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México, D.F., 23 de enero de 2013 Carta abierta a la directiva de la Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM) Por este conducto nos dirigimos a ustedes para expresar la más profunda indignación y sorpresa por la determinación que han tomado el 16 de enero pasado en el sentido de que el Doctor en Antiguo Testamento Edesio Sánchez Cetina, pastor presbiteriano mexicano, cuya contratación como profesor de tiempo completo en el Seminario Teológico Presbiteriano de México (STPM) se anunció hace algunas semanas, finalmente no ejercerá la labor docente debido a que se han considerado “algunos testimonios negativos en contra”, acerca de una ponencia presentada por el Dr. Sánchez Cetina, y que “algunos de sus pensamientos teológicos no son acordes con el pensamiento teológico reformado de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México”. Además, el acuerdo agrega que esta contratación “es riesgosa para la vida y marcha del Seminario… al presentarse una polémica” y que ni siquiera se le considerará como maestro de tiempo parcial, concluyendo con que, dado que el Dr. Sánchez Cetina se encuentra ya en la Ciudad de México [procedente de Costa Rica, en donde residía], se le proporcionará “hospedaje por el presente semestre y sólo podrá ser invitado eventualmente por las autoridades del Seminario, [ sic] para impartir algún módulo en el área de maestría”, siempre bajo la supervisión del “Ministerio de Educación de la R. asamblea General [sic]”, el cual evaluará su posición teológica y tomará un nuevo acuerdo más adelante. Lo acordado por ustedes constituye un auténtico atropello a la persona del Dr. Sánchez Cetina, puesto que se está desautorizando lo acordado sobre su contratación por la instancia correspondiente (el Consejo del STPM) y las objeciones a dicha contratación debieron ser expuestas antes de que él se mudara a las instalaciones del STPM, por lo que ahora esta decisión implica que él deba de replantear su presencia y trabajo en el país. Consideramos también que se trata de una ofensa a su labor desarrollada en el ámbito de las Sociedades Bíblicas Unidas (SBU), pues se trata de un traductor y consultor reconocido por su producción bibliográfica y por la promoción de la investigación bíblica y exegética. Su comentario al libro del Deuteronomio es una referencia indispensable en el ámbito latinoamericano, así como la serie de comentarios que ha coordinado por encargo de las SBU. Nos parece que, ante el intento de la actual administración del STPM por mejorar el nivel académico de la institución, esta iniciativa de traer a un profesor de este nivel debería recibir todo el apoyo de las autoridades de la INPM y no ser bloqueada en perjuicio de los estudiantes actuales y de toda la INPM. Lamentablemente, no es la primera vez que se priva a los alumnos/as de acceder a una formación de calidad ante las exigencias de los tiempos actuales, pues se ha practicado sistemáticamente una especie de “limpia” de profesores/as que puedan ser “´peligrosos” para las perspectivas de los grupos de poder que determinan la “ortodoxia” de quienes imparten sus conocimientos. Por esa razón, un buen grupo de ex docentes de esta institución se encuentra laborando fuera del país. Por todo lo anterior, solicitamos que reconsideren sus acuerdos mencionados y respeten la determinación del Consejo del STPM de instalar al Dr. Sánchez Cetina como profesor de tiempo completo con todos los derechos que esto implica o, de lo contrario, que lo indemnicen por daño moral conforme a derecho, con todas las consecuencias legales y laborales a que haya lugar. Esta “escuela de profetas” no merece semejante tratamiento, puesto que el servicio a Dios no debe estar sujeto a las veleidades de algunas autoridades de turno, cuya responsabilidad ante el Señor de la Iglesia es máxima y estos atentados a la libertad de expresión, de cátedra y de trabajo no deben ser tolerados ni mucho menos quedar impunes. Atentamente,

Carta de apoyo al doctor Edesio Sánchez C

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23 de enero de 2012

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México, D.F., 23 de enero de 2013 Carta abierta a la directiva de la Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM) Por este conducto nos dirigimos a ustedes para expresar la más profunda indignación y sorpresa por la determinación que han tomado el 16 de enero pasado en el sentido de que el Doctor en Antiguo Testamento Edesio Sánchez Cetina, pastor presbiteriano mexicano, cuya contratación como profesor de tiempo completo en el Seminario Teológico Presbiteriano de México (STPM) se anunció hace algunas semanas, finalmente no ejercerá la labor docente debido a que se han considerado “algunos testimonios negativos en contra”, acerca de una ponencia presentada por el Dr. Sánchez Cetina, y que “algunos de sus pensamientos teológicos no son acordes con el pensamiento teológico reformado de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México”. Además, el acuerdo agrega que esta contratación “es riesgosa para la vida y marcha del Seminario… al presentarse una polémica” y que ni siquiera se le considerará como maestro de tiempo parcial, concluyendo con que, dado que el Dr. Sánchez Cetina se encuentra ya en la Ciudad de México [procedente de Costa Rica, en donde residía], se le proporcionará “hospedaje por el presente semestre y sólo podrá ser invitado eventualmente por las autoridades del Seminario, [sic] para impartir algún módulo en el área de maestría”, siempre bajo la supervisión del “Ministerio de Educación de la R. asamblea General [sic]”, el cual evaluará su posición teológica y tomará un nuevo acuerdo más adelante.

Lo acordado por ustedes constituye un auténtico atropello a la persona del Dr. Sánchez Cetina, puesto que se está desautorizando lo acordado sobre su contratación por la instancia correspondiente (el Consejo del STPM) y las objeciones a dicha contratación debieron ser expuestas antes de que él se mudara a las instalaciones del STPM, por lo que ahora esta decisión implica que él deba de replantear su presencia y trabajo en el país. Consideramos también que se trata de una ofensa a su labor desarrollada en el ámbito de las Sociedades Bíblicas Unidas (SBU), pues se trata de un traductor y consultor reconocido por su producción bibliográfica y por la promoción de la investigación bíblica y exegética. Su comentario al libro del Deuteronomio es una referencia indispensable en el ámbito latinoamericano, así como la serie de comentarios que ha coordinado por encargo de las SBU. Nos parece que, ante el intento de la actual administración del STPM por mejorar el nivel académico de la institución, esta iniciativa de traer a un profesor de este nivel debería recibir todo el apoyo de las autoridades de la INPM y no ser bloqueada en perjuicio de los estudiantes actuales y de toda la INPM. Lamentablemente, no es la primera vez que se priva a los alumnos/as de acceder a una formación de calidad ante las exigencias de los tiempos actuales, pues se ha practicado sistemáticamente una especie de “limpia” de profesores/as que puedan ser “´peligrosos” para las perspectivas de los grupos de poder que determinan la “ortodoxia” de quienes imparten sus conocimientos. Por esa razón, un buen grupo de ex docentes de esta institución se encuentra laborando fuera del país.

Por todo lo anterior, solicitamos que reconsideren sus acuerdos mencionados y respeten la determinación del Consejo del STPM de instalar al Dr. Sánchez Cetina como profesor de tiempo completo con todos los derechos que esto implica o, de lo contrario, que lo indemnicen por daño moral conforme a derecho, con todas las consecuencias legales y laborales a que haya lugar. Esta “escuela de profetas” no merece semejante tratamiento, puesto que el servicio a Dios no debe estar sujeto a las veleidades de algunas autoridades de turno, cuya responsabilidad ante el Señor de la Iglesia es máxima y estos atentados a la libertad de expresión, de cátedra y de trabajo no deben ser tolerados ni mucho menos quedar impunes.

Atentamente,

Agustín Arturo Arce Villegas, Martha Aguilar Arellano, Jorge Alvarado Reyes, Alberto Arenas Mondragón, Rubén Arjona Mejía, Héctor Arriaga Aguirre, Mariano Ávila Arteaga, José Luis Casal, Leopoldo Cervantes-Ortiz, Ariel Corpus Flores, Fernando Díaz Navas, Ladislao Domínguez Clara, Francisco Domínguez Solano, Pbra. Eva Domínguez Sosa, Israel Flores Olmos, Emmanuel Flores Rojas, Marcela Franco, Hugo Gallardo Duarte, Samuel Gallegos González, Ramón Antonio García Sánchez, Francisco Javier Gómez García, Dan González Ortega, Martha González Pérez, Silfrido Gordillo Borralles, Luisa Guzmán, Amparo Lerín Cruz, Edman Orel López Díaz, Esther López Mistega, Heber Neftalí López Valdés, David Macías Ojeda, Maritza Macín, Guidoberto Mahecha, Carlos Martínez García, Felipe Martínez Medrano, Lidia Martínez Murillo, Edith Martínez Vázquez, Milton Mejía, Jaime Méndez, Raúl Méndez Yáñez, Marco Antonio Meza Flores, Rubén Montelongo, Rubén Núñez Castro, Gerardo Oberman (Iglesias Reformadas en Argentina), Isidoro Ortiz Granillo, Joel Elí Padrón, Eunice Palomino López, Odavia Palomino López, Salatiel Palomino López, María Elena Paredes González, Enrique Peña, José Luis Pérez Sántiz, Deniz Ramírez Vargas, José Enrique Ramírez Kidd, Lemuel Reyes Santos, Pedro Robledo Ramírez, David Abdiel Rodríguez Fuentes, Gabriel Rojas Sarabia, Ricardo Ruiz Ocampo, Fernando Sánchez S., Jorge R. Sandoval, Pablo Fernando Sandoval Jiménez, Reynaú Omán Santiago Marroquín, Juan Santos Reyes, Carlos Tamez Luna, Víctor Hugo Torres Maya, Ignacio Trujillo Monzalvo, Blanca Valencia Salinas, José Luis Velazco Medina, Timoteo Velázquez, Eliseo Vílchez Blancas, Teodoro Villanueva Cedillo, Raiamer Xool Cab, Hugo Zorrilla