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Cartas de un Monje VII de Mayo de MDLXXXIX Valencia, Monasterio de Santa María de la Valldigna

Cartas de un monje

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Cartas elaboradas por alumnos de 2º ESO, donde intentan mostrar cómo era la vida de los monjes durante la Edad Media.

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Page 1: Cartas de un monje

Cartas de un Monje

VII de Mayo de MDLXXXIX

Valencia, Monasterio de Santa María de la Valldigna

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Muy querido padre:

Te escribo esta carta desde el más rico de los monasterios del Reino de Valencia, Santa

María de la Valldigna.

Desde que marché de nuestras amadas Islas Canarias todo ha sido muy diferente.

Actualmente, trabajo de amanuense en el scriptorium del monasterio, pues, como tu bien

sabes, admiro aprender de otras culturas, especialmente la musulmana, ya que se ha

extendido rápidamente por gran parte de Hispania.

Mí día a día está sometido a una fuerte disciplina de la

orden monástica a la que pertenezco, la cisterciense.

Así pues, mi jornada comienza a la medianoche con los

Maitines; un rezo en la iglesia que tiene como duración

una hora. A continuación, a las tres de la madrugada,

nos reunimos para la oración de los Laúdes. Esta

oración es la más dura del día, pues llevo mucho

cansancio acumulado; este es uno de los aspectos que

más me desagrada. Sin embargo, un aspecto atractivo

que me gustaría destacar es que todos los monjes estamos muy unidos y nos ayudamos

para seguir adelante.

Prosigue el día con la Prima, que tiene lugar a las seis horas. Cuando llega a su fin,

acudimos todos los hermanos al refectorio, en el que desayunamos. Durante el desayuno,

uno de los monjes lee la lectura del Evangelio correspondiente. Cuando llegó mi turno, me

sentí plenamente realizado, os propongo a ti y al resto de la familia que empleéis este

método en casa.

Al acabar el desayuno, cada fraile da inicio a sus obligaciones diarias, en mi caso, me

dirijo a la biblioteca.

Al cabo de tres horas con nuestras tareas, a las nueve de la mañana, tiene lugar la Tercia;

otro rezo en la Iglesia.

A continuación, mis superiores y el abad Josep Garríguez se reúnen en la sala capitular y

tratan los temas de mayor importancia relacionados con el monasterio.

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A las doce horas celebramos la Sexta. Al finalizarla nos reunimos en el refectorio para

comer y cuando acabamos tenemos un tiempo de descanso.

Más tarde, a las catorce horas, todos los monjes acudimos a la iglesia para el rezo de las

Nonas.

Después, cada uno acude a su lugar de trabajo, en mi caso, nuevamente al scriptorium.

A las dieciocho horas volvemos a la iglesia para rezar las Vísperas y posteriormente

cenamos en el refectorio. Al igual que en el resto de comidas, uno de los monjes se encarga

de leer La Palabra. A continuación, acabamos las tareas cotidianas.

Por último, a las veintiuna horas, rezamos las Completas en la iglesia y después de un día

intenso de trabajo nos dirigimos a las celdas para descansar. Actualmente, trabajo como

monje lego realizando las tareas mandadas por mis superiores. Si pudiese elegir, me

gustaría realizar las tareas que llevan a cabo los monjes profesos, pues son de un cargo

superior.

Debo terminar, mi tiempo libre está finalizando. Abraza a mi madre y a mis hermanos. Te

abraza y pide tu bendición

TOMÁS.

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Estimado hermano Paúl:

Como cada día, me amanecí a las 2 de la madrugada; me reuní con todos

los hermanos en comunión a realizar los maitines a la luz del candil. Al

finalizar mi lectura me dirigí al dormitorio para descansar hasta el

próximo servicio y las 6:45 aproximadamente tuvimos, como bien sabrás,

nuestro tiempo de oración personal.

Seguidamente, los hermanos nos unimos en el canto de Laúdes. Como es

costumbre paramos a desayunar un simple trozo de pan y a continuación

pudimos continuar con el canto de los Laúdes.

Cuando el reloj indicaba que eran las 9 de la mañana todos, nos

dirigimos a realizar nuestros oficios. Durante la siguiente hora y media

estuve transcribiendo uno libro muy interesante que trataba sobre la vida

de los distintos estamentos de nuestro siglo.

La eucaristía comenzó a las 12.

Por fin llegó la hora de la comida, en el receptorio, hoy para comer había

hortalizas, un trozo de pan y vino; todos los hermanos permanecíamos

en silencio escuchando la profunda voz del hermano Rodrigo leyendo la

parábola de los talentos.

Tras la comida volvimos a la oración en `` La Hora Nona ´´ y

posteriormente todos los monjes regresamos a realizar nuestros oficios. El

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abad Horacio nos reunió a toda la comunidad para confesar nuestros

pecados y así castigar a los monjes que habían cometido faltas.

Durante el tiempo libre estuve conversando con el hermano Rodrigo sobre

los libres que estaba transcribiendo.

Más tarde volvimos a la iglesia para orar y dar gracias por el día que

ya estaba finalizando y por todo el trabajo realizado y en torno a las 8

de la noche tuvo lugar la cena. Cuando esta concluyó volvimos

nuevamente a la iglesia para realizar la última oración del día.

Por último, a la luz del candil, pues era una noche muy oscura, volvimos

a los dormitorios y nos preparamos para dormir.

Espero recibir noticias tuyas próximamente.

Hermano Basilio.

Josefina López

Daniel Cuevas

Guido Blanco

Ana Lull

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Querido hermano:

En el día de hoy te escribo para comunicarte todo lo que he vivido desde mi

entrada al monasterio.

Durante mi estancia he experimentado diversas emociones que me han servido

para darme cuenta de por que Dios me ha dado la vida, y gracias a todo esto,

ya sé cuál es mi camino y por qué estoy aquí. Para llegar hasta este punto he

tenido que superar muchos obstáculos y renunciar a ciertas cosas, pero créeme

querido hermano, han merecido la pena.

La vida en el monasterio es tranquila y espiritual pero también es muy

disciplinaria, debido a que tenemos unas normas y horarios muy estrictos.

La verdad querido hermano, lo único que me mantiene aquí es mi devoción

hacia Dios ya que los días se me hacen eternos porque en el monasterio

siempre se hace lo mismo:

Los maitines son a las 12 horas; esto es el rezo en la iglesia de una hora, a

continuación están los laudes a las 03 horas, que es la oración de madrugada ,

después se encuentra la prima a las 06 horas, que es el rezo en la iglesia y

posteriormente tenemos el desayuno en el refectorio y comenzamos a realizar

las obligaciones diarias, posteriormente realizamos la tercia a las 09 horas que

es el rezo en la iglesia y a continuación se realiza una reunión en la sala

capitular, a las 12 horas se realiza la sexta que es la comida en el refectorio y

un pequeño descanso, a las 14 horas son las nonas que son el rezo en la iglesia

y la vuelta al trabajo, también a las 18 horas están las vísperas que es el rezo

en la iglesia y posteriormente la cena el refectorio y la conclusión de las tareas

cotidianas por ultimo realizamos las completas a las 21 horas que son el rezo en

la iglesia y el descanso en las celdas; y así querido hermano son todos los días

de mi vida desde que pase a formar parte de este monasterio, orando y

sirviendo a mi Dios y a mi hogar.

Aunque estemos lejos hermano mío no ha habido día que no haya rezado por ti,

y espero que tú tampoco dejes de rezar por mí.

Un saludo de:

Tu Hermano

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Querida hermana Julia:

Hacía varios años que no hablábamos, me preguntaba cómo estaban madre y padre después de

haberme marchado. Ya sé que ellos no deseaban que yo dedicara mi vida a la oración, tú eras la única

que apoyaba la decisión que había tomado. Estarás molesta conmigo por haber marchado aquella

noche oscura al monasterio sin avisar, sin despedirnos, pero padre estaba demasiado ofendido y no

quería dar problemas, espero que puedas perdonarme.

Todo va muy bien por el monasterio y todas las personas con las que he tratado son agradables. El

abad Tomás, cuando llegué, me recibió muy amablemente y enseguida me ofreció una habitación muy

confortable. Al día siguiente, me asignó una serie de tareas que tenía que realizar todos los días y un

horario que debía cumplir. El horario era el siguiente:

- Maitines (12 horas, medianoche): Rezo en la Iglesia durante una hora aproximadamente.

-Laudes (03 horas): Oración de madrugada en la Capilla.

-Prima (06 horas): Eucaristía de la mañana en la Iglesia. Posteriormente se desayuna en el refectorio

todos juntos y al acabar cada fraile realiza sus obligaciones, las mías eran las siguientes:

· Fregar: yo era el encargado de fregar las tazas, los platos, los cubiertos, en definitiva, la vajilla

empleada en el desayuno.

· Limpiar: también me habían asignado la tarea de fregar el suelo de las habitaciones que se

encontraban en mi pasillo.

· Alimentar a los animales: me habían encargado la tarea de dar de comer a los caballos en sus

establos.

- Tercia (09 horas): Rezo en la iglesia y reunión en la sala capitular.

- Sexta (12 horas, mediodía): Comida en el refectorio y posterior descanso en las habitaciones.

-Nonas (14 horas): Rezo en la iglesia. Después vuelta al trabajo. En este rato del día me tocaba realizar

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las siguientes tareas:

· Copiar manuscritos: el abad me había asignado la tarea de copiar los manuscritos y traducir

libros en la biblioteca.

· Cultivar: debía cultivar verduras, hortalizas y arrancar las hierbas secas de los campos y

tierras que poseía el monasterio.

- Vísperas (18 horas): Rezo en la iglesia. Posteriormente, cena en el refectorio y conclusión de las

tareas que no han dado tiempo a finalizar.

- Completas (21 horas): Rezo en la iglesia. Al finalizar los rezos cada monje se retira a su

habitación correspondiente y se acuesta hasta el día siguiente.

Bueno hermana, así es como suceden mis días en este precioso monasterio. Estoy muy cómodo, todos

somos como una gran familia y nos ayudamos los unos a los otros.

Respecto a las tareas que me asignan, algunas son más duras que otras y a veces reconozco que me

resultan un poco pesadas como limpiar los suelos o cultivar y cuidar las tierras; sin embargo, la que

más me gusta es copiar manuscritos y traducir libros, disfruto mucho haciéndolo ya que de esta

manera me hago cada vez más culto, mejoro mi caligrafía y aprendo a redactar mejor.

En general, me gusta este modo de vida, lo que más me agrada es orar y ofrecer culto todos los días,

junto con mi comunidad de hermanos, al Señor Jesucristo.

Un cordial saludo, Jose

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Para Mi Estimado Marqués

A vuestra merced marqués de Valencia, me dirijo.

Después de tanto tiempo sin hablar con vos.

Por aquí va todo bien solo que ha habido un pequeño percance mis miles desgracias

hemos perdido todas las cosechas que habían sembrado los pobres y humildes campesinos

por la inundación que surgió los pasados días.

Ya veremos las consecuencias que les trae a los pobres y

humildes campesinos.

La vida por el monasterio, es igual que en todos.

Vivimos dedicados a la oración y a las prácticas

religiosas. Nos dirigimos por el lema de nuestro fundador

san Benito de Nursia, ORA ET LABORA.

Me levanto a las 5:00 de la madrugada junto al dulce y

frío rocío y hago una pequeña oración dando gracias por

haberme despertado, para así poderme marchar a rezar

junto a mis hermanos, los monjes .En todas la oraciones que realizamos todos los días

buscamos a nuestro glorioso, nuestro Dios, nuestro padre, así como de Jesús, que es el

enviado por Dios para enseñarnos a ser cristianos y a tener la salvación eterna y

también pedimos por los pobres y los más necesitados de ayuda y de comida.

Después de la oración a nuestro salvador nos dirigimos a nuestro comedor donde nos

espera un grandioso y apetitoso desayuno, que está compuesto por nuestros productos de

buena calidad hechos por nosotros. Algún día cuando marche para Valencia le entregaré

unos apetitosos manjares cultivados en nuestro humilde aunque efectivo huerto. Después

al terminar nuestro grandioso desayuno nos vamos directos a trabajar con nuestras

tareas que nos turnamos. Unos 5 o más limpian el monasterio habitación por

habitación ,7 personas se encargan de los pagos del monasterio y de las cosechas, 2

personas hacen la lista de las cosas necesarias del monasterio y de cada monje, etc.

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Cuando ya se nos hace la hora de comer dejamos lo que estábamos realizando y nos

vamos al comedor a disfrutar nuestra grandiosa comida .Antes de empezar rezamos por

todos y comenzamos a comer.

Cuando ya acabamos hay unos encargados de recoger y limpiar los platos o lo que

hayamos utilizado.

Cuando se hacen las 15:30h nos dirigimos a la eucaristía para orar, rezar `pedir y

agradecer’. Cuando empieza le hacemos cánticos y oraciones preciosas.

Cuando acaba la eucaristía tenemos tiempo libre para descansar y hacer lo que

queramos.

Cuando se hacen las 16:30h seguimos trabajando con las tareas de antes.

Cuando ya se hacen las 19:00h es cuando ya cenamos, antes de hacerlo otra vez rezamos

pidiendo por la gente necesitada y después le damos las gracias por darnos todo lo que

necesitamos, pero que nos gustaría que parte de las cosas nuestras sean para las

personas que lo necesitan.

Cuando ya se hacen las 20:00h es cuando nos dirigimos a la capilla es rezar y darle

las buenas noches a nuestro señor y cuando nos vamos es cuando cada uno nos

dirigimos a dormir a su habitación.

Desde vuestra merced que Dios os de a vos una larga vida y le deseo lo mejor.

Alexander Bornei.