Carnaval Ciudadania y Mestizaje Version Preliminar

7/23/2019 Carnaval Ciudadania y Mestizaje Version Preliminar

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Carnaval, ciudadanía y mestizaje en Colombia*

Paolo VignoloProfesor asociado de Historia

Universidad Nacional de ColombiaResumen

El artículo explora las multiples relaciones entre fiesta, conflicto y poder en las prácticas y representaciones de unos carnavales colombianos Enparticular, se subraya la importancia de este tipo de celebraciones en las luc!aspor la ciudadanía y en la costrucci"n de nuevos imaginarios regionales ynacionales basados en el discurso sobre mesti#a$e % lo largo de todo el textolas reflexiones te"ricas sobre el carnaval en general &considerado a la ve#como un performance colectivo y como un dispostivo ret"rico y material paragenerar mundos al rev's( se alternan con e$emplos y casos de estudio

específicos de fiestas carnestolendicas en Colombia, con alg)na incursi"ncomparativa !acia otros países de %m'rica latina y del resto del mundo

Introducciòn

En Colombia los carnavales $uegan un papel de crucial importancia enlas luc!as para acceder a diferentes formas de ciudadanía y en la construcci"nde comunidades imaginadas, a nive tanto regional como nacional El prop"sitodel presente artículo es explorar la relaci"n entre fiesta, conflicto y poder,prestando una particular atenci"n al e$ercicio de los derec!os culturales y a las

ret"ricas del mesti#a$eEn el curso de los )ltimos a*os una extensa investigaci"n sobre+mundos al rev's me !a llevado me !a llevado a concebir el carnaval uncomple$o sistema de normas -ue permite comportamientos performáticos, amenudo trasgresivos, espont.neos e incontrolados /esde esta perspectiva elcarnaval ofrece una ventana privilegiada desde donde pueden observarsedesigualdades, conflictos y reclamos propios de la modernidad0 puede ser interpretado como una estructura $erár-uica de poder y a la ve# como unespacio de improvisaci"n, en donde se generan mecanismos de inclusi"n yexclusi"n ciudadana, expresados a menudo en t'rminos de clase, g'nero yetnicidad

El primer capítulo del ensayo, +El carnaval en tiempos de laglobali#aci"n0 las caravanas turísticas, se interroga sobre las ra#ones delinesperado resurgir de las festividades carnestol'ndicas, cuando en los a*os

* Este artículo es una versión ampliada y actualizada de una ponencia titulada “Las metamorfosis delcarnaval: apuntes para la historia de un imaginario”, presentada en 2! en las “"ornadas de Estudio so#re$iestas y %arnavales”, cuyas memorias han sido pu#licadas por el &nstitut de 'echerche pour le()veloppement de $rance &'(+ y la niversidad de %artagena en 2-. El caso de estudio del carnavalde 'iosucio surge de un proyecto de investigación de la niversidad /acional 0ue estoy coordinandodesde 2-, titulado “$iesta, migración y conflicto en el carnaval de 'iosucio %aldas+”, mientras 0ue el

e1emplo so#re el carnaval de ogot3 ha sido ela#orado a raíz de mi fugaz e4periencia como coordinador del proyecto “%arnaval de ogot5” en el &nstituto de %ultura y 6urismo de la 7lcaldía 8ayor de ogot5

en 29 y ha sido parcialmente incluído en un artículo en franc)s, “La prise de la rue”, aparecido en larevista La vie des Idèes en a#ril 2-.



sesenta los más destacados acad'micos internacionales consideraban elcarnaval como una festividad asociada a un mundo agrario en vías dedesaparici"n, y por ende poco afín a las exigencias de las sociedadesseculari#adas contemporáneas El renovado auge del carnaval es interpretadoa la lu# de sus relaciones con la esfera política &legitimaci"n popular y

estrategias de consenso( y econ"mica &turismo y city marketing ( El recientecaso colombiano de las caravanas turísticas es, en este sentido,particularmente esclarecedor

En +Historia oficial e !istorias subalternas0 fol1lore y 2elitelore3 en4arran-uilla, título del segundo capítulo, se intenta deconstruir la estructuraret"rica -ue, consciente o inconscientemente, presenta la !istoria del carnavaldesde un punto de vista euroc'ntrico, lineal y progresivo El caso del Carnavalde 4arran-uilla no s"lo nos permite comprobar la falacia de este tipo dediscursos !egem"nicos &en el e$emplo de 5ey 6omo(, sino -ue ademásplantea la cuesti"n de c"mo las formas de protesta más eficaces se desarrollanen el terreno de los derec!os culturales y de la reivindicaci"n de formas de

ciudadanía diferenciadas &en el e$emplo del desfile de los +travestidos(El tercer capítulo, +6etáforas del mesti#a$e0 el mito fundacional de

5iosucio, explora las nuevas ret"ricas de la naci"n multi'tnica y multicultural,-ue fatigosamente está suplantando 7en Colombia y en toda %m'rica 8atina7la concepci"n de valores patrios basados en una sola religi"n, una sola lenguay una sola ra#a El mito fundacional de 5iosucio y el surgimiento legendario deldiablo mesti#o de su carnaval nos brindan un e$emplo paradigmático de c"moel pe-ue*o pueblo es celebrado como un microcosmos del pueblo colombianoen su totalidad

8a idea del reconocimiento de la pluralidad de los componentes de lanaci"n, el 'nfasis en las diferencias 'tnicas, sociales y sexuales y &a partir de laConstituci"n de 9::9( la ratificaci"n de una concepci"n no universalista de lasciudadanías, nos lleva a explorar la manera como las políticas promueven elagenciamiento cultural a trav's de actos festivos El caso del Carnaval de4ogotá se presta bien para reflexionar sobre retos y límites de la intervenci"np)blica en el mane$o de la fiesta, a raí# de la relaci"n de carácter ambiguo -ue'sta !a establecido desde siempre con el poder Es 'ste el tema central delcapítulo cuarto, +Entre revoluci"n y reacci"n0 el carnaval frustrado de 4ogotá

8as +Conclusiones0 el carnaval como performance colectiva y comodispositivo ret"rico y material, tratan de llegar a una síntesis te"rica sobre elcarnaval, -ue pueda brindar elementos de reflexi"n a todos a-uellos gobiernos

locales, asociaciones de base, movimientos sociales empe*ados en el difícil yapasionante mane$o de políticas de salvaguardia y fomento del patrimonioinmaterial festivo relacionado con las celebraciones carnestol'ndicas

1. El carnaval en tiempos de la globalizacin! las caravanas turísticas

Uno de los aspectos más sorprendentes del carnaval, a lo largo de suvida milenaria, es su extraordinaria capacidad de adaptarse a diversoscontextos !ist"ricos y a !eterog'neas condiciones locales, movili#ando lasenergías festivas a su alrededor Pocas celebraciones !an demostrado ser tan

persistentes en el espacio y en el tiempo y !an logrado concentrar, alrededor de una misma estructura de base, una variedad tan impresionante de



expresiones artísticas, creencias religiosas y valores sociales de las másdiversas culturas

Nos encontramos frente a un fen"meno aparentemente parad"$ico0 por unlado, la !istoria del carnaval se nos presenta como un proceso de larguísimaduraci"n, -ue se extiende por más de mil a*os desde 8ituania !asta Per),

desde 6ontevideo !asta ;uebec, llegando incluso a incursionar en <fricaoccidental y en la =ndia> por otro lado, si !ay algo -ue caracterice a todocarnaval es su irreducible especificidad0 la me#cla )nica de elementosaparentemente disparatados brinda a cada celebraci"n un carácter propio -uela vuelve atractiva

Esta asombrosa capacidad del carnaval de dinami#ar los imaginarioscolectivos movi'ndose entre las !o$as de los libros de !istoria y de los atlasgeográficos sin perder su e$e, su estructura, su identidad, lo vuelve un ámbitode estudio decisivo Prácticas y representaciones, temas y t'cnicasrelacionadas con las celebraciones carnavalescas moldean las geografías de laidentidad, transforman las memorias de diásporas y despla#amientos,

reelaboran las narrativas !ist"ricas y presentan en una perspectiva diferentelas tensiones políticas, sociales y 'tnicas -ue atraviesan una ciudad o unaregi"n

8a cuesti"n se !a vuelto de candente actualidad a raí# del inesperadoresurgimiento del carnaval como una de las principales celebraciones festivasde comien#os de milenio En los a*os -ue siguieron a la ?egunda @uerra6undial parecía darse una tendencia al general estancamiento de este g'nerode celebraciones en muc!as regiones del mundo, tanto -ue desde muc!aspartes se vaticinaba una ineludible decadencia del carnaval, a raí# de ungeneral proceso de desacrali#aci"n de las sociedades modernas y delsurgimiento de nuevos espacios de sociali#aci"n y escenificaci"n &@aignebet,9:AB( El progresivo derrumbe de la civili#aci"n campesina !abía de$adopresagiar el ocaso, o incluso la desaparici"n, de las fiestas tradicionales -uemarcaban su calendario, sus ritmos, sus temporalidades Caro 4aro$a &9:D(,por e$emplo, arranca su fundamental estudio con una afirmaci"n ta$ante0

El carnaval !a muerto> !a muerto, y no para resucitar como en otro tiemporesucitaba anualmente Era una fiesta de corte antiguo Hoy -ueremos ser modernos ante todo ?uelen decir las gentes piadosas -ue, como )ltimo restodel paganismo, bien muerto está> pero es el caso -ue personas de tendenciaracionalista tampoco le !an sabido demostrar muc!a simpatía %l carnaval no lemat", sin embargo, ni el auge del espíritu religioso ni la acci"n de +lasi#-uierdas Ha dado cuenta de 'l una concepci"n de la vida -ue no es nipagana ni anticristiana, sino simplemente secularizada, de un laicismoburocrático, concepci"n -ue arranca desde bastantes d'cadas &p:(

8a !istoria reciente parece desmentir de forma contundente esta

previsi"n0 tras un proceso de cambios repentinos, sorprendentes, radicales, elfen"meno carnavalesco parece estar viviendo un renovado auge, luego de unlargo periodo de olvido y marginaci"n ?i bien en el )ltimo cuarto de siglo lagran mayoría de los carnavales tradicionales, relacionados a un mundo agrarioen descomposici"n, están desapareciendo o están en un proceso de radicalredefinici"n seg)n las nuevas circunstancias, otros están surgiendo máspoderosos y magnificentes -ue nunca Escribe Castelli &9::(0

8uego de una decadencia -ue en la posguerra parecía !aber decretado sumuerte, desde los a*os setenta !asta !oy se !a asistido, por varios lados, a un



renacimiento de los carnavales, -ue se !an vuelto a menudo un verdaderonegocio, con un lan#amiento organi#ado en versi"n turísticoFmercantil de lafiesta espectáculo &v'ase Carnaval de Venecia( muc!as veces relacionado, confines promocionales, a loterías nacionales GI o a la creaci"n de tradiciones+inventadas, GI casi siempre en el marco de la fiesta pueblerina &p JK(

El fen"meno está relacionado con la exigencia de volver a establecer espacios de sociabilidad festiva, de fortalecer el sentido de pertenencia y defomentar la solidaridad ciudadana frente a los procesos de aceleradaurbani#aci"n masiva, de fragmentaci"n del te$ido social, de crisis identitaria aescala individual y colectiva Pero tambi'n se trata de un fen"meno -ue tieneuna enorme trascendencia en el contexto de políticas urbanas y culturales0 ba$oel traumático impacto de la economía mundial, revitali#adas costumbrestradicionales y festividades reci'n nacidas se encuentran a!ora compitiendo launa con la otra para atraer turismo e inversi"n extran$era en mercados cadaa*o más globali#ados %sistimos a un +resurgir de la tradici"n, como fen"menocársico -ue aparece y desaparece, subraya @rimaldi &9::( a prop"sito delcaso italiano0

?e recuperan los carnavales -ue conservan amplias tra#as de elementosfol1l"ricos del pasado, se opera una medievali#aci"n del tiempo de latransgresi"n de comien#os de a*o, inventando y elaborando rasgos de muc!assupuestas !istorias locales sobre las cuales construir nuevos mitos defundaci"n, específicas identidades, se inventan nuevas formas expresivas,como si la moderna reFfuncionali#aci"n de la antigua religio carnavalescapudiera ofrecer una respuesta por la superaci"n de la crisis relacionada con elmilenio &p L(

8os pueblos y las regiones -ue ya tienen costumbres carnavalescas

consolidadas se apresuran a revitali#arlas y a valori#arlas 8as -ue no puedencontar con un buen +pedigrí festivo se las ingenian para inventarse algunatradici"n o para proponer nuevos proyectos El fen"meno es fortísimo en lasciudades pe-ue*as e intermedias, pero tambi'n en las grandes metr"polisdonde, frente a la explosi"n demográfica y al cambio drástico de ritmos,!orarios, interacciones y temporalidades, debe encararse el problema deencontrar nuevas formas de sociabilidad de carácter p)blico 6unicipios,asociaciones y empresas privadas se !an dado cuenta del impacto de imagen-ue puede tener el carnaval, con las repercusiones positivas en t'rminos deturismo e inversiones financieras 8as industrias culturales &casas dis-ueras,productoras de cine y televisi"n, editoriales( ponen cada ve# más atenci"n almovimiento artístico y cultural -ue se gesta alrededor de estas fiestas Comosugiere Minser &9::K(, a las tres etapas de apogeo en la !istoria del carnaval&6edioevo tardío, 5enacimiento y finales del siglo =Fcomien#os del ( !ay-ue a*adir una cuarta, -ue comen#" en los a*os sesenta del siglo y a)nestá vigente

Un caso muy significativo de mane$o mediático de las fiestas es el de lasllamadas caravanas turísticas, fomentadas en Colombia durante el primer gobierno de <lvaro Uribe &JKKJFJKK(, en el marco del programagubernamental +Vive Colombia, via$a por ella 8a iniciativa surgi" cuando elpaís atravesaba por uno de los peores momentos de su !istoria reciente 8as

Ouer#as %rmadas revolucionarias de Colombia &O%5C( controlaban partesimportantes del territorio nacional y sembraban el terror con secuestrosindiscriminados y tomas armadas de municipios, mientras la guerra sucia



emprendida por los grupos paramilitares &en unos casos tolerados o inclusoapoyados por el mismo E$'rcito Nacional( multiplicaba los !omicidiosselectivos, las masacres y el despla#amiento for#ado de millones de personas %l alba del nuevo milenio, la misma 4ogotá era una capital sitiada en medio deun país cada ve# más fragmentado0 a pocos 1il"metros de la ciudad

proliferaban retenes legales e ilegales de los diversos grupos armados enconflicto

El clima era propicio para la entrada en escena de un !ombre fuerte, -ueapareci" en la figura del entonces gobernador de %ntio-uia, <lvaro Uribe V'le#Uribe triunf" en las elecciones gracias a la promesa de derrotar la guerrilla conlas armas, despu's del fracaso de las negociaciones del gobierno anterior Elprimer resultado tangible de la nueva política, bauti#ada +seguridaddemocrática &un eufemismo -ue designa una política militar agresiva apoyadapor los Estados Unidos(, fue retomar el control de las carreteras /espu's dea*os de guerra -ue !abían transformado cual-uier despla#amiento por tierra

en una a#arosa aventura, por fin los colombianos podían volver a moverse concierta tran-uilidad 8as imponentes medidas de control militar por parte delE$'rcito se acompa*aban además de una intensa campa*a publicitaria, -uevolvi" a activar el turismo interno a trav's de invitaciones a la poblaci"n aconocer y disfrutar el país +Vive Colombia, via$a por ella es el nombre con -uese bauti#" la iniciativa, implementada desde el 6inisterio de Comercio,=ndustria y urismo Como se lee en la p.gina oficial QQQmincomerciogovco0

El traba$o de los 6inisterios de /efensa Nacional y de ransporte, del E$'rcitoNacional, de la Ouer#a %'rea, de la %rmada Nacional y de la Policía de Carreteras paragaranti#ar la seguridad de los via$eros, y por supuesto, la colaboraci"n de las

autoridades regionales para brindar a los turistas destinos atractivos, !an logrado -ue,como di$o el presidente Uribe tras los resultados de las Caravanas de la temporada defin de a*o GJKKI, se recupere la confian#a y se reactive el comercio interno del país, enmomentos en -ue la Naci"n vive una situaci"n financiera muy difícil

El principal ganc!o de la promoci"n turística eran las innumerables fiestasy carnavales -ue componen el calendario festivo de las diferentes regionesComo símbolo de la +seguridad democrática aparecieron entonces unassurrealistas caravanas de carros particulares -ue se aventuraban por lascarreteras intermunicipales rumbo a ferias y festividades, Rescoltadas por !elic"pteros, tan-ues de guerra y batallones del E$'rcitoS Una ve# más la fiestademostraba toda su fuer#a simb"lica en la construcci"n de una communitas

nacional imaginada y deseada &%nderson, 9::9> Esposito, 9::A> 4aumman,JKK9(

". #istoria o$icial e %istorias subalternas! $ol&lore y 'elitelore( en)arranuilla

8a fuerte exposici"n mediática del fen"meno festivo !a generado una+vulgata -ue, con pocas variantes, !a logrado afian#arse en el imaginariocolectivo contemporáneo, terminando por imponerse como paradigma

!egem"nico a nivel planetario Es suficiente repasar el abundante material encirculaci"n sobre temas carnavalescos fuera de los círculos restringidos de laacademia para darse cuenta de la sorprendente !omogeneidad en la

http://www.mincomercio.gov.co/

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interpretaci"n de su !istoria Ouentes tan disímiles como textos divulgativos,estudios fol1l"ricos, sitios de =nternet, folletos de agencias de via$es,documentales, videos promocionales y guías turísticas tienen a menudo lacostumbre de anteponer una breve introducci"n !ist"rica a su argumentocentral, por lo general la presentaci"n de un carnaval específico

En este tipo de relatos resulta impactante el !ec!o de -ue raras vecessuperan los pocos renglones y la informaci"n básicamente versa sobreetimología, orígenes y desarrollo del carnaval &a menudo derivada, con mayor omenor cuidado, de estudios clásicos sobre el tema( ?orprende la organi#aci"nde esta informaci"n en el marco de una visi"n lineal, progresiva del devenir !ist"rico En una versi"n muy difundida en =nternet, por e$emplo, leemos0

8a celebraci"n del carnaval tiene su origen probable en fiestas paganas, como las -uese reali#aban en !onor a 4aco, el dios del vino, las saturnales y las lupercalesromanas, o las -ue se reali#aban en !onor del buey %pis en Egipto ?eg)n algunos!istoriadores, los orígenes de las fiestas de carnaval se remontan a los antiguos?umeria y Egipto, !ace más de DKKK a*os, con celebraciones similares en la 'poca

del =mperio 5omano, desde donde se difundi" la costumbre por Europa, siendo traída a %m'rica por los navegantes espa*oles y portugueses -ue nos coloni#aron a partir delsiglo V9

% trav's de unos verdaderos topoi literarios, el carnaval parecedesarrollarse seg)n unas pautas bien establecidas ?urge a partir de las fiestasdionisíacas, -ue de Triente llegan a @recia y luego a 5oma ?u difusi"n a lolargo y anc!o del =mperio 5omano abona el terreno para la introducci"n, en laEdad 6edia, del carnaval propiamente dic!o, -ue se establece encontraposici"n a la Cuaresma cristiana 8a presencia de la =glesia modera losexcesos y desenfrenos propios de una 'poca -ue sigue siendo representada

en t'rminos de tinieblas y barbarie &Heers, 9::( ?eg)n se lee en un sitio Qebcat"lico, QQQbu#oncatolicocom &abril JKK(0

/urante ellas predominaba el desorden civil, no !abía unas medidas tan duras yestrictas contra los desenfrenos morales En todos sitios !abía cantos satíricosNo se pro!ibía nada durante esos días odo estaba permitido /e a!í -uearreciaran las críticas contra los poderes instituidos, como la autoridad, el poder y la religi"n /ebido a muc!os excesos, !a !abido a lo largo de la !istoria países-ue los !an pro!ibido por miedo a vengan#as y por sobrepasarse en los ata-uescontra los poderes

Con el 5enacimiento 7sigue la vulgata7, el carnaval no s"lo se propaga en

todo el mundo cristiano a los dos lados del %tlántico, sino -ue se vuelve másrefinado0 es la belle#a de las máscaras, la suntuosidad de los tra$es y lamagnificencia de las celebraciones lo -ue a!ora llama la atenci"n Como sereporta en abril JKK en digilanderliberoit0

08os feste$os en el período de carnaval tienen un origen muy remoto>probablemente en las fiestas religiosas paganas, en las cuales se !acía uso delas máscaras para ale$ar los espíritus malignos Con el cristianismo esos ritosperdieron en carácter mágicoFritual y -uedaron como simples formas dediversi"n popular %)n !oy en día el carnaval representa una ocasi"n dediversi"n y se expresa a trav's del disfra#, los desfiles enmascarados, lasfiestas /urante la Edad 6edia y el 5enacimiento los feste$os en ocasi"n del

Esta citación hace referencia al carnaval de 'ep;#lica (ominicana <<<.carnaval.com.do, a#ril 2-+,aun0ue encontramos este mismo te4to en varios sitios dedicados a otros carnavales.

http://www.buzoncatolico.com/

http://www.carnaval.com.do/

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http://www.buzoncatolico.com/



carnaval fueron introducidos tambi'n en las cortes europeas y asumieronformas más refinadas, en relaci"n con el teatro, la dan#a y la m)sica

/epurado así de todo carácter subversivo y trastocador, el carnaval pasaa la modernidad en cuanto espectáculo, representaci"n y ya no como

presencia viva &Minser 9:A0 9FB9( %!í se cierra por lo general el excursus!ist"rico, de$ando presagiar -ue el momento culminante de todo el recorridoestá a disposici"n del lector deseoso de conocer alg)n e$emplo de cultura localperfectamente integrada en ese proceso civili#ador0 un espectáculo de arte yfol1lore dispuesto para el uso y consumo del turismo de masa

Este tipo de relatos, aparentemente inocentes, no !ace sino reproducir enel ámbito mediático una visi"n de la !istoria de molde positivista, -ue si bien yano tiene muc!a vigencia en el ambiente acad'mico, sigue profundamentearraigada en la percepci"n com)n 8a !istoria del carnaval es presentada comoun camino unívoco, perfectamente sintoni#ado con el supuesto progreso de lacivili#aci"n occidental &6uir, 9::D(

8a descripci"n de sus celebraciones procede seg)n un itinerario -ue vadesde el dominio de la natura al campo de la cultura, es decir, de la pre!istoriade tiempos inmemoriales a la !istoria propiamente dic!a, de lo salva$e a locivili#ado 8as +fiestas primitivas y desenfrenadas de egipcios y babilonios,caracteri#adas por un salva$ismo panteísta, son sustituidas poco a poco por losrituales paganos de las saturnales y las lupercales grecorromanas 8aconversi"n a un cristianismo a)n empapado de magia y supersticiones es elpaso necesario -ue permite finalmente desembocar en el supuesto progresocientíficoFcultural de la modernidad capitalista odo lo -ue, por una ra#"n uotra, no enca$a en este destino progresivo de la !umanidad es tac!ado deresidual , o incluso de obstáculo al progreso

%sí aparece una poderosa construcci"n mediática del pasadocarnavalesco, -ue tiende a cristali#arse en una !istoria +oficial ?u eficacia esevidente, ya -ue brinda un cuadro global en donde pueden ubicarse loscarnavales contemporáneos como e$emplos específicos y locali#ados de una!istoria !egem"nica Para poder reservarse un pe-ue*o espacio delegitimidad, cada carnaval se ve abocado a inscribir su pasado en el desarrollode la civili#aci"n universal, seg)n una visi"n etnoc'ntrica -ue encuentra sucuna en el 6edio Triente bíblico y en la @recia clásica

?e trata de una visi"n omnipresente -ue, con pe-ue*as variantes,coloni#a el imaginario globali#ado contemporáneo En unos casos se pone elacento sobre la importancia de defender vetustas tradiciones, en otros se

subraya su potencial en t'rminos de desarrollo econ"mico y progreso culturalHay -uien a*ora los carnavales de anta*o y -uien defiende el impacto deimagen de una localidad en t'rminos de city marketing Pero, prescindiendo delos diferentes enfo-ues, lo -ue se desprende es una narrativa com)n -ue ve enel carnaval una expresi"n más de la superioridad de Tccidente y de su misi"ncivili#adora

/entro de este r'gimen del discurso, los aportes de otras culturas ytradiciones, sobre todo las contribuciones africanas e indígenas, determinantesen el proceso de asentamiento del carnaval en tierra americana, se encuentranrelegados a un papel decorativo ?e ensal#a su ri-ue#a simb"lica, eldespliegue festivo y el exotismo de sus costumbres, pero al precio deinsertarlos a la fuer#a en una lectura !ist"rica purgada de cual-uier referencia asus luc!as de emancipaci"n y a la represi"n de la -ue !an sido



sistemáticamente ob$eto Como denuncia Nina de Oriedemann a prop"sito delcarnaval de 4arran-uilla0

Estas celebraciones de los negros, es obvio -ue nunca !an sido característicasde las festividades -ue por muc!os siglos se !an venido celebrando comocarnaval en Europa Claro -ue, cuando el carnaval fue introducido con suspropios perfiles occidentales, esas celebraciones de negros en el litoral atlántico,paulatinamente se fueron incorporando a las festividades de carnaval y susparticipantes empe#aron a integrarse a las masas indiscriminadas de celebrantescalle$eros %sí, aun-ue en Colombia, al igual -ue en otros lugares de %m'rica,las tradiciones de origen africano forman parte !oy del trance del carnaval, nocabe asimilarlas a un rito de procedencia occidental Ello seguiría propiciando eldesconocimiento de la influencia cultural africana en aspectos de un país o deuna regi"n, como es el caso del carnaval en la ciudad de 4arran-uillaJ

El planteamiento de Nina de Oriedemann puede ser leído a la lu# delcontroversial concepto de +esencialismo estrat'gico de ?piva1 &9:::(0 unaforma de consolidar la identidad de un grupo &en este caso afrodescendiente( atrav's de una solidaridad temporal, para !acer frente al riesgo de sudespla#amiento en la arena política y social, aun-ue a costa de tener -ueasumir una posici"n de tipo esencialista

Volvamos entonces a la pregunta inicial0 c"mo dar cuenta de laasombrosa persistencia del carnaval en contextos muy ale$ados entre sí en eltiempo y en el espacio, !asta su renovado auge actual 8as reflexiones antesexpuestas nos permiten encontrar pistas para comprender sus metamorfosis alo largo de la !istoria, sin tener -ue remontarnos necesariamente a teorías detipo evolutivo o lineal El dispositivo carnavalesco se encarga de generar supropia !istoria, su propio mito fundacional, su propia inserci"n en el desarrollode la modernidad global ?in embargo esto no es fruto de una improbablefiliaci"n directa, ni de un supuesto desarrollo civili#atorio -ue desde el cora#"neuropeo se va propagando por las periferias del Nuevo 6undo Por el contrario,las investigaciones !ist"ricas sobre las diferentes celebraciones carnavalescasdan cuenta de un proceso fragmentado, -ue procede por saltos, brincos, largasetapas de decadencia y repentinos resurgimientos, períodos de auge y largoslapsos de olvidoomemos por e$emplo la figura de 5ey 6omo0 se trata de un persona$e -ueaparece en los carnavales de medio mundo, desde 5ío de Waneiro !asta NuevaTrleans, desde 4arran-uilla !asta la ciudad indiana de @oa &@"es, JKKA( Estopodría inducir a caer en la tentaci"n de buscar sus raíces en alg)n antepasado

com)n Es lo -ue !ace por e$emplo el sitio turístico QQQaverlocom, en susecci"n dedicada a 5ío0

El carnaval es una naci"n de ensue*o y, como todo reinado, cuenta con unmonarca0 el 5ey 6omo, una de las imágenes más tradicionales y, -ui#á, la másfuerte Nacido en la mitología grecorromana, 'ste era el dios de la irreverencia,ra#"n por la cual fue expulsado del Tlimpo, donde las otras deidades morabanEn la antigua 5oma, durante los feste$os del dios ?aturno, el soldado más belloera seleccionado y coronado como el rey del carnaval El elegido era tratado consumo respeto y le proporcionaban la me$or comida, bebida y diversi"n> pero alterminar la fiesta era ofrecido en sacrificio en el altar de ?aturno El rey delcarnaval salt" el oc'ano y lleg" a los feste$os de 5ío en 9:

2 /. de $riedemann, en http:==<e#.elheraldo.com.co:>>=<e#=carnaval=historia.asp



El 5ey 6omo llega a 5ío en los a*os treinta, a @oa en los sesenta> en4arran-uilla ya está presente a finales del siglo =, para luego eclipsarse yvolver a aparecer en tiempos recientes Es evidente -ue no estamos frente aunas tradiciones decantadas a trav's de los siglos, sino -ue más bien se tratade un recurso al cual cada manifestaci"n carnavalesca puede acudir, seg)n

unas circunstancias y unas necesidades contingentes 8a presencia del mítico5ey 6omo alrededor del planeta se debe más a ra#ones turísticas ypromocionales, al a#ar o a iniciativas extemporáneas, -ue a improbablessurvivances de un legado de la antigXedad clásica

%l mismo tiempo, en los pliegues de estas discontinuidades propias de laversi"n dominante es posible divisar las !istorias no escritas del carnaval,!istorias -ue se alimentan de otros mitos y de otros imaginarios, cuyos rastroses posible encontrar, escondidos, en ciertas prácticas y representaciones -uesiguen vivas, aun-ue a la sombra de la parafernalia del carnaval oficial Ya Ninade Oriedemann &9::D( subrayaba este aspecto cuando distinguía entre fol1lorey +elitelore0

En la celebraci"n de las fiestas y de su conceptuali#aci"n en Colombia elvocablo folklore es de uso cotidiano para evocar la fiesta popular, y aludir a lacultura de segmentos sin poder en determinada sociedad /e esta suerte, espreciso oponer el t'rmino elitelore para representar la cultura de clasesdominantes en un escenario donde el $uego de poder socioFpolítico se relacionaalrededor de manifestaciones en gran parte est'ticas %sí se facilita lacomprensi"n de c"mo las clases dominantes pueden utili#ar las expresiones delas dominadas con prop"sitos de control socioFpolítico &p J(

5econocer en el carnaval la existencia de un dispositivo -ue opera desdeel poder nos permite entonces destacar el papel, sistemáticamente

desautori#ado, de las innumerables tácticas de resistencia y de contracultura,de grupos y culturas subalternas -ue se mueven a su sombra

Como di$imos, no se trata simplemente de una luc!a de carácter social8as reivindicaciones de su$etos en busca de visibili#aci"n y reconocimientopasan cada ve# más por la identificaci"n con derec!os culturales -uedependen de la pertenencia a grupos 'tnicos, raciales o de g'nero Nosreferimos, para limitarnos a otro e$emplo barran-uillero, a la importancia delmovimiento !omosexual en el carnaval de 4arran-uilla, cuyo desfile !asta !acepocos a*os era ob$eto de escarnio p)blico y sobre todo de una sistemáticarepresi"n por parte de la policía ?"lo en a*os recientes, gracias a la calidadartística del acontecimiento, pero sobre todo a los pasos agigantados -ue el

movimiento @84 !a logrado en el país, la represi"n !a dado paso a ciertoreconocimiento del +desfile de los travestidos, como se le conoce en el argotlocal &riana, JKKL( Como escribe /anny @on#.le# Cueto &JKKL(0 +8a ciudadest. en estado de sitio GI por el fasto de los !ombresFmu$eres o travestidos-ue recorren las calles mostr.ndose y , de paso, mostrando a a-uellos -ue seocultan, con !ipocrZsia, detr.s de la m.scara social

Es interesante notar -ue el caso de 4arran-uilla no es sino un e$emplo delamplio repertorio de manifestaciones no violentas de carácter festivoFcarnavalesco basadas en el $uego ex!ibido de inversiones y transgresionessexuales &la más c'lebre de las cuales es sin lugar a dudas la de los llamadosgay prides(, -ue el movimiento @84 !a privilegiado para visibili#arse ante lasociedad en su con$unto



+. et-$oras del mestizaje! el mito $undacional de Riosucio

El carnaval por lo general está asociado con los conceptos de tradici"n,fol1lore, !erencia, legado, patrimonio Nuestra investigaci"n, por el contrario, semueve en una perspectiva diferente0 si miramos la !istoria del carnaval, nos

damos cuenta de -ue, desde sus origines en las ciudades mercantiles tardíoFmedievales !asta nuestros días, 'ste !a sido un e$e crucial de modernidad Elsuyo, nos recuerda 4a$tin , es el lengua$e polif"nico y coral de la pla#a demercado, es decir, del e$e de la transformaci"n econ"mica y social -ueasociamos con los comien#os del capitalismo &4ur1e 9::9> 6uir JKK9,Camporesi 9:AK( ?us polos de difusi"n y desarrollo por lo general seencuentran en ciudades -ue están en medio de una intensa actividad deintercambios econ"micos, culturales y demográficos 8os principalescarnavales colombianos no son la excepci"n0 4arran-uilla !a sido el principalpuerto de entrada caribe*o al país> Pasto es el puente entre Colombia y elresto del mundo andino, y 5iosucio, a pesar de ser un centro urbano muc!o

más pe-ue*o, está ubicado en la intersecci"n entre los -ue fueron los estadossoberanos del Cauca y %ntio-uia y las selvas del C!oc"

Catarsis colectiva, ritual propiciatorio de una religi"n ya moribunda osimple $olgorio colectivo0 sea como fuere, el carnaval se presenta comoescenario privilegiado para una dramati#aci"n colectiva donde puederidiculi#arse el mundo presente, a*orarse los tiempos de anta*o o perderse enenso*aciones de futuros posibles 6ás -ue simplemente evocar costumbres envías de extinci"n, el carnaval pone al día el pasado y lo proyecta !acia elfuturo Como escribe 6ontoya 4onilla &JKK, p JL(0 +El carnaval vive de supermanente actuali#aci"n 5etomar el momento por el -ue la sociedad pasa yreelaborarlo para la fiesta, re-uiere de extrema agude#a y agilidad para ir reempla#ando lo caduco, lo -ue se !a vuelto letra muerta, por lo actual

Podemos comparar el carnaval con una espon$a cuyo te$ido vaabsorbiendo la ri-ue#a cultural, las tradiciones vitales, los fermentos artísticospresentes en el territorio, !asta determinar una forma específica en precarioe-uilibrio entre tendencias cosmopolitas y peculiaridades locales En esesentido !ay -ue pensar el carnaval como parte integrante de la dinámicacapitalista, bien sea en t'rminos de participaci"n en sus trasformacionesrevolucionarias, bien como un baluarte de la reacci"n frente a la amena#a -ue'ste representa Como !acen notar 4oltans1i y C!iapello &9:::(, una de lascaracterísticas principales del capitalismo es su capacidad de alimentarse de

las críticas, tanto sociales como artísticas, -ue son formuladas en su contra ?evuelve entonces imprescindible explorar las modalidades a trav's de las cualescada carnaval se apropia de las posturas críticas -ue afloran en el espaciomismo de la fiesta, absorbi'ndolas al mismo tiempo en una celebraci"nautori#ada y a menudo fomentada desde el poder establecido

8a capacidad de reinventar constantemente tradiciones e integrarlas a lacontemporaneidad es precisamente lo -ue !ace del carnaval una combinaci"ntan poderosa de identidades colectivas Para lograr poner en escena unpasado -ue moldee los imaginarios de toda una sociedad, el carnavalaprovec!a los elementos primordiales -ue convocan a la fiesta0 la máscara y eldisfra#, la m)sica y la dan#a, los $uegos p)blicos y privados, el trago y el

ban-uete, el corte$o y la sexualidad ex!ibida Pero al mismo tiempo los aterri#aen los lengua$es contemporáneos /e esta manera el carnaval se vuelve ungran caldo de cultivo para la constante elaboraci"n de una mitología popular



compartida En cuanto gran exorcismo colectivo frente a la muerte y altranscurrir del tiempo, el carnaval tiene -ue !undir sus raíces en el mito Comoescribe 4utitta &9::(, a partir de 8'viF?trauss y de Eliade0

El andamia$e ideol"gico era siempre el mismo y estaba dirigido a absorber lo

discontinuo natural y social en un continuo c"smico !omog'neo y unitario -ue,a*o tras a*o, se refundaba a trav's de la refundaci"n del tiempo GI En elconvertir el caos en cosmos, las fiestas como representaci"n mítica del tiempo lorefundan como unidades de continuo y discontinuo, de ser y devenir /e a!í sededuce -ue todas las fiestas de comien#os de a*o, sea cual sea la forma -ue!ayan tomado &carnaval, Pascua, etc(, no son tiempos de fiestas sino fiestas deltiempo, cuyo sentido )ltimo es trasponer la temporalidad !ist"rica en unatemporalidad mítica, el discontinuo del devenir, es decir de la muerte, en elcontinuum del ser, o sea de la vida0 un sue*o inalcan#able, un territorioimposible, es decir un mito &p D:(

El carnaval es una gran fábrica de mitos, y el primer mito -ue tiende aproducir es su proprio mito fundacional 8as prácticas y las representacionescarnavalescas tienen -ue presentarse como desligadas de la temporalidadcotidiana, tienen -ue brindar la ilusi"n de escapar, gracias a la evocaci"n deuna ritualidad cíclica, al inexorable operar de la muerte ?e explica así latendencia generali#ada a colocar los orígenes de todo carnaval entre lasneblinas de tiempos inmemoriales, incluso en los casos donde la investigaci"nmuestra claramente su fundaci"n reciente

8a distancia entre la evidencia !ist"rica y los mitos -ue se generan es delmayor inter's para la !istoria del imaginario carnavalesco, ya -ue permiteenfati#ar los elementos de transici"n, intercambio, diseminaci"n y movilidadpropios de la fiesta, -ue resisten a la noci"n de una tradici"n eterna -ue se!unde en un pasado ancestral %l mismo tiempo este mito, si pretende tener fuer#a y vigencia, necesita arraigarse en el territorio a trav's de mitosfundacionales locali#ados 8a leyenda del surgimiento de 5iosucio &Caldas( nosbrinda un e$emplo esclarecedor ?eg[n la !istoriadora Nancy %ppelbaum&JKK(0

8a leyenda GI comien#a a los albores del siglo =, a finales de la 'poca colonial/iferentes grupos de indígenas vivían en la regi"n, -ue contaba con ricas minas de oro8a principal comunidad indígena era la de 8a 6onta*a, liderada con benevolencia por uncura republicano rebelde, el padre Wos' 4onifacio 4onafont % noroccidente de la6onta*a !abía un asentamiento espa*ol conocido como ;uiebralomo Padre 4onafontlogr" involucrar al cura de ;uiebralomo, un tal padre 4ueno, para -ue lo ayudara a poner

fin a las enardecidas disputas entre las dos comunidades, uni'ndolas como fueran unasola El L de agosto 9A9:, dicen los riosuce*os, los dos curas fundaron los dos pueblosen un sitio desde !ace tiempo conocido como 5io ?ucio 8os pobladores de 8a 6onta*ay de ;uiebralomo llevaron los respectivos santos patronos en processi"n desde lascapillas de sus aldeas !acia el nuevo pueblo, y los curas ordenaron de -uemar las vie$ascapillas para -ue no regresaran GI ?in embargo los indígenas de 8a 6onta*a y lagente de ;uiebralomo siguieron en desacuerdo y se negaron a frecuentar la mismaiglesia Cada grupo mantuvo su propia capilla y su propia pla#a GI Una cerca losdividía &p D(

% lo largo de unos JK a*os, en medio de las guerras fratricidas entreconservadores y liberales -ue ensangrentaron a la $oven 5ep)blica desde suscomien#os, 5iosucio -ued" separado en dos por una cerca de guadua Un día,sigue la !istoria, los dos padres se pusieron de acuerdo en poner una efigie deldiablo en el medio de la cerca, para -ue los -ue -uisieran pudieram acercarsea dar -ue$as y reclamos +R?i /ios no puede unir al pueblo, -ue lo una el



diabloS ?urge así la figura del diablo, -ue se convertirá en el siglo en elprotagonista del carnaval

Hasta a-uí el mito fundacional, o más bien su versi"n cristali#ada en unaversi"n oficial, ya -ue, como todo mito, 'ste tambi'n es rico en contradicciones,inco!erencias, variantes, superposiciones Un punto de partida para explorar el

poderoso entreramado simb"lico subyaciente al mito es cuestionar la fec!a defundaci"n del pueblo0 el L de agosto de 9A9:, es decir el mismísimo día de la4atalla de 4oyacá, momento decisivo de la independencia colombiana Escribeel !istoriador @ermán %rciniegas &9::K( en una carta a Ttto 6orales 4eníte#0

Por -u' mi entusiasmo por 5iosucio ?encillamente por-ue en cierto modo esla imagen de la 5ep)blica Es el municipio -ue nace en el día en -ue comien#arealmente la vida independentista de Colombia No es poca suerte -ue el a*ode arran-ue de esa fundaci"n del Padre Wos' 4onifacio venga a ser la mismaen -ue al pasar el general ?antander al puente de 4oyacá comen#" a funcionar la 5ep)blica marc!ando sobre las ceni#as del gobierno espa*ol GI /escubrir esa tierra de tantos encantos -ue surge como un /orado de las minas de

6armato y se convierte en un cafetal con los granos traídos por padre Wos'4onifacio

5etomando un motivo ya esbo#ado por la narrativa costumbrista de lastres primeras d'cadas del siglo , políticos e intelectuales de cu*o liberal,deseosos de encontrar un símbolo y una metáfora capa# de representar latotalidad de la naci"n colombiana, aprovec!aron la asombrosa &y sospec!osa(superposici"n de fec!as de la conmemoraci"n de la fiesta patria y elaniversario de la fundaci"n del pueblo &tramada por una incierta tradici"n(, paratratar de presentar a 5iosucio como microcosmos de la sociedad colombianaen su con$unto Trti#, JKKL( El auge del caf' y del oro, la coloni#aci"n

antio-ue*a y caucana, la presencia de europeos, indígenas y africanos y 7sobre todo7 la existencia de una exuberante festividad capa# de funcionar como crisol de todos estos componentes, parece fortalecer la candidatura delmunicipio a e$emplo viviente del país Poco importa -ue esta !istoria sea unsimple recurso ret"rico0 cuando el investigador riosuce*o <lvaro @\rtner Posada &9::B( se atrevi" a desenmascarar p)blicamente el falso dato !ist"rico,se desataron pol'micas furibundas Un mito, cuando logra arraigarse enprácticas rituales y en representaciones compartidas por una colectividad,difícilmente puede ser extirpado mediante simples evidencias documentales

Una segunda entrada para el análisis crítico del mito fundacional tiene-ue ver con la !istoria de la cerca de guadua, elemento imprescindible para

tratar de relacionar las fiestas carnestol'ndicas con los conflictos armados -ue,desde comien#os del siglo =, ensangrientan sin cesar la regi"n Es curiosonotar c"mo, en la vox populi calle$era recolectada a lo largo del traba$o decampo, las innumerables variantes de la estructura base de la !istoria tienden aconfundir y sobreponer diferentes momentos !ist"ricos0 en unos relatos -uerecolectamos en el traba$o de campo, la cerca &o muro( separa a liberales yconservadores> en otra, a indios y con-uistadores> no falta -uien la atribuye alas luc!as entre tropas independentistas y realistas o, en otra versi"n, Rinclusoa guerrillas y paramilitaresS ?in embargo, la estructura narrativa siempresubraya lo mismo0 !ay una luc!a fratricida -ue amena#a la communitas&Esposito, 9::A(, y la figura salvífica de un diablo bueno, inventado por un!ombre de =glesia, permite, a trav's de su sacrificio ritual, la reconciliaci"nfestiva de los diferentes estamentos de la sociedad riosuce*a &@irard, 9:LJ(



Oinalmente, el elemento -ue acomuna y re)ne todos los aspectosanteriores de este mito fundacional es la visi"n del carnaval como genius loci de la naci"n, es decir, el lugar donde se expresa el genio nacional, fruto delencuentro y la fusi"n entre colonos blancos, campesinos indígenas y &en menor medida( esclavos negros, cuyo cruce va a for$ar la ra#a riosuce*a, metáfora y

metonimia de la nueva sociedad colombiana so*ada por los liberales Eldiscurso no se limita a circular entre las elites, sino -ue llega a permear lanarrativa de los mismos protagonistas de la fiesta El carnavalero %lbertoTspina, por e$emplo, afirma0

GI yo !e participado en muc!os disfraces, pero me gusta muc!o el del diablo,pues por-ue pa3 mí es la parte central del carnaval Pa3 mí !a sido la la figuracentral del carnaval, y pa3 mí el carnaval encierra todo el mesti#a$e0 el negro, elindio y el blanco Pa3 mí el diablo no es europeo, no es negro, no es blanco,sino -ue está encerrado todo el mesti#a$e en ese en ese diablo nuestro GI

Como !ace notar %ppelbaum, tres versiones se contienden en estecampo Por un lado, la !istoria de las elites blancas, sobre todo de origenantio-ue*o, -ue defienden implícita o explícitamente una lectura !istoriográfica-ue exalta la pertenencia de 5iosucio a una naci"n blanca y cat"lica Ensegundo lugar está la versi"n de las familias de notables locales, defensoras dela especificidad riosuce*a respecto del contexto regional> se trataesencialmente de las elites cultas locales, -ue aprovec!an la ret"rica delmesti#a$e para marcar distinciones y diferencias con los mani#ale*os y losdemás paisas En fin, !ay tambi'n una lectura indigenista del problema> bien-ue tradicionalmente acallado y silenciado, este punto de vista !a idofortaleci'ndose a partir de los procesos de reindigeni#aci"n puestos en marc!apor la Carta 6agna de 9::9

En otros países latinoamericanos, el paso de un mito nacional fundadosobre la triada de una ra#a &la blanca(, una religi"n &la cat"lica( y una lengua &lacastellana( a un mito nacional de carácter mesti#o ya se !abía abierto paso acomien#os del siglo En Colombia, por el contrario, !asta mediados de losa*os cincuenta la ret"rica oficial, de matri# conservadora, sigui" pregonandouna comunidad imaginaria devota del ?agrado Cora#"n de Wes)s y basada enlos valores de la Espa*a fran-uista ?"lo recientemente nuevos derroterosideol"gicos y nuevos !ori#ontes de inclusi"n social empie#an a abrir unabrec!a en la sociedad colombiana, gracias tambi'n a los aportes del discursoindianista, -ui#á una de las pie#as clave en el ascenso de los populismos en

%m'rica 8atina &Moenig, 9::B(El carnaval se vuelve entonces metáfora estructurante de una naci"n ensu con$unto, al determinar el -uiebre de los nuevos nacionalismos populistascon las tradiciones euroc'ntricas y colonialistas No cabe duda de -ue estaret"rica del mesti#a$e &como construcci"n de la !istoria a trav's de un discursoen buena medida arbitrario, orientado a legitimar un lugar de enunciaci"n -ueposibilita la práctica efectiva del poder 7/e Certeau, 9::D0 JB( permiti"superar la !erencia racista e intolerante propia de la mentalidad colonial Estecamino desemboc", luego de un recorrido accidentado y nada lineal, en laConstituci"n de 9::9, basada en principios de multiculturalidad ymultietnicidad, en donde los derec!os culturales entran a reorgani#ar el

principio de ciudadanía sobre una base ya no universalista, sino de accesodiferenciado



?e trata de un cambio trascendental -ue a)n estamos tratando dedescifrar en sus m)ltiples implicaciones y contradicciones En efecto, enColombia !oy en día la ret"rica del mesti#a$e genera imaginarios ambiguos0 sies cierto -ue por un lado !a contribuido a desarrollar uno de los andamia$es $urídicos más radicales del mundo en t'rminos de defensa de las minoría

'tnicas y raciales, al mismo tiempo su uso en la praxis política a menudo tiendea invisibili#ar las relaciones de fuer#a, las luc!as por la !egemonía y lasconfrontaciones por el control de los recursos econ"micos -ue están en la basede discriminaciones 'tnicas e in$usticias sociales Un estado de cosas -ue,parad"$icamente, termina favoreciendo la invisibili#aci"n de los atropellos delos derec!os !umanos y la remoci"n del despla#amiento for#ado y de lasmasacres, en nombre de una democracia formal -ue no encuentra eco algunoen las relaciones de poder entres los su$etos sociales presentes en el territorio

. Entre revolucin y reaccin! el carnaval $rustrado de )ogot-

8a relaci"n entre fiesta y poder sigue generando discusiones y pol'micasEntre el abanico de opiniones -ue !an animado y siguen animando el intensodebate al respecto, es posible divisar una polari#aci"n entre dos posicionesencontradas 8a primera, estimulada por los estudios pioneros de 4a$tin &9:LB(sobre la obra de 5abelais, subraya la importancia del carnaval como espaciolibertario y transgresor -ue, a trav's de la movili#aci"n activa de las energíasvitales de una colectividad en su con$unto, permite plantear alternativassociales al statu quo a trav's del lengua$e l)dico de la fiesta y del $uego0

En el curso de la fiesta s"lo puede vivirse de acuerdo a sus leyes, es decir, de

acuerdo a las leyes de la libertad El carnaval tiene un carácter universal, es unestado peculiar del mundo0 su renacimiento y renovaci"n en los -ue cadaindividuo participa ]sta es la esencia misma del carnaval, y los -ue intervienenen el regoci$o lo experimentan vivamente &p 9(

4a$tin subraya los poderes libertarios del carnaval a partir de lacontraposici"n con las celebraciones de carácter oficial del siglo V=0

% diferencia de la fiesta oficial, el carnaval era el triunfo de una especie deliberaci"n transitoria, más allá de la "rbita de la concepci"n dominante, laabolici"n provisional de las relaciones $erár-uicas, los privilegios, reglas ytab)es ?e oponía a toda perpetuaci"n, a todo perfeccionamiento y

reglamentaci"n, apuntaba a un porvenir a)n incompleto 8a abolici"n de lasrelaciones $erár-uicas tenía una significaci"n muy especial En las fiestasoficiales, las distinciones $erár-uicas se destacaban a prop"sito0 cadapersona$e se presentaba con las insignias de sus títulos, grados y funciones yocupaba el lugar reservado a su rango Esta fiesta tenía por finalidad laconsagraci"n de la desigualdad, a diferencia del carnaval, en -ue todos eraniguales y donde reinaba una forma especial de contacto libre y familiar entreindividuos normalmente separados en la vida cotidiana por las barrerasinfran-ueables de su condici"n, su fortuna, su empleo, su edad y su situaci"nfamiliar &p 9D(

8a segunda posici"n es una actuali#aci"n de la clásica cuesti"n del

panem et circenses de la antigua 5oma0 el papel del carnaval sería unatransgresi"n autori#ada, limitada en el espacio y en el tiempo, -ue se centra enlo -ue, por comodidad, podríamos llamar la +teoría de la válvula de escape



Eco &9:A:( la expone en un brillante ensayo titulado +8os marcos de la 2libertad3c"mica, en abierta pol'mica con la posiciones ba$tinianas0

El mundo al rev's se convierte en la norma El carnaval es la revoluci"n &o larevoluci"n es carnaval(0 se decapita a los reyes &es decir, se les reba$a, se les!ace inferiores( y se corona a la multitud Esta teoría de la transgresi"n !atenido muc!as oportunidades para ser popular !oy en día, incluso entre lospocos afortunados ?uena muy aristocrático ?"lo !ay una sospec!a -uecontamina nuestro entusiasmo0 desgraciadamente, la teoría es falsa ?i fuesecierta, sería imposible explicar por -u' el poder &cual-uier poder político ysocial a cargo de los siglos( !a utili#ado a circenses para calmar a lasmultitudes> por -u' las dictaduras represivas !an censurado siempre lasparodias y las sátiras, pero no las payasadas> por-ue el !umor es sospec!osopero el circo es inocente &p 9D(

8a funci"n del carnaval sería, seg)n esta interpretaci"n, la de servir comovía de escape a las tensiones sociales acumuladas a lo largo del a*o En otraspalabras, estaríamos frente a una +transgresi"n autori#ada, limitada en eltiempo y en el espacio0 la puesta en escena de un mundo al rev's, cabe#aaba$o y patas arriba, no sería sino la más efectiva demostraci"n de lanecesidad de preservar las $erar-uías sociales establecidas 8a irrupci"n delcaos licencioso de la fiesta permite encanalar en un contexto circunscrito losconflictos presentes en la colectividad, demostrando al mismo tiempo lanecesidad imperiosa de preservar el orden social, de restablecer el +naturalfluir del mundo0

Para disfrutar el carnaval se re-uiere -ue se parodien las reglas y los rituales, y-ue estas reglas y rituales sean reconocidos y respetados ?e debe saber !asta -u' grado están pro!ibidos ciertos comportamientos y se debe sentir el

dominio de la norma pro!ibitiva para apreciar su transgresi"n ?in una leyválida -ue se pueda romper, es imposible el carnaval &p 9(

8a puesta en escena de un mundo al rev's carnavalesco sería una formade evitar los peligros de otro mundo al rev's0 la revoluci"n &Coderc! y ?toic!ita,JKKK( El carnaval $ugaría entonces un papel reaccionario en las sociedadescontemporáneas % la aspiraci"n enga*osa de liberaci"n carnavalesca, Ecocontrapone el +carnaval frío del !umor, -ue permite minar las normas socialesdesde adentro, en la conciencia de -ue la liberaci"n total es ilusoria, y -ue elintento de establecerla a-uí y a!ora, en la tierra &aun-ue en el tiempo fuga# dela fiesta(, no !ace sino fortalecer el statu quo

/esde nuestra perspectiva, las dos interpretaciones no sonnecesariamente contrapuestas, sino -ue pueden ser consideradascomplementarias El carnaval, desde sus comien#os documentados en el siglo= &8ombardF Wourdan JKKD , es en efecto una emanaci"n de la autoridad, sealaica o eclesiástica, ciudadana o nacional0 el control de la fiesta siempre !a sidouna de las principales preocupaciones de -uien tiene el poder

En este sentido !ay -ue pensar el carnaval como un comple$o sistema dereglas y pro!ibiciones, y no como un simple brote espontáneo de energíafestiva fuera de control Para llegar a trastocar el mundo y permitir comportamientos transgresivos, desin!ibidos, excesivos, se necesita poner enacci"n una sofisticada normatividad social Parad"$icamente no !ay nada más

reglamentado -ue un carnaval, aun-ue 'ste sea el e$e de toda infracci"n y detodo desbordamiento de esas mismas normas



Pero al mismo tiempo el carnaval propicia un ambiente en donde losconflictos de clase, de g'nero y de ra#a pueden ser representados yperformados> es el espacio simb"lico donde se ponen en escena los m)ltiplesconflictos presentes en la vida social En t'rminos sociol"gicos, se trata de untípico mecanismo top-down y bottom-up0 el poder constituido se encarga de

establecer las pautas en -ue se van a enmarcar prácticas, imaginarios yrepresentaciones carnavalescas ?in embargo, es la participaci"n +desdeaba$o lo -ue da vida y sentido al andamia$e $urídicoForgani#ativo dispuesto por las autoridades ;uien vive la fiesta contribuye a transformarla, !asta llegar aapropiarse de sus l"gicas y de sus -ue!aceres

El debate alrededor de la fiesta se entrecru#a tambi'n con las reflexionessobre el $uego y su estatus en las disciplinas sociales % partir del c'lebre textode Hui#inga Homo ludens &9:L( se !a venido estableciendo una distinci"ncrucial en el área semántica de lo l)dico El ingl's, a diferencia de las lenguasromances, permite distinguir entre el $uego entendido como game, con$unto dereglas -ue delimitan y circunscriben el espacio l)dico, y el $uego entendido

como play , el acto de $ugar8a organi#aci"n oficial, desde el poder, de la fiesta puede ser pensada

como un sistema normativo &game( -ue se encarga de generar un espacio deperformatividad & play ( 8a tensi"n entre esos dos elementos es lo -ue permitepensar el acto carnavalesco como una relaci"n dinámica0 la participaci"n l)dicatiende inexorablemente a rebasar y replantear las reglas iniciales,contribuyendo a innovarlas, a transformarlas 8as potencialidades del $uego semanifiestan antes -ue todo en las variantes -ue los $ugadores aplican a lasreglas iniciales &Oin1, 9::> Eco, 9:L> înnicot, 9:A9> /eleu#e, 9:LK(

%sí mismo, la presencia de normas compartidas permite establecer laspautas -ue garanti#an continuidad y transmisi"n intergeneracional del carácter festivo peculiar de una colectividad 8e 5oy 8adurie &9:L:( lo !a mostrado demanera impecable en su traba$o sobre el carnaval de 5omans0

Por muc!o tiempo so*' con escribir la !istoria de una pe-ue*a ciudad,5omans, por e$emplo, en el /elfinato GI Ponderando me$or el asunto, decidíno describir sino 9D días de !istoria romanesa /os cortas semanas Pero R-u'semanasS 8as del carnaval de 5omans, en febrero del 9DAK, en el curso de lascuales los participantes de los dos bandos se !an enmascarado, luego matadolos unos a los otros % prop"sito de esa -uincena agitada, brillante, sangrienta,!abría -ue evocar tambi'n los antecedentes y las consecuencias, los intentos ylos fracasos, los ambientes y las significaciones del drama, incluyendo tambi'n,cuando sea indispensable, a las ciudades y aldeas cercanas &p :(

% trav's del caso límite de una ciudad en donde las guerras de religi_n ylos conflictos socioFecon"micos del siglo V= invaden el espacio +sagrado delcarnaval, desdibu$ando las fronteras entre violencia simb"lica y violencia física,8e 5oy 8adurie nos introduce en el cora#"n del universo simb"licocarnavalesco 8os conflictos -ue contraponen a guildas de artesanos connoble#a local, a !ugonotes y cat"licos, resaltan el $uego de intereses y poderescontrapuestos -ue podemos encontrar en toda celebraci"n festiva 8asreflexiones sociol"gicas de /a 6atta &9:L:( sobre el carnaval en el 4rasilcontemporáneo abren pistas en la misma direcci"n0 la luc!a entre paradamilitar, procesi"n religiosa y desfile carnavalesco para el control de la calle esotra manera de plantear la cuesti"n del carnaval como espacio simb"lico deconfrontaci"n social, a trav's del lengua$e l)dicoFartístico



No se trata, sin embargo, de un campo de relaciones sim'tricas0 lasestructuras de poder moldean las fronteras de lo lícito y de lo tolerado, más alláde las cuales cual-uier forma de subversi"n, sea 'sta simb"lica o material, va aser reprimida sin ambages 8as expresiones realmente innovadoras ylibertarias se manifiestan en los intersticios de esta estructura oficial, en lo -ue

Van @ennep &9:A( y urner &9:AA( llaman los estados liminales, es decir, +unestado de excepci"n en el cual es posible contravenir las normas sociales, peros"lo momentáneamente Como !ace notar 6ontoya 4onilla &JKK, p (, estacondici"n liminal no tiene -ue ser pensada en t'rminos puramente negativos,sino como potencialidad transformadora de las mismas estructuras en lascuales se !a generado

En otros t'rminos, el carnaval puede ser pensado en sus metamorfosiscomo una comple$a dinámica entre las estrategias controladoras puestas enmarc!a por parte de los poderes !egem"nicos y las m)ltiples tácticas deresistencia l)dicoFfestiva, -ue permiten apropiarse simb"licamente de la fiesta,aprovec!ando su potencial de cambio y transformaci"n social &/e Certeau,

9::D(8os reiterados intentos de revivir el carnaval de 4ogotá nos permiten

a!ondar en el tema No todos saben -ue en los a*os veinte 4ogotá en efectotuvo su carnaval, liderado por los estudiantes de la Universidad Nacional &eneste entonces frecuentada por los $"venes de las familias pudientes del país(,seg)n un modelo -ue se estaba desarrollando en diferentes ciudadeslatinoamericanas ?e trataba de un carnaval europei#ante, -ue insistía en lamoderni#aci"n de las costumbres urbanas y la exigencia de poner la vidacultural de la capital colombiana al paso con los tiempos &@on#ále#, JKKD( ?inembargo, 4ogotá, a diferencia de otras ciudades de %m'rica 8atina, no logr"consolidar su carnaval, y a partir de los a*os treinta las manifestacionesp)blicas, incluso las de carácter festivo, fueron definitivamente pro!ibidas acausa del clima de creciente violencia política entre liberales y conservadoresEl : de abril 9:BA, el asesinato del líder liberal Worge Eli'cer @aitán, candidatoa la Presidencia de la 5ep)blica, marc" un -uiebre en la !istoria de ColombiaEn las !oras -ue siguieron a la noticia del crimen, una verdadera insurrecci"nse desat" en las calles de la capital0 incendios, sa-ueos y luc!as armadas seprolongaron por días, con miles de muertos Un clima de revuelta -uerápidamente se extendi" al país entero e inaugur" una etapa particularmentefero# de la guerra civil, conocida ba$o el nombre de +período de la Violencia&%lape, 9:A(

Una leyenda urbana a)n muy viva relata c"mo la ebriedad colectiva !i#ofracasar el intento revolucionario0 la poblaci"n, ba$o los efectos del alco!ol, sede$" llevar a toda clase de depredaci"n y sa-ueo 8a revoluci"n se volvi" un+un carnaval f)nebre, en palabras de un entrevistado Hoy en día la imagende una multitud enardecida -ue se toma las calles de la capital en una orgíadionisíaca y sangrienta, domina a)n la memoria colectiva de la ciudad 8amenor manifestaci"n p)blica, sea política, sindical o simplemente cultural, esconsiderada con sospec!a y no se puede desarrollar, salvo -ue est'autori#ada, sino en condiciones de seguridad excepcionales 4aste pensar -ueel C"digo de Policía vigente de la ciudad pro!íbe &a diferencia de lo -ue ocurreen el resto del país( tomar cual-uier tipo de bebida embriagante en la calle

? 6ra#a1o de campo desarrollado en el 5m#ito del curso de maestría de la niversidad /acional so#re“&ntroduccióón a los estudios de performance”, 0ue dict) en compa@ia del profesor 'olf 7#erhaldendurante el primer semestre 2>.



/esde finales de los a*os setenta teatreros y artistas calle$eros fueron losprotagonistas de una luc!a &a menudo reprimida e invisibili#ada( para retomar los espacios p)blicos y sostraerlos, aun-ue sea de manera ef`mera, a la l"gicasecuritaria del control y de la militari#aci_n impuesta por las autoridades Esteproceso encontr" un inesperado apoyo oficial en 9::D, con las políticas de

cultura ciudadana de la primera alcaldía de %ntanas 6oc1us Es esos a*ospropicios a iniciativas irreverentes y a $uegos simb"licos en el contexto p)blico,se comien#" a !ablar de la posibilidad de revivir el carnaval de 4ogot.

8a ocasi_n pareci" llegar con la elecci_n de 8uc!o @ar#_n a alcalde, enJKK @ar#_n, ex sindacalsista cercano a las posiciones de 8ula en 4ra#il yprimer alcalde de i#-uierda en la !istoria de la ciudad, subi" al poder gracias auna campa*a centrada en la luc!a contra el !ambre y la miseria Encontracorriente con las políticas securitarias de Uribe, -ue en ese entoncesexortaba los colombianos a +traba$ar, traba$ar, traba$ar, @ar#"n, -ue noescondía su pasi"n por el baile y las fiestas populares, anunci_ a los cuatrosvientos su intenci_n de lan#ar de nuevo el carnaval de 4ogot.

El proyecto fue encargado a la ?ecretaría de Cultura y urismo, dirigidapor la reci'n nombrada escritora colombiana 8aura 5estrepo /e inmediato sedesat" un intenso debate entres artistas, intelectuales y políticos en los mediosde comunicaci"n Hubo -uienes vieron en el carnaval un problema de ordenp)blico, -uienes acusaron al nuevo alcalde de populismo, inclusive no faltaron-uienes denunciaron la iniciativa como un atentado a la moral Pero unaabrumadora mayoría de los bogotanos apoyaban el proyecto, viendo en elcarnaval no s_lo un simple espect.culo m.s, sino una inesperada oportunidadde abrir un espacio de participaci""n para las miles de asociaciones culturalesy grupos art`sticos de la ciudad

El entusiasmo sin embargo no dur" muc!o tiempo0 a los dos meses 8aura5estrepo renunci" a su cargo y fue rempla#ada por la cantante de opera6art!a ?enn, de tendencias conservadoras 8uc!o, luego de muc!as!esitaciones, termin" cediendo frente a las presiones de los ambientes másreacionarios y a la desconfian#a de la policà 8as dificultades encontradas enconsolidar la naciente coalici"n de gobierno, los rumores de una inminenteofensiva paramilitar en ciertos sectores urbanos y el d'bil inter's de la mismaadministraci"n municipal en fomentar políticas de participaci"n activafinalmente llevaron al !undimiento del proyecto /esde entonces el carnaval se!a reducido a un simple desfile +politicamente correcto, -ue pasapracticamente desapercibido entre la mayoría de la poblaci_n Una ve# más, el

fantasma del : de abril y el miedo de ver la ciudad a la merced de una multitudebria y agresiva !an -uitado a los bogotanos la posibilidad de tener su propiafiesta calle$era

Conclusiones! el carnaval como per$ormance colectiva y comodispositivo retrico y material

8as consideraciones desarrolladas sobre la relaci"n entre tradici"n ymodernidad, !istoria y mito, violencia simb"lica y violencia física, estrategias!egem"nicas y tácticas de resistencia, nos permiten formular unas !ip"tesis de

traba$o para el estudio de la !istoria del imaginario carnavalesco -ue, a nuestro $uicio, pueden contribuir a dar unas coordenadas te"ricoFmetodol"gicas de



referencia para el desarrollo de políticas de salvaguardia de las fiestastradicionales

/esde el punto de vista del mane$o oficial de la fiesta, el carnaval puedeser concebido como un dispositivo 7a la ve# ret"rico y material7 -ue permitegenerar m)ltiples mundos posibles a partir de dos elementos capitales0 un

sistema sofisticado de reglas y una gran reserva de imaginario social ?ueficacia reside en la capacidad de movili#ar la ri-ue#a cultural de unacolectividad, encau#ándola en un preciso sistema de inversiones simb"licas

8os estudios subalternos y las teorías postcoloniales !an subrayado laimportancia de a-uellas estrategias discursivas capaces de plantear oposiciones, resistencias y resiliencias a relaciones de poder de tipo!egem"nico y asim'trico Es el caso de las discusiones alrededor de lost'rminos inversión y subversión0 @u!a &9::B( y ?cott &9:AD( consideran lainversión como una forma válida de resistencia cultural &ya -ue puede romper la dialectica !egeliana amoFesclavo( ?aid &9::( por el contrario considera -uela inversi"n es a menudo utili#ada para encubrir las relaciones coloni#adorF

coloni#ado %s` mismo 4!ab!a &9::B( y ?piva1 &9:AA( prefieren el t'rminosubversión, en un intento de ir más allá de una l"gica binaria Como !i#o notar tambi'n /errida &9::9(, las posturas antiFeurocentricas, anticoloniales yanticapitalistas corren el perigro de caer en las mismas dinámicas !egem"nicascontra las cuales pretenden luc!ar

Cuando !ablamos de dispositivo retórico estamos !aciendo referencia ala representaci"n de una visi"n del mundo a trav's de una peculiar estructuradramat)rgica, unos persona$es fi$os, unas imaginerías consolidadas, unasfronteras claramente definidas en t'rminos territoriales y de calendarioEstudiar el carnaval contemporáneo como un dispositivo ret"rico implicacuestionarse sobre los referentes simb"licos, las sintaxis visuales y narrativas,las pautas ideol"gicas y los regímenes discursivos -ue moldean las prácticasfestivas

%l mismo tiempo, el dispositivo ret"rico re-uiere sustentarse en undispositivo material0 experiencia t'cnica, capacidades artísticas, compromisode las autoridades civiles y eclesiásticas, financiaci"n p)blica y privada Eneste sentido, el carnaval eleva interrogantes sobre el control p)blico o privadode las celebraciones, la logística y el mane$o organi#ativo, las relaciones entreartistas locales e industrias culturales, la generaci"n de traba$os formales einformales, los procesos participativos, los mecanismos de exclusi"n social

5et"rica y economía, elementos simb"licos y materiales, convergen en la

preparaci"n y celebraci"n de la fiesta Pero es evidente -ue el carnaval nopuede ser reducido a un dispositivo ret"rico y material El carnaval $amás se !adado simplemente a partir de una buena puesta en escena en t'rminos deproducci"n teatral, recursos econ"micos, estructura organi#ativa, apoyosinstitucionales y estrategias de difusi"n Hay otro ingrediente fundamental0 laparticipaci"n

8os carnavales 7a diferencia, por e$emplo, de los festivales7 no son lasimple presentaci"n de un espectáculo %un-ue siempre !aya una componenteimportante de espectáculo, el carnaval apunta a involucrar al p)blico 8osespectadores pasivos se vuelven participantes activos> todos pueden volverseprotagonistas en esa gran performance colectiva0 es suficiente ponerse una

máscara, bailar en la calle, colarse en un bunde sampac!ero, prenderle unavela al diablo, tocar en una papayera Una de las claves para entender laimportancia del carnaval es su capacidad de involucrar de formas muy distintas



a grandes sectores de una ciudad o regi"n, mediante una escala -ue va desdela simple asistencia a unos actos, !asta un compromiso de meses

5econocer en el carnaval la existencia de un dispositivo ret"rico ymaterial, nos permite entonces destacar el papel, sistemáticamentedesautori#ado, de las innumerables tácticas de resistencia y de contracultura,

de grupos y culturas subalternas -ue se mueven a su sombra, recordando a lave# -ue solo a trav's de pol'ticas p)blicas co!erentes y de largo pla#o esposible dar a la fiesta el lugar -ue se merece en una sociedad Esto vale por situaciones tan diferentes como la difícil luc!a por parte de los riosuce*os para-ue su carnaval siga siendo un espacio de palabra, de crítica y de sátira enmedio del conflicto armado, los esfuer#os de revitali#ar las fiestas popularesdel 99 de noviembre en Cartagena &aplastadas por la ma-uinaria de la políticaespectáculo del reinado nacional( o el proceso de rescate de la cultura andinaen el carnaval de 4lancos y Negros de Pasto

Estas reflexiones no tratan de ensuciar +la cara bonita de Colombia,como sostienen los -ue ven en la fiesta una ocasi"n para disfra#ar con tra$es

light las tragedias -ue se viven a diario en el país, sino -ue le apuntan a -ue lapolifonía de actores -ue dan vida a esta extraordinaria manifestaci"n colectiva-ue es el carnaval no sea silenciada por el estruendo vacuo de la farándulatelevisiva y de la política espectáculo

Una !istoria de los carnavales no puede no !acer referencia a esosm)ltiples conflictos, luc!as y tensiones -ue los atraviesan, y a susprotagonistas Para volver al caso colombiano, es impresionante ver c"mo lapersistente exposici"n a la guerra !a llevado al mundo acad'mico a dedicar una importancia desproporcionada a los actores armados 8a poca atenci"n!acia la poblaci"n civil raras veces logra desprenderse de una visi"n -ue ve enlos actores desarmados algo más -ue víctimas inermes o potencialesc"mplices

5escatar las !istorias de los carnavales y de los carnavaleros es tambi'nuna forma de dar visibilidad y vo# a esos sectores de la poblaci"n, más ampliosy activos de lo -ue normalmente se considera, -ue desde siempre luc!an conlas armas del arte y de la cultura %demás, la !istoria de los carnavaleros 7suscuentos, sus sue*os, sus -ue!aceres cotidianos7 no puede ser reducida auna simple forma de resistencia, ni menos de desa!ogo, aun-ue tanto la unacomo la otra $ugaron y siguen $ugando un papel relevante El carnaval tambi'nse !a caracteri#ado, a lo largo de su !istoria, por ser un espacio propositivo,abierto al cambio y a visiones alternativas de la sociedad En t'rminos

ba$tinianos, la risa carnavalesca tiene un +carácter ut"pico y de cosmovisi"n-ue !ace temblar al mundo, lo manda patas arriba en un proceso -ue a la ve#destruye y regenera la sociedad &4a$tin, 9:LB( En cuanto engrana$e capa# deimaginar mundos posibles a trav's de un sistema de inversiones, el carnavalconstituye un importante espacio de resoluci"n de conflictos 8os lengua$es dela fiesta y del $uego permiten además encarnar los an!elos de transformaci"nsocial en una experiencia vivencial -ue involucra los cinco sentidos

odos estos elementos tendrían -ue tener un papel destacado en elanálisis del carnaval, -ue !ay pensar en t'rminos de imaginario, a la ve#espacio físico y espacio simb_lico, presencia y representaci_n, pragmática ysemántica En este sentido, la !istoria del carnaval y de su extraordinario

baga$e cultural puede contribuir a la construcci"n de una memoria !ist"ricaincluyente y compartida, capa# de romper con las convenciones !agiográficas,complacidas y autocelebrativas



Esto es particularmente cierto en Colombia Hoy más -ue nunca, frente alolvido y a la indiferencia -ue sumergen a las !istorias personales y colectivasde amplias regiones del país, se siente la urgencia de rescatar la importanciadel carnaval como espacio en -ue se manifiestan en forma l)dica y festiva lascontradicciones y a la ve# se regulan las tensiones -ue atraviesan a la

sociedad No para borrar los conflictos en nombre de una identidad comunitariaficticia, sino para ponerlos en escena, para construir un puente !acia lo -ue nosresulta diferente, desconocido, a$eno, y -ue por eso mismo nos asusta y a lave# nos atrae

Como escribe 6a##oldi &JKK90 ::( a prop"sito del Carnaval de Pasto0+Hay una oportunidad en la borrac!era carnavalesca, -ue no es la de todos losdías Es la de un encuentro con el abismo -ue está más allá de la mismidad,más allá de lo propio %l fin y al cabo, la fascinaci"n profunda -ue e$erce elcarnaval se $uega en esta vertiginosa apertura !acia el otro, en este reconocer la alteridad -ue nos !abita, aun-ue sea por un instante

)I)/I0R23I2

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C%6PT5E?=, P &9:AK( 1l pan salva2e, 4arcelona, 6ondíbericaC%5T 4%5TW%, W &9::J( G9:DI1l #arnaval 3análisis histórico-cultural4ValenciaF4arcelona, Circulo de lectoresC%?E88=, O &9::( =l carnevale0 dal caos al laboratorio En0 O Castelli y P@rimaldi &editores(, !aschere e corpi 0empi e luoghi del carneval 5oma,6eltemiCT/E55=CH, %6 y ?T=CH=%, V &JKKK( @oya0 !e 8ast Carnival, 8ondon,5ea1tion 4oo1s/% 6%%, 5 &9:L:( #arnavais' malandros e herois 5ara uma sociología dodilema brasileiro 5io de Wan'iro, a!ar/E CE5E%U, 6 &9::D( (a escritura de la historia 6'xico Universidad

=beroamericana de 6'xico/E8EUE, @ &9:LK( (ógica del sentido, 4arcelona, El bote de vela/E55=/%, W &9::9( (6autre cap (a 78mocratie a2ourn8e 5aris, 6inuit



ECT, U &9:L( =ntrodu#ione En0 W Hui#inga Homo (udens orino, EinaudiECT, U &9:A:( 8os marcos de la +libertad c"mica En0 %% VV 9#arnaval: ,6'xico, Oondo de cultura econ"micaE?PT?=T, 5 &9::A( #ommunitas% origen y destino de la comunidad 4arcelona, %morrortu

O=NM, E &9::( Tasi della gioia =dee per un3ontologia del gioco, ?alerno,5ummaO5=E/E6%NN, N ? y HT5NE5, W &9::D( Oiestas Celebraciones y ritos deColombia, 4ogotá, Villegas@%=@NE4E, C &9:AB( 1l carnaval' ensayos de mitología popular 4arcelona, %lta Oulla@=5%5/, 5 &9:LJ( (a violence et le sacr; Paris, @rasset@TN<8E, C / Cada uno sabe su secreto0 una aproximaci"n a la relaci"ncarnaval y !omosexualidad En0 !emorias, %*o B, N A Uninorte 4arran-uilla,Noviembre, JKKL,QQQuninorteeducopublicacionesmemoriasmemoriasAcinesecretopdf

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?CT, W &9:AD( $eapons of the $eak% 1veryday =orms of 5easant &esistance NeQHaven8ondon0 Yale University Press?P=V%M, @ C &9:AA( ?ubaltern ?tudies0 /econstructingHistoriograp!y En0 ?elected ?ubaltern ?tudies 5 @u!a y @ C ?piva1&editors( NeQ Yor1, Txford University Press, pp F J5=%N%, @ #ada uno sabe su secreto /ocumental, Colombia, El sur, &JKKL(U5NE5, V &9:A( 1l proceso ritual 1structura y antiestructura 6adrid,aurusV%N @ENNEP, % &9:A( (os ritos de paso 6adrid, aurusV=@NT8T, P &JKK( 8as metamorfosis del carnaval %puntes para la !istoria

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Carnaval Ciudadania y Mestizaje Version Preliminar