[CASA EN EL JARDÍN DEL MOMA]La casa en el Jardín del MoMa materializó la experimentación en torno a la casa unifamiliar norteamericana y su vinculación con los soportes urbanos asociados a ella: la parcela limitada de los suburbios norteamericanos.

PROYECTOSE.T.S.A SevillaProyectos II

Sara Díaz Maestre

INTRODUCCIÓN

En 1948, 11 años después de que Marcel Breuer llegara a los Estados Unidos, el MoMa dedicó una exposición a su trabajo, seguida de un catálogo organizado por Peter Blake. Probablemente como consecuencia de este contacto Breuer fue invitado para otra exposición, The House in the Museum Garden, organizada entre abril y octubre de 1949. Se trataba de la construcción de una casa tipo pensada para los suburbios de las ciudades norteamericanas y destinada a la familia nuclear de aquel país. Después de terminada la exposición los planos podrían ser comprados y la casa construida.

La casa era básicamente un rectángulo de 6 x 20m ubicada perpendicularmente a la Calle 54 Oeste en un jardín próximo al museo que simulaba una parcela hipotética de un barrio-jardín en los suburbios de cualquier ciudad norteamericana. El material predominante era la madera de ciprés, no solamente en su acabado exterior, sino también en los contrachapados estructurales y en los falsos techos. El conjunto se apoyaba en el suelo sobre una losa y zapatas de hormigón armado. El exterior se organizaba por medio de pavimentos, muros bajos de piedra y verjas de madera.

La organización del programa —en línea— en una planta alargada seguía una lógica ya comprobada en proyectos como la Casa Hagerty, las cottages Chamberlain y en Cape Cod. Sin embargo, a diferencia de éstas, la casa para el MoMa se apoyaba completamente sobre el suelo y la terraza/mirador fue sustituida por el prolongamiento del pavimento exterior, justificando el uso de planos y muros exteriores.

En esta casa resulta muy novedoso el uso de la cubierta mariposa; Breuer la había utilizado por primera vez en la Casa H para el concurso Designs for post-war living, en la Casa Geller I y en la Casa Robinson.

En el interior de la casa había obras de arte del museo, una selección de muebles y electrodomésticos.

Tras la exposición, la familia Rockefeller adquirió la casa modelo.

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PROYECTO

Los dos espacios centrales comunican hacia dos lados con zonas de patios separadas por paños murarios y entramados: hacia adelante un patio de acceso y otro de servicio; hacia atrás, un jardín y una zona de juegos con un cajón de arena.

La casa alargada y estrecha está subdividida en cuatro áreas bajo una cubierta en alas de mariposa: el núcleo está compuesto por un salón-comedor que se abre al jardín a través de un gran paño vidriado y una terraza antepuesta. El acceso a la vivienda tiene lugar directamente en ese espacio, separado del área de ingreso solo por una pared cuya altura llega a las dos terceras partes del espacio.

Su cocina es el centro del control de toda la casa. Desde ella vigila las actividades de los adultos en la sala de estar y de los niños en la sala de juegos adyacente. Percibimos cómo el espacio fluye libremente, pero también tenemos la íntima sensación de estar en una especie de libertad controlada.

CUARTO DE JUEGO DE LOS NIÑOS SALA DE ESTAR VISTA DESDE LA DOBLE ALTURA

El interior, decorado solo en parte por Breuer, daba una impresión acogedora y nada fría, impersonal o tecnocrática, como exigía el concepto estereotipado de la modernidad.

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JARDÍN TRASERO DE ACCESO A LA SALA DE ESTAR Y CUARTO DE JUEGOS DE LOS NIÑOS.

VISTA DESDE LA SALA DE ESTAR DEL CUARTO DE INVITADOS SITUADO EN LA DOBLE ALTURA

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