CONCLUSIONES

Este proyecto lo inicié pensando en la danza y en todo lo que he

aprendido de ella, consciente de enfrentar una problemática de

entendimiento e integración de conceptos que giran alrededor de mi

aprendizaje.

Realicé el objeto como reflejo de lo mucho que he integrado la

danza en mi vida.

Pinté las tarjetas, que utilicé en las sesiones de improvisación, para

plasmar sentimientos encontrados y frustraciones con respecto a la

danza.

Comencé a trabajar el movimiento intentado romper viejos vicios

adquiridos en mi aprendizaje dentro del mundo de la danza.

Después de estar improvisando y comenzar un trabajo con mí

cuerpo que nunca antes había realizado se comenzó a diluir la

problemática y temática sobre la danza y el proyecto se empezó a

convertir en algo mucho más personal e íntimo.

Por medio de recuperar sentido en la danza me empecé a dar

cuenta que la reconciliación de la que hablo en la introducción era con

la danza y a la vez conmigo misma y con mi imagen.

El objeto entonces se resignificó, ya no era una representación

de la danza en mi vida sino una forma de representarme a mi de otro

modo.

La exploración de las sensaciones que gi ran en torno a la danza

me llevó a la confrontación conmigo misma.

A su vez concluyo que la expresión por medio del cuerpo tiene

un valor único por lo que se le debe tomar como tal. Las palabras

poseen un medio de comunicación, la pintura otra etc. Cada arte

posee su expresión.

Después de este trabajo puedo aceptar que la danza está

integrada a las fibras más profundas que conforman lo que soy.

Acompañada de la danza pude explorar, confrontar y dejar ir.