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cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada años 1684 a 1698 archivo histórico juan manuel pacheco josé del rey fajardo , s . j . alberto gutiérrez , s . j . editores

Cartas anuas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada: Años 1684 a 1698

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La Compañía de Jesús se ha caracterizado por la comprensión del valor y la importancia de la correspondencia epistolar. Por ello, desde muy temprano reguló las formas de contacto que debían mantener todos los domicilios del mundo y sus personeros con la sede central de Roma. Este intenso comercio epistolar consta de tres grandes categorías. La primera, destinada a los superiores, es la correspondencia oficial y suele ser la más explícita e instructiva; la segunda, oficiosa-informativa, tiene por objeto comunicar a las autoridades romanas la historia local de manera cíclica; y la tercera, dirigida al gran público, tiene como características la factura más esmerada y el contenido más erudito, y la podríamos designar como “literatura curiosa”. La segunda categoría, una especie de “literatura corporativa”, es distinta de la oficial y de la crónica. Con el correr de los tiempos fue dando lugar a un género epistolar que se materializó en las Cartas Anuas que presentamos en esta colección

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cartas anuas de la provincia

del nuevoreino de granada

años 1684 - 1698

!

josé del rey fajardo, s. j.

-

alberto gutiérrez, s. j.

Editores

Colección archivo histórico

javeriano

l a univ er si dad jav er iana La Compañía de Jesús se ha caracterizado por la comprensión del valor y la

importancia de la correspondencia epistolar. Por ello, desde muy temprano

reguló las formas de contacto que debían mantener todos los domicilios del

mundo y sus personeros con la sede central de Roma.

Este intenso comercio epistolar consta de tres grandes categorías. La prime-

ra, destinada a los superiores, es la correspondencia oficial y suele ser la más

explícita e instructiva; la segunda, oficiosa-informativa, tiene por objeto

comunicar a las autoridades romanas la historia local de manera cíclica; y la

tercera, dirigida al gran público, tiene como características la factura más

esmerada y el contenido más erudito, y la podríamos designar como “litera-

tura curiosa”. La segunda categoría, una especie de “literatura corporativa”,

es distinta de la oficial y de la crónica. Con el correr de los tiempos fue dan-

do lugar a un género epistolar que se materializó en las Cartas Anuas que

presentamos en esta colección.

Las Cartas Anuas de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Grana-

da son un interesante proyecto de historia local e interna de la institución.

No dudamos que serán de gran utilidad para los estudiosos de la sociedad

colonial neogranadina del siglo xvii. Somos conscientes de que esta serie

abre nuevos horizontes en la historiografía colombiana y que su publicación

contribuirá a una mejor intelección de las sociedades cerradas y sus luchas

por construir una mejor identidad.

Paupertas ſapiens.

Archivo Histórico Javeriano

Juan Manuel Pacheco, S.J.

cartas anuas de la provincia

del nuevo reino de granada

años 1684 a 1698

archivo históricojuan manuel pacheco

! josé del r ey fa jar do , s . j .

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Paupertas ſapiens.

Archivo Histórico Javeriano

Juan Manuel Pacheco, S. J.

Gran CancillerP. Adolfo Nicolás, S. J.

Vice-Gran CancillerP. Francisco de Roux Rengifo, S. J.

RectorP. Jorge Humberto Peláez, S. J.

Vicerrector AcadémicoLuis David Prieto

Vicerrectora de InvestigaciónConsuelo Uribe Mallarino

Vicerrector de Extensión y relaciones interinstitucionalesP. Luis Fernando Álvarez, S. J.

Vicerrector del Medio UniversitarioP. Luis Alfonso Castellanos, S. J.

Vicerrector administrativoRoberto Enrique Montoya Villa

Secretario GeneralJairo Humberto Cifuentes Madrid

Director del Archivo Histórico JaverianoP. Jairo Bernal Parra, S. J.

Subdirectora del Archivo Histórico JaverianoAlma Nohra Miranda Leal

" cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada

años 1684 a 1698

" José del Rey Fajardo, S. J." Alberto Gutiérrez, S. J. editores

Archivo Histórico Javeriano Juan Manuel Pacheco, S. J.

Reservados todos los derechos© Pontificia Universidad Javeriana© José del Rey Fajardo, S. J.© Alberto Gutiérrez, S. J.

isbn: 978-958-716-679-8Número de ejemplares: 200Impreso y hecho en Colombia | Printed and made in ColombiaEditorial Pontificia Universidad JaverianaCarrera 7 nº 37-25, oficina 1301Teléfono: 3208320 ext. 4752www.javeriana.edu.co/editorialPrimera edición: abril del 2014Bogotá, D.C.

Transcripción y paleografía | José del Rey Fajardo, S. J. y Alberto Gutiérrez, S. J. Corrección de estilo | Rodrigo Díaz LozadaDiseño de páginas interiores | Julián R. TrianaDiagramación y cubierta | BOGA : Julián R. Triana y Diego Cortés GuzmánImpresión | Javegraf

Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin autorización por escrito de la Pontificia Universidad Javeriana.

Paupertas ſapiens.

Archivo Histórico JaverianoJuan Manuel Pacheco, S. J.

Cartas anuas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada : años 1684 a 1698 / editores José del Rey Fajardo, S.J. y Alberto Gutiérrez, S.J. -- 1a ed. -- Bogotá : Editorial Pontificia Universidad Javeriana : Archivo Histórico Javeriano, 2014.

716 p. ; 24 cm.Incluye referencias bibliográficas (p. 693-[716]).ISBN: 978-958-716-679-8

I. JESUITAS – HISTORIA – COLOMBIA – 1684-1698. 2 . COLOMBIA - HISTORIA - COLONIA, 1550-1810. I. Rey Fajardo, José del, S.J., 1934-, Ed. II. Gutiérrez Jaramillo, Alberto, S.J., 1935-, Ed. III. Pontificia Universidad Javeriana. IV. Pontificia Universidad Javeriana. Archivo Histórico Javeriano Juan Manuel Pacheco, S.J.

CDD 271.53 ed. 21Catalogación en la publicación - Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S.J.___________________________________________________________________________________________dff. Abril 08 / 2014

Contenido

Introducción

Carta n.o 10 (Carta Anua 1684-1690)

Se da noticia en general de la parte de la Provincia que lleva el nombre de Santa FeSe refiere en particular lo que es de cada colegioSe enseña todo lo pertinente a los demás colegios de esta parte de la Provincia y a las residenciasSe refieren las misiones sagradas llevadas a cabo por los nuestros entre los idólatras de la región del Orinoco: la muerte violenta de tres de los nuestros por esa causa y cuál es el estado de los asuntos de esa misiónSe presentan las sagradas misiones que dirigimos en ciudades y pueblos habitados por españolesSe narra dos fundaciones de gimnasios con los cuales se ha incrementado recientemente esta ProvinciaSe narra cuántas congregaciones hay en los mencionados colegios y con qué cuidado son cultivadasDel culto y veneración tributado por los pueblos donde trabajamos a los santos de nuestra Compañía y de algunos milagros de estos en beneficio de aquellosSe refiere con cuánta solemnidad se celebra el natalicio del santo apóstol de las Indias y qué milagros han acaecido con su invocaciónSe narran algunos prodigios más recientes de San Francisco Javier

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Se narra el culto con que se celebra la festividad de San Francisco de Borja y algunos sucesos maravillosos que han sucedidoUn cierto portentoso ruido se escuchó en Santa Fe, de lo cual se narran cómo muchos, saliendo de su letargo, abrazaron una vida virtuosaSe refieren algunos hechos singulares que sucedieron con intervención de los nuestros

Carta n.o 11 (Carta Anua 1691-1693)

Estado de la Provincia y sujetos que hay en ellaEmpiézase de nuevo la Misión de Orinoco y la fundación de la casa de la Isla de Santo Domingo La enseñanza de las ciencias lo mismo que el año pasado de 90Uso continuo de los sacramentos de la confesión y eucaristíaAsistencia a moribundos y ajusticiadosAsistencia del Colegio de Santafé en una peste que huboDiligencia en la predicación y congregacionesVisitan y socorren a los enfermos los congregantes de CartagenaFúndanse dos congregaciones en MompoxPláticas en la congregación de Pamplona y ejercicios de humildadDos conversiones singularesDos amistades compuestas en PamplonaSucesos de Cartagena en sermones que hizo el Padre Pedro CalderónFruto de los ejercicios de nuestro Padre Señor IgnacioCasos singulares de San Francisco Javier

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Favor de San Francisco de Borja con uno que perdió el juicioLo que se ha mejorado en lo temporal esta ProvinciaCantidad de pesos que se quitaron en Cartagena Mejoras del Colegio de TunjaMejoras en el Colegio de SantaféMejoras de el Colegio Seminario Misiones que se han hecho estos tres años. La misión del partido y jurisdicción de TunjaMisión por el Obispado de PopayánMisiones en otras ciudades de este reinoMisión en Salazar y una hacienda de casa que hay junto aquella ciudadMisión en la ciudad de La GritaMisión en la ciudad de MéridaMisión en unas haciendas de MéridaMisión hecha en la ciudad de MaracaiboCaso raro del Santo Cristo de MaracaiboAprecio de la Compañía en la gobernación de MaracaiboTemblor espantoso que hubo en tiempo de uno de los sermonesMisiones hechas en los contornos de SantaféMisión publicada en la PalmaMisión por la Gobernacion de NeivaMisión del OrinocoDifuntos de la Provincia

Carta n.o 12 (Carta Anua 1694-1698)

Estado común de la ProvinciaTrátase del Colegio Máximo de Santa FeDe las otras casas que tiene la Compañía en esta ciudad

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Trátase del Colegio de Cartagena y de la invasión que hicieron en ella los francesesDe los colegios de Tunja y PamplonaDel Colegio de MéridaTrátase del Colegio de HondaDel Colegio de Mompox y algunos prodigios de san Francisco Javier obrados en varias partes deste reino Trátase de algunas residencias de esta ProvinciaProsigue la materia de el pasado y dase cuenta de la residencia de Santo DomingoDe las residencias y misiones de los llanosAlgunas misiones en que han corrido los nuestros estos años. Varias providencias de este reinoAlgunas virtudes de los sujetos que han muerto estos cinco años en esta Provincia

Archivos y Bibliografía

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INTRODUCCIÓNLa Compañía de Jesús desde sus orígenes entendió la importancia y valor de la correspondencia epistolar y por ello pronto regularizó las formas de con-tacto que debían mantener todos los domicilios del mundo y sus personeros con la sede central de Roma.

Esta exigencia comunicacional trazó un mapa documental basado en el esquema estructural ejecutivo de la Compañía de Jesús y sobre ese ba-samento se estableció la interrelación que debía darse entre sus diversas jerar-quías de mando a través de los “sistemas de comunicación”.

I. El complejo mundo epistolar jesuíticoY para una mejor intelección de las funciones de la estructura tanto personal como institucional recogemos la siguiente síntesis.

El gobierno jesuítico descansa sobre tres pilares fundamentales: el General de la Orden, con poderes amplios con respecto al cuerpo; los Pro-vinciales, máxima autoridad en las diversas demarcaciones regionales o na-cionales donde actúan los miembros de la Compañía de Jesús; y los Rectores o Superiores de cada casa, con jurisdicción restringida a los súbditos y a las obras de su domicilio concreto1.

Desde el punto de vista institucional, la orden fundada por Ignacio de Loyola se regía también por tres tipos de asambleas: la Congregación Provincial, la de Procuradores y la General.

En este intenso comercio epistolar podemos distinguir tres grandes categorías. La primera, destinada a los superiores, forma parte de la corres-

1 Ignacio de LOYOLA. Constitutiones Societatis Iesu latine et hispanice cum earum declara-tionibus. Romae (1937) IX, pars. 256-286.

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pondencia oficial y suele ser la más explícita e instructiva; la segunda, oficio-sa, tiene por objeto informar a las autoridades romanas de la historia local de manera cíclica; y la tercera, dirigida al gran público, tiene como característi-cas la factura más esmerada y el contenido más erudito y a la que podríamos designar como “literatura curiosa”2.

Así pues, de acuerdo con los antecedentes señalados, se dio un triple tipo de correspondencia jesuítica: la literatura oficial, la oficiosa-informativa y la tercera, que ha recibido el nombre general de cartas edificantes y curiosas.

La literatura oficial se regía por rígidas prescripciones organizativas de la Compañía de Jesús. El alto control romano de las personas y de las obras de cada una de las demarcaciones geográficas se llevaba, por una par-te, por los catálogos anuales y trienales, y en segundo lugar, por las cartas, relaciones de visitas, informes que obligatoriamente tenían que remitir los superiores —mayores y menores— según normas muy concretas y exigidas rigurosamente desde la Ciudad Eterna3.

La correspondencia oficioso-informativa viene a ser una especie de “literatura corporativa”, distinta de la oficial y de la crónica. Con el correr de los tiempos fue dando lugar a un género epistolar distinto que se materializó en las Cartas Annuas.

Más adelante trataremos con detención este interesante capítulo que constituye el objetivo principal del presente estudio.

2 Una interesante visión la ofrece Guillermo ZERMEÑO. “Entre el saber y la edifi-cación: Una relación inestable”. En: Guillermo ZERMEÑO (Edit.). Cartas edificantes y curiosas de algunos jesuitas misioneros del siglo xviii. Travesías, itinerarios, testimonios. Se-lección e introducción por Guillermo Zermeño. Ciudad de México, Universidad Ibe-roamericana (2006) 17-55.

3 Para una información general, véase: José Manuel AICARDO. Comentario a las Cons-tituciones de la Compañía de Jesús. Madrid, V (MCMXXX), 950-1025. Las obligaciones reglamentarias se expresan claramente en: Constitutiones Societatis Iesu et Epitome Insti-tuti. Romae (1943) 429-433. “Avise a los superiores de esa Provincia y colegios, así de la Provincia como de los Colegios la obligación que tienen de escrivirnos todos los años...” (APT, leg. 132, fol. 167. Tamburini a Pedro Calderón. Roma, 15 de septiembre de 1703).

15.

! introducción

Las cartas edificantes y curiosasHemos juzgado oportuno dedicar este acápite a este interesante género episto-lar jesuítico, a fin de clarificar su verdadero sentido e influjo en el mundo cul-tural europeo del siglo xviii y para marcar las diferencias con las Cartas Anuas.

El concepto de cartas edificantes y curiosas se impone a comienzos del siglo xviii y el ámbito de su contenido se extiende a las cartas, informes y relaciones escritos por los misioneros de la Compañía de Jesús, tanto desde los países considerados de misión como desde las partes civilizadas de África, Asia y América.

La génesis de esta colección es curiosa y compleja. El más remoto origen habría que buscarlo en el éxito que levantaron las cartas de San Fran-cisco Javier en la segunda mitad del siglo xvi a lo largo y ancho de Europa4. En el siglo xvii, las Relations de la Nouvelle France invaden, a su modo, el mundo católico francés5 pero su contenido, aunque de interés para la ameri-canística de Canadá y Estados Unidos, desborda nuestros propósitos.

Desde 1685, el P. Carlos de Gobien comenzó a publicar diversos es-critos sobre las misiones de Asia6. En 1690 se había presentado a la Asamblea del clero de Francia un tomo sobre Memorias del Oriente y cinco años más tarde un segundo volumen que motivó el deseo de la Asamblea de perpetuar esta obra de interés apostólico7.

En 1702 aparecieron las Lettres de quelques missionnaires de la Com-pañía de Jesús, éscrites de la Chine et des lndes Orientales. A través de la revista

4 Félix ZUBILLAGA (Edit). Cartas y escritos de San Francisco Javier. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, t. 101 (1979) 50-34. Georges GOYAU. A la conquête du monde païen. Ma e (1934) 60.

5 León POULIOT Mon-treal-París, Desclée de Brouwer (1940).

6 SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jesús. Bruxelles-Paris (MDCC-CXCII) III, 1514.

7 L’ami de la Religion et du Roi. t. 21 (1819), 321-328. Citado por André RéTIF. “Brève histoire des Lettres édifiantes et curieuses”. En: Neue Zeitschrift fur Missionswissenschaft, 7 (1951) 40.

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

Mémoires de Trévoux, se puede ir siguiendo la opinión y el desarrollo de la colección8. El éxito fue tan inesperado que el editor, P. Carlos de Gobien, se decidió a continuar la obra en cuadernos anuales con el título de Lettres édifiantes et curieuses9.

De 1703 a 1776 aparecieron en París 34 tomos, de los cuales los ocho primeros estuvieron a cargo del P. Carlos de Gobien y los siguien-tes se debieron a los PP. Juan Bautista du Halde, Luis Patuillet y Nicolás Maréchal10.

Antes de entrar a la valoración histórica conviene establecer la es-tructura y esencia de la colección.

8 Mémoires de Trévoux (mayo de 1705) 729: “Esta colección (la 5a) es una de las más curiosas y más edificantes que haya ofrecido al público el P. Gobien”. En junio de 1708 se palpa un sentimiento en la verificación de que la 8ª entrega sea un recuento de pie-dad, pero al menos allí se encuentra algo de historia (p. 982). En la 1ª, noviembre de 1713, se descubren tres razones de interés: el cristianismo, la ciencia y las variables be-llezas de estilo (p. 1834). La 11ª, julio de 1715, es “tan curiosa, tan edificante, escrita con la misma pureza y la misma elegancia que las precedentes” (p. 1133) (citado por André RÉTIF, art. cit. 38). Para las opiniones del Journal des Savants nos remitimos a las entra-das: Le Gobien, du Halde, Maréchal y Patouillet, de la Bibliothèque de la Compagnie de Jesús de Carlos Sommervogel.

9 a) Para la historia de esta colección: André Rétif. “Brève histoire des Lettres édi-fiantes et curieuses”. En: Neue Zeitschrift fur Missionswissenschaft, 7 (1951) 37-50; Victor Hugo PALTSIST. “Data concerning the Lettres édificantes”. En: Reuben Gold Thwai-tes. The Jesuit Relations and Allied Documents. Travels and Explorations of the Jesuit Missio-naries in New France 1610-1791, Cleveland, Burrows Bros. Co. (1896-1901) 298-334.b) Acerca del contenido, véase: Rob STREIT. Bibliotheca Missionum (1927) N.os 754-756, 761, 766, 768, 770, 777, 790, 795, 805, 811, 814, 820, 827, 831, 839, 850, 855, 866, 879, 885, 899, 909, 920, 948, 987, 1024-1025, 1029-1030, 1036-1037. c) Los editores fueron: volúmenes 1- 8: Charles Le Gobien; 9-26: Jean Baptiste du Halde; 27-28, 31 y 33-34: Louis Patouillet; y 29-30 y 32: Nicolas Maréchal. d) Otras ediciones: J. Yves de Querbeux y Brotier publicaron una nueva edición en veintiséis volúmenes (1780-1781). Otras realizadas por no jesuitas: 1819, 1829-1831, 1838-1843. Una edición reducida es-tuvo a cargo de Aimé Martín (1834-1843) con el título de Pantheón Littéraire. Ludwig KOCH. Jesuiten-Lexikon. Lowen-Heverlee, Bibliothek S.I. (1962) II, 1838.

10 Ibidem.

17.

! introducción

Y ante todo conviene establecer una premisa fundamental que, si se desconoce, puede dar lugar a una óptica desorbitada de lo que fueron y de lo que aspiraban a ser estas cartas. Estrictamente, se puede afirmar que no se trata de informes técnicos ni de memorias exclusivamente científicas. Nos encontramos ante escritos de unos misioneros —de profunda formación humanística y en casos científica— que describen un mundo exótico en el que se insertaron libremente, se adaptaron a su cultura con el deseo de llevar el Evangelio a todas esas naciones y pueblos con un sentido de inserción y perpetuidad. Además, respondía al espíritu de los tiempos y dentro del am-biente cristiano de la época se procuraba dar respuesta a una religiosidad que gustaba de lo piadoso y de lo edificante.

Desde el punto de vista de su valoración crítica, conviene dilucidar dos puntos claves: la fidelidad textual y su cualificación histórica. Respecto al texto, no creemos oportuno entrar en la polémica establecida por M. Pi-not y Saint-Simon sobre la tesis de que las cartas edificantes eran “relaciones artificiosas”. Nos remitimos a la contestación del P. Brou en la que de forma pormenorizada responde a los argumentos aducidos por dichos autores11. En esencia, el editor se permitió alterar —o mejor, corregir— el estilo de algunas cartas que, por llevar los autores tanto tiempo fuera de Francia po-dían aparecer de redacción dura y poco atildada. Ya el 2 de febrero de 1705, el Journal des Savants apuntaba sobre el P. Gobien: “Él ha procurado hacer la lectura agradable; los misioneros le han suministrado las ideas; pero el giro, la expresión, la gracia del estilo provienen indudablemente de él”12. Es posi-ble que haya pasado en el contexto ideológico y religioso el tratamiento de problemas tan delicados como el de los “ritos chinos”13, pero como demues-tra Brou las mutaciones son intrascendentes. En todo caso hacemos nuestro

11 Augustin BROU. “De certaines conflicts entre missionnaires au XVIIe s”. En: Revue d’Histoire des Missions (1934) 187-202; y “Les jésuites sinologues de Pékin et leurs édi-teurs de Paris”. En: rev. cit. 551-566.

12 Véase: Journal des Savants (2-02-1705) 106.

13 André RÉTIF. “Les Jésuites français en Chine d’apres les Lettres édifiantes et cu-rieuses”. En: Neue Zeitschrift fur Missionswissenschaft, 3 (1948) 175.

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

el criterio del P. Rétif: “Científicamente hablando, un moderno puede des-echarlas; pero, si no se quiere caer en la injusticia y en ser mal historiador, se deben reubicar estos hechos en el contexto del tiempo y de las circunstancias y considerar en particular el género literario de estas relaciones y el público al que se dirigían”14.

Consecuentemente, el valor intrínseco ha padecido sus apreciacio-nes. Rétif dirá que constituyen “un testimonio de la amplia cultura de los jesuitas del siglo xviii”15. En 1927, Radek, rector de la Universidad de Mos-cú se gloriaba de mostrar en una colección china de ochenta mil volúmenes, una colección especial: “las obras escritas sobre China por los jesuitas del siglo xviii (sic), superiores en cien codos a todo lo que los sabios modernos han escrito y que testimonian una competencia del alma china, que jamás ha sido igualada”16.

El P. Diego Davin, traductor de la edición española, escribía: “Me atrevo a decir que debe la geografía su mayor perfección a los misioneros de la Compañía de Jesús. Sin ellos poco o nada se sabría de la mayor parte del Asia y quedarían inmensos países de la América expuestos a conjeturas de los geógrafos de profesión, como ellos mismos lo reconocen o confiesan”17.

Su contenido se orienta muy especialmente al gusto francés fascina-do por el Oriente; mas aporta datos interesantes para la Guayana francesa y las islas gálicas caribeñas. Son escasas las noticias que aportan sobre lo que constituyó el área geográfica de la Provincia del Nuevo Reino. Con todo, un índice del influjo ejercido por las lettres édifiantes lo constituye el sinnúmero de ediciones, traducciones, adaptaciones, extractos e imitaciones llevados a cabo. Frente al desprecio de Saint-Simon hay que resaltar el interés de Mon-tesquieu por el estudio de estas fuentes, aunque ponga en duda las conclu-

14 André RÉTIF. “Brève histoire des Lettres édifiantes et curieuses”. En: rev. cit. 45.

15 André RÉTIF. Art. cit. 45.

16 Jules SAUERWEIN, en Le Matin (París, marzo de 1927). Citado en: Leopold LE-VAUX. L'orient et nous. Lovaine, Éditions de l´Aucam (1932), 40.

17 Diego DAVIN. Cartas edificantes y curiosas escritas de las misiones extranjeras y de Levan-te por algunos misioneros de la Compañía de Jesús. Madrid XVI (1757) XXVI.

19.

! introducción

siones sacadas por los misioneros. Y así se podrían multiplicar los ejemplos contrapuestos. Lo cierto es que forman parte de la literatura y de la historia del siglo xviii francés.

Como su temática se orienta hacia un campo muy lejano al vene-zolano, nos remitimos a la extensa síntesis que el P. André Rétif dedica al influjo que ha ejercido —fundamentalmente dentro de la literatura france-sa— esta colección18.

El Welt-Bott alemánTambién los jesuitas alemanes ingresaron con fuerza al mercado cultural centroeuropeo con su serie Welt-Bott.

Hay que resaltar que en parte del pueblo cristiano teutón existía una conciencia de participación en el apostolado universal de la Iglesia, no sólo a través de sus limosnas sino también por medio de sus hombres; en menos de un siglo (1670-1767) sólo la Compañía de Jesús destinó a las misiones de ultramar ochocientos miembros de su orden19. Pero ya los franciscanos les habían precedido y una especie de literatura misional había inundado las apetencias de las comunidades cristianas20.

Por otro lado, el ejemplo y estímulo de las cartas edificantes motivó al P. José Stöcklein21 a pensar seriamente en la edición de una obra que vino

18 André RÉTIF. Art. cit. 46-50.

19 Anton HOUNDER . Deutsche Jesuitenmissionäre des 17. und 18. Jahrhunderts. Freiburg im Breisgau, Herder (1899).

20 Rob STREIT. Bibliotheca Missionum (1927) I, 1051 y ss.

21 Para la biografía del P. José Stöcklein: a) Necrologio. En: ARSI, Austria, 190 (1733) fols. 286-304. b) Franz KELLER . “Leben und Taten, Reissen und Missionen R.P. Jose-phi Stöcklein der Gesellschaft Jesu, österreichischer Provinz, in dem kaiserlichen Ki-regsheer in Reich un Ungarn Missionarii un Ober-Feld-Kaplans, Urhebers der deuts-chen Verfassung des Neuen Welt-Bottes”. En: Joseph STÖCKLEIN. Der neue Welt-Bott. Ausburg-Graz-Wien (1726-1761) parte 29, No 527. En adelante todas las referencias a esta obra se escribirán como Welt-Bott y a continuación se indicará el numeral corres-pondiente. c) Anton HUONDER . “P. Joseph Stöcklein's, Neuer Welt-Bott, ein Vorläufer der Katholischen Missionen im 18 Jahrhundert”. En: Katholischen Missionen, t. 33 (1904)

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

a ser, no una traducción, sino una visión nueva y específica de la Compañía de Jesús alemana: Der neue Welt-Bott22. No era la primera en su género y por eso conviene llamar la atención sobre una obra anterior, aparecida en Leipzig entre 1688 y 1690, editada por Christ Thomasius: Freimutige, lustige und ernshafte, jedoch vernunft-und gesetzmassige Gedanken und Monastsges-prache uber allerhand, vornehmlich über neue Bücher23.

La definida personalidad del editor jesuita imprimió, sin lugar a dudas, un sello a la obra que conoció la luz pública en 1726 y extendió sus

1-4, 30-33, 80-83, 103-107. d) Bernhard DUHR . Geschichte der Jesuiten in den Länder deuts-cher Zunge im 18 Jahrhundert. Munchen-Regensburg, Herder (1928) II, 155-158.

22 a) Para la historia de la colección: Anton HUONDER . “P. Joseph Stöcklein's Neuer Welt Bott, ein Vorläufer der Katholischen Missionen im 18 Jahrhundert”. En: Die Katho-lischen Missionen, 33 (1904-1905) 1-4, 30-33, 80-83, 103-107. Charles G. HERBERMANN.

“Der neue Welt-Bott. Introduction”, En: Historical Records and Studies, 8 (1915) 157-167. b) Para el contenido, véase: Rob STREIT. Bibliotheca Missionum. t. 1, Nos: 845, 872, 942, 976, t. XXII, N.º: 63. c) Editores: vol. I-III: Joseph Stöcklein; vol. IV/1, Peter Probst; vol. IV/2 y V: Franz Keller. d) Título completo: Der neue Welt-Bott. Mit allerhard Nachri-chten der Missionariorum Soc. Jesu. Allerhand so lehr als geistleiche Brif, Schriften und Reis-Beschreibungen, welche von denen Missionariis der Gesellschaft Jesu aus bayden Indien und andern uber Meer gelegenden Lander... in Europa angelant seynd. Jezst zum erstenmal, theils, aus handschrifftlichen Urkunden, theils aus denen französischen Lettres édifiantes verteustcht und zusammen getragen. Cinco volúmenes que corresponden a cuarenta tomos, organi-zados de la siguiente manera:

________________________________________________________________________________ Volumen Tomo Año

________________________________________________________________________________ I 1- 8 1726II 9-16 1729II/1 17-20 1732III/2 21-24 1736IV/1 25-28 1748IV/2 29-32 1755V/1 33-36 1758V/2 37-40 1761

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23 Band I: Januar-Juni 1688. Band V: Januar-April 1690.

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! introducción

entregas hasta 1761. El P. José Stöcklein nació en Oettingen, condado bávaro (Kreis Schwaben-Neuburg) el 31 de julio de 1676. Cursó sus estudios supe-riores en la Universidad de Viena donde obtuvo el doctorado en Filosofía y el bachillerato en Teología. El 9 de octubre de 1700 ingresaba en la Compa-ñía de Jesús en el noviciado de Santa Ana en la capital austriaca.

Tres etapas bien diferenciadas estructuran su biografía. Como cape-llán militar acompañó a las tropas imperiales tanto en la guerra contra los turcos como contra los principados del oeste que adversaban la casa real. En la segunda fase de su vida se consagró a los ministerios sacerdotales en el colegio de Pressburg, y más tarde en la casa profesa de Viena, llegando a desempeñar el rectorado del colegio de la ciudad nueva de la capital imperial. Los nueve últimos años de su existencia transcurrieron en Graz, ciudad en la que le sorprendió a muerte el 28 de diciembre de 173324.

La estancia en Graz significa el nacimiento del Welt-Bott, mientras las enfermedades debilitaban su cuerpo. En el mes de enero de 1728 escribía:

“apenas puedo estar parado; mi vista me desampara de tal manera que apenas con la ayuda de los mejores anteojos puedo ver lo suficiente como exige la elaboración de mi Welt-Bott”25; si a esto añadimos el mal de piedra, cólicos y otras enfermedades se entenderá mejor la entereza de ánimo del P. Stocklein.

Sin embargo, se puede afirmar que reunía las características ideales para emprender una obra de la envergadura del Welt-Bott. A su preparación universitaria vienense unía el conocimiento de idiomas, de los que llegó a dominar, además del alemán, el latín, el francés, el griego y el hebreo26. Y la preocupación teológica le llevó a redactar una serie de escritos catequéticos y un pequeño tratado de Teología27. Pero su obra indiscutible es el Welt-Bott.

24 ARSI. Austria. 190, fol. 286.

25 Welt-Bott, N.º 572, 153.

26 Anton HUONDER . “P. Joseph Stöcklein's, Neuer Welt-Bott, ein Vorläufer der Katholischen Missionen im 18 Jahrhundert”. En: Katholischen Missionen, t. 33 (1904) 3.

27 Anton HUONDER . Ibidem. El P. Keller, su primer biógrafo, conoció al P. Stöcklein mientras estudiaba Teología en Graz y afirma que los estudiantes visitaban al Padre para conversar sobre diversos problemas científicos y sobre sus dificultades en las aulas. Siem-

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

Acerca del objeto y objetivos de la obra, se expresa largamente el au-tor en la introducción al primer tomo:

Es sin duda su más noble objeto la obra de las Misiones, y los sufrimientos y consuelos de los misioneros. Trae además va-riados y útiles conocimientos y como en una gran feria en-cuentra aquí cada uno lo que le interesa especialmente. Los teólogos obtuvieron instructivas informaciones sobre falsas religiones; los jurisconsultos sobre la organización de su in-cumbencia de la esencia del derecho y de la justicia en pueblos extraños; los médicos experimentaron algo sobre los medios de salud y métodos curativos; los naturalistas y filósofos des-cubrirán no solamente meteoros y fenómenos hasta ahora desconocidos (esto es, el milagro, aire, fuego, tierra y agua) sino también una cantidad de efectos raros de la naturaleza, como yerbas, plantas, árboles, peces, pájaros, fieras, gusanos, culebras, piedras, minerales y otras casi innumerables cosas pertenecientes a diversas ciencias hasta ahora desconocidas. A los matemáticos y sobre todo a los astrónomos, agrimen-sores y navegantes les sacarán de muchas dudas las cartas de los misioneros puesto que se encuentran entre ellos excelentes especialistas. Ricas enseñanzas encontrarán particularmente los geógrafos que recibirán aquí las primeras noticias fide-dignas y buenos mapas de ciertos países. Los éticos podrían establecer provechosas comparaciones sobre los conceptos morales de los pueblos mientras que a los historiadores se les ofrece un espléndido material sobre la historia del estado y la cultura de imperios lejanos.28

pre los acogía benignamente y respondía a sus preguntas como si acabase de concluir su carrera o toda su vida hubiere ocupado la cátedra de Teología (ibidem).

28 Anton HUONDER . “P. Joseph Stöcklein's, Neuer Welt-Bott…”, 30-31. A veces el au-tor intercala frases textuales, razón por la cual traducimos los verbos en el tiempo que les corresponde en el sentido global.

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! introducción

Pero tampoco perderá el carácter de “cartas de edificación”; el mis-mo Stöcklein nos dirá que “en una palabra, me he propuesto deleitar, edifi-car e ilustrar al lector sin peligro de escándalo o de amargura”29.

Sin embargo, es necesario afirmar que el Welt-Bott no fue una tra-ducción de las cartas edificantes y curiosas, sino una versión genuinamente alemana y con predominio de los jesuitas alemanes30.

Muy interesante nos parece la metodología planteada por Stöcklein sobre los criterios que deberían regir toda su obra y que fundamentalmen-te aparecen expuestos en las introducciones a las tres primeras partes. No se trata de ediciones críticas, por eso se permite suprimir las repeticiones, omitir lo superfluo y lo íntimo y personal de algunas cartas, criterios que a veces le llevan a resumir los materiales para ofrecer al lector una lectura más directa31. Quizá podría sorprender esta actitud si no se conociesen los otros criterios del autor que, podríamos afirmar, lo acercan al de casi un severo editor crítico.

Stöcklein se esforzó siempre por buscar las cartas originales o copias fidedignas, y por supuesto acota: “Y mejoraré aquellas noticias en las que no estén indicados: el título, la firma, la fecha o día exacto, mes, año y lugar”32.

Pero en los artículos importantes es donde más aplica su criterio-rología científica: siempre precede una introducción orientadora en la que manifiesta su pensamiento sobre ciertos pasajes aclarando lo dudoso y cu-briendo las lagunas con el fin siempre de conseguir el mejor texto33. Junto al

29 Welt-Bott. Vorrede de la 2.ª parte. Véase: Anton HUONDER . “P. Joseph Stöcklein's, Neuer Welt-Bott…”, 82-83.

30 Basta observar la estadística: en el tomo I de 216 cartas 106 eran alemanas; en el II, de 128, 31; en el III, de 65, 28; en el IV, de 114, 67.

31 Así nos indica que de 32 partes que tenía para el primer fascículo las redujo a ocho (véase: Introducción a la Primera Parte del Welt-Bott). Y de veintiséis cartas del P. Gers-tes, escritas en México, las ensambló en una sola relación (Welt-Bott, N.º 31).

32 Welt-Bott. Introducción a la Tercera Parte.

33 Ejemplos típicos nos los ofrece, por ejemplo, en: “Beschreibung des gegenwartigen Zustandes der griechieschen, armenischen und koptischen Kirchen” (Welt-Bott, Tiel 23,

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cuidado por la cronología hay que destacar el empeño por la topografía y el estudio minucioso de los mapas que le llegaban de todas partes del mundo y a los que aplicó los mismos criterios de minuciosidad, exactitud y dilucida-ción de nombres a través de los informes correspondientes34. Añade a cada tomo un índice exhaustivo cuya magnitud da clara idea del valor de su con-tenido: el tomo I abarca 66 páginas, el II, 64; el III, 36 y así sucesivamente.

El Welt-Bott se divide en cinco tomos con un total de cincuenta partes y cada una de ellas consta de cien a ciento veinte páginas en folio. Hoy en día es un libro difícil de encontrar completo, aun en las bibliotecas alemanas35. Al sorprenderle la muerte al P. Stöcklein en 1733, había logrado ver publicados los tres primeros tomos. Sobre las misiones americanas aporta valiosas y mi-nuciosas informaciones. No dudamos en adherirnos a la opinión del P. Koch:

“El Neue Welt-Bott se cuenta entre las más originales y difundidas obras del siglo xviii. Es un género insuperable. Para la Historia de las Misiones man-tendrá durante mucho tiempo el valor de fuente de primer rango”36.

A la muerte del editor-fundador le siguieron en la dirección de esta interesante empresa los PP. Karl Mayer, Peter Probst y Franz Keller37.

Como fuente ha sido ampliamente utilizada por escritores alemanes como Anton Huonder. Al respecto puede verse Deutsche Jesuiten-missionäre

N.º 454-520), en donde establece una crítica de textos entre el Sr. de la Croix, el sinólo-go P. Premaré y los conocimientos que tenía el mismo Stocklein de las conversaciones sostenidas en Viena con el teólogo del Patriarca maronita en 1699. Igualmente, podría-mos citar el caso del artículo: “R. P. Judae Thaddaei-Krusinki’s S.J. und des Herrn Durri Effendi Nachricht von der letzten Unruhe in Persien” (Welt-Bott, N.º 394-407).

34 En los cuatro primeros tomos contiene treinta mapas.

35 En la Biblioteca de la Philosophische-Theologische Hochschule Sank-Georgen (Frankfurt/M) reposa el repositorio de los jesuitas alemanes de Valkenburg, entre otras bibliotecas. La colección está incompleta, al menos cuando estudiamos en dicha facul-tad (1960-1964).

36 Ludwig KOCH. Jesuiten-Lexicon. Lowen-Heverlee, II (1962) 1838.

37 André RÉTIF. “Breve histoire des Lettres édifiantes et curieuses”. En: Neue Zeits-chrift fur Missionswissenschaft, 7 (1951) 45.

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! introducción

des 17 und 18 Jahrhunders. Ein Beitrag zur Missionsgeschichte und zur deuts-chen Biographie, publicado en Freiburg im Breisgau por Herder en 1899. En Hispanoamérica, que sepamos, ha sido parcialmente traducida: en la Argen-tina por el P. Juan Muhn quien publicó La Argentina vista por viajeros del siglo xviii en Buenos Aires durante 194638, y por Vicente D. Sierra, quien en 1944, también en Buenos Aires, publicó con la editorial Siglos Los je-suitas germanos en la conquista espiritual de Hispanoamérica. Siglos xvii y xviii. En Chile el benedictino, profesor de la Universidad Católica de Chi-le, P. Mauro Matthei ha publicado cuatro volúmenes de Cartas e informes de misioneros extranjeros en Hispanoamérica. Selección, traducción y notas, que fue editado en Santiago de Chile durante 1970 39. En relación con el Nuevo Reino hemos traducido también todo lo relativo a las misiones llaneras y orinoquenses en nuestro tomo III de Documentos jesuíticos40.

II. Las Cartas Anuas del Nuevo Reino de Granada

El concepto de carta annuaLas cartas annuas o litterae annuae constituyen un balance cíclico de las ac-tividades de cada provincia jesuítica que debía ser enviado a Roma para in-formar a las autoridades centrales y, de esta suerte, poder colaborar como un criterio más en la redacción de la Historia de la Compañía de Jesús41.

38 El P. Muhn publicó también parte de estas cartas en la Revista del Instituto Histórico y Geográfico de Montevideo. No hemos podido precisar las fechas.

39 Originalmente, estos libros fueron publicados como artículos de la Revista Anales de la Facultad de Teología, desde el volumen XX (1968-1969). El primer tomo recoge las cartas de 1680 a 1699; el segundo, de 1700 a 1723; el tercero, de 1724 a 1735; y el cuarto, de 1731 a 1751.

40 José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de Historia (Fuentes para la Historia colonial de Venezuela, vol. 119) (1974) III, 275-347.

41 Francisco MATEOS. Historia General de la Compañía de Jesús en la Provincia del Perú. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1944) I, 83.

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

Hoy día podríamos afirmar de este documento que vendría a ser lo que en la sociedad moderna se califica como la “Memoria y cuenta” de lo realizado en un trienio en cada circunscripción de la Compañía de Jesús dis-persa por todo el mundo.

Su estructura está inspirada en la concepción cronical patrocinada por el General de los jesuitas, P. Claudio Aquaviva42:

1. Fundaciones de los colegios y casas. Nombres de los fundadores; progresos y crecimientos de ellas.

2 . Aprobación y favor de las ciudades y pueblos.3. Bienhechores insignes y favorecedores.4 . Sucesos prósperos y adversos de la Compañía.5. Virtudes y hechos de varones ilustres que han muerto en la Compañía.6. Vocaciones ilustres y extraordinarias.7. Mudanzas y conversiones notables logradas con nuestros ministerios.8. Sucesos desastrosos de personas que han salido de la Compañía43.

Como es lógico, esta estructura no era determinantemente férrea sino que admitía las particularidades de las regiones, de las personas y de los tiempos y, de esta forma, se generaron tanto los nuevos métodos históricos como las concepciones elaboradas dentro de las modernas historiografías44.

42 Mario FOIS. “5. Aquaviva, Claudio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.a DO-MÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, Institutum His-toricum S. I. Comillas (2001) II, 1614-1621.

43 Francisco MATEOS. “Introducción”. Historia General de la Compañía de Jesús en la Provincia del Perú. 1, 83.

44 Un modelo de adaptación es el desarrollado por Dante A. ALCÁNTARA BOJOR-GE. “El proyecto historiográfico de Claudio Aquaviva y la construcción de la Historia de la Compañía de Jesús en la Nueva España a principios del siglo xvii”. En: Estudios de Historia Novohispana. Ciudad de México, 40 (2009) 57-80. Como marco de referencia para la evolución que sufrió la que denominaríamos “escuela histórica jesuítica”, nos remitimos a: Francisco de Borja MEDINA. “La historia de la Compañía de Jesús en la Biblioteca de la Academia Javeriana de Santa Fe de Bogotá, 1622-1767” (2008). En:

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! introducción

Con respecto al fondo documental, es necesario afirmar que hasta el momento sólo conocemos las cartas anuas relativas al siglo xvii. Sin embargo, del xviii no se ha podido rescatar ninguna carta annua habitual aunque nos consta algunas referencias45. Con todo, podemos atestiguar que la producción epistolar tuvo que someterse a las disposiciones normativas de la Orden, que siempre se mostró exigente en la reclamación de este tipo de documentos46.

Por razones meramente editoriales presentamos hoy las cartas n.º 10, 11 y 12 con las que se cierra el ciclo de este interesante proyecto de historia local e interna de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Granada y no dudamos que será de gran utilidad para los estudiosos de la sociedad colonial neogranadina durante este lapso temporal comprendido entre 1604 y 1698.

Estamos conscientes de que esta serie abre nuevos horizontes en la historiografía colombiana y que su publicación contribuirá a una mejor intelección de las sociedades que podríamos calificar como cerradas y sus luchas por buscar una mejor identidad.

Y antes de seguir adelante queremos dejar constancia del elenco do-cumental conocido hasta el presente, que es el siguiente:

José DEL REY FAJARDO y Myriam MARÍN CORTÉS (Edit.). La biblioteca colonial de la Universidad Javeriana comentada. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, Archivo His-tórico Javeriano 559-636.

45 1700-1703: Enrique TORRES SALDAMANDO. Los antiguos jesuitas del Perú. Lima, Imprenta Liberal (1882), 275. 1711-1720: ARSI N.R . et Q. 1730: Joseph CASSANI. His-toria de la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reyno de Granada en la América. Madrid, Imprenta y Librería de Manuel Fernández (1741).

46 APT. Leg. 132, fol. 30r: “Ruego a V. R... que los Superiores de las Misiones que embien cada año relazion de todos los sucesos de las Misiones que están a su cuidado, de sus aumentos, esperanzas de nuevas conversiones, porque sirva para la edificación y para la historia” (González a Altamirano. Roma, 25 de octubre de 1689). Y el 29 de febrero de 1692 volvía a insistir al P. Altamirano el General de los Jesuitas: “embien cada año al Provincial el annua del año inmediato antecedente, y que todos estos se guarden en el archivo de Provincia, y después se entreguen al que hubiere de formar las annuas de toda la Provincia que han de traer a Roma los Procuradores; a V. R. estimo el cuidado en que queda de hacer formar annuas siquiera desde el tiempo, en que termina su historia del Padre Pedro Mercado” (APT. Leg. 132, fols. 42-42v).

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

1. 1604-1605 Anónima47.2 . 1605 P. Diego de Torres48.3. 1609 P. Gonzalo de Lyra49. 4 . 1613 P. Gonzalo de Lyra50.5. 1616 P. Manuel Arceo51.6. 1619-1621. P. Florián de Ayerbe? 52.7. 1642-1652 P. Gabriel Melgar53.8. 1645 P. Sebastian Hazañero54. 9. 1655-1660 P. Hernando Cavero55.

10. 1684-1690 P. Juan Martínez Rubio56.11. 1691-1693 P. Juan Martínez Rubio57.12 . 1694-1698 P. Juan Martínez Rubio58.

47 ARSI. N. R . et Q. 12-1.

48 ARSI. N. R . et Q. 12-1, fols. 1-23.

49 ARSI. N. R . et Q. 12-1.

50 ARSI. N. R . et Q. 12-1.

51 ARSI. N. R . et Q. 12-II, fols. 111-190.

52 Archivo de la Academia de la Historia. Madrid, t. 129, fols. 257-289.

53 ARSI. N. R . et Q. 12-1, fols. 1-22.

54 Sebastián HAZAÑERO. Letras anuas de la Compañía de Jesús de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada desde el año 1638 hasta el año de 1643. Zaragoza (1645 [impresa]).

55 APT. Fondo Astráin. Leg. 4,

56 ARSI. N. R . et Q. 13-1, fols. 1-26.

57 APT. Fondo Astráin. Leg. 5, fol. 1-47v.

58 APT. Leg. 26, fols. 1-251. ARSI. N. R . et Q. 13-II.

29.

! introducción

Los autoresEn primer lugar, es necesario precisar que los verdaderos autores son anóni-mos ya que cada domicilio tenía que remitir a Bogotá una relación detallada de los hechos más significativos que se hubieren realizado en un período de tiempo determinado, que solía ser un trienio.

En un segundo paso, una vez reunida toda la documentación, pasaba ésta a un equipo de redacción que trataba de sintetizar y unificar todas las informaciones para de esa forma poder redactar el texto definitivo.

En el tomo que presentamos cada comité de redacción estuvo com-puesto por cinco escritores que tenían buen conocimiento de la vida interna de lo que sucedía en cada domicilio y sus repercusiones en las sociedades que les rodeaban.

Los redactores de la trilogía documental que hoy presentamos: (1684-1690, 1691-1693 y 1694-1698) fueron los siguientes:

Juan Martínez Rubio y Pedro de Mercado aparecen como autores principales para los tres lapsos arriba indicados. Los coautores para la carta n.o 10 fueron José de Casses, Hernando Cabero y Martín de Eusa. Para la 11, Andrés de la Barrera, Francisco Daza y Fernando Monterde. Para la 12 se repiten Andrés de la Barrera y Francisco Daza y se les une Sebastián Yépez.

Juan Martínez Rubio (1627-1709), por los cargos ocupados en la ge-rencia de las obras jesuíticas del Nuevo Reino, se puede afirmar que las cono-cía perfectamente. Su marco histórico lo podemos sintetizar de la siguiente manera: regentó el colegio de Popayán (1667-1672) y la Universidad Javeria-na (1677-1681) y culminó esta etapa con su primer mandato al frente de la Provincia del Nuevo Reino (1681-1684). En 1684 se reinicia el ciclo rectoral casi con el mismo trazado geográfico. Rector en la Universidad Gregoriana de Quito (1684-1689), se traslada a la capital neogranadina para dirigir la Universidad Javeriana (1689-1695) y para asumir el provincialato del Nuevo Reino por segunda vez (1695-1700)59.

Pero además era buen conocedor de los anales de la Compañía de Jesús en esta demarcación geográfica. Según los bibliófilos Uriarte y Lecina,

59 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Edi-torial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 426-430.

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

escribió una Historia de la Provincia de Santafé desde el año 1684 (Colegio de Santafé, abril 1.º de 1691)60, en el año 1800 reposaba el manuscrito en poder del jesuita zuliano Alejandro Mas, residente en Roma, y en sus notas aña-den: “Es continuación de la del P. Mercado”61. Sin embargo, la afirmación de Uriarte y Lecina nos abre una duda sobre la paternidad literaria de una relación latina que reposa en el Archivo Romano de la Compañía de Jesús: Commentarii eorum quae gesta sunt a Patribus Societatis Jesu Provinciae Novi Regni Granatensis ab anno millesimo sexcentesimo octogesimo quarto ad an-num millesimun sexcentesimun nonagesimum62.

En un principio podría pensarse que se trata de un mismo documen-to, dados la similitud del título y sobre todo los años historiados, pero las fechas de redacción no corresponden63. No nos atrevemos a aseverar la su-puesta similitud, sobre todo por la seriedad con que los dos bibliófilos espa-ñoles transcriben los títulos y extreman las referencias que puedan ilustrar la descripción de cualquier documento. Con todo queda abierta la posibilidad de que Martínez Rubio pudiera ser no sólo el autor de ambos escritos, sino que también los Commentarii y la Historia sean una misma cosa.

También es autor de la Relatio de statu praesenti missionum quas Planorum et Orinoci vocant, occasione capta ab eo quod P. Vicentius Loverso infidelium manibus sit interemptus. Santafé, 13 de diciembre 169264. A todo

60 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Edi-torial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 428.

61 Archivo inédito Uriarte-Lecina. Madrid. Papeletas: Juan Martínez Rubio.

62 ARSI. N. R . et Q. 13-1, fols. 37 y ss. Comentarios acerca de las realizaciones de los Padres de la Compañía de Jesús de la Provincia del Nuevo Reino de Granada desde el año 1684 hasta el año 1690.

63 El primer documento está fechado el 1.º de abril de 1691 y el segundo: “en este Colegio de Santa Fe, el día 2 de abril del año 1692”.

64 Giuseppe ROSSO. “Il contributo di un missionario gesuita italiano alla conos-cenza della geografia e dell’etnologia del Sudamerica”. En: Annali Lateranensi. Roma, 4 (1940), 117-158. José DEL REY FAJARDO. Documentos Jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela I, 145-168: “Relación del estado presente de las Misiones

31.

! introducción

ello podríamos añadir las cartas necrológicas de los PP. Vicente Loverzo65 y Juan Quintero66.

El segundo escritor que firma ambas cartas anuas es el riobambeño Pedro de Mercado (1620-1701), quien a su vez es el primer historiador jesui-ta que escribe en castellano la historia de la Provincia del Nuevo Reino de Granada67, a pesar de que su manuscrito ha permanecido inédito hasta 1957.

Para la mejor comprensión de la biografía de Mercado anotamos una serie de bloques cronológicos. De sus 65 años de vida religiosa (1636-1701), 31 años dedicados al cursus honorum (1657-1688); 23 transcurren en la Sabana de Bogotá (1678-1701); 21 se reparten entre las ciudades de Honda y Tunja (1657-1678) y alrededor de 10 en Quito (1636-1646?); y como infraes-tructura subyacente a este devenir histórico, 45 años de fecundo e inagotable trabajo literario68.

Sin embargo, dentro del estudio bibliográfico hay que tener siempre muy presente la doble faceta que presenta Pedro de Mercado: el autor ascé-tico y el historiador. Este dualismo de la producción mercadiana es funda-mental para interpretar la doble reacción que ha tenido la historiografía, pues mientras su perfil ascético se remonta incluso a los primeros años del jesuita riobambeño, su faceta de historiador no se perfila sino a finales del siglo xix.

El tema central de la Historia de Mercado es la actividad interna de la Compañía de Jesús en el marco geográfico del Nuevo Reino (es decir, Co-lombia, Ecuador, Venezuela, Panamá y República Dominicana).

que llaman de los Llanos y el Orinoco, con ocasión de que el Padre Vicente Loverzo fue muerto allí a manos de los infieles”.

65 APQu leg. 6. Carta de edificación del P. Vicente Loverzo, 19 de abril de 1693.

66 APQu leg. 6. Carta de edificación del P. Juan Quintero, Santafé, 25 de abril de 1695.

67 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia. (1957), 4 vols.

68 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 451-459.

32 .

! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

José de Casses (1644-1698)69 garantiza la presencia de los territorios quiteños en la historia común con el Nuevo Reino. Fue ante todo un misio-nero popular y por lo tanto conocedor de los hombres y de las regiones que pertenecían a la circunscripción de Quito. En 1691 fungía como secretario del visitador Diego Francisco Altamirano. Fue rector y maestro de novicios en Latacunga70. La Congregación provincial que se llevó a cabo en Bogotá el año 1695 lo eligió como procurador ante las cortes de Madrid y Roma, pero falleció en Cartagena el 19 de marzo de 1698 cuando se dirigía a cumplir con la misión que se le había confiado.

Hernando Cabero (1599-1697)71 es una de las figuras jesuíticas más representativas del siglo xvii americano. Personalidad plurifacética, se dis-tinguió en todas las actividades que se le encomendaron, desde párroco de la residencia indígena de Fontibón hasta la de visitador de las Provincias de México (1661-1664)72 y del Perú (1672-1675 y 1675-1678)73. Y en el ínterin fue Provincial del Nuevo Reino (1658-166174 y 1666-1668)75. Fue rector del

69 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 198-199.

70 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, Hijos de Santiago Ro-dríguez (1962) II, 219.

71 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 152-159.

72 Synopsis Historiae Societatis Jesu. Lovanii (1950) col. 556; Gerard DECORME. La obra de los jesuitas mexicanos durante la época colonial. 1572-1767. México, I (1941) 161-162, 368 y 384. Una detallada descripción de su actividad en México se encuentra en: Francisco ZAMBRANO. Diccionario Bio-Bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. México, V (1965) 119-131.

73 Synopsis Historiae Societatis Jesu. Col. 538. 15 de noviembre 1672. Amplia informa-ción sobre esta etapa en: Antonio ASTRáIN. Historia de la Compañía de Jesús en la Asis-tencia de España. Madrid, Razón y fe (1920) VI, 522-526, 547-549 y 735-737. F. ZAM-BRANO. Ob. cit. V, 131-133. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. II, 85-86. E. TORRES SALDAMANDO. Los Antiguos jesuitas del Perú. 214-215. Funda la misión de los Mojos: ASTRáIN. Ob. cit. VI, 547 y ss.

74 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 83 y ss.

75 ARSI. N. R . et Q. 5, fol. 8. Catálogo Breve de 1667; (Idem, fol. 12), Catálogo de 1668.

33.

! introducción

colegio de Panamá (1647-1651)76 y del Colegio Máximo de Bogotá (1668-1672)77 y secretario de la Provincia durante los provincialatos del P. Gaspar de Sobrino (1639-1642) y del P. Sebastián de Hazañero (1642-1645)78. Se distinguió durante su manadato neograndino por los esfuerzos por regla-mentar y coordinar la Provincia, como lo demuestra su extensa bibliogra-fía79. La muerte le sorprendió en Bogotá el 10 de abril de 1697.

Martín de Eusa (c. 1631-1693)80. Nacido en Bogotá en 1631, se distin-guiría tanto como catedrático de la Universidad Javeriana (1661-1680), en la que recorrió el currículum completo teológico81 e incluso llegó a sustituir al

Pedro de MERCADO, Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Je-sús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia (1957) II, 164. El año 1668 reunió la Congregación Provincial (ARSI. Congregationes Provinciales. t. 77, fols. 267 y ss.). Juan Manuel PACHECO. Ob. cit. II, 81, 171.

76 Carta del P. Rodrigo Barnuevo al P. Hernando Cavero, Rector del Colegio de Panamá. Santafé, 16 de septiembre de 1647. En: José Eugenio de URIARTE y Mariano LECINA. Biblioteca de escritores de la Compañía de Jesús. Madrid, Vda. de López del Horno. (1925-1930), I, 433. Cuándo comenzó el Rectorado, no lo sabemos. Las Letras annuas (APT. Leg. 26, fol. 212) dicen: “Gobernó después seis años el Collegio de Panama...”. El Catá-logo del 1651 (ARSI. N. R . et Q. 3, fol. 111v) dice: “Bis Rector Panamá”.

77 Libro de la Universidad y Academia (Archivo de San Bartolomé, Bogotá. Fols. 350-365v). Carta del P. Rector de Llerena al P. Hernando Cavero. Llerena, 18 mayo 1669 (APQu leg. 4). Catálogo Breve 1671 (ARSI. N. R. et Q. 5, fol. 20). Juan FLÓREZ DE OCARIZ. Libro primero de las Genealogías del Nuevo Reyno de Granada. Madrid (1674). Utilizamos la edición facsimilar. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo e Instituto Colombiano de Cul-tura Hispánica (1990), 125. Juan Manuel PACHECO. Ob. cit. II. 85.

78 Juan Manuel PACHECO. Ob. cit. II, 76. Catálogo, 1642 (ARSI. N. R . et Q. 3, fol. 49v). Letras annuas (APT. Leg. 26, fols. 211v-212).

79 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 152-159.

80 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 260-263.

81 APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 43: “Volvio a esta corte donde acabada su tercera [probacion] lo pusieron a leer la 3ª catedra de Teologia, q. es la de moral y prosiguio leyendo las otras hasta la de prima”.

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

más ilustre maestro de esa Academia: el P. Jerónimo Escobar, en su cátedra de Prima82. El 28 de junio de 1680, festividad del Corpus Christi, predicó un sermón en la catedral y como se sintiera aludido el presidente don Francisco Castillo de la Concha, éste lo desterró a Cartagena83. En la ciudad caribeña residió pensamos que hasta 168684. En esta misma urbe medió en un ruido-so conflicto entre el obispo don Miguel Antonio Benavides y Piédrola85 el Gobernador y los Inquisidores86. En 1687 residía de nuevo en Bogotá87. De

82 Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del maestro javeria-no Mateo Mimbela (1663-1736). San Cristóbal-Santafé de Bogotá, Universidad Católica del Táchira y Pontificia Universidad Javeriana (1999) 28: "[tras la muerte del P. Jeróni-mo Escobar] El P. M.º Martín de Eusa ascendió a la cátedra de Prima”.

83 AGI. Santafé, 531. Real Cédula de 18 de junio de 1683. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II (1962) 268.

84 Don Francisco Castillo de la Concha falleció el 6 de noviembre de 1685 y fue en-terrado en la Iglesia San Ignacio de Bogotá (Juan Manuel PACHECO. Ob. cit. II, 188).

85 Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia. Siglo xvii. Bogotá, Editorial Lerner (Historia Extensa de Colombia, XIII) (1975) II, 291-314. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 137-154.

86 Para la historia del conflicto: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 137-154.

87 ARSI. N. R . et Q. 3, fol. 379. Catálogo de 1687. Al parecer el clima de Cartagena le había afectado y el catálogo citado habla ya de “Vires: Debiles”. Sin embargo, es muy importante la opinión del P. General de la Compañía de Jesús sobre este asunto: “3. Aprueba lo escrito al Rey por el P. Eusa. He visto la Cedula del Rey nuestro Señor de 26 de marzo de 87 que V. R. inserta en su carta en que su Mag. Mandaba que se sacase de Sta. Fe y Cartagena al P. Martín de Eusa el tiempo que durase el govierno y Presidencia de don Francisco Castillo de la Concha: Y también la respuesta de VR a la Real Cedula: está la respuesta muy prudente y también lo a sido la resolución de dexar al P. Eusa en Sta. Fe donde ya se hallaba y no dudo que en Madrid, aviendo ya muerto dicho Presi-dente y con el bueno y verdadero informe que VR hace de la innocencia del Padre assí en el caso del sermón predicado en Santa Fe como en los disturbios de Cartagena apro-barán la resoluczión; y más viniendo su respuesta de VR acompañada con el informe del nuevo Presidente de Santa Fe Don Gil Cabrera Davalos del porte religioso y cuerdo del Padre. Hasta aora no me a avisado nada el P. Espinar del modo con que la resolución

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! introducción

1689 a 1692 rigió por segunda vez los destinos del Colegio San Bartolomé88. Falleció en Santafé el 31 de enero de 169389.

El tercer redactor común a las cartas 11 y 12 es el P. Andrés de la Ba-rrera (1641-1701), eminente catedrático de la Universidad Javeriana y escritor de teología escolástica90. Su prolongada estancia en la capital neogranadina, amén de sus rectorados en el Real Colegio Seminario de San Bartolomé (1685-1691)91 y en la Academia de San Francisco Javier (1695-1699)92, signifi-can la visión serena de un científico perfecto conocedor de los acontecimien-tos que se desarrollaron en Santafé de Bogotá durante esos años.

se a tomado en Madrid pero me persuado con correrá sin tropiezo y con aprobación” (APQu leg. 15. Cartas de los Padres Generales. 3ª Carta. Roma, 29 de octubre de 1689).

88 José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá XXXVIII (1952) 96. Pero este rectorado no satisfizo en Roma. El 15 de agosto de 1693 le escribía el General de la Orden al Visitador del Nuevo Reino: “Muy mala satisfacción es la que ha dado el P. Martín de Eusa en el gobierno del seminario de seglares, pues según el sumo desgobierno que V. R. halló en todo, parece que en todo el tiempo únicamente atendió a cuidar de si mismo y descui-dar de todo lo demás, sin asistir a los seminaristas ni en lo espiritual, ni en el aprove-chamiento en letras, ni en lo temporal, tratándoles tan escasa e indecentemente. Hizo V. R. bien en quitarle el oficio luego que cumplió el trienio” (APT. Leg. 132. Carta del P. Tyrso Gonzalez al P. Altamirano. Roma, 15 de agosto de 1693. fol. 87). José Ortiz Morales apunta: “… y siendo Rector en el año 1692 celebró la Compañía de Jesús la canonización de San Francisco de Borja, su tercero General, y el Colegio de San Bartolomé, coope-rando al suntuoso desempeño de los Reverendos Padres, dispuso dos comedias; y en la primera que se titulaba La virtud al uso, tuvimos mi hermano D. Pedro y yo papeles”. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 26.

89 APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Grana-da. Contienen los años de 1691, 92 y 93, fol. 43. Gozó de gran reputación entre los jesuitas del Nuevo Reino.

90 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 129-132.

91 José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá, XXXVIII (1952) 96.

92 Véase el cap. 3.° de la Carta Anua n.° 12.

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El cuarto autor es el P. Francisco Daza (1647-1723). De este jesuita podríamos decir que es la continuación de Andrés de la Barrera, pues goza de las mismas prerrogativas que hemos descrito en el anterior profesor de la Universidad Javeriana y rector del Colegio Seminario de San Bartolomé de 1691 a 169593.

A ellos debemos añadir otra nueva pluma: la del P. Fernando Mon-terde para las de 1691-1693.

Con Fernando Monterde (c.1640-1698) se hacía presente la visión provinciana del Nuevo Reino, pues vivió en la ciudad venezolana de Mérida de 1668 a 1680. Después rigió los destinos del colegio de Tunja en dos opor-tunidades: 1681-1684 y 1689-1692. En el intermedio de esas fechas se desem-peñó como secretario de la Provincia durante el provincialato del P. Juan de Santiago (1684-1688), circunstancia que le llevó a tener una percepción de las obras jesuíticas neogranadinas desde una posición privilegiada. Y para las fechas que nos interesan fue superior de la Misión de Los Llanos (1692-1696) y rector de la Universidad Javeriana de 1696 al 15 de abril de 1699, año en que le sorprendió la muerte en el ejercicio de su cargo94.

Pero si pasamos a la Carta 12 debemos señalar al P. Sebastián de Yé-pez (c.1633-1711) como complemento a los cuatro escritores citados.

La vida de este jesuita cartagenero se desarrolló prácticamente toda en la sabana bogotana como profesor de Gramática en la Facultad de Lenguas de la Universidad Javeriana95, pero sus enfermedades lo apartaron de la docencia y se dedicó a laborar como operario y a dirigir la Congregación de los indígenas, hasta que le sorprendió la muerte en Bogotá el 21 de enero de 171196.

93 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 240-243.

94 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 486-487.

95 ARSI. N. R . et Q. 3, fol. 224. Catálogo de 1664 y seguía en 1667 (N. R . et Q. 5, fol. 8).

96 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767. Bogotá, Pon-tificia Universidad Javeriana (2004) 339.

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! introducción

La temáticaEn líneas generales podemos afirmar que la estructura de las cartas anuas que estudiamos se adecúa totalmente al esquema que hemos referido an-teriormente pero, como es natural, la crónica de la vida diaria de cualquier institución se ve a veces invadida por hechos que rompen su cotidianidad.

Mas, antes de entrar a señalar los grandes bloques temáticos que in-tegran el contenido de las cartas, es necesario dejar constancia de la estruc-tura interna del documento. Y de entrada aclaramos al lector que las cartas 10 y 12 son más completas y mejor estructuradas que la 11 y, en consecuencia, son mucho más ricas en su entramado discursivo.

En todos los casos la información se inicia con una escueta visión del estado de la Provincia al momento de redactarse la carta, en la que se refiere el número de sujetos de la entidad y su distribución de acuerdo con cada uno de los domicilios que integraban la Provincia del Nuevo Reino de Granada97.

En un segundo paso, el texto recoge casa por casa los acontecimien-tos que han hecho historia y son dignos de mencionarse. Se completa este recorrido con aquellas acciones que han sido más generales y que desbordan la historia local para convertirse en regional. Y concluyen siempre con las biografías de los difuntos.

Pero si de la estructura pasamos a la temática podemos resaltar los siguientes bloques: en ambos textos adquieren singular relevancia las deno-minadas “misiones circulares” y con igual significación tanto la crónica de las misiones en la gran Orinoquia así como también los necrologios de los jesuitas fallecidos en cada período.

Entre las reseñas específicas son de interés las siguientes: la peste que en 1692 invadió la ciudad de Bogotá98 y la toma de Cartagena por los franceses99. En el orden interno adquieren gran relevancia todos los plei-tos que tuvo que enfrentar el Colegio Máximo de Santafé por la salida de

97 Carta N.º 11, fols. 1-2v; Carta N.º 12, fols. 1v-3v.

98 Carta N.º 11, fols. 3v-4.

99 Carta N.º 12, fols. 76-82v.

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la orden del P. Gabriel Álvarez100 y el apoyo descarado del arzobispo fray Ignacio de Urbina, que estuvo a punto de hacer quebrar económicamente a la Universidad Javeriana101. En el ámbito del mundo artístico, se debe consignar la reconstrucción de la Iglesia de San Ignacio de Bogotá y las solemnes festividades que celebró la capital neogranadina con ocasión de este acontecimiento102.

Sin lugar a duda, una de las inspiraciones principales que recoge el período que estudiamos es la que se refiere a las “misiones populares”.

Las “misiones circulares”, como se las designaba en el Nuevo Reino, o las “misiones populares”, como se las conocía en España, estaban diseñadas para llegar a la conciencia de los cristianos mediante la predicación de las verdades fundamentales de la religión, con el fin de ordenar la vida interna y externa de las personas y, en consecuencia, de la armonía social.

Mas sería el General Claudio Aquaviva quien codificaría en una Ins-trucción las experiencias, hasta el punto de dejar para toda la Compañía este plan fundamental de las misiones103. En este sentido hay que subrayar que, de forma institucional, fue diseñando su propia metodología y adaptándola a cada una de las regiones donde actuaba104.

Y de esta forma se fue enriqueciendo este interesante experimento social-religioso, y entre sus forjadores podemos citar a Jerónimo López105,

100 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 97-100.

101 Carta N.º 12, fols. 13-29.

102 Carta N.º 12, fols. 33v-55v.

103 Institutum Societatis Iesu. Florentiae, Ex Typographia a SS. Conceptione (1893) III, 365-368.

104 Cecilio GóMEZ RODELES. Vida del célebre misionero P. Pedro Calatayud de la Com-pañía de Jesús y relación de sus apostólicas empresas en los reinos de España y Portugal (1689-1773). Madrid, Sucesores de Rivadeneyra (1882) 499-523, donde se ofrece una visión resumida del tema aquí tratado.

105 José ESCALERA. “López, Jerónimo”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DO-MÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. III 2415.

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! introducción

Pablo Señeri106, Antonio Baldinuci107, Tirso González108 y Pedro Calata-yud109, entre otros.

Y en el Nuevo Reino sería el visitador Diego Francisco Altamira-no110 quien diseñaría las pautas para cumplir con esa vocación de acerca-miento a las masas tanto agrarias como urbanas111. Y, en este sentido, el mapa geográfico trazado para dar cumplimiento a este mandato se resume de la siguiente manera: Vélez, Güepsa, Platanal, Chanchón, Guane, Gua-rigua, San Gil, Charalá, Cite, La Capilla, Suaita, Chitaraque, Villa de Lei-va, Muzo, las minas de Muzo, Turmequé, Chiriví, Tibaná, Tenza, Nuestra Señora de Tenza, Sogamoso, Tota, Paipa, Tuta, Firavitoba, San Benito y Cravo. Para no seguir enumerando poblaciones, podemos afirmar que re-corrieron gran parte de Cundinamarca, Boyacá, Antioquia, Tolima, Huila y poblaciones venezolanas como La Grita, Mérida, Maracaibo, Trujillo y otras.

El objetivo final de la misión aspiraba a que en las poblaciones se die-ra una verdadera reforma de costumbres y, además, que la reforma fuera du-radera. Por ello pensamos que este ministerio se convirtió en una excelente profilaxia social, efectiva para reconstruir las familias, componer matrimo-nios, pacificar las discordias, corregir maldades, en fin, volver a los criterios de una república auténticamente cristiana.

106 Giuseppe MELLINATO. “Segneri, Paolo (senior)”. En: Charles E. O’NEILL y Joa-quín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, IV, 3547-3548.

107 Gualberto GIACHI. “Baldinucci, Antonio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, I, 329.

108 Isidoro PINEDO. “González de Santalla, Tirso”. En: Charles E. O’NEILL y Joa-quín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, II, 1644-1650.

109 Eusebio GIL. “Calatayud, Pedro Antonio de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, I, 599-600.

110 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 83-95.

111 APQu leg. 6. Carta circular del P. Diego Francisco Altamirano. Santafé, 21 de noviem-bre de 1695.

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Mas para lograr estas metas, los jesuitas tuvieron no sólo que estu-diar los recursos que les suministraba la psicología social, sino que paulati-namente fueron mejorando las técnicas adecuadas para garantizar el éxito.

El análisis y la experiencia les indicaron cómo concatenar los sermo-nes y las doctrinas de forma tal que el corazón humano sintiese la impoten-cia de resistirse a la gracia de Dios. También estaban previstos todos los mo-vimientos de las multitudes así como los espacios idóneos para los sermones, las procesiones, los auditorios y aún las luces nocturnas.

El punto de partida era la realidad moral de la población que soli-citaba la predicación de la misión, pues desde ese análisis había que atacar directamente los elementos que constituían la raíz de la inmoralidad de las acciones individuales y sociales.

El anuncio del acontecimiento llamado “misión” revestía una gran solemnidad y se hacía en las diversas iglesias de la ciudad. Llegada la fecha anunciada, se procuraba vincular y comprometer a las principales personali-dades presentes en la urbe.

La “misión” se iniciaba por la noche con la procesión del acto de contrición. El Cristo que la presidía era llevado por alguna persona principal de la localidad. Mientras caminaban repetían en silencio algunos dogmas de nuestra fe y también “en saetillas hacían tres o cuatro actos de contrición”, y luego el flujo humano regresaba a la iglesia de donde había salido y con un sermón se ponía fin a la apertura.

El ritmo de los días siguientes consistía en una serie bien escalonada de sermones a los que precedían siempre unas pláticas de doctrina en las que se insistía en los modos de una buena confesión. Tras el último sermón del día seguían las confesiones hasta bien entrada la noche, pues como dice el cronista para que “no se entibiase con la dilación el buen deseo”112.

Generalmente, la misión duraba ocho días y dentro de la concepción religiosa de entonces el arrepentimiento se mostraba de forma pública y con procesiones de penitencia para grabar individual y colectivamente el desa-rreglo en la conciencia entre el ideal y la vida real de cada uno.

112 Véase: APT. Fondo Astráin. Leg. 5, fols. 12, 12v y 18. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93.

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! introducción

Desde otro punto de vista, debemos reconocer que nos encontramos ante una predicación eminentemente pedagógica, encaminada a penetrar en las masas, y por ello se entremezclan el sentido discursivo de la plática con jaculatorias y saetas113, porque su objetivo consistía en llegar a los oyentes e incluso en transformarlos como interlocutores de ese discurso espiritual que maneja el predicador.

La forma predominante en estos textos, cumplida más como principio que como aplicación rigurosa de ejecución, es la del romance. Como es sabido, los cantares de gesta estaban versificados en segmentos asonantes de dieciséis sílabas que, en su aspecto romanesco, pasaron a constituir versos octosílabos. Sin excepción, los versos revisados se acoplan a estos patrones, produciendo grupos asistemáticos de cuartetas y tercetos. Temáticamente, claro está, los tópicos desarrollados por estas poesías se distancian de la simiente propia del romance (leyendas de amor, el amor cortés, gestas caballerescas, etc.).

Otro elemento que se debe destacar en el conjunto de estos textos, es la variación métrica que exhiben como patrón estructural. Se trata de un de-liberado conjunto de opciones métricas que adquiere entidad en la medida en que combina distintos tipos de estrofas (quintetos, quintillas, cuartetos, tercetos y dísticos), fenómeno propio de las líricas medievales, barrocas y románticas114.

El núcleo conceptual de los sermones era similar en todos los pre-dicadores; lo que variaba era la aplicación concreta a cada auditorio. Así, el esquema del P. Señeri era: 1. Correspondencia al llamamiento divino. 2. Dig-nidad del alma. 3. Enemistad con Dios que se contrae con el pecado mortal.

113 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de autoridades. Madrid, Editorial Gre-dos (1969) III, 16. Edición facsimilar de Diccionario de la lengua castellana, en que se ex-plica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modo de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua. Madrid, en la Imprenta de la Real Academia Española, 1732: “Saeta: Por alusión se toma por el objeto que hace impresión en el ánimo, como hiriendo en él”.

114 José DEL REY FAJARDO y Luz María CABARCAS SANTOYA. El archivo espiri-tual del maestro javeriano Francisco Javier Trías. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2008) 38-39.

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4. Contra el pecado de la carne. 5. Perdón de los enemigos. 6. Infierno. 7. Consecuencias del abuso de la misericordia divina. 8. Perseverancia115.

Para las poblaciones colombo-venezolanas tenemos el testimonio del P. Francisco Javier Trías que nos habla claramente del diseño en el que se desarrollaban las “misiones populares”116; así lo confirman las pláticas sobre la peligrosidad del pecado mortal117, sobre el no dilatar el sacramento de la penitencia118, a las que se unen las referidas al acto de contrición119, para concluir con un horizonte de optimismo como es la importancia de mirar al cielo120. Y desde un punto de vista de pedagogía popular, enriquece estos apuntes con interesantes jaculatorias que tienen su impacto en las prédicas callejeras121. Ciertamente, constituyen un mundo sugerente para el investi-gador social que busca el penetrar en las mentalidades de la época.

115 Cecilio GÓMEZ RODELES. Vida del célebre misionero P. Pedro Calatayud de la Com-pañía de Jesús y relación de sus apostólicas empresas en los reinos de España y Portugal (1689-1773), 511.

116 Francisco Javier TRÍAS. Libro de Noviciado. Expectaculo del santo cristo (fols. 10-22). Expectaculo del alma condenada (fol. 22-32). En: José DEL REY FAJARDO y Luz María CABARCAS SANTOYA. El archivo espiritual del maestro javeriano Francisco Javier Trías. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2008), 81-263.

117 Francisco Javier TRÍAS. Libro de Noviciado. Platica del peccado mortal (fols. 299-312). En: loc. cit.

118 Francisco Javier TRÍAS. Libro de Noviciado. Platica de no dilatar la penitencia (fols. 208-299). En: loc. cit.

119 Francisco Javier TRÍAS. Libro de Noviciado. De actos de contricion (fols. 150-191). En: loc. cit.

120 Francisco Javier TRÍAS. Libro de Noviciado. Platica del camino del cielo (fols. 313-328). En: loc. cit.

121 Francisco Javier TRÍAS. Libro de Noviciado. Xaculatorias (fols. 192-207). En: loc. cit.

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! introducción

Los géneros literariosFundamentalmente, pensamos que se pueden señalar dos grandes géneros literarios como parte del texto de las Cartas anuas: la crónica y la literatu-ra devota, y más exactamente la literatura de “edificación”122 que constituía una especie de divulgación popular de la devota.

Todos los relatos históricos pertenecen al género cronical, y es evi-dente esta afirmación, pues el fin primordial de estos documentos es infor-mar de lo sucedido en los tres últimos años y, por ende, es imposible pensar en una metaestructura que filosofe sobre la simple narración de los hechos. Los largos capítulos que le dedican a las “misiones entre gentiles” han pasado casi en su totalidad a las historias oficiales posteriores de Juan Rivero123 y Joseph Cassani124.

Sin embargo, en lo que podríamos designar como “crónica funeraria” (cartas necrológicas) se pierde en parte el sentido de crónica para adoptar el de la literatura “edificante” , cuya lectura se torna empalagosa para el lector moderno; es más interesante para el investigador que analiza las formas de pensamiento de una sociedad local barroca125.

122 El Diccionario de autoridades especifica el sentido de “edificar”: “Metafóricamente vale dar buen ejemplo, componer y ordenar la vida y costumbres de otros con su buena y ejemplar vida y costumbres cristianas”. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modo de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua. Madrid, en la Imprenta de la Real Academia Española, (1732) III. Utilizamos la edición facsimilar. Madrid, Editorial Gredos (1969) II, 369.

123 Juan RIVERO. Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia (1956) 283-338.

124 Joseph CASSANI. Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reyno de Granada en la América. Estudio preliminar y anotaciones al texto por José del Rey Fajardo, S. J. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia (1967) 262-295.

125 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia (1957) II, 334-398. Joseph CASSANI. Historia de la Provincia de la Compañia de Jesus del Nuevo Reyno de Granada en la America, Descripción, y Relacion exacta de sus gloriosas Missiones en el Reyno, Llanos, Meta, y Rio Orinoco,

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Pero si dejamos de lado la pulcra y preciosista descripción de la igle-sia de San Ignacio de Bogotá y el proceso seguido por el P. Gabriel Álvarez en su divorcio con la Compañía de Jesús, el resto del texto lo absorbe la literatura piadosa que podríamos visualizarla como todo lo que significa la predicación, la praxis de las virtudes y las interpretaciones sobre los fenóme-nos paranaturales.

La literatura devota inundó los mercados del libro a lo largo del si-glo xvii. Se debe entender en su propio contexto126. Reconocemos que su lectura no es fácil para el lector moderno, porque sus valores se distancian mucho de los actuales. Pero esos textos piadosos eran leídos con reverencia porque llegaban al alma y, como es natural, no es lo mismo el de los grandes maestros de la vida espiritual que los devocionarios o biografías de santos que constituían el placer del hombre del barroco.

Para poder comprender este género literario dentro de la Compa-ñía de Jesús, hay que remontarse al concepto que desarrolló Michel de Certeau: el “humanismo devoto”, que en definitiva es el producto de una técnica: la retórica127, pues la convirtieron en la “ciencia del ornato”. Su ob-jetivo se centraba en producir “efectos de estilo” que intentaban producir

Almas, y Terreno, que han conquistado sus Missioneros para Dios, Aumento de la Christiandad, y Extension de los dominios de su Mag. Catholica. Su autor el Padre Jospeh Cassani, Religioso de la misma Compañía. Que la dedica, y ofrece a los Reverendos Padres, y Hermanos de la misma Provincia del Nuevo Reyno. Con Licencia. En Madrid: en la Imprenta, y Libreria de Manuel Fernandez, frente de la Cruz de Puerta Cerrada. Año de M.DCC.XLI. Todo el segundo libro está dedicado a lo que se denominaba “Varones ilustres”.

126 Véase: Fermín de los REYES GÓMEZ. El libro en España y América. Legislación y censura (Siglos xv-xviii). Madrid, Arco-Libros (2000) 2 vols. Y para el caso concreto del Perú: Pedro M. GUIBOVICH PÉREZ. Censura, libros e inquisición en el Perú colonial, 1570-1754. Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, Universidad de Sevilla y Diputación de Sevilla (2003). León Carlos ÁLVAREZ SANTALÓ. Así en la letra como en el cielo. Libro e imaginario religioso en la España moderna. Madrid, Abada Editores (2012).

127 Michel de CERTeAU. “Le 17e. siècle français”. En: André DERVILLE. “Jésuites”. En: Dictionnaire de spiritualité ascétique et mystique, doctrine et histoire. París, Beauchesne (1974) VIII, 996-997.

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! introducción

“sentimientos” (amor, reverencia, etc.) y “acciones” (adhesión, prácticas re-ligiosas…) en los destinatarios. En otras palabras, se trataba de una técnica de la persuasión128.

La vitalidad del humanismo devoto creó toda una producción escri-ta que podríamos denominar como la “literatura piadosa” y debemos confe-sar que fue de “una abundancia desconcertante”129.

En el Nuevo Reino de Granada la figura más representativa de esta corriente ascética es el P. Pedro de Mercado y para poder tener una idea de la riqueza de esa inspiración religiosa, nos reduciremos a una breve refe-rencia a su libro: El cristiano virtuoso130, redactado en la capital boyacense. Por el estudio de sus adjetivos podemos llegar a vislumbrar el contenido. El autor se siente estrecho en el castellano y tentado por el latín, como fina-mente observa Rodríguez Castelo. Y así, al catalogar los rasgos del cristiano ideal, nos lega los siguientes epítetos: además de “ubiquista”, “esperante” y

“silenciario”, deberá ser meditativo, contemplativo, despreciador del mundo, puro de corazón, abnegado, confiado en Dios, caritativo, celoso, espiritual, alegre, gozoso, misericordioso, benéfico, pacífico, prudente, discreto, dócil, circunspecto, solícito, diligente, fervoroso, justo, penitente, piadoso, obser-vante, obediente, agradecido, verídico, sencillo en su proceder, afable, liberal, fuerte, magnánimo, magnífico, paciente, longánime, perseverante, manso, clemente, templado, abstinente, sabio, casto, púdico, pobre de espíritu, en-tretenido, estudioso y humilde131.

128 Michel de CERTeAU. “Le 17e. siècle français”, 997.

129 José de GUIBERT. La espiritualidad de la Compañía de Jesús. Santander, Editorial Sal Terrae (1955), 223.

130 Pedro de MERCADO. El cristiano Virtuoso. Con los actos de todas las virtudes que se hallan en la santidad. Por el Padre Pedro de Mercado de la Compañía de Jesús, Rector del colegio de Tunja, que lo dedica a su fundador y patrón el Señor Licenciado D. Sebastián Merchán de Velasco y Monsalve, Cura Beneficiado de Oicatá (Viñeta) con Privilegio. En Madrid: por Jo-seph Fernández de Buendía. A costa de Lorenzo Ibarra, Mercader de libros; en la calle de Toledo. En 16º, 215 folios (la fe de erratas está fechada en Madrid, octubre de 1673).

131 Hernán RODRÍGUEZ CASTELO. Literatura en la Audiencia de Quito. Siglo xvii. Quito. Edición del Banco Central del Ecuador (1980) 217.

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

En el caso concreto de las “misiones circulares”, remitimos al lec-tor para lo relativo al estilo oratorio utilizado a la obra de Félix Herrero Salgado132.

La literatura curiosaMás allá de la insistencia de las cartas anuas en “edificar” a los lectores jesuitas, también debemos hacer alusión a un nuevo elemento como es lo “curioso”.

Y así surge una sección que recoge narraciones vinculadas a la cul-tura popular y, por ende, coexisten el mito y las creencias a él vinculadas porque fructifican en medio de sociedades agrícolas y en general incultas en las cuales la intervención de los santos y los milagros constituían la solución feliz a los problemas del alma y también del cuerpo. Así se explican, como veremos a lo largo del texto, la novena a S. Francisco Javier con relación a los poderes idolátricos, o el “agua de San Ignacio” para curar determinadas enfermedades; o las penitencias de S. Francisco de Borja en orden a la humil-dad frente al vano honor de este mundo.

Sin embargo, más allá del estilo cansón, devoto y milagrero de estas lecturas, el estudioso de la realidad social podrá asomarse a las tragedias de las sociedades neogranadinas a través de las enfermedades individuales, fa-miliares y colectivas que eran habituales en el tejido social de las ciudades así como también a las dolencias del alma.

Pero también debemos destacar un apartado que recoge los proble-mas metanaturales o preternaturales en el que entran en escena una gran variedad de demonios que no sólo discuten con los jesuitas temas teológicos, sino que además ejercen su influencia sobre los seres humanos a los que tor-turan y atormentan mediante la posesión diabólica.

Y en verdad, desde el punto de vista de la historia de la espiritua-lidad, es bien sabido que, después de la Vita Antonii de S. Atanasio de Alejandría133, todo el monacato egipcio atribuía a cada uno de los ocho

132 Félix HERRERO SALGADO. La oratoria en los siglos xvi y xvii. La predicación de la Compañía de Jesús. Madrid, Fundación Universitaria Española (2001) 378-439.

133 Atanasio de ALEJANDRÍA. Vida de San Antonio. Introducción, traducción y notas por los monjes de isla Liquiña (Chile). En: Cuadernos Monásticos. Revista trimes-

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! introducción

pecados capitales (en Occidente son siete porque no tenemos en cuenta la acedia) una jerarquía de demonios dotados de armas específicas (los lo-gismoí) y sumamente especializados. La Iglesia, por su parte, ha retenido la cuestión de los pecados capitales pero ha dejado caer en el olvido la demonología adyacente.

De entrada queremos dejar sentado que esta temática desborda los límites de esta introducción, pero sin embargo señalaremos los estudios que pueden ayudar a su mejor comprensión.

En este ilimitado terreno de lo preternatural134 se pueden dar fe-nómenos reales como las visiones y las revelaciones135 y las apariciones136. En otro plano distinto se pueden ubicar: la brujería137 y la piachería138, que indiscutiblemente están íntimamente relacionados con la demonología139. Como es natural, amén de las posesiones diabólicas se erigen los trastornos psiquiáticos e incluso las pseudoposesiones diabólicas.

tral de espiritualidad monástica de la Conferencia de Comunidades Monásticas del Cono Sur, año 10, número 33-34 (1975) 171-234.

134 Fabián Alejandro CAMPAGNE. Homo catholicus. Homo superstitiosus. El discurso an-tisupersticioso en la España de los siglos xv a xviii. Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires, Miño y Dávila Editores (2002).

135 Ermanno ANCILLI. “Visiones y revelaciones”. En: Ermanno ANCILLI (Edit.) Diccionario de espiritualidad. Barcelona, Herder (1987) III, 608-612.

136 Juan GUITÉRREZ GONZÁLEZ. “Las apariciones marianas en la vida de la Iglesia en y en la vida del Cristiano”. En: SOCIEDAD MARIOLÓGICA ESPAÑOLA. Apariciones marianas en España. Entre la fe, la historia y la teología. Salamanca, Sociedad Mariológica Española, vol. LXXV (2009) 417-438.

137 Julio CARO BAROJA. Las brujas y su mundo. Madrid, Alianza Editorial (2006).

138 Ariel José JAMES y David Andrés JIMÉNEZ (Coords.). Chamanismo. El otro hom-bre, la otra selva, el otro mundo. Bogotá, Instituto Colombiano de Antropología e Historia (2004).

139 René LAURENTIN. El demonio ¿símbolo o realidad? Bilbao, Desclée de Brouver (1998). Es interesante también: Alejandro MARTÍNEZ SIERRA. Antropología teológica fundamental. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos (2002) 143-224.

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

En síntesis, en este complejo mundo Jean-Claude Larchet distingue las siguientes categorías: la primera sería la referida a los trastornos mentales, que son enfermedades en sentido estricto, es decir, con causa orgánica. La segunda sería la causa diabólica que el autor defiende contra la impugnación moderna. Y la tercera sería la espiritual, que son los vicios y que corresponde-ría a la mayor parte de las neurosis de la psicopatología actual140.

Esta serie de cartas anuas que presentamos hoy al público ofrecerá para los estudiosos interesantes problemas sociales y humanos que es nece-sario estudiar.

Antes de concluir queremos dejar nuestro expreso testimonio de gra-titud al Archivo Histórico Javeriano Juan Manuel Pacheco, S. J. por su cordial colaboración en la elaboración de este primer tomo de Cartas Anuas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada y así deseamos manifestarla a la sub-directora Alma Nohra Miranda y al joven historiador Sergio Méndez por su eficaz empeño en la elaboración de muchas notas de pie de página. De igual forma, agradecemos al historiador catalán Ignacio Vila por sus puntuales ob-servaciones. Finalmente, no podía faltar nuestra secretaria Marleni Lozano, tan puntual como eficiente transcriptora del texto que hoy presentamos.

Caracas-Bogotá, 1.º de mayo de 2013 Los editores

"

140 Jean-Claude LARCHET. Las enfermedades mentales según los Padres de la Iglesia. Ma-drid, Fundación San Pablo (2009).

" LAS CARTAS ANUAS

Carta n.º 10

[Carta anua 1684-1690]

Comentarios acerca de las realizaciones de los Padres de la Compañía de Jesús de la Provincia del Nuevo Reino de Granada desde el año 1684 hasta el año 16901

§ 1 SE DA NOTICIA EN GENERAL DE LA PARTE DE LA PROVINCIA QUE LLEVA EL NOMBRE DE SANTA FE[36r-38v]

[36r][Objeto y motivación de la carta]

Toda la Provincia del Nuevo Reino de Granada está dividida como en dos partes: la primera toma el nombre de la ciudad de Santa Fe; a la otra el nom-bre se lo da el Colegio de Quito. Como todo lo que ha sido digno de ano-tarse en esta última ha sido labor de otro el narrarlo en orden y separando lo que le es propio, nos dedicamos a lo que en aquella ha sucedido o es dig-no de tenerse en cuenta. En verdad, si se analiza cada acontecimiento en su

1 ARSI. N. R . et Q. 13-I, fols. 36-103. Texto original latino: Commentarii eorum quae gesta sunt a Patribus Societatis Jesu Provinciae Novi Regni Granatensis ab anno sexcentesimo octogesimo quarto ad annum millesimum sex-centesimum nonagesimum [Traducción de Alberto Gutiérrez].

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

momento, dada su importancia, merecería, parece, que se deban consignar todos. En efecto, se cree que, desde el año 143 después del 1500 [1643], no se han enviado a Roma informes de esta Provincia por lo que muchas cosas que convenía conservar para la memoria de la posteridad, quedaban condenadas al olvido o al desconocimiento2.

En efecto, la última carta enviada para la posteridad fue la anua del Padre Sebastián Hazañero que en ese tiempo regía [todas] las Provincias. A todos se les daba noticia de lo acaecido entre el año 38º [1638] hasta el 43º [1643]3. Del resto del tiempo que va entre el 43º y el 90º [1690], en el que estamos actualmente, tenemos que lamentar que no tenemos ninguna carta anua ni se ha escrito [mandado a imprenta] ningún testimonio de esos años. No me meto a averiguar sobre lo mucho que nuestros Padres que tenían el gobierno de toda la Provincia o de cada casa recibieron de quienes en ese tiempo tenían el gobierno de toda la Compañía.

[36v] Pero es necesario que por lo menos tuvieran la intención de informar

a los Generales sobre aquellas cosas que fueran de uso corriente en lo tocante a la recta administración de esta Provincia. Sin embargo, esos informes son tan breves, incompletos e indigestos que no sirven para suministrar material histórico confiable.

Esto ayuda a comprender la situación y a echarle la culpa a la negli-gencia de quienes debieron enviar sus muy cuidadosas relaciones escritas a Roma. Aunque, por otra parte, no es motivo exagerado de admiración el ver que toda la Provincia aplica su vigor y todos sus trabajos y empeños para que los infieles, que mueren en la ignorancia de las cosas divinas, llevados por el demonio a religiones nefandas, sean introducidos en los sagrados misterios

2 Desde esa fecha se escribieron la siguientes cartas: Carta annua desde los años 1642 hasta el de 1652 de la Prouincia del Nueuo Reyno y Quito Santafé, 13 de octubre de 1652. ARSI. N. R . et Q. 12. Y Relación Annua de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada desde el año de 1655 hasta el de 1660. Santafé, 20 de febrero de 1660. APT. Fondo Astráin, leg. 4.

3 Sebastián HAZAÑERO. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada desde el año de mil y seyscientos y treinta y ocho hasta el año de mil y seys cientos quarenta y tres. Publicada en Zaragoza año de 1645.

! Carta N.º 10 [carta anua 1684-1690]

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y sean purificados por el santo bautismo; y para que los fieles, que han man-chado el nombre de cristiano con pecados graves, sean conducidos a una vida honesta. Porque resulta evidente que todo esto no es conocido por los compañeros del mundo entero por una vía distinta a la consignación de los hechos en el registro de las Provincias de la Compañía.

[Solución del problema por la ausencia de informes] En parte, sin embargo, explica las quejas anteriores el hecho de que

el Padre Juan Martínez Rubio, promovido al mando de toda la Provincia por Nuestro Padre General el 1.º de julio del año octogésimo primero después de 1600 [1680], empezó a fungir como Provincial4. Cuando él se dio cuenta de que había una falta por negligencia ya que, por 38 años, no se había escrito nada, se dedicó con toda fortaleza, diligencia y eficacia a sacar de las tinie-blas del silencio y del olvido todos los hechos esforzados y los padecimientos de los nuestros que estaban sepultados para que, salidos a la luz pública, se tuviera noticia de ellos. Se enteró, al considerar el cálculo numérico [de la Provincia], que lo escrito por nuestros Padres a este propósito no había sido comunicado a los miembros de las otras Provincias ya que se echaban de menos los documentos de donde se debían extraer los datos, hasta el punto de que la Provincia era desconocida para si misma. Y esto porque, aunque existe memoria, tanto de la actividad de las casas y de las misiones emprendi-das en las cuales nuestros Padres se han empeñado estrenuamente, como de los varones ilustres que en esas regiones han llevado una vida virtuosa o han consagrado a la religión sus sudores y su sangre, sin embargo todo quedaba cubierto por la sombra del archivo. Los resultados responden francamente a la diligencia.

[37r] Seleccionados, por tanto, los acontecimientos notables del pasado y

comenzando por aquella tempestad con que los nuestros que vinieron a es-

4 Juan Martínez Rubio (La Roda [Albacete], c. 1627-Tunja, 3 de septiembre de 1709). Ingresó en la Com-pañía el 19 de marzo de 1647. Atravesó el Atlántico en la expedición del 16 de septiembre de 1658. Ocupó los más altos cargos tanto en la zona de Quito como en la del Nuevo Reino. Su primer provincialato se extiende de 1681 a 1684. Véase: José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 426-430.

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

tas regiones se encontraron por múltiples circunstancias, parece que habría que decir que no caben dentro de los límites de una carta pues necesitarían una prolija historia. La Provincia se la encomendó al Padre Pedro Mercado, el cual, una vez recibió los documentos de manos del Padre Rubio y con el conocimiento que como súbdito y como superior de obras y comunidades había adquirido, en breve tiempo escribió una historia completa en todos los aspectos. Esta fue enviada a Europa para que fuera editada; por ahora solo algunos la conocen, sin que se sepa nada más del asunto. Sin embargo, esperamos que pronto saldrá a la luz y estará en manos de los compañeros5. Por esta razón juzgamos inútil repetir el trabajo y llegamos a la decisión de presentar en estos comentarios solamente lo que va del año 84 (porque toca ligeramente la historia de Mercado) hasta el año 90. Y, como ya lo dijimos al inicio, solo trataremos lo que pertenece a la parte de la Provincia que toma el nombre de Santa Fe. Lo anterior porque la Provincia del Nuevo Reino, aunque todavía no está dividida en dos (lo que muchos han deseado)6, sin embargo el Padre Diego Altamirano7 las ha recorrido ambas y, una y otra, se dicen de la Provincia.

[Personal y obras de la provincia] Comencemos entonces por las personas. En esta parte de la Provin-

cia se cuentan 109 miembros: de ellos, 57 son sacerdotes, estudiantes 23 y

5 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblio-teca de la Presidencia de Colombia (1957) 4 vols. Para la historia de este manuscrito, véase: José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Venezuela. Tomo I: Las fuentes. Caracas-Bogotá, Universidad Católica Andrés Bello y Pontificia Universidad Javeriana (2006) 247-269.

6 En 1611 el General Claudio Aquaviva aprobaba la Provincia del Nuevo Reino y Quito y así permanecería hasta el año 1696 en que ambas se dividieron. Véanse: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogo-tá, Editorial San Juan Eudes (1959) I, 149 y José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provin-cia de Quito 1570-1774. Quito, Editorial Ecuatoriana (1941) I, 113 y ss. Para la división: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 228-234. José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774, I, 299-305.

7 Diego Francisco Altamirano (Madrid, 26 de octubre de 1623-Lima 12 de diciembre de 1715). Ingresó en la Compañía de Jesús el 27 de marzo de 1642. Desempeñó los más altos cargos en la Provincia del Paraguay, Visitador de la Provincia del Nuevo Reino, Visitador de la Provincia del Perú. Véase: José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 83-95.

! Carta N.º 10 [carta anua 1684-1690]

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coadjutores 30. Los novicios son 12, en total. De estos, la gran mayoría vive en el Colegio de Santa Fe que es la metrópoli de todo el Nuevo Reino de Granada; los demás se distribuyen, según las necesidades de cada obra, en los otros Colegios, Casas y Residencias; la Provincia tiene 7 Colegios, una casa de Probación, un Seminario, en el cual convictores y alumnos son educados en ciencia y virtud; al mismo tiempo, 5 Residencias (entre las cuales no con-tamos la de la isla de Santo Domingo que va a ser dejada por los nuestros).

En estas Residencias hay sacerdotes de nuestra Compañía que des-empeñan el oficio de curión (predicador) a quienes corresponde el oficio de purificar a los niños con el agua lustral,

[37v], enseñar el catecismo a los rudos cada semana, oír las confesiones, distribuir la comunión al pueblo, atraer a los extraviados al recto camino de la salva-ción y proporcionar a los demás lo que es esencial para una verdadera vida cristiana. En todos estos ministerios apenas se puede decir cuánto trabajo realizan, cuánto tienen que padecer de parte de los indígenas y con cuántas angustias económicas se encuentran. Sin embargo, todo esto lo reciben con ánimo dispuesto y con la esperanza de que aquellos a quienes procuran la salvación, van a conseguir una vida beata y plenamente feliz.

[Colegio de Honda] Además de esto, al Colegio de Honda le ha sido agregada la Parro-

quia de la misma población, una parte de cuyos habitantes son españoles, otra de nacidos de padres, uno español y uno indio (aquí llamados común-mente mestizos) o de padre español o indio y madre negra [etíope] (a quie-nes se les llama mulatos); finalmente, otra que tiene su origen etíope, pero ha recibido la libertad de sus amos. El mismo Colegio mantiene continuamen-te por lo menos tres sacerdotes, de los cuales uno tiene el título de párroco que le da el Sr. Arzobispo. De esto hablaremos más largo en otro lugar.

[Colegio de Santa Fe] En el Colegio Máximo de Santa Fe se imparte públicamente la en-

señanza de filosofía y teología. En él se ha erigido la Academia en la cual, según los privilegios concedidos a la Compañía por los Sumos Pontífices se confieren los grados de maestro y de doctor a quienes siguen nuestros cursos y presentan los exámenes de ingenio y aplicación; a quienes han sido

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! cartas anuas de la provincia del nuevo reino de granada Años 1684 a 1698

promovidos a tales grados, se les reconocen los honores e inmunidades que las demás Universidades han solido conferir8. En todos los Colegios de la Provincia los muchachos son introducidos en los preceptos de la gramática9. Pero, en el Colegio de Santa Fe se han establecido dos Gimnasios: en el pri-mero, se enseña la preceptiva a los estudiantes de segundo grado; en el otro, a los de primer grado10. Para los profesores no hay nada más importante que lograr que los adolescentes se dediquen con suma diligencia tanto a la cien-cia como a la piedad; tienen como propósito firme el formar hombres que sean ornamento de la Patria y consuelo de sus padres.

[38r] Hay en tres Colegios maestros para enseñar a los alumnos a leer y a

tomar correctamente notas; y, como no se exige por ello ningún estipendio (como es la costumbre de la Compañía), su pago es el progreso de aquellos en la virtud y en las bellas artes. Apenas es posible llevar la cuenta de los que acuden para dedicarse con asiduidad a tal aprendizaje; los que lo han recibi-do, pasan luego a la gramática y luego a los cursos de filosofía y de Teología. Además de lo mencionado hasta aquí, los nuestros se dedican también a otras obras pías y su intención siempre la tienen puesta en los bienes futu-ros para consolar a los que viven en angustias, sean ellos españoles o indíge-nas o mestizos o esclavos, porque a todos sirven con el mismo amor, y para que aprovechen la doctrina cristiana. Por esta causa, en nuestros colegios se suelen tener diversas capillas dignas de verse, en las cuales se congregan varios géneros de nativos del país: en unas se congregan las personas de linaje noble; otras están destinadas a los trabajadores, otras a los esclavos. A estas reuniones acuden, ya para saludar a Dios o hacerlo propicio con oraciones prolongadas; en determinados tiempos para lavar el alma, por medio de la

8 José DEL REY FAJARDO. Los precursores de la ‘Sociedad del conocimiento’ en la Javeriana colonial. Bogotá, Editorial El Búho (2010).

9 José DEL REY FAJARDO. La enseñanza de las humanidades en los colegios jesuíticos neogranadinos (1604-1767). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2005).

10 José DEL REY FAJARDO. La Facultad de Lenguas de la Universidad Javeriana colonial y la República de las Letras neograndinas. Bogotá, Editorial El Búho (2010).

! Carta N.º 10 [carta anua 1684-1690]

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confesión, de las inmundicias contraídas y renovar las fuerzas por medio de la sagrada comunión; ya también para escuchar al director de la Congrega-ción que les habla desde el púlpito. Y en verdad, muchísimas veces el fruto deseado responde al trabajo realizado.

Lo dicho hasta aquí es común para todos los Colegios. A eso común, cada Colegio añade lo propio de acuerdo con la propia característica. Para poner un ejemplo del trabajo de nuestros operarios que trabajan en ciudades que son puertos, de los hechos se deduce que, cuando llegan allí extranjeros, los nuestros salen del templo y acuden a ayudar con celo y caridad a los en-fermos y a estos y los sanos los exhortan para que, confesados los pecados, se fortalezcan con el pan celestial. Así mismo, polemizan con los herejes, moros y judíos que vienen con frecuencia en calidad de cautivos; cuando se decla-ran vencidos, o los reconcilian con la Iglesia o los orientan hacia el bautismo instruyéndolos antes en la ciencia divina. Según el parecer común no cose-chamos tan ubérrimos frutos ni en los xenodoquios [hospitales] a los cuales acudimos, ni con los sermones que hacemos en momentos difíciles por las plazas públicas, ni con el catecismo a los niños, que los que conocemos de las sagradas misiones, las cuales, por ese motivo, se han incrementado no hace muchos años. Aseguran que con este motivo muchos que se habían dejado llevar de sus voluptuosidades o de sus malos hábitos y se hallaban ligados al yugo perverso, se habían visto libres de la inicua posesión diabólica.

[38v] Este fruto ha atraído hacia los nuestros una grande veneración por-

que la gente ve que ellos se preocupan más por la salud de las almas que de la propia comodidad lo cual, sin ninguna remuneración a sus muchos trabajos y angustias, les produce una gran felicidad. En todas las ciudades, pueblos y parroquias se hace abundante fruto de lo cual se ha derivado un tan grande amor del pueblo que, al fin de la misión, brotándole las lágrimas y a veces con llanto copioso, despiden a quienes llaman los padres de sus almas. Luego se hacen insistentes peticiones al Padre Provincial por parte de cada pueblo con el fin de poder tener Colegio asistido por los nuestros, a lo cual siempre respondemos que ello no es posible por la escasez de personal.

SAPIENTIA ÆDIFICAVIT SIBI DOMvM

Paupertas ſapiens.

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Juan Manuel Pacheco, S. J.

cartas anuas de la provincia

del nuevoreino de granada

años 1684 - 1698

!

josé del rey fajardo, s. j.

-

alberto gutiérrez, s. j.

Editores

Colección archivo histórico

javeriano

l a univ er si dad jav er iana La Compañía de Jesús se ha caracterizado por la comprensión del valor y la

importancia de la correspondencia epistolar. Por ello, desde muy temprano

reguló las formas de contacto que debían mantener todos los domicilios del

mundo y sus personeros con la sede central de Roma.

Este intenso comercio epistolar consta de tres grandes categorías. La prime-

ra, destinada a los superiores, es la correspondencia oficial y suele ser la más

explícita e instructiva; la segunda, oficiosa-informativa, tiene por objeto

comunicar a las autoridades romanas la historia local de manera cíclica; y la

tercera, dirigida al gran público, tiene como características la factura más

esmerada y el contenido más erudito, y la podríamos designar como “litera-

tura curiosa”. La segunda categoría, una especie de “literatura corporativa”,

es distinta de la oficial y de la crónica. Con el correr de los tiempos fue dan-

do lugar a un género epistolar que se materializó en las Cartas Anuas que

presentamos en esta colección.

Las Cartas Anuas de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Grana-

da son un interesante proyecto de historia local e interna de la institución.

No dudamos que serán de gran utilidad para los estudiosos de la sociedad

colonial neogranadina del siglo xvii. Somos conscientes de que esta serie

abre nuevos horizontes en la historiografía colombiana y que su publicación

contribuirá a una mejor intelección de las sociedades cerradas y sus luchas

por construir una mejor identidad.

Paupertas ſapiens.

Archivo Histórico Javeriano

Juan Manuel Pacheco, S.J.

cartas anuas de la provincia

del nuevo reino de granada

años 1684 a 1698

archivo históricojuan manuel pacheco

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