celulitis orbitaria 2

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os mamelones y fositas preauriculares aislados constituyen malformaciones relativamente frecuentes con una prevalencia de 5 a 10 cada 1.000 recin nacidos. Recientemente se ha informado un aumento en la incidencia de alteraciones auditivas en pacientes con estas malformaciones, por lo que se recomienda la realizacin de pruebas audiomtricas en los mismos. Las malformaciones del pabelln auricular se asocian frecuentemente con sndromes con mltiples anomalas congnitas que presentan una alta incidencia de alteraciones en la va urinaria. Ejemplos de esto son la asociacin CHARGE, el sndrome de Townes Brocks, y el branquio-oto-renal entre otros. Por lo tanto los pacientes con fositas o mamelones preauriculares deben ser cuidadosamente evaluados en busca de otras dismorfias, cuya presencia es indicacin de la realizacin de una ecografa renal para intentar diagnosticar estos sndromes. No obstante, este estudio evala solamente pacientes con fositas o mamelones preauriculares como nico hallazgo en el examen fsico.

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a una cohorte de 92 pacientes con mamelones o fositas preauriculares entre el primer y tercer mes de vida. Se los compar con un grupo de 95 lactantes sanos sin mamelones o fositas preauriculares a quienes se le realiz una ecografa renal en el segundo da de vida.RESULTADOS

OBJETIVOS

Determinar el rol de la ecografa renal en la evaluacin de lactantes con mamelones y fositas preauriculares aisladas.DISEO DEL ESTUDIO

El grupo en estudio y el de control eran similares en peso, edad gestacional y sexo. La ecografa renal fue anormal en slo dos pacientes con mamelones preauriculares (2,2%). Ambos tenan una dilatacin leve de la pelvis renal izquierda (grado 1 de la clasificacin de dilatacin pielocalicial). En el grupo control, la prevalencia de malformaciones de la va urinaria no fue significativamente distinta a la del grupo en estudio, 3 pacientes tenan dilatacin pielocalicial grado 1 (3,1% P= 1.0) y 1 tena clculos renales. La prevalencia de malformaciones del tracto urinario en pacientes con mamelones o fositas preauriculares en nuestro estudio (2.2%) tambin fue similar a la de la poblacin general (0.2-8.1% para todas las malformaciones, y 0.2-1.4% para malformaciones severas).CONCLUSIONES

Durante los 4 aos de este estudio prospectivo, 108 de 17.286 nios nacieron con mamelones o fositas preauriculares aislados (6,2 por cada 1.000 nacidos vivos). Se les realiz una ecografa renal

Se concluye que la ecografa renal no est indicada en la evaluacin de rutina de recin nacidos con mamelones o fositas preauriculares aisladas. J Pediatr 2002; 141:388-391 Traduccin: Dr. Javier Merediz

PEDIATRIC INFECTIOUS DISEASE JOURNAL H1048

Celulitis periorbitaria vs. celulitis orbitaria

LAURENCE B. GIVNER(Wake Forest University School of Medicine, Winston-Salem, NC E.E.U.U.)

El manejo de pacientes con celulitis orbitaria o periorbitaria es variado debido a la falta de comprensin del significado de estos trminos. Poner en claro la patognesis de estas dos entidades ayudara a comprender el diagnstico y tratamiento.PATOGNESIS

La patognesis de la celulitis orbitaria y periorbitaria es diferente. La celulitis periorbitaria es tambin llamada

preseptal debido a que la infeccin esta localizada por delante del septum orbitario (tabique fibroso que se extiende desde el periostio del crneo hasta el prpado). El septum orbitario cumple efecto de

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barrera contra procesos infecciosos desde el tejido preseptal hacia la rbita. La celulitis periorbitara no progresa a celulitis orbitaria. El tejido periorbital se puede infectar a travs de dos formas: Traumatismos: que a pesar de ser ms frecuente en la primera infancia, se pueden producir a cualquier edad. En este grupo se incluye las lesiones producidas por picadura de insectos. Como foco secundario a partir de una bacteriemia, sobre todo en nios pequeos (336 meses) que estn expuestos a mayor riesgo de contraer bacteriemia a neumococo. La celulitis orbitaria es post-septal con compromiso de la rbita en s. Generalmente se produce como complicacin de una sinusitis con extensin de la infeccin hacia la rbita. La rbita esta rodeada por: piso del seno frontal pared interna del seno etmoidal techo del seno maxilar. El seno etmoidal es la fuente ms comn de infeccin orbitaria debido a que ste se separa de la rbita solamente por una lmina papircea. En la adolescencia, el seno frontal tambin puede ser una fuente de celulitis orbitaria. Debido a que la sinusitis es un prequisito para la celulitis orbitaria, este proceso se da ms en nios mayores. En un estudio retrospectivo con 178 pacientes en Dallas (Israele V et al. Pediatric Infect Dis J 1987) la edad media fue de 21 meses para la celulitis periorbitaria y 12 aos para la orbitaria.CLNICA

con celulitis orbitaria son: proptosis, inflamacin de los msculos oculares, absceso subperistico y sinusitis ipsilateral o bilateral. El compromiso sinusal es necesario para hacer el diagnstico de celulitis orbitaria pero no as de celulitis periorbitaria. La sinusitis no complicada puede producir edema periorbitario, diferencindose de la celulitis por la falta de induracin e hipersensibilidad de los tejidos blandos.AGENTE ETIOLGICO

El germen causante depende de la patognesis de la infeccin. En celulitis periorbitaria secundaria a traumatismos, los grmenes ms frecuentes son Staphylococo aureus y Estreptococo pyogenes. La celulitis secundaria a bacteriemia es frecuentemente producida por el Estreptococo pneumoniae, sobre todo en nios entre 3 y 36 meses de edad. El Haemophilus I. dej de ser el germen causal ms frecuente desde la aplicacin de la vacuna conjugada . En la celulitis orbitaria que, como dijimos, es secundaria a un cuadro de sinusitis aguda o crnica, el germen causal es el mismo que el de dicha entidad e inclusive puede ser polimicrobiana.TRATAMIENTO

La celulitis periorbitaria se manifiesta con eritema, induracin, edema y/o calor del tejido periorbital. En aquellas lesiones secundarias a trauma o picadura de insecto es posible observar la lesin primaria en la piel. Estos pacientes en general no presentan signos de enfermedad sistmica tales como fiebre y leucocitosis. En el caso de la celulitis orbitaria, a los signos antes mencionados se agregan proptosis, quemosis (edema de la conjuntiva bulbar), oftalmopleja y disminucin de la agudeza visual. A veces, debido a la imposibilidad del operador de examinar el ojo, se debe solicitar una TAC de rbita con contraste. Los hallazgos compatibles

La celulitis periorbitaria postraumtica no complicada generalmente se trata con antibiticos va oral que cubren germenes Gram (+) como por ejemplo cefalexina, dicloxacilina o clindamicina. En nios pequeos sin signos aparentes de lesin traumtica y con signos de enfermedad sistmica el neumococo puede estar presente. Debido a que estos pacientes pueden estar en riesgo de meningitis y que los pacientes menores de 15-18 meses no manifiestan signos o sntomas asociados a compromiso menngeo, es que se recomienda realizar puncin lumbar a este grupo de nios. Se observ casos de lquido cefalorraqudeo aparentemente normal con cultivos positivos, por lo que los expertos recomiendan en nios pequeos con celulitis periorbital sin trauma y acompaados de compromiso sistmico, la internacin y el uso de antibiticos endovenosos. A pesar de que el uso de vancomicina y ceftriaxona se justifica mientras se espera el resultado del LCR y el antibiograma, en caso de LCR normal se puede utilizar ceftriaxona solamente. En la celulitis periorbitaria neumocccica sin

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meningitis (inclusive con bacteriemia) la respuesta al tratamiento es rpida: una vez que se ven mejoras se completa un curso de antibiticos de 10 das en forma oral. Para el manejo de pacientes con celulitis orbitaria, se requiere un equipo interdisciplinario formado por pediatra, infectlogo, otorrinolaringlogo y oftalmlogo. Como terapia inicial es razonable el uso de ampicilina e inhibidor de betalactamasa. A pesar de que en el pasado se utilizaba el drenaje quirrgico en pacientes con complicaciones serias de la sinusitis, actualmente estos pacientes son tratados nicamente con terapia antibitica. Los pacientes con un absceso importante

con oftalmopleja y/o compromiso visual deben ser sometidos a drenaje quirrgico del absceso y del contenido del seno. Otros pacientes pueden recibir tratamiento antibitico endovenoso, mientras se realiza un monitoreo minucioso. Si no hay mejora clnica en 24-36 horas se puede repetir la TAC o considerar la intervencin quirrgica. Dependiendo de la evolucin clnica se puede administrar ATB endovenoso durante una semana para luego continuar por va oral hasta completar un esquema antibitico de tres semanas. Pediatr Infect Dis J 2002;21(12):1157-1158 Traduccin: Dra. Solana Tern Vega

ARCHIVES OF DISEASE IN CHILDHOOD 51049

Prevalencia y distribucin de las petequias en bebs sanos

A.J. DOWNES, D.S. CROSSLAND, A.F. MELLON(Hospital General de Newcastle y Sunderland Royal Hospital, Reino Unido)

Muchos nios que concurren a salas de emergencias presentan petequias, pero slo una minora cursan una enfermedad bacteriana invasiva. Actualmente no existe ningn consenso para la evaluacin y tratamiento de nios con fiebre y petequias. Recientemente la necesidad de continuar realizando procedimientos diagnsticos y tratamiento estaba determinada por el estado general del paciente, el recuento de glbulos blancos y la protena C reactiva. Un algoritmo diagnstico reciente sugiere utilizar una combinacin de caractersticas, distribucin y dimetro de la prpura; la condicin clnica del paciente y la rigidez de nuca. Muchos de estos trabajos se basan en la observacin que las petequias son un importante marcador de enfermedad grave potencial. Para determinar la especificidad de las petequias como marcador de enfermedad, debe establecerse la prevalencia de petequias en la poblacin normal. No se ha encontrado ningn trabajo que provea esta informacin. Se han elegido nios menores de un ao ya que este grupo etario es el que presenta mayores dificultades diagnsticas y tiene la mayor mortalidad por la meningococcemia.PACIENTES Y MTODOS

El estudio se llev a cabo entre octubre de 2000 y febrero de 2001 en el rea de Sunderland, Reino Unido. Se estudiaron nios para control en salud en 5 centros. Se obtuvo informacin demogrfica de cada paciente y se les pregunt a los padres si haban notado alguna mancha o marca en la piel de su hijo. Los nios fueron examinados por 1 de 2 examinadores. Se defini una petequia como una lesin rojiza de menos de 2

mm de dimetro que no desaparece con la vitropresin. Un subgrupo de nios fue examinado separadamente por los dos examinadores para verificar la concordancia. Se tom nota de las petequias y moretones que presentaban los nios. La distribucin normal de los moretones haba sido definida anteriormente. Algunos nios que tuvieron petequias al momento del primer examen fueron evaluados nuevamente para ver si haban desaparecido.