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Carta a una amiga que acaba de vivir una ruptura
Juan Fernando Carpio, 24 de Junio de 2009 – Quito, Ecuador
Querida Aline*:
Te va a doler un poco o un poco bastante,
Pero vas a estar bien.
No estás sola, ni el mundo te ha dejado
Ni mucho menos pienses en dejar el mundo
(es imposible, no puedes dejarlo sin dejarte)
Y sé que aunque ahora esperas apoyo sobre todo
Yo, voy hacer algo más:
Voy a pedirte tres cosas.
En primer lugar, no guardes rencor.
La vida estaba ahí antes que los seres humanos lleguen.
Y no es justa o injusta,
sólo podemos juzgar lo actos humanos intencionales.
Por eso, porque existen también el error
y el simple cambio de planes (ideas, impulsos)
No pienses que te pasó porque algo o alguien te quiere mal
Estas cosas pasan sin que nadie las planee
Y nadie lo causó pensando en dañarte
En segundo lugar, no te abandones a la tristeza
Que como el chocolate o las malas amistades
Te traen algo de euforia pero sabes que en el fondo
Son una adicción, una muleta, algo que eliges
Para poder quejarte después
Y abandonarte a la tristeza.
No lo hagas. No te saltes etapas tampoco
Vive el dolor como viviste la alegría
Nada que te hace más feliz puede serte indiferente en pocos días
Duele y eso no se puede ni se debe intentar evitar
Vívelo con respeto, honrando todo lo bueno
Y de bueno hubo mucho o poco, pero hubo
Y lo sabes.
En tercer y último lugar, no hagas que paguen justos por pecadores
Hay gente que sigue en tu vida, otra llegando y otra que debes dejar llegar.
Refresca tu sonrisa, desempolva tu abrazo y libra de miedos tu ternura;
Volverse más sabia no significa endurecer el alma ni cubrirse la piel de púas,
Pero es que además te castigas sobre todo a ti.
Toma distancia un rato, y mantén presentes tus opciones,
que a eso se reduce la sabiduría ultimadamente.
A disfrutar lo que la vida nos envía, para evitar repetir o prolongar lecciones.
Acepta las oportunidades, sumérgete nuevamente en la corriente, porque ahora
Ya sabes qué forma tienen las piedras y te será más fácil esquivarlas.
Si quieres lo mejor de otros y momentos mejores, nunca, nunca jamás,
hagas pagar a justos por pecadores.
Un abrazo, Juan Fernando
*nombre ficticio para resguardar su identidad.