Carta Por La Solemnidad de San Francisco 2015

  • Upload
    victor

  • View
    8

  • Download
    0

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Carta por la solemnidad de san Francisco 2015 del Ministro y Definitorio general

Citation preview

  • Queridos hermanos, que el Seor os d la paz!

    Con este saludo, que Francisco nos ha enseado, nos dirigimos a vosotros en esta carta al comienzo de nuestro mandato.

    Como Definitorio general queremos deciros que ante todo intentamos responder con todas nuestras fuerzas al llamamiento que el Seor y el Captulo general nos han dirigido, confindonos este come-tido. Trataremos de servir a la Fraternidad universal de la Orden desempeando nuestra tarea de animar y guiar a los hermanos hacia una fidelidad siempre mayor con lo que le hemos prometido al Seor. Pe-dimos vuestras oraciones y vuestra ayuda para que, juntos, podamos realizar nuestra vocacin comn.

    A medida que nos acercamos a la fiesta de san Francisco de este ao, nos parece importante recupe-rar e iniciar una reflexin comn sobre la carta enc-clica Laudato si, que el Papa Francisco nos ha dirigido el pasado Pentecosts sobre el cuidado de la casa comn. Nos sentimos interpelados por dos motivos: como todos los hombres de buena voluntad, ya que el sucesor de Pedro se ha dirigido a todos nosotros, y como franciscanos, ya que la referencia a Francisco de Ass est presente en todo el documento, desde su mismo ttulo. El mismo Papa justifica esta referen-cia diciendo: Creo que Francisco es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es dbil y de una ecologa integral, vivida con alegra y autenticidad (n. 10). Esta idea de ecologa integral recorre toda la encclica y quiere recordarnos que el problema eco-lgico no es una cuestin sectorial, limitado a la re-lacin con el medio ambiente entendido en sentido estricto, como un tipo de jardinera, sino que impli-ca un conjunto de problemas ms amplios, como la justicia en las relaciones sociales, el compromiso por la paz, el respeto a la vida, que estn estrechamente relacionados con el problema medioambiental. Unas

    relaciones justas entre los hombres y las naciones se reflejan en una relacin justa con el medio ambien-te, mientras que la explotacin y la injusticia en las relaciones humanas generan explotacin y contami-nacin de los recursos naturales. Cuando se habla de ecologa integral se quiere invitar a esta visin con-junta, que contempla la relacin profunda que existe entre la contaminacin, los problemas del agua, los cambios climticos y la prdida de la biodiversidad, con la degradacin social, el deterioro de la calidad de la vida humana y la desigualdad mundial. El Papa remite a una visin integral de esta ecologa mos-trando los distintos mbitos en los que se desarrolla y hablando acerca de la ecologa medio ambiental, econmica y social, estrechamente vinculadas entre s, as como la ecologa cultural, concerniente la vida cotidiana. El Papa invita de manera especial a los cris-tianos a una conversin ecolgica, retomando las convicciones de nuestra fe y denunciando que a me-nudo se trata de una dimensin que falta en nuestra espiritualidad.

    Les falta entonces una conversin ecolgica, que implica dejar brotar todas las consecuencias del en-cuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea. Vivir la vocacin de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia vir-tuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana. Recordemos el modelo de san Francisco de Ass para proponer una sana relacin con lo creado como una dimensin de la conversin ntegra de la persona (nn. 217-218).

    Nos hemos inspirado en la encclica para estimu-lar una vez ms a cada uno de vosotros por si fuese necesario, a releerla, meditarla y hacerla objeto de debate fraterno. Se trata de un tema que en verdad nos atae, como Hermanos Menores, seguidores del Seor al modo de Francisco de Ass.

    FRANCISCO NOS INVITA A UNA CONVERSIN ECOLGICA

  • Francisco nos invita a contemplar la creacin con ojos espirituales, es decir, animados por el Espritu del Seor y convertirlos en ojos creyentes para as ver mejor toda la realidad. Un magnfico ejemplo lo proporciona l mismo en el Cntico de las criaturas: respecto a la pri-mera criaturas mencionada, el sol, l dice que es bello y radiante con gran esplen-dor: de ti Altsimo lleva significacin. La mirada de todo hombre puede decir que el sol es bello y luminoso. La mirada del creyente Francisco aade que eso nos remite a Dios, usando la ardua y com-prometedora palabra significacin. Es hermoso subrayar que la mirada del cris-tiano no ve un sol distinto al de los otros hombres: a la misma realidad que todos ven, nosotros los creyentes podemos echarle una mirada ms penetrante, que va ms all de la superficie y que capta el significado ms profundo (la signifi-cacin, precisamente). La fe no hace que veamos un mundo distinto del real, pero s nos hace ver de forma distinta el mis-mo mundo. Esta mirada distinta podr tener un efecto beneficioso tambin res-pecto al cuidado del medio ambiente. A partir de la fe, nosotros podremos recor-darnos, a nosotros mismos y al mundo, que las realidades naturales, el agua, el aire, la tierra, los bosques, tambin son criaturas de Dios. Esta observacin, elemental para todo creyente, posee el efecto beneficioso de hacernos salir de una relacin bipolar hombre-naturale-za, y de esta manera insertar un tercer elemento en esta relacin que de otra manera corre el riesgo de convertirse en conflictiva: el tercer elemento necesario es Dios. Si en nuestra visin solamente existe el hombre y las realidades natu-rales, entonces estalla un conflicto que quiere determinar quin es quien man-da de los dos; si por el contrario somos conscientes de que tanto nosotros como la naturaleza somos criaturas de Dios, re-conociendo que l es el origen de todo, por encima de nosotros, recuperaremos

    el equilibrio de una relacin pacfica.

    Otras consideraciones pueden surgir al dirigir nuestra mirada a la experiencia espiritual de Francisco de Ass: su invi-tacin a la pobreza se convierte en un modelo de sobriedad en el uso de los recursos, que hoy es ms que nunca im-prescindible y que debera marcar nues-tro estilo de vida. Su relacin fraterna, no solo con las personas, sino tambin con los animales y las cosas nos podr ensear una manera diferente de rela-cionarnos con la vida, con aquellos con quienes nos encontramos y con las cosas que usamos. Sera hermoso convertir-nos en hermanos universales, como Francisco nos ensea y como nuestra vo-cacin de hermanos menores nos pide!

    Esta conciencia ecolgica se ha abier-to camino en nuestra conciencia de Her-manos Menores, en ste ltimo dece-nio. Nuestro Captulo general del 2003 modific el texto del primer artculo de nuestras Constituciones generales, don-de se describe nuestra identidad funda-mental, aadiendo al final del prrafo 2, que ya hablaba de predicar, con las obras, reconciliacin, paz y justicia, la expresin mostrar un sentido de res-peto hacia la creacin. Fue el recono-cimiento de que el cuidado de la casa comn forma parte esencial de nuestro carisma; tal vez sea til recordarlo hoy, doce aos ms tarde, para preguntarnos qu camino concretamente hemos cum-plido desde entonces. Todos sabemos que a pesar del cambio del texto de las Constituciones, as como con tantas otras declaraciones, podra quedarse solo en papel; se trata de cambiar tambin las prcticas de nuestra vida.

    Se podran hacer otras muchas re-flexiones y esperamos que se hagan ya sea personal como comunitariamente, en nuestros encuentros fraternos. De-searamos tambin invitar a todos a que

  • intentemos traducir estas reflexiones en elecciones que sean tambin opciones concretas. Es verdad que se necesita una buena teora para una buena prctica, pero tambin es verdad que, sin la prctica, la teora permanece estril. Francisco nos recuerda que no es suficiente tener el Espritu del Seor, sino que tam-bin se necesita su santa operacin.

    Tomar conciencia de que el agua es un bien muy precioso deber manifestarse tambin en una disci-plina personal y comunitaria que trate de evitar los despilfarros intiles del agua, que en algunos pa-ses pueden ocurrir fcilmente. Las reflexiones sobre el consumo excesivo de energticos, origen de la contaminacin, deberan tambin influir en el uso, personal y comunitario, de la electricidad, de la ca-lefaccin, el aire acondicionado y de los aparatos de refrigeracin. Las informaciones sobre el problema de la acumulacin de basura, especialmente de los plsticos o no biodegradables, y sobre su elimina-cin deberan orientar nuestros comportamientos en el uso de detergentes y la acumulacin de residuos, de forma que puedan ser eliminados de una forma adecuada. Tambin como consumidores (puesto que

    inevitablemente lo somos), deberamos aprender a escoger nuestras compras teniendo en cuenta otras consideraciones de carcter tico, ms que a la conve-niencia econmica y a la comodidad. Se trata de con-sideraciones muy prcticas, sobre las que podramos continuar. Como Definitorio general queremos que esta toma de conciencia se traduzca en un estilo de vida renovado, en nuestra Casa general y en todas las fraternidades de la Orden.

    Que nuestro hermano san Francisco nos ayude y nos acompae en este camino de conversin, al que el Papa Francisco nos llama con fuerza y urgencia. Hagamos todo lo que nos sea posible ante al grave peligro en el que se encuentra la Creacin y ante las necesidades de tantos hermanos y hermanas que ne-cesitan nuestra solidaridad y hospitalidad. Seremos entonces constructores de un futuro de paz, sosteni-ble y fraterno para nuestra casa comn, y para todos nosotros.

    La bendicin del Seor descienda sobre nuestras fraternidades y sobre cada uno de nosotros, como sig-no de su presencia de comunin y de amor.

    Roma, 17 de septiembre de 2015Fiesta de la impresin de los Estigmas de san Francisco.

    Vuestros hermanos del Definitorio general:

    Fr. Michael Anthony Perry, ofm (Min. gen.)

    Fr. Julio Csar Bunader, ofm (Vic. gen.)

    Fr. Caoimhn Laoide, ofm (Def. gen.)Fr. Ignacio Ceja Jimnez, ofm (Def. gen.)

    Fr. Nicodme Kibuzehose, ofm (Def. gen.)Fr. Lino Gregorio Redoblado, ofm (Def. gen.)

    Fr. Ivan Sesar, ofm (Def. gen.)Fr. Lrnt Orosz, ofm (Def. gen.)

    Fr. Valmir Ramos, ofm (Def. gen.)Fr. Antonio Scabio, ofm (Def. gen.)

    Fr. Aidan McGrath, ofm (Seg. gen.)

    www.ofm.orgProt. 105910