370 E U S K A L - E R R I A

CASA CONSISTORIAL DE SAN SEBASTIÁN

En el incendio del 31 de Agosto de 1813 se quemó la antigua

Casa Consistorial, que ocupaba el mismo solar que la actual. No quedaron de ella más que la escalera de piedra y tres lienzos de

paredes que en Febrero de 1819 hubo que derribar á petición de los vecinos justamente alarmados por el temor de un derrumba- miento de las mismas.

En 21 de Septiembre de 1819 presentó el arquitecto D. Sil-

vestre Perez el proyecto de reedificación del nuevo edificio, y aunque se estudió el medio de allegar recursos á dicho fin, no prosperó, como no prosperaron tampoco otros dos proyectos pre- sentados en 1826, al mismo efecto.

Este era el estado del asunto cuando ocurrió la venida á esta Ciudad de S. M. Fernando VII y su Augusta esposa María Jose- fa Amalia de Sajonia, el 4 de Junio de 1828.

Aprovechando esta circunstancia y la de haberse erigido S. M. antes de esta fecha en protector de la reedificación de la Ciudad, solicitó el Ayuntamiento la gracia de que colocase por sí la piedra fundamental del edificio, á cuya petición se accedió por R. O. de 9 del mismo, poniéndolo en ejecución el día inme- diato 10 con la solemnidad y pompa acostumbrados.

Al efecto, á las seis de la tarde de dicho día llegó en proce- sion á la Plaza Nueva, el Cabildo eclesiástico presidido por el Iltmo. Sr. Obispo de Ciudad-Rodrigo revestido de Preste y acom- pañado de las Comunidades religiosas.

Al poco rato salió S. M. el Rey de Palacio, acompañado de su Augusta esposa que había querido solemnizar con su presen-

371

cia esta ceremonia, y habiendo atravesado las calles á pié, pre- cedidos del Ayuntamiento y de los ezpata-dantzaris, entraron en la plaza, donde esperaban el Ilustre Consulado, Diputación

y un numeroso concurso. En ella estaba extendida una alfombra sobre la cual pasaron

al borde de la zanja que se hallaba preparada. S. M. el Rey des- cendió á ella, y tomando de una bandeja que le presentó el Al- calde, varias monedas de su reinado, una guía de forasteros, una octava alusiva y el acta municipal concerniente á esta solemni- dad, los colocó por sí mismo en un bote cilíndrico de cristal, embutido en el taladro de la piedra, y cerrándolo herméticamen- te, tomó la palanqueta y una cuerda, con cuyos instrumentos ayudó materialmente á la fijación y alineación de la piedra so- bre la cual se leía una inscripción que había de perpetuar la me- moria de este suceso.

El Cabildo cantó las preces establecidas en el ritual Romano para estas ceremonias, y el Sr. Obispo dijo la oración correspon- diente.

Las campanas y músicas anunciaron la consumación de esta ceremonia, llevada á cabo en medio de religioso silencio, y Sus Majestades se retiraron á su alojamiento á pie, seguidos de in- menso publico.

Acto seguido, reunido el Ayuntamiento en sesión, dió entra- da al arquitecto D. Pedro Manuel de Ugartemendía, quien pre- sentó en una cajita la palanqueta dorada con que S. M. puso la piedra y se depositó en la arca de tres llaves de la Ciudad para conservarla como un monumento digno de aprecio. Así bien queriendo perpetuar los nombres de las personas que en esta faena ayudaron á S. M., se acordó poner una nómina de los mismos y aparecen en acta como tales D. Pedro Manuel de Ugar-

temendía, arquitecto Director de la reedificación.—Ignacio Za- valeta, oficial cantero, natural de Mendaro de Guipúzcoa.—Mar- tín Echeverría, id, de Gaztelu.— Manuel Goenaga, id. de Zuma- rraga.—José Basterrica. id. de Berastegui.

Deseando el Ayuntamiento un Historiado puntual de este acto, así como todo lo sucedido desde la llegada de SS. MM., encomendó su desempeño al Doctor D. Claudio Antón de Luzu- riaga,

R E V I S T A B A S C O N G A D A .

372 E U S K A L - E R R I A .

Obtenida la aprobación por la Academia de San Fernando de los planos de D. Silvestre Perez, con fecha 7 de Diciembre de 1828, así como la continuación de los arbitrios destinados á la

reedificación de dicho edificio por R. O. de 11 de Enero de 1829, procedióse por el arquitecto Sr. Ugartemendía á formar los pre- supuestos de dicha obra que ascendían en junto á 882.239 reales debiendo hacerlas en administración en seis años ó períodos de

tiempo. Sobre esta base estudió la Comisión nombrada por el Ayun-

tamiento el modo de allegar recursos para la obra, pero como se presentasen diferentes proposiciones para levantar la obra en condiciones ventajosas, se sacó á pública subasta el 28 de Marzo de 1829, adjudicándose á D. José de Aguirresarobe por la canti- dad de 790.000 reales.

Las principales condiciones dispuestas por el arquitecto eran las siguientes:

Habían de extraerse en todas sus partes las paredes antiguas de los cimientos: la parte inferior de los cimientos había de ho- rizontarse á 16 pies de profundidad contados desde la acera de los arcos, pero como los cimientos anteriores estaban á 20 pies, hubo que bajar hasta aquella profundidad, como se hizo, si ha- bía de cumplirse la condición 1.ª: después de bien apisonado el suelo de arena de los cimientos, se extendería sobre él una ton- gada ó batido completo de mezcla de mortero, grijo menudo, desperdicio de picapedreros y escoria de ferrería en un espesor de 3 á 4 pulgadas: la primera hilera de piedra en el origen del cimiento se había de formar de losas crecidas fuertes de un es- pesor igual de 8 pulgadas cuando menos y 12 pies cuadrados de superficie superior las más pequeñas: en el interior del subte- rráneo se construiría un pozo cilíndrico de seis pies de diámetro claro y que contuviera 4 pies de altura de agua filtrada, por lo menos: las bóvedas subterráneas de formas escarzadas con lune- tas las más de ellas y algunas de ellas también adinteladas ó de regla que debían cerrar todas las piezas bajas del edificio, ha-

bían de ser de dovelería de piedra arenisca labrada á picón: los zócalos de los seis pilares de la fachada principal habían de ser de piedra sillar caliza de las canteras de Motrico, de Hernani ó de Urnieta la de los umbrales de las tres puertas y las 34 ménsu-

R E V I S T A B A S C O N G A D A 373

las de la fachada principal y de espalda y de las canteras de Uz- turre de Tolosa, la correspondiente á las dos dedicatorias de am- bas fachadas: en el resto del edificio se emplearía piedra labrada de las canteras de Ulía é Igueldo: toda piedra arenisca había de ser arrancada de la cantera con tres meses de anticipación, cuando ménos, para que con el ambiente adquiriese mayor con- sistencia: las piedras se colocarían en la obra en la misma posi- ción que tuvieron en el banco ó témpano de su criadero en can- tera: las seis columnas dóricas de la fachada principal serían asimismo de piedra sillar arenisca con inclusión de sus basas y capiteles y compuesta cada una de 4 ó 5 piezas ó períodos cilín- dricos iguales y sentadas con pisas de hierro centrales y sobre simple lechada, sin cuña alguna, siendo indispensable que los períodos de imoscapo y sumoscapo tuvieran corridas las respec- tivas molduras de su basa y capitel con perfiles del Teatro de Marcelo: en las piezas superiores de cada una de estas columnas se fijarían barrones de hierro, perpendiculares, taladrados en sus ejes de parte á parte y emplomados en los sobrelechos de los períodos inmediatos, debiendo pasar la longitud de dichos barrones á la altura superior del friso de su cornisa, siendo el grueso de dos y media pulgadas de diámetro, y fijados que fue- ran bien en cada eje de columna, se rellenaría el taladro en que estuvieron metidos dichos barrones con mezcla de brea y azufre,

emplomado enseguida sobre el abaco una cruz de plancha de hierro á fin de mantenerse con toda la solidez posible de su mis- ma y constante posesión: la obra había de concluirse en tres años. Los balcones se pensó en hacerlos de hierro, iguales á los del resto de la plaza, pero luego se varió este particular y se acordó hacerlos de piedra. También se varió la escalera, que se- gún el proyecto de Perez había de ser toda de piedra y cerrada hasta arriba en los barandados, adoptando la modificación de Ugartemendía por la que solo se hacía de piedra el primer cuer- po y de madera el segundo, dejándola completamente abierta y sostenida con cuatro columnas.

Otra de las reformas introducidas en el proyecto de Perez fué el escudo de armas de la fachada.

El 19 de Diciembre de 1832 pasó el Ayuntamiento á ocupar el edificio y no se recibió la obra hasta el 10 de Enero de 1838

374 E U S K A L - E R R I A

en que se practicó la liquidación de cuentas abonando al contra- tista la cantidad 61,212 reales por diferentes aditamentos hechos

en la obra.

Inscripciones

Hemos dicho que la piedra fundamental del arco central de la Casa Consistorial fué colocada por el Rey en persona, y á es- paldas de aquella se puso otra con la siguiente inscripción, si-

tuada en la bodega: EL REY FERNANDO VII COLOCÓ

POR SI MISMO

EN JUNIO DE MDCCCXXVIII

LA PIEDRA FUNDAMENTAL QUE

SE HALLA A ESPALDAS DE ESTA

MEMORIA Y GRATITUD

En la fachada principal hay otra que dice: REYNANDO FERNANDO VII

CUYAS AUGUSTAS MANOS COLOCARON LA PRIMERA PlEDRA

EN X DE JUNIO DE MDCCCXXVIII

AÑO 1832

En la fachada de la calle de San Jerónimo se puso la si- guiente:

URBE EASONENSI EVERSA

AN MDCCCXIII

AMOR CIVIUM INSTAURARE CURAVIT

SENATUSQUE

HOC MONUM. IN PERP. MEM. ET PUB. ORN. DECREV.

FERD. VII REX FUNDAM. IPSEMET POSUIT

AN MDCCCXXVIII

AD EXITUM PERDUCTUM

AN MDCCCXXVIII

Reformas

En 1846 hubo que hacer importantes obras en el terrado de la casa concejil, las que fueron dirigidas por el Maestro de Obras

R E V I S T A B A S C O N G A D A . 375

D. José Galo de Aguirresarobe, y en 1868 habiendo resultado de un reconocimiento hecho por el arquitecto municipal D. Neme-

sio Barrio que la mayor parte de los maderos que sostenían la azotea estaban totalmente podridos y agrietado todo el asfalto que lo cubría, penetrando por esta razón el agua pluvial con

gran deterioro de una parte del edificio, se procedió á ejecutar nueva armadura de tejado ordinario y cubierto con teja plana, cuyo presupuesto era de 5.100 pesetas.

En Marzo de 1869 solicitó el Notario D. José Francisco Oren- dain que se le cediese local para instalar el archivo Notarial del Distrito, cuya custodia se le había encomendado, y se le conce- dió el que ocupaba el Tribunal de Comercio para celebrar sus audiencias que es la oficina en que actualmente se halla el Ar- chivo municipal, á consecuencia de haber destinado á aquel ob- jeto en 1881 el entresuelo que se construyó en 1880 sobre el Juz-

gado Municipal, que entonces se hallaba instalado donde actual- mente se halla la Inspección de Policía.

En 1882 se practicaron nuevas obras en el ático para la ins- talación de las oficinas de la Sección de Obras, cuyos funciona- rios trabajaban, hasta dicha fecha, en sus propias casas.

Otras muchas variaciones se han introducido en el edificio, cuyo segundo piso se destinó en un principió al Ilustre Consula- do. En él había un salón que ocupaba de banda en banda toda la parte delantera del edificio, lo mismo que el actual salón de recepciones ocupa en el piso principal, y en sus dos extremos estuvieron los dos cuadros de Brugada que ahora se encuentran en la escalera. Más tarde se cortó el salón instalando en sus dos

extremos la Alcaldía y Secretaría, y dejando el centro para salón de sesiones del Ayuntamiento.

Pero la reforma más importante de todas las llevadas á cabo desde su fundación, es la que acaba de realizar la Corporación Municipal el corriente año, obligada por las necesidades crecien- tes de los nuevos servicios que cada vez exigen mayor espacio. Consistía principalmente en suprimir el cuerpo de escalera que conducía desde el primero al segundo piso é instalar en la caja de la misma, en el segundo piso, la sala de sesiones, con vistas á la calle de San Jeránimo y comunicación con el archivo; divi- dir el antiguo salón de sesiones en tres partes para colocar en

E U S K A L - E R R I A . 376

ella tres oficinas situadas entre la Alcaldía y Secretaría antiguas y abrir nueva escalera para el servicio del segundo piso.

Fué aprobado el proyecto del Sr. Goicoa que dividía la obra en tres partes; reformas, decoración y mobiliario. Se celebraron diversos concursos y subastas para la ejecución de las mismas, siendo adjudicadas en la forma siguiente:

Obras del segundo piso á D. Manuel Iceta: construcción de puertas-balcones, contraventanas, marcos, jambas, etc.. al mis- mo: construcción del friso panelado adosado á los muros en el perímetro de la sala, jambas de las puertas, y los cuadros ó marcos que han de contener el retrato de SS. MM. y la inscrip- ción latina de la chimenea, á D. José M.ª Arsuaga: construcción de una chimenea de nogal y letras de latón dorado á D. Antonio Eceiza: obras de pintura y decoración de la sala de sesiones y escalera á D. Prudencio Arrieta: la decoración en staff del techo y cornisa de la sala á D. Agustín Millet: mobiliario del salón consistente en un sillón presidencial, 26 sillones de nogal negro, mesa central, etc. á D. Francisco Rubio: el revestimiento con mármol blanco de las gradas de la escalera que conduce al pri- mer piso á D. Pedro Lazcano y C.ª: barandado de bronce dorado y pulido con cuatro grandes candelabros de á cinco luces, á la casa de D. Federico Masriera de Barcelona: los pedestales y zan- cas de la escalera, á D. Pedro Lazcano y Comp.ª; decoración del techo de la escalera. cornisamento, capiteles y la concha del re- lleno de la escalera á D. Julio Gargallo: vidrieras de la escalera

á J. Espinagosa; de Barcelona. El salón, aunque resulta bastante reducido. se distingue por

la magnificencia con que está decorado. El estilo general que domina es el del renacimiento moder-

no, así como el del mobiliario todo. Son muy ricos en ornamentación los sillones del presidente,

lo mismo que los de los tenientes de alcalde y tallados con ele- gancia; en las mesas hay detalles muy bien tratados sobre di- bujos de Luis XVI, todo ello tratado con sumo conocimiento del arte decorativo.

La chimenea, de elegante aspecto, y que recuerda este gé- nero de trabajos del período característíco de los siglos XV y XVI, es obra que por su género ornamental cuadra perfectamen- te en el salón.

R E V I S T A B A S C O N G A D A . 377

A los lados de dicha chimenea se ven dos panneaux ejecuta-

dos al óleo por el Sr. Lopez Alén, y que representan: el uno la

Ciudad de San Sebastián, tal cual era á principios del siglo ac- tual, y el otro, la casa solar de Aizpurua, de Zubieta, con el pai- saje que le cerca, memorable por las famosas juntas celebradas

en ella á raíz del incendio y saqueo de dicha ciudad en 1813.

Entre las dos puertas de entrada al salón, á la izquierda de la presidencia, se ha colocado el cuadro-copia del Sr. Ugarte, y cuyo original, existente en el Escorial, pertenece al pincel del insigne pintor Juan Bautista del Mazo.

Representa este lienzo la entrada de Felipe IV en San Sebas- tián, que con motivo del casamiento de su hija la infanta María Teresa con Luis XIV de Francia, estuvo varios días en esta po- blación, en la cual fué recibido con regocijo.

378 E U S K A L - E R R I A

El tono general y la severidad que en el salón se nota, los consideramos muy en carácter. para el objeto á que se destina, aunque, repetimos, resulta el local sumamente reducido.

Para la ejecución de estas obras hubo que abrir diferentes huecos en la fachadaa de la calle de San Jerónimo, que obligaron á quitar la inscripción que estaba adosada á la misma de la cual

hemos hablado ya, y es la misma que ha quedado copiada en la

chimenea de nogal.

APUNTES NECROLÓGICOS

EXCMO. SR D. ZOILO IBAÑEZ DE ALDECOA

El Excmo. Sr. D. Zoilo Ibañez de Aldecoa, ha fallecido en su casa de Manila. el 4 del presente mes.

La muerte de este gran hombre ha de ser profundamente sentida no sólo en la costa cantábrica, sino en muchas regiones de España, porque el ilustre finado era la encarnación de la ge- nerosidad para todo compatriota que llegaba á Filipinas persi- guiendo á la voluble fortuna.

Una de las principales figuras del archipiélago filipino era nuestro biografiado. Todo el mundo le respetaba, todo el mundo le admiraba como insigne español; todo el mundo hallaba en él pródigo apoyo, pudiendo gráficamente aplicarle el renombre de padre de los bascongados y de los españoles todos que durante más de treinta años han llegado á Manila.

Sucintamente apuntaremos algunas notas biográficas del que

fué en vida tan querido, como en muerte será llorado. El Excmo. Sr. D. Zoilo Ibañez de Aldecoa, nació en Muréla-

ga (Bizcaya) el 27 de Junio de 1834.