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A PARTIR DEL 31 DE JULIO · PLAZA POMBO

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  • A PARTIR DEL 31 DE JULIO PLAZA POMBO

  • Hay que dejar sensacin de dominio eliminando sin escrpulo ni vacilacin a todos los que no piensan como nosotrosGeneral Mola (1936)Nuestra poca es ilustrada: es decir, han sido hallados y pblicamente expuestos los

    conocimientos suficientes para permitirnos rectificar al menos nuestros principios prcticos [] Por qu, pues, permanecemos en la barbarie?Friedrich Schiller (1795)

    No hay documento de cultura que no sea al mismo tiempo documento de barbarieWalter Benjamin (1940)

    []Tras la proclamacin de la II Repbli-ca, en abril de 1931, el Palacio permane-ci cerrado. Al ao siguiente, el Gobierno aprob, a propuesta del ministro de Ins-truccin Pblica, Fernando de los Ros, el decreto por el que se cre la Universidad Internacional de Verano de Santander, cu-yos cursos tendran por sede a partir de entonces el Palacio de la Magdalena, y de la que fu [sic] nombrado Rector el histo-riador y fillogo Ramn Menndez Pidal. Por el mismo decreto se nombr Secreta-rio General al poeta y profesor Pedro Sa-linas, verdadero inspirador de esta nueva y singular institucin universitaria. En los veranos del perodo 1933-36, se desa-rroll en el Palacio un amplio nmero de cursos sobre los temas mas [sic] relevan-tes de la poca, as como sobre lengua y literatura espaolas para extranjeros que desde 1926 haban sido impartidos por

    la Sociedad Menndez Pelayo y los del Instituto Mdico para postgraduados que tuvieron como escenario la Casa Salud de Valdecilla. Interrumpidas las activida-des de la Universidad Internacional por la Guerra Civil, en el verano de 1938 el ministerio de Educacin Nacional confi a la Sociedad Menndez Pelayo la orga-nizacin de cursos de lengua y literatura para extranjeros []. 1Esta es la escueta informacin que apa-rece en la pgina web de la Universidad Internacional Menndez Pelayo. Sin em-bargo, el tema es tan sencillo? Podemos pasar a estas alturas de puntillas sobre este tema? Sobre todo, llama poderosa-mente la atencin una frase: Interrum-pidas las actividades de la Universidad Internacional por la Guerra Civil, en el verano de 1938.Deposito legal: SA 459-2014 1) Vase: http://www.uimp.es/en/home/sedes/santander/sede-de-santander.html 1

  • El proyecto que aqu presentamos tan slo en boceto, como punto de partida, pretende recuperar la memoria, necesa-riamente catica, de lo que sucedi du-rante esa fase de la guerra en lo que hoy se denomina Palacio de la Magdalena, Caballerizas, etc. Justo en el lugar donde hoy se desarrollan parte de las activida-des acadmicas y culturales de la UIMP, se llev a cabo una de las reclusiones concentracionarias ms dolorosas y gro-tescas de la contienda civil. Entre 1937 y (aproximadamente) primeros aos de la dcada de 1940, la zona conocida como La Magdalena se convirti en un trgico Campo de Concentracin de prisioneros. Posiblemente los presos de los Campos de Concentracin territorios creados ex profeso por la represin franquista- son los represaliados menos conocidos de la guerra. Javier Rodrigo, uno de los prin-cipales estudiosos del tema, lo resaltaba de este modo: Las incgnitas sobre los campos de concentracin franquistas han sido una constante en la historio-grafa sobre la guerra civil espaola. In-fravalorados hasta el extremo de no ser tenidos en cuenta ni tan siquiera a la hora de revisar el tratamiento de los prisione-ros en la zona sublevada, la existencia del sistema concentracionario franquista ha salido a la luz recientemente y, en buena medida, determinada por las necesida-des derivadas de la discusin pblica so-bre la historia reciente de Espaa2.

    La Magdalena. Campo de concentracin, no pretende ser un estudio o una mera investigacin sobre el Campo de Concen-tracin situado en ese lugar emblemtico de Santander. Al contrario, la premisa de este proyecto es hacer crecer a modo de puzzle catico, sin un destino prefijado, la memoria personal de ese terrible lugar. 3 Deca Walter Benjamin que no existe un documento de cultura no lo sea al mismo tiempo de barbarie. Evidentemente ste es un caso donde esta idea se dibuja sin dobleces. El Campo de Concentracin de la Magdalena fue sin lugar a dudas un espacio terrible. Segn hemos sabido a partir de diversos estudios, as como a travs del apoyo inestimable que propor-cionan los diferentes archivos (con espe-cial mencin al Archivo General Militar de vila) el Campo de Concentracin de la Magdalena comenz a funcionar a fi-nales de 1937, aunque ser a los largo de 1938 cuando el Campo alcance su rostro ms grotesco. Se sabe que lo que hoy es el paraninfo donde se desarrollan activida-des como conferencias, charlas, etc., lleg a contener cerca de 1600 reclusos, con una ocupacin real del 266%. Este hecho dispar el nmero de contagios y enfer-medades, y por tanto, elev considerable-mente el nmero de muertos. En Espaa, segn las ltimas estimacio-nes, llegaron a funcionar cerca de cien Campos de Concentracin. Estos Campos se hicieron, segn algunos historiadores, bajo la inspiracin de una musa parti-cular. Esa musa terrible es Dachau.

    Uno de esos investigadores, Serrano Blanquer, apunta lo siguiente: an antes de terminarse la Guerra Civil, dos altos cargos militares franquistas viajaron a Dachau, Alemania, donde las autorida-des nazis les mostraron el sistema de re-presin a travs del trabajo, con mapas, sistema del lugar y el esquema represivo general del Tercer Reich. Y as lo aplica-ron en Espaa 4. Ms all de ello, pode-mos saber, como ha destacado Carme Molinero que entre 1936 y 1939 pasa-ron por [los campos de concentracin] entre 370.000 y 400.000 personas, mu-chas de las cuales murieron por las malas condiciones higinicas y alimentarias. Sabido esto, el Campo de Concentracin de la Magdalena se situ como un encla-ve fundamental en tanto que la cada del Pas Vasco hizo de la zona y alrededores del palacio el lugar ideal para generar un sistema represivo acorde con los intere-ses del franquismo (aislar, depurar, elimi-nar). El sistema, a imitacin del alemn, consista en recluir en un recinto al ma-yor nmero de sospechosos, sin juicio al-guno, sin garantas de ningn tipo. Estos presos podan estar meses all recluidos hasta que les era tomada la declaracin. Durante esos meses de espera muchos de ellos enfermaban, otros, directamen-te, moran. Tras serles tomada la decla-racin y ver, su mayor o menor adhesin al rgimen franquista (lo que supona la presentacin de avales que deban incluir palabras favorables de la Guardia Civil, el cura y la falange de sus respectivos pue-blos), su futuro segua en el aire.

    El Campo de Concentracin de la Mag-dalena estaba dividido en varias seccio-nes. Lo que hoy conocemos como Para-ninfo de la Magdalena era, por ejemplo, el espacio destinado a los prisioneros. La planta inferior, segn indica el plano que acompaa a esta exposicin, lleg a contener a cerca de 1600 presos. La parte superior del mismo estaba destinada a la enfermera.

    (El paraninfo de la Magdalena, 2014)El resto de lo que se conoce por Caballe-rizas estaba destinado al acomodo de la tropa y de los oficiales, as como a ofici-nas y almacenes. Ahora bien, dentro de las caballerizas haba un pequeo, redu-cido espacio, que en el plano realizado por los mando militares lleva el sobre-nombre de incomunicados. En los alre-dedores de las Caballerizas encontramos una zona de comida y cocina para presos y, al otro lado, un espacio destinado a los evadidos y pasados por Irn.

    2 ) Javier Rodrigo: Cautivos: campos de concentracin en la Espaa franquista, 1936-1947, Ed. Crtica, Barcelona, 2005, p. 13 ) Toda informacin y aportacin ser bien recibida. Puede realizarse a travs de este mail:[email protected] ) Vase: http://historico.elpais.com.uy/suplemento/cultural/campos-de-concentracion-olvidados/cultu-ral_612219_111216.html

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  • La Magdalena. Campo de Concentracin, en sta su inicial y primera versin, inclu-ye tres formas de contar esta historia: a) Desde el epistolario de dos mujeres que tratan de lograr que sus maridos re-gresen, lo que pone de manifiesto lo te-rrible del momento en todos los sentidos y aspectos familiares. Se trata del testi-monio de mujeres que luchan incasable-mente, haciendo virgueras incluso con el lenguaje con el fin de hacer creer que su adhesin al rgimen franquista es real. Jos Garca Duat, republicano cataln, acaba en el campo en 1938-1939. Hemos encontrado cuatro cartas escritas por su esposa, Pilar Mezquita. Por su parte, tam-bin contamos con el testimonio de Jau-me Anglada Rodellas, tambin cataln. Su familia nos ha cedido una copia de las cartas que su esposa Montserrat Arboil le enva. En ambos casos, estas mujeres se desesperan por conseguir tanto que su familia salga a flote como en conseguir que su marido regrese. Ambos volvern a casa, pero ya no sern los mismos. Es ms, ya no les dejarn ser los mismos.

    Por ejemplo, como sabemos por el BOE del 25 de abril de 1940, Jos Garca Duat ser obligado a trasladarse a Badajoz, as mismo se le prohbe desarrollar su traba-jo como funcionario, y queda sin derecho a reclamar nada. Por su parte Jaume An-glada fue maestro nacional de la escuela mixta de Santa Coloma del Rudrn (Bur-gos) desde 1927 a 1931, y de la escuela unitaria de nios de Casserres (Barcelo-na), entre los aos 1931 y 1938. En 1939, a causa de su abierta oposicin al rgi-men surgido de la guerra civil, tuvo que exiliarse. Estuvo en diferentes campos de concentracin franceses, acabando en Santander, en el Campo de Concentracin de La Magdalena y posteriormente en la prisin modelo de Barcelona. Depurado como maestro nacional por la dictadu-ra franquista, a lo largo de los aos cin-cuenta y sesenta se dedic, no obstante, a menudo de forma clandestina, a la nica tarea que conoca a fondo: la pedagoga activa. Pero tambin Jaume Anglada, no lo olvidemos, fue poeta.

    b) Tambin contar la historia desde el documento institucional. En este caso recogemos la copia del plano del Campo (donde se sealan cada uno de los lugares clave del espacio de reclusin) que se en-cuentra en el Archivo General Militar de vila, as como la sorprendente carta del Alcalde franquista del Santander de esa poca, Emilio Pino, quien ante la desorga-nizacin marxista, segn sus palabras, pide presos para construir una carretera hasta la Magdalena. As mismo se inclu-ye la importante edicin del peridico de raz franquista La Nueva Espaa, quien public en Santander un nmero en no-viembre de 1938 sobre los diversos cam-pos de la regin, haciendo hincapi en el de la Magdalena. Este documento perio-dstico es fundamental ya que nos permi-te analizar los diversos modos represivos del sistema concentracionario, aportando a su vez un valioso documento grfico. c) Y contarlo desde la poesa. S, dentro del Campo estaba el ya mencionado poe-ta y maestro Jaume Anglada Rodellas. Fue l quien se dedic, como una forma de supervivencia psicolgica, a retratar en duros e intensos poemas, el da a da del campo. Los poemas, escritos a lo largo de 1939, se mantuvieron en silencio, has-ta que en 1991 el ayuntamiento de Sant Hiplit de Voltreg los publicase bajo el sugerente ttulo de A tot vent. Poemes dabans dahir. Poemas de antes de ayer? Sin duda poemas que todava resuenan.El 3 de marzo de 1939, escriba el poema Da de viento en La Magdalena: Da de marzo, de sol, de hambre, y de viento! / [] Haz, oh mar azul y verde que desde el

    sol naciente / me lleguen noticias de los mos [].Y en otros poemas de Jaume Anglada, po-demos leer: Libertad []no te hagas esperar que se abran ya estas puertas que no nos dejan respirar(Llanto a la quietud, Campo de Concentracin de la Magdalena, 22 de marzo de 1939)Poemas en los cules el futuro se ve de la forma ms spera, incluso cuando el poeta/recluso va a ser puesto en libertad:la vida ms spera []para nosotros comienza maana(Regreso al monte, Campo de Concentracin de la Magdalena, 15 de mayo de 1939)Desde aqu se abre este proyecto La Mag-dalena. Campo de concentracin con el objetivo de ir creciendo y de ir (re)cons-truyendo el pasado.

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  • Alberto Santamara (Torrelavega, 1976), es escritor y profesor de Teora del Arte en la Universidad de Salamanca.