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A los compañeros y compañeras frenteamplistas A la opinión pública: Los abajo firmantes comunicamos nuestra decisión de renunciar a la condición de integrantes del Partido por la Victoria del Pueblo. Organización de la que hemos formado parte durante varias décadas y que ayudamos a construir asumiendo, como otros, las decisiones, vicisitudes, desafíos y peripecias personales y familiares que se derivaban de nuestro compromiso. Es una decisión dolorosa. En la acción política se funden ideas, sentimientos y afectos. Un pasado compartido, con su cuota de dolor y felicidad, siempre abonado por el compromiso y los valores solidarios a los que no renunciamos. En el PVP hubo, a lo largo de nuestra historia, diferencias, puntos de vista con matices, procesos que han podido convivir y sintetizarse. El carácter de las actuales diferencias y el camino elegido por la mayoría de la Dirección del PVP, para resolver las mismas, partieron aguas. La suspensión de la impresión, ya editada y en imprenta, de la revista Cuadernos de Compañero en diciembre, motivó la renuncia de Pablo Anzalone como Secretario General del PVP. Un hecho insólito en nuestra historia. Que fue tratado por la Dirección del Partido en forma fría y burocrática, sin ánimo de unidad, ni de discusión sobre los graves motivos que estaban tras esta situación. Hecho que se suma a la indiferencia ante el alejamiento de compañeros y la reiterada marginación de los cargos de dirección de otros, todos con larga trayectoria y algunos con responsabilidades de gobierno. Nuestras diferencias Los esfuerzos que se han hecho para elevar la calidad de los análisis, la producción de las reflexiones y las líneas de acción en salud, educación, vivienda, convivencia, seguridad, alimentación, pobreza, desarrollo productivo, cultura, medio ambiente, medios de comunicación han reposado sobre algunos compañeros, fundamentalmente a través de la revista Cuadernos de Compañero, y enfrentó la resistencia cuando no el boicot de una fracción de compañeros que hoy son mayoría en el Comité Central. La representación parlamentaria del PVP ha quedado reducida al tratamiento de temas muy pertinentes de reclamo sindical o de DDHH pero muy limitada a la hora de incorporar temas candentes de proyección nacional. Precisamente, la renuncia de Luis Puig a la banca de diputados por la votación sobre la permanencia de tropas en Haití, un mes y medio antes de volver a asumir en la nueva legislatura, fue un hecho bien significativo. Se limitó a una gestualidad que se agotó en sí misma. Centró el debate en una renuncia irrelevante y no en la grave situación de Haití y en los desafíos de política exterior. No se consultó ni informó tampoco, a los compañeros y compañeras de Casa Grande, actitud de grave desconocimiento de los marcos de alianzas que se estaban construyendo. La táctica hacia las elecciones departamentales en Montevideo priorizó el perfil propio sobre cualquier consideración hacia el proyecto más amplio de Casa Grande. En los hechos, la acción promovida por la Dirección del PVP contribuyó a la fractura del proyecto político que veníamos trabajando. No se reparó en el compromiso asumido ante la población y las esperanzas depositadas en el colectivo Casa Grande por parte de sus 80.000 votantes. La 3311 logró una votación importante bajo la consigna “la lista unitaria de Constanza”, y esta acumulación no parece haber pesado en la decisión tomada por la Dirección del PVP. Esta concepción revela a nuestro entender, una visión equivocada de los grandes desafíos

Carta de renuncia

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Carta de renuncia de dirigentes del PVP.

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  • A los compaeros y compaeras frenteamplistas A la opinin pblica: Los abajo firmantes comunicamos nuestra decisin de renunciar a la condicin de

    integrantes del Partido por la Victoria del Pueblo. Organizacin de la que hemos formado parte durante varias dcadas y que ayudamos a construir asumiendo, como otros, las decisiones, vicisitudes, desafos y peripecias personales y familiares que se derivaban de nuestro compromiso.

    Es una decisin dolorosa. En la accin poltica se funden ideas, sentimientos y afectos. Un pasado compartido, con su cuota de dolor y felicidad, siempre abonado por el compromiso y los valores solidarios a los que no renunciamos. En el PVP hubo, a lo largo de nuestra historia, diferencias, puntos de vista con matices, procesos que han podido convivir y sintetizarse. El carcter de las actuales diferencias y el camino elegido por la mayora de la Direccin del PVP, para resolver las mismas, partieron aguas. La suspensin de la impresin, ya editada y en imprenta, de la revista Cuadernos de Compaero en diciembre, motiv la renuncia de Pablo Anzalone como Secretario General del PVP. Un hecho inslito en nuestra historia. Que fue tratado por la Direccin del Partido en forma fra y burocrtica, sin nimo de unidad, ni de discusin sobre los graves motivos que estaban tras esta situacin. Hecho que se suma a la indiferencia ante el alejamiento de compaeros y la reiterada marginacin de los cargos de direccin de otros, todos con larga trayectoria y algunos con responsabilidades de gobierno. Nuestras diferencias Los esfuerzos que se han hecho para elevar la calidad de los anlisis, la produccin de las reflexiones y las lneas de accin en salud, educacin, vivienda, convivencia, seguridad, alimentacin, pobreza, desarrollo productivo, cultura, medio ambiente, medios de comunicacin han reposado sobre algunos compaeros, fundamentalmente a travs de la revista Cuadernos de Compaero, y enfrent la resistencia cuando no el boicot de una fraccin de compaeros que hoy son mayora en el Comit Central. La representacin parlamentaria del PVP ha quedado reducida al tratamiento de temas muy pertinentes de reclamo sindical o de DDHH pero muy limitada a la hora de incorporar temas candentes de proyeccin nacional. Precisamente, la renuncia de Luis Puig a la banca de diputados por la votacin sobre la permanencia de tropas en Hait, un mes y medio antes de volver a asumir en la nueva legislatura, fue un hecho bien significativo. Se limit a una gestualidad que se agot en s misma. Centr el debate en una renuncia irrelevante y no en la grave situacin de Hait y en los desafos de poltica exterior. No se consult ni inform tampoco, a los compaeros y compaeras de Casa Grande, actitud de grave desconocimiento de los marcos de alianzas que se estaban construyendo. La tctica hacia las elecciones departamentales en Montevideo prioriz el perfil propio sobre cualquier consideracin hacia el proyecto ms amplio de Casa Grande. En los hechos, la accin promovida por la Direccin del PVP contribuy a la fractura del proyecto poltico que venamos trabajando. No se repar en el compromiso asumido ante la poblacin y las esperanzas depositadas en el colectivo Casa Grande por parte de sus 80.000 votantes. La 3311 logr una votacin importante bajo la consigna la lista unitaria de Constanza, y esta acumulacin no parece haber pesado en la decisin tomada por la Direccin del PVP. Esta concepcin revela a nuestro entender, una visin equivocada de los grandes desafos

  • del perodo. A saber, cmo se construye un camino de acumulacin: incorporar lo que han sido avances de los gobiernos populares pero tambin sus dificultades, sus fracasos y sus acechanzas; redoblar el pensamiento crtico significa acumular en el plano de las ideas y de la accin; tejer junto con todos los matices, inflexiones y corrientes que insisten en recrear y refundar un camino renovado hacia el socialismo y la libertad. Unidad en la diversidad. Lucha ideolgica y unidad. Son claves en un camino de acumulacin de fuerzas. Nuestra historia El PVP tiene una larga historia marcada de hitos renovadores. Su Congreso fundacional fue una novedad en el plano terico poltico para fuerzas que provenan del anarquismo y del marxismo. La idea fue conformar un centro poltico de una corriente que provena de las tendencias sindicales combativas. En 1977, tuvimos el coraje, luego de una dursima derrota, de realizar una autocrtica seria en medio de la tragedia. Nos reorganizamos en torno a la bsqueda y solidaridad con los desaparecidos y los presos. Retomamos la accin con la edicin clandestina de Compaero y con la campaa por la Amnistia General e Irrestricta. Perspectiva que tuvo a Hugo Cores como uno de los promotores ms destacados y que sum fuerzas para una movilizacin popular amplia y democrtica radical. En ese entonces, nos criticaron desde posiciones pretendidamente puristas. Decan que entregbamos banderas. No podan concebir el tema Derechos Humanos como bandera de la izquierda. Hoy hay todava, quienes acusan de enfermitos a todos los que seguimos convencidos de la fuerza democrtica de la bsqueda de Verdad y Justicia. En el ao 1979, luego de nuevos golpes represivos, fuimos capaces nuevamente de revisar nuestra accin poltica. Remontamos una tendencia estrategista y de marginacin poltica. Apoyamos el plebiscito por el NO y las tareas para reconstruir el movimiento obrero. En el ao 1983 solicitamos el ingreso al Frente Amplio, reparando un grave error de aislamiento poltico cometido a la hora de su fundacin. No parece ser este espritu autocrtico y renovador, la clave del pensamiento hegemnico en la Direccin del PVP, hoy. Seguiremos el pensamiento y la accin poltica por otros rumbos. Vamos a seguir aportando a las luchas populares, la profundizacin de los postulados histricos de la izquierda y el Frente Amplio en los gobiernos nacionales, departamentales y municipales y en el movimiento social. Coherentes con nuestras convicciones y con nuestro pasado de los que nos sentimos orgullosos. Luchando por el socialismo y la libertad, por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.

    Pablo Anzalone, Antonio Artigas, Ins Bausero, lvaro Baz, Adriana Cabrera, Antonio Coelho,

    Walter Ferracano, Elena Lagomarsino, Alfredo Pareja, Milton Romani, Daniel Santn, Stella

    Saravia