

II. Geología Regional ...............................................................................................17

Marco Geológico. Sedimentación en la Cuenca Oriental ............................18

Marco Estratigráfico. Subcuenca de Maturín ...............................................25

Marco Estructural. Evolución de la Cuenca Oriental ...................................26

III. Geología Local ...................................................................................................31

Conceptos básicos de estratigrafía secuencial ..............................................32

Formación Capaya ........................................................................................41

Formación Carapita ......................................................................................42

Marco Estratigráfico Local ...........................................................................42

Marco Estructural Local ...............................................................................48

IV. Enfoque y Contaminación ..................................................................................51

Enfoque y naturales del estudio ....................................................................52

Limitaciones..................................................................................................55

V. Análisis Geoquímico ...........................................................................................58

Consideraciones Teóricas .............................................................................59

Interpretaciones Geoquímicas ......................................................................67

VI. Correlación y Modelo Depositacional ...............................................................80

Consideraciones Teóricas .............................................................................81

i

Condiciones Depositacionales ......................................................................89

Correlación ...................................................................................................93

Modelo Depositacional ...............................................................................100

VII. Conclusiones y recomendaciones....................................................................103

Conclusiones ...............................................................................................104

Recomendaciones .......................................................................................106

VIII. Bibliografía ....................................................................................................107

IX. Anexos...........................................................................................................121

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1.1. Ubicación Geográfica .............................................................................4

Figura 1.2. Ubicación Geológica ..............................................................................5

Figura 1.3. Esquema Metodológico ..........................................................................6

Figura 2.1. Mapa de facies para el Mioceno Temprano .........................................22

Figura 2.2. Mapa de facies para el Mioceno Medio ...............................................23

Figura 3.1. Secuencias Tipo 1 .................................................................................34

Figura 3.2. Secuencias Tipo 1 .................................................................................35

Figura 3.3. Ciclo de sistemas encadenados..............................................................37

Figura 3.4. Elementos estructurales y depositacionales de cuencas foreland..........41

Figura 3.5. Cuadro de correlación cronoestratigráfico ............................................43

Figura 3.6. Ubicación relativa de los pozos ............................................................45

Figura 3.7. Correlación estratigráfico-secuencial ...................................................46

Figura 3.8. Correlación en detalle para ambos pozos .............................................48

Figura 3.9. Sección sísmica para ambos pozos .......................................................50

Figura 4.1. Contraste entre perfiles eléctricos y señales químicas del Auriol-9 .....57

Figura 5.1. Degradación de materia orgánica en ambientes óxicos y anóxicos ......61

Figura 5.2. Perfiles de concentración del Auriol-9 de elementos redox .................69

Figura 5.3. Perfiles acumulados de elementos metálicos para el Auriol-9 .............70

Figura 5.4. Perfiles acumulados de elementos normalizados para el Auriol-9 .......73

Figura 5.5. Perfiles indicadores de aporte clástico y óxicidad para el Auriol-9 .....75

Figura 5.6. Diagramas de dispersión acumulados de Mn y Mn/Al en el Auriol-9 .75

ii

Figura 5.7. Señales químicas debido a cambio de tipo de lodo de perforación ......76

Figura 5.8. Análisis discriminante en la Formación Capaya del Auriol-9 .............77

Figura 5.9. Análisis discriminante en la Formación Capaya del Auriol-10 ...........77

Figura 5.10. Dendrograma asociado a límites de secuencia ...................................78

Figura 5.11. Dendrograma asociado a ambientes depositacionales .......................79

Figura 6.1. Grandes lagos anóxicos.........................................................................84

Figura 6.2. Relación entre upwelling y topografía de fondo....................................85

Figura 6.3. Cuencas de fondo alcorado ...................................................................87

Figura 6.4. Cuencas de fondo alcorado ...................................................................88

Figura 6.5. Turbulencia generada por vientos en cuencas de fondo alcorado ........88

Figura 6.6. Relación V/(V+Ni) para el Auriol-9 ....................................................91

Figura 6.7. Relación V/Cr para el Auriol-9 .............................................................91

Figura 6.8. Diagrama de dispersión para la formaciones en el Auriol-9 .................94

Figura 6.9. Diagrama de dispersión para la formaciones en el Auriol-10 ...............94

Figura 6.10. Diagrama de dispersión para las formaciones en ambos pozos ..........95

Figura 6.11. Diagrama de dispersión ambiental en el Auriol-9................................95

Figura 6.12. Diagrama de dispersión ambiental en el Auriol-10 .............................96

Figura 6.13. Diagrama de dispersión ambiental para ambos pozos .........................96

Figura 6.14. Diagrama de dispersión ambiental para ambos pozos .........................97

Figura 6.15. Secuencias depositacionales para el Auriol-9 ......................................98

Figura 6.16. Secuencias depositacionales para el Auriol-10 ....................................99

Figura 6.17. Secuencias depositacionales para ambos pozos ...................................99

Figura 6.18. Sección esquemática del modelo depositacional ................................101

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1.1. Profundidad y cantidad de muestras para cada pozo ...............................7

Tabla 2.1. Formaciones litológicas para ambos pozos ...........................................25

Tabla 4.1. Intervalos de muestra para los pozos .....................................................55

Tabla 6.1. Clasificación geoquímica de ambientes sedimentarios .........................83

Tabla 6.2. Análisis de Geoquímica orgánica para el Auriol-9 y Auriol-10 ............90

iii

CAPÍTULO I

INTRODUCCIÓN

En años recientes, múltiples estudios geoquímicos enfocados a establecer modelos

de estratigrafía secuencial han sido realizados en diversas formaciones y ambientes

depositacionales, algunos como Scopelliti et al., 2004; han podido vincular las respuestas

geoquímicas de los depósitos con ciclos de Milankovitch logrando calibrar y delimitar

intervalos sedimentarios en tiempo.

No obstante y de acuerdo a lo investigado por el autor de este proyecto, ningún

estudio de quimioestratigrafía en muestras de canal ha sido desarrollado con la finalidad de

asociar las concentraciones elementales a sistemas encadenados y límites de secuencia.

El contexto operacional y metodológico de las muestras de canal impregnadas en

lodo base aceite apuntan a condiciones poco favorables para el desarrollo de estudios

quimioestratigráficos; sin embargo, son precisamente este tipo de condiciones las

empleadas comúnmente en la toma de muestras durante la fase de perforación de los pozos,

puesto que los núcleos toman mucho más tiempo y dinero en ser recolectados.

Por tanto, este estudio se crea en parte para analizar la factibilidad de integrar los

análisis geoquímicos bajo condiciones operacionales regulares en el desarrollo de modelos

estratigráficos-secuenciales.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Los pozos Auriol-9 y Auriol-10 han sido correlacionados dentro de un marco

estratigráfico-secuencial desarrollado al sur del área TACAT en donde la deformación

tectónica es mucho menor; este modelo está basado en datos bioestratigráficos,

sedimentológicos y de electrofacies calibrados con sísmica.

Sin embargo, la resolución sísmica-pozo puede conservar un error inherente al

momento de definir límites de secuencia; debido a esto y en función de aumentar el nivel de

detalle para el área de estudio, se propone la aplicación del análisis quimioestratigráfico en

ambos pozos a intervalos de cincuenta pies como herramienta complementaria que

corrobore lo establecido en el modelo estratigráfico-secuencial.

2

OBJETIVO GENERAL

Validar el modelo estratigráfico-secuencial establecido para el área TACAT

mediante análisis quimioestratigráfico de muestras de canal en los pozos Auriol-9 y Auriol-

10 durante el intervalo Mioceno Temprano-Medio. Se intenta integrar los resultados

geoquímicos a obtener con los datos de perforación disponibles y estudios anteriores en

función de establecer criterios químicos y estratigráficos asociados a sistemas encadenados

o cambios ambientales tomando en cuenta las limitaciones del contexto operacional.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

• Identificar patrones químicos confiables asociados a cambios depositacionales y

sistemas encadenados tomando en cuenta la interrelación entre factores químicos,

físicos y biológicos; todo esto, basándose en estudios anteriores a nivel mundial que

explican los mecanismos de acumulación y reacciones electroquímicas de los

elementos.

• Discriminar las posibles variables contaminantes que introduzcan ruido en el

sistema y que impidan la interpretación de condiciones ambientales; asimismo,

identificar la fuente de contaminación y establecer posibles medidas para

contrarrestarla en función de definir una base común para toda la sección.

• Evaluar la sucesión de ambientes depositacionales asociados a la evolución de la

cuenca mediante gráficos de concentración acumulados que indican condiciones de

acumulación en función de profundidad y consecuentemente en tiempo.

• Establecer correlaciones ambientales, formacionales y secuenciales independientes

en base a los resultados obtenidos para los pozos Auriol-9 y Auriol-10, en caso de

no ser posible, evaluar la correlación establecida en el modelo estratigráfico-

secuencial a partir de funciones discriminantes para cada pozo y posteriormente en

conjunto.

• Proponer un modelo depositacional para el área de estudio que reconcilie las

interpretaciones realizadas a partir del análisis químico de las muestras y estudios

previos de la zona aunados a la descripción sedimentológica de los núcleos.

3

• Evaluar la aplicabilidad de estudios quimioestratigráficos para muestras de canal

analizando la correspondencia entre las interpretaciones obtenidas y el modelo

previamente establecido.

UBICACIÓN GEOGRÁFICA

La sección de estudio se encuentra ubicada en la región noroccidental del Estado

Monagas, en el municipio Cedeño a 75 km al suroeste de Maturín dentro del área

comprendida entre las coordenadas 410.000-400.000E y 1.060.000-1.070.000N. La

distancia entre pozos es de 1.7 km, localizándose el Auriol-9 al noroeste del Auriol-10

(Figura 1.1)

50 km

Área de Estudio

50 km

Figura 1.1. Ubicación del área de estudio (tomado y modificado de www.pesa.org.ve; www.fulldayturismo.com)

4

5

UBICACIÓN GEOLÓGICA

Los pozos Auriol-9 y Auriol-10 están localizados en el campo Tacata ubicado en la

Subcuenca de Maturín dentro de la Cuenca Oriental de Venezuela. Ambos pozos se

encuentran en el bloque parautóctono delimitado al norte por el corrimiento de Pirital y al

sur por el frente de deformación (Figura 1.2).

San NuevoFalla Mundo

Falla El Pilar

Serranía del Interior

Maturin

Corrimien

to Frontal Falla de Urica Corrimiento de Pirital

Falla de A

naco

F. de San Francisco

Frente de Deformación

Cumana

Barcelona

Área de

Estudio

100 km

Etapa Preliminar: comprende la fase previa al proyecto donde se seleccionan los

pozos a correlacionar y el intervalo de muestreo óptimo para el estudio; asimismo, se

realiza la compilación de referencias bibliográficas, mapas, informes técnicos, cartas

faunales y cualquier otro material de importancia relevante para el desarrollo de la tesis.

En función de establecer la correlación entre los pozos y lograr los objetivos

planteados, se establecen en el proyecto múltiples etapas en un orden lógico descritas a

continuación (ver Figura 1.3).

Figura 1.2. Ubicación Geológica (tomado y modificado de www.a-venezuela.com; PDVSA, 2002)

METODOLOGÍA

6

Compilación de reportes técnicos, estudios anteriores y material bibliográfico

Identificación de condiciones ambientales establecidas previamenteETAPA PRELIMINAR

MUESTREORevisión general de características

sedimentológicas a través de lupa LeicaRecolección a intervalos de 50’

V A L I D A C I Ó N D E L M O D E L O E S T R A T I G R Á F I C O S E C U E N C I A L

Propuesta de modelo depositacional

INTERPRETACIONES

Identificación de elementos sensitivos a condiciones redox no contaminados por lodo de

perforación

Realización de perfiles de concentración normales y

acumulados

Interpretaciones ambientales soportadas por estudios anteriores

Comparación de los resultados con el modelo

establecido

Definición de condiciones dedpositacionales

Correlación entre ambos pozos

ANÁLISIS DE LABORATORIO Tratamiento de las muestras Ataque por fusión alcalina de flujo de borato

Medición a través de la técnica EEA-ICP

PROCESAMIENTO DE DATOS Y ANÁLISIS ESTADÍSTICOS

Figura 1.3. Esquema metodológico.etodológico.

Etapa de Laboratorio: comprende la fase de recolección de muestras, procesamiento

y análisis por técnicas de espectrometría de emisión atómica con plasma de acoplamiento

inductivo (EEA-ICP).

En la nucleoteca de El Chaure PDVSA, la recolección de muestras de ripios

impregnadas de lodo en base aceite fue realizada cada cincuenta pies; los intervalos a

estudiar, así como la cantidad de muestras para cada pozo son referidos en la tabla 1.1.

Tabla 1.1. Profundidad y cantidad de muestras para cada pozo

Previa consignación de muestras al laboratorio de EEA-ICP, se realizó la

descripción sedimentológica general por medio de lupa binocular de aumento variable.

El procesamiento de las muestras y su posterior análisis fue realizado en el

laboratorio INZIT-CICASI de Maracaibo; allí, la metodología empleada para la

determinación de elementos consistió en cuatro fases: limpieza; secado y pulverizado;

fusión alcalina y disolución de muestras; análisis de elementos por EEA-ICP.

La limpieza de las muestras con el solvente de bajo peso molecular Diclorometano,

fue realizada en conos de celulosa a temperatura de ebullición de Diclorometano durante un

período de dos horas o hasta obtener una muestra de solvente claro.

Luego, las muestras fueron colocadas en estufa a 80°C durante 24 horas y

pulverizadas en mortero de porcelana hasta quedar una porción menor al 15% retenida en el

tamiz malla 100.

Por último, las muestras son atacadas por fusión alcalina de flujo de borato sobre

material silicatado. El flujo de borato es obtenido a partir de la mezcla a partes iguales de

Metaborato de Litio y Tetraborato de Litio, posteriormente, 0.1 gr de muestra son

mezcladas con 0.5gr de flujo de borato en crisoles de grafito de alta pureza que pasan a una

mufla a 1000°C durante 30-45 min, luego son colocadas en 50ml de HNO3 diluido 1.6M

con agitación constante y precalentamiento a 40°-60°C.

Las soluciones obtenidas son enrasadas a volumen de 50ml y leídas en un

espectrómetro de emisión atómica con fuente de plasma acoplado inductivamente, marca

7

Perkin Elmer modelo Optima 2000. Las especificaciones técnicas de los estándares usados

para calibrar las mediciones al igual que la metodología detallada de la técnica EEA-ICP y

límites de detección son descritos detalladamente por Pomonti & Tang (2005).

Etapa de Oficina: esta etapa comprende el procesamiento estadístico de los datos, la

interpretación de los resultados y todos aquellos procesos necesarios para la validación del

modelo estratigráfico-secuencial.

Procesamiento de los datos: luego de ser las muestras analizadas por la técnica

EEA-ICP, se aplicaron tratamientos estadísticos para normalizar los datos y minimizar el

error asociado a la metodología. Aquellas concentraciones elementales menores al límite de

detección, fueron sustituidos por un cuarto del límite de detección respectivo para cada

elemento.

Los elementos mayoritarios expresados en porcentaje en peso (Na, Mg, K, Ca, Ti,

Mn, P, Fe, Si, Ba, Al) fueron convertidos en partes por millón. Posteriormente, aquellos

elementos con más del 25% de muestras por debajo del límite de detección fueron

eliminados debido a la poca confiabilidad de los mismos.

Análisis Geoquímico: a partir de los datos estandarizados estadísticamente, se

realizan perfiles de concentración para visualizar la variación en la acumulación de los

elementos químicos a lo largo de la columna. Asimismo, se determina la matriz de

correlación para cada pozo en función de establecer asociaciones elementales que permitan

por ejemplo, identificar contaminación por lodo de perforación.

Se descartan aquellos perfiles que indican fuerte contaminación por lodo y aquellos

que no aportan información concerniente al objetivo principal de este proyecto.

Adicionalmente, gráficos especiales de concentración acumulada son determinados a partir

de la siguientes fórmula:

X = nC1 – Cn donde C1 = X1 – X, siendo X1 la muestra de la base

Cn = Xn – X, siendo Xn una muestra cualquiera

8

El arreglo de las curvas es estudiado y comparado con reportes técnicos del área

operacional en búsqueda de patrones anómalos asociados a material antipérdida, píldoras o

cualquier evento extraordinario que pudiese enmascarar las señales químicas originales.

Una vez considerado el escenario como un todo, se establecen las primeras

aproximaciones dirigidas a inferir el origen de los patrones químicos obtenidos con el

objetivo de esclarecer las condiciones depositacionales vinculadas a sistemas encadenados.

Correlación de pozos y Modelo Depositacional: los cambios geoquímicos

identificados en la sección anterior para cada pozo, son evaluados en conjunto para ambos

pozos con la finalidad de identificar un evento común que señale algún tipo de vínculo

entre los mismos. Para ello, se determinan funciones discriminantes que delimiten

agrupaciones químicas subordinadas a cambios formacionales, ambientales o secuenciales.

Como soporte adicional, se verifican las correlaciones delimitadas para el modelo

estratigráfico-secuencial establecido del área TACAT a través de funciones discriminantes

y se define en base a la separación de las agrupaciones, el factor geológico que ejerce

mayor control en las respuestas químicas.

A partir de los resultados obtenidos, se comparan las interpretaciones con los

trabajos previos realizados en la zona enfocados a determinar condiciones ambientales y

depositacionales a través de análisis multidisciplinarios de estudios bioestratigráficos,

sedimentológicos y de geoquímica orgánica; todo ello con la finalidad de proponer un

modelo depositacional análogo a otros ya establecidos en investigaciones previas.

Validación del Modelo Estratigráfico-Secuencial: una vez efectuadas la

correlación entre ambos y determinadas las condiciones depositacionales para el intervalo

Mioceno Temprano-Medio, se verifica la concordancia con el modelo previamente

establecido y se determina la veracidad del mismo tomando en cuenta la discrepancia en el

grado de resolución para cada disciplina.

9

ANTECEDENTES

DEMAISON & MOORE (1980), describen los factores que afectan la acumulación de

materia orgánica en ambientes acuáticos y los asocian a la cantidad de oxígeno en las aguas

de fondo. Delimitan cuatro escenarios proclives a acumular materia orgánica: grandes lagos

anóxicos; capas anóxicas causadas por upwelling; océanos abiertos anóxicos; cuencas

anóxicas de fondo alcorado. En cada uno de ellos, distintos mecanismos operan en la

producción y cantidad de materia orgánica en asentamiento; sin embargo, la anoxia destaca

como elemento común en la acumulación y preservación de la misma.

BERNER (1981), basándose en la mutua exclusión entre minerales oxidados y

sulfúricos, plantea la clasificación de ambientes sedimentarios mediante la presencia o

ausencia de minerales autigénicos. Relaciona la mineralogía de los depósitos con los

procesos bioquímicos ocurridos durante la degradación de la materia orgánica y asigna cada

tipo de sedimento a una etapa específica de la degradación.

BRUMSACK & GIESKES (1983), reportan las concentraciones de elementos

mayoritarios y minoritarios de aguas intersticiales en sedimentos anóxicos del Golfo de

California. Caracterizan los perfiles típicos para sedimentos anóxicos: aumento en la

concentración de los elementos Mo, Cr y V en profundidad; aumento de las

concentraciones de Mn, Fe y Al hacia el tope de la columna estratigráfica. Afirman que la

correlación en las concentraciones de los elementos Mo, Cr y V con la materia orgánica

implica la asociación con esta durante la diagénesis.

OSCHMANN (1988), estudia las secuencias de la Formación Kimmeridge Clay al sur

de Inglaterra y discrimina cinco litofacies de lutitas en base a criterios químicos y

biológicos dependientes del grado de estratificación en la columna de agua.

Propone un nuevo modelo para explicar las condiciones anóxicas depositacionales

basado en patrones de circulación oceánica asociados a estacionales climáticas y ubicación

geográfica.

10

PEDERSEN & CALVERT (1990), analizan las causas posibles de la acumulación de

materia orgánica en ambientes reductores considerando la productividad orgánica, actividad

biológica, profundidad de la cuenca, corrientes oceánicas, entre otros. Concluyen que la

acumulación y preservación de la materia orgánica depende de la productividad primaria y

no del grado de anoxicidad de la cuenca, siendo esta última consecuencia directa del

desarrollo biológico en la zona fótica. Proponen nuevos modelos basados en la

productividad primaria para explicar la ocurrencia de sedimentos ricos en materia orgánica

a finales del Cretácico.

HATCH & LEVENTHAL (1992), analizan las concentraciones químicas en núcleos de

la Formación Stark Shale en Kansas. Asocian la presencia de elementos metálicos a

estratificación en la columna de agua y establecen parámetros para determinar condiciones

depositacionales.

CALVERT & PEDERSEN (1993), analizan las relaciones existentes entre

concentraciones elementales y procesos químico-biológicos asociados al desarrollo de

períodos anóxicos. Describen mecanismos de acumulación de los elementos metálicos Cu,

Cd, Cr, Ni, Mn, Mo, Re, U, V y Zn estableciendo parámetros en base a dichas

acumulaciones para determinar condiciones depositacionales. Suponen diferentes patrones

de acumulación para cada elemento, siendo algunos concentrados por ligandos organo-

metálicos vinculados a materia orgánica y otros por fases sólidas sulfurosas autigénicas;

concluyen que las condiciones depositacionales anóxicas/euxínicas pueden ser inferidas por

acumulaciones importantes de los elementos metálicos analizados (a excepción del

manganeso).

JONES & MANNING (1993), utilizan y jerarquizan relaciones interelementales como

indicadores de paleoambientes en la Formación Kimmeridge Clay de Inglaterra. Establecen

como indicadores más confiables DOP, U/Th, uranio autigenico, V/Cr y Ni/Co; asimismo,

señalan a los indicadores Ni/V, C/S y (Cu+Mo)/Zn como poco confiables por no presentar

cambios contrastantes entre las sucesiones ambientales. Sintetizan las condiciones

depositacionales en la sección estudiada como períodos esporádicos de anoxia y disoxia;

11

calibran las relaciones interelementales con valores de DOP establecidos y concluyen,

mejor discriminación entre los ambientes óxicos y disóxicos que entre disóxicos y

anóxicos.

NIJENHUIS et al. (1998), analizan los mecanismos responsables de la acumulación

de elementos metálicos en capas sapropélicas al Este del Mediterráneo. Explican la

acumulación de COT mayor a 20% debido a incremento en productividad y preservación

por desarrollo de eventos anóxicos; afirman que el principal mecanismo operante en la

transferencia de elementos metálicos del agua marina a los sedimentos es asociación con

materia orgánica y formación de fases sólidas sulfurosas.

JARVIS et al. (2001), estudian una sección del Cretácico Superior al sur de

Inglaterra. Determinan mediante geoquímica, secuencias estratigráficas asociadas a

concentraciones de manganeso controladas por la actividad biológica, comparan estas

secuencias con estudios anteriores y proponen marcadores ambientales para las superficies

de máxima inundación, límites de secuencias y superficies transgresivas.

MORFORD et al. (2001), describen el proceso de enriquecimiento y acumulación de

los elementos metálicos Mn, V, Mo, U, Cd y Re en condiciones anóxicas y euxínicas;

además, logran delimitar períodos de anoxia/disoxia asociados a eventos de glaciación.

TALUKDAR et al. (1986), describen la evolución tectono-estratigráfica de la

Subcuenca de Maturín; realizan un análisis integrado de la Subcuenca de Maturín. En la

Formación Carapita, registran valores de COT comprendidos entre 0.3% y 2.1% en peso

con un promedio de 1.1%; afirman que el tipo de materia orgánica es principalmente de

origen marino, aunque en algunos pozos registran dominio de materia orgánica continental.

CAMPOS et al. (1988), elaboran un modelo de evolución geológica de la Cuenca

Oriental de Venezuela en función de orientar la exploración futura y definir áreas de interés

exploratorio. Determinan megasecuencias sedimentarias asociadas a eventos tectónicos y

rasgos tectónicos mayores responsables de la arquitectura y relleno de la cuenca.

12

GALLANGO & RUGGIERO (1989), generan hidrocarburos en la Formación Carapita

utilizando técnicas de hidropirólisis y caracterizan el producto obtenido utilizando técnicas

analíticas convencionales y especiales. Determinan un COT promedio de 1.86% en peso y

concluyen debido al poco bitumen generado, materia orgánica de origen continental

propensa a generar gas.

TOCCO et al. (1993), analizan los crudos y materia orgánica de varios pozos en la

Formación Carapita en función de establecer correlaciones y variaciones verticales.

Concluyen que la materia orgánica predominante es de tipo continental con valores

comprendidos entre 6.83% y 1.74 % con un promedio de 1.74%; determinan incremento de

la madurez en la materia orgánica hacia la base de la sección.

GALEA & VÁSQUEZ (1994), asocian la ocurrencia de biofacies de la Formación

Carapita a eventos tectónicos y sedimentarios durante el Mioceno. Determinan fallamiento

sinsedimentario, corrientes de turbidez y retrocorrimentos en la zona triangular y duplex

responsables de sobreespesores anómalos en las secuencias sedimentarias.

CRESPO DE CABRERA Y DI GIANNI (1994), reconocen en base a bioestratigrafía, dos

ciclos mayores transgresivos-regresivos de segundo orden. Determinan para el Mioceno

Medio, avance del mar y sedimentación de la Formación Carapita en ambientes batiales

asociada a bajas tasas de sedimentación y alta productividad biológica ocurriendo la

máxima profundización en el flanco norte de la cuenca durante la zona planctónica N7/N8.

STEPHAN et al. (1994), establecen un modelo tectono-estratigráfico para la Serranía

del Interior; delimitan tres etapas tectónicas y asocian a cada una de ellas, secuencias

estratigráficas que determinan la evolución depositacional en el tiempo.

PARNAUD et al. (1995), proponen para la Cuenca Oriental de Venezuela, un modelo

geológico multidisciplinario en función de identificar los sistemas petroleros y yacimientos

atractivos de dos provincias petrolíferas: los campos de crudo pesado en la plataforma

13

foreland cercana al Orinoco; el campo El Furrial y sus trampas asociadas a cabalgamientos

frontales de la Serranía del Interior.

Establecen reservas de hidrocarburos mediante modelajes numéricos 1-D y 2-D

soportados por balanceos estructurales; síntesis estratigráficas; modelos hidrodinámicos de

los yacimientos Las Piedras, Oficina y Guayuta; caracterización de rocas madres en el

Grupo Guayuta (origen marino) y la Formación Carapita (origen continental).

Realizan análisis de geoquímica orgánica para la Formación Carapita encontrando

materia orgánica principalmente continental con un promedio general de COT de 2%.

PASSALACQUA et al. (1995), proponen un modelo geodinámico congruente para la

interacción entre las placas Caribe y Suramérica cuya característica principal es la

subducción al norte de al menos 70 km de litosfera continental de la Placa Suramericana.

Postulan a la falla El Pilar como estructura limitante interplaca responsable de

distribuir la deformación en un régimen de convergencia oblicua; además, establecen un

modelo de subducción asociado a una cuña de alta densidad cuya expresión superficial es la

falla El Pilar.

SCHMITZ et al. (1997), estudian la distribución de los elementos Ba, CaCO3, δ13C,

P2O5 y SiO2 en dos secciones de Israel y Egipto en función de identificar períodos de

productividad biológica en el Paleoceno. Encuentran evidencias sustentadas en

concentraciones elevadas de bario que suponen períodos de productividad exacerbada

durante el Paleoceno Tardío, asocian las evidencias encontradas a la ocurrencia de períodos

de abundancia de foraminíferos pláncticos y concluyen eventos de downwelling

intensificados por corrientes eólicas.

NAVARRO (1999), caracteriza las turbiditas de la Formación Carapita y establece

condiciones de sedimentación clasificando la Subcuenca de Maturín según el criterio de

Mutti & Normack (1987) como una cuenca tipo C.

ALBERDI-GENOLET & TOCCO (1999), realizan análisis geoquímicos orgánicos e

inorgánicos a dos secciones cretácicas en la Cuenca de Maracaibo; la primera comprende el

14

período Albiense-Aptiense (Miembro Machiques), la segunda abarca el intervalo

Cenomaniense-Campaniense (Formación La Luna). Definen episodios alternantes óxicos-

anóxicos para el Miembro Machiques de materia orgánica mixta, en cambio, condiciones

anóxicas-euxínicas son características en la Formación La Luna de materia orgánica marina

altamente preservada; sin embargo, ambas secciones presentan concentraciones elevadas de

los elementos V, Mo y Zn. Encuentran limitaciones al correlacionar ambas secuencias

debido a dependencia de los elementos con respecto a litología y tipo de materia orgánica.

SUMMA et al. (2003), establecen un modelo geodinámico de la Cuenca Oriental

enmarcado en las relaciones y dominios estructurales definidos por los límites interplaca en

Suramérica septentrional; asimismo, delimitan dentro de la Cuenca Oriental, cinco

dominios tectono-estratigráficos asociados al régimen de compresión transpresiva

diacrónica desarrollada entre las placas Caribe y Suramericana.

Integran las reconstrucciones tectónicas con estudios geoquímicos de yacimientos e

identifican patrones de migración relacionados a la historia depositacional y de maduración

en función de identificar sistemas petroleros.

Delimitan para la Fomación Carapita, materia orgánica tipo II/III con contenido de

COT de hasta 4.5%.

QIUGEN et al. (2005), caracterizan las concentraciones químicas elementales de las

metapelitas del Grupo Xingxingxia en China y comparan los valores obtenidos con las

composiciones de PAAS y NASC. Determinan proveniencia a través de las relaciones

elementales Al2O3/TiO2, Cr/Zr, Cr/Th, Th/Sc y concluyen un posible origen félsico con

poco aporte máfico; además, definen a través de ICV, CIA y contenido de K2O, la madurez

composicional y grado de intemperismo de la roca.

BUATOIS (2005), analiza uno de los pozos del campo Tacata en el intervalo Mioceno

Inferior a Medio. Establece mediante herramientas sedimentológicas, estratigráficas y

paleontológicas ambientes depositacionales de alto estrés por condiciones salobres en

sistemas deltaicos dominados por olas posteriormente abandonados debido a trasgresión

marina.

15

ZAVALA (2005), describe las secuencias sedimentarias de la Formación Carapita

como sucesivos eventos hiperpícnicos y plumas de suspensión de lofting. Sugiere ambiente

depositacional marino costa afuera.

16

CAPÍTULO I I

GEOLOGÍA REGIONAL

17

La comprensión de las relaciones entre facies sedimentarias, sucesiones

estratigráficas, geometría de la cuenca y eventos tectónicos es necesaria en función del

desarrollo de un marco que explique la evolución de la región.

II.1.- MARCO GEOLÓGICO. SEDIMENTACIÓN DE LA CUENCA ORIENTAL.

El Oriente de Venezuela, se ubica dentro de un arreglo tectónico compresivo

dominado por la subducción del Caribe y la placa de Suramérica (Jácome, 2001). Según

Summa et al. (2003), la Cuenca Oriental se sitúa detrás de un cinturón de subducción

activo, que presenta transpresión y engrosamiento tectónico desarrollando una cuenca tipo

foreland, estructurada durante el Neógeno en el antiguo margen pasivo mesozoico del

Cratón de Suramérica (Parnaud et al., 1995).

Como resultado de la evolución transpresiva diacrónica en Suramérica

septentrional, relaciones estratigráficas pre-miocénicas relativamente sencillas en la

Cuenca Oriental se hacen progresivamente más complejas a partir del Mioceno, producto

del desarrollo del foreland y emplazamiento de napas asociadas a corrimientos.

Es por ello que diversos autores que realizaron estudios en la zona, han dividido la

historia de la Cuenca Oriental en múltiples episodios tectono-estratigráficos. Di Croce

(1995); discrimina 3 fases estratigráficas: Pre-Cretácico (prerift y rift); Cretácico –

Paleógeno (margen pasivo); Neógeno (desarrollo del foredeep). González de Juana et al.,

(1980); reconocen tres ciclos sedimentarios: Paleozoico Medio – Superior, Cretácico Medio

– Terciario Inferior, Terciario Superior. Según Eva et al., (1989) citado en Parnaud et al.,

(1995) y en Navarro (1999); existen cuatro megasecuencias o fases: prerift en el

Paleozoico; rift en el Jurásico y Cretácico Temprano; margen pasivo durante el Cretácico –

Paleoceno; colisión oblicua durante el Neógeno y Cuaternario.

Megasecuencia de Prerift: de acuerdo a Eva et al., (1989) citado en Navarro, (1999),

sobre el basamento ígneo – metamórfico se depositan discordantemente las arenas

ligeramente calcáreas e intercaladas con conglomerados y lutitas verdes de las formaciones

Hato Viejo (Cámbrico) y Carrizal (Cámbrico – Ordovícico) en ambientes marinos de

costeros a neríticos. Stover (1967), citado en Parnaud et al., (1995), asigna una edad

Devónico – Carbonífero Temprano a Carrizal y Feo Codecido et al., (1984) infieren un

18

ambiente para ambas formaciones de continental a marino somero (citado en Navarro,

1999).

Megasecuencia de Rift (Jurásico – Cretácico Temprano): es precedida por la

orogénesis Herciniana con el consecuente levantamiento del cratón y regresión

generalizada (González de Juana et al., 1980); caracterizada por grabens, creación de

corteza oceánica (Tethys-Caribe) y una discordancia regional asociada al rompimiento

evidenciado en el Graben de Espino Ysaccis (1997); Eva et al., (1989), citado en Navarro,

(1999). Esta secuencia molásica compuesta por capas rojas continentales intrusionadas por

sills basálticos, ha sido descrita como Formación Ipire (Parnaud et al., 1995).

Megasecuencia de Margen Pasivo: según Di Croce (1995), un ciclo transgresivo-

regresivo de primer orden relacionado a la apertura del Océano Atlántico puede ser

establecido dentro de esta megasecuencia. La transgresión con base en el Jurásico Tardío,

culmina con un evento de máxima inundación marcado por un downlap en el Turoniense.

Fase regresiva generalizada con oscilaciones de gran amplitud se hace presente del

Turoniense al Reciente.

Pre – Turoniense: arenas basales al sur depositadas en llanuras deltaicas y

facies carbonáticas de ambiente marino al norte representan la primera

sedimentación de la transgresión cretácica, esta secuencia de la Formación

Barranquín pasa gradualmente a condiciones neríticas con depositación de calizas,

lutitas y areniscas de la Formación El Cantil. A principios del Cenomaniense, la

subsidencia y transgresión al sur alcanza un máximo con la depositación de lutitas

negras, calcáreas y pelágicas de ambiente profundo y condiciones euxínicas de las

formaciones Querecual y San Antonio; su máxima extensión transicional al sur es la

Formación Tigre de calizas fosilíferas y ambiente somero. En toda la secuencia, se

evidencia una plataforma carbonática diacrónica que representa el máximo avance

de la transgresión (Talukdar et al., 1986). Según Jácome, (2001); el escudo de

Guayana aportó los sedimentos de esta secuencia de margen pasivo carbonático que

engrosa al norte y al océano Atlántico; al sur se acuña y solapa en discordancia a

rocas paleozoicas, jurásicas y unidades pre-cámbricas. Esta cuña cretácica clástica

con geometría retrogradacional depositada durante la transgresión, corresponde a

una fase transgresiva retrogradante (Di Croce 1995).

19

Post – Turoniense: según Talukdar et al., (1986); suprayaciendo al Grupo

Guayuta, se encuentran las areniscas masivas de aparente origen turbidítico de la

Formación San Juan, depositadas en ambientes de talud-plataforma externa y

asociadas a regresión. Sin embargo; Di Croce (1989), citado en Parnaud et al.,

(1995); indica que la Formación San Juan al norte, pertenece a facies de abanicos

submarinos regresivos mientras que al sur es deltaica o estuarina.

De acuerdo a Talukdar et al., (1986); a partir del Maastrichtiense, el

ambiente marino profundo óxico, permite la depositación concordante y transicional

de lutitas oscuras con intercalaciones de limolitas y areniscas de la Formación

Vidoño. Esta última, se interdigita al tope con la Formación Caratas depositada a

partir del Eoceno Inferior en ambientes marinos de aguas someras; se constituye en

la base de limolitas y areniscas frecuentemente glauconíticas-calcáreas y calizas

bioclásticas en el tope (Miembro Tinajitas) que representan una regresión

pronunciada y extensa. La ausencia de sedimentos del Eoceno Superior evidenciada

en la discordancia entre Caratas y Los Jabillos (Oligoceno Medio) sugiere un

período de no depositación.

Parnaud et al., (1995); afirman que la última secuencia de margen pasivo

pre-miocénica (Formación Merecure), comprende ambientes continentales en la

parte meridional y de plataforma interna al norte. Litológicamente, está compuesta

por lutitas y areniscas finas a gruesas provenientes del escudo que en el tope pasan a

lutitas de plataforma externa de las formaciones Areo y Carapita.

La sedimentación de margen pasivo del Paleógeno culmina con la

depositación de cuñas progradantes siliciclásticas asociadas a delgados ciclos y

secciones condensadas con ocasional sedimentación ausente. Al tope, estos ciclos

son truncados por la discordancia basal del foredeep, que separa la secuencia

suprayacente del foreland de la unidad de margen pasivo inferior (Di Croce, 1995).

De acuerdo a Jácome (2001); la configuración del Cretácico Tardío se

caracteriza por presentar una sedimentación clástica de margen pasivo, sugiriendo

un “ahogo” de la plataforma carbonática precedente debido al incremento de aporte

clástico por parte del escudo. Por su parte, Di Croce (1995); alega que la geometría

20

progradacional del paquete Cretácico y Cenozoico corresponde a una fase regresiva

progradante.

Megasecuencia de colisión oblicua: el desarrollo de un foreland evidenciado en la

discordancia regional del Paleógeno, resulta en relaciones estratigráficas complejas y

procesos tectónicos asociados a compresión diacrónica diferencial. Es por ello que Di

Croce (1995), considerando la estratigrafía de la zona, divide esta megasecuencia en dos

ciclos transgresivos-regresivos subdivididos en cuatro grandes unidades: Mioceno Inferior;

Mioceno Medio; Mioceno Superior; Plio-Pleistoceno al Presente.

Mioceno Inferior: asociado a sedimentos primarios sinorogénicos, se

desarrolla en una transgresión de largo término con facies plataformales al oeste y

batiales al este y norte (Jácome, 2001). Según Summa et al. (2003), carga de napas

alóctonas vinculadas a la invasión de la Placa Caribe generan subsidencia y flysh en

el foredeep; evidencia de esto, son las características estratigráficas delimitadas en

sísmica por Di Croce (1995): onlap al principio de la fase foredeep; secuencias

progradantes en plataforma distal; discordancia y truncamiento de estratos

cretácicos asociados a migración meridional del peripheral bulge.

De acuerdo a Di Croce (1995), las secuencias costa adentro enmarcadas en

sistemas transgresivos y de alto nivel que suprayacen a la discordancia regional del

foredeep, comienzan con litofacies fluviales de areniscas masivas de grano medio a

grueso intercaladas con capas de lutita y lignito de la Formación Merecure; sobre

esta, paquetes progradantes de lutitas que gradan a facies alternantes de limolita y

arenisca, interpretados como barras costeras de ambiente litoral (parte basal de

Formación Oficina).

En las secuencias costa afuera, calizas micríticas de esqueleto coralino

desarrolladas en complejos arrecifales, muestran poros de disolución que sugieren

exposición subaérea relacionada con la caída del nivel del mar a finales de Mioceno

Inferior. Al noreste, esta facies pasa lateralmente a lutitas limosas verde-marrón de

ambiente plataformal externo a batial interno (Formación Carapita). En conjunto,

los depósitos costa afuera representan un sistema encadenado de bajo nivel

caracterizado por abanicos submarinos lodosos de talud (figura 2.1).

21

200

Margarita 1

200

1000

1000

200

Tobago 1

2000

3000

N

MERECUREFm.

FLUVIAL CONTINENTAL

LOWER OFICINA Fm.SHALLOW-OUTER SHELF CLASTICS

ORINOCO RIVER

SHELF BREAK

CARBONATE PLATFORM

0 40 80 120 KM

DEEP MARINE SHALELBF

LOWER CARAPITA Fm.

DF

TRINIDAD

EPF

SFFUF

AF

Maturin

65º 63º64º 60º61º62º

59º

10º

11º

61º 60º 59º64º 63º 62º65º

11º

10º

Modificado Di Croce 1995

AF: FALLA DE ANACO; UF: FALLA URICA; SFF: FALLA SAN FRANCISCO; EPF: FALLA EL PILAR;LBF: FALLA LOS BAJOS; DF: FRENTE DE DEFORMACION ; BAP: PRISMA ACRECION BARBADOS

Figura 2.1. Mapa de facies para el Mioceno Temprano (modificado de Di Croce, 1995).

Mioceno Medio: convergencia oblicua diferencial en Suramérica

septentrional, es asociada a períodos de levantamiento tectónico e isostático a lo

largo de fallas nuevas y reactivadas que generan secciones de erosión significativa

en la cuenca de Carapita (Summa et al., 2003).

De acuerdo a Di Croce (1995); la secuencia costa adentro comienza con un

patrón retrogradante de lutitas y ocasionales capas de arena de plataforma media que

pasan gradualmente a sedimentos más arenosos de ambientes litorales.

El patrón retrogradante definido por la secuencia anterior, cambia

abruptamente a progradante con la depositación de una sección masiva de lutitas

depositadas en ambiente batial que contiene la máxima profundización de la cuenca

(Serravaliense). Toda la sección de costa adentro corresponde en el flanco Sur a la

Formación Freites.

En el flanco Norte, la Formación Quiamare abarca una gran cantidad de

ambientes que van desde marino restringido somero y canales fluviales, hasta los

heterogéneos sub-ambientes de los abanicos. (Schlumberger, 1997).

La secuencia de margen pasivo desarrollada costa afuera, culmina con el

solape (onlap) de las lutitas fosilíferas y areniscas de plataforma externa de la

22

Formación Carapita. Esta secuencia completa el ciclo de segundo orden de la

transgresión-regresión definida a partir del Mioceno Inferior.

De acuerdo a Jácome (2001); secuencias sinorogénicas depositadas en tres

depocentros separados por altos topográficos que migran progresivamente al sur,

son evidencia de subsidencia del foreland por sucesivas cargas de napas; esto

concuerda con lo establecido por Talukdar et al. (1986), que afirman

desplazamiento meridional del eje de la cuenca con sedimentación más reciente al

sur (figura 2.2).

AF

ORINOCO RIVER

?

UF

200

1000

200

N

FLUVIAL CONTINENTAL

OFICINA Fm

FREITES Fm SHELF CLASTICS

SHELF BREAK

CARAPITA Fm

DEEP MARINE SHALEDF

LBF

Maturin

Cumana

SFF

EPFUPLIFT EROSION

TRINIDAD

Margarita 1 Tobago 1

1000

200

2000

3000

10º

11º

61º 60º 59º63º 62º64º65º

11º

10º

65º 63º64º 62º 60º61º 59º

0 40 80 120 KM

Modificado Di Croce 1995

Figura 2.2. Mapa de facies para el Mioceno Medio (modificado de Di Croce, 1995).

Mioceno Superior: en el flanco Norte, se deposita en profunda discordancia

sobre las formaciones Carapita y pre-Carapita las arenas no marinas de la

Formación Las Piedras, cubriendo en forma de manto a una provincia intensamente

tectonizada con estructuras erosionadas, falladas y sobrecorridas (González de Juana

et al., 1980).

En el flanco Sur, la secuencia costa adentro se caracteriza por un patrón

granodecreciente y ambientes depositacionales cada vez más profundos que

comprenden desde continentales hasta batial superior. En la base (Formación La

Pica), limolitas y lutitas intercaladas con arenas pasan transicionalmente (producto

de una transgresión), a lutitas con limolitas y arenas de grano fino (Di Croce, 1995).

23

En la secuencia costa afuera, lutitas intercaladas con limolitas y areniscas

finas son depositadas en cuñas progradantes y abanicos submarinos desarrollados en

un margen pasivo bajo un sistema encadenado de bajo nivel.

Según Di Croce (1995); en el Mioceno Superior, sucesivos sistemas

encadenados de alto nivel, transgresivo y de bajo nivel denotan profundización de la

cuenca; este evento transgresivo concuerda con el solape (onlap) sobre rocas pre-

cámbricas registradas por Jácome (2001). Sin embargo, ninguno de los dos autores

identifican la discordancia regional de 10 Ma asociada a levantamiento isóstatico

por relajamiento de esfuerzo compresivo establecido por Summa et al., (2003).

Plioceno – Pleistoceno: arcillitas, limolitas y areniscas de grano fino

depositadas en un complejo deltaico (Formación Las Piedras), marcan el inicio de

sucesivas secuencias estratigráficas regresivas producto de la migración sureste del

cinturón de la Serranía y progradación oriental del Delta del Orinoco. El ambiente

marino somero presente en el Plioceno se torna posteriormente continental,

depositando una secuencia de arenas de grano grueso y grava con cemento

ferruginoso de la Formación Mesa. Los depocentros de estas secuencias, se

encuentran separados por altos en el basamento y desplazados al este y sur con

respecto a períodos anteriores; su relación singenética con los depósitos está

controlada por el Delta del Orinoco y fallas de crecimiento costa afuera (Jácome,

2001).

Durante su evolución y desarrollo, la cuenca foreland de Maturín fue

sedimentada con depósitos sinorogénicos provenientes del escudo de Guayana y la

Serranía (Jácome, 2001); de acuerdo a Passalacqua et al., (1995); el relleno de la

cuenca comprende desde turbiditas de aguas profundas de la Formación Carapita

(Mioceno Temprano – Medio) hasta facies continentales de La Pica, Morichito, Las

Piedras y Mesa (Mioceno Superior – Cuaternario). Esta secuencia concuerda con lo

establecido por Egan & Williams (N.D), para cuencas foreland; sedimentación

primaria turbidítica de grano fino asociada al desarrollo inicial del cinturón

montañoso, en donde tanto topografía como aporte de sedimentos son bajos; en

contraste, los últimos depósitos son dominantemente de aguas someras o

24

continentales y están asociados con un cinturón montañoso maduro donde la

topografía evolucionada genera abundante aporte de sedimento.

II.2.- MARCO ESTRATIGRÁFICO. SUBCUENCA DE MATURÍN. Tabla 2.1. Formaciones litológicas comprendidas por los pozos.

FORMACIÓN CARACTERÍSTICAS CONTACTOS AMBIENTE

ME S A

Areniscas sueltas ferruginosas de grano grueso y escogimiento moderado. Fósiles de agua dulce asociados con arcillas ligníticas y madera silicificada

Inferior concordante y transicional; cubierto por aluviones en el tope

Fluvio-deltáico y paludal con desarrollo de abanicos aluviales asociados a cordilleras

LA S PI E D R A S

Areniscas micáceas friables de grano fino intercaladas con lutitas gris-verdoso, arcillitas sideríticas, lutitas ligníticas y lignitos

Discordante en la base; concordante y transicional en el tope

Deltaico a marino somero

UC H I RI T O

Areniscas limosas calcáreas grises y verdes intercaladas con lutitas limosas blandas calcáreas con limolitas rojizas, lutitas ligníticas, granos de cuarzo grueso y fragmentos de ftanitas

Basal concordante y transicional; discordante en el tope

Marino somero a moderadamente

profundo

CA R A P I T A

Lutitas de color oscuro, masivas en lugar de fisiles, lustrosas, localmente piríticas o glauconíticas. Calcáreas por la alta cantidad de foraminíferos. Carácter regresivo al tope con desarrollo de arenas y turbiditas (Miembro Chapapotal)

Contacto basal concordante, diacrónico y transicional. Contacto superior concordante transicional

Marino profundo que someriza hacia los bordes de la cuenca. Somerización a partir del Mioceno Medio con desarrollo de discordancias intraformacionales

CA P A Y A

Alternancia de lutitas y areniscas con ocasionales capas de carbón. Las lutitas son de color oscuro laminadas. Las areniscas pueden ser de grano fino a medio, con detritos carbonosos

Transicional; considerado como el componente clástico inferior transgresivo de Carapita

Transicional-nerítico interno en la base a nerítico medio en el tope

25

II.3.- MARCO ESTRUCTURAL. EVOLUCIÓN DE LA CUENCA ORIENTAL – SUBCUENCA DE

MATURÍN.

Las secuencias estratigráficas, delimitadas por superficies de máxima inundación y

erosión, definen ciclos transgresivos y regresivos controlados por cambios relativos del

nivel del mar. A su vez, este último está dominado por la tectónica presente que estipula el

tamaño de la cuenca y la tasa de subsidencia. En base a esto, se describe a continuación los

principales eventos tectónicos que afectaron la Cuenca Oriental en función de integrar la

tectónica y la historia depositacional.

La formación y evolución del Oriente de Venezuela, resulta de procesos tectónicos

interactivos entre las placas de Norteamérica, Suramérica y Caribe que incluyen rifting,

intrusiones, compresión, subducción, subsidencia, etc. (Di Croce, 1995; Mijares, 1995;

Jácome, 2001; Ysaccis, 1997; Passalacqua et al., 1995; Hung, 1997; Schmitz et al., 2005;

Summa et al., 2003). Según Navarro (1999), “la Cuenca Oriental de Venezuela es una

cuenca polihistórica o compleja; ya que contiene más de un ciclo o episodio

tectónico/sedimentario”. Debido a esto, la división de la evolución en fases impera como

forma adecuada para su descripción.

Basándose en la integración interdisciplinaria de estudios anteriores, Summa et al.

(2003) establece dos etapas: rifting mesozoico y desarrollo de margen pasivo; transpresión

cenozoica debido al paso este-oeste del Caribe. Di Croce (1995) y Mijares (1995), aunque

ligeramente distintas, puntualizan tres fases: fase de rift (Triásico a Jurásico Medio-Tardío);

fase de margen pasivo (Jurásico Tardío a Cretácico-Eoceno); fase de margen activo o etapa

de compresión/transpresión (Oligoceno-Presente).

Etapa de rift o extensión: caracterizado por la presencia de grabenes y fosas

producto del mecanismo de extensión continental y expansión del piso oceánico, comienza

con la separación diacrónica de Suramérica a través de la apertura del Atlántico Norte y su

extensión al suroeste el proto-Caribe, donde se separan Norteamérica y Gondwana, (Erlich

& Barrett, 1992; Pindell & Dewey, 1982, ambos citados en Navarro, 1999). Según Summa

et al., (2003); Di Croce (1995) y Mijares (1995) basado en Erikson, 199), esta etapa de

rifting afecta al Cratón Pre-Cámbrico de Guayana y genera el Graben de Espino que según

Feo Codecido et al. 1984 (citado en Di Croce, 1995), ha sido datado con rocas ígneas en

26

Triásico Tardío – Jurásico Temprano. Se genera a lo largo del norte de Suramérica,

estructuras regidas por fallas normales que posteriormente serán reactivadas en eventos

compresivos.

Etapa de margen pasivo: a finales del Jurásico, Suramérica septentrional desarrolla

la fase terminal de extensión. Di Croce (1995); Hung (1997); Yssaccis (1997); Summa et

al., (2003); proponen un período de subsidencia termal al norte de Suramérica con

desarrollo diacrónico de un extenso margen pasivo continental que prevalece hasta el

Paleoceno Temprano. Durante este período transgresivo, se desarrolla una cuña

sedimentaria de rocas marinas clásticas de 3 a 4 Km de espesor con rocas carbonáticas en el

tope y excelente calidad generadora (Summa et al., 2003).

Durante el Campaniense, la separación entre Norteamérica y Suramérica cesa al

tiempo que el proto-arco de las Antillas Mayores colisiona con el margen pasivo de

Norteamérica (Cuba-Hispaniola) y Suramérica (Hung, 1997). A partir del Paleoceno,

comienza la migración al este de la Placa Caribe con deformación transpresiva diacrónica

en Suramérica septentrional que inicialmente al oriente de Venezuela fue insignificante si

se compara con el oeste (Di Croce, 1995).

Fase de margen activo: las condiciones presentes de margen pasivo y sedimentación

espesa de las secuencias sedimentarias cambian debido al desarrollo de un frente flexurado

producto de la migración al este de la Placa Caribe. Las relaciones relativamente sencillas y

concordantes depositadas antes de esta fase, se tornan complejas debido a la interacción

entre las placas que producen variaciones diferenciales en el nivel del mar y elementos

paleotopográficos que generarían hiatos erosionales.

Ysaccis (1997) y Di Croce (1995), indican que el piso oceánico mesozoico del

Caribe era subducido debajo del Arco de las Antillas Mayores, al tiempo que este migraba

al noreste hasta su colisión con la Plataforma de Bahamas. A partir de aquí, la migración de

la Placa Caribe al este cambia los regímenes tectónicos y condiciones de depositación en

Suramérica septentrional.

Del Paleoceno Tardío al Eoceno Medio, se genera en la Cuenca de Maracaibo un

foreland por colisión y obducción del arco volcánico que sobrecorre a Suramérica y

emplaza las Napas de Lara (Kertznus, 2002). Según Audemard (1997) citado en Kertznus

(2002); este conjunto es sobrecorrido al sur, hasta los límites actuales de los Andes

27

venezolanos con desarrollo de sucesivas cuencas foreland rellenadas por la flexura

generada por cargas tectónicas progresivas.

Volcanismo en el arco de las Antillas Menores y emplazamiento de las Napas de

Villa de Cura durante el Eoceno, preceden a la rotación antihoraria de los bloques

transpresivos de Venezuela por esfuerzos compresivos sucesivos que emplazan escamas de

corrimiento y foredeep asociados sobre secuencias cretácicas de margen pasivo.

Según Stephan et al. (1990), el Oligoceno es un período de estabilidad tectónica

producto de una posible disminución en el movimiento de la Placa Caribe.

Según Blanco & Sánchez (1991) citado en Díaz de Gamero (1996), en la Subcuenca

de Guárico durante el Mioceno Medio la zona marina más profunda al noreste migra al

norte debido a la carga que generan las sucesivas napas diacrónicas emplazadas. Este

emplazamiento resulta en el corrimiento de rocas alóctonas sobre la secuencia Eoceno

Temprano – Mioceno Temprano en el oeste de Guárico y sobre el Mioceno Temprano –

Medio al noreste de Guárico y Oeste de Anzoategui (Blanco & Sánchez, 1991; citado en

Díaz de Gamero, 1996).

A partir del Mioceno Temprano, se define el foreland de Maturín por deformación

transpresional que incrementa al este; según Jácome (2001), del Mioceno Medio a Mioceno

Tardío, flexura litosférica asociada a la carga de la Serranía y empuje transpresivo genera

desplazamiento al sur del depocentro ubicado al noreste y rotación horaria del eje de

sedimentación oeste – este otrora suroeste – noreste. Posteriormente, tectónica menos

activa permite el desarrollo de secuencias sedimentarias que aumentan en espesor al este y

que solapan (onlap) al cratón, Díaz de Gamero (1996) afirma que el drenaje del Orinoco

sustentaba la mayor parte de la sedimentación en este período.

Jácome (2001), indica que las espesas secuencias presentes en la cuenca de Maturín

no pueden ser generadas sólo por subsidencia termal, carga de napas y generación de

foreland; sino que existe una componente asociada al slab de subducción que “hala” la

cuenca hacia abajo.

Sin embargo, Summa et al., (2003); proponen múltiples mecanismos y procesos de

escala litosférica a cortical responsables de la espesa sedimentación: rifting mesozoico con

subsidencia termal y desarrollo de margen pasivo; subducción terciaria que adelgazó la

corteza; carga tectónica flexural terciaria producto de escamas sobrecorridas; carga

28

litostática por extensa depositación clástica en sistemas fluviales y yuxtaposición de

bloques acretados pertenecientes al Highstand System; transtensión por fallas de rumbo que

limitan estructuras extensionales.

En ambos casos, el mecanismo principal de basculamiento al este soportado por la

espesa sedimentación de secuencias clásticas está relacionado a la convergencia oblicua de

las placas Caribe y Suramérica. Múltiples modelos tectónicos se han propuesto para

caracterizar esta interacción; entre ellos está el orógeno flotante de Ysaccis & Audemard

(2000) citado en Jácome (2001), y el de Passalacqua et al., (1995).

Según Passalacqua et al., (1995), yuxtaposición superficial de grandes fallas de

rumbo y cinturones orogénicos doblemente plegados son con frecuencia desarrollados en

zonas de convergencia oblicua interplaca (respectivamente, la falla El Pilar y la cuenca de

Maturín representan ambos elementos asociados). Interpretan que una cuña semi-cortical

infrayacente a El Pilar actuó como tope en contra de la deformación transpresiva diacrónica

meridional, con desarrollo de zona de deformación al sur de la cuenca y acomodamiento

mediante desplazamiento de fallas de rumbo o extensionales. Determinaron de acuerdo a

secciones balanceadas un slab continental subducido de hasta 70 Km de profundidad.

De acuerdo a Jácome (2001); la teoría de orógeno flotante permite explicar

deformación compresiva, transpresión, transtensión y balance litosférico en un arreglo de

subducción oblicua. La deformación es balanceada en un sistema de despegue basal

localizado a niveles de corteza media e inclusive en el manto superior, donde existen

contrastes reológicos; este despegue es el resultado de una amplia zona de cizalla dúctil que

divide y separa la sección cortical entera de la litosfera infrayacente.

Durante el Oligo-Mioceno, la transcolisión de las placas Caribe y Suramérica causó

deformación del flanco norte de la Subcuenca de Maturín. Este proceso geodinámico

transformó el margen pasivo original en una cuenca foreland. Como resultado, los

elementos tectónicos desarrollados pueden ser agrupados dentro de tres provincias: Serranía

del Interior; Piedemonte de Monagas; foreland de Maturín (Hung, 1997).

Serranía del Interior: ubicada dentro de un contexto estructural complejo dominado

por régimen compresivo, comprende el área norte de la Subcuenca e incluye el cinturón

orogénico con vergencia sur. Está delimitado por las fallas El Pilar al norte; corrimiento de

Pirital al sur; la zona de falla de Urica y la zona de fallas de Los Bajos al este (Hung, 1997).

29

De acuerdo a Stephan et al., (1994), la Serranía proviene de tres etapas tectónicas:

distensión sinsedimentaria muy activa en el Cretácico Inferior y luego en el Maastrichtiense

y Oligoceno; acortamiento noroeste – sureste con génesis de pliegues y corrimientos

durante el Mioceno Inferior – Mioceno Medio; transtensión cuaternaria que reactiva el

patrón extensivo mesozoico del basamento.

Piedemonte de Monagas: Hung (1997), indica que el área se ubica al sur de los

corrimientos de Pirital y Quiriquire; el cinturón plegado continúa en el subsuelo y se

detiene en el frente de deformación. Anticlinales paralelos al frente de corrimiento y sus

expresiones diapíricas en el subsuelo son evidencia de eventos compresivos en el Neógeno.

Según Daal et al., (2000) citado en Cueto (2002); el frente del bloque cretácico

sobrecorrido genera una zona parautóctona con desarrollo de zona triangular limitada al sur

por un retrocorrimiento. Dentro de esta zona, la estructura de Tácata se desarrolla en lutitas

del Mioceno Medio (Formación Carapita) por pliegues disarmónicos o apilamiento de

pequeñas escamas, presentando despegue ciego al sur en la base y retrocorrimiento

emergente al norte en el tope.

Foreland de Maturín: limitado al norte y noroeste por el frente de deformación; al

sur por el cratón de Guayana y al noreste por el océano Atlántico. Está caracterizado por un

basamento extensional definido por bloques distensivos y fallas normales. Fallas

sobreimpuestas a estos bloques afectan a las secuencias sedimentarias neógenas (Hung,

1997).

30

CAPÍTULO I I I

GEOLOGÍA LOCAL

48

Se definen a continuación algunos conceptos básicos de estratigrafía secuencial

en función de comprender las relaciones sedimentológicas en el área de estudio.

Espacio de acomodo de sedimentos

Jervey (1988) citado en Miall (1996); lo define como el espacio disponible por

debajo del nivel de erosión en donde los sedimentos pueden ser preservados. Para

Posamentier & Allen (1999); el espacio de acomodo es aquel comprendido entre la

superficie terrestre o piso oceánico y el nivel marino o lacustre; en ambientes fluviales,

está controlado por la relación entre superficie terrestre y equilibrio fluvial determinado

por hidrología y carga sedimentaria del río.

Aporte de sedimentos

Los patrones y secuencias estratigráficas del relleno en cuencas siliciclásticas

dependen directamente del tamaño de grano y cantidad de sedimentos transportados por

sistemas fluviales; alteraciones abruptas en la geometría sedimentaria corroboran

períodos asociados a cambios climáticos, tectónicos o mecanismo intrínsecos de

sistemas fluviales (Leopold et al., 1964; Wescott, 1993; ambos citados en Posamentier

& Allen, 1999).

Las variaciones registradas en el suministro de sedimentos durante la evolución

de la cuenca controlan los patrones estratigráficos de dos formas: dada una tasa de

cambio en el espacio de acomodo, la arquitectura estratigráfica estará supeditada al

calibre y volumen de influjo local de sedimentos asociado a modificaciones en el perfil

de equilibrio fluvial; cambios en el espacio de acomodo por perturbaciones isóstaticas y

efectos fluviales debido a carga de sedimentos en la costa (Posamentier & Allen, op cit).

Parasecuencia

Sucesión relativamente conformable de capas o conjunto de capas limitadas por

superficies de inundación marina o superficies correlativas. En posiciones especiales

con la secuencia, las parasecuencias pueden ser limitadas tanto arriba como abajo por

límites de secuencia (Van Wagoneer et al., 1990).

49

Superficie de Inundación marina

Es aquella superficie que separa estratos jóvenes de antiguos y que evidencia

incremento abrupto en la profundidad de la cuenca que, comúnmente es acompañada de

períodos de no-depositación o erosión submarina (Van Wagoneer et al., 1990).

De acuerdo a Posamentier & Allen (1999); superficies de inundación regionales

ocurren por transgresión marina causada por subsidencia acelerada o aumento en el

nivel eustático; asimismo, transgresiones locales son sobrellevadas por incremento en el

aporte de sedimentos en la línea de costa. En épocas de máxima transgresión, los

depocentros son desplazados en posición máxima hacia el continente. Para Johannessen

& Steel (2005); esta máxima inundación marca la mayor invasión marina hacia el

continente produciendo las facies más profundas de las secuencias.

La máxima superficie de inundación (MFS) es inmediatamente seguida por el

sistema encadenado de alto nivel y puede ser representada por una sección condensada;

típicamente, los depósitos de alto nivel progradan hacia el mar desarrollando una

relación de downlap con la MFS (Miall, 1996).

La transgresión durante el ascenso continuo del mar cubre la plataforma

infrayacente y talud en lutitas; asimismo, los suelos sufren cambios depositacionales de

oxidados a reductores corroborados por el desarrollo de carbones y calizas carbonáceas

(Miall, 1996; Johannessen & Steel, 2005).

Conjunto de parasecuencias

Sucesión de parasecuencias genéticamente relacionadas formando un patrón de

apilamiento distintivo limitado por superficies de máxima inundación marina y sus

superficies correlativas. Los límites del conjunto separan patrones de apilamiento de

parasecuencias distintivas, pueden coincidir con límites de secuencias y solapar

(downlap) límites de sistemas encadenados (Van Wagoneer et al., 1990).

Tipos de conjuntos de parasecuencias

La relación entre tasa de acomodo y aporte de sedimentos determinará el

desarrollo de tres tipos de conjuntos de parasecuencias: Progradacional, parasecuencias

sucesivamente más jóvenes se depositan hacia la cuenca debido a mayor aporte de

sedimentos con respecto al acomodo; Retrogradacional, ocurren durante transgresiones

locales o regionales depositándose secuencias cada vez más jóvenes hacia el continente,

la tasa de aporte es menor a la de acomodo; Agradacional, la tasa de acomodo es similar

50

a la depositación por lo que no existen cambios laterales significantes en las secuencias

(Van Wagoneer et al., 1990).

Secuencias

Van Wagoner et al. (1990) y Mitchum (1977); lo definen como aquella unidad

estratigráfica compuesta de una sucesión relativamente conformable de estratos

genéticamente relacionados y limitados en tope y base por discordancias o

conformidades correlativas.

Por su parte, Posamentier et al., (1988) citado en Posamentier & Allen (1999);

vinculan el concepto a efectos de isostasia durante la evolución de la cuenca,

argumentando que las secuencias son depositadas entre puntos de inflexión de caídas

eustáticas.

Tipos y límites de secuencias

Dependiendo de la relación entre tasa de subsidencia y nivel eustático, existen

dos tipos de secuencias. Las secuencias tipo 1 están compuestas por sistemas

encadenados de bajo nivel, transgresivo y de alto nivel suprayaciendo a un límite de

secuencia tipo 1 (ver Figura 3.1); este límite se desarrolla cuando la caída del nivel

marino es más rápida que la subsidencia, la línea de costa se mueve cerca del borde de

la plataforma y ocurre erosión sub-aérea y profundización de cañones submarinos. Las

secuencias tipo 2 (ver Figura 3.2) compuestas de sistemas encadenados de margen de

plataforma, transgresivo y alto nivel suprayacen a discordancias tipo 2 desarrolladas

cuando no existe marcada erosión o exposición sub-aérea por caída gradual en el nivel

marino (Miall, 1996; Van Wagoner et al., 1990; Posamentier & Allen, 1999).

Figura 3.1. Secuencias Tipo 1 (tomado de Van Wagoner et al.,1990)

51

Figura 3.2. Secuencia Tipo 2 (tomado de Van Wagoner et al.,1990)

Sistemas encadenados

Son definidos por Posamentier & Allen (1999); como unidades estratigráficas

distintivas que son depositadas en fases específicas del ciclo eustático y que conforman

una sucesión predecible y relativamente conformable. De acuerdo a Kertznus (2002); la

contemporaneidad de estos depósitos puede ser establecida por bioestratigrafía; sin

embargo, los sistemas encadenados son comúnmente correlacionados en base a

superficies límites.

Las secuencias sedimentarias pueden ser agrupadas en sistemas encadenados de

bajo nivel (LST), alto nivel (HST) y transgresivo (TST).

Sistema encadenado de bajo nivel

Incluye las sucesiones estratigráficas depositadas durante períodos de caída

del nivel del mar y posterior incremento isostático; consecuentemente,

comprende el intervalo desde la caída del nivel del mar hasta que la tasa de

subsidencia supera a la de aporte (Posamentier & Allen, 1999).

Los sedimentos asociados a estadíos de bajo nivel son correlativos con

períodos erosivos del margen emergido y plataforma previamente construida,

uno u otra entrarán en erosión en función de la magnitud de la bajada eustática

que lo genera (Martínez, 1994).

52

Sistema encadenado transgresivo

Comprende unidades retrogradantes depositadas por transgresión hacia el

continente del nivel marino debido a aumento isostático, puede ser causado por

incremento en el acomodo o disminución en aporte de sedimentos (Posamentier

& Allen, 1999).

De acuerdo a Van Wagoner et al., (1990); el sistema encadenado

transgresivo suprayace a la superficie de transgresión y está limitado en su tope

por una MFS; en sección, parasecuencias cada vez más jóvenes son depositadas

en ambientes progresivamente profundos a medida que la línea de costa avanza.

Por su parte, Martínez (1994), afirma que la transgresión equivale a una

disminución en el aporte de sedimentos y es quizás por este motivo que las

secuencias son delgadas y ricas en materia orgánica; esto concuerda con lo

establecido por Miall (1996), quien afirma mayor concentración y preservación

de materia orgánica en secuencias fluviales durante el TST.

Sistema encadenado de alto nivel

Se desarrolla al final del período transgresivo cuando la tasa de aumento del

nivel del mar es excedida por el suministro de sedimentos; en sección,

secuencias cada vez más jóvenes son depositadas en ambientes progresivamente

someros. El sistema suprayace a una superficie de solape (downlap) y está

limitado en su tope por un límite de secuencia; la sección inferior comúnmente

consiste en conjuntos de secuencias agradacionales que infrayacen a períodos

tardíos que eventualmente progradan sobre la MFS o sección condensada

(sumarizado de Van Wagoner et al., 1990; Posamentier & Allen, 1999).

De acuerdo a Martínez (1994), existen tres patrones dentro de los sistemas

encadenados de alto nivel: Forestepping, o progradantes debido a que están

descompensados a favor del sedimento; Backstepping, o descompensados

negativamente en sedimentos; y aquellos que generan una desconexión entre los

depósitos de plataforma y cuenca. Este último, posee alto contenido orgánico por

corrientes de upwelling que conlleva a sedimentos silicificados, encostramiento

ferruginoso y niveles fosfatados.

Miall (1996); suscribe que en ambientes no marinos, los sistemas

encadenados de alto nivel son pobremente representados debido a erosión sub-

aérea asociada a la subsecuente caída del nivel base que sucede a la secuencia.

53

Los sistemas encadenados están enmarcados dentro de la relación entre el nivel

marino y aporte de sedimentos por lo que ocurren en sucesión continua durante el ciclo

eustático (Figura 3.3).

Figura 3.3. Ciclo de sistemas encadenados (tomado de Posamentier & Allen, 1999).

Orden jerárquico de las secuencias

Las secuencias estratigráficas ocurren en escalas de tiempo divididas en cinco

ordenes de magnitud, desde decenas de miles de años a centenares de millones de años.

Se definen a continuación las causas y duración de cada ciclo de acuerdo a Miall (1996).

54

Ciclos de primer orden: están relacionados a cambios mayores en el ciclo

eustático por formación y rompimiento de supercontinentes durante períodos de

cientos de millones de años (200-400 Ma).

Ciclos de segundo orden: el mecanismo principal que actúa en la formación

de estos ciclos son cambios eustáticos inducidos por alteraciones en el volumen

de centros de expansión global mid-oceánica o flexión regional por carga de la

corteza, la duración es típicamente de decenas de millones de años (10-100

Ma).

Ciclos de tercer orden: son ocasionados por episodios tectónicos regionales

debidos a esfuerzos intraplaca transmitidos lateralmente que generan ciclos

sincrónicos de levantamiento y subsidencia en áreas tan extensas como placas

continentales enteras, ocupa períodos de varios millones de años (1-10 Ma).

Ciclos de cuarto y quinto orden: son asociados a ciclos glacioeustáticos de

Milankovitch por fuerzas gravitacionales; en cuencas foreland son causados por

episodios de carga local confinados a cuencas individuales; la duración típica de

los ciclos de cuarto orden es de 0.2 a 0.5 Ma, mientras que para los de quinto

orden es de 0.01 a 0.2 Ma.

Los patrones de secuencias estratigráficas de margen pasivo están controlados

por la tasa de subsidencia termal y cambios eustáticos en el nivel marino; en cambio, el

marco tectónico en cuencas foreland propone al orógeno asociado como elemento

dominante de patrones estratigráficos y sedimentológicos debido a su influencia en tasa

de aporte, subsidencia y proveniencia (Cant & Stockmal, 1993; Schwans, 1995).

De acuerdo a Sloss (1962); Swift et al., (1987) ambos citados en Miall (1996);

las secuencias estratigráficas en cuencas foreland corresponden a “cuñas clásticas”

depositadas en el borde continental de semicuencas lineares en subsidencia; allí en la

sección más profunda, la espesa secuencia de sedimentos garantiza su mejor

preservación con respecto a la sección del borde marino.

Aunque la arquitectura de la cuenca es determinada por el orógeno incipiente,

las relaciones estratigráficas y características sedimentológicas en cuencas foreland

55

están supeditadas por la relación entre clima y tectónica. Períodos de quiescencia

tectónica disminuyen la tasa de aporte de material clástico por asentamiento del nivel

base en sistemas fluviales; por tanto, períodos alternantes de levantamiento y

subsidencia tectónica resultan en secuencias cíclicas limitadas por discordancias de

extensión considerable. Por otro lado, el clima figura como el factor básico que controla

la frecuencia y magnitud de las inundaciones, y por tanto, de flujos hiperpícnicos y

corrientes de turbidez que registran períodos de máximo aporte sedimentario (Mutti et

al., 2003).

Miall (1996) y Schwans (1995); establecen que el espacio de acomodo es

generado más lentamente en el centro de la cuenca debido a menor subsidencia, por lo

que las unidades estratigráficas tienden a adelgazarse y a presentar “pinch out” en el

mismo sentido.

Cant & Stockmal (1993); consideran las relaciones entre los elementos descritos

anteriormente y delimitan facies sedimentarias asociadas a períodos evolutivos del

foreland; en cada etapa evolutiva, el control fundamental en la sucesión de facies es el

tiempo comprendido entre la subsidencia y el incremento en aporte clástico (time-lag).

Discordancias regionales u omisión de secuencias transgresivas en cuencas

foreland marcan la transición entre régimen de margen pasivo y activo, en esta

etapa se desarrollan las facies de agua profunda (batial-abisal) debido a baja tasa

de aporte durante la fase temprana de acreción y corrimiento, por lo que

subsidencia y flexura inducida exceden al acomodo de sedimentos. Sin embargo,

a medida que la cuña empujada avanza a través de la transición plataforma-talud

del otrora margen pasivo, se engrosa estructuralmente e incrementa la tasa de

aporte de sedimentos (Cant & Stockmal,1993).

De acuerdo a Hamblin & Walker (1979); las capas de areniscas de esta

facies pueden ser interpretadas como depósitos de plumas de inundación

asociadas a distributarios fluviales, corrientes costeras por fuerzas eólicas, o

depósitos de tormentas las cuales ganaron suficiente inercia o contraste de

densidad con respecto al agua que la rodea para flotar mas allá del nivel de

tormenta. Estos depósitos pasan gradacionalmente hacia arriba a areniscas con

estratificación cruzada hummocky que se interpretan como depositadas por

encima del nivel de tormenta.

El sobrecorrimiento progresivo del margen continental por empuje de la

cuña clástica en etapas tardías del foreland conlleva a altas tasas de aporte y

56

relleno de la cuenca en condiciones no marinas o marino someras (facies de

aguas someras). Debido a la migración de la cuña clástica, grandes cantidades de

sedimentos pertenecientes a márgenes pasivos antiguos y forelands son

canibalizados y reciclados en la nueva cuenca; asimismo, el time-lag entre

subsidencia del foreland y advenimiento de sedimentos canibalizados es ínfima

o inexistente si los mismos fueron continuamente cubiertos por el cinturón de

corrimiento anterior.

Una cuenca foreland es “llenada” si el espacio en la cresta del peripheral

bulge es ocupado por sedimentos. Por lo tanto, una vez que el margen pasivo

anterior ha sido enterrado tectónicamente por sedimentación y terrenos que

sobrecorren, episodios depositacionales adicionales estarían predispuestos a

condiciones de agua somera y no-marinas (Cant & Stockmal, 1993).

Por otro lado, Mutti et al. (2003); describen la evolución del foreland en tres

etapas: comienzo de flexura por empuje y ahogamiento del margen pasivo; migración

del eje de sedimentación por propagación del corrimiento evidenciado en depósitos de

arenas turbidíticas; sedimentación fluvio-deltáica que evoluciona en secuencias

aluviales. Asimismo, establecen secuencias depositacionales asociadas a subambientes

dentro del foreland (figura 3.4).

En sistemas marginales deltaicos, la sedimentación está dominada por flujos

hiperpícnicos generados por inundaciones que depositan espesas secuencias de

areniscas gradadas enfrente de abanicos deltaicos de alto gradiente y deltas de ríos;

durante períodos en donde la tectónica conlleva a estadíos marinos bajos, estos sistemas

pueden progradar a regiones de plataforma y talud. La inestabilidad en estos sistemas

deltaicos de bajo nivel evoluciona en flujos hiperpícnicos que generan sistemas

turbidíticos de grano grueso confinados a depresiones estructurales en depósitos de

frente deltaico y prodelta.

Los sistemas depositacionales mixtos, son sistemas marginales con cercana

relación estratigráfica vertical y lateral entre facies deltaicas y turbidíticas; estos

sistemas son frecuentes en el relleno de cuencas foreland y representan el enlace natural

entre sedimentos deltaicos y turbidíticos basales.

Los sistemas de turbiditas basales, generan espesas secuencias de areniscas en

foredeeps de aguas profundas desarrollados enfrente de sistemas de corrimiento en

57

avance; este sistema es formado seguidamente de períodos de levantamiento tectónico

dramático de cuñas orogénicas.

Figura 3.4. Elementos estructurales y depositacionales de cuencas foreland tipo alpinas (tomado de Mutti et al., 2003).

GEOLOGÍA LOCAL

FORMACIÓN CAPAYA

La Formación Capaya, según Vivas (1987), consiste en una alternancia de

ritmitas y paquetes de areniscas cuarzosas, micáceas, algo glauconíticas, de grano fino a

medio, y aún guijarroso, de color claro, y de areniscas limosas, micáceas y glauconíticas

de grano fino, de color gris verdoso, tipo sal y pimienta. Las partes media y superior de

la secuencia se torna más pelítica, y contiene interestratificaciones de lutitas limosas,

con nódulos de limolita ferruginosa. En el holoestratotipo, afloran dos capas de carbón,

una en la base, y otra en el tope de la formación. En secciones de referencia de la

región, Vivas (1987) cita lentes subconglomeráticos polimícticos con clastos de chert

negro y micritas negras con Zoophycos, sp. Las estructuras sedimentarias, tanto en

areniscas cono en ritmitas, son laminación paralela, gradación normal e inversa en la

misma capa, moldes de carga, laminación cruzada festoneada o planar. Las psamitas de

la formación presentan bioturbación en todos los niveles; en la parte inferior, se citan

Cochlichnus y Planolites; y en la superior, Teichichnus icnospp. (tomado de

http://www.pdvsa.com/lexico).

58

FORMACIÓN CARAPITA

De acuerdo a Stainforth (1969); la Formación Carapita consiste casi enteramente

de lutitas de color gris oscuro a negro, masivas en lugar de fisiles y a menudo lustrosas,

generalmente calcáreas debido a su alto contenido de foraminíferos.

A pesar del fuerte predominio de lutitas, arenas de tres tipos diferentes ocurren

dentro de la Formación y son localmente evidenciadas de la siguiente manera:

a) La zona de transición lateral de Carapita a varias formaciones arenosas

hacia el oeste y sur está caracterizada por lenguas de areniscas

interestratificadas con lutitas marinas.

b) La parte superior de Carapita muestra características regresivas de

arenas gruesas y persistentes anteriormente más extensas pero fueron

erosionadas antes de la deposición de la Formación La Pica.

c) Arenas lenticulares turbidíticas están presentes en las facies de aguas

profundas de la parte superior de Carapita,, cuyos desarrollos más

prominentes están en el sector de Quiriquire-Jusepín.

MARCO ESTRATIGRÁFICO LOCAL El marco estratigráfico local del área Tacat se basó en el estudio regional

realizado por el grupo Visión País de PDVSA en el año 2000, en el cual identificaron

diez secuencias de segundo orden (según Vail et al., 1991), que fueron datadas y

cartografiadas a través de toda Venezuela. Estas secuencias están limitadas en su base y

tope por discordancias regionales y sus correlativas conformidades y están internamente

separadas por superficies de máxima inundación. Cada secuencia representa una fase

distintiva en la formación de las cuencas sedimentarias de Venezuela.

En el área de estudio se han identificado las secuencias SM1 (Mioceno

Temprano), SM2 (Mioceno Medio) y SPP (Plio – Pleistoceno). Gran parte de la

secuencia SM2 y la parte superior de la secuencia SM1 están erosionadas. La secuencia

SM3 (Mioceno Tardío) no se depositó. En la figura 3.5 se muestra un cuadro de

correlación cronoestratigráfico con las secuencias estratigráficas de segundo orden

(VIPA, 2000) y tercer orden definidas (Proyecto Tácata, 2004) en el área y los eventos

geológicos asociados.

59

1166..44

55..33

1111..22

2233..88

PLIOCENO/ PLEISTOCENO

TARDIO

M I O C E N O

N E O G E N O

ME D I O

T E M P R A N O

CCRROONNOO--EESSTT RRAATTIIGGRRAAFFÍÍAA

60

PP

EE

RR

ÍÍ

OO

DD

OO

ÉÉPPOOCCAA EEDDAADD ((MMaa..))

TÁCATA

SSEECCUUEENCCIIAASS

(2004)VIPA (2002)

N

Litología Generalizada

ÁÁRREEAA:: TTAACCAATT

2° ORDEN 3° ORDENEspesor

1000-1200’

2000’

850’-900’

1000’-1800’

800’-1100’

600’-850’

1400’

NP

750’-1050’

900’-1350’

825’-1300’

SSMM11

SSMM22

SSPPPP

SSMM33 SS1133

SS1144

SS99

SS88

SS77

SS66

SS1155

SS1166

SS55

SS44

SS33

SS22

SS11

SS1122

SS1111

SS1100

SSBB1166

SSBB1155

Tendencia Paleobatimétrica

SSBB66

SSBB55

SSBB44

SSBB33

SSBB22

SSBB1111

SSBB1100

MMFFSS 1111

MMFFSS1100

MMFFSS55

MMFFSS66

MMFFSS44

MMFFSS33

MMFFSS22

MMFFSS11

Contin.-Neritic.-Batial

SSBB1144 MMFFSS1144

MMFFSS 1166

MMFFSS1155

NP

Figura 3.5. Cuadro de correlación cronoestratigráfico

Secuencia SM1 (Mioceno Temprano)

Dentro de la secuencia SM1 se definieron seis secuencias estratigráficas de

tercer orden (Vail, 1991), denominadas en sentido cronológico ascendente S2 hasta la

Secuencia S7 (figura 3.5).

Estas secuencias se caracterizan por una alternancia de lutitas y areniscas, con

ocasionales capas de carbón. Las lutitas son de color oscuro laminadas y componen la

mayor parte de la Formación. Las areniscas pueden ser de grano fino, medio y grueso

(ocasionalmente), con detritos carbonosos que le dan una textura tipo “sal y pimienta”,

depositada en ambientes que varían desde:

Transicional – Nerítico Interno hacia la base (Secuencias S2, S3 y S4) con

patrones de apilamiento vertical representativos de progradaciones deltaicas proximales

de aproximadamente 150’ de espesor.

61

Plataforma externa hacia el tope (secuencias S5, S6 y S7), con patrones de

apilamiento vertical característicos de progradaciones deltaicas distales de hasta 400’ de

espesor aproximadamente.

Los espesores de las secuencias varían entre 700’ hasta 1400’. Las secuencias

S2, S7 y parte de las secuencias S3 y S6 no están completas por efecto de fallas.

Secuencia SM2 (Mioceno Medio)

Dentro de la secuencia SM2 se definieron cuatro secuencias estratigráficas de

tercer orden, denominadas en sentido cronológico ascendente S8 hasta la Secuencia S11

(Figura 3.5). La mayor parte de estas secuencias están erosionadas, pero los estudios en

áreas vecinas han permitido la descripción de las secuencias y la estimación de

espesores. Estas secuencias están constituidas principalmente por lutitas masivas de

color gris oscuro a negro, piríticas, en general calcáreas, con un alto contenido de

foraminíferos, de paleobatimetría que varía de Nerítico Medio-Externo, con algunas

intercalaciones de limolitas y areniscas calcáreas de grano muy fino. Los espesores

oscilan entre 800’ y 1800’.

Secuencia SPP (Plio-Pleistoceno)

Dentro de la secuencia SPP se definieron tres secuencias estratigráficas de tercer

orden, denominadas en sentido cronológico ascendente S14 hasta la Secuencia S16, las

cuales están compuestas por areniscas de grano medio a muy grueso y conglomeráticas,

intercaladas con carbones, limolitas arcillosas, con óxidos y ocasionales calizas, de

paleobatimetrías transicional a continental. Los espesores de estas secuencias varían

entre 750’ y 1350’ (Figura 3.5).

Tomando como referencia la ubicación relativa de los pozos ilustrada en la

figura 3.6, se muestra en la figura 3.7 la correlación estratigráfico-secuencial de los

pozos. Asimismo, se muestra en la figura 3.8 la correlación en detalle para los pozos

Auriol-9 y Auriol-10.

Figura 3.6. Ubicación relativa de los pozos.

48

49

Figura 3.8. Correlación en detalle para ambos pozos.

MARCO ESTRUCTURAL LOCAL El marco estructural local del área de Tacat se basó en el estudio regional

realizado por el Proyecto Tácata en el año 2005. Su estructura está interpretada como un

anticlinal fallado producto del empuje tectónico de los esfuerzos compresivos

provenientes del norte. La estructura está limitada hacia el norte por una falla de

retrocorrimiento de buzamiento sur con rumbo este-oeste y hacia el sur, por una falla de

corrimiento de buzamiento norte y de rumbo Este-Oeste, el salto vertical de dichos

corrimientos aproximadamente es de 1300 y 3200 pies respectivamente.

El área Tacat se encuentra ubicada dentro de una zona triangular formada por los

corrimientos mayores de Tala y Pirital hacia el norte y el retrocorrimiento hacia el sur

(figuras líneas N-S y E-W). El área se caracteriza por un apilamiento de estructuras

antiformes definidos por dos corrimientos principales de vergencia al norte que cortan

los retrocorrimientos pre-existentes de vergencia hacia el sur. Los principales niveles

de despegue han sido interpretados dentro del Mioceno Temprano: a) dentro de la

48

49

secuencia S2 y b) dentro de la secuencia S6. Interpretaciones recientes soportan un

modelo estructural tipo duplex o repeticiones de secciones estratigráficas (Mota et al.,

2005) (Figura 3.9).

Se desarrolla dentro de las lutitas del Mioceno Temprano a Medio (Formación

Carapita), por pliegues disarmónicos o apilamiento de pequeñas escamas, dicha zona

representa un despegue ciego hacia el sur en su base y un retrocorrimiento hacia el norte

emergente en su tope.

La estructura local al igual que la regional está dominada por un estilo tectónico

compresivo, que se caracteriza por la presencia de fallas inversas como el corrimiento

de Tacata cerca de la falla de Urica, el corrimiento de Tala y pliegues asociados que dan

origen a la zona triangular (Rangel, 2001).

48

CAPÍTULO IV

ENFOQUE Y LIMITACIONES

51

Los modelos de estratigrafía secuencial están basados en cambios relativos del nivel

del mar que conllevan a modificaciones en la tasa y patrones de sedimentación debido a

alteraciones en el nivel base del sistema; las secuencias depositadas, reflejan sucesivos

estadíos asociados a la relación entre tasa de subsidencia, tasa de aporte y espacio de

acomodo. Por lo tanto, uno de los parámetros fundamentales que subordina el desarrollo de

los sistemas encadenados es la profundización de la cuenca y la relación en sección de los

ambientes depositacionales.

Debido a la naturaleza del proyecto, se busca determinar patrones geoquímicos

controlados por el espesor de la columna de agua en la cuenca en función de corroborar

períodos máximos de profundización (MFS) y somerización (SB). En años recientes,

múltiples estudios se han realizado en el área de geoquímica obteniendo de acuerdo al

enfoque, diversas aplicaciones las cuales se describen a continuación.

Correlación de secuencias: secuencias estratigráficas con buen control

bioestratigráfico y desarrollo de zonas faunales diferenciadas enmarcadas en ambientes

tectónicos estables, son frecuentemente correlacionadas con relativa facilidad definiendo

inclusive secuencias de cuarto y quinto orden.

Sin embargo, condiciones tectónicas y climáticas especiales conllevan a secuencias

de correlación complicada que implican control bioestratigráfico bajo o muy amplio,

desarrolladas en ambientes de rápida depositación en donde las secuencias definidas no

pueden ser subdivididas más allá de la data bioestratigráfica ni siquiera a través de

propiedades petrofisicas (Andrew et a.l, 1996; Pearce & Jarvis, 1995; Andersson et al

2004).

En secuencias monótonas sin fósiles índices, la quimioestratigrafía ha sido usada

como herramienta de alta resolución, identificando cambios ligeros en la composición de

los sedimentos que proveen un único criterio discriminativo en función de establecer

parámetros correlativos independientes (Pearce & Jarvis, 1995; Andersson et al., 2004).

Según Andrew et al. (1996), la correlación entre pozos puede ser lograda mediante

el reconocimiento de características químicas similares en secuencias adyacentes,

identificando tendencias geoquímicas de largo término y sucesiones estratigráficas con

señales químicas diagnósticas.

52

Inferencias climáticas y grado de diagénesis: procesos sedimentarios y efectos de

intemperismo implicados en la depositación de sucesiones estratigráficas supeditadas por

controles químicos, sedimentarios y oceanográficos, son registrados en las concentraciones

elementales de los sedimentos. Sin embargo, elementos traza y minoritarios más que

concentración absoluta de elementos, son utilizados como paleoindicadores debido a su

corto tiempo de residencia en el agua dulce o marina y su comportamiento característico

durante la cristalización fraccional, intemperismo y reciclamiento (Andersson et al., 2004;

Calvert & Pedersen, 1993; Joo et al., 2005).

De acuerdo a Ohta (2004); el efecto compuesto de los procesos geológicos

(escogimiento hidráulico, intemperismo, diagénesis) que reorganizan la composición

química de los sedimentos dificulta distinguir características diagnósticas y restringir

interpretaciones de proveniencia.

Análisis de cuenca y de proveniencia: cambios químicos subordinados a

proveniencia pueden ser usados en combinación con datos sedimentológicos y de

paleocorrientes para reconstruir paleogeografías a través de identificación de locaciones de

procedencia de sedimentos, aplica particularmente en límites no secuenciales y

discordancias que proveen respuestas químicas derivadas por cambios de procedencia

(Racey et al., 1995).

La insolubilidad de los elementos traza en soluciones acuosas condicionan su

transporte como partículas absorbidas en las superficies de las arcillas o en sitios catiónicos

intercapas. Es por ello que Lee (2002); afirma que la composición de las lutitas es un

reflejo directo de la roca fuente, debido al poco fraccionamiento y movilización de los

elementos traza frente a procesos de intemperismo, transporte y diagénesis.

Exploración petrolera/Geología de producción: en la exploración y producción de

hidrocarburos, es necesario el desarrollo de modelos de estratigrafía secuencial como

herramienta vinculante entre secuencias depositacionales y variaciones del nivel del mar

asociadas a posibles eventos anóxicos y acumulación de materia orgánica.

La acumulación de sedimentos ricos en materia orgánica producto de complejas

interacciones entre paleobatimetría, paleoclima y paleoceanografía generan patrones

químicos característicos que implican eventos paleoanóxicos, y por tanto, posibles sistemas

53

de rocas madres que pueden ser identificadas por medio de geoquímica (Demaison &

Moore, 1980; Kertznus, 2002).

Según Jones & Manning (1993); en la determinación de eventos anóxicos, es

necesario la delimitación de parámetros independientes de cualquier variación

composicional y textural del sedimento; sin embargo, diversos autores reportan mejores

resultados en sedimentos finos debido a la baja difusibilidad del oxígeno dentro de estos.

De acuerdo a Pearce et al., (1999); facies clásticas de grano grueso producen señales

químicas poco discriminativas por efecto dilutivo del cuarzo y heterogeneidad en el grado

de escogimiento; en cambio, el tamaño uniforme y distribución elemental homogénea de

las lutitas permite respuestas confiables por lo que su uso en geoquímica inorgánico es más

explotado. No obstante, Racey et al., (1995); plantea el uso de areniscas como indicadores

óptimos de proveniencia.

La escasa densidad de la materia orgánica restringe su depositación en ambientes de

baja energía vinculados a sedimentos finos; además, limitada difusibilidad de agentes

oxidantes conlleva a mejores condiciones de preservación por lo que el contenido de

materia orgánica en las arenas tiende a ser reducido (Demaison & Moore, 1980).

En geología de producción, reservorios de litología diversa han sido caracterizados

y correlacionados geoquímicamente para definir su extensión lateral y vertical, en función

de solventar problemas de conectividad en reservorios de complejos amalgamados y

sistemas de meandros (Racey et al., 1995).

En condiciones regulares, la profundización de la cuenca por aumento en la

columna de agua conlleva a niveles de oxígeno disuelto menores con respecto a

condiciones de ambientes someros. De acuerdo a esta hipótesis y en virtud que cambios en

la proveniencia del sedimento, grado de diagénesis, intemperismo y demás factores no

registran los cambios en la columna de agua, se enfoca el estudio a la determinación de

condiciones redox en función de delimitar superficies de inundación y límites de secuencia

asociados a ciclos transgresivos y regresivos.

Una vez determinadas las superficies de inundación, límites de secuencia y cambios

de ambiente para cada pozo, se correlacionan las secuencias entre ambos pozos de acuerdo

a indicadores de elementos trazas inmóviles vinculados a procedencia litológica.

54

Limitaciones: a diferencia de las muestras puntuales tomadas en núcleos y

afloramientos, las muestras de canal frecuentemente consisten en intervalos que agrupan

múltiples estratos de diferentes litologías, dependiendo de la amplitud del intervalo se

puede dar el caso que la muestra sea de un solo estrato o varios de ellos. Adicionalmente se

tiene una amplitud del intervalo no constante que es cuantificado en la tabla 4.1

Tabla 4.1. Intervalos de muestra para los pozos (en pies).

Auriol - 9 Máximo 80 Mínimo 5

Promedio 22 Moda 10

Auriol - 10 Máximo 40 Mínimo 5

Promedio 13 Moda 10

De allí, surge la imposibilidad de discriminar con exactitud litologías a partir de las

muestras aún con la información adicional proporcionada por lo registros eléctricos. Cada

tipo de litología se caracteriza por concentraciones típicas descritas como composición

promedio; sin embargo, en cada muestra de canal obtenida no se conoce el porcentaje en

peso de cada litología, por lo tanto, el aporte elemental de cada una de ellas en la

composición total varía dependiendo del intervalo de las muestras y composición de cada

litología. Consecuentemente, no se pueden comparar los resultados obtenidos con las

composiciones promedio establecidas por Taylor & MacLennan (1985) citado en White

(2001); Wedepohl (1971) citado en Wehausen & Brumsack (1999).

Ohta (2004), estudia la proveniencia de sedimentos siliciclásticos tomando en

cuenta el factor hidrodinámico y concluye que óptimos resultados son obtenidos en arenas

debido a que se garantiza cercanía de la fuente y homogeneidad en las señales químicas; de

allí y considerando la naturaleza de las muestras de canal, se infiere la poca factibilidad de

este tipo de análisis para el proyecto.

Asimismo, las clasificaciones litológicas como las propuestas por Herron (1988), no

proporcionarían resultados óptimos puesto que se estarían analizando una mezcla de

litologías y no un estrato en específico; obviamente, aquellas muestras que coincidan dentro

de una misma capa serán correctamente analizadas; sin embargo, la discretización de

aquellos casos en donde ocurre esto, sería difícil debido al posible desfase entre registros

eléctricos y muestras de canal y aún cuando se pudiese determinar, los casos correctamente

55

clasificados estarían aislados o en intervalos por lo que no generarían un continuo de

información.

En muestras de núcleos y afloramiento, existen factores contaminantes a considerar

como intemperismo, diagénesis, factores antrópicos, etc; sin embargo, en muestras de canal

las variables contaminantes son más complejas y numerosas. El primer factor limitante es

la contaminación por el lodo de perforación en base aceite puesto que contiene materia

orgánica, Cromo, Vanadio, Níquel, Molibdeno, Cadmio, Cobre, Plomo, Bario entre otros,

este último quizás es el más contaminante debido al agregado de Barita usado para

aumentar la densidad del lodo; debido a que no se conoce cuantitativamente en que medida

contamina el lodo las muestras, sólo se puede evaluar cualitativamente aquellas variables

contaminadas y establecer criterios que permitan disminuir el ruido introducido en las

señales químicas.

En este proyecto, se trataron las muestras con diclorometano para reducir al mínimo

la contaminación por el lodo de perforación; no obstante y de acuerdo a Wenger et al

(2004), la contaminación sólo es atenuada y no eliminada a pesar de múltiples lavados.

Debido a que el lodo es continuamente reciclado durante las actividades

operacionales, las propiedades físicas y químicas del mismo son variables a lo largo de la

sección estratigráfica; se observa inclusive para el Auriol-10 el empleo de dos tipos de

lodos que afectan de manera distinta las señales registradas.

El segundo factor contaminante a considerar es aquel producido por el material

antipérdida y los agregados utilizados para aumentar la densidad del lodo durante

actividades operacionales. Entre estos agregados se encuentran el Carbotrol (básicamente

materia orgánica); Gilsonita (asfalto); Carbonatos; Soluflake, etc. Es necesario destacar que

durante la perforación pueden ocurrir derrumbes parciales en las paredes del pozo, lo que

conllevaría a una mezcla vertical estratigráfica adicional a la considerada por el muestreo

regular.

El último factor, es el procesado de las muestras; la pulverización se realizó a

mano en mortero de ágata hasta que el 15% quedase retenido en el tamiz malla 100; este

procedimiento no garantiza la homogeneidad de las muestras puesto que granos de cuarzo

de tamaño considerable son más difíciles de pulverizar que aquellos de tamaño fino, por lo

tanto, en las secciones de granulometría gruesa la cantidad de cuarzo sería menor que en

56

capas de arenisca fina más fáciles de triturar. Esto concuerda con lo observado en la figura

4.1 de perfiles de Silicio (indicador principal de cuarzo) y Aluminio (indicador principal de

arcillas), puesto que en los perfiles eléctricos que muestran mayor cantidad de arena se

observa una disminución en el Silicio, es decir, se observa un comportamiento opuesto al

esperado.

Figura 4.1. Contraste entre los perfiles eléctricos y señales químicas del Auriol-9 (en ppm). Nótese la

disminución del Silicio en el intervalo arenoso comprendido entre 13800’ y 14500’.

En la revisión visual de las muestras durante la selección de las mismas, no se

registraron cantidades considerables de arena en intervalos de granulometría gruesa

identificado por los perfiles eléctricos, esto tal vez se deba a que en la relación densidad de

lodo-densidad de arena, la primera no sea suficientemente alta como para transportar en

suspensión la totalidad de los granos más gruesos.

Al Si Al Acumulado Si Acumulado Si/Al Acumulado

57

CAPÍTULO V

ANÁLISIS GEOQUÍMICO

58

Complicadas interacciones entre factores batimétricos, climáticos y tectónicos

durante el Mioceno derivan en secuencias y patrones sedimentarios cambiantes;

asimismo, el control ejercido en los procesos físicos y biológicos conlleva a

concentraciones elementales que caracterizan la evolución de la cuenca en el tiempo.

El desarrollo de períodos de alta productividad primaria y condiciones reductoras

en las aguas de fondo eventualmente generan acumulaciones importantes de elementos

metálicos (Alberdi-Genolet & Tocco, 1999; Algeo & Maynard, 2004; Demaison &

Moore, 1980; Jones & Manning, 1993; Lipinski et al., 2003; Morford et al., 2001;

Nijenhuis et al., 1998; Schmitz et al., 2005; Wehausen & Brumsack, 1999; Qin et al.,

1985; Hatch & Leventhal, 1992; Müller & Suess, 1979; entre otros).

En este capítulo se discute la interdependencia entre la acumulación de materia

orgánica, oxigenación, productividad y concentraciones de metales característicos, en

función de establecer parámetros depositacionales y delimitar secuencias estratigráficas.

Productividad biológica: la productividad primaria en ecosistemas marinos es

determinada por la cantidad de fitoplancton residente en la zona eufótica (Bordovsky,

1965); allí, la disponibilidad y consumo continuo tanto de nutrientes como de oxígeno

restringen el desarrollo de la actividad biológica; en consecuencia, la producción

sostenida de plancton ocurre sólo si los nutrientes son suministrados a la zona eufótica

por advección horizontal o circulación vertical de corrientes que renuevan el nivel de

oxígeno (Nijenhuis et al., 1998; Pedersen & Calvert, 1990).

La estratificación de la columna de agua puede responder a gradientes verticales

de salinidad (haloclina), densidad (picnoclina) y temperatura (termoclina). En base a esto,

Demaison & Moore (1980), proponen dos procesos operantes en la circulación vertical:

movimiento descendente de masas superficiales saturadas en oxígeno (downwelling);

movimiento ascendente de aguas frías, densas y ricas en oxígeno de profundidades

intermedias (upwelling).

Aunque las causas que originan estos patrones de circulación no son del todo

entendidas, sí se conoce que obedecen a diferencias de densidad, latitud, cambios en los

patrones de vientos superficiales y transporte de Ekman por la fuerza Coriolis.

59

Acumulación de materia orgánica: la productividad es uno de los factores

condicionantes en la acumulación de materia orgánica (Pedersen & Calvert, 1990); sin

embargo, la relación no lineal entre estas corrobora otros mecanismos físicos y biológicos

responsables de su acumulación en la interfase agua-sedimento (Demaison & Moore,

1980; White, 2001; Eppley & Peterson, 1979; Henrichs, 1992).

La productividad primaria y degradación por bacterias en la columna de agua, son

factores biológicos que supeditan la cantidad de materia orgánica acumulada. La primera,

además de generar la materia orgánica en descenso, dispone de la porción de oxígeno en

la zona fótica asociada al desarrollo de actividad biológica que estratifica la columna de

agua por debajo de la picnoclina. La segunda, llevada a cabo por bacterias aeróbicas y

anaeróbicas, disuelve la materia orgánica en sucesivos ambientes reductores y en los

primeros centímetros de la interfase agua-sedimento (Bordovsky, 1965; Eppley &

Peterson, 1979; Claypool & Kaplan 1974; Berner, 1981; Aller, 1978).

En cuanto a los factores físicos, diversos autores proponen múltiples controles

responsables de acumulación o ausencia de materia orgánica: tamaño del sedimento

(Demaison & Moore, 1980; Mayer, 1993; Pedersen & Calvert, 1990; Bordovsky, 1965);

tasas de sedimentación (Müller & Suess, 1979; Heath et al., 1977; Henrichs, 1992);

profundidad de la cuenca y modo de transporte del material orgánico (Demaison &

Moore, 1980; Henrichs, 1993).

La ocurrencia de materia orgánica asociada a sedimentos de grano fino está

condicionada por diversos factores: equivalencia hidráulica (Pedersen & Calvert, 1990);

difusibilidad restringida de agentes oxidantes en sedimentos lutíticos (Mayer, 1993;

Bordovsky, 1965); formación de elementos particulados refractarios (Mayer, 1993;

White, 2001).

Preservación de materia orgánica: en zonas donde la actividad biológica prolifera,

el consumo continuo de oxígeno por parte de organismos y degradación de materia

orgánica conlleva a niveles reductores debajo de la picnoclina; a partir de allí y

dependiendo de la profundidad de la columna de agua, la cantidad de materia orgánica en

asentamiento determinará el grado de anoxicidad y la tasa a la cual los nutrientes son

60

retornados a los sedimentos (Pedersen & Calvert, 1990, Bordovsky, 1965; Degens &

Mopper; 1976).

Una vez consumido el oxígeno disuelto, la degradación de la materia orgánica

continúa a través de la reducción de nitratos, sulfatos y posteriormente fermentación

anaeróbica metanogénica (Claypool & Kaplan, 1974; Demaison & Moore, 1980).

Según Claypool & Kaplan, (1974); Pedersen & Calvert, (1990); Demaison &

Moore, (1980); Jones & Manning, (1993); condiciones anóxicas en las aguas de fondo

suponen preservación de materia orgánica por actividad bioturbadora y bacterial reducida

(figura 5.1); sin embargo, las causas que originan acumulaciones importantes de materia

orgánica han sido atribuidas a diversos mecanismos: productividad primaria exacerbada

en la zona fótica que evoluciona en aguas de fondo anóxicas (Calvert & Pedersen, 1993;

Pedersen & Calvert, 1990); eventos regionales o globales anóxicos que suprimen la

degradación bacterial (Demaison & Moore, 1980; Woolnough, 1937 citado en Calvert &

Pedersen, 1993; Schlanger & Jenkyns, 1976 citado en Kertznus, 2002).

CH4

O2

500 años

750 años

750 años

Tipo de Respiración

Consumo de Oxígeno

Sulfato reducción H2S

Días - Meses

Tiempo de residencia de la M.O.

100 cm

Reducción bacterial de CO2

CH4

Tipo de Respiración

Consumo de Oxígeno

Días - Meses

Sin Bioturbación

O2

Reducción bacterial de

sulfatos

Reducción bacterial de CO2

AUSENCIA DE

SULFATOS

1250 años

750 años

100cm

Tiempo de residencia de la M.O.

Fondo oceánico

Baja Calidad de Materia Orgánica

Baja Preservación (0.2-4% COT)

Bioturbación Biológica en la Interfase Agua-Sedimento

Difusión de Oxidantes (O2, SO4) por Bioturbación en el Sedimento

Menor Presencia de Metales Tóxicos

Alta Calidad de Materia Orgánica

Alta Preservación (1-25% COT)

Ausencia de Bioturbación en la Interfase Agua-Sedimento

Difusión de Restringida de Oxidantes (SO4) en el Sedimento no Perturbado

Menor Utilización de Lípidos por Bacterias Anaeróbicas

Figura 5.1. Degradación de materia orgánica en ambientes óxicos (izquierda) y anóxicos (derecha). (Basado

en Demaison & Moore, 1980).

61

Acumulación de elementos metálicos: el enriquecimiento de ciertos metales

asociados a preservación de materia orgánica y períodos de poca oxigenación

desarrollados dentro de ambientes anóxicos y euxínicos, resulta de complejas

interacciones y reacciones electroquímicas que producen precipitación de fases

autigénicas sulfurosas e integración de elementos en complejos organometálicos.

Las acumulaciones y relaciones observadas entre elementos que se comportan

bajo un mismo patrón, obedecen a cambios de solubilidad como consecuencia de

condiciones químicas variantes.

Cuando existe suficiente H2S libre en el ambiente, los metales Cu, Cd, Ni y Zn

pueden precipitar como fases sólidas sin cambiar su estado de valencia. Por otra parte,

mecanismos eficientes de adsorción producto de cambios de valencia progresivos en

sucesivos ambientes reductores operan sobre los elementos Cr, Mn, I, Mo, U y V; como

resultado, múltiples fases sólidas con distinta solubilidad son utilizadas como

paleoindicadores de oxígeno disuelto en ambientes depositacionales (Calvert & Pedersen,

1993; Wehausen & Brumsack, 1999; Algeo & Maynard, 2004).

En función de entender las reacciones que originan los patrones observados en la

geoquímica sedimentaria, se explican a continuación los principales mecanismos y

procesos involucrados en la acumulación de algunos metales en condiciones reductoras.

Cobre y Níquel: ambos elementos son clasificados por Algeo & Maynard (2004),

como metales que exhiben un comportamiento o afinidad euxínica débil debido al escaso

control en su acumulación por cambios en las condiciones redox.

El transporte de estos elementos a través de la columna de agua en complejos

organometálicos asociados a ácidos fúlvicos-húmicos y adsorción en oxihidróxidos

particulados de Fe-Mn, culmina con la depositación en condiciones reductoras en o

debajo de la interfase agua-sedimento (Pedersen & Calvert, 1993).

Allí, liberación y subsecuente precipitación de ambos metales en fases sólidas de

sulfuros autigénicos son producidas por la disponibilidad del H2S disuelto producto de la

acción de bacterias sulfato-reductoras.

En cuanto a mecanismos de acumulación, el cobre muestra buena correspondencia

con la fracción sulfúrica en ambientes anóxicos/euxínicos motivado a disolución de

oxihidróxidos de Fe-Mn y formación de sulfuros autigénicos. Contrariamente, el níquel

62

presenta tendencia a ser estructurado en la fracción orgánica de ambos ambientes por

incorporación en complejos tetrapirrólicos (Algeo & Maynard, 2004).

Zinc: la acumulación de zinc en ambientes anóxicos es realizada sin cambios de

valencia mediante solución sólida en pirita, precipitación de ZnS o como fase

independiente de esfalerita autigénica. En el proceso de asentamiento de la materia

orgánica, la acción de bacterias sulfato-reductoras promueve liberación del zinc de los

ligandos organometálicos facilitando su posterior adsorción por complejos autigénicos.

De acuerdo a Algeo & Maynard (2004); el zinc muestra buena correlación con el

COT en facies anóxicas no sulfúricas debido a que se encuentra asociado a ligandos de la

materia orgánica. En ambientes euxínicos, la covariación del zinc, cobre, níquel y uranio

con el azufre indica integración de estos elementos en fases sólidas debido a

remineralización de materia orgánica por bacterias sulfato-reductoras.

Cadmio: es liberado al agua de poro durante la diagénesis de la materia orgánica

y enriquecido en sedimentos en donde el manganeso ha sido consumido. Aumentos en las

concentraciones de fases sólidas de cadmio ocurren con incrementos en sulfuros ácidos

volátiles sugiriendo fijación en forma de sulfuro (Morford et al., 2001).

Bario y Fósforo: de acuerdo a (Wehausen et al., 2002; Schmitz et al., 1997;

Wehausen & Brumsack 1999; Scopelliti et al., 2004; White, 2001); bario y fósforo son

elementos biolimitantes vinculados a períodos de productividad que subordinan el

desarrollo de la actividad biogénica.

La fijación de estos elementos en los tejidos de los organismos conlleva a

ausencia en aquellos niveles donde la productividad primaria evoluciona; asimismo, el

asentamiento de la materia orgánica a través de condiciones progresivamente reductoras

en la columna de agua, genera liberación por disolución de nutrientes que induce un

declive en las concentraciones caracterizado y propuesto por Redfield (1958) citado en

White (2001).

El flujo primario de fósforo a los sedimentos está dado por el asentamiento de

material orgánico, remanentes de peces y óxidos de hierro con alta capacidad de

adsorción; el fósforo litogénico generalmente es de menor importancia por lo que

acumulaciones importantes corroboran períodos de paleoproductividad (Wehausen et al.,

2002).

63

Sin embargo, eventos diagenéticos y condiciones reductoras pueden restringir la

presencia de fósforo con respecto al bario. Es por ello que Schmitz et al., (1997);

Wehausen & Brumsack (1999); Scopelliti et al., (2004); proponen el uso del bario en la

barita como indicador confiable de paleoproductividad. Eso aun cuando el mecanismo de

acumulación y precipitación que relaciona la barita con zonas de alta productividad

biogénica no es entendido completamente.

Yodo y Bromo: las concentraciones por precipitación y difusión de los halógenos

yodo y bromo están dominadas únicamente por mecanismos y reacciones diagenéticas

involucradas en la degradación de materia orgánica por ambientes reductores en o debajo

de la interfase agua-sedimento.

En ambientes progresivamente anóxicos, el sucesivo empobrecimiento de yodo

obedece a la reacción del sulfuro y sustancias húmicas sedimentarias con el yodato

adsorbido en la fracción orgánica de alto peso molecular; por tanto, a mayor relación

I/Br, mayor será la cantidad de oxígeno disuelto en el ambiente depositacional (Calvert &

Pedersen, 1993).

Molibdeno: de acuerdo a Algeo & Maynard (2004); las concentraciones de

molibdeno presentes en el agua marina son relativamente altas para un elemento traza; no

obstante, el mecanismo operante en la transferencia de este elemento a la interfase agua-

sedimento es la adsorción en sustancias húmicas o asociación en el ciclo redox de los

oxihidróxidos de Fe y Mn.

En condiciones anóxicas, la precipitación de molibdeno está vinculado a

depositación de tiomolibdato orgánico o reducción en solución sólida con sulfuros de

hierro, que según Morford et al., (2001); son mecanismos ineficientes si se comparan con

las concentraciones de sulfuros autigénicos asociados a Mo como consecuencia de mayor

disponibilidad de H S en ambientes euxínicos. 2

Estas hipótesis concuerdan con los resultados reportados por Algeo & Maynard

(2004); en donde bajas concentraciones en fracciones sulfurosas y orgánicas de

ambientes anóxicos son contrastadas con acumulaciones importantes de Mo vinculadas a

materia orgánica en condiciones euxínicas.

Vanadio: cambios sucesivos en la valencia del elemento vanadio desde ambientes

óxicos a euxínicos son registrados a lo largo de la columna de agua y durante el

64

asentamiento de partículas orgánicas. En base a esto, múltiples teorías se han establecido

para explicar las relaciones electroquímicas actuantes, Calvert & Piper (1984); sugieren

asociación con fases sólidas de oxihidróxidos de Fe y Mn en sedimentos marinos; Jones

& Manning (1993), señalan que además de ser incorporado en materia orgánica a través

de porfirinas, el vanadio puede ser alojado en la fracción detrítica por minerales

silicatados.

De acuerdo a Algeo & Maynard (2004); especies iónicas de vanadato de

ambientes óxicos son convertidas en hidróxidos insolubles o iones de vanadil bajo

presencia de ácidos fúlvicos y húmicos en condiciones subóxicas; asimismo, la

precipitación y acumulación en este ambiente es controlada por procesos de adsorción

superficial y formación de ligandos organometálicos. En condiciones anóxicas, la

presencia de H2S disuelto genera reducción a vanadio (III) que puede ser integrado en

porfirinas o precipitar como fases sólidas de óxido o hidróxido.

En sedimentos euxínicos, las concentraciones de vanadio, molibdeno y plomo

muestran fuerte correlación; sin embargo, mecanismos diferentes operan en la

acumulación de cada elemento en donde Mo y Pb son adsorbidos por sulfuros de hierro

mientras que el vanadio precipita como oxihidróxido insoluble. Según Algeo & Maynard

(2004); el vanadio ofrece mayor confiabilidad como indicador de oxigenación debido a

precipitación progresiva e independiente en ambientes cada vez más reductores; Pb y Mo

en cambio, muestran modificaciones abruptas sólo a concentraciones de COT de 2,5% y

10%.

Uranio: múltiples valencias de uranio condicionan su estadía en ambientes y

fases sólidas a distintas solubilidades. En ambientes óxicos, se encuentra presente como

uraninita o asociado a carbonatos de uranilo y minerales de fosfato químicamente inertes;

sin embargo, considerables acumulaciones de este elemento son removidos en solución

durante procesos de intemperismo (Morford et al., 2001; Jones & Manning, 1993).

De acuerdo a Algeo & Maynard (2004); la reducción y asociación de U(IV) a

materia orgánica en ambientes anóxicos, es condicionada por procesos mixtos

promovidos por catálisis en superficies de partículas o enzimas especiales producidas por

bacterias sulfato-reductoras. Las acumulaciones de uranio en ambientes euxínicos son

favorecidas por presencia de H S y correlacionables con concentraciones de Ni, Zn y Cu; 2

65

no obstante, el mecanismo de precipitación está más asociado a fases sólidas autigénicas

no-sulfúricas que a sulfuros de hierro.

En ambos casos, concentraciones absolutas subordinadas a tasas de sedimentación

son propuestas como indicadores de patrones y ambientes depositacionales.

Manganeso: en condiciones óxicas a niveles superficiales marinos, es

suministrado por sistemas fluviales como envoltorios de material particulado formando

óxidos y oxihidróxidos que debido a su cinética gradual forman parte del ciclo

geoquímico oceánico (Calvert & Pedersen, 1993); esto concuerda con lo establecido por

Algeo & Maynard (2004), que afirman reciclamiento intenso consecuencia de

velocidades lentas de precipitación y disolución en ambientes óxicos y anóxicos

respectivamente.

En la interfase agua-sedimento, la difusión del manganeso como producto de

disolución en ambientes anóxicos/euxínicos, evoluciona en difusión del elemento a capas

infrayacentes en donde alcanzado el punto de saturación es incluido en fases sólidas

carbonáticas; en cambio, la difusión a estratos suprayacentes genera como consecuencia

reprecipitación de oxihidróxidos que adsorben en su estructura elementos calcófilos como

níquel, cobre, zinc, plomo y cobalto (Morford et al., 2001).

De acuerdo a Algeo & Maynard (2004), ausencia de manganeso en ambientes

anóxicos como efecto de disolución reductiva de oxihidróxidos de Fe-Mn es originada en

condiciones ligeramente disóxicas e intensificada durante anoxicidad.

Cromo: la cantidad de oxígeno disuelto subordina la formación de aniones y

cationes a distintas solubilidades que en condiciones óxicas resultan altamente movibles.

En ambientes anóxicos, los bajos niveles de pH conllevan a enriquecimiento de cromo a

través de su adsorción en oxihidróxidos de Fe-Mn e integración en ácidos húmicos y

fúlvicos; asimismo, altos niveles en el pH implican formación de grupos hidroxilos que

pueden ser precipitados como Cr insoluble (Lipinski et al., 2003). O2 3

Las concentraciones de cromo están estrechamente vinculadas a la cantidad de

materia orgánica en ambientes tanto euxínicos como anóxicos. Sin embargo, para Jones

& Manning (1993); la incorporación del cromo a la fracción detrítica proviene de la

sustitución por el aluminio en las arcillas.

66

La covarianza entre el cromo, materia orgánica y elementos traza es sumarizada

por Algeo & Maynard (2004), proponiendo diversas explicaciones: la mayoría del cromo

es alojado en fases independientes de oxihidróxidos de cromo; remineralización de la

materia orgánica provoca disminución del elemento en condiciones euxínicas con

respecto a las anóxicas, explicando la falta de correlación entre el cromo y los elementos

traza.

Controles generales en la acumulación de elementos trazas: los mecanismos de

acumulación explicados anteriormente, son controlados por procesos que condicionan la

disponibilidad de elementos en el ambiente.

Los procesos biogénicos tienden a generar gradientes de concentraciones

elementales biolimitantes necesarias para el desarrollo de los organismos;

adicionalmente, períodos de alta productividad evolucionan en condiciones anóxicas que

son exacerbadas por bacterias sulfato-reductoras en las aguas de fondo y que,

eventualmente promueven la formación de fases sólidas de sulfuros autigénicos

(Brumsack, 1980; Alberdi-Genolet & Tocco, 1999).

Aunque Lee (2002), afirma que la mayoría de los eventos diagenéticos son

isoquímicos, autores como Nijenhuis et al., (1998); Ohta (2004); Morford et al., (2001);

entre otros, reportan modificaciones postdepositacionales por movilización de frente

óxico que degrada la materia orgánica y concentra elementos metálicos.

INTERPRETACIONES GEOQUÍMICAS

Los perfiles de concentración química reflejan variaciones existentes en la

composición elemental de las muestras a través de la columna sedimentaria. En

elementos sensitivos a condiciones redox, mínimas concentraciones evidencian períodos

de oxigenación en aguas de fondo mientras que acumulaciones exacerbadas corroboran

etapas reductoras ambientales.

Calvert & Pedersen (1993), Scopelliti et al. (2004), Jones & Manning (1993),

Demaison & Moore (1980), entre otros; determinan condiciones de óxido-reducción en

secciones sedimentarias mediante análisis químicos de elementos metálicos.

Específicamente Algeo & Maynard (2003), establecen que los elementos U, Zn, Pb y V

67

registran cambios sutiles en condiciones redox debido a sucesivos cambios de valencia

vinculados a ambientes depositacionales; por su parte, Davis & Pratt (1997), citado en

Kertznus (2002); proponen la relación V/(V+Ni) como indicador de estratificación en la

columna de agua que refleja condiciones de anoxia. Consecuentemente, al analizar los

resultados se proyecta obtener concentraciones de elementos metálicos asociados a

condiciones redox y vincular estos episodios a superficies de inundación, límites de

secuencia o profundización de ambientes depositacionales.

Es necesario destacar que debido a la naturaleza de los elementos y las

limitaciones descritas en el Capítulo IV, no todos los límites de secuencia y superficies de

máxima inundación serán reflejados puesto que no existe una condición sine qua non

entre estos eventos y condiciones redox; sin embargo, la tendencia en la acumulación sí

debería reflejar profundización de la cuenca con subsiguiente reducción de oxigeno en las

aguas de fondo.

En la figura 5.2, se muestran los resultados geoquímicos que en tendencias

generales exhiben disminución en las concentraciones desde la base de la columna

(ambiente nerítico externo) hasta el inicio del ambiente transicional cercano a la SB4

(13800’); a partir de allí, el aumento relativamente constante de las concentraciones

sugieren ambientes progresivamente reductores que concuerdan con la profundización de

ambientes depositacionales establecidos en el modelo estratigráfico-secuencial.

Asimismo, se observan episodios esporádicos de aumento o disminución en las

concentraciones que coinciden con superficies de máxima inundación y límites de

secuencia respectivamente.

68

BATIAL SUPERIOR

TRANSICIONAL

NERÍTICO EXTERNO

BATIAL MEDIO

NERÍTICO MEDIO

NERÍTICO INTERNO

MFS

MFS

MFS

Cd Ni Pb U V Zn V/(V+Ni)Pr

of

max.: 15000 PANGAEA/PanPlot

borrar tambien.txt - 27.05.2006 23:43 h

0 30 60 90 120 160 0 10 20 30 40 50 0 1 2 3 4 0 1 2 3 4 5 6 0 20 40 60 80 0 30 60 90 120 160 0.0 0.3 0.5 0.7 0.911000

Figura 5.2. Perfiles de concentración del Auriol-9 de los elementos metálicos sensitivos a condiciones

redox. Las líneas de tendencia rojas y azules representan períodos oxidantes y reductores respectivamente.

Los perfiles de concentración acumulada de elementos permiten evaluar

condiciones depositacionales a través de la sección, aquellas curvas con pendiente

positiva indican acumulaciones progresivas en sección y consecuentemente en tiempo,

mientras que pendientes negativas evidencian depósitos empobrecidos, por tanto y

tomando en cuenta el objetivo de estudio, las pendientes positivas proyectan condiciones

cada vez más reductoras.

En los perfiles acumulados de U, V, Cd y Ag mostrados en la figura 5.3, se

aprecia una disminución sostenida desde el ambiente nerítico externo (15000’) hasta el

inicio de condiciones transicionales (14000’); posteriormente, un período relativamente

constante hasta el final del ambiente nerítico interno-SB5 y luego, aumento progresivo de

las concentraciones a medida que profundiza la cuenca.

12000

13000

14000

15000

SB6

SB5

SB4

SB3

69

71

U V Cd Agof

mPlot

59 h

Pr

ax.: 15000 PANGAEA/Pan

u v ag cd tac2 acumlado.txt - 29.05.2006 19:

En función de atenuar los efectos producidos por contaminación de lodo y

variaciones litológicas y tomando en cuenta los coeficientes de correlación de los

elementos a evaluar con el Ba, se normalizan los elementos metálicos y grafican sus

acumuladas con la finalidad de corroborar tendencias depositacionales (figura 5.4).

Figura 5.3. Perfiles acumulados de elementos metálicos para el Auriol-9.

13000

12000

11000

14000

15000

Las líneas azules muestran el comportamiento general del sistema.

-40 -20 -10 0 10 21 -300 -100 0 100 -2000 -1200 -800 -400 0 -60 -40 -30 -20 -10 0

BATIAL MEDIO

BATIAL SUPERIOR

NERÍTICO EXTERNO

NERÍTICO MEDIO

NERÍTICO INTERNO

TRANSICIONAL

73

Cr/Al Cd/Al U/Al V/Al Ag/Al Zn/Ba Cd/Ba Ni/Ba Pb/Ba U/BaP

rof

max.: 1500 PANGAEA/PanPlot

acumulada dee la parte 1.txt - 28.05.2006 18:38 h

0

11000

12000

13000

14000

15000

-30 10-400 210-20 11-100 0-20 10-500 500-1000 100-200 200-10 10-30 20

NERÍTICO EXTERNO

BATIAL SUPERIOR

NERÍTICO MEDIO

Cr/Al Cd/Al U/Al V/Al Ag/Al Zn/Ba Cd/Ba Ni/Ba Pb/Ba U/BaTRANSICIONAL

BATIAL MEDIO

NERÍTICO INTERNO

Figura 5.4. Perfiles acumulados de elementos metálicos normalizados para el Auriol-9.

Las gráficas acumuladas de los elementos Zn, Ni y Pb no fueron incluidas por estar

condicionadas por el lodo de perforación; esto se infiere debido a su alto coeficiente de

correlación (0.54; 0.63; 0.62 respectivamente) con el Ba que es asumido como indicador de

abundancia de lodo en las muestras (ver matriz de correlación en los anexos). Aunque el Ag

no es mostrado como elemento confiable indicador de condiciones redox, Lipinski et al.

(2003), afirma que su concentración está vinculada a períodos de reducción en aguas de

fondo; además se incluye en el análisis por su baja correlación con el Ba corroborando

ausencia de contaminación por el lodo.

Los elementos normalizados entre Al para reducir el efecto litológico muestran

comportamientos similares a los gráficos acumulados de los elementos sin normalizar. Sin

embargo, aquellos normalizados entre Ba para atenuar el efecto del lodo, exhiben

diferencias consistentes puesto que muestran cambios más abruptos en la culminación del

ambiente transicional.

De acuerdo a Algeo & Maynard (2004); el Mn es acumulado en períodos de

oxigenación o circulación activa en las aguas de fondo; asimismo, Ohta (2004), vincula los

elementos Si y Ti con aporte detrítico asociado a eventos regresivos o reajuste en el nivel

base fluvial.

En la figura 5.5, se aprecian concentraciones conspicuas de Mn y Mn/Al cercanos a

los límites de secuencia asociados a somerización esporádica del sistema depositacional;

con respecto a las máximas superficies de inundación, sólo pueden ser identificadas algunas

de ellas puesto que el manganeso discrimina mejor períodos óxicos que reductores. En

cuanto al Si/Al. excursiones positivas corroborarían períodos de aporte clástico exacerbado

por posible reacomodo en el nivel base del sistema causado por un evento de somerización

repentina.

Los perfiles de concentración acumulada mostrados en la figura 5.6, concuerdan con

lo establecido anteriormente. En el gráfico de Mn/Al, se observan tres incursiones positivas

posiblemente asociadas a los límites de secuencia; mientras que el diagrama de Mn muestra

mayores acumulaciones en ambientes transicionales y condiciones progresivamente

reductoras al tope.

74

BATIAL SUPERIOR

TRANSICIONAL

NERÍTICO EXTERNO

BATIAL MEDIO

NERÍTICO MEDIO

NERÍTICO INTERNO

Mn Mn/Al Si/Al

Pro

f

Mn Mn/Al Si/Al 0.02 0.04 0.05 0.06 0.07 0.08 0.09 0.100.110.00 0.01 0.02 0.03 0.04 0.050 10 20 30 40

m ox hax.: 15000 PANGAEA/PanPlot

icos para el tac2.txt - 28.05.2006 23:23

11000

12000

13000

14000

15000

SB6

SB5

SB4

Figura 5.5. Perfiles de indicadores de aporte clástico y condiciones óxicas para el Auriol-9.

Mn Mn/Al

Pro

f

max.: 15000 PANGAEA/PanPlot

mn para tac2 acum.txt - 28.05.2006 23:44 h

11000

12000

13000

14000

15000

-0.1 -0.0 0.1 0.2 -0.05-0.04 -0.03 -0.02 -0.01 0.00 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05

Mn Mn/Al

BATIAL SUPERIOR

TRANSICIONAL

NERÍTICO EXTERNO

BATIAL MEDIO

NERÍTICO MEDIO

NERÍTICO INTERNO

SB6

SB5

SB4

Figura 5.6. Diagramas de dispersión acumulados para Mn y Mn/Al en el Auriol-9.

75

En los perfiles de concentración del Auriol-9 analizados anteriormente, no se

descarta la contaminación parcial de algunos elementos por parte del lodo de perforación;

sin embargo, esta contaminación se proyecta como constante debido a la utilización de un

mismo tipo de lodo a través de la sección estudiada.

Contrariamente, en el Auriol-10 fueron empleados dos tipos distintos de lodo que

producen contaminación variable y que imposibilitan establecer un criterio base en ambas

partes en función de analizar condiciones depositacionales.

U Cu Zn Cd Mn Ba

Prof

max.: 17050 PANGAEA/PanPlot

contam tac3.txt - 29.05.2006 01:28 h

11800

12800

13800

14800

15800

16800

0 5 0 50 0 500 0 300 -0.1 0.3 0 20

Figura 5.7. Respuestas en las señales químicas debido a cambio de tipo de lodo de perforación (en ppm)

En la figura 5.7, se muestran los elementos asociados a lodos de perforación en base

aceite en al Auriol-10, se observa un cambio drástico en las concentraciones a partir de

14600’; esta profundidad concuerda con los reportes operacionales que indican cambio de

tipo de lodo 100% aceite a lodo drill in.

Los análisis de discriminación dividen conjuntos de datos a partir de variables

independientes comunes, el algoritmo matemático está sustentado en una combinación de

76

variables de forma tal que produzca la máxima separación entre el grupo de muestras; este

tipo de artificio estadístico permite visualizar con claridad diferencias químicas en el

sistema (Davis, 1973 citado en Chacín, 2003).

Con la finalidad de establecer un parámetro que indique la variabilidad de las

señales químicas por el cambio de lodo, se determinaron funciones discriminantes para la

misma formación (para eliminar el efecto de litología) en ambos pozos. Para el Auriol-9, se

observan resultados concordantes (figura 5.8), puesto que la Formación Capaya presenta un

solo agrupamiento indicando una misma litología; sin embargo, en el Auriol-10 (figura

5.9), dos grupos claramente separados evidencian alteraciones por contaminación de lodo

en las muestras.

Plot of Discriminant Functions

-22 -12 -2 8 18 28

Function 1

-14

-11

-8

-5

-2

1

4

Func

tion

2

Col_281 2 3 Centroids

Figura 5.8. Análisis discriminante para la Formación Capaya en el Auriol-9 con un mismo tipo de lodo.

Plot of Discriminant Functions

-12 -9 -6 -3 0 3 6

Function 1

-20

-16

-12

-8

-4

0

4

Func

tion

2

Col_271 2 3 Centroids

14600-17050 Lodo Drill In

14100-14600 Lodo 100% aceite

Figura 5.9. Análisis discriminante para la Formación Capaya en el Auriol-10 con dos tipos de lodo distintos.

77

La representación visual de agrupaciones en orden jerárquico conocida como

dendrograma, muestra ramificaciones combinadas y valores de coeficientes de distancia en

cada paso, permitiendo así establecer grupos diferentes en base a la visualización de cluster

(Chacín, 2003).

Los dendrogramas obtenidos a partir de los elementos sensitivos a condiciones

redox muestran buena correlación con los límites de secuencia (figura 5.10, y ambientes

depositacionales (figura 5.11) corroborando así las interpretaciones realizadas a partir de

perfiles de concentración.

Farthest neighbour (constrained)

Chi-Squared

150014951490148514801475147014651460145514501445144014351430142514201415141014051400139513901385138013751370136513601355135013451340133513301325132013151310130513001295129012851280127512701265126012551250124512401235123012251220121512101205120011951190118511801175117011651160115511501145114011351130112511201115111011051100

3 2,5 2 1,5 1 0,5 0

SB6

SB5

SB4

Figura 5.10. Dendrograma asociado a límites de secuencia

78

BATIAL SUPERIOR

Farthest neighbour (constrained)

Spearman Coefficient

150001495014900148501480014750147001465014600145501450014450144001435014300142501420014150141001405014000139501390013850138001375013700136501360013550135001345013400133501330013250132001315013100130501300012950129001285012800127501270012650126001255012500124501240012350123001225012200121501210012050120001195011900118501180011750117001165011600115501150011450114001135011300112501120011150111001105011000

-0,5 -0,25 0 0,25 0,5 0,75 1

SB6

TRANSICIONAL

NERÍTICO

BATIAL MEDIO

NERÍTICO MEDIO

NERÍTICO

Figura 5.11. Dendrograma asociado a ambientes depositacionales La paleoproductividad no pudo ser evaluada debido a contaminación de Bario por

lodo de perforación y ausencia de data para el contenido de materia orgánica. Se intentó

establecer el contenido de COT de acuerdo a métodos petrofísicos definidos por Passey et

al., (1990) y Rider (1996); sin embargo, los resultados obtenidos no fueron satisfactorios

por lo que no son incluidos en el proyecto.

Muestras de núcleos reportan para ambos pozos materia orgánica continental y

contenido de COT comprendido entre 0.87 y 2.91. Esto concuerda con los estudios previos

de geoquímica orgánica descritos en el Capítulo I.

Moreno-Vásquez (1995), establece inclusive condiciones de upwelling, para la

Formación Carapita que conlleva al traslado de foraminíferos de aguas profundas a

condiciones someras por materia orgánica en suspensión y bajo contenido de oxígeno

disuelto.

79

Por su parte Crespo de Cabrera y Di Gianni (1994); afirman que la Formación

Carapita fue sedimentada dentro de un marco de alta productividad biológica reflejada en la

gran cantidad de pellets glauconíticos. Esto concuerda con lo establecido en los Master-

Logs del pozo Auriol-10 que reportan cantidades considerables de glauconita; sin embargo,

no se pudo detectar su ocurrencia a través de los perfiles de concentración.

Las interpretaciones basadas en la geoquímica inorgánica concilian los resultados

obtenidos con el modelo estratigráfico-secuencial basado en datos bioestratigráficos,

sedimentológicos y de electrofacies calibradas con sísmica.

La resolución obtenida para cada perfil depende del grado de contaminación por

lodo de perforación y la interrelación entre las limitantes planteadas en el Capítulo IV.

Asimismo, el nivel de detalle en las interpretaciones está condicionado por la sensibilidad

de los elementos metálicos a las condiciones redox siendo los más confiables V, Zn, Mo y

U, y los menos confiables Cu, Ni, Cr, Co (Algeo & Maynard, 2004).

Las incursiones positivas de los elementos metálicos son inferidos como reflejo

principal en la profundización de columna de agua y no por aumento en la productividad

primaria orgánica, esto es debido a que la materia orgánica tipo III no contribuye en mayor

medida a la acumulación de sulfuros (Calvert & Pedersen, 1996; Demaison, 1991); sin

embargo, no se descarta el aporte parcial por materia orgánica marina asociada a eventos de

upwelling.

80

CAPÍTULO VI

CORRELACIÓN Y MODELO

DEPOSITACIONAL

80

Según Demaison & Moore (1980), los ambientes anóxicos ocurren donde la

demanda de oxígeno excede su tasa de suministro. De acuerdo a Pedersen & Calvert

(1990); Calvert & Pedersen (1993); las condiciones anóxicas en aguas de fondo

prevalecen en dos escenarios: el primero, ocurre en donde el suministro de materia

orgánica excede la tasa de abastecimiento de oxígeno en las aguas de fondo por irrigación

o difusión. Tales sedimentos son acumulados a lo largo de márgenes continentales en

ausencia de una barrera de intercambio con el océano abierto en áreas de coastal

upwelling. En el segundo, una barrera topográfica en cuencas costeras limita el

intercambio efectivo con el océano abierto, por tanto, la ausencia de oxígeno y

abundancia de H2S son características por debajo de una picnoclina fuertemente

desarrollada.

Los criterios empleados en la discriminación de eventos anóxicos, frecuentemente

vinculan la ocurrencia de minerales autigénicos y procesos biológicos debido a la

influencia de las condiciones redox sobre ambos.

De acuerdo a la clasificación planteada por Berner (1981); los organismos

aeróbicos y minerales oxidados no toleran trazas de H2S sin defunción o conversión a

minerales sulfúricos respectivamente; asimismo, los minerales sulfúricos y bacterias

sulfato-reductoras no toleran trazas de oxígeno sin conversión a minerales oxidados o

extinción respectivamente.

Berner (1981); plantea la división de ambientes sedimentarios en óxicos y

anóxicos dependiendo de la presencia o ausencia de oxígeno disuelto; asimismo, los

ambientes anóxicos son divididos en sulfúricos y no sulfúricos dependiendo de la

presencia de sulfuro disuelto.

Sedimentos óxicos: la ocurrencia de minerales oxidados es la característica

principal de estos ambientes, esto es, debido a la abundancia de oxígeno disuelto con

respecto a la actividad biológica responsable de la materia orgánica en asentamiento.

El exceso de oxígeno, impide el desarrollo de condiciones reductoras necesarias

para la preservación de la materia orgánica, por tanto, su concentración es reducida y

condicionada a materiales altamente refractarios como madera carbonizada (Berner,

1981).

81

Sedimentos sulfúricos: son depositados en ambientes anóxicos luego de reducción

exhaustiva de sulfatos a H2S y HS-; este proceso, es con frecuencia desarrollado en

ambientes marinos por abundancia de materia orgánica y sulfato disuelto en el agua

marina (Goldhaber & Kaplan, 1975).

Los primeros minerales formados en este ambiente, son fases monosulfúricas de

hierro que posteriormente son transformadas en pirita y marcasita debido a mayor

disponibilidad de azufre.

De los minerales de manganeso, la alabandita es termodinámicamente estable sólo

a altas concentraciones de H2S, las cuales son raramente alcanzadas en las secuencias

sedimentarias. En cambio, el mineral de manganeso más característico es la rodocrosita

que está presente también en los sedimentos anóxicos no sulfúricos (Berner, 1981).

Dentro de este tipo de sedimentos, los depósitos euxínicos destacan por

laminación paralela y ausencia de bioturbación de organismos bénticos.

Sedimentos no sulfúricos: son divididos en: post-óxicos, resultantes de remoción

de oxígeno sin reducción de sulfato (débilmente reductores); metánicos, resultantes de

reducción completa de sulfato y consecuente formación de metano (fuertemente

reductores).

Sedimentos post-óxicos: la abundancia de materia orgánica en

asentamiento, subordina la cantidad de oxígeno consumido por las bacterias

aeróbicas (Degens & Mopper, 1976).

En la sucesión de reacciones progresivamente reductoras, el oxígeno

disuelto es el primero en ser consumido, luego los nitratos y los sulfatos (Jones &

Manning, 1993; White, 2001; Demaison & Moore, 1980; Müller & Suess, 1979).

Sin embargo, si la cantidad de materia orgánica no es suficiente, la reducción de

sulfatos no es llevada a cabo; por lo que los sedimentos depositados no

desarrollan fases autigénicas sulfúricas (Berner, 1981). Como resultado, además

de estar caracterizados por bajo contenido de materia orgánica, los sedimentos

82

post-óxicos presentan ausencia de O2 y H2S; en consecuencia, los minerales

precipitados de hierro y manganeso son glauconita, siderita y rodocrosita.

Sedimentos metánicos: en estos ambientes fuertemente reductores, la

excedencia de hierro con respecto a H2S garantiza el agotamiento del último

debido a formación de pirita y fases monosulfúricas de hierro, posteriormente, la

continua precipitación de siderita y vivianita acompaña a la fermentación de

materia orgánica responsable de la formación de metano.

Los depósitos metánicos son característicos de ambientes no marinos debido

a la carencia de H2S disuelto en el agua; es por ello que Berner (1981), propone

este tipo de sedimentos como paleoindicadores de salinidad en los ambientes

originales de depositación.

En condiciones progresivamente reductoras, la acumulación de sedimentos

óxicos, post-óxicos, sulfúricos y metánicos está vinculada a procesos de respiración,

reducción de nitratos, reducción de sulfatos y fermentación metánica respectivamente; en

cada uno de ellos, los minerales autigénicos supeditados a las condiciones químicas

pueden ser utilizados como paleoindicadores ambientales, estas relaciones químicas son

sintetizadas en la tabla 6.1.

Tabla 6.1. Clasificación geoquímica de ambientes sedimentarios (modificado de Berner, 1981).

La ocurrencia de diversos litotipos asociados a patrones sedimentarios singulares,

ha llevado a autores como Demaison & Moore (1980) a establecer modelos

depositacionales anóxicos descritos a continuación.

83

Grandes lagos anóxicos: la ausencia de oxígeno en mares continentales y lagos, es

determinada por el balance entre disponibilidad de oxígeno disuelto en aguas de fondo y

productividad primaria de materia orgánica en la zona fótica.

Los nutrientes necesarios para el desarrollo de la actividad biológica, son

transportados por sistemas fluviales que transfieren en solución nitratos y fosfatos

provenientes del suelo; asimismo, la capacidad de transporte de los ríos asociada a

suministro de nutrientes y por tanto a productividad primaria, es controlada por

regímenes climáticos y temporadas estacionales.

En climas fríos y templados, el cambio de estaciones y la mayor capacidad del

agua fría de disolver oxígeno, conlleva al desarrollo de condiciones óxicas. Por otro lado,

el clima tropical con mínimos cambios estacionales y alta pluviosidad anual, promueve la

estratificación permanente por debajo de la termoclina y por tanto, desarrollo de eventos

anóxicos. La presencia de varvas en los sedimentos depositados, corrobora ausencia total

de bioturbación por fauna béntica; químicamente, las secuencias son alcalinas y ricas en

materia orgánica y carbonatos (Figura 6.1).

Figura 6.1. Grandes lagos anóxicos, la ubicación de la termoclina dependerá de la estación climática,

ubicación geográfica de la cuenca y productividad primaria (tomado y modificado de Warren, 2000).

Capas anóxicas causadas por upwelling: ocurre en zonas de upwelling regional

debido a tensiones ambientales inducidas por patrones eólicos y transporte Ekman a lo

largo d

zonal en costas este-oeste de continentes cercanos al ecuador alrededor de los 15° de

e ciertas costas.

Ziegler et al., (1979) citado en Demaison & Moore (1980); identifican tres tipos

de upwelling asociados a regiones geográficas particulares: upwelling meridional en

costas norte-sur entre los 10° y 40° de latitud en el lado Este de los océanos; upwelling

84

latitud en asociación con las corrientes de viento al Este; upwelling monzonal en costas

diagonales al Este de los continentes ecuatoriales cercanos a los 15° de latitud.

Los nutrientes aportados por eventos de upwelling, promueven el desarrollo de

alta productividad biológica que genera cuantiosa materia orgánica en asentamiento;

consecuentemente, la demanda excesiva de oxígeno dimanada en zonas de upwelling

conlleva a eventos esporádicos de anoxia corroborados por sedimentos fosfáticos.

Las condiciones topográficas de fondo en cuencas costeras condicionan los

patrones de corriente marina, por tanto, los eventos de upwelling y procesos físico-

biológicos asociados mostrarán diversas configuraciones según sea el caso. Estas

relaciones entre topografía y upwelling son ilustradas en la figura 6.2.

Figura 6.2. Relación entre upwelling y topografía de fondo

Océanos abiertos anóxicos: aunque la demanda bioquímica de oxígeno es el

principal mecanismo promotor de eventos anóxicos en aguas de fondo, la ocurrencia y

85

distribu

de

agua en las costas orientales de los continentes y por tanto, desarrollo de condiciones

anóxic

ción de aguas anóxicas en océanos abiertos está controlada por los patrones de

circulación oceanográficos.

Las corrientes de fondo, prevalecen en altas latitudes y especialmente en las

costas occidentales de los continentes; allí, la turbidez creada por las corrientes actúa

como mecanismo efectivo en la oxigenación de las aguas (sumarizado de Fairbridge,

1966 y Hollister et al., 1978; ambos citados en Demaison en Moore, 1980). Esta

distribución desigual en las corrientes oceánicas, promueve el estancamiento de masas

as asociadas a la fuerza Coriolis e independientes de la productividad primaria.

Cuencas anóxicas de fondo alcorado: este modelo plantea la estratificación

permanente de la columna de agua por barreras topográficas que restringen la circulación

vertical por debajo de la haloclina; sin embargo, para Grasshoff (1975), citado en

Demais

e la barrera física. Esta configuración

promue

plazan las aguas hipersalinas que se hunden y

fluyen

nhiben la circulación de

aguas o

on & Moore (1980); condiciones adicionales vinculadas a corrientes

oceanográficas son necesarias para promover la estratificación.

En cuencas continentales con balance de agua positivo, la efusión de agua

superficial e influjo de aguas marinas profundas fuertemente salinas y ricas en nutrientes

conlleva al desarrollo de una haloclina por debajo d

ve la acumulación de nutrientes dentro de la cuenca, por tanto, fomenta

productividad y preservación de materia orgánica.

En climas áridos y cálidos, la alta tasa de evaporación es contrarrestada por influjo

de aguas oceánicas superficiales que reem

de la cuenca al océano; este balance de agua negativo, conlleva a condiciones de

fondo óxicas desprovistas de nutrientes.

Hallam & Bradshaw,(1979), citado en Oschmann, (1988); proponen el modelo de

topografía irregular de fondo como esquema análogo marino a la cuenca anóxica de

fondo alcorado. En océanos abiertos, depresiones topográficas i

riginando patrones de estancamiento que eventualmente conllevan a condiciones

reductoras concéntricas acentuadas hacia el centro de la cuenca.

Por otra parte Röhl et al. (2001) y Frimmel et al. (2004); utilizan los términos

“circulación estuarina” y “circulación antiestuarina” para describir los procesos

86

ocurridos en cuencas con balance de agua positivo y negativo respectivamente; asimismo,

reconcilian los modelos de cuencas anóxicas de fondo alcorado y de topografía irregular

de fond

marino es el mecanismo principal que condiciona la presencia o ausencia de oxígeno

disuelto en los am

Figura 6.3. El nivel marino alto permite preservación parcial de materia orgánica y moderado

o para establecer un nuevo modelo acorde con las características sedimentarias de

la Formación “Posidonia Shale” (Figuras 6.3- 6.5).

En períodos de pluviosidad incrementada (Figuras 6.3- 6.4, esquema superior), el

contraste salino por aporte fluvial conlleva a estratificación en la columna de agua y

desarrollo de condiciones progresivamente reductoras en profundidad; asimismo, la

topografía irregular de fondo actúa como elemento exacerbante de eventos anóxicos y

precipitación de fases sulfurosas. Por otro lado, condiciones áridas en períodos invernales

(figuras 6.3- 6.4, esquema inferior), deprimen la profundidad de la haloclina debido a

concentraciones salinas más homogéneas en la columna de agua, por tanto, los ambientes

anóxicos están ausentes o restringidos al fondo de la cuenca. Sin embargo, el nivel

bientes (Röhl et al., 2001; Frimmel et al., 2004).

desarrollo de anoxia en aguas de fondo (tomado y modificado de Frimmel et al,. 2004)

87

de materia orgánica y condiciones de anoxia en aFigura 6.4. La preservación guas de fondo son máximas

en niveles marinos intermedios debido a restricción en el intercambio de aguas con el océano abierto

(tomado y modificad Frimmel et al,. 2004)o de

Figura 6.5. Turbulencia generada por vientos y olas conlleva a condiciones oxigenadas en la

columna de agua durante niveles marinos bajos (tomado y modificado de Frimmel et al,. 2004)

88

Las secuencias sedimentarias depositadas en cuencas anóxicas de fondo alcorado

han sido clasificadas de acuerdo a diversos criterios. Morris (1979), establece tres

litotipos para los depósitos jurásicos de Inglaterra: lutitas normales, depositadas en aguas

oxigenadas que permiten el desarrollo de fauna béntica y degradación de materia

orgánica, comúnmente asociada a nódulos de siderita y bioturbación; lutitas restringidas,

caracterizada por sedimentos pobremente laminados con escasa fauna béntica,

bioturbaciones piríticas y nódulos calcáreos; lutitas bituminosas, compuestas de

concreciones piríticas y sedimentos laminados sin bioturbación que evidencian ausencia

de fauna béntica por condiciones anóxicas.

Por otro lado, Byers & Larson (1979); proponen otros litotipos en los depósitos

cretácicos de Norte América: lutitas laminadas, desarrolladas en aguas anóxicas en

ausencia de bioturbación; lutitas bioturbadas, depositadas en ambientes de baja energía y

suficiente oxígeno para el desarrollo de fauna béntica; areniscas bioturbadas,

sedimentadas en ambientes oxigenados de alta energía.

CONDICIONES DEPOSITACIONALES Para el caso de estudio en este trabajo, se proyecta un modelo ambiental mixto

definido previamente por Buatois (2005), y Buatois et al., (2006); consistente en períodos

alternados de salinidad marina normal y descargas fluviales que generan estrés ambiental

por condiciones salobres reflejadas en la baja diversidad de foraminíferos, estrategias

oportunistas, mezcla de ichnofacies Skolithos con Cruziana empobrecida, bajo grado de

bioturbación, abundancia de grietas de sinéresis, bandas de siderita y predominancia de

los ichnofósiles Phycosiphon, Terebellina y Chondrites.

En función de esclarecer los procesos sedimento-químicos operantes en la sección

estudiada y establecer el modelo ambiental, se definen a continuación las condiciones

ambientales de los depósitos, inferidos en base a relaciones propuestas por estudios

anteriores y caracterizaciones complementarias realizadas en los pozos durante la fase de

perforación.

De acuerdo a Pedersen & Calvert (1990), en regiones ecuatoriales, superficies de

divergencia inducidas por el transporte de agua lejos del ecuador conlleva a eventos de

upwelling a profundidades someras, lo que permite una tasa de producción sostenida;

89

asimismo, White (2001), afirma que fracciones mayores a 0.5% de materia orgánica en

los sedimentos es inusual y restringida para zonas de upwelling altamente productivas

donde el flujo descendente de materia orgánica es mayor que la consumida.

Consecuentemente y considerando los resultados obtenidos en núcleos para los

pozos Auriol-9 y Auriol-10 (ver tabla 6.2), se corrobora localmente la hipótesis planteada

por Moreno-Vásquez (1995), que sustenta eventos de upwelling soportados por análisis

de morfología y abundancia de foraminíferos para la Formación Carapita durante el

Mioceno.

Tabla 6.2. Análisis de Geoquímica orgánica para el Auriol-9 y Auriol-10

Auriol-9 Auriol-10 Prof % COT Mat. Org. Ambiente Prof % COT Mat. Org. Ambiente

14490' 1.34 13005' 1.48 Nerítico 14547' 1.32 13022' 2.81 Interno 14559' 2.01 13074' 1.1 a 14621' 1.9 13089' 1.08 C

ontin

enta

l

Medio 14635' 1.48

Con

tinen

tal

Ner

ítico

inte

rno

Durante años recientes, diversos autores han establecido criterios fundamentados

en relaciones elementales y contenido de COT en función de discriminar condiciones

redox y delimitar marcadores químicos que identifiquen depósitos óxicos, disóxicos y

anóxicos.

Sin embargo, estos criterios son frecuentemente aplicados a secuencias monótonas

de lutitas, por lo tanto, los valores obtenidos en este proyecto aunque no reflejan con

precisión las condiciones depositacionales debido a la mezcla de sedimentos, sí

garantizan las mínimas condiciones reductoras ambientales.

Algeo & Maynard (2004); proponen la división de condiciones depositacionales

en base al contenido de COT, siendo disóxicos menores a 2.5% y anóxicos no sulfúricos

entre 2.5% y 7%; considerando estos criterios y los análisis de núcleos realizados por

Buatois (2005), reportando condiciones anóxicas depositacionales evidenciadas en

laminación paralela en lutitas y baja bioturbación en areniscas, se proyecta alternancias

esporádicas de disoxia y anoxia asociadas a influjos importantes de descargas fluviales.

90

Jones & Manning (1993), discriminan estas condiciones de anoxia y disoxia de

acuerdo a la relación V/Cr siendo mayor a 4.25 para sedimentos anóxicos y entre 4.25 y 2

para condiciones disóxicas; por otro lado, Hatch & Leventhal (1992), señalan que

variaciones en los valores de la relación V/(V+Ni) indican cambios en la estratificación

de la columna de agua que puede ser asociada a condiciones depositacionales,

específicamente, refieren valores entre 0.46% y 0.6% para condiciones de disoxia y entre

0.54% y 0.82% para anoxia. Ambas relaciones se muestran en las figuras 6.6 y 6.7. V/(V+Ni)

0,200,250,300,350,400,450,500,550,600,650,700,750,80

Figura 6.6. Relación V/(V+Ni) para el Auriol-9. La línea negra representa el promedio móvil de

los datos originales. El eje de las ordenadas son valores adimensionales mientras las abscisas representan la

profundidad en sección.

Figura 6.7. Relación V/Cr para el Auriol-9. La línea negra representa el promedio móvil de los datos

originales. El eje de las ordenadas son valores adimensionales mientras las abscisas representan la

profundidad en sección.

11000 11500 12000 12500 13000 13500 14000 14500 15000

DisóxicosAnóxicos

Óxicos

V/Cr

011

0,5

1,52

2,5

3,5

4,5

000 11500 12000 12500 13000 13500 14000 14500 15000

1

3

4

5 Anóxicos

Disóxicos

Óxicos

91

Para la relación V/(V+Ni), se observa cierta ciclicidad que alterna las condiciones

depositacionales entre ánoxicas y disóxicas; sin embargo, la tendencia general apunta a

condiciones mas óxicas cercanas al ambiente transicional (13600’-14100’) que

progresivamente evolucionan en valores mayores indicando entornos reductores. El alto

coeficiente de correlación entre el Ni y el Ba pudiese ser indicativo de contaminación

parcial por lodo de perforación (ver matriz de coeficiente de correlación en anexos),

consecuentemente, la relación V/(V+Ni) resulta en valores disminuidos que refieren

condiciones más oxidantes a las verdaderas. Hacia el tope de la sección a medida que

profundiza la cuenca, se advierte la estabilización de los valores sin marcada correlación

con la sucesión de ambientes depositacionales o límites de secuencia, bien sea tipo Exxon

o Galloway.

Por otro lado, la relación V/Cr perfila condiciones más oxidantes señalando una

fase disóxica desde el tope hasta los 14000’ y otra fase óxica desde los 14000’ hasta la

base de la columna. Nuevamente, la contaminación del Cr por parte del lodo de

perforación evidenciada en el alto coeficiente de correlación con el Ba (ver matriz de

correlación en anexos), pudiese estar distorsionando los valores obtenidos puesto que el

diagrama no concuerda satisfactoriamente con las interpretaciones planteadas en el

Capítulo V Sin embargo, se mantiene la tendencia general de condiciones más óxicas

cercanas al ambiente transicional que paulatinamente evolucionan en condiciones

reductoras hacia el tope de la columna. Relaciones adicionales propuestas Jones &

Manning (1993), no fueron aplicadas debido a fehaciente contaminación evidenciada en

valores muy por encima de los límites planteados por el autor.

Asimismo y de acuerdo a lo planteado en el Capítulo V, no se aplicaron estos

criterios de relaciones elementales para el pozo Auriol-10 por complicaciones debido a

contaminación por distintos tipos de lodo de perforación.

Análisis por difractometría realizados en el Auriol-9 y descripciones

mineralógicas reportadas en el Master-Log para ambos pozos, reflejan cantidades

considerables de pirita, materia orgánica y ocasionalmente glauconita; asimismo, Zavala

(2005) y Buatois (2005) describen numerosos nódulos de siderita en muestras de núcleo;

siguiendo la clasificación propuesta por Berner (1981), (tabla 6.1); los depósitos en

92

ambos pozos pertenecen en su mayoría a ambientes no sulfúricos metánicos y

ocasionalmente post-óxicos.

Las características sedimentológicas observadas en núcleos aunadas a los reportes

operacionales y estudios anteriores enfocados en la zona de trabajo, sugieren alternancia

de condiciones ambientales reflejadas en la sucesión litológica. Sin embargo, las

clasificaciones de litofacies de acuerdo a los criterios de Oschmann (1987) y Demaison &

Moore (1980) no pudieron ser aplicadas debido a incongruencias entre las características

sedimentológicas y contenido de materia orgánica; específicamente, las lutitas

restringidas definidas por el primer autor son depositadas por encima del nivel de

tormenta, con contenido orgánico menor al 5% y bioturbación considerable; en el caso de

estudio, las lutitas sí poseen materia orgánica menor al 5%, pero son depositadas por

debajo del nivel de tormenta con bioturbación ausente a escasa.

Esta discrepancia puede ser explicada debido al contraste de ambientes

depositacionales entre ambos modelos puesto que Oschmann (1987) y Demaison &

Moore (1980), discriminan litofacies en ambientes marinos con materia orgánica tipo I

propensa a generar hidrocarburos; en cambio, las secuencias en este estudio fueron

depositadas en ambientes salobres altamente dinámicos y con predominancia de materia

orgánica continental que tiende a generar gas.

Los resultados geoquímicos del Auriol-9 junto a los reportes técnicos y estudios

anteriores apuntan a condiciones ambientales y depositacionales congruentes con el

modelo estratigráfico-secuencial establecido.

Lógicamente, el próximo paso a tomar en la validación del marco estratigráfico-

secuencial sería la correlación entre los pozos; sin embargo, con los datos proporcionados

en este proyecto, tres tipos de correlaciones pueden ser establecidas: correlación por

formaciones, por ambientes y por secuencias.

CORRELACIÓN La presencia de las formaciones Carapita y Capaya en ambos pozos hace posible

establecer la correlación y calibración secuencial a partir de criterios formacionales;

Martínez (1994); afirma que una formación puede contener varios límites de secuencia;

sin embargo, un límite de secuencia no puede estar contenido en dos formaciones.

93

Tomando esto en cuenta y el hecho que sólo existen dos formaciones para toda la

sección, se proyecta que este tipo de correlación aunque posible, no es práctica debido a

la imposibilidad de determinar con exactitud los límites de secuencia o superficies de

inundación. Consecuentemente, y de acuerdo a lo mostrado en las figuras 6.8 a la 6.10,

este tipo de correlación sólo corrobora que existe un vínculo entre ambos pozos y que

ambas formaciones sí están presentes en los mismos.

Figura 6.8. Diagrama de dispersión para la formaciones en el Auriol-9. Se observa alta discriminación entre

las formaciones evidenciada en dos grupos apartados.

Figura 6.9. Diagrama de dispersión para la formaciones en el Auriol-10. El solape de los grupos resaltado

en el círculo negro, representa la zona cercana al límite entre las dos formaciones corroborando un contacto

transicional (ver Capítulo II).

94

Figura 6.10. Diagrama de dispersión para las formaciones en ambos pozos. Los puntos encerrados en el

círculo verde no pertenecen a la transición entre las dos formaciones, por lo tanto, se presume ruido

causado por contaminación de lodo.

La correlación ambiental presentada en las figuras 6.11 a la 6.14, corrobora lo

planteado en el Capítulo V, esto es, señales químicas discriminativas supeditadas a

cambios ambientales.

Figura 6.11. Funciones discriminantes ambientales en el Auriol-9.

95

La figura 6.11 muestra cinco grupos diferenciados correspondientes en esencia a

tres tipos de ambientes: nerítico externo a batial; nerítico interno a medio; transicional.

Lógicamente, todos los ambientes nerítico interno se deberían agrupar en un solo

conjunto; no obstante, se observan dos grupos apartados del mismo ambiente cuya

respuesta obedece a cambios formacionales. Asimismo, se manifiesta dos grupos

separados para el ambiente nerítico externo a batial correspondientes a las formaciones

Carapita y Capaya.

Figura 6.12. Funciones discriminantes ambientales en el Auriol-10. Se observan tres grupos separados con

poco solape y algunas muestras que no obedecen a la tendencia general.

Figura 6.13. Funciones discriminantes ambientales para ambos pozos.

96

Figura 6.14. Funciones discriminantes ambientales para ambos pozos.

La duración y delimitación de ambientes depositacionales para cada pozo difiere

de acuerdo a la profundidad; debido a esto, se realizó una primera aproximación general

en tres grupos considerando la sucesión y asociaciones ambientales: nerítico externo a

batial; nerítico medio a interno; transicional (figura 6.13). Algunas de las muestras

contenidas entre el solape de los círculos pertenecen a los límites entre los ambientes

evidenciando un cambio progresivo y transicional entre las condiciones depositacionales;

sin embargo, el resto de las muestras contenidas en este solape no son cercanas a las

zonas limítrofes ambientales, en este caso, se considera la posible introducción de ruido

por algún tipo de contaminación explicada en el Capítulo IV.

En función de mejorar la resolución obtenida para la correlación de ambientes

depositacionales, se efectuaron análisis discriminantes con ambientes depositacionales

más específicos mostrados en la figura 6.14; se observa una mejor discriminación entre

los ambientes transicional y nerítico medio, no obstante, persiste el solape entre los

grupos nerítico interno y nerítico externo a batial lo cual no tiene sentido puesto que no

están sucedidos uno de otro, nuevamente, se considera este tipo de resultados como

producto de la contaminación en las muestras.

En términos de estratigrafía secuencial, la correlación por ambientes

depositacionales no es aplicable puesto que se busca superficies que establezcan

correlaciones con significado en tiempo. Sin embargo, debido a la cercanía de los pozos,

97

se observa una sucesión contemporánea de ambientes depositacionales que permite este

tipo de correlación.

Las secuencias depositacionales definidas en el Auriol-9 mediante perfiles de

concentración y dendrogramas (ver Capítulo V); son nuevamente delimitados a partir de

funciones discriminantes; asimismo, y en vista que la clasificación por dendrograma y

perfiles de concentración no pudo ser aplicada en el Auriol-10, se calcula para el mismo,

funciones discriminantes tomando como marco de referencia el modelo estratigráfico-

secuencial establecido.

Los resultados mostrados en la figura 6.15 para el Auriol-9, señalan alta

discriminación en los grupos y poco solape entre las secuencias comprendidas entre SB6-

SB5 y SB5-SB4.

Figura 6.15. Funciones discriminantes de secuencias depositacionales para el Auriol-9.

En el Auriol-10 se agrupó en un mismo conjunto las secuencias comprendidas

entre el tope de la sección y la SB5 debido a la poca discriminación en los resultados; aún

así, se observa en la figura 6.16 el solape considerable entre las agrupaciones para cada

secuencia, nuevamente se considera esta incongruencia debido a la contaminación por

lodo; sin embargo, es necesario destacar que el mayor solape ocurre en secuencias

sucesivas (tope-SB5 a SB5-SB4).

98

Figura 6.16. Funciones discriminantes de secuencias depositacionales para el Auriol-10.

La figura 6.17 señala el gráfico de funciones discriminantes para secuencias

depositacionales en ambos pozos; se observa un solape considerable entre la sucesión de

secuencias comprendidas entre el tope y la SB4, mientras que el grupo restante se aparta

del conjunto.

Figura 6.17. Funciones discriminantes de secuencias depositacionales para ambos pozos.

El conjunto de resultados obtenidos señala una correlación aceptable entre las

secuencias depositacionales establecidas en el modelo; consecuentemente, se valida la

equivalencia de las secuencias para cada pozo y se corrobora la correlación definida en el

modelo estratigráfico-secuencial del área TACAT.

99

MODELO DEPOSITACIONAL Según los planteamientos teóricos establecidos en los Capítulos V y VI en

conjunto con los informe técnicos, reportes operacionales e interpretaciones realizadas a

partir de los resultados obtenidos, se propone a continuación el modelo depositacional

para el área de estudio basado en la integración de datos extrapolados que de una u otra

forma atenúan las limitaciones inherentes a las muestras de canal.

Las condiciones salobres que ocasionan estrés ambiental evidenciadas en la

morfología y abundancia de foraminíferos, disminuyen progresivamente en sección hacia

el tope de la columna y son eventualmente suprimidas a partir del límite de secuencia

SB6 debido a la implantación de un sistema marino abierto producto de una trasgresión

generalizada.

Las características sedimentológicas y biológicas de las formaciones analizadas

no sugieren condiciones reductoras en aguas de fondo debido a alta productividad

primaria aún cuando diversos autores definen eventos de upwelling en la región, esto es

debido a que el tipo de materia orgánica predominante en la zona de estudio es de origen

continental no producido por corrientes de surgencia oceánica, caso contrario del material

orgánico sapropélico tipo I. No obstante, la ubicación paleogeográfica de la Subcuenca

Maturín al momento de depositar la Formación Carapita, refiere eventos de upwelling

zonal que esporádicamente contribuirían al consumo excesivo de oxígeno en la zona

fótica propiciando precipitación de minerales sulfúricos en el fondo de la cuenca.

Tomando como referencia condiciones ambientales análogas descritas por Hatch

& Leventhal, 1982 (citado en Hatch & Leventhal, 1991); se propone como mecanismo

principal accionante de condiciones reductoras en aguas de fondo a la estratificación en la

columna de agua por desarrollo de haloclina y termoclina; asimismo y de acuerdo a lo

establecido por Zavala (2005); Stainforth, (1965, 1969); que reportan alta cantidad de

material en suspensión, se proyecta estratificación adicional por diferencia en la densidad

de las aguas (picnoclina).

Los regímenes paleoclimáticos asociados a regiones cercanas al ecuador con

constante pluviosidad por ambientes húmedos y áridos garantiza un continuo influjo de

plumas fluviales cargadas de partículas finas, coloides y materia orgánica parcialmente

100

disuelta que posteriormente flocula y precipita durante la mezcla de los sistemas

hidrodinámicos.

Estas plumas fluviales, habrían establecido una fuerte estratificación en la

columna de agua por el desarrollo de una haloclina en regiones aledañas a las

desembocaduras, y una termoclina en regiones más apartadas; la estratificación habría

permitido la conservación de materia orgánica y precipitación de minerales sulfúricos y

siderita en aguas de fondo (figura 6.18).

Figura 6.18. Sección esquemática del modelo depositacional (basado en Hatch & Leventhal, 1991).

Obviamente, el consumo continuo de oxígeno en la columna de agua es

exacerbado durante la profundización de la cuenca por el desplazamiento de la zona de

mínimo oxígeno hacia la línea de costa, por lo que la relación entre condiciones

reductoras y paleobatrimetría son directamente proporcionales.

Durante la ocurrencia de superficies de inundación a finales de los sistemas

encadenados transgresivos (TST), el aumento repentino en la columna de agua al igual

que disminución en la tasa de aporte conlleva a un incremento en las condiciones

reductoras corroboradas por mayores concentraciones de elementos sensitivos a

condiciones redox; asimismo, el bajo aporte clástico por parte de sistemas fluviales son

evidenciados por mínimas concentraciones en la relación Si/Al.

Por otro lado, la disminución en el espesor de la columna de agua asociada a

eventos regresivos distintivamente marcados durante los límites de secuencia, promueven

101

condiciones más oxidantes en el fondo de la cuenca debido a la cercanía de la zona de

mínimo oxígeno e influencia energética de olas de mareas por depresión del nivel de

tormentas.

Estas condiciones aeróbicas quedan especialmente indicadas por concentraciones

conspicuas de Mn y depresiones en los perfiles de concentración de metales redox

sensitivos; asimismo, se aprecia en las curvas de Si y Si/Al un aumento en la energía del

medio por influjo detrítico y plumas de lofting cargadas de sedimentos.

102

CAPÍTULO VI I

CONCLUSIONES Y

RECOMENDACIONES

102

CONCLUSIONES

• Los perfiles de concentración son la herramienta estadística idónea al momento de

establecer cambios depositacionales sucesivos a través de una sección en estudio.

• La mejor discriminación por ambientes depositacionales en las muestras

analizadas, indica un mayor control por parte de los mismos y no por secuencias

estratigráficas.

• Se logra vincular las acumulaciones de ciertos elementos a condiciones

depositacionales, superficies de inundación y límites de secuencia; asimismo, la

marcada ausencia de relación entre señales químicas y sistemas encadenados

podría deberse a que todo el sistema se encuentra dentro de una transgresión

generalizada sin presencia de sistemas encadenados de bajo nivel (LST).

• Contrariamente a los núcleos y muestras de afloramiento, la quimioestratigrafía

no puede ser aplicada para todos los casos en las muestras de canal, siendo viables

solamente para aquellos pozos con pocos problemas operacionales.

• De acuerdo al tipo de estudio, se observan resultados satisfactorios al momento de

establecer correlaciones por litología, ambientes o secuencias depositacionales.

• La quimioestratigrafía como herramienta aplicada en muestras de canal, no es

suficientemente confiable como para establecer modelos de estratigrafía

secuencial; sin embargo, su uso como herramienta complementaria para

corroborar modelos ya definidos se proyecta como viable y propicia para

aumentar el nivel de resolución.

• Las concentraciones elementales en muestras de canal pueden estar viciadas de

acuerdo a diversos factores contaminantes; por lo tanto, el uso de matrices de

correlación y criterios interdisciplinarios basados especialmente en reportes

operacionales se proyecta como herramienta indispensable en la interpretación de

los resultados obtenidos.

• El análisis de condiciones depositacionales en muestras de canal resulta más

eficiente si se realiza evaluando el comportamiento general a lo largo de la

sección, no así por valores absolutos puesto que están viciados por el intervalo de

muestreo y la cantidad de estratos dentro del mismo.

103

• La contaminación por lodo de perforación y materiales antipérdida, afecta los

resultados obtenidos por adición de elementos contenidos en los agregados y por

alteración en la relación de porcentaje en peso entre muestra y material añadido.

• Aunque regularmente el intervalo de muestreo en estudios geoquímicos es

considerablemente menor a cincuenta pies, esta distancia se proyecta como

satisfactoria en muestras de canal ya que un intervalo menor pudiese presentar

solapes entre muestra y muestra.

• Los análisis para determinar proveniencia e intemperismo, no son indispensables

al momento de establecer conclusiones e interpretaciones de estratigrafía

secuencial ya que no tienen una dependencia directa y no están asociados

químicamente.

• La puesta en marcha de proyectos de análisis quimioestratigráficos en muestras de

canal en zonas donde no existe información adicional, se proyecta como poco

rentable e ineficiente puesto que las interpretaciones dependen de muchas

variables que en la mayoría de los casos no pueden ser cuantificadas; asimismo, el

amalgamiento entre señales químicas subordinadas a proveniencia, intemperismo,

diagénesis, condiciones redox, etc y la ausencia de criterio para discriminarlas,

imposibilita el establecimiento de condiciones idóneas para proponer modelos

estratigráficos destinados a la exploración.

• Los dendrogramas, al igual que las funciones discriminantes, permiten delimitar

grupos asociados químicamente que indican condiciones de depositación

similares; sin embargo, las causas de esa asociación son mejor visualizadas a

través de los perfiles de concentración.

104

RECOMENDACIONES

• Establecer proyectos individuales destinados a estimar aproximaciones

cuantitativas de la contaminación en muestras de canal dependiendo del tipo de

lodo.

• Desarrollar nuevas técnicas en el tratamiento de las muestras que permitan

eliminar el ruido introducido por el material antipérdida, lodo de perforación, etc.

• Realizar calibraciones de señales químicas en núcleos contra muestras de canal en

función de establecer la confiabilidad de los resultados en las últimas.

• Efectuar el triturado de muestras en un shatterbox y no en mortero, con la

finalidad de garantizar un conjunto más homogéneo.

• Estudiar la factibilidad de realizar pruebas de COT al igual que contenido de

azufre en las muestras, con el objetivo de discriminar entre mineralogía asociada a

condiciones redox y proveniencia.

105

CAPÍTULO VI I I

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121

CAPÍTULO IX

ANEXOS

121

MATRIZ DE CORRELACIÓN PARA EL AURIOL-9 Na Mg K Ca Ti Mn Al P Fe Si Ba LOI Cr Cd Ga La Mo Ni Pb Sc Th U V Zn Y Zr Ce Ag Sb W

Na 1,00

Mg 0,33 1,00

K 0,39 0,35 1,00

Ca -0,28 0,36 -0,18 1,00

Ti 0,45 0,75 0,38 0,05 1,00

Mn 0,07 0,66 0,18 0,38 0,51 1,00

Al 0,32 0,80 0,49 0,02 0,87 0,53 1,00

P 0,14 0,80 0,26 0,29 0,75 0,60 0,87 1,00

Fe -0,11 0,65 0,35 0,38 0,50 0,64 0,63 0,68 1,00

Si -0,24 -0,86 -0,42 -0,28 -0,85 -0,61 -0,97 -0,91 -0,71 1,00

Ba -0,09 0,25 -0,05 0,27 -0,06 0,16 0,11 0,27 0,26 -0,17 1,00

LOI 0,04 0,54 0,04 0,59 0,50 0,47 0,52 0,64 0,33 -0,65 0,02 1,00

Cr 0,19 0,53 0,16 0,03 0,50 0,34 0,59 0,63 0,41 -0,57 0,45 0,23 1,00

Cd -0,53 -0,26 -0,09 0,01 -0,39 -0,03 -0,24 -0,06 0,27 0,23 0,40 -0,33 0,16 1,00

Ga 0,17 0,51 0,24 -0,12 0,78 0,39 0,77 0,71 0,44 -0,71 0,15 0,35 0,71 0,10 1,00

La -0,06 0,43 0,21 -0,08 0,55 0,44 0,71 0,71 0,52 -0,66 0,23 0,35 0,68 0,29 0,85 1,00

Mo -0,31 -0,09 -0,28 0,28 -0,18 0,03 -0,09 0,14 0,07 0,01 0,34 0,13 -0,02 0,22 -0,08 0,04 1,00

Ni -0,33 0,13 -0,10 0,11 -0,01 0,19 0,16 0,36 0,40 -0,18 0,63 0,02 0,56 0,78 0,47 0,62 0,30 1,00

Pb -0,35 0,04 -0,14 0,22 -0,15 0,15 0,01 0,20 0,32 -0,07 0,62 -0,03 0,39 0,76 0,28 0,44 0,29 0,85 1,00

Sc 0,20 0,54 0,22 -0,20 0,66 0,36 0,77 0,72 0,41 -0,69 0,23 0,30 0,73 0,13 0,92 0,83 -0,03 0,54 0,34 1,00

Th -0,25 -0,02 -0,01 0,07 -0,21 0,01 -0,04 0,03 0,27 0,02 0,14 -0,12 0,20 0,52 0,05 0,23 0,01 0,43 0,52 0,12 1,00

U -0,37 0,13 -0,02 0,15 -0,07 0,25 0,13 0,29 0,50 -0,16 0,63 -0,04 0,49 0,84 0,39 0,56 0,22 0,92 0,88 0,46 0,56 1,00

V 0,02 0,44 0,28 -0,11 0,45 0,32 0,65 0,60 0,49 -0,59 0,30 0,14 0,70 0,37 0,77 0,77 -0,03 0,62 0,44 0,82 0,31 0,59 1,00

Zn -0,35 0,03 -0,14 0,06 -0,08 0,06 0,11 0,26 0,28 -0,12 0,54 -0,03 0,46 0,68 0,41 0,53 0,32 0,84 0,76 0,45 0,43 0,80 0,50 1,00

Y 0,14 0,47 0,14 -0,12 0,67 0,40 0,69 0,69 0,39 -0,63 0,23 0,34 0,69 0,18 0,94 0,85 0,00 0,56 0,38 0,91 0,09 0,48 0,74 0,47 1,00

Zr 0,24 -0,03 -0,08 -0,18 0,34 0,01 0,04 0,05 -0,20 0,01 -0,06 0,03 0,21 -0,04 0,45 0,21 -0,11 0,14 0,04 0,28 -0,26 -0,01 0,05 0,10 0,50 1,00

Ce 0,02 0,51 0,29 -0,07 0,65 0,44 0,81 0,74 0,48 -0,76 0,16 0,46 0,60 0,01 0,82 0,88 -0,01 0,36 0,20 0,79 0,14 0,33 0,70 0,37 0,81 0,13 1,00

Ag -0,24 -0,20 0,05 -0,14 -0,13 -0,01 -0,05 -0,02 0,09 0,09 0,06 -0,15 0,07 0,49 0,21 0,31 -0,01 0,38 0,26 0,16 0,25 0,39 0,30 0,37 0,24 0,14 0,19 1,00

Sb -0,35 0,04 -0,20 0,26 -0,14 0,24 0,00 0,17 0,32 -0,07 0,54 0,05 0,31 0,53 0,18 0,30 0,39 0,68 0,65 0,25 0,37 0,69 0,30 0,73 0,25 0,01 0,20 0,19 1,00

W -0,30 -0,09 -0,22 0,10 -0,15 0,03 -0,05 0,11 -0,01 0,02 0,39 0,05 0,13 0,42 0,19 0,27 0,37 0,56 0,52 0,21 0,22 0,44 0,24 0,51 0,32 0,20 0,18 0,22 0,46 1,00

122

MATRIZ DE CORRELACIÓN PARA EL AURIOL-10 Na Mg K Ca Ti Mn P Fe Si Ba Al LOI Cr Cd Cu Ga La Mo Ni Pb Sc Th U V Zn Y Zr Ce W

Na 1,00

Mg 0,12 1,00

K 0,46 0,33 1,00

Ca -0,14 0,35 -0,16 1,00

Ti 0,29 0,13 0,52 -0,46 1,00

Mn 0,11 0,11 -0,17 0,09 -0,34 1,00

P -0,02 0,38 0,50 0,03 0,49 -0,49 1,00

Fe 0,11 0,34 0,56 -0,35 0,57 0,12 0,57 1,00

Si 0,10 -0,57 -0,25 -0,69 -0,03 0,21 -0,56 -0,20 1,00

Ba -0,16 0,12 -0,01 0,33 -0,01 -0,38 0,29 -0,01 -0,31 1,00

Al 0,07 0,26 0,61 -0,43 0,71 -0,36 0,75 0,82 -0,29 0,09 1,00

LOI 0,05 0,48 0,11 0,46 -0,32 0,01 0,25 0,14 -0,58 0,28 0,09 1,00

Cr -0,14 0,10 0,07 -0,09 0,19 -0,03 0,22 0,33 -0,02 0,44 0,28 0,02 1,00

Cd -0,01 0,07 0,19 0,19 0,17 -0,51 0,32 -0,05 -0,22 0,58 0,13 0,10 0,14 1,00

Cu -0,03 0,11 0,07 0,13 0,17 -0,43 0,32 0,01 -0,20 0,63 0,16 0,18 0,20 0,72 1,00

Ga 0,11 0,09 0,36 -0,51 0,51 -0,17 0,35 0,48 0,11 -0,08 0,58 -0,20 0,30 -0,13 -0,09 1,00

La -0,12 0,07 0,28 -0,46 0,42 -0,26 0,52 0,59 -0,06 0,04 0,72 0,03 0,34 -0,06 -0,07 0,73 1,00

Mo 0,18 -0,09 0,05 -0,04 -0,18 0,24 -0,19 -0,04 0,17 -0,17 -0,13 0,03 -0,17 0,02 -0,24 -0,04 0,02 1,00

Ni -0,15 0,05 0,15 0,07 0,11 -0,14 0,32 0,30 -0,22 0,35 0,30 0,04 0,47 0,36 0,07 -0,05 0,28 0,18 1,00

Pb -0,06 0,05 -0,13 0,46 -0,32 0,41 -0,14 -0,01 -0,13 0,37 -0,32 0,16 0,26 0,29 0,22 -0,44 -0,33 0,14 0,43 1,00

Sc 0,14 0,20 0,45 -0,43 0,40 0,03 0,31 0,57 0,02 -0,30 0,58 -0,09 0,19 -0,17 -0,30 0,79 0,71 0,14 0,13 -0,32 1,00

Th -0,22 0,15 -0,20 0,13 -0,14 0,01 -0,03 0,03 -0,12 0,14 -0,02 0,23 0,14 -0,05 0,02 -0,11 0,11 -0,05 0,10 0,20 -0,04 1,00

U -0,05 0,18 0,11 -0,19 -0,06 0,49 0,05 0,49 0,05 -0,16 0,25 0,11 0,14 -0,18 -0,37 0,14 0,39 0,24 0,42 0,27 0,46 0,18 1,00

V -0,08 0,20 0,31 -0,42 0,40 -0,07 0,45 0,62 -0,08 -0,10 0,69 0,01 0,25 -0,08 -0,05 0,63 0,77 0,00 0,26 -0,20 0,78 0,07 0,54 1,00

Zn 0,03 0,10 -0,17 0,23 -0,37 0,82 -0,36 0,11 0,08 -0,06 -0,33 0,07 0,20 -0,30 -0,25 -0,27 -0,24 0,21 0,24 0,72 -0,06 0,18 0,48 -0,07 1,00

Y 0,11 0,09 0,29 -0,43 0,42 -0,12 0,31 0,42 0,12 -0,05 0,47 -0,12 0,24 -0,10 -0,05 0,93 0,69 -0,01 -0,10 -0,34 0,73 -0,04 0,16 0,55 -0,21 1,00

Zr 0,06 -0,25 -0,26 -0,12 0,04 0,03 -0,27 -0,32 0,37 -0,12 -0,34 -0,39 -0,01 -0,28 -0,19 0,20 -0,15 -0,14 -0,33 -0,19 -0,14 -0,23 -0,35 -0,25 -0,08 0,25 1,00

Ce -0,09 0,09 0,30 -0,49 0,41 -0,19 0,51 0,63 -0,05 -0,01 0,73 0,04 0,26 -0,09 -0,09 0,74 0,94 -0,03 0,18 -0,35 0,72 0,10 0,43 0,76 -0,23 0,72 -0,16 1,00

W 0,02 -0,04 0,02 -0,03 -0,12 0,18 -0,07 0,04 0,08 -0,22 -0,08 -0,05 0,05 -0,10 -0,18 -0,03 0,05 0,22 0,20 0,21 0,08 -0,01 0,19 -0,02 0,30 0,00 -0,04 -0,03 1,00

123

Na Mg K Ca Ti Mn Al P Fe Si Ba LOIPR

OFU

ND

max.: 15000 PANGAEA/PanPlot

tac2 mayoritarios.txt - 18.06.2006 03:30 h

11000

12000

13000

14000

15000

0.0 1.0 0.0 1.5 -1 2 0 6 0.0 0.5 0.02 0.11 0 9 0.00 0.09 0 4 0 40 0 3 0 30

Perfiles de Concentración de elementos mayoritarios del Auriol-9

124

Cr Cd Ga La Mo Ni Pb Sc Th

PRO

F

max.: 15000 PANGAEA/PanPlot

minoritarios tac2.txt - 18.06.2006 03:35 h

11000

12000

13000

14000

15000

-10 10 20 30 40 -110 90 200 -10 10 20 30 -10 0 10 20 -10 0 10 20 30 -10 10 20 30 40 -2 0 1 2 3 4 -2 0 1 2 3 4 5 6 0 20 30 50 60

Perfiles de Concentración de elementos minoritarios del Auriol-9

Perfiles de Concentración de elementos minoritarios del Auriol-9

125

Cr Cd Ga La Mo Ni Pb Sc Th

PRO

F

max.: 15000 PANGAEA/PanPlot

minoritarios tac2.txt - 18.06.2006 03:35 h

-10 10 20 30 40 -110 90 200 -10 10 20 30 -10 0 10 20 -10 0 10 20 30 -10 10 20 30 40 -2 0 1 2 3 4 -2 0 1 2 3 4 5 6 0 20 30 50 6011000

12000

13000

14000

15000

125

Perfiles de Concentración de elementos trazas del Auriol-9 U V Zn Y Zr Ce Ag Sb W

PRO

F

max.: 15000 PANGAEA/PanPlot

traza para tac2.txt - 18.06.2006 03:37 h

11000

12000

13000

14000

15000

0 1 2 3 4 5 6 0 20 40 60 80 0 40 70 110 160 0 3 5 7 9 12 15 18 0

200

126

300 400 0 10 20 30 0 2 3 4 5 6 7 8 9 0 40 70 110 160 0 2 3 4 5 6 7

Perfiles de Concentración de elementos mayoritarios del Auriol-10 Na Mg K Ca Ti Mn P Fe Si Ba Al LOI

PRO

F

max.: 17050 PANGAEA/PanPlot

mayoritarios tac3.txt - 18.06.2006 03:40 h

11800

12800

13800

14800

15800

16800

0 3 0 3 -1 3 0 20 0.0 1.0 -0.1

0.

3 0.00 0.10 0 3 0 50 0 20 0 9 0 30

127

Perfiles de Concentración de elementos minoritarios del Auriol-10

Cr Cd Cu Ga La Mo Ni Pb Sc Th

PRO

F

max.: 17050 PANGAEA/PanPlot

minoritarios tac3.txt - 18.06.2006 03:42 h

11800

12800

13800

14800

15800

16800

0 60 0 300 0 50 0 50 0 20 0 30 0 60 0 8 0 9 0 50

128

U V Zn Y Zr Ce W

PRO

F

max.: 17050 PANGAEA/PanPlot

trtazas tac3.txt - 18.06.2006 03:44 h

11800

12800

13800

14800

15800

16800

0 1 2 3 4 5 -20 10 30 50 70 90 0 100 200 300 400 0 3 5 7

129

9 11 14 17 0 200 400 600 0 10 20 30 0 3 5 7 9 11 14 17

Perfiles de Concentración de elementos trazas del Auriol-10

“It’s none of Æeon’s business but...”

122